martes, abril 22, 2025
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Instrumentos de medida del tiempo (III) | Jorge Rodríguez

Instrumentos de medida del tiempo (II) | Jorge Rodríguez

Casa Vittoria, Pantelleria | Casa para Angeles Bofill, Ibiza.

Nada se parece al amor como la joven pasión de un artista
que inicia el delicioso suplicio de su destino
.’

Honoré de Balzac

Quien, adolescente de genio, no haya palpitado al presentarse ante un maestro, le faltará siempre una cuerda en el violín, una pincelada, un sentimiento profundo en la obra y cierta expresión de poesía.’ 1

prosigue Balzac.

Son palabras dedicadas al ascenso del joven Poussin por la vertiginosa escalera que conducía a la casa en la rue des Grands-Augustines donde el maestro Porbus tenía su cuartel general.

Y es que como el primer amor, aunque inexperto y lleno de errores, los primeros pasos en un oficio, en una maestría, son así,  mágicos. Puro instinto, fuego. Pasos firmes y corajudos, vírgenes de los miedos del error cometido, llenos de pasión, ganas y buena fe.

Y así han de ser. Ya lo decía San Juan de la Cruz,

’quién obra con tibieza, cerca está de caer.’

Estos dos dibujos, son los primeros pasos en el arte de hacer casas de dos barceloneses de vidas paralelas. Nacidos en el seno de dos familias acomodadas de la Barcelona de los años 40, acaban sus estudios y forman equipo de trabajo recién estrenada la década de los 60. Ambos arrancan con una casa en una isla, pequeña, familiar, profundamente mediterránea. Un refugio para disfrutar de los meses calurosos. Uno, elige Ibiza, el otro Pantelleria. Pico fino.

Estos dos dibujos, nos enseñan las ganas de vivir de dos jóvenes. Olvidémonos un poco de las pamplinas de arquitecto, de tanta todología de espacios encadenados, visuales y geometrías puras y acordémonos un poquito más de vivir y lo que implica. Imaginémonos viviendo estas casas. Estos trozos de mundo, que fueron pensados sin el peso de la arquitectura.

«El hombre puede vivir sin arquitectura, es evidente. Pero no puede vivir sin su más rico patrimonio. Compasión, justicia, educación, felicidad, amor. Vivir no es suficiente, hace falta dignidad.» 2

Estos dos dibujos, nos enseñan dos casas vivas, palpitantes. Son la respuesta más inmediata al cobijo, lo vernáculo sin el interés de recuperar un mundo perdido. Dos casas, que nos recuerdan que la vida pasa. Dos casas con consciencia del tiempo. Lugares donde se vive, pero también se sufre, se envejece, se muere. Aunque duela.

Estos dos dibujos, están llenos de intenciones. Estas casas van a ser estatuas vivas de la vida de sus ocupantes, escultura intacta y marmórea de sus recuerdos. Por eso, han de hacerse desde lo más hondo del conocimiento del hombre y su mar.

Aquí, en estos dos dibujos, cabe todo el mediterráneo.

Así, con estos dos dibujos, empieza el delicioso suplicio del destino de Óscar Tusquets y Ricardo Bofill.

Hay quien dice que lo verdaderamente importante no es como se empieza, sino como se termina. No puedo estar más en desacuerdo. Para muestra, un botón.

Jorge Rodriguez Seoane
Abril 2015. Coruña

Notas:
1 La obra maestra desconocida’. Balzac, Honoré de. Ed. Jose J. de Olañeta, Barcelona, 2011.
2 Me permito la licencia de parafrasear a Francisco Alonso de Santos, en su conferencia impartida en la sede del COAG de A Coruña el 18 de Marzo de 2015.

Instrumentos de medida del tiempo (IV) | Jorge Rodríguez

AC, Cuando la Arquitectura encuentra la Ciudad 3/21

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Situation room, o “sala de situaciones” es el nombre que recibe la sala de la Casa Blanca donde se busca resolver problemas o emergencias. Un centro de conferencias y de control de inteligencia de unos 5000m2, creada por Kennedy durante la crisis de la Bahía Cochinos para el procesamiento de información en tiempo real, la escenificación del conflicto para el ajedrez político. Una versión contemporánea de una obra de Shakespeare.

Un espacio cerrado que intenta procesar el territorio, los mapas, las variables, sintetizar convirtiendo en datos, los puntos en cuestión: ¿ser o no ser?

El teatro, abre el escenario de situación, sus variables sintetizan una complejidad completada por el espectador, el actor representa a otros hombres puestos en una sala de situación expuesta para ser intensificada.

La arquitectura, sintetiza las variables de los actos humanos. Al igual que un guión teatral, el arquitecto imagina una persona que duerme (Warhol filmando a Gion Giorno) que come , que comparte, que va de un punto a otro de la ciudad en la cual se enamora, se erotiza, se distrae, sueña, trabaja, se frustra, sufre, se consuela.

¿Qué otra cosa puede ser la arquitectura sino la construcción física de un guión teatral?

La primera de las dos sesiones dedicadas al teatro,  contará con la participación del destacado dramaturgo Ramón Griffero, una de las figuras más emblemáticas del teatro nacional, Los Contadores Auditores, (directores, diseñadores y dramaturgos, lo mas irreverente y el humor mas negro del teatro chileno, quienes junto a los arquitectos Juan Agustín Soza y Bárbara Barreda (ciudad emergente) investigarán los cruces entre dramaturgia y espacio y viceversa, así como el uso de los elementos teatrales como una herramienta de diseño comprensivo y conductivista del espacio, tal y como tendremos la oportunidad de ver en la exposición introductoria que realizará el arquitecto griego Aristide Antonas (online)

Invitación AC, Cuando la Arquitectura encuentra la Ciudad
SESIÓN 03/21 ARQUITECTURA Y TEATRO: SITUATION ROOM
Día: MARTES 14.04.2015
Hora: 19.00
Lugar: TRESPA Design Centre. (Eliodoro Yañez 2031, esquina el Bosque, entrada por Plaza Las Lilas)

Sesión, abierta y gratuita a público especializado y general. Cóctel al final de cada sesión por gentileza de Trespa. Proyecto Financiado gracias a FONDART Nacional, Convocatoria 2015, modalidad “Actividades Formativas”.

El espacio público como ideología. Manuel Delgado

Si urbanistas, arquitectos y diseñadores pueden concebir el espacio público como un vacío entre construcciones que hay que llenar de forma adecuada a los objetivos de promotores y autoridades, es decir, como un complemento para operaciones urbanísticas, existe otro discurso en el que este concepto se entiende como la realización de un valor ideológico.

El espacio público es entonces el lugar en el que se materializan diversas categorías abstractas como democracia, ciudadanía, convivencia, civismo, consenso, etc., y por el que se desearía ver transitar a una ordenada masa de seres libres e iguales que emplean ese espacio para ir y venir de trabajar o de consumir y que, en sus ratos libres, pasean despreocupados por un paraíso de cortesía.

Sin embargo, como afirma Manuel Delgado al analizar ese sueño de un espacio público hecho de diálogo y concordia, éste se derrumba en cuanto aparecen los signos externos de una sociedad cuya materia prima es la desigualdad y el fracaso.

Espacios para Arquitectas 4/4. Conversaciones en torno a la realidad

El próximo 13 de abril a las 19:00h se realizará en Madrid el cuarto de cuatro encuentros de Espacios para Arquitectas, comisionado por Ariadna Cantis y Martha Thorne, cuyo enfoque se centra en los problemas que afectan a la mujer en el campo de la arquitectura, para luego poder vislumbrar soluciones en un ambiente de discusión y debate que abran camino hacia el cambio.

El evento es gratuito y contará con la participación de Eva Álvarez, Izaskun Chinchilla, Reyes Gallegos y Belinda Tato.

Inscripciones en info.madridgallery@roca.net

Espacios para Arquitectas: Conversaciones en Torno a la Realidad
Roca Madrid Gallery
Fecha: 13 de Abril de 2015 19:00
Dirección: Calle de José Abascal, 57, 28003 Madrid, Madrid, España

Vivienda unifamiliar en A Choupana | 2es+_oficina de arquitectura

Este proyecto nace de la ilusión y compromiso con la arquitecta de un joven matrimonio de septuagenarios… ¡gracias Isabel y José́!

La vivienda se encuentra en la conocida Colonia de la Choupana de Santiago de Compostela (antiguas “casas baratas”). El planeamiento de la ciudad recoge en un estudio de detalle la conservación de este conjunto de viviendas, por sus características morfológicas y su carácter unitario. Obliga a la conservación de la composición y tratamiento de fachada y sus huecos hacia vías principales (incluso en las adiciones de planta), permitiendo un tratamiento más libre en los alzados hacia patios interiores aunque deberán guardar coherencia con el resto. Se permite la realización de sótano, la adición de una planta más a la edificación principal y la adición de un anexo en planta baja de 4,80×5,00 m. de planta y 3 m. de altura.

La parcela hace esquina con 2 calles, existiendo una diferencia de cota entre ambas de aproximadamente 1,50 m. de altura. El acceso principal a la vivienda existente se producía por la parte alta, de tal manera que tanto el patio interior de parcela como la vivienda se encontraban elevados sobre las vías de acceso, siendo necesaria la utilización de escaleras para su acceso desde el exterior. Esta particularidad derivada de la topografía del lugar, no ha sido tenida en cuenta por el estudio de detalle, sin embargo, en nuestro caso será́ la generadora de un mayor aprovechamiento del solar en términos no sólo de edificabilidad, sino de las cualidades espaciales y lumínicas de la vivienda.

En un entorno con un marcado carácter unitario, en el que todavía se respira la sencillez y austeridad con la que sus habitantes vivieron durante décadas, el crecimiento de la ciudad ha absorbido este tejido situándolo en uno de los lugares más atractivos en la actualidad. Por desgracia, algunas de las actuaciones que se están llevando acabo distan bastante de conservar este espíritu, realizando tratamientos de color y de huecos (recercados en piedra, etc.) que nunca fueron identidad de este lugar.

Nuestra propuesta pretende integrarse, conservando el espíritu del conjunto, utilizando un lenguaje actual, sencillo y austero. Los alzados a vías principales mantienen la composición y tamaño de los huecos existentes, mientras que hacia el patio interior, se disponen nuevas aberturas con una composición más libre pero conservando la armonía con el resto, tal y como establece el planeamiento. Para conseguir un mayor de grado de privacidad y protección, los huecos de planta baja disponen de unas puertas plegables compuestas por paneles perforados de aluminio lacado en color negro. Estas puertas y una contraventana exterior situada en planta primera dotan de movimiento a este alzado interior con el que el usuario podrá́ interactuar según sus necesidades.

Varias generaciones conviven en esta vivienda: abuelos, hijos y nietos…
¿Como compatibilizar distintos grados de privacidad y sociabilidad, atendiendo a las necesidades de 3 generaciones distintas? Y lo que es más importante, ¿Como conseguirlo dentro de una volumetría muy determinada por el estudio de detalle?.

Lo que en un principio parecía un programa aparentemente sencillo: 4 dormitorios, 4 baños, salón, cocina y comedor, etc., se transforma en el germen del proyecto.

Aprovechando la diferencia de cota entre calles, planteamos el acceso a la vivienda a través del patio interior de parcela, de esta manera no sólo se evita el acceso por la calle con más pendiente (como se producía antiguamente), sino que conseguimos situar la cota de planta baja aproximadamente 1,50 m. por debajo de la originaria, con lo que obtenemos una planta baja absolutamente accesible y un importante aprovechamiento bajo cubierta.

Cada generación estará́ dispuesta en una planta: abuelos en planta baja, nietos en planta primera e hijos en la planta bajo cubierta; todos ellos conectados por un gran espacio de comunicación, como si de una pequeña “corrala” se tratara.

A veces, uno siente la necesidad de abrir una ventana para comunicarse con el entorno, con el paisaje, con otras personas….., lamentablemente nuestro clima no siempre nos permite cubrir esta necesidad….Situamos ventanas interiores hacia el espacio de comunicación no sólo para cubrir esta necesidad sino para posibilitar distintos grados de privacidad y sociabilidad dentro de la propia familia.

En la planta sótano se encuentran: lavadero-tendedero, trastero, sala de instalaciones, aseo y un salón para usos comunes.
En planta baja: vestíbulo, cocina – salón – comedor, una habitación y un baño.
La planta primera dispone de dos habitaciones con baños; y en el bajo cubierta hay una habitación con vestidor y baño, así́ como estudio-biblioteca.

Todas las estancias se vuelcan hacia el patio interior privado y son las circulaciones las que se sitúan hacia la fachada “principal” más pública, quedando las ventanas a media altura debido al cambio de cota.

Constructivamente, una envolvente interior continua de hormigón armado dota de gran inercia térmica al edificio y es protegida en su exterior por un sistema tipo Coteterm; forjados realizados con alveoplacas prefabricadas, tabiquería de cartón -yeso, pavimentos de madera, hormigón y vidrio para conseguir un mayor aprovechamiento de la luz en aquellas zonas que así́ lo requerían.

Obra: vivienda unifamiliar en A Choupana
Localización: Luis Vázquez Parga 9, Santiago de Compostela, Galicia, España
Autores: Álvaro Marín Durán – Alfonso Castro Lorenzo [2es+_oficina de arquitectura]
Promotores: Isabel Grela Pereira / José Filloy Rial
PEM: 142.000 €
Fecha: comienzo de la obra, 07/06/2012 fin de la obra: 12/06/2014
Fotografía: Héctor Santos-Díez | BISimages
+ dosesmas.es

Vagalume | Isabel Domínguez Pérez

Vagalume
Vagalume | Guillermo Charlín

El artista multidisciplinar Guillermo Charlín a lo largo de su biografía, ha pasado por la pintura, arquitectura, escultura, el diseño industrial y la iluminación.

Charlín, comenzó, sus primeras andaduras, hace 25 años,  en un estudio de arquitectura en Vilagarcía de Arosa, trabajo que combinaba con la pintura. Posteriormente se trasladó a Santiago para cofundar Tokonoma, empresa de iluminación y promoción de diseñadores industriales. Su trayectoria profesional y su pasión por la pintura y escultura lo han llevado a estudiar los procesos donde interactúan todas estas disciplinas artísticas.

Con este proyecto y después de investigar profundamente en la iluminación, como integradora de los espacios y creadora de volúmenes, el artista, ha aunado todas estas disciplinas por las que ha pasado, dando como resultado el nacimiento de estos objetos, arquitecturas con luz, esculturas arquitectónicas. Cuyos vacíos o huecos nos desvelan su color particular que emana de una fuente de luz tan sutil como una pincelada.

Se trata de una serie de piezas de escala intimista, realizadas en diversos materiales, en la mayoría de ellas se combinan, maderas y metal. Todas ellas con incorporación de luz a través de led, para aportar el color (azul, rojo, blanco cálido), dándole a las esculturas un tratamiento pictórico a través de las fuentes lumínicas.

La relación y conexión entre escultura, arquitectura y pintura se hace notoria en la creación de estos objetos, una lucha persistente en el trabajo de este artista.

Se plantea la capacidad para desarrollar elementos considerados “arte útil”.

Le interesa manifestar al artista esa relación espacial entre el espectador, la escultura, la arquitectura y su entorno, jugando con las escalas.

La ilusión de la luz moldea el interior o vacío y define el espacio escultórico-arquitectónico que se tiñe de color para participar la pintura de la creación.

Concilia varios ingredientes de las disciplinas artísticas (escultura, arquitectura, pintura) en el mismo contenedor o volumen y su hilo conductor es la luz.

Vagalume
Vagalume | Guillermo Charlín

La colección la ha llamado Vagalume (Luciérnaga), por todo su simbolismo.

Las luciérnagas brillan en la oscuridad y por ello destacan, siendo presa de sus depredadores sólo por el hecho de brillar.

La luciérnaga representa el laberinto de los pensamientos en los que una persona busca transformar todas sus ideas en una idea concreta.

Con el “entorno”, la luciérnaga representa la palabra “investigación” igual a búsqueda, hasta hallar el objetivo o motivo.

Isabel Domínguez Pérez, historiadora del arte
Santiago de Compostela, abril 2015

Design Q & A | Eames Office

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Vídeo de 5 min en la web de Eames Office, en el que Charles Eames responde a Madame L’Amic sobre sus procesos de de diseño.

El audiovisual formó parte de una serie de cinco entrevistas realizadas por Madame L’Amic del Musée Arts Decoratifs en Paris en 1969, a los diseñadores internacionales participantes en la exposición Qu’est ce que le design? (What Is Design?).

De nuevo la crítica | Óscar Tenreiro Degwitz

Otras veces he escrito sobre mi primera impresión de la arquitectura gótica, en Chartres, durante un viaje juvenil. Una tarde de verano entré a la catedral por su portal principal. Vivir el inmenso espacio bañado por la luz del poniente filtrada por los vitrales de la fachada, a esa hora brillando en todo su esplendor, fue para mí uno de esos momentos conmovedores, excepcionales, que la gran arquitectura puede proporcionar.

Había oído hablar mucho como estudiante de la arquitectura gótica y por supuesto tenía una imagen de ella. Pensaba pues que la “conocía”. Y esa tarde me dí cuenta de que ese conocer haba sido un ejercicio libresco, sólo un pálido reflejo de la realidad. Es lo que hoy, medio siglo después, llamo la visión académica de la arquitectura, la que sólo anuncia sin comprender del todo al sujeto del que se ocupa.

La Tourette | Fotografía: Óscar Tenreiro Degwitz
La Tourette | Fotografía: Óscar Tenreiro Degwitz

Otra experiencia análoga, sobre la cual también he hablado, la tuve en La Tourette unos años después cuando vivía en Francia en tiempos de post-grado. Allí me esperaba una lección fundamental sobre la relación entre paisaje y volumen construido, proporción, uso de los materiales, control de la luz natural, las claves del uso del color y la que me ha parecido siempre virtud singular de la arquitectura de Le Corbusier: austeridad y distancia de todo refinamiento en lo subsidiario, lo superpuesto, lo que se agrega. De lo ornamental podría decirse si no fuese por lo difícil que resulta definir la ornamentación.

Ya haber estado en Ronchamp, donde experimenté lo que su autor en un arranque poético llamó “espacio indecible” había sido una iniciación en un modo de ver la arquitectura que ha sido para mi vida posterior una referencia constante.

¿Podían haber sido sustituidas estas experiencias por la fotografía y la representación bidimensional? ¿O por cualquier otro tipo de representación por avanzada que hubiese sido? Claro que no. Lo que aprendí allí ya lo sabía en el sentido platónico, en el que todas las personas saben, desde el inconsciente. Y mis experiencias caraqueñas me lo iban mostrando: nada puede sustituir el recorrido de la arquitectura, el vivirla. Todo lo demás, como menciono en la nota de hoy, es antesala, prólogo, preliminares.

Así como hay personas fotogénicas o no, hay también arquitecturas. Esto lo ilustran bien dos maestros latinoamericanos: Oscar Niemeyer y Carlos Raúl Villanueva. Muchos de los edificios más significativos de Niemeyer aspiran a la pureza formal, mientras que esa no parece haber sido nunca una preocupación esencial para Villanueva, salvo en el Pabellón de Venezuela en la Feria de Montreal de 1967. En ese último caso Villanueva entiende el papel icónico que se aspira tengan estos edificios feriales, efímeros, destinados a llamar la atención. Decide entonces “hablar” mediante la abstracción volumétrica, un recurso que no se encuentra en ninguna de sus demás obras, que desdeñan la concepción de la arquitectura como objeto. Niemeyer sin embargo, particularmente en y después de Brasilia siempre buscó que sus edificios se leyeran como formas puras. Hasta en el caso de un teatro, como en el teatro de Brasilia, edificaciones en las que la complejidad de las relaciones entre sus componentes junto a la diversidad de exigencias de uso hacen difícil la adopción de un envoltorio unitario, lo hizo. Y es ese, por cierto, uno de sus peores edificios.

Esos atributos en cada caso pueden llevarnos a decir que el universo arquitectónico de Niemeyer es captado de modo más inmediato, más decisivo, por la fotografía. Tal vez incluso por una sola. Mientras que se queda corta, requiere de otras, de comentarios, de alguna información escrita adicional, para portar el mensaje de los edificios de Villanueva. Por eso uso el símil de la fotogenia: una cara bonita vista desde muchos ángulos versus una cara interesante favorecida sólo en algunos. Ambas sin duda exigen conocerlas, pero hay una que despierta un atractivo más inmediato. En ambos casos la vivencia de sus arquitecturas es imprescindible, como ya hemos dicho, pero el “gancho” de la imagen fotográfica es mucho más efectivo, más definitivo, en uno de ellos.

En Venezuela en los años cincuenta el gran fotógrafo de arquitectura, en blanco y negro con extraordinarios blancos en las superficies y cielos casi negros, características que se exigían y resaltaban especialmente el valor volumétrico del edificio, era Paolo Gasparini. Muy solicitado por los pocos arquitectos que actuaban aquí para entonces y que publicaban sus obras en la muy bien recordada revista Integral, de impecable calidad, que nos conectaba de modo muy eficiente con el mundo exterior. En cierto modo el conocimiento que se tuvo de lo que aquí se hacía se apoyó en el papel instrumental de la destreza de este fotógrafo.

Y es que la fotografía de arquitectura, de ser un campo que exploraban de modo concienzudo y comprometido los fotógrafos de ese entonces, se ha venido convirtiendo en una especialidad casi de corte excluyente; apoyándose mucho del auge de los medios editoriales. No puede extrañar entonces que en los países donde más se publica hayan surgido los mejores fotógrafos. Y a la inversa, que los mejores fotógrafos sean los que ayudan a fomentar los altos niveles de calidad de las revistas y libros de esos países. Un escenario que ha sido característico de los países centrales porque funciona en forma circular: un factor conduce al otro y viceversa, razón fundamental para que en él la participación de las periferias, de nosotros, sea sólo tangencial.

Pese a las iniciativas que han surgido para remediar esta situación, las arquitecturas de fuera del mundo rico apenas participan del mundo del marketing arquitectónico, y si lo hacen deben jugar con las reglas que allí prevalecen. Una condición que afecta particularmente a la crítica y los críticos: si no surgen los instrumentos que susciten el interés, tampoco habrá “desarrollo” en el sentido que menciono en la nota. Dicho en otras palabras, no habrá deseo de conocer mejor una arquitectura, de recorrerla, de entenderla mejor, si no han aparecido los instrumentos que llamen la atención hacia ella. La crítica entonces se restringirá a lo que conoce de cerca y sólo se ocupará marginalmente de lo distante.

¿Y qué ocurre con los críticos de aquí? Algo que puede explicarse de modo simple: son parte de una situación general de estancamiento que se ha hecho particularmente aguda entre nosotros y ha comenzado a superarse en el resto de América Latina. Aquí se publica mal y de modo esporádico; los intereses comerciales más a la mano no dan el soporte necesario para sostener la selectividad (calidad) en lo que se publica; el sector público se mira el ombligo revolucionario y le basta con ver la arquitectura con lente ideológico; y la arquitectura institucional pública está en manos demasiado limitadas por la estrechez política e intelectual. Lo poco que hay, y lo hay valioso, se resigna a un vivir académico ya de por sí muy disminuido.

Las cosas serán mejores, eso esperamos.

Óscar Tenreiro Degwitz, Arquitecto.
Venezuela, Mayo 2013,
Entre lo Cierto y lo Verdadero

Joaquín Costa, 21 | Antonio Giráldez López

Gimnasio Maravillas por Alejandro de la Sota. Fotografía © Fundación Alejandro de la Sota. Cortesía de CANO Estudio.

Joaquín Costa, 21

«Nos hemos vuelto pobres en las experiencias del umbral. Penetrar en el sueño es quizá la única que hoy queda –mas, con ello, también el despertar–»

Walter Benjamin, Obra de los Pasajes.

«La puerta es la señal física de una singularidad, y como toda señal, debe repercutir en el que la atraviesa y cambiar en algo su percepción, su movimiento o su ritmo de paso. Allí es necesario un especial contorsionismo, ya sea de la mirada, de la musculatura o del espíritu. De lo contrario no se trata ni de un límite ni de una verdadera puerta.»

Santiago de Molina, Puertas y Contorsionismo.

Dice una vieja  historia japonesa que los fantasmas no son capaces de doblar dos esquinas seguidas, que ante tal artefacto no saben reaccionar y desisten de su intento de entrar en los lugares que así disponen sus recorridos. Es por ello, o por cualquier otra razón, que dicha configuración ha sido adoptada en multitud de construcciones niponas. Toda entrada a un recinto requiere de un proceso, de una transición que permita ir dejando tras de sí aquello que sobra, que nos acompaña aunque no se vea, aunque no queramos. La importancia del umbral, de un elemento a caballo entre un territorio y otro, no es el espacio físico que configura sino todos los mecanismos que permitan ir despojándose de los fantasmas de lo que queda detrás y cargándose de todo aquello que está por venir. La importancia está en crear las trampas que permitan atraparlos. Algo de todo esto debió aprender Alejandro de la Sota.

En el número 21 de la calle Joaquín Costa un vacío en la fachada da paso a un espacio desde donde se ve tamizada el exterior a través de una verja de acero. Un muro de ladrillo rugoso, el mismo que uno veía y tocaba antes, continúa aquí, interrumpido por una línea continua de pavés. Al fondo del recinto, donde la luz es menor debido a la reducción de altura del espacio, aparece una nueva puerta de dimensiones más humanas que las que suelen dictar los estándares, de madera y metal, que repite la misma colocación, la misma estrategia. No se sitúa en el eje que marca la direccionalidad del lugar, paralelo a la calle, sino de manera tangencial a él, en un rincón, intentando pasar desapercibida. El ámbito de lo público, de lo infinitamente abierto, se vuelve a reducir por tercera vez al atravesar esta segunda puerta. Uno se encuentra en un lugar mucho más oscuro, donde la luz natural se filtra a través de la franja de vidrio que mencionábamos antes, desmaterializando el encuentro entre pared y techo. Envolviendo el espacio aparece de nuevo el muro rugoso de ladrillo rojo, el mismo que había en la calle, el mismo que nos ha ido acompañando en todo el recorrido. Frente a nosotros (esta vez sí) la última puerta, al otro lado un gimnasio.

Por fin estamos dentro.

Antonio Giráldez López
Arquitecto y vago
Madrid · marzo 2015

Pd:

«El gimnasio de Maravillas tiene ya 22 años. No sé por qué lo hice así pero lo que sí sé es que no me disgusta haberlo hecho. Creo que el no hacer Arquitectura es un camino para hacerla y todos cuantos no la hagamos habremos hecho más por ella que los que, aprendida , la siguen haciendo. Entonces se resolvió un problema y sigue funcionando y me parece que nadie echa en falta la Arquitectura que no tiene.»

Alejandro de la Sota, 1984.

Ray y Wright | Jorge Gorostiza

Nicholas Ray

Raymond Nicholas Kienzie, que siempre será para todos Nicholas Ray, tuvo la gran oportunidad en los primeros años treinta de ser aprendiz de Frank Lloyd Wright en Taliesin durante un año.

Tal como le contó a Kathryn Bigelow en una de sus últimas entrevistas:

«yo estaba estudiando teatro en Nueva York, pero desde que había llegado de Wisconsin solía detenerme en su casa de vez en cuando. Vino a la Universidad de Columbia a dar una conferencia. Fui a oírle y al final lo felicité. Dimos un paseo juntos y me preguntó si me convertiría en uno de su primeros estudiantes y fui allí a hacer teatro».

Charles Bitsch entrevistó a Ray en febrero de 1957 para Cahiers du Cinema y le preguntó cómo empezó a trabajar con Wright:

«La arquitectura es la espina dorsal de todas las artes; ya sabes, si es auténtica arquitectura, engloba cada dominio. La simple palabra arquitectura puede aplicarse tanto a una obra de teatro como a una partitura o a un modo de vida. Frank Lloyd Wright le dio a todos los jóvenes del mundo la oportunidad de encontrarse, de practicar la arquitectura, de vivir una vida en común, y de intercambiar experiencias y puntos de vista. No había muchos estadounidenses entre los treinta y cinco jóvenes que estuvieron al principio con Frank Lloyd Wright, pero había nicaragüenses, japoneses, franceses, daneses, suizos y chinos, algunos eran escultores como Noguchi, músicos como Brooks y otros pintores».

También le preguntó si hay influencia de Wright en la arquitectura de las casas de La casa en la sombra y Johnny Guitar:

«No. Yo diría que la influencia más obvia que Wright tuvo en mí, aparte de una especie de actitud filosófica… no, no una actitud filosófica, sino una cierta manera de mirar a las cosas, es mi gusto por el CinemaScope. Me gusta la línea horizontal y lo horizontal era esencial para Wright. Me gusta mucho el formato del CinemaScope y cuando tengo libertad para usarlo como me place, como en Rebelde sin causa, me da mucha satisfacción hacerlo. Pero en las dos películas que has mencionado, la arquitectura estaba tan determinada por el tiempo y el lugar que no era como la de Frank Lloyd Wright y no debía nada a la influencia que tuvo sobre mí. Usé objetos, como el tronco el árbol para Ida [Lupino], que son, es cierto, el tipo de accesorios que se podían haber encontrado en el estar de una villa de Frank Lloyd Wright, pero en la estructura, en la misma arquitectura, no hay influencias de Frank Lloyd Wright. Sin embargo, en Johnny Guitar… es difícil decirlo, necesité un momento casi arbitrariamente dramático para colocar la blancura del vestido de Vienna sobre las rocas rojas, pero creo que pocas veces puedes determinar la influencia exacta que has recibido, de dónde viene tu gusto por algo, o cómo ese gusto evolucionó».

Nunca se sabe si las influencias mencionadas por los creadores son reales en el momento en el que se está produciendo una obra o se buscan después a través incluso de lo que otros han escrito sobre esa obra. Sin embargo, aquí quedan las opiniones de Ray sobre Wright -hubiera sido interesante saber las de Wright sobre Ray, si es que el arquitecto tenía alguna sobre el cineasta- que, al parecer, no acabaron siendo tan buenos amigos como lo eran al principio.

Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, febrero 2015

Collage Conceptual

Los Encuentros ASA en el MEEYAB se han ido celebrando durante 6 años consecutivos, en este libro hemos podido recopilar textos inéditos del particular punto de vista sobre la sostenibilidad y la arquitectura de César Ruiz-Larrea; Felipe Pich-Aguilera y Teresa Batlle; María Jesús González; Lorenzo Barnó y Agnieszka Stepien (Stepienybarno); José María Echarte Ramos; Izaskun Chinchilla; Francisco Javier Casas y Beatriz Villanueva; Francisco Balbuena; Fernando de Retes; Miguel Ángel Díaz Camacho; Javier García Germán; Dolores Victoria Ruiz Garrido y Juan José Ruiz Martín; y Diego García‐Setién Perol.

“La colección de textos “Collage Conceptual”, sobre arquitectura y sostenibilidad que me encomiendan prologar, testa cuan abierto y germinal es el escenario donde se debate el paradigma de la sostenibilidad. Tan abierto que entiendo que el término sostenible está desbordado, quizás afortunadamente, por la condición ecológica o de las diferentes ecologías concernientes.

Quizás sea ya oportuno retomar la epistemología ecológica, para desatar los cierres con que el léxico de lo sostenible restringe la evolución de los contenidos en un devenir hacia una mayor e inevitable entropía del conocimiento.”

Madrid, febrero de 2014
Andrés Perea

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Centro de transferencia de tecnologías aplicadas (C.T.T.A.) | estudio [ r-arquitectura ]

UNA MÁQUINA ENTRÓPICA.

El edificio C.T.T.A., compromiso entre funcionalismo y sosteniblidad low-cost.

El edificio C.T.T.A. (Centro de Transferencia de Tecnologías Aplicadas) es el resultado de un trabajo desarrollado a lo largo de casi cuatro años en el estudio de arquitectura vallisoletano [r-arquitectura] de Rodrigo Almonacid por encargo del Parque Científico Universidad de Valladolid.

El anteproyecto presentado al concurso de ideas en junio de 2008 resultó galardonado con el primer premio (según el jurado compuesto por Patxi Mangado, Luis Fernández-Galiano y Juan Antonio Cortés, entre otros), con una propuesta titulada “Máquina Entrópica para un Hábitat Sostenible”. Allí ya se formulaba un compromiso estético entre el funcionalismo moderno y la arquitectura bioclimática, con el que se quiere presentar a una arquitectura nacida de la abstracción y limpieza visual pero compatible con una eficacia energética que minimice el impacto de su “huella ecológica”. La formalización final responde al proyecto definitivo redactado en 2010 bajo fuertes restricciones presupuestarias, en la que se alcanzó una relación coste/superficie de 998,91 €/m2, ratio realmente bajo para esta tipología destinada a uso administrativo (oficinas y laboratorios de investigación científica), y siempre observando una reducción de consumos futuros derivados del uso y mantenimiento del edificio.

En términos funcionales, el C.T.T.A. se concibió como un espacio de ocupación rotatoria y flexible que permitiera el encuentro entre investigadores del ámbito universitario y del mundo empresarial. Todo asentamiento sobre este edificio-plataforma debía asumir una condición “nómada”, donde la permanencia de espacios o su anclaje en el tiempo sería imprecisa: la condición de máxima flexibilidad suponía aceptar la posibilidad de cambios en el tiempo de manera natural, como condición primera y sine qua non. El espacio se configuró mediante la superposición de bandejas flotantes donde alojar las áreas de trabajo. Se pretendía conseguir una auténtica “isotropía funcional” gracias a la versatilidad de la espina central de infraestructuras tecnológicas (un patinillo lineal presente en todas las plantas sobre rasante), y a los falsos techos de lamas metálicas abiertas y registrables por módulos, con los que se dota a todos los recintos de trabajo.

Desde el principio, el objetivo fue apostar por una pieza de arquitectura que, pese a su gran volumen y el reducido espacio libre circundante, mostrase con audacia su atrevida ligereza dentro del campus de la Universidad de Valladolid en el que se inscribe. Frente al conjunto de “pesados” edificios vecinos, se optó por el contrapunto, ofreciendo una pieza ligera y delicada. Estéticamente se concibió al edificio como la superposición flotante de un volumen translúcido y luminoso sobre un podium macizo y opaco, de construcción más sólida, que resolvería el contacto con el suelo a nivel de semi-sótano. De este modo, el edificio se tensiona en el áspero contraste entre el orden tectónico y el orden estereotómico. Entre ambos órdenes se inserta horizontalmente una grieta transparente que parece hacer levitar al ligero sobre el pesado, evidenciado aún más si cabe por el deslizamiento horizontal de una pieza respecto a la otra. Dos esbeltas y mudas cajas negras de hormigón vertebran las comunicaciones verticales del edificio, renunciando a referenciar la escala del edificio, oponiendo así su condición enhiesta a la horizontalidad del conjunto.

Esta abstracta disposición volumétrica se hizo compatible con el objetivo de reducir las pérdidas energéticas a través de la envolvente, al crear un volumen de bajo factor de forma. Debido a esta compacidad formal, la climatización del espacio interior se redujo estrictamente a los espacios de trabajo (oficinas, laboratorios, despachos, salas de reuniones), marginando los espacios residuales fuera del volumen principal (garaje, cuartos de instalaciones, escaleras, aseos, almacenes, etc.).

Atendiendo a las ordenanzas del campus, el edificio se orientó longitudinalmente en dirección SE-NO. Se diseñó una envolvente principal completamente translúcida en sus cuatro frentes, una solución abstracta en lo formal e isótropa en lo energético (a modo de “caja isotérmica”, parafraseando a Le Corbusier), que logra una enorme captación de luz natural (minimizando el uso de la iluminación artificial, uno de los consumos energéticos mayores en edificios de oficinas).

Para optimizar el acondicionamiento pasivo arquitectónico, se invirtió el esquema tipológico tradicional al ubicar los pasillos rodeando periféricamente a los recintos de trabajo, con dos únicas crujías estructurales en sentido longitudinal que dejan en voladizo a todo el perímetro de los forjados. Al hacerlo así, estos actúan como protecciones horizontales para el sombreamiento interior de los recintos de trabajo en verano, sin que en invierno impidan las ganancias térmicas y lumínicas debido a la menor inclinación de los rayos solares. Los dos núcleos verticales (con escaleras, ascensor y aseos), actúan como “cuerpos negros” que absorben y retienen el calor en invierno, proporcionan un eficaz sombreamiento de algunas de las zonas más expuestas al sobrecalentamiento en verano, y aumentan la inercia térmica global del edificio.

La decisión de alterar la tipología convencional ha sido, a la postre, una de las más fértiles en todos sus aspectos. Además de lograr una mayor amplitud y luminosidad en los espacios de circulación, se aúnan espacial, formal y térmicamente las tres plantas de oficinas, y se uniformiza visualmente el cuerpo translúcido desde el exterior. Esto ha convertido a los pasillos periféricos en un espacio intermedio, una “doble piel habitable” configurada como franja periférica continua, y confinada entre la “piel exterior” de paneles de policarbonato celular machihembrados de última generación (U=1,00 W/m2.K) y la “piel interior” de mamparas de vidrio y madera de haya vaporizada.

La condición translúcida de la piel exterior asegura una alta aportación de luz natural y filtra gran parte de las radiaciones infrarrojas sin acudir a sistemas complejos de protección solar. Por otro lado, la piel interior de las mamparas, acristaladas de suelo a techo, asegura un aprovechamiento máximo de la iluminación natural indirecta en los recintos de trabajo. El vidrio en los pasillos es doble, con capa de baja emisividad y butiral de seguridad con atenuación acústica, aumentando el rendimiento de la calefacción invernal en el interior de los locales y  ofreciendo un aspecto cambiante en el interior que aúna intimidad y transparencia en las oficinas.

Esta estrategia consigue así un abrigo de aire y luz entre dos pieles, un auténtico “amortiguador bioclimático” entre las condiciones exteriores e interiores, que optimiza las soluciones arquitectónicas pasivas y reduce consumos por acondicionamiento activo del interior. El “efecto invernadero” generado periféricamente permitirá reducir notablemente el consumo de la calefacción en los meses de frío extremo, llegando a prescindir de ella en los meses de temperaturas intermedias (primavera/otoño). Y en verano, la porosidad de la piel exterior permitirá un enfriamiento gratuito en horario nocturno gracias a las franjas de ventanas practicables.

Mediante la instalación de un sistema de control domótico centralizado, se optimiza el uso de las instalaciones para lograr un ajuste más aproximado a la demanda existente en cada momento, logrando obtener de ellas la máxima eficacia para reducir los consumos. Este sistema controla el funcionamiento de las instalaciones térmicas (sistema de recuperación entálpica en los equipos de ventilación mecánica, variadores de frecuencia en las bombas de circulación, etc.), de la iluminación artificial (con sistemas de regulación y control, así como detección de presencia), e incluso la apertura motorizada de las ventanas de lamas de vidrio insertadas en las fachadas, atendiendo a una serie de sondas exteriores e interiores distribuidas por el edificio.

Obra: Centro de transferencia de tecnologías aplicadas (C.T.T.A.)
Emplazamiento: Campus universitario “Miguel Delibes”, Paseo de Belén s/n, Valladolid, España
Autor: estudio [r-arquitectura] (Rodrigo Almonacid Canseco, arquitecto proyectista y director de obra)
Promotor: PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID
Constructor: DRAGADOS S.A.
Colaboradores: CYA PROYECTOS (instalaciones y eficiencia energética), PEJARBO S.L. (estructuras), BENITO GARCÍA P. (dirección de ejecución de la obra y coordinador de seguridad y salud), RAQUEL CABRERO O. (delineación y maquetas), Lluís Casals (fotógrafo).
Presupuesto: 5.480.743,70 €
Superficie total construida: 5.486,70 m2
Proyecto Básico y de Ejecución: agosto 2010.
Fin de obra: enero 2012
Plazo de obra: 14 meses (diciembre 2010 – enero 2012).
+ rarquitectura.wordpress.com

Reconocimientos
Anteproyecto: 1er. Premio concurso de ideas 2008 convocado por la Universidad de Valladolid y el Colegio Oficial de Arquitectos de Valladolid. Jurado: Patxi Mangado, Juan Antonio Cortés, Luis Fernández-Galiano.

REhabitando – una utopía HOMOCRISIS

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Asociación Sostenibilidad y Arquitectura (ASA), en su deseo de contribuir en la aplicación de la sostenibilidad, la eficiencia energética y trabajo multidisciplinar en la edificación, convoca el concurso “REhabitando – una utopía HOMOCRISIS”.

El concurso pretende animar a la investigación en rehabilitación arquitectónica y energética y está destinado a equipos pluridisciplinares de trabajo, integrados por jóvenes profesionales o estudiantes de arquitectura e ingeniería entre otros.

El premio se entregará en forma de becas remuneradas de colaboración en empresas, para emprendedores o formación. De esta forma se pretende incentivar el acceso al mundo laboral de jóvenes arquitectos e ingenieros o mejorar su posicionamiento en el mismo.

Más información en:

· Las bases del concurso.
· Planos y foto aérea.
· Imagenes del edificio.

Del tiempo y el espacio en la Sociedad Red | Marc Chalamanch

Fotografía: Marc Chalamanch, Barcelona, 2010

Paulatinamente nos convertimos en nómadas sin un espacio propio ni definido. Estamos obligados a vivir en un tiempo que no controlamos y que oscila entre diferentes mundos que tenemos que lograr interpretar para gestionar los compromisos a los que nos obliga. Vivimos inmersos en universos diferentes que se superponen e interactúan formando un gran mosaico en movimiento perpetuo dentro de un mundo global. Nos encontramos en un entorno de cambio permanente y de futuro indescifrable en el que se está construyendo un mundo formado por redes globales sustentadas por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que se convierten en el eje sobre el que gira un nuevo paradigma informacional, y del que somos partícipes desde la vivencia de una realidad digital tan real como la física. Dicho conjunto de realidades es capaz de impulsar el desarrollo de un nuevo orden informacional que nos permitirá, si queremos, ser actores activos de los cambios paradigmáticos que vivimos. El informacionalismo está estructurando nuestra sociedad de forma permanente y ubicua a través de tecnologías de código abierto, sometidas a un nuevo neodarwinismo ahora informacional, que modifica la noción que tenemos de espacio y tiempo, y donde la materialidad de la sociedad industrial se está transformando para convertirse en una digitalización que no entiende de límites.

A partir de aquí empezamos a explicar nuestro posicionamiento como arquitectos y urbanistas. Una posición que, a imagen de la sociedad en la que vivimos, viene marcada por la gestión de un entorno informacional cada vez más complejo y sumido en una continua y rápida transformación. Una transformación sin un rumbo predecible que afecta a todos los ámbitos de nuestro trabajo, y nos obliga a posicionarnos delante de una sociedad en perpetuo cuestionamiento. Este cambio estructural, consecuencia de la Sociedad Red, ha llevado a redefinir dos de las bases de nuestra existencia, el espacio y el tiempo. Como consecuencia, estamos obligados a dar respuesta a los dos pilares sobre los que se estructura nuestra sociedad, un nuevo concepto de espacio, el espacio flujo, y otro de tiempo, el tiempo atemporal, que inevitablemente coexistirán con los anteriores. Nuevos conceptos de espacio y tiempo que son producto de una transformación histórica, donde la tecnología marca la promesa de un nuevo devenir.

Tenemos que entender, como arquitectos, que el espacio ya no se organiza solamente alrededor de la idea de progreso o está destinado al desarrollo de las fuerzas productivas, como ocurría hasta ahora en la sociedad industrial. En la actualidad aparece el concepto de espacio de los flujos como la herramienta para dar forma material y soporte a procesos y funciones constituidos por nodos y redes que surgen de la Sociedad Red. Es el espacio que se construye alrededor de los flujos: de capital, de información, de tecnología, de interacción organizativa, de imágenes, sonidos y símbolos, pero también de personas e ideas. Flujos que se componen de múltiples y simultáneas secuencias de intercambio e interacción entre los diferentes actores sociales en todos los ámbitos de nuestra sociedad (políticos, económicos y simbólicos), es decir, la Sociedad Red se ha convertido realmente en una procesadora de flujos. A partir de aquí nos encontramos con la consecuencia de que los lugares, basados en la contigüidad y la práctica, el significado, la función y la localidad, ya no forman parte de espacios únicos, sino que adquieren un papel nodal entre múltiples espacios fragmentados y, en muchas ocasiones, desconectados. Como plantea Manuel Castells, estamos frente a «una nueva forma espacial característica de las prácticas sociales que dominan y conforman la Sociedad Red: el espacio de los flujos. El espacio de los flujos es la organización material de las prácticas sociales en tiempo compartido que funcionan a través de los flujos»1.

Paralelo a estos planteamientos, tenemos que gestionar una nueva noción de tiempo, un tiempo atemporal que queda, por primera vez, separado de la idea de lugar. Este tiempo deja de estar subordinado al espacio para dar lugar a una secuencia de acontecimientos desordenados y simultáneos. Se vuelve creación de y sobre lo imprevisible, e igual que se adapta a la aleatoriedad también tiene la facultad de reelaborarse. Un nuevo tiempo que ya no viene regulado por los ritmos biológicos ni por la esclavitud del reloj como en la sociedad industrial, sino que parece buscar la negación de la secuenciación para definir su propia existencia. Un tiempo que aparece comprimiendo y difuminando las secuencias de nuestras prácticas sociales, incluyendo las nociones de pasado, presente y futuro. Un tiempo atemporal que no es un tiempo único, sino que viene a sumarse a los anteriores, al tiempo biológico, al tiempo burocrático, al tiempo industrial y dando origen a un tiempo que se convertirá en el activador de otros nuevos tiempos, como el tiempo glacial2. Nos encontramos dentro de un collage de tiempos múltiples que existen simultáneamente, a modo de una hipercronía que comparte una misma temporalidad en diferentes tiempos.

El lugar y el tiempo ya no son una misma unidad de construcción social, sino que están redefinidos por la aparición de la Sociedad Red, y este hecho cambia radicalmente la manera de afrontar la arquitectura y la reflexión sobre la ciudad y el desarrollo territorial. El lugar y el tiempo se han convertido en la máxima expresión de los cambios de las estructuras sociales y culturales de la Sociedad Red, que constituyen cambios que son articulados alrededor del paradigma Informacional.

En todo caso no podemos más que reconocer, como plantea Luis Mansilla3 «sospecho que el espacio, en realidad, no forma parte de nuestras preocupaciones, sólo el tiempo, que se derrama y escapa entre los dedos cuando intentamos atraparlo» y que en definitiva no tenemos nada salvo nuestro tiempo, porque es el tiempo el que se manifiesta en el espacio y el que acaba creando los lugares. Lugares que ahora se están empezando a desmaterializar convirtiéndose en sinapsis invisibles donde a los arquitectos solo nos queda la capacidad de generar temporalidades capaces de ser reconocidas en el espacio. Dichas temporalidades se transforman en un mundo en constante movimiento y donde el tiempo es quien nos permite percibir el lugar, es el que lo crea.

Marc Chalamanch · Arquitecto
Barcelona. Enero 2015

Notas:
1 CASTELLS, Manuel (2005) «La era de la información» Tomo 1,  pág 451.
2 CASTELLS, Manuel (2011) “Informacionalismo, redes y sociedad red: una propuesta teórica”, libro “La sociedad red: una visión global” pág. 67.
El tiempo biológico, característico de la mayoría de la existencia humana y todavía del grueso de la existencia humana), está definido por la secuencia programada de los ciclos vitales de la naturaleza.
El tiempo burocrático, es el tiempo biológico modelado por a lo largo de la historia, es decir, la organización del tiempo, en instituciones y en la vida cotidiana, en función de los códigos de los aparatos ideológico-militares que funcionan sobre los ritmos del tiempo biológico.
El tiempo industrial, con la paulatina imposición del tiempo de reloj en la era industrial se llega a constituir la medida y la organización de una secuenciación suficientemente precisa como para asignar tareas y orden a cada momento de la vida, comenzando por la estandarización del tiempo industrial y el cálculo del horizonte temporal de las transacciones financieras, dos componentes fundamentales del capitalismo que no podrían funcionar sin un tiempo reglado por el reloj.
El tiempo glacial, es el tiempo propuesto  por movimientos ecologistas, vivir el tiempo con una perspectiva cosmológica de longue durée, contemplando nuestras vidas como parte de la evolución de nuestra especie, y sintiéndonos solidarios con las futuras generaciones, y con nuestra herencia cosmológica. Concepto desarrollado por Scott Lash y John Urry en el libro «Economies of signs and space» 1994.
3 TUÑON, Emilio (2012) «el tiempo que se escapa entre los dedos», Circo, 2012, 176. La libertad de los fragmentos. Cita de Luis Mansilla

Modelos | Antonio S. Río Vázquez

Auditorio en la nueva fábrica de Sargadelos | Archivo de Xosé Díaz

«El Laboratorio registra un extenso número de intentos y teorías que van desde las de Ruskin y Morris, a los racionalistas, constructivistas y productivistas rusos con su Vchutemas, y otros laboratorios, hasta las últimas experiencias de Bill, Maldonado, etc., pasando por el ejemplo más conocido en occidente del Bauhaus».

Fragmento del manifiesto del Laboratorio de Formas

Actualmente se expone en la galería José de la Mano de Madrid la muestra Monika Buch. Una española en la HfG de Ulm (1956-1958), un recorrido por los trabajos académicos de la única persona de nacionalidad española que realizó sus estudios en la célebre escuela alemana, dos años después de su fundación en 1953.

Como se recuerda en el catálogo de la exposición,

«El programa de estudios de la HfG —Hochschule für Gestaltung / HfG Ulm— comienza con un curso básico, Grundkurs, común para todos los alumnos, cuyo principal objetivo es la iniciación visual. Éste es posiblemente el cambio más significativo respecto a cualquier modelo precedente: se abandonan posiciones subjetivo-expresionistas (Itten, Klee, Kandinsky) o experimentos formalistas (Moholy-Nagy) a favor del estudio de la percepción y las leyes que la rigen».

Hace poco tiempo, otra exposición itinerante, llamada Modelos de Ulm 1953-1968. El diseño de la nueva Alemania, conmemoraba los cincuenta años de la fundación de la escuela, pionera en la enseñanza, la investigación y el desarrollo proyectual en todas las escalas del diseño: desde el tratamiento de la información gráfica a la arquitectura.

Entre otras sedes, los Modelos de Ulm se expusieron en las antiguas fábricas de Sargadelos (Cervo, Lugo). Allí pudimos observar el trabajo de ilustres profesores como Otl Aicher, Tomás Maldonado o Max Bill, y la herencia que recibieron, de una manera tan directa como crítica, desde la Bauhaus, de dónde también procedían algunos de los docentes, como Josef Albers, Johannes Itten, Walter Peterhans o el propio Max Bill, autor también de los edificios de la nueva escuela.

Resultaba simbólico disfrutar de esta exposición en un marco tan significativo como la antigua fábrica de Sargadelos, en el mismo lugar dónde durante los siglos XIX y XX se produjeron dos de los momentos más importantes en la historia del diseño industrial en Galicia: Inicialmente, el espíritu ilustrado de Antonio Raimundo Ibáñez logró, con su empresa de loza, satisfacer una necesidad de mercado vinculándola a los recursos propios de la zona, contando con la primera siderurgia integral de la península y convirtiéndose en una manufactura cerámica pionera al introducir en España los sistemas mecánicos de producción.

Después, en el año 1968, y como parte de un amplio proyecto iniciado con anterioridad en el exilio argentino de la mano de Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane López, se restaura la actividad industrial en Sargadelos. Ese gran propósito, bajo el acertado nombre de «Laboratorio de Formas» incorporaba investigación, creación, debate, divulgación… desde el diseño editorial hasta la arquitectura de los nuevos centros de producción, ideas introducidas en un manifiesto fundacional que, además de sus intenciones, dejaba constancia de sus influencias y precedentes. Al igual que la  HfG de Ulm, el Laboratorio de Formas generó un modelo propio, que serviría para conducir a Galicia hacia la modernidad recuperando la industria desarrollada previamente en Sargadelos por Raimundo Ibáñez, quién dejó escrito:

«La población es la que constituye la riqueza y la fuerza de los Estados. No puede sostener el progresar sino por medio de la industria, fábricas, comercio y navegación, cuyos ramos son el poderoso agente de la industria, que es la primera, la más esencial e indispensable de las artes».

Antonio S. Río Vázquez . Doctor arquitecto
A Coruña. marzo 2015

Como tizón quemado. Christian García Bello

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Como tizón quemado es una agilización del proceso creativo de Christian García Bello (A Coruña, 1986) hacia la rotundidad contenida del gesto, y hacia la severidad a ultranza de un carácter en evasión concreta y ciertamente radical. Esta evasión es fidelidad hacia uno mismo, hallazgo de lo temporal que tiende y se estratifica hacia lo superior; y es atributo de la individualidad trascendente que, además de la integridad que se le exige, es también producto de la inflexión de la reflexión y su conversión en objeto: la materialidad tridimensional, no equívoca y, menos aun, derivativa y desinencial, en la cual refugiarse, hallarse,  y refundarse. La complexión no banal de la instalación site-specific establece una unidad lógica con el espacio (vacío, luz y ciertas perspectivas aparentes) que particulariza el medio envolvente, y lo torsiona en una sucesión de tensiones verticales y horizontales reivindicativas de una geometría pura y razonada. Y la utilización de la madera, del grafito, de la cuerda, texturiza esa armazón primaria, insistente y focal, afirmación de lo inviolable del hombre y de su unicidad sustantiva.

«Mi individual Como tizón quemado, comisariada por Alberto Carton, permanecerá expuesta en el CGAC hasta el 14 de junio. En ella presento una serie de piezas inéditas y específicas para el espacio que caminan entre la escultura y la instalación y que son fruto de un largo trabajo de taller y en paralelo al proyecto Finisterre/Land’s End becado por el Injuve en su convocatoria de 2013. En ellas continúo mi exploración sobre los ejes de mi trabajo: el individuo ante el paisaje y su propia existencia. Para ello me valgo de materiales ya habituales en mi trabajo de los últimos años como son la madera (tratada con pigmentos minerales como el carbón o el grafito), el metal, la cuerda y el sayal de lana.»

Vista de la exposición | Fotografía: Manuel G. Vicente

En palabras de Alberto Carton:

«Como tizón quemado es una agilización del proceso creativo de Christian García Bello (A Coruña, 1986) hacia la rotundidad contenida del gesto, y hacia la severidad a ultranza de un carácter en evasión concreta y ciertamente radical. Esta evasión es fidelidad hacia uno mismo, hallazgo de lo temporal que tiende y se estratifica hacia lo superior; y es atributo de la individualidad trascendente que, además de la integridad que se le exige, es también producto de la inflexión de la reflexión y su conversión en objeto: la materialidad tridimensional, no equívoca y, menos aun, derivativa y desinencial, en la cual refugiarse, hallarse,  y refundarse. La complexión no banal de la instalación site-specific establece una unidad lógica con el espacio (vacío, luz y ciertas perspectivas aparentes) que particulariza el medio envolvente, y lo torsiona en una sucesión de tensiones verticales y horizontales reivindicativas de una geometría pura y razonada. Y la utilización de la madera, del grafito, de la cuerda, texturiza esa armazón primaria, insistente y focal, afirmación de lo inviolable del hombre y de su unicidad sustantiva.»

Como tizón quemado
Artista: Christian García Bello
Comisario/a: Alberto Carton
6 marzo – 14 junio 2015
CGAC
Rúa Valle Inclán, 2, 15703 Santiago de Compostela, España

Centro para el servicio de distribución de alimentos Camp Clar | NUA Arquitectures

El barrio de Camp Clar, creado a principios de 1960 para alojar a los trabajadores de las empresas petroquímicas que aparecieron durante la industrialización de la ciudad, forma parte de esta familia de polígonos de rápida construcción que funcionan normalmente vinculados a las ciudades pero mantienen a la vez su propia autonomía y adoptan una morfología urbana clásica basada en la disposición orientada de grandes bloques aislados con plantas bajas libres y espacio público a su alrededor.

Con el paso de los años, Camp Clar ha ido acogiendo a las sucesivas llegadas de inmigrantes a la ciudad gracias a unos alquileres muy asequibles.

El nuevo centro de distribución de alimentos para Cáritas se sitúa en un terreno adyacente a la iglesia del barrio, y fue diseñado para dar respuesta a tres exigencias básicas: seguridad, un plazo de ejecución muy corto, y unos recursos económicos muy limitados.

De esta manera, el proyecto fue diseñado y construido en tres meses, contando con la colaboración de 120 voluntarios para realizar los acabados en una sola mañana.

El centro se organiza en tres espacios: una zona de almacén vinculada al acceso rodado, una franja de servicio que actúa como filtro, y un espacio de distribución vinculado al acceso peatonal desde la plaza de la iglesia. En este último espacio los usuarios, que disponen de unos puntos según su situación económica y personal, realizan un recorrido dónde eligen los alimentos que más necesitan.

El edificio se concibió con una doble lógica industrial-artesanal que persiste en el lugar (industria – escala de barrio). El sistema estructural y los cerramientos laterales se realizaron mediante elementos prefabricados metálicos para disminuir el tiempo de ejecución, y las fachadas frontales se realizaron con una piel cerámica contextualizada material y geométricamente con el barrio.

La naturaleza compacta y hermética del centro responde a requerimientos climáticos y de seguridad, pero cuando se realiza el servicio, el centro se abre a los usuarios permitiendo la iluminación natural de un interior optimista.

Obra: Centro para el servicio de distribución de alimentos. SDA
Autor: NUA Arquitectures (María Rius, Arnau Tiñena, Ferrán Tiñena. )
Construcción: Construccions JMC.
Localización: Camp Clar,Tarragona, Cataluña, España.
Superficie construida: 82,50m²
Año: 2014.
Fotografias: Pixelmoreno.
+ nuaarquitectures.com

Workshop internacional con João Nunes

Este Workshop que organiza la Escuela Gallega del Paisaje en la Fundación Juana de Vega, está dirigido a titulados universitarios de grado superior o medio que desarrollan su actividad en proyectos de arquitectura, jardinería o paisajismo, así como a estudiantes de enseñanzas técnicas o con vocación de especializarse dentro del campo del paisaje.

João Nunes es socio Fundador y Presidente de PROAP, Estudio de Arquitectura del Paisaje conformado por un amplio equipo multidisciplinar de profesionales, con una reconocida experiencia en el ámbito del paisaje, en su acepción más amplia.

Como Director Internacional es responsable de la dirección estratégica, ejecutiva y táctica de las tres oficinas internacionales: Lisboa (Portugal), Luanda (Angola) y Treviso (Italia). Desarrolla el diseño conceptual y creativo de PROAP y define la orientación estratégica de los procesos de investigación.

Imparte clases en el Institito Superior de Agronomía de Lisboa desde 1991. Actualmente también imparte clases en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia, Universidad Politécnica de Milán, Universidad Politécnica de Turín, Facultad de Arquitectura Ludovico Quaroni de la Universidad de Roma «La Sapienza», Facultad de Arquitectura de Alghero y en la Accademia di Architettura de Mendrisio.

Objetivos

Desde una perspectiva integradora de las múltiples funciones del paisaje, entender el papel que juegan los ecosistemas litorales dentro de su ámbito territorial.

Conjugar la multifuncionalidad del territorio a partir de la producción agrícola; la protección del medio natural; y las componentes estética, ecológica y ambiental en el marco de interacción hombre-territorio.

Programa

Preinscripción

Para formalizar la matrícula, las personas que estén interesadas deben cubrir el formulario de matrícula, acompañado de un currículum vitae con una extensión máxima de un folio. Tanto el formulario como el currículum deben ser remitidos a la Escola Galega da Paisaxe antes del 7 de abril.

Nuevas Fechas de inscripción y de matrícula del Workshop al 12 y al 17 de abril, respectivamente.

Selección de alumnos

De las solicitudes de matrícula formalizadas, se seleccionarán un máximo de 25 participantes. Para hacer la selección se valorará la adecuación del perfil académico y/o profesional de los solicitantes a la actividad a desarrollar en el Workshop.

Matrícula
El importe de la matrícula es de 200,00 Euros.
Incluye: material docente, desplazamiento la Fundación al ámbito de actuación, el coffee break y el almuerzo.

Más información:
+ escolagalegadapaisaxe.com
+ Facebook: Fundacion Juana de Vega

El dibujo del mundo

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Dispuestos unos detrás de otros, los dibujos de Sverre Fehn conforman un alfabeto de signos, una procesión de glifos que relacionan conceptos construyendo una fábula. No se contentan con iluminar una idea, se empeñan en transportarnos a un tiempo y a un espacio donde los objetos y los hombres representados entran en acción.

Sus croquis se encuentran en el ámbito de transición milenario entre el símbolo y la escritura, quizás por ello conservan una fuerza primitiva y esencial al tiempo que poseen la capacidad de narrar historias profundas. Será por eso que son dibujos para ser leídos.

 + info

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (V) | Antón Capitel

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (IV) | Antón Capitel

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (V) | Antón Capitel
Palacio Municipal de Congresos, de Moreno Mansilla y Tuñón

Un nuevo edificio de Palacio Municipal de Congresos, contiguo a las “cuatro torres”, fue convocado por un concurso, con un jurado que también prefiero no recordar, y que le dio el premio al proyecto de Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, proyectistas que normalmente tienen resultados muy convincentes,  que quien escribe suele admirar y que antes elogió.

Pero no puedo pensar, en este caso, que un disco puesto de pie, una suerte de gran rueda, por mucho que aspire y hasta logre representar al sol, pueda llegar a ser un buen edificio. Me parece que todas las cosas, incluso el formalismo contemporáneo, y hasta el sentido del humor, tienen su límite, y creo que este es uno de ellos.

Cierto es, lo sé, que un redondel gana algo de racionalidad, en alguno de sus aspectos, si se pone de pie, ya que sus estratos horizontales –sus plantas- no quedan afectados por las rigideces de la forma redonda. De todos modos, la traidora geometría circular también te vence en este caso, pues te va obligando a que las plataformas horizontales tengan el tamaño irracional que el círculo dicta.

¿Se veían tan seguros los autores de lograr algo enormemente cualificado?

Pues sólo esto podría perdonar un formalismo tan exacerbado. Ya que el formalismo sólo alcanza sentido, verdaderamente, si consigue ser olvidado; esto es, si consigue que, finalmente, la forma parezca un resultado y no un punto de partida. Muy difícil hubiera sido, en este caso.

No obstante, esta promoción ha sido llevada también por el viento de la recesión. No sabemos si volverá al compás de nuevos tiempos más felices, si es que éstos llegan a aparecer.

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (V) | Antón Capitel. Centro cultural Caixa Forum, de Herzog y De Meuron
Centro cultural Caixa Forum, de Herzog y De Meuron

En uno de los últimos números de la revista “Arquitectura”, que dirigía, quien escribe dedicó un artículo crítico al edificio del “Caixa Forum”, de los arquitectos suizos Herzog y De Meuron. Quien esté más interesado puede buscarlo allí, pues aquí se hará algo más resumido.

Y distinto. Me parece importante tratar aquí el hecho de la falsa conservación de un edificio patrimonial, asunto que está en la base misma de esta actuación. No sé si los restos del viejo caserón que en su día fue una central eléctrica merecía o no ser un edificio protegido. Pero, si era así –al menos, por hipótesis-, debería de haberse conservado. Y, si no, resulta algo superfluo que se haya utilizado como un pretexto proyectual, más o menos conceptualista. La central eléctrica ya no existe, se ha convertido en un lacerado cadáver, por lo que la conservación patrimonial ha sido defraudada.

¿No hubiera sido mejor que se hubiera permitido hacerla desaparecer, y que así el nuevo proyecto hubiera sido intelectualmente más honrado al haber tenido que buscar su inspiración en otro asunto más razonable y atractivo?

Porque utilizar la cáscara de la vieja central para representar el milagro de cortarla por su base y de dejarla suspendida en el aire como un tema formal pretendidamente insólito, permítanme decir que no es otra cosa que un chiste malo. Es un chiste casi tan malo como el de la plaza de Castilla, con las torres que se caen y que no acaban de caerse, y que, como tal chiste, se convierte en repugnante cuando dura, y dura, y sigue durando. Pues la arquitectura tiene esa característica bien conocida de su absoluta terquedad, de que no cambia nunca, por lo que sus temas formales necesitan aguantar bien el paso de un tiempo cruelmente invariable.

No creo que, tampoco, el edificio del Caixa Forum haya vencido el problema primario de composición que los arquitectos mismos se plantearon al hacer crecer el volumen hacia arriba. Creo que han fracasado en este tema tan claro sencillamente por completo, y que el resultado sólo puede satisfacer a los aficionados más viciosos a un “collage” moderno-antiguo, ya bastante pasado de moda.

 Por otro lado, y para acabar, me parece bastante decepcionante el detalle muy importante de que, al llegar a la cafetería, en el piso alto, las planchas de acero cortén se agujerean para dar algo de luz y de vista, pero no se retiran lo suficiente para ofrecer la espléndida vista que se podría tener sobre el Jardín Botánico y el sector Este de la ciudad, y que haya de verse esto tan sólo mirando por un agujerito. Creo que el formalismo brilla así, en este edificio, mucho más que la calidad, y que para esto no hacía falta traerse a personalidades extranjeras supuestamente brillantes. Y, por cierto, sin concurso.

Ha sido este tema una gran decepción.

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (V) | Antón Capitel. Nueva trasera del Museo del Prado, de Rafael Moneo
Nueva trasera del Museo del Prado, de Rafael Moneo

Las otras rehabilitaciones han sido mucho más importantes y, por fortuna, y a juicio de quien escribe, mucho más cualificadas.

La primera es la ampliación del Museo del Prado, de Rafael Moneo, después de un concurso de ideas con programa libre y de otro restringido a los seleccionados en aquél y con un programa muy estrictamente condicionado.

La ampliación ha resuelto las carencias funcionales que en el Museo eran endémicas (falta de salón de Actos, de salas de exposiciones, confusión en los accesos, falta de servicios varios,..), logrando ordenar muy adecuadamente un espacio disponible bastante limitado, de una parte, y saneando de una manera muy satisfactoria los espacios urbanos de la trasera del edificio, de otra.

Quien haga memoria recordará que el edificio de Villanueva, traicionado en su revolucionaria tipología por las retrógradas reformas de Arbós, primero, y de Chueca y Lorente después, que tergiversaron su disposición originaria exenta y sin patios, presentaba una trasera muy desafortunada, y en la que los nuevos volúmenes que lo habían empeorado fingían figurativamente que eran originales, como si el tiempo no hubiera transcurrido y la ignorancia hubiera sido inocua. El edificio se resentía de un encuentro con el terreno que continuaba indeciso entre la horizontalidad y la condición inclinada, y que para resolverlo había ido convirtiendo su trasera en una suerte de gigante “patio inglés”.

Nada que ver con el orden urbano, la limpieza espacial y volumétrica y la adecuación que hoy vemos. El “jardín de los arrayanes” de la cubierta ha domesticado la superficie semi-subterránea de la ampliación, que entesta adecuadamente con las fachadas espurias, y que libera mediante un patio el ábside vilanoviano, que había sido tan disminuido y puesto en duda por aquéllas. La peatonalización de la calle Ruiz de Alarcón ha quedado valorada con la convincente unión entre el volumen nuevo en torno al claustro y la Iglesia de los Jerónimos, y todo este sector urbano brilla hoy con un orden que ha desterrado la vieja inadecuación y el tradicional abandono que antes le era propio.

Ha habido muchos que criticaron aspectos figurativos tanto exteriores como internos, y acaso sea cierto que haya en la ampliación cuestiones visuales no del todo logradas, o convincentes, no sé.  No me parecen importantes al lado del orden y de la adecuación que hoy todo respira, y que han logrado hacer del Museo del Prado una institución física y arquitectónicamente a la altura de la colección de pintura más importante del mundo.

Creo que Madrid está en este caso de enhorabuena.

(continuará…)

La arquitectura pública en Madrid y en el inicio del siglo XXI (VI) | Antón Capitel

Antonio González-Capitel Martínez · Doctor arquitecto · catedrático en ETSAM
Madrid · marzo 2013

 

El espacio de la ausencia | Marcelo Gardinetti

Jewish Museum Berlin de Daniel Libeskind ©SDL

La posición crítica que adoptaron algunos arquitectos en las últimas décadas del siglo XX para combatir el carácter historicista de la arquitectura posmoderna, fue sustentada por un razonamiento teórico complejo que se asistía de conceptos multidisciplinares surgidos del posestructuralismo, principalmente de los textos de Jacques Derrida.

Estas reflexiones arquitectónicas indagan la definición del espacio físico mediante un proceso que analiza las diferencias entre significado y significante, pero además examina desde un punto de vista singular las ausencias de las estructuras presentes y los rastros presentes de las ausencias.

El Jewish Museum Berlin de Daniel Libeskind es uno de los ejemplos más representativos de este proceso de pensamiento. Para Libeskind, la arquitectura es un arte comunicativo, un proceso narrativo que media con la producción material, y en este caso queda establecida mediante un intricado lenguaje formal.

Tanto en la envolvente como en su interior se esparcen indicios que revelan la importancia de la comunidad judía en la historia de Berlín y fundamentalmente el horror del holocausto que la erradicó. El trazo distintivo resulta un espacio mudo, tensionado y monumental que hiende su presencia en el espíritu del museo y lo atraviesa en toda su longitud.

Jewish Museum Berlin de Daniel Libeskind ©BitterBredt

Haciendo referencia a la representación de Libeskind, Eisenman señala la importancia del índice, remitiendo a los textos de Rosalin Krauss:

“la idea de un lenguaje arquitectónico se vuelve problemática cuando asume que cualquier contexto histórico es una entidad estable. Puesto que se supone que la representación arquitectónica constituye una relación estable entre un signo y su objeto, la idea del índice en arquitectura intenta minar la idea de que su lenguaje es una presencia física decidible con una relación univoca con un significado. Krauss ha sugerido que la importancia del índice contrarresta la presencia abrumadora de un objeto, en sentido de que se trata de un rastro de otro objeto, y no un signo o una representación de la cosa en sí. Así, en arquitectura un índice trata de negar la presencia pura mediante la representación de un estado de ausencia en la presencia.” 1

El proyecto del Jewish Museum Berlin traza dos líneas de organización y relación: una línea recta que se rompe en numerosos fragmentos y una zigzagueante que puede continuar indefinidamente. Ambas se muestran como elementos que se separan y desligan entre sí, construyendo el espacio vacío y discontinuo que atraviesa el museo.

Para dar entidad a este proceso, el diseño reconoce varios aspectos estructurantes. El primero resulta al determinar que los vestigios físicos no son la única pauta a seguir en el desarrollo del proyecto. Libeskind construye una “matriz irracional” mediante un sistema de triángulos entrelazados que hacen referencia a una estrella comprimida y distorsionada. Entendiendo que ciertos escritores, compositores, artistas y poetas actuaban como nexo entre la tradición judía y la historia alemana, trazó sobre el plano de la ciudad líneas vinculantes entre los sitios donde vivieron diferentes personalidades, generando una “singular constelación de la historia urbana y cultural de la historia universal”.

Jewish Museum Berlin de Daniel Libeskind ©Torsten Seidel

Otros aspectos referenciales se basan en la obra inconclusa de Arnold Schönberg, Moisés y Aarón, que esboza la relación entre la verdad revelada y la verdad transmitida oralmente, y en la obra de Walter Benjamin “One Way Street”, representada a lo largo del zigzag.

El museo convive con un antiguo edificio barroco donde se encuentra el acceso a la nueva estructura. Una escalera conduce hacia un vacío creado debajo de los cimientos que permite encontrar sus tres rutas axiales. La más extensa conduce a una escalera denominada de la continuidad, que asciende atravesando los espacios de exposición hasta alcanzar el punto más alto del edificio. Este espacio simboliza la continuidad de la historia.

Un segundo eje conduce a un jardín sin salida donde se encuentra un cubo conformado por siete columnas de cada lado y un piso inclinado que hace tortuoso transitar el espacio, una sutil representación del exilio como una prisión sin puertas.

El tercero se compone de un área de exhibición que sólo muestra en uno de sus lados una pequeña puerta de color negro. Esa puerta conduce a una habitación oscura de 24 metros de altura, apenas iluminada por una rendija de luz que se filtra desde el exterior, denominada torre del holocausto.

Jewish Museum Berlin de Daniel Libeskind ©Guenter Schneider

El vacío que cruza en línea recta toda la longitud del zigzag está atravesado en el segundo y tercer nivel por pequeños puentes que conectan diferentes salas. El recorrido presenta una serie de espacios a los que no se puede acceder, representación espacial que acentúa indicios y ausencias.

Por fuera, el nuevo museo iguala la altura del edificio existente, manteniendo los árboles existentes en el sitio mediante hábiles estrategias de diseño. La fachada está recubierta de acero y su color varía por efectos de la oxidación. Cada abertura realizada en la piel responde a la matriz lineal que vincula las direcciones de personalidades judías.

Libeskind compone un alfabeto tridimensional para recordar a la comunidad ausente, mediante una secuencia que recorre los rasgos de la tradición, el dolor del exilio y el terror del holocausto. Las rajas externas que surcan el volumen desafían la memoria colectiva, mediando una escenografía que denuncia un momento aterrador de la historia de la humanidad.

Marcelo Gardinetti, arquitecto.
La Plata, Argentina, marzo 2015

Nota:
1 Eisenman, Peter. Diez edificios canónicos 1950-2000. Gustavo Gilli, 2011 pag. 232

Manuel Gallego. Arquitectura 1998-2015

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EL pasado sábado 7 Marzo 2015 tuvo lugar la presentación de la Monografía «Manuel Gallego. Arquitectura 1998-2015» de la editorial TC Cuadernos en la Librería Formatos en A Coruña (España). El acto estuvo presentado por Ramón Domínguez (Librería Formatos) con una introducción de Alberte Pérez (trespes arquitectos) que dieron paso al posterior diálogo con Manuel Gallego.

Carme Pinós. Arquitecturas

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Este libro no es solo la antología más completa de la obra de Carme Pinós, sino un recorrido de casi dos décadas por los temas y las inquietudes recurrentes que han marcado el trabajo del estudio de esta arquitecta barcelonesa. A través de una cuidada selección de las obras y los proyectos más significativos del estudio, de las aportaciones críticas de Peter Smithson, Daniela Colafranceschi, Rafael Moneo, Pedro Azara, Rafael Argullol, Francis Rambert, Juan José Lahuerta, Josep Quetglas, Magdalena Jaume y de los textos de la propia Carme Pinós, el conjunto dibuja la trayectoria profesional de una de las figuras más interesantes del panorama arquitectónico contemporáneo.

La selección abarca desde las obras de los inicios del estudio —tras la etapa de trabajo con Enric Miralles—, caracterizadas por la exploración sobre la naturaleza de los materiales, las formas y su integración en el paisaje y la ciudad, y evoluciona hacia obras más rotundas, de mayor expresión, con un claro compromiso por la construcción y la cualidad espacial al tiempo que configuran evocadores complejos que se integran perfectamente en el entorno, ya sea natural o urbano. Una monografía que proporciona una completa panorámica de la expresión singular, inusitada y atípica de la arquitectura de Carme Pinós.

Daniela Colafranceschi es arquitecta, doctora en proyectos arquitectónicos y profesora de arquitectura del paisaje en la facultad de arquitectura de la Università Mediterranea de Reggio Calabria (Italia).

Ha realizado jardines en Fara Sabina (Roma), Chaumont-Sur-Loire (Francia), Canet de Mar (Barcelona) y en Girona, por el que obtuvo el Premio FAD de la Opinión (2003). Sus escritos y proyectos se han publicado en diversas revistas: Abitare, Acer, Archithese, Arquitectura viva, AU/Rivista dello Arredo Urbano, Casabella, Controspazio, Detail, Garten+Landschaft, Gartenpraxis, Il Progetto, INDE, La Casa Nuova, L’Urbe, ON Design, Piso, Projecto, Techniques & Architecture y Topos.

Es autora de Architettura in superficie, Gangemi editore, Roma, 1995; Sull’involucro in architettura: Herzog, Nouvel, Perrault, Piano, Prix, Suzuki, Venturi, Wines, Ed. Librerie Dedalo, Roma, 1996; y Mirades foranes: lectures ibèriques, Col·legi d’Arquitectes de Barcelona, Barcelona, 2006.

Desde el año 2000 dirige la colección Land&Scape para la Editorial Gustavo Gili.

I Convocatoria Becas Arquia en Emprendimiento e Innovación

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I Convocatoria Becas Arquia en Emprendimiento e Innovación

La Fundación Arquia, con el fin de fomentar y apoyar la creación de iniciativas empresariales e impulsar la innovación en el ámbito de la Arquitectura, favoreciendo la creación de puestos de trabajo, convoca, en colaboración con Factoría Cultural, 2 becas en Emprendimiento e Innovación destinadas al desarrollo de un proyecto de negocio en cualquiera de los campos de la profesión de arquitecto.

El objetivo es proporcionar oportunidades para crear, desarrollar y comunicar una iniciativa empresarial viable del ámbito de la arquitectura, así como, ofrecer a los candidatos conocimientos y herramientas que complementen su formación académica para poder hacer realidad su proyecto de negocio, apoyando los esfuerzos en abrir nuevas vías de negocio.

Descripción

La beca incluye los servicios de formación y mentoring en las diversas áreas relacionadas con el emprendimiento, un plan de empresa personalizado, 100Mb de internet simétrico y el asesoramiento legal, contable y de comunicación. Aparte de los servicios y recursos de Factoría Cultural, la Fundación Arquia pone a disposición de los arquitectos becados dos asesores de reconocido prestigio en el ámbito de la gestión del desarrollo profesional en la Arquitectura que tutorizarán el proyecto mediante sesiones presenciales y on-line.

Candidatos

Arquitectos superiores titulados en cualquiera de las escuelas técnicas superiores de arquitectura del territorio español, arquitectos extranjeros con título obtenido en España y arquitectos con título obtenido fuera del territorio español y convalidado en España con una idea de negocio, independientemente de la fase en que se encuentre (pre-incubación, incubación o aceleración).

Calendario

Apertura convocatoria: 16 marzo 2015

Periodo de inscripción: 16 de marzo al 16 de abril de 2015

Resultados: 30 de abril

Incubación: desarrollo de los proyectos: del 1 de mayo al 1 de noviembre de 2015

Campaña de crowdfunding: del 1 de octubre al 30 de diciembre de 2015

Jurado

El jurado estará formado por Rosina Gómez-Baeza, presidenta de Factoría Cultural, Marta Cervelló, Patrona de la Fundación Arquia y los dos asesores que tutorizarán los proyectos, Mónica Bonafonte y Javier Quintana.

+ info

Casa Paz | Arturo Franco-Fabrice van Teslaar

La casa Paz se sitúa en una urbanización de los anos 60, a 70 Km. de Madrid aproximadamente. La arquitectura de la zona se podría considerar residencial convencional, sin ningún interés arquitectónico, construida con topologías y materiales tremendamente heterogéneos. A las afueras del pueblo de Robledo de Chavela se sitúa la urbanización Río Cofio y en el límite de esta, al borde de un acantilado que vuelca sobre un pequeño río, se encuentra la parcela, 1.400 m2 sobre un terreno en fuerte pendiente.

A la parcela se accede desde una carretera que circula por la parte superior, justo enfrente, mirando hacia el oeste, superando el valle, se vuelve a levantar la montaña de manera muy pronunciada, generando un parque natural especialmente protegido. Cuando vimos por primera vez la parcela, sentimos la necesidad de poder llegar hasta allí con la casa, de poder estar colgado en mitad del valle, suspendido en la copa de algún árbol, casi al otro lado, escuchando el rumor de río Cofio justo debajo. A partir de aquí tuvimos que resolver un problema técnico, funcional y, fundamentalmente económico. La necesidad de trabajar prácticamente sin recursos obligo a agudizar el ingenio hasta el extremo y a trabajar por administración, subcontratando todos los oficios por separado. Ninguno de ellos (todos oficios locales), ni de nosotros, nos habíamos enfrentado a un problema estructural así para una vivienda.

¿Cómo poder llegar hasta allí sin dinero y conseguir un espacio único para sus dos habitantes? Comenzamos a pensar: otra nave de hierro como las de aquellos constructivistas rusos visionarios, una obra de Tony Carr, una silla de Shapiro, una pieza de Max Bill, algo pesado y ligero al mismo tiempo, la gravedad como problema, la escala como instrumento de trabajo, una mesa grande o un barco pequeño. Definitivamente buscamos una vivienda lineal de carácter ascendente. La línea recta y una escalera interior con grandes peldaños de 90 cm. de ancho, como de jardín, que articula todas las funciones. Bajo ella una pequeña piscina terapéutica de 2m de ancho por 10 m de largo.

Todo el programa se desarrolla en el interior de un paralelepípedo de estructura metálica y piel de metal estirado (deploye) que se apoya sobre un vaso de hormigón armado, contenedor del agua de la piscina y de los depósitos de gasoleo, caldera, depuradora, etc. El estomago del animal, de este artefacto de hierro donde se concentran todos los fluidos vitales. Todo ello a más de 15 metros de altura sobre el río. Nueve patas HEB 300 descargan el peso sobre el terreno. Son el único contacto de la casa con el suelo. La casa, para mantener el equilibrio estructural y una cierta lógica gravitatoria, vuela sin ningún apoyo 5,5 m sobre el río, y lo mismo hacia la carretera, quedando solo a 40 cm. del terreno sobre la zona de acceso. De esta manera se consigue el equilibrio de masas al llevar, también, los elementos pesados a la caja de hormigón y bajar así el punto de gravedad.

La grúa de que podíamos disponer solo alcanzaba 18 m, es decir, hasta el final del vaso de hormigón. No llegábamos a poder construir el voladizo mas alejado, así que tuvimos que levantar toda la jaula metálica de la vivienda desplazada hacia la carretera y, posteriormente, por medio de unos tirantes manuales, deslizarla sobre el vaso de hormigón, por unos raíles, para formar el voladizo definitivo, como si fuera un tren.

En definitiva, esta casa ha sido una aventura en la que están viviendo Paz y su marido Tomas, a los que agradecemos su infinita confianza y valentía y, con la que, según dicen, se sienten totalmente identificados.

Obra: Casa Paz
Situación: Urbanización Río Cofio. Robledo de Chavela, Madrid. España.
Año: 2006
Autor: Arturo Franco (arquitecto) y Fabrice van Teslaar (arquitecto)
Colaborador: Diego Castellanos (arquitecto de interiores y coordinador de la obra)
Aparejador: Salvador Baños
Promotor/Propietario: Paz Fernandez/Tomas Rodríguez
Área: 363.0 m2
Presupuesto Total: Coste m2: 280.000 €. 771 euros/m2
Fotógrafo: Carlos Fernandez Piñar.
+ arturofranco.es
+ diegocastellanos.es

Reconocimientos:
-Seleccionada premios ENOR 2007
-Seleccionada para participar en la exposición itinerante JAE (jóvenes arquitectos españoles) promovida por el Ministerio de Fomento para 2008
-Seleccionada para participar en el programa PROXIMA (muy jóvenes arquitectos españoles) promovido por la Fundación Caja de Arquitectos para 2007

Servicio Técnico de Jung gratuito para automatización en proyectos

La fial española de Jung, Jung Electro Ibérica pone a disposición para arquitectos, proyectistas, constructores, instaladores, integradores y también para el usuario final, un servicio técnico gratuito de sus mecanismos eléctricos y sistemas de control para edificios. Este soporte gratuito va desde el propio asesoramiento del proyecto con soluciones de automatización en viviendas y edificios, la valoración de las partidas de obra y su seguimiento, certificaciones, propuestas de acabados e incluso muestras de producto.

Si bien el sector residencial es el principal nicho de mercado de Jung en nuestro país, desde un punto de vista técnico suele ser más complicado implementar un proyecto de vivienda que el de un hotel, porque aunque sean instalaciones de menor tamaño, las exigencias suelen ser más altas y cada vivienda es un caso diferente. Por el contrario, la participación de Jung en grandes proyectos de eficiencia energética en hoteles le ha proporcionado un gran prestigio y volumen de negocio.

El instalador o el integrador de sistemas son quienes con más frecuencia se acercan al Servicio Técnico, si bien no todos los segmentos tecnológicos de Jung requieren la misma atención. Proporcionalmente al volumen de negocio que generan para la compañía, a la cabeza se encuentran los sistemas vía radio y los videoporteros, mientras que el sistema KNX genera menos consultas. En este último caso, es probable que la fiabilidad del producto se combine con la potente política de formación de Jung, así como con la abundante documentación técnica disponible en castellano, para reducir las necesidades de asesoramiento.

El Servicio Técnico de Jung cubre la totalidad del ámbito de actuación de la compañía: España, Portugal y Latinoamérica. Está formado por una red descentralizada de colaboradores, tanto en plantilla como externos, muy bien preparados e informados, que son capaces de dar una respuesta rápida y personalizada in situ, cada uno en su zona geográfica.

Entrevista a Stepienybarno | Sheila Palomares

Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó de Stepienybarno impartiendo un curso de ID

Conocí a Lorenzo y Agnieszka en un curso de verano en La Carolina de la Universidad de Jaén en  2010. Desde entonces les he seguido la pista hasta acabar siendo su alumna en el fantástico Curso Online de Identidad Digital para arquitectos. Ya les dije que, creo que la búsqueda de la excelencia en su vida les ha hecho llegar donde están.  Ahí van sus respuestas.

El Blog de StepienyBarnó, Haiki, Sinergia Sostenible, La Ciudad Viva, mama nido…¿Engancha lo 2.0?

Pues debe ser que sí; pero como todo buen enganche sucede casi sin darte cuenta. La verdad es que la red tiene algo de adictivo y para nosotros es nuestro hábitat natural.  Eso sí, las ganas de compartir vienen del mundo 1.0; siempre hemos pensado que la mejor manera de aprender es ir enseñando lo poco o mucho que sabemos. Además, la red es muy agradecida y siempre te da mucho más de lo que tú le das a ella.

¿Hubierais imaginado en vuestra etapa universitaria que estarías trabando tan de lleno en estos temas? ¿Cómo han influido las redes sociales en vuestro trabajo?

Aunque todavía nos consideramos arquitectos jóvenes, nuestro aprendizaje fue totalmente analógico. Como bien apunta Quetglás, siempre hemos pensado que en la biblioteca estaban los mejores maestros; es más, ahora también, en contra de lo que pudiera parecer, seguimos siendo muy de libros, no tanto de revistas.

Así, el estudio de arquitectura lo montamos hace 10 años y durante los 5 primeros, hasta la llegada de la crisis, fuimos un estudio tradicional que usaba el correo electrónico y poco más. Eso sí, los cinco siguientes años han sido de una intensidad digital muy grande.

Las redes sociales llegaron un poco más tarde; no fuimos arquitectos pioneros en ellas. Lo que sí que vimos claro, es que los arquitectos, en general, no estaban haciendo un uso profesional de ellas, y nos parecía que había mucha tarea por hacer en ese sentido.

Así, las redes y la red en general, han sido una maravilla que nos ha permitido poder vivir tranquilamente en un pueblito de Navarra, Estella, arropados por la familia y cerquita de muchos buenos amigos y, a la vez, estar conectado con una infinidad de gente que jamás hubiéramos soñado.

Hacéis una labor de difusión de blogs de arquitectura muy importante. ¿Vuestros preferidos?

¡Ahhhhh! ¡Esta pregunta no se hace!jajaja

Bueno…Ahí vamos y a riesgo de que se enfade con nosotros algún blogger amigo; nos quedamos con Múltiples Estrategias de arquitectura de Santi de Molina, Párrafos de arquitectura de Miguel Ángel Díaz Camacho y el blog de José Fariña.

 ¿Qué es lo que más os ha marcado de vuestra etapa universitaria?

Los amigos que conocimos entonces y que, por suerte, en muchos casos aún continúan siéndolo. Por suerte o por desgracia, aunque tenemos en mente algún buen profesor, no fue la relación con ninguno de ellos lo que nos marcó.

Ambos veníamos de estudiar previamente aparejadores (Lorenzo) e ingeniería civil (Agnieszka) y eso hizo que disfrutásemos de la carrera con otra perspectiva. La arquitectura nos pilló de lleno y, a día de hoy, a pesar de todos nuestros coqueteos con otras disciplinas, nos sigue enamorando igual o más que el primer día.

Además, en nuestros caso, esta etapa fue especialmente importante pues fue el momento en que nos conocimos, nos enamoramos y decidimos compartir nuestra vida juntos. Así que más no podemos pedir!!

¿Cuáles son vuestros arquitectos referentes? ¿Alguna obra en concreto?

¡¡Aquí vamos a ser muy clasicotes!!jajaj

A pesar de que nos sentimos fascinados por muchas de las cosas que se hacen ahora, incluso en la periferia de la arquitectura como puede ser el maravilloso proceso de Campo de Cebada, si tenemos que elegir, nos quedamos con Aalto y Siza.

Recordamos con gran cariño nuestro viaje por Finlandia. Alvar Aalto es un arquitecto que tiene la virtud de escapar a la razón y darte de lleno en el corazón.

A su vez, nuestro arquitecto vivo de cabecera siempre ha sido Álvaro Siza. Nunca hemos aprendido tanta arquitectura como visitando sus edificios. Cada uno de ellos es una lección de arquitectura en sí mismo.

¡Fans totales de los dos Álvaros!

Contadnos de qué proyecto os sentís más orgullosos de todos los que habéis hecho.

Por suerte, como comentábamos al principio, pudimos disfrutar de 5 años de estudio, en condiciones que hoy parecen un sueño. En ellos, pudimos hacer alguna casita interesante y tuvimos suerte de ganar dos o tres concursos.

En esa etapa, nos interesaban mucho los edificios de enseñanza y tuvimos la suerte de hacer una pequeña escuela en colaboración con nuestros amigos Javier Barrera y José Manuel Etayo, que quedó muy potente. Es un proyecto donde todo salió a pedir de boca y, a pesar de no tener mucha experiencia en obra, pudimos disfrutar de lo lindo de todo el proceso. (Ver proyecto aquí)

¡Ah!! Y por supuesto, aunque no es un proyecto al uso, para nosotros nuestro propio blog de Stepienybarno no deja de ser un proyecto; de hecho, nuestro proyecto más mimado!

Pregunta obligada: ¿qué es para vosotros la arquitectura?

La arquitectura, la auténtica arquitectura, es como la felicidad o la verdad, puedes intentar atraparlas, pero siempre se acaban escapando! De todas formas, nos quedamos con la definición de Elizabeth Dieller & Ricardo Scofidio:

“Arquitectura es lo que existe entre la piel de un hombre y el otro”.

¿Qué cambios os gustaría que sucedieran en las Escuelas de arquitectura?

Las escuelas de arquitectura con como grandes paquidermos, soñando con que el pasado volverá un día de estos a llamar a nuestras puertas. Pero el pasado, nuestro pasado de burbuja inmobiliaria y encargos sin mover el culo, ya no volverá. Los tiempos han cambiado y la escuela que primero se dé cuenta de ello y lo integre en su formación se llevará el gato al agua.

Para nosotros hay tres puntos clave sobre los que actuar:

1. Facilitar la llegada de los chavales al mundo real, hablándoles con claridad de lo que les espera fuera, y dotándoles de herramientas para minimizar el trompazo del desembarco en el mundo real.

2. Comprender que una Nueva era digital llegó hace tiempo y que sus alumnos son nativos digitales a los que no pueden tratar como si nada hubiera cambiado. Pensamos que lo que ahora ocurre es una falta de respeto tremendo hacia ellos.

3. Nuevos tiempos han llegado y además de las posibilidades de la educación expandida, llegan nuevos modelos de enseñanza más centrados en enseñar a aprender que en sentar cátedra. Pero bueno… con la iglesia hemos topado.

¿Creéis que los colegios de arquitectos se están adaptando a “lo 2.0”?

A los colegios de arquitectos les pasa algo parecido a lo que hemos comentado sobre las escuelas.Han sido demasiados años de sacar brillo al sello del visado y, ahora, no hay cintura para ofrecer unos servicios diferentes que les hagan realmente necesarios. O dan un cambio radical y se convierten en el representante de tod@s los arquitect@s, no solo de los que hacen proyectos, lo cual no es fácil, o caerán por su propio peso.

¿Tenéis metas a largo plazo?

En realidad, no somos muy de metas. No es que no nos guste soñar, lo que pasa es que estamos convencidos de que el destino sabe lo que nos conviene mucho mejor que nosotros mismos. Se trata de confiar, y sobre todo aceptar lo que va viniendo. En ese sentido, somos más de estar de acuerdo y, desde ahí, vivir con intensidad lo que toque en cada momento.

La autora de la entrevista es Sheila Palomares. Arquitecta. PhD. Reutilización del Patrimonio Industrial  / www.plazasdelmercado.com

Realidad y periferia de la arquitectura

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Realidad y periferia de la arquitectura
Fotografía cedida por Stepienybarno

Hace una semana, el pasado 5 de marzo, tuvimos la fortuna de formar parte de la jornada La periferia de la arquitectura englobado en el ciclo “La realidad del arquitecto”, evento promovido por HNA y comisariado por el estudio StepienyBarno. El encuentro fue acogido por la escuela de arquitectura de la Universidad CEU San Pablo, qué mejor lugar que una escuela para este intercambio de experiencias.

Siempre es de agradecer que entidades “próximas”, esperemos que se sumen a este tipo de iniciativas, a la arquitectura fomenten y apoyen este tipo de encuentros, no solo por ser su nicho de mercado, si no por escuchar a los actuales y futuros profesionales de la arquitectura.

A pesar de la realidad de la arquitectura (de la profesión), es sabida, vivida y sufrida a diario por todos nosotros, se dejó lado durante horas para dar paso a unas horas de marcado positivismo. Esta actitud la inició José María Echarte con su charla inaugural poniendo de manifiesto las cualidades técnicas de los arquitectos, algunas veces olvidadas, acompañadas de ejemplos de trabajos, investigaciones y actitudes profesionales actuales.  Ese repaso general tocaba campos de diversa índole, desde más tradicionales, como la crítica de arquitectura o investigación “científica”, educación, etc o más actuales como el coaching, comunicación, etc.

“Esto no es ni un 5% de lo que hay”

José María Echarte

Todos tienen en común que necesitan de una formación complementaria y/o interdisciplinariedad… Ahora pensemos cómo ha sido o es la formación de cada uno en su ETSA…

Tras un debate intenso, seguidamente se dio paso a las ponencias de Enrique Parra (MetaSpace), Marta Parra (Arquitectura de Maternidades) y Dolores Victoria Ruiz (Little Architect). Los ponentes expusieron de forma concisa y apasionada la labor que realizan en los campos de los videojuegos, la sanidad y la educación respectivamente. No vamos a ahondar en explicar las bondades de los proyectos, por ello os invito a estudiarlos y que saquéis vuestras propias conclusiones e impresiones.

Tras las breves ponencias comenzó un intenso e enriquecedor debate, que produjo un intercambio muy positivo entre el público asistente y los ponentes. Se abordaron temas tan áridos como planes de negocio, búsqueda de socios, etc. pero necesario a la hora de sacar adelante los proyectos. Lo que quedó claro que no existe una receta mágica ni universal para poner en marcha cualquier tipo de iniciativa. Si bien quiero resaltar que un ingrediente común a todos es el interés personal en un ámbito o tema, ya que todos constataron que el camino es duro y arduo, y por tanto trabajar o desarrollar algo que te motiva es fundamental.

Realidad y periferia de la arquitectura
Fotografía cedida por Stepienybarno

Como en toda mesa redonda quedaron debates abiertos para futuras ediciones, foros o conversaciones, tales como el replanteamiento de los planes de estudio actuales, la flexibilidad y adaptación de los mismos, la formación complementaria es necesarias, etc.

Temas que necesitan de una mayor reflexión pero que para bien o para mal serán determinantes en el futuro de la profesión, y que se continuaron comentando el networking posterior a la jornada.

Por último no me gustaría dejar de agradecer a los amigos que se acercaron y nos acompañaron durante la jornada, Patricia Rodríguez (HNA), Verónica Sánchez (n´UNDO), Aurora Adalid, (Zuloark), Paz Molinari (Architour), Raquel Martínez, Pacho Camino, Rodrigo Almonacid (r-arquitectura), Santiago de Molina (Múltiples estrategias de arquitectura), Alberto Ruiz, Antonio Navarro (1/3 de Pedacicos Arquitectónicos) y otros muchos.

Por tanto… ¿Realidad y periferia de la arquitectura?

Alberto Alonso Oro,
arquitecto y editor en veredes.
La Coruña, marzo 2015

El albañil robótico | Íñigo García Odiaga

Almacén en los Viñedos Gantenbein, Bearth & Deplazes | Fotografía: Ralph Feiner/Ambrosetti Tonatiuh

El entusiasmo por avanzar y por recorrer nuevos caminos ha hecho que la arquitectura contemporánea haya llegado incluso a denostar los sistemas tradicionales de construcción basados en el ladrillo y en la mano de obra de un albañil.

Superadas las obras de Eladio Dieste que desde el lenguaje racional del movimiento moderno proponían el uso del ladrillo como un elemento que podía aunar la tradición junto con nuevos experimentos formales, la arquitectura de vanguardia ha rechazado el ladrillo, tachándolo de obsoleto y trasnochado.

El departamento de arquitectura de la ETH de Zurich, una de las escuelas de arquitectura más prestigiosas del mundo, tiene un taller específico de arquitectura y fabricación digital dirigido por los profesores Fabio Gramazio y Matthias Kohler. Uno de los objetivos de este taller es la determinación de las estrategias a seguir para la adaptación de técnicas de industrialización robotizadas a la construcción de la arquitectura. De alguna manera se busca trasladar los resultados de precisión y calidad llevados a cabo por los robots de montaje de por ejemplo los coches utilitarios al complejo mundo de la construcción de un edificio.

Su mayor aportación a este campo, por el momento, ha sido ROB, una unidad de fabricación robótica introducida en un container estándar de transporte, de forma que pueda ser desplazada a cualquier lugar del mundo y por lo tanto ser alquilada por cualquier persona que requiera de esta maquinaría de precisión.

Pike Loop

Una de sus primeras obras fue una instalación en el espacio público denominada Pike Loop realizada en Manhattan, Nueva York, en el año 2009. Pike Loop es una pieza de 22m de largo, un muro estructural construido con ladrillos, un material de construcción ampliamente presente y de carácter tradicional en Nueva York. Más de siete mil ladrillos se van sumando para tejer un muro construido con una precisión de milímetros, imposible de ejecutar mediante la mano humana. El ladrillo se convierte así en un elemento capaz de construir geometrías que recuerdan a las superficies de chapa de Frank Gehry o las láminas de acero de Richard Serra. Más allá de la capacidad tecnológica del robot ROB, su utilización ha posibilitando la recuperación del ladrillo para la arquitectura de vanguardia y ha abierto nuevas vías de experimentación.

Pike Loop

Cuando los arquitectos Bearth & Deplazes recibieron el encargo para realizar un almacén en los Viñedos Gantenbein, decidieron utilizar esta técnica de fabricación para elaborar las fachadas del nuevo edificio.

El diseño inicial proponía un esqueleto simple relleno de ladrillos: los ladrillos actúan como un material como buena inercia térmica, además de como filtros de la luz solar para que la fermentación se produzca tras las celosías.

El método de producción robotizada permitió colocar cada uno de los 20.000 ladrillos de forma precisa de acuerdo con los parámetros matemáticos, el ángulo deseado y los intervalos exactos prescritos.

La fachada esta conformada por 72 elementos prefabricados generados de forma altamente tecnológica por medio del robot. Los elementos del muro se manufacturaron como un proyecto piloto en las áreas de producción de la ETH de Zurich, y fueron transportados uno por uno a la obra.

La imagen de la fachada quiere asemejarse a una enorme cesta llena de uvas. En una visión más cercana, en contraste con el efecto pictórico de la distancia, es la materialidad, la textura del muro la que adquiere el protagonismo frente a la masa de ladrillos. Sorprende la contradicción entre las suaves y redondeadas formas resultantes que realmente se componen de duras y rígidas unidades de ladrillos. La fachada aparece como una forma sólida pero dinámica. Al observar la precisión de la ejecución de la fachada, el diseño se convierte en un manifiesto de su modulación exacta y rígida producida por la más alta tecnología.

Fachada del amacén en los Viñedos Gantenbein, Bearth & Deplazes

Sin embargo, las implicaciones arquitectónicas de esta fachada de ladrillo son más elaboradas y diversas que las de la técnica empleada. Para el ojo humano, las sutiles diferencias entre color e iluminación y el reflejo de los ladrillos crean una apariencia y plasticidad que está constantemente cambiando junto con el movimiento del observador y del sol con el curso de las horas.

Este edificio que en cierto modo podría considerarse aún experimental refleja los esfuerzos que la arquitectura está realizando por reinterpretarse y por cambiar no solo su imagen exterior en busca de la espectacularidad sino sus propios sistemas productivos. Este proceso se basa en la creencia de que una técnica moderna y contemporánea, acorde con la tecnificación de la sociedad actual, generará también una arquitectura de nuestro tiempo, además continuista con la historia de la arquitectura al actualizar el uso del ladrillo, tal vez el primer material de construcción manufacturado producido por el ser humano.

íñigo garcía odiaga. arquitecto
san sebastián. septiembre 2011

Publicado en ZAZPIKA 11.09.2011