sábado, octubre 12, 2024
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Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo | versiónT

En esta nueva entrega de la sección baliza, retomamos el contacto con el mundo editorial, tema ya abordado anteriormente en entrevistas a Cibrán Rico López-Suso Vázquez Gómez de la Editorial Fabulatorio, Ana Asensio – Manu Barba – Carlos Gutiérrez de la revista The AAAA magazine, Moisés Puente de Puente editores o Rafa Mateo sobre diseño gráfico,etc. son solo unos ejemplos de la labor que se realiza en este complejo campo. Pero si ahondamos en ellos, observamos que una publicación consiste en una superposición de capas y labores que trabajan al unísono para ofrecer un resultado completo. Por ello podemos enumerar una serie de labores profesionales necesarias para llevar a buen término la publicación y que cuya función es enriquecer el contenido de la misma. Algunas de ellas son más habituales ya que están relacionadas con el diseño gráfico y la maquetación, pero hay otras que a veces no son tan reconocidas ni obvias como son la traducción y su revisión o la corrección de estilo y ortotipográfica.

Por tanto, hoy nos acercamos a esta labor gracias a Diego Galar Irurre, que además de arquitecto (ETSAUN, con especialidad en Urbanismo, 2001) es traductor profesional de inglés y francés. Cuando se calza las botas y el casco, Diego Galar es socio fundador de IAS Gestión, una empresa dedicada al asesoramiento inmobiliario y urbanístico, la gestión, la redacción de proyectos edificatorios y la dirección de obras de construcción.

Tras un primer acercamiento al mundo editorial, en 2013 finalizó con premio extraordinario el Máster Universitario en Traducción de Textos Especializados de la Universidad de Zaragoza y desde entonces compagina su labor de arquitecto con la traducción, la revisión de traducciones y la corrección de estilo y ortotipográfica de documentos técnicos y/o teóricos relacionados con la arquitectura.

Esta faceta más humanista, le ha llevado a traducir numerosos artículos académicos sobre historia, teoría y crítica arquitectónicas, así como varios libros tale como Escritos climáticos (Philippe Rahm), Acciones infra-leves (Evelyn Alonso), Premios Pritzker. Discursos de aceptación 1979-2015 (vv. aa.) y Tras el manifiesto (vv. aa.). Asimismo, traduce, revisa y corrige habitualmente para diversas empresas sobre aplicaciones informáticas utilizadas en el sector de la construcción, la arquitectura y la ingeniería.

Este estudiante infatigable, no pierde la oportunidad de ampliar horizontes y de consolidar sus conocimientos en todo lo relacionado con la arquitectura, la traducción, la lingüística y la edición.

Sin más preámbulos os dejamos con la entrevista que hemos tenido la oportunidad de realizarle. Aprovechamos para darle las gracias de nuevo por su tiempo y predisposición.

Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo versiónT retraro
Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo | versiónT | Fotografía: Diego Galar Irurre

¿Cómo se definiría Diego?

Como una persona ordenada, tranquila y reflexiva, pero también muy curiosa. De hecho, siento que estoy en una búsqueda constante.

¿Cómo, cuándo y por qué surge el interés hacia arquitectura y la traducción?

Quise ser arquitecto desde muy pequeño. También el gusto por los idiomas y la lengua española me viene de la infancia, pero la decisión de iniciar una carrera en el mundo de la traducción fue posterior y muy casual. Diez años después de terminar nuestros estudios, uno de mis mejores amigos de la carrera, que era profesor en la Universidad de Navarra, se enteró de que buscaban un arquitecto con buen conocimiento de francés para ayudarlos en un proyecto editorial. Me presenté y la experiencia resultó inmejorable. Fue ahí cuando empecé a plantearme que los idiomas podían ser algo más que una afición y decidí formarme específicamente como traductor profesional.

¿Te encontraste con muchas dificultades para iniciarte? ¿Cuáles fueron las más problemáticas? ¿Cuál fue (o es o será) el momento más crítico de fundar versiónT?

La traducción profesional era entonces un mundo totalmente desconocido para mí, pero también en ese momento tuve mucha suerte. A través del Colegio de Arquitectos contactó conmigo Mercedes Sánchez-Marco, una compañera arquitecta que ya había recorrido el camino hacia la traducción unos años antes. Fue ella quien me asesoró y dirigió mis primeros pasos. Yo no estaría aquí sin sus consejos. Otra ayuda importante de aquellos tiempos vino de la Universidad, que siguió apoyándome y me encargó las primeras traducciones. Desde luego, lo más complicado de los inicios fue compatibilizar la formación con el trabajo. Vivo en Tudela y durante todas las tardes del curso académico debía desplazarme a Zaragoza, asistir a clase y volver para preparar los trabajos. Por las mañanas seguía con mi labor en el estudio en jornada intensiva. Fue un año de locos.

¿Cuál ha sido tu formación y trayectoria profesional complementaria para desarrollarte en este campo? ¿Consideras que estudiar arquitectura ha sido importante para desarrollar tu trabajo actual?

Al margen del estudio de inglés y francés, que llevo haciendo toda la vida, cursé un máster en Traducción de Textos Especializados en la Universidad de Zaragoza, que completé más adelante con algunas asignaturas del máster en Lingüística Inglesa Aplicada de la UNED. Paralelamente, seguí un curso de Corrección Ortotipográfica Profesional y otro de Corrección de Estilo.

Suele decirse que existen dos caminos para acceder a la traducción especializada. Puede tratarse de un graduado en Traducción que se especialice en un tema concreto (traducción técnica, jurídica, médica…) o un especialista de estas áreas que se forme en traducción.

Desde luego, saber de una materia es imprescindible para traducir sobre ella. Y tener sólidos conocimientos lingüísticos también es importantísimo.

Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo versiónT retraro diccionarios
Diccionarios de la biblioteca del estudio | Fotografía: Diego Galar Irurre

¿Cómo es el día a día a la hora en versiónT?

El proceso de traducción de un texto consta de varias fases: en primer lugar, una lectura del texto en la que se analiza su estructura, cuáles son las tesis principales, cómo se exponen y concatenan las ideas, el tipo de lenguaje empleado, los rasgos retóricos… Además, en esta primera lectura debes comprobar si cuentas con el material suficiente para acometer el trabajo y, si no es el caso, tienes que prever cómo obtenerlo. A continuación, se traduce el primer borrador. Durante este primer borrador se señalan las dudas que se enviarán al editor o al autor y se elabora un glosario para asegurar la coherencia terminológica. La tercera vuelta consiste en una revisión en la que se coteja la traducción con el original para detectar errores y omisiones o proponer alternativas más adecuadas. En este momento se introducen, además, las respuestas del editor. En la última lectura del texto, generalmente en papel, se revisa el estilo y la ortografía para garantizar la legibilidad y la pulcritud del texto.

La corrección de estilo tiene lugar antes de maquetar el texto. Su objetivo es detectar errores y pulir la legibilidad del texto. Se divide en tres niveles de intervención, según sea la calidad del escrito original. En el nivel superficial se corrigen errores ortográficos, gramaticales y semánticos, se adecúa el texto al manual de estilo o preferencias del editor, se comprueban los nombres propios y los títulos de obras y se unifican criterios a lo largo del texto. En el nivel intermedio se sugieren alternativas para mejorar la legibilidad: se detectan muletillas, repeticiones y rimas internas y se proponen términos o expresiones con significados más precisos. En el nivel profundo de intervención se puede llegar a reorganizar las ideas, reescribir frases completas, alterar la distribución de párrafos…

Por último, la corrección ortotipográfica se lleva a cabo sobre el texto ya maquetado en las pruebas de impresión o galeradas. Además de identificar posibles erratas que hayan escapado a la corrección de estilo, la ortotipografía incluye la maquetación: líneas viudas y huérfanas, calles internas, paginación, indexación, interlineado, tamaño y coherencia de los tipos de letra en títulos y epígrafes, tracking, kerning, referencias a las ilustraciones, márgenes… Esta corrección suele hacerse en dos fases. Tras la corrección de las primeras pruebas se devuelve al maquetador para que introduzca los cambios. A continuación, se hace una corrección de segundas pruebas para comprobar que se han incorporado adecuadamente todas las enmiendas y que el texto está impoluto.

¿Qué tipo de proyectos de traducción te encuentras en versiónT?

Al principio me dedicaba casi exclusivamente a la traducción para revistas académicas sobre teoría, crítica e historia de la arquitectura. Poco a poco fueron llegando proyectos de traducción editorial y últimamente también recibo encargos de revisión y de corrección ortotipográfica y de estilo. También estoy trabajando con empresas dedicadas a aplicaciones informáticas relacionadas con CAD y BIM.

¿Cómo es el servicio de asesoramiento y traducción que ofreces desde versiónT?

Muy personalizado. No podría ser de otra manera, ya que, aunque por lo general trabajo solo, mi labor se engrana siempre en un proyecto más amplio que se lleva a cabo en equipo. Procuro amoldarme a las preferencias de cada cliente. Por otra parte, si me solicitan tareas que no puedo atender por tratarse de pares de lenguas con los que yo no trabajo, temas que no controlo o traducciones en sentido inverso (desde castellano hacia inglés o francés), me ofrezco a buscar entre mis colegas al profesional más adecuado.

¿Qué referencias manejas para preparar las traducciones a la hora de enfocar y realizar sus diferentes proyectos en versiónT?

Para consultas lingüísticas, cuento con un buen número de diccionarios de todo tipo: generalistas, especializados, bilingües, monolingües, combinatorios, de sinónimos, históricos, de uso… además de corpus lingüísticos en línea y textos de referencia sobre ortografía, ortotipografía, gramática y corrección de estilo. Las consultas factuales son otro cantar; dispongo de los libros más comunes sobre historia y crítica de la arquitectura, pero en traducción académica es indispensable tener a mano una buena biblioteca especializada, de modo que me desplazo a las universidades de Navarra o Zaragoza.

Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo versiónT retraro obrasmadera
Algunos de los trabajos en que ha participado Diego Galar | Fotografía: Diego Galar Irurre

¿A qué segmento de público/cliente te diriges en versiónT?

Por ahora, tengo tres tipos de clientes: académicos, editoriales y empresas. Espero ir ampliando poco a poco en el futuro con revistas periódicas especializadas, instituciones… Creo que todavía tengo mucho margen de crecimiento.

¿Cómo es el proceso de captación de clientes en versiónT?

Durante mucho tiempo me limité al boca a boca. Solo hace unos meses he comenzado a dirigirme puntualmente a los perfiles que más me interesan para abrir un poco el abanico de trabajos. El proceso no puede ser más sencillo: mando una carta de presentación, les cuento lo que hago y me ofrezco para colaborar. La verdad es que la aceptación está siendo bastante buena. Estoy contento.

¿Estableces sinergias con otros campos?

No mucho. O, al menos, no por ahora. Quizá si en el futuro me dedico exclusivamente a la traducción y corrección tenga más tiempo y oportunidades de explorar colaboraciones con otros campos.

¿Cómo y para qué utilizas las nuevas tecnologías? ¿La red ha facilitado tu labor? ¿En qué sentido?

La red lo cambia TODO. Hoy sería impensable traducir sin conexión a internet. No hay que olvidar que la traducción exige un proceso de documentación constante para asegurarse no solo de lo que dice el texto, sino de por qué lo dice, a qué responde, qué referencias utiliza, cómo se ha traducido ya una expresión en otros contextos similares… Cuando oigo quejas de la baja calidad de algunas traducciones de los años sesenta y setenta de textos clásicos de la arquitectura, pienso en aquellas mujeres y hombres que, sin apenas medios y con una retribución ínfima, hicieron posible que se difundiera la cultura arquitectónica.

¡Menudos héroes!

Por otra parte, las redes sociales son de gran ayuda. La profesión del traductor es bastante solitaria, pero en redes se ha formado una comunidad de profesionales muy colaborativa.

Da gusto saber que puedes contar con compañeros en cualquier momento y que igualmente puedes ser de ayuda a otros.

¿Compaginas o complementas esta actividad con otras labores o en otros campos?

En estos momentos, tengo bastante con el ejercicio de la arquitectura y la traducción, pero también me interesa mucho la maquetación y, en general, todo el proceso editorial. He de confesar que poco a poco también voy dando pasos en esta dirección.

La arquitectura tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, los COA, las ETSA, emigración, comunicación, etc.), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?

Pienso que nos seguimos moviendo en un contexto de crisis y de cambio obligado que no es bueno para casi nadie. Francamente, estoy un poco cansado de la cantinela de que

“en las crisis surgen oportunidades”,

como si tuviéramos que celebrar una situación que en muchos casos conduce a la precariedad. Tener que emigrar para conseguir trabajo puede ser una oportunidad fascinante, pero ver en ello tu única posibilidad no me parece ningún chollo. Y, claro, es lógico que en este contexto surjan visiones muy distintas sobre cómo mejorar las cosas y se planteen discusiones.

¿Cómo ves el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión?

No sabría decirte. Supongo que solemos proyectar en el futuro las tendencias actuales y eso nos lleva a ser un poco deterministas, pero lo cierto —y algo estamos viendo durante estos últimos años— es que de vez en cuando se producen disrupciones imprevistas que lo ponen todo patas arriba. Es difícil vaticinar. Por otra parte, en el fondo creo que lo esencial del ejercicio de la arquitectura ha cambiado poco en las últimas décadas, a pesar de las crisis.

¿Qué mejoras crees que son fundamentales y que deberían ser puestas en marcha de forma inmediata?

Pienso que deberíamos meter mano al sistema de concursos y aplicar con muchísimo más rigor la ley vigente. No me cabe en la cabeza que sigamos derrochando tal cantidad de trabajo y de talento con unos honorarios cada vez más mermados y que la propia Administración pública sea cómplice de todo ese trabajo a coste cero. Estoy muy de acuerdo con Remedios Zafra cuando expone en El entusiasmo que el sector cultural y creativo en España se sostiene sobre las espaldas de un ingente número de profesionales que se ven obligados a competir entre ellos por unas condiciones que ya son precarias de partida. La competencia, además, fomenta la división entre compañeros, de modo que es difícil tomar decisiones conjuntas. Evidentemente, los colegios de arquitectos o las asociaciones de traductores tienen mucho que decir, pero creo que nos queda todavía bastante recorrido.

Algunos de los trabajos en que ha participado Diego Galar | Fotografía: Diego Galar Irurre

Como emprendedor, ¿qué opinas de los arquitectos que “abren y/o recuperan” nuevos campos y/o enfoques de la profesión?

Me parece muy positivo y muy sano. Terminé la carrera en el año 2001, cuando la situación era todavía boyante. En aquel momento había tanto trabajo en la redacción de proyectos que era extraño encontrarse con algún compañero que se dedicara a otra cosa. Algunos siguieron una carrera académica, otros fueron a la Administración o se dedicaron al cálculo estructural, a las tasaciones… pero siempre en trabajos directamente relacionados con la arquitectura. Sin embargo, estoy convencido de que la formación que recibimos en la universidad es estupenda y nos abre un abanico de posibilidades mucho más amplio, aunque en ocasiones se precisen complementos formativos.

¿Por qué no podemos dedicarnos a la dirección de empresas, a la gestión cultural, al diseño industrial o a la divulgación? Nos sobran complejos.

¿Estás contento con la trayectoria realizada hasta ahora? ¿Qué proyectos de futuro te esperan tanto personal como profesionalmente?

Sí, por ahora me doy por satisfecho. Veo que estoy en un momento de crecimiento personal y profesional muy estimulante, así que espero seguir avanzando en esta línea. Al futuro le pido más de lo mismo; más regularidad en los encargos y una mayor proyección profesional. Con eso me conformo.

Para acabar, ¿qué les aconsejarías a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?

Que tengan claras sus direcciones, pero que no se aferren a objetivos concretos demasiado pronto. La vida da muchas vueltas y a todos nos va a tocar readaptarnos a las circunstancias muchas veces:

Be water, my friend.

Diego Galar Irurre · Traductor, revisor, corrector ortotipográfico y de estilo | versiónT
Marzo 2022

Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecemos a Diego su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.

Ana Barreiro Blanco
Ana Barreiro Blancohttps://tallerabierto.gal/gl/
Arquitecta y socia fundadora de gestión cultural taller abierto
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