domingo, noviembre 24, 2024
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La arquitectura ante la muerte del arte | José Ramón Hernández Correa

Las vanguardias artísticas siempre han mirado a la arquitectura de una manera ambigua. Por una parte, los artistas (pintores, escultores, fotógrafos, poetas, músicos…) han tenido siempre colgada la etiqueta de chisgarabises, y han buscado con afán meter en su troupe a algún arquitecto, que parecía darle respetabilidad al grupo o movimiento que fuese. (Un arquitecto tiene sensibilidad artística, pero además sabe multiplicar, incluso con decimales).

Por otra parte, el arte de vanguardia tiene siempre algo de efímero, de burbujeante fugaz. Incluso la escultura abandona los materiales tradicionales y experimenta con papel, madera, chapa, alambre, etc. La arquitectura es mucho más sólida y duradera. Además, la arquitectura es mucho más grande y, sobre todo, hace ciudad. Es decir: hace ambiente, espacio urbano y humano. Es escenario de la vida de la gente, e influye en ella. Por eso la arquitectura sirve como abanderado y como relaciones públicas del grupo artístico al que pertenece, y al que representa ante la sociedad.

Pero contra todo esto, también hay que decir que muchos «artistas puros» siempre han visto con malos ojos la inclusión de arquitectos en sus grupos, porque desvirtuaban el sentido de su movimiento.

Haciendo una simplificación muy grosera, los movimientos «constructivos» (De Stijl, Bauhaus, Constructivismo, etc.) han sido siempre muy arquitectónicos y muy para arquitectos (aunque Van der Leck y Mondrian se cabreasen). Intentaban ordenar el mundo y se valían de la geometría, el orden, el rigor… Justo lo que un arquitecto necesitaba. Pero los movimientos «disolventes» (Expresionismo, Dadá, Surrealismo, etc.) ni han gustado a los arquitectos ni tampoco los han querido. (No obstante, algunos han buscado la forma, si fuera posible, de «construir el caos», de plasmar metódicamente el cachondeo).

Un artista dadá al que nos referimos en la anterior entrada, Marcel Duchamp, acabó con el arte. No fue el único: Hubo bastantes artistas que acabaron con el arte.

Duchamp pensó que si un objeto existente se sacaba de su contexto y se presentaba como obra de arte, solo por eso sería una obra de arte.

Hizo un agujero en el asiento de un taburete e insertó una rueda de bicicleta con su horquilla:

M. Duchamp
M. Duchamp

Hala, ya está. Obra de arte. ¿Por qué? Porque no servía ni para sentarse ni para rodar. Porque era la suma de dos objetos existentes que se interferían mutuamente para perder su uso y su sentido. Al no servir ya para nada, servían para pensar, para quedarse perplejo, para indignarse, para poner a parir al autor, etc. (Todas ellas son funciones de la obra de arte).

Hizo otra cosa: Tomó un urinario y lo presentó a una exposición en otra postura (horizontal en vez de vertical), con un título que indicaba otra función (Fuente) y, sobre todo, firmado (con el seudónimo R. Mutt) y fechado (1917).

Marcel Duchmap. Fuente (1917)
Marcel Duchmap. Fuente (1917)

La desfachatez consistió en que con tan solo ese gesto el urinario se convertía en obra de arte. Su presentación a una exposición le daba el caché de arte, así como su firma y fecha. Su cambio de posición y de uso producía una excitante fisión semántica que abría nuevas puertas a nuevas expectativas e interpretaciones.

Una vez hecho esto, ya no había nada más que hacer.

«Arte es todo lo que el artista dice que es arte».

Estupendo, pero ante semejante afirmación cabe la siguiente pregunta:

«¿Y quién es artista?»

Pregunta que tiene una respuesta evidente:

«Artista es todo aquel que hace arte».

Este círculo vicioso tautológico no tiene salida. Y lo bueno es que es verdad.

Yo me siento artista, yo propongo un objeto, un acto, un poema, un ruido, etc, como obra de arte, y eso suscita inmediatamente críticas, valoraciones, respuestas, indiferencia, reacciones, etc. Justo lo que suscita toda obra de arte. Por lo tanto, he hecho arte. Por lo tanto, soy artista. ¿Con mucho talento, con poco? ¿Soy un buen artista, soy malo?

¡No me fastidiéis! ¡No me vengáis con juicios, con valoraciones! ¡No seáis retrógrados burgueses!

Duchamp era un provocador. Los dos ejemplos que acabamos de ver son dos intentos (logrados) de llevar el arte al abismo, de ponerlo en el disparadero y no darle opción. Pero era, como dijimos, un provocador aburrido, un hombre tranquilo. No quería salir airoso, no quería triunfar, no quería demostrar nada, ni tener razón, ni nada. Una vez hundido el arte, se retiró a jugar al ajedrez. Nunca quiso explotar su fama, ni ganar dinero, ni escandalizar a nadie. Sencillamente, ya no había nada más que decir.

Como dijimos, mucha gente siguió esa línea. Entre ellos, el músico John Cage. Leo en algunas biografías que en Europa estudió arquitectura y piano, pero no lo puedo confirmar. Lo que sí parece seguro es que la arquitectura le interesaba de alguna forma. Y él ha interesado a los arquitectos de muchas formas.

Aparte de sus experimentos con sonidos y silencios, se le tiene por el creador del primer happening, que, en plena improvisación simultánea y des-coordinada, des-compone las evoluciones de los diversos agentes intervinientes en el tiempo y en el espacio.

Sus partituras traman la aleatoriedad. No la organizan, la exponen. Curiosamente, también eso es una forma de no-organizar el espacio.

John Cage
John Cage

John Cage está lleno de sugerencias para los arquitectos. Agradezco infinitamente los comentarios de los lectores de la anterior entrada. Todos merecen re-comentario.

MJGE dice que un posible equivalente arquitectónico a la apertura de 4’33» sería dejar un mero contenedor para que cada usuario lo completara. Estoy de acuerdo. (Me recuerda en algo a una idea de Oíza). Pero también podría ser que la obra arquitectónica fuera lo suficientemente silenciosa, discreta, neutra, para que cada usuario viviera sus propias experiencias. O también que cada obra tuviera un cierto grado de imprevisibilidad y aleatoriedad que complicara, o sofisticara, la habitación humana en ella. No sé. El ejemplo de Cage abre muchos vectores.

Programa 3.6. menciona las partituras plásticas de Cage, de las que he buscado los ejemplos que he puesto ahí arriba. Sí. Matrices organizativas, planos tácticos, esquemas de batallas o de «acciones programáticas».

Francis, un no-arquitecto atento a la cultura, inteligente y curioso, ironiza con la falta de conexión entre el arte y el público, y habla del disfrute del arte y del afán de entenderlo. Lamentablemente, tanto una como otra cosa son cada vez más escurridizas. Pero ambas, en definitiva, generan ocasiones para asomarnos a nosotros mismos. Por eso seguimos yendo a los museos.

Seguramente no haya que insistir mucho para constatar la muerte del arte. Las vanguardias exploraron todos los caminos, y los recorrieron hasta el final, hasta el agotamiento. La conclusión es lúcida, indicutible. Se han alcanzado los últimos objetivos. La guerra ha terminado.

Pero entonces, como dice Oteiza, el arte abandona su camino experimental y se da a la comunidad, se hace social. Y, en cierto modo, se hace arquitectura. La arquitectura no es arte (al menos no es un arte puro; de esto hablaremos otro día). La arquitectura toma el cadáver del arte y lo entierra. Y, como ha aprendido lo suficiente de él y de todo su proceso, se hace espacio, se hace ciudad, se hace comunidad, y se entrega a la ciudadanía.

La buena arquitectura toma ecos del silencio de 4’33» y de la alagarabía de los happenings de John Cage, se abre, fluye y ofrece el espacio a la experiencia humana. Porque solo sirve para estar al servicio de la experiencia humana.

José Ramón Hernández Correa
Doctor Arquitecto y autor de Arquitectamos locos?
Toledo · abril 2012

Maestros de la forma y el espacio. Luciano Kulczewski

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MAESTROS DE LA FORMA Y EL ESPACIO es una serie que revisa biografías de grandes arquitectos chilenos, que con su obra influenciaron el cotidiano urbano y que hasta el día de hoy inciden en la forma en que el habitante se relaciona con la ciudad en que vive. En esta edición, repasaremos la vida del arquitecto Luciano Kulczewski.

Su obra se caracteriza por una ecléctica mixtura de influencias donde puede hallarse variados elementos que van desde el neogótico al Art Noveau, así como ciertos rasgos del movimiento moderno. El acceso al Funicular del Carro San Cristóbal en Santiago, hoy declarado monumento nacional, es una muestra de dicho estilo.

Sus obras se caracterizan por una ecléctica mixtura de influencias donde pueden hallarse elementos desde el neogótico al Art Nouveau así como ciertos rasgos del incipiente Movimiento Moderno.

En 1938 lidera la campaña para presidente de Pedro Aguirre Cerda en el Frente Popular. El presidente había sido su profesor de castellano en el Instituto Nacional. Las actividades políticas no eran ajenas a Kulczewski, ya que siendo estudiante integraba el movimiento socialista de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, y él mismo se consideraba uno de los «catorce» fundadores del Partido Socialista.

Salón de Belleza “Rbn Estilista” | Puntocero Arquitectos

El encargo pone en evidencia la necesidad de resolver un edificio comercial de nueva planta en un entorno periférico con un tejido disperso dominado por viviendas unifamiliares sin una tipología predominante. Resulta crucial responder a las aspiraciones de ser un objeto con identidad pero al mismo tiempo integrado en el entorno. La propuesta se formaliza como un prisma rocoso que además de transmitir una imagen corporativa clara y reconocible introduce el paisaje en su interior. Esta pesada envolvente cobija unos contenedores ligeros de madera, que lo habitan en contacto directo con el lugar.

Salón de Belleza “Rbn Estilista” Puntocero Arquitectos o6 ext01

Se materializa como un paralelepípedo de hormigón que se eleva con respecto a la cota de suelo como respuesta a un entorno inundable, haciendo que el edificio levite sobre el terreno en contraposición con su naturaleza masiva. Este volumen se presenta horadado en sentido longitudinal como un volumen extruido que genera un vacío en su interior,  presentando un espacio flexible para resolver el programa de usos.

En cuanto a los contenedores de madera, se insertan articulando los espacios interiores, siendo a su vez la expresión del edificio hacia el exterior. En base a su colocación, se configuran unos espacios exteriores cubiertos y protegidos del soleamiento para servir de acceso y salida del edificio.

El desplazamiento y movimiento de estas cajas de madera hace que se defina un espacio central principal, dinámico y fluido para las zonas de puestos y espera, sirviendo los espacios que encierran para situar las zonas de servicio e instalaciones.

Se urbaniza la parte la parte frontal de la parcela para el acceso al edificio y el estacionamiento de vehículos. Las escaleras y la rampa  se entienden como elementos en continuidad con lo anterior que resuelven la transición entre la urbanización y el propio edificio.

Obra: Salón de Belleza “Rbn Estilista”
Autor: Puntocero Arquitectos (Miguel Outeiral Moledo y Carlos M. Maneiro Muñiz)
Aparejador: Oscar M. González Tubío
Año: Proyecto: 2016 / Construcción: 2017-2018
Emplazamiento: Abanqueiro, Boiro (A Coruña, Galicia, España)
Superficie: 168 m²
Fotografías: Adrián Capelo
+ puntoceroarquitectos.es

Facile Things, la solución definitiva para verdaderos GTDers

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Hoy en día, casi todos tenemos la sensación de que no hay suficientes horas al día para hacerlo todo. Las tareas del trabajo crecen y crecen. Además están las cosas que hay que hacer en casa, y los compromisos con la familia y los amigos. Y las cosas que queremos hacer porque nos gustan o porque nos apetece.

Las agendas y las listas de tareas del día con prioridades, ya no nos ayudan a organizarnos eficientemente. Nuestra cabeza está llena de cosas pendientes e inacabadas, que nos distraen constantemente, nos hacen perder el tiempo y nuestras energías, y nos provocan ansiedad y estrés.

Escaleras y desembarcos | Miguel Ángel Díaz Camacho

Escaleras en el Hotel Guenegaud des Brosses, de Mansart, 1653; y escaleras rampa del Instituto La Llauna, Enric Miralles y Carme Pinós, 1984-86. Incluidas en Arquitectura Viva nº35, marzo-abril 1994, págs. 114-115.
Escaleras en el Hotel Guenegaud des Brosses, de Mansart, 1653; y escaleras rampa del Instituto La Llauna, Enric Miralles y Carme Pinós, 1984-86. Incluidas en Arquitectura Viva nº35, marzo-abril 1994, págs. 114-115.

A la escalera se la ha de mirar de frente. Acometer su trazado caminando de espaldas -o de costado- podría suponer una repentina pérdida del equilibrio1. Y la escalera es generosa, diríamos incluso desprendida en la aplicación de la suprema Ley de la Gravedad2. Toda escalera supone siempre un principio, una expectativa embarcación.

Quizá embarcar sea aquí la palabra adecuada: también de frente accedemos al barco, también vacila nuestro pie en el espacio a la hora de abandonar el firme. No obstante, toda escalera ofrece final y literalmente un desembarco.

Cada peldaño desemboca en el vacío, cada meseta supone una oportunidad. Más allá de la mera ordenación vertical y pautada del espacio, más allá del recorrido cerrado y funcional, la escalera supone siempre un acontecimiento en el vacío.

Bien conocían arquitectos tan distintos como Sota o Miralles -entre otros- la arquitectura de la escalera, en ocasiones gestionando sencillamente medios niveles, topografías conectadas por mínimas articulaciones ligeras y transparentes, como aquella que cuentan siempre fotografiaba Don Alejandro en la casa Guzmán, o las escaleras / rampa del colegio La Llauna diseñadas a modo de pantalanes por Enric Miralles y Carme Pinós en Badalona.

La escalera tiene tanto que ver con los principios como con la dignidad de los finales. De la escalera se sale igual que se abandona un barco, una iglesia o un verano: atrás quedará el espacio vacío. Espacios como la gran habitación de la escalera en el Hotel Guenegaud des Brosses, de Mansart, 1653; puntuales en la escalera «a la molinera» de Barba Corsini en los apartamentos de la Casa Milá, 1955; espacios fluidos tras los peldaños en la sala de exposiciones construida para Olivetti por Carlo Scarpa en Venecia, 1957-58, otro pantalán -en este caso de hormigón- sobre el mosaico vibrante de numerosas piezas cerámicas cuidadosamente (des)organizadas3.

Toda escalera supone siempre un principio, una expectativa embarcaciónConviene permanecer atentos a las oportunidades y habilitaciones de escaleras y desembarcos.

Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Febrero 2016.
Autor de Parráfos de arquitectura#arquiParrafos

1 «Instrucciones para subir una escalera«, Julio Cortázar en el libro Historias de Cronopios y Famas (1962).

2 En el mundo anglosajón, la medida horizontal del peldaño o «huella» es traducida por «going», valorando la acción del desplazamiento en lugar de la estática planta mensurable. La anchura de la huella, o distancia horizontal entre peldaños, se conoce como «nosing» haciendo referencia a la medida entre los puntos externos del mamperlán. Sobre esta identificación antropomórfica de la escalera volveremos en otra ocasión.

3 Todas las escaleras referidas en el texto estarían hoy prohibidas por no cumplir la legislación vigente. Ver «Mamperlán. La escalera sucumbe ante la normativa», por Ignacio Paricio, Arquitectura Viva nº35, marzo-abril 1994, págs. 114-115.

La condicion moral de los materiales | Javier Mozas

Mies van der Rohe con A James Speyer y George Danforth en el estudio del Departamento de Arquitectura, Armor Institute, Chicago, 1939 | Mies van der Rohe, Lehre und Schule. Werner Blaser. 1977
Mies van der Rohe con A James Speyer y George Danforth en el estudio del Departamento de Arquitectura, Armor Institute, Chicago, 1939 | Mies van der Rohe, Lehre und Schule. Werner Blaser. 1977

Mies van der Rohe tenía la creencia de que el arte de la construcción debía de basarse en los materiales. En el programa docente que envió a Henry T. Heald, decano del Instituto Armour (más tarde se convertiría en el Instituto de Tecnología de Illinois), el 10 de diciembre de 1937, incluía tres categorías, Medios, Fines y Planificación-Creación.

Los estudiantes debían iniciarse en la arquitectura con unos conocimientos de teoría general y una formación profesional, para después profundizar en el estudio de los materiales, es decir, en los medios con los que se construye.

Pero

¿qué significaban los materiales para Mies?

Ante todo una búsqueda de la verdad. Mies atribuía a cada material una condición moral que correspondía con sus propiedades y que estaba corroborada por el uso y la tradición. Según Mies, solamente una utilización de los materiales desde su verdadera esencia podría salvar a la arquitectura de la idolatría del objeto. Lo mismo que un escrito de Cicerón llevó a san Agustín al estudio de la filosofía, los textos de san Agustín conducían a Mies en su búsqueda de la verdad. A la personalidad retraída de Mies le sentaban moralmente bien los preceptos de san Agustín, que propugnan que la verdad no ha de buscarse en el mundo exterior, sino que ésta se alcanza a través de la meditación y de la mirada hacia el interior de uno mismo.

La verdad habita en el hombre interior, escribió san Agustín.

En el discurso inaugural1 que pronunció Mies, en noviembre de 1938, al asumir el cargo de Director de la Sección de Arquitectura del Instituto Armour indicó a los estudiantes que, más allá de los fines y antes que la formalización, está el “disciplinario camino de los materiales”.

“¿Dónde aparece con más claridad la trabazón de una casa o de un edificio, más que en las construcciones de madera de los antiguos?” (…)

“En la construcción en piedra encontramos lo mismo. Qué sentimiento natural habla desde ella. Qué clara comprensión del material, qué seguridad en su utilización, qué sentido de aquello que se puede y se sabe hacer en piedra. ¿Dónde encontramos tal dominio en la estructura? ¿Dónde encontramos más fuerza sana y belleza natural que aquí? Con qué comprensible claridad descansa una viga de cubierta sobre esas viejas paredes de piedra, y con qué sentido cortamos una puerta en esas paredes.” (…)

“El ladrillo es otro maestro de enseñanza. Qué espiritual es ya su formato, pequeño, manejable, bueno para cualquier finalidad. Qué lógica muestra su sistema de proporciones. Qué vitalidad su juego de aparejos. Qué soberanía posee el más sencillo paño de pared. Pero qué disciplina requiere ese material. Así, cada material posee sus propias cualidades, que se deben conocer para poder trabajar con él”.2

Mies consideraba que el aprendizaje de los materiales era un trabajo arduo y largo y su meta era

“conseguir el orden en el caos incurable de nuestros días”.

Ese mismo mes, doce días antes de que pronunciara este discurso, tuvieron lugar los primeros antecedentes del horror.

Mantener el orden frente al caos fue un difícil reto que se impusieron, en aquel momento, las democracias occidentales frente a los totalitarismos.

Un orden racional, reticular y modular que casaba bien con palabras como economía, serie y producción, principios-base del fordismo americano y su producción masiva para una demanda masiva. Sin embargo, América no se sentía a gusto con Mies cuando hablaba con ese sentimiento profundo sobre arquitectura. Al pragmatismo americano se le evaporaban, por la acción del mercado, todos los conceptos morales sobre los que Mies pretendía solidificar su teoría, como los principios inamovibles de la arquitectura y la búsqueda de la verdad a través de los materiales.

En América, a Mies se le entendía mejor cuando hablaba de tecnología.

Con él se consiguió identificar al progreso de la tecnología americana con una arquitectura basada en el rigor constructivo, en la esbeltez y en la transparencia que proporcionan el acero y el vidrio.

“Eso vale también para el acero y el hormigón. Reconocemos que no se consigue nada por el material, sino sólo por el correcto uso del material. Tampoco los nuevos materiales nos aseguran una superioridad. Cada materia vale lo que hacemos con ella”.3

Mies terminó su discurso en el Armour diciendo:

“No hay nada más ligado a la meta y sentido de nuestro trabajo que la profunda palabra de san Agustín: ‘Lo bello es el resplandor de la verdad”.4

Javier Mozas, arquitecto, a+t research group
Vitoria-Gasteiz, junio 2004

Notas.

1 Inaugural Address. 1938. Neumeyer. Artless Word. 316-317. Título original: Antrittsrede als Direktor der Architekturabteilung am Armour Institute of Technology, 20 de noviembre de 1938. W. Blaser: Mies van der Rohe, Lehre und Schule, 1977.

2 Ob. cit. 1.

3 Ob. cit. 1.

4 Ob. cit. 1.

Texto completo publicado originalmente en la revista a+t 23. 2004. pag. 4-9, y en Rashomon. La triple verdad de la arquitectura.

Catalejo

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CATALEJO Portada

Cinco cerros confinan el centro histórico de la ciudad de Concepción, ubicada en la zona centro sur de Chile. Cada cual con su propia forma, escala, contexto e historia. Los cerros Amarillo, Caracol, Chepe, La Pólvora y la Virgen constituyen los hitos de un invisible recorrido perimetral por la ciudad, el cual rodea otro sendero, aquel que nace entre los cerros de la Universidad de Concepción, principal centro educativo de la región, y avanza por el boulevard Barros Arana, calle que atraviesa por el centro la ciudad, hasta el borde del río Biobío, eje fluvial que parte en dos el área metropolitana del Gran Concepción. Cada uno de estos cerros es una referencia para quien transita, tal como un faro en el litoral es un aviso para los navegantes. Es señal y resguardo para quien observa a la distancia, un vigía anónimo provisto, por qué no, de un catalejo. A partir de esa imagen, ideamos una ruta hipotética entre los cerros de Concepción, para que aquel observador pueda recorrerlos, percibiéndolos como destinos que acogen, refugios para contemplar y ser contemplado, permanecer y avanzar, como lugares de encuentro y soledad.

Concretamente, planteamos aquí una intervención específica para cada cerro, que no pretende actuar como una respuesta definitiva, sino como una pregunta abierta -en lenguaje de proyecto arquitectónico- en relación a un problema aún inexistente: la consolidación de un nuevo recorrido para Concepción. Así, presentamos un objeto autónomo, sólo definido por las leyes que demarcan su contexto inmediato y que exigen que el espacio contenido tenga un uso determinado dentro de los márgenes de su escala y forma. Cada propuesta es, por sí misma, capaz de acentuar u otorgar significado a un lugar, o bien, desde una mirada de conjunto, ser la referencia, la señal, para comenzar, continuar, permanecer o finalizar un nuevo itinerario por los cerros de Concepción.

Catalejo int

La publicación Catalejo inicia con una introducción a cargo de Sergio Leonardo Baeriswyl Rada, premio nacional de urbanismo del gobierno de Chile, quien abre esta propuesta de la oficina Azocar Catrón, comenzando el visionado de una serie de propuestas arquitectónicas, puntos o referencias dentro de un recorrido perimetral al centro de la ciudad de Concepción a través de sus cerros. Si bien este trabajo se plantea desde un punto geográfico determinado y debe su naturaleza a este, es también un planteamiento que deriva en una pregunta, un cuestionamiento sobre las formas en que la arquitectura pueda entrar a pensar –plantear- la ciudad y las maneras en que se desarrollan los cuerpos urbanos.

Casa l’Aspre | nomarq estudi d’arquitectura

Casa l'Aspre | nomarq estudi d’arquitectura © Milena Villalba 2017
Casa l’Aspre | nomarq estudi d’arquitectura © Milena Villalba 2017

Luz y volumen trabajan al unísono, y se perciben a través de la composición y los recorridos de una obra arquitectónica. Le Corbusier, con su archiconocida frase de

«la arquitectura es el juego sabio […] de los volúmenes bajo la luz»

firmaba la historia de una obsesión: la del estudio de la luz, su movimiento, hasta tomar forma como una parte de sus cinco puntos de la arquitectura. En su narrativa compositiva, otro concepto, la promenade architecturale, marcaba la relación entre el cuerpo y los elementos de una obra, incluyendo ese movimiento como razón de proyecto. Luz y cuerpos en movimiento como latidos de una espacialidad fluida y continua.

Estos parámetros basales de la arquitectura se interpretan en el proyecto Casa l’Aspre de nomarq | estudi d’arquitectura, una vivienda en el pueblo alicantino de Orba, situada en una parcela pentagonal de casi 1000m2.

El solar en forma de lápiz está marcado por una fuerte pendiente, como es habitual en esta zona, que desciende de sur a norte rodeado por la perpetua presencia del mar, por una vegetación mediterránea con el verdor que caracteriza al levante, y por una ocupación del suelo residencial y extensiva donde la vivienda unifamiliar aislada constituye la única tipología. A pesar de que la vivienda proyectada por el estudio nomarq encaje en esta tipología circundante, se aleja totalmente del lenguaje arquitectónico predominante, tratando desde su personal mirada los elementos volumen, luz, recorrido, densidad, paisaje y movimiento, como objetos de la arquitectura.

Por la situación de la parcela, la vivienda se ubica en la parte central del terreno, posición que le permite encuadrar las mejores panorámicas, incluido el mar de fondo. El acceso se ubicaría así en la parte de menor cota, conectado con la calle y estableciendo el primer punto del promenade de la casa l’Aspre. Mientras que en el cuerpo de la vivienda se resuelve el programa principal de usos, esta parte baja recogerá el programa de servicios paralelos: acceso rodado, garaje, piscina, espacios exteriores, etc., todo organizado en terrazas planas de grava sustentadas por muros de mampostería de piedra. La organización del espacio exterior surge de la propia topografía del terreno, pero también del deseo de salvar (en sus dos acepciones) el arbolado existente en la parcela. En la aridez del nuevo paisaje de la vivienda, donde los materiales pétreos se solapan, se remarca la presencia de la vegetación esquivada también por la casa, dotando a ésta de una escenografía que la potencia.

Los recorridos de la parcela, en ese camino de ascenso hacia la vivienda, alinean unas visuales donde sus volúmenes, constituidos como dos piezas superpuestas, se entienden en su máxima grandilocuencia. La casa l’Aspre se estructura de este modo en dos alturas, dos cajas ortogonalmente situadas de un hormigón armado de gran expresividad que se apoyan sobre los mismos muros de mampostería que seccionan el jardín. Cada pieza, respondiendo al programa de usos, pero también con claras intenciones relacionales, se dedica a un uso diurno y nocturno en sus plantas baja y primera respectivamente. En el encuentro de ambos prismas se configura el acceso, deformándose ligeramente hacia el interior de uno de sus lados mayores para direccionar la entrada y preservar parte de esa vegetación existente. El duro hormigón se dobla para que crezca el árbol, como las flores que nacen de una roca, facilitando además la aparición de espacios intermedios como galerías o terrazas.

Esta forma irregular propicia que se opte, por su maleabilidad, por el hormigón armado como elemento estructural, y por los muros-viga como solución estructural, que permitirá evidenciar los volúmenes de la vivienda de forma más expresiva: un exterior masivo, que remarca el peso de la arquitectura, la gravedad, la superposición de capas horizontales que se muestran como un JENGA, dominado por las leyes de la física y el equilibrio. En esta operación geométrica del giro, a pesar de lo masivo de los cuerpos, la construcción expresa movimiento, potenciando los juegos de luz y sombra, como lo hacía el retorcimiento barroco, pero con unos planos y encuentros de gran limpieza.

Tanto en estas premisas estructurales, formales y funcionales como en las relaciones espaciales del interior de la vivienda, luz y recorridos son el binomio con el que el habitante interactúa con la vivienda y con el paisaje, será la mano que moldea el hormigón. Si en el exterior se produce ese contraste entre duro y blando, entre inerte y vivo, en el interior se produce entre materia y luz, entre terrenal y divino; en el interior el espacio se diluye, se ensancha, se inflama, inyectado de luz. La vivienda se llena de aire, insinúa ingravidez, ascensión, ligereza. El espacio central, cruce de los cuerpos y único espacio a doble altura de la casa, actúa como bisagra, como el eje vertical que permite el giro de las visuales. Aquí será donde se sitúe la escalera que hace de embudo y separa, sin separar físicamente, los usos de cocina y salón de la planta baja, con los dormitorios y estudio de la planta superior. Los recorridos marcan así la gradación de «soledad» sin tener que fragmentar físicamente el espacio, permitiendo entender los dos volúmenes bajo la luz como una única pieza de gran fluidez que a su vez permite diferentes niveles de intimidad y opacidad.

La casa l’Aspre logra no dejar indiferente, sino que en cada lugar consigue transmitir una emoción, o enmarcar y apoderarse de un pedazo del paisaje, u ocultarse de él, empleando principios de la arquitectura como si de un elemento más de la construcción se tratase, y produciendo estructuras que se sitúan en el paisaje alimentándose de él.

Obra: Casa l’Aspre
Tipo: Vivienda unifamiliar aislada
Localización: Orba, Alicante, España
Autor: Estudio nomarq | estudi d’arquitectura
Promotor: INHABITAT BUILDING S.L.
Proyectista: Ramón Riera Cervera
Fotografía: Milena Villalba
Texto: Ana Asensio
Traducción: Elyse Lake
+ nomarq.com

Buscador Soluciones Termoarcilla

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Buscador Soluciones Termoarcilla

El Buscador de Soluciones Termoarcilla permite encontrar las soluciones de fábrica de Termoarcilla que cumplen con un determinado requerimiento de transmitancia térmica definido por el usuario para cumplir las exigencias térmicas del Documento Básico de Ahorro de Energía (DB HE) del Código Técnico de la Edificación (CTE).

La transmitancia térmica de un muro de bloque Termoarcilla depende de varios factores, y varía en función del bloque del fabricante, del tipo de pieza (Termoarcilla tradicional, ECO 1, ECO 2 y ECO 3) y conductividad de las arcillas, del tipo de junta horizontal (junta continua o discontinua, con o sin material aislante en la junta discontinua, junta gruesa o junta delgada), del tipo de material de agarre (mortero convencional o aislante, junta delgada), etc.

El Buscador de Soluciones Termoarcilla tiene en cuenta todos esos factores, determinando mediante filtros las condiciones que debe cumplir la solución, y devolviendo todas las tipologías de muro que cumplen esos requisitos. Para cada una de las tipologías de muro se genera un informe que incluye todos los datos técnicos de la solución y los datos del fabricante del producto.

Los valores de transmitancia térmica U (W/m2·K) utilizados en la Herramienta de cálculo Buscador de Soluciones Termoarcilla han sido facilitados por los fabricantes del Consorcio Termoarcilla y provienen de los datos recogidos en la ficha de la marca N y del marcado CE, calculados según norma UNE 136021:2016 Método de cálculo por elementos finitos para determinar la transmitancia térmica de muros de fábrica de piezas de arcilla cocida.

«Los bloques rectificados son piezas que han sido sometidas a un tratamiento durante el proceso de fabricación para obtener una planeidad perfecta en su tabla y colocarse con una junta delgada de mortero cola de 1 mm. Este montaje no sólo presenta ventajas desde el punto de vista térmico, sino que supone un montaje prácticamente en seco, más industrializado, con un mayor rendimiento en obra y un ahorro en materiales. Esta tecnología se emplea desde hace tiempo en otros países de Europa como Alemania, Francia o Reino Unido.»

Para más información consultar el Artículo técnico «Actualización del Buscador de Soluciones Termoarcilla al nuevo DB HE del CTE y nuevos bloques mejorados«.

Formatos | Íñigo García Odiaga

David Douglas Duncan 2013 © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2013. Picasso identificando las obras destinadas a París con la ”K” (Kahnweiler) | Fuente: hrc.utexas.edu
David Douglas Duncan 2013 © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2013. Jacqueline y Picasso identificando las obras destinadas a París con la ”K” (Kahnweiler) | Fuente: hrc.utexas.edu

A menudo se cree que los formatos únicamente dan respuesta a las dimensiones de los pliegos, los lienzos o los bastidores, estableciendo relaciones entre sus diferentes dimensiones. De este modo se organizan a nivel industrial las dimensiones del papel, basándose en el número √2 para establecer todas las relaciones entre las partes y el todo.

El formato se entiende por lo tanto como una estructura interna, como una regla geométrica bajo cuyo mandato nacen las diferentes series Din A, Din B o Din C. En el caso de los lienzos que sirven de soporte a la pintura artística el formato determina en función de las dimensiones de sus bastidores, los arriostramientos o rigidizadores que se multiplican y colocan respetando esa función.

Los formatos son al fin y al cabo estructura, la informática lo sabe bien. Un disco duro debe ser formateado, es decir ser dotado de una estructura interna de campos y pistas, para que la información pueda ser almacenada allí.

El formato es por lo tanto orden, un orden que relaciona las partes mediante una unidad de medida, un módulo que garantiza la armonía del conjunto. Los formatos son entonces leyes compositivas, como lo son los órdenes arquitectónicos clásicos, que brindan unidad y proporción a una estructura para garantizar su belleza.

Si en el papel en blanco la relación es √2, en la arquitectura clásica todo depende del radio del fuste de la columna en su base. Con esa dimensión puede dibujarse el diámetro, y con él la altura de la columna, y después el intercolumnio y así proseguir hasta llenar por completo la página en blanco con una arquitectura regular y metódica llena de relaciones y proporciones.

Una arquitectura formateada plasmada en su papel cuyos lados son relación de dos.

Bernd Becher, Hilla Becher. Framework Houses. 1957-74
Bernd Becher, Hilla Becher. Framework Houses. 1957-74

Íñigo García Odiaga. Arquitecto
San Sebastián. Mayo 2016

Se puede etiquetar la emoción; y todo lo demás… | Miguel Villegas

Foto CC by Marja van Bochove
Foto CC by Marja van Bochove

Como sin querer queriendo, nuestros queridos Bea y Paco (corrección política mediante la de colocar a Beatriz delante) arrancan su último artículo para La Ciudad Vivacon una referencia cultísima, de las de la ETSAM castiza, a un artículo dede los ‘50.

Desde ese balancín de funambulista, en el que pocos pueden maniobrar, saltan sin despeinarse a citar a Argan, introduciendo en su virtuosismo investigador cierta referencia cruzada a lo paramétrico que prefiero soslayar para no enturbiar con mi pataleta lo que considero realmente potente de su texto. Aún en el aire, aterrizan en otro de un autor de cuyo nombre no puedo acordarme y con el que terminan de construir la cimentación del discurso. Me traigo su frase de enlace para usarla como pilotaje para el mío.

En todo caso, todos estos análisis no representan sino aproximaciones a una realidad compleja que tratamos de entender a partir de la aceptación de códigos y etiquetas que la simplifican y la hacen abarcable, al menos para los arquitectos.

Beatriz Billanueva y Francisco Casas

La categorización que tan bien desgranan de los dos textos que usan como referencia es clave para entender el pensamiento moderno. Es epistemología pura. Clasificación cerrada, pautada. Estructura coherente con la función fundamental, como ellos bien dicen, de hacer abarcable la complejidad. En la modernidad la realidad se loteaba.

Si estabas en un sitio no podías estar en otro. Si eres de aquí, no puedes ser de allí. O estás con nosotros, o contra nosotros.

¿Qué pasa en la contemporaneidad?¿qué hay de diferente?

El cambio es básico y todavía se está asimilando.

Las categorías ya no tienen sentido.

El pensamiento pasa a ser informacional, los servidores ya no son lugares, son nubes. Los textos no son textos, son entradas acumuladas en bases de datos. El tiempo y el espacio son simplemente coordenadas GPS y un timestamp, en lo informacional equivalentes y equipolentes.

Podemos ser de aquí y de allí, podemos ser altos y bajos, feos y guapos, gordos y flacos.

Ya no es O, ahora es Y.

Las categorías ya no son cajas cerradas, son simples etiquetas que adosamos a la realidad para enriquecerla y hacerla compleja, ya no abarcable. Ahora se trata de desplegar, no de encerrar. De tejer redes, no de abarcar.

¿La dificultad? Lo relacional el siguiente paso evolutivo. Cuando todo es equipolente, cuando todo es plano, cuando todo es igual,… depende de nosotros, y sólo de nosotros, relacionar esas micropartículas de información y hacerlas conocimiento, el conocimiento sabiduría, y la sabiduría felicidad.

Depende sólo de nosotros. Ahí está el poder de la información. Pone en nuestras manos la capacidad de rearticular la realidad para darnos cuenta de que Schumacker tiene parte de razón, de que la Casa del Chófer es una joya cuyo traje de lunares pocos hemos tenido el gusto de ver en vivo, de que la verdadera ontología de la arquitectura es mucho menos trascendente de lo que creemos…

Miguel Villegas, arquitecto
Editor en arquitextónica
Sevilla, marzo 2014

Notas:

A cuenta de un excelente artículo de bRijUNi arquitectos.

 

Qué es la arquitectura para Alejandro de la Sota

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«Me gustó siempre hablar de Arquitectura como divertimento; si no se hace alegremente no es Arquitectura. Esta alegría es, precisamente, la Arquitectura, la satisfacción que se siente. La emoción de la Arquitectura hace sonreír, da risa. La vida no.»

Alejandro de la Sota (Pontevedra, 1913; Madrid, 1996) es uno de los maestros de la arquitectura española del siglo xx. Profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), su estela ha servido de referencia a varias generaciones de arquitectos españoles.En la década de 1930 se trasladó desde su Pontevedra natal a Madrid para comenzar sus estudios en la Facultad de Matemáticas, condición necesaria para ingresar en la Escuela de Arquitectura.

Tras obtener el título de arquitecto en 1941, dedicó los primeros años de su vida profesional a trabajar para del Instituto Nacional de Colonización, una etapa que culminó con la construcción del pueblo de Esquivel (Sevilla, 1952-1963) y la casa Arvesú (Madrid, 1953-1955, demolida). A partir de entonces participó en una serie de concursos que marcaron la línea que precede al Gobierno Civil de Tarragona (1957-1964), considerada por muchos su primera obra maestra. En esa época prolífica realiza varios proyectos de arquitectura moderna industrial, como la central lechera Clesa (Madrid, 1958-1961) y las naves del CENIM en la Ciudad Universitaria (Madrid, 1963-1965) y construye su obra más reconocida y admirada unánimemente, el gimnasio del colegio Maravillas (Madrid, 1960-1962), que el crítico británico William Curtis considera la obra más significativa de la arquitectura española contemporánea.

En 1960 obtiene una plaza de funcionario en la Dirección General de Correos, y a lo largo de esa década explora las posibilidades que ofrecen los nuevos materiales y desarrolla una serie de proyectos con un planteamiento constructivo basado en la utilización de paneles prefabricados de hormigón para muros y forjados, que lleva a cabo en la casa Varela en Villalba (Madrid, 1964-1968).

En 1971 abandona la enseñanza y en 1972 regresa a su puesto de funcionario de la Dirección General de Correos. Durante estos años construye el Colegio Mayor César Carlos en la Ciudad Universitaria (Madrid, 1968-1971), el edificio para aulas y seminarios de la Universidad de Sevilla (1972-1973) y la casa Guzmán en la urbanización Santo Domingo (Madrid, 1972-1974), donde ensayaría cuestiones que abordará más tarde en la casa Domínguez en A Caeira (Pontevedra, 1973-1978). A la etapa como funcionario de Correos pertenecen el Centro de Cálculo para la Caja Postal en La Vaguada (Madrid, 1972-1977) y, años más tarde, el edificio de Correos y Telecomunicaciones en León (1981-1984), una etapa en la que estaba completamente inmerso en las técnicas de prefabricación ligera.

Desde la conferencia que pronunció en la Escuela de Arquitectura de la Technishe Universität de Múnich en 1978, su obra ha sido reconocida internacionalmente. Impartió numerosas conferencias en España y en el extranjero y su obra ha sido objeto de exposiciones individuales en universidades como Harvard University, la Architectural Association de Londres, la ETH de Zúrich, Karlsruhe, Aquisgrán y Milán, además de en numerosas escuelas de arquitectura de España.

Escalera de evacuación en un colegio del s.XIX | MCVR Arquitectos

Escalera de evacuación en un colegio del s.XIX MCVR Arquitectos o1

Se aborda el proyecto no sólo para cumplir con los condicionantes de uso (evacuación ante caso de incendio) sino que se presta especial atención a su materialidad y diseño con el objetivo de establecer un diálogo con el edificio existente. Se pretende generar una relación arquitectónica simbiótica. El objetivo es intervenir de una manera contemporánea potenciando la presencia del patrimonio histórico.

El edificio presenta una masividad en su construcción que pertenece a su momento histórico. Fachadas de fábrica de ladrillo y cajas de mampostería conforman muros estructurales de 60cms de ancho que constituyen, además de su labor portante, la imagen y presencia del edificio. A través de los diferentes aparejos del ladrillo se consiguen detallar los encuentros estructurales y estéticos del edificio. Se trata de una construcción con evidente carácter de permanencia en el lugar.

El proyecto plantea la confrontación directa, pero humilde, con el edificio. En este sentido se propone una intervención de opuestos con el fin de potenciar las prexistencias: frente a la definición volumétrica del colegio, la transparencia de la escalera; frente a la pesadez del ladrillo, la liviandad del acero.  Al igual que el edificio existente, la escalera utiliza un único material para generar no sólo la estructura sino también la imagen y textura, produciendo un diálogo ladrillo-acero; pasado-presente.

La estructura de la escalera se plantea independizada de la del colegio, reduciendo a mínimos la intervención tanto sobre el edificio como sobre el lugar, pudiendo ser reversible o adaptable en el tiempo. Para ello se plantean dos cerchas laterales que aportan la mayor transparencia y levedad posible. Estas dos cerchas se apoyan sobre cuatro pilares en el descansillo intermedio, quedando voladas a ambos lados. Por otra parte, las huellas se realizan con redondos de acero formando no sólo la huella de la escalera sino también la conexión estructural y el atado de ambas zancas laterales. En la parte superior se plantea una solución de apoyo que entra en carga únicamente cuando la escalera está siendo utilizada. Mientras, en su encuentro con el suelo, el vuelo permite levitar sobre el pavimento, generando una imagen etérea reforzada por la presencia de un primer escalón de granito. La escalera parece flotar delante del edificio subrayando la condición reversible de la actuación a la vez que cede el protagonismo al colegio.

En cuanto a su materialidad, se refuerza el diálogo entre opuestos. Se utiliza el acero ligero de la misma manera que se utilizó el ladrillo pesado en el edificio existente: toda la intervención es, a la vez, estructura, textura e imagen. El objetivo es diferenciar pero integrar la escalera en el conjunto.  Por ello, la escalera en su totalidad se pinta de color negro, que resulta neutro frente al ocre antiguo de la fábrica de ladrillo. La posición, lo uno al lado de lo otro, resulta suficiente para diferenciar la intervención quedando integrada como un elemento arquitectónico más en plena coexistencia con el conjunto histórico.

Obra: Escalera de evacuación en un colegio del s.XIX
Situación: Valdemoro, Madrid, España
Autores: Marcos Cortes Lerín + Víctor Rodríguez Prada (MCVR arquitectos)
Aparejador: Juanjo Sanz Romero
Ingeniero: Óscar Vidal Martínez
Fotógrafías: Marcos Cortes Lerín
+ mcvrarquitectos.blogspot.com.es

Reconocimientos.

– Obra catalogada en los Premios Arquia Próxima 2016-2017.

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Five Senses. Introducción a la lectura de los escritos de Juhani Pallasmaa | Luis Gil Pita

Juhani Pallasmaa
Juhani Pallasmaa

Tres escasos meses antes del día de los Enamorados de 1996,1 durante un encuentro con D. Alejandro de la Sota en su estudio, éste hacía referencia, en un aparte de la conversación a la categoría de la obra construida de Manuel Gallego, en cada una de las diferente escalas que abarcaban desde el responsable sentido en la implantación urbana hasta el acento final que en sus trabajos suponía el cuidado reservado al diseño de sus pasamanos.

“El arquitecto que hace los mejores pasamanos del mundo, la barandillas más perfectas”,

decía Don Alejandro.

Recordamos ahora aquella referencia y palabras como anécdota pasada, pensando en ese punto de contacto entre la mano del usuario y el edificio construido, la barandilla, reflexionando sobre su significado en cuanto metáforas del mundo de la percepción, el de los diferentes y varios sentidos que forman parte de la experiencia arquitectónica.

Los pasamanos, las barandillas y las protecciones, las más perfectas del mundo y al mismo tiempo las más humildes, las de Manuel Gallego y también otras igual de honestas, como las de Hernan Hertzberger y las del propio Sota, ponen a funcionar la experiencia del usuario y el habitante de la arquitectura a través de otros sentidos que no son únicamente el de la vista. Sirviendo así, mientras la mano se posa y apoya, de ayuda a la subida o bajada en el viaje a través del programa, enriqueciendo la experiencia y el guion sensorial del recorrido, mientras se muestra el posible contacto físico y no únicamente visual.

Los pasamanos entendidos más allá de la muleta que se usa en ayuda al accidente de la escalera, o como protección al desnivel del vacío, representan un apoyo al resto de experiencias del conocimiento espacial que nos acompaña. Cogemos al edificio, tocarlo, sentirlo frío o caliente, fuerte o delicado, afirmando el centro de gravedad del paseo al sentir de la pisada en el escalón o el rellano.

¡Qué diferente experiencia la del pie que sube o baja sin que la mano toque la pared ayudándose de la línea construida de la barandilla!

Recuperar sólo por un instante otro sentido para la arquitectura nos recuerda que el ojo manda y dicta en primera persona en la experiencia de la percepción especial, pero su acción agota, anula y banaliza esta experiencia cuando margina y elimina la entrada controlada de otros sentidos en la lectura global del asunto.

Convertido ya en tópico el discurso de la inflación visual del mundo neoliberal que nos ha tocado vivir y de la arquitectura a su servicio, no está de más abordar de forma ingenua (siempre consciente y perseverante…), cómo intervienen el otro conjunto de experiencias cognitivas ligadas al resto de los sentidos, en la lectura de los espacios por los que ha de transitar el viaje de la arquitectura.

Estas breves palabras, literarias y tendenciosas, lo son en la medida de una muy parcial referencia del tacto que no es opuesto sino complementario y colaborador del resto de los sentidos y en especial al de la vista y que nos gustaría sirviesen para introducir y ser pretexto de un encuentro con el tema de los sentidos en la obra escrita y docente del arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa.

Los textos que ofrecen sus aulas y conferencias nos clan y reclaman al mismo tiempo una visión cercana, directa y sincera de la necesidad de mantener el equilibrio entre los abundantes interralaciones del mundo visual y el resto de la formas de percibir.

Denuncia de la forzosa necesidad de recuperar aquella formas de percibir olvidadas, marginadas y difuminadas por la excesiva valoración de lo visual, que se vinculan al mundo de lo efímero y a la desaparición del tiempo en arquitectura, otro de los fundamentos ausentes del contemporáneo sentir actual, que se estudia en su obra escrita.

Pensamiento, opiniones y expresión consciente por redescubrir constantemente las cuestiones básicas y de fondo de la arquitectura tal como demandaba a mediados del s.XX el maestro holandés Cornelis van Eesteren.

Juhani Pallasmaa
Juhani Pallasmaa

Pallasmaa y sus palabras, las de sus libros, las de sus citadas aulas y conferencias y a las de sus múltiples introducciones a exposiciones y catálogos, nos ayudan en su lectura a entrar en las cuestiones de fondo, tanto como las barandillas y pasamanos de Manuel Gallego, las mejores del mundo, a agarrarnos por lo físico, a subir y bajar, a sentir y tocar el palpitar de la arquitectura más allá de la evidencia

Luis Gil Pita, arquitecto.
Santiago de Compostela, septiembre 2018

Notas:

1 Día de la Muerta de D. Alejandro de la Sota en Madrid.

Algunas referencias de la obra escrita y ensayística de Juhani Pallasmaa.

Pallasmaa, Juhani. Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. 2006, Gustavo Gili, Barcelona.

Pallasmaa, Juhani. Encounters: architectural essays. Helsinki, Rakennustieto Oy, 2005

Tapio Wirkkala, ojo mano y pensamiento. Madrid, Ministerio de vivienda, 2004

Gentle Bridges: architecture, art and science. Max Planck Institute of Molecular Cell Biology and Genetics Dresden = Zwischen den Raume. Architektur, kunst und wissenschft, Basel, Birkhauser, 2003.

Pallasmaa, Juhani. The Architecture of image: existential space in cinema. Helsinki, Rakennustieto Oy, 2001

Pallasmaa, Juhani. Meditaciones sobre el silencio: Juhani Pallasmaa: objetos y diseños arquitectónicos. Madrid, Centro de Publicaciones, Secretaría General Técnica, Ministerio de Fomento. 1999

Animal architecture. Helsinki, Museum of finish architecture, 1995

Pallasmaa, Juhani. Animales arquitectos: el funcionalismo ecológico de las construcciones animales. Lanzarote, Fundación César Manrique, 2001

¿Nos estamos ablandando? | Elías Cueto

Daisuke Motori es un joven arquitecto japonés en cuyo trabajo lo informal y lo doméstico frecuentemente son fuente de inspiración y dan lugar a objetos que acompañan de forma cómplice. Uno de sus primeros trabajo es Lost in sofá, una versión un tanto irónica del Kubus sofá diseñado por Josef Hoffmann.

En 1910 el arquitecto de la Secession sometía las curvas y los mullidos característicos de los salones vieneses a un provocativo rigor matemático.

Sillón Kubus - Josef Hoffmann (1910)
Sillón Kubus – Josef Hoffmann (1910)

Conviene no olvidar que pocos años antes Hoffman había lanzado Sitzmachine -literalmente máquina de sentarse- un diseño que si bien hoy parece propio de un gusto modernista y decorativo, con su sólo nombre suponía toda una provocación estética y anticipaba el planteamiento popularizado posteriormente por Le Corbusier al hablar de la vivienda como

“máquina para habitar”

o el edificio como un

“cubo que funcione”.

Josef Hoffmann. Sitzmaschine Chair with Adjustable Back (model 670) c. 1905
Josef Hoffmann. Sitzmaschine Chair with Adjustable Back (model 670) c. 1905

Casi cien años después del cubo centroeuropeo, Daisuke Motori produce un sofá cúbico. Sin embargo el rigor formal y constructivo de Otto Wagner y sus seguidores parece haber quedado atrás.

El japonés se distrae con ese misterioso fenómeno que hace que los pliegues de los sofás sean lugares donde se pierden y encuentran cosas, de forma tan inesperada como inofensiva.

Lost in sofa | Fotografía: Takafumi Yamada
Lost in sofa | Fotografía: Takafumi Yamada

En este nuevo diseño se abandona el tacto severo del cuero en favor de tejidos domésticos con estampados y texturas cálidos; más propios de calcetines y pijamas que de los salones de los grandes industriales europeos de principios del siglo XX.

Sleepy chair
Sleepy chair

Esta aproximación al sofá como un lugar de abandono personal, de relajación física pero relajación también de la voluntad, se materializa nuevamente en Sleepy chair. Si el anterior diseño motivaba cierto relajo y desorden siendo cómplice de la pérdida temporal de objetos irrelevantes, en este caso el asiento está pensado para perder la compostura y quedarse literalmente dormido.

El sofá es simplemente un futón que se incorpora ligeramente para dar respaldo al usuario sin dejar de invitarle a que se escurra y se olvide de todo.

Flip Series Furniture
Flip Series Furniture

El último trabajo de Daisuke Motori es Flip series, un conjunto de piezas para sentarse que pueden ser utilizadas en al menos dos posiciones diferentes. El diseño geométrico de la silla que permite dos diferentes formas de sentarse es un tema que ha sido abordado anteriormente. Sin ir más lejos, el gallego Alejandro de la Sota diseñó las Silla-tumbona A y B.

El producto ideado por el arquitecto gallego era algo complejo y se basaba en el movimiento relativo de las piezas que formaban la estructura para poder ofrecer dos asientos diferentes. Además acompañaban las distintas formas de sentarse en ella, materiales con sus diferentes cualidades de dureza y calidez como el cuero, la madera o la rejilla introducida en el prototipo B.

Silla-tumbona A y B
Silla-tumbona A y B | Fuente: quieroserarquitecto.com

Los diseños del joven arquitecto japonés apuestan por una sencillez extrema, casi näif. Utilizando la tecnología de sixinch, logra diseños de una sola pieza y escasísimo peso. La conversión de un asiento en otro se logra mediante un simple giro. De hecho el movimiento basculante es parte del diseño del asiento uno de cuyas formas de sentarse es frecuentemente la de la mecedora.

Los colores desenfadados y la blandura del uretano dan forma a los diseños y, junto con una música golosa, todo ello nos habla de una aproximación al diseño, producción y consumo de objetos alejada de los rigores modernos, alejada de Wagner, de Hoffman o de la Sota.

Elías Cueto, arquitecto
Santiago de Compostela, marzo 2011
Publicado en Nº 313 [sillas…]

Spanish Architectures. Crónica desde Europa

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Spanish Architectures. Crónica desde Europa

Una exposición que presentará todas las obras construidas por estudios de arquitectura españoles y también del resto de Europa en territorio español y que han sido nominadas al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea – Premio Mies van der Rohe.

Todas estas obras han sido destacadas por expertos independientes y han sido analizadas y debatidas por jurados internacionales quienes han contribuido al reconocimiento y divulgación de la arquitectura española contemporánea.

La exposición contará con maquetas, fotografías, dibujos, textos y entrevistas y estará contextualizada con los acontecimientos culturales, sociales, tecnológicos, políticos y económicos que han tenido lugar en España y en Europa desde la adhesión del país a la Unión Europea.

Spanish Architectures. Crónica desde Europa
>> Inauguración: 6 de septiembre de 2018 a las 19:00h
>> Lugar: Sala de Exposiciones La Arquería Nuevos Ministerios de Madrid. España.
>> La exposición se podrá visitar hasta el 28 octubre 2018.

A dos aguas | Binomio Arquitectura

A dos aguas Binomio Arquitectura o1

El pasado vuelve vestido de actualidad.

La propuesta de reforma de esta vivienda nos lleva al segundo ensanche de Valencia. Su excelente ubicación es fundamental para el proyecto, al gozar de iluminación y vistas debido a su ubicación en la última planta del edificio y disponer de dos fachadas.

La importancia del proyecto reside en conseguir una vivienda con amplitud espacial, que contrarreste la limitación de metros cuadrados de que dispone la vivienda. Para ello se utilizan dos estrategias: la primera se basa en la altura, trabajando el falso techo e inclinándolo para conseguir amplitud espacial en la parte pública de la vivienda; la segunda, en proponer una distribución diáfana, relegando el pasillo a su dimensión mínima, permitiendo la visualización de toda la vivienda y la iluminación natural.

La distribución de la vivienda es clara y concisa. Consta de una zona de día y pública vinculada a una terraza exterior, formada por un espacio diáfano y de gran altura. En esta zona se ubica el salón, el comedor, el estudio y la cocina. En la parte interior y volcada a un patio que dota de tranquilidad e iluminación, se sitúan los dormitorios. Toda la vivienda queda unificada por un armario longitudinal que une ambas zonas y da servicio a las mismas.

Para la materialización de la vivienda se opta por una paleta cromática reducida, siendo el blanco el color predominante al generar espacios amplios, asépticos y luminosos. El plano de suelo se trabaja con madera, que aporta calidez, mientras que para los planos verticales se utiliza DM lacado en blanco, que genera reflejos difuminados del exterior. Las instalaciones de clima e iluminación se ubican en los oscuros, dando a la vivienda una imagen limpia y conceptual.

Obra: A dos aguas
Autor: Enrique Victor Mengual, José Ramón Martínez Cañadas y Giacomo Deluca (Binomio Arquitectura)
Año: 2018
Emplazamiento: Barrio de Ruzafa, Valencia, España
Fotografías: Lorenzo Franzi
+ binomio-arquitectura.com

Pioneras de la arquitectura

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Pioneras de la arquitectura

En el siglo XX la mujer consiguió abrirse paso en el mundo profesional. En el campo de la arquitectura el ascenso hacia su consideración laboral fue escalonado: se incorporó, en primera instancia, a través de disciplinas como el diseño de interiores, mobiliario y diversas decoraciones.

Este ciclo de conferencias tendrá como protagonistas a cuatro pioneras cuyas carreras dieron un nuevo sentido a la arquitectura: Eileen Gray (Enniscorthy, Irlanda, 1878-París, 1976), Lilly Reich (Berlín, 1885-1947), Margarete Schütte-Lihotzky (Viena, 1897-2000) y Charlotte Perriand (París, 1903-1999).

En las trayectorias profesionales de estas cuatro arquitectas aparecen colaboraciones con las grandes figuras del momento, como Le Corbusier, Mies van der Rohe o Ernst May, cuyos nombres en ocasiones han podido eclipsar la obra y talento de ellas.

Hasta el último siglo la educación y la laboriosidad femeninas estuvieron delimitadas por las paredes del hogar, por lo que los logros de estas cuatro pioneras de la arquitectura, que trazaron nuevos límites y levantaron cimientos, diseñaron interiores y exteriores de nuevos modelos de casas y edificios, fueron cruciales para la nueva proyección de la mujer.

Programa de las conferencias.

Martes 6 de noviembre
Beatriz Colomina
Domesticidad y poder: Eileen Gray y E.1027

Jueves 8 de noviembre
Carmen Espegel
Lilly Reich: el espíritu del material

Martes 13 de noviembre
Fuensanta Nieto de la Cierva
Margarete Schütte-Lihotzky

Jueves 15 de noviembre
Ángela García de Paredes
Charlotte Perriand: arquitecta del Movimiento Moderno

Ciclo de conferencias
Pioneras de la arquitectura
6, 8, 13 y 15 noviembre 2018 en FUNDACIÓN JUAN MARCH

En directo por Canal March

Objet trouvé [08] : Cuando Coderch quiso retratar a su casa catasús como la Kaufmann | Rodrigo Almonacid

La Kaufmann House (también conocida como la “Casa del Desierto”) es, seguramente la casa de Richard Neutra más divulgada. Su imagen nocturna es uno de los iconos de la Fotografía de Arquitectura moderna por excelencia, y pese a que no era la más acorde a las intenciones del arquitecto1, la magnífica fotografía de Julius Shulman (fig.3) acabará por igualar en importancia (si no superar) a la obra en sí.

Por su parte, la casa Catasús en Sitges es la segunda casa (tras la Ugalde) que logra construir José Antonio Coderch (acompañado de Manuel Valls) en los 50, y da pie a una serie de viviendas unifamiliares2 con temas afines (Ballvé, Gili, Uriach, Rozes, etc.). Su imagen nocturna (fig.4) es una de las pioneras de la arquitectura española en la posguerra, y coincide con tomas similares realizadas también por Francesc Catalá-Roca para la casa Senillosa en Cadaqués en ese mismo año de 1956. A diferencia de Neutra, Coderch acepta y promueve esas fotografías nocturnas de sus obras desde ese mismo año en adelante, presentándolas a gran tamaño en la primera página de sus reseñas en la revista Cuadernos de Arquitectura (figs. 1 y 2).

Fig.1. / Fig.2. Página inicial de la reseña de la casa Catasús (izq.) en Cuadernos de Arquitectura (n.33, 1958) y de la casa Senillosa (dcha.) en Cuadernos de Arquitectura (n.34, 1958).
Fig.1. / Fig.2. Página inicial de la reseña de la casa Catasús (izq.) en Cuadernos de Arquitectura (n.33, 1958) y de la casa Senillosa (dcha.) en Cuadernos de Arquitectura (n.34, 1958).

A pesar de la enorme diferencia existente entre el programa doméstico de ambas casas —y por tanto en extensión y volumen—, Coderch busca premeditadamente un relato visual muy semejante al de la casa de Neutra, aprovechándose de la experiencia y el deslumbrante éxito logrado por aquella fotografía nocturna en las numerosas revistas internacionales en las que aparece publicada.

Fotografía nocturna de la Kaufmann House de Richard Neutra (Palm Springs, 1946-47) realizada por Julius Shulman en 1947.
Fig.3 Fotografía nocturna de la Kaufmann House de Richard Neutra (Palm Springs, 1946-47) realizada por Julius Shulman en 1947.
Fig.4. Fotografía nocturna de la casa Catasús de José Antonio Coderch (Sitges, 1955-56) realizada por Francesc Catalá-Roca en 1957.
Fig.4. Fotografía nocturna de la casa Catasús de José Antonio Coderch (Sitges, 1955-56) realizada por Francesc Catalá-Roca en 1957.

De esta manera, al comparar sendas imágenes se advierte que el encuadre de la Catasús permite emular el plano volumen horizontal de la Kaufmann: con una profundidad visual construida a base de planos paralelos al espectador, se muestra la cubierta volada del primer plano elevada ligeramente por encima de la del cuerpo de dormitorios del fondo. Este detalle permite a Shulman ocultar el volumen retranqueado de la planta superior y dejar que toda la silueta de la casa quede completamente horizontal y por debajo del perfil montañoso del fondo, creando así una cierta estampa romántica en clave “pictorialista” poco acorde a su modernidad arquitectónica. Por su parte, Catalá-Roca cierra más el plano para concentrarse en la parcela doméstica, ya que no dispone de ese marco natural.

Este aspecto hace que la construcción geométrica de su toma sea más precisa y más fiel al espíritu moderno de la casa de Sitges, mostrando la alineación del techo del porche con el borde largo de la piscina y revelando la planta en ‘L’ que adopta la casa en torno al jardín privado y la piscina, convertida ésta ahora en nítido espejo nocturno. Quizá el interés de Coderch por la Fotografía3 hace que el resultado final de esta toma nocturna esté bastante condicionado por el control visual y el sentido compositivo del arquitecto, cosa que Neutra no hace con la homóloga de Shulman (aunque sí con la mayoría de las fotos de ese reportaje, según el testimonio del fotógrafo4.

Muy similar es la luz crepuscular con la que Catalá-Roca realiza su toma, para evitar ese fuerte desequilibrio por contraste entre zonas distintas del mismo fotograma. Sin embargo, el resultado final acusa más diferencias, sobre todo debido a la experiencia y sofisticación del trabajo de Shulman. Este consigue la mítica imagen combinando varios tipos de exposición mezclando el contraste de luces y sombras óptimo entre los diversos negativos de la misma toma5, cosa que Catalá-Roca no llega a hacer. Shulman crea una imagen irreal de la casa, superponiendo en la imagen final las luces más idóneas para cada parte del encuadre, logradas a veces incluso con fuentes de luz móviles que se eliminan posteriormente. Catalá-Roca simplemente hace una toma real, una magnífica instantánea, pero con el inconveniente de no poder contar con más fuentes de luz artificial que las instaladas en la casa, lo que justifica la aparición de zonas muy contrastadas en la imagen final, careciendo de esa extensa riqueza de grises intermedios que aportan una cualidad sensual y hasta glamurosa6 a la homóloga californiana.

A todo esto hay que añadir la asidua colaboración entre el experto consultor en Luminotecnia, Richard Kelly, y el arquitecto Richard Neutra hace que la idea arquitectónica se vea reforzada mediante un

“proyecto luminotécnico”,

contemplando ya desde su gestación una estudiada combinación de fuentes de luz artificial. Según Kelly7, la

“iluminación ambiental”

permite dar con el carácter y confort adecuados a cada estancia; la

“iluminación focal”

sirve para enfatizar y jerarquizar los elementos del escenario arquitectónico; y el

“juego de brillantes” —“play of brilliants”, en inglés—,

sitúa una serie de destellos de forma más figurativa. Si bien no ha podido ser determinado el grado de intervención de Kelly en la casa de Palm Springs, no es menos cierto que Neutra repite muchos de los detalles ensayados con él en los estudios luminotécnicos precedentes para las casas Lyndon (1943) o Miller (1937); a saber: la iluminación indirecta de los techos desde abajo hacia arriba, el énfasis en determinadas paredes bañadas con mayor intensidad, la disposición de líneas continuas de fluorescencia en el extremo de las cubiertas en voladizo por el exterior de la casa, y la colocación de ciertos focos en posiciones clave como la piscina o tras ciertos elementos vegetales del jardín.

Evidentemente, Coderch, por muy interesado y atento que estaba a la obra contemporánea de Neutra, aún no logra poner en práctica esos recursos luminotécnicos en la casa Catasús —quizá porque 1956 es aún demasiado pronto para entender su artificiosa complejidad—, pero usa muy intencionadamente su mejor fotografía nocturna para representar su cualidad “moderna”. Desconocemos exactamente cuándo pudo Coderch haber visto por primera vez aquella mítica foto de la “Casa del desierto” de Neutra/Shulman, pero su arrebatador atractivo visual hizo que deambulara en la mente del arquitecto catalán algún tiempo antes de que ese “objet trouvé”, impreso en alguna revista de la época, fuera interpretada en sus propias claves. En todo caso, el uso de la fotografía nocturna desde mediados de los 50 confirma su decisiva contribución como herramienta divulgativa de “lo moderno”, justo en el momento del gran despegue y aceptación generalizada de la arquitectura moderna en España.

Rodrigo Almonacid [r-arquitectura] · doctor arquitecto
Valladolid. Septiembre 2018

Notas:

1 NIEDENTHAL, Simon: “Glamourized Houses: Neutra, Photography, and the Kaufmann House”, Journal of Architectural Education (1984-), vol.47, n.2, Blackwell Publishing – Association of Collegiate Schools  of Architecture, noviembre de 1993, pp. 101-112. Véase extracto de entrevista a J. Shulman (p.102, nota 11).

2 DÍEZ BARREÑADA, Rafael: Coderch: variaciones sobre una casa. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, colección ‘Arquíthesis’ n.12, 2002.

3 FOCHS, Carles: Coderch, fotógrafo. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, colección ‘Arquíthemas’ n.5, 2000.

4 GÖSSEL, Peter (ed.): Julius Shulman: Architecture and Its Photography. Colonia: Taschen, 1998, p.15.

5 MULARD, Claudine: “Les Case Study Houses et le cas Shulman”, L’Architecture d’aujourd’hui, n.353, julio-agosto 2004, p.58. Citado en: DIEZ, Daniel: “Objetivo moderno. La fotografía de Julius Shulman y la construcción de la imagen de la arquitectura del sur de California”, Revista Indexada de Textos Académicos (rita_), n.2, octubre 2014, p.64.

6 Usamos el término “glamurosa” en relación al hecho de que la primera vez que se publicó la foto de Shulman para divulgar la casa Kaufmann fue en la revista Life (abril de 1949), y lo hizo ilustrando un artículo titulado “Glamourized Houses” y que usa en parte S. Niedenthal para el título de su artículo (ver nota 1).

7 NEUMANN, Dietrich: “Theatre, Lights, and Architecture”. En: NEUMANN, D. (ed.): The Structure of Light. Richard Kelly and the Illumination of Modern Architecture. New Haven-London: Yale University Press, 2010, p. 31-32.

Extracto del artículo completo titulado: “La fotografía nocturna de arquitectura, herramienta de divulgación icónica de las primeras obras modernas en la España de posguerra” (2018). Accesible en academia.edu 

El circo soviético | Jelena Prokopljević

Circo carpa Avtovo en San Petersburgo
Circo carpa Avtovo en San Petersburgo

El circo era el arte escénico más popular y más igualitario de la URSS que a diferencia del teatro, ballet o música, no exigía ninguna educación previa. Sus funciones eran baratas, sencillas y divertidas, no trataban temas existenciales si no era para hacer comedia. En muchas ciudades de la URSS y de los países aliados se construyeron equipamientos fijos, con compañías locales o visitantes y están entre los contenidos que mejor han sobrevivido los cambios políticos y sociales. Al contrario de sus orígenes nómadas, que continúan siendo su manera de funcionar en el resto del mundo, en los países socialistas el circo era un referente cultural fijo que se encontraba en pleno centro urbano incluso en la avenida principal.

Como todas las instituciones soviéticas, el circo fue nacionalizado en 1919, al acabar la revolución. En 1929 se fundó la escuela de circo de Moscú y en 1946 se introdujo el estudio para los payasos, formando las primeras instituciones educativas públicas en el mundo para las artes del circo. Desde 1957 los circos de toda la Unión Soviética han sido gestionados por la empresa estatal Soyuzgostsirk (Unión de los Circos Públicos) que llegó a construir alrededor de 70 equipamientos hasta la caída de la URSS. Los trabajadores del circo formaban parte de la clase media: tenían una carrerea, eran empleados públicos y además tenían beneficios, por el peligro de las disciplinas y por el interés cultural que tenía el circo. Desde la época de “deshielo”, tras la muerte de Stalin, varios circos de la URSS y sobre todo el de Moscú, hacían tours y ofrecían funciones en Europa occidental, cosa que situaba a sus trabajadores por encima de la media de los funcionarios públicos.

Las funciones de circo eran diarias, en las grandes ciudades se hacían dos al día y eran pensadas para todos, independientemente de la edad, educación, nivel económico o posición en el sistema funcionarial. Al no alcanzar nunca el ideal teórico, la sociedad soviética no era tan igualitaria como a menudo se piensa, de manera que el circo era la forma artística socialmente más cohesionadora. Se trata de un arte colectivo en todos los sentidos: no hay un solo autor, las actuaciones se crean durante el proceso de entrenamiento por sus actores y todos contribuyen al éxito de la compañía por igual. La creación de las piezas –de los acróbatas, malabaristas o de los domadores- comprende superar los límites del propio cuerpo, competir consigo mismo, con la naturaleza o con los compañeros. El circo une el arte con el deporte, la ciencia y la mecánica y en esto está en la línea del imaginario de la ideología comunista.

La especificidad del circo soviético, heredero del circo ruso con influencias del oriente lejano, es la introducción de una línea narrativa. No se trata de un simple cúmulo de exhibición de habilidades, sino todas las piezas de una manera u otra se desenvuelven alrededor de un hilo conductor. Ésta característica, junto con la popularidad de la forma expresiva ha contribuido a que circo sea también el medio ideal para trasmitir un ligero mensaje ideológico. Durante la Segunda Guerra Mundial, el circo de Moscú, ahora conocido como el circo viejo o el circo de Nikulin, no detuvo las actuaciones. Las acrobacias incluyeron las motocicletas y armas, los payasos iban vestidos de soldados alemanes para ridiculizarlos y al final de la función un tanque entraba a destrozar algún triste tinglado enemigo.

Los circos que se han construido en la Unión Soviética han variado muy poco su forma original. Todos son de planta redonda y en su forma exterior recuerdan a las carpas de tela de los circos que conocemos. El origen del circo en los rituales tribales y en los ejercicios militares en grupo dictó esta forma inicial que se modificó en la época romana para incluir otro tipo de competiciones y que volvió a sus orígenes en el renacimiento para dar lugar al circo moderno. La forma es dictada por las características físicas de las actuaciones: las acrobacias se desenvuelven libremente en el espacio, se tienen que poder observar desde cualquier punto por igual. No necesitan ninguna escenografía que las fijara en un punto escénico concreto. Lo mismo pasa con los números con animales: se pasean en círculos, se miran entre ellos y hacen sus actuaciones juntos. O los payasos, malabaristas y el resto.

Planta del circo de Kharkov
Planta del circo de Kharkov

La evolución del circo soviético como forma arquitectónica ha tenido dos vertientes principales: el progreso tecnológico de la maquinaria escénica y los cambios de forma exterior que ha sido paralela a los cambios de la arquitectura soviética en general. En cuanto a la tecnología, los circos han ido acumulando los espacios laterales, salas de entrenamiento y preparación, zonas controladas para animales, etc.

El circo nuevo de Moscú inaugurado en 1971 y considerado el mayor circo en el mundo con el aforo para 3.400 espectadores, cuenta con 5 arenas: ecuestre, de agua, ilusionista, pista de hielo y efectos de iluminación, situadas en plataformas hasta 18m bajo tierra, que se pueden intercambiar durante la función.

La mayoría de los circos soviéticos se construyeron al acabar la Segunda Guerra Mundial y después de la primera y necesaria oleada de construcción destinada a la industria, vivienda, administración y monumentos. Muchos sustituyeron a los circos antiguos de madera o se situaron en lugares donde habitualmente las compañías visitantes levantaban sus carpas.

El único edificio que sobrevivió a la guerra que fue el circo de San Petersburgo, inaugurado en 1877 como el primer circo fijo del Imperio. Sus fachadas neoclásicas fueron simplificadas en la reforma de 1959-1962, para no desentonar de la arquitectura del realismo socialista promovida por Stalin desde los años 30. El estilo “nacional en la forma, socialista en el contenido”, como se definía el realismo socialista -con la forma nacional basada en el modelo neoclásico- continuó utilizándose más allá del XX congreso del PCUS (1956) y de las críticas a los excesos monumentales estalinistas.

Muchos de los proyectos estaban ya decididos o empezados, pero tardaban en ejecutarse, así las formas neoclásicas comparten los circos de Minsk, Tbilisi, Kiev o Yerevan, todos construidos a finales de los años 50 o principios de los 60.

En su famoso discurso en la Conferencia nacional de constructores, arquitectos, trabajadores en la industria de materiales, construcción y maquinaria de caminos y puentes y empleados en organizaciones para el desarrollo del diseño e investigación, de diciembre de 1954, Nikita Khruschev (1953-1964) reclamaba un uso más eficiente y económico de los materiales y elementos constructivos, insistía en la producción de espacios con elementos prefabricados y en la racionalidad y funcionalidad de la forma.

La edificación manual con ladrillos, la decoración profusa e injustificada y el peso excesivo de los elementos estructurales fueron temas centrales de este llamamiento al cambio de paradigmas arquitectónicos que llegó a identificarse con una vuelta al modernismo o vanguardismo de pre-guerra. Los circos más racionalistas, como los de Kazan, Novosibirsk, Donetsk, Kharkov, Stavropol o Volgograd, construidos en la segunda mitad de los años 60 y primera de los 70 son formas limpias con grandes superficies opacas o transparentes, con elementos de estructura ligeros y prefabricados.

El circo que marcó tendencia fue el nuevo circo de Moscú o circo Bolshoi, de 1971 que introdujo una cúpula espectacular, con acabado metálico de 36m de altura, similar a las cúpulas de salas de deportes o de exposiciones construidas en otros países socialistas en la misma época. Un precedente fue también el circo Globus de Bucarest de 1960 de arquitectos N. Porumbescu, C. Rulea, S. Bercovici y N. Pruncu.

A partir de mediados de los años 70, coincidiendo con el estancamiento económico de la era de Brezhnev (1964-1982) y la huida hacia adelante de la arquitectura representativa, los circos soviéticos se construían cada vez con formas y decoraciones más espectaculares.

Los circos de Chisinau, Dniepropetrovsk, Dushanbe, Kislovodsk, o Yekaterinburg tienen las formas o detalles más elaborados. Esta época corresponde a la crítica de la austeridad formal de la era Khruschev, al desarrollo de formas oníricas y la vuelta de decoración basada en motivos nacionales. Este sello nacional y abstracto, realizado en elementos prefabricados, llevan los circos de Tashkent, Almaty, Karganda, Nizny Novgorod o Baku.

De la misma manera que ha exportado formas, la arquitectura soviética ha exportado usos a los países satélites. Así los circos como equipamientos públicos se han construido en Pyongyang, Ulaan Bator o Hanoi, siguiendo las mismas características y evolución formal como los de la URSS. Al tratarse de un arte muy popular estos centros han sido exitosos y durante el proceso de transición no han perdido su presencia en la vida cultural. La gran mayoría ha sido reformada –por países ya independientes y gobiernos de diferentes colores- o se encuentra en el proceso, como en el circo de Yerevan que fue demolido en 2012 y el nuevo edificio se espera inaugurar éste o el próximo año.

En Astana, la nueva capital de Kazakhstan que no experimentó los tiempos soviéticos, aterrizó en 2005 un nuevo y reluciente OVNI para albergar los espectáculos de circo. El caso más indicativo del bienestar del circo en los países ex soviéticos es caso del circo de Ashgabat: construido en la época soviética (1978-84) el circo fue abolido en 2001 por el primer presidente del Turkmenistan independiente, Saparmurat Niyazov. Su sucesor, Gurbanguly Berdimuhamedov, lo volvió a instaurar en 2008 en el mismo, espléndidamente restaurado, edificio de la época soviética.

Jelena Prokopljevic. Doctora Arquitecta
Barcelona. Junio 2014

Notas:

Imágenes: diferentes autores y páginas de internet. Entre ellas: Panoramio, Flickr, Bohemian Blog o Architectuul

Las ciudades habitables, una deriva. Tándem Madrid-Paris 2017

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Este cortometraje es el resultado de un proyecto por el cual dos diseñadores de Madrid y dos de París han pasado unos días conviviendo en una y otra ciudad, viviendo el día a día de sus habitantes. Su mirada y su vivencia es como la de cualquier ciudadano, pero no pueden escapar a que sea también la mirada del diseñador.

¿Cómo perciben los diseñadores las huellas del diseño en una y otra ciudad?

¿Qué usos, costumbres y vivencias generan?

¿Cómo se relaciona la creciente tecnificación con la parte más práctica y con la parte más emocional de la vivencia urbana?

Además del cortometraje resultante, se puede hacer seguimiento del proceso de trabajo en el siguiente enlace.

El proyecto Habitando dos ciudades, la mirada del diseñador se engloba dentro del Programa Tándem París- Madrid 2017, organizado por el Ayuntamiento de Madrid,el Ayuntamiento de París y el Institut Français.

El Tándem París-Madrid surge de una invitación de la ciudad de París para formar parte de este programa anual que busca tender puentes culturales con otra ciudad. Su programación ha sido fruto de un diálogo entre los equipos de ambos ayuntamientos y del Instituto Francés. El tema escogido, que evidencia voluntades y preocupaciones comunes, y en torno al cual gira la programación, es la transformación urbana, y más concretamente, el papel que juega el arte, la cultura y la participación ciudadana en esa transformación.  Una muestra de esta sintonía entre ambas alcaldías es, por ejemplo, cierto paralelismo entre las convocatorias que cada ciudad ha lanzado con vistas a la construcción participativa de los espacios públicos.

El Tándem París–Madrid 2017 se celebra simultáneamente en las dos ciudades a lo largo del mes de octubre, con programaciones convergentes pero no simétricas, que abarcan muchas disciplinas (arquitectura, urbanismo, fotografía, cine, artes escénicas, música, diseño… ) y formatos (exposiciones, intervenciones, conciertos, talleres, mesas redondas, proyectos experimentales…).

En Madrid, buscando el equilibrio entre un lado más participativo, lúdico y de ocupación de espacios urbanos y un aspecto más reflexivo y generador de conocimiento, es decir, entre la teoría y la práctica, la programación se articula en torno a tres ejes:

Lo que puede suceder en una plaza: Tanto en París como en Madrid, se ha escogido una plaza como epicentro de las actividades del Tándem. La Place de la Nation en París, que se encuentra en proceso de transformación, y los Jardines del Arquitecto Ribera en Madrid, que han sido recientemente remodelados. Durante las varias jornadas de actividades en los Jardines del Arquitecto Ribera y sus inmediaciones (donde se encuentran la Biblioteca Pública Municipal Mario Vargas Llosa, el Museo de Historia de Madrid, el Colegio Público Isabel La Católica y el Mercado de Barceló, entre otros) se da protagonismo a los usos culturales y artísticos del espacio público, explorando en la práctica qué función tiene o puede tener el arte y la cultura en la transformación, gestión y uso de los espacios.

Tantas maneras de hablar de transformaciones urbanas…: Exposiciones, cine documental y mesas redondas abordan el tema central del Tándem desde la reflexión, desde diferentes experiencias y desde diferentes ángulos y disciplinas.

Las ciudades se miranUna exposición fotográfica, un ciclo de cine y un proyecto realizado por diseñadores enfocan la mirada hacia una y otra ciudad, a la imagen que tienen de sí mismas y de la otra, estableciendo semejanzas y diferencias de sus cambios, de sus realidades o de sus imaginarios.

Por otro lado, como preámbulo al Tándem París-Madrid, se da la confluencia con la XIV Semana de la Arquitectura organizada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y la Fundación Arquitectura COAM (del 29 de septiembre al 8 de octubre), que en esta edición tiene a París como ciudad invitada. Por este motivo, algunas actividades se han organizado conjuntamente.

La intención general ha sido, más allá de cruzar programaciones entre Madrid y París, generar actividades y proyectos específicos implicando a equipos de aquí y de allá, propiciando intercambios de experiencias, residencias artísticas y trabajos en común entre artistas y profesionales de las dos ciudades. Además, a nivel local, ha estado presente la voluntad de implicar a colectivos, asociaciones y diferentes agentes culturales que han colaborado en el comisariado del proyecto o en el desarrollo de las actividades.

En definitiva, el Tándem París–Madrid 2017 ha servido de pretexto para tener una mirada de largo alcance hacia lo que ocurre en la otra ciudad y de proyección hacia el futuro, y una mirada a lo más próximo, hacia lo que ocurre en la propia ciudad y los pequeños entornos que la conforman, imaginando formas y procedimientos que hagan de la transformación urbana un asunto de todos, donde el arte y la cultura sean también motor y vehículo de cambio.

Más información en madridcultura.es

Casa MM en Leciñena | Sergio Sebastián Franco

Casa MM en Leciñena Sergio Sebastián Franco o14

Grandes portones de madera cerraban los patios de las casas monegrinas defendiendo celosamente, junto con altas tapias revocadas, la vida doméstica del polvo y la aridez del desierto aragonés. Portones del tamaño de la entrada de carruajes y caballerías con los que se cultivaba el cereal, y que convivía en los zaguanes y patios conformando una nueva intensidad  y dimensión al hábitat.

Este patrón casi arquetípico de una arquitectura adaptada al medio tanto natural como productivo se ha ido desdibujando con el paso del tiempo, en aras de una edificación globalizada y ausente al lugar.

Sin renunciar a su tiempo y a su función, la casa MM se suma al casco urbano de Leciñena como un nuevo recinto, buscando mantener la unidad de conjunto y un equilibrio ambiental con las edificaciones existentes, respetando los valores matéricos y tradicionales pero en una clave contemporánea.

La vivienda nace en una situación urbana de largas parcelas entre medianeras, con una construcción habitualmente dispuesta como un tapón en el frente a la calle y con un fondo de parcela libre, para huertos y corrales, en la que se suelen emplazar además construcciones que se adosan anexas a los muros para dar soporte a estos fines. Uno de los requerimientos de  la propiedad era el de aprovechar tanto la casa como la parcela de forma casi equivalente, de tal manera que vivienda y patio estuviesen lo más trabados posible. Aunando ambos planteamientos se desarrolló una edificación que, apoyada en el muro Norte, se abre completamente a la parcela relacionando todas sus estancias con el patio, patio que, a su vez, no es sino la misma calle que se pliega e introduce a través de un zaguán y transforma el suelo cementado de la calle en un jardín-huerto privado.

Funcionalmente la vivienda se organiza en tres piezas nodos que albergan la cocina, los dormitorios y los aseos, y un espacio-vestíbulo que se encoge y se ensancha para conformar todas las áreas estanciales, el vestíbulo, salón, pasillo y estudio, completamente abiertos al jardín mediante terrazas y huecos amplios. Los nodos resuelven la estructura general de la vivienda, el  espacio vestibular se adosa al medianil y se proyecta hacia el exterior como un vacío, plegándose mediante espacios con usos ocultos o mobiliarios y estanterías que modulan la privacidad de cada ámbito.

Materialmente la casa se construye con hormigón armado, estriado en alturas que van definiendo los huecos, como una nueva topografía vinculada a este patio privado que se introduce y sale a la fachada buscando la continuidad espacial. Los muros se fraccionan en hojas para evitar la pérdida térmica, y se recortan y biselan para alojar los huecos y muebles exteriores.  Hacia el patio todo el espacio doméstico se cubre con una azotea plana, que enfatiza la relación interior exterior, pero hacia  la calle, el zaguán se pliega y levanta una cubierta de teja cerámica tradicional, buscando la continuidad con las de las viviendas vecinas.

Obra: Casa MM
Localización: Calle Baja. Leciñena. España
Año: 2018
Arquitecto: Sergio Sebastián Franco
Arquitecto Técnico: Pablo Sebastián Franco
Colaboradores: Iván P. Martín, Alejandro Alda, Giorgio Bernardi
Estructura: M&M Estructuras
Promotor: Privado
Constructor: ARQUIEM
Fotografía: Irene Ruiz Bazán
+ sergiosebastian.es

Jorge Lobos. Entrevistas

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Jorge-Lobos-Entrevistas-Portada

Después de terminar sus estudios de arquitectura, Jorge Lobos viaja a Chiloé a realizar un trabajo de meses, que terminarían transformándose en años. Por entonces desarrolla su obra arquitectónica en conjunto con la agrupación de arquitectos que ya se encontraba en la zona, y estudia la cultura del territorio, hilvanando las primeras ideas sobre lo que definirá con posterioridad como “arquitectura cultural”.

El trabajo de Lobos ha manifestado constantemente una dirección hacia aquello o aquellos que están al margen de lo que fueron las tendencias de investigación de la academia y el quehacer de los arquitectos, tanto en Chile como en el mundo, ámbitos en los que aún predomina, aunque hoy en menor medida, el trabajo formal sin mayores cuestionamientos, centrado en lo artístico y estético.

De a poco, los problemas ligados a la sobrepoblación, las enormes desigualdades entre los habitantes de las ciudades, la falta de viviendas y el aumento de las masas migratorias en todo el orbe, han llevado a un cuestionamiento de los enfoques de la profesión, lo que ha puesto en primera línea una serie de temas que hace quince años un número muy reducido de profesionales ya estaba investigando.

Los problemas originados por las crisis humanitarias, así como aquellas nuevas necesidades surgidas de los enormes procesos migratorios en diversas partes del mundo, constituyen situaciones sobre las cuales se ha desarrollado en los últimos años el trabajo de Lobos y la fundación “Emergency Architecture & Human Rights”, enfocada en el desarrollo de soluciones aplicables a diferentes escenarios de emergencia y de manera específica para cada territorio y cultura; dos conceptos que son, por cierto, fundamentales en la obra desarrollada por Lobos desde su época en Chiloé.

Una parte esencial de su planteamiento, al enfrentar los problemas provocados por las crisis humanitarias, radica precisamente en entender el territorio y la cultura, sobre todo esta última, como guía del diseño arquitectónico, en la medida en que a través de tales nociones se valoriza e integra un aspecto esencial: los futuros habitantes del proyecto.

Este enfoque fue reconocido el año pasado en la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile, otorgándole a la fundación el primer premio de la muestra por el proyecto “100 aulas para refugiados” en Jordania, un proyecto en desarrollo hasta el día de hoy.

JORGE-LOBOS-entrevista

En las entrevistas que aquí se presentan, realizadas durante enero del 2014 y abril del 2016, se evidencia que esta forma de pensar y cuestionar la disciplina, así como la labor del arquitecto en el proyecto, son constantes en el trabajo y discurso de Lobos, un cuestionamiento y forma de trabajo que si bien no es nuevo, en estos momentos cobra un mayor valor, ya que genera nuevas preguntas y aporta a un proceso de cambio de enfoque que ha venido desarrollando muy lentamente la profesión y la academia.

Lecciones del arquetipo | Miguel Ángel Díaz Camacho

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A principio de los años 20 en Alemania, un notable grupo de arquitectos tradicionalistas establecen -de manera individual- un modelo sachlich, objetivo, para el proyecto de arquitectura1. En realidad, la objetividad surge desde la común aceptación de un arquetipo, un origen simbólico que forma parte del inconsciente colectivo en un determinado contexto.

La clasificación y estudio de todas y cada una de sus ligeras variaciones, permite identificar los elementos constantes de una serie, ya sea constructiva, distributiva o compositiva, habilitando la identificación del tipo: el proyecto arquitectónico como la interpretación de un saber heredado.

Curiosamente, será la construcción la variable germinal de forma y habitabilidad, una suerte de condición preliminar:

«Para Schmitthenner, en el proceso de construir, técnica significa siempre trabajo artesanal de cara al Proyecto moderno. El trabajo artesanal lleva implícito un saber hacer (oficio) y la esencia del mismo consiste siempre en la reducción formal».2

Ni la forma, ni el estilo, ni tan siquiera la función: la construcción es la arquitectura. El eco de esta afirmación pudiera parecer algo anacrónico e incluso descontextualizado, impropio de una contemporaneidad quebradiza y desmaterializada, aburrida e incluso por momentos irritante, renderizada hasta la práctica extenuación de la arquitectura como configuración material. No es así.

La observación detenida de la sección tipo incluida por Schmitthenner en su libro Gebaute Form3, revela una enorme complejidad y diversidad de soluciones: los muros especializan su sección en función de la carga soportada; la altura libre de los pisos resulta ligeramente distinta; la geometría de los huecos se especializa en función de la habitación a la que sirven; la estructura horizontal de los forjados se aligera con la altura hasta alcanzar el vacío seminal de la cubierta.

La construcción despliega la verdadera complejidad espacial de la arquitectura, antecede a la habitación y su reconocimiento formal. En palabras de Peter Zumptor:

«No entiendo una manera de proyectar en la que la forma se decida primero y los materiales después».4

Como si antes incluso de la técnica -en su origen- se encontrara la materia con sus propias fortalezas y limitaciones. Remotas lecciones del arquetipo.

Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Febrero 2016.
Autor de Parráfos de arquitectura#arquiParrafos

Notas:

1 Heinrich Tessenow, Paul Schmitthenner, Paul Bonatz, etc.

2 José Manuel García Roig, Paul Schmitthenner. Proyecto de Arquitectura y Sachlichkeit, Madrid, Mairea, 2011, pág. 11.

Gebaute Form. Variationen über ein Thema mit 60 Zeichnungen im Faksimil (La forma construida. Variaciones sobre un tema con 60 dibujos en facsímil)Paul Schmitthenner, 1984.

4 Peter Zumptor, Diálogo con Peter Zumptor, por José Manuel Cabrero. Entrevista completa.

 

¿Usamos correctamente el lenguaje los arquitectos? | Stepienybarno

Los arquitectos hemos jugando un papel determinante en la construcción de nuestras ciudades, pero la comunicación de lo que hemos hecho, no ha sido la más adecuada. El esfuerzo por llegar a la sociedad que disfruta o sufre nuestra arquitectura ha sido escaso.

¿Por qué cuando hablan ciertos arquitectos no se les entiende prácticamente nada de lo que quieren decir? ¿Y qué pasa cuando una persona ajena a la arquitectura oye hablar a los arquitectos “de sus cosas”?

Saving Le Corbusier's museums – Getty Conservation Institute launches special workshop | CLAD: Museums & Heritage
Saving Le Corbusier’s museums – Getty Conservation Institute launches special workshop | CLAD: Museums & Heritage

Para quien no sea de nuestro gremio, le recordamos1 que los arquitectos no nacemos tan pedantes como luego se nos ve. El problema es que, durante la carrera, por culpa de una absurda costumbre de hablar de la manera más compleja posible, nos volvemos un pelín insoportables.

El filósofo Daniel Innerarity en un congreso celebrado, hace tiempo, en Vitoria afirmaba que

“los filósofos cogen la realidad que todo el mundo entiende y la complican de tal forma que cuando la vuelven a contar nadie sabe de lo que están hablando”.

Pues con algunos arquitectos, quizás ocurra algo muy parecido. A muchos, les encanta hablar de metalenguajes y de hibridaciones de la complejidad post estructuralista.

En fin, que ya desde la carrera nos gusta darle al palique y hablar para que no se nos entienda; pensando que así lo que decimos es más interesante. De esta manera, se intenta respaldar la idea que se lleva entre manos, con el consiguiente peligro de que el proyecto quede convertido en  una historia más o menos ingeniosa y compleja, sin nada más sustancioso donde poder hincarle el diente.

Sin embargo, comenta Emili Donato,

“la arquitectura ni es, ni se comporta como un lenguaje; no explica, no narra historias, ni ofrece argumentos y si lo hace hará el ridículo. La arquitectura trata temas y presencias que expresan ideas o valores de un modo muy general y siempre  directo, sin mediaciones literarias o discursivas”.  

Este concepto va de la mano del planteamiento platónico, que ya nos avisaba que el lenguaje existe y se manifiesta en una sola dirección y puede jugar con su temporalidad, mientras que el espacio funciona en todas las direcciones y su tiempo es siempre hacía delante. Por lo que, la correlación entre ambos es más complicada de lo que en un principio pudiera parecer. A pesar de ello, los arquitectos nos empañamos en narrar lo que la arquitectura debería estar contando por ella misma.

Y lo peor de todo no es que hablemos de lo que nos ronda por la cabeza mientras se plantea el proyecto, lo peor es que, en muchos casos, no sabemos concretar estas ideas a palabras que sean entendibles. También es cierto que, es imposible “traducir” lo que hemos imaginado (evidentemente,  sin palabras), pues, por muy bien que lo hagamos, en el mismo instante que lo queramos atrapar y verbalizar ya estaremos perdiendo por lo menos una parte de su esencia.

También es interesante saber cómo nos ven desde fuera; en ese sentido, Emilio Luque comenta,

“la formación de los arquitectos les lleva a querer seducir, convencer, o epatar con otros arquitectos. Hablan y escriben rematadamente mal, entre otras cosas porque saben que frente a un A0 siempre pueden señalar un detalle constructivo, un alzado, una de esas encantadoras cartografías que sustituyen a menudo una investigación genuina, y recibir el asentimiento de oro arquitecto que murmura “ya veo, ya veo”. Pues no, los ciudadanos no vemos.

Necesitamos otros lenguajes para ser convencidos, para articular de forma más compleja e interesante los problemas en los que interviene, casi siempre con terrible buena voluntad, el arquitecto.”

Cuando el arquitecto se enfrenta a un público no docto en la disciplina ¿en qué idioma les habla? Creemos que por desgracia se tiene cierta tendencia a hablar “en arquitecto”... Sin embargo, los arquitectos tenemos que volver a aprender a hablar “en humano”, para que aquellos que “no ven”, puedan, por lo menos, entendernos.

Pero ¿qué entiende un particular que tiene la inocente pretensión de hacerse una casita con su porche y su piscina, cuando el arquitecto, presa de sus instintos, le deleita con un lenguaje que le es totalmente ajeno? Qué pensará del arquitecto cuando éste se arranque  con frases de corte endogámico tipo:

“el edificio quedará fuera de escala”,

o el típico

“así los dos volúmenes pueden entablar un diálogo entre sí”,

o la no menos habitual

“ésta es la forma de que la arquitectura quede enraizada y  se agarre al suelo”.

Mucho nos tememos, que estos comentarios no harán otra cosa que hacer pensar al cliente que se encuentra ante “el artista de turno”, que manejará los ahorros de toda su vida (pasada y futura), de manera demasiado alegre e irresponsable.

Aun así, no hay que quitar la razón a Einstein cuando afirmaba que las cosas se tienen que explicar de la manera más sencilla posible, pero no más. Por ello, tiene todavía más mérito cuando el arquitecto que ha dado respuesta a una situación muy compleja con su arquitectura, es capaz de explicar ésta de manera sencilla.

Carlos Puente nos recuerda que

“es bien sabido, que resulta más fácil usar un lenguaje complicado para explicar las cosas sencillas, que explicar con palabras sencillas lo que es complicado.

Por el prestigio que la oscuridad, como residuo del poder ejercido por la cultura, ostenta frente a la claridad, ¡es incluso difícil  encontrar la sencillez explicada de manera sencilla!”

Ya lo decía San Agustín,

“en la sencillez está la virtud”;

y en el lenguaje no podía ser diferente, pero con la particularidad que muchas veces nos creemos con cierto dominio de las palabras, y en general, como decía Luque, los arquitectos no estamos especialmente dotados para ello (aunque a más de uno esta idea le parezca ridícula).  Citando a Heidegger,

“El hombre se comporta como si fuera el forjador y el dueño del lenguaje, cuando es éste, y lo ha sido siempre, el que es señor del hombre. Cuando esta relación de señorío se invierte, el hombre cae en extrañas maquinaciones”.

Por otro lado, en muchas ocasiones, será la proyección mediática del proyecto lo que haga aparecer un lenguaje arquitectónico, muchas veces plagado de espectaculares metáforas. Por poner uno de los múltiples ejemplos de metáforas a posteriori, podemos rescatar del recuerdo el proyecto del Museo de Cantabria de Tuñón y Mansilla y la asimilación de sus lucernarios a las lejanas montañas cántabras que se ven en el horizonte.

Es curioso, que independientemente de que el proyecto esté mejor o peor, lo que puede hacer que realmente salga adelante  es que sea entendible y comunicable por el político de turno. Porque esta es otra, estas metáforas no se piensan para que la sociedad entienda mejor cómo es el proyecto. Aparecen por una cuestión de supervivencia del mismo; para que alguien que no quiere emplear mucho tiempo en entender nada, tenga un buen titular para la prensa. 

Lo que está claro, es que nuestros edificios públicos muchas veces están plagados de excesivas historias, justificaciones y metáforas. Pero

¿acaso le importan a quien los habitará toda esta palabrería del arquitecto?

La respuesta es no. Así que, el edificio proyectado deberá dialogar por sí mismo con el usuario para ser capaz de provocar un mundo realmente habitable en él.

Stepienybarno_Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó, arquitectos
Estella, Agosto 2017

Artículo publicado originalmente en la Plataforma de La Ciudad Viva.

Notas:

Artículo que condensa lo escrito en El lenguaje de los arquitectos (I) y (II) 

La Central lechera CLESA de Madrid. Alejandro de la Sota

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La Central lechera CLESA de Madrid es una de las joyas de la arquitectura moderna española y su autor, Alejandro de la Sota, uno de los arquitectos más importantes de la historia reciente de la arquitectura española. El complejo estuvo a punto de ser derribado para la construcción de viviendas, pero una intensa campaña a favor de su protección por parte de Asociaciones de Arquitectos y ciudadanos logró para su demolición y que se iniciase el proceso para su Catalogación.

«Conceptualmente responde al pensamiento de adaptar cada volumen específico de cada parte del programa de necesidades, tratado con independencia, a un conjunto armónico, donde cada una de las partes no pierde su propia personalidad.

Siempre llama la atención, hace años más, el orden del equipaje sobre los coches de los toreros, siempre rematado con los estoques y el botijo.

¡Perfecto!

En contenido de un edificio es el conjunto de menores contenidos de distintas funciones. El acierto en el orden dentro de las partes y en el orden del todo es una manera de plantear nuestros edificios…

¡Hagamos como los toreros! (1989)»

Proyecto completo en alejandrodelasota.org

El pasado miércoles 21 de octubre, a las 19.00 h en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, la Fundación Alejandro de la Sota presentó en colaboración con LafargeHolcim “Una conversación en torno a CLESA”, un encuentro entre José Manuel López-Peláez y Josep Llinás sobre la Central Lechera CLESA construida por Alejandro de la Sota en Madrid.

Tras la presentación del Acto por parte de Estefanía Alcarazo, arquitecta responsable de prescripción LafargeHolcim, Josep Llinás primero y José Manuel Lopéz-Peláez después hablaron respectivamente sobre: “CLESA al tiempo de otras obras de Sota” y “CLESA y las ideas de Sota”. Tras estas breves conferencias, se entabló una conversación entre los dos arquitectos y amigos de Alejandro de la Sota.

Renovación apartamento en Eixample | Adrian Elizalde

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Este proyecto presenta la reforma de una vivienda situada en el Eixample Cerdà. El edificio, que data de 1930, tiene una superficie de 70 m2 con una fachada principal que da a la calle Provença y un patio de servicio. Originalmente, el piso tenía la típica distribución compartimentada del Eixample con distintas capas de materiales e instalaciones que se habían ido superponiendo a lo largo de los años.

Considerando el reducido presupuesto del que disponíamos, decidimos mantener la ubicación de las instalaciones de la cocina y el baño, renovándolas completamente y así, emplear más recursos en el resto del piso.

Defoliación.

Antes de nuestra intervención, el piso presentaba una imagen muy deteriorada y sombría debido a la excesiva compartimentación. La principal acción llevada a cabo ha sido la ‘defoliación’ selectiva de todas la capas superpuestas hasta llegar a los elementos constructivos tradicionales: suelos hidráulicos, techos abovedados y carpinterías de madera originales. Hicimos una selección de los elementos a preservar, que debíamos reparar y en algunos casos reubicar. Siempre con la premisa de mantener el máximo de elementos posibles.

El color y dibujo únicos del pavimento hidráulico son un elemento a resaltar en nuestro proyecto, mantenemos el máximo de piezas desechando sólo las que se encontraban en muy mal estado, rehaciendo los dibujos en ciertas zonas y la nueva distribución adaptándose a las necesidades del pavimento.

Con tal de maximizar la luz natural y dotar de unidad a la vivienda, pintamos todo el piso de blanco resaltando así, el suelo hidráulico y sus colores. Los materiales nuevos que se han incluido, aunque claramente actuales, dialogan armoniosamente con lo antiguo para mantener la percepción de unidad.

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La mesa como arquitectura.

Hemos simplificado la distribución para tener espacios más grandes y mejor iluminados. La zona más relevante es el comedor, centro neurálgico del piso donde se encuentra una mesa de 3,10 metros de longitud y un banco de 5,20 metros a lo largo de la pared, que hace las funciones de asiento, estantería, espacio de almacenamiento, etc. Ésta única mesa del apartamento colocada entre la sala de estar, la habitación principal y la cocina concentra todas las actividades de la casa, actuando así pues, tanto como mesa de estudio, mesa de comer, lugar vinculado a ciertas tareas de la cocina, etc.

Disgregación del límite.

Diseñamos límites interiores para crear diferentes espacios con grandes oberturas colocadas para difuminar la sensación de confinamiento. A través de un sistema de puertas correderas, podemos transformar el espacio para otorgar la privacidad necesaria, una mayor intimidad o bien, ampliar el espacio. Las puertas, que se deslizan por fuera y siempre a la vista, generan una composición dinámica de los límites. Sustituyendo la pared opaca por vidrio en la parte superior del tabique, conseguimos una mayor sensación de espacialidad sin restar privacidad y mejorando notablemente la iluminación natural de las estancias.

Obra: Renovación apartamento en Eixample
Arquitecto: Adrian Elizalde
Cliente: Juanjo y Magda
Ubicación: Provença 371, Barcelona, España
Proyecto: Enero 2014- Julio 2014
Superficie: 70 m2
Fotógrafo: Adrià Goula
+ adrianelizalde.com

Complex buildings. Learning systems

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Los edificios educativos albergan sistemas complejos. Desde el jardín de infancia hasta la facultad, el recorrido por los niveles de aprendizaje consiste en una acumulación de experiencias vitales surgidas de la interacción entre dichos sistemas.

La función docente, así llamada por el Funcionalismo, construye ahora sus entornos con nuevos paradigmas que reflejan y dan respuesta a una agenda social cada vez más diversa y compleja.

El tercer número de la serie COMPLEX BUILDINGS, a+t 50 Learning Systems, analiza estos nuevos modelos educativos en un artículo ilustrado con texto y dibujos de Javier Mozas. Incluye además proyectos recientes de COBE, C.F.Moller, NL Architects, Aleph Zero, OMA, Gigon / Guyer y Studio Velocity.

CONTENIDOS

Function is not Complex. We are. Aurora Fernández Per

The Complexity of Learning. Texts and drawings by Javier  Mozas

PRIMARY EDUCATION SYSTEMS

The Playhouse. COBE. Frederiksvej Kindergarten. Copenhagen (Denmark)

Passive Building/Active Space. NL Architects. Scholencampus De Vonk / De Pluim. Knokke-Heist (Belgium)

SECONDARY EDUCATION SYSTEMS

A Sustainable Agenda. C.F. Møller Architects. Copenhagen International School. Nordhavn, Copenhagen, (Denmark)

Learning Spaces beyond School. Rosenbaum + Aleph Zero. Children’s Village Fundação Bradesco Canuanã School. Formoso do Araguaia Tocantins (Brazil)

HIGHER EDUCATION SYSTEMS

Three Universes within One City. Gigon / Guyer. Francis Bouygues Building CentraleSupélec. Plateau de Saclay. Gif-sur-Yvette (France)

The Open Urban School. OMA. LabCity CentraleSupélec. Plateau de Saclay. Gif-sur-Yvette (France)

Low Density Architecture. Studio Velocity. Aichi Sangyo University Educational Center Language and IT. Okazaki-city, Aichi (Japan)

La bicicleta | Sergio de Miguel

Safety Bicycle de 1885
Safety Bicycle de 1885

Fijémonos en la bicicleta. Esa bella máquina. Su resultado ha llegado a ser tan depurado y exacto que apenas ha tenido que cambiar en décadas. Su lento perfeccionamiento no ha permitido otra cosa que la ambiciosa sofisticación de sus componentes.

No se ha podido modificar la cualidad y cantidad de sus piezas, o sistemas de piezas. Como buena máquina que es, para ser, no se le ha podido quitar ni añadir nada más. Estamos ante un universo asumido y único. Tan es así que cualquiera puede dibujar y distinguir una bicicleta. Se sabe qué tiene que tener y cómo debe ser. Es inequívoca.

Si procediéramos a trastocar su sistema (geométrico, material y dimensional), a alterar significativamente cualquiera de sus piezas, simplemente conseguiríamos que dejara de ser una bicicleta. Probablemente llegaríamos a obtener una caricatura o un monstruo, pero no una bicicleta.

Su diseño, su designio, es tal que sólo podemos alterar sutilmente algunos de sus matices, pero nunca sus fundamentos. Porque cuando uno procede a vivir una bicicleta todo es y todo está claro. Se reconoce sin ningún esfuerzo su equilibrio, su finalidad y su potencialidad. Podríamos concluir amablemente que ya nos pertenece.

Apenas nos damos cuenta de la cantidad de máquinas que nos llegan a rodear. Son muchas y consiguen hacer y rehacer nuestro mundo. Algunas, incluso, se han naturalizado extraordinariamente y han dejado de percibirse como tales.

Pero muchos de los objetos, instrumentos y artefactos que nos acompañan son, sencillamente, máquinas. Más o menos eficientes, más o menos adecuados, pero en definitiva máquinas.

Pero cómo se hace una máquina. O mejor. Qué es lo que hace que algo pueda ser entendido como una máquina. Porque un cuerpo lo es. Un planeta también. El completo cosmos. Su característica singularidad y propiedad, su autosuficiencia, su perfecta y armoniosa combinación de elementos y sistemas logran lo útil y lo bello. E incluso, a veces, lo sublime.

Un deseo. Nuestros edificios deberían ser maravillosas máquinas también. Qué si no.

¿Damos una vuelta?

Sergio de Miguel, Doctor arquitecto
Madrid, octubre 2017
Publicado en Grupo docente y de investigación para la arquitectura Grupo 4! de la ETSAM.