Hace unos meses (tal vez un año o más) tuve la oportunidad de examinar un proyecto de una nave redactado por un ingeniero técnico industrial. Era una carpetilla de muy poco volumen. Hacia el final de la escueta memoria decía:
Este proyecto cumple el Código Técnico de la Edificación.
Me quedé boquiabierto. (A los arquitectos esa justificación nos ocupa unas cuantas decenas de páginas). Durante cinco segundos pensé:
«Hay que ver qué cara dura tiene este tío».
Pero justo al sexto segundo, cuando pude cerrar las mandíbulas y tragar saliva dije en voz alta y trémula:
«¡Maehtro!»
Esa mente preclara tenía toda la razón:
«¿Que si cumplo el Código Técnico? Pues claro que lo cumplo. Dime tú que no. Píllame en un renuncio si puedes. Atrápame, listo».
Exacto. Todos tendríamos que hacer lo mismo: encastillarnos, defender nuestro bastión y decirles a ellos:
«¡No me atraparéis vivo!»
En mi trabajo tengo que cumplir las normas. Hasta eso es más que discutible, pero vale, sí, de acuerdo. Pero es que además tengo que emplear un gran esfuerzo no sólo en decir que las cumplo, sino en convencer a todos de que de verdad las cumplo.
Aparte de ello, tengo que poner en mis proyectos un listado de normas que cumplo. Es un listado que en tipo 6 ocupa unas ocho páginas.
Supongo que un dentista tendrá que usar un anestésico y un composite que no sean radiactivos ni tóxicos, ni en cuya elaboración se haya torturado de ninguna manera a ninguna foca ártica, pero cuando termina de empastarme una muela no me da un dossier de ciento doce páginas justificándolo. No. Es su profesionalidad y su responsabilidad. Se supone que cumple las normas, y que si alguien le pilla en un renuncio se le caerá el pelo. Pero, mientras tanto, trabaja con libertad, decide qué hacer y lo hace como cree que debe.
Los taxistas tampoco nos dan un folleto explicando cuánto consume su coche, ni qué emisiones produce, ni con qué tipo de caucho se han fabricado sus ruedas.
¿Entonces por qué nuestros proyectos contienen aproximadamente un 30% de proyecto y un 70% de papeleo justificativo?
¿Por qué esa obsesión en que nuestros proyectos contengan, además del propio proyecto, una enciclopedia de la construcción, un tratado de normativa, un cursillo de energía solar, un manual de primeros auxilios y kilos y más kilos de papel y de megabits?
Pero lo peor, lo que me sigue pareciendo más ridículo de todo ello, es que nosotros tengamos que ser nuestros propios policías y nuestros propios delatores.
Me parece tan ridículo como cuando viajas a los Estados Unidos de América y te preguntan amablemente si llevas la aviesa intención de atentar contra el presidente de la nación. Venga ya; si esa es mi intención no os lo pienso decir. Pilladme. No me atraparéis vivo.
Tenemos que gastar cientos de páginas explicando que cumplimos normas y más normas y más normas. Pero es que en cualquier caso nosotros pagaremos por todo. Es nuestra responsabilidad. Así que qué importa la justificación. Debemos hacer las cosas bien, pero no perder el tiempo ni la energía explicando que las hemos hecho bien y cómo las hemos hecho de bien.
¿Y si no lo justificamos qué más da?
Si la obra acaba bien y a lo largo de su vida se mantiene satisfactoriamente, a nadie le importará todo ese blablabla.
Y si finalmente la obra tiene algún problema (una humedad, una grieta, un desperfecto de cualquier clase, un usuario que se ha caído por el hueco de la escalera…) vamos de cabeza al hoyo hayamos dicho lo que hayamos dicho en el proyecto.
¿Entonces qué más da lo que digamos?
– Señoría: En el proyecto se dice claramente que la impermeabilización del muro de sótano…
– ¿Pero entra el agua?
– Bueno, sí; un poquito. Pero mire cuántas páginas empleé en explicar por qué no debía entrar.
Ya podremos haber escrito la biblia, que si al edificio le pasa algo es nuestra responsabilidad y pagaremos por ello.
(Ojo: No digo que no debamos hacer las cosas bien. Digo que no deberíamos perder el tiempo en explicar lo bien que las hemos hecho).
Nuestra profesión ya no sólo consiste en cumplir una normativa terrible, tremenda, cansina y absurda, sino en gastar más del 70% del proyecto en justificar que la cumplimos.
Nuestro ínclito -pero no por ello menos cansino- CTE se va llenando día a día de comentarios y más comentarios de las distintas comisiones creadas ad hoc.
Pero nadie hace el comentario más valioso y necesario: el que diga de una vez y sinceramente que todo ese maldito ordenancismo estéril y toda esa estabulación gilipollesca de datos idiotas es una asquerosa bazofia, una puta mierda.
Que en el chalé que estoy proyectando tenga que reservar un espacio por si acaso algún día el ayuntamiento decide recoger la basura puerta a puerta, y que ese espacio no pueda estar en planta baja porque hay dos peldaños -el cubo de la basura tiene mucho más miramiento que las personas en una vivienda unifamiliar- ni en el sótano porque no vale la rampa -que sí vale para los coches-, y que ese espacio, por tanto, tenga que tener una previsión de ascensor -y también de aire acondicionado- que no se exige para las personas, es sólo un ejemplo de las mentes sádicas que han perpetrado ese adefesio.
Sobre las ventanas herméticas pero con bujero ya escribí otra vez. Y así cientos y cientos de estupideces que no consiguen una mejor arquitectura, sino sólo unos tochos infumables).
Mi proyecto: Defino mi edificio, mido, hago los planos. Escribo en la memoria diversas especificaciones de materiales, etc. ¿Tengo además que meter una enciclopedia sobre el arte y la técnica de la construcción? ¿Tengo que hacer además una recopilación de normativa, un Aranzadi, un cursillo avanzado de derecho urbanístico, de calidad de materiales, de normativa de accesibilidad, de medio ambiente, de arqueología, de…?
¡Leches; es un puñetero proyecto!
Es -como dice el hijo de mi amigo David García-Asenjo Llana- un libro de instrucciones para montar una casa.
El libro de instrucciones
Pues eso: El libro de instrucciones. Nada más y nada menos. No un tratado sobre la humanidad, sus perversiones, sus anhelos, sus complejos y sus constructos jurídicos y sociales.
No os quepa duda: Algún día a algún político se le ocurrirá que en los proyectos se justifique que no haya habido ni vaya a haber maltrato, conductas vejatorias, prácticas insalubres, tabaquismo, sexismo, xenofobia, etc, ni en la redacción del proyecto ni en la ejecución de las obras. Y nosotros lo tendremos que justificar.
Y justificaremos todo eso y más, mucho más. Porque cada vez que se nos manda justificar una chorrada nos pasamos de rosca y justificamos esa y cinco más. Porque para eso tenemos a nuestros colegios.
Nuestros magníficos colegios de arquitectos no son tan laxos como los de ingenieros, no. Son muchísimo mejores. Son un ejemplo de rigor. No pasan ni una. Son estrictos. Son más papistas que el Papa. A cualquier parida que invente cualquier comisión parlamentaria (europea, nacional o autonómica) el colegio elaborará una brillante hoja excel que generará un pdf de cien páginas. Y ¡hale!: cien páginas más para nuestro proyecto.
El cardenal Richelieu dijo:
«Dadme seis líneas escritas de su puño y letra por el hombre más honrado y encontraré en ellas motivo suficiente para hacerlo encarcelar».
Pues nosotros no escribimos seis líneas, sino varios centenares de páginas que sólo tienen por objeto que seamos richelieuzados en cuanto un abogado retorcido las lea. Y no tenemos arreglo:
«Blablablablá».
¿Pero no nos damos cuenta de que cuanto más blablabla pongamos más charcos estaremos pisando?
«Este proyecto cumple todo lo que tiene que cumplir, cabrones. No me atraparéis vivo».
Pero no. Somos tan gilís que no nos bastará con declarar que el papel sobrante del proyecto, los croquis y maquetas de trabajo se han tirado a los contenedores adecuados, no. Nuestros colegios nos proporcionarán herramientas para que presentemos exhaustivos estudios que indiquen cada tipo de material, gramaje, presencia o ausencia de cloruros, colorantes, terminación satinada o no… una tabla que separe cada tipo de papel y cartón, indicando cuántos gramos de cada tipo… Quién sabe. Somos idiotas. Somos la gente más idiota del mundo, y nos seguimos considerando especiales.
Por supuesto, para cada nueva parida legislativa el CAT colegial nos prepara un programita sencillo o un texto en word o en pdf editable para que lo cumplimentemos y lo incluyamos como anexo n a la memoria (donde n tiende a infinito).
Más kilos de papel. Más megas de pdf. Más sogas a nuestro cuello.
Y como esos anexos no sirven para nada -sólo para que llegado el caso alguien nos demande- y, por mucho programita que nos den, rellenarlos todos nos llevará unos cuantos días… pues entonces… se nos puede ocurrir… shhh… (esto lo digo muy bajito)… shhh… cortapegarlos de otros proyectos. Luego en la justificación de la imparcialidad futbolística de las carpinterías aparecerá otro municipio, y en el anexo de estampado de las camisas de los albañiles aparecerá otro promotor. Son los testigos del cortaypega. Eso es así. Reconozcámoslo. Bueno… ¿Eh?… Este… Yo en realidad lo he hecho muy pocas veces… Casi nunca… Vamos, nunca… Jamás en la vida he hecho yo… Vamos… Eso… Túyamentiendeh.
(Ofú: Plantar un jardín sólo para meterse en él. Soy bobo).
Pues lo dicho: Resistamos. No les demos tanta justificación, que parecemos idiotas; que cuantas más absurdeces nos piden con más gusto se las damos. No, leches. Resistamos. Opongámosnos.
No, canallas. No me atraparéis vivo.
¿Que tengo que justificar el CTE?
Pues muy bien; pues lo justifico:
«Código Técnico de la Edificación el que tengo aquí colgado».
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · Febrero 2016
Dedicado al hijo de mi amigo virtual David García-Asenjo Llana, que le dijo a su padre que los arquitectos no hacemos casas, sino los libros de instrucciones para montarlas.
El nuevo sistema domótico del fabricante alemán se compone de enchufes, interruptores y pulsadores, termostatos, detectores de movimiento y presencia, además de la app, el verdadero corazón de JUNG HOME.
El sistema no requiere de conexión a la red, ni servidor para funcionar, aunque si se desea, con el JUNG HOME Gateway se podrá conectar Internet para controlar en remoto o integrar funciones y servicios de otros proveedores, como Mediola o Samsung SmartThings.
Los pulsadores inteligentes de JUNG HOME proporcionan al usuario una mayor libertad de control de su entorno doméstico al dejar de ser dependiente exclusivamente del smartphone.
Los dispositivos JUNG HOME se conectan en red vía Bluetooth® SIG MESH, estándar mundial que garantiza que la transmisión de datos inalámbrica sea totalmente segura.
JUNG HOME
Es la apuesta del fabricante alemán por universalizar la domótica y el hogar inteligente, al tiempo que garantiza el confort, la seguridad, la eficiencia energética y la reducción de emisiones de CO2, sin la necesidad de hacer obras, ni ser un experto en tecnología.
La digitalización de una vivienda puede ser tan sencilla como instalar enchufes o interruptores. Todo lo que se necesita es cambiar las cubiertas de los mecanismos por elementos de JUNG HOME para que la instalación eléctrica se conecte en red de manera inteligente. Se trata de un sistema sencillo y económico basado en el estándar Bluetooth® MESH, apto además para cualquier instalación eléctrica convencional.
En esencia, el nuevo sistema del fabricante alemán se compone de enchufes, interruptores y pulsadores, termostatos, detectores de movimiento y presencia. Todos estos dispositivos pueden ser controlados de forma individual o mediante laappJUNG HOME, el verdadero corazón del sistema, a través del cual se configura y controla la totalidad de la instalación.
La app ofrece acceso directo a todos los dispositivos sin necesidad de conexión a internet, router WLAN ni servidor. Guiado por menús claros e intuitivos, el sistema se instala y configura según las ideas del usuario final, que podrá añadir funciones o modificar las existentes en todo momento mediante la misma aplicación, desde su móvil o tablet.
Mucho más que enchufes, con JUNG HOME
Las nuevas tomas de corriente SCHUKO® JUNG HOME reducen el consumo eléctrico y pueden encenderse, apagarse o configurarse gracias a la app, permitiendo la desconexión de aparatos incluso cuando estos entran en modo de espera o stand-by, cuando la carga de una batería está completa o programando el encendido del dispositivo enchufado a una hora determinada. Asimismo, la variante “Energy” mide el consumo eléctrico posibilitando así una gestión selectiva de la energía, ya que el usuario podrá consultar los datos mediante la app, desde donde también se podrán configurar los costes de la energía y analizar los valores de consumo del dispositivo.
Por otro lado, el porfolio de pulsadores inteligentes de JUNG HOME facilita el control y regulación de la luz, la protección solar o la temperatura. Esto proporciona al usuario una mayor libertad de control de su entorno doméstico. Además, también se ofrece la opción de disponer de pulsadores alimentados por pilas, que podrán colocarse de manera independiente de la instalación si no es posible tender cableado, factor que aporta mucha más flexibilidad al sistema.
Los detectores y sensores JUNG HOME, aportan el plus de eficiencia energética y confort a la instalación ya que pueden configurarse para que, al detectar presencia, enciendan o apaguen dispositivos según la franja horaria del día, e incluso pueden regular la luminosidad de un espacio según la iluminación natural de la que disponga la estancia. La gama completa de pulsadores para JUNG HOME está disponible en las series de diseño A, CD y LS del fabricante alemán, así como en los 63 colores de la gama Les Couleurs® Le Corbusier, gracias a lo cual se integran armoniosamente en cualquier espacio y decoración.
Con JUNG HOME, cualquier edificio ―obra nueva, rehabilitación o reforma―, apartamentos, pisos o viviendas individuales pueden convertirse fácilmente en inteligentes. Con la agrupación y configuración disponible de todos los dispositivos, el sistema permite una gestión eficiente de la energía de forma muy sencilla, al mismo tiempo que pueden crearse escenarios y rutinas que garantizan el máximo confort. De este modo, el sistema se adapta perfectamente a cualquier entorno vital y permite una ampliación gradual. Ya no hay excusas para saltar de una instalación convencional a otra inteligente.
Puerta al universo IoT, con JUNG HOME
Si se desea, el sistema puede enlazarse con el control por voz mediante Amazon Alexa o Google Home. Para ello, será necesario disponer del JUNG HOME Gateway, que conectará el sistema con internet, lo cual permitirá controlar la instalación en remoto o acceder a muchas otras funciones y servicios de distintos proveedores o partners como Mediola o Samsung SmartThings. En otras palabras, entramos de lleno en la denominada «Internet de las cosas» (IoT por sus siglas en inglés). El JUNG HOME Gateway, aparte de ser un repetidor más en la red Bluetooth® MESH, establece una red inalámbrica totalmente encriptada (AES-128) entre todos los dispositivos.
Gracias a que esta red es totalmente descentralizada, los dispositivos JUNG HOME, ya sean pulsadores o enchufes, funcionarán como emisores y receptores a la vez y con independencia unos de otros (no existe un maestro) y si cualquier dispositivo del sistema se desconecta o deja de funcionar, el resto sigue funcionando sin problema. Otra gran ventaja del protocolo Bluetooth® MESH es que no requiere de acceso a internet, con lo que la seguridad y la confidencialidad de los datos del usuario están garantizadas.
JUNG HOME, en claro
El sistema de automatización domótica JUNG HOME resulta especialmente ventajoso porque es:
Simple. Los dispositivos JUNG HOME sustituyen a los componentes convencionales. La instalación es tan sencilla como instalar enchufes e interruptores.
Escalable. Desde un simple enchufe SCHUKO® individual e inteligente hasta conseguir una casa completamente conectada en red, JUNG HOME crece con las necesidades de los usuarios y se encarga de la luz, las persianas, el consumo de energía o la temperatura. El JUNG HOME Gateway permite el control por voz y la conexión con otros sistemas.
Atractivo. Todos los pulsadores, accesorios y enchufes están disponibles en los diseños de las series A, CD y LS de JUNG, y el clásico LS 990 también está disponible en los 63 colores de Les Couleurs® Le Corbusier. De este modo, el sistema se adapta perfectamente a cualquier diseño y permite una ampliación gradual.
Intuitivo. Un smartphone es todo lo que se necesita para la configuración in situ. La aplicación JUNG HOME se pone en contacto con los enchufes y demás mecanismos eléctricos instalados a través de la tecnología Bluetooth® MESH. La puesta en marcha completa y el control de la app son posibles sin router WLAN, servidor o conexión a internet.
Directo. En cuanto se instalan las tomas de corriente del sistema y se colocan las cubiertas, ya se pueden manejar todas las teclas, los actuadores y demás dispositivos JUNG HOME, sin ninguna aplicación adicional o puesta en marcha especial.
Seguro. Todas las comunicaciones de JUNG HOME están codificadas y autentificadas con AES de 128 bits y tienen lugar localmente entre los dispositivos. El hogar inteligente no necesita conexión a internet, a menos que los clientes lo soliciten expresamente, por ejemplo, para el control por voz.
Flexible. La tecnología Bluetooth® SIG MESH garantiza una transmisión robusta de los datos, con un gran alcance. Este estándar mundial ha sido probado en millones de dispositivos y garantiza la posible ampliación del sistema JUNG HOME pudiendo integrar componentes y funcionalidades de otros proveedores.
Alta calidad. Con más de 110 años de experiencia en tecnología eléctrica y electrónica, JUNG es sinónimo de calidad superior «Made in Germany».
‘Casa detrás de un muro’ es un proyecto resuelto en base a la condición inicial de dar una respuesta opaca a su relación con la vía pública capaz de permitir una mayor intimidad a los usuarios y un funcionamiento interno más cómodo sin la necesidad de estar condicionado por lo que sucede en el exterior. La ausencia del hueco en fachada implica crear herramientas propias para resolver la organización del programa y resolver con la misma construcción lo eliminado por la premisa de partida.
La parcela en la que se ubica el proyecto carece de trazas orográficas capaces de condicionar la edificación. Solo, una plataforma artificial creada con anterioridad es el único elemento significativo y el punto donde el esquema se apoya. Tres patios resuelven el funcionamiento de los usos de noche y un espacio exterior configurado por la edificación y las medianeras dotan a un doble espacio de usos comunes de una resguardada zona exterior.
El hormigón permite resolver la rotunda respuesta al exterior del proyecto a la vez que crea la posibilidad de que la edificación se encuentre puntualmente con el terreno, asimilando con naturalidad la orografía artificial creada en la parcela para que haya continuidad entre los diferentes niveles. El hormigón y su propia construcción condicionan la forma de la edificación a la vez que permite moldearse plásticamente para que la transición entre las diferentes alturas sea continua y no fraccionada mediante una ortodoxa superposición de forjados.
En este sentido, la fachada principal se transforma en una gran viga de canto de 24 metros capaz de sobrevolar el terreno, crear bajo ella una zona en sombra y ocultar tras ella los espacios más íntimos del hábitat. Posteriormente da cabida al acceso mediante una rampa que prosigue con la idea de dar continuidad espacial a los elementos exteriores a la vez que permite de una manera pausada contemplar el acceso y su apertura al paisaje de la lejana ciudad. En su encuentro con la zona de día el cerramiento desaparece y se transforma en elementos acristalados de gran formato resolviendo de esta forma una inmediata relación interior – exterior.
El hormigón así, permite al proyecto no ser una única respuesta y transformarse conforme demande el contexto generado por los diferentes elementos.
Obra: Casa detrás de un muro
Autores: La Mirateca (Emilia Ruipérez Bastida y Raúl Latorre Luna)
Año finalización construcción: 2022
Superficie construida (m2): 347,17 m2
Ubicación: Elche, Alicante, Comunidad Valenciana
Constructora: La Mirateca Estudio S.L.
Arquitecto Técnico: Antonio Ruiz Fernández
Fotografías: Alejandro Gómez Vives + lamirateca.com
El Frontón Recoletos (1935) es obra del Arquitecto Secundino Zuazo y el Ingeniero Eduardo Torroja. Su forma responde a las necesidades funcionales y estéticas del espacio deportivo. La continuidad de curvas de los graderíos en relación con la doble forma laminar de la cubierta, dotan al edificio de una gran expresividad plástica.
Requisitos
Para cubrir los requisitos del juego de pelota vasca para remonte y pala, al que estaba destinado el edificio, era necesario cubrir una gran zona rectangular delimitada por dos muros, uno principal y otro de rebote, unidos por otro muro lateral de mayor longitud que los anteriores. Estos tres muros delimitan la zona de juego y en el otro lateral se disponen los graderíos donde se sitúa el público.
Obviamente todo el recinto debe ser diáfano para permitir tanto el juego como la visión de los espectadores. Asimismo, otro factor a tener en cuenta es la altura de la cubierta sobre la pista de juego y, finalmente, la adecuada iluminación natural del recinto.
Durante la Guerra Civil Española la cubierta sufrió importantes daños que provocaron su desplome en 1939. Con ello desaparece uno de los elementos más vanguardistas e innovadores a nivel internacional en el campo de las estructuras laminares.
Descripción de la obra
«El antiguo Frontón Recoletos estuvo situado en la calle Villanueva esquina a Cid, frente al lateral de la Biblioteca Nacional, con un jardín que llegaba hasta el paseo de Recoletos. Fue uno de los últimos frontones construidos en Madrid y, como todas esas instalaciones deportivas, fue derribado en 1973, perdiéndose uno de los edificios más singulares con una extraordinaria cubierta laminar, que fue motivo de muchas visitas de especialista de todo el mundo a nuestra ciudad.
Fue proyectado por Secundino Zuazo y Eduardo Torroja, en 1935. Éste último describe así su cubierta:
“Una cubierta laminar de 8 centímetros de espesor cubriendo a toda luz una planta de 55 x 32,50 m, formada por dos lóbulos cilíndricos longitudinales de 12,50 x 6,40 m de radio encontrándose en forma de gaviota ortogonal disimétrica. En los faldones a Norte la lámina está sustituida por celosías triangulares. El conjunto está anclado en los puntos medios de las generatrices extremas y la libre dilatación queda asegurada gracias a la elasticidad de las estructuras de apoyo embutidas en los muros extremos”.
La dificultad de la ejecución obligó a pedir un informe a José Eugenio Ribera y José Mª Aguirre y a construir un “modelo reducido” para comprobar los cálculos.
También tanía gran interés la estructura del anfiteatro que
“por ménsulas montadas transversalmente sobre dos vigas maestras de 33 metros, paralelas a la fachada, una en la misma fachada y la otra a 4,50 m de separación. De esas ménsulas cuelga todo el piso del palcos y el conjunto apoya solamente en los muros de escalera, con supresión total de soportes intermedios”,
Bruno Zevi define el catálogo como la primera de las siete invariantes que -a su juicio- establecen los principios elementales del lenguaje moderno de la arquitectura, una réplica tardía a lo establecido por John Summerson en El lenguaje clásico de la arquitectura.
Resumiendo en exceso, podríamos decir que Zevi apuesta por la diversidad y especificidad de espacios y elementos arquitectónicos frente a una supuesta homogeneidad de los órdenes clásicos, estableciendo el principio genético del lenguaje moderno, un asunto de orden disciplinar elevado aquí a categoría ética:
«Fuera del proceso del catálogo, no existe arquitectura. Lo demás es fraude, clasicista o pseudomoderno: un crimen para hablar con un lenguaje apropiado».2
El catálogo y la arbitrariedad aparente
El catálogo como inventario o clasificación ordenada de objetos relacionados, pone el acento en la individualidad de cada uno de sus elementos, su especificidad en relación a su uso o disposición respecto al resto. La arquitectura tradicional, rica en la especialización de sus muros y sus huecos, niveles y dimensiones, utensilios y mobiliario, se configura -mucho antes que la arquitectura moderna- como un elogio de la desigualdad. Sus elementos, como las manos o los relámpagos,
«no son distintos, sino desiguales».3
El catálogo que Alejandro de la Sota diseñara de memoria para Esquivel, supone la base de un juego en el que la fortuna será la que adjudique -a cada calle- su secuencia de puertas, ventanas, chimeneas, tapias, bancos, fuentes y demás elementos característicos del lenguaje popular. La arbitrariedad aparente, el desorden necesario.4
Herramientas de proyecto
Sin duda la arquitectura contemporánea hace suya la idea del catálogo y la incorpora como una de las más poderosas herramientas de proyecto; la arquitectura de -por ejemplo- SANAA supone una buena muestra de ello. El atlas de plantas y huecos de la Escuela Zollverein de Diseño en Essen; el plan de volúmenes del Museo de Arte Contemporáneo Siglo XXI de Kanazawa (en la imagen) o el Museo de Arte de Nueva York; la colección de estratos de altura variable en la tienda Dior en Tokio; o el catálogo extenuante de la casa Moriyama, desplegado desde la singularidad de cada espacio y su desigualdad familiar: pabellones, huecos, ventanas, pasajes, escalas, sillas, mesas, árboles, maceteros…
La arquitectura como una constelación de colecciones, un compendio del mundo, un sumatorio infatigable surgido, como un elogio de la desigualdad, desde la metodología del catálogo.
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Noviembre 2016.
Autor de Parráfos de arquitectura. #arquiParrafos
Notas: 1 John Summerson, El lenguaje clásico de la arquitectura. De L.B. Alberti a Le Corbusier, 1963. 2 Bruno Zevi, Leer, escribir, hablar arquitectura (Barcelona: Apóstrofe, 1999) Primera Parte: El lenguaje moderno de la arquitectura. Guía al código anticlásico. Capítulo I. El catálogo como metodología del proyecto, pág. 28. 3 Luis Martínez Santa-María, Intersecciones (Madrid: Rueda, 2004), 24. 4 Para Zevi el clasicismo será el representante de la auténtica arbitrariedad, uniforme en su orden «opresivo» ante situaciones siempre particulares.
¿Qué es «Ludantia. I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud»?
Es la voluntad de potenciar y visibilizar los proyectos y profesionales de todo el mundo que aúnan infancia + arquitectura + educación. Es decir, proyectos que investigan sobre los tres campos a la vez.
Los potenciamos convocando el «Concurso de Proyectos Educativos» hechos por infancia y juventud, una Expo-Activa -instalación lúdica- para niños,1 talleres en plazas, llamada a comunicaciones académicas. Los visibilizamos con tres exposiciones, un congreso, cuatro jornadas de formación, una web con toda la documentación producida y un catálogo con gran parte de esa documentación.
«I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud» es una plaza pública que favorece el encuentro, búsqueda y aprendizaje. A veces es necesario abandonar certezas aprendidas en libros y experiencias, certezas pesadas como yelmos, para percibir el viento siempre nuevo.
La ilustración del cartel, obra del ilustrador Óscar Villán, explica bien el encuentro de niños y adultos que con actitud lúdica, curiosa e investigadora interactúan y crean los espacios del conocimiento. Cada uno aprende del otro y encuentra su lugar en el juego. Crean el lugar con el juego.
Tipos de proyectos en el mundo que aúnan Infancia + Arquitectura + Educación
Las tres palabras «infancia + arquitectura + educación» dan lugar a diferentes tipos de proyectos en el mundo. «I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud» reunió ejemplos de casi todos ellos. Una posible clasificación de los grupos:
> Aprendizaje de arquitectura como lenguaje
Igual que el niño aprende música, pintura o teatro puede aprender arquitectura (donde incluyo diseño, paisaje..) a través de cursos, talleres, proyectos concretos… ¿Qué es aprender arquitectura? Será lo que el profesor entienda por arquitectura. Veo tres corrientes principales según su objetivo:
1/ El «abecedario de la arquitectura» (estructura, escala, proporción, materiales, emplazamiento, orientación, luz, color, forma, geometría, ritmo, programa, contexto…) para que el niño domine el lenguaje.
2/ El porqué de nuestros territorios, ciudades y edificios para generar una conciencia crítica ciudadana. Están enmarcados en la Historia, Sociología, Biología… y no tanto desde el Arte.
3/ El proceso de creación artística como proceso de aprendizaje, acompañando al alumno en la búsqueda de una intuición interior estimulada por el mundo exterior y controlada con el buen uso de las técnicas.
> Procesos de participación donde los niños son agentes de cambio
Hay diferentes grados en esa participación según el protagonismo del niño en la toma de decisiones y su ejecución. La mezcla de niños, jóvenes, familia, profesorado, arquitectos, artistas, comunicadores sociales, responsables institucionales… son siempre beneficiosas. Veo tres corrientes:
1/ Procesos de participación para que el niño asuma su papel ciudadano, entienda sus responsabilidades, deberes y derechos… y a su vez, los adultos integren a la infancia y juventud en las decisiones políticas de la ciudad. Son procesos que no ponen énfasis en la expresión del niño o en la enseñanza de arquitectura u otras artes, aunque pueda darse. La Red de Ciudades de los Niños y las Niñas que promueve Francesco Tonucci sería un ejemplo. La Red de Ciudades Educadoras, surgida en 1990 desde la ciudad de Barcelona, tiene componentes de esta índole.
2/ Procesos de participación como medio para que el niño aprenda su deber ciudadano como transformador del mundo en el que vive, y a la vez como medio para el aprendizaje del lenguaje de la arquitectura. Dichos procesos suelen constar de estudio del problema sobre el terreno, análisis de datos, conversación con la comunidad, esbozos de primeras propuestas, maquetas de hipótesis formal, gestión y realización física del proyecto. Son procesos educativos de excelente resultado, tanto en educación obligatoria como no obligatoria, sobre todo cuando el niño colabora con arquitectos, artistas, técnicos, profesorado, familias… Un ejemplo, el proyecto de «¿Qué es Arquitectura?» para una placita nueva diseñada por niños en 2009 con el programa Estonoesunsolar del Ayuntamiento de Zaragoza, España.
3/ Procesos de participación con la ciudadanía para mejorar contextos urbanos y sociales como la vivienda, calle, escuela, barrio… Son proyectos largos con la comunidad, profesionales de muchas disciplinas, varias instituciones locales y a veces de otros países, para diagnosticar problemas, soluciones, etapas de aplicación de dichas soluciones -unas veces físicas y otras sociales-. A menudo participa infancia y juventud. A veces estos procesos acaban en nada por incumplimiento o agotamiento de alguno de los implicados. Afortunadamente, otros crecen sanos gracias a la planificación y perseverancia. Por ejemplo, los proyectos urbanos de la Coordinadora de la Ciudad en Construcción en Lima, Perú, capitaneada por Javier Vera Cubas y Elezar Cuadros.
> Infraestructuras educativas donde la infancia y juventud pasan años largos de su vida
El actual reto en casi todos los países es diseñar equipamientos educativos -incluidos los patios- que respondan a objetivos pedagógicos específicos. Hoy día muchos colegios -y países- no tienen un proyecto pedagógico claro, son barcos sin rumbo.
Aunque la escuela pública se rija por criterios curriculares nacionales, departamentales o municipales, cada colegio está sito en un contexto geográfico, económico, social, climático distinto que exige soluciones a medida. Por eso los equipos educativos del lugar tienen que trabajar junto a los arquitectos, diseñadores de equipamiento, especialistas en espacios educadores… en el diseño de los nuevos equipamientos y en la mejora de los ya existentes.
En el mundo hay suficientes ejemplos que nos indican el camino a seguir. Por ejemplo, los nuevos colegios finlandeses diseñados por arquitectos y equipos educativos a la par. O los «paisajes educativos» que hoy día se realizan en más de 30 ciudades alemanas integrando colegios, bibliotecas, comedores, polideportivos, movilidad pública, diseño urbano… optimizando la inversión de recursos públicos con una buena coordinación del «master plan urbanístico y de movilidad» con el «master plan educativo».
> Materiales didácticos o lúdicos nacidos desde la arquitectura y el diseño
Los más famosos son las piezas y métodos de Froebel en el siglo XIX, fruto de una cosmovisón concreta y del papel de la especie Humana en ella, y por ende, de un determinado tipo de educación que el pequeño humano debe recibir para encajar en dicha creación.
En el siglo XX y XXI decenas de arquitectos y diseñadores han creado materiales para estimular el juego y aprendizaje de los pequeños en educación obligatoria y fuera de ella. Una vez más, la intuición de cada autor de juegos sobre qué es arquitectura, educación e infancia genera la personalidad del nuevo juego. Destaco los materiales creados por los artistas del siglo XX como Hermann Finsterlin, Ladislav Sutnar, Bruno Taut, , Antonio Vitali, Bruno Munari… Son propuestas lúdicas con una fuerte componente estética. Los niños necesitan, perciben y agradecen la belleza de lo creado en armonía con la Naturaleza.
> Formación continua del profesorado de Infantil, Primaria y Secundaria
Veo tres objetivos básicos:
1/ Agudizar su percepción del espacio educador para mejorarlo a partir de objetivos pedagógicos previos y claros. Es decir, dado un edificio escolar, qué puedo hacer dentro de él con los materiales que tenemos a mano (mobiliario, instrumental tecnológico o artístico, luz, sonido, vegetación…) para que el aprendizaje sea más eficaz.
2/ Introducir la arquitectura y el diseño en sus proyectos de educación obligatoria, aunque estas disciplinas no estén en el currículum nacional. Enseñar arquitectura como fin o como medio, es decir, como disciplina-lenguaje propio (por ejemplo, aprender qué es una catedral medieval europea como edificio) o como medio para aprender un contexto más general (usar una catedral medieval para aprender Historia, Ciencias Sociales…)
3/ Fortalecer los proyectos de creación-investigación del alumno para que sean mejores procesos de aprendizaje. El trabajo del artista y el científico es una búsqueda constante que le hace aprender, desaprender, aprender de nuevo, tachar, volver a empezar, perseverar… siempre con el dominio de la técnica hasta la consecución de la obra. Sin obra final (edificio, novela, obra de teatro…) no sería posible la comunicación con el otro, sea del presente o del futuro lejano. El viaje (que requiere un mapa, es decir, un proyecto pedagógico) que lleva al alumno a crear la obra, es el proceso educativo.
> Proyectos de apropiación de la ciudad
El aprendizaje del niño se da en muchos lugares y de diversos modos, es una cuestión de actitud de la comunidad hacia sus niños. El profesor avezado exprime la ciudad, instituciones culturales, espacios públicos, comercios… como escenarios de aprendizaje.
Los recorridos para aprender el Patrimonio material e inmaterial son aventuras en manos de un buen proyecto educativo. Los espacios hospitalarios son aulas para los niños allí ingresados si el maestro abre antes el espacio mental en el niño que posibilita el aprendizaje como forma de sanación. Los caminos escolares, necesarios en ciudades de América Latina para la seguridad de los escolares, involucran a familias, vecinos y profesorado en una ruta diaria que a veces implica transformaciones físicas del espacio urbano. Proyectos de regeneración urbana a partir de las necesidades de los niños de 0-3 años, sus cuidadores, madres gestantes y lactantes son retos que requieren respuestas multisectoriales de compleja aplicación. La visión de la ciudad entera como «tablero de juego», (tal como propone «Ludantia. I Bienal»), los playgrounds y zonas delimitadas de recreación…
> Investigaciones sobre el desarrollo del cerebro del niño
Cómo evoluciona su percepción visual, su sentido de orientación, la capacidad de elaborar mapas mentales… Estos conocimientos aportan nuevas perspectivas a la educación. Además, saber cómo están entrelazados el cerebro y espacio ayudará a construir arquitecturas escolares más adecuadas a las necesidades de cada edad.
La ciencia construye una imagen de la realidad, sin ser la realidad. Muchas veces, la imagen que ofrece la ciencia es la mejor manera de solucionar problemas.
Otras, será la imagen que el arte construye la que nos guíe sobre la evolución del niño. La expresión del pequeño con su lenguaje verbal, musical, plástico, corporal, arquitectónico… dice dónde está y adónde va.
El estudio de todas esas imágenes, de la ciencia y el arte, nos aproxima a lo real velado del otro, en este caso, un niño.
El contenido de «Ludantia. I Bienal» en Pontevedra
El tema central de la I Bienal es “Habitar desde lo lúdico: del patio escolar a la ciudad como tablero de juego”. Es decir, el espacio público como construcción de nuestras acciones libres (no hay juego posible si es forzado), sea cual sea nuestra edad, sea dentro de una institución educativa, en la calle, plaza, zona rural compartida…
Las actividades principales de «Ludantia. I Bienal» en Potenvedra, acontecidas casi todas en el Pazo da Cultura, fueron:
El congreso abrió con invitados de varios continentes y tendencias mostraron algunos de sus proyectos sobre infancia + arquitectura + educación. Todos se ubican en un grupo u otro. Aunque a menudo los procesos se parezcan, sus objetivos los diferencian.
Tales objetivos se marcan a partir de realidades de contextos concretos. Cada infancia tiene unas necesidades que requieren proyectos específicos. Los ponentes y los responsables de los seminarios del congreso se destacan por diagnosticar bien sus contextos para luego diseñar proyectos útiles a medida de la cultura y presupuesto local.
El programa denso (demasiado, comentaron algunos) de ponencias y talleres-seminarios no impidió que el público e invitados se conocieran en los pasillos y restaurante del Pazo da Cultura, o paseando en las calles nocturnas de la tranquila Pontevedra. Aprendemos del trabajo de los otros, de sus inquietudes, de cómo escuchan y toman apuntes, de su manera de hablar y caminar, de sus miradas y silencios… Los vídeos con todas las ponencias y seminarios del encuentro:
La exposición «Concurso Proyectos Educativos»
Mostró una selección de 33 proyectos de los 90 recibidos de 18 países. El comité científico estuvo formado por:
· Santiago Atrio (Vicerrector de Campus y Sostenibilidad de la Universidad Autónoma de Madrid, España)
· Angela Million Uttke (co-fundadora de Jugend Architektur Stadt – JAS y directora de Urbanismo de la Universidad Técnica de Berlín, Alemania)
· Marta Morelli (Jefa del Departamento de Educación del MAXXI -Museo Nazionale delle Arti del XXI Secolo, Roma, Italia)
· Jaana Räsänen (Especialista en educación para infancia del Architecture Information Centre Finland, Helsinki)
· Pablo Rojas (Jefe de Departamento de Educación y Formación en Artes y Cultura del Ministerio de las Cultura, las Artes y el Patrimonio de Chile)
El comité estudió los 90 proyectos y eligió tres ganadores y doce menciones (tres menciones por cuatro categorías). Casi todos los proyectos mezclaron arquitectos, artistas, profesorado y en algún caso las familias, sobre el tema dado de «espacio público». Hay trabajos dentro de colegios en horario escolar, en extra-escolar, fuera de colegios sin relación con ellos, en centros de arte, en calles, plazas o zonas rurales promovidos por colectivos…
Ver juntos los 90 proyectos ofrece un panorama de estrategias y procesos, en general parecidos en todo el mundo, diferenciándose más en la carácter o «estilo» de la realización. Es lógico. Como el respirar, donde primero inspiras y luego espiras, los procesos de creación en el arte siguen procesos semejantes en todas las partes del mundo. Cambian los códigos que transforman lo «real» (el mundo percibido) en «realidad» (la obra resultante y la percepción que tiene el público de ella). Es decir, cambian los «discursos» que elaboran esas las «obras finales».
Lo importante es que ese proceso creativo sea un buen proceso educativo, un viaje de superación y descubrimiento donde los niños (y los adultos que los acompañan) aprenden nuevas escuchas, interpretaciones de lo «real», técnicas de manipulación formal para dar la respuesta creando su obra, su «realidad».
En el video anterior vemos una selección de vídeos plano-secuencia de proyectos del «Concurso Proyectos Educativos». Todos los proyectos presentados al concurso tenían que enviar un vídeo en plano-secuencia como parte de la documentación del proceso realizado (no todos los recibidos fueron planos-secuencia). El plano-secuencia es una herramienta pedagógica de primer orden. El requerimiento técnico es mínimo, puede hacerse con un simple móvil y no necesita edición. Exige que los alumnos piensen bien qué quieren contar en un máximo de tres minutos, ensayarlo y grabarlo. La idea era reunir al final todos los planos-secuencia en un largo. Pablo Arellano, cineasta especialista en educación de cine para infancia, aportó la gran idea de la documentación con el plano-secuencia.
La exposición «Colombia, país invitado»
Ofreció un breve panorama de proyectos que aúnan infancia + arquitectura + educación divididos en cuatro capítulos. El primero, dedicado a la enseñanza en arquitectura para infancia y juventud, refleja bien lo que hay en ese país. Los otros tres ofrecen algunos ejemplos de la gran cantidad de buen trabajo hecho en los últimos quince años, en especial con Primera Infancia.
La estructura socio-económica de Colombia no tiene nada que ver con la de un país europeo. Hablar un mismo idioma nos acerca, pero «las gafas» con las que observa el mundo un colombiano y un europeo, son diferentes. Cada uno prioriza virtudes y defectos que el otro no siempre destaca. Y lo mismo sucede en educación. Los discursos, dilemas, debates, retos actuales son distintos.
El punto fuerte de Colombia, también en educación, es la variedad cultural y étnica que la puebla. Hay que trabajar para conservarla y provocar mezclas entre ellas, única manera de mejorar el autoconocimiento personal y colectivo. El punto débil es la indefinición de un proyecto educativo general para el país, tal vez fruto de la excesiva diferencia entre clases sociales.
Por eso, proyectos como los nuevos colegios oficiales (públicos) que la Secretaría de Educación de la Alcaldía de Bogotá ha construido en los pasados treinta años, es un ejemplo de planificación a largo plazo y tesón. La conferencia que dio Carlos Benavides Suescún de dicha Secretaría, dio fe.
Vídeo con lo 31 proyectos del la exposición «Colombia». Edición del vídeo por Nicole Durán, alumna de la Escuela de Cine y TV de la Universidad Nacional de Colombia.
La exposición «Concurso Globos Dorados 2017» de la Unión Internacional de Arquitectos
mostró los proyectos presentados en 2017 a dicha convocatoria que se celebra cada dos o tres años. La sección «Arquitectura & Infancia» de la UIA hace un gran trabajo definiendo marcos conceptuales de la educación en arquitectura para la infancia y juventud en todo el mundo.
La calidad de los proyectos mostrados hablan de de un rico sedimento educativo en algunos países. Las dos reuniones anuales que celebra la sección «Arquitectura & Infancia» de la UIA teje relaciones entre algunos de los mejores profesionales del mundo.
Exposición de «Concurso Globos Dorados 2017» de la UIA. Fotografía del autor
Una de esas reuniones se celebró en Pontevedra los días 8 y 9 de mayo de 2018, reuniendo a casi treinta profesionales de la UIA procedentes de América, Europa, África, Asia y Oceanía que luego se quedaron al congreso de la I Bienal el 10, 11 y 12 de mayo. Fue una rica mezcla de experiencias y horizontes.
Vídeo con los proyectos del «Concurso Cubos Dorados 2017». Edición de Xose Manuel Rosales.
La Expo-Activa es una gran instalación para que los niños «jueguen a arquitectura».
Jugar a arquitectura es construir, desmontar, volver a construir, recorrer el espacio, modificarlo… solo, acompañado, en grupo, con orden o sin…
Cuando vi la exposición «Un modelo para una sociedad cualitativa» que hizo Palle Nielsen en el Moderna Museet de Estocolmo en 1968, me surgió la idea de crear una «Expo-Activa»: ¿cómo sería una instalación así en la actualidad centrada en la arquitectura? ¿Qué es jugar a arquitectura?
Palle Nielsen vació una de las grandes salas del museo y la llenó de objetos para que los niños jugaran a su libre albedrío: zona de trabajar madera con sierras, martillos… zona de pintura libre, zona de trepar y saltar, subir por cuerdas… Estimula ver las fotos y las situaciones de riesgo en las que se situaban los niños; hoy día las normas de seguridad impedirían casi todo eso. Fue un gran éxito en aquella Suecia en busca de la sociedad más igualitaria posible.
El diseño de la Expo-Activa de Pontevedra propone siete grandes cajas, cada una con piezas de un tema: punto -círculo y esfera-, recta, triángulo y hexágono, cuadrado y cubo, pentágono, formas orgánicas, luz y sombra. El niño juega dentro de las grandes cajas, junto a ellas o lleva los elementos a la sala contigua (llamada «tablero de juego») para mezclarlos con libertad. Se favorece el juego de construcción. La representación simbólica aparece sobre todo en la caja de luz y sombra.
Diseño general de la Expo-Activa por Carlos Arruti y Anabel Varona (Maushaus Arquitectura). Con los colaboradores: Teresa Meana (TM arquitectura), Xosé Manuel Rosales (Proxectoterra), Fermín Blanco (Sistema Lupo), Sara San Gregorio (Microarquitectura), Víctor González Échave (Palitroques), María Mallo, Irene Fernández (Createctura), Fernando Arenas y Mabela Rocha (Mimaia). Abierta del 10 de mayo al 17 de junio para colegios y familias.
Vídeo de las tres exposiciones y de la Expo-Activa. Vídeo del autor.
La convocatoria de comunicaciones académicas se centró en tres temas
1/ Experiencias educativas relacionadas con el espacio público.
2/ La participación infantil en la ciudad y los edificios públicos.
3/ El juego y el niño en los entornos urbanos.
Colaboró la unidad de investigación “Proyecto Arquitectura y Ciudad” de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña en la valoración de las casi 90 comunicaciones recibidas, con sus profesores Luis Walter Muñoz Fontenla y Óscar Pedrós Fernández.
Puede descargar los tres volúmenes desde aquí:
Jornadas de formación para el profesorado y otros profesionales interesados
Realizadas en colaboración con la Universidad de Vigo, versaron sobre el espacio como educador, la infraestructura escolar como herramienta didáctica, los patios escolares como tablero de juego ideal para el aprendizaje de la convivencia, técnicas de procesos de creación arquitectónica y artística…
Obradoiros na Rúa
Fueron talleres para la infancia en calles y plazas de varias poblaciones gallegas realizados por diversos grupos gallegos.
«Ludantia I Bienal» en Bogotá, Lima, Quito, Puebla y Berlín.
Tras el evento de Pontevedra la I Bienal viajó a Bogotá, Lima, Quito, puebla y Berlín. Cada intinerancia tuvo su personalidad según las necesidades locales y del organizador.
> BOGOTÁ. Del 25 de septiembre al 20 de octubre de 2018 se celebró en el Museo de Arquitectura Leopoldo Rother de la Universidad Nacional de Colombia, organizada por Fabiola Uribe (Lunárquicos) y el propio Jorge Raedó. Constó de las exposiciones «Concurso Proyectos Educativos», «Colombia» y Golden Cubes 2017″, un encuentro de dos días que reunió a gran parte de los profesionales de los 31 proyectos de la exposición «Colombia», la nueva Expo-Activa diseñada por grupos colombianos acompañada de talleres para infancia. Fotos en facebook de la I Bienal en Bogotá.
> LIMA. Del 29 de septiembre al 6 de octubre de 2018 se celebró en el Centro Cultural Comedor San Martín en Comas, Lima, Perú. La organizó la Coordinadora de la Ciudad en Construcción, financiada por Urban95-Lima y la colaboración de la FAUA. Constó de las exposiciones «Colombia» y «Concurso Proyectos Educativos», dos días de ponencias de colectivos peruanos, talleres para infancia y otros para adultos, varias excursiones para estudiar espacios públicos limeños. Fotos de la I Bienal en Lima.
> QUITO. Del 14 al 16 de marzo de 2019 la I Bienal participó en «I Encuentro de Arquitectura, Educación e Infancia» en Quito, Ecuador, mostrado las exposiciones «Concurso proyectos educativos» y «Colombia» Organizó en Museo Archivo de Arquitectura «MAE», Colegio de Arquitectos de Pichincha , SustentArte, Rocotín Jardín – Atelier. Colaboraron: Entidad Colaboradora de Proyectos CAE-P, Hotel Quito. Fotos en facebook de la I Bienal en Quito.
> PUEBLA. Del 30 abril a 30 junio de 2019 celebramos la itinerancia de la I Bienal dentro del Foro «La ciudad desde los niños y jóvenes: arte, arquitectura y espacio público» en Puebla, México, con las exposiciones «Concurso proyectos educativos» y «Colombia». Organizado por Adriana Hernández y Christian de la Torre de Re Genera Espacio y de la Facultad de Arquitectura BUAP -65 Aniversario-, en el Complejo Museístico La Constancia Mexicana, Museo Infantil. Fotos de la I Bienal en Puebla.
> BERLÍN. Del 5 al 22 de noviembre de 2019 la I Bienal se mostró en Berlín gracias a Angela Million y a la Architektur-Fakultät de la Technische Universität Berlin, con la exposición del «Concurso proyectos educativos», junto a una exposición de fotos de talleres de Jugend Architektur Stadt -JAS-, un seminario y la presentación de libros. Fotos en facebook de la I Bienal en Berlín.
Notas:
1 Por economía de lenguaje donde digo «niño» me refiero a niños y niñas.
«I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud» está organizada por el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia y fue financiada por la Xunta de Galicia, Diputación de Pontevedra y Concello (Ayuntamiento) de Pontevedra. Idea original y dirección artística de Jorge Raedó, dirección ejecutiva de Xose Manuel Rosales, coordinación de Virginia Navarro.
Posteriormente «I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud» viajó a Bogotá, Lima, Quito, Puebla y Berlín. Todas las fotos de «Ludantia. I Bienal» en FB
Publicado inicialmente en Revista fronterad
(Nota preliminar: el artículo fue publicado el 9 de noviembre de 2018 y publicado por segunda vez el 6 de septiembre de 2022, recuperando el formato perdido durante el trasvase de información de la antigua plataforma de Fronterad a la actual.)
Quien se anime a dejarse guiar por la mirada curiosa y penetrate de Pedro Puertas encontrará entre estos textos suyos caminos poco transitados, rodeos por los márgenes de los grandes temas y sobre todo paradas para mirar lo que ya no vemos, lo cotidiano de forma siempre distinta: Un árbol, una silla, el sonido de unas pisadas… Chispazos que por un segundo cobran sentido justo antes de desvanecerse de nuevo.
Agradecimientos
No podemos dejar de mostrar nuestro agradecimiento al realizar este número a toda la familia de Pedro Puertas, y en especial a su hermano Cecilio, por su apoyo, amabilidad y por las hermosas fotografías que lo acompañan, tanto en su portada como en su interior.
Agradecer también el empuje, la implicación y la generosidad de Darío Mateo Berciano que ha sabido remar y acompañar para que este número salga a delante. A Josep Llinàs, Josep Quetglas y Gillermo Zuaznabar por sus textos, todos ellos, un sincero homenaje a Pedro. También a la organización del Cuarto Lúcido que Pedro comenzó junto con el Centro José Guerrero y el festival Patata y en la que ahora se suman el Colegio de Arquitectos de Granada y nuestra propia revista, y que en este número queda representado por el espléndido trabajo de Antonio Fernández Morillas.
Agradecer por último a todos los amigos de Pedro que han apoyado con sus palabras y ánimos esta iniciativa.
Índice. ENGAWA 30. Número homenaje a Pedro Puertas Herrera
Las huellas de la tradición inspiran nuestra propuesta
Los delicados pétalos de flores con los que se forman las tradicionales alfombras florales del Corpus, fiesta local de interés nacional, sugieren la forma del nuevo salón urbano, más amable, flexible, cercano; y podría colonizar incluso el entorno adyacente.
El estado previo facilitaba el funcionamiento de la plaza casi como una rotonda de tráfico, con el coche como protagonista principal. Proponemos una serie de actuaciones encaminadas a reducir el impacto del vehículo y favorecer el uso peatonal. Asumimos aquellas que se derivan del estudio de movilidad municipal, sobre todo en el aspecto en que reduce el tránsito de vehículos por la zona; y sugerimos otras más concretas, de formalización y uso del espacio, pero también de introducción de vegetación. Es evidente que, unidas reducción del tráfico y aumento de vegetación, favorecen nuestra relación con el medioambiente, reducen el impacto acústico y generan entornos más saludables.
Quizás la primera actuación tenga que ver con el desplazamiento del centro de gravedad hacia el noroeste. Ello nos permite comprimir el vial, de tal forma que se reduzca la velocidad del tráfico, y libera la mayor parte de la plaza. Es ahora el peatón el que marca los tiempos, por lo que puede utilizar con mayor libertad todo el ámbito, como hacía pocos años atrás.
Jardinería de reurbanización de la Plaza Bugallal
Las jardineras inspiradas en los pétalos de flores ordenan ese espacio, protegen al viandante, generan zonas de estancia y cualifican visualmente el entorno.
Un tapiz de hormigón lavado unifica la intervención, permite integrar parte de los pavimentos pétreos existentes y facilita los encuentros con las calles adyacentes. El despiece recoge las tres geometrías principales del entorno, creando una suerte de grandes losas trapezoidales. Las tres directrices se adaptan sin problemas a los diferentes encuentros con las preexistencias; tanto con el atrio de la Iglesia de San Miguel como con los desembarcos de las diferentes calles. Las ya peatonalizadas entran con sus pavimentos pétreos en la plaza. En el resto, es nuestra actuación la que desborda el ámbito propio de la plaza para resolver el encuentro con las diferentes calzadas y aceras.
Las áreas de estancia se llevan a los bordes de la plaza, y dentro de estos, a los de mejores orientaciones.
Se distribuyen entre los bancos de las grandes jardineras al norte, en los bancos lineales al oeste o alrededor del crucero al este. Se libera así una zona central susceptible de acoger usos variados: mercadillos, zonas de juegos infantiles, pista polideportiva portátil, conciertos y, por supuesto, alfombras de flores y procesiones religiosas.
Iluminación de reurbanización de la Plaza Bugallal
La iluminación combina los focos tradicionales existentes en el perímetro con las nuevas líneas de ambos paseos y los postes centrales con varios focos.
La vegetación propuesta se organiza en dos grandes grupos: las hileras longitudinales de árboles, que cosen la plaza con las calles aledañas, y el arbolado de las áreas de estancia.
La hilera norte está formada por esbeltos perales, que matizan de verde la visión en escorzo de la fachada urbana sin generar sombra ni interrumpir vistas. La hilera sur, formada por cerezos, de menor altura y mayor copa que los anteriores, genera una suerte de paseo urbano en continuidad con las calles adyacentes. Las áreas de estancia combinan hayas, robles, árboles del amor, liquidámbar y tilos de mayor o menor porte en función de su ubicación.
La imprescindible poda de trasplante dará paso en un par de años a envergaduras de cinco a siete metros de radio, que cubrirán un alto porcentaje de la plaza en el caluroso verano local y la liberarán en las estaciones frías con la caída de la hoja.
Obras: Reurbanización de la Plaza Bugalla
Emplazamiento: Plaza Bugallal. Ponteareas (Galicia, España)
Proyecto: abalo alonso arquitectos (Elizabeth Abalo, Gonzalo Alonso)
Dirección de obra: abalo alonso arquitectos.
Elizabeth Abalo, Gonzalo Alonso.
Colaboradores: Adrián González Campos, arquitecto. Gaia Enxeñería. Cálculo de instalaciones. Spotlux. Asesoría iluminación. Alborada dixital. Infografías
Promotor: Concello de Ponteareas
Construcción: Xestión Ambiental de Contratas
Jefe de obra: Diego Suárez Balsa
Industriales: Iluminación: Condado, iGuzzini
Hormigón: General de Hormigones
Granito: Arco Galicia, Granitos Morgadanes
Jardinería: Ecogarden
Arbolado: José Rial
Concurso: Enero 2018 | Proyecto: Febrero 2020 | Acta de inicio: 26.10.2020 | Fin de obra: 08.06.2022
PEM: 654.436,00€
Superficie construida: 4.015 m2
Fotografía: Santos Diez / Bisimages + abaloalonso.es
Neuroarquitectura. Aprendiendo a través del espacio
El libro «Neuroarquitectura. Aprendiendo a través del espacio» aplica la neuroarquitectura a la espiritualidad, un concepto asociado históricamente con la religión. El ensayo nos invita a cambiar el punto de vista y no ligar la religión a la espiritualidad, sino a cada uno de nosotros. Descubriremos así que necesitamos ciertos espacios para desarrollarnos como personas y también uno para crecer espiritualmente.
Descubre cómo el espacio influye en tu espiritualidad
¿Por qué no nos comportamos igual en un restaurante lleno de gente que en una catedral al atardecer? ¿Por qué un adolescente y una persona mayor necesitan entornos diferentes para sentirse a gusto? Porque existe un diálogo invisible entre nuestro cuerpo y el entorno que se llama neuroarquitectura.
Este ensayo nos ayuda a descubrir cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida a través del espacio.
La autora Ana Mombiedro, arquitecta especializada en neurociencia, explica en esta obra cómo nuestros órganos, conectados entre sí, captan información del entorno alimentando nuestro tejido nervioso. Esta información nos ayuda a comprender cómo funciona nuestro cuerpo en cada espacio que habita.
«La Neuroarquitectura, lejos de ser “una ciencia” o “un estilo arquitectónico”, es una perspectiva desde la que entender el espacio construido. “Aplicar la Neuroarquitectura” sería como decir “aplicar las estructuras”. El componente neuro- es indivisible de la percepción.
Con el prefijo “neuro-” aglutinamos conocimientos que nacen del sistema nervioso y también engloban temáticas tratadas desde la psicología, la antropología, las ciencias medioambientales incluso de la filosofía».
Presentación del libro de Ana Mombiedro «Neuroarquitectura. Aprendiendo a través del espacio».
Cuando acudí al estudio de José López Zanón (Ferrol, 1926) en Madrid, la calle aún se denominaba Capitán Haya. Allí, en el despacho compartido con Luis Laorga hasta el fallecimiento de éste en 1990, lo primero que me enseñó fue el mapa que ocupaba una de las paredes del vestíbulo: un ejemplar de la Carta Geométrica de Galicia realizada por Domingo Fontán entre 1817 y 1834.
El tamaño de la pieza, superior a los dos metros de alto por dos de ancho provocaba que el vestíbulo quedara dominado por esa representación del territorio gallego. Antes de hablar de sus proyectos, se detuvo un buen rato a explicarme la singularidad del primer mapa construido en España siguiendo métodos científicos, como la medición mediante una red geodésica, empleando como punto cero de las triangulaciones la torre del reloj de la catedral compostelana.
También recordó cómo, además de ese complejo trabajo de estudio, atento a las innovaciones más destacadas que llegaban desde el extranjero, tuvo que realizar un extenso y laborioso trabajo de campo, con recorridos a pie y a caballo por todos los lugares para poder descubrirlos y describirlos al detalle. Así, en la figura moderna de Fontán confluía la idea de progreso, de conducir a su tierra hacia el futuro, con el conocimiento profundo de sus raíces y particularidades, que le daban sentido al trabajo.
El mapa de José López Zanón
En el tiempo que estuvimos observando la pared del estudio donde colgaba la Carta, las palabras de López Zanón hicieron que, sobre el cuidado dibujo de costas y cordilleras, sobre las 4.000 parroquias que el matemático había pisado, se empezara a trazar un nuevo retrato del país: el perfilado mediante las tramas abstractas de puntos y líneas en que su visión ilustrada lo había convertido.
Una segunda retícula, la de las doce secciones en las que se dividió el mapa para su publicación completaba el esquema. Quizá era la más abstracta de todas, pero era la que permitía finalmente, como las teselas de un mosaico, levantar la imagen de un modo completo y coherente. Aquellos ejes paralelos, desdibujados por la superposición de las hojas, nos ofrecían las líneas de soporte, la base ordenada sobre la que levantar el proyecto imaginado.
Antes de pasar al interior del estudio, le comenté que Andrés Fernández-Albalat, en el vestíbulo de su despacho en la Ciudad Vieja de A Coruña, también tenía un ejemplar de la Carta de Fontán ocupando una de las paredes, lo que me hizo pensar en la razón de que esa coincidencia…
¿Por qué, dos arquitectos que se habían erigido en adalides de la modernidad, habían convertido esa ilustración del siglo diecinueve en un símbolo propio, hasta el punto de otorgarle ese espacio tan relevante dentro de sus estudios?
Poco después, cuando el arquitecto comenzó a hablar de sus obras, lo pude entender perfectamente: reapareció la atenta mirada a las innovaciones internacionales, el dominio de la trama como estrategia proyectual, el conocimiento profundo del lugar, revisando la arquitectura vernácula de un modo crítico y reflexivo y, finalmente, las topografías construidas, elevadas como un nuevo paisaje, a la vez tradicional y moderno. Fue entonces cuando el mapa se volvió espejo.
La metodología Building Information Modeling se ‘cuela’ en la industria para impulsar al éxito proyectos de gran envergadura
La metodología BIM ha supuesto una revolución total de los sectores de la arquitectura, la industria y la construcción. Su popularidad no es casualidad: logra reducir costes, permite anticiparse a los posibles errores y es respetuosa con el medio ambiente. Una industria que ha apostado firmemente por su uso es la agroalimentaria, en donde esta tecnología ha entrado de lleno para impulsar al éxito proyectos de gran envergadura, como el macrocomplejo que bonÀrea ha puesto ya en funcionamiento en Épila (Zaragoza).
Para entender por qué la ‘alianza’ entre BIM y el sector agroalimentario es todo un ‘win-win’, hay que conocer las cifras de ambas partes. Según el estudio European Architectural Broker Q2 2021, un 38% de los arquitectos de España utiliza BIM; el 95% de los profesionales encuestados están familiarizados y el 43,1% planea comenzar a utilizar esta metodología en un futuro próximo. Además, en 2022 el importe de las licitaciones que incorporaban BIM en sus requisitos ascendió a más de 2.800 millones de euros. Por su parte, la industria agroalimentaria es uno de los subsectores industriales más importantes del país, cuyo valor –en torno a los 107.000 millones de euros generados en ventas- supone casi la cuarta parte de toda la industria manufacturera.
Dicho esto, ¿queda alguna duda de que esto no hace más que sumar?
En bonÀrea lo han sabido ver, y el uso de open BIM ha sido la causa directa -entre otros aciertos- del éxito en la construcción casi finalizada del macrocomplejo situado en Épila (Zaragoza).
“Desde que empezamos con el proyecto nos dimos cuenta de los beneficios de trabajar con BIM, tanto en el diseño como en la posterior ejecución, pero también para usar los archivos e información que tenemos para poder mejorar los procesos de mantenimiento de todas las instalaciones”,
cuenta el BIM Manager de la empresa, Jorge Oto, en una entrevista para la sección ‘AbiertoXObras’ de la consultora especializada Espacio BIM.
Precisamente,
“open BIM está basada en el uso de estándares abiertos, como IFC, que sirve como formato de intercambio de datos entre agentes, procesos y aplicaciones”,
lo que ha sido fundamental para alcanzar estos objetivos marcados, explica Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la citada consultora. Para que este intercambio sea aún mayor, es muy común el uso de la herramienta BCF para la adición de comentarios sobre el modelo IFC. Además de este estándar, otras herramientas BIM por las que ha apostado bonÀrea para el éxito de su proyecto han sido el software Presto y el plug-in Cost It, dos tecnologías muy potentes en cuanto a medición de obra se trata.
Y, ¿en qué se ha materializado todo esto?
En un gran complejo de más de 180 hectáreas que cuenta con diferentes plantas y naves como las de postres, líquidos, quesos, pan, frutos secos, frutas y verduras que permiten a esta cooperativa de más de medio siglo de andadura estar más cerca de sus clientes y mantener así su lema “Directo del campo”, con un producto que va de la tierra a la mesa, por lo que el BIM y el sector agroalimentario es una gran apuesta.
La Central Térmica de la Ciudad Universitaria de Madrid, Manuel Sánchez Arcas – Eduardo Torroja
Construida en el año 1932 por el Arquitecto Manuel Sánchez Arcas y por el Ingeniero Eduardo Torroja. Un sistema innovador de calefacción centralizada basada en modelos norteamericanos. Se diseñó bajo los criterios de economía, eficiencia energética y facilidad de mantenimiento.
El Maestro Torroja es el encargado de su restauración tras la Guerra Civil y, aunque ha sufrido algunas transformaciones, aún conserva gran parte de su maquinaria original, encontrándose actualmente en funcionamiento como un auténtico Museo Vivo.
El programa de la Central Térmica de la Ciudad Universitaria de Madrid
«El programa del edificio se resuelve mediante una traza en forma de L, formada por dos grandes volúmenes situados en distintas alturas debido al desnivel del terreno, donde la chimenea constituía el único ornamento. Construido en ladrillo visto dispuesto en hiladas a soga y sin llagas, lo que producía una impresión de plano continuo de alta belleza a sus superficies, la pureza de sus líneas se interrumpe únicamente con el tratamiento de las ventanas, dispuestas en bandas verticales en una de sus fachadas y en horizontal en la opuesta. En su interior existen dos grandes salas diáfanas que albergaban las primitivas calderas de calefacción.
Sánchez Arcas, de la misma manera que en el contemporáneo Hospital Clínico, sigue las pautas estéticas y funcionales en el diseño de la planta, buscando una imagen externa de simplicidad y sencillez, resuelta con la sobriedad que caracterizaba a su autor. Sus rotundos volúmenes y la ausencia de elementos decorativos otorgan a todo el conjunto un carácter eminentemente funcional, ya que no utiliza en modo alguno el lenguaje monumental de los restantes edificios proyectados.
El edificio fue reconstruido en 1943 por el propio Eduardo Torroja, tras resultar seriamente dañado durante la Guerra Civil. Varias intervenciones posteriores han desvirtuado su fisonomía».
Descripción de la Central Térmica de la Ciudad Universitaria de Madrid
«Es una de las obras más vanguardistas de la Ciudad Universitaria. Una vez que se terminaron de construir los primeros edificios del recinto universitario se planteó la necesidad de dotarlos de un sistema pionero de agua caliente y calefacción centralizado.
Para ello, se encargó al arquitecto Sánchez Arcas y al ingeniero Eduardo Torroja la realización de un edificio que albergara el equipo de producción de calor, así como las zonas para oficina, taller, garaje, almacén y una vivienda para el encargado del mantenimiento de las instalaciones.
Desde el principio se desecharon las posibilidades de calefacción eléctrica por su elevado coste, así como de vapor, por su excesiva complejidad y bajo rendimiento para las condiciones concretas de la Ciudad Universitaria. Se adoptó, por tanto, un sistema de agua caliente producida en generadores que circulaba por medio de bombas en circuitos totalmente cerrados. El equipamiento lo constituyeron dos calderas “velox” y una de carbón tipo “borsig”, que actualmente han sido sustituidas por otro sistema».
El diseño de la casa viene determinado por la estructura existente de la casa entre medianeras original, compuesta por dos construcciones que formaran las viviendas para dos hermanos.
Casi cien años después de su construcción y más de treinta años después de su abandono, esta reforma pretende recuperar la funcionalidad, solidez y, sobre todo, su carácter habitable y amable, en una calle transformada en un eje comercial y absorbida por grandes edificios de vivienda colectiva.
La adecuación a la normativa existente nos obligó a retrasar la fachada interior para poder crecer en altura una planta más, ganando así un patio interior que funciona como extensión de la sala de estar.
Orientación
Orientados a un perfecto mediodía, trabajamos la sección del proyecto en detalle para optimizar las vistas, la incidencia del sol de verano y de invierno, así como las ventilaciones cruzadas. También, con el deseo de no restar luz a la construcción posterior, las habitaciones se van alternando en altura, minimizando los recorridos verticales y transformando la escalera en un paseo interior.
Construcción de vivienda existente
Constructivamente, la casa retorna a la materialidad de la cerámica, los morteros de cal, el vidrio, la madera y las estructuras de acero, que se muestran tal cual, sin revestimientos añadidos, pero también sin renunciar a las ventajas de una casa moderna, saludable y sostenible energéticamente.
Se han utilizado aislamientos de algodón reciclado, carpinterías de alerce de excelentes propiedades térmicas, persianas tradicionales de cuerda, una instalación de aerotermia con aportación de energía fotovoltaica, también se han recuperado las baldosas originales de la cubierta para revestimientos y se han apantallado las fachadas contra los campos electromagnéticos externos.
Año 1963 el gran Mies van der Rohe (1886 – 1969), el último director de la Bauhaus, comienza a diseñar un encargo que sabía que sería póstumo: un rascacielos en la City londinense, en Mansion House Square. El moderno proyecto, que habría sido el único de este magnífico arquitecto en Gran Bretaña, nunca se hizo realidad, sin embargo.
¿Por qué Londres, Mies y el príncipe Carlos?
Eso es lo que desvela Londres, Mies y el príncipe Carlos. Este ensayo relata una época, y habla, además de arquitectura, de la evolución de la sociedad y de las pasiones que mueven al ser humano.
«La historia de la (no) construcción de este edificio es el hilo conductor de Londres, Mies y el Príncipe Carlos: un ensayo divulgativo que busca poner de manifiesto la importancia del avance de la modernidad, frente al conservadurismo. De lo social, frente a lo técnico. El proyecto ocupó los últimos días de Mies hasta apenas una semana antes de su muerte. Pero eso no significó su fin ya que en los años ochenta se intentó recuperar.
Hablamos de «intentar» porque no fue bien recibido por el gobierno conservador de Margaret Tatcher, conocida como la «dama de hierro»; ni por el príncipe Carlos de Inglaterra, quien inició una campaña de oposición al edificio. Al príncipe la arquitectura le importaba más bien poco, pero encontró en este escenario un símbolo para abogar por el conservadurismo. Su cruzada contra la arquitectura moderna era una cuestión de temporalidad, de sentimiento personal o puramente de desconocimiento».
Sobre el autor
Sergio de Jaime Álvarez (Madrid, 1994) es arquitecto de profesión y de vocación. Ha reconvertido uno de sus trabajos académicos en una obra divulgativa amena e interesante, capaz de atraer a cualquier lector, esté o no versado en arquitectura. Su prosa, fluida y llena de detalles curiosos, proporciona un punto de vista diferente, amplía la visión de la historia y proporciona, también, herramientas para juzgar los espacios en los que existimos.
Así, si no es medible no es útil, así se ha convertido nuestra vida. Todo aquello que es medible es lo alcanzable, incluso todo aquello que está próximo a nuestros sueños podría no serlo y ya por ese hecho, es medible.
Son medidas justas que pueden incluso abarcar el espacio que ocupan nuestros brazos cuando queremos, o la hendidura que dejamos sobre la arena mojada cuando pisamos, y el contorno irregular del sillón cuando nos levantamos por un vaso con agua (o de la mano que lo toma bordeando su perímetro, dejando las huellas de nuestra actitud), o de los pasos que damos cuando nos devolvemos al sillón. La del dedo índice – empujado por los demás dedos- que retira un libro pequeño del librero, o del espacio vacío que deja el libro al ser apartado de sus compañeros. Todo lo que le tiempo cuenta de nuestros actos es medible.
Y de la luz que imita nuestra vida, de aquella que nos incentiva a mirar más allá, de la que hace una semblanza de nuestra rutina- sobre el suelo – al pasar las horas, que siempre cuenta algo de nosotros, que cada mañana y tarde intenta revelar nuestras proyecciones y anhelos.
Habitar las medidas
Medir la vida, es habitar nuestras huellas desde la experiencia, desde el movimiento, desde la distancia de tiempo que hay entre la merienda y la cena.
«Para mí cualquier tipo de arquitectura, sea cual fuere su función, es una casa. Solo proyecto casas, no arquitectura. Las casas son sencillas. Siempre mantienen una relación interesante con la verdadera existencia, con la vida», confiesa el arquitecto Wang Shu, el ganador del premio Pritzker de 2012. Estoy en general de acuerdo con mi colega chino. La casa es un escenario concreto, intimo y único de la vida de cada uno, mientras que una noción más amplia de la arquitectura implica generalización, distancia y abstracción. El acto de habitar revela los orígenes ontológicos de la arquitectura, y de ahí que afecte a las dimensiones primigenias de la vida en el tiempo y el espacio, al tiempo que convierte al espacio insustancial en espacio personal, en lugar y, en última instancia, en el domicilio propio. El acto de habitar es el medio fundamental en que uno se relaciona con el mundo».1
La vida es medible, siempre es medible, si no medimos es porque la vida ya se ha ido, pero incluso habrá alguien que nos usará para medir el tiempo. La vida incluso cuando ya no esta sirve, vuelve a medir.
Notas:
1 Juhani Pallasmaa, “Prólogo. Habitar en el espacio y en el tiempo”, Habitar (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 2016), 7.
Resulta fácil alegar que la cibernética es significativa para la arquitectura…1
Con The Architectural relevance of cybernetics, de Gordon Pask nos encontramos ante el primer texto que relaciona el mundo digital que estaba en plena ebullición en los años 60, con la arquitectura, también en pleno ataque de hiperactividad.
Gordon Pask, el autor de este texto seminal, se avanza unos 25 años al papel que el software y el van a tener en la modelización de los procesos naturales complejos,2 y nos descubre el principio de una íntima relación; la relación entre lo digital y la arquitectura.
En esos años, 1969, la palabra que estaba de moda no era lo digital, sino lo cibernético, pues remitía, la palabra cibernético, a la interacción hombre máquina, según quedó muy explícito en la exposición del ICA de Londres del año 1968 Cybernetic Serendipity.
Para Pask la cibernética y la arquitectura disfrutan de una relación muy estrecha: comparten la filosofía de la investigación operativa, usando conceptos y palabras de Stafford Beer, el padre del management cibernético.
La base que usa Pask para afirmar tal cosa es que los arquitectos son ante todo proyectistas de sistemas que se han visto forzados a interesarse por las propiedades organizativas de los sistemas de desarrollo, comunicación y control. La cibernética es la disciplina que potencialmente tendría el papel de unificar los problemas de diseño relacionados con las propiedades organizativas mencionadas y permitiría unificar en una única teoría los conceptos abstractos que se derivan de las nociones cibernéticas.
En el pasado, en lugar de una teoría general existían subteorías que trataban facetas aisladas del tema. Teorías de materiales, de la simetría, del compromiso y de la responsabilidad humana, del artesanado, etc., que se desarrollaron de forma más o menos independiente a finales del siglo XIX.3 Lo importante para Pask es que cada una de esas subteorías se orientaba hacia los sistemas, aunque surgieran antes de la invención de la palabra. En sentido embrionario Pask las considera teorías cibernéticas.
La lógica sistémica de Pask se fundamenta en la consideración de que un edificio no tiene significado si lo tomamos aisladamente. Sólo tiene significación y sentido como un entorno humano; un edificio interactúa constantemente con sus habitantes, sirviéndolos por un lado y controlando su comportamiento por otro. Las partes de un edificio, o un edificio entendido en un contexto, cobra sentido si se entiende como parte de sistemas mayores que incluyen componentes humanos y el arquitecto debe preocuparse de forma prioritaria, según el autor, por esos sistemas mayores. Estos sistemas son lo que diseñan los arquitectos. A esta idea de reciprocidad entre estructuras, hombres y sociedades es a lo que Pask llama mutualismo arquitectónico.
Pero Pask hace un paso más allá y declara que detrás de toda arquitectura hay una visión holística, y totalizante. Existe una intención de entender y resolver el todo por parte de la arquitectura que debe ser entendido para poder ligar una teoría cibernética de la arquitectura.
La función holística de la arquitectura
Quizás es esa función holística de la arquitectura lo que la dota de una complejidad extrema y por lo que se ve forzada a generar geometrías complejas para dar satisfacción al todo, al problema a resolver en su totalidad.
Veamos cuales son las maneras como la idea holística se expresa según Pask:
«Un edificio interpretado funcionalmente sólo puede ser útil si se lo considera en el contexto de una ciudad.
Una estructura, bien sea un edificio o una ciudad entera, sólo puede concebirse con pleno sentido si se la considera en el contexto de su extensión en el tiempo; es decir, de su crecimiento y su desarrollo.
Una estructura existe como parte de una intención; es decir, como producto de un plan. Si el hombre debe ser consciente de su entorno natural, entonces los edificios deben concordar, o bien surgir del entorno».4
Parece que Pask acaba de definir la concepción contemporánea de la arquitectura.
Veamos, Pask está hablando de contexto, un término que viene siendo una de las columnas vertebrales de la investigación contemporánea de la arquitectura, del tiempo, avanzando la idea de la 4ª dimensión de la arquitectura espacio/tiempo, la intención como parte de un plan, es decir la arquitectura no participa del libre albedrío artístico, sino que nace como una realidad motivada, una realidad fundada en una idea-fuerza planificada desde lo estratégico, y esta idea surge como respuesta a algún desafío, y por último otra de las ideas importantes, es la relación de la arquitectura con su entorno natural, ya sea por la vía del respeto al entorno, ya sea por la idea de mimetizar los comportamientos naturales como estrategia de desarrollo de lo arquitectónico.
La idea de la 4ª dimensión de la arquitectura
Es por tanto bien interesante que un psicólogo como Pask en el año 1969 establezca las coordenadas de la arquitectura avanzada al sintetizar, con otras palabras, el devenir del paradigma digital, del paradigma biológico, del paradigma temporal y todo ello apoyado por la lógica de la estrategia.
Quizás sea pues la consideración holística de la arquitectura lo que la empuja hacia lo complejo y lo que la re-funda en términos contemporáneos, una consideración sin duda difícil de aplicar cuando la arquitectura se rige por el sentido de lo ideológico, como ocurre durante el periodo del movimiento moderno, y posible, cuando no necesario, cuando parte de una reflexión poliédrica y abierta.
No hace falta mencionar que la década de los 60 es el periodo iniciático en que la sociedad y por consiguiente la arquitectura se abre a una narración multifacética de la realidad. Por tanto no es de extrañar que sea la década donde la arquitectura cimienta su destino digital.
Miquel Lacasta Codorniu. Doctor arquitecto
Barcelona, Noviembre 2014
1 PasK, Gordon, “The Architectural relevance of cybernetics”, Architectural Design núm. 6 vol. 7, Nueva York, 1969, pp. 494-496
2 Frazer, John, A Natural Model for Architecture/The Nature of the Evolutionary Model, An Envolutionary Architecture, Architectural Association Publications, Londres, 1995, p. 9
3 Pas, Gordon, “La significación arquitectónica de la cibernética”, La digitalización toma el mando, Gustavo Gili, Barcelona, 2009, pp. 17-18
Los próximos 1 y 2 de junio de 2023 Pamplona volverá a acoger la celebración del Fórum Internacional de Construcción con Madera
Organizado por la plataforma FORUM HOLZBAU, en colaboración con la Cátedra de Madera Onesta de la Universidad de Navarra y con el apoyo de instituciones y centros de investigación del mundo de la madera como AITIM, PEMADE, CIS madera, Lignomad, COSE, UNEmadera, AEIM, PEFC, FSC, etc., este 2023 se celebrará su 3ª edición en España.
FORUM HOLZBAU es una plataforma internacional con una trayectoria de más de 25 años promoviendo la construcción en madera alrededor de todo el mundo. Son 11 los congresos que celebra anualmente en distintos países de Europa y año a año van alcanzando un gran éxito, no solo de afluencia de público, sino también consolidándose como punto de encuentro para todos los agentes implicados en cualquier fase del proceso de la construcción.
FORUM HOLZBAU es una cita imprescindible para todos aquellos que se interesen por las nuevas posibilidades que ofrece la construcción con madera en España, Europa y el resto del mundo, persiguiendo conseguir diseñar y ejecutar espacios más sostenibles, reducir la huella de carbono en las zonas urbanas de las ciudades y desarrollar una economía circular.
¿Qué encontrarás en el 3º Fórum Internacional Construcción con Madera?
El Fórum Internacional de Construcción con Madera busca generar un entorno profesional en el que promover sinergias y poder dar respuesta a cuestiones técnicas y prácticas que se generan en torno a la construcción con madera. Para ello, en paralelo al congreso profesional, con un panel de expositores de máxima relevancia, se celebra una cena de convivencia y networking y una exposición de stands donde las empresas pueden atender a los visitantes y dar a conocer los últimos avances en productos y/o servicios.
Si tienes interés por la construcción con madera, no puedes perderte el punto de encuentro de referencia de los principales agentes del sector en Europa.
Te esperamos en la nueva edición del Fórum Internacional de Construcción con Madera los días 1 y 2 de junio de 2023 en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona.
Fórum Madera organiza una visita a la mayor promoción de viviendas con estructura de madera en Navarra
Como prólogo al 3º Fórum Internacional de Construcción con Madera, se ha organizado el jueves 1 de junio de 2023 una visita a la promoción de viviendas sociales que NASUVINSA construye en el Paraje de Entremutilvas, en las afueras de Pamplona.
Las plazas son limitadas para los asistentes al Congreso, por riguroso orden de inscripción.
La nueva promoción de vivienda de alquiler público se está levantando en un solar propio de Nasuvinsa, en el marco del plan foral Navarra Social Housing.
El edificio residencial de Mutilva tiene planta baja y cuatro alturas, con un total de 39 VPO de distintas tipologías. La finalización de las viviendas está prevista para otoño de este año 2023, momento en el que el Gobierno de Navarra abrirá el proceso para su adjudicación en régimen de alquiler protegido a través del Censo de Solicitantes de Vivienda que gestiona Nasuvinsa.
La redacción del proyecto y dirección de obra corresponde a la UTE TBA-MRM, concretamente al equipo arquitectónico integrado por Javier Pérez, Francisco Javier Quintana, Miguel Alonso, Roberto Erviti, Mamen Escorihuela y Unai Armendariz.
Las plazas son limitadas para los asistentes al Congreso, por riguroso orden de inscripción.
Te esperamos en la nueva edición del Fórum Internacional de Construcción con Madera los días 1 y 2 de junio de 2023 en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona.
Mediante cuatro estrategias aplicadas a la arquitectura se ha tratado de incrementar en la medida de lo posible la calidad urbana y arquitectónica de un contexto estridente y sin identidad. Frente al caos de las infinitas respuestas arquitectónicas y soluciones materiales del entorno se propone la neutralidad y el silencio. Frente a unos interiores de manzana privados y enclaustrados se propone una tímida apertura de la manzana a la ciudad. Ante unas condiciones climáticas óptimas, se incentiva el uso de los recursos arquitectónicos de control climático pasivos y ante un estancamiento en la capacidad de adaptación del espacio doméstico contemporáneo se propone un interior libre y con capacidad para el cambio.
Se trata de un edificio de 26 viviendas ubicado en una zona de ensanche de la localidad valenciana de Torrent.
Sobriedad frente al caos
La ubicación del edificio en un contexto caótico en lo que a imagen arquitectónica se refiere así como su implantación singular como remate de una manzana incompleta, nos lleva a proponer un edificio contenido y neutro en cuanto a la variedad cromática (se decide un tonalidad monocroma, gris para todo él) así como contundente y continuo en cuanto a su percepción volumétrica.
A sur, su fachada más expuesta, se propone una solución a escala urbana, un volumen continuo y contundente que recupera y pone en valor la curva exigida por el planeamiento potenciando así una imagen dinámica del edificio.
A norte sin embargo, el volumen se fragmenta dando lugar en su patio a una escala más doméstica, un espacio a su vez más estático y relajado.
El testero por su parte se gira a poniente y cambia su material ofreciendo una fachada singular a un exterior más abierto.
El edificio se expone a su vez formalizándose en cuatro volúmenes de texturas diversas que revelan las tres tipologías de vivienda existentes así como el bajo y entresuelo comercial exigido por la normativa de la zona.
Las discontinuidades funcionales se materializan con los cambios de material y textura. Ladrillo cara vista o en celosía para el volumen principal, chapa de aluminio minionda en la esquina o lisa en los áticos desmaterializan los extremos y revelan las diferentes tipologías existentes en el edificio. Manteniendo en cualquier caso una imagen monocroma.
Conexión espacio público-privado
El edificio propuesto trata reinterpretar el espacio privado y ceder parte tanto a la ciudad como a sus habitantes mediante tres estrategias. Por un lado no se cierra la manzana sino que se retranquea en la esquina, elevándose y permitiendo el paso a su interior. Al mismo tiempo se fragmenta y se curva suavizando y marcando el acceso al patio. El volumen fragmentado controla y reduce su escala en este punto haciendo más amable la entrada
Los zaguanes por su parte son pasantes potenciando dicha conexión entre la calle y el patio de manzana, incentivando el tránsito de la ciudad a este espacio concebido en el planeamiento como un espacio privado.
Como tercera estrategia, el acceso a los áticos se produce por el exterior de forma que la terraza norte, normalmente privada, se convierte en un espacio colectivo amplificando los espacios de encuentro para los habitantes del edificio.
Optimización de los recursos climáticos
La orientación de la parcela norte-sur nos lleva a proponer soluciones opuestas y complementarias en cada una de sus fachadas:
A sur se plantea una fachada profunda proporcionando, en un contexto como la ciudad de Valencia y mediante terrazas continuas, un espacio de sombra activo y usable durante la mayor parte del año. Mediante mallorquinas móviles (que refuerzan la homogeneidad del volumen), se protege del sol de sur y se proporciona a la vivienda un espacio intermedio que matiza la transición entre la vivienda y la ciudad, al mismo tiempo que confieren protección visual e intimidad a los espacios de baño.
Los volúmenes retranqueados en la fachada sur emergen de nuevo en la fachada norte, esta queda fragmentada por los espacios de las duchas que como volúmenes rotundos se abren en sus laterales tratando de captar la luz y el sol de levante. El baño en este caso funciona como captador solar.
A oeste los huecos disminuyen y se protegen del sol mediante lamas verticales y fijas.
Las escaleras de circulación generales ventilan e iluminan mediante una celosía que las refresca proporcionando una circulación y flujo del aire en el edificio y marcando los accesos.
El edificio es completamente pasante de norte a sur de este modo se ayuda a la renovación del aire mediante la generación de corrientes y se elimina el aire caliente sustituyéndose por aire fresco.
Dignificación de los espacios servidos
Se propone una tipología de vivienda en la que los espacios mecánicos y húmedos se desplazan al contorno liberando de este modo el resto del espacio doméstico
Las estancias de baños y cocina, actúan como un filtro grueso en fachada matizando el espacio interior. Permitiendo un interior flexible y cambiante
Se propone una vivienda pasante cuyos espacios interiores “principales” “espacios servidos” iluminan y ventilan a través de los espacios “secundarios” “espacios servidores” se invierte así el concepto de espacios servidores y servidos poniendo en valor los espacios de baños y cocina tratando de regenerar así la idea convencional de la vivienda.
Obra: Edificio de viviendas en Torrent (Valencia, España)
Arquitectos: RAUM 41_42 oficina de arquitectura, Ángela Cardiel Casado + Quique Zarzo Martínez
Colaboradores/as: Rocio García, Beatriz Riber , Andrea Briz, Elena Gámez, Maria Ángeles Peñalver, Alba Sospedra, Maite García, Victor Rodríguez
Año: 2018-2020
Promotor y Constructor: Cases i Habitatges 2020 SL
Arquitecto técnico: Luis Plaza
Cálculo instalaciones: Metaproyecto
Cálculo estructuras: Carlos Rizo
Telecomunicaciones: Soler Ingenieros
Estructura: TECOPAL
Carpintería metálica aluminio_ Cabañero
Cerrajería: Carmetal
Fotografía: Alejandro Gómez Vives + raum4142.com
Marta Elena Campos Newman es una de las primeras arquitectas egresadas de la escuela de arquitectura de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México. Desde su juventud inició una carrera profesional, especializada en la arquitectura interior, que tiene frutos hasta nuestros días.
Biografía
Arquitecta profesionista que laboró en conjunto con los despachos de arquitectura más importantes de la segunda mitad del siglo XX en México, entre ellos los de Enrique de la Mora y Augusto H. Álvarez.
Funda Campos Newman Asociación Profesional, en 1968, firma en la cual ha desarrollado más de un centenar de proyectos de arquitectura interior en corporativos, hoteles y tienda.
En la Facultad de Arquitectura de la UNAM fue promotora y coordinadora de los diplomados de Arquitectura Interior y Diseño de Iluminación Arquitectónica, donde ha impartido ininterrumpidamente el Taller de Proyectos por más de 50 años en el Taller Carlos Lazo. Actualmente es Coordinadora del Programa Único de Especializaciones en Arquitectura donde ha desempeñado labores académicas y administrativas. La arquitecta Marta Elena Campos Newman ha impulsado activamente la arquitectura interior desde su profesión y la academia; actualmente lo hace desde un programa de posgrado que inserta a la profesión arquitectónica hacia un creciente sector productivo en México.
Marta Elena por siempre
«En este documental dirigido por Mies. MX / Mies. TV para la Universidad Nacional Autónoma de México, dirigido por Emiliano Bautista Neumann y producido por Gonzalo Mendoza Morfín, se devela de viva voz como ha sido su experiencia transitando por el mundo de la arquitectura y la academia hasta nuestros días. Además, se presentan entrevistas realizadas a Marcos Mazari Hiriart, entonces Director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y la Arq. Olga Palacios, Coordinadora del Taller Carlos Lazo Barreiro».
Una producción de Mies. MX / Mies. TV para la Universidad Nacional Autónoma de México.
Dirigido por: Emiliano Bautista Neumann
Productor Ejecutivo: Gonzalo Mendoza Morfín
Guión: Emiliano Bautista Neumann
Fotografía: Gonzalo Mendoza Morfín y Andrés Millán Careaga
Música original: Carlos Castellanos
Vinculación en la UNAM: Alejandra González Olvera
Edición y postproducción: Emiliano Bautista Neumann
Agradecimientos especiales: Marta Elena Campos Neumann, Marcos Mazari Hiriart y Olga Palacios Limón; FA UNAM.
Somos en un sitio. En al menos uno. Nos movemos por la vida sitiados. A fin de cuentas, siempre estamos en alguna parte. Y aun así, en ocasiones nos sentimos fuera de lugar, quedando suspendidos en un desapego, en una distancia.
Este ensayo descansa en algunos textos que han trabajado el concepto de identidad para preguntarse por el significado de esta expresión. Una exploración que quiere investigar sobre nuestro sentimiento de pertenencia a los lugares y especular sobre la existencia de una identidad espacial.
Dentro o fuera: identidades situadas
Sociología, arquitectura, biología, urbanismo, derecho o política son algunas de las materias que, en cierta medida, se esfuerzan por sostener la relación de nuestros cuerpos con los lugares. A estos lugares los llamaremos forma construida1 y aceptaremos que, como forma construida, describen un espacio. Considerando la definición de Strawson, aceptaremos que el espacio es la recíproca externalidad de aquellos objetos que encierra.2 Y añadiremos un disclaimer: este texto no aspira a integrar cualquier disciplina que afecte a nuestra relación con los espacios. Esta aspiración se remedia sabiéndonos sujetos situados3 y conociendo nuestro ámbito de validez.4
La existencia de identidad espacial se justifica en la naturaleza subjetiva de esa externalidad compartida. Esto es, la identidad espacial existe porque cada individuo otorga un límite distinto a mismas categorías espaciales. Este hecho no solo pone en cuestión la dimensión de la forma construida, sino que, de forma recíproca, fuerza a los individuos a posicionarse en relación a ella: ¿estoy dentro de casa cuando abro la puerta del portal?, ¿continúo en mi país cuando viajo más allá de sus fronteras? De forma análoga a la construcción de las identidades de género, la identidad espacial sería una categoría que atraviesa nuestros cuerpos y que nos permitiría nuevas formas de realismo al cuestionar aquello que nos es dado.5 Y lo haría desplazando el sistema de referencia identitario de ‘yo’, ‘nosotres’, ‘otre/s’, por los de un: ‘dentro’ y ’fuera’.
De toda la forma construida que nos rodea, hablaremos de la vivienda. Si la entendemos como cobijo -desde los apartamentos más sofisticados hasta un fuego en la tierra-, la vivienda representa una necesidad vital del ser humano. Si además de entenderla como cobijo, la entendemos como unidad, la agrupación de viviendas representa el hecho constitutivo de los asentamientos y una condición indispensable de las ciudades.
La posición central de la vivienda en la lógica de la forma construida le confiere recorrido suficiente como para ser objeto de análisis, confiando que contiene significados simbólicos y valores colectivos de la sociedad a la que pertenece. Y en esta exploración sobre la identidad espacial, las preguntas irán dirigidas hacia:
· Cómo identificamos los espacios domésticos.
· Cómo nos identificamos con los espacios domésticos.
Mediante estas dos preguntas deberíamos esclarecer si estamos, o no, fuera de lugar.
Identificar
El primer paso para la identificación del individuo con un lugar es su reconocimiento. Aunque de manera general, la forma construida persiga un buen número de objetivos (como mínimo los tres mencionados por Barfield: proteger, utilizar y simbolizar), el reconocimiento del espacio se acostumbra a dar bajo una lectura de uso. Identificamos las estancias de nuestra casa como una serie de superficies condenadas por sustantivos que definen su función: dormitorio, baño, cocina, pasillo, recibidor, etcétera.
El repetido axioma de Wittgenstein, los límites de mi lenguaje significan los límites mi mundo,6 sería una buena excusa para estudiar el impacto de esta nomenclatura sobre la vivienda y, en consecuencia, sobre el cuerpo. En nuestra relación con el lenguaje, Wittgenstein considera que buscamos realidades homogéneas, delimitadas y fijas, una actitud que con frecuencia nos dirige hacia trampas sustancialistas. Y así ocurre en nuestras casas, donde identificamos las estancias utilizando una clasificación que se podría defender como obsoleta cuando dormimos en el sofá o trabajamos en el dormitorio.
Podríamos encontrar otras características estables en la identificación de estas estancias, como por ejemplo sus instalaciones, el asoleo, su altura, etc. En cambio, nos encontramos con un sistema de clasificación que, aunque esté lejos de ser condición universal, funciona de forma bastante generalizada y con cierta autonomía respecto a las condiciones simbólicas de aquellas culturas que las utilizan. ¿Por qué, entonces, reconocemos las estancias domésticas bajo una lectura de uso que no es si quiera permanente? La razón que parece más oportuna es la que nos ofrece Hall: las identidades se construyen a través de la diferencia, no al margen de ella.7
El afuera constitutivo de Butler o Derrida definirían también nuestras cocinas y baños, nuestros dormitorios y estudios. Lo esperado en estas estancias es la imposibilidad de realizar sus actividades fuera de ellas. No es posible cocinar fuera de la cocina. No es posible bañarse fuera del baño.
Si bien esta forma de identificación ha sido útil durante largos años, algunos acontecimientos como el teletrabajo o la introducción en el mercado de ciertas tecnologías (proyectores, robots de cocina, etc.) permiten imaginar estancias más versátiles que el uso otorgado, poniendo en cuestión esta nomenclatura. Además, saber que el uso no lo conforman los espacios sino los sujetos, nos permite imaginar la discusión sobre la flexibilidad doméstica de forma más amplia que las superficies y sus jerarquías.
Si con el tiempo otro sistema de identificación aparece, deberemos estudiar con atención su efecto sobre la vivienda como unidad. Porque el afuera constitutivo parece sugerirnos que en el acto cotidiano de nombrar nuestras estancias está inscrita la idea de la casa como un todo. Hoy todavía, cuando nombramos la cocina, también estamos nombrando todo lo demás.
Identificarnos: comprender
En las casas existe un molde. Por diferentes que sean nuestras viviendas, existe una estructura implícita que nos habla de nuestras necesidades como especie. Nuestra residencia en un lugar implica una afirmación sobre la posibilidad de inscribirnos en estas estructuras, de comprenderlas y reconocerlas como espacios posibles para ser vividos. Y este molde recoge, a su vez, una tradición cultural concreta con la que convivimos.
Parte de esa tradición cultural es tan antigua como el refugio. Su permanencia a través de los siglos hace que sea prudente respetarla y que proponer una alternativa innovadora pueda convertirse en un ejercicio vanidoso. Estos moldes son el resultado de siglos de conocimiento acumulado y experimentación colectiva.
Pero a su vez, la cultura responde a su tiempo y las casas cambian. Ya no podemos permitirnos que las estancias destinadas al cuidado estén castigadas. O que las estructuras respondan únicamente a la familia nuclear tradicional. Hay casa más allá del antiguo refugio.
Nuestros cuerpos están inscritos así en una estructura espacial sobre la que normalmente no se tiene agencia y sobre la que nos reconocemos por inercia. Podemos ver en esta estructura espacial una especie de poder regulatorio, introduciendo algunas ideas de Foucault. Por ejemplo, si consideramos que el poder regulatorio produce los sujetos que controla,8 entonces el diseño de los espacios no es ajeno a los procesos de normativización y, por lo tanto, el espacio actúa como dispositivo disciplinario, produciendo individualidades disciplinadas.9
Nos identificamos con el molde porque lo entendemos, porque nos es familiar. O bien lo rechazamos porque le vemos las costuras, porque ya no nos representa. Y en esta ambigüedad estamos ya identificándonos con los lugares, dando ese primer paso que es comprender, de forma interna, lo que la vivienda debería ser.
Identificarnos: cambiar
Una visita al piso vecino es una experiencia interesante. Como quien tras algunos años se encuentra a un viejo amigo, existe una sensación de extraña familiaridad.
En el habitar tomamos decisiones que convierten el conjunto de nuestra casa en singular. Apropiarse de un lugar – intervenir, modificar, alterar – reafirma nuestra identificación con el sitio. La identificación opera arraigando en el pasado, en el relato de una historia compartida, la del lugar con la persona. Es una verdad conocida que el apego nace de la dedicación.
Siguiendo las aportaciones de Norbert Elias, cuando escogemos un sofá o cuando colgamos un cuadro estamos construyendo nuestro yo, provisto de interioridad y separado de los otros.10 Externalizamos en ciertos elementos nuestra interioridad para construir un dentro constitutivo, el hogar.
Pero el hogar ya no es un interior. La incursión en la vida doméstica de tecnologías que permiten conectar el mundo exterior con nuestro dentro constitutivo, fomenta la voluntad de expresión de nuestra identidad espacial y niegan la vivienda como lugar carente de máscaras, como lugar donde reducir las interacciones para reconocer el yo auténtico. Un yo auténtico, según Gergen,
«Fragmentado a consecuencia de la multiplicidad de relaciones incoherentes y desconectadas, forzándonos a desempeñar una variedad tal de roles que el concepto de yo auténtico se esfuma«.11
Después de todo, en una sociedad donde no hay ejes que nos sostengan, el verdadero problema es cómo preservar la identidad y no cómo construirla.
La interioridad y lo íntimo, quedan ya muy desplazados. Las casas tradicionalmente tentaban a olvidar el destino, pero la vivienda y la intimidad ya no van de la mano. Si encender la televisión era salir de casa, con una story invitamos al mundo a entrar en ella. La casa es, en este sentido, espacio público. Así, parece difícil pensar el hogar como lugar donde no es necesario probar ni defender nada.12
Si la intimidad pierde peso en la vivienda, nuestro deseo se dirige entonces hacia la evidencia del cambio, de intervenciones que consoliden nuestra identidad con el lugar. Y como personas sumergidas en una secuencia de incertidumbres, alquileres y precariedad, el cambio se traduce en aquello trasladable: las plantas, los cuadros, algún libro. Cambiamos el color de las paredes, colocamos la alfombra. Identificaciones que no actúan sobre el poder regulatorio ni se dirigen hacia lo íntimo. Identificaciones que algunas personas verán como ágiles para un mundo cambiante pero que otras verán como triviales.
*
Saramago escribe en La Caverna que siempre vamos a tiempo, con el tiempo o en el tiempo, por mucho que de lo contrario nos acusen. Y así ocurre con los lugares. Pese a que no podamos derribar nuestras paredes; pese a que la vivienda no sea ya un destino; pese a que nos sintamos fuera de lugar: somos en un sitio. En al menos uno. Y esto podría servir como falso principio para comprender el consuelo.
Notas: 1 Thomas J. Barfield, Diccionario de antropología (Barcelona: Edicions Bellaterra, 2001), 111. 2 Pierre Bourdieu, «¿Cómo se hace una clase social? Sobre la
existencia teórica y práctica de los grupos», en Poder, derecho y clases sociales (Bilbao: Desclée de Brouwer, 2000), 105. 3 Begonya Enguix, Géneros y contemporaneidades (Barcelona: UOC, 2010)Pág. 15 4 Philippe Corcuff, Las nuevas sociologías. Principales corrientes y debates, 1980-2010 (Madrid: Editorial Siglo XXI, 2013), 33. 5 Ibídem, 31. 6 Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus (Madrid: Alianza editorial, 2012), 123. 7 Stuart Hall; Zygmunt Bauman, «Capítulo 1. Introducción: ¿quién necesita “identidad”?», en Stuart Hall y Paul Du Gay (comp.) Cuestiones de identidad cultural (Buenos Aires: Amorrortu, 2003), 18. 8 Ibídem, 35. 9 Op. Cit., Corcuff (2013), 109. 10 Ibídem, 111. 11 Gergen, K.J., «El asedio del yo», en El Yo Saturado. Dilemas de Identidad en el Mundo Contemporáneo (Barcelona: Paidós, 1992), 26. 12 Zygmunt Bauman, «De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad», en Stuart Hall y Paul Du Gay (comp.). Cuestiones de identidad cultural (Buenos Aires: Amorrortu, 2003), 60.
Bibliografía
Barfield, T. (1997) Diccionario de antropología. Edicions Bellaterra
(2001), Barcelona
Bari, M.C. (2002) «La cuestión étnica: Aproximación a los conceptos de grupo étnico, identidad étnica, etnicidad y relaciones interétnicas». En: Cuad. antropol. soc. n.16 Buenos Aires ago./dic. 2002
Bauman, Z. (2003) «De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad». En: Stuart Hall y Paul Du Gay (comp.). Cuestiones de identidad cultural. p. 40-68. Buenos Aires: Amorrortu
Bourdieu, P. (2000) «¿Cómo se hace una clase social? Sobre la existencia teórica y práctica de los grupos» en Bourdieu, P. Poder, derecho y clases sociales. Bilbao. Desclée de Brouwer. Pp. 101-129
Corcuff, P. (2013) Las nuevas sociologías. Principales corrientes y debates, 1980-2010. Madrid. Editorial Siglo XXI
Enguix, B. (2010) Géneros y contemporaneidades. Barcelona: UOC
Foucault, M. (1981) Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza editorial, Madrid (2012)
Frampton, K. (1980). Historia crítica de la arquitectura moderna. Editorial Gustavo Gili, Barcelona (2014)
Gergen, K.J. (1992) «El asedio del yo» en El Yo Saturado. Dilemas de Identidad en el Mundo Contemporáneo. p. 19-39. Barcelona: Paidós
Hall, S.; Bauman, Z. (2003) Capítulo 1. Introducción: ¿quién necesita
“identidad”?» en Stuart Hall y Paul Du Gay (comp.) Cuestiones de identidad cultural. p. 13-39. Buenos Aires: Amorrortu
Molina, S. de (2016) Hambre de arquitectura. Necesidad y práctica de lo cotidiano. Ediciones asimétricas, Madrid
Stolcke, V. (2000) «¿Es el sexo para el género lo que la raza para la etnicidad… y la naturaleza para la sociedad?» en Política y cultura, núm. 014. Universidad Autónoma Metropolitana de México. Pp. 25-60
Wittgenstein, L. (1921) Tractatus logico-philosophicus. Alianza editorial, Madrid (2012)
En Septiembre del año 2005 la fábrica francesa Bic anunció que había alcanzado la cifra de 100.000.000.000 de unidades vendidas de su artículo más universal, el bolígrafo.
El mecanismo que hizo posible la fabricación en serie de este instrumento fue patentado por el inventor y periodista húngaro László Biró en 1943, tras veinte años de ensayos y evoluciones.
Durante su juventud, Biró había trabajado como periodista, lo que le llevó a ser consciente de las limitaciones de las plumas fuente utilizadas en ese momento como instrumento de escritura.
Decidió diseñar una alternativa, basándose en el mecanismo de las imprentas: un cilindro rotatorio que aplicaba la tinta de manera constante y uniforme.
La idea de László Biró
Así ideó el bolígrafo, un tubo lleno de tinta en cuyo extremo se coloca una pequeña esfera que aplica la tinta de manera continua. Pero el éxito del diseño dependía por un lado de la capacidad de encontrar un material que permitiese fabricar esferas minúsculas, y por otro de desarrollar una tinta con la viscosidad adecuada para que la bola no se secase.
Una empresa sueca creó unas esferas de tungsteno que resolvieron el primer problema. El propio László Biró, junto con su hermano Georg, trabajó en la tinta de secado rápido.
En 1943 el diseño es apto para ser fabricado en serie. Biró vende la patente de su invento a diferentes empresas y gobiernos, interesados en el bolígrafo porque los aviadores las usarían en cabinas presurizadas.
Origen
En 1950, la fábrica de Marcel Bich en Clichy decidió comprar los derechos de la patente de László Biró. A partir del diseño original consiguió desarrollar un instrumento de escritura cómodo y fácil de fabricar en serie, lo que permitió bajar drásticamente los costes de producción y el precio de venta al público. El bolígrafo, bautizado Bic como versión simplificada del apellido de Marcel Bich, constaba de un cilindro de plástico transparente que contenía en su interior una carga de tinta.
La punta del bolígrafo era una diminuta esfera que completaba un mecanismo casi infalible. El extremo del cilindro plástico se cerraba con una pequeña pieza cuyo color coincidía con el de la tinta, del mismo modo que la tapa que protegía el bolígrafo mientras no era usado. Bich consiguió crear un producto eficaz y reconocible, un enorme éxito comercial. En los últimos cincuenta años, ese diseño apenas ha variado.
Evolución de los bolígrafos Bic
Los bolígrafos Bic han diversificado sus colores (azul, rojo, negro y verde), y se ha creado la versión de escritura fina, cuya carcasa es de plástico opaco de color naranja.
La tapa ha sido truncada en su extremo para permitir que el aire circule a través de ella, lo que disminuye el peligro en caso de ser ingerida de forma accidental.
El bolígrafo de Bich es barato, fiable y desechable. Se ha convertido en uno de los productos más universales e icónicos del diseño industrial del siglo XX.
Borja López Cotelo. Doctor arquitecto
A Coruña. Noviembre 2009
El nuevo showroom de JUNG busca ser un lugar de encuentro para arquitectos, interioristas, decoradores o instaladores, entre muchos otros profesionales, que podrán utilizar libremente el espacio para cursos de formación, demostraciones, reuniones con clientes, etc.
JUNG presenta su nuevo showroom en Madrid, un espacio dotado con la última tecnología del fabricante alemán en el que han colaborado arquitectos e interioristas del prestigio de GMT+, Erico Navazo, Rebuelta Domecq o Wanna, así como un nutrido elenco de especialistas en iluminación, maderas, cerámicas, electrodomésticos, papel pintado, mobiliario o equipamiento de audio y vídeo.
El proyecto, ubicado en un local de 400 m² en el número 20 de la madrileña calle Basílica,
“ha supuesto un reto maravilloso para todo el equipo”,
comentan desde GMT+.
“En la práctica, ha consistido en la ejecución de tres diseños a priori antagónicos, con identidades y materialidad diferente dentro de un mismo espacio físico”.
Wanna ha explorado en la zona de oficinas una arquitectura de curvas fluida, experimentando con una iluminación general que desaparece en los sinuosos pliegues del techo.
Sin embargo, la suite de hotel desarrollada por Rebuelta Domecq es más tradicional e incorpora escayolas, molduras, baquetones y escocias, pero con un toque actual y una materialidad más natural. Finalmente,
“dentro del proyecto de Erico Navazo destaca el trabajo de carpintería, que respira elegancia y equilibrio”,
concluyen desde GMT+.
Erico Navazo Estudio abordó la entrada, salón y la cocina del showroom de JUNG en Madrid como un lugar de conexión y encuentro basado en un diseño contemporáneo
El resultado es un interior de materiales cálidos y tonos claros, donde la madera natural, la piedra o el yeso crean un espacio con personalidad y encanto. Paredes forradas de listones de madera de roble en el distribuidor; la zona de estar presidida por el sofá ‘Alejandro’ diseñado por Erico Navazo para Ormo´s y la butaca ‘Alba’; muebles de pared en color arcilla con encimera de Silestone de Cosentino para la cocina, en la que se ha instalado también una gran isla en madera de roble carbón; son solo algunos ejemplos del trabajo de Erico Navazo.
En la columna central de la zona de estar se ha instalado el nuevo controlador inteligente LS TOUCH de JUNG, que controla la iluminación, la climatización, las persianas y estores motorizados. En el espacio de trabajo de la cocina pueden verse los mecanismos de la atemporal serie LS 990 en color 32110 l’ocre rouge, de la exclusiva colección Les Couleurs® Le Corbusier de JUNG. Su tonalidad recuerda a la arcilla y transmite la sensación de conexión con la tierra.
Asimismo, destacando por su discreción, en uno de los laterales de la isla encontramos un teclado F 50 instalado a ras de superficie, característica esencial de la serie de diseño LS ZERO.
Inteligencia KNX y Estudio Rebuelta Domecq
Estudio Rebuelta Domecq diseñó en su espacio una suite de hotel con maderas naturales, papeles pintados a mano, piezas de arte contemporáneo y objetos diseñados a medida. Por su parte, el Estudio Rebuelta Domecq diseñó en su espacio una suite de hotel con maderas naturales, papeles pintados a mano, piezas de arte contemporáneo y objetos diseñados a medida, fusionando un estilo contemporáneo con elementos clásicos, que no responde a ninguna fórmula preestablecida.
“Un espacio que, al entrar, da la sensación de estar en casa ―subrayan las interioristas madrileñas―, para el que nos hemos inspirado en las residencias parisinas, donde el colorido es sutil, contrastando con las curvas que envuelven cada una de las estancias y que aportan ese toque de actualidad”.
En esta zona, se ha hecho una aplicación exhaustiva de la domótica para hoteles de JUNG: tarjeteros, comunicadores de habitación, detectores de presencia, climatización, escenas de bienvenida, estores y cortinas… Todo ello gestionado mediante KNX, ya sea de manera individual desde cada dispositivo o de forma centralizada, gracias a los controladores Smart Panel 8 de última generación. En el cabecero de la cama, brilla en acabado metálico un teclado de interruptores basculantes de la serie LS 1912, bajo luminarias Plug&Light. Incluso un espejo inteligente en el cuarto de baño obedece las órdenes vocales mediante Amazon Alexa.
Wanna se encargó del desarrollo de las oficinas experimentando con conceptos de interiorismo experiencial
Espacios diáfanos en tonos luminosos de blancos y tizas, envueltos en vidrios y rejillas transparentes, se combinan con texturas que evocan superficies naturales como la rugosidad de la piedra y conectan con sensaciones de paz y armonía.
“Se ha planteado una gama cromática luminosa y suave con tres objetivos: recrear un ambiente calmado y sereno; ampliar visualmente el espacio y dar todo el protagonismo a los innovadores mecanismos de la marca”
señalan desde Wanna.
Este último aspecto es solo la parte visible de un gran despliegue tecnológico con el que se ha cuidado una iluminación que imita la luz natural. Esto se logra mediante el uso programado de diferentes intensidades y temperaturas de color desde los pozos de luz cenitales, integrados orgánicamente en la arquitectura de la sala. Asimismo, la zona ‘Nómada’ ―el corazón de la oficina― se ha amueblado con mesas técnicas dotadas de tomas de corriente SCHUKO® con cargadores USB, así como conectores de red RJ-45, de la serie enrasada LS ZERO. Una gran cristalera transparente, que separa la zona Nómada de la sala de reuniones, puede opacarse a voluntad para salvaguardar la confidencialidad.
Gran diversidad de espacios y funcionalidades presentes en el nuevo showroom de JUNG en Madrid
Esto demuestra la versatilidad de la tecnología del fabricante alemán, así como su compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia. Pretende ser también un lugar de encuentro y creación para todos los profesionales del sector: arquitectos, interioristas, diseñadores, instaladores, etc., que podrán utilizarlo libremente para cursos de formación, demostraciones, reuniones con clientes o prescriptores. Únicamente deberán solicitarlo en el correo: showroom.madrid@jungiberica.es. Todos están cordialmente invitados a visitar y a aprovechar sus instalaciones.
La vivienda está ubicada en la urbanización Las Palmas, una zona residencial en la periferia, al suroeste de Chiclayo. El crecimiento de la ciudad en el borde urbano sucede a través de parcelas en autoconstrucción y programas de vivienda social que se van sumando hasta completar las manzanas.
Planteamiento proyectual
El proyecto amplía y transforma la casa existente entre medianeras. Las estrategias fundamentales de la propuesta fueron dos: primero, realojar una casa en otra, hacer viable el funcionamiento óptimo de la nueva vivienda en relación a la existente; segundo, la anatomía de un espacio, para establecer la conexión entre los tres niveles autónomos superpuestos a través de un muro mueble medianero que organiza funcionalmente todos los espacios de la casa.
Preexistencia
Intervenir en una casa preexistente debería ser habilitar un tiempo nuevo. Se trata de experimentar con la memoria, los espacios y los cuerpos al mismo tiempo. Espacios redefinidos por las actividades cotidianas.
Hilo conductor
En este proyecto, los elementos arquitectónicos y no arquitectónicos están presentes en un mismo nivel. Ambos se entrelazan y reciben la misma atención. Hay un hilo conductor que conecta desde los materiales de construcción hasta la propia vida que en ellos se desarrolla, sin distinción entre contenedor y contenido.
La casa y el resto de los elementos no arquitectónicos se conciben como si hubieran sido tallados a partir de la misma materia, como si hubiese que buscar la arquitectura a partir de lo que ya existe.
En el nivel inferior se encuentra la entrada, sala y cocina con vistas al patio trasero; en el nivel intermedio se ubican los dormitorios, este piso asoma su mirada a la calle a través de un balcón; la planta superior está destinada al estudio en triple altura y el acceso a la azotea. En el interior cobra gran importancia el espacio abierto y el paso de la luz, cuyo control permite percibir tanto visual como corporalmente la relación entre los espacios generados. La casa prescinde, en la medida de lo posible, de los tabiques interiores para conseguir un volumen interior continuo. La casa crea un espacio para sí misma acumulando materia en sus límites.
Obra: Vivienda Las Palmas
Autor: Angas kipa
Colaboradores: Juan Diego Santa Cruz Mendoza, Diana Coronel Salazar, Fátima Priscilla Martínez Bancayán, Cristhiam Daniel Espinoza Delgado, Jenniffer Vásquez Rentería y Arik Mark Castro Fernández
Año: 2022
Emplazamiento: Urbanización Las Palmas, Manzana 9 Lote 1, Chiclayo, PERÚ
Fotografía: Manuel Reaño Reyes + angaskipa.com
Desde la Universidad de Alicante se ha puesto en marcha el proyecto de investigación «Miradas Situadas: Arquitectura de Mujer en España desde Perspectivas Periféricas, 1978-2008» (2021-2023), financiado por la Generalitat Valenciana y en cuya web podéis encontrar toda la información al respecto
Objeto
Se pretende abordar cualitativamente el alcance e idiosincrasia de la producción arquitectónica llevada a cabo por arquitectas en España entre los años de la Transición (1978) y la crisis económica que, tras el 2008, ha dado lugar a un nuevo paradigma profesional y a un entendimiento mucho más complejo, por su diversidad y mutabilidad, del ejercicio de la arquitectura.
Por ello se estudian desde las escalas del paisaje y el planeamiento urbano al diseño de mobiliario; desde la edificación de obra nueva a inspiradoras prácticas de conceptualización e intervención en el patrimonio; también de edición, comisariado, gestión o cooperación.
Uno de los principales resultados de transferencia de conocimiento a la sociedad de este proyecto es la aplicación para móvil «Navegando Arquitecturas de Mujer» de descarga libre y gratuita y que podéis encontrar aquí.
Esta App geolocaliza las obras de autoría femenina, en solitario o en colaboración con otras arquitectas, en el período de estudio (1978-2008) y en el territorio nacional. Además, aporta datos sobre las mismas y algunas observaciones para explicarlas y ponerlas en valor.
¿Cómo participar en Navegando Arquitecturas de Mujer?
Os animamos a que enviéis al equipo de trabajo del proyecto vuestras obras para conocerlas y darlas a conocer. El contacto es nam@ua.es. Así se irá enriqueciendo esta herramienta, que está en proceso, al alcance de todas las personas y que visibiliza el trabajo que han efectuado las mujeres arquitectas en la primera generación de la democracia española, con vuestras aportaciones.
Decía Henry Petroski que diseñar consiste en ir de un punto a otro. Interesante tratándose de uno de los ingenieros civiles estadounidenses más metódicos en el arte de la reflexión crítica sobre aquello verdaderamente constitutivo de su propia disciplina.1
Tal vez la historia de la arquitectura no sea más que la aventura de ese feliz viaje en el espacio entre dos puntos: la historia de una serie ordenada de líneas de fuerza. Tal vez sea algo incluso mayor.
El orden
Interesa hoy aquí la organización espacial de esas líneas: interesa su orden.2 En la imagen, la cubierta del Kanagawa Institute of Technology aparece como una retícula bidireccional y sistema de lucernarios longitudinales: una solución bastante ortodoxa propia incluso de la retórica industrial.3
Sin embargo conviene observar los pilares desde abajo con detenimiento: la extrema esbeltez de las pletinas, sus giros o su ordenada des-organización en planta, plantean una serie de encuentros singulares en el envés de la cubierta, un catálogo de soluciones más cercano al atlas botánico que al detalle tipo. Cada pilar en el mundo reclama su propia especificidad.
La estructura
Ishigami propone aquí un inventario de apeos cruciformes, una heterogénea colección de pequeños armazones dispuestos a modo de conexión necesaria entre el orden geométrico de la cubierta y el orden natural de los pilares.
Sin embargo, más que presentarse como la consecuencia de anteriores decisiones de proyecto, la solución parece incorporar valores esenciales para la estructura: los pilares, fuera ya de los raíles principales de la cubierta, se entregan al vacío aparentemente liberados de su carga, desconectados hasta el límite de parecer estirados ante nuestros ojos, traccionados como plomadas que buscaran el límite inverosímil de su propia resistencia. Como si el diseño en realidad no consistiera en ir de un punto a otro sino en la configuración ilusoria de los propios puntos, su gravedad ligera, su grado de transposición.
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Septiembre 2015.
Autor de Parráfos de arquitectura. #arquiParrafos
Notas: 1 Ver por ejemplo La ingeniería es humana(Madrid, Cinter: 2007), donde Petroski explica cómo el error o el fallo sea quizá la componente más fructífera y propia de la ingeniería: «Caerse forma parte de crecer». 2 Orden: colocación de las cosas en el lugar que les corresponde; concierto, buena disposición de las cosas entre sí; regla o modo que se observa para hacer las cosas. 3 Junya Ishigami, Kanagawa Institute of Technology Workshop, Kanagawa, Japón, 2010
Sabemos que en un oscuro tiempo remoto, cuando El gran pulpo Le Corbusier, se llamaba Charles Édouard y era suizo, grababa los dorsos de las cajas de los relojes de bolsillo(*). Su maestro de entonces, l’Eplattenier, pintor naturalista que le enseñó historia del arte y le abrió los ojos al mundo exterior, le vaticinó que llegaría a ser arquitecto.
Y llegó a arquitecto, naturalmente. Hizo algunos chalés suizos que, por mucho que Colin Rowe quisiera ver algo en ellos, sólo tienen el interés biográfico de que quien hizo aquello era un joven paleto que quería ser arquitecto y que por entonces se llamaba Charles Édouard y ni soñaba con llegar a ser Le Corbusier algún día.
El joven había recibido una formación muy escasa, pero tenía una inteligencia muy despierta y un instinto certero, y era más listo que los ratones coloraos. Las pillaba al vuelo, y en seguida se dio cuenta de que su tierra natal le ahogaba y de que como arquitecto de pueblo no iba a llegar a nada. Y se fue a París. Quería estar en el ojo del huracán, codearse con lo que fuera que había allí.
Se sumergió con avidez en la vanguardia como se podría haber sumergido en cualquier otra cosa: en lo que hubiera de mayor excelencia. La vanguardia artística era lo más de lo más en una sociedad que era lo más de lo más. Es decir: los más cultos y modernos de entre la gente más culta y más moderna estaban enfrascados en el arte de vanguardia, y él se metió allí de cabeza. Y destacó en ese mundo. Dentro del Movimiento Moderno llegó a ser el más moderno de todos los arquitectos, su sumo pontífice, su capitoste.
Glosar su ingente labor en la vanguardia de la arquitectura rebasa la capacidad de este artículo y espacio. Sus consecuciones iluminan a la humanidad. Le Corbusier no es sólo uno de los más grandes arquitectos del siglo XX: es uno de los más grandes de toda la Historia de la Humanidad.
Como arquitecto insertado en las vanguardias artísticas del siglo XX su obra icónica, su fetiche, es la Villa Saboya, en Poissy (Francia).
En esa época realizó las obras más canónicas del Movimiento Moderno. Acuñó el famoso eslogan «la casa es una máquina de habitar» y también sus famosos «cinco puntos de la arquitectura».
Sin embargo yo sostengo que la Villa Saboya (como el resto de su obra) no es funcionalista en absoluto. Basta estudiar la planta de la vivienda para apreciar la tosca distribución, las circulaciones confusas y la relación incómoda entre las diferentes piezas. Por otra parte, sistematiza las ventanas sin importar la orientación de cada fachada ni los usos de las distintas piezas. Monta la vivienda sobre pilotes sin demasiada justificación (la del recorrido del coche y el acceso al garaje, con ese parcelón, no me parece suficiente). La remata con un solarium que ni tiene en cuenta el soleamiento ni puede funcionar adecuadamente. (¿Alguien tomó el sol ahí alguna vez?). Y cierra el patio terraza con una falsa fachada que tampoco se justifica ni funcional ni racionalmente.
Pero todo ello tiene una riqueza plástica innegable.
Porque Le Corbusier es, ante todo, un artista plástico
La escalera de «semicaracol» que arranca desde abajo en un tubo-sacacorchos es fascinante, la doble circulación (innecesaria) en la que desemboca esa escalera da un riquísimo juego de espacios. La salida a la terraza y su recorrido hasta la cubierta es delicioso. La falsa fachada de la terraza enmarca la vista desde dentro hacia el paisaje, y desde fuera cierra el paralelepípedo. Y el muro curvo del solarium es como una vela que hace avanzar al barco varado en la hierba.
Ninguna de esas decisiones es funcionalista ni racionalista. Todas ellas son plásticas; hacen un bellísimo objeto, y, sobre todo, cualifican unos espacios muy apetecibles y excitantes. Porque para Le Corbusier, como para todos los arquitectos verdaderamente grandes, la arquitectura es, antes que nada, espacio.
(Y el espacio ni es «sitio» ni es «volumen», sino muchas otras cosas. Cosas logradas por esa insensata circulación ambigua y confusa, esa disfuncional tumbona de gresite entre el baño y el dormitorio, esa rampa promenadesca y todo lo demás).
Le Corbusier escribía y hablaba de soleamiento, de ventilación, de orientación, de distribución… También hablaba de modulación y seriación…
Estoy seguro de que todo eso sólo eran excusas. Ni en sus villas ni en sus unidades de habitación le importan un pimiento ni las orientaciones ni el soleamiento. (Tiene distribuciones y disposiciones idénticas dando a fachadas opuestas).
Le Corbusier encontró ese chiringuito. Todos necesitamos uno, y quien lo encuentra ha encontrado un tesoro. El chiringuito de Le Corbusier era la racionalidad, la funcionalidad, la modernidad, la técnica… En realidad excusas para hacer plástica.
Le Corbusier es uno de los más pasmosos artistas plásticos de la historia
El citado velo curvado de la Villa Saboya quiere parecer como de hormigón, pero es de ladrillo. Cuando Le Corbusier descubre las verdaderas posibilidades plásticas del hormigón le dice adiós definitivamente al racionalismo y a todo lo demás.
Casi ya con la edad «estándar» de jubilación se lanza a construir el convento de La Tourette. Que no os engañen su forma rectangular, sus ventanas, la distribución de sus celdas. Sí, claro, el programa de residencia es muy estricto y se resuelve de manera muy cartesiana. Pero esos lucernarios, esos vacíos, esa implantación en el terreno… Le Corbusier está jugando con el hormigón como un niño con juguetes nuevos.
Igual pasa con los edificios de Chandigarh. Esa orgía de hormigón en pantallas, cubiertas, bóvedas invertidas, óculos gigantescos, hiperboloides… Verdaderos orgasmos de artista plástico.
Pero la explosión más nítida, perfecta y emocionante es la de la capilla de Ronchamp.
En cierto sentido, la capilla de Notre Dame du Haut, en Ronchamp (Francia) es la obra maestra de Le Corbusier. Para muchos (arquitectos y no arquitectos) es su obra más admirable. Pero otros piensan justo lo contrario: que es su peor obra, la obra en la que traiciona todos los principios que defendió en su vida.
¿Qué queda en Ronchamp de los famosos «cinco puntos»?
Nada. ¿Qué tiene Ronchamp de racionalismo, de funcionalismo? Nada. Pero, sobre todo, ¿qué hay en Ronchamp de arquitectura del Movimiento Moderno? Nada.
Yo sostengo que Le Corbusier llevaba buscando Ronchamp toda su vida. Ronchamp es la conclusión lógica de un artista plástico tan potente como él, pero no es en absoluto la conclusión de un arquitecto moderno.
Ergo…
Ergo Le Corbusier no era un «arquitecto moderno«. Se estuvo haciendo el moderno durante casi toda su vida. Pero era un impostor.
Le Corbusier viene de su pueblo a París buscando algo; ni él mismo sabe qué. Y lo que tocaba era conocer a Ozenfant y ser purista. Podría haber sido otra cosa, caer en otro ambiente. Le Corbusier se encuentra en París como un pulpo en un garaje. Pero es un gran pulpo, el mejor de los pulpos, y no sólo se adapta al garaje, sino que se hace el rey del garaje. Es un pulpo que se disfraza de coche deportivo.
Por aquí, además de ese dicho de «como un pulpo en un garaje» para indicar que alguien no está en su ambiente, se empleaba (hace años que no la oigo) la expresión «ser un pulpo» para los hombres que toqueteaban a las chicas como al descuido. (Qué cosa más asquerosa, por favor). Vamos, que tenían demasiadas manos y demasiado largas y ágiles.
Pues en eso Le Corbusier también era el gran pulpo.
Capaz de meter mano a Stalin y a Mussolini al mismo tiempo, y a Nehru unos años después; capaz de defender el soleamiento, el «aire exacto», la calefacción, el vidrio y el hormigón magmático al mismo tiempo, las cubiertas planas y las curvadas, tanto convexas como cóncavas, los planos y las superficies alabeadas, la separación de los edificios respecto al terreno mediante «pilotis» y su empotramiento tectónico salvaje en él, lo blanco puro y lo colorido, y lo gris, y lo negro, la carne y el pescado, la chicha y la limoná, esto y lo otro, más es más y todavía más, y me llevo una, moros y cristianos, indios y vaqueros, café y té, sin cebolla y con cebolla.
-¿Cómo quiere la leche, Señor Corbu?
-Con dos docenas de porras.
– Sí, señor: El gran pulpo.
El gran pulpo que se pasó la vida siendo un impostor, un agente doble, el estandarte de un movimiento arquitectónico y artístico que no era el suyo, y que tuvo la gran suerte de, ya en el tramo final de su vida, realizar una pequeña capilla que, acaso parcialmente, le reconcilió con la verdad. Con su verdad, si es que alguna vez tuvo alguna.
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · Febrero 2016
(*) En mi primera redacción escribí: «decoraba las esferas (¿por qué se les llama esferas?) de los relojes de cuco». Pero Miguel Barahona me ha señalado que no decoraba esferas de relojes de cuco, sino que grababa la parte de atrás de los relojes de bolsillo. En una entrevista recordaba no sólo la habilidad artística, sino también la fuerza física necesaria para ello. Muchas gracias, Miguel.
La exposición «Pablo Palazuelo. La línea como sueño de arquitectura» muestra por primera vez la carrera de este pintor, escultor y grabador español, máximo representante de la abstracción geométrica del siglo XX, a través de una selección de obras y proyectos que ilustran la intensa relación establecida entre la arquitectura y su producción artística.
Se estructura en nueve ámbitos, que abarcan desde la etapa formativa y las primeras influencias del artista, hasta sus diseños de mobiliario para el entorno doméstico o las grandes obras concebidas para la escala urbana, pasando por otras en las que el énfasis recae en referencias a laberintos, tránsitos, cerramientos, límites y vidrieras. En total, se exponen 12 obras y 12 proyectos entre dibujos, croquis, acuarelas, maquetas y esculturas, custodiados por la Fundación Pablo Palazuelo, muchos de los cuales han permanecido inéditos hasta su catalogación por parte de los comisarios y se muestran por primera vez al público.
La exposición está comisariada por Teresa Raventós-Viñas y Gonzalo Sotelo-Calvillo, autor este último de una tesis doctoral, «Análisis de la geometría de Pablo Palazuelo desde la visión del arquitecto» que, defendida en la Universidad Politécnica de Madrid en 2015, sirve de base para el recorrido expositivo. En palabras de Sotelo, el método creativo de Palazuelo
“guarda una asombrosa similitud con la metodología del proyecto arquitectónico, atravesando una serie de etapas gráficas que le conducían progresivamente desde los bocetos iniciales hasta los planos más definidos de materialización”.
Este particular método le llevó, por ejemplo, a usar papeles de croquis, cuya transparencia le permitía superponer diferentes bocetos mientras desarrollaba sus obras, un sistema que aprendió en su formación inicial como arquitecto en la City of Oxford School of Arts and Crafts, donde estudió entre 1933 y 1936.
Pablo Palazuelo. La línea como sueño de arquitectura
La exposición ha sido posible gracias, fundamentalmente, a la Fundación Pablo Palazuelo, propietaria y custodia del grueso de las obras que la conforman. Pero también a las Colecciones ICO, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, que con sus préstamos han contribuido a enriquecer, aún más si cabe, el discurso expositivo. Esta muestra se inscribe en la línea que el Museo ICO viene desarrollando desde hace algunos años, en la que se profundiza en facetas poco conocidas de artistas presentes en las Colecciones ICO y de la que ya formaron parte Jaume Plensa. Ópera, teatro y amigos (2005), Susana Solano. Proyectos (2007) o Guillermo Pérez Villalta. Artífice (2008).
Desarrollo de la exposición
En esta exposición, Pablo Palazuelo. La línea como sueño de arquitectura, se reúnen por primera vez las doce obras y los doce proyectos más representativos que ilustran la aproximación más directa que operó Pablo Palazuelo entre sus investigaciones geométricas y la arquitectura. La singularidad de esta muestra, centrada en la vertiente más arquitectónica de su obra, solamente ha sido posible a partir del descubrimiento de las legiones de bocetos y croquizaciones inéditos que Palazuelo guardaba celosamente.
Unos documentos que actualmente custodia la Fundación Pablo Palazuelo y que ejemplarizan un proceso de trabajo que plantea una asombrosa similitud con el desarrollado en un proyecto arquitectónico. A partir de estos bocetos se han podido perfilar las diversas etapas hasta reconstruir su método creativo, donde destaca el intenso uso de papeles translúcidos y de trazos de grafito. El protagonismo de sus composiciones reside en la línea.
Un trazo dotado de una componente poética heredera de la “línea que sueña” de Paul Klee, una cita que Palazuelo solía repetir y que sirve de origen para el título de la exposición.
Teoría e historia
El fundamento teórico en que se basa esta muestra se cimienta en la tesis doctoral titulada «Análisis de la geometría de Pablo Palazuelo desde la visión del arquitecto», que desvela los vínculos existentes entre el proceso geométrico empleado por este artista y el método arquitectónico. Constituye un trabajo donde se desarrollaron estudios gráficos de los distintos diseños de Palazuelo, que actualmente se están ampliando como trabajo de investigación elaborado en el ámbito de la Universidad Politécnica de Madrid. De esta manera, se está consolidando una línea de investigación cuyos resultados se están divulgando en diversas publicaciones científicas donde se aborda el análisis de la obra de Palazuelo.
Gracias a la ayuda prestada por la Fundación Pablo Palazuelo y a los testimonios de las personas que colaboraron activamente en su trabajo, se ha podido constatar que Palazuelo se comportó como un experimentado viajero que transitaba el difuso espacio intersticial del umbral para subrayarlo. La manera en que Palazuelo afronta y pone en valor este espacio de transición ha servido de criterio para organizar la exposición, huyendo de una confortable clasificación cronológica de los encargos.
El planteamiento de la exposición
Siguiendo este planteamiento, el recorrido se articula en un discurso que abarca desde sus comienzos formativos universitarios hasta la gran escala de sus obras urbanas, transitando por las distintas etapas en las que se suceden referencias a laberintos, tránsitos, cerramientos, límites, vidrieras e incluso mobiliario.
De esta manera, la exposición consta de más de 130 obras sobre papel, lienzo, maquetas, esculturas y publicaciones, cuyo origen principal son los fondos de la Fundación del pintor, a los que se suman las aportaciones de las Colecciones ICO, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, y se estructura en los siguientes apartados:
→ FORMACIÓN E INFLUENCIAS
→ CERRAMIENTOS HABITABLES
→ CONSTRUCCIONES LABERÍNTICAS
→ EXTENSIÓN HORIZONTAL
→ LÍMITES VERTICALES
→ UMBRALES DE TRÁNSITO
→ DIBUJOS LUMÍNICOS
→ DISEÑO DOMÉSTICO
→ DIMENSIÓN URBANA
Esta selección se acompaña con distintas publicaciones relacionadas con el ámbito arquitectónico escogidas de la biblioteca personal de Pablo Palazuelo. A lo largo de esta exposición se desgrana la selección de estos proyectos y actuaciones, íntimamente relacionados con el periodo de indagación formal en el que Palazuelo se veía inmerso.
Por lo que se trata de exponer las intrincadas conexiones que vinculan entre sí el conjunto de su obra, transitando por distintos soportes y escalas que le proporcionan su coherencia, hasta confeccionar una narración gráfica que ordena el legado de su producción, entendida como un proyecto vital completo.
La construcción de la nueva biblioteca de Sant Martí Sarroca es una ocasión para ordenar el espacio del parque y conectar visualmente todos los núcleos habitados del municipio.
Por eso, el proyecto que se propone es un mirador elevado, un paseo que conecta el desnivel existente,… pero sobre todo es un trozo de parque bajo el que se cobijan los lectores.
La nueva biblioteca se ubica en el interior del Parque de la Paz
Se propone un volumen de una planta, semienterrado a norte y abierto a sur, adaptándose a la pendiente existente. La cubierta ajardinada quiere restituir el parque que ocupará el edificio y se convierte en un mirador elevado desde el que, aprovechando la topografía de Sant Martí Sarroca, se pueden ver de forma transversal todos los núcleos habitados del pueblo, desde el ensanche norte, hasta el conjunto histórico-monumental del castillo a sur, pasando por el casco antiguo, en el centro del valle.
La cubierta hace un gran vuelo a la esquina suroeste que sale a recibir a los peatones y los acompaña al interior del edificio.
Edificio sostenible
El edificio es de Consumo Casi Nulo (nZEB) y certificación energética «A». Para ello, se han utilizado las siguientes estrategias:
· Cubierta verde, que contribuye a la captación de CO2 y de partículas en suspensión, la estabilidad térmica del último forjado, el aislamiento acústico y el amortiguamiento de la escorrentía en caso de lluvias torrenciales propias del clima mediterráneo.
· Orientación que permite la captación solar directa en invierno, y la protección del sol directo en verano mediante el porche y lamas de madera frente a las aberturas.
· Instalación de una pérgola en la cubierta del edificio, que por un lado sombrea la zona de paso y mirador, y por otro sirve para instalar paneles fotovoltaicos que alimentan una máquina de aerotermia de alto rendimiento, y que supone una aportación del 70% del consumo eléctrico del edificio nZEB.
Obra: Biblioteca de Sant Martí Sarroca
Autor: Valor-Llimós arquitectura
Ubicación: C/ Lluís Companys / Parc de la Pau. Sant Martí Sarroca.
Año término construcción: 2020
Superficie construida: 650 m2
Construcción: Bigas Grup
Medición y presupuesto: Rossell-Giner
Cálculo Estructural: Bernuz-Fernandez
Instalaciones: Mafo
Equipo de Diseño: Jaume Valor, Laura Llimós
Fotografía: Simón García | arqfoto + valor-llimos.com
REBUILD 2023, del 28 al 30 de marzo, congregará a más de 20.000 profesionales y convertirá Madrid en la capital tecnológica de la edificación
Del 28 al 30 de marzo, más de 500 firmas expositoras del sector se darán cita para presentar sus soluciones más innovadoras en materia de construcción industrializada, sostenibilidad y tecnología.
En poco más de un mes, del 28 al 30 de marzo, se dará el pistoletazo de salida a la sexta edición de REBUILD, el mayor punto de encuentro para todos los actores de la edificación que buscan socio industrial para trabajar en proyectos industrializados, digitales y sostenibles. En este sentido, el evento reunirá a más de 20.000 profesionales de todo el país, que convertirán Madrid en capital tecnológica de la construcción durante los tres días de cumbre.
¿Qué propone REBUILD 2023?
David Martínez, presidente de REBUILD y CEO de AEDAS Homes; Gema Traveria, directora de REBUILD; Ignasi Pérez-Arnal, director del Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0; y Alberto Planas, director general de Nebext, empresa organizadora, han presentado hoy los grandes ejes sobre los que pivotará esta edición, que ha ampliado su zona expositiva a dos pabellones de IFEMA Madrid, manteniendo su carácter de evento boutique.
Gema Traveria ha destacado que
“nuestro crecimiento viene dado gracias al compromiso que hemos mostrado año tras año con el sector, impulsando una construcción más industrializada, digital y sostenible. Así, REBUILD 2023 será el punto de reunión de referencia para todos los profesionales que conforman la cadena de valor de la edificación, donde encontrar aquella solución, material o tecnología con la que llevar a cabo nuevos proyectos. A su vez, seremos el foro de aprendizaje y de inspiración bajo el contenido del programa del Congreso que hemos preparado en los 7 auditorios de esta nueva edición”.
De acuerdo con Traveria, de todos los perfiles que se reúnen en el evento más del 75% son ‘decision makers’ con necesidades reales,
“por lo que es en REBUILD donde se cierran muchas oportunidades de negocio y se crean sinergias a fin de estimular el conjunto de la industria”.
¿Quién participa?
Con el objetivo de que los profesionales conozcan de primera mano las últimas soluciones, innovaciones y tecnologías del mercado edificatorio, REBUILD contará con más de 500 firmas expositoras como ABB, ACR, Aedas Homes, Aldes, Aliaxis, Alpac, Arquima, Arboretum Haus, Baublock, BAXI, BMI Group, Danosa, Egoin, Evowall, ExSitu, Faveker, FINSA, Grupo Cetosa, Grupo Lobe, Holcim, Hormipresa, Jung, Leviat, Lignum Tech, Mitsubishi, Peronda, Ramón Soler, Schneider, Siber, Sika, Sodeca, Soler&Palau, Soprema, Tabihaus, Thermochip, Viuda de Sainz, Zehnder, o Zennio. Todos ellos serán los encargados de presentar las propuestas más disruptivas en materia de iluminación, para interiores, cocina, baños, cerramientos, suelos y superficies, fachadas, eficiencia energética o climatización, domótica, soluciones digitales y BIM o sistemas constructivos industrializados en 2D o 3D.
Además, la cumbre contará con la representación de administraciones como el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, o el Gobierno de Aragón. En este último caso, la comunidad ha sido seleccionada por REBUILD como Región europea innovadora 2023 por sus iniciativas en razón de vivienda social y por sus proyectos en materia de sostenibilidad, innovación y rehabilitación.
Promotores, constructores, arquitectos, ingenieros, diseñadores y líderes de opinión, en el Congreso
En el marco de REBUILD, se organizará una nueva edición del Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0, el mayor foro de conocimiento y tendencias con un programa único de conferencias. Más de 560 expertos en 7 auditorios funcionando en paralelo mostrarán los proyectos más innovadores y casos de éxito para cada segmento del sector de la edificación (vivienda, hotel, retail, oficina, sociosanitario e institucional) y con una agenda propia para cada perfil profesional (promotor, constructor, arquitecto, arquitecto técnico, inversor, ingeniero, instalador, o diseñador).
Para Ignasi Pérez-Arnal
“hemos logrado organizar el mayor congreso europeo de la edificación con el objetivo desgranar el futuro de nuestro sector e incluso repasar cuestiones regulatorias urgentes sobre el uso de la madera, o la construcción industrializada y su financiación. Al respecto, nuestra intención es que los profesionales que intervienen en cada eslabón puedan conocer las tendencias y desafíos que ya están sucediendo o están por venir. Igualmente, los ‘keynote speakers’ que estarán en REBUILD son los últimos premios nacionales en España y también en Francia, de modo que contaremos con puntos de vista de muy alto valor”.
El Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0
Abordará, con más de 560 expertos internacionales, cuestiones candentes como el impacto de la inflación, la regulación de la industrialización, el uso de los NextGen, el trabajo colaborativo o la aplicación de BIM.
Como novedad, en el Congreso se pondrá de manifiesto la necesidad de establecer un marco legal específico para la construcción industrializada con el propósito de acelerar el uso de este modelo, que actualmente representa un 2% de media en las edificaciones en España. Del mismo modo, se pondrá el foco en la necesidad de gestionar correctamente los fondos NextGen, ya que hay partidas enfocadas a la rehabilitación que aún están pendientes de activación; de promover el uso de las energías renovables; y de trabajar colaborativamente entre agentes, tanto en un formato público-privado como entre empresas y stakeholders. Además, también se abordarán retos y tendencias como la falta de talento en la edificación, la aplicación de la metodología BIM o el estado del “Build to rent”.
David Martínez ha apuntado que
“nos encontramos en un proceso de transformación del sector y ante un escenario de escasez de mano de obra cualificada, lo que tiene un impacto en la industria. Sin embargo, somos un sector fuerte y creemos que el cambio que estamos experimentando desde un sistema tradicional a uno de más calidad, rápido y eficiente, como el de la construcción industrializada, permitirá impulsar todavía más el mercado de la vivienda en España”.
Del mismo modo, Martínez ha remarcado la falta de inmuebles residenciales en el país, algo que se puede solucionar a partir de
“formatos como el industrializado, que garantizarán vivienda asequible para jóvenes y familias con más necesidades”.
Ponentes del Congreso
Ponentes de la talla de Carlos Lamela, Presidente Ejecutivo de Estudio Lamela; José Manuel Toral, de Peris+Toral Arquitectos; Sara de Giles, arquitecta y doctora de prestigio internacional que es socia de MGM Arquitectos; Borja Ferrater, Founding Partner de la Office of Architecture in Barcelona; Teresa Riesgo, Secretaria general de innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación; Fermín Vázquez, Arquitecto en b720 Fermín Vázquez Arquitectos; Javier Sirvent, Technology Evangelist & Polymata en Atlas Digital; Anna Guanter, Responsable de Innovación Inmobiliaria en Culmia; Íñigo Robles, Senior Pre-Construction Manager en Amazon; Alba Fernández, abogada especializada en urbanismo y derecho inmobiliario; o Felipe Pich-Aguilera, Arquitecto & Fundador de Picharchitects, compartirán su visión para promover y lograr una edificación más industrializada, digital y sostenible.
¿Quieres asistir?
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El 27 de mayo 2016, se inauguró la Bienal de Arquitectura de Venecia, uno de los eventos más importantes en el panorama arquitectónico. El título propuesto para dicha edición por Alejandro Aravena, actual premio Pritzker, es “Reporting from the front” (Informando desde el frente). Se pretende, de ese modo, reflejar una realidad contemporánea, la relativa a los paisajes de la crisis, de las periferias y de marginalidad. La muestra arroja una visión desde los límites de la disciplina y todo ello con la voluntad de poner al ciudadano en el primer plano de la realidad urbana. La reflexión aborda el modo en que la arquitectura puede dar respuesta a necesidades reales desde la colectividad, la proximidad y desde lo cotidiano.
El programa zaragozano estonoesunsolar
Las exposiciones se agrupan en torno a los diversos pabellones que cada país participante determina en torno al lema común. En esa ocasión, el programa zaragozano estonoesunsolar fue escogido por el pabellón de Italia, desarrollado bajo el lema “Taking Care. Progettare per il bene comune”. Dicha muestra plantea abordar dos objetivos. Por un lado, reforzar el carácter de la arquitectura como un servicio a la sociedad; por el otro, reivindicar su trascendencia en los procesos que se desarrollan en torno a la figura de los bienes comunes, entendidos paradójicamente como aquello que no es de nadie y es de todos a la vez.
Se trata de un proceso que aspira a poner en valor espacios de una ciudad desestructurada por la crisis. Periferias degradadas, solares abandonados, edificios inacabados o en desuso, áreas verdes marginales o espacios residuales son reinventados con tácticas que tienen en común el desencadenar procesos capaces de activar a una colectividad.
Estas tentativas surgidas en el contexto de la crisis financiera han aportado una alternativa innovadora en el tratamiento del paisaje cotidiano. Espacios relegados por la parálisis económica que deben ser reapropiados por la ciudadanía y reinsertados de nuevo en el ciclo vital de las ciudades a través de procesos participativos. Es indudable el carácter social de estos movimientos, que refuerzan los vínculos comunes y la interacción vecinal a través de propuestas que implican una responsabilidad directa de una comunidad. Para dotar de identidad a los lugares hay que desarrollar procesos que refuercen los anclajes del ciudadano con su territorio, acortando la distancia que se había establecido entre la ciudad y el ciudadano.
El pabellón de Italia
El pabellón de Italia escenifica estas cuestiones a través de diferentes proyectos: espacios culturales reinsertados en edificios abandonados en cuya construcción han participado los futuros usuarios, barrios degradados revitalizados mediante intervenciones artísticas, propuestas experimentales en centros de refugiados, parques urbanos autogestionados, paisajes marítimos realizados con elementos reciclados, reconversión de espacios industriales, invernaderos públicos flotantes, etc. Todos ellos presentan procesos innovadores en el proyecto o en la gestión y en los que la arquitectura ha proporcionado una respuesta a las necesidades reales de los ciudadanos. Conforman un conjunto de pequeñas acciones que han sido capaces de provocar una acción colectiva y de arrojar una mirada creativa a partir de las pequeñas cosas, de lo cotidiano.
Es en este contexto en el que se expone el proyecto de estonoesunsolar, creado por Patrizia Di Monte e Ignacio Grávalos, e impulsado por Zaragoza Vivienda en el año 2009. Desde entonces, ha desarrollado un modelo experimental e innovador de dar voz a los ciudadanos en la configuración de la ciudad contemporánea. El proyecto ha sido exportado en numerosos países que han dirigido su mirada hacia Zaragoza, una ciudad que siempre ha tenido una fuerte sensibilidad por la participación ciudadana.
Un proyecto innovador de estonoesunsolar en la periferia de Bolonia
Recientemente, estonoesunsolar ha desarrollado un proyecto innovador en la periferia de Bolonia, proyectando un parque con servicios públicos (cocina urbana, parkour, zona de juegos, huertos urbanos,…) que el Ayuntamiento ha cedido a varias asociaciones que sentían la necesidad de apropiarse de un territorio próximo para su cuidado y gestión. Esta intervención, reflexiona sobre los espacios colectivos, la figura del vivir en común, del cuidado de los bienes comunes, de la implicación y la relación del ciudadano con la Administración subscribiendo
”un pacto de colaboración”.
Las ciudades están en continua transformación. Precisamente por ello, las circunstancias del presente ya no son las mismas. El territorio de la crisis en cierto modo es fértil. En la actualidad se están ensayando nuevas estrategias para poner en valor todo aquello que ya está creado. La incertidumbre no permite vislumbrar claramente el futuro. Pero una cosa es cierta, cada vez más será necesaria una arquitectura sensible al lugar, a los ciudadanos y al medioambiente. Para ello resulta imprescindible experimentar nuevos modos de actuar y gestionar, entender la ciudad como un laboratorio. Porque la ciudad del futuro ya está creada. Sólo es necesario reprogramarla.
Ignacio Grávalos – Patrizia Di Monte. Arquitectos (estonoesunsolar)
Zaragoza-Venezia. Junio 2016
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