«Luz invernal en Finlandia», aparece anotado en el reverso de una acuarela pintada en 1961. El arquitecto Antonio Tenreiro Brochón (A Coruña 1923-2006) quiso descubrir esa luz con sus propios ojos, residiendo largas temporadas en el norte de Europa, especialmente en Escandinavia, Suecia y Finlandia, entre 1957 y 1967. En Malmö colaboró unos meses en el estudio de los arquitectos Thorsten Roos y Kurt Hultin y su biografía cuenta que llegó a conocer personalmente a Alvar Aalto.
Tenreiro destacó como uno de los pintores más notables de su época, como prueba la exposición monográfica realizada en 2012 en el Museo de Belas Artes de A Coruña. Sin embargo, su obra arquitectónica, también de gran valor, apenas ha sido estudiada, permaneciendo oculta a la mirada del ángel de la historia. Proyectos en colaboración, como el concurso de la Delegación de Hacienda de A Coruña (con Alejandro de la Sota y Ramón Vázquez Molezún) o la embotelladora de Coca-Cola en la misma ciudad (con Andrés Fernández-Albalat Lois y su hermano Ramón Tenreiro Brochón), se suman a otras obras emblemáticas en solitario como el Instituto Laboral de Betanzos o su colaboración con la empresa Fuerzas Eléctricas del Noroeste (FENOSA).
Los aprovechamientos hidroeléctricos construidos a mediados del siglo pasado destacaron por su doble importancia: como solución al problema energético y por su valor representativo y monumental, favoreciendo la colaboración entre profesionales de distintas disciplinas. Mientras los ingenieros elegían el tipo más conveniente de central en función de las características del salto, del terreno o de otros problemas técnicos, eran los arquitectos los que le daban forma y la hacían arquitectura: por sí misma y por su diálogo con la presa. También se ocupaban de las viviendas y equipamientos para trabajadores que se levantaban en las proximidades de cada salto.
Tenreiro Brochón proyecta para FENOSA los poblados de trabajadores de Os Peares, Eume, As Conchas y Belesar. En Os Peares, además de diseñar un conjunto residencial con sus correspondientes dotaciones —escuela y capilla—, interviene como artista plástico, llevando la luz de sus pinturas a la profundidad de la central. En el vestíbulo realiza el mural «Alegoría a la hulla blanca», como un frontispicio sobre la puerta de acceso a la sala de máquinas. Esta obra se combinaría con otro mural de gran tamaño situado en el espacio principal de la central, que no llega a realizar. En conjunto mostrarían la imponente y dramática presencia de las presas sobre el paisaje gallego.
Su mirada, como la del Angelus Novus es contradictoria. El reconocimiento del progreso de la historia supone también la inexorable destrucción de la naturaleza, haciéndonos reflexionar sobre las consecuencias medioambientales de la obra en la que participa. Desde ese momento no realiza más murales para otras centrales hidroeléctricas. En las posteriores lo deja en manos de otros creadores, como la singular propuesta de su amigo José María de Labra en la central del Eume.
Rastreando sus anotaciones para intervenir en estos espacios, encontré un boceto en el que dibuja la pared de una sala de turbinas. En el mismo lugar que había quedado vacío en Os Peares y Labra había concebido su gran mural en el Eume, en el altar de esas nuevas catedrales laicas e industriales, el arquitecto había colocado una escultura de Cristino Mallo con la forma de un ángel.
Supe que no hace mucho tiempo estuvo por aquí un arquitecto extranjero que en una conversación1 informal decía que la arquitectura de interés era propia de zonas del mundo alejadas de los trópicos. Que había dos franjas, hacia el norte y hacia el Sur de los trópicos (supongo que siempre distantes de los polos), donde estaba concentrada la gran arquitectura histórica. Y que esa situación continuaba hasta nuestros días. No sé si incluía Asia en su percepción neo-racista, pero me quedó grabado el chisme, cierto o falso, y de vez en cuando lo recuerdo. Porque si eso fuese cierto, que como toda simplificación algo de cierto tiene, hay poca esperanza para nosotros.
Sin embargo, hace ya más de medio siglo, se dio entre nosotros un florecimiento de la arquitectura privada y pública que aparte de refutar la exclusión geográfica, vemos hoy con nostalgia o estupor hasta engarzarnos en polémicas que tratan de explicar el porqué de la pérdida del rumbo. En los tiempos recientes, lo sabemos todos, la calidad de la arquitectura ha descendido tanto como para preocupar. Sin que haya habido explicaciones documentadas, aparte de las que echan mano de los lugares comunes anti-arquitectónicos del marxismo mal digerido, muy comunes en el medio académico.
Por mi parte insisto en una explicación que he avanzado otras veces: se debe al estancamiento cultural que venimos viviendo por décadas y que, pese a lo que digan los partidarios de la ausencia de Estado, es un correlato del estancamiento político, que en una sociedad como la nuestra, dependiente en enorme grado del dinero público, lo afecta todo, incluyendo a un sector privado sin fuerza, carente de instituciones. Estancamiento cuya expresión más acabada es la pantomima populista petrolera de los últimos cuarenta años. Con la guinda de los doce recientes.
No darse cuenta
Una de las características del estancamiento es que quienes lo viven no lo perciben. Porque es un obstáculo para una mirada más universal. Se niega que exista porque a nadie le gusta sentirse estancado, pero se manifiesta en todos los medios y todas las actividades. Basta ver televisión, leer prensa, asistir a cualquier pequeña reunión social, observar alrededor.
En el estancamiento los niveles de cualquier debate son, como decía Frank Lloyd Wright de los concursos de arquitectura, los que resultan de promediar el promedio. Porque es esa medianía lo único que puede sostenerse, lo único que cuenta con audiencia segura. Lo que alcanza alguna repercusión. Por eso en el estancamiento es el periodismo fácil el que determina lo que es actual, lo que debe ser considerado. El que fabrica personajes, el que erige prestigios.
Y cuando se quieren superar estas limitaciones, se impone otro síntoma del estancamiento: la tendencia a tomar «lo de afuera», lo que se hace fuera de los límites, para convertirlo en ropaje de actualidad, en disfraz. Es uno de los sellos de la mentalidad provinciana: abrazar las modas externas, adoptar lo que es propio de ambientes, de culturas, de sociedades que se suponen en progresión, en ascenso. El provinciano es fiel seguidor de modas que no le pertenecen, se disfraza con ellas. Asume talantes ajenos a los de su realidad inmediata. El afirmarse en la moda o el discurso externo a su espacio cultural lo ayuda a creerse actualizado, le ahorra el esfuerzo de conectarse con su propio mundo.
Inactividad
Pero el estancamiento es también inactividad. Me he referido otras veces a la idea de la cultura como experiencia. El desarrollo expansivo de una cultura sólo es posible a partir de la experiencia. A más experiencia mayores posibilidades de desarrollo cultural. Así que una de las razones de nuestro estancamiento es la escasez de experiencias. Si lo aplicamos a la arquitectura, el poco alcance actual de nuestra cultura arquitectónica está directamente relacionado con las escasas oportunidades de construir. En la medida en la que, por un lado, el campo de acción de los arquitectos esté, como está y ha estado en las últimas décadas, delimitado por los contenidos comerciales y especulativos de la construcción; y por el otro por una acción pública mediocre y sin conciencia de su rol promotor en un país que, repito, vive sobre todo de la actividad pública, en esa misma medida la cultura arquitectónica se empobrece. Sería indispensable la modificación radical de las políticas públicas para abrir espacio a la construcción de una arquitectura orientada hacia objetivos más complejos, que consideren el valor de la memoria colectiva, la formación de un patrimonio edificado perdurable, la búsqueda de una pertinencia cultural.
Si por otra parte se reconoce la importancia de la arquitectura como instrumento en la mejora de la calidad de vida tendríamos que exigirle al estamento político consciente de la inmensa crisis de la ciudad venezolana, que asigne un justo lugar a la mejora radical de la arquitectura de las instituciones, incluida la vivienda como ingrediente regenerador del tejido urbano, en cualquier programa político que apunte hacia un futuro renovador.
¿Por qué eso no ha ocurrido? ¿Por qué el discurso de casi todos los que aspiran a dirigir el retorno a la democracia esquiva precisiones de este tipo y sigue apegado a los temas populistas de siempre? ¿No ven que el ingrediente nuevo que ha convertido, por ejemplo a la vecina Colombia, en semillero de experiencias urbanas, es la superación de esos lugares comunes?
Pareciera que interactúan, políticos al fin, con los tópicos propios del estancamiento: generalizaciones, búsqueda del consenso, superficialidad. Y hasta los más «modernos», jóvenes, han cedido a la tentación de disfrazarse. Y hablan como si estuvieran en Neverland.
Óscar Tenreiro Degwitz, arquitecto.
Venezuela, Septiembre 2011
Nota:
1 Cuando siendo estudiante de arquitectura visité a Chile en 1959, una señora me preguntó con toda seriedad si aquí había universidades. He contado esto otras veces y ahora lo hago para recalcar que a un chileno promedio de clase media poco informado en ese entonces, Venezuela le parecía una especie de hacienda que tenía mucho dinero y carecía prácticamente de cultura propia. Éramos nuevo-ricos sin remedio y siempre alguien lo hacía notar. Yo regresé a ese país, donde me casé y nació mi hijo mayor, muy poco después como becado de mi Universidad. Una beca que se me otorgó sin pedirme documento alguno sobre la institución que me acogería, dejándome una libertad para seleccionar lo que iba a hacer que a los chilenos amigos les parecía excesiva; y en general con una falta de controles que ningún sistema de becas del mundo habría aceptado. Yo era pues, sin saberlo, un producto típico de esa hacienda con dinero.
Y así ha sido en general aquí. El excedente petrolero se termina colando por todas las rendijas y alimenta cosas y situaciones que en cualquier otra parte del mundo parecerían imposibles. Pero los venezolanos poco nos damos cuenta de ello. Hemos vivido así por casi un siglo y aunque las cosas hayan cambiado y ya hoy lo que me ocurrió a mí o a los de mi generación no es posible, de todos modos ese toque sui-generis sigue presente en casi todas las actividades.
Cual irá a ser a la larga el resultado de ese caldo peculiar es difícil decirlo, pero nuestra actividad como arquitectos no escapa de su influencia. Es más, está marcada de un modo particularmente fuerte por esa permanente improvisación, esa falta de lógica que se ha ido convirtiendo en una sub-cultura y que marca a todo y todos aquí.
Y si hay una actividad donde la improvisación paga mal es en la arquitectura. Porque construir un edificio es en definitiva un prolongado acto de reflexión. Y lo más importante: decidirse a construir implica un compromiso de ciertos vuelos, riesgoso, exige afrontar situaciones imprevistas, es siempre de alguna manera difícil. Y pide un compromiso para llegar hasta el final. Todas ellas situaciones en las cuales el talante «light» del rentista ayuda muy poco. Hablo del ámbito público, donde dejar las cosas incompletas no tiene mayores consecuencias porque se convirtió en hábito, ya que en el privado, el mercado y la rentabilidad terminan teniendo la última palabra, Un hotel de cadena internacional en Venezuela no es peor que uno en Japón, pero sí lo es una escuela, o una biblioteca, los espacios públicos, la ciudad.
Y es que la improvisación entre otras cosas lleva en sí la incapacidad de soportar los rigores de construir un edificio medianamente complejo y llevarlo hasta sus últimos detalles. Construir la arquitectura institucional de modo completo es muestra de un cierto nivel cultural. o de que ha habido alguna persona con poder (y cierto nivel de cultura) que decidió tomarlo como tarea. Uno ve los edificios de Alvar Aalto en Finlandia, equipados impecablemente con mobiliario diseñado por el maestro, manejados con enorme respeto y en estado de mantenimiento superior, piensa en el aspecto ruinoso de nuestra Ciudad Universitaria. Y resaltan nuestras carencias, las enormes distancias. Recibimos ríos de dinero rentista y somos todavía incapaces de entender el compromiso que exige la arquitectura pública. Ese enorme beneficio se dilapida en el sostenimiento de un populismo regresivo y falaz del mismo modo que los jeques se empeñan en construir un escenario de falsa modernidad y brillo financiero.
Llego así al tema que desarrollo hoy, el del estancamiento cultural. Porque aceptar estas cosas, seguir considerando la construcción de la ciudad de ese modo superficial es un síntoma grave de estancamiento. No es necesario acudir al lugar común de que la ciudad es la expresión cultural más alta de toda sociedad y sacar conclusiones, sino observar lo que ha venido ocurriendo en todas las ciudades venezolanas, una muestra dramática de nuestra incapacidad de comprensión del fenómeno urbano.
Digo en el texto que sigue que el estancamiento cultural es un correlato del político. También podría decirse a la inversa, salvo que, precisamente, en un contexto en el que el Estado es el dueño de la riqueza petrolera. es la dinámica política la que dicta las pautas.
Y resulta muy curioso comprobar el modo como se expresa esa dinámica en el momento actual luego de doce años de haber vivido una experiencia política en la que todos los rasgos que he mencionado se han exacerbado hasta límites surrealistas. El proceso de seleccionar al representante de la oposición en las elecciones presidenciales del próximo año se viene realizando de un modo tan ajeno a lo que no puedo sino calificar de dramatismo de la situación del país, (por su alcance destructivo, por la profundidad de los problemas, por la gravedad de los errores cometidos) que a uno le parece, es lo que hago notar, que los aspirantes se mueven en un mundo de fantasía. Como si no se dieran cuenta.
¿Qué puede ser eso sino incapacidad para ir hacia la razón de ser de lo que hemos vivido, para entender que se impone un cambio de actitud, una forma de actuar coherente con la magnitud de la agresión que Venezuela ha sufrido? Y esa incapacidad es estancamiento. Pareciera que el absurdo vivido ya por décadas nos hubiera tapado los ojos.
En ningún sitio como en casa.Bienvenidos a las viviendas privadas más bellas del mundo
El libro recoge una selección de nuevas viviendas diseminadas al rededor del mundo, que abarca desde pequeñas casas de campo hasta lujosas villas pasando por residencias de playa o refugios en bosques. Este cuidado compendio global cuenta con arquitectos de talla mundial tales como Shigeru Ban, MVRDV y Marcio Kogan, junto a otros no menos relevantes como Aires Mateus, Xu Fu-Min, Vo Trong Nghia, Desai Chia y Shunri Nishizawa.
En el presente volumen recorreremos diversos hogares de Australia, Nueva Zelanda, China, Vietnam, Estados Unidos, México, etc. y de otros más exóticos como Ecuador o Costa Rica.
El resultado es una completa panorámica de la vivienda contemporánea y un recordatorio de que, cuando hablamos de viviendas, todos tenemos mucho más en común de lo que podríamos creer…
Así podremos pasear entre árboles de guayaba y fortalezas abandonadas en el oeste de la India donde se encuentra un santuario proyectado por y para Kamal Malik, de Malik Architecture. The House of Three Streams (La casa de los tres arroyos) es un espectáculo en cuanto al espacio, con techos altos, verandas y pabellones, encaramado sobre una cresta que domina dos barrancos. Una fusión materiales (acero, vidrio, madera y piedra) que hace que la vivienda se mimetice con el paisaje, siendo una extensión del bosque.
Mismo concepto nos encontramos en La Casa de la Encina en Madrid (España), del estudio Aranguren & Gallegos, es una elegante estructura de líneas desiguales que recuerda un mirador integrado en el paisaje circundante. Situada en un bosque de pinos donde la planta inferior está incrustada en la roca y conecta con la superior a través de un muro de piedra natural.
Del mismo modo pero con el Pacífico como paisaje, se ubica la Seaside House (Casa del mar) de Shinichi Ogawa es una inmaculada maravilla minimalista de dos pisos que domina en Kanagawa, Japón. Su salón se derrama sobre una terraza en voladizo con piscina infinita, fundiéndose con el océano en una transición fluida.
En Vietnam, la casa de Shunri Nishizawa en Chua Doc, destila sofisticación tropical con sus vigas de madera vista, sus hojas de bambú tejidas, su vegetación, sus paneles de hormigón y sus balcones y terrazas interiores. Unos paneles de acero corrugado actúan como paredes y contraventanas móviles, conectando el interior con los campos de arroz circundantes.
Así que todas y cada una de las viviendas recogidas en el volumen, tiene un denominador común, pese a la diversidad de su diseño singular, su simbiótica vínculo con el entorno, la frontera entre el espacio interior y el exterior.
Sobre el autor
Philip Jodidio estudió Historia del Arte y Economía en Harvard y editó Connaissance des Arts durante más de 20 años. Sus libros de TASCHEN incluyen Architecture Now!, series y monografías sobre Tadao Ando, Santiago Calatrava, Renzo Piano, Jean Nouvel, Shigeru Ban, Richard Meier, Zaha Hadid y pronto Norman Foster.
El proyecto aborda la ampliación de una vivienda existente, construida en 2009 y preparada para ser adosada diez años después a un edificio que indaga en el modelo ‘coliving’ como alternativa a la vivienda convencional, creando un hábitat donde una comunidad de personas con los mismos intereses y afinidades comparten experiencias, sociales y vitales.
COLIVING INSIDE OUT
Va más allá de una residencia comunitaria, incluyendo actividades culturales, una asociación juvenil, la administración y una zona deportiva. Para dar forma a este complejo hábitat de espacios compartidos, se propone un sistema de organización estratificado, en el que cada planta se vincula a un programa y a una cualidad: la pista de juegos en el basamento masivo soterrado; la dotación cultural en la planta baja diáfana; la residencia comunitaria en la primera planta compartimentada y la cubierta libre como espacio lúdico.
La autonomía de funciones de las distintas plantas contrasta con el diálogo con el edificio preexistente, vinculándose a través de dos elementos, uno interior (biblioteca lineal) y otro exterior (celosía metálica). La biblioteca de madera referencia al usuario en el interior con sus veinte metros de longitud, estructurando la planta baja y cosiendo el edificio antiguo con el nuevo.
Entorno
En el exterior, la celosía metálica actúa como soporte para ‘reverdecer’ el edificio: maceteros integrados, canalización de riego y cables guía configuran un dispositivo medioambiental para el crecimiento de especies naturales, que reduzca la temperatura de la fachada más calurosa y ofrezca sombra al gran ventanal de planta baja. Arriba, construye un balcón corrido para los dormitorios, conscientes de la necesidad actual de incluir espacios exteriores de carácter natural en los nuevos modelos de hábitat.
El resultado pone cara a este nuevo coliving en Madrid, lo visibiliza y proyecta al exterior desde octubre de 2021, cuando finalizaron sus obras. Agradecemos la implicación de todos aquellos que participaron en el proyecto, desde su fase inicial de diseño, ejecución y construcción.
Obras: Coliving en Montecarmelo. Inside Out
Arquitectura: Enrique Arenas, Luis Basabe, Luis Palacios.
Colaboradores: Javier Ortiz, Lidia Fernández, Aspassia Mitropapa.
Project Management: Javier Gómez y Daniel Arenas.
Arquitecto Técnico: Enrique Maroto.
Estructura: Ceider sl.
Instalaciones: Ofinco Consultores.
Constructora: Ferbocar Construcciones sa.
Promotor: Fundación Rodado Leal.
Superficie: 1300 m2
Ubicación: Madrid, España
Año: 2021
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero) + arenasbasabepalacios.com
«El objetivo es mostrar los conceptos fundamentales de la nueva habitabilidad que se están desarrollando en la vivienda colectiva de la Europa de principios del siglo XXI, propiciando de este modo un debate que permita continuar avanzando en este sentido».
A través de 28 ejemplos paradigmáticos de vivienda construida organizados en torno a siete categorías –Conciencia climática, Recargas activas, Cuidados domésticos, Nueva gestión, Contextos urbanos, Vivir y compartir e Identidades icónicas– más un epílogo Covid, se muestran los conceptos fundamentales de la nueva habitabilidad que se están desarrollando en la vivienda colectiva de la Europa de principios del siglo XXI, propiciando de este modo un debate que provoque la reflexión y la implicación de los profesionales, las administraciones y la sociedad en general.
El contenido de la exposición
Investigar en vivienda colectiva nos permite acercarnos a la sociedad como objeto de estudio y producir resultados que son nuevas formas de conocimiento de esta.
La indagación que en este caso presentamos se centra en la localización, análisis y procesamiento de conceptos y ejemplos sobre vivienda colectiva europea contemporánea que constituyen el marco teórico operativo de la arquitectura residencial actual. La finalidad es producir una red de conexiones conceptuales o “tags” ligada a focos de producción teórica específicos de la geografía europea que se obtiene a partir del análisis de proyectos edificados y textos publicados.
Lo que se pretende, en definitiva, es localizar y definir aquellos términos clave que comienzan a constituir el vocabulario característico del diseño de la vivienda colectiva en el cambio de siglo. Esto se consigue deduciendo teoría de las obras construidas, con el aval de las ideas que los arquitectos explicitan y los críticos aportan en las publicaciones, para tratar de reconocer procedimientos de renovación proyectual, iniciativas experimentales y nuevas ideas características del convivir de nuestro tiempo.
Herramientas de investigación
Las herramientas disciplinarias comunes utilizadas en el siglo XX para proyectar vivienda ya se han vuelto obsoletas. Entender la casa exclusivamente desde el contexto físico, el programa o desde su tipología no es la forma de dar soluciones efectivas a las demandas actuales. La diversidad social, los usos mixtos, los nuevos sistemas de gestión, el uso de espacios compartidos y la sostenibilidad de la construcción y rehabilitación de antiguas infraestructuras son los asuntos que hoy en día el diseño de vivienda debe tener en cuenta desde el inicio del proyecto. Por eso, es necesario explorar y profundizar en las nuevas formas de habitar y en los diferentes comportamientos sociales para comprender la domesticidad.
Es por tanto una investigación referida a temas que se apoyan en proyectos construidos y no al contrario. En este sentido esta exposición propone una comparación directa de cuatro proyectos por cada uno de los siete conceptos seleccionados. Se comparan proyectos a través de sus memorias, de dibujos en planta y axonometría así como a través de distintas fotografías.
Como apoyo visual se introducen en esta exposición videos realizados en siete edificios que describen la cotidianidad de estos espacios relatados por los usuarios.
Como epílogo se describe la sociabilidad digital relacionada con el aislamiento pandémico que anticipa un nuevo espacio público menos físico y más líquido.
El Master de Vivienda Colectiva “MCH” y el grupo de investigación de Vivienda Colectiva “GIVCO” de la Universidad Politécnica de Madrid son el soporte intelectual de estos trabajos colectivos.
Para leer este texto, por favor, escucha mientras lo lees.
«El declive de las humanidades va relacionado con la polución de la crítica, con la infinita redundancia de textos sobre textos que se produce especialmente en los medios universitarios». GEORGE STEINER, crítico literario.
«En el Reino Unido tenemos tantos periódicos que publican críticas de artes extensas que la mayoría de las exposiciones se juntan con reacciones de lo más variopinto. Los críticos no importan demasiado, independientemente de sus credenciales. Mi preferido, Brian Sewell, no ha escrito en 20 años una palabra favorable sobre ninguna de mis exposiciones, pero las rechaza con tal grandiosidad y estilo que resulta casi halagador que te ponga a caldo. La época en la que los críticos podían crear un movimiento artístico declarando el nacimiento del «Expresionismo abstracto», al estilo de Clement Greenberg, ha pasado a la historia». SAATCHI, CHARLES. Me llamo Charles Saatchi y soy un artehólico (sic).
Probablemente ya has terminado de escuchar el tema anterior. Para seguir leyendo, por favor, pincha en el enlace para escuchar:
Ecuación espacio-temporal de la vivienda, v=s/t.
Si vives en el centro, tu vivienda es pequeña y tus desplazamientos también: A más tiempo disponible, menos espacio en tu vivienda.
Si vives en una urbanización, tu vivienda es más grande y tus desplazamientos más largos: A más espacio disponible en tu vivienda, tu tiempo disminuye.
El tiempo disponible es inversamente proporcional al tamaño de tu vivienda.
Espacio / Tiempo = Constante (¿la velocidad?)
Se confirma que la velocidad de tus acciones es proporcional al cociente espacio/tiempo, obviamente cuanto menos tiempo tienes más rápido vas pero también cuanto más espacio tienes, más rápido conduces con tu coche.
(en el business CD encastrado en el salpicadero del coche suena The Sheltering Sky de Ryuichi Sakamoto)
Extracto del debate del 20 de julio de 2010 en el curso de verano de La Carolina (recuerdo aproximado):
«…tengo que corregirte, Salvador Rueda habla de la ciudad compleja, no compacta…»
Un profesor…
«En la ciudad compacta (…) con la misma energía que se puede consumir en un área determinada de la ciudad difusa, se mantiene un grado de organización significativamente mayor».
Rueda, Salvador. La ciudad compacta y diversa frente a la conurbación difusa.
Y ahora, otra ecuación:
«Si relacionamos la diversidad (H) con la energía consumida (E) a través del cociente E/H, su aumento o disminución, en el espacio referenciado, puede convertirse en una función que sirve para conocer la eficiencia energética del sistema, aparte de su grado de organización».
Rueda, Salvador. La ciudad compacta y diversa frente a la conurbación difusa.
El declive de la red va relacionado con la polución de los comentarios, con la infinita redundancia de posts sobre posts que se produce especialmente en redes sociales.
Feliz otoño.
bRijUNi architects (Beatriz Villanueva y Francisco Javier Casas Cobo).
Riyadh (Arabia Saudí), septiembre 2010
“A lo largo de miles de años el hombre ha dejado su impronta en el mundo. Ahora el hombre se ha ido, seguramente por un tiempo, quizás para siempre. Incluso, si quedaran algunos supervivientes, necesitarían largo tiempo para obtener de nuevo la supremacía. ¿Qué le ocurriría al mundo y a sus criaturas sin el hombre? ¡Esto es lo que le quedaba por ver!».
George R. Stewart, Earth Abides (1949)
Todos los indicadores corroboran que nuestro planeta ha entrado en una nueva era geológica. Esta nueva era, llamada Antropoceno, está marcada por el calentamiento global provocado por la acción del hombre y su modelo de desarrollo basado en la economía del dióxido de carbono. La inacción contra las causas del cambio climático puede poner en peligro la propia supervivencia humana y, al mismo tiempo, amenaza con la transformación de nuestro planeta y sus formas de vida tal como las conocemos.
Empezamos a trazar la historia de la humanidad hace unos 200.000 años. Eran tiempos en los que el planeta Tierra no tenía nombre y abarcaba lo que se pudiera divisar. Nadie sabía, ni le interesaba saber, que se empezaba a escribir nuestra historia. Vivíamos para sobrevivir -al igual que el resto de los seres vivos del planeta- como animales insignificantes, y ya era mucho.
Fuimos adquiriendo conocimientos e ingeniando tecnologías para aprovechar los diferentes recursos que la naturaleza ofrecía. Los Homo Sapiens aprendieron a subordinar plantas y animales, a domesticar su entorno hace 12.000 años. La cultura nos permitió crecer en número y construir comunidades mientras íbamos ocupando nuevos territorios y nombrando las cosas. Las comunidades se jerarquizaban y su gestión obligó, a los intereses dominantes, a inventar narraciones de memoria colectiva. Relatos fundamentados en el miedo y en generar esperanzadores retos de futuros inalcanzables, aprovechando el misterio de la diosa ignorancia. De estos miedos la naturaleza era la gran protagonista aportando la magia de la dimensión desconocida, capaz de todo lo bueno y todo lo malo, pero su inalcanzable misterio forzó a diluir su propia existencia, dejándola en manos de dioses más manejables.
La historia siempre ha servido para apuntalar los estatus del presente convirtiendo las ambiciones sociales y de poder en objetivos de toda la comunidad. Los diferentes relatos generados por la avaricia sin medida de la especie humana, se han enfrentado continuamente para lograr erigirse en los herederos de la única verdad. Conseguir ganar esta hegemonía es imposible, pero sirve para forjar procesos continuos de autodestrucción que alimentan la creación de nuevas tecnologías, motores del progreso de la humanidad. El gran damnificado de este enfrentamiento siempre es el planeta y la magia que alberga, que después de regalarnos la vida se lo agradecemos expoliándolo, devorándolo y destruyéndolo. Al mismo tiempo, los grandes ejecutores de este proceso somos los seres humanos, esclavos de nuestro propio régimen de servitud y sus intereses, muchas veces de forma invisible y voluntaria. Hemos llegado a superar la selección natural para desarrollar a través del diseño inteligente los organismos que nos rodean. Cuando el planeta se convirtió en la Tierra, empezamos a darnos cuenta del apetito sin fin de la humanidad, hasta entender que este nos lleva irremediablemente hacia el colapso.
Para encarar la difícil responsabilidad de revertir está dinámica, es importante saber cómo hemos llegado hasta este punto. Todo comenzó hace 6.000 años, a partir de la evolución de las tecnologías desarrolladas por la Humanidad. Estas tecnologías fueron las impulsoras del cambio global vinculado a la imposición de sistemas biofísicos: el calentamiento global y sus efectos sistémicos, la disminución acelerada de la biodiversidad, el agotamiento de recursos (no renovables y renovables) y la evolución de metabolismos en sistemas bióticos y abióticos (como suelos) (Chwałczyk, 2020).
Desde hace siglos se ha advertido de nuestra infinita capacidad depredadora y de sus consecuencias. Se estima que el 84% de la tierra no cubierta de hielo está hoy bajo la acción directa del hombre (Bonneuil, Christophe, Fressoz, 2016). Ya en el año 1778, el naturalista, matemático, biólogo, cosmólogo, filósofo y escritor francés, Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, escribió en Les Époques de la Nature: “Toda la faz de la Tierra hoy lleva la huella del poder del hombre” (Buffon, 1778). El ecologista estadounidense George Perkins Marsh publicó en el año 1864, “El hombre y la naturaleza, geografía física modificada por la acción humana” y unos años más tarde, en el 1873, Antonio Stoppani, profesor del Museo de Milán, utilizó el concepto “Antropozoica” para denominar una nueva era geológica (Waters et al., 2014). Durante la Segunda Guerra Mundial, el geoquímico ucraniano Vladímir Vermadsky se refería a la actividad del hombre sobre la Tierra con las siguientes palabras:
“La humanidad en su conjunto se vuelve una poderosa fuerza geológica.”
A la civilización humana, a su pensamiento y a su trabajo, se les plantea el problema de la transformación de la biosfera en el interés del libre pensamiento de la humanidad como unidad indivisible.
“Noosfera es esta nueva condición de la biosfera, a la que nos acercamos sin percatarnos” (Vernadski, 2007),
definición esta que puede considerarse como el principio de la concepción de la idea de Antropoceno.
En la década de los 80 del s. XX, la huella dejada por el hombre ya era tan visible que, para explicarla, el limnólogo estadounidense Eugene F. Stoermer (1934-2012), empezó a utilizar informalmente con sus alumnos el término Antropoceno. Posteriormente, en el año 2000, en una conferencia en Cuernavaca (México), el químico atmosférico holandés Paul Crutzen (1933), Premio Nobel de Química en 1995 por sus trabajos sobre la descomposición de la capa de ozono, al escuchar mencionar el período Holoceno como la época geológica actual, de manera espontánea exclamó “Antropoceno”, creándose así el mito fundacional de los orígenes del término (Trischler, 2017). Más tarde, Paul Crutzen pidió a Stoermer escribir conjuntamente un artículo en el que desarrollar su hipótesis sobre una nueva era geológica, que pasaría a llamarse el Antropoceno, la edad del hombre, término que proviene del griego ánthropos-hombre y kainós-nuevo o reciente. El artículo fue publicado en mayo del 2000 en el Global Change News Letter, el boletín del “The International Geosphere-Biosphere Programme” (IGBP) (Crutzen & Stoermer, 2000). Dos años después Paul Crutzen publica en la revista Nature el artículo “Geology of mankind”, haciendo extensiva a toda la comunidad científica esta hipótesis (Crutzen, 2002).
Esta nueva era pone punto final a la era del Holoceno, en la que habíamos vivido desde el final del último período glacial hace 11.700 años. El Holoceno se caracterizó por una estabilidad climática que favoreció la expansión del hombre hasta dominar el mundo. En cambio, esta nueva era en la que nos encontramos, el Antropoceno, está llena de incógnitas. En ella la humanidad tiene el papel central, convirtiéndose en la principal fuerza transformadora a nivel geológico y global.
Muchos son los factores que permiten justificar este cambio de era, entre ellos el uso de combustibles fósiles que, a raíz de las emisiones de dióxido de carbono, junto con las de otros gases de efecto invernadero, son responsables del calentamiento global. Alrededor de la Tierra, en su baja atmósfera, entre 0 y 15 km sobre el nivel del mar, se encuentran prisioneras e invisibles 1,4 billones de toneladas de CO2 emitidas desde el principio de la industrialización (Viallet, 2019). La humanidad utiliza por día 96 millones de barriles de petróleo que la tierra tardó 300 millones de años de elaborar (Dyas, 2019). Bajo tierra, las reservas conocidas de petróleo han sido quemadas en un 40% en los últimos 150 años. El 70% de la superficie terrestre ha sido transformada por la acción directa del hombre (Díaz et al., 2019) y más de dos tercios de los océanos se han visto comprometidos en alguna manera por la mano del hombre (Alexander, 1965); (Halpern et al., 2015).
El consumo mundial de materiales de la economía global se ha cuadriplicado desde 1970 (Carrigngton, 2020) y su recirculación ha caído en los últimos dos años (Circle Economy, 2020). En un día la humanidad usa 69 millones de m3 de arena, material imprescindible para la construcción y para la producción de vidrio. El mantenimiento de la humanidad necesita de la extracción ingente de productos de la Tierra, un planeta que olvidamos que es finito. El propio crecimiento del consumo de materiales es más rápido que el propio crecimiento de la población mundial.
Cada segundo se producen cuatro nacimientos y mueren dos personas, en un día 220.000 humanos aumentan la población de la Tierra (Dyas, 2019). Una población mundial que de los 1.000 millones de habitantes que tenía en 1800 creció hasta los 6.000 millones en el año 2000 (Hawks et al., 2000) y en diciembre de 2019 la cifra ya superaba los 7.700 millones de habitantes en todo el planeta (United States Census Bureau, 2020). Las proyecciones de futuro no dejan de crecer y lo sitúan en 11.400 millones en el año 2050 y en 15.300 millones en 2100 (Roser et al., 2019).
El crecimiento de la población mundial está directamente relacionado con la urbanización del planeta y la concentración de dicha población en zonas urbanas. En 1900 solo el 13% vivía en ciudades, cifra que llegó en 1950 al 30% de la población mundial, un porcentaje que hoy en día supera el 54%. Este crecimiento constante lo recrea el geógrafo urbano Ducan Smith en un mapa interactivo mundial de los cambios poblacionales de las ciudades (Smith, 2020), el cual, según la London School of Economics and Political Science (LSECities), llegará al 66% hacia el año 2050 (Floater & Rode, 2014) . Se espera un crecimiento de la población que habita en las ciudades de 1,5 millones de personas adicionales por semana durante los próximos 33 años (West, 2017).
En el año 1750 alrededor del 5% de la masa terrestre estaba ocupada por zonas de cultivos, de pastoreo y por las ciudades, hoy se considera que esta superficie llega al 30% (Bonneuil, Christophe, Fressoz, 2016). Se estima que alrededor del 1% de la tierra global se considera como área urbanizada, entiéndase ciudades, pueblos, aldeas e infraestructuras humanas (Roser et al., 2019). Estos centros urbanos representan aproximadamente dos tercios de la demanda de energía primaria y producen el 70% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, unas 25 gigatoneladas (ONU.org, 2019). El 90% de las zonas urbanas se encuentran en la costa, unas zonas amenazadas por las subidas del nivel del mar y los desastres naturales derivados del cambio climático. La cantidad de residuos sólidos que estas ciudades generan exceden mayoritariamente su capacidad para gestionarlos. Las “megaciudades” son enormes sumideros de recursos hídricos, energéticos y de materiales que generan gran cantidad de residuos de imposible reciclaje, lo cual provoca un serio problema de sostenibilidad ambiental (Hurtado, 2010).
La producción de energía abundante y barata ha permitido el desarrollo del capitalismo a costa de la depredación ambiental, a la vez que ha alimentado la injusticia social. En paralelo, la ciudad cimienta su crecimiento en la substracción de los flujos de energía y de materiales del campo (Fernández Durán & González Reyes, 2014). La producción y el consumo rivalizan. La humanidad consume 16.000 t aproximadamente de alimentos al día (Dyas, 2019).
Para conseguir alimentar a la población en crecimiento, se ha creado una industria alimentaria a gran escala acaparadora de tierras para destinarlas a monocultivos que están provocando grandes deforestaciones. A la par se fue eliminando la agricultura local, aniquilando la biodiversidad, acelerando las tasas de erosión y sedimentación, la sobreexplotación de los mares y de los recursos marítimos a causa de la sobrepesca, y aumentado la contaminación por el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas, con lo cual se ha envenenado la tierra y acidificado los océanos.
El sector primario, agricultura y ganadería, emplea el 5% de la población mundial para alimentar al 95% restante. A partir de aquí surgen paradojas como que en Estados Unidos haya más reclusos que agricultores. Este desajuste entre productores de alimentos y consumidores -para llegar a alimentar a la población mundial- se compensa a base de sofisticar los sistemas culturales, mecanizando y favoreciendo los monocultivos para centralizar los beneficios (Iglesias, 2017). Ya el 90% de la fotosíntesis que se genera en la Tierra proviene de la biomasa controlada por humanos (Bonneuil, Christophe, Fressoz, 2016).
La agricultura es uno de los principales aportadores de gases de efecto invernadero, con un 13,5% de las emisiones mundiales (Pachauri et al., 2007). La industria agroalimentaria está degradando todos los ecosistemas y los tejidos de vida, como son la salud de las personas y los animales, las plantas y el campo. Persigue continuamente aumentar al máximo, y a cualquier coste, los niveles de productividad agrícola; un ejemplo de esto son los rendimientos de producción de patata en el Reino Unido, que pasaron de poco más de 20 t en 1960 a más de 40 t por hectárea en 2014 (Ausubel et al., 2013). En este crecimiento y favoreciendo esta industria, siempre se encuentran los Estados con sus complicidades y ayudas. En los últimos 50 años se ha producido una drástica homogeneización global de las especies de cultivos alimentarios en todo el mundo (Khoury et al., 2014), de manera que unas 200 especies cultivadas se encuentran amenazadas de extinción con la pérdida de biodiversidad que esto significa (Hammer & Khoshbakht, 2005).
La pérdida de biodiversidad, tanto en la tierra como en los mares, está provocando unos índices de extinción de especies semejantes a los transcurridos a final del Cretáceo, en tiempos de la desaparición de los dinosaurios. Una extinción que, geológicamente hablando, ha transcurrido a un ritmo cien veces superior al normal. A lo largo de la historia del hombre, la vegetación terrestre se ha reducido a la mitad (Erb et al., 2018), una pérdida que supone más del 20% de la biodiversidad original (Díaz et al., 2019). Los animales salvajes representan en la actualidad menos del 25% de los que se encontraban en el Pleistoceno tardío (Bar-On et al., 2018), y desde 1970 más del 60% de los vertebrados terrestres han desaparecido (WWF International, 2016), mientras que existe al menos un millón de especies amenazadas de extinción de los entre 7,3 a 10 millones de especies eucariotas del planeta (Mora et al., 2011).
Los insectos, considerados como los animales más variados y abundantes de nuestros ecosistemas, sufren también en un rápido declive (Bidau, 2018), (Forister et al., 2019). Su población a nivel mundial ha disminuido un 25% en la tierra y ha aumentado un 11% en agua dulce en los últimos 30 años (Klink et al., 2020). Otros estudios estiman en el 50% los insectos que se han perdido en los últimos 50 años y que 400.000 especies de insectos esenciales para la polinización se enfrentan a la extinción por el uso intensivo de pesticidas, pero también por la contaminación lumínica (Goulson, 2019).
Desde el s. XVI se ha registrado la extinción de más de 700 vertebrados (Díaz et al., 2019) y alrededor de 600 plantas (Humphreys et al., 2019), unas cifras que no tienen en cuenta las especies que se han llegado a extinguir sin ser antes detectadas (Tedesco et al., 2014). En los mares y océanos las noticias no son mejores, el coral vivo de los arrecifes se ha reducido a la mitad desde mediados del s. XIX (Frieler et al., 2013), mientras que los pastos marinos lo hicieron en un 10% por década en el siglo pasado (Díaz et al., 2019) y los bosques de algas disminuyeron un 40% (Krumhansl et al., 2016). Los grandes depredadores de los mares y océanos se redujeron a un tercio en el siglo XX (Christensen et al., 2014).
Los humanos representamos el 0,01% de toda la vida que existe en el planeta, dentro del 5% que representa la biomasa del mundo (insectos, hongos, peces y animales), y hemos sido capaces de destruir ya el 83% de los mamíferos salvajes. La dimensión de nuestra acción sobre la vida en el planeta resulta más crítica cuando comprobamos que el 59% de todos los mamíferos en la Tierra corresponde al ganado, el 36% a los humanos y solo el 5% son animales salvajes. O sabiendo que el 70% de las aves son de corral, mientras que el 30% son aves salvajes (Bar-On et al., 2018).
Muchos de estos cambios están vinculados con los ciclos bioquímicos ahora controlados por la mano del hombre, ciclos estos que son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas y, en consecuencia, para la vida. Perturbaciones químicas a gran escala que se producen en los ciclos del agua, carbono, nitrógeno (unos flujos el doble que el natural por culpa de los abonos químicos), fósforo, oxígeno y otros elementos, que han sido alterados y transformados por la mano del hombre. En la actualidad, en todos los ecosistemas el nitrógeno fijado sintéticamente por la utilización de fertilizantes y la acción de combustibles fósiles ya es superior al nitrógeno fijado de forma natural (Svampa, 2019).
Igualmente, más de la mitad del agua dulce disponible es utilizada por el hombre. Queda menos del 15% de los humedales originales existentes en el s. XVIII (Davidson, 2014). El 15% del agua continental es retenida por presas hidráulicas y los acuíferos subterráneos se están agotando (Svampa, 2019). Los embalses construidos por el hombre contienen más de cuatro veces el agua dulce de todos los ríos del mundo (Dyas, 2019) y tres cuartas partes de los ríos de más de 1.000 km de curso no fluyen libremente, producto de la intervención del hombre en su recorrido (Grill et al., 2019). El uso de aguas subterráneas para el regadío se está incrementando rápidamente; en el 2007 casi el 40% de la superficie irrigada dependía ya de las aguas subterráneas como fuente primaria o como complemento de las aguas superficiales (Pachauri et al., 2007). Cada día la humanidad utiliza 25.000 millones de m3 de agua en un consumo sin freno de este bien imprescindible para la vida. Solo para producir una camiseta necesitamos 5.000 litros de agua (Dyas, 2019).
Los cambios bióticos también marcan el inicio de un cambio significativo del clima global y el nivel del mar, como son los niveles sin precedentes de especies invasoras en todos los ecosistemas de la Tierra. Igualmente se pueden encontrar una serie de señales en estratos recientes de la superficie de la tierra que incluyen partículas de plástico, aluminio y hormigón, radionucleidos artificiales, cambios en los patrones de isótopos de carbono y nitrógeno, partículas de cenizas volátiles y una gran variedad de restos biológicos fosilizables, los cuales constituyen huellas que permanecerán de forma permanente en diferentes estratos de la Tierra. Son cambios geológicamente duraderos, pero también a veces irreversibles (Zalasiewicz & Williams, 2016). Todo ello produce una huella ecológica global que excede hoy la propia capacidad regenerativa de los ecosistemas, con las consecuencias que esto tiene para la biodiversidad, los ciclos de nutrientes, la estructura, y la biología del suelo y el clima.
En el reciente estudio “Future of the Human Climate Niche” (Xu et al., 2020) se pronostica un aumento de la temperatura global del planeta de 3oC en los próximos 50 años. Las temperaturas podrían llegar al extremo de la posibilidad de vida (un promedio de 29oC) desapareciendo la cómoda temperatura de 6 a 28oC que en los últimos 6.000 años nos ha permitido mantener nuestra salud y producir alimentos, es decir, prosperar como especie. Esto provocaría que algunas zonas de la Tierra altamente pobladas como la India, Pakistán, Nigeria, Sudán o Indonesia tuvieran que soportar temperaturas parecidas a las del Sahara, y por consiguiente aumentaría enormemente la presión migratoria debido al desplazamiento de entre 1.000 y 3.000 millones de personas, y con ello, el desafío sobre los sistemas de producción alimentaria a escala planetaria. Estas previsiones nos hacen pronosticar que habrá más cambios en el planeta Tierra los próximos 50 años que en los últimos 6.000 años.
Toda una batería interminable de datos nos hace pensar que el Antropoceno es un punto de no retorno para la Humanidad y para el planeta tal como lo conocemos.
Pero esta crisis climática tiene que responsabilizarnos en la búsqueda de nuevas oportunidades de futuro. De la misma manera que Copérnico en el año 1543 hizo cambiar la concepción que tenía el hombre sobre sí mismo y su entorno, cuando hizo comprender que nuestro planeta no era el centro del universo, y con ello que la humanidad no era el centro de todo (Viallet, 2019). Ahora es el momento de dejar atrás la insolencia con la que tratamos el planeta que nos dio la vida y hacer otra revisión radical y respetuosa sobre cómo nos relacionamos con la naturaleza de la que formamos parte. Esto supone un cambio de paradigma en nuestra forma de entender nuestro desarrollo devorador del planeta para responsabilizarnos de su cuidado. Es en nuestras capacidades creativas, intelectuales y también en la búsqueda egoísta de nuestra propia supervivencia, que tendremos que encontrar rápidamente los caminos hacia un nuevo paradigma.
Está claro que en este momento de emergencia tenemos que repensar lo que significa ser un ser humano y cómo nos posicionamos en este planeta. Reformulemos ya la manera en que nos tenemos que relacionar respetuosamente con la naturaleza de la que dependemos. Los humanos constituimos una fuerza poderosa llena de arrogancia y no nos damos cuenta de que somos naturaleza en sí, y que formamos parte de un todo imprescindible para impulsar la vida.
“Esta maravillosa ciudad, de la que se cuentan tantas leyendas, era después de todo sólo de ladrillo, y cuando la hiedra creció encima y los árboles y las plantas se extendieron, y por último surgieron las aguas subterráneas, la gran metrópolis fue derrocada enseguida.”
Richard Jefferies, After London, or Wild England (1886)
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Este seminario propone tratar desde el diálogo y el debate, partiendo de una mirada abierta, diferentes focos de la comunicación contemporánea de la arquitectura. Inmersos en un mundo digital, son numerosas las problemáticas que abordar y también las posibilidades para la creación de una comunicación de la arquitectura más abierta y dinámica.
Inauguración del Seminario ‘Dinámicas Contemporáneas de Comunicación en Arquitectura’, con Marta Muñoz, Juan Calatrava y David Arredondo.
Primera sesión: Modera Manuel Saga, Politecnico di Torino
Intervienen:
– Leonor Martí
– David García Asenjo
– Luis Lope de Toledo
– Ana Mombiedro
Segunda sesión del seminario ‘Dinámicas Contemporáneas de Comunicación en Arquitectura’.
Modera: David Arredondo, UGR (Grupo Investigación HUM813).
Intervienen:
– Rocío Romero
– Marcela Grassi
– Lara Lesmes – Space Popular
– Diego Iglesias – HYPER STUDIO
Tercera sesión del seminario ‘Dinámicas Contemporáneas de Comunicación en Arquitectura’. Modera: Ana Del CidD, UGR- Grupo Investigación HUM813. Intervienen: – Silvia Blanco Agüeira + Alberto Alonso Oro – #revistaVAD de veredes, arquitectura y divulgación – Manuel Saga – EAHN y Architectural Histories – Teresa Couceiro – Ricardo Devesa – actar publisher / urbannext net
Cuarta sesión del seminario Dinámicas Contemporáneas de Comunicación en Arquitectura. Modera: Francisco García Triviño, Universidad de Alcalá (@kuneoffice).
Intervienen:
– Esperanza Campaña + Gustavo Rojas – saltoproyectos
– Agustín Gor + Carlos Gor de grxarquitectos
– María Mallo Zurdo
– Miguel Ángel Díaz Camacho – MADCARQUITECTOS
Quinta sesión del seminario Dinámicas Contemporáneas de Comunicación en Arquitectura. Modera: David Arredondo, UGR (Grupo Investigación HUM813)
Intervienen:
– María Fernández – ediciones asimétricas
– Santiago de Molina
– Héctor Rivera Bajo + Alberto Martínez García – hidden_architecture
– Lorenzo Barnó – stepienybarno
Artesanía, innovación, industria, luz y talento valencianos, ejes del proyecto arquitectónico
“Desde un inicio planteamos el proyecto como un regalo para el presente y el futuro de València, poniendo a las personas en el centro”.
Miguel Arraiz
“En esta oportunidad única de acercar el diseño y su transversalidad a la ciudadanía, empresas e instituciones, Àgora València indaga en los materiales y en la tradición artesanal de nuestro territorio. Además de ensalzar las raíces valencianas, que describen una forma de hacer las cosas, los materiales y sistemas constructivos que permiten el formato modular y desmontable del pabellón constituyen una decidida apuesta por la circularidad y la durabilidad.”
Con una superficie de 350 metros cuadrados, este pabellón modular narra la historia del reconocido diseño nacido a orillas del Mediterráneo, de materiales surgidos de la innovación cerámica y de tradiciones como la vareta de la mano del artista Manolo García.
Ubicada en la Plaza del Ayuntamiento, Àgora València consta de una estructura de unas dimensiones en planta de 24 por 10 metros y una altura de 9 metros.
El estudio Arqueha, coordinador del Plan Cero para la transición climática de tres barrios de la ciudad de València, se ha encargado de realizar el desarrollo técnico del proyecto aplicando parámetros de prefabricación y sostenibilidad. Con el empleo de la digitalización a través de la metodología BIM, junto al diseño paramétrico, se ha logrado resolver de manera industrializada todos los componentes del edificio, haciendo que cada uno de los bastidores que soportan las lamas sea único, prefabricado y desmontable.
El diseño, desarrollo técnico y construcción han tenido que realizarse en tiempos récord. Con una construcción de dos meses, el empleo de las herramientas digitales y la prefabricación han jugado un papel protagonista en un proyecto que define el futuro de la construcción, digitalizada, industrializada y sostenible.
Para ello, se han implementado diferentes herramientas digitales con el objetivo de aumentar la cantidad de procesos de prefabricación, manteniendo el diseño original del edificio. El uso del diseño paramétrico aplicado al cerramiento ha proporcionado la capacidad de generar una distribución de lamas totalmente controlada, eligiendo la densidad y posición de cada una de ellas en los bastidores, obteniendo un diseño único para cada bastidor. Junto al diseño paramétrico se ha empleado la metodología BIM, consiguiendo que cada elemento posea las propiedades necesarias para habilitar su prefabricación, ahorrando costes, materiales y tiempo en la construcción del pabellón. Gracias a estos procesos, se ha reducido el residuo generado, los trabajos realizados y el transporte de materiales, ahorrando grandes cantidades de CO2 y energía.
Àgora València es también un espacio estudiado siguiendo estrategias de confort térmico. Su diseño tiene en cuenta variables climáticas como la circulación del aire y la radiación solar e influye de forma directa en la mejora de la sensación de confort en relación al resto de la plaza. La protección solar formada por la piel de lamas verticales consigue reducir la cantidad de radiación solar proveniente del este y oeste, mientras que el techo de madera actúa de manera similar con la luz proveniente del sur, permitiendo en todo caso la ventilación natural del edificio. La suma de la protección solar y de la ventilación consiguen rebajar hasta 10 grados la temperatura de confort en el interior del pabellón respecto a cualquier otro punto de la plaza, y todo ello sin aporte energético y por lo tanto con 0 emisiones de CO2.
La edificación está recubierta de una piel desarrollada por las empresas Inalco y Wandegar a partir de piezas de MDI colocadas perpendicularmente en la fachada para ir tamizando la luz con el paso de las horas. De hecho, la luz ha sido tratada como un material constructivo más, y a ello también contribuyen otros elementos como la cubierta superior, de gran potencia estética. La pieza de vareta que techa el pabellón está realizada por Manolo García, maestro de la carpintería y artista fallero que regresa a la plaza donde tantas veces ha plantado sus creaciones. Este elemento simula las olas del mar Mediterráneo en referencia a la ciudad como punto de unión histórico entre diferentes culturas.
La firma Inalco está presente en fachada y techo, diseñados con MDi de la colección Silk Blanco. MDi (Minerales, Diseño, innovación) es una superficie innovadora, desarrollada con los minerales más puros, que permite que cuerpo y superficie presenten una continuidad estética total. MDi es un producto sostenible por estar formulado con un 50% de material reciclado de su propio proceso. Asimismo, su tecnología Full Digital, única en su sector a nivel mundial, permite ahorrar un 70% de agua y evitar el uso de disolventes.
Por su parte, la empresa de ingeniería en aplicaciones técnicas innovadoras para techos cerámicos Wandegar ha afrontado el proyecto de Àgora València como todo un desafío, para el que ha ideado una solución de envolvente arquitectónica que destaca por su sencillez y liviandad sin perjudicar la seguridad ni la modularidad del formato.
Cada atardecer desde el próximo 29 de junio, una instalación de iluminación artística e inmersiva creada por el estudio creativo Radiante convertirá el pabellón en un gran faro como símbolo del orgullo de toda la ciudad de València por ser la Capital Mundial del Diseño.
¿Por qué València necesitaba un pabellón?
Siguiendo la estela de los pabellones que otras capitales mundiales del diseño como Helsinki (2012) o Taipéi (2016) construyeron como corazón de su programa, donde ver y experimentar el diseño, València aprovecha la oportunidad de acercar el diseño y su transversalidad a la ciudadanía, empresas e instituciones desde un espacio propio.
Desde la designación oficial por la World Design Organization, València supo que debería contar, no solo con un espacio central para informar de la programación de la Capital Mundial del Diseño 2022, sino con un punto de encuentro que la conectara con las personas. Por ello, se imaginó un lugar en el corazón de la ciudad donde se pudiera contar el relato del diseño valenciano, que es el de su industria, el de la artesanía y el de la vertebración de todo un territorio, y hacerlo con una mirada de futuro hacia la sostenibilidad y los materiales.
“La ciudad de Valencia tal y como la conocemos es el fruto de más de un siglo de diseño. Diseño urbanístico, arquitectónico, artístico, de producto, de interiores y de gráfico que le ha permitido ganarse su espacio como ciudad de vocación global”,
ha afirmado Xavi Calvo, director de València Capital Mundial del Diseño 2022.
“En Àgora València juntamos a la sociedad valenciana, el turismo, la gente… para animar a todas las personas a participar y a conocer lo que somos desde nuestro propio espacio. Un lugar desde donde tomar conciencia sobre la presencia del diseño en nuestra vida diaria, su papel en el modelo de ciudad que queremos, y su importancia en la proyección de nuestra industria y economía hacia el futuro”.
Obra: Àgora València, plaza mayor del diseño
autores: Miguel Arraiz + arqueha
Cliente: World Design capital valencia 2022
Diseño y arquitectura: Miguel Arraiz + arqueha
Asesoramiento: Cosín Estudio
Estructurista: Josep Martí
Constructora: ATG desarrollos
Cubierta: Manolo García Carpintería Artística
Envolvente: Inalco + Wandegar
Iluminación: Radiante Creative Studio
Fotografías: Alejandro Gómez Vives + miguelarraiz.com + arqueha.com
El arquitecto José Luis Fernández del Amo responde al modelo de hombre multidisciplinar. Los poblados de colonización son, con toda probabilidad, sus obras más reconocidas, reivindicadas hoy por su conexión orgánica entre el espacio urbano y la naturaleza circundante, o por su capacidad por ordenar de forma equilibrada la relación entre el espacio público y el espacio privado.
Fue un hombre religioso y de ideas avanzadas, claramente por delante de su tiempo. Supo establecer la integración de las artes contando con la colaboración de jóvenes artistas para la ejecución de la iconografía religiosa de las iglesias de los poblados, con un resultado extremadamente moderno y aperturista para la época. Esta inclinación hacia el arte contemporáneo le llevó a la dirección del entonces recién creado Museo Nacional de Arte Contemporáneo. Por iniciativa suya el museo se hizo con obras de artistas consagrados, y, a la vez, con obras tempranas de artistas por entonces desconocidos, piezas que hoy forman parte significativa del Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.
Durante varios años desarrolló una intensa labor docente en la escuela de arquitectura de Madrid. No menos importantes son sus textos, recopilados bajo el título «Palabra y obra. Escritos reunidos», edición a cargo del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, donde trata temas tan significativos como la arquitectura, el urbanismo, la cultura, el arte o la religión. Ha sido pues un hombre de múltiples miradas, una transversalidad tan plenamente contemporánea que creemos de justicia reivindicar su figura.
Textos
Enrique Castaño Perea, Gonzalo García-Rosales, Gabriel Ruiz Cabrero, Rafael Fernández del Amo, Ángel Cordero Ampuero, Antonio Fernández Alba, Eduardo Delgado Orusco, Miguel Centellas Soler, Mª Dolores Jiménez-Blanco, Genoveva Tusell García, Patricia Molins.
Gonzalo García-Rosales
Arquitecto por la Universidad Politécnica de Madrid y Doctor Arquitecto por la Universidad de Alcalá. Es Máster en Restauración Arquitectónica por la ETSA de Valladolid. Miembro del Grupo de Investigación: «MASOPA. Madrid, Sociedad y Patrimonio: pasado y turismo cultural», y de I»ntervención en el Patrimonio y la arquitectura sostenible,» ambos de la Universidad de Alcalá. Autor de numerosos artículos sobre arquitectura y arte contemporáneos, entre los que destacan: «El paso del tiempo en la obra de Mercadal, o el sufrimiento de la arquitectura contemporánea española» (2017), «Círculos, perforaciones y vacíos. Jorge Oteiza en el mecenazgo Huarte» (2017); «Arte, política y todo lo demás. Una aproximación a la estrategia común en materia artística en Estados Unidos y España en los años 50» (2018); «Operación H o la poética experimental» (2018); «La Exposición Universal de Bruselas, un cambio de rumbo para la constructora Huarte y Cía» (2021). Actualmente es Profesor Asociado del Departamento de Expresión Gráfica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá, y Profesor Asociado del Departamento de Ideación Gráfica de ETSAM de la Universidad Politécnica de Madrid.
Enrique Castaño Perea
Doctor arquitecto, profesor titular de universidad en el área de Expresión Gráfica Arquitectónica desde el 2003. Después de diversos cargos de gestión, actualmente es el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Alcalá. Ha realizado el doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid en 2007, es MBA en IEDE en el 2008 y Máster en Antropología por la UNED (2021). Investiga y trabaja sobre el dibujo arquitectónico en su perspectiva histórica y docente desde el Renacimiento hasta nuestros días, y sobre la imagen como recurso de aplicación en el campo de la arquitectura, tanto para el diagnóstico de deficiencias en la edificación como en trabajos de realidad aumentada aplicado al patrimonio. Ha colaborado regularmente con la Academia de Bellas Artes de San Fernando y la BNE y ha dirigido proyectos de investigación, sobre diferentes líneas como el dibujo como la herramienta de los arquitectos a partir de los archivos y sobre la aplicación de la realidad aumentada y virtual para el estudio del patrimonio histórico y edificado. Dirige los grupos de investigación Imagen, Métrica y arquitectura, y de cooperación Cauce HAb.
Hay una pequeña pega, y es que los datos ciertos que conozco por ahora sobre su biografía se pueden escribir (con letra pequeña) en el reverso de un sello de correos (más bien grande). Pero para eso está la fase de documentación.
Tengo pocas fuentes. Hay bastante más sobre el ambiente, sobre la OSA, la ASNOVA, la VOPRA, etc, y muchísima literatura que nos muestra de una manera muy vívida la vida en la Unión Soviética en aquella época.
El caso es que me apetece ponerme a ello.
Para empezar, se me ha ocurrido un título (provisional, por supuesto): Cortadle las alas. Me gusta (ahora diré por qué), pero me frenaba su dificultad fonética: esa d fastidiosa y pedante que quiere manifestarse y le quita fluidez al resto.
Lleno de dudas, pedí opiniones en Facebook: Qué pensarían mis amigos, así, a bote pronto y como primera impresión, de una novela cuyo título fuera Cortadle las alas. Incluso pregunté si alguien lo vería mejor con signos de exclamación:
¡Cortadle las alas!
que a mí me parecen excesivos, al menos para el título, pero expresivos.
No expliqué el porqué de ese título, ni de qué iba la novela, ya que sólo quería saber cuál podría ser su primera impresión (de agrado o de desagrado) ante la fonética y los posibles significados de un título algo arriesgado: Cortadle las alas.
Las respuestas se han desencadenado con una rapidez y una profusión tales que me han desbordado. Vaya amigos que tengo en Facebook: Virtuales y todo lo que queráis, pero amabilísimos y muy entregados siempre a la causa. (Dejémoslo así: «La causa»). Muchísimas gracias a todos.
En vez de responderles uno a uno, o de abrir un nuevo hilo largo en Facebook, respondo aquí y de paso les explico el por qué del título.
Leonidov fue el más brillante alumno de arquitectura de su generación. Su proyecto de fin de carrera es famoso, y su maestro, el gran Alexander Vesnin, le puso inmediatamente a dar clases y le llevó a trabajar a su estudio.
Leonidov era tan bueno que incluso antes de haber construido nada ya se hizo famoso. Las revistas publicaban sus proyectos teóricos, sus presentaciones a concursos, sus artículos.
Le Corbusier, admirado por el joven ruso, a su vez se interesaba por él.
Pero todo se rompió antes de empezar, antes de despegar.
El realismo socialista, el neoclasicismo, la supuesta ideología proletaria en la arquitectura, se hartaron del talento y de la brillantez del joven. Eso era individualismo, antisocialismo, formalismo burgués y caprichoso, pensamiento contrarrevolucionario, etcétera.
Lo curioso es que Leonidov era un comunista convencido, y lo demostró con su vida, y en sus proyectos había un profundo interés por el programa, por la renovación y mejora de las formas de vida y de utilización y funcionalismo de los edificios. Pero, lamentablemente, el talento, el genio, la brillantez personal, son siempre vistos con recelo por las mentes burocráticas, rutinarias y cobardes, que creen en un igualitarismo mal entendido que consiste en cortarle las alas a quien destaca.
Total, que la revista juvenil Smena (Nueva Generación) publicó en 1931 un artículo titulado «Cortadle las alas», que decía que los leonidovistas estaban en las nubes, y que esa fantasía creativa era frustrante y precipitaba a los jóvenes al abismo. Es curioso, pero Leonidov había terminado la carrera en 1927. En sólo cuatro años se había convertido en un mal ejemplo y en una perversa influencia, y en un líder de una corriente peligrosa. El artículo decía:
«Declaremos la guerra a toda esa fantasía creativa. ¡Cortémosle las alas!»
Y vaya si se las cortaron.
Alexander Vesnin, su maestro y jefe, lloró con ese artículo, y Leonidov se emborrachó por primera vez en su vida. Todo se había acabado.
Leonidov aún no había construido nada. Y no le dejaron construir nada nunca en su vida. (Bueno: Al final hizo, en grupo con más arquitectos, una ridícula escalinata con una fuentecita y un balconcito. Qué horror. Qué tremenda injusticia).
Por lo que acabo de decir creo que se entiende que para la historia que quiero contar Cortadle las alas me parezca un buen título.
Mis amigos de Facebook me han dado muchas opiniones interesantes:
Una de ellas es que el título tiene aliteración: ADLE LAS ALAS, ALELASALAS… que va desde la cacofonía al buscado fonetismo. Incluso un amigo dice que le suena a título de un poemario por esa aliteración digamos «musical». Esto es completamente involuntario. Se trata de una traducción del título del artículo en ruso. Claro, que al ser una traducción yo podría emplear otras palabras, pero creo que, ahora que caigo en ella, sí me gusta esa aliteración.
En general, lo prefieren sin signos de exclamación. Un amigo me hace una referencia a Danzad, danzad, malditos. Varios se acuerdan de la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas:
«¡Que le corten la cabeza!»
(Claro, que en este caso ganan quienes prefieren signos de exclamación).
Varios me dicen que suena a bruto, a mafioso, a imperativo contenido, a crueldad… Es justo eso lo que quiero que parezca. Ahora ya sí os he explicado el contexto.
Otros me dicen que preferirían otras formas verbales y/u otros sujetos: Córtale las alas, Que le corten las alas, Córtenle las alas, Cortando las alas… E incluso hay aportaciones verdaderamente creativas (por no decir delirantes), como No hay alitas, no hay vuelito, en clara alusión a No hay manitas, no hay galletas. (Eso dice este amigo, aunque confieso que lo de las manitas y las galletas no lo conozco).
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · Diciembre 2015
Nota:
A estos amigos (a quienes agradezco mucho sus aportaciones) les pedí opinión sin dejarles saber de qué iba la historia. Quería saber qué les parecía ese título sin más: Cortadle las alas. Ahora vosotros ya sabéis qué pretendo, y os pido que me dejéis vuestros comentarios.
Muchas gracias a todos.
Doy las gracias, por orden de intervención, a quienes han comentado hasta ahora en Facebook (algunos varias veces): David García-Asenjo Llana, Juan Mosquera Lorenzo, Carolina Chica, Álvaro Finat Urgel, Rafael Otero González, Fernando Sánchez, Kike García, Javier Molowny González, José Balbino González Redondo, Miquel Àngel Julià Hierro, Óscar J. García, Rodrigo Almonacid Canseco, Miguel Morea, Javier Ibarrola, Eduardo Almalé, Raquel Sebast, Carlos Blanco Gutiérrez, Luis Díaz Feria, Ignacio Vicente-Sandoval González, Antonio Esteban Hernando y Alberto Alonso Oro, al único que lo ha hecho en twitter: Fernando Jiménez, y también os las doy a quienes sigáis opinando en Facebook y twitter y a quienes lo hagáis aquí. Muchas gracias de antemano por vuestros comentarios.
La semana pasada una amiga de Facebook actualizó su fotografía de portada poniendo la que está aquí a la izquierda. Cuando alguien le preguntó si era The Black Cat, mi amiga le respondió:
«Karloff como el satanista y esteta Hjalmar Poelizig, homenaje al arquitecto y decorador cinematográfico alemán del mismo apellido autor de los escenarios de El Golem. Una de las películas favoritas de LaVey (y de un tal JESÚS PALACIOS), entre otras cosas por su uso de la arquitectura Bauhaus como escenario gótico en lugar del tópico castillo con telarañas».
Evidentemente el personaje que baja las escaleras es Boris Karloff en Satanás, el título con que la película se estrenó en España, pero la escalera y, sobre todo, las barandillas… Por eso escribí
«Tengo que volver a verla, porque no me acuerdo de esa barandilla. La bata de Poelzig sí es de la película».
y mi amiga me replicó:
«Cualquier motivo es bueno para volver a verla. Yo no me canso».
Comencé a buscar en imágenes de Google y no tardé en encontrar la fotografía, primero en alguna página en la que se incluía entre otras de The Black Cat y por fin en una titulada Poelzig VS. Poelzig del artista Pawel Ksiazek (no se puede escribir correctamente aquí, porque no admite unas letras del alfabeto polaco).
Entonces pude escribirle a mi amiga:
«Definitivamente no es una foto de la película, la he vuelto a ver y esa barandilla es de un edificio del Poelzig real, un fotomontaje de Pawel Ksiazek se puede ver más en (y añadí el enlace)».
En esa página se puede leer parte de un texto del catálogo de la exposición que realizó este artista en la desaparecida galería berlinesa Zak Branicka, entre el 30 de abril de 2010 y el 5 de julio de año siguiente, que empieza con un error:
«La analogía entre los dos nombres no es una coincidencia. El director y el arquitecto se conocían. Poelzig creó los decorados de la primera película de Ulmer El Golem y a cambio Ulmer llamó al arquitecto diabólico de Black Cat en honor a Hans Poelzig»,
evidentemente Ulmer no dirigió El Golem, sino que lo hizo Paul Wegener, pero sí es cierto que debieron conocerse en el rodaje de esa película, tal como escribí en el artículo antes citado:
«Berlín verano de 1919, un joven de veintinueve años, que trabaja como decorador en la compañía teatral de Max Reinhardt, va a estar dos meses en paro; por casualidad se encuentra a un amigo, al escenógrafo Rochus Gliese, que le propone: ¿Por qué no vienes conmigo y trabajas en una película? Él le responde: ¿Qué clase de trabajo, si ya tienen un escenógrafo en la película, el profesor Poelzig? Pero termina dejándose convencer por Gliese, el trabajo al principio consiste en recortar siluetas para ponerlas delante de la cámara. La película se titularía El Golem y el joven se llamaba Edgar G. Ulmer. Muchos años después el propio Ulmer le contaba a Peter Bogdanovich que tras trabajar dos semanas en la película «estaba construyendo decorados, porque a Poelzig no le importaba»».
Ulmer y Poelzig también pudieron conocerse cuando este último hizo el proyecto y construyó el Grosses Schauspielhaus en 1919, para Max Reinhardt ya que, como se mencionaba antes, Ulmer trabajaba entonces en su compañía teatral.
El texto del catálogo continúa con otra referencia que no he encontrado, pero que quizás sea cierta:
«Según los biógrafos de Hans Poelzig, el propio arquitecto quería ser reconocido en ocasiones como un personaje demoníaco: «Dentro de mí viven muchos espíritus y demonios, si así es como la gente quiere llamarlos. Sólo el odio a Dios es creativo y suscita algo nuevo en las personas», escribe en una carta a su esposa Marlene Moeschke».
En otro párrafo del catálogo se puede leer:
«La arquitectura juega un papel clave en las pinturas y fotografías de Ksiazek; conecta dos mundos, el ficticio (película) y el real. En los espacios de las realizaciones más famosas de Hans Poelzig, inserta a los protagonistas de la película: en una fotografía de la escalera de la Haus des Rundfunks en Berlín (diseñada por Hans Poelzig) reemplaza la escalera por las escaleras que conducen al sótano de la de Hjalmar Poelzig. En otra, la sala de Hjalmar Poelzig se conecta con el vestíbulo del cine Capitol de Berlín. En la serie de fotografías mostradas en la exposición, Ksiazek también manipula los detalles: en la película se muestra una puerta, sin embargo, el artista reemplaza la manivela de la puerta por una de la Haus des Rundfunks. En las paredes del dormitorio de Hjalmar Poelzig, coloca los bocetos arquitectónicos genuinos de Hans Poelzig».
Los antagonistas de Satanás con otra maqueta de un edificio proyectado por Hans Poelzig sobre la mesa, donde los antagonistas juegan al ajedrez en Satanás.
El texto finaliza:
«A partir de la realidad y la ficción cinematográfica, Ksiazek construye una visión hipotética de un mundo alternativo que considera hasta qué punto la arquitectura del siglo XX se fusiona con la cultura de masas y en qué nivel se materializa en la sociedad. Igualmente significativo es que Pawel Ksazek es ante todo un pintor que ha trabajado su propio estilo altamente reconocible y el proyecto Poelzig VS. Poelzig es la inspiración para sus pinturas. Una pintura es para él el elemento final de una compleja búsqueda de varios niveles. Todo el proceso de probar y seleccionar motivos y buscar «pruebas materiales» sobre la base de vínculos históricos es nada menos que un pretexto para el desarrollo pictórico y una buena pintura».
Gracias a mi amiga y a su publicación en Facebook, he descubierto el trabajo de este artista, que en el caso de Poelzig VS. Poelzig es especialmente interesante para todos los interesados en las relaciones entre cine y arquitectura.
Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, septiembre 2021
El alicatado de un baño; una teja que se desprende en la cubierta; la reparación de una grieta que aparece en el garaje… En el día a día de cualquier hogar pueden surgir un gran número de problemas que comprometen su funcionalidad o el bienestar de sus ocupantes. Para hacerles frente, nada mejor que contar con una solución para el sellado y pegado que sea multiusos y que, además, se pueda emplear tanto en el exterior como en el interior.
En el mercado podemos encontrar diferentes productos, con los que dar respuesta a estas necesidades, pero hoy nos detenemos a analizar las ventajas de una gama que se puede emplear en prácticamente todo tipo de superficies. Es la gama Sikaflex®, una serie de productos con prestaciones profesionales, para el pegado y sellado, que se puede emplear tanto en interior como en exterior, ya que tiene muy buena resistencia al envejecimiento y a la intemperie. Además, Sikaflex® no descuelga; es capaz de pegar en soporte húmedo; cura sin burbujas, y presenta muy buena adherencia con la gran mayoría de los materiales de construcción como el hormigón, el ladrillo, la cerámica, la madera…
Estas son las algunas de las ventajas de Sikaflex®:
1. Amplia gama de soluciones
La gama Sikaflex® ofrece un gran abanico de soluciones con las que dar respuesta a los diferentes retos del proyecto: desde productos de sellado y pegado con un potente agarre inicial –como Sikaflex® 118 Extreme Grab– hasta soluciones para un acabado perfecto, sin rastro de producto –Sikaflex® 112 Crytal Clear–. Y si lo que se busca es un sellador multiusos “todoterreno”, SIKA ha incorporado a la gama su última novedad: Sikaflex® Purform, que permite su uso para el sellado de juntas en vertical y horizontal, una capacidad de movimiento superior al 25% y muy bajas emisiones en CO2.
2. Apta para su uso con la mayoría de los materiales de construcción
La gama Sikaflex® se puede emplear en diferentes tipos de materiales y soportes: madera, cerámica, mortero, cristal, etc. Para su uso con los soportes más difíciles, como el hormigón húmedo, EPS, XPS o materiales bituminosos, la gama dispone de Sikaflex® 111 Stick and Seal. Y si se necesita una elevada adherencia sin imprimación en superficies no porosas, cuenta con Sikaflex®117 Metal Force, que además es no corrosivo y presenta una buena resistencia al agua.
3. Fácil aplicación
Para usarlo adecuadamente hay que preparar previamente la superficie sobre la que se va a aplicar, saneándola y liberándola de partículas de pintura, grasa o polvo. Además, debe presentar un acabado homogéneo.
Su aplicación se puede realizar de manera lineal para zonas estrechas; en zigzag en caso de superficies más anchas, y por puntos, si hubiese que salvar alguna irregularidad.
Una vez se ha aplicado el producto, se debe proceder al pegado de los elementos y en 48 horas la superficie estará completamente seca.
4. Bajo impacto ambiental
Los productos de la gama Sikaflex han sido ensayados y certificados, para garantizar un óptimo resultado con un bajo impacto ambiental. Todos han sido desarrollados en conformidad con LEEDv4 EQc 2 y declarados “Material con bajas emisiones”. Además, cuentan con Declaración Ambiental de Producto (DAP) y certificado de emisiones COV.
En la página web de SIKA podemos encontrar más información sobre la gama de productos Sikaflex®.
La Balma es un edificio promovido por la cooperativa Sostre Cívic, a quien se le adjudicó un solar destinado a construir vivienda cooperativa en cesión de uso. El proyecto busca ampliar el parque de vivienda asequible de Barcelona, luchando contra la escalada de precios y la dificultad de acceso.
Atendiendo a los recursos económicos disponibles, se pone el punto de mira en el gasto inicial de la construcción y en el gasto del uso del edificio en su vida útil. Además, el edificio quiere combatir la pobreza energética, reduciendo en más del 50% los costes para obtener el confort climático tanto en verano como invierno.
Relación con el entorno
El edificio se sitúa en la esquina entre la calle Espronceda y Antic de Valencia. Este último es un eje verde cargado de equipamientos para el barrio. El grupo de habitantes quería colaborar como un equipamiento más de este eje, compartiendo espacios abiertos al barrio y expresando la riqueza de la vida comunitaria interior. Para ello, el acceso principal, todos los espacios comunitarios ylas circulaciones verticales se sitúan a la fachada norte, abriendo el edificio hacia el parque de Antic de Valencia. En la calle Espronceda (calle transitada) se sitúa el local comercial que se destina a entidades sin ánimo de lucro.
Circulaciones y espacios comunitarios
El programa de espacios comunitarios surge de un proceso participativo con el grupo de habitantes, siendo el proceso en sí mismo un lugar de construcción de comunidad. Estos espacios se distribuyen en altura, repartidas en todas las plantas del edificio. Hemos querido que espacios comunitarios y circulaciones potencien las relaciones humanas, los encuentros espontáneos y las actividades de la cooperativa al largo de todo el edificio, con una idea de “casa grande”.
En la planta baja se sitúa la cocina-comedor, espacio taller para bicicletas, el vestíbulo y dos locales comerciales gestionados por la cooperativa. En las plantas superiores se distribuye el programa comunitario de pequeño formato (Sala polivalente, espacio de lectura, habitaciones para invitados, espacio de cuidados y lavandería). Finalmente, en la cubierta hay el espacio exterior de la cooperativa: una terraza de mas de 300m2 accesible que podrá ser equipada y mejorada según les necesidades de la comunidad.
Viviendas
La Balma cuenta con 20 viviendas, de las cuales una se destina como piso puente para personas en proceso de reinserción social. Las viviendas se diseñan a partir de una retícula de piezas de 16m2 diáfanos. Estas piezas permiten que el usuario los distribuya según sus necesidades. Cada vivienda parte de una “unidad base” de 50m2 totalmente equipada con cocina y baño, correspondiente a las tipologías pequeñas (S). Cada unidad base se amplía con una o dos piezas, pasando a ser tipologías medias (M) o grandes (L). Las piezas que permiten esta ampliación son espacios gestionados por la cooperativa. Esta gestión permite flexibilidad real del sistema, y las viviendas se apropian de ellos de forma individual o compartida.
Estrategia ambiental y construcción
Las estrategias ambientales principales consisten en la reducción de la demanda energética (el edificio como refugio de pobreza energética) y construcción de mínima huella de carbono con un presupuesto reducido. Los objetivos se consiguen con:
· Cambio de la sección del edificio. Se mueven las pasarelas de acceso a las viviendas de norte a sur según las plantas. Eso proporciona máxima captación solar en el interior de las viviendas en les plantas 1, 2, 3 (plantas con menos horas de captación) i protección solar en las plantas 4 y 5 (plantas con exceso de radiación)
· Compactación de las zonas climatizadas. Viviendas sobre-aisladas con mínimas perdidas energéticas. Para los meses calurosos, buena ventilación cruzada y protección solar en la fachada sur. Espacios de circulación abiertos sin climatizar.
· Centralización de instalaciones de máxima eficiencia. Geotermia para agua caliente y climatización en invierno y recirculación de agua del subsuelo para refrescar en verano (free-cooling).
· Terminales de clima a partir de paneles de arcilla radiantes en cara interior de fachada. Permite trabajar a baja temperatura, tanto la radiación de calor como el “free-cooling” sin condensaciones. La arcilla funciona bien como material hidroregulador del ambiente.
· Instalaciones perfectibles: previsión para mejoras en el tiempo (fotovoltaicas, aguas grises, etc.)
· Estructura que optimiza cada material en coste y prestaciones. Hormigón en cimientos y planta baja en contacto con el terreno. Madera en todos los espacios habitables ofreciendo confort, control higrométrico y teniendo un impacto ambiental positivo en el conjunto.
Construcción
El edificio tiene dos tipos de estructura para optimizar cada material en coste, velocidad de construcción e impacto ambiental. En cimientos y planta baja se utiliza el hormigón, en contacto con el terreno y la calle. Las plantas superiores se construyen en estructura de paneles de madera contralaminada. Es una estructura de bajo impacto ambiental y muy ligera que ayuda a reducir cimientos (reducción del uso del hormigón). Ofrece confort, espacios más saludables y menos humedad en el interior de las viviendas por su capacidad de material hidroregulable.
Obra: La Balma Cooperativa de viviendas
Autores: Lacol SCCL | Laboqueria Taller d’arquitectura SCCL
Año: 2017 – 2021
Superficie Construida: 2347m2
Presupuesto Ejecución: 2.477.00€
Ubicación: Carrer Espronceda 135 Barcelona, Spain
Colaboradores: Arrevolt SCCL (Arquitectura técnica), Arkenova SCCL (Ingenieria), Societat Organica SCCL (Consultoria ambiental), Miguel Nevado (Estructura)
Cliente: Sostre Civic (promotor social de vivienda cooperativa en cesión de uso)
Constructor: Constructora “La Constructiva SCCL”
Fotografía: Milena Villalba + Lacol.coop + Laboqueria.net
Madrid Diversa, es una exposición que pone el foco en la diversidad, en la multiplicidad, como hecho identitario de la vida urbana y uno de los principales rasgos que caracterizan a Madrid, en un momento en el que las ciudades tienden a la estandarización, a replicar modelos comerciales y estructuras culturales.
La muestra propone una inmersión en el Madrid de hoy organizada a través de tres herramientas diferentes: un atlas de mapas a gran escala, desarrollado por el think tank300.000 Km/s; un recorrido con la visión de cinco fotógrafos –Eva G. Herrero, Ernesto Peña Sanz, Rainer Torrado, Ángela Suárez y Ana Belén Mejía– y un paisaje de sonidos creado por Lucas Bolaño. El recorrido dirige la mirada a cinco ámbitos diferentes La ciudad construida, los edificios, La ciudad habitada, las personas, La ciudad compartida, el espacio público, La ciudad de los usos y La ciudad en transformación.
Las cartografías construyen una mirada algorítmica que se dibuja a partir de datos públicos masivos de diferentes fuentes –Instituto Nacional de Estadística, Catastro, Ayuntamiento de Madrid, base topográfica, imágenes por satélite, etc.–. Unas métricas que no solo reflejan lo que la ciudad contiene, sino cuán diverso es lo que en ella encontramos. Algunos de los datos que recogen los mapas son, entre otros, la diversidad en el tamaño de la vivienda y de las parcelas, la diversidad en las calidades construidas, la antigüedad de los edificios, la diversidad de sus habitantes (edades, sexo, nacionalidades, rentas); la diversidad en la calidad y heterogeneidad de las infraestructuras verdes y el número distinto de especies vegetales o la diversidad de usos y servicios.
Las fotografías ofrecen una aproximación personal realizada por cinco artistas que registran el paisaje, las personas y el territorio: Eva G. Herrero, Ángela Suárez, Ernesto Peña, Rainer Torrado y Ana Belén Mejía. Una visión fragmentada de barrios, calles, y sus habitantes, que conforma un archivo documental inesperado a partir de fotografías y vídeos en formato vertical, como si se tratara de reels.
Lucas Bolaño crea sus paisajes sonoros a partir de grabaciones de campo recientes –realizadas en El Rastro, en Madrid Río, en amplios espacios arquitectónicos como la estación de Atocha, en mercados y bares–, que se mezclan con sintetizadores, guitarras eléctricas procesadas y edición de audio y sirven de hilo conductor del recorrido.
El diseño expositivo corre a cargo del arquitecto Pablo Ferreira Navone.
La exposición ha sido comisariada por Ariadna Cantis y Javier Peña – Ibáñez.
CentroCentro
Espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid
Del 29 de septiembre al 29 de enero de 2023
Quizás nuestra dimensión humana es medida cada mañana para devolvernos al mundo de los vivos, quizás la luz intenta reconstruirnos con su siempre inseparable compañera y cómplice: la sombra.
Nos animamos al ver la dimensión que alcanzamos al confrontarla, al intersecar sus designios con nuestro deseo de habitar, al caminar por la estancia nos revela también la vida de los objetos que acompañan la desgastada rutina, haciéndonos testigos de nuestra propia vida.
Así se instaura en cada mañana y funda un nuevo hogar, se acomoda y al final de la tarde cuando su sombra se echa a nuestros pies a manera de ofrenda y se recuesta sobre nuestra vida es cuando sentimos que habitamos.
El tiempo acusa la superficie, persigue las horas, finge -a veces- que nuestra sombra cae dos veces (y de la misma manera) sobre la misma superficie, pero es el suelo -cómplice de nuestros pasos- quien decide recibirla y revelar como las juntas se ven más profundas, como las señas de la vida sobre nuestra piel.
Es la luz del tiempo quien nos señala constantemente, a veces arrojándonos el sol despiadadamente sobre nosotros, apareciendo oculto detrás de un pilar circular de concreto; pero es el tiempo quien revela finalmente la firmeza de nuestra hechura, el material del que estamos hechos, las señas de la fortaleza de nuestra lucha, y las huellas que dejamos al habitar. Pero también es la sombra quien da vida a esa inquietud, es ella quien en su extensión termina por adoptarnos, revelar que somos parte de ese mundo creado por nosotros mismos; ese al que asistimos como actores sobre el escenario de nuestras vidas para mostramos un día que hemos dejado de habitar.
Enseñar arquitectura a niños es un espíritu salvaje que anda suelto. «¿Qué es Arquitectura?» fue mi primer proyecto educativo donde participaron decenas de profesionales. La generosidad deshace todas las dificultades.
«¿Qué es Arquitectura?» fue el primer proyecto educativo que ideé. Su objetivo era aproximar y enseñar arquitectura a la infancia. Constó de videos en internet y talleres para la infancia en España, Italia y USA. La arquitecta y cineasta Eva Serrats se sumó al proyecto en julio de 2008. Decenas de arquitectos participaron en los vídeos o talleres. La arquitecta Bet Cantallops fue una de las más fieles colaboradoras. La cineasta Anna Brufau participó en la edición de algunos vídeos y la dirección de uno. La Nau Ivanow (Barcelona) fue la sede del proyecto desde su origen en 2008 hasta su conclusión en junio de 2011.
En su origen constó de una website Open Educational Resource (OER) con vídeos para niños de 5 a 8 años, donde arquitectos explican qué es arquitectura.
¿Cómo lo explican?
Con dibujos, maquetas, textos… unos arquitectos quisieron salir anter la cámara, otros no. Mis colegas del teatro (clown, títeres, soprano de ópera, actrices y actores, coreógrafa, maquilladora) colaboraron en la puesta en escena de algunos vídeos a partir de los materiales creados por los arquitectos. Estrenamos los vídeos en la X Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo en Santander en julio de 2009. En marzo de ese año empezamos a hacer talleres de arquitectura para niños en varios contextos, formatos y países.
Origen del proyecto
Desde 2006 intenté hacer un espectáculo de teatro para niños. No me gustaban los espectáculos de teatro para niños que solía ver por ser ñoños, moralistas o pedagógicos («mira niño que te voy a enseñar cosas importantes»). El arte debe causar un impacto estético (sensorial, imprevisible, poético) o no cumple su función.
Así que proyecté el espectáculo «La Isla de los Caballos» sobre la Naturaleza. Planteé cuatro escenas y sus personajes: dos osos polares en el Ártico, un tiburón en el océano, una casa que se cae por el deshielo del permafrost en Alaska, la selva amazónica. Cuatro dramaturgos confirmaron que escribirían las escenas: Lluïsa Cunillé, Juan Mayorga, Anäis Schaaff y Paco Zarozoso.
Tras la búsqueda infructuosa de financiación (Teatre Nacional de Catalunya, instituciones de la Generalitat de Catalunya…) en abril de 2008 decidí cambiar el concepto del contenido, producción y distribución. Iría sobre Arquitectura, lo produciría con cero euros y me saltaría a los distribuidores (los teatros) haciendo un proyecto gratuito para internet.
Uno de las personajes de la obra de teatro, la osa polar, pasó a ser el logo de «¿Qué es Arquitectura?». Más tarde la bautizamos «Matilda» en homenaje a Matilde Ucelay, la primera mujer arquitecto de España. Con los años pasó a ser el logo de “Osa Menor. Educación de arte para la infancia y juventud”.
Grabación y estreno de los los vídeos
Grabamos los diez primeros vídeos en la Nau Ivanow de Barcelona en julio de 2008. Todos los arquitectos y profesionales de teatro participaron con una generosidad imborrable. Agustí Fernández y Liba Villavecchia crearon la música.
En noviembre de 2008 presentamos la primera website, realizada por Luís Moreno, con dos vídeos editados. A inicios de 2009 los directores de la X Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, Luis Mansilla y Emilio Tuñón, dieron 30000 euros al proyecto que permitió estrenarlo con dignidad y aasegurar su actividad casi dos años.
Los catorce vídeo estrenados
Doce vídeos fueron estrenados en la X Bienal, dos posteriormente.
Arquitecto: Jordi Parcerisas (textos, dibujos).
Intérpretes: Clara Dalmau, Marc Hervàs.
Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats.
Edición: Eva Serrats. Títeres de la Cia Princep Totilau y construidos por Martí Doy. Duración: 05:50.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: La madre, el padre y la hija nos explican qué es arquitectura con los sencillos gestos del día a día.
Arquitecto: Javier Revillo (texto).
Intérprete: Jorge Raedó. Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats.
Edición: Eva Serrats.
Dibujos: Mateo Revillo -3 años-.
Maquillaje: Esther Osuna.
Duración: 05:56. Año: 2008.
VO: castellano.
Sinopsis: Un hombre duerme. De golpe se despierta y ve cosas, casas, pájaros… paisajes que sólo él ve.
Arquitecto: Pedro Azara(cuento)
Intérprete: Txiki Berraondo
Dirección y dibujos: Jorge Raedó.
Edición: Eva Serrats, Anna Brufau.
Maquillaje: Joana Méndez.
Duración: 09:57.
Año: 2008.
VO: Castellano.
Sinopsis: «La casa de los sueños, o la primera casa”, un cuento sobre el origen de la casa y de la ciudad.
Arquitecto: Victoria Garriga (texto).
Intérpretes: Victoria Garriga, Claudia Schneider.
Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats.
Edición: Anna Brufau.
Tocados: Mariaelena Roqué.
Duración: 04:24.
Año: 2008.
VO: castellano.
Sinopsis: Lina Bo Bardi construyó casas maravillosas en Brasil. Victoria y Claudia nos hablan del mundo de Lina.
Arquitecto: Bet Cantallops
Intérpretes: Bet Cantallops, Xavier Ripoll.
Colaboradores: Lewis Carroll, Andersen, Perrault, Grimm… (textos) John Tiennel, Gustavo Dore, Arthur Rackham, APA…(ilustraciones).
Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats.
Edición: Anna Brufau.
Duración: 02:34.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinposis: “Érase una vez una casa encantada…” de cuento en cuento cruzamos el bosque, imaginamos espacios que nos protegen en nuestro sueño.
Arquitecto: Chechu Vázquez (dibujos).
Intérpretes: Chechu Vàzquez, Txus Martínez.
Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats
Edición: Anna Brufau. Duración: 03:43.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: Las casas de los animales también son arquitectura. El nido, la madriguera, elhormiguero sirven para lo mismo que nuestras casas… ¡pero hay que saber construirlas!
Arquitecto: Imma Jansana (texto).
Intérprete: Mónica Marcos.
Dirección: Jorge Raedó.
Edición: Eva Serrats.
Maquillaje: Esther Osuna.
Duración: 04:12.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: El agua, la protagonista del cuento “L aigua del Delta del Llobregat”, nos explica su recorrido por el delta hasta llegar al mar.
Arquitecto e intérprete: Pilar Cos (texto).
Dirección: Jorge Raedó.
Realización: Eva Serrats.
Edición: Anna Brufau.
Maqueta ciudad: Jordi Estivill.
Duración: 10:31.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: ¿Por qué una ciudad es cómo es? Cada casa tiene su función… y casa a casa se hace ciudad.
Arquitecto e intérprete: Carme Fiol (texto y maquetas).
Dirección: Jorge Raedó, Eva Serrats.
Edición: Anna Brufau.
Maquillaje: Joana Méndez.
Duración: 05:31.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: Bajo una cúpula, en un pasillo, ante una pirámide… cada espacio genera un tipo distinto de sensación. Carme nos los explica con maquetas y planos.
Arquitecto: El Globus Vermell (texto).
Intérprete: Mari Carmen Artero.
Dirección: Eva Serrats.
Edición: Anna Brufau.
Duración: 05:50.
Año: 2008.
VO: catalán.
Sinopsis: ¿Cuántos tipos de silla hay en tu casa?¿Sirven todas para lo mismo?
Arquitecto: Alberto Campo Baeza (texto -editado por Jorge Raedó-).
Dirección: Eva Serrats.
Intérprete: Federica Porello (coreógrafa y bailarina), Carmen González (voz).
Edición: Anna Brufau.
Duración: 03:17.
Año: 2009.
VO: castellano.
Sinopsis: El arquitecto es un soñador, un artista y un técnico… Es como un poeta.
Arquitecto: Andrés Jaque.
Intérprete: Andrés Jaque, David Morante.
Dirección y edición: Eva Serrats.
Ayudante de dirección: Anna Brufau.
Duración: 01:39.
Año: 2009.
VO: (sin texto).
Sinopsis: Abracadabra, el duelo de dos magos de élite para hacer la mejor Arquitectura.
Arquitecto: Emilio Tuñón.
Intérprete: Alumnos del colegio Antonio Brusi de Barcelona y el arquitecto Emilio Tuñón.
Dirección y edición: Eva Serrats.
Ayudante de dirección: Anna Brufau.
Duración: 05:12.
Año: 2009.
VO: castellano.
Sinopsis: Un juego de preguntas y respuestas sobre Arquitectura.
Arquitecto e intérprete: Robert Brufau (texto).
Dirección y edición: Anna Brufau.
Duración: 06:19.
Año: 2010.
VO: catalán.
Sinopsis: la estructura configura los espacios y los cuerpos.
Los vídeos y la website se estrenaron en La Bienal de l@s Niñ@s dentro de la X Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo en Santillana del Mar (Santander) en julio de 2009. Fue un acierto visionario de sus directores, Luis Mansilla y Emilio Tuñón. En 2009 empezaban a enseñar arquitectura varios grupos de jóvenes arquitectos en toda España. Las pinturas colgadas en la sala fueron creadas por los alumnos del taller de tres mañanas que hicimos en el Colegio de Arquitectos de Cantabria en Santander, que más abajo explico.
Talleres de arquitectura
«¿Qué es Arquitectura?» hizo su primer taller arquitectura con niños el 21 de marzo de 2009 en el MACBA de Barcelona. Luego hicimos una decena de talleres de diversos formatos, contenidos y contextos adaptándonos a las necesidades de los alumnos de cada lugar. A continuación describo algunos sin orden cronológico.
Taller «Sombras» (Barcelona)
Se celebró durante dos semanas de julio 2010. Lo organizó la Escola Tècnica Superior d´Arquitectura de Barcelona como asignatura intensiva de verano. Eva Serrats y Mariona Benedito coordinaron el curso. Contó con la colaboración de los arquitectos Bet Cantallops, Dani Freixes, Toni Salvadó, Carles Muro, Francesc Pla, Josep Bohigas y yo mismo.
Colaboramos con el colegio Isabel de Villena (colegio concertado -es privado con ayudas públicas-). En julio ya no hay curso escolar pero el colegio está abierto porque algunos alumnos pasan ahí el día haciendo actividades, como este taller.
El proyecto a resolver fue crear los «parasoles» para una zona del patio del colegio. En Barcelona el sol es intenso en julio y son necesarias buenas sombras. Los alumnos adultos del la ETSAB y los niños del colegio pensaron y construyeron juntos los parasoles o toldos.
En la segunda semana construimos las ideas para protegernos del sol. Usamos toldos viejos del colegio, y reciclamos materiales como perchas, botellas de plástico, tejidos…
El último día del taller hicimos una fiesta con padres y colaboradores donde vimos la efectividad de las soluciones construidas, como las «nubes» de perchas con objetos colgados.
Sombras hechas a partir de los cuerpos de los niños del colegio. Se siluetearon y cortaron tejidos con sus formas.
Se siluetearon y cortaron tejidos con sus formas. Foto del autor.
Taller para construir una plaza (Zaragoza)
Celebrado durante varias semanas de noviembre y diciembre de 2009. Lo organizó el Ayuntamiento de Zaragoza a través de su programa de empleo «Estonoesunsolar» de ZaragozaVivienda, que daba trabajo a unas cuarenta personas que adecuaban solares privados no construidos y cerrados del centro de Zaragoza, devolviéndolos al uso público.
Yo dirigí el taller, con especial dedicación al ser Zaragoza mi ciudad natal. Cinco instituciones educativas del centro de Zaragoza participaron en el proyecto. Sus alumnos diseñaron propuestas para transformar uno de esos solares cerrados en una plaza pública.
Veinticinco arquitectos de Zaragoza ayudaron a los chavales a resolver el reto. Al final se crearon unas veinte propuestas para la nueva plaza. Un jurado de arquitectos y periodistas, entre ellos Patrizia di Monte -directora de «Estonoesunsolar»- y el arquitecto Iñaki Alday, eligieron al ganador y el Ayuntamiento la construyó en pocos meses. El Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón (COAA) en su demarcación de Zaragoza organizó una exposición de los proyectos.
Cada estudiante realizó un taller de tres mañanas donde seguían un proceso normal de creación de proyecto arquitectónico. Trabajaron en grupos de tres a cinco miembros cada uno.
En la primera mañana estudiaban el solar sobre el plano y con fotos, luego trazaban los primeros dibujos e ideas de uso. En la segunda mañana concretaban la idea con planos y maqueta.
En la tercera mañana realizaban la cartulina para el concurso, lo que exigía hacer fotos, escribir textos… Al final los alumnos explicaba su proyecto ante toda la clase.
La participación de arquitectos zaragozanos fue amplia y generosa. Su presencia es imprescindible para la enseñanza de arquitectura a niños. Sólo los arquitectos pueden transmitir la pasión por el oficio.
Los maestros de colegio son los profesionales de la educación y conocen a sus alumnos. Por eso los arquitectos y maestros tienen que trabajar juntos para enseñar arquitectura en los colegios.
La plaza construida que ahora se conoce como la plaza de «La Buena Suerte». Tras escoger el proyecto ganador el ayuntamiento cambió el emplazamiento, adecuando la idea ganadora al nuevo contexto.
Taller Primeras Visiones en Beyond Media Festival (Florencia)
En julio de 2009 Beyond Media Festival de Florencia, dirigido por Marco Brizzi y Paola Giacona, nos invitó a presentar los vídeos de «¿Qué es Arquitectura?». También organizó un taller de arquitectura de tres mañanas con el Istituto degli Innocenti, institución con seis siglos de historia en la protección de la infancia cuya sede fue proyectada por Brunelleschi.
La arquitecta barcelonesa Bet Cantallops y el arquitecto ruso Oleg Ogurtsov colaboraron conmigo en idear el taller sobre la Perspectiva. Bet y Oleg crearon materiales especiales. En Florencia también colaboró la arquitecta Stefania Cottiglia.
El primer y segundo día los alumnos dibujaron el edificio de Brunelleschi por fuera y por dentro. También midieron el edificio con sus cuerpos como unidad de medida, para luego dibujar el plano. Otro ejercicio fue analizar pinturas elaboradas con perspectiva renacentista.
El tercer día los alumnos construyeron un teatrito con una caja de zapatos cada uno. Dentro montaron una escenografía con personaje.
Lo fotografiaron en diversos lugares dentro del teatrillo e hicieron pequeños films stop-motion que mostramos en la exposición de Beyond Media Festival.
Dibujaron la planta de zonas del Istituto degli Innocenti midiendo el espacio con su cuerpo.
Así descubrieron que el edificio se compone a base de cuadrados que se transforman en cubos y medios cubos.
Teatrillos con los que se hicieron los films de stop-motion. Cada film duraba unos 10 segundos y los mostramos en la exposición.
Taller «What is Asheville?» (Ashville, North Carolina, USA)
La arquitecta Martha Skinner (10 TO 10) dirigió este taller de cinco mañanas en el Asheville Design Center, dentro del festival Hatchville en abril de 2011. Yo fui asesor-mentor del taller. Trabajamos con ocho adolescentes en la exploración de la ciudad de Asheville con GPS y celulares trazando rutas que se transformaron en mapas. Los recorridos buscaban los «obstáculos» y «oportunidades» que los chavales tenían que reconocer, registrar y comunicar. Colaboraron varios profesionales: Brian Miele (director de cine), Micah Mackenzie (fotógrafo), Graham Hackett (poeta), Laura Jensen (actriz), SisterJSpiritVoice (apicultora).
Vídeo resumen del taller de cinco días. Vídeo de Brian Miele.
Taller en la X Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (Santander)
Taller de tres mañanas realizado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria en su demarcación Santander. Asistieron unos veinte chavales. Los profesores fuimos David Ibernia (director de films de animación), Eva Serrats (arquitecta y cineasta) y yo mismo. El objetivo era crear un film de animación corto a partir del edificio Teatro del Canal del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, ganador de la X Bienal.
Los alumnos crearon personajes y dos fueron elegidos por votación: un ratón y un gato. Luego procedieron a dibujarlos y a votar al ratón y gato favorito. Crearon la historia general: el ratón persigue al gato por todo el teatro hasta atraparlo. Crearon escenas cortas de la persecución fotograma a fotograma con David Ibernia.
El tercer día los alumnos también pintaron grandes lienzos para colgarlos en La Bienal de l@s Niñ@s dentro de la X Bienal en Santillana del Mar.
Film de los alumnos. La acción sucede en el Teatro del Canal.
Taller «Retrato de Lonjer» en Arteden (Lonjer, Trieste)
Celebrado durante cinco mañanas en julio de 2010. Arteden es un encuentro de arte que se hace cada año en el pueblo Lonjer a diez minutos de Trieste. Lo organiza la comunidad eslovena en Lonjer. Trieste y su área perteneció a Austria durante siglos hasta que en 1954 pasó a formar parte definitivamente de Italia.
Hoy día conviven varias comunidades, siendo las más importantes la de lengua madre eslovena y la de lengua madre italiana.
Los artistas invitados a Arteden pertencen a comunidades minoritarias de Europa. Yo fui invitado en 2007 como catalán.
En 2010 me invitaron para crear un taller con los niños de la zona. El taller se centró en el dibujo como forma de exploración del mundo.
Los chavales dibujaron su cuerpo, el de sus compañeros, el espacio que nos acogía, el espacio de la memoria colectiva de Trieste. Concluyó con una exposición junto al trabajo de los artistas «adultos» invitados de varias partes de Europa.
Alumnas dibujando personajes de época. La memoria es un espacio interior que cobra sentido al compartirlo con la comunidad. Las artes ayudan a esa comunicación.
Los alumnos sonaron los instrumentos de viento de la orquesta joven local. Luego dibujaron la música.
La música dibujada tras probar los instrumentos, y la exposición final con las obras de los niños ocupó todo el polideportivo.
El gran lienzo con las caras de los compañeros y sus nombres.
Taller de danza y arquitectura (Barcelona)
Una escalera no es sólo piedra, es el esfuerzo de nuestro cuerpo al subirla y bajarla. Primer taller donde introduje la danza para experimentar el espacio. Participaron las especialistas en educación de danza para niños Eulàlia Rodrigo y Llum Baraldés. Taller de 90 minutos celebrado en el DHUB dentro del festival Eme3.
Dividimos a los alumnos en dos grupos. Cada uno ocupó un espacio, uno en la sala de actos, el otro en la escalera de piedra del palacio gótico que entonces era sede del DHUB. Con ayuda de Eulàlia y Llum los alumnos crearon una coreografía. Al final todos la interpretaban juntos recorriendo ambos espacios.
Vídeo con la creación y ensayo de la coreografía de la escalera. Vídeo de Adrià Lahuerta.
Taller «¿Dónde está mi clase?» (Barcelona)
En el colegio Cartagena-Encants hicimos el taller de 60 minutos con alumnos de tres años a inicios de 2011. Los niños salían al patio desde el comedor y encontraban los muebles de sus clases en medio del recreo: las sillas, las mesas…
Primero los ordenaban creando un aula en el patio, luego pintaba un gran cuadro de Barcelona y al final colocaban todos lo muebles en su lugar dentro del edificio.
Dimos a los alumnos varias reglas gigantes para medir el patio. Los alumnos de 3 años jugaron a medir porque aún no saben los números. Otros usaron las reglas como caballitos para montar.
Los alumnos colocan los muebles otra vez en su lugar original dentro del colegio.
Taller en el MACBA (Barcelona)
Celebrado el 21 de marzo de 2009. La arquitecta Bet Cantallops creó una sección del edificio del MACBA e hizo una plancha de metacrilato con dicha sección perforada. A partir de esa plancha imprimimos papeles con el relieve de la sección, e imprimimos algunas secciones sobre papel negro liso.
El objetivo del taller fue la exploración del edificio usando esa sección, recorrer el edificio observando, dibujando, caminando con los ojos cerrados, midiéndolo con el cuerpo. Al final los alumnos dibujaban de memoria sobre la sección dada.
Taller para diseñar la habitación de juegos. Con el Istituto Europeo di Design de Barcelona.
Celebrado durante dos semanas de primavera 2011.
Taller de 20 horas con el profesor Horge Pérez y asesorado por mí, con alumnos recién licenciados del IED que diseñaron la habitación de juegos para la Casa dels Xuklis, residencia para niños con cáncer.
Meses más tarde se construyó parte del proyecto original.
Epílogo
«¿Qué es Arquitectura?», proyecto nacido como divertimento poético, fue un gran éxito entre arquitectos y público adulto en general. Los vídeos de la website se vieron cien mil veces, se mostraron en Bienales, se publicaron en las mejores revistas de arquitectura… Los talleres con la infancia funcionaron bien -casi todos-, siendo pioneros en España en la participación de la infancia en la transformación del espacio público.
Lo mejor de «¿Qué es Arquitectura?» fue sumar el entusiasmo y esfuerzo de decenas de arquitectos y artistas. Tuvo gran impacto en las redes sociales y estimuló a grupos jóvenes de arquitectos que empezaban a enseñar arquitectura a niños.
El punto débil del proyecto es que los niños no sabían que los vídeos estaban en internet. No sabemos realmente qué piensan los niños de los vídeos. Los mostramos varias veces en colegios y dijeron que les gustaba, pero el contexto de la consulta no podía generar otra respuesta (los alumnos suelen decir lo que los profesores quieren oir).
En 2010 constituimos una asociación para impulsar «¿Qué es Arquitectura?» y crear nuevos proyectos. La crisis económica tumbó los dos grandes proyectos que la asociación preparaba para 2011: «La Guía de Barcelona creada por la infancia» para realizarse con decenas de colegios de la ciudad de Barcelona, y un proyecto con colegios de las Islas Canarias para la Bienal del Paisaje de Canarias. La situación económica era insostenible para mí. Entonces me ofrecieron crear óperas con alumnos y maestras de colegios de Finlandia. Cerramos la asociación -nadie quiso hacerse cargo de su día a día- en junio de 2011 y fui a vivir a Finlandia.
Algunas noticias y un podcast sobre «¿Qué es Arquitectura?»
Nota:
· todas las fotos son de Jorge Raedó excepto > Taller Sombras: la primera foto es de Carles Baiges y la segunda es de Eva Serrats. >Taller ¿Dónde está mi clase? y taller Macba: todas las fotos son de Oleg Ogurtsov.
· El artículo fue publicado el 23 de marzo de 2014 y publicado por segunda vez el 7 de agosto de 2022, recuperando las fotos perdidas durante el trasvase de información de la antigua plataforma de Fronterad a la actual.
Las imágenes de Helen Levitt y de Jan Rafman nos hablan de ciudad, concretamente de la ciudad de los niños. Al mostrar cómo la infancia se apropia del espacio público y lo disfruta, ambas fotografías dan a entender implícitamente que la ciudad es un gran tablero de juego. Pero no es un tablero inocente el de estos niños: el solemne espacio privado del que emergen unos y el entorno empobrecido y descuidado en el que juegan otros nos hacen de inmediato palpable la idea de diferencia, de desigualdad.
En la imagen Helen Levitt presenta a tres niños en el pórtico de un edificio de viviendas en la ciudad de Nueva York en 1940, situados justo en el límite entre lo privado y lo público. Los protagonistas de la fotografía están en movimiento, en graciosas poses de ballet jugando con máscaras en una captura de la poética cotidiana donde la calle se adivina al otro lado de la cámara explorando así la narrativa del juego infantil, como una constante en la investigación de la artista.
La foto capturada por Jan Rafman a través de Google Street View, presenta la calle como escenario del baño estival y lúdico, donde los niños se divierten apropiándose del espacio público de forma total y sin pudor, ocupando la acera por completo. Más allá de su alegría, lo que la imagen parece decirnos es que estos niños de Salvador de Bahía no tienen no tienen un espacio privado en el que bañarse.
Su emparejamiento, su “resonancia”, nos sitúa de golpe en el tránsito de la fotografía a la post-fotografía, pero también en el vértigo de los enormes cambios que ha experimentado la ciudad contemporánea y que, entre otros aspectos, nos enfrentan con la necesidad de que la ciudad ejerza no sólo de motor del desarrollo económico, pero también de la redistribución de la riqueza a través del acceso universal a los bienes públicos y la inclusión social (La ciudad que queremos, José María Ezquiaga).
En la pareja de fotografías propuesta por el comisario se intuye un sutil juego, el mirar y ser mirado, el ocultarse detrás de una máscara de forma voluntaria o detrás de los píxeles de forma involuntaria. Los niños transmiten libertad a la vez que un cierto empoderamiento, bien sea detrás de sus máscaras ante quienes les contemplan desde la calle o desde el transgresor baño en la piscina textil. Ambas imágenes nos generan inquietud, no tanto en lo que ellos ven sino en lo que no nos dejan ver, aquello que podemos intuir o imaginar.
Ariadna Cantis es arquitecta y comisaria de arquitectura y urbanismo.
fundación mapfre La ciudad como un tablero de juego Ariadna Cantis
El parque Sant Jordi es el espacio verde más grande de la ciudad de Reus, casi 2250m2 de superficie. Un lugar muy querido por los ciudadanos, que invita a pasear y contemplar la vegetación.
Para plantear un proyecto de espacio lúdico en el interior del parque, hay que abordar algunas cuestiones como la inclusividad, que en este caso ha sido la premisa de diseño que ha vertebrado el proyecto desde el inicio. También hay que garantizar la buena integración con la naturaleza, respetando la vegetación y aprovechar sus ventajas.
Finalmente, incluir la perspectiva de género para dar sensación de seguridad desde cualquier punto del laberinto, evitando los rincones oscuros y garantizando la buena visibilidad.
Nuevo polo de atracción a escala urbana
El parque ya contaba con un espacio de juego antes de la implantación del laberinto, así que para conseguir un espacio lúdico de referencia dentro de la ciudad, se analizaron las actividades lúdicas que se podían hacer y el rango de edad al cual iban destinadas. El objetivo era dar a la ciudad un juego singular y reconocible, que complementara las carencias lúdicas del parque, destinado a cualquier persona. Incluidos las personas con diversidad funcional, los adultos, gente mayor y sobre todo los niños, pero también los adolescentes.
La sensación de reto es la actividad más destacable que ofrece el laberinto, este hecho hace que los adolescentes también se sientan atraídos. Un público difícil de animar a jugar al exterior y hacerlo interactuar mes allá de las pantallas.
La estructura del laberinto, se aleja de los estereotipos para potenciar el juego libre e imaginar infinidad de juegos diferentes. Si entendemos los espacios de juego, como lo hacía el sociólogo y antropólogo francés, Jean Duvignaud, reconociendo el juego como expresión decisiva de unos valores de libertad y espontaneidad, como “explosiones lúdicas” que trastocan la orden de la autoridad, nos obliga a trabajar sobre una tipología donde la experiencia de juego sea libre y la relación con su entorno sea continúa, dando sentido al conjunto del parque entendiéndolo como parte de un ecosistema lúdico.
Cuando hablamos de ecosistema nos referimos tanto a la relación que hay entre el laberinto y su contexto, como el juego que se desarrolla a su alrededor y a la narrativa que se desprende de la ubicación concreta en el lugar. La posición “escondida” del laberinto entre los árboles, permite que el descubrimiento sea parte del juego, visualizándose de forma diferente según el ángulo de visión.
Materialidad
Por el que hace la materialidad del laberinto, acontece a partir de una trama de ejes tridimensionales 1,5 x1,5 x1,5m que dan forma espacial, secuencian y modulan el juego. A partir de este módulo se crea una estandarización que se repite a todo con un tubular de 6 mm de diámetro. Estos perfiles se unen entre sí de dos formas diferentes, que responden a la diferenciación básica del laberinto entre paso-recorrido o muro-delimitación. Allá donde hay recorrido aparece un elemento arco y dónde hay paramento vertical (muro) aparece la malla electrosoldada.
La altura del laberinto de 1,5 m permite un control visual de los adultos por encima del juego a la vez que configura un espacio a la medida de los niños y niñas, uno mundo interior para los más pequeños con una percepción espacial totalmente diferente que la de los adultos. El paso entre franjas de la trama se realiza a partir de unos pórticos semicirculares que logran los 2,25 m de altura en el punto medio, permitiendo a los adultos ser partícipes del juego.
La malla, cierra el perímetro del laberinto y da forma al recorrido, siendo, además, un material permeable visualmente, que permite mantener un control de ubicación dentro del conjunto sin alterar el reto del propio juego. Configura una gran espacio controlado para los adultos y a la vez caótico para los niños.
Dentro de la homogeneidad aparecen diferentes elementos geométricos singulares que dan carácter y se convierten en pequeños hitos que estimulan el reto de conseguir llegar a ellos a través del recorrido. Estos elementos sobresalen del conjunto con una altura de 1,9 m, encontrándose tanto en el interior del laberinto como la entrada y la salida. Los colores escogidos evidencian la diferencia entre la estructura base modulada a 1,5 m y los elementos singulares.
«Una malla volumétrica de 1,5m x 1,5m x 1,5m que modula, sistematiza y le da permeabilidad visual al juego para que se integre con el verde del entorno y garantizar la perspectiva de género».
Fabricación y suministro con criterios de proximidad
La estructura del laberinto se ha diseñado de forma que la producción se pueda sistematizar porque así se pudieran abaratar costes de fabricación. Es trata de un elemento de juego que se ha diseñado exclusivamente para el Parque Sant Jordi, no consta en ningún catálogo de ningún fabricante de juego y esto ha permitido poder hacer un juego a medida, adaptado al entorno y que lo puedas fabricar un herrero local.
Para homologarlo como juego infantil y garantizar la seguridad, se ha certificado con una empresa especializada que ha hecho todas las comprobaciones pertinentes en cuando a resistencia y cumplimiento de normativa.
Estudios de arquitectura como Arjub Studio, centrados con la transformación de las ciudades de una forma sostenible, consideran que la producción local, con profesionales que llevan una vida dedicada a un oficio, es primordial para dar oportunidades al talento de nuestro territorio y también es una forma de colaborar con el medio ambiente evitando contaminación extra con el transporte.
Obra: Un laberinto para un juego libre e inclusivo
Autores: Anna Castellà (Arjub Sudio) y Alberto Espinosa
Ubicación: Parque Sant Jordi. Reus. Cataluña (España)
Año: 2022
Superifice construida: 200m2
Fotografía: Alba Rodríguez | Anna Castellà + arjubstudio.com
Este libro es exactamente lo que anuncia su título. Una breve guía para arreglárselas, artísticamente hablando, en este planeta, hoy. Ante una crisis ecológica y social que estamos lejos de asumir, pero de la que se habla todos los días, cualquier ayuda es poca. La del arte, las artes, consiste en mirar desde otro lugar y con otra ambición las circunstancias de su tiempo. Y realmente, vamos a necesitar pensarlo todo de otra manera. Hemos reunido aquí 13 artículos que tratan la crisis ecosocial desde la teoría y la práctica. Especulativos o muy concretos, en su disparidad revelan también la miríada de implicaciones de la crisis y su profunda raíz cultural.
El uso masivo de energía fósil y nuestra dificultad para reducirlo está ligado a una cosmovisión que determina lo que es preferible o rechazable, lo que consideramos bienestar, justicia y progreso. Son estas creencias las que nos han conducido a la actual crisis y las que nos impiden enfrentarla adecuadamente. Es urgente formular una nueva cultura. Mientras que la Edad Media fue teocéntrica y la Edad Moderna antropocéntrica, la que ahora comienza será necesariamente ecocéntrica, o no será.
José María Parreño (ed.) Profesor titular de Historia del Arte en la Facultad de Bellas Artes (UCM). Es investigador principal del grupo de investigación UCM «Climatologías del planeta y la consciencia», dentro de sus estudios acerca de la presencia de la crisis medioambiental en el arte actual. Ha escrito textos en catálogos de artistas como Eva Lootz, Fernando Casás, Lucía Loren y Andy Goldsworthy. Ha comisariado exposiciones como: «Un bosque en obras. Vanguardias de la escultura española en madera», «Naturalmente artificial. El arte español y la naturaleza 1968-2006» o «2120. La Colección después del Acontecimiento». Ha editado libros colectivos: con T. Raquejo, Arte y Ecología (2015) y con J. Albelda y J. M. Marrero, Humanidades ambientales. Pensamiento, arte y relatos para el Siglo de la Gran Prueba (2017). Como autor literario ha publicado una docena de títulos entre poesía y narrativa. El último, Pornografía para insectos (Tusquets, 2014).
Textos de Carmen Andreu Lara, Rocío Arregui Pradas, Ignacio Asenjo, Laura de Eugenio Caprotti, Laura F. Gibellini, Salim Malla, Miriam Martínez Guirao, Diego Vicente Matías, José María Parreño, Tonia Raquejo Grado, Mario Vega, Jaime Vindel y Rosa Vives Almansa.
“Los personajes necesitan un decorado, las personas necesitan un espacio…”
Arq. Antonio Bonet i Castellana.1
Sumido en un sueño hipnótico sobre los labios de un amor eterno, recorro recuerdos del último verano pasado en Barcelona. Imágenes fragmentadas dan vueltas en un imaginario caleidoscopio de cristales de colores vibrantes. Cada uno refleja un momento, una sensación, un rayo de luz o de sol guardado. Entretanto, mi mente transita las distintas instancias de un piso antiguo en la ciudad alta, deslumbrante. Atravieso cada cuarto, cada espacio, sigilosamente. Con un caminar despreocupado y silencioso, logro irme encontrando con personas y lugares; los cuales, me devuelven la sensación de la alegría perdida.
Entre tantos, descubro con asombro, una serie de imágenes que capte con mi móvil, en la intimidad de mi recorrido por «La Ricarda» del Arq. Antonio Bonet, en el Prat de Llobregat, de la familia Gomis Bertrand. Repetidas en cada cuarto de los niños, pequeñas puertas de forma cuadrada, daban acceso a muebles personales empotrados en paredes blancas, cruzadas esa mañana, por las sombras sucesivas de las persianas de librillo de madera, que se nos oponían ante la terraza privada de juegos lejanos; recubiertas por fotos en blanco y negro; las que le daban un aire especial al lugar. Reflejaban en un primer plano, la vegetación agreste de las dunas hacia el mar Mediterráneo; tan cerca de la casa, a pasos de los extensos jardines en caída hacia el bosque de pinos, los que llegan al borde de la playa, conformando un límite.
Su tío, el fotógrafo Joaquim Gomis Serdañons (Nueva visión), dejo en ellas la impronta del deseo del eterno verano; de la felicidad compartida; ahora ya por el tiempo, de un sepia gastado. El ojo mágico del artista logra transportarnos a ese momento desde nuestro interior, haciéndonos convivir con evocaciones eternas.
Pasaron pocos años y un nuevo verano regresó sin sorpresas a Buenos Aires, atravesando la pandemia en semiretirada, cubriendo la ciudad vacía. El calor hacia estragos en cada rincón y en cada esquina. El silencio acompañaba los pasos de los pocos que aún estaban entre sus límites. El tráfico se había desmaterializado, dejando su ruido y su velocidad acalladas, sumergidos en una siesta sin fin. De repente una tarde agobiante y opresiva, buscando un artículo que debía continuar y entregar en pocos días; me encuentro de manera casual, con una carpeta olvidada en un rincón del ordenador. Al abrirla, entre un listado interminable de archivos deshojados, descubro un antiguo video de viejo formato, compuesto por una sucesión de imágenes traspasadas por el tiempo.
Estaba encriptado con la referencia: «Álvarez Prozorovich, Fernando/ Victoria Bonet i Martí – Entrevista Teleproyecto- Arqs. Francisco Fasano. – Exposición de Antonio Bonet- BienalBA- Bienal de Arquitectura de Bs. As. – 1999».2
Busco algo fresco en la heladera, me siento cómodamente en mi escritorio y lo reproduzco en la máquina, tratando de concentrarme.
“(…) Cuando conocí a Bonet, estaba trabajando con Arata Isozaki, un arquitecto internacional de éxito. Y casi por contraste, me interesaba preocuparme por un arquitecto que me remitiera a un pasado argentino; una especie de instrumentalización de la nostalgia en Barcelona. Era como volver a pensar en Argentina a través de alguien …”
Álvarez Prozorovich, Fernando – Entrevista Teleproyecto (Video) – Arqs. Francisco Fasano. – Exposición del Arq. Antonio Bonet-BienalBA- Bienal de Arquitectura de Bs. As. – 1999.3
“Fernando cuenta: (…) Fui tomando contacto de a poco, complementado mi trabajo con Isozaki, con una participación cada vez más activa por las tardes, en el despacho de Bonet. Revolviendo entre los muchos papeles, me fui enamorando de obras que no conocía, a través de las publicaciones que había. Con el tiempo constato que “había un desconocimiento casi absoluto de Bonet en su medio país, Barcelona -Catalunya, no se hablaba… Recuerda que investigó un “Diccionario de Arquitectos” editado por Gustavo Gili- En él busque la palabra Bonet y decía véase GATCPAC; sin embargo, busque palabras por ejemplo Correa Mila, un arquitecto decorador de los años sesenta, y encontré dos páginas escritas. Ante semejante desproporción, pensé que debía reaccionar; no como argentino sino como arquitecto. Y entonces a partir de ahí, como me interesaba mucho las cosas en Buenos Aires de los años treinta y cuarenta, es que empezamos a ordenar todo este trabajo…” En la entrevista, Fernando agrega que “la muestra debía ordenar un material inmenso, del cual se seleccionaron cuarenta y cinco obras, las cuales se leerían como en un libro, página por página…, pero las exposiciones no son un libro: tienen que ser claras y tener recorridos entendibles, de lo que es Bonet…” Comenta también que Bonet se introduce en temas que antes no se habían tocado en el racionalismo de los años treinta, como la arquitectura y el ocio. Relacionar el placer y la Arquitectura Moderna; entendiendo que Antonio Bonet no es un arquitecto simplemente, o un urbanista, o un diseñador de muebles: Bonet lo es todo a la vez. Viaja con mucha fluidez entre un tema y otro. La exposición se define como un recorrido que no se detiene en un espacio cerrado. Son cinco eles en las cuales, uno se desplaza en diagonal, encontrando en las concavidades de esas eles, donde se encuentra esa narración página por página. Por detrás, hay una visión más poética donde aparecen grandes murales, que permiten una lectura más rápida, más sensible; y después hay un recorrido central, que son unos paneles negros que se colocan en las puntas de las cinco eles; son las cinco letras de la palabra Bonet, colocándose allí los originales: las virutas del carpintero que ha hecho el mueble, los dibujos de trabajo no acabados, que son los dibujos más ideológicos que tiene un arquitecto. Mientras la cámara recorre la muestra, el entrevistador destaca el ejemplo porteño del edificio de las calles Suipacha y Paraguay; expresando que en el año (1999), esa obra de Antonio Bonet cumpliría sesenta años. El mismo le pregunta como ve el estado en ese momento de la obra. Fernando explica que la misma y dice que siente necesidad de hablar sobre esta obra en particular, ya que cree que es la obra más importante de la década del 30´s. Comenta que por la técnica que fue realizada la obra, necesita un mantenimiento especial. Es una obra que está hecha con una estructura metálica; existiendo en ese momento, un cierto grado de corrosión de los perfiles. Agrega que, con un cierto grado de conservación, la obra estaría otra vez en condiciones. Opina que es algo relativo al Patrimonio Histórico, cosas que son inherentes a este tema, como sponsors y de gente que se interese en la restauración de estas obras. Es un símbolo de la Arquitectura Racionalista o se su introducción de la misma en la Argentina. Antonio Bonet crea una especie de maquinaria moderna donde presenta la casi totalidad d ellos materiales modernos. Los presenta casi como flotando sobre el espacio de la ciudad, en ausencia de los pilotis clásicos de Le Corbusier. Hace muy móvil la fachada de la planta baja; hay como un oleaje d ellos escaparates que van ondulando como si ese lugar fuera un mar; un paquebote que va moviéndose sobre esa agua oscura. Esta sombra es muy importante si uno percibe el edificio en esa posición que se muestra como descolgado, flotante, casi como prometiendo un futuro. A este edificio hay que imaginárselo al revés, con todo esto iluminado. Hay paños de vidrio, prácticamente son distintas presentaciones del material moderno, del cristal; que encendido por la noche alumbra la ciudad; como si estuviera indicando un rumbo a seguir. Esos sueños que alguna vez tuvimos, solamente se pueden rememorar, a partir de estos testimonios. Comenta que esa exposición no debe ser una cuestión necrológica, de homenajes, que son maneras de enterrar a personajes, en una pagina de la historia. Para que esto sea vivo, lo que hay que provocar es una profunda discusión sobre la restauración de estos edificios; y de este edificio en particular…”
Deslumbrado y contento por el hallazgo, sigo buceando en su interior y descubro otro video; pero esta vez más cercano. Es una vista que deja plasmado para el devenir, una animada charla entre el Arq. Fernando Álvarez y su socio y amigo, el Arq. Jordi Roig; ambos en el marco de la Exposició “Arquitectura Desplaçada”- Canòdrom 00.00.00, CoNCA 2010 – (Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes – CoNCA)- Casa de Estudios para Artistas (Buenos Aires) y Canódromo- Barcelona; trabajo curado por el artista y profesor valenciano Xavier Arenós en la ciudad de Barcelona. Extraigo el dialogo descontracturado y acompasado, intercalando el español y el catalán entre ambos; tratando de llegar a la mayor aproximación al mismo:
“(…) En 1936 termina Antonio Bonet la carrera y no lo tengo claro, si antes o después que estalle la Guerra Civil marcha a Paris. Los primeros trabajos en Barcelona y sus acciones, hacen a Bonet un producto directo de la Republica. El viaje de 1933 con el Patris II (el barco que desplazo a los integrantes del IV CIAM entre Marsella y Atenas), es fundamental en lo que respecta a su relación con el Racionalismo; y a un racionalismo de una característica muy particular, es aquel CIAM donde van Fernand Leger, Le Corbusier habla sobre la belleza, es un CIAM que en cierta forma los alemanes no abandonan, pero se ven casi forzados a abandonar. Hay Republica y hay esa versión del Racionalismo; y finalmente la propia experiencia del Pabellón, en la cual Bonet se pone a prueba, mejor dicho, verifica cosas ya vistas en Barcelona, cuando el colaboraba en los últimos años con Sert y Torre Clave, en el diseño de muebles, en el interiorismo de la Joyería Roca; y donde ya se genera ese proyecto de ciudad-mueble-hábitat; estas tres dimensiones siempre van a estar vinculadas a partir de ese momento. A los 23 años pasa la frontera y viaja a Paris en tren. Él explicaba que vivía en una habitación y busco trabajo en el estudio de Le Corbusier; y que después de la experiencia del trabajo de Bonet en el Pabellón de España de Josep L. Sert i Luis Lacasa de 1937 para la Exposición Internacional de Paris; le brinda la oportunidad de dibujar la Maison Jaoul junto con Roberto Matta Echaurren; ese segundo proyecto que Le Corbusier realiza, es una pieza fundamental para aquel momento. La otra experiencia y contacto importante en le estudio de Le Corbusier es el encuentro con Jorge Ferrari Hardoy y Juan Kurchan; es ahí donde sale el primer grito hacia delante de lo que podría ser, un grupo que continuara mejoradas los procedimientos, los objetivos, las realidades del GATCPAC con Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan, Abel López Chas y Ricardo Vera Barros entre otros. Es casi en Paris que se piensa el grupo, pero es en Bueno Aires con la fundación de la Austral, hacia mediados de 1938. Antonio Bonet llega a Buenos Aires en abril de 1938, y se pone a trabajar en el planteamiento de esos tres números, y en el planeamiento de cuatro números mas que finalmente no saldrán. La experiencia de la Exposición del 37, en el Pabellón de Le Corbusier, el de España y el del Auto; estas piezas que fueron después fundamentales en la cronología de la Arq. Moderna. Cuando Bonet llega a Buenos Aires, la ciudad no es un punto donde la Arquitectura Moderna este en desarrollo, por lo contrario, es El Dorado, con una pila de arquitectos de primer nivel que han hecho edificios como el Kavanagh, el cine Gran Rex; una pila de edificios historicistas o de Estilo Internacional Centro Europeo, de una potencia y de una calidad arquitectónica altísima. Quizás Bonet aporta en un principio, en esos primeros edificios, esa frescura y esa desinhibición. Es esa fortuna histórica de Bonet en tan pocos años 1937, 38 y 39, de participar de la experiencia del Pabellón de la República, participar en la formación de un grupo como el Austral; prácticamente escribir de su puño y letra el Manifiesto, es la letra de Bonet, y construir este Edificio Manifiesto; en esos tres actos a los 24 años, Bonet es ya un personaje imprescindible. En 1939 proyecta en Buenos Aires la Casa de Estudios para Artistas, los Ateliers, en la esquina de Paraguay y Suipacha; trabajando en uno de esos estudios hasta mediados de 1941. Diseñados en planta primera y segunda, en forma de dúplex, mas los áticos; con una serie de pequeños comercios en la planta baja hacia la calle y hacia el tránsito urbano. La diferencia si este edificio continua la trama urbana o aparece como desprendido de la esclavitud de la traza urbana, y se convierte en un bloque autónomo como la Ville Radiuse de Rusia; es una metamorfosis, está en tránsito, está pasando de una manera de ver la ciudad, a una nueva manera de entender la ciudad, anclándose desde una manera de huir del rigor diario y transitar a otra situación. Casi de manera tortuosa y desconocida, se relaciona con la calle con maneras sinuosas o en el remate del propio edificio, a la manera de Le Corbusier, de la terraza jardín, recuperando la tierra que ocupa el edificio. Otro d ellos aspectos relevantes de este edificio son los Áticos, donde Bonet vive y trabaja dos o tres años, desde el final de la obra hasta el traslado a un nuevo lugar. “Después de una larga trayectoria en la Argentina y en el Uruguay, en 1962 proyecta el Canódromo Meridiana y regresa definitivamente a Cataluña en 1963”.
Entre 1957 y 1963, se inaugura el edificio donde nos encontramos hoy, y también en 1963 se inaugura La Ricarda; es cuando Bonet definitivamente regresa a España. Se puede decir que en un segundo exilio, dado los problemas políticos y golpes de estado en Argentina, surgiéndole en Barcelona una gran cantidad de trabajos, que le solicita la sociedad a su regreso. Estas dos obras son fundamentales para Bonet y para la arquitectura catalana, y la historia de la arquitectura. Pero, sobre todo se nota la dimensión que ha alcanzado Bonet en ese paseo americano. Esa América de las grandes dimensiones; esa América a la que Bonet se refería muy agradecido; esa América de arboles altos, de grandes distancias, que vuelven a aparecer en la escala de estos dos edificios. Cuando uno visita La Ricarda o en Canódromo, siente esa generosidad de espacio que en el fondo se incuba en el propio Racionalismo, pero se incuba con la experiencia del espacio americano tan potente que Bonet ha tenido. En 1949 el primer regreso a Barcelona, y en los viajes de 1958 ya comienza a detenerse mas tiempo en Barcelona que en Buenos Aires. El tiempo pasado también es más largo en Barcelona; tiene despacho en Madrid. Tampoco fue un exiliado típico, mas bien fue un retornado típico. Nadie lo echo, pero él se echó, sintiendo vergüenza del destino de su propio país, y regresa con deseos de transformarlo. Nadie lo ha llamado; lo han invitado alguna vez, pero nadie espera que Bonet vuelva a residir en Barcelona.”
En el final de la entrevista, Jordi cierra la misma con esta declaración:
“Buenos Aires y el Rio de la Plata nos dio la oportunidad de proyectarnos, transferirnos y trabajar intensamente, muchísimas horas.”
Pasaron los días, y el verano comenzaba a llegar a su fin. La ciudad empezaba a vibrar en un desatado entremés de sensaciones de un nuevo comienzo. El verde y amarillo se perpetraban en los árboles. Sus hojas caídas, iban entretejiendo mis pasos en las calles de mi barrio, anunciando la llegada esperada del otoño. Una mañana, casi ya sobre la nueva estación, llego a mi casilla un mail desde Barcelona. En él, Jordi Roig me relataba en forma detallada y por años, el primer encuentro de ellos con el Arq. Antonio Bonet. Desde ese momento que lo marco en su vida hasta el día de hoy, Jordi y Fernando fueron sus fieles seguidores en la profesión; poniendo el cuerpo y el alma a cada paso. Se sumergieron en el vértigo del aprendizaje; saltaron a lo desconocido, se animaron a ir más allá, llevados por la atracción irrefrenable de su arquitectura y de su historia de vida.
Tristemente, Fernando se quedó en el campo de batalla de la terrible pandemia que asolo al mundo contemporáneo, a principios de la misma, en abril del 2020.
Cronología de lo sucedido según el Arq. Jordi Roig + sus magníficos dibujos (Una vida)
1983. Antonio Bonet da una conferencia en la ETSAB invitado por la catedra de Oriol Bohigas. Felipe Pidi Aguilera y yo nos presentamos unos días después en su estudio (Carrer Cavallers 76), en un semisótano alucinante. Solo el y un aparejador en el estudio. Nos atiende en su despacho, una mesa de mármol blanco más estanterías de obra, con algunas revistas y libros, un rincón a la entrada con sofás y las maquetas de las Torres de Plaza Castilla. Nos relata su vida, sus conocimientos arquitectónicos, su relación con Torres Clave, Sert, los grupos GATCPAC, Le Corbusier, Paris, Austral, su regreso…Se hace de noche, después de 3 o 4 horas alucinando…, alguien que había “tocado “a Le Corbusier.
1983-1984. Nos juntamos, nos encontramos Fernando Álvarez y yo en el despacho de ABC. Él había venido de Londres en 1982-1983; yo dibujaba proyectos reelaborados, torre de apartamentos en Rosas (Ampuriabrava), o Casa Farina en Buenos Aires (como un caracol). Nos juntábamos a estudiar las obras de ABC en su estudio. También apareció Jorge Nudelman, estudiante uruguayo, cinco años mayor que yo, exiliado del Uruguay en el 78 (Primero vivió en Suecia y luego en BCN hasta 1986). Jorge Nudelman, era amigo, buen amigo de Juanjo Lahuerta. Fernando y yo iniciamos un taller de historia “Adhonorem” en la ETSAB, para el estudio de ABC, maquetas y redibujos. Servirían luego para la 1ra Exposición en 1987 en la Galería CRC.
1985. Jordi egresado, trabajando media jornada en el estudio de ABC y la otra “buscándose la vida”. En lo de ABC no se pagaba nada, tal como pasaba en lo de Le Corbusier, así me lo notifico.
1987. Expo en Galería CRC. Textos de Fernando Álvarez, Jordi Roig, Jorge Nudelman, Antonio Pizza, el propio Bonet: “Relatos heroicos” y copia del texto careterológico de Rafael Alberti. Inauguración en BCN, junio de 1987, comida en el selecto Real Club de Tenis de BCN con Rafael Alberti, María Teresa León, Felipe Pich-Aguilar, su mujer Teresa Batlle, Fernando Álvarez, yo, mi mujer, María José Masnou, Ana María Martí y Victoria Bonet. Después en la Galería, “lectura poética de Rafael Alberti” sobre el carácter greco-romano de Antonio Bonet, épico…”
1989. Muerte de Bonet
1990. Intento de Exposición en COAC no aceptada por “no ser un arquitecto de moda” o que interese a la “inteligencia local”.
1994. Ana María Martí y Victoria Bonet herederas del archivo profesional del Bonet, lo ceden al COAC.
1995-1997. Catalogación por Fernando Álvarez y Jordi Roig.
1996. Libro sobre “La Ricarda”. Entramos en contacto con la familia Gomis, larga amistad y múltiples trabajos de restauración.
1999. Inauguración Exposición Antológica de ABC en el COAC; después Madrid, Zaragoza, Sevilla y Sud América. Ciudades de Argentina como Rosario, Buenos Aires, siempre Fernando. Santiago de Chile, La Paz y San Pablo, Jordi. En el ultimo viaje de la Expo se extravió entre Santiago y Mendoza. Les dijeron que el camión perdió varios bultos en el cruce de Los Andes…
¡¡¡Lo demás sería otra historia de pequeños acontecimientos, relatos vividos y amistad!!!
“(…) Aún veo mi imagen en compañía de Faustine. Olvido que es una intrusa; un espectador no prevenido podría creerlas igualmente enamoradas y pendientes una de otra. Tal vez este parecer requiera la debilidad de mis ojos. De todos modos, consuela morir asistiendo a un resultado tan satisfactorio. Mi alma no ha pasado, aún, a la imagen; si no, yo habría muerto, habría dejado de ver (tal vez) a Faustine, para esta con ella en una visión que nadie recogerá. Al hombre que, basándose en este informe, invente una máquina capaz de reunir las presencias disgregadas, haré una súplica: Búsquenos a Faustine y a mí, hágame entrar en el cielo de la conciencia de Faustine. Será un acto piadoso…”.4
El recorrido de estos fragmentos superpuestos que vienen desde el pasado y se amalgaman con el presente, conforman una nueva trama a interpretar; ellos nos brindan destellos que vuelven a ponernos en el sedero seguro de lo eterno e inmutable. Los soñadores impenitentes de Victoria Bonet, Fernando Álvarez y Jordi Roig siguen alentando nuestro compromiso. Nosotros, los eternos caminantes, intentamos seguir su legado. El sendero marcado se percibe dentro de una ilusión sostenida. La vida nos alienta a nuevos desafíos. El océano interminable que separa las costas entre el norte y el sur, aparece en el mapa del corazón como una gran alfombra de un terciopelo suave, de un azul profundo, transitable; un intenso tapiz bordado, sin distancias. El recuerdo de los amigos y maestros nos acompaña y nos da ánimo a seguir adelante. Siento que, en estas pocas páginas, Fernando vuelve a hablar y eso es lo maravilloso. En la eternidad de las palabras, se seguirá escuchando. Su voz grave y su hablar amable y respetuoso con las frases, las metáforas y los giros idiomáticos. Quizás se le escape alguna de ellas en su catalán querido. La ciudad de Barcelona como refugio eterno; un lugar que lo abrazo para siempre y no lo soltó, haciéndolo suyo. En viejas fotos analógicas mías, lo veo reflejarse en los pasillos, en las aulas, en las escaleras, en su despacho o quizás en la biblioteca de la ETSAB- UPC que tanto amaba. Entre sus paredes blancas onduladas y sobre sus pisos terracota profundo, sigue caminado erguido. Siempre es hora para una nueva clase, para continuar la enseñanza de la arquitectura y de la teoría. De la buena, de la que trasciende y de la que nos atraviesa.
Según André Breton
“La obra de arte solo tiene valor cuando tiembla de reflejos del futuro”.
La herencia de la obra y el pensamiento del Arq. Antonio Bonet i Castellana vuelve a latir entre nosotros. Su arquitectura se sigue proyectando en infinitos reflejos de formas, líneas, materiales, volúmenes, detalles y colores, entre tantos ejemplos.
Hoy en el futuro, André Breton estaba en lo cierto: su arte brilla más que nunca.
Arq. Edgardo C. Freysselinard
Buenos Aires- Agosto de 2022
Referencias:
1. Palabras expresadas desde el recuerdo por su hija Victoria Bonet i Martí – Video de la entrevista de Teleproyecto- Arqs. Francisco Fasano. – Exposición del Arq. Antonio Bonet- BienalBA -Bienal de Arquitectura de Bs. As. – 1999
2. La Bienal de Arquitectura en Buenos Aires de 1999, traía muchas novedades y en especial, una exposición del Arquitecto catalán Antonio Bonet i Castellana, el cual residió en Argentina y Uruguay, durante su largo exilio, que comenzó a fines de los años treinta, con el estallido de la Guerra Civil Española; llegando a las costas del Rio de la Plata donde se instaló y trabajo con mucho éxito; regresando a su Barcelona natal a principios de los años sesenta, para quedarse. Esta muestra estaba realizada y curada por el arquitecto argentino Fernando Álvarez Prozorovich, residente desde hacía muchos años en Barcelona, profesor titular de la ETSAB- UPC y profesional independiente; junto a la hija del arquitecto homenajeado, Victoria Bonet i Martí, guardiana de su legado y comprometida con la arquitectura moderna en ambas orillas. En la elaboración de la misma en forma conjunta estuvo el arquitecto catalán Jordi Roig i Navarro; amigo y socio de Fernando desde la juventud hasta sus últimos días en 2020.
3. Bioy Casares, A. –“La invención de Morel” – Buenos Aires – Argentina- 1940
4. Vídeo brindado por el Arq. Jordi Roig i Navarro (marzo de 2022) – Entrevista a los arquitectos Fernando Álvarez Prozorovich y Jordi Roig i Navarro – Exposició “Arquitectura Desplaçada”- Canòdrom 00.00.00, CoNCA 2010 – (Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes – CoNCA)- Barcelona -2010
Agradecimientos:
Al Arq. Jordi Roig I Navarro por su trabajo invaluable desde la memoria y el corazón; por la corrección de texto, dibujos magníficos ilustrativos y su desinteresada ayuda siempre en mis proyectos- Barcelona -España – 2022
Al Arq. Francisco Fasano de “Teleproyecto”, por su colaboración desinteresada- Alicante-España-2022
(Texto dedicado a los verdaderos lideres de esta historia: La Sra. Victoria Bonet i Martí, el Arq. Fernando Álvarez Prozorovich y el Arq. Jordi Roig i Navarro)
En 1971, prematuramente retirado del cine, con el pelo completamente cano y grandes gafas negras de pasta que le tapaban una sorprendente cara de luna llena, Cary Grant fue invitado a una gala en honor a John Ford. Al llegar al Beverly Wilshire Hotel, donde se iba a celebrar, se dio cuenta que había olvidado la invitación, por lo que se acercó a recepción y presentándose como “Cary Grant”, pidió que le dejasen entrar. El recepcionista, mirando aquella cara oronda y envejecida, y recelando de aquel desconocido, le dijo
“No se parece usted a Cary Grant”;
a lo que él respondió -como si se tratara del diálogo de una screwball comedy de Howard Hawks-,
“¡Nadie se parece a Cary Grant!”.
Los artistas, en sus inicios, experimentan la terrible dificultad de parecerse a sus maestros; y sólo al final de sus carreras comprenden que la auténtica dificultad está en parecerse a uno mismo. O a lo que se espera de uno mismo…
Lleva meses comentándose el proyecto de Norman Foster para renovar la antigua sede de Barclays Bank, en la Plaza de Colón de Madrid. Se trata de un proyecto que, en su imagen a la ciudad, puede recordarnos a proyectos pasados del propio Foster, como la torre Gherkin de Londres por su estructura en patrón triangulado y simétrico, o la sede del Commerzbanz en Frankfurt por el recurso a los jardines vegetales encerrados en su interior (salvando las distancias). Y eso sólo por citar dos ejemplos notorios. Pero en este proyecto de la Plaza de Colón se trata de recursos demasiado evidentes, parece haber un ímprobo esfuerzo en demostrar el parentesco: como esos hermanos que, pareciéndose uno a la madre y otro al padre, se empeñan en inventarse extravagancias comunes -llevar el reloj en la muñeca derecha; dejarse patillas desproporcionadas y anacrónicas-, para demostrar ante el resto que comparten ascendencia, por mucho que pueda no parecerlo.
No se puede dudar de la capacidad compositiva de Norman Foster a lo largo de los años, creando lenguajes nuevos o explorando otros con aportaciones jugosas. Sólo cabe definir su trayectoria como brillante. Y sin embargo, al hablar de este proyecto -quizá por reemplazar al proyecto de Antonio Perpiñá y Luis Iglesias, icónico en su contundencia con el hormigón-, no se puede evitar pensar que se trata de una obra excesivamente menor -por ser lingüísticamente generosos-.
Si atendemos a lo que se publicó en prensa tras la presentación del proyecto (1, 2 y 3, por citar sólo algunos ejemplos no exhaustivos), comprobamos como todos coincidían en la idea conceptual de la transparencia. Y algo de eso hay, porque se ha pasado de un edificio con una fuerte presencia en la esquina de la Plaza de Colón (aunque minimizada por su propia escala frente a los edificios circundantes), a un edificio anodino que difícilmente llamará la atención del transeúnte; demostrando así su consustancial transparencia.
Al ver propuestas como esta o como la de la torre para la sede de JP Morgan en Nueva York, tan ensimismadas en repetir frases ya dichas, si acaso con otra cadencia, nos queda una cierta frustración por no volver a disfrutar de un lenguaje fresco, como nos resultó en su momento el Centro de Distribución de Renault (Swindon), el Hong Kong Shanghai Bank, o el Carrè d’Art (Nimes).
Pero quizá el problema no esté tanto en el proyecto del edificio como en su insistencia hostil en parecerse a sus hermanos, en demostrar que su padre es el propio Foster. Es esa comparación y no otra la que lo cataloga como obra menor. Y por otro lado, está la trampa de nuestras expectativas, de confrontar el proyecto de la Plaza de Colón no ya con las obras de Foster, sino con nuestro recuerdo de ellas. Cary Grant, aún con el pelo completamente blanco y las inmensas gafas de pasta, seguía siendo Cary Grant; en cambio, no lo era para quienes aún recordaban a aquel personaje elegante y presumido, con el traje perfectamente planchado por el servicio del Hotel Plaza de Nueva York.
Y hay en este proyecto de Foster para Madrid algo de aquel Cary Grant en la recepción del Beverly Wilshire Hotel:
Los fabricantes de Tabiques y Muros cerámicos reivindican sus ventajas frente a otros materiales a través de comparativas técnicas disponibles en la página web paredesdeladrillo.
El Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana, en colaboración con Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, ha puesto en marcha una nueva campaña de comunicación que analiza las cualidades y ventajas de los ladrillos y bloques cerámicos frente a otros materiales en la nueva era de la construcción, caracterizada por la sostenibilidad, fiabilidad y el aislamiento acústico y térmico.
Según las asociaciones, el empleo del ladrillo y los bloques para fachadas y tabiquería interior “de cerámica, siempre”, como reza el eslogan de la campaña, son las soluciones más apropiadas para el cumplimiento integral del Código Técnico de la Edificación (CTE).
«Las mejores soluciones constructivas para el cumplimiento integral del CTE».
Por ello, y para reivindicar su uso frente a otros productos existentes en el mercado, los fabricantes de tabiques y muros pertenecientes al Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana y a Hispalyt se han unido con el objetivo de mostrar la cara sostenible, moderna y eficiente de los ladrillos y bloques cerámicos en las viviendas y los edificios españoles.
Para el presidente del Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana, Ismael Alonso:
“Esta campaña nace con la motivación de informar adecuadamente a los promotores, constructores, prescriptores y ciudadanos sobre las cualidades constructivas que poseen los ladrillos y bloques cerámicos, que forman soluciones integrales y equilibradas con elevadas prestaciones térmicas, acústicas y de protección al fuego”.
“Además, la elección de estos materiales permite crear espacios atractivos y modernos, y son capaces de cumplir simultáneamente todas las exigencias normativas del Código Técnico de la Edificación, superando ampliamente a otros materiales de la construcción”.
En el contexto económico actual, y ante la escalada de precios de la vivienda, la ventaja competitiva que en cuanto a ahorro de costes tienen los ladrillos y bloques cerámicos los convierten en las soluciones más idóneas para asegurar la rentabilidad del activo inmueble.
“Se trata de una elección segura por, el menor consumo de mortero, el mejor rendimiento de la mano de obra y una mayor rapidez de montaje, así como por responder al mayor reto de la construcción hoy en día: la sostenibilidad, como lo demuestra las Declaraciones Ambientales de Producto (DAPs), que poseen tanto los ladrillos como los bloques cerámicos”,
destaca Alonso.
La campaña presenta también la importante aportación de los ladrillos y bloques cerámicos para obtener los certificados de sostenibilidad LEED, BREEAM y VERDE para los edificios en los que se instalan, creando hogares confortables, eficientes y saludables. Y además, pone a disposición de arquitectos, constructores y proyectistas un nuevo ‘Manual Técnico fachadas y paredes interiores de ladrillos y bloques cerámicos para revestir’ donde se incluye información sobre acreditación de prestaciones, ensayos y cálculos, tipologías de ladrillos y bloques cerámicos, o tablas con las prestaciones de las soluciones constructivas de fachadas y de particiones interiores verticales empleando dichos materiales.
Además, se ha publicado un vídeo divulgativo sobre las ventajas del ladrillo y bloque cerámico frente al bloque de hormigón en tabiques y fachadas analizando aspectos como sus prestaciones técnicas, coste, consumo de mortero, rendimiento de la mano de obra y la rapidez de montaje.
Los fabricantes de estas soluciones reivindican, por lo tanto, sus ventajas frente a otros materiales, como se puede comprobar, asimismo, en las distintas comparativas de soluciones constructivas de paredes separadoras y fachadas que se analizan en la web paredes de ladrillo.
El Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana desarrolla, junto a Hispalyt, la campaña “Paredes de ladrillo, soluciones que cumplen”, cuyo objetivo es mostrar las prestaciones y ventajas de las soluciones para fachadas y tabiquería interior para el cumplimiento integral del Código Técnico de la Edificación.
El proyecto para la nueva Clínica Alejandría ubicado en la Calle Sorní en pleno centro de Valencia (España), transforma un antiguo espacio obsoleto y abandonado en un nuevo lugar dedicado a la salud y cuidado de las personas.
Debido a las limitaciones de espacio de la sede anterior, Clínica Alejandría y todo el equipo humano que lo conforma necesitaba un nuevo entorno acorde a su filosofía donde seguir creciendo como profesionales y poder ofrecer un servicio y experiencia de calidad a sus clientes.
Medicina y formación unidos en un único espacio
Esta nueva sede debía basar su actividad en dos ramas: medicina y docencia. Esta condición inicial ha supuesto una oportunidad para crear un espacio único en el que ambas disciplinas interactúen constantemente y se pueda atender a los pacientes con la máxima calidad, calidez y profesionalidad posible.
La estrategia se basó en dividir y organizar el programa en dos niveles. En el nivel inferior se ubica tanto la recepción como los boxes de consulta para la atención de clientes. El nivel superior se destina a espacios de formación tanto del equipo de médicos de Alejandría como de otros profesionales interesados.
El espacio de entrada y recepción se convierte en el corazón del proyecto. Un lugar en el que la geometría, la luz y vegetación del patio central y la materialidad te acoge, envuelve y te acompaña hacía su interior.
Hypatia se convierte en el espacio principal de atención y consulta. Un espacio a doble altura donde medicina y formación conectan para alcanzar el conocimiento más avanzado que una clínica de estas características requiere.
Materialidad sincera y superficies curvas
Desde el inicio se ha buscado crear espacios amplios en los que toman protagonismo las formas y superficies curvas como el arco de medio punto con los que se ha pretendido crear un lugar con una atmósfera diferenciadora y especial.
El uso del mortero de arcilla en combinación con la madera de nogal conforma una materialidad sincera, cercana y “táctil”.
Esta “piel” de los espacios interiores acompañada por una geometría clara y sencilla pretende crear un entorno donde se respire el silencio y se sienta la belleza. Un oasis de tranquilidad en el centro de València.
La materialidad neutra, el uso de la madera natural, el cuidado en los detalles, la incorporación de la luz natural o la vegetación son algunos de los aspectos que han permitido conformar la nueva imagen de esta clínica en concordancia con su filosofía y forma de hacer.
Un espacio pensado desde la experiencia del usuario
Desde el inicio supimos la importancia que en un proyecto de estas características tiene crear un entorno saludable pensado desde la experiencia del usuario.
En este sentido, uno de los objetivos fundamentales del proyecto ha sido establecer la misma importancia a los espacios comunes que a los destinados a consulta de los pacientes. Para ello se han diseñado espacios recepción y circulación con unas proporciones superiores a lo estrictamente necesario, lugares de estancia cómodos, saludables y en directa relación con la luz natural y la vegetación que permiten mejorar la experiencia del usuario a través de una atmósfera especial y confortable.
Además, tuvimos la oportunidad de colaborar en el diseño del mobiliario de consulta de pacientes, en el que se ha buscado establecer una nueva forma de atención más personal, cercana y de calidad sin que por ello la profesionalidad se vea comprometida.
Finalmente, en un sector como el de la dermatología en el que los avances son constantes y las exigencias cada vez mayores, era importante poder crear una clínica que permitiera contar con la tecnología más avanzada, así como permitir la flexibilidad necesaria para poder adaptarse a los nuevos retos médicos y profesionales.
Por lo tanto, se han incluido sistemas de ventilación que permiten una constante renovación de aire manteniendo un ambiente saludable y adaptado a las exigencias sanitarias actuales. Además, se han utilizado vidrios que permiten aportar privacidad y flexibilidad de uso dependiendo de la situación.
Todo ello hace de la nueva Clínica Alejandría un proyecto que les está permitiendo diferenciarse y posicionarse como referentes en el sector de las clínicas dermatológicas, potenciando las posibilidades de alianza con otros profesionales y situándose a la vanguardia de los avances médicos.
Obra: Clínica Alejandría
Autor: ERRE arquitectura
Constructora: AT4 grupo
Proveedores: Ecoclay, Flos
Carpinterías: Madentia
Mobiliario: Viccarbe
Emplazamiento: Calle Sorni, 12, 46004 Valencia
Año del proyecto: 2022
Superficie construida (m2): 350 m2
Fotógrafo: David Zarzoso
Vídeo: Agencia Salinas + errearquitectura.com
La sociedad ha cambiado y las exigencias climáticas también. El proyecto de casas pasivas pareadas en San Joan de les Abadesses (Girona) desarrollado por Drycon System se basa en el concepto de construcción sostenible.
Se integra en el proyecto el concepto de cómo se vive dentro de las casas. Las personas necesitamos confort y salud y el diseño constructivo consigue ambas cosas empleando la mínima energía.
Para conseguir todo esto, la edificación se diseña bajo el estándar passive house, que establece los parámetros concretos para alcanzar todos estos objetivos.
Un proceso constructivo sostenible y optimizado
Las obras de las casas pasivas de Sant Joan de les Abadesses se inician con dos casas pareadas, es decir, unidas entre ellas por una pared común. Se levantan las dos a la vez, para optimizar el proceso constructivo y recortar tiempos, que se reducen a seis meses. La superficie de cada una es de 150 m2, e incluyen un garaje para un coche utilitario.
Aislamiento de la envolvente: desde los cimientos a la cubierta
Una de las características de las passive houses es su gran estanqueidad. La envolvente recubre toda la casa -suelo, paredes y techo- y la aísla totalmente, sin puentes térmicos por los que se cuele el frío o el calor.
Para conseguir la estanqueidad de la base, la cimentación de las casas pasivas de Sant Joan se realiza mediante diferentes capas que logran un aislamiento perfecto. Las diferentes capas están formadas por grava, hormigón de limpieza, dos piezas de material aislante separados por una membrana para proteger a los habitantes de la casa del gas radón, la losa y un recrecido de arlita. Luego va el suelo radiante, un autonivelante -en este caso anhidrita, que reemplaza al cemento- y el parqué de vinilo, que constituye el acabado final.
En una casa pasiva la envolvente debe ser continua, para garantizar el aislamiento térmico de la vivienda. No puede haber puentes térmicos en la envolvente, que hagan perder o ganar energía, desde los cimientos hasta la cubierta.
Este proyecto cuenta con un mayor aislamiento en el techo que una construcción convencional. Para no perder temperatura interior, se aísla más el techo para intentar que no se pierda el calor.
Ese aislamiento se compone de una lana mineral sin componentes derivados del petróleo sobre la que se coloca teja curva 50×21 Jacobea de Tejas Verea sobre Onduline, con el sistema VereaLine System. Se trata de un sistema integral de instalación de tejas cerámicas sobre placas onduladas bituminosas. Un sistema constructivo de tejado impermeabilizado, ventilado y acabado en seco que ofrece una solución muy ligera que dota al tejado de una total impermeabilización y ventilación.
El sistema empleado en la cubierta optimiza las prestaciones y la durabilidad de las tejas, además de aportar mayor eficiencia energética al proyecto.
El resultado: casas eficientes y ecológicas
Otra de las singularidades del proyecto es que se trata de casas pasivas pareadas, pero no gemelas. En construcción tradicional, la distribución sería similar y daría lugar a una casa en la que se pasa frío, mientras que en la otra albergaría mucho calor. El proyecto hace que las dos viviendas funcionen exactamente igual, consiguiendo que ambas tengan las mismas aportaciones solares.
Con respecto a los materiales, la mayoría de los materiales empleados en las casas de San Joan están libres de petróleo. Hay que tener en cuenta que una casa con la certificación passive house es sostenible porque su consumo energético es casi nulo, pero luego el sistema constructivo y los materiales usados pueden aumentar aún más su eficiencia y sostenibilidad.
En el caso de los materiales de cubierta, las tejas Verea están incluidas en la Plataforma de Materiales Verdes del Green Building Council España. La Plataforma incluye la documentación exigida por los sellos de certificación VERDE, LEED Y BREEAM, que acreditan el comportamiento ambiental de los productos y su contribución a la calidad ambiental de las edificaciones.
En este proyecto, el sistema de Drycon está auditado para poder entregar la certificación verde DGNB System sumado al propio certificado Passive House.
El resultado, casas eficientes construidas de manera sostenible, con materiales ecológicos y con certificado de eficiencia energética A, el más alto posible.
Si hay algo que siempre ha generado resistencia inherente respecto al hablar -para el arquitecto- han sido las manos. Porque las manos nos acompañan cuando andamos, a veces nos traduce, nos reconoce, nos aproxima a las cosas, nos revela, nos comprende y nos explica.
Con ella -como la mirada– señalamos cuando enseñamos, cuando indicamos una posibilidad, las manos siempre han funcionado como anfitrión perfecto cuando visitamos nuestros propios pensamientos e incluso cuando hacemos de intérpretes de lo ajeno, si, las manos son intérpretes, simulan un “no existir”, un no aparecer, se podría decir que dan vida a lo imaginado en cualquier batalla contra la memoria.
Por esa razón siguen apareciendo en las pantallas de clases, me niego a esconderlas bajo la mesa o fuera del encuadre, las hago visibles porque son un instrumento fundamental que acompaña el pensamiento, incluso aquel que aún no ha saltado sobre la mesa o no nos ha asaltado entre respiración y respiración.
Imaginar lo pensado con las manos nos acerca a las personas y objetos, pero sobre todo a la arquitectura, aquella que está fraguándose entre nuestra memoria y la evidencia que ese pensamiento asomado, encaramado al lenguaje, no existe.
La no presencialidad nos ha dado muchas herramientas y nos ha “encuadrado-recortado” otras , pero defendamos el hecho de comunicarnos con todas las posibles, y las manos son -siempre han sido- una de ellas. Imaginar lo pensado.
Con este artículo queremos fundir tres temas que nos parecen que muchas veces se analizan por separado y, viéndolos en su conjunto y con las sinergias que se establecen entre ellos, tienen un interés especial.
A su vez, intentaremos rebobinar en el tiempo para ver dónde está el germen de todo ello y, desde ahí, poder tirar del hilo hasta el presente. Una vez, llegado a él, en el aquí y ahora, sería bueno ver por dónde pueden ir los tiros de un futuro inmediato.
Hace tiempo, en los cursos de doctorado, un buen profesor nos preguntaba a boca jarro, cuáles eran los principales hitos de la historia de la evolución y en qué fechas sucedieron. Como podéis suponer, el desastre en nuestras respuestas fue mayúsculo, dejándonos de citar momentos claves de esta evolución y, no dando palo al agua con las fechas. A partir de ahí, quizás por el sonrojo de la situación, poco a poco, fuimos investigando sobre el tema, hasta que nos dimos cuenta que al entender cómo había sido nuestro origen como especie, quizás, podríamos sacar algo en claro que nos sirviera para aplicar en el momento presente.
Por lo tanto, y con vuestro permiso, nos vamos a situar 30.000 años atrás. Pueden parecer muchos, pero si tenemos en cuenta que nuestra especie empezó a evolucionar hace unos 6 o 7 millones de años atrás, cuando habitaban el planeta tierra, en algún rincón de África los predecesores de los primeros Australopitecus, no son tantos.
La evolución del ser humano, ha sido lenta, y basada en pequeños grandes cambios, como el aumento progresivo y constante del cerebro, bajar de los árboles para comenzar a patear las sabanas, que las abuelas reconocieran a los hij@s de sus hijas como niet@s (el homo sapiens es la única especie que lo hace) o comenzar a utilizar piedras a modo de tecnología punta de la época. Así, y resumido de manera un tanto brusca, nos plantamos en un apasionante momento de la historia, en donde, en nuestra por entonces heladora Europa, convivían los Homo Sapiens Sapiens (comúnmente llamado hombre de Cro-magnon) y sus “primos” los Neardentales. Ambos, eran en apariencia muy parecidos a nosotros mismos; los Neardentales más robustos y los Cro-magnones algo más esbeltos y morenos, pero cualquiera de ellos bien aseado se podría pasear por nuestras calles tranquilamente.
Los dos grupos, tenían una tecnología muy similar y ya dabansepultura a sus muertos. También hay que destacar que los homo Sapiens Sapiens, recién llegados después de un trepidante y largísimo viaje que les sacó de su África natal y les llevó por Eurasia hasta desembarcar por estos lares, habían conseguido una mayor cohesión social.
A su vez, su cerebro estaba algo más evolucionado que el de los Neardentales que al parecer era una subespecie evolucionada del Homo Antecesor. Así, por primera vez en la historia de la humanidad, en varios puntos del mundo distantes en miles de kilómetros entre sí, el hombre comenzaba a realizar utensilios que escapaban de su mera cualidad utilitaria. Se trababa de unas pequeñas figurillas (Venus), cargadas de un fuerte poder simbólico, que se realizaron con mucho esmero y precisión, dando con ellas el comienzo del arte. Esta aparición fue por todo lo grande, retratando una sociedad que homenajeaba a la mujer y, sobre todo, a la fecundidad y fertilidad en sí mismas. De hecho, esta sociedad de carácter, eminentemente, matriarcal, simbolizaba, con estas representaciones, a la mujer como Diosa.
Así, estas arcaicas pero bellísimas manifestaciones artísticas, en tres dimensiones dieron paso, 5.000 años después, al arte en dos dimisiones con diferentes representaciones en las paredes de numerosas cuevas. Por suerte, las entradas a algunas de estas cavidades se fueron cegando con el tiempo, conservando sus tesoros hasta nuestros días. Gracias a ello podemos entender un poco mejor cómo era la sociedad de esta época.
Ahora, ya no encontramos la misma simbología que veíamos en las Venus, sino que se puede observar una sociedad mucho más preocupada por asegurar el alimentopara el clan que de enaltecer la maternidad. Y ¿por qué para el clan y no para cada individuo? Porque en las representaciones de las escenas de caza, siempre, aparecen grandes animales (mamut, caballos…) perfectamente dibujados y unas figuras humanas, estilizadas y esbozadas de manera esquemática. De esta forma, con estas grandes piezas que, en muchas ocasiones, en las pinturas rupestres aparecen con saetas (lanzas) en sus corazones, se podía alimentar a todo el clan. Elpensamiento era comunitario y las acciones siempre se llevaban a cabo en beneficio del grupo y no del individuo. Por lo tanto, la cohesión social del grupo era muy grande. A su vez, hay numerosas pruebas que documentan cómo cuando un miembro del clan quedaba indefenso o malherido el resto del grupo se encargaba de ayudarle y asegurar su supervivencia.
Al llegar a este punto, nos permitimos dar un pequeño salto en el tiempo y plantarnos en otro momento clave de la historia de la humanidad; estamos hablando del año 10.000 antes de nuestra era. Y ¿por qué es tan importante esta fecha? Porque el ser humano, por primera vez, comienza a tener un pensamiento abstracto más complejo y es capaz de imaginar lo que ocurrirá dentro de unos meses. Gracias a ello, comienza, por un lado, a domesticar animales y, por otro, a plantar semillas para tener, al cabo de un tiempo, el alimento necesario para alimentar a sus familias.
Con ello, aparecen un montón de conceptos nuevos y fascinantes: la familia, la agricultura, la ganadería, sistemas defensivos, y, por fin, los primeros asentamientos que serán el germen de la ciudad.
Pero, vayamos por partes; como podéis apreciar, ahora ya no hablamos de clan sino que, con el abandono del nomadismo por una gran parte de esta sociedad y la aparición del sedentarismo, tenemos encima de la mesa la idea de familia. Es decir, nuestros antepasados se agrupaban de forma muy diferente, en parte debido a la aparición del concepto de monogamia. Por lo tanto, cada familia construía su propia casa, de unos 40-50 metros, dentro del poblado y comenzaban las primeras relaciones entre las familias y, por supuesto, entre las propias edificaciones.
Nuestros antepasados cercanos dieron a luz, hace la friolera de 35.000 años, a las primeras representaciones artísticas en forma de Venus. Éstas daban fe de una sociedad matriarcal en el que el papel de la mujer y el hombre era idéntico. Así, con la bandera de la fertilidad y fecundidad como atributos más preciados se creó una civilización de gran éxito. De hecho, al contrario de lo que se suele creer, no es la adaptación de las especies al medio lo que ha asegurado su éxito evolutivo, sino su capacidad de asegurar la descendencia de generación en generación.
Sin embargo, cuando la sociedad se hizo sedentaria instalándose en los primeros poblados, con el comienzo de la ganadería y agricultura, comenzó a sufrir grandes cambios que hicieron que todo evolucionase por otros derroteros. De repente, había seres humanos que, por un lado, tenían más alimento del que podían consumir y, por otro, había otros, que seguían siendo nómadas y no tenían tanto éxito en su búsqueda del alimento.
De esta forma, nació el comercio y, un primer esbozo de lo que luego serían nuestras hoy rescatadas entidades bancarias. Cuando un agricultor tenía más alimentos de los que podía consumir, los excedentes los depositaba en una especie de granero, en el que el regente (“el banquero”) custodiaba la mercancía hasta que otros la necesitaban y podían ofrecer, igualmente, sus excedentes. Poco más adelante, además de alimentos se comenzaron a intercambiar objetos y uno de los más preciados era la obsidiana que, curiosamente, represaba tanto el amor como la guerra. Según se tallaba este “cristal volcánico” servía como pieza de joyería o como punta de lanza.
De esta manera, a través del más genuino trueque de mercancías dio comienzo lo que hoy conocemos como comercio.
A su vez, como ya hemos apuntado, quienes todavía vagaban por el territorio, y veían con codiciosos ojos los excedentes de estos primeros moradores, buscaban la manera de atacarles y apoderarse de sus alimentos. Así, estas primeras poblaciones, normalmente, levantadas cerca de ríos, al abrigo de vientos y en lo alto de cerros, comenzaban a cercarse y a organizarse para defenderse de los ataques. Por lo tanto, aquella sociedad, que durante milenios tuvo como máxima preocupación y ocupación asegurar la descendencia, tenía, ahora, nuevas tareas mucho más belicosas con las que lidiar. De alguna forma, con todo ello, daba comienzo la sociedad patriarcal.
Sobre esta evolución y el momento presente que nos toca vivir, el psiquiatra y gran pensador chileno, Claudio Naranjo, afirma que
“la sociedad patriarcal existe en interdependencia con la mente patriarcal: una forma de organización psíquica que refleja y perpetúa el dominio masculino en la sociedad, con su énfasis en la agresión sobre la ternura, la competición sobre la colaboración, la explotación sobre el cultivo, y en la que milenios de dominio del padre en la familia ha resultado en el reemplazo de los sanos vínculos fraternales por vínculos de obediencia y dependencia por parte de personas crónicamente infantilizadas.”
Esta sustitución de valores, creemos que es la clave de todo el desaguisado. La evolución de aquellos primerostrueques, con el paso de los siglos, evolucionó hasta el actual consumismo.
De esta forma, la sociedad del siglo XX, una vez superadas las utopías e ideales de mediados de centuria, se convirtió al dios del materialismo. Así, por desgracia, la arquitectura y el urbanismo no fueron otra cosa que el fiel reflejo de todo ello. Como bien se encargó de recordarnos Octavio Paz,
“la arquitectura es el testigo insobornable de la historia”.
Igualmente interesante nos resulta el papel que juega, o puede jugar, el arte dentro del espacio urbano.
Está claro que los espacios públicos creados por el urbanismo que citábamos líneas más arriba no tienen el más mínimo interés y, en la mayoría de los casos, se ha limitado a ser el vacío que queda entre dos edificaciones pensadas desde su valor inmobiliario. A su vez, muchos de nuestros centros históricos en el mismo momento que se ha decidido preservar su valor y “dejarlos bonitos” para que el turismo de masas pueda disfrutar de ellos, han perdido gran parte de su magia y, por lo tanto, se han convertido en trozos de ciudad museificada, nuevamente, sin ningún valor. La cultura de llegar, bajarse del bus, hacer la foto y subirse al bus ha hecho más daño del que pudiera parecer.
Pero es aquí, donde vemos que el arte urbano tiene mucho que decir; desde actuaciones en zonas marginales, como favela Painting, hasta actuaciones en plenos centros urbanos, donde el arte actúa como catalizador de la cohesión social. Es decir que, lejos de resultar al superfluo e inecesario, el arte, desde su perspectiva social y de protesta que trasciende lo meramente estético, se convierte en el elemento principal para que el maltrecho espacio público gane enteros y pueda dar cobijo a espacios de convivencia.
Es decir, que lo que la arquitectura ni el urbanismo, con todos los medios de que han dispuesto, no han conseguido, los artistas urbanos, muchas veces desde la más absoluta clandestinidad y precariedad, son capaces de conseguir.
Éstos, al igual que hicieran aquellos primeros pintores del paleolítico, reflejan en paredes la sociedad que les toca vivir. En este caso, nos interesa especialmente la mirada de gente como Banksi, Sam3 o Blu, por citar algún ejemplo, ya que con sus acciones ponen en evidencia esta sociedad patriarcal de la que hablábamos al principio del artículo.
A su vez, es interesante ver un fenómeno que ocurre, en paralelo, y no es otro que la fagocitación de algunos de estos artistas por el propio sistema. No es raro ver el caso del político de turno que ve en ellos un nuevo reclamo mediático y que en un acto de populismo barato les da un lugar para que actúen en su ciudad, mientras al resto de ellos siguen relegados a la clandestinidad.
Es decir, seguimos viviendo bajo el miedo y el control, sin aceptar lo diferente, y lo que transgrede el orden establecido es perseguido. La ciudad crea normas y leyes para castrar cualquier atisbo que nos recuerde que una sociedad matriarcal también pudiera ser posible. La censura y la represión están al orden del día para cualquier artista callejero, sobre todo, si es capaz de hacer un poco de ruido y remover alguna conciencia. Seguimos velando o, mejor dicho, unos pocos siguen velando para que todo esté en un aparente orden y la soñada ciudad de los niños de Tonucci sea solo un espejismo que podemos reconocer de manera autentica en muy poco lugares.
El orden impuesto en nuestras urbes sólo es una mutilación de cohesión social. No dar valor a la civitas por encima de la urbis, genera un urbanismo frío y deshumanizado que no aporta nada para que nuestras ciudades sean un poquito más habitables.
Con todo ello, al igual que antropólogos como Lévi-Strauss, rompemos una lanza a favor de lo primitivo, de lo salvaje y de lo va contra lo establecido. Las culturas matriarcales que han llegado hasta nuestros días con muchos puntos en común con aquellos primeros homo sapiens sapiens que protagonizaban nuestro anterior post, no son culturas menos evolucionadas que la nuestra. Ellos, sin tanta “evolución”, son capaces de predecir terremotos, de tener una gran cohesión social, de ver planetas sin telescopios o de vivir en armonía con la naturaleza; mientras que nosotros, los países del supuesto primer mundo, pensamos que hay que rescatar a los “salvajes” de su ignorancia.
Stepienybarno_Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó, arquitectos
Estella, Octubre 2017
· Cerca de treinta proyectos han resultado ganadores de la XII BIAU, que se celebrará del 21 al 25 de septiembre en el marco del Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI, con CDMX como punto de partida
· Bajo el lema de Habitar al margen, la XII BIAU premia lo más destacado de la arquitectura y urbanismo iberoamericano y reflexiona en torno a la búsqueda de hábitats alternativos para un futuro urbano más optimista, sostenible y justo
· Una muestra expositiva con triple sede —Colegio San Ildefonso, Centro Cultural de España y Lago/Algo— y una amplia programación permitirán conocer en profundidad los proyectos participantes.
Un total de 9 obras y 20 proyectos han resultado ganadoras de la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), una cita convocada por el Gobierno de España mediante el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) a través de la Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura. El encuentro tendrá lugar en el marco del Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI, en CDMX, del 21 al 25 de septiembre.
Articulada alrededor del lema Habitar al margen, la BIAU reconoce lo más destacado de la arquitectura iberoamericana y el urbanismo de los últimos tres años a través de diferentes categorías de galardones: Panorama de Obras, con nueve ganadores, Publicaciones, con ocho ganadores, Programas docentes, cinco ganadores, Acciones al Margen, siete ganadores e Investigación, cuyos premiados se conocerán próximamente.
Al mismo tiempo, la XII BIAU reflexiona en torno a la habitabilidad de la ciudad y la búsqueda de soluciones alternativas para un futuro urbano más sostenible y justo. Lugares, prácticas y propuestas que se sitúan en los márgenes de lo usual; en los bordes, los límites y las fronteras del sistema, que nos muestran cómo tejer nuevas estrategias de conciliación entre los hábitats y quienes los habitan.
Así, los proyectos ganadores de la XII BIAU, seleccionados entre más de 800 propuestas recibidas, de las que salieron 84 finalistas, abordan temáticas que van desde la transformación de los ámbitos domésticos y el uso del diseño como herramienta de cohesión comunitaria, el derecho a la ciudad y el espacio público de calidad, el trabajo colaborativo o incluso el diseño de nuevas cartografías para nuevas realidades y retos sociales.
La ceremonia de entrega de premios en el Colegio de San Ildefonso de CDMX servirá el próximo 22 de septiembre de pistoletazo de salida para una bienal que se extenderá a una veintena de países iberoamericanos durante sus dos años de duración.
Acciones al margen
Bajo el comisariado de un equipo de arquitectos con perfiles diferentes y complementarios —undo arquitectura, compuesto por Anna Vergés y Guillem Augé con sede en Barcelona y Torolab, formado por Raúl Cárdenas y Ana Martínez, con sede en Tijuana (México)— la XII BIAU traspasa lo puramente arquitectónico para abrirse a otras disciplinas que desde el arte, diseño, activismo, tecnología, emprendimiento social o la gestión cultural, aportan alternativas para una mejora en las formas de habitar los pueblos, barrios y ciudades del siglo XXI.
En este sentido, una de las novedades importantes de esta bienal es el premio inédito Acciones al Margen, que reconoce iniciativas que, con menores recursos, generan un impacto en la comunidad y son susceptibles de ser replicables.
A estos galardones se une el Premio Iberoamericano de la XII BIAU a la Trayectoria, que se otorgará a la arquitecta y activista argentina Ana Falú. Con una carrera dedicada al derecho a la ciudad y a la vivienda, Falú es precursora en la defensa de los derechos de las mujeres y de la relación de éstos con la arquitectura y el urbanismo.
Una propuesta expositiva con triple sede para repensar la domesticidad
Durante cinco días, y a través de diferentes sedes, el festival MEXTRÓPOLI y la XII BIAU convertirán la Ciudad de México en epicentro de la arquitectura iberoamericana a través de exposiciones, conferencias, mesas de diálogo, ciclos de cine o recorridos por la ciudad.
Las propuestas ganadoras de esta edición podrán conocerse con todo detalle a través un proyecto expositivo con triple sede: el Colegio de San Ildefonso, el Centro Cultural de España y el espacio cultural Lago/Algo.
En el Colegio de San Ildefonso, la muestra Habitar al Margen reunirá cerca de 85 propuestas finalistas y premiadas de las categorías de Panorama de Obras, Programas docentes e Investigación para mostrar cómo la arquitectura, el urbanismo y aquellas prácticas al margen de la profesión, ofrecen soluciones a los principales retos urbanos y habitacionales al margen de un sistema que se resiste a cambiar.
Por su parte, el Centro Cultural de España acogerá Habitar al Margen. Pioneros y Pilotos. Una muestra de equipos y proyectos Piloto, con enfoques, metodologías y prácticas diversas, que muestran caminos posibles y replicables para encontrar estrategias de conciliación entre el hábitat y sus habitantes.
Finalmente, el espacio cultural Lago/Algo recorrerá en Habitar al Margen: al margen los proyectos más representativos de las convocatorias Acciones al margen y Publicaciones en una exposición inmersiva y participativa que pondrá en valor experiencias y propuestas presentadas a esta categoría.
Sobre la BIAU
Convocada por el Gobierno español mediante el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), a través de la Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Fundación Arquia, la XII BIAU se celebrará en colaboración con Arquine, entidad mexicana que difunde la cultura arquitectónica a través de su revista y proyectos expositivos y divulgativos como el Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI.
En concordancia con la línea de trabajo del resto de bienales de arquitectura, muy enfocada a aportar soluciones a través de nuevas estrategias de conciliación, la XII BIAU apuesta por reconocer la arquitectura y el urbanismo de los últimos tres años atendiendo a diversas escalas; desde proyectos piloto a grandes realizaciones, con un denominador común: la voluntad de generar una mejora en la sociedad, la economía, el medioambiente y reivindicar la dimensión social de la arquitectura y su potencial para proponer soluciones alternativas a los retos urbanos del siglo XXI, tales como la habitabilidad, la sostenibilidad, la calidad de la vivienda o el acceso a la vivienda.
En este sentido, un jurado formado por expertos de referencia en el campo del urbanismo, la arquitectura y la vivienda —con la presidencia de Iñaqui Carnicero, director general de Agenda Urbana y Arquitectura (MITMA) y bajo la dirección de Zaida Muxí, doctora en arquitectura, profesora en la ETS de Arquitectura de Barcelona– ha seleccionado los proyectos atendiendo a criterios de calidad y pertinencia, pero también a su capacidad de aportar mejoras en el ecosistema humano y de elevar los indicadores sociales, medioambientales y económicos de la vivienda, los pueblos, los barrios y las ciudades del siglo XXI.
Una de las intenciones principales del proyecto era potenciar su carácter silvestre dado por el contexto en el que se ubica. Por eso, su morfología se inspira en la tipología tradicional de granero, que además le permitía una mayor espacialidad interior gracias a su cubierta inclinada.
El proyecto se ubica en Villa Serrana, en una zona agreste y alejada de las áreas más calificadas de la urbanización y por tanto con infraestructuras precarias respecto del resto de la zona. Esta condición de austeridad que proviene de las propias infraestructuras disponibles brindaba al paisaje una sensación silvestre o de ruralidad casi inexplorada que queríamos aprovechar y potenciar.
En ese sentido se decidió utilizar un lenguaje inspirado en la tipología de ¨granero¨ o cabaña-refugio, de planta rectangular y techos inclinados que favorecen la amplitud en la espacialidad interior a la vez que ocupan una función ideal para el escurrimiento y recolección de aguas pluviales. Para incorporar el programa de la vivienda se decidió optar por una planta simple en base a una organización simétrica apenas distorsionada por las reparticiones interiores de los extremos.
El espacio central, pasante y conectado plenamente en sus caras longitudinales con el exterior a partir de dos grandes ventanales corredizos, corresponde al espacio social que está contenido en el sentido transversal por dos «paréntesis» programáticos que albergan diferentes instalaciones de la cocina y living. Por detrás de estos, en las cabeceras del conjunto, se ubican las habitaciones y el baño.
El sistema constructivo utilizado para el desarrollo del proyecto se basa en una construcción tradicional de cimentación y tabiquería exterior que fue complementada con una cubierta liviana, ejecutada con vigas de hierro y vigas galvanizadas. El interior se revisitó con chapones fenólicos de eucaliptus, y el exterior con un entablonado vertical, también de la misma madera.
Obra: Refugio Villa Serrana I. Delfina
Emplazamiento: Villa Serrana, Uruguay
Autor: TATŪ Arquitectura
Arquitecto(s) a cargo: Leandro Alegre, Horacio Goday, Martin Olivera.
Año finalización construcción: 2019
Superficie construida: 60 m2
Fotografía: Marcos Guiponi + tatuarq.com
Ciudad Adentro es un tipo nuevo de exposición que explora las relaciones entre ideas y personas, espacios y tiempos, proponiendo nexos creativos e intuiciones que nos adentran en la experiencia de la ciudad, en un contexto de cuestionamiento y recambio o disolución de modelos de poder entre generaciones, clases y géneros, entre la ciudad adentro y el campo adentro, y en un escenario distópico postpandemia que caracteriza la llamada Galaxia Rural de la tecnociudad.
Ciudad Adentro implica asimismo un recorrido de tres biografías. Siguiendo el simbolismo del número 3, como hizo Dante Alighieri en su Divina Comedia, iniciamos este recorrido ciudad adentro apoyados en las trayectorias ejemplares de tres magisters, un filósofo, un músico y una escritora, que, a modo de guías/gurús/sherpas nos conducen hacia el interior de la ciudad. Ellos son Javier Echeverría (Pamplona, Navarra, 1948), Llorenç Barber (Aielo de Malferit, Valencia, 1948) y Noni Benegas (Buenos Aires, Argentina, 1947). Nuestro objetivo consiste en sintetizar sus caminos de conocimiento en conceptos y percepciones que ayuden a descubrir el sentido de preguntas esenciales, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?
De una manera transversal, estas ideas o caminos de conocimiento propuestos por nuestros tres sherpas serán «desvelados/recreados/iluminados» por 12 ilustradores que trasladan estos conceptos a imágenes, como hacían los maestros vitralistas en las catedrales medievales. No en vano, nuestra vivencia de la galaxia rural tiene algo de retorno a la Edad Media.
En innovación social, los artistas, creadores y pensadores pueden y deben ser factores de disonancia que sirvan para descubrir nuevas interrelaciones y vinculaciones en los procesos de convivencia, creación y desarrollo interpersonal. Junto a los conceptos explorados por nuestros guías, la exposición se acompaña de una selección de poemas visuales de Noni Benegas; de la instalación sonora de Llorenç Barber, Sambori/Rayuela junto a algunas de sus partituras visivas, y libros, entrevistas, y marcas del tiempo que a modo de biopic reflejan y recogen estas trayectorias ejemplares.
José Tono Martínez es comisario de esta exposición. Estudió antropología social y se doctoró en filosofía. Cofundó La Luna de Madrid y la dirigió entre 1985 y 1987. Ha sido director de centros culturales, fundaciones y museos. Escritor y ensayista, colabora con Claves de la Razón Práctica y Revista de Occidente. Entre sus comisarías recientes, Carteles para un Camino (2019-22), Consejo Jacobeo/BNE/MCyD; Hassan Fathy/Hannah Collins (2021-22), Casa Árabe; Pablo Pérez-Mínguez, Archivo Regional CAM/El Águila (2022). Entre sus libros, El que hiere de lejos, Huerga, 2015; Hijos del Trueno. Mitos y símbolos. Evohé, 2015; El Rey de Ramnagar. Polibea. 2017; El Cuarto Sello. Polibea. 2020. El anillo de Giges. Las peregrinaciones heterodoxas por Santiago. Evohé, 2021.
Diseño: PeiPe Obras (y conceptos formalizados): Llorenç Barber, Noni Benegas y Javier Echeverría Ilustraciones: Juan Berrio, José Domingo, Irati Fernández Gabarain, Elena Ibáñez, Pere Joan, Raquel Lagartos, Delius/María Delia Lozupone, Miguelanxo Prado, Pepa Prieto Puy, Rep/Miguel Repiso, Antonia Santolaya, Mikel Valverde Video, podcast y banda sonora: Javi Álvarez
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