domingo, abril 20, 2025
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VII Premio de Arquitectura Ascensores Enor 2017

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Deliberaciones del Jurado durante la pasada edición | Fotografía: Luis Díaz Díaz
Deliberaciones del Jurado durante la pasada edición | Fotografía: Luis Díaz Díaz

Tres años después de la última edición, y doce años ya desde la primera convocatoria en el año 2004, el Grupo Ascensores Enor convoca la VII edición de sus Premios de Arquitectura.

Aunque en determinados contextos doce años puedan suponer no demasiado tiempo, resulta imposible negar que la arquitectura, la realidad profesional de las arquitectas y los arquitectos, o la propia sociedad para la que se construye, no es la misma hoy que la de hace doce años.

El propio Premio, y nosotros mismos como empresa promotora, también hemos evolucionado a lo largo de los últimos años. Todos esos cambios son el resultado de una cultura empresarial que apuesta de manera decidida por la innovación y por ofrecer la mejor respuesta a las necesidades actualizadas que la sociedad demanda.

Y sin embargo, creemos que también hay principios y objetivos compartidos que siguen siendo igual de válidos hoy que cuando promovimos la primera edición de los Premios de Arquitectura.

Desde su origen, el Premio de Arquitectura Ascensores Enor, se planteó como una oportunidad para celebrar la mejor arquitectura, desde el firme convencimiento de que la buena arquitectura puede suceder tanto en los proyectos de mayor escala como también en los más pequeños y humildes; en los centros de las grandes capitales o en los rincones más recónditos; a partir de programas de uso complejos o para satisfacer necesidades muy elementales.

Por esa razón, doce años después, y con el Premio de Arquitectura Ascensores Enor consolidado como uno los certámenes de arquitectura de referencia en la Península Ibérica, nos gusta considerar que el Premio es sólo una herramienta; una plataforma en la que volcamos lo mejor de nuestra cultura empresarial, para comunicar a la sociedad la mejor arquitectura: aquella que enriquece nuestros territorios y, por extensión, la vida de las personas que los habitan.

Siempre hemos manifestado que el Premio ha sido concebido desde la arquitectura, para los arquitectos y con los arquitectos. Creemos que no puede ser de otro modo, y que todo ello sólo es posible a partir de un compromiso irrenunciable por la independencia, la calidad y el rigor, representada en la composición de todos los Jurados del Premio convocados hasta la fecha y en el Jurado de la presente edición: Jesús Irisarri —Presidente del Jurado—, Jose María Sánchez García —Gran Premio Enor 2014—, Bet Capdeferro, Santiago de Molina, Cristina Guedes y Carlos Quintáns —Secretario del Jurado—.

Como en todas las ediciones anteriores, y por tratarse de una de sus señas de identidad, se seguirá publicando un libro que explicará en detalle, y con abundante material gráfico, todas las obras premiadas y finalistas, además de incluir un texto crítico sobre las obras reconocidas, manteniendo los mismos estándares de calidad en su edición.

Desde ya podéis consultar las bases de esta convocatoria y enviar vuestras propuestas. El plazo para participar y enviar el material finaliza el 17 de marzo de 2017.

Finalizamos invitándoos a participar de esta nueva edición, de la que sólo esperamos que sea recibida con el mismo entusiasmo e ilusión que todas las ediciones anteriores.

Balmori Rooftop Bar | Taller David Dana Arquitectura

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El proceso creativo para este proyecto, experimento múltiples facetas en distintos niveles. La evolución de diseño esquemático a proyecto ejecutivo se construyó en base a un proceso deductivo de colaboración y toma de decisiones. Balmori Rooftop Bar es un proyecto que nace de la necesidad de espacio público en la Roma Norte.

El sitio muestra potenciales únicos; es uno de los pocos bares en azoteas de la ciudad de México y el único de 300 metros cuadrados. Balmori se diseñó con el objetivo de crear un espacio innovador y jovial que ofrece la oportunidad de desconexión de la masa urbana.

En la era de tecnología y globalización, estas partículas de las ciudad se comportan como los pulmones de la metrópolis. Nuestro diseño integra arquitectura. arquitectura de paisaje, diseño gráfico, diseño industrial.

Obra: Balmori Rooftop Bar
Autor: Taller David Dana Arquitectura
Dirección: Zacatecas 139 2do piso, Cuauhtemoc, Roma Norte, 06700 Ciudad de Mexico, CDMX, México

Cliente: Franco Akerman
Fecha: 2015
+ tallerdaviddana.com

Luis Peña Ganchegui: el arquitecto como lugar

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En esta monografía el autor recoge las claves que permitan desvelar la obra de Luis Peña Ganchegui desde una perspectiva novedosa. No se plantea tanto hacer un recorrido crítico por toda su trayectoria profesional, sino más bien exponer cómo su vida confluye con su obra para descubrir las razones que le llevaron a tomar decisiones sobre los proyectos.

Una línea de investigación que sintoniza a la perfección con el lema de Luis Peña Ganchegui: El proyecto como tesis, bajo el que encauzó su actividad docente y utilizó como argumento para la investigación profesional. Una actitud que le situaba en sintonía con el paradigma con el que la modernidad concebía al creador, un sujeto que fragua su propia identidad combinando vida y obra.

En este sentido, el libro no pretende recorrer toda su obra sino tan sólo aquel periodo temporal en el que el arquitecto se forma, hasta llegar al momento en el que se consolida su madurez profesional con la Plaza del Tenis. Un proyecto en el que se sintetiza toda la experiencia acumulada por Luis Peña sobre una de los temas preferentes en su obra, la contraposición de los conceptos sitio y lugar, y que menciona el subtítulo del libro: El arquitecto como lugar.

Acerca del autor.

Mario Sangalli Uggeri es arquitecto por la Escuela Técnica de Arquitectura de Barcelona y desde 2013 Doctor en Arquitectura por la Escuela Técnica de Arquitectura de la UPV/EHU de Donostia. Es cofundador del estudio de arquitectura Peña Ganchegui y Asociados donde ejerce su actividad profesional. Desde 1997 es profesor asociado de Proyectos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de San Sebastián.

Este libro ha sido editado por la Delegación en Gipuzkoa del COAVN dentro de la colección Arquitectos Guipuzcoanos, con la participación de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Archivo Peña Ganchegui.

De la arquitectura ¿sin ideología? | Landa Hernández Martínez

En 2011, Vicente Serrano publica el libro La herida de Spinoza, donde aborda, desde la filosofía, el tema de la felicidad. En el capítulo v –Biopoder sin ideologías– expone y analiza cómo, en realidad, toda forma de poder tiende a controlar, ordenar y articular toda cosa que caiga bajo su influjo. Es lo que Serrano, usando palabras de Nietzche, califica como voluntad de poder: la ambición de toda persona por lograr sus deseos, incluso por encima del otro o de lo natural y que niega la existencia de cualquier límite que no se supedite a esa voluntad.

El objeto del poder no sería otra cosa que la búsqueda por colmar ese deseo insaciable por apropiarse de todo. Por otra parte, la ideología no es tanto aquello que da forma a ese poder, sino que sólo es una mera fachada: un grupo de signos y símbolos bajos los cuales se puede, llegado el caso, organizar a un conjunto de personas.

En este marco, “el poder deja de ser una institución visible e inidentificable para convertirse en un tejido que genera ficciones y establece espacios” donde su “objeto último es la vida misma en su sentido biológico”. Eso justamente explicaría cómo ideologías tan distintas como el nazismo, el comunismo o el capitalismo acaban ejerciendo similares formas de represión –un aspecto que ha sido analizado ampliamente en el siglo XX en voces como Foucault, Agamben o Zizek.

Pensando ahora en arquitectura y tomando como referentes a autores tan distantes en el tiempo y la mirada como Victor Hugo, George Bataille o Reyner de Graaf –miembro de OMA que dijo en un texto reciente que la arquitectura sólo era una herramienta del capital–, podemos exponer con certeza que arquitectura –aquella realizada por el arquitecto, al menos– es indisociable de las formas de poder, participando directamente de ellas. También podríamos apuntar que su lenguaje –su modo de expresión– está siempre vinculado a ciertos significados y símbolos y, por tanto, entrelazado directamente con alguna determinada ideología, aunque eso no explicaría de forma clara cómo, por ejemplo, la arquitectura moderna participó tanto de dictaduras como de democracias o el famoso enfrentamiento de los pabellones -también parecidos entre sí- de la URSS y la Alemania Nazi en la Exposición Universal de París de 1937.

pabellones -también parecidos entre sí- de la URSS y la Alemania Nazi en la Exposición Universal de París de 1937.
Pabellones -también parecidos entre sí- de la Alemania Nazi y la URSS en la Exposición Universal de París de 1937 | Fuente: historiadearquitectura.wordpress.com

Aquí me gustaría entonces lanzar algunas preguntas: ¿puede pensarse la arquitectura más allá de la expresión ideológica y estar únicamente asociada a la idea misma de la voluntad de poder? Es decir, ¿existe la arquitectura sin ideología? Dado que resulta difícil eliminar la idea misma de una acción -un poder, una arquitectura- sin la existencia de una ideología -por definición

“el conjunto de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural, religioso, político, etc.”-,

me gustaría matizar las preguntas anteriores. Lo que me interesa es más bien si podemos o no analizar el hecho arquitectónico fuera de su cuestión ideológica. Si fuera posible ¿cómo sería?

Cuando me he atrevido a lanzar estas preguntas siempre he recibido una respuesta idéntica:

“No, resulta imposible pensarla sin ideas o sin ideologías”.

Para apoyar en su respuesta, algunos de mis interlocutores han usado un ejemplo clásico: la arquitectura nazi y, en concreto, el campo de concentración como demostraciones arquetípicas de la arquitectura del biopoder y manifestaciones de la ideología nacional socialista.

Sin embargo, hay que hacer algunas precisiones. El mismo Vicente Serrano apunta, citando a Roberto Esposito, que

“la biopolítica no es un producto del nazismo”,

sino que más bien

“el nazismo es un producto degenerado de una determinada forma de biopolítica”.

Es decir, la biopolítica vino primero. Así mismo, la ‘invención’ del campo de concentración no se da durante los años que preceden a la Segunda Guerra Mundial, sino que su historia se puede trazar ya desde el siglo XVIII.

Precisando más, lo que sí aparece durante esos años son los campos de exterminio, unos lugares donde la biopolítica deriva en necropolítica para dar muerte a todas aquellas personas que no entraran dentro de los cánones imaginados por Hitler. Así pues el campo de concentación no es un producto del nazismo, sino que éste se lo apropia hasta llevarlo al extremo mismo: el control absoluto de la vida y de la muerte. El campo de concentración, pues, es el resultado y la manifestación del bipoder en general, no del nazismo en particular, y tiene su razón de ser –una razón, por cierto, tan fundamentada a veces que asusta– en la gestión última de todos y cada uno de los aspectos de la vida de quienes lo ocupan –no es por ello trivial que Giorgio Agamben lo imagine como la forma de política de la contemporaneidad.

Mujeres y niños Bóers en un campo de concentración británico hacia 1900, durante las Guerras de los Bóer. Fuente: Wikipedia
Mujeres y niños Bóers en un campo de concentración británico hacia 1900, durante las Guerras de los Bóer. Fuente: Wikipedia

Ahora bien, la arquitectura nazi sí puede servir muy bien para adentrarnos un poco más en la cuestión de si existe arquitectura más allá de la ideología. La ‘otra’ arquitectura nazi, la usada como herramienta para la difusión del régimen, fue imaginada por Albert Speer y aplaudida y defendida por el propio Hitler. Speer concibió una arquitectura convertida en ruina, heredera de los imperios griego y romano. El alemán se atrevió a imaginar —causando el pánico entre altos mandatarios— el fin del Tercer Reich, pero, a cambio, le dio  al ‘imperio’ la posibilidad de hacerse eterno1. Para esto Speer se valió de otra característica: sus diseños era tan sólo una escenografía, pura fachada detrás de la cual no había nada, exponiendo, así, y a la perfección, los conceptos expresados por Serrano. Toda ideología, toda arquitectura netamente ideológica, es pura fachada, mero teatro hecho para impresionar a las masas, detrás de lo cual sólo se oculta la miseria misma que produce. De ahí la expresión masiva de esta arquitectura, de ahí su visión en ruina, de ahí su exceso de escala, el uso cargado de estatuas y símbolos, que buscan paliar cualquier falta de contenido. El poder siempre oculta sus vergüenzas tras las luces de la propaganda.

Por el contrario, el campo de concentración se piensa impensable y se imagina inimaginable. Un debate que se extiende durante toda la segunda mitad del siglo pasado y que se ha apoyado muchas veces en el escaso número de fotos que existen de lugares como Auschwitz-Birkenau en funcionamiento, en especial de sus crematorios, de los que sólo existen cuatro fotografías que Jean-Luc Godard dijo habían sido “extraídas del mismo infierno” para “salvar el honor de lo real”.

En tales circunstancias, de poder ser reducido a algo —cosa, de hecho, difícil— el campo de concentración podría ser un terrible diagrama, uno propio de una fábrica o un matadero: un acceso; un lugar donde dividir a hombres y mujeres aptos y no aptos; unos básicos barracones que tratan de actuar desvergonzadamente como espacios donde “descansar”, apiñando cuerpos unos contra otros; unos lugares donde dar muerte. Un esquema tan frío que produce terror. Los campos de concentración son una manifestación –extrema si se quiere– de aquella sociedad disciplinaria expresada por Michel Foucault.

Cabe la pena recordar que el pensador francés nunca imaginó ‘una’ arquitectura –esto es, una concreta o real– sino que se mantuvo siempre en la línea del diagrama, en concreto del panóptico imaginado por Jeremy Betham.

Un diagrama expone las relaciones entre las diferentes partes o elementos de un conjunto o sistema. Siguiendo esta definición, el arquitecto Léopold Lambert en su texto “Foucault and Architecture: The encounter that never was“, publicado en castellano por la revista chilena SPAM_arq, también expone, desde los escritos de Michel Foucault, el uso del diagrama como forma de expresión del poder:

“Foucault lee esta arquitectura (la del panóptico) a partir de una forma de representación en dos dimensiones que expresa varias fuerzas expresadas por sus líneas (…) Foucault no está interesado en el panóptico como un edificio sino como la combinación de líneas de visibilidad que conforma relaciones de poder entre los individuos afectados por éstas”.

Si el diagrama es la expresión de fuerzas y tensiones que cumplen o son sometidos los cuerpos que lo habitan, pasa a desarrollarse casi en términos maquínicos. El diagrama, apuntaba Gilles Deleuze, es

“el mapa, la cartografía, coextensiva a todo el campo social. Es una máquina abstracta. Se define por funciones y materias informales, ignora cualquier distinción de forma entre un contenido y una expresión, entre una formación discursiva y una formación no discursiva. Una máquina casi muda y ciega, aunque haga ver y haga hablar”.

La ‘arquitectura sin ideologías’ quizás sea justamente ésta, aquella cuya expresión se reduce al diagrama. Sin embargo, al diagrama le falta algo, pues expresa la situación ideal de unas ideas o un acontecimiento. En el diagrama todo es “abstraído de cualquier obstáculo, la resistencia o fricción”. Le falta el peso de las cosas, su resistencia, su fuerza, sus condicionantes, sus circunstancias, esos momentos de fricción de aquello que no funciona de acuerdo con lo planificado, aquello que Clausewitz denominaba “el efecto de la realidad en las ideas”. El diagrama por tanto nunca es suficiente. Lambert apunta  que

“el diagrama tiene ningún medio de constituir un mecanismo de poder sin su forma de realización arquitectónica.”

Ahora bien, liberada por fin de su del lenguaje o del estilo, pensar la arquitectura sin ideologías nos lleva a verla como expresión de fuerzas y tensiones entre los cuerpos que la ocupan y/o la constituyen. Consiste en ver sus fricciones. Allí donde resiste, allí donde falla, su diagrama ideal. Esos puntos donde se decide la represión o libertad de los cuerpos: puertas, muros, ventanas… más allá de su expresión material o de su lenguaje, extrayendo lo que significa así como también sus capacidades materiales. Pensar la arquitectura sin ideologías es verla como una forma de batalla en la que los cuerpos chocan unos contra otros: arquitectura como fricción.

Pedro Hernández · arquitecto
Ciudad de México. marzo 2016

Notas:

1. “Expuse a Hitler bajo el título algo pretencioso de “teoría del valor como ruina” de una construcción. Su punto de partida era que las construcciones modernas no eran muy apropiadas para constituir el “puente de tradición” hacia futuras generaciones: resultaba inimaginable que unos escombros oxidados transmitieran el espíritu heroico de los monumentos del pasado. Mi ‘teoría’ tenía por objeto resolver este dilema: el empleo de materiales especiales, así como la consideración de ciertas leyes estructurales específicas, debía permitir la construcción de edificios que, cuando llegaran a la decadencia, al cabo de cientos o miles de años (así calculábamos nosotros), pudieran asemejarse un poco a sus modelos romanos.” | Albert Speer, Memorias

Wright y el negocio cinematográfico | Jorge Gorostiza

Wright at 70, 1937
John Lautner trabajando detrás de Frank Lloyd Wrigh, 1937

Las relaciones de Frank Lloyd Wright con el cine son numerosas, en este blog ya se han tratado las de cineastas como Nicholas Ray y David Lynch con el arquitecto, además sus edificios se han usado como lugares para rodar películas y en mi tesis doctoral escribí sobre la Casa Ennis-Brown y sus numerosas apariciones en las pantallas como escenario en películas muy variadas.

Ahora estoy estudiando el trabajo de John Lautner y en una entrevista he encontrado una curiosa anécdota sobre Wright y el negocio de los grandes estudios gracias a la distribución.

Lautner declaró que Wright:

«Tenía su propio teatro en Wisconsin y también en Arizona, y mientras yo estaba allí como aprendiz, teníamos todas las películas europeas, que eran fantásticas. Mr. Wright amaba los dibujos animados rusos y las películas francesas de René Clair, y vimos lo mejor. Pero no pudimos conseguir las mejores películas americanas debido a sus sistemas de distribución. Requieren que alquiles una mala, junto a una buena. Por lo que acabó por decir al diablo con ellos, desde hace años.

Pero, finalmente, hizo un viaje aquí [se refiere a Hollywood] y lo llevé con el expreso propósito de romper el sistema de distribución de películas; lo que nadie más podría intentar. Era muy divertido. Sin ninguna cita en absoluto, entrábamos en todas las principales oficinas de los grandes estudios de cine.

Mr. Wright decía:

«Bueno, no creo que usted sepa quién soy, pero soy Frank Lloyd Wright, y tengo un lugar en Arizona y un pequeño teatro».

Casi todos sabían quién era y le decían,

«Oh, sí. Por supuesto que lo conocemos, porque ha sido una celebridad durante cincuenta años, mientras que el promedio de una estrella cinematográfica sólo es de cinco o diez años».

Así se ven las cosas desde el punto de vista empresarial. Por eso tenía un montón de interesantes conversaciones con diferentes personas acerca de romper el sistema de distribución. Sin embargo, a pesar de que eran dirigentes de determinados estudios, los primeros cuatro o cinco que fuimos a ver no pudieron hacer nada.

Estaban atados a causa de ese sistema. Pero lo que ocurrió fue que finalmente fuimos a ver a un hombre que era dirigente -no sé si de la MGM u otro estudio-, y tenía el verdadero control de la distribución de las películas a los cines y podría hacer lo que fuera. Era el jefe. Así que Mr. Wright empezó a hablar con él sobre el problema, él lo interrumpió y dijo:

«Yo sé todo sobre usted porque he mantenido un registro de toda su vida. Yo iba en un barco a Yokohama con usted»

-cuando estaba construyendo el Hotel Imperial- este hombre tenía el hobby de hacer el seguimiento de todos los pasajeros de ese barco a Yokohama. Frank Lloyd Wright era uno, Franz Werfel y varias otras personas estaban en ese barco. Tenía todo lo que le había pasado a todas estas personas, su historia completa. Así que naturalmente nos dio una buena acogida y después dijo,

«Bueno, ¿Qué quiere?»

Mr. Wright dijo que quería tener buenas películas sin tener que alquilar las malas o tener que hacer cualquier otro negocio absurdo. El hombre dijo:

«Todo lo que quiera, sin cargo, en cualquier momento».

Así rompió el sistema de distribución y pudo conseguir buenas películas americanas».

Este sistema de distribución que en España se llamaba «por lotes» estuvo vigente durante muchos años y aunque lo prohibió la Comunidad Económica Europea, los distribuidores siguieron obligando a los exhibidores -a los dueños de los cines- a que alquilasen películas malas y poco comerciales, si querían tener otras más comerciales.

Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, septiembre 2008
Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad

Susana Rodríguez Carballido · Asesoramiento para profesionales de la Arquitectura | asesorArq

Con el paso de los año la profesión y las labores del arquitecto han ido cambiado y evolucionando, o bien por la apertura de “nuevos campos de actuación (incluso recuperando algunos perdidos)” o bien porque se ha ganado en complejidad tanto en los proyectos como en las normativas a desarrollar e implementar.

En medio de toda esta selva

“¿Quién no ha necesitado realizar consultar técnicas o administrativas? ¿A quién se las suele realizar?”

Pues fruto de esta necesidad, surge asesorArq, una consultoría formada por un equipo técnico multidisciplinar y radicada en Santiago de Compostela (Galicia, España), dirigida y coordinada por Susana Rodríguez Carballido, arquitecta con amplia experiencia tanto en los procesos proyectual y ejecutivo de la edificación, como en la supervisión y control de calidad de la documentación técnica de proyectos, obra y vida útil del edificio.

asesorArq es una plataforma de información y asesoramiento para profesionales del ámbito de la arquitectura.

Ofrecemos servicios de apoyo al desarrollo de trabajos profesionales vinculados al ámbito de la edificación: servicios de asesoramiento, de apoyo y asistencia técnica en la elaboración de informes y documentación técnica, de supervisión y control de calidad de documentación de proyecto y obra y servicios de formación técnica especializada.

Trabajamos apoyando técnicamente tanto a profesionales particulares como a agrupaciones (colegios profesionales, asociaciones, administración pública, etc). Para ello seguimos un riguroso método de trabajo por gestión de proyectos que nos permite adaptar el proceso a cada caso, controlar cada fase y facilitar la información de su progreso.”

Desde asesorArq ofrecen información de interés y varios servicios de apoyo para el desarrollo del ejercicio de la Arquitectura.

¡Sin más dilación les dejamos con la entrevista!

Susana Rodríguez Carballido | asesorArq
Susana Rodríguez Carballido | asesorArq

¿Cómo y por qué surge asesorArq?

Surgió como una forma de transmitir las cosas que nos interesan y que creemos que son de interés para todos aquellos profesionales que nos dedicamos al ámbito de la Arquitectura.

Era una forma de tener localizada, actualizada y clasificada toda la información que necesitamos para trabajar. Pensamos en cómo nos gustaría que nos lo contaran y así lo hicimos.

Somos conscientes de que el aspecto técnico y normativo de la arquitectura es muy complejo y pensamos que podíamos ayudar si lo transmitíamos de forma clara y estructurada.

¿Qué actividades y servicios desarrolláis en asesorArq?

Además de la información de interés para la profesión que ofrecemos a través de la web de asesorArq, ofrecemos asesoramiento personalizado y servicios de apoyo al desarrollo de todo tipo de trabajos vinculados al ámbito de la edificación.

La situación actual ha supuesto un ajuste importante de personal en los estudios y, en ocasiones, necesitamos un apoyo puntual para poder desarrollar un determinado trabajo. En esos casos, prestamos servicios de asistencia técnica “a medida”.

También colaboramos con la elaboración de informes y documentación técnica específica, formando parte del equipo redactor y asumiendo la parte de responsabilidad correspondiente. Estoy especialmente orgullosa del equipo de profesionales que colaboran desde asesorArq apoyando a otros compañeros.

Estamos convencidos de que el trabajo con un equipo multidisciplinar enriquece el resultado final y nos gusta colaboran con otros profesionales: curiosos y eficaces, independientemente de su especialidad.

En algunos casos, el servicio prestado se limita al control de calidad de la documentación de proyecto y obra. Este servicio consiste en la supervisión de la integridad y coherencia documental de trabajos profesionales que resulta especialmente interesante en el caso de colaboraciones profesionales entre varios técnicos.

Por otro lado, cuando detectamos alguna necesidad formativa, elaboramos y organizamos cursos técnicos sobre normativa, procedimientos de tramitación, utilidades y cualquier cuestión que pueda resultar de interés.

Curso Identidad Digital de Stepienybarno para asesorArq en Santiago de Compostela
Curso Identidad Digital de Stepienybarno para asesorArq en Santiago de Compostela

¿Teníais alguna experiencia previa en este campo?

Efectivamente, varios de los colaboradores de asesorArq tenemos experiencia previa gestionando información de interés profesional en el ámbito de la arquitectura.

De forma práctica, ya durante la carrera colaboré en un par de estudios en los que pude poner en práctica algunos conocimientos y, por fin, “pisar la obra”. Fueron unos años de mucho trabajo pero ¡el objetivo lo merecía! También fue una etapa estupenda en la que coincidimos con personas excepcionales en muchos aspectos.

En cuando obtuve el título tuve claro que quería establecerme por mi cuenta. Seguía colaborando con otros compañeros y antiguos profesores, pero de forma independiente.

En 2006 el Colegio de Arquitectos de Galicia convocó dos concursos casi simultáneamente:

· uno para el departamento de formación de la Comisión de Asesoramiento Tecnológico,

· y otro para el cuerpo de arquitectos especialistas en el Código Técnico de la Edificación.

Fui seleccionada en primer lugar para el departamento de formación y, posteriormente, para el de asesoramiento técnico, por lo que pude conocer el funcionamiento de ambos departamentos. Aunque inicialmente el puesto era para un par de años, la relación se prorrogó ¡¡¡hasta mediados de 2014!!!

Durante los años siguientes desarrollé la labor de transmitir los cambios normativos mediante asesoramiento directo, la elaboración de informes y herramientas para facilitar su aplicación y la impartición de cursos formativos, además de las tareas propias como arquitecto de visado, de supervisión de proyectos y asesoramiento a la Junta de Gobierno del COAG.

Fue una época muy intensa en cuanto a la exigencia del trabajo, pero la coordinación y el trabajo en equipo fueron estupendos pudiendo desarrollar numerosas actividades por las que recibimos el reconocimiento del CSCAE en el Congreso de Arquitectos de 2011.

Sucesivos cambios normativos; como los de la Ley Ómnibus o los que establecieron el visado voluntario para muchos trabajos; me permitieron participar en el Proyecto de Normalización del Proceso de Visado a nivel nacional, asistiendo a reuniones de trabajo y coordinación en el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos y desarrollando, después, parte de los trabajos con un equipo estupendo de arquitectos e informáticos en el Colegio Arquitectos de Galicia que dio lugar al “Manual de Calidad del Proyecto Arquitectónico”.

Otro de los trabajos que desarrollé dentro de este proyecto fue la “Guía de Redacción de Documentación Técnica de Trabajos Profesionales” a través de la cual se pretendía facilitar a los arquitectos la redacción de la documentación de una forma clara y estructurada. A través de este trabajo de investigación se recogieron todas las referencias legales vinculadas a cada tipo de trabajo, determinando su nomenclatura exacta, descripción, estructura documental y contenido mínimo.

Ahora, a través de asesorArq sigo dedicándome a aprender, a conocer hasta el detalle y a contarlo de forma práctica, de profesional a profesional.

Museo Peregrinaciones Santiago de Compostela. Arq. Manuel Gallego Jorreto
Museo de las Peregrinaciones, Santiago de Compostela. Arq. Manuel Gallego Jorreto

¿Os encontrasteis con muchas dificultades? ¿Cuáles fueron las más problemáticas?

La verdad es que fue todo muy natural. En el momento en el que decidimos dar visibilidad al trabajo que veníamos haciendo a diario: la lectura de novedades técnicas y su análisis, fue cogiendo forma rápidamente.

Tuvimos que formarnos en algunas cuestiones como la comunicación digital y la gestión de nuevas aplicaciones informáticas, pero son temas que nos gustaron mucho desde el principio, por lo que los cogimos con mucho interés.

La suerte, quizá, fue no ser conscientes de dónde nos estábamos metiendo, así que íbamos absorbiendo primero una cosa y luego otra, sin saber lo mucho que nos faltaba por aprender (risas).

Lo mismo con los costes: comienzas utilizando plataformas y herramientas gratuitas hasta que eres consciente de la diferencia de utilizar otro tipo de herramientas más profesionales. Y lo mismo con los colaboradores… nos gusta aprender de los mejores y eso tiene un precio.

Tras el camino recorrido, ¿qué impresiones tenéis?

No sé qué decir… El tiempo pasa rápido; parece que comenzamos hace nada y ya llevamos ¡casi tres años!

Si leemos los artículos con los que comenzamos nos damos cuenta de la evolución, pero la estructura la teníamos muy clara desde el principio.

Es gratificante trabajar dirigiendo el rumbo, re-direccionando según se evoluciona, intentando aprender continuamente, sin miedo a cometer errores…

Anécdotas: ¡muchas! Extrañas consultas de particulares y técnicos, nuevas situaciones con empresas de materiales y lo mejor, como en cualquier proceso, la gente que te encuentras en el camino.

Y … ¡no deja de sorprendernos el alcance que tienen algunas publicaciones!

Aunque la mayor parte del contenido está dirigido a profesionales de la arquitectura a nivel nacional, algunos artículos traspasan fronteras y nos llega el feedback desde los lugares más insospechados.

Con el artículo “…algo se mueve en Galicia” nos llegaron muchos comentarios ¡desde el otro lado del charco!

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¿Cuáles son los servicios más demandados?

Hoy por hoy, dada la complejidad técnica de la redacción de la documentación nos piden ayuda para el desarrollo de muy diferentes tipos de trabajos.

Aunque los servicios de apoyo en trabajos profesionales son más importantes económicamente, los servicios de asesoramiento en materia de normativa y tramitación son más numerosos.

A través de este servicio se atienden consultas técnicas sobre las principales áreas de los trabajos profesionales de edificación: accesibilidad, arquitectura, rehabilitación, inspección, energía, instalaciones, etc.

Resolvemos dudas sobre muy variada cuestiones como:

· ¿Qué documentación hay que presentar?

· ¿Qué normativa es de aplicación?

· ¿Es necesario solicitar licencia municipal?

· ¿Es obligatorio el visado por un colegio profesional?

· ¿Qué trámites hay que seguir?

· ¿Por dónde empiezo?

¿Qué os aporta trabajar con y para otros profesionales?

Somos conscientes de que el público al que nos dirigimos es más restringido que si nos dirigiéramos a un público no profesional, pero eso es asesorArq: una plataforma de apoyo e información a profesionales.

Es un posicionamiento muy exigente pues si queremos servir de ayuda, no es suficiente con plantear las cuestiones técnicas de forma generalista, sino que hay que entrar en profundidad analizando cómo repercute cada una de las cuestiones que publicamos en el desarrollo del trabajo a nivel profesional.

Es cierto que este conocimiento en profundidad nos obliga a estar actualizados y nos permite desarrollar nuestro trabajo mejor cada día, pero es una ardua tarea!

¿Compagináis o complementáis esta actividad con otras labores o en otros campos?

 “…¿Fue antes la gallina o el huevo?

Toda la actividad que realizamos tiene que ver, de una u otra manera, con nuestro trabajo en asesorArq. Por ejemplo; a través de asesorArq organizamos y gestionamos cursos técnicos y, a título individual, como especialistas en determinadas materias, también impartimos cursos para otras entidades.

En mi caso; estoy especializada en instalaciones de los edificios y urbanas y, en 2008 me titulé como formadora oficial del INEGA (Instituto Enerxético de Galicia) en materia de Eficiencia Energética y Ahorro de energía, impartiendo numerosos cursos sobre el tema, desde entonces.

En esa línea, próximamente impartiré para el Colegio de Arquitectos de Galicia unas jornadas informativas sobre los últimos cambios del procedimiento de certificación energética en Galicia que, a su vez, me servirán para detectar las dudas más frecuentes y para enfocar futuros artículos en la web de asesorArq.

Un ejemplo de ésto es el artículo que publicamos a raíz de las numerosas consultas que recibíamos sobre el tema: Aplicaciones Informáticas Oficiales para CTE-HE y Eficiencia Energética.

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La arquitectura, tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, COAs, ETSAs, emigración, comunicación, etc), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma? 

¡UF!¡Cuantas cuestiones para tratar en una sola pregunta!

Cada una de las cosas que citáis: la lucha por las competencias profesionales que determinará la Ley de Sociedades Profesionales, la confluencia de los planes de estudio del grado universitario de arquitectura en Europa, la razón de existir los colegios profesionales, etc… darían no ya para un debate, sino para un ¡congreso! (jjjjjjj)

Efectivamente, estamos en un momento crítico para la profesión por el cambio que implican todas estas cuestiones… pero las demás profesiones no son ajenas a esta revolución.

Hoy más que nunca debemos asumir la famosa cita

lo único que permanece constante es el cambio…

Debemos adaptarnos a lo que la sociedad necesita hoy en día, no sólo los profesionales sino también la universidad, los colegios profesionales… El cambio es inevitable.

¿Cómo ve el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión?

Confío en el futuro: en el de la Arquitectura y en el de los profesionales que se dedican al ámbito de la Arquitectura. Evolucionaremos al tiempo que lo haga la técnica y en función de las necesidades de la sociedad en cada momento…

Continuamente estamos viendo nuevas formas de hacer arquitectura: a través de la rehabilitación y recuperación de antiguos edificios concebidos inicialmente con otro uso, nuevas propuestas de arquitectura industrializada; intervenciones en azoteas que consumiendo la edificabilidad restante del edificio contribuyen a renovar las instalaciones y los servicios comunes del mismo; espacios arquitectónicos temporales,… no dejan de aparecer nuevas fórmulas.

Por no hablar de la presencia de profesionales de la arquitectura que cada vez es más frecuente en nuevos ámbitos fuera del estudio y de la obra.

Museo Peregrinaciones Santiago de Compostela. Arq. Manuel Gallego Jorreto
Museo de las Peregrinaciones Santiago de Compostela. Arq. Manuel Gallego Jorreto

¿Qué opina de los arquitectos que emprenden en nuevos campos?

Hace tiempo que se está desdibujando la línea cerrada que englobaba lo que hacían, no sólo los arquitectos, sino muchas de las profesiones tradicionales… Las que hoy conocemos como tradicionales también fueron novedosas cuando surgieron. Siempre ha habido emprendedores que detectaban nuevas necesidades y creaban oportunidades.

Desde mi punto de vista la titulación universitaria es un medio, no un fin y no tiene sentido ponernos límites ni acotar los campos que podemos abarcar, que son muchos.

Recientemente he estado en contacto con varios arquitectos vinculados al mundo de la “educación sobre arquitectura para niños y jóvenes”… desde puntos de vista muy diferentes: de forma práctica o teórica, diseñando juegos modulares o incluso interviniendo en el espacio arquitectónico de la escuela— ¡me parece un trabajo muy interesante y con una repercusión a largo plazo muy importante y beneficiosa para la sociedad!

Para acabar, ¿qué le aconsejaría a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?

Es complicado porque la perspectiva al estar “del otro lado” cambia mucho.

Creo que no hay recetas… Cada uno debe vivir esta etapa cómo sienta que debe hacerlo. Las circunstancias, el lugar, los profesores o los compañeros pueden hacer variar por completo una experiencia u otra.

Lo que podría decirles valdría para cualquier otra situación: que disfruten lo más que puedan de la experiencia, que relativicen los malos momentos, que pongan el foco en lo positivo y que compartan, que escuchen y que miren todo lo que puedan…

Centro Nacional de Formación en Rehabilitación. Arq. Victor López Cotelo
Centro Nacional de Formación en Rehabilitación. Arq. Victor López Cotelo

Susana Rodríguez Carballido · Asesoramiento para profesionales de la Arquitectura | asesorArq
Diciembre, 2016

Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Susana y a su equipo su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.

Espacio multifuncional para deportistas con discapacidad | Estudio Serrano + Baquero

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Handisports es una empresa que se encarga de gestionar y ofrecer servicios deportivos a personas con discapacidad, ya sea intelectual, física o sensorial, y/o en riesgo de exclusión social. A finales del año 2014 nos encarga la construcción de una nueva sede para albergar sus oficinas y aulas de formación en un local de 80 m2.

El proyecto responde a la demanda del cliente ofreciendo un terreno de juego donde no sólo albergar los trabajos de gestión y formación sino también donde poder realizar actividades deportivas que normalmente se llevan a cabo en otros lugares alquilados. De esta forma el trabajo de oficina se convierte en un juego más dentro de un espacio pensado para ir transformándose dependiendo de las necesidades, los días y el horario.

Nuestra propuesta consistió en la elaboración de un manual de instrucciones de juego para el espacio, estableciendo un conjunto de tácticas o reglas para la gestión del terreno de juego dependiendo de las diferentes actividades.

La construcción en el local es sencilla y consistió en la eliminación de todos los revestimientos existentes, dejando a la vista los elementos constructivos originales. Para la creación del nuevo terreno de juegos se dispuso un suelo deportivo donde dibujamos líneas superpuestas correspondientes a las diferentes actividades y unas cortinas translucidas móviles que, suspendidas del techo, ayudan a delimitar las actividades cuando se necesita pero que no impiden el paso de la luz produciendo un juego de sombras que ayuda a percibir el espacio como dinámico y activo.

Obra: Terreno de juegos. Espacio multifuncional para deportistas con discapacidad.
Emplazamiento: Zaidín, Granada, España
Autores: Juan Antonio Serrano García y Paloma Baquero Masats
Colaboradores: Maxime Rousseau, Ziwei Li.
Tipología: Espacio Inclusport
Cliente: Handisports Servicios Deportivos Adaptados S.L.
Presupuesto: 20.7OO euros
Superficie: 80 m2
Fotografía: Javier Callejas Sevilla | Estudio Serrano+Baquero
Año: Marzo 2014 – Mayo 2015
+ serranoybaquero.com

Premios

Selecionados en la 5ª Edición (2O14-2O15) de los premios de la fundación Arquia Próxima.
Seleccionados en la Bienal Iboeroamericana de Diseño de 2016. BID’16

Publicaciones

Libro 24 Seleccionados en Arquia Próxima. Convocatoria 2014-2015. ISBN: 978-84-617-4584-5
Catálogo de la Bienal Internacional de Diseño. BID 2016

FontStruct

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FontStruct una aplicación web gratuita de FontShop que nos permite crear nuestras propias fuentes de forma totalmente online.

FontStruct nos muestra una rejilla sobre la que vamos dibujando cada una de las letras del abecedario, con las que crearemos nuestra propia fuente. La rejilla nos muestra la fuente de manera ampliada (tenemos una tecla zoom para verlo más grande o pequeño) y es tan simple como ir pintando cuadrados de la rejilla hasta completar un diseño que nos guste.

Una vez acabamos con todas las letras, tan sólo hay que dejar que FontStruct genere el fichero TrueType, listo para funcionar en nuestro sistema operativo favorito.

Las fuentes creadas con el servicio y publicadas en el portal, eso sí, tienen todas licencia Creative Commons, lo que permite que pueda hacerse un uso comercial de nuestras obras, compartirlas con el resto e incluso permitir modificaciones.

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De hecho en muchos casos FontStruct permite realizar un clon de la fuente, que podamos modificar a nuestro gusto (y que llegado el caso podrá compartirse de nuevo, pero con la misma licencia). Si la fuente es de nuestra entera creación, como creadores podremos elegir la licencia Creative Commons que mejor se adapte a nuestra forma de pensar.

El trabajador y la luz | Antonio S. Río Vázquez

Edmund Lill, central eléctrica de la fábrica Fagus, 1923 (Harvard Art Museums)
Edmund Lill, central eléctrica de la fábrica Fagus, 1923 (Harvard Art Museums)

A comienzos de 1923 y por encargo de Walter Gropius, Edmund Lill realizó un reportaje fotográfico de la fábrica de hormas para zapatos Fagus en Alfeld a. d. Leine (Alemania), construida entre 1911 y 1913. Según explica Annemarie Jaeggi en su libro Fagus. Industriekultur zwischen Werkbund und Bauhaus (Jovis Berlin, 1998), se trata de la segunda ocasión en que el arquitecto solicita los servicios del fotógrafo, pues ya había documentado la finalización de la obra durante el año 1912. Ambas series se conservaron en el archivo de Gropius.

Entre todas las imágenes tomadas por Lill una alcanza especial relevancia, convirtiéndose en un símbolo de la arquitectura moderna y del progreso. En ella observamos el interior de uno de los principales edificios del conjunto, el dedicado a central eléctrica. Junto a unos grandes ventanales situados en la esquina del recinto fotografiado, un operario sentado trabaja sobre una mesa mientras la luz procedente del exterior inunda todo el espacio.

¿Por qué está fotografía puede resultar más reveladora que otras, tomadas incluso por el mismo fotógrafo, de las instalaciones de la fábrica? Lill nos está legando aquí un documento que pone de manifiesto los logros funcionales, estéticos y técnicos de la nueva arquitectura industrial, al introducirnos en un interior puro y luminoso, dónde hombre y máquina conviven en un ambiente agradable y racional, muy diferente de las sombrías fábricas de las décadas precedentes.

Incluso, si obviamos el artefacto tecnológico del primer plano, podríamos encontrarnos ante un interior arquetípico de la vivienda del Movimiento Moderno: la creación de un cubo de luz, la ruptura de la caja en su esquina o la independencia de la estructura liberando la fachada nos remiten a los atelieres corbuserianos y a la levedad industrial de las casas de Mies van der Rohe. Sin embargo nos encontramos dentro de una fábrica, en una empresa donde el trabajo pesado y manual ha sido substituido por la ingravidez de la electricidad y la precisión de la máquina. El hombre permanece solo como guía y controlador del proceso, libre de cargas y esfuerzos, como la propia arquitectura, a la que otorga medida y escala. Incluso se permite dar la espalda a los generadores y al fotógrafo: ajeno y sereno, reflexiona y se rodea del paisaje.

La cualidad doméstica de la fábrica moderna puesta en valor por la fotografía de Lill se hace todavía más patente en la actualidad, donde la antigua central eléctrica se ha convertido en el Fagus-Gropius-Café, lugar de encuentro y reposo de los trabajadores y de los numerosos visitantes que tiene el conjunto, especialmente desde su inclusión en el año 2011 en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. En el interior del local, una imagen en blanco y negro de gran formato nos recuerda la maquinaria que antaño ocupó ese espacio, hoy todavía más humano.

Antonio S. Río Vázquez . Doctor arquitecto
A Coruña. Noviembre 2016

Una radiografía | Sergio de Miguel

Villa Mairea (1939), de Alvar Aalto

Cae en mis manos un elaborado dibujo de Juhani Pallasmaa.

Sobre la planta de la villa Mairea (1939), de Alvar Aalto, se superponen unas líneas de orden. Unas trazas.

Aparece una radiografía.

La que ha sido calificada como «la planta más bonita del mundo»1 se muestra despojada de su secreto. La partitura geométrica de su armónica figura queda desvelada.

Y sorprendentemente, – no lo parecía -, todo encaja.

Ninguna línea queda al arbitrio del libre y experimentado trazo manual del arquitecto. Cada forma, cada perímetro obedece, de algún modo, a un estricto y ordenado guión numérico.

La parte y el todo se corresponden como si de una frase se tratara.

No podemos por menos imaginarnos el tablero del arquitecto con un papel, un origen, y unas primeras y sencillas líneas. Cuadrados, diagonales, cantidades….

Y por encima la planta, la forma, la vida de la casa. Las decisiones.

La verdad, reconozco que el hallazgo me ha dejado frio. Prefiero el deseo a la pertenencia. La duda a la certeza. El hambre a la saciedad.

Cuántas veces se disfruta de mirar con admiración lo que provoca la belleza oculta. La indescifrable e inexplicable grandeza de las cosas.

La villa Mairea, y junto a ella las más importantes piezas de nuestra cultura, no deberían ser mostradas mediante radiografías.

Supone una obscenidad.

Sergio de Miguel, arquitecto
Madrid, marzo 2010

Nota:
1 Mítica clase de Gabriel Ruíz Cabrero en la ETSAM.

Los pueblos de colonización

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 Los pueblos de colonización del Franquismo en 'Documentos RNE'
Los pueblos de colonización del Franquismo en ‘Documentos RNE’

Durante la posguerra se crearon más de trescientos nuevos pueblos, repartidos por media España. El Instituto Nacional de Colonización adaptó al Régimen un proyecto de la II República, que ligaba el nacimiento de esas localidades al desarrollo de zonas sin cultivar próximas a los grandes ríos.

A diferencia de lo que ocurría en las ciudades, donde se impuso una arquitectura neoherreriana, sus creadores pudieron incorporar las nuevas tendencias que llegaban del extranjero. Además, sobre todo en los que diseñó José Luis Fernández del Amo, hubo una integración entre arquitectura y artes plásticas de vanguardia. Varios miembros del grupo El Paso, por ejemplo, dejaron su obra en esos pueblos.

Este documental aporta el testimonio de los arquitectos y urbanistas Fernando de Terán y Antonio Fernández Alba, que crearon varias de esas localidades en Andalucía. Los arquitectos Miguel Centellas, Rafael Fernández del Amo, Ángel Cordero, y Rubén Cabecera y la historiadora del Arte Esther Abujeta, que los han estudiado en profundidad, completan ese análisis.

Aunque se ofrece una visión global de aquel proyecto, el programa ha viajado a Vegaviana (Cáceres), diseñado por José Luis Fernández del Amo y reconocido internacionalmente, y a varios pueblos del Plan Badajoz, donde los colonos que llegaron a habitar aquellos pueblos cuentan, ya octogenarios, cómo fue su experiencia.

Vivienda sostenible entre medianeras en Torrejón de Ardoz | Olalquiaga Arquitectos

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El proyecto resuelve un doble reto:

1. Adaptar una arquitectura sostenible y tecnológica al corsé normativo y a la idiosincrasia característica de los centros urbanos heterogéneos.

2. Demostrar que la arquitectura sostenible y tecnológica no debe estar reñida con la calidad arquitectónica (cansados de ver passive houses esperpénticas mostradas como modelos de arquitectura).

Para ello se han proyectado tres unidades superpuestas (la Casa Tecnológica, la Casa Sostenible y la Casa de Pueblo):

La Casa Tecnológica tiene una estructura esbelta formada por delgados pilares metálicos (HEB 100) y una fina losa de hormigón (e=20cm) que dan lugar a una vivienda diáfana, transparente y luminosa. Su envolvente es acristalada en sus caras exteriores con antepechos de paneles composite en aluminio anodizado en su color. Los revestimientos interiores son panelados y modulados. La CASA TECNOLÓGICA posee un sistema de control domótico central que integra climatización, iluminación, protección solar, detección, accesos, seguridad, CCTV y telecomunicaciones.

La Casa Sostenible posee climatización mediante geotermia por forjados termoactivos, un sistema inercial que climatiza en los periodos interestacionales sin aporte energético. La CASA SOSTENIBLE tiene un controlador de potencias que rebaja sustancialmente el coeficiente de simultaneidad, reduciendo así los costes de contratación de potencia. Una red de sensores exteriores e interiores de humedad, temperatura y luminosidad comunicados con el sistema de control central optimizan los escenarios y minimizan significativamente el consumo energético.

La Casa de Pueblo se adapta a una encorsetada normativa urbanística mediante un manto cerámico fachada-cubierta que da a la calle Cristo y se superpone sobre la casa tecnológica. A través de este manto asoman tres cajones para seguir desde el balcón «de pueblo» las procesiones religiosas que pasan por delante de la casa.

Obra: Vivienda sostenible entre medianeras. Torrejón de Ardoz
Localización: Torrejón de Ardoz, Madrid, España
Arquitectos: Olalquiaga Arquitectos (Alfonso Olalquiaga Bescós, Pablo Olalquiaga Bescós, Rafael Olalquiaga Soriano)
Colaboradores: Tadas Navar, Beatriz Fernández, Carmine Zoppo, Jose Manuel Rico, Fernando González.
Instalaciones: Miguel Ángel Gálvez, Juan Luis Rodríguez
Estructuras: Stufive: Salvador Villanua y Fernando Álvarez
Aparejador: Alberto Palencia
Domótica Central: Amado Gordian
Programación: Yves Delaune
Constructor: Fernández Molina Obras y Servicios S.A.
Geotermia: Eneres
Control de la climatización: Japa Control
Promotor: Privado
Fotografía: Miguel de Guzmán. Imagen Subliminal
+ olalquiagaarquitectos.com

fetsac 17: Trashumancias

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We drove 22 miles into the country around Farmington. There were meadows and apple orchards. White fences trailed through the rolling fields. Soon the sign started appearing. THE MOST PHOTOGRAPHED BARN IN AMERICA. We counted five signs before we reached the site. There were 40 cars and a tour bus in the makeshift lot. We walked along a cowpath to the slightly elevated spot set aside for viewing and photographing. All the people had cameras; some had tripods, telephoto lenses, filter kits. A man in a booth sold postcards and slides — pictures of the barn taken from the elevated spot. We stood near a grove of trees and watched the photographers. Murray maintained a prolonged silence, occasionally scrawling some notes in a little book.

“No one sees the barn,” he said finally.

A long silence followed.

Día tras día, semana tras semana, nuevos cruceros, aviones, trenes y autobuses llegan a nuestros puertos, aeropuertos y estaciones cargados de viajeros, de turistas, de gente. Con ellos nace y se desarrolla una nueva ciudad. La de los vecinos muta en una nueva fachada que se percibe ajena a los que la habitan, ajena a la realidad de la vida y las rutinas diarias. ¿Cuál es la ciudad nueva que se construye? ¿Qué ciudad conocen realmente estos humanos trashumantes durante su breve aunque intensa estancia? ¿Es la versión de folleto turístico de nuestras ciudades una distorsión intencionada de la realidad cotidiana? ¿Cuál es el propósito de la repetición automática de la foto tipo? ¿Nos encontramos inmersos en una sociedad que viaja por el placer de conocer o por el ansia de aumentar su presencia en las redes sociales? ¿Se han convertido el like en el medidor actual de la popularidad y el palo de selfie en una extensión de nuestra vanidad?

Día tras día, semana tras semana, micronaciones soterran bajo sus pies a las ciudades con el pretexto de inmortalizar sus iconos, sólo interrumpiendo su marcha en un breve lapso para consumir, prefabricados, preparados y preanunciados, los productos autóctonos; buscando un local en el que se encuentren como en casa. Un local genérico donde la calidez de la madera y lo desenfadado de una estética industrial se mezclen, creando una imagen aséptica y contaminante que se ha contagiado por todas las esquinas del globo.

La FETSAC17 tiene como propósito analizar la ciudad a través del impacto de las masas de trashumantes sobre ella. La transformación de los espacios en cuestión de minutos por la invasión, o la preparación y estandarización de esos lugares, listos para absorber a los grandes grupos de turistas. El turismo de masas está modificando las ciudades en las que habitamos, llegando en ocasiones a convertirlas en grandes centros de ocio y haciéndolas perder su significado primitivo. Las plataformas de economía compartida han convertido lo hogareño en un bien productivo que hace disponer a cada viajero de la oportunidad de sentirse como en su propia casa. Para ello disponen de un sistema de artificio asesorado por departamentos de diseño, asegurando que la misma estética se reproduce en todas las latitudes. Este contexto de globalización creciente se impone a todo lo discordante, estableciendo unas reglas de juego que están peligrosamente cerca de asumirse como las únicas válidas. La repetición en masa es contagiosa y margina a quien pretende desviarse del, subliminalmente, canon establecido.

Ante esta situación, donde la identidad de la ciudad se diluye en cada una de sus escalas, desde la FETSAC abrimos esta llamada no sólo a participar sino también a reflexionar, con el fin de convertir nuestra escuela en un crucero que a través de sus diferentes escalas nos permita conocer otros puntos de vista acerca del turismo, la psicogeografía, la ciudad genérica y sus consecuencias en la transformación a corto o largo plazo de las ciudades. Queremos forzarnos a que cada uno se pregunte qué consecuencias puede llegar a tener la explosión de la burbuja turística y el low cost.

Un año más dejamos, entonces, abierto un periodo de recepción de propuestas de conferencia y/o actividad puntual, del 14 de noviembre al 31 de diciembre de 2016. El festival tendrá lugar en A Coruña, ciudad escala de trasatlánticos, del 3 al 6 de abril de 2017.

Bases completas y más información en: fetsac.tumblr.com o fetsac@gmail.com

«Once you’ve seen the signs about the barn, it becomes impossible to see the barn.»

He fell silent once more. People with cameras left the elevated site, replaced at once by others.

«We’re not here to capture an image, we’re here to maintain one. Every photograph reinforces the aura. Can you feel it, Jack? An accumulation of nameless energies.»

 There was an extended silence. The man in the booth sold postcards and slides.

«Being here is a kind of spiritual surrender. We see only what the others see. The thousands who were here in the past, those who will come in the future. We’ve agreed to be part of a collective perception. This literally colors our vision. A religious experience in a way, like all tourism.»

Another silence ensued.

«They are taking pictures of taking pictures,» he said.

He did not speak for a while. We listened to the incessant clicking of shutter release buttons, the rustling crank of levers that advanced the film

«What was the barn like before it was photographed?» he said. «What did it look like, how was it different from other barns, how was it similar to other barns?

Don DeLillo, White Noise

El relato análogo de Aldo Rossi | Marcelo Gardinetti

El relato análogo de Aldo Rossi | Marcelo Gardinetti El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

En la segunda mitad del siglo XX, la búsqueda arquitectónica de posguerra se esfuerza por alcanzar una propuesta alternativa de la modernidad. Figuras como Robert Venturi, Denise Scott Braun, Charles Moore y Robert Stern propulsaban, en sintonía con el capitalismo consumista, una vuelta a la representatividad y el simbolismo suprimido por el movimiento moderno, no para actualizar el diseño sino para suplantarlo.

Simultáneamente en Inglaterra la obra teórica de Banham, el contextualismo de los hermanos Smitshon y los esquemas de ilusorios de Archigram, buscan el modo de actualizar el movimiento moderno mediante el uso de un lenguaje de expresión tecnológica más contundente que se progresa años después en la obra de Richard Rogers, Renzo Piano y Norman Foster.

El relato análogo de Aldo Rossi | Marcelo Gardinetti El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

En Italia, mediando en ese contexto y mientras el movimiento NeoLiberty se disuelve en sus propias dificultades, la figura de Aldo Rossi emerge como la voz teórica más sugestiva y coherente del panorama arquitectónico.

Rossi adopta una posición rígida que nace en la admiración por la racionalidad de Adolf Loos y fundamenta en sus escritos, donde propone la construcción de una estructura racional que impulse a reflexionar cada proyecto de manera científica, hurgando relaciones análogas con el lugar.

El relato análogo de Aldo Rossi | Marcelo Gardinetti El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

Rossi concibe la arquitectura como una creación inseparable de la vida civil y de la sociedad en que se manifiesta, pero construida con pocos elementos que proceden de arquetipos de la memoria colectiva, para concertar un mundo rígido unido a su esencia urbana que no complique al hombre provocando voluntades pasionales.

Esta inmanencia metafísica que propone agita imágenes del lugar para reducirlas a arquetipos de la memoria colectiva mediante formas geométricas elementales. De un modo casi surrealista, la ciudad análoga se nutre de la realidad urbana para construir una nueva realidad, mediando el conocimiento adquirido por el análisis tipológico.

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El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

Las invariantes provienen de dibujos esquemáticos que desnudan obras de la arquitectura popular invocando figuras simples que escenifican evocaciones urbanas, concretando una manera científica de catalogar y cualificar el proyecto arquitectónico. En el desarrollo de ese ejercicio, el cilindro personifica a las columnas de la antigüedad, el triángulo equilátero al tímpano, la semiesfera o la pirámide a la cúpula y el cuadrado a la ventana.

Como este conocimiento solo es perceptible para un contexto social que comparte una misma memoria colectiva, la evolución de los valores tradicionales está íntimamente relacionada a estos estudios. Por esta razón, el análisis debe ser mejorado en cada ciudad mediante la fragmentación metódica de su memoria, hurgando la tradición histórica alineada a los diferentes períodos de la arquitectura del lugar.

El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

Los signos trascendentes de la voluntad expresiva los define como monumentos, para los que propone escasas reglas en pos de evitar el desorden de la ciudad moderna. A estas pautas de simplicidad, proporción y claridad tipológica, el locus les confiere el carácter necesario para el análisis morfológico, porque supone la relación universal que rige las construcciones del lugar.1

Mediante la lógica científica, Rossi traza los parámetros que dan forma a su arquitectura, aunque las analogías están sometidas a un proceso de depuración tan exhaustivo que macera la semántica de los monumentos en esquemas conceptuales construidos.

El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

Aunque el propio Rossi no niega la ambigüedad que propone, la indagación arquetípica reducida a tan escasos elementos da como resultado un objeto genérico que sólo se sublima por la luz y se exalta mediante el uso del color y la manera estricta de su geometría.

El relato de Rossi invoca a la historia para instalar la investigación científica como un hecho liminar del proceso de diseño arquitectónico. Y en este aspecto, aunque su sintaxis resulta tan extrema que hace compleja la conexión de sus analogías con otros elementos del entorno urbano, su obra intenta poner en debate un inapreciable desafío por recuperar la identidad de las ciudades mediante la lectura racional de sus hechos urbanos.

El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi
El relato análogo | Fondazione Aldo Rossi

Marcelo Gardinetti. Arquitecto
La Plata, Argentina. Noviembre 2015

Nota:

1. “…se ha señalado muchas veces el valor del locus, entendiendo con ello aquella relación singular y sin embargo universal que existe entre cierta situación local y las construcciones que están en aquel lugar.” Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad, GG colección punto y línea, pag. 185

 

Proyecto Fin de Carrera: Una opinión | José Ramón Hernández Correa

Hay distintas formas de terminar una carrera universitaria. Algunas se terminan cuando se aprueba la última asignatura pendiente. ¿Algunas? Deberían ser todas, ¿no? Pues no: En algún momento a alguien debió de ocurrírsele que echar a la buchaca el último aprobado no era suficiente. ¿Por qué? No lo sé, pero el único motivo que se me ocurre es el del lucimiento personal, la celebración, la fiesta, la alegría, salir por la puerta grande vitoreado por los profesores, abrazarse a los catedráticos, saludar con la manita, encender la traca de fin de fiesta y pirarse. Si no es por eso, no le veo ningún sentido.

Uno aprueba su última asignatura (que ni siquiera tiene por qué ser del último curso; hay alguna asignatura-garrapata que se lleva colgando -no digo de dónde- durante años) y ya. Ya está. Ya debería estar. Pues no. Es necesario hacer una fiesta para celebrarlo. De acuerdo: Como fiesta lo admito. Si es para hacer una fiesta me parece bien; pero para otra cosa no.

Fiesta fin carrera

En muchas carreras se hace una tesis (que se suele llamar «tesina» para distinguirla de la tesis doctoral) y en otras (las técnicas) se hace un proyecto.

Es un proyecto con el que uno demuestra que ya sabe. Es el «mira, mamá, sin manos» del niño en bici ante su madre aterrorizada. Es (debería ser) un paseo militar, un desfile, un pasacalle. (Con banda de música y todo).

Eso debería ser nuestro PFC: Un miramamásinmanos, una exhibición, una fiesta, con nuestras madres (o en su caso nuestros tutores del proyecto) aplaudiendo y vitoreando.

El alumno, en ese momento trascendente, sonreiría con legítimo orgullo, saludaría a los asistentes y saldría al mundo exterior armado de valor y de confianza.

Hace una pila de años el PFC venía a ser eso: un trámite, una gestión que se daba por aprobada de antemano, y cuyo único incentivo era obtener alguna distinción: un sobresaliente, una matrícula de honor… tal vez el premio extraordinario… ¿Que no se conseguía? Bueno, pues se conformaba uno con su aprobado o su notable y se iba a casa tan tranquilo con su título de arquitecto (u orden supletoria) bajo el brazo.

Pero últimamente, por lo que me dicen, el PFC es un verdadero trago, una cuesta arriba muy dura, una prueba que ríete tú de las de Indiana Jones.

Yo sostengo que todo alumno que presente el PFC completo, con todo lo que le han pedido, debe ser aprobado por definición y por imperativo legal.

El tutor supervisa el proyecto, y si éste está incompleto, o alguna de sus partes ha sido hecha con desidia o con prisa, entonces debe exigirle al alumno que lo complete. Pero una vez que lo ha hecho y el tutor lo da por terminado y lo presenta, ¿qué más se requiere? Nada en absoluto. Ya está, y sólo falta saber si el alumno sale de la plaza (de una bendita vez) con ovación, vuelta al ruedo, orejas o rabo.

Vamos a ver: Imaginaos la increíble historia del alumno que ha aprobado Proyectos I, Proyectos II, Proyectos III… (¿cuántos hay ahora?) y que recibe del Tribunal del PFC la dura crítica de que no ha resuelto claramente, con la jerarquía adecuada, el espacio de entrada (por ejemplo). ¿Entonces cómo es que aprobó Proyectos I, Proyectos II, Proyectos III… (y los que sean)?

En ese caso, yo creo que si el tribunal del PFC necesita suspender a alguien para sentirse gonadalmente fuerte, al único que debe suspender es al tutor, y expulsarle.

El alumno ha estado durante meses mostrándole a su tutor los croquis del proyecto, recibiendo sus correcciones y modificándolos. Si no estaba bien resuelto el espacio de entrada el tutor ha tenido meses para decírselo.

Corrección a corrección los croquis se van perfeccionando, el proyecto va determinándose. La conclusión es (debe ser) un trabajo brillante. Y, si no es brillante, al menos será aseado y digno.

Me refiero, naturalmente, al alumno que se toma el PFC en serio y se lo curra. Porque si no es así, el tutor no le autorizará a presentarlo.

Yo recuerdo mi Proyecto Fin de Carrera, y fue una fiesta sólo superada por mi tesis doctoral. Una carrera en la que siempre había ido agobiado, acogotado, se convertía de pronto en un paseo, en una exhibición. De mi tutor sólo recibí ánimos. Me hizo trabajar duramente, pero todos sabíamos que era el último cohete de la fiesta, la guinda de la tarta, y que todo iba a acabar bien. Esa seguridad proporciona una gran capacidad de trabajo y una elevada moral.

Después de tanto trabajo, al final el proyecto está maduro. Si entonces el tribunal dice que es malo, a quien están llamando inútil es al tutor que lo ha acunado e incubado. El tutor debería ser despedido inmediatamente, y sus alumnos indemnizados por haber perdido un tiempo precioso con él.

Por otra parte, en el PFC además del diseño global del edificio se resuelve una parte de la estructura, de las instalaciones y de los detalles constructivos. (Casi siempre son sólo partes. El PFC propone temas tan ambiciosos que darían trabajo a un estudio con muchísimos empleados y colaboradores). Pues bien: Nunca hay ningún problema con la resolución de la estructura, la fontanería, la calefacción, el aire acondicionado, los detalles constructivos, etc. Sólo los hay con el diseño. Ay, maldito diseño.

¿Me he tirado aquí la hueva de años y ahora me vienen ustedes con que «la ambivalencia racional del entorno exhibe una disposición veladamente relativa»? ¿De verdad? ¿Es a mí? ¿Están hablando conmigo?

¿Qué pasa, que después de tantos años se dan ahora cuenta de que somos demasiados arquitectos y quieren poner el tapón? ¿Ahora? Mejor que lo hubieran hecho en primero. Ahora es ya demasiado tarde y tengo que salir de aquí, ¿me entienden?

El tribunal no debe ir al PFC a lucirse. O se luce el alumno o aquí no se luce nadie. Déjense de sus estúpidas e indecentes opiniones masturbatorias. (Las llamo masturbatorias porque son sólo pajas mentales, autoalabanzas de los miembros del tribunal: «Mirad qué listo soy; mirad cómo en cinco segundos desmonto todo este proyecto. Qué más da que este alumno lleve meses con él. Es un torpe»).

Señores miembros del tribunal de PFC: Olviden por un momento sus egos, sus importancias, sus obsesiones, sus peleas internas y sus afanes de protagonismo y de poder. Tienen ante ustedes unos trabajos de unos alumnos que han superado todas las trampas que se les han ido poniendo durante años, que han realizado todo lo que se esperaba de ellos. Déjenles en paz de una vez. Denles sus bendiciones y deséenles suerte en su vida profesional. Mucha suerte.

Tutores de PFC: Ánimo. Sois los únicos que conocéis ese proyecto que se está cuestionando. Defendedlo ante el tribunal que lo ha mirado con displicencia, con prisa, con desgana. Pelead por vuestros alumnos. Ganaos la fe que han puesto en vosotros y sacadlos adelante. Es su vida. No son mercancía, ni carnaza, ni esclavos, ni gilipollas. Son personas valientes y muy trabajadoras, como demuestra el hecho de que hayan llegado hasta aquí. Los hay muy brillantes y los hay muy tímidos y oscuros. Atended a estos últimos, por favor. No pidáis a todo el mundo que sea genial y explosivo. Sólo quieren ser arquitectos, nada más. Ayudadles a serlo. Ya lo merecen. Ya está bien.

Alumnos que estáis haciendo el PFC o lo vais a empezar en breve: Mucho ánimo. Ánimo y fuerza. Es vuestro último esfuerzo en la escuela. Ya casi lo tenéis. Concentraos en ello y disfrutad. Es una fiesta. Vuestra gran fiesta final de carrera. Y acabadlo: Hay que salir de la escuela cuanto antes. No os desaniméis porque os digan que fuera no hay trabajo. Dentro tampoco lo hay, y al menos fuera corre el aire.

José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · septiembre 2013

Dibujos de Arquitectura y Ornamentación de la BNE. Siglo XIX

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Proyecto de edificio monumental (ca.1800-1830)
Proyecto de edificio monumental (ca.1800-1830)

La exposición, comisariada por Pedro Moleón e Isabel García-Toraño, se articula en siete secciones diferentes: Personalidades, Academia (la cual se divide en tres apartados: Órdenes clásicos, Arquitectura y Perspectiva y Obtención del título de arquitecto en la Real Academia de San Fernando), El Viaje (dividida a su vez en Viaje de España y Viaje fuera de España), Arquitecturas funerarias, Proyectos para ser construidos, Dibujos de ornamentación y El Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales. En la presentación, Pedro Moleón ha explicado que

“en el montaje de la exposición, cada vez que cambian las secciones, cambia el color. Asociamos a cada una de las partes de la exposición un color particular”.

La BNE no tuvo relación directa oficial con ninguna actividad vinculada a la arquitectura o los arquitectos, ya que su fin fundacional era otro. Sin embargo, su Departamento de Bellas Artes y Cartografía posee una importante colección de dibujos de arquitectura y ornamentación, que procede de archivos y colecciones particulares, legados, donaciones y compras. En relación con el siglo XIX, con este fondo de dibujos no se puede construir la completa historia de la arquitectura española de esa centuria, pero el conjunto de planos aquí conservado complementa de forma muy significativa el que es propio de otras instituciones.

En la primera de las secciones de la exposición, se muestran a los principales arquitectos activos en Madrid durante el primer tercio del siglo XIX, cuyas obras tienen directa relación con los monarcas a los que sirvieron. En la segunda, el ciclo llamado Academias, y según palabras de Pedro Moleón, se presentan

“obras que están todas relacionadas con la vida en Madrid de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, el lugar en el que se formaban los futuros arquitectos, en el que recibían su titulación, y el que, además, sobre todo a partir de 1786, se ejercía un control sobre todos los proyectos que estaban relacionados con obras públicas: teatros, museos…”.

La zona dedicada a El Viaje comprende una colección de obras que, según explica Isabel García-Toraño,

“muestra la importancia que el viaje tuvo en el siglo XIX”.

Por un lado, el Viaje de España,

“en el que arquitectos y pintores dieron testimonio de cómo se encontraba el país en esos momentos, testimonio artístico y documental del estado de nuestros monumentos, imagen del gran deterioro tras las desamortizaciones que se realizaron en el siglo XIX”.

Y, por otro lado, el Viaje fuera de España, ya que

“el viaje a Italia, como cuna de la Antigüedad, era obligado para la formación de los arquitectos”.

A continuación se encuentra la sección Arquitecturas funerarias, que cuenta con dibujos de mausoleos, panteones, cámaras, criptas y capillas sepulcrales; y la de Proyectos para ser construidos. Por último, se pueden ver los apartados de Dibujos de ornamentación, que se basa en proyectos con propuestas ornamentales; y de Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales, que se centra en los planos y proyectos arquitectónicos del edificio que hoy alberga la Biblioteca Nacional.

Colaboran en la exposición la Fundación Arquia y la Fundación Amigos de la BNE. Forma parte de un proyecto de investigación que da continuidad a los catálogos de dibujos de arquitectura y ornamentación de los siglos XVI, XVII y XVIII, conservados en la Biblioteca, ya realizados y publicados, e implica la edición en este 2016 de un nuevo catálogo correspondiente al siglo XIX. Es la culminación de un proyecto de estudio y catalogación que comenzó en 1991.

Del 28 de octubre al 22 de enero de 2017.
De martes a sábado de 10 a 20 h.
Domingos y festivos de 10 a 14 h.
Último pase media hora antes del cierre.

Plaza del mercado de la Salut | vora

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La Salut es un barrio periférico de Badalona, municipio del área metropolitana de Barcelona, con un crecimiento explosivo en los años 60-70 con inmigración provinente de otras regiones de España. Construcción de baja calidad, mucha densidad y carencia de servicios y zonas verdes. Las mejoras hasta el presente se consiguieron con mucha lucha e implicación vecinal. Recientemente, importantes problemas de identidad se han evidenciado tras la concentración de la nueva inmigración en el barrio. Problemas de convivencia y aparición de populismo y racismo.

El conjunto de intervenciones en espacios públicos intenta, respondiendo a situaciones de centralidad, dotar de identidad reconocible al barrio focalizada en puntos clave como la Plaza del Mercado (J.M. Sostres, 1980) y la plazoleta que inicia el eje comercial del Paseo de La Salut.

Centralidad. Los vacíos a tratar han adquirido una nueva centralidad (Plaza del Mercado) o ya la tenían (Plazoleta del Paseo), y la nueva intervención se ha diseñado para responder a este rasgo. La propuesta reemplaza los obstáculos y preexistentes por vacío, geometría y flujos de personas.

Simplicidad formal. Respondiendo a los flujos que convergen en el espacio (nuevo acceso al mercado, centro cívico, cruce de ejes viarios, y bocas del nuevo metro) la intervención se reduce a un plano único inclinado, definido por sus límites. Espacio isótropo en el que no se priorizan recorridos. La intervención en la plazoleta responde de igual manera a flujos consolidados.

Identidad. A partir de los límites del espacio se define una composición abstracta e isótropa basada en la geometría, sobreponiendo una composición cromática que confiere carácter y singularidad al nuevo espacio. La Plaza del Mercado se destaca con tonos rojizos debido a su carácter más representativo ligado al Mercado.

Obra: Plaza del mercado de la Salut
Dirección: av/ Marquès de sant mori s/n, Badalona, España
Superficie: 1.000 m2
Presupuesto: 250.000 euros
Realización del proyecto: enero-febrero 2009
Inicio de ejecución de la obra: mayo 2009
Final de ejecución de la obra: diciembre 2009
Arquitectos: vora arquitectura (Pere Buil Castells – Toni Riba Galí)
Equipo de proyecto: Eva Cotman, Anna Malaguti, Ondrej Fabian
Estructuras: eskubi-turró (Juan Ignacio Eskubi)
Instalaciones: gecsa (Tono Trias)
Presupuesto y control de calidad: mor arquitectura tècnica (modest mor)
Dirección de obra: vora arquitectura (Toni Riba Galí)
Promotor: ayuntamiento de Badalona
Constructor: acsa-sorigué
Fotografías: Adrià Goula
Comunicación: Irma Pérez Olivares
+ vora.cat

Award

Seleccionado Biennal Europea del Paisatge 2010

Sorteo de 2 plazas para 6º Curso online de Identidad Digital para arquitectos

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Ya está aquí una nueva edición del curso online de Identidad Digital para arquitectos organizado desde el siempre activo blog de Stepienybarno.

Como bien sabéis, se trata de un curso hecho por arquitectos para arquitectos, en los que Stepienybarno tratan temas que tienen que ver con la reputación digital, el marketing online o la comunicación.

Si ves que te interesa aumentar tu visibilidad en la red y, por lo tanto, tus posibilidades laborales, éste es tu curso.

Con ello, durante diez días (el 12 y el 23) del mes de diciembre de este 2016, se entrará en el maravilloso mundo de la Identidad Digital, en un formato cómodo y flexible. Se trata de la sexta edición y, por los comentarios de los alumnos de las ediciones precedentes, el curso es muy práctico y fácil de realizar.

“Horario relativamente flexible, aunque hace falta aproximadamente una disponibilidad de 3-4 horas al día por parte del alumno durante los nueve días del curso. Así, el tiempo óptimo mínimo de trabajo por parte de los estudiantes será de 30 horas lectivas.”

¿Te animas?

Y como nuestros amigos, Agnieszka y Lorenzo (Stepienybarno), os lo quieren poner fácil, se han animado, gentilmente, a darnos dos entradas gratuitas para el VI Curso on line de Identidad Digital para arquitectos que organizan.

Así que, si eres arquitecto y te interesa mejorar tu presencia en la red, este puede ser tu curso. Por lo tanto, entre todos aquellos que dejéis un comentario, al final de la entrada en la web o bien en la entrada de Facebook correspondiente, definiendo en una frase lo que se podría entender, en vuestra opinión, por Identidad Digital, sortearemos 2 plazas gratuitas.

El plazo para participar en el sorteo es desde el martes 15 al martes 29 de noviembre hasta las 00:00 horas.

¿Qué no habéis sido los elegidos? ¡No os preocupéis! ¡Por el mero hecho de participar con vuestros comentarios dispondréis de la opción de realizar el curso a precio de matrícula reducida!

¿Nos organizamos bien los estudios de arquitectura? | Stepienybarno

Las hormigas tejedoras | Autor: HGCOM | wikipedia.org
Las hormigas tejedoras | Autor: HGCOM | wikipedia.org

Son ya muchos años los que se lleva poniendo encima de la mesa que los estudios de arquitectura funcionamos de aquella manera y nuestras bases empresariales son cuando menos dudosas.

A ello, hay que añadir que muchas oficinas están acostumbradas a malas prácticas laborales o directamente a infringir la ley o estar en el límite de la misma.

Sobre todo ello, parece que es necesario seguir pensando en voz alta, para ver si se van produciendo cambios.

1. Malas prácticas.

Cuando un arquitecto termina la carrera, desde siempre, se ha visto con relativos buenos ojos que se fuera a trabajar a un estudio (a poder ser con cierto nombre) y que por cuatro duros o nada, trabajase lo que tocase.

El tema de los falsos autónomos o estudiantes en prácticas haciendo labores de arquitectos, por desgracia, sigue estando a la orden del día.

En más de una universidad en la propia matricula se paga una cantidad por tener derecho a unas prácticas, que normalmente o no se hacen o se hacen en condiciones que nada tienen que ver con el espíritu de las mismas. Por suerte, en este terreno hay excepciones que están muy bien como las becas que se organizan desde Fundación Arquia.

Según las encuestas más de un 25% de los arquitectos han estado o están en condición irregular en los estudios de arquitectura; aunque, seguramente, este porcentaje se queda corto.

Para más inri, muchos de estos estudios son dirigidos desde el ordeno y mando y no hay ni siquiera un trato cercano y amable para la gente que, en muchos casos, desesperadamente acepta trabajar en estas condiciones.

Los gritos en estas oficinas  son habituales y las jornadas interminables, con fines de semana incluidos.

A su vez, este tipo de arquitectos suelen estar en las escuelas de arquitectura con actitudes prepotentes que nada ayudan a la enseñanza de arquitectura. Sobre esta figura reflexionábamos hace poco en nuestro post, Profesores de arquitectura.

Nuevamente, trabajar sin descanso es algo totalmente asumido en nuestra profesión, tanto si trabajamos para nosotros, como para otros, cuando, a buen seguro, no es la mejor manera de ser productivo. Seguimos confundiendo meter muchas horas, con ser más eficientes.

Por otro lado, están otros estudios que se venden con un rollo “más zen” y aunque aparentemente el trato es mejor, la realidad, eso sí exenta de los gritos, es parecida. Miles de horas por nada y si quieres cobrar, pues te buscas una beca o lo que puedas.

Además, se engatusará al arquitecto joven con frases tipo: “vamos a muerte con el concurso y si sale algo podréis colaborar con nosotros en el proyecto”. La realidad será que, si suena la flauta y se gana el concurso, estarán (o no) esos colaboradores ejecutando lo que los jefes digan.

Con ello, se sigue perpetuando las jerarquías en los estudios de arquitectura.

2. Apostar por la excelencia.

Estas prácticas, conviven con otras menos criticables, pero también poco saludables, como el desconocimiento casi absoluto de nociones empresariales y de marketing.

¿Cómo queremos vender nuestros servicios si seguimos compitiendo por precio?

No estamos acostumbrados a partir de una estrategia empresarial, a hacer algo tan sencillo como un Canvas o saber cómo comunicar nuestro trabajo.

Y no, tener una web (generalmente flojita) no es comunicar nada; es  solo sacar pecho. En cualquier caso, sobre cómo tener una buena web, hemos reflexionado no hace mucho en este post.

Así, a pesar de todo,  lo más importante continúa siendo hacer las cosas bien y tener un buen producto o servicio que ofrecer. En estos tiempos en los que todo se puede maquillar, no es buen plan hacerlo, pues será pan para hoy hambre para mañana y esto es una carrera de fondo. Los fuegos de artificio, es mejor dejarlos de lado.

En este sentido comentaba en este mismo blog hace tiempo Alfonso Mollinedo,

“He cometido errores en los 19 años de mi profesión, pero creo que se debe ir más allá, y, cada día, replantear las decisiones tomadas. Se está siendo esclavo de la mirada al otro lado, para olvidar además que cerca hay más oportunidades, ya que creo que el negocio está en una arquitectura bien pensada, bien dirigida, trabajada e integrada, aunque sea poca. Es preferible no hacer o deshacer antes que mal hacer.”

Y en esto sí que los arquitectos somos muy fuertes. Sabemos dar más de lo que nos piden y tenemos la capacidad de ver mucho más allá de lo que es el proyecto de arquitectura en sí mismo. Tenemos muchas fortalezas que a veces se nos olvidan.

3. Pensar en Sinergias.

Por todo ello pensamos que, nos traería mucha más cuenta apostar por asociaciones entre arquitectos que pudieran dar lugar a potentes sinergias. Aprender de los animales sociales como las hormigas, siempre es un buen plan.

Aunque cada uno estemos en nuestra casa, la nueva era digital nos pone más sencillo colaborar.

Si nos imaginamos tres amigos arquitectos y uno de ellos es bueno captando clientes, otro se apaña bien con el CTE y otro es un crack dibujando en BIM, no tiene sentido que estén trabajando por separado. A buen seguro que, aunque no fuera una estructura rígida, cuando hubiera un encargo lo ideal sería que lo compartieran entre los tres y se focalizasen en lo que mejor sabe hacer cada uno de ellos.

Esto que parece obvio, no es tan habitual como sería deseable. Con ello, no se termina de aprovechar a tope herramientas gratuitas como Google drive, Evenote o gestores de proyectos como Asana.

Es importante buscar estructuras horizontales que funcionen en red, y que puedan estar deslocalizadas, pero sin perder eficiencia. En este sentido, seguramente, podemos aprender mucho de otras profesiones con más músculo en materia colaborativa.

El mundo va en una dirección y los arquitectos no podemos ir en otra. Aun así, nuestra profesión nunca ha sido la más unida y siempre ha habido un tufillo demasiado egoísta encima de la mesa.

Las estructuras del pasado sólo pueden ser útiles a muy poquitos. Por ello, conviene mirar hacia el futuro desde otra perspectiva. En este sentido, hace unos días Pacho Camino, nos contaba en el #ArquiSinergias que la empresa Fuctura nacía con la idea de agrupar profesionales que puedan compartir trabajos tanto a nivel nacional como internacional.

En fin… que con tantos años de crisis y tantas complicaciones, estaría bien ver que, como colectivo, vamos aprendiendo de nuestros errores.

Creemos que hay mucho margen de maniobra y que, poco a poco, iremos mejorando. Llamarnos ilusos si queréis; pero, como decía Bauman, aunque no hay razones objetivas que nos hagan pensar que va a ser así, nosotros nos empeñamos en creer que todo va a cambiar.

Stepienybarno_Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó, arquitectos
Estella, Mayo 2015

Urbanismo Lento | Íñigo García Odiaga

Revitalización y rehabilitación de los espacios públicos de la Isla de Nantes (Nantes, Francia) | Alexandre Chemetoff et associés
Revitalización y rehabilitación de los espacios públicos de la Isla de Nantes (Nantes, Francia) | Alexandre Chemetoff et associés
Contexto del urbanismo lento

La construcción de la ciudad fue históricamente un proceso pausado y basado en el apilamiento de estratos. Sobre la ciudad romana surgía la medieval, la árabe o judía después y de forma cronológica todas las formas urbanas características de cada época.

A mediados del siglo XX, dio comienzo por contra un urbanismo expansivo, de crecimiento ilimitado. La aparición del vehículo utilitario transformó la escala de nuestras ciudades. La distancia ahora podía ser mayor porque el tiempo usado al moverse en coche era menor. Bajo estas nuevas libertades y la óptica del consumo la ciudad entendió que todo el territorio podía volverse urbano y alimentar de esta manera el crecimiento de la ciudad.

Es fácil comprender que frente a un modelo que había entendido durante siglos el crecimiento de la ciudad como un proceso de engrosamiento, de crecimiento del espesor, el modelo defendido los últimos cincuenta años ha consistido en el de una mancha de aceite en imparable expansión.

Biotechnology Start ups Incubator, Nantes Island | Lipsky-Rollet architectes
Biotechnology Start ups Incubator, Nantes Island | Lipsky-Rollet architectes

Sin lugar a dudas este fenómeno urbanístico, que se nos presenta como una espiral sin límite se encuentre en la base de la tan nombrada crisis, por lo que no es gratuito cuestionarse el modelo de crecimiento seguido por nuestras ciudades hasta el día de hoy.

En esta parte del mundo, es decir en una Europa con la población en decrecimiento parece como mínimo dudoso seguir la senda del boom inmobiliario, en la que las ciudades únicamente buscaban crecer y multiplicar su población.

El urbanismo estaba basado en el cambio legislativo de grandes áreas de territorio para legalizar en ellas mil, dos mil o tres mil viviendas que a menudo bajo el dibujo totalmente detallado de esa parte de la ciudad se construían en únicamente cinco años. Es sencillo identificar este tipo de operación con cualquiera de las grandes áreas en construcción de nuestras ciudades. Zorrozaurre en Bilbao, Auditz-Akular en Donostia, Salburua en Gasteiz o Sarriguren en Iruña son ejemplos de este tipo de crecimiento de la ciudad.

Tal vez un buen ejemplo de otro modelo de actuación es el desarrollado por el gobierno de la región de Nantes para el desarrollo de la llamada isla de Nantes.

Revitalización y rehabilitación de los espacios públicos de la Isla de Nantes (Nantes (Francia) | Alexandre Chemetoff et associés
Revitalización y rehabilitación de los espacios públicos de la Isla de Nantes (Nantes (Francia) | Alexandre Chemetoff et associés

La isla de Nantes es una isla fluvial creada por el río Loira a una distancia de la costa que posibilitaba la navegación de ese tramo de río. La llegada del ferrocarril hasta la ciudad francesa convirtió estos cinco kilómetros de territorio en un área ideal para la ubicación de un imponente desarrollo industrial ligado a las fundiciones de acero.

La perdida de navegabilidad del río unida a la extrema centralidad de esos territorios en la nueva ciudad de Nantes plantearon la necesidad de reintroducir en lo urbano ese espacio ahora en desuso.

Frente a un urbanismo que borrase la huella de la actividad anterior se prefirió reutilizar la antigua trama del desarrollo industrial y reciclar para la ciudad muchas de las antiguas fábricas.

Esta idea que podría entenderse como romántica ha obligado en cambio a un replanteamiento profundo de la gestión urbanística de este ámbito. Por un lado la necesidad de reciclar las antiguas estructuras para nuevos usos obligó a conocer al usuario interesado previamente y por lo tanto a construir para un objetivo concreto frente a construir para luego buscar un comprador.

Este cambio tan puntual conllevo la ralentización de los procedimientos urbanísticos y lo que en principio pudiera entenderse como un inconveniente se ha demostrado una ventaja. En un proceso que ha supuesto 22 años de pequeños avances, la adaptación del proyecto a nuevas necesidades, a nuevas contingencias, a nuevas iniciativas e incluso a problemas inesperados ha sido mucho mayor que cuando un plan de idénticas necesidades se dibuja y se proyecta en su totalidad desde el primer día.

Colegio de abogados en Nantes | Forma6
Colegio de abogados en Nantes | Forma6

Cuando la administración francesa decidió ubicar una facultad de arquitectura en Nantes el solar propuesto por la municipalidad se encontraba en la isla. Se pudo buscar una solución idílica ya que el plan no constreñía un suelo concreto para tal uso. El edificio actual realizado por Lacaton y Vassal ha aportado una gran vida a uno de los ámbitos de la isla. Bares, cafeterías, tiendas y residencias de estudiantes han revitalizado el barrio generando un nuevo polo de actividad en la trama de la ciudad. Esta solución podría haberse impostado, obligado pero en la naturalidad de su encaje está parte de su acierto.

El mismo efecto produjo la incorporación en el desarrollo de este ámbito de los nuevos juzgados de la ciudad, un magnífico edificio construido por el premio Pritzker Jean Nouvel. La localización de los juzgados en la isla indujo la llegada de múltiples despachos de abogados al área, por lo que se rehabilitaron varios edificios industriales para ubicar estos nuevos equipamientos.

Una intervención destacada es precisamente la desarrollada por el colegio de abogados de Nantes que rehabilitó de forma extraordinaria una antiguo hangar para albergar en el la nueva sede colegial cercana a los juzgados. Un edificio que alberga además una guardería para favorecer la integración de la vida familiar y profesional de los juristas de la ciudad.

Viviendas para jóvenes en la Isla de Nantes | Barré - Lambot / Berranger - Vincent
Viviendas para jóvenes en la Isla de Nantes | Barré – Lambot / Berranger – Vincent

Este urbanismo de cocina lenta, fraguado con el paso del tiempo y con actuaciones puntuales puede servir hoy como modelo de una nueva política en la que la mesura, la lógica el ingenio se premien frente a las leyes del mercado pre-crisis.

Íñigo García Odiaga. arquitecto
San Sebastián. Enero 2012

Aprovechando la charla debate que VAUMM coordinó en el congreso EQUICIUDAD, hemos elaborado este texto, para resumir de alguna manera nuestra postura.

Publicado en ZAZPIKA 01.01.2012

SW Architect’s version: Oposiciones

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A lo largo y ancho de la vida profesional, todo arquitecto que se precie y incluso a los que se desprecian como a mí, se han topado con funcionarios o visadores que con nuestro afán de conseguir una licencia, se convierten en presuntos benefactores de la ley y en malechores de la profesión. Pero supongo que debajo de todo eso, antes eran personas normales, con sus problemas y demás.

Estoy convencido que de entre todas esas normativas ilegibles y en el conocimiento de los absurdos trámites que nos hacen cumplir, se encuentra el camino más rápido al lado oscuro para convertirse en un verdadero Sith.

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Lexcursó, arquitecto e ilustrador.
Barcelona, mayo 2012

Casa Caballero. Casa entre un patio de luces | agora arquitectura

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La intervención se sitúa en la planta baja de un conjunto residencial ubicado en el barrio de Les Corts (Barcelona, España). Un lugar donde la totalidad de la superficie disponible fue edificada y como consecuencia aparecieron un conjunto de numerosos patios con el fin de garantizar unas condiciones higiénicas mínimas.

Fue la intención de ganar a toda costa unos pocos metros más en planta baja, lo que convirtió estos espacios en superficies cubiertas autoconstruidas. Así, poco a poco llegaría la insalubridad. Más tarde el abandono.

Se pensó en la oportunidad de reapropiarse de esta a menudo olvidada situación residual aprovechando la necesidad de tener que implantar un flexible programa de vivienda de 35m². Un entarimado sanitario con unos trasdosados verticales de bloque de hormigón crean una cámara de aire con ventilación cruzada. Una fronteriza caja de madera alberga todo un programa húmedo que converge hacia el exterior. Una translucida caja de policarbonato recupera el sentido original del patio.

Obra: Casa Caballero. Casa entre un patio de luces
Autores: agora arquitectura (Joan Casals Pañella – Jose Luis Cisneros)
Ubicación: Les Corts, Barcelona, España
Superficie: 35m2
Año: julio 2015
Uso destinado: vivienda | local de alquiler
PEC: 550€/m2
Fotografías: Joan Guillamat | Joan Casals
+ agoraarquitectura.com

Arquicostes

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Arquicostes
Arquicostes

La entrada en vigor de la Ley Omnibus en 2009 trajo aparejada la “Prohibición de recomendaciones sobre honorarios” a los Colegios Profesionales y sus organizaciones colegiales. En algunos supuestos, la liberación ha tenido como consecuencia una importante minoración de las remuneraciones de una profesión en el que ya no salen las cuentas.

Desde esta perspectiva, diferentes organizaciones profesionales han optado por profundizar en los “sistemas de información de costos” como una posible base para establecer una relación de transparencia entre los profesionales y clientes.

¿Y esto qué significa? Pues ni más ni menos que saber “qué cuesta” la labor que realizan los arquitectos y así ejercer una libre y sana competencia, sin que se pierda calidad ni seguridad de uso. Al tabular y ordenar la información se podrá aquilatar y optimizar los costes de producción.

Bajo estas nuevas premisas, ASEMAS comprometida con los Arquitectos, presentó a principios de año una útil herramienta para ayudar a los profesionales a determinar los costes que derivan de su actividad profesional y, por tanto, a ejercer en mejores condiciones. En la confección de la herramienta ha participado una empresa líder en desarrollo del software para la edificación, así como arquitectos de acreditada experiencia en el desarrollo de costes estimados de edificación.

La aplicación denominada ArquiCOSTES, recoge las variables de la edificación en desarrollo y los datos del propio estudio, que debe estimar el tiempo de dedicación del equipo técnico en todas las misiones que se pueden asumir.

Dada la diversidad de tipos de estudios profesionales, la herramienta precisa una calibración, y por ello desde la compañía invitan a enviar los resultados con el fin de mejorarla paulatinamente. En paralelo a esta iniciativa, y con el fin de recabar más información mediante un muestreo mayor, se pone a disposición una aplicación simplificada.

Mediante esta aplicación simplificada cualquier usuario, ya sea profesional o incluso promotor, podrá estimar la carga de trabajo que conlleva el proyecto a desarrollar gracias a la nueva herramienta de ArquiCOSTES desarrollada por ASEMAS. De esta manera, el usuario dispondrá de información de cómo se desarrollará el encargo profesional y del coste que ello pueda implicar, de forma que cualquier decisión que deba adoptar al respecto parta de una información lo más completa y objetiva posible.

Objet trouvé [06] : Stirling y la veleta del Florey | Rodrigo Almonacid

Vista del patio interior del Florey Building, con el escenario central elevado.
Vista del patio interior del Florey Building, con el escenario central elevado.

En el momento de proyectar el edificio Florey para el Queens College (St.Clements, Oxford, 1968-71), James Stirling ya había visto terminados dos de sus mejores obras: la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Leicester (1959-63) y la biblioteca de la Facultad de Historia para la Universidad de Cambridge (1964-67). Los tres proyectos constituyen su ya mítica “Trilogía Roja”, nombre que los identifica como una serie de edificios construidos con ese color en apenas una década.

Una estructura de hormigón de gran escala muy visible eleva y separa el cuerpo de apartamentos estudiantiles del nivel de calle. Una dura piel rojiza (de plaqueta cerámica y no de ladrillo, como habitualmente se piensa) lo defiende y aísla del anodino exterior circundante, procurando una paz en el patio interior que no dista mucho de la de un claustro de los clásicos colleges universitarios de la ciudad. Y unas amplias superficies acristaladas, de cualidades volumétricas, evocan lejanamente con su transparencia y el despiece vertical de sus carpinterías al gótico perpendicular inglés, pero en clave y costumbres contemporáneas1.

Evidentemente, esta descripción simplificada reduciría notablemente la profundidad de su planteamiento arquitectónico, pues supera con mucho a su mera (e interesantísima) materialidad. Sin entrar en su magistral composición en términos formales y geométricos2, no cabe duda de que el maestro escocés quiso concluir esa trilogía con una pieza de marcado carácter simbólico, reforzado por un carácter introspectivo que le viene muy bien al proyecto en su localización a la orilla del río Cherwell.

El edificio es extraño, más aún entonces que ahora. Se retuerce sobre sí mismo, y no se conforma con achaflanar las esquinas como en Leicester o Cambridge sino que aquí todo él es una concatenación de chaflanes enormes. Sugiere casi una traza ochavada incompleta, al que le faltan solo 3 de los 8 lados debido a un recorte drástico ante la presencia inminente del riachuelo que delimita el lado norte del solar. Así resuelto, a nivel tipológico responde más a un teatro griego que a ningún otro: su forma radial orienta el graderío (léase dormitorios) hacia el paisaje abierto de los meadows que circundan la zona oriental de Oxford, y sitúa su orchestra en el centro del espacio cóncavo donde se desarrollará la actividad humana, aunque en esta obra es realmente escasa3.

Axonometría del proyecto y vista del patio desde uno de los apartamentos dúplex del edificio Florey, con la veleta en su centro.
Axonometría del proyecto y vista del patio desde uno de los apartamentos dúplex del edificio Florey, con la veleta en su centro.

El espacio del patio es rodeado por un muro ciego de ladrillo que anula las vistas desde la calle. De hecho, el nivel del patio está elevado respecto al pasillo periférico que discurre bajo el volumen de los dormitorios, limitando aún más la fluidez interna del recinto central. En el lado abierto del río el patio se eleva aún más con 9 peldaños configurando un “escenario” central al que se dirigen todas las miradas desde cada ventana del edificio. Y, simultáneamente, permite esconder debajo y disimuladamente el volumen del comedor y su cocina en un nivel intermedio entre el del patio y el del paseo fluvial.

La ausencia de vida colectiva en el patio se compensa con la extraña actividad de un elemento vertical de cierto carácter antropomórfico, que ocupa el vértice más adelantado del escenario elevado, un desconcertante objet trouvé. Su presencia es tan notable que incluso curva el peldañeado, convirtiéndolo en un pivote visual que concentra toda la atención. Siguiendo la metáfora dramática se podría decir que es una actriz en acción, pues, aunque incapaz de mover sus pies, no cesa de agitar sus brazos: se trata de una veleta, movida por acción directa del viento en el lugar o por la evacuación de humos que contiene en su mástil central (proveniente del techo de la cocina sobre la que se asienta). Sostiene un gran disco de intenso color verde, con lo que quizá pueda ser interpretado como una suerte de “árbol mecánico”, único resquicio permitido por el arquitecto a la naturaleza4 en esta última obra de su serie roja. Su irónica presencia no es, pese a todo, excepcional pues ya en Leicester Stirling jugó con una pareja de chimeneas para enfatizar sus vínculos con la ingeniería, y en Cambridge abatió el artefacto para convertir a la góndola de limpieza del vidrio en una escultura constructivista en voladizo desafiando a la gravedad. Naturaleza y artificio, una dialéctica no superada desde la Modernidad…

Rodrigo Almonacid [r-arquitectura] · doctor arquitecto
valladolid. noviembre 2016

Notas:

1. Brown también alude al aspecto “gótico” de la Escuela de Ingenieros de Leicester al analizar esa primera pieza de la “Trilogía Roja” de Stirling (revista Forum, abril de 1972).

2. Rykwert llega a decir al respecto que “aunque sea aparentemente su edificio más simple, es, por el contrario, el de composición más concienzuda” (revista Domus, noviembre de 1972).

3. Francesco dal Co criticó precisamente que en este edificio de Striling la vida comunitaria fuera reducida a su mínima expresión, y, por tanto, mostraba una cierta incoherencia entre la innovación en el planteamiento formal y el “paso atrás” en términos de uso colectivo del espacio.

4. En los últimos años el pavimento cerámico rojo del patio ha sido sustituido por césped, perdiendo esa idea de artificialidad que tenía en su origen el patio, quizá por problemas constructivos (siempre ha sido esta obra objeto de numerosas quejas de buena praxis constructiva y de funcionamiento) o, más probablemente aún, por su falta de uso.

[Imágenes tomadas de la monografía: ARNELL, P. y BICKFORD, T. (eds.): James Stirling. Obras y proyectos. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 1985.]

Corpus Barga, la decoración cinematográfica | Jorge Gorostiza

 Corpus Barga en Lima. [Archivo Beatriz Suárez]
Corpus Barga en Lima | Archivo Beatriz Suárez

Buscando una noticia en la prensa, he encontrado en El Sol una crónica escrita por su corresponsal en París, Corpus Barga, en enero de 1925, publicada en la sección «Teatros» y titulada «La decoración cinematográfica».

No esperaba que este notable escritor, hoy desgraciadamente un tanto olvidado, fuese a aportar algo nuevo a los debates sobre la escenografía, pero me equivoqué y creo que vale la pena reproducir su texto íntegramente:

«PARÍS Y ENERO. (De nuestro redactor-corresponsal.)—

En un zarzuelón que se ha estrenado en la Opera, de París: «La tour de feu», drama lírico en tres actos, del Sr. Sylvio Lazzard [sic], trajes y decoraciones según los bocetos del Sr. Máxime Dethomas, ejecutadas las decoraciones por el Sr. G. Mouveau, ha habido una curiosa novedad. «La tour de feu», la torre de fuego, es, claro está, un faro. Es un faro de Bretaña que el torrero incendia en el último acto, en una noche tempestuosa.

No pregunten ustedes por qué. La cosa no puede ser más natural. La novedad de la obra no está en la decisión que se ve obligado a tomar el torrero después de ver a su esposa tirarse de cabeza a las olas, decidida a seguir en el otro mundo al caballero portugués don Jacinto, naufragado cuando venía a raptarla. La innovación no está en las decisiones dramáticas ni en las tribulaciones líricas de los personajes. Tampoco está en las decoraciones teatrales del conocido pintor señor Dethomas. La innovación está en la decoración cinematográfica de la tempestad del último acto.

En medio de la escena se levanta el faro, partido de abajo arriba, medio faro, de modo que se halla a la vista por dentro y por fuera A los dos lados del faro dos cinematógrafos proyectan películas de tempestad. Las nubes pasan por encima del faro, las olas azotan en la base, una luz al fondo se ahoga en la niebla. La primera ilusión está lograda. Se ve el interior abrigado del faro, la lumbre, los muebles de verdad, en medio de una verdadera tempestad nocturna.

Se ha encontrado realmente un punto de vista irreal. Sólo el drama de los personajes resulta falso. No interesa, se prolonga, y la atención prolongada sobre la decoración mixta, acaba por despegar el bulto practicable, el faro, de la pantalla cinematográfica. Si se mira a la pantalla, el faro de madera y papel rompe el encanto: es de una realidad grosera. Si se mira al faro, rompe el encanto la realidad cinematográfica de las nubes y las olas.

Teatro y cinematógrafo son dos irrealidades, inconfundibles la una con la otra. Pero ¿toda irrealidad no es lo contrario de toda realidad, no es pura y sin mezcla?».

Antes de continuar creo que es necesario dar unos cuantos datos, La tour de feu es un drama lírico de tres actos, con música y texto de Sylvio Lazzari, estrenado en 1925. Tres años después de que lo viese Corpus Barga, se montó en la Ópera de París con decorados del arquitecto Pierre Chareau. El pintor y escenógrafo Maxime Dethomas fue director artístico de la Ópera de París entre 1915 y 1929, conocía a Toulouse-Lautrec, que lo retrató de espaldas viendo un espectáculo, y además fue muy amigo y luego cuñado de Ignacio Zuloaga.

Al final añado una fotografías de la maqueta de trabajo que hizo Dethomas para La tour de feu, que está en el Bibliothèque nationale de France, departamento Bibliothèque-musée de l’opéra, fotografía que, junto con otras once desde distintos puntos de vista, está en la imprescindible Gallica.

En cuanto a lo más importante, a la crónica, además de dejar constancia de la inclusión de imágenes cinematográficas en el teatro, algo que ya se había realizado en varias ocasiones como recurso escenográfico, es interesante la imagen del faro seccionado en medio de su tempestuoso entorno, sin embargo, Corpus Barga tiene mucha razón en lo que escribe respecto a la difícil interacción entre el decorado real -aunque «de madera y papel» según él- y las imágenes en movimiento de la tormenta, y es notable su último párrafo:

«¿toda irrealidad no es lo contrario de toda realidad, no es pura y sin mezcla?».

Maqueta de trabajo de Dethomas para La tour de feu.
Maqueta de trabajo de Dethomas para La tour de feu.

Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, agosto 2016
Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad

Enrique Barrera · Arquitecto, Diseñador, Interiorista, Director de Arte y profesor en ESNE

“El diseño es el alma de las cosas creadas por el hombre”.

— Steve Jobs

En esta nueva temporada de la sección “baliza” que comenzamos, nos adentramos en el mundo de la televisión, y que mejor forma de hacerlo que de la mano de Enrique Barrera (@ebarrera_). Este arquitecto y diseñador de espíritu inquieto, formado en la ETSAM conjuga su labor docente (como profesor en la UCJC y en ESNE, donde ha sido Director del Grado en diseño de Interiores) con su actual estudio, In Design We Trust, especializado en restauración y televisión.

“El diseño lo es todo. No existe hoy un negocio por bueno que sea que no necesite del diseño para comunicar las excelencias de sus productos o servicios, para transformar en experiencia la visita de su potencial cliente.

Y del profundo convencimiento de la capacidad de poner en valor los negocios y productos a través del diseño nace In-Design-We-Trust. Una empresa que ofrece soluciones totales de Diseño, especializada en restauración y diseño de producto.”

Enrique Barrera es el autor de las reformas de programas actuales como «Pesadilla en la cocina«, de Alberto Chicote, y recientemente el más popular y disparatado restaurante de la televisión: el “First Dates” de Carlos Sobera.

Este trasiego televisivo no le ha impedido cosechar premios de carácter nacional e internacional con proyectos como la promoción de 166 viviendas VPP en la calle Honrrubia 9 (Ensanche de Vallecas, Madrid), la Urbanización del P.A.R. de San Cayetano en Madrid, o la remodelación de la Plaza de Tirso de Molina en Madrid.

¡Pasean, lean y disfruten de la “magia televisiva”!

Entrevista Enrique Barrera | Fotografía: Seber Ugarte
Enrique Barrera | Fotografía: Seber Ugarte

¿Cómo se definiría Enrique Barrera?

Me siento incapaz de hacer tal cosa. Me gusta pensar que soy alguien inquieto, un perseguidor en el sentido cortazariano, cualquier cosa, antes que mirar el paisaje desde la ventana…

Desde su formación como arquitecto y ahora como docente ¿qué opina de los programas y del sistema educativo actual en las escuelas de Arquitectura y Diseño?

Es difícil contestar a esto… La universidad es fundamental, pero opino que lamentablemente hoy en día las instituciones están más preocupadas, en general, de la gestión, de las estadísticas y del número de alumnos que atraen, que de ser la avanzadilla de la sociedad. La universidad debería actuar como un explorador que trabaja para la sociedad, pero sus mecanismos son tan lentos… (generalmente tanto más cuanto mayor es ésta) Cuando al fin pone algo en marcha resulta estar ya obsoleto. Una y otra vez se muestra incapaz de dar respuestas a las inquietudes y necesidades de su propio tiempo.

La universidad que yo entiendo debe marcar el ritmo, proponer, innovar, avanzar a pecho descubierto, aunque a veces no acierte, aunque se equivoque, porque su función no es la de dar soluciones sino la de hacerse preguntas, la de abrir puertas. Según yo lo entiendo una universidad debería trabajar en el lado del vértigo y no en el de la seguridad.

Conozco gente valiosísima, entregados a la causa, deseando dar clase, compartir sus experiencias… tienen tanto que aportar… pero la universidad no les deja sitio. Se premian únicamente otras cosas… doctores, muchas veces con tesis de pomposos títulos que fueron puestos antes siquiera de empezar a investigar sobre temas que apenas interesan a su autor… cosas así.

¿Qué aspectos se podrían mejorar y/o completar?

Muchos, muchísimos. Pero lo más importante, lo único importante, es que lo que se haga se haga de verdad. Que no sea un juego, o mejor dicho, que no sea un simulacro. Que haya riesgo y compromiso. Esto, que puede parecer una trivialidad, o una obviedad, resulta ser lo más difícil.

Hacer arquitectura no es jugar a las casitas. No se trata de producir planos y renders que tengan «apariencia de arquitectura». No se trata de replicar formas que se agarraren a la seguridad del café caliente. Hay que jugar, sí, pero como juegan los niños, olvidándose de comer, resistiéndose a dormir, desollándose las rodillas, porque todo su ser está metido en el juego.

Se trata de arriesgar y desnudarse. Se trata, en las palabras de Lorca que tanto citaba Sáenz de Oíza, de

«quemar el Partenón cada noche para volver a levantarlo cada mañana».

Y si no, no hay arquitectura. No hay nada.

¿Cuál fue el motivo o causa que le llevó a encauzar su vida profesional hacía el “diseño”?

Nunca me lo planteé. De repente estaba allí.

Durante mucho tiempo detesté la palabra diseño. Me sonaba a un postureo superficial, a relamido, a esnobismo. Pero un día reparé en su etimología (siempre la etimología) Diseñar es designar, o sea ponerle nombre a las cosas, separarlas del resto del mundo. Y entonces me pareció que «diseñar» era maravilloso.

De todas maneras creo que siempre he hecho lo mismo, lo único que pasa es que van cambiando los nombres que se le ponen a aquello que haces. Es decir, lo llamas de diferente manera según el ámbito en el que se trabaja, el oficio, pero las operaciones abstractas que se realizan son conceptualmente casi las mismas.

«Lo cierto es que no sé cómo distinguir entre arquitectura, diseño, cine, literatura… ¿no es todo lo mismo?»

Experimentación con alumnos de Esne en cúpulas geodésicas | Fotografía: Carlos García
Experimentación con alumnos de Esne en cúpulas geodésicas | Fotografía: Carlos García

Desde el año 2012 realiza las reformas del programa «Pesadilla en la Cocina”, con Alberto Chicote ¿qué le aporta este contacto con el mundo de la televisión?

Muchísimas cosas, pero principalmente un campo de experiencia impagable, en una profesión donde los tiempos son muy lentos. Muchas veces desesperadamente lentos. El tiempo de una obra en arquitectura abarca con frecuencia varios años. Es frecuente que en el transcurso de la elaboración de un proyecto para un concurso, su adjudicación, la redacción del proyecto de ejecución y luego la construcción del mismo hayan pasados varios años. Tantos que con frecuencia el interés del autor está ya en otro lugar cuando aún está ejecutando dicho trabajo, lo que en ocasiones resulta muy frustrante.

La velocidad de la televisión imprime una agilidad poco frecuente en la construcción, que si bien es mareante y estresante lo cierto es que resulta sumamente interesante. La necesidad de tomar decisiones muy rápidamente agiliza procesos que en ocasiones se eternizan y postergan en la redacción de un proyecto hasta agotar los plazos. Además resulta muy satisfactorio ver el resultado del trabajo en tan corto plazo.

También se desarrolla, o al menos se entrena, una cierta capacidad de analizar situaciones rápidamente, de detectar problemas, de comprender las claves de un lugar, de dirigir la mirada.

Además trabajar mano a mano con un grande de la cocina como Alberto Chicote me ha permitido aprender infinidad de cosas acerca del funcionamiento de un restaurante que resultan fundamentales tener en cuenta en el momento del proyectar. Es sorprendente descubrir que los chefs de este alto nivel se hacen las mismas preguntas y usan conceptos y términos análogos a los usados en arquitectura, sólo que no cargan con el peso de la tradición en su mochila. Se aprenden valiosas lecciones de proyectos escuchándoles hablar y viéndoles trabajar.

Es realmente muy satisfactorio trabajar en un proyecto en el que dos disciplinas diferentes como gastronomía y diseño, se unen para avanzar de la mano enriqueciéndose el uno al otro.

Por último, resulta un ejercicio estimulante el tener que trabajar en muy diferentes registros, pues la naturaleza de la televisión hace necesario que cada proyecto sea distinto a los anteriores. Llevamos más de medio centenar de locales reformados en los que el día que se emite el programa los clientes, son los dos millones de espectadores que esperan con curiosidad encontrar un cambio cada vez diferente.

Enrique Barrera preparando el mural para el restaurante "La Mariña "(Luarca) | Fotografía: Yolanda González
Enrique Barrera preparando el mural para el restaurante «La Mariña «(Luarca) | Fotografía: Yolanda González

¿Cuántas “horas” hay detrás de esos “minutos emitidos” para realizar la reforma? ¿Cómo es el proceso?

Intenso, muy intenso. Esta pregunta me la realizan a menudo, y me doy cuenta de que cuando la contesto, sin quererlo, adultero la respuesta. Justo al terminar de esbozarla reparo en que me he dejado atrás todo lo importante. No sé decir realmente cuánto tiempo ha durado.

La reforma se ejecuta en 36 horas continuas, pero por supuesto, antes ha habido que visitar el local y plantear un proyecto. Es frecuente que se superpongan varios, por lo que resulta casi imposible cuantificar el tiempo que lleva cada una. En mi opinión para que la propuesta funcione tiene que lograr acontecer un verdadero cambio. No se trata de cambiar el color, o vestir las paredes, sino de lograr modificar su naturaleza, resignificar el local, «transformarlo en otra cosa». Eso es algo independiente del tamaño o profundidad de la intervención, y se consigue a base de dibujar y de trabajar en él hasta averiguar cuál es ese cambio que lo ordena todo. A veces ocurre deprisa, pero la mayoría de las veces necesito darle vueltas y más vueltas hasta comprender el local. Y sin embargo entonces resulta casi evidente. Lo demás es oficio.

Por supuesto gran parte depende de decisiones rápidas que se deben tomar en obra, porque como en todas las obras aparecen muchísimos imprevistos, sólo que en tan poco tiempo no se pueden posponer las decisiones o esperar a mañana, así que continuamente hay que derivar a nuevas soluciones el proyecto.

Aunque la temática del programa es referida al mundo de la cocina y restaurantes, ¿no cree que es posible esa reducción de los tiempos del trabajo que realizan puede “confundir” a la sociedad llevándoles a pensar que los pasos “reales” son esos?

No lo creo. A todo el mundo, y en especial a los restauradores les parece casi magia lograr esos resultados en ese tiempo. No lo ven en absoluto normal. Lo que se hace en el programa es una propuesta de cambio de imagen, Es decir, clarificar ideas, proponer un concepto potente capaz de ordenar y significar el lugar y de comunicar al público lo que en esa casa se ofrece. No se trata de una obra al uso terminada al 100%, sino más bien un punto de partida para que el propietario del negocio luego interprete y cierre la obra. Pero de todo modos sí es cierto que en la construcción una buena organización, un equipo eficaz, y sobre todo el manejar conceptos claros desde la concepción del diseño que tengan presente su ejecución desde el origen del proyecto, puede reducir los tiempos en la ejecución de la obra de manera muy significativa con respecto a lo que muchas veces estamos acostumbrados.

Autoretrato tomado durante la reforma de "El mesón de Galicia" (Hamburgo) | Fotografía: Enrique Barrera
Autoretrato tomado durante la reforma de «El mesón de Galicia» (Hamburgo) | Fotografía: Enrique Barrera

Dada su experiencia en el mundo televiso ¿cree que sería factible un programa que acerque la labor de los arquitectos y diseñadores a la sociedad? ¿Y de ser factible cree que sería positivo?

Estoy absolutamente convencido de ello. De hecho llevo intentando desde hace ya varios años, sin éxito hasta el momento, sacar a la luz algunos programas y formatos que hemos desarrollado en el estudio en esa línea. Lo presenté a varias cadenas pero no supe hacerles ver el potencial del formato. No sé si lograré sacar alguno adelante, pero tengo claro que es cuestión de tiempo y coincidencias de intereses que tengan su oportunidad programas de esta índole. Y funcionarán. Es claro que hay un interés creciente desde hace ya unos cuantos años del público en general por el mundo de arquitectura y el diseño. Lo que ocurre es que se presta tan poca atención en los años de formación de la niñez y juventud a estos temas que más tarde el adulto aunque detecta y alimenta el interés por estas disciplinas no tiene palabras para hablar sobre ello ni fundamentos con los que poder discutir, posicionarse. En fin, desean participar pero no tienen herramientas para «ver la arquitectura».

Curiosamente se trataba de formatos que no habían sido casi ensayados y que recientemente han resultado cosechar un éxito que ha sorprendido a las propias cadenas, como es el caso del Chester de Mejide o más recientemente el programa de entrevistas de Bertín Osborne.

Estaría encantado de hablar de estas iniciativas e incluso de que intentáramos ponerlas en marcha desde una plataforma tan interesante como la vuestra.

Sin duda este tipo de programas existirán, es sólo cuestión de tiempo (poco, en mi opinión) que lleguen las condiciones y sensaciones adecuadas a todas las partes necesarias en un proyecto audiovisual para que se produzcan.

En un artículo reciente, Santiago de Molina escribía sobre “vivir sin maestros”, ¿podría radiografiar el panorama actual de la arquitectura y diseño?

Siempre he pensado que esa labor es por definición imposible… Sólo puedes entender lo que pasa… Cuando ya ha pasado. Un sistema no puede comprenderse a sí mismo. Sólo el tiempo y la distancia permite situarte fuera del cuadro y mirar hacia atrás «desde fuera». Desde dentro no se puede comprender nada, como un libro no puede saber lo que porta.

Yo me limito a hacer. Ya averiguaremos después lo que estamos haciendo ahora.

Enrique Barrera | Fotografía: Carlos Valledor
Enrique Barrera | Fotografía: Carlos Valledor

La arquitectura, tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, COAs, ETSAs, emigración, comunicación, etc), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?

Bajo la palabra arquitectura siempre se han agrupado infinidad de temas y perfiles muy diferentes. Creo que eso es parte de su gran interés. Pero el arquitecto trabaja ajeno a estas cuestiones… No se escribe para publicar ni se pinta para exponer. El escritor escribe aunque no le lean. La arquitectura acontece independientemente de las leyes o la situación laboral. Otra cosa es que el panorama sea o no más halagüeño para los arquitectos, pero eso no tiene nada que ver con la arquitectura.

¿Cómo ve el futuro de la arquitectura y del diseño? ¿Y el de la profesión?

El de la arquitectura y el diseño, fenomenal. Como digo, no depende de las circunstancias. Todo se diseña. El de la profesión es otro tema. Está claro que se está redefiniendo la profesión y creo que cada vez para peor para nosotros. Cada vez más ordenanzas, normativas y condiciones que dejan menos lugar al individuo y a la arquitectura.

Pero es como lamentarse de que llegue el mal tiempo. No soluciona nada. Así que no me obsesiona el futuro, pensar en él implica quitarle tiempo al presente, y bastante tengo con sacar adelante lo que hay hoy encima de la mesa. Recuerdo cierta entrevista en la que preguntaban a Giacometti si esos rostros alargados intentaban captar el espíritu del modelo, a lo que el escultor contestó algo como

“¿El espíritu? ¡Ya tengo suficiente con intentar representar su ojo!”

Prefiero por ello recordar aquello que decía Paul Valéry

“que basta observar lo que sucede en un vaso de agua para pasar escribiendo el resto de tu vida”.

¿Qué opina de los que se han ido a trabajar al extranjero?

Lo mismo que de los que se han quedado. Todo el mundo intenta encontrar su lugar. Hoy la «distancia de seguridad» se ha ampliado enormemente. Mucha gente se ha ido «exiliada» con el sentimiento de no tener otro remedio, pero otros muchos lo han hecho porque pueden, porque están preparados, porque han querido ir hacia los lugares donde están ocurriendo las cosas. Me parece estupendo. Habrá algún día en que no tendrá sentido el hablar de ir fuera o quedarse dentro, porque todo será felizmente lo mismo.

Jornada organizada y moderada por Enrique Barrera para ESNE sobre Gastronomía y Diseño bajo el título ¿Dónde Comemos? Autor: Muriel de Gracia Wittemberg (en la fotografía aparecen, de izq a derecha: Arturo Pardos, David Muñoz, Enrique Barrera, Eva Almohacid y Fernando Moral)
Jornada organizada y moderada por Enrique Barrera para ESNE sobre Gastronomía y Diseño bajo el título ¿Dónde Comemos? | Fotografía: Muriel de Gracia Wittemberg (de izquierda a derecha: Arturo Pardos, David Muñoz, Enrique Barrera, Eva Almohacid y Fernando Moral)

¿Qué opina de los arquitectos que emprenden en nuevos campos?

No me sorprende en absoluto. No creo en arquitectos que emprenden en nuevos campos. Es decir, con frecuencia se habla de modo que parece que la condición de ser arquitecto fuera un estado a priori. Un término nítido y unívocamente definido, perfectamente acotado, del que ciertos individuos «se salen» para dedicarse a hacer otra cosa… a pesar de ser arquitecto.

Pero lo cierto es que ser arquitecto implica más que nada una manera de pensar. Una sensibilidad singular hacia lo que nos rodea. No entiendo la diferencia entre un arquitecto, un escritor, un cineasta, un pintor, un dibujante, un ama de casa, un monje budista…

La arquitectura es sólo un oficio. Lo que sí creo es que es la obra quien hace al autor, y el ejercicio de la arquitectura construye a un ser fascinado por el mundo, que en todo encuentra interés.

¿Está contento con su trayectoria profesional? ¿Qué proyectos de futuro le esperan?

Desde luego que no, siempre me siento incompleto, insatisfecho. Siempre la sensación de no haber logrado llevar cada proyecto un poco más lejos. Resulta Inevitable lamentar el terminar los proyectos. No poder perpetuar la emoción de las cosas que aún pueden ser, ese gato de Schrödinger que es el estado natural del proyectar. Conforme se ejecuta el proyecto, coagula, cristaliza, pierde su multiplicidad en favor de una sola realidad y deja cada vez menos sitio a todo lo que pudo ser.

¿Proyectos de futuro? Aparecen cada día. Sólo espero estar abierto a lo que venga para aprovechar cada ocasión como una oportunidad de aprender, de trabajar, de evolucionar, de ayudar, de investigar, de curiosear, de romper, de comenzar, de divertirme, de probar, de equivocarme…

Para acabar, ¿qué le aconsejaría a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?

No soy nadie para dar consejos a nadie. Comparto esa máxima de que lo único que es lícito enseñar es enseñar a aprender.

Pero si tengo que decirles algo, no como profesor, sino como compañero de profesión, de intereses, como compañero de viaje en este tiempo tan corto que nos ha tocado compartir les diría que no se preocupen por la situación, que no escuchen a nadie, que se muestren activos y optimistas, porque la arquitectura no entiende de crisis, ni de gustos, ni de dinero.

Les diría que sonrían y dibujen… dibujen… dibujen…

Enrique Barrera | Fotografía: Carlos Valledor
Enrique Barrera | Fotografía: Carlos Valledor

Enrique Barrera · Arquitecto, Diseñador, Interiorista, Director de Arte y profesor en ESNE
Noviembre, 2016

Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Enrique su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.

Apartamento Tibbaut | RAS Arquitectura

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La intervención se lleva a cabo en un espacio subterráneo, cerca del mar, con apenas iluminación desde el exterior y en un estado previo que presentaba serios problemas de humedad. Aún así, en el interior de un edificio de construcción muy humilde, el espacio, muy reducido, de apenas 55m2, presentaba un aspecto completamente monumental, presidido por dos columnas octogonales de piedra sobre las que se elevaban cúpulas y bóvedas para cubrir el espacio y aguantar el peso de las plantas superiores.

El requerimiento por parte del cliente era crear un único ambiente, pero la monumentalidad de éste, sumada a la escasez de luz natural y visión exterior, condujo la propuesta a, si bien mantener el concepto de un único espacio, hacerlo mediante una mayor complejidad espacial donde se superponen y entrecruzan dos circulaciones: una central, a modo de espacio común sin una función específica; y una perimetral, a través de pequeñas estancias especializadas (dormitorio, vestidor, baño, almacén, cocina y estudio).

Así, ningún paramento llega hasta el techo, y el orden de bóvedas y cúpulas es continuo y visible desde cualquier punto; pero por debajo, hasta la altura marcada por el arranque de las cúpulas, la visión es parcial, interrumpida por los tabiques, creando así expectación ante lo que hay más allá, al otro lado, conformando un mundo interior propio, donde una reducida paleta de materiales; suelos y paramentos existentes revestidos de blanco para rebotar y reflejar toda la luz que pueda entrar a través de las escasas aberturas; y madera contralaminada de pino, en contraste con las superficies existentes revestidas para destacar todo lo que queda en medio del espacio, queda a la espera de la invasión de colores y texturas de las pertenencias de los futuros usuarios.

La obra ha sido lenta, la falta de ventilación y de aperturas al exterior provocaba que el proceso de secado de los materiales se dilatara en el tiempo; fue necesario proyectar y construir un suelo elevado de varias capas para asegurar su impermeabilización y aislamiento; todos las superficies y techos tuvieron que ser selladas con morteros impermeabilizantes de doble acción para impedir la entrada de humedad; se implementó un sistema de suelo radiante y de ventilación forzada conectada a una máquina deshumidificadora para controlar el nivel de humedad interior.

Pero poco a poco los materiales fueron secando, el salitre fue desapareciendo, y al quitar las luces de obra, y ya entrados en verano, pudimos comprobar que la luz natural entraba y rebotaba y creaba un espacio muy agradable y confortable, sin rastros de humedad, y que daba la impresión de ser bastante más grande de sus escasos 55 m2.

Obra: Apartamento Tibbaut
Autor: RAS Arquitectura
Lugar: Barcelona, España
Ingeniería: Marés ingenieros
Estructuras: Sustenta
Proyecto: 2014
Obra: Enero/Junio 2015
Cliente: Privado
Área construida: 55m2
Fotografía: José Hevia
+ rasarquitectura.com

Publicaciones

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futuro imperfecto, fundación Arquia. 2016
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Rafael Moneo, coraje y convicción

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El Museo de Arte Romano de Mérida, El Kursaal de San Sebastián y otras obras importantes son mostradas hoy por Rafael Moneo, el único premio Pritzker de Arquitectura nacido en España y maestro de varias generaciones de arquitectos nacionales e internacionales.

Obtiene el título de arquitecto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, donde se graduó en 1961. Durante sus estudios colaboró en varios proyectos con Francisco Javier Sáenz de Oiza (1956-1961). Trabajó a continuación durante los años 1961 y 1962 en el despacho de Jorn Utzon en Hellebaek (Dinamarca), el autor del famoso edificio de la ópera de Sídney.

En 1963 recibió una beca de dos años para estudiar en la Academia de España en Roma, estancia que tuvo gran influencia sobre su trabajo posterior. Volvió a España en 1965 y fue en primer lugar profesor adjunto en la Escuela de Arquitectura de Madrid (1966-1970). En 1972 ganó la Cátedra de Elementos de Composición en la ETSAB, lo que le llevó a vivir durante casi diez años en Barcelona, hasta que en 1980 ganó la oposición a catedrático de composición en la Escuela de Arquitectura de Madrid, que abandonó tras unos años de ejercicio.

Carles Martí y el María Moliner | Luis Gil Pita

Diccionario de uso del español. 3ª ed. María Moliner
Diccionario de uso del español. 3ª ed. María Moliner

Me perdonaréis y en especial a quien en el fondo dedico estas breves palabras, la nada científica aproximación de estas líneas a la “arquitectura escrita” de Carles Martí. Con toda seguridad, su rigor y  extremo pudor nunca admitirían un texto como el presente. Aún así, en esta ocasión voy a contradecir al profesor…

Como tantos otros, tuve la breve oportunidad, y gran suerte de encontrar en la figura de Carles Martí la orientación y los consejos como referencia, al comienzo de una investigación y tesis. Fue nuestro primer encuentro una reunión en su estudio de Barcelona, de la que guardo un agradecidísimo recuerdo tanto por lo humano de su atención como por las sinceras opiniones y directo enfoque en torno al tema que yo intentaba presentar a estudio. Hablamos de las pautas y ritmos de este tipo de trabajos, de la amplitud de lo abordable, del extremo peligro de escoger temas genéricos, y ya que este joven arquitecto iba camino de Holanda, por culpa del tema que había escogido, de la traición de J.J.P. Oud al Movimiento Moderno…

Recuerdo, todavía hoy y de manera frecuente todos sus consejos,  aunque el más básico, casi un latigazo sotiano, lo tengo presente cada día de práctica profesional y muy especialmente cuando llega la hora de escribir (en concreto, y como excepción, hoy no seguiré su consejo) sobre cuestiones ligadas a la arquitectura. Con todo  cariño y atención me recomendó ya que era la hora del inicio del trabajo, conseguir un buen diccionario, quizás el María Moliner, me explicó. Allí entrarás en contacto con la etimología y la semántica, con el lenguaje más breve y básico,  denso y conciso de los significados aislados de las palabras, sin contaminación, que hayan de componer los párrafos y sentencias más amplias por venir para organizar las ideas y lo que en realidad se quiere expresar.

Carlos Martí Arís, arquitecto
Carlos Martí Arís, arquitecto | Fuente: upc.edu

En un único disparo, me había puesto en las manos la pista más importante, fiarse del origen y sentido primero de las palabras con las que vamos a trabajar, antes y al mismo tiempo, de estudiar los datos, de investigar los acontecimientos, como diciendo el resto importa, pero ya no tanto, si al comienzo está todo más claro. Carles Martí buscaba en aquella solo aparente obviedad, la de ir a buscar a un diccionario, un redescubrir constante de lo básico, a la manera de Cornelis van Eesteren, que se regalaba como una llamada de atención. Atención dirigida para arrancar con calma y perspectiva centrada en lo realmente importante, las palabras y el pensamiento sosegado… El diccionario como punto de partida, como matemática liberada de la vanidad de la literatura, gramática inicial, caminar antes que correr.

Pasados bastantes años éste -entre otros de sus muchos consejos- sigue igual de vivo, con la única diferencia de que ahora suelo acompañar el uso constante del citado María Moliner, con otro diccionario para mí básico, ya tan importante como el anterior: cualquiera de los textos académicos, científicos o de divulgación firmados y/o prologados por Carles Martí. La obra escrita de Carles Martí es para los estudiantes y arquitectos de las tres últimas décadas sinónimo de calidad, densidad y profunda honestidad. Textos narrados como si fueran todos, pasos unos detrás de otros, esclarecedores y seguros espacios de tránsito por el oficio y los verdaderos temas de fondo y preocupación continua a la tarea del arquitecto.

En un breve repaso a su bibliografía resulta imprescindible la relectura de su clásico “Las variaciones de la identidad” de Ediciones Serbal y también la del cuerpo editorial de la revista 2C, en especial la del ya famoso y tantas veces fotocopiado nº22 de 1985 entorno a “la Línea dura del Racionalismo” que tan bien viene para hacer pie en estos tiempos…

Carlos Martí Arís, en el acto de distinción como 'magister honoris causa' | Fuente: upc.edu
Carlos Martí Arís, en el acto de distinción como ‘magister honoris causa’ | Fuente: upc.edu

Son también fundamentales cualquiera de las colecciones o publicaciones del Departamento de proyectos arquitectónicos de la UPC, de las que Carles Martí ha sido redactor y en los que aparecen siempre textos y temas escogidos relacionados con lo imperecedero en arquitectura, como reflexión siempre crítica a los problemas de la contemporaneidad que nos ha tocado habitar. De igual forma,  tampoco cabría mejor dirección que la suya para la ya amplísima colección Arquitesis de la Fundación Caja de arquitectos.

Para acabar este, somero y sucinto repaso, no podemos dejar de citar el que para una generación de arquitectos -en la búsqueda del perdido oficio- es uno de los textos capitales de la pasada década, el publicado inicialmente en el Circo nº 93 como  “La Cimbra y el Arco”. Una condensada y crítica dosis de pensamiento sobre la importancia relativa, secundaria y auxiliar de la inflacionada reflexión en arquitectura, en relación a la verdadera cuestión que debe ocupar al arquitecto, la de la construcción, en su más profundo sentido. Un texto que cruza en diagonal tantas cuestiones de peso, presentándolas casi sin citarlas, que cada una de sus relecturas se vuelve  una lección diferente.

Finalmente -a pesar de lo personal de estas palabras- me quedo tranquilo al saber que cada vez que entro en un texto de Carles Martí, lo hago con la total tranquilidad de que allí uno encuentra la radicalidad, la ciencia y la sencillez con la que el María Moliner nos abre y regala cada palabra para luego poder componer el mundo… un mundo seguramente menos importante.

Luis Gil Pita, arquitecto
Santiago de Compostela, enero 2009

Texto publicado originalmente en el blog de la desaparecida biblioteca del COAG.

Bibliografía.

Martí Aris, Carles con Xavier Monteys Edt 2C Construcción de la Ciudad. La linea Dura, El ala radical del racionalismo 1924-34. Barcelona. 1985

Martí Aris, Carles y varios. Las formas de la residencia en la ciudad moderna. Edt E.T.S.A.B.  Barcelona 1991.

Martí Aris, Carles. Las  variaciones de la identidad. Edt Serbal Barcelona. 1993.

Martí Aris, Carles. Las  variaciones de la identidad. Fundación Caja de Arquitectos. 1994.

Martí Aris, Carles Edt DPA. La casa Binuclear según Marcel Breuer. Barcelona. 1997.

Martí Aris, Carles. La cimbra y el arco. Circo nº 93 Edt Emilio muñón, Luis Moreno Mansilla, Madrid. 2002.

Martí Aris, Carles La Cimbra y el arco. Recopilación de artículos. Fundación caja de arquitectos. Barcelona. 2005.

Mirillas y telescopios | Miguel Ángel Díaz Camacho

Oslo Museum de Sverre Fehn | Fotografía: MADC, Oslo, julio 2014.
Oslo Museum de Sverre Fehn | Fotografía: MADC, Oslo, julio 2014.

La mirada recorre la ciudad contemporánea un poco perdida entre señales, asfalto, muros y rótulos luminosos: superficies impermeables. El sistema también muestra huecos inaccesibles como la ventana ajena desde la que poder sentirse discretamente observado. El ojo urbano apenas penetra un par de metros en los escaparates, el interior de un vehículo, el negro tras la ventanilla de los kioscos.

Sin embargo, la construcción de la ciudad exige la consideración de la fisura, la mirada permeable, la calle como instrumento de observación errante.

En 2007 Sverre Fehn amplía con un pabellón cuadrado e independiente el edificio de oficinas para el Norge Bank (Oslo 1830), adaptando las salas a su nuevo uso como Museo de Arquitectura y sirviendo la ampliación como espacio de exposiciones temporales. El delicado pabellón de vidrio se rehúnde y retira de las calles adyacentes mediante un jardín, un muro de hormigón y una galería perimetral exterior.

La instalación de una serie de troneras en el muro permite observar desde la calle las exposiciones sucesivas, bien en el interior del pabellón, bien en la galería exterior, convertida entonces en el verdadero lugar expositivo: un intermedio. O dos.

El mecanismo se presenta como el revés de la ventana, su otro lado, la mirilla exterior desde la que avistar el adentro. Como un periscopio invertido, la exposición inferior se desvela tanto para el espectador urbano como el visitante del museo: la galería habilita sus posiciones simétricas.

Ciudad y galería, pabellón y jardín exterior, los espacios se suceden y nos transbordan desde el afuera como transeúntes de una ciudad permeable, la ciudad transigente, la ciudad horadada a través de mirillas y periscopios.

Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Febrero 2015.
Autor de Parráfos de arquitectura. #arquiParrafos