viernes, marzo 7, 2025
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Reforma de vivienda, Caja de pie, caja tumbada | Ignacio Olite Arquitectos – Los Arcos Gaztelu

La vivienda reformada se sitúa en el casco histórico de Pamplona. Se trata de un espacio privilegiado con, nada menos, cuatro ventanas balconeras a una calle principal de la ciudad, construido hace más de 100 años, cuando la contribución urbana se pagaba en función del número de ventanas que asomaban al espacio público.

De altura casi palaciega, sus generosas dimensiones son el resultado de la yuxtaposición de dos crujías típicas del parcelario gótico: una, muy profunda, con patio de luces al fondo que es, más bien, una grieta de ventilación, y otra, más corta, de una sola orientación.

Un recio muro de carga separa longitudinalmente ambos espacios y provoca el paso de las estancias de día a las de noche. El muro es soporte estructural y frontera de la vida diurna y nocturna. Una frontera siempre habitada, horadada a lo largo de los años por nichos, puertas y pasos, uno de los cuales, angosto y señalado con arco de medio punto, es la transición entre el habitar privado y el de la intimidad. Cruzarlo se convierte en una acción cotidiana consciente.

La profundidad de las crujías y la ausencia real de una doble orientación obliga a valorar la luz que llega desde las ventanas de la calle y a canalizarla según la forma, el uso y la dimensión del espacio que iluminan.

Siguiendo una cierta analogía “postural”, se instalan, respectivamente, una caja – contenedor “de pié” y otra “tumbada”. La posición de cada una de ellas intenta, por una parte, introducir la luz en un fondo de vivienda francamente oscuro. La primera caja, la de la zona de día, forma, junto al muro colindante, una “geoda” metálica como lugar de la cocina, que atrapa el esquivo elemento. La segunda, en su posición tumbada, permite el paso de la luz a través del espacio que se libera entre ella y el techo.

Ambos contenedores, construidos en madera de nogal, reconocen el espacio preexistente y lo articulan. El primero, la caja “de pié”, actúa como el alma del violín: da la escala de la excepcional altura de la casa tocando su suelo y su techo. Se habita desde su perímetro porque reordena, en torno a sí, la luz, los espacios y los usos.

Al otro lado del muro, la caja se recuesta para ser habitada en su interior y a través de ella. La luz de las ventanas atraviesa los dormitorios y la caja, y salta por encima de ésta para alumbrar lugares que antes no existían.

Obra: Reforma de Vivienda _ Caja de pie, Caja tumbada
Autores: Ignacio Olite Arquitectos + Los Arcos Gaztelu (Ignacio Olite Lumbreras – Koldo Fdez. Gaztelu))
Arquitectos Colaboradores: Álvaro de Pascual Orradre, Amaia los Arcos Larumbe, Leticia Elizalde Hualde
Emplazamiento: C/ Chapitela, 20. Pamplona, Navarra
Fecha Inicio / Fin 05/03/2020 – 18/12/2020
Cliente: Privado
Superficie construida 149,85 m2
Presupuesto: 99.760,30 € (PEM)
Constructora: DREAN Construcciones y Reformas S.L., Navarra
Carpintería: Puertas Santesteban S.L., Navarra
Fotografía: Pedro Pegenaute, Fotógrafo| Ignacio Olite y Koldo Fdez. Gaztelu. Arquitectos
+ losarcosgaztelu.com

REBUILD reconocerá los proyectos más innovadores del sector de la edificación en los Advanced Architecture Awards 2021

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REBUILD premiará un año más a aquellas empresas o proyectos que apuesten por la innovación, transformación y disrupción en el sector de la edificación Experiencia de usuario, digitalización, industrialización o sostenibilidad son algunas de las categorías a las que los interesados podrán inscribir sus proyectos

REBUILD reconocerá los proyectos más innovadores del sector de la edificación en los Advanced Architecture Awards 2021
REBUILD reconocerá los proyectos más innovadores del sector de la edificación en los Advanced Architecture Awards 2021

La crisis sanitaria ha puesto de relieve la necesitad de implementar nuevos procesos y nuevos modelos de negocio. En cuánto tiempo puede construirse un hospital, cómo debe ser una casa eficiente en términos de salud o en el empleo de ciertos materiales son algunos de los temas que se debatirán en REBUILD 2021, el evento de innovación para el sector de la edificación que tendrá lugar del 21 al 23 de septiembre en Madrid. Bajo este contexto de incertidumbre y cambios acelerados, la innovación se vuelve más clave que nunca, y por eso, REBUILD premiará un año más la innovación aplicada a la edificación a través de los Advanced Architecture Awards 2021.

A través de estos premios, REBUILD pretende poner de relieve el trabajo, esfuerzo y liderazgo de todas las empresas y profesionales que apuestan por la innovación y la disrupción. Estos galardones reconocerán la creación de nuevos materiales, el desarrollo de productos alternativos, los sistemas de edificación que vayan en la línea de la sostenibilidad o aquellos procesos que favorezcan a una industrialización de su producción.

En palabras de Gema Traveria, directora de REBUILD,

“la innovación es más imprescindible que nunca en nuestro sector para seguir apostando por la industrialización, la sostenibilidad y la eficiencia de los edificios. Desde REBUILD siempre queremos transmitir el mensaje de la necesidad de poner en marcha proyectos innovadores, y por ello queremos reconocer a todos aquellos valientes que se hayan atrevido a llevarlos a cabo”.

Los Advanced Architecture Awards 2021 están dirigidos a todos los profesionales, expertos, académicos, técnicos, agente público, agente de arquitectura o ingeniería que apuesta por la innovación y la mejora de procesos en el ciclo de vida de cualquier actividad dentro del sector de la construcción y la edificación. Los galardones se dividen en cinco categorías diferentes:

• Innovación de producto, material o sistema: el premio está destinado a reconocer las propuestas que se centran en crear una mejora de competitividad, costes y nuevos formatos para un Rebuild es un evento de: desarrollo sostenible, con especial atención a aquellos proyectos que apuestan por la construcción circular.
• Proyecto de interiorismo y experiencia de usuario: el galardón está destinado a reconocer la mejor creación y gestión de la experiencia de cliente como un proceso interactivo y multidimensional entre una edificación en fase de proyecto, obra y rehabilitación y una persona-cliente-usuaria de ese entorno.
• Proyecto de digitalización o apuesta tecnológica en la edificación: reconocimiento a una obra o proyecto que se haya ejecutado con las últimas tecnologías, demostrando así una evolución del sector tradicional de la construcción al sector de la construcción 4.0.
• Proyecto de sostenibilidad, descarbonización o mayor autogeneración de energía en un edificio: esta categoría premia el proyecto de sostenibilidad, descarbonización o mayor autogeneración de energía en un edificio, aplicable a las áreas de climatización, agua, electricidad, uso de energías renovables y la reducción del consumo energético que ayuden a cooperan en el hábito del usuario por consumir lo imprescindible.
• Proyecto de construcción industrializada: este galardón reconoce el liderazgo dentro del sector de la construcción 4.0, entendida esta como la aplicación de los conceptos de construcción seca, rápida, precisa y económica.

Todos aquellos que quieran presentar sus candidaturas para los Advanced Architecture Awards 2021 podrán hacerlo hasta el próximo 3 de septiembre de 2021. En la pasada edición se recibieron más de 190 candidaturas, en los que se reconoció el trabajo de compañías como FINSA, IaaC, Territori 24, RoldánBerengué arquitectos y Studio Banana. Los ganadores se darán a conocer el 22 de septiembre en IFEMA.

Las empresas que quieran inscribirse a los premios pueden hacerlo aquí.

Viajes de arquitectura | José Ramón Hernández Correa

Un arquitecto tiene que viajar, y tiene que hacerlo siempre: Cuando está estudiando, para ver qué hicieron los maestros, y cuando ya ha construido, para ver cómo lo hicieron sus colegas.

La arquitectura se transmite por dibujos y por fotografías. Hoy se reproducen y difunden con una gran calidad y profusión. Y para alguien que tenga la mente entrenada, el examen de los planos y de las fotos sirve para construir el edificio en la cabeza. Se entiende una doble altura, se comprende un espacio que queda detrás de ella, y cómo se estrangula, o como el techo baja de repente de una sala a la siguiente. La mente del arquitecto está entrenada para reconstruir el espacio arquitectónico con plantas y secciones. Sabe hacerlo muy bien. Y si además esas intuiciones espaciales pueden ser confirmadas con un extenso reportaje fotográfico, pues mucho mejor.

Y, sin embargo, cuando uno ve un edificio en personaen carne y hueso, nunca es exactamente como se lo había imaginado.

Es muy posible que las condiciones geométricas y topológicas sí respondan a lo que uno había previsto, pero hay muchas otras dimensiones arquitectónicas, imponderables, que no hay forma de comunicar, y que es necesario experimentar en persona.

Carpenter Center, Cambridge, USA, Le Corbusier

Recuerdo que cuando visité el Ayuntamiento de Säynätsalo, de Alvar Aalto, edificio delicioso, una de las cosas que más me gustaron fue el ambiente tibio y el olor de las salas, especialmente de la galería acristalada al patio. No sabría explicarlo. Me sugirió comodidad, amistad, cariño, y al mismo tiempo eficiencia. Me habría encantado trabajar allí. Algo parecido me sucedió en el Ayuntamiento de Hilversum, de Dudok, donde además di con un funcionario que amaba Toledo.

Muchas de las cualidades de esos espacios ya las habíamos adivinado en las fotografías, pero el hecho de estar allí las multiplica. El olor a madera, a barniz, a limpio, la temperatura, la ventilación, la luz, el sonido… Es una experiencia múltiple que no podíamos ni sospechar.

Empire Estate Building, N.Y., Shreve, Lamb and Harmon

Otras veces nos engaña la escala, como me pasó en el estudio de Frank Lloyd Wright en Oak Park, Illinois, mucho más pequeño de lo que me había imaginado, y con el techo de la entrada bajísimo.

Seagram Building, Nueva York, Mies van der Rohe

Viajar para ver edificios es una manera de ir en busca de viejos amigos y de viejos maestros, a quienes hemos admirado y querido desde hace tiempo, pero a quienes no conocíamos en persona. Cuando se produce el encuentro, es similar a cuando se «desvirtualiza» a un amigo de las redes sociales: Le conocemos, hemos gastado bromas, nos hemos reído con él, sabemos cómo piensa sobre muchas cosas, pero no conocíamos su voz, su olor, sus gestos, su forma de dar la mano o de abrazar.

Ves el Seagram y dices:

«Yo a ti te conozco, amigo». (Después el conserje -ninguno tan borde y tan autoritario como el del Chrysler Building– te deja o no te deja pasar de esta línea, o te echa del vestíbulo, o te prohíbe hacer fotos, o lo que le dé la gana, y tú piensas: «¿Pero por qué? ¡Pero si este edificio es mi amigo!»

Y se lo intentas explicar. Y él te dice que sí, que sí, que por aquí se va a Madrid, lo que además, en este caso, es cierto: Por aquí se va a Madrid. Hala, fuera, patán).

Viajé a la casa La Roche-Jeanneret sin preparar nada, a lo loco, y la encontré cerrada por vacaciones. Y no sólo eso, sino vallada a distancia de tal forma que no se podía ver ni siquiera por fuera. Estaba allá, al fondo, en un rincón, y no pude ni aproximarme a ella.

Y viajé a la casa Schröder, también a lo loco, y en la entrada me dijeron que debía haber reservado y concertado la visita, y que como no lo había hecho no tenía plaza. Al menos esta casa sí que la podía ver por fuera. Pero entonces apareció el grupo que tenía reservada la siguiente visita y presentaba tres bajas (Dios misericorde); y me acogió como una madre amorosa.

Santuario de Aránzazu, Oñate, Guipúzcoa, arquitectos Oiza Laorga, con algunos de los mejores artistas españoles del s.XX.

Uno disfruta muchísimo de sus viajes de arquitectura, pero, además de la experiencia puramente arquitectónica, tan enriquecedora y formativa, con lo que se queda uno al final es con otras experiencias tan enriquecedoras y formativas o más.

Santa María del Naranco, Oviedo, visita conjunta con San Miguel de Lillo

* Al ir hacia el Guggenheim de Nueva York me crucé con una señora muy mayor (una anciana) corriendo por Central Park con chándal y encima un abrigo de visón (collar de perlas, uñas pintadísimas).

* Llegamos en domingo a la Biblioteca de Seinäjoki, y el director no sólo nos esperaba (allí estaba con su bicicleta), sino que, para nuestra sorpresa, había instalado un televisor en la sala de lectura porque España jugaba un partido del Mundial de Fútbol de Corea. Semejante amabilidad nos llegó al alma a todos, y fue perfectamente coherente con la calidez y el afecto de los espacios de la biblioteca y con la obra de Alvar Aalto. (Le regalamos mi novela La Hoja Desnuda, que acogió con muy bien fingido interés. Quién sabe: Igual está ahora en las estanterías de tan señero edificio).

* El barrio Kiefhoek, en Rotterdam, me emocionó, y más porque era de lo primero que había dibujado en la escuela (en Dibujo Técnico), y justo después me emocionaron unos mejillones al vapor que estaban muy suaves, deliciosos, y tras ese festín me impactó (¡y cómo!) que intentando ir al barrio Spangen me sorprendiera un diluvio. Entre que iba un poco perdido y que caía la mundial desistí, y me subí al primer tranvía que vi, fuera a donde fuera, por salvarme, y di vueltas como un tonto hasta que escampó, y salí a un Rotterdam extraño, en un estado de desorientación total.

Podría seguir contando anécdotas, porque cada vez que intentamos ver un edificio nos damos cuenta de que la arquitectura no es un hecho aislado. Como reza el lema de mi blog, quien sólo sabe de arquitectura no sabe de nada, ni siquiera de arquitectura; y a quien al hacer un viaje de arquitectura sólo le interese ver arquitectura está apañado. Y es que nadie puede pretender ver edificios sin atender a otras cosas, sin fijarse en la gente, sin ver el mundo. Es todo eso lo que nos forma, más que la arquitectura.

También aprendemos en los viajes de arquitectura (se me olvidó decirlo antes) que las fotos de los libros y de las webs a veces son demasiado truquistas y mentirosas en su afán de adulación, y que esa magnífica casa que hemos visto siempre sola, con una tranquila pradera delante, tiene un Burger King a un lado y una parada de autobuses al otro, que los fotógrafos evitan concienzuda y sistemáticamente; y la pradera siempre está llena de gente que sube o baja de los autobuses y entra o sale del burger. Esa gente tampoco sale en las fotos, que se hacen en excepcionales (y forzados) momentos de placidez. De manera que la serenidad y la paz que muestran es falsa y mentirosa: La casa en cuestión no domina tranquilamente el entorno, sino que está acoquinada por él.

Pero nada de eso tiene que ser una pena, ni debe producir una decepción. Está bien ver el burger y la parada, y la gente, y el bullicio, porque así es ese edificio que nos apasiona, y no como lo fotografían los de las revistas, que le ponen preservativo a la cámara. Y es que no existe el edificio puro, perfecto, virginal, ni un edificio es un museo muerto, ni está bien que todos los cachivaches estén ordenados, como tampoco está bien que sobre la mesa del salón haya tres revistas perfectamente apiladas, paralelas a sus bordes, menos una (con portada en colores rojos), girada treinta grados exactos. No. La vida no es así, y la arquitectura tampoco lo es.

Si os parece bien lo dejamos aquí por hoy, y para la próxima os propondré un decálogo de por lo menos cinco o seis puntos a tener en cuenta en los viajes de arquitectura. A ver qué os parece.

José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · marzo 2015

Max, el extranjero | epR

El dibujante Max, retratado en su casa de Mallorca | Fotografía: Caterina Barjau | Fuente: El País

Hace tiempo que Max dejó de ser el hombre detrás de El Víbora, el melenudo subversivo que en los años setenta vendía cómics autoeditados por las calles de Barcelona. Pero algo queda de aquel admirador de Crumb y su Zap Comixal menos, las ganas de mirar hacia fuera.

Así, mirando con atención, dejó que su dibujo se contagiase de corrientes lejanas: la línea clara, tan belga y tan ajena a Crumb, se convirtió en la base de su trabajo a partir de los años ochenta. Y si bien esto lo convierte en uno de tantos bisnietos de Hergé, Max subraya que él prefirió mirarse en el espejo de otros belgas que reinterpretaron ese estilo, como el malogrado Yves Chaland o Ever Meulen.

Pero Max , con el paso de los años, ha ido mirando cada vez más lejos. En algunos de sus dibujos hay algo del gran Elzie. C. Segar; en su sentido del humor hay mucho de Georges Herriman; hay surrealismo y dadaísmo, porque sin ellos no se comprende Bardín el superrealista. E insistió en este camino singular e íntimo, haciendo que sus ilustraciones trasluciesen su interés por gigantes como Herman Melville, Gilbert Keith Chesterton, Joseph Conrad o Kafka, por los presocráticos o la filosofía oriental.

Todo esto hace de Max un autor diferente, un extranjero allá donde va. Un ilustrador apátrida que dio su último giro al destripar en diferentes blogs su proceso creativo.

Interesante, sin duda, para los críticos pero ante todo terapéutico para los compañeros de profesión.

El primo Ramón
Barcelona, verano 2021

Otro material:

 

Josep Lluís Mateo. Huellas. Escritos 2005-2020

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«En este presente continuo en el que transitamos, veíamos la presencia de estos textos como una sucesión de huellas que con el tiempo dejábamos en el territorio. La línea general, la trayectoria, no es algo que aquí nos interese, sino simplemente señalar unos trazos a contrastar con los nuevos los nuevos lugares que -esperamos- debamos transitar».

Este libro reúne una selección de textos sobre arquitectura del reputado arquitecto e intelectual español Josep Lluís Mateo. Publicados de forma escrita o extraídos de conversaciones y conferencias, en esta nueva edición se incluyen artículos de diferente extensión, así como entrevistas que abordan cuestiones sobre los elementos, los contextos ambientales y urbanos, sobre sus propios proyectos. Los textos, acompañados de imágenes, no se presentan en orden cronológico, sino por temas, a fin de inspirar nuevas conexiones gracias a su yuxtaposición.

Consolidación y Restauración de la Torre Espioca de Picassent | el fabricante de espheras

Consolidación y Restauración de la Torre Espioca de Picassent | el fabricante de espheras ©Milena Villalba, 2020

El Castillo-Torre de Espioca es Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento desde 1993 y en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano. Además, está incluido dentro del Inventario de Yacimientos Arqueológicos de la Conselleria de Cultura de la Comunidad Valenciana.

La técnica constructiva está íntimamente ligada al carácter de la construcción. Las estructuras de carácter defensivo en la época musulmana se caracterizaban por el uso de la tapia como técnica constructiva principal. Esta construcción se realizaba con materiales y mano de obra de la zona, cosa que nos habla de la economía de recursos y de la sostenibilidad, como es el caso de la Torre Espioca.

En sus muros podemos encontrar claros vestigios de la técnica constructiva de la tapia en el periodo islámico que muestran la forma de vida de la sociedad de la época y de la finalidad claramente defensiva de la torre. Por tanto, resulta necesario conservar todas estas huellas e improntas (las marcas y la métrica de las tapialadas, los huecos de las agujas de la construcción o las costillas) para posibilitar su interpretación futura.

El presente proyecto tiene como objetivo la consolidación y restauración completa de la Torre de Espioca de Picassent y la consolidación de los posibles hallazgos arqueológicos.

• Analizar y profundizar en los sistemas constructivos y materiales empleados en la construcción de la torre y definir un criterio de conservación adecuado a la puesta en valor de este patrimonio defensivo.

• Esclarecer sus etapas constructivas y plantear una hipótesis histórica que se contrastará con los datos obtenidos durante las próximas obras. Se plantarán actuaciones que contemplen la recuperación de los valores históricos que encierra el monumento, permitiendo su legibilidad.

• Estudiar el nivel de deterioro del monumento y establecer un diagnóstico que permita evaluar el estado de conservación del inmueble.

• Mejorar las condiciones de estabilidad estructural, planteando la recuperación de los elementos de arriostramiento de la torre que se han perdido.

• Consolidar y restaurar los paramentos interiores y exteriores de tapia árabe que configuran la torre, así como el basamento inferior.

No es posible abordar los trabajos, sin estudiar en profundidad tanto el monumento visible como los posibles vestigios ocultos que pueda haber bajo el montículo existente en el entorno inmediato de la torre. Por ello, se realiza una primera fase del seguimiento arqueológico para obtener datos relevantes de antiguas construcciones que se debieron erigir alrededor de la torre y que configuraban su imagen exterior.

Se realizará una consolidación estructural y una restauración de la materia de la Torre Espioca de Picassent. Con ello, se pretende dotar de estabilidad al conjunto y recuperar y mantener las estructuras históricas de gran valor que todavía se conservan.

La estructura muraria de la torre todavía conserva trazas propias de su tipología constructiva tradicional, por lo que se busca recuperar dichos oficios, técnicas y materiales tradicionales para devolver la estabilidad perdida al conjunto. Para ello, se ha optado por la utilización de los materiales que ya se utilizaban en la época árabe para la construcción de este tipo de edificaciones defensivas, siempre diferenciando claramente la intervención de los elementos originales, estableciendo como prioridad la conservación del bien y el diálogo entre materiales y como premisa de la intervención la conservación y visibilización de las distintas fases históricas del monumento.

Es necesario acometer la consolidación y atado de las grietas existentes. En las más importantes será necesario realizar un cosido en la tapia para asegurar la solidarización de ambos externos de la grieta.

Los paramentos, se limpiarán y consolidarán todos ellos, prestando especial atención a las huellas propias de la construcción de la tapia, tales como agujas, líneas de tapialadas, costales…

El acceso a la torre se realizará por el hueco de acceso original. El acceso será posible mediante una escalera metálica realizada con dos zancas ancladas suelo sobre las que se colocará un peldañeado formado por una chapa metálica plegada que llegará hasta la cota de acceso a la torre y se adentrará en ella.

Se atarán los muros mediante la creación de nuevos forjados con un perfil perimetral y un entrevigado de madera calado, dejando pasar la luz desde la parte más alta hasta el acceso. La comunicación vertical se realiza con una escalera lineal con la misma materialidad que el forjado.

Además, también se considera necesaria la adecuación del entorno y del acceso a la propia torre, mediante el convenio de cesión que se está tramitando por el cual se cede el uso de monumento de titularidad privada durante 50 años y que se materializará en el futuro. Este trámite junto con la restauración de la Torre supondrá un punto de partida para la recuperación de su entorno inmediato, de gran interés, en el que se podrá devolver la conexión histórica entre este elemento patrimonial y la población de Picassent, así como potenciar su valor paisajístico y documental.

La actuación representa una oportunidad de actuar en un entorno de gran valor paisajístico rodeado de vías de comunicación históricas y monumentos de gran interés artístico arquitectónico como la torre Espioca de Picassent.

Obra: Consolidación y Restauración de la Torre Espioca de Picassent, Valencia.
Arquitectos/as o estudio de arquitectura: el fabricante de espheras, coop. v. (Pasqual Herrero Vicent, Fernando Navarro Carmona, Eduardo Jose Solaz Fuster, Maria Amparo Sebastiá Esteve)
Año finalización: mayo 2020
Superficie Construida: Interior Torre: 48,51 m2. Ámbito exterior: 98,52 m2
Ubicación: Polígono 42, Parcela 386.La Coma. Picassent (Valencia). España.
Colaboradores/as:
Víctor Muñoz Macián, Anna Morro Peña, María Pitarch Roig, Andrea Gargallo Manota, Sara Juanes Herrera, Yasmina Juan Osa, Francisco Piñó Alcaide, Elisa García Capilla, Jorge Juan Roy Pérez, Sergio Estruch González
Cliente: Generalitat Valenciana. Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport
Arquitecto/a técnico: Fermin Font Mezquita
Constructor: Llop Proyectos S.L.
Fotografía: Milena Villalba
+ elfabricantedeespheras.com

REBUILD 2021

· Del 21 al 23 de septiembre REBUILD reunirá en IFEMA a 200 firmas expositoras que mostrarán sus últimas soluciones para el sector de la construcción.
· El Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0 contará con más de 260 expertos compartirán los proyectos más innovadores del sector.

REBUILD 2021
REBUILD 2021

REBUILD 2021 se celebrará el próximo mes de septiembre en IFEMA con el objetivo de convertir el sector de la edificación en el tractor de la recuperación de la economía española. Durante tres días, el evento de innovación para los profesionales de la edificación abordará las nuevas tendencias en tecnología, las soluciones y materiales más sostenibles, los sistemas constructivos
industrializados y modulares, así como el diseño más vanguardista que marcará el futuro del sector.

Los profesionales de la edificación se reunirán en REBUILD 2021, del 21 al 23 de septiembre, para establecer la hoja de ruta para el futuro tanto a medio como a largo plazo, una nueva visión basada en nuevas formas de edificación que apuesten por la industrialización, la sostenibilidad aplicada a los nuevos materiales, la digitalización y la descarbonización.

Durante sus tres días de celebración, REBUILD 2021 reunirá en un showroom con cerca de 200 firmas en IFEMA todas las novedades para los profesionales del sector de la edificación. Además, REBUILD 2021 acogerá un año más el Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0, donde más de 260 expertos se darán cita para mostrar los casos de éxito referentes en el sector, nuevos materiales y soluciones codiseñadas, las últimas tecnologías emergentes y los sistemas constructivos más innovadores.

En esta edición, el Congreso contará con sesiones para analizar los nuevos programas España Puede, Plan Vive u Observatorio 2030, que abordarán las claves para afrontar los retos del sector inmobiliario, arquitectónico y constructivo; también sesiones sobre coliving, Build to Rent, sistemas constructivos industrializados 2D y 3D, la aplicación del BIM, así como sesiones enfocadas a dar visibilidad a las nuevas tendencias y a dar solución a los cambios y nuevos modos de compartir los espacios.

Además, distintos foros debatirán la recuperación de la vivienda pública, las nuevas necesidades de diseño de interiores, la transición digital y el uso del dato en todas las fases de un proyecto, su planificación, construcción, gestión y mantenimiento. El Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Constucción 4.0 contará una vez más con un Summit de Ingenieros y otro de directores de compra de promotoras, con el propósito de dar representación a cada uno de los agentes que participan en la cadena de valor de la Rebuild es un evento de: edificación. Además, se darán a conocer soluciones de edificación tanto para proyectos de vivienda residencial, como para hoteles, retail, sector socio-sanitario, espacios de trabajo, y proyectos impulsados por la administración pública.

REBUILD 2021
REBUILD 2021

El congreso contará también con un foro especial sobre madera, material clave para construir bajo todos los principios de descarbonización, circularidad, versatilidad, ligereza y bien alineado a los ODS 2030. En este sentido, se analizará como construir edificios de altura con madera y se darán a conocer las obras referentes de la mano de sus protagonistas.

Por su parte, David Martínez, presidente de REBUILD 2021 y Consejero Delegado de AEDAS HOMES, asegura que

“REBUILD 2021 dará respuesta a muchos de los retos a los que las empresas de edificación se enfrentan ahora mismo. Un año más, la unión de todos los eslabones de la cadena de valor del sector de la edificación dará por resultado la generación de ideas y soluciones que nos ayuden a todos a avanzar de forma inexorable en esta nueva década.”

En palabras de Gema Traveria, directora de REBUILD,

“esta edición pondrá de relieve lo fundamental de celebrar este tipo de encuentros presenciales, para que el sector AECO (Arquitectura, Ingeniería, Construcción y Operaciones) y la edificación reafirmen su peso como motor clave en la economía española. Además, ya tenemos trabajado un protocolo de medidas sanitarias y de seguridad que volverán a garantizar la tranquilidad a todos los asistentes, igual que el espacio totalmente seguro que creamos en la pasada edición 2020”.

La Arquitectura de Información de las Ciudades | L. Andrew Coward – Nikos A. Salíngaros

Conectando la Ciudad Fractal | Nikos A. Salíngaros

Capítulo 7 del libro «Principios de la Estructura Urbana», 2005, de Nikos A. Salíngaros. 

Las ciudades son sistemas de arquitectura de información. Aquí, se utiliza el término “arquitectura” en el sentido de la arquitectura de los ordenadores y no se refiere al diseño de los edificios, sino a la manera como los componentes interactúan en un sistema complejo. Los intercambios de información incluyen el movimiento de personas y de mercancías, el contacto personal y las interacciones, las telecomunicaciones, y también las entradas o inputs visuales del entorno. Las redes de información suministran una base para comprender las ciudades vivas y para diagnosticar problemas urbanos. En este capítulo se argumenta que una ciudad funciona menos como un ordenador electrónico y más como un cerebro humano. Al igual que un sistema funcionalmente complejo, la ciudad define heurísticamente su propia funcionalidad cambiando conexiones, y así optimiza la interacción de los componentes. Una ciudad efectiva será la que tenga una arquitectura de sistema que pueda responder a las condiciones variables. Para mejor comprender las ciudades, este análisis traslada el foco de atención de la estructura física y lo dirige al flujo de información.  

Banco Nacional de Mesa Verde, México. Dibujo de Nikos Salíngaros

Introducción

Las ciudades coordinan actividades entre un gran número de seres humanos. Hacerlo requiere modelos complejos de cooperación y debe realizarse bajo condiciones en las cuales las actividades están cambiando continuamente. Dos objetivos opuestos competen entre sí. Uno de ellos optimiza la eficiencia de modelos de intercambio que mejor se adapten a la situación actual, construyendo infraestructuras y haciendo caminos de información permanentes. Otro objetivo es dejar todo por debajo del óptimo pero altamente adaptable, de forma que sea posible cambiarlo ante condiciones que han sufrido variaciones imprevistas. Y todavía otro, es insertar “hardware” (edificios y carreteras) en una ciudad que no consigue ninguno de los objetivos previos.

Como un ejemplo de comparación entre ciudades especializadas versus otras adaptables a largo plazo, Jane Jacobs contrasta una ciudad estática, como Manchester del siglo XIX, con otra más dinámica, Birmingham (Inglaterra) (Jacobs, 1961). La primera fue muy eficaz en la industria del algodón pero declinó por la competencia externa. Por otra parte, nunca ha sido posible señalar una industria por la cual Birmingham se destacara, porque su habilidad consistió en la creación de nuevas industrias en respuesta a las condiciones cambiantes.

Una ciudad especializada que funciona bien se puede comparar con un sistema electrónico a tiempo real en el cual su funcionalidad se decide de antemano y está especificada con todo detalle. En un sistema electrónico, cualquier cambio funcional se debe diseñar teniendo en cuenta todas las posibles consecuencias. Esto requiere muchas pruebas antes de su implementación para evitar efectos laterales indeseables. No obstante, en sistemas como los de las ciudades y los cerebros biológicos, el cambio tiene un grado heurístico considerable (aprendido por el sistema mismo en respuesta a la experiencia). Muchos otros sistemas, naturales o artificiales, funcionan coordinando una combinación compleja de funciones cambiantes.

Este capítulo aborda nodos urbanos y conexiones, y su interrelación. Es la continuación de un trabajo previo (ver Capítulo 1, Teoría de la Red Urbana) y parte de los recientes intentos por entender las ciudades como sistemas complejos, incluyendo los realizados por Peter Allen (1997), Juval Portugali (2000) y sus colaboradores. Jane Jacobs (1961), Richard Meier (1962) y Christopher Alexander (1965) fueron los primeros en entender la estructura compleja de la ciudad, estudiando y describiendo la forma urbana de una manera más realista que el modelo CIAM de geometría espacial simplista (ver Capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades). Estamos en la búsqueda de los procesos por los cuales una ciudad viva se desarrolla y una de carácter patológico decae.

La forma de la ciudad es dinámica y evoluciona heurísticamente. Los urbanistas necesitan implementar un proceso de diagnosis y reparación de la trama urbana igual como los tejidos biológicos convocan mecanismos para rehacerse. Mientras que nuestra discusión toma un cariz general, un amplio panorama emerge sobre lo que es una ciudad y cómo se la puede ayudar a hacer lo que le hace falta. Algunas recomendaciones surgen de nuestra concepción de la ciudad como un sistema organizado complejo. No podemos negar que estas propuestas representan lo opuesto al planteamiento posguerra de la CIAM, que ha impedido su implementación hasta ahora. Esperamos que nuestras conclusiones den el impulso necesario a otras viejas ideas que creemos eran correctas y proféticas.

Entender la ciudad como un sistema

La adaptabilidad o necesidad de cambiar la funcionalidad provoca que un sistema complejo sea modular a muchos niveles de escala (Coward, 2000). Siguiendo el ejemplo de los sistemas electrónicos, los “módulos” se definen como grupos de actividad que tienen más intercambio de información dentro del módulo que con los otros módulos (Courtois, 1985; Parnas, Clements y Weiss, 1985). En una ciudad, un módulo funcional al nivel más pequeño de escala podría identificarse con una persona y los edificios y espacios en los cuales pasa la mayor parte de su tiempo (“hornacina ambiental”). A un nivel más alto, los módulos pueden incluir pequeños grupos de personas que interactúan intensamente a diario con varios nodos urbanos. Y a un nivel todavía más alto, los módulos corresponden aproximadamente a instituciones, empresas, organizaciones educativas y políticas, etc.

La modularización sólo es aproximada, porque una función urbana puede estar parcialmente en un módulo identificable pero algunos de sus elementos estarán, ciertamente, dentro de otros módulos. Es importante señalar que el uso del término “módulo” es más parecido a una “red” que a un objeto o región geométricamente compacta. Este capítulo posiblemente sea malinterpretado si el lector comprende incorrectamente un módulo funcional como espacial (por ejemplo una construcción física de un cubo). Nuestros módulos incluyen modelos de interactividad distribuidos, dónde las acciones que pasan en diferentes lugares se comunican. Realmente, son grupos de ligaduras estructuradas, por lo que su visualización debe evitar la engañosa imagen urbana del siglo XX formada por entidades espaciales sin interacción y emplazadas rígidamente en alguna cuadrícula regular.

Las redes de una ciudad — caminos, carreteras, telecomunicaciones — son los mecanismos que apoyan el intercambio de información. No obstante, una ciudad procesa información más que solo llevarla de un lugar a otro. Un modelo complejo de intercambio de información coordina las funciones urbanas, encamina el dinamismo de la ciudad y determina la evolución de su estructura (Meier, 1962). Los intercambios de información al nivel más pequeño de escala incluyen conversaciones, observaciones y visualizaciones de los individuos. A un nivel más alto, gente o grupos de gente moviéndose de una función a otra. Las mercancías son trasladadas, consumidas, cambiadas, agrupadas y creadas en una ciudad. Intercambiar información es mucho más barato que trasladar gente y mercancías, así que una ciudad debe coordinar eficientemente los diferentes intercambios de diferentes costos.

Un sistema necesita minimizar el coste total de intercambio de información. Por lo tanto, analizar la ciudad considerándola un sistema empieza por identificar grupos de personas que intercambien más información dentro del grupo que fuera de él. Los módulos de cualquier nivel no se pueden identificar cognitivamente con antelación y menos mediante cualquier distribución espacial específica. En general, los módulos urbanos no se corresponden con las funciones urbanas simples. La estructura urbana necesita ser evaluada siguiendo el flujo de información y abandonando el estricto orden visual basado en las vistas aéreas. Si nos concentramos en la evolución de la información y en el movimiento en las redes, la intervención intentaría, pues, aumentar la funcionalidad de la ciudad haciendo que el intercambio de información sea más eficiente (mediante la modificación de estructuras físicas). Intentamos entender una ciudad basándonos en sus redes de intercambio de información y no tanto en su apariencia sobre el plano.

Antes de definir los módulos urbanos, un método para mejorar la funcionalidad de la ciudad consiste en asegurarse que cada uno de los canales lleve a cabo múltiples intercambios de información. Con esto queremos decir que una transferencia de información o un movimiento físico hacen más que una sola cosa, (se pueden acoplar más conexiones a la ciudad porque sus caminos ayudan a la gente a llevar a cabo tareas diferentes de manera simultánea). La gente moviéndose a lo largo de las aceras con la intención de hacer un nivel alto de intercambio de información puede realizar otro de un nivel más bajo (por ejemplo, observar). Así, el tiempo que requiere una transferencia de nivel alto se utiliza de una manera más efectiva.

Hablando técnicamente, estamos proponiendo una carga fractal, que implica la coexistencia de cosas diferentes pero relacionadas a diferentes niveles de escala. La carga fractal significa que cada nivel alto de intercambio también realiza, simultáneamente, intercambios en muchos otros niveles más bajos. Esto se opone a maximizar la capacidad de canales de comunicación uniformes dedicados a un solo tipo de intercambio. Por lo tanto, un conjunto de intercambios de diferentes escalas deben estar soportados por una infraestructura física que permita intercambios de información mezclados y que imposibilite que otros intercambios en competencia opriman a los más débiles o de un nivel más bajo. El caso contrario, es decir la planificación monofuncional, fuerza a hacer muchos intercambios del mismo tipo pero diferenciados y en competencia, utilizando un único canal de comunicación. Un ejemplo de esto último son las autopistas atascadas o la sobrecarga de coches en un túnel a hora punta. No solamente es ineficiente sino que excluye otros tipos de intercambio.

Confirmamos un ejemplo de carga fractal (ver Capítulo 2, Espacio Urbano y su Campo de Información). El uso del espacio urbano está atado al campo de la información generada por las superficies del entorno, y por la facilidad con que la información puede ser recibida por los peatones. Un intercambio de información primaria es el peatón que va de un lugar al otro. Él o ella observa cosas que no están relacionadas con la razón principal para movilizarse. Esta información es funcional y puede recomendar comportamientos secundarios al observador que esté realizando un intercambio de información primaria. Una ciudad exitosa es aquella en la que un simple movimiento constituye una experiencia rica y gratificante. Por lo tanto, el espacio urbano funciona violando las reglas “funcionales” de la planificación del siglo XX. La geometría urbana eficiente satisface una multitud de necesidades de escalas diferentes: algunas estrictamente funcionales y otras placenteras.

En una capital europea (y en muchas otras ciudades del mundo), ir caminando a una cita puede ser más agradable que cuando se va en coche en una área metropolitana de Norteamérica para realizar lo mismo. En el primer caso, se ve otra gente, alguien a quien se puede desear hablar, observar a los otros puede suministrar indicios sobre corrientes sociales e interacciones, y los escaparates suministran información sobre productos y servicios al alcance. Desde luego, estamos omitiendo factores negativos que interfieren en el intercambio efectivo de información como la delincuencia, el mal tiempo o la aglomeración de gente. Los conductores están expuestos a información no deseada de los rótulos mientras que eligen información auditiva de la música, las noticias, programas de radio, o de conversaciones telefónicas. Una vez más, el intercambio primario está cargado de información secundaria (deseada o no).

La carga fractal tiene la característica crucial que sacando los niveles más grandes de escala deja intactos los más pequeños. Sin tener un itinerario definido, los paisajes en ciudades informativamente ricas permiten al visitante aceptar recomendaciones que ofrecen los diferentes ambientes visuales y descubrir los resultados de estos movimientos. Así es posible aprender el rico y complejo lenguaje visual de una ciudad desconocida que ha ido cambiando gradualmente a lo largo de cientos de años. Por contraste, en un entorno determinístico no-fractal y falto de los niveles más bajos de escala, si no se necesita acudir a un lugar concreto, se evitará ir pues cada movimiento es un trabajo en la cual no se aprende nada nuevo. Este discurso reafirma la importancia de tener intercambios de información variados que puedan conseguirse con el movimiento físico.

Las ciudades deben optimizar el intercambio de información

La optimización hace posible que se intercambie un máximo de información con un mínimo esfuerzo. En muchas actividades urbanas, el costo del intercambio de información es, desgraciadamente, subestimado. Un viaje de media hora tiene un costo y un valor. ¿Cuánto intercambio de información valiosa ocurre? ¿Se ve un amplio abanico de comportamientos? ¿Puede verse la gente a la cual se quiere influenciar? ¿Una ciudad sería más efectiva si la gente viera más directamente lo que está ocurriendo? Los verdaderos costos a menudo están disfrazados porque sólo se calcula la porción que se asume útil del viaje. Fijémonos en el intercambio que ocurre en las grandes áreas (plazas) comerciales: mientras se minimizan los costos de intercambio de información con respecto a las compras, existen costos excesivos en cuanto al transporte.

Las redes informacionales no tienen una geometría espacial localizada, pues así no se ajustan fielmente a un módulo espacial. Son y serán siempre extrañas en una ciudad que está reducida a un plan visual simplista. No obstante, las redes informacionales son las que hacen una ciudad viva. Ciertamente, es impracticable diseñarlas con antelación en una gran ciudad y, de cualquier manera, como las funciones de la ciudad evolucionan, es imprescindible que la ciudad tenga la capacitad de evolucionar heurísticamente para optimizar el intercambio de información. Ningún liderazgo es capaz de anticiparse y gestionar esto en todos los niveles de detalle (ver Capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades).

Consideremos, por ejemplo, el proceso por el cual se toman decisiones para invertir en un nuevo negocio. Esas decisiones requieren una coordinación entre la orientación de futuras tecnologías, las necesidades del mercado, los recursos financieros y los recursos comerciales. Este conocimiento se distribuirá a través de muchas redes urbanas. Una ciudad con un intercambio de información eficiente y del tipo requerido, será más efectiva para crear negocios nuevos que otra que no tenga esta calidad. Sin embargo, siempre hay un conflicto entre las necesidades de intercambio de información de las diferentes funciones urbanas. Idealmente, el resultado será un compromiso que permita que todas las funciones operen de forma efectiva. También deben existir mecanismos para adaptar ese compromiso a los cambios de necesidades funcionales. Proponemos un cambio drástico en los procesos de optimización utilizados en la planificación: en lugar de optimizar un único canal que une nodos espaciales monofuncionales, argumentamos a favor de optimizar el intercambio conjunto de información en la ciudad.

Las funciones de un módulo de nivel intermedio, por ejemplo un restaurante, incluye preparar comidas a partir del alimento crudo, distribuir comida preparada para llevar, proporcionar un nodo de vida social en dónde la gente va a ver como los otros visten y se comportan, ser un centro de comunicación social, acoger reuniones de gente para discutir sobre negocios o política, etc. Este módulo está contenido dentro del edificio que aloja el restaurante el cual, a su vez, está contenido en un módulo de una red más grande. Algunos restaurantes se convierten en puntos focales de intercambio de información en una ciudad, a menudo identificados con un negocio específico en una gran área metropolitana, o el restaurante es un importante nodo de una red social y de gobierno de una ciudad pequeña. Un módulo más grande que abarca modelos espaciales de actividad en el vecindario incluye al restaurante como un submódulo.

Los nodos que no forman parte de un módulo más grande a menudo son parásitos de la ciudad desde el momento que utilizan su infraestructura sin contribuir a la coherencia funcional del conjunto. No obstante, es así como se construyen hoy en día la mayor parte de restaurantes, almacenes, supermercados y edificios de oficinas. Totalmente rodeados por un área de aparcamiento, están diseñados como si fueran a construirse en medio del desierto aunque estén metidos en la trama urbana, desgarrándola en el proceso de construcción. Restaurantes diseñados para funcionar como paradas de camiones junto a la autopista están rutinariamente situados dentro de la ciudad pero, desde luego, no pertenecen a ella. La gente que trabaja en un edificio de oficinas cercano, que podría suministrar clientela a la hora del almuerzo, debe conducir su coche a lo largo de una carretera congestionada para llegar a un restaurante que literalmente está al lado.

Durante las décadas anteriores, la mayor parte de los planificadores adoptaron tipologías urbanas que son esencialmente anti-urbanas. Cada edificio ignora su entorno y opta por ser independiente de CUALQUIER contexto. Intenta rebajar la complejidad global debida a la adaptación local, una estrategia que aparece, banalmente, para reducir costos pero que, en realidad, los incrementa a largo plazo. La aproximación corporativa de recorte de costos con la idea de “una medida que se adapte a todo” está animada por el deseo de conectar un nodo a la ciudad entera sin dar un trato preferente a la trama urbana contigua. No solo se omiten las conexiones locales sino que están explícitamente excluidas, haciendo imposible conectarse con los edificios vecinos. Se espera, ingenuamente, que el nuevo edificio se conecte enseguida con la ciudad entera mientras se ignora totalmente los costos prohibitivos de transporte de hacerlo así. Sin embargo, este abordaje refleja la filosofía moderna de planeamiento de no hacer concesiones al entorno, lo cual significa la ausencia de la conectividad local.

Ingenuamente, separar las áreas residenciales de las comerciales, crea problemas serios. En primer lugar, cualquier intercambio de información entre estas funciones tendrá un costo alto. En segundo lugar, hay un reducido abanico de módulos de la red con funciones necesarias pero sin tener una estructura física para contenerlos (el opuesto, diremos, de un restaurante). En relación a la ciudad, acentuamos que la red tiene una importancia diferenciada de la forma espacial urbana. No es suficiente simplemente construir viviendas al costado de edificios de oficinas. Los módulos funcionales se deben diseñar de antemano, o bien la geometría conectiva debe ser de tal manera que permita su surgimiento espontáneo (imposible hoy en día con las leyes modernas del “zoning” monofuncional). Las aceras, la disposición de los aparcamientos y la proximidad de otras localizaciones: todo esto influye en la eficiencia del intercambio de información dentro de cualquier módulo emergente. Una unidad urbana específica se ha de adaptar al conjunto, no solamente en términos espaciales sino de intercambio de información con los vecinos y con el resto de la ciudad.

Diferentes tipos de complejidad

Una amplia gama de sistemas son denominados complejos, y es importante reconocer diferencias entre los diversos tipos de complejidad. Nosotros identificamos dos categorías principales, usando las analogías del HARDWARE y el SOFTWARE de los ordenadores. En general, un sistema físicamente sencillo contiene un pequeño número de tipo de componentes y todos los componentes de un tipo son idénticos. La simplicidad física resulta del hecho que los componentes son intercambiables entre ellos. La complejidad sólo surge cuando estos componentes interactúan. La interacción entre cualquier dos componentes depende, primordialmente, del tipo de los componentes y de la distancia que los separa. En este caso, la complejidad proviene del gran número de conexiones latentes, exactamente del mismo tipo, entre muchos componentes idénticos. La combinatoria de conectar cada unidad idéntica con cada una de las otras genera un gran número de conexiones. Entonces, cada sistema funciona de acuerdo con sus conexiones y, utilizando la analogía mencionada, este tipo de sistema es parecido a un “software” complejo.
Por otro lado, en un sistema dónde el “hardware” es complejo, mientras pueda haber un pequeño número de tipo de componentes diferentes, los componentes diferentes del mismo tipo son similares pero no idénticos. La interacción entre cualquier par de componentes es en general única a ese par particular. Así tenemos un gran número de conexiones, pero cada una es identificable y diferente. Ahí, los componentes son alentados para que formen conexiones marcadamente diferentes entre ellas. Como todos los componentes son únicos, estas conexiones sólo son necesarias cuando las necesita el sistema para su funcionamiento. El número total de conexiones se reduce drásticamente respeto al sistema anterior, el cual debía proporcionar todas las conexiones teóricamente posibles entre componentes idénticos, precisamente porque sus componentes no eran únicos ni identificables.

En un sistema físico o económico, los estados iniciales son las condiciones preliminares bajo las cuales empieza un proceso dinámico. En un contexto urbano, el estado inicial es el de una ciudad en un tiempo dado del pasado, y nos interesa en ver si la ciudad se mantiene saludable o eficiente, o bien desarrolla problemas insolubles cuando evoluciona en el futuro. Los dos tipos diferentes de complejidad implican propiedades y comportamientos del sistema drásticamente diferentes. En un sistema complejo que funciona de una manera más análoga al “software” complejo, estados iniciales ligeramente diferentes pueden dar lugar a puntos finales radicalmente distintos. Es el denominado comportamiento “caótico”. (Se observa en un gran número de sistemas como en la física, biología y economía y es la razón clave que dificulta la predicción del clima. Lectores de ciencia popular saben de la dependencia extremamente sensible sobre las condiciones iniciales del “efecto mariposa” que causa un trastorno infinitesimalmente pequeño en Brasil que, no obstante, puede afectar mucho más tarde los patrones climáticos en Europa (Gleick, 1987)).

En un sistema complejo, que es más semejante al “hardware” complejo, puntos iniciales ligeramente diferentes tenderán a llegar a puntos finales similares (por ejemplo condiciones de entrada similares generarían comportamientos parecidos). Una insensibilidad parcial a la variabilidad de los “inputs” garantiza estabilidad — dicha homeostasis en los sistemas vivientes que son estructuralmente complejos a causa de los mecanismos morfogenéticos que generan organismos individuales únicos dentro de la misma tipología. La convergencia en los puntos finales adecuados se logra controlando la variabilidad a nivel del sistema.

Las ciudades vivas combinan los dos tipos de estructura compleja y funcionalidad. Una situación crucial es que estas ciudades sobrepasen un cierto “umbral de complejidad”, bajo el cual aparecen la muerte y la esterilidad. Increíblemente, los urbanistas modernos crearon, deliberadamente, estas ciudades muertas, sea sobre terreno verde o fuera de la previa trama urbana viva. Las analogías basadas en la complejidad física que cuentan con componentes e interacciones idénticos pueden resultar engañosas. Un sistema complejo estable está caracterizado por componentes individuales únicos que interactúan de maneras diferentes. Sin embargo, esto da la engañosa apariencia de desorden físico visto desde un diagrama. Pensar en la ciudad tradicional como indeseablemente compleja en su forma física, trajo a los urbanistas a pensar, equivocadamente, que limpiando la complejidad visual se resolverían los problemas urbanos. Esta idea está basada en un serio malentendido de la arquitectura de sistema. La ciudad moderna, que consiste en unidades idénticas interactuando del mismo modo, es problemática. Una complejidad inmanejable, en el sentido de “el software”, es inevitable por razones sistémicas, pese a la apariencia visual de orden impuesta por la geometría regular.

Jane Jacobs (1961) describe ejemplos prácticos de este malentendido. Al mirar fotos aéreas de tramas urbanas vivas, los urbanistas pensaron que eran visualmente complejas y decidieron sustituirlas por bloques altos de apartamentos que parecían limpios sobre el plano. Así mataron la vida urbana de esa región e, incluso, nunca reconocieron su error. El mismo malentendido trajo a actos de violencia sobre los sistemas urbanos como cruzar autopistas por los centros históricos de las ciudades. Parecía una manera visualmente simple y directa de conectar eficientemente carreteras pero ignoraba totalmente la complejidad fundamental de la ciudad. La red de coches tiene que adaptarse por sí misma a la red de intercambio de información que impulsa una ciudad viva y compacta, en vez de interrumpirla o sustituirla. Hemos de esperar que una comprensión, incluso rudimentaria, de la complejidad del sistema sea un prerrequisito para cualquier futura decisión de planeamiento urbano.

Sistemas y descomposición modular

Los sistemas complejos son entidades coherentes funcionando conjuntamente de forma que no se pueden separar en módulos completamente independientes. Una estructura que se puede separar fácilmente en constituyentes no interactivos no es un sistema complejo sino, más bien, una agregación de unidades (“un montón o un piloto” en teoría de sistemas). Una separación conceptual en módulos con algún grado de interacción es ampliamente usada tanto en el diseño de sistemas artificiales como para comprender los sistemas naturales. Los módulos están definidos como grupos de actividades que interactúan más fuertemente dentro del módulo que al exterior de él. Herbert Simon (1969) ha argumentado que podría haber un pequeño número de maneras no equivalentes de separar un sistema en componentes, todas las cuales podrían tener algún sentido porque identifican subsistemas diferentes (ver capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades).

Los sistemas impulsados por intercambios de información, sean naturales o artificiales, distribuyen su complejidad entre el “hardware” y el “software”. Cualquier sistema funcionalmente complejo está forzado a establecer jerarquías en los módulos funcionales por dos razones (Coward, 2000, 2001). La primera razón es que siempre hay ventajas al minimizar el volumen de información (diseñado o genético) requerido para construir el sistema. Como resultado, estos sistemas tienden a contener un número relativamente pequeño de los tipos de componentes fundamentalmente diferentes. El sistema estará constituido por un gran número de componentes de pocos tipos básicos con variaciones relativamente leves dentro de un tipo.

La segunda razón para una estructura jerárquica es que cualquier sistema necesita solucionar los problemas y hacer cambios funcionales que no interfieran con la funcionalidad existente. El conocimiento de un problema que se debe solucionar o de un cambio funcional, generalmente se encuentra en un nivel bastante alto (por ejemplo una característica del sistema entero que no trabaja adecuadamente; o una área de la ciudad que está en decadencia). No obstante, las acciones necesarias se han de emprender a un nivel muy bajo de la jerarquía (por ejemplo sustituir un grupo específico de transistores; o hacer inversiones y acciones reguladoras). Se deben encontrar y seguir caminos lógicos que unan las condiciones de alto nivel con las acciones de detalle que están generando estos síntomas. Las conexiones que atan los niveles más altos del sistema con los más bajos ayudan a definir una jerarquía. Estas son las fuerzas que encaminan hacia la modularización y ahora procedemos a examinar cómo se definen los módulos.

Los intercambios de información externa entre diferentes módulos se deben minimizar tanto como sea posible y contener la mayor parte de actividad (pero no toda) dentro de los mismos módulos. Todos los módulos de un nivel de escala deben ser aproximadamente iguales en términos del número de operaciones del componente primario que cada módulo contiene. Si un módulo es mucho más grande que otros, entonces los caminos más lógicos pasarían a través de este módulo, y esto redundaría en centralización en vez de una distribución de funciones. La mayoría de ciudades tienen una región central que se caracteriza por una densidad máxima de ocupación y de tránsito pero las grandes ciudades también son policéntricas.

La separación hardware/software es una lección importante de los sistemas de ordenadores. La descomposición modular en “el software”, tal y como pasa con los “objetos” y los “patrones”, funciona completamente en el espacio abstracto dónde lo programa se ejecuta. Este espacio es enteramente independiente de la estructura física del “hardware” del ordenador. Exactamente del mismo modo, la ciudad funciona en dos espacios diferentes: la red de intercambio de información y el espacio diferente de las estructuras físicas. Nosotros estamos aplicando la descomposición modular al primero, no al último.

Un intercambio muy extenso de información entre dos módulos imposibilita su separación efectiva con el objetivo de trazar caminos lógicos. Los módulos se separan de forma que el intercambio de información sea minimizada en correspondencia con lo señalado por Courtois, en donde la unión entre módulos (interfaz) sólo tendrá éxito si sucede a lo largo de una región que es más débil que cualquiera de las conexiones internas del módulo individual (Courtois, 1985). Ninguna preconcepción, como por ejemplo el orden espacial limpio, puede determinar la división en módulos funcionales (ver capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades). Definir los módulos mediante este proceso de “buscar un compromiso entre diferentes caminos de intercambio de información” implica que estos módulos pueden tener una geometría muy compleja. Utilizar las reglas generales señaladas para la formación de módulos, da líneas guía para generar un tejido urbano saludable.

La separación geográfica entre las residencias y los puestos de trabajo (reforzada por el “zoning” monofuncional de la posguerra) es un caso relevante. Y es que estas dos regiones urbanas (bloques de apartamentos o grupos de casas suburbanas de una parte y torres de oficinas por la otra) interactúan tan fuertemente formando un conjunto que no pueden definir un módulo funcional separado aisladamente, pese a las simplistas expectativas debidas al agrupamiento espacial. En lugar de esto, la geometría obliga a la formación de un módulo funcional de la manera más inconveniente con un intercambio de información que es muy caro de mantener a causa de los largos enlaces (ver capítulos 1, Teoría de la Red Urbana y 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades). Los módulos a los cuales dan forma son demasiado débiles, sufren conexiones de transporte demasiado extensos y también carecen de coherencia interna.

Otro problema de ese mismo ejemplo, es que simplemente no hay manera de formar módulos de dimensión intermedia. Una jerarquía estable de módulos diferentes que encajen dentro de módulos más grandes nunca puede evolucionar en una área urbana monofuncional: sabemos que esto es una característica fundamental de cualquier sistema complejo que funcione. La familia nuclear y sus conexiones inmediatas definen el módulo más pequeño que contiene trabajo, escuela, oficina y supermercado. En la mayoría de casos, no hay un módulo sucesivamente más grande que contenga este módulo elemental: de la familia nuclear se eleva inmediatamente a la ciudad entera. Esta carencia de jerarquía es patológica desde el punto de vista de los sistemas. Desde una perspectiva social, la decadencia de la geometría urbana contemporánea se refleja en el hecho que el individuo de hoy no pertenezca a ningún vecindario en particular ni a ninguna región.

Edificios de oficinas altos y sus estacionamientos horizontales no son módulos funcionales. Normalmente, hay muy poca interacción entre las diferentes oficinas del mismo edificio o estacionamiento, comparado con el intercambio entre cada oficina y la sede central, las otras sucursales, los clientes, los suministradores, los banqueros, etc. Este análisis elemental invalida el edificio y sus estacionamientos como tipologías urbanas útiles, pese a su reciente proliferación. Por razones parecidas, un gran sector de casas suburbanas tampoco es un módulo funcional (ver capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades). La construcción de bloques de oficinas y grupos de casas suburbanas produce el típico intercambio funcional de alto costo (o impone un sistemático aislamiento). Esta es la razón que observó Jane Jacobs cuando decía que los barrios de las ciudades exitosas tienen siempre usos mixtas (Jacobs, 1961).

Las estrategias “plug-and-play” (conectar y usar) son engañosas

La reutilización de los módulos da a los urbanistas una falsa comprensión de los sistemas. Las estrategias “plug-and-play” de diseño modular ofrecen la posibilidad de cambiar un módulo que falla o de sustituirlo por uno mejor. Esto también permite añadir un módulo a un sistema sin rehacer el sistema entero. Inversamente, se puede sacar un módulo cuando no es necesario sin requerir una reorganización completa. Los módulos complejos “plug-in” fueron populares durante la segunda guerra mundial en el “hardware” militar. Ahorrando tiempo a partir de la capacidad de hacer un servicio rápido en mecanismos complejos, compensa el mayor costo de sustituir un módulo en vez de diagnosticar y de arreglar uno de los componentes internos del módulo. El mismo criterio ha sido heredado por la industria de los ordenadores con los módulos que se pueden sacar y desechar cómo hace el “hardware” hoy en día. Todo esto depende de una interfaz que permite que los módulos se conecten fácilmente al sistema.

Una aplicación exitosa de esta estrategia es el desarrollo de una interfaz estándar para conectar los componentes del ordenador, como discos duros externos, teclados, monitores, etc. Estos conectores estándares permiten la rápida transmisión de un gran volumen de datos entre módulos del “hardware”. La estandarización se consigue poniendo restricciones a las interfaces permitidas, lo que simplifica los protocolos para el intercambio de información. Esto, a su vez, permite la intercambiabilidad de los módulos.

No obstante, esta capacidad del “plug-and-play” puede ser engañosa. En muchos ejemplos de la forzada modularización de los sistemas computarizados complejos, la ganancia neta ha sido mínima o bien cero porque la modularización se ha conseguido mediante un desplazamiento de la complejidad del sistema desde el “hardware” al “software”. En contraste con el ejemplo exitoso de antes, posibilitado por la simplificación de los protocolos por el intercambio de información, a menudo simplificar el “hardware” hace que el “software” lleve la carga de la complejidad. Es decir, simplificar funcionalmente el “hardware” traslada la mayor parte de la complejidad funcional al “software”. En estos casos, la interfaz entre módulos se vuelve más compleja en vez de menos. Por lo tanto, el sistema resulta más difícil de mantener aunque su diseño físico parezca más simple. Hasta aquí, estamos hablando sobre módulos (“hardware”) físicos. Como se mencionó previamente, necesitamos considerar por separado la descomposición modular del “software”.

Es extremadamente difícil realizar “plug-and-play” con módulos de “software” en un sistema complejo a tiempo real, a no ser que las funciones realizadas por diferentes módulos tengan muy poca interacción (Garlan, Allen y Ockerbloom, 1995). La programación por “objetos” usa interfaces estándares y simplificadas para juntar los módulos “software” y así hacer posible que los diferentes componentes se comuniquen dentro de un programa grande y complejo. Algunos “software” complejo han sido diseñados por la modularidad del “plug-and-play”. Por ejemplo, muchos programas comerciales grandes tienen características modulares que un usuario puede activar o desactivar. No obstante, se conocen casos de “software” complejo evolucionado como el utilizado por el sistema de control de tráfico aéreo en el cual no se puede sacar un módulo sin bloquear el sistema (pese a que se supone que ese módulo no debe afectar los otros módulos).

Los edificios, los espacios y las infraestructuras proporcionan la rúbrica en la cual la gente intercambia información mediante la comunicación y el movimiento. Los urbanistas recogieron la idea de un módulo espacial como resultado de pensar en la complejidad visual, y obviaron el hecho que las ciudades forman, en cambio, módulos funcionales. Este malentendido ha conducido a los mayores errores tipológicos y de planeamiento. Se aprueban nuevas subdivisiones residenciales, torres de oficinas y centros comerciales con la expectativa equivocada que conectarán perfectamente con la ciudad existente. Tanto pronto como uno de estos (no)módulos se conecta, las fuerzas urbanas generan, espontáneamente, módulos funcionales que no se asemejan nada a aquello que los planificadores han previsto. Estos módulos funcionales se extienden por lo largo de la ciudad añadiendo congestión de tránsito y malgastando servicios públicos. Los módulos genuinos que evolucionan normalmente están destinados a ser muy débiles por la infraestructura equivocada y por el “zoning”, porque ambos están enfocados para apoyar a la integridad de los (no)módulos espaciales, que urbanísticamente son irrelevantes.

De hecho, el urbanismo contemporáneo genera nuevos (no)módulos espaciales y no entiende cómo conectarlos con la ciudad. Aparentemente diseñados para ser completamente independientes de la ciudad, no son nada de esto. Grupos de casas suburbanas, torres de oficinas o estacionamientos conectan con la red de transporte de la ciudad mediante una única carretera. Este método aparece, falsamente, como seguidor de la práctica de la industria del ordenador al utilizar una interfaz restringida que permite la intercambiabilidad del módulo (pero está basado en una concepción equivocada). Dado que estos (no)módulos contienen un gran número de componentes intercambiables, las conexiones latentes con el resto de la ciudad son enormes y todas han de ir a través de un único canal disponible. Esta sobrecarga ciertamente no cumple con el criterio de una interfaz simplificada y adaptada a una interactividad limitada entre módulos distintos. Paradójicamente, cuando la interfaz funciona cómo debe ser (restringiendo el intercambio), el módulo muere.

Sabemos que los urbanistas de los primeros años del siglo XX adoptaron las técnicas de la producción en masa de las manufacturas y las aplicaron a las ciudades. Una de estas fue la simplificación visual extrema de los componentes “hardware” de la ciudad con la equivocada intención de implementar la idea que las unidades urbanas deben parecer módulos espaciales reutilizables. Por lo tanto, no nos debemos sorprender de las consecuencias de esta acción en el sistema. La separación física y la segregación de funciones eliminan la complejidad funcional de la estructura construida de la ciudad y sobrecargan el movimiento diario de la gente. El orden visual simplista de la planificación moderna tiene, por lo tanto, su consecuencia no prevista de una extrema complicación funcional (de ahí proviene la sobrecarga) de la red de transporte.

Volviendo a la analogía entre la ciudad y los ordenadores, muchas de las actividades y costos urbanos de hoy en día son debidas al desplazamiento de datos. Esto no es una actividad útil para el ordenador sino algo que sucede cuando hay un error del sistema. Desplazar los datos de un lugar al otro no tiene una función útil (no es parte del software y no computa nada). El tiempo de computación útil se dedica al proceso de información. La analogía urbana de arrastrar información inútil es obligar a la gente a moverse innecesariamente por la ciudad para realizar sus tareas diarias y, consecuentemente, derrochar tiempo y energía. Los planificadores, usando el concepto de conectar los (no)módulos espaciales, maximizan estos traslados inútiles mediante una geometría urbana inapropiada.

Una ciudad funciona como un cerebro, no como un ordenador

Diferentes arquitecturas de sistema caracterizan los sistemas complejos, los cuales funcionan de una manera diferente, como por ejemplo, un ordenador digital en oposición al cerebro de un mamífero. La funcionalidad de un sistema electrónico se expresa en una serie de órdenes del software. Los usos de contextos inequívocos resultan de la conocida separación procesador/memoria de la arquitectura de sistema von Neumann en la cual se basan la mayoría de ordenadores (Coward, 2000). Los intercambios de información entre dos módulos deben tener un significado inequívoco para el módulo destinatario en términos de su propia funcionalidad. Los módulos pueden usar su “input” de información para generar “outputs” que son órdenes al sistema.

No obstante, mantener contextos inequívocos es impracticable en un sistema complejo como una ciudad que debe modificar heurísticamente su propia funcionalidad para aprender. En un sistema que aprende, los módulos deben determinar heurísticamente sus propias entradas y salidas (es decir aprender mediante prueba y error). Aun así, si un módulo cambia sus “outputs” es difícil que los otros módulos, que previamente han recibido “inputs” de aquel, se readapten. Los módulos receptores no pueden asignar un significado inequívoco al nuevo “output”. Por lo tanto, las salidas de los módulos solamente pueden cambiar gradualmente de forma que minimicen la pérdida de significado de los otros módulos. En una ciudad, esto quiere decir que la trama urbana saludable se genera por una evolución lenta y también que una ciudad debe poder evolucionar con el tiempo. Por otra parte, una reurbanización radical de la trama urbana saludable destruye un intercambio de información significativa dentro de la ciudad. El resultado es una disfunción urbana hasta que no haya pasado tiempo suficiente para reconstruir los contextos de información.

En un sistema complejo hay dos posibles arquitecturas de información. Una es la arquitectura von Neumann con una separación procesador/memoria que soporta un intercambio de información inequívoco y en la cual la funcionalidad está explícitamente controlada. La otra es la arquitectura de la recomendación con una separación agrupamiento/competencia que soporta un intercambio de información significativo aunque ligeramente ambiguo y en la que la funcionalidad se define heurísticamente (Coward, 2000, 2001). Un subsistema competitivo interpreta los “outputs” de los submódulos como un abanico de comportamientos alternativos y rápidamente selecciona una de las opciones. Este proceso depende, críticamente, de la retroalimentación o “feedback” para determinar el comportamiento apropiado del sistema.

Cuando, debido a la funcionalidad, es necesario cambiar heurísticamente o sin una dirección central, un sistema adopta la arquitectura de la recomendación. Los cerebros biológicos han evolucionado hacia una arquitectura de la recomendación (Coward, 1990, 2000, 2001). En los cerebros de los mamíferos la separación agrupamiento/competencia corresponde a la separación anatómica entre el córtex y las estructuras subcórticas (Coward, 2000). Por otro lado, los sistemas electrónicos comerciales utilizan, invariablemente, la arquitectura von Neumann. En los sistemas electrónicos más complejos es extremadamente difícil que la funcionalidad evolucione de una manera controlada. Cuando se hace un cambio, se requiere una extensa prueba y corrección de los errores en la cual la prueba abarca no solamente la funcionalidad modificada sino ejemplos de todas las funciones diferentes del sistema.

Una arquitectura de sistema von Neumann no admite cambio de escalas. Así, una ciudad que funciona a una cierta dimensión no puede cambiar su medida de manera efectiva. Dado que la arquitectura de la recomendación utiliza más recursos que la de von Neumann para realizar la misma funcionalidad, si no se necesita un cambio funcional, las fuerzas operacionales dirigen el sistema hacia la arquitectura von Neumann. Entonces, el intercambio de información tiende a convertirse inequívoco porque la acción que se requiere para cada condición está bien comprendida. No obstante, si las condiciones empiezan a cambiar, a este sistema le será difícil adaptarse. El sistema ya no puede encontrar un compromiso efectivo entre la igualdad del módulo y el intercambio de información, lo cual revela, por consecuencia, un decrecimiento constante de la capacidad de hacer cambios. El fracaso de Manchester durante el siglo XIX es un ejemplo urbano de esto. La ciudad se convirtió extremadamente eficiente para la industria del algodón pero no pudo adaptarse cuando las circunstancias cambiaron.

Resolver los conflictos entre recomendaciones debe producirse en una función institucionalmente diferenciada que no requiere una coordinación compleja. Las instituciones electorales y legales cumplen este papel en una ciudad. Hay interesantes similitudes entre el subsistema competitivo definido aquí y los mecanismos legales y políticos. En general, en un cerebro fisiológico la función competitiva escogerá una u otra opción más que tratar de encontrar un compromiso, porque es imposible saber si este no empeorará las cosas. Así, el proceso de regulación legal y de gobierno para resolver conflictos, selecciona un ganador entre las alternativas existentes en vez de generar un nuevo comportamiento.

El papel de las telecomunicaciones

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) necesitan incorporarse a las funciones tradicionales de la ciudad (Drewe, 1999, 2000). La dinámica de la evolución rápida de la ciudad electrónica todavía es poco comprendida, mientras que el modelo del siglo XX de una ciudad basada en un orden geométrico simplista es irrelevante para modelar una red de comunicaciones. Bloques de edificios funcionalmente segregados y estrictamente alineados a una cuadrícula rectangular no revelan las diversas redes superpuestas que actualmente hacen que una ciudad funcione (Dupuy, 1991, 1995). Como un sistema complejo de producción de riqueza comercial y de cultura, una ciudad tiene una arquitectura funcional basada en el intercambio de información (Meier, 1962). Las TIC se han de ajustar perfectamente a la jerarquía de las funciones de intercambio de información en los diferentes niveles de escala.

Cómo ha sido bien documentado (Droege, 1997; Graham y Marvin, 1996), la llegada de las telecomunicaciones, desde la introducción del teléfono, alteró dramáticamente los sistemas urbanos. Los intercambios de información se intensificaron hasta lo previamente inimaginable. Las telecomunicaciones tienen un costo bajo en el sentido que requieren muy poco movimiento físico de la gente. Una de las razones principales de la agregación inicial de las personas dentro de las ciudades era la de comunicarse el uno con el otro a un costo bajo y esto es todavía la fuerza motriz que forma casos como los “distritos Diamantes” en Nueva York y Antwerp. Se podría argumentar que la necesidad de agruparse por zonas del mismo negocio está parcialmente sustituido por las telecomunicaciones. Sin embargo, esto solamente es verdad si el tipo de información intercambiada por las telecomunicaciones es exactamente al mismo que la que se intercambia por el contacto personal.

Algunos autores predijeron que las telecomunicaciones reemplazarían los viajes al trabajo. Las razones por las cuales esas predicciones fallaron no son difíciles de ver cuando se analiza desde la perspectiva de la arquitectura de la información. Los intercambios de información a través del contacto personal y el traslado de la gente son mucho más ricos de contenido, incluyendo la información derivada de una combinación del tono de voz, expresión y lenguaje del cuerpo (Hallowell, 1999). Además, una visita permite al visitante observar una cantidad de información no disponible de otra manera y permite, a la persona visitada, observar la reacción del visitante a estas condiciones. La multiplicidad de fuentes de información del entorno no puede ser duplicada por un número restringido de canales de comunicación.

El desarrollo en el campo de la “Gestión del Conocimiento” nos lleva a algunas cuestiones cruciales que han sido largamente ignoradas por los arquitectos y urbanistas (Ward y Holtham, 2000). Por ejemplo, ¿cómo es el entorno físico óptimo de trabajo favorable para la producción creativa? Seguramente, es la “pregunta clave”, considerando que nuestra civilización está basada en el motor económico impulsado por la creatividad humana dentro de edificios mucho más que por la agricultura de subsistencia. Yendo más allá de los aspectos estrictamente espaciales relacionados con el campo de la información (ver capítulo 2, Espacio Urbano y su Campo de Información), los investigadores de la gestión del conocimiento identifican cada aspecto informacional del entorno, incluyendo la decoración de oficinas y artefactos, las interacciones humanas y las dinámicas sociales, como cruciales tanto para apoyar como para dificultar el trabajo creativo (Ward y Holtham, 2000).

En general, las grandes corporaciones han encontrado que introducir nuevos mecanismos de comunicación como correos electrónicos o videoconferencias no reduce, de hecho, la cantidad de viajes físicos. Los efectos de la capacidad de las nuevas comunicaciones es incrementar la complejidad de los proyectos que pueden ser emprendidos más que reemplazar las comunicaciones existentes (otra vez vemos la tendencia a la optimización en dirección a la carga fractal). La excepción ocurre si un nuevo mecanismo de comunicación resulta de menor costo en recursos o en tiempo por un mismo intercambio de información, entonces el nuevo sustituirá el viejo. Ejemplos son el cambio del telégrafo por el fax y la sustitución, en Norteamérica, del viaje en tren por el viaje en avión.

Ahora es factible trabajar desde casa mediante una conexión electrónica y hay varios ejemplos de aplicaciones exitosas. Primero, individuos forzados a permanecer en casa ahora pueden conectarse a nodos informacionales que de otra manera sería demasiado costoso interactuar físicamente (en términos de tiempo o de preparativos). Segundo, individuos poderosos y ricos pueden fijar la residencia en algún lugar veraneo de lujo y dirigir su negocio mediante conexiones electrónicas. Esto es posible porque sus recursos financieros les permiten tener disponible toda la información necesaria, y un intercambio de información a cualquier nivel personal se resuelve con un rápido viaje. Aquí, el módulo es un entorno informativamente estimulante para los que pueden alcanzarlo.

Aun así, alguien estancado en un entorno informativamente empobrecido no puede ser completamente feliz trabajando exclusivamente desde casa. Normalmente prefiere luchar con el tráfico de las horas punta porque al menos la salida proporciona algún estímulo informacional y permite el intercambio frente a frente con los compañeros de trabajo. Los residentes suburbanos se sienten informativamente deprimidos y se pasan horas al teléfono, delante del televisor o a la pantalla del ordenador en un esfuerzo para remediar esto. Para mucha gente, el puesto de trabajo sustituye el hogar como nodo social primario. Justamente la gente no sólo quiere evitar el ajetreo de un largo viaje al trabajo en coche, autobús o tren; sino obtener su intercambio de información diario a un costo más bajo. Hoy en día y con respecto al tránsito automovilístico, pagamos un precio exorbitante por una información muy poco significativa.

Los mismos comentarios también son aplicables a la compra por ordenador. Ciertamente, la capacidad de encargar un producto desde la pantalla del ordenador de casa ha revolucionado la interactividad comercial y, probablemente, más adelante traerá grandes cambios en los hábitos del consumidor. No obstante, los componentes clave de la experiencia de comprar son sociales, sensoriales y públicos. Esto incluye el viaje a la tienda, la interacción con otros clientes, tocar y sentir el producto antes de tomar una decisión, combinar el viaje a la tienda con algo más, etc. Esta dimensión social conduce a un pasatiempo para un gran número de personas y un método emocionalmente satisfactorio para todo el mundo de intercambiar información, incluyendo los individuos más ocupados del planeta.

Jennifer Light ha examinado las interacciones entre la ciudad física y la ciudad electrónica (Light, 1999). Ella no comparte el pesimismo de otros autores con respecto a la sustitución de la primera por la última. Estamos de acuerdo con ella cuando dice que “la decadencia de las ciudades no se puede explicar simplemente como un fenómeno físico atribuido al crecimiento de los medios electrónicos” (Light, 1999). Esto coincide con nuestras propias observaciones de los nuevos patrones de actividades urbanas que utilizan la conectividad electrónica para reforzar y regenerar la trama urbana de peatones. Light incluso defiende la plaza comercial que expresa las necesidades de intercambio de información que han sido reprimidas en otra parte de la ciudad (Light, 1999). En nuestra opinión, el declive de las ciudades es una consecuencia de los malentendidos de las redes y de las fuerzas urbanas, y por supuesto las tipologías urbanas como los centros comerciales son más reacciones a este declive que las causas.

El último ejemplo demuestra la necesidad de formar módulos funcionales en una jerarquía conectada. Un módulo nuclear de una persona trabajando desde casa requiere que forme parte de un módulo funcional más grande. Si esto es imposible, entonces el módulo más pequeño fracasa. Esta es la razón por la cual la gente no se siente motivada para trabajar desde casa, y esta carencia de jerarquía de los módulos ha impedido la realización de la tan difundida teleciudad. En contraste con esto, el hombre de negocios rico que puede trabajar desde un ordenador portátil en un café selecto o junto a la piscina de un hotel de veraneo se ha implantado en un módulo muy agradable y ambientalmente estimulante.

Redes y evolución de la forma de la ciudad

A no ser que se pueda transmitir un significado adecuado mediante las telecomunicaciones, el intercambio de información involucrará el traslado de la gente. Una red de transporte efectiva permitirá una alta proporción del requerido intercambio de información mediante cortas caminatas (es decir menos de 10 minutos cada viaje) con intercambio de información secundaria, una proporción intermedia se producirá con transporte mecánico de tiempo moderado (menos de 30 minutos cada viaje), y sólo una pequeña proporción que requiere altos gastos en transporte mecánico (más de 30 minutos cada viaje). En general, se excluirán los viajes que ocupen mucho porcentaje de un día de trabajo. La distribución de la longitud del camino y el tiempo de viaje sigue la ley “de la escala inversa” que favorece la pequeña escala: el número de caminos es inversamente proporcional a su longitud (ver capítulo 5, Observaciones Sobre la Composición de las Ciudades).

La creación de una red efectiva depende de la división funcional de la ciudad, y siempre requerirá un compromiso. La decisión de reducir los gastos de un tipo de viaje puede incrementar las de otro tipo. Por ejemplo, ensanchar una carretera e incrementar el tránsito de vehículos puede alargar muchos viajes a pie que tienen que cruzar la nueva carretera o hacerlos totalmente imprácticos, destruyendo así muchos módulos funcionales en acción que dependían de estos caminos. Por lo tanto, es esencial averiguar si una aparente demanda para una conexión de alto nivel de la red, como es el caso de una carretera más ancha, podría ser reabordada por una división modular diferente la cual puede reducir la necesidad de viajes en la dirección de la carretera propuesta.

En una ciudad, el cambio es omnipresente. El objetivo del urbanismo es ayudar que la ciudad evolucione y redefina sus módulos, y así estos pueden modificar su funcionalidad. No es fácil determinar el módulo adecuado y los cambios de la red de forma que respondan a variaciones de las necesidades urbanas y del entorno. El cambio urbano debe ser una incorporación natural en función del sistema, conducido por un patrón complejo de intercambio de información. Como ya se ha discutido anteriormente, los cambios dirigidos desde una autoridad centralizada normalmente introducen un gran número de efectos colaterales no previstos y deseados. Cualquier intento de una dirección central y totalizada de los módulos y redes de cada nivel representará un incremento constante en la disfuncionalidad. Pese a esto, ahora la planificación se focaliza en intervenciones de gran escala y no tolera la evolución espontánea dirigida por “inputs” a diferentes niveles.

En cada nivel de escala, los diferentes módulos necesitarán generar recomendaciones alternativas al módulo y al cambio de red. Un simple proceso competitivo debe seleccionar el cambio más apropiado. Consecuentemente, la retroalimentación tiene que adaptar al subsistema competitivo para orientar sus selecciones hacia las que optimizan la red. El pertinente conocimiento para un cambio puede existir en varios niveles. Por lo tanto, debe haber mecanismos por los cuales los módulos de niveles muy diferentes de escala recomienden cambios que, entonces, pueden ser recibidos, interpretados e integrados a una decisión que optimiza la efectividad del conjunto de la ciudad. Las ciudades que tienen menos éxito pueden copiar, explícitamente, de las de una de mayor, siempre que se copien las relaciones funcionales y no sólo las estructuras físicas y las instituciones individuales.

Es aquí, precisamente, dónde la ciudad electrónica puede ayudar a la ciudad real. Hay muchas ideas que se generan sobre la manera de como involucrar a la gente con su propio entorno: promover la educación sobre las cuestiones urbanas y la retroalimentación de los residentes, hacer simulaciones y coordinación de las intervenciones urbanas, cosas que eran extremadamente difíciles antes del Internet (Light, 1999). Si procedemos con esta tarea de una manera inteligente, entonces se puede aplicar una nueva comprensión de los sistemas urbanos para revitalizar la vida urbana en muchas zonas, además de prevenir la extinción de la vida actual en zonas amenazadas por la ciega “modernización”.

Conclusión

Hemos subido escalones hacia la identificación de la arquitectura de sistema de las ciudades comparándolas a los sistemas complejos de información tales como los ordenadores digitales, los organismos biológicos y el cerebro humano. Una ciudad funciona según una arquitectura de la información que recomienda, pero no exige, una acción. La funcionalidad a todos los niveles de escala es conducida por la necesidad de optimizar el intercambio de información, desde el encuentro frente a frente entre dos personas, pasando por el movimiento de los individuos, hasta el traslado diario de mucha gente entre nodos urbanos.

Los módulos funcionales deberán desarrollarse de forma que se intercambie más información dentro del módulo que entre módulos diferentes. Las ciudades, igual que los cerebros humanos, pero diferentes de los sistemas electrónicos, deben modificar su funcionalidad sin un explícito control intelectual sobre cada detalle del cambio. Nuestro modelo nos permite que una ciudad viva se repare a si misma igual como lo hace un organismo vivo, y guiar su evolución bajo condiciones variables. Más que utilizar modelos basados en geometrías aéreas visualmente regulares, esta aproximación hace posible evaluar los cambios en los planes urbanos, códigos zonales, transporte y redes de comunicación en términos de su impacto sobre la efectividad del conjunto de la ciudad.

Reconocimientos.
El autor está muy agradecido con Rajendra V. Boppana, José N. Iovino, Turgay Korkmaz, Josep Oliva i Casas, y Arthur van Bilsen por sus comentarios y consejo provechosos.

Primera publicación en Inglés en Journal of Information Science, volume 30, No. 2, 2004, páginas 107-118.
Traducción: Nuria F. Hernández Amador

veredes, arquitectura y divulgación está colaborando con el autor para publicar algunos capítulos de su libro Principles of Urban Structure traducidos gratis en la red, para el beneficio de los estudiantes hispanohablantes en todo el mundo. El libro en versión inglesa está publicado en Holanda, los EEUU y Nepal. 

La estructura de los Lenguajes de Patrones | Nikos A. Salíngaros

Referencias

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Droege, P, Ed. (1997) Intelligent Environments(Elsevier, Amsterdam).
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Ciudades que inspiran (II) Lima milenaria | Urbanistas.lat – Aldo G. Facho Dede

Huaca Mangomarca (900 d.C. aprox), en San Juan de Lurigancho | Foto: Ministerio de Cultura. Extraída de Lima Milenaria blogspot.

“Ciudades que Inspiran” es una iniciativa conjunta entre la Red Latinoamericana de Urbanistas y el Comité de Lectura, desde donde visitaremos diversas ciudades del Perú y Latinoamérica a través de las miradas críticas de sus ciudadanas y ciudadanos, buscando destacar aquellos aspectos que les inspiran y apasionan.

Presentamos el segundo episodio del podcast “Ciudades que inspiran” en donde conversamos con Javier Lizarzaburu Montani sobre los orígenes milenarios de la ciudad capital del Perú, nuestra querida, y a veces odiada, Lima; y cómo sus testimonios han condicionado la estructura y desarrollo de la ciudad.

Javier es comunicador y creador del concepto de “Lima Milenaria”, y gracias a su esfuerzo se logró en el año 2012 el reconocimiento de Lima como una Ciudad Milenaria. Ello sirvió de base para la muestra del Perú en la edición de la Bienal de Venecia del año 2018.  En 2016 lanzó la campaña Canales de Lima, para obtener la declaratoria del Canal Surco como Patrimonio Cultural de la Nación, que se consiguió en 2019.  Antes de eso, trabajó 15 años con la BBC de Londres y a lo largo de su carrera ha acumulado más de 10 premios y menciones internacionales en periodismo y creatividad.  Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima, Estudios Latinoamericanos en el Kings College-Londres, e hizo un posgrado en Comunicaciones en la Universidad Autónoma de Barcelona.  Actualmente, se encuentra realizando una Maestría en Patrimonio Cultural y Estudios Urbanos, en la Vrije (pron: Frai) Universidad de Amsterdam. Javier se ha especializado en temas de ciudad, ciudadanía y patrimonio edificado.

Thonet, Kohn, Fischel. Mueble vienés de madera curvada

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Esta exposición, fruto de la donación al Museo de Julio Vives Chillida, muestra un conjunto representativo de mueble curvado de Viena –sillas y mecedoras– producidas entre 1860 y 1920.

Entre los principales fabricantes de esta tipología de muebles, presentes en esta muestra, destacan Hermanos Thonet, Jacob & Josef Kohn o Hijos de D. G. Fischel.

Michael Thonet y sus hijos (Hermanos Thonet) desarrollaron la técnica del curvado de la madera en Boppard (Alemania) y en Viena, capital de Austria-Hungría, durante el siglo XIX. El mueble curvado gozó de gran aceptación en los cafés y los hogares burgueses de Europa y América debido a su industrialización y producción en serie.

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Museos, presentamos –dentro de nuestro programa de exposiciones de Diseño contemporáneo- una de nuestras más recientes y destacadas donaciones: un significativo conjunto de mobiliario vienés en madera curvada producido entre 1860 y 1920, donado por Julio Vives Chillida.

Las sillas y las mecedoras incluidas en esta exposición, fabricadas entre 1860 y 1920 por Jacob & Josef Kohn, Hijos de D. G. Fischel y Michael Thonet y sus hijos (Hermanos Thonet), están realizadas en madera curvada. Esta técnica industrial, que se basaba en el curvado de barras de haya de sección circular que se calentaban en tanques de vapor para flexibilizarlas, permitió algo revolucionario para la época: obtener con rapidez muchas piezas idénticas que se enviaban desmontadas a destinos lejanos, en cajas, donde se montaban con tornillos (muebles con instrucciones de montaje previos a IKEA y claros precedentes de lo que denominaríamos Do It Yourself.

Creada en 1853, la empresa Hermanos Thonet obtuvo la patente para la fabricación de muebles de madera curvada en 1856. Al año siguiente abrió la primera de una serie de fábricas que se extenderían por Austria, Hungría, Polonia y Alemania, y de múltiples establecimientos de venta en Europa y América del Norte. Diseñaron clásicos del diseño industrial, como la silla nº 14 (1859) y la mecedora nº 1 (1860).

Otros fabricantes en Austria-Hungría irrumpieron en el campo del mueble curvado cuando caducó la patente, en 1869. La firma Jacob & Josef Kohn desarrolló ya desde 1867 modelos con personalidad propia, primero historicistas y más tarde modernistas. Hijos de D.G. Fischel se especializó en mueble curvado y torneado. Gracias a sus exportaciones a España y América Latina tuvieron mucha influencia en las producciones valencianas. Las tres empresas participaron en la Exposición Universal de Barcelona de 1888.

Del historicismo al modernismo

Las denominadas en el siglo XIX “artes industriales” se vistieron con las formas de los estilos del pasado, un sello de calidad que les permitía competir con éxito en los mercados de la segunda Revolución Industrial. También el mueble curvado cayó en la tentación, aunque la propia técnica de fabricación imponía una estética que se avenía mal con la superposición de elementos historicistas.

A fines del siglo, esa misma apariencia necesariamente curvilínea favoreció su identificación con las formas sinuosas del Modernismo que, inspirándose en el crecimiento orgánico de la naturaleza, quiso liberar a las artes decorativas del peso de la tradición.

La Secession y la modernización de los diseños

En 1897 un grupo de artistas y arquitectos, entre los que se encontraban Gustav Klimt, Otto Wagner o Koloman Moser, fundaron en Viena la “Secession”, un movimiento asociativo que quería incorporarse con personalidad propia a la ruptura con la tradición del Modernismo. Más allá de la curva y la contracurva, propugnaba una síntesis de las formas que jugaba con la estilización y la geometría.

Los fabricantes de mueble curvado aprovecharon la oportunidad para renovar su repertorio y subrayar la calidad artística de sus producciones. La empresa Jacob & Josef Kohn trabajó con arquitectos como Gustav Siegel y Josef Hoffmann en los diseños de muebles, catálogos, anuncios y tiendas, y consiguió el Gran Premio de la Exposición Universal de París de 1900.

Diseño expositivo sostenible

Los muebles de madera curvada están hechos con muy poco. El montaje expositivo, a cargo de Mariano, quiere rendirles homenaje también con mínimos recursos. Los suficientes para hacernos sentir que las piezas flotan por las diferentes salas del Museo, tal y como seguramente ocupan nuestra memoria.

Este carácter museográfico minimalista empata con uno de los compromisos que guía la actividad del Museo: el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reduciéndose al mínimo los elementos expositivos, con el objetivo de minimizar los residuos.

Recursos utilizados:

– 151,3 m² de suelo de mármol preexistente
– 636,5 m² de pintura vegetal para suelos, carpinterías y techos
– 210 metros lineales de cuerda de escalada recuperada
– Dos vitrinas recuperadas
– Un proyector reutilizado
– La iluminación justa

Organización y coordinación: equipo técnico del Museo Nacional de Artes Decorativas
Comisario: Julio Vives Chillida
Diseño expositivo: Mariano
Diseño gráfico: Estudio Pérez Medina
Diseño de iluminación: Arkilum
Montaje: Fazeta
Fotografia: Javier Rodríguez Barrera

Reforma de la Farinera de Can Suau | Montis Sastre Arquitectura

El proyecto de la reforma de la Farinera de Can Suau consiste en la actuación de un rincón urbano olvidado en Llubí (Mallorca). Acotado por las fachadas traseras de las viviendas colindantes, destacan dos construcciones que históricamente han funcionado la una condicionada por la otra. Se trata del Molí de Can Suau, edificio patrimonial, así como su «Farinera» aneja, una construcción posterior datada del año 1900.

La propuesta consiste en una actuación urbana, generando un nuevo espacio urbano semipúblico en el municipio. El proyecto resultante es una nueva plaza para Llubí donde se han colocado unas nuevas conexiones verticales en el exterior para conseguir el mayor espacio libre en el interior de la Farinera.

Se elimina la construcción en estado de ruinas que conectaba el molino con la Farinera y se genera un nuevo acceso urbano desde la calle Creu. Por otro lado, se construye una escalera nueva de acceso a esta plaza desde la calle Recto Tomás. Estos nuevos accesos consiguen un nuevo flujo de tránsito peatonal entre estas calles. Esta plaza semipública, es un espacio exterior que funciona como nexo de unión entre el molino y la Farinera. Se entiende como las circulaciones entre las salas polivalentes y expositivas que albergan ambas construcciones.

La supresión de esta antigua conexión en ruinas, no solo consigue un nuevo acceso a este lugar si no que enfatiza el edificio patrimonial, el molí de Can Suau, adquiriendo el protagonismo que le corresponde.

La nueva escalera exterior que permite subir a la sala polivalente de planta piso funciona como mirador del pueblo. Se construye un ascensor para cumplimiento de accesibilidad y se ha sustituido la cubierta de la Farinera. En el ámbito de la plaza, se ha procedido al ajardinamiento, peatonalización, así como la implantación de un pequeño escenario para la realización de actos.

La plaza también funciona como un espacio expositivo de los diferentes elementos históricos que caracterizaban la Farinera. Las «moles» se ubican en las medianeras opuestas, y un elemento de acero lamado define el nuevo acceso urbano, la escalera, y un escaparate donde se muestra el antiguo motor de la Farinera.

Este elemento lamado de acero tan característico, tiene la particularidad de densificarse desde el interior de la plaza, y volverse transparente para mostrar la construcción de marés de 1900, desde la calle. De esta manera, se respeta el carácter de la construcción existente desde el exterior de este ámbito y no se distorsiona la apariencia original de esta zona del municipio.

Los materiales de este espacio consisten en los ya existentes o en unos nuevos de carácter industrial como el uso que históricamente tenían estas dos construcciones.

La piedra de marés existente de la fachada se mostrará como calidad protagonista. Las carpinterías son de madera. El acero también se muestra en los recercos de acero de los accesos y ventanas que ahora redefinen una nueva fachada respecto la medianera ahora expuesta, habiendo reutilizado los huecos anteriores tapiados.

Obra: Reforma de la Farinera de Can Suau
Autor: Montis Sastre Arquitectura (Tomás Montis Sastre)
Consultores: Eduardo Ramis de Ayreflor
Principales productos empleados: Pavimentos Lloseta, Cantera Cas Vilafranquer, Ferro i Formes Tenet Sat, Grupo Pastor 
Clientes: Ayuntamiento de Llubí 
Año finalización construcción: 2018
Superficie construida: 192,2 m2
Ubicación: Calle Creu núm. 18. Llubí. Islas Baleares
Fotografía: Alejandro Gómez Vives | Fotografía de Arquitectura
+ montissastrearquitectura.com

Reconocimientos

Premio de arquitectura de Mallorca 2017-2018-2019 (COAIB)

Abierta convocatoria 19º Premios Barcelona Building Construmat’21. Innovación, sostenibilidad y diseño

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Barcelona Building Construmat 2021 pretende tener la visión más completa de la industria, reuniendo a empresas de todos los mercados y de toda la cadena de valor del sector para ofrecer una visión 360º de las tendencias globales a través de las cuatro grandes áreas que integran el ciclo completo de la edificación: Diseño y proyección, Construcción, Gestión del activo inmobiliario y Mantenimiento.

Enmarcados siempre en la promoción de la innovación tecnológica que está redefiniendo la construcción y juntando a los profesionales más comprometidos para acelerar la transformación hacia un futuro sostenible y lograr ciudades y edificios eficientes, inteligentes, asequibles, saludables y responsables.

Abierta la convocatoria de la 19ª edición de los Premios Barcelona Building Construmat (BBConstrumat), el Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona, ha abierto ya el periodo de preinscripción para participar en la 19ª edición de los Premios BBConstrumat, que vuelven a contar con el comisariado de la Fundación Mies van der Rohe, centro de prestigio internacional de investigación, debate y promoción de la cultura arquitectónica. Los galardones valorarán todos los proyectos que estén en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y su Agenda 2030.

Con un gran prestigio en el sector de la construcción, los Premios BBConstrumat tienen como gran objetivo estimular los vínculos entre la arquitectura y la obra civil de calidad, la construcción respetuosa con el medio ambiente y la investigación y la innovación en los productos, proyectos, servicios y materiales de construcción.

En su 19ª edición, quieren distinguir y divulgar las obras y propuestas que, haciendo hincapié en la sostenibilidad, representan y generan un valor añadido al sector de la construcción en estos ámbitos: Producto o Material Innovador; Servicio Innovador; arquitectura; infraestructura; y Stand Barcelona Building Construmat 2021.

En la categoría de Producto o Material se valorará todo aquel recurso innovador que represente una mejora en el proceso constructivo.

En la de Servicio se busca una solución puntera para el mercado de la construcción o del mantenimiento.

Mientras que los apartados de Arquitectura y de Obra Construida, podrán participar proyectos de nueva planta o de intervención en construcciones existentes, terminadas entre 2019 y 2020 en cualquier país del mundo realizados por cualquier agente del proceso constructivo de España, Portugal o Andorra.

BASES

Urbanismo entrópico | Ignacio Grávalos – Patrizia Di Monte

No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto (…) y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos. Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada, es la oscuridad”.

Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX

Urbanismo entrópico 00

En 1865, el físico alemán Rudolf Clausius, introdujo el concepto matemático de la “entropía”, ligado a los principios termodinámicos. La palabra derivaba del griego (ἐντροπία) entropien, que significa “transformación, evolución”. Con él, quiso representar el grado de uniformidad con que está distribuida la energía. A mayor uniformidad, mayor entropía. La energía, de este modo, presenta una tendencia continua a equilibrar los distintos niveles de estados de concentración. Y ese fluir energético es el que produce el trabajo.

Urbanismo entrópico 01

La entropía simboliza el carácter direccional de los procesos físicos”.

Carmen Acedo

Se establece así una primera característica: para la obtención de trabajo, es decir, para que algo ocurra, es necesaria la diversidad, en este caso, de concentración energética. Es precisamente este movimiento, el que va a tender hacia una homogeneidad y, por tanto, a la quietud, a un grado máximo de entropía. Cualquier diferencia de energía dentro de un sistema aislado tiende siempre a igualarse, por lo que se podría decir que la uniformidad siempre aumenta con el tiempo. Es esta regla general la que fundamenta el llamado “segundo principio de la termodinámica”, que subraya el carácter direccional de los procesos físicos y anula, de modo incontestable, cualquier concepción de un orden cíclico, lo que Borges llamaría un tiempo circular.1

¿Esta ley natural es aplicable a la ciudad contemporánea?,

¿En qué medida puede entenderse el desarrollo urbano como una metáfora entrópica?

La ciudad actual asiste a dos fenómenos paralelos. De un lado existe una tendencia a formar micro-universos homogéneos; de otro, se produce un progresivo aumento estricto de la desigualdad social. Podría decirse que el segundo principio de la termodinámica urbana, tiende a cumplirse tan sólo en sistemas aislados, en este caso, zonas definidas muy claramente por similitud de condicionantes sociales y económicos. Entonces,

¿cómo responde la ciudad a este fenómeno que, por definición, contradice su propio espíritu?

Lo que la caracterizó originalmente fue el espacio público abierto, que posibilitaba la interacción entre diversos, y era esto, concretamente, lo que le otorgaba su especificidad. En consecuencia, una ciudad entrópica pondría de manifiesto el fin (o la privatización) del espacio público.

Urbanismo entrópico 02

…pero de pronto, somos ya incapaces de comprender por qué todo no está ya en desorden y polvo cósmico”.

Edgard Morin

Así como los procesos energéticos tienden hacia la homogeneidad, los procesos urbanos parecen derivar en la misma dirección. En este sentido resulta elocuente el plan Haussmann, desarrollado durante el Segundo Imperio en París a mediados del siglo XIX. Dicho plan, que reconfigura la trama medieval parisina y refleja las bondades de un urbanismo moderno, presenta, no obstante, importantes consecuencias sociales. La burguesía, los funcionarios, trabajadores, estudiantes, etc. convivían hasta entonces en un mismo edificio, ocupando diversos niveles según su posición social. En cierto modo, una manzana contenía un conjunto de situaciones heterogéneas capaces de reflejar la complejidad de la sociedad urbana.

Sin embargo, la subida de los alquileres de las viviendas, propiciada por el Plan Haussmann, expulsó del todavía prestigioso centro a las clases más desfavorecidas, incapaces de soportar la presión económica y se vieron forzadas a realojarse en la periferia. Se establecieron, de este modo, diversas bolsas urbanas homogéneas e impermeables, sistemas cerrados en sí mismos, y por tanto, situaciones incipientes de descohesión social.

Plan Haussmann, París 1853
Urbanismo entrópico 03

La ley de la entropía creciente es simplemente la afirmación de que en todos los procesos naturales el movimiento organizado de las moléculas tiene la tendencia a convertirse en desorganizado o sin orden ni concierto”.

Gamow, G., 1985

La idea de la periferia y el centro, no tardaría mucho en cambiar. El colapso de los centros históricos y la aparición de nuevos ensanches residenciales volvieron a reformular los sistemas de equilibrio de las ciudades, creando de nuevo universos autónomos, oasis paradisíacos para unos, al mismo tiempo que espacios concentración de desventaja social para otros. La periferia, antes destinada a las clases desfavorecidas, se convirtió en el destino de una clase privilegiada que huía de los inconvenientes de la ciudad histórica2 y de sus bolsas de marginalidad. El urbanismo (sistema), de ese modo, introdujo las bases para aislar a las personas (partículas) en grupos cerrados y homogéneos.

Urbanización, Shangai | Fotografía: Randy Olson | Fuente: Fortune.com

Y bien, ¿Qué sucede cuando las microciudades formadas en la periferia resultan extremadamente homogéneas?

Urbanismo entrópico 04

La entropía alcanzará un máximo cuando toda la energía del universo esté perfectamente igualada; a partir de entonces no ocurrirá nada porque, aunque la energía seguirá allí, no habrá ya ningún flujo que haga que las cosas ocurran”.

Isaac Asimov

Pero ese “no ocurrir nada”, trasladado al ámbito urbano, provoca un estado de esquizofrenia progresivo. En este sentido resulta ilustrativo el caso de “Celebration”, la ciudad creada por Disney en Florida para un perfil muy determinado de habitantes, en la que todo estaría bajo control, no habría espacio para la sorpresa y, evidentemente, tampoco para el conflicto. En seguida tuvo un sorprendente éxito, casas pintorescas, espacios verdes paradisíacos, reglas tradicionales de convivencia impecables, vecinos inmejorables…finalmente daban con la fórmula de un mundo feliz. Se puso en marcha un mecanismo regulado matemáticamente por los mercados que ponía en valor el modelo entrópico. No habría diferencias, no habría imprevistos.

Celebration, Florida |Fuente: disneyfanatic.com

Pero del mismo modo, “Celebration” no estaba preparada para la sorpresa. Catorce años después de su fundación, se produjo un asesinato y un suicidio. Bastó un solo incidente para poner en crisis un sistema que no estaba preparado para situaciones de infelicidad, y se desmoronaron los sueños de una realidad sin conflictos. Resulta imposible no establecer una conexión con aquel relato de Italo Calvino, en el que una ciudad fundada por los sabios, armónica y en conjunción con los astros, derivaba al final en la ciudad de los monstruos.3

La uniformidad, como hemos visto, ha sido impuesta a través de diferentes mecanismos, siendo muchos de ellos tendentes a la supresión del espacio público. Un ejemplo extremo lo encontramos en la aparición del la ciudad análoga4, en la que una red de pasarelas y conductos peatonales permiten la conexión controlada e hipervigilada de los flujos ciudadanos, que evitan las acciones imprevistas del espacio público. Estas estrategias, presentes en varias ciudades americanas (Minneapolis, Houston, Montreal) y asiáticas (Dubai), materializan, algunos años después, el anunciado fin de la calle.

Pasajes, Chicago | Proyecto Urbano: Reconversión del Chicago Pedway, revitalizar los sistemas peatonales | Fuente: mas-studio.com
Urbanismo entrópico 05

Nuestro universo se convierte en una realización entre miles de alternativas plausibles que no tuvieron lugar”.

I. Prigogine

En los años setenta del siglo pasado, fueron los situacionistas, de nuevo en París, los que se enfrentaron a este modelo de ciudad homogénea desde un punto de vista crítico. Se produjo un esfuerzo por alterar las leyes de la monotonía, por crear cortocircuitos urbanos de modo que pudieran reactivarse los flujos metropolitanos. A través de las derivas el habitante encontraba instrumentos de rebelión a través de pequeñas acciones subversivas. Se generaba así una segunda ciudad, discontinua e inconexa, pero a su vez, sorpresiva y espontánea. El caminar, en este caso el vagar, era considerado una práctica capaz de alterar el orden urbano, un modo de reivindicar la capacidad de ser libre. En este caso, es el azar (creativo) el elemento que contrarresta la disipación de la energía.

Sin embargo, esta subversión no ha sobrevivido a la maquinaria de la ciudad del consumo, definida por sistemas clonados y por la veloz pérdida de personalidad del territorio. La invasión de la publicidad, de la globalización o de los procesos de branding han ido eliminando los vínculos entre un ciudadano desubicado y un territorio impersonal. La ciudad genérica ha igualado las diferencias entre los diversos lugares. El tiempo ha devorado al espacio. La velocidad ha ido suprimiendo divergencias y particularidades en los, ya imparables, procesos de urbanalización.5

Urbanismo entrópico 06

…a mayor entropía, corresponde mayor probabilidad”.

Boltzman

Paralelamente, continúa diciendo el ámbito científico, este transitar hacia la uniformidad, aumenta el desorden. Por un lado se encuentra los movimientos naturales de las partículas, libres y aleatorios; y por otro, un esfuerzo artificial para restaurar el orden. La entropía esconde, en este sentido, una medida del caos. Ahora bien, cuanto más aumenta el desorden, disminuye la posibilidad de que suceda algo no probable. En este caso, la metáfora es cruel.

En toda esta confusión, la ciencia introduce el concepto de probabilidad, de una pluralidad de futuros no determinista, que presenta una vía de escape frente a un universo autómata6, un mundo en construcción en los que “la inventiva y la creatividad encuentran su lugar de forma natural”. En este caso, los sistemas abiertos fluctúan hasta acercarse a “puntos críticos de inestabilidad (o bifurcación)”,7 modificando la estructura mediante las sucesivas elecciones. Algo similar sucede en las ciudades que altera ese proceso entrópico, que transita sobre los márgenes de las leyes naturales a través de pequeñas revoluciones cotidianas8, silenciosas, casi invisibles, que sin enfrentarse a ellas, las adoptan de un modo imprevisto y, por tanto, las alteran. Es lo que De Certeau llama “el murmullo de las sociedades” en el que las partículas son capaces de establecer tácticas que desbordan y modifican los sistemas.

Urbanismo entrópico 07

Lo legal y reversible es una extrema rareza en el mundo físico”.

Prigogine

Históricamente el ciudadano ha configurado el tiempo para crear relatos que le permiten subjetivizar la realidad. Establece de ese modo, un dominio sobre un universo por él creado, una ficción sustitutoria de lo real, una representación. Estas ficciones, lejos de pertenecer al ámbito de lo irreal, constituyen una versión analógica del mundo, una herramienta de interpretación. Y es esa frontera difusa entre lo lógico y lo analógico, la que abre un espacio para el disenso, a la incertidumbre y a la probabilidad. Y si bien el equilibrio se lograría mediante introducción de unidades de desorden en un sistema, los gobiernos escenifican una presión regulatoria a través de “ordenanzas” (cívicas) para contrarrestar la anarquía de lo cotidiano.

Una obsesión por el dominio y lo normalizado, una predisposición por evitar lo imprevisto, que en los casos más extremos, anulan también el flujo energético, y consigue el sueño entrópico: un lugar donde no sucede nada, donde no hay espacio para lo improbable.

Ignacio Grávalos – Patrizia Di Monte. Arquitectos (estonoesunsolar)
Zaragoza-Venezia. Julio 2021.

Notas:

1 Borges, Jorge Luis. Historia de la eternidad. Alianza editorial, 1996.
2 En la presente edición de la Bienalle di Architettura di Venezia, Andrés Jaque ha sido galardonado con el León de Plata al mejor proyecto de investigación, por su propuesta “Sales Oddity”, en la que analiza la estrategia transmediática urdida por Silvio Berlusconi para crear una ciudad periférica, una ciudad alternativa en las afueras de Milán, capaz de acoger y recualificar a las clases selectas milanesas.
3 Calvino, Italo. “La cittá e il celo.4” en La cittá invisibile. Mondadori, 1993.
4 Boddy, Trevor. Underground and overhead: building the analogous city. Hill and Wang, 1992
5 Muñoz, Francesc. Urbanalización. Paisajes comunes, lugares globales. Gustavo Gili, 2010.
6 Prygogine, Ilya. “Pluralidad de futuros y fin de las certidumbres”. El País, 14/10/1998
7 Escohotado, Antonio. Caos y orden. Espasa, 1999.
8 De Certeau, Michel. La invención de lo cotidiano. Universidad Iberoamericana, 2010

Artículo publicado originalmente en LaCiudadViva en septiembre 2014

Ciudades que inspiran (I) Iquitos, la ciudad del agua | Urbanistas.lat – Aldo G. Facho Dede

Ciudad de Iquitos. Foto: Juan Arellano, extraído de Future Challenges.

Presentamos el primer episodio del podcast “Ciudades que Inspiran”, que nace de una alianza entre la Red Latinoamericana de Urbanistas y el Comité de Lectura. Desde este espacio, los invitamos a visitar con nosotros diversas ciudades del Perú y Latinoamérica a través de las miradas críticas de sus ciudadanas y ciudadanos, buscando aquello que les inspira y apasiona.

Hoy vamos a hablar con la arquitecta Gabriela Vildósola Ampuero sobre una de las ciudades más singulares de nuestro país, la apasionante ciudad de Iquitos. Ubicada en el corazón de la Amazonía peruana, es la puerta del río Amazonas y la ciudad más grande en proximidad a la triple frontera con Colombia y Brasil.

Gaby es arquitecta, docente universitaria e investigadora, iquiteña de nacimiento y residencia, comprometida con el mejor desarrollo de su ciudad desde la complejidad de su territorio y diversidad de las culturas que en ella conviven.  Es Magister en Docencia universitaria y candidata a doctora en Ambiente y Desarrollo Sostenible, asimismo, cuenta con un posgrado en Planificación y Ordenamiento Territorial para el Desarrollo Sostenible. Ha sido Decana de la Regional Loreto del Colegio de Arquitectos del Perú entre los años 2017-2020 y forma parte del equipo impulsor de la plataforma ciudadana “El Acuerdo por Iquitos” creado el 2017.

ArchiMaps y su nueva versión de escritorio

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ArchiMaps, ahora es accesible directamente a través del navegador web, la nueva versión desktop permite explorar ArchiMaps desde cualquier ordenador.

ArchiMaps aplicación móvil de guías de arquitectura, acaba de lanzar su versión de escritorio. Cuenta con las mismas funcionalidades que la App, pero con una nueva interfaz adaptada. Es accesible desde cualquier navegador -también desde dispositivos móviles- y no es necesaria descarga previa.

ArchiMaps incluye edificios pertenecientes a todas las épocas y estilos. Su base de datos, en constante crecimiento, cuenta actualmente con más de 2.500 obras de arquitectura repartidas en 15 guías:

Ciudades:
Barcelona – Chicago – Londres – Los Ángeles y Sur de California – Madrid – Ciudad de México – Nueva York

Arquitectos:
Alvar Aalto – Antoni Gaudí – Louis I. Kahn – Adolf Loos – Mies van der Rohe – Eero Saarinen – Sáenz de Oíza – Alejandro de la Sota

Más información en www.thearchitecturemaps.com

ArchiMaps Desktop está disponible en archimaps.thearchitecturemaps.com

ArchiMaps App funciona en sistemas iOS y Android, y se puede descargar de forma totalmente gratuita en el App Store y en Google Play.

ArchiMaps también está presente en Instagram, Twitter, Facebook y LinkedIn, donde se publican las últimas novedades y actualizaciones.

Casa Calixto | GRX Architects

Una casa para el nuevo habitante rural, Puebla de Don Fadrique, 2019

Durante décadas la arquitectura ha vivido preocupada por la ciudad, sus transformaciones y su futuro, pero puede que el futuro de la ciudad sea el campo ante el colapso climático y político. La Casa Calixto nos permite reflexionar sobre la posibilidad que ofrecen los contextos rurales en la creación de nuevas realidades biopolíticas.

Contexto

La casa se encuentra en Puebla de Don Fadrique, en una encrucijada geográfica entre Castilla La Mancha, Murcia y Andalucía, al pie de uno de los picos más altos del sur de la Península Ibérica, la Sagra. Esta ubicación somete al proyecto a unos condicionantes climáticos muy particulares más próximos a un clima continental que al mediterráneo.

Con tradiciones muy arraigadas y una población orgullosa, Puebla de Don Fadrique se halla ante el dilema de la modernización y el respeto a su propio paisaje y cultura. En esta disyuntiva, los bordes del pueblo y las nuevas zonas de ensanche juegan un papel fundamental convirtiéndose en los lugares de transformación de su paisaje. Bernard Rudofsky, en sus viajes por la península ibérica, documentó la forma en que los pueblos se construyeron en armonía material y paisajística con su entorno. Tal evolución se debía a la transformación de materiales de la tierra en arquitectura en sí misma, pero los vicios en las metodologías constructivas contemporáneas (mediante la influencia del capitalismo en procesos de fabricación) han destruido, desde sus bordes, la identidad paisajística de la construcción vernácula, así como la identificación de los habitantes con su entorno.

Materialidad

La casa asume la difícil tarea que supone dar continuidad al paisaje vernáculo a través de una construcción contemporánea, donde el arquitecto se presenta como un facilitador de alternativas paisajísticas y cuyos resultados deben plantear materialidades de resistencia.

Desde este punto de vista, la estructura de la casa se realiza en hormigón, que permite trabajar con las constructoras locales y posibilita un resultado orgánico, imperfecto y artesanal. El revestimiento se realiza con mampostería de piedra de una cantera local usada como materia prima para grava. Esta piedra es el resultado del material sobrante en la producción de grandes losas, lo que la hace muy económica y cuyo resultado enlaza con las construcciones vernáculas del entorno que están presentes en el imaginario local. Del mismo modo, la propia naturaleza material de la piedra, obliga a una construcción manual que le otorga rotundidad e integración con el paisaje.

Estrategia

La casa se articula con un programa sencillo, un garaje bien conectado con el jardín para poder realizar comidas y fiestas con amigos, y una casa bien soleada en la que la visera al paisaje permite una apertura radical al mismo pero controlando la entrada de luz solar directa en verano. El proyecto se fundamenta sobre la lógica de recorridos a través de la casa, a modo de promenade architecturale, así como en su conexión con el paisaje y el jardín. Un muro perimetral que, en continuidad con el paisaje murario local, genera diferencias de cota que permiten establecer un doble diálogo: observar desde el interior el paisaje subrayado así como preservar la intimidad de miradas externas. La transición entre el dentro y fuera se materializa a partir de una boca horizontal que se abre al jardín y dos verticales para entrada de luz. Al recorrer la casa pequeñas aberturas vinculan el mundo doméstico interior con el paisaje exterior. El jardín no se entiende como la “no-casa”, sino como un intermediario con el paisaje a través de una nueva topografía. Recorrer el jardín nos va a permitir un juego de miradas al entorno.

La casa se presenta, en términos de Gilles Clement, como un “tercer paisaje” donde la naturaleza se apodera de la arquitectura. El jardín se apropia del vacío entre las piedras y el paso del tiempo es un aliado, como hace la vegetación en las piedras de un río. La Casa Calixto invierte los patrones de la arquitectura moderna: la arquitectura no intenta dominar el entorno, sino devenir entorno. De esta manera los muros no se protegen de la naturaleza, tan solo de la ciudad, generando un refugio del paisaje, un “jardín en movimiento”.

Obra: Casa Calixto
Arquitectos: GRX ARQUITECTOS
Colaboradores: Jose M. Pérez Sevilla, Maribel Fernández Díez, Romain Guigo, Sophia Heinen, Antonio Jesús Gutierrez, Camille Vinas, Dennis Graves, Tommaso Banfi, Jose María Rueda Romero, Diego Vincenz, Daniel Usero (Estructura), Alicia Gómez Quirantes (Instalaciones)
Constructora: Linos 2008 S.L. + Jesús Castillo «El Chin»
Ubicación: Puebla de Don Fadrique, Granada, Spain.
Cliente: Privado
Presupuesto: 120.000€
Año: 2019
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero) + Javier Callejas
+ grxarquitectos.com

Todas las escaleras del mundo

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Todas las escaleras del mundo
Todas las escaleras del mundo
¿Puede escribirse un libro que contenga Todas las escaleras del mundo?

Dado que, como aquí se afirma, el número de escaleras es infinito, tal tarea parece imposible. Y sin embargo, sí puede intentarse rastrear los territorios, las ideas y las problemáticas que tienen en común. Reunir en un tomo los rasgos comunes a “todas las escaleras del mundo” tal vez sea un trabajo difícil, pero indudablemente resultará provechoso.

Este escrito huye de la tentación de establecer taxonomías, o tranquilizadoras clasificaciones de las escaleras. Porque, al igual que los líquenes, se trata de una de esas especies que pertenecen a varios mundos y ocupan simultáneamente varias dimensiones: son primitivas y sin embargo es imposible describir algunos de los mejores espacios de la contemporaneidad sin poner en valor su presencia. Son básicas y sin embargo en torno a ellas se dan situaciones complejas y casi invisibles en el día a día.

Las escaleras son un componente primordial de la arquitectura y el primer y más sencillo sistema para el desvelamiento de sus modos de conexión debido a que enlazan con extrema facilidad personas y situaciones a diferente nivel. Son un perfecto arquetipo arquitectónico, simbolizan el objetivo de la composición y gracias a ellas es posible la misma idea de secuencia de espacios. Como hacen los puentes al cruzar valles y ríos, las escaleras crean lugares en sus dos extremos siendo en sí mismas uno particular.

Santiago de Molina es arquitecto. Es profesor titular de Proyectos Arquitectónicos en la universidad San Pablo CEU de Madrid. Su obra ha recibido diferentes premios en concursos nacionales e internacionales. En Ediciones Asimétricas ha publicado los libros Hambre de Arquitectura y Múltiples. Estrategias de la arquitectura. También es autor de Arquitectos al margen y Collage y Arquitectura, libro seleccionado a los premios FAD de Teoría y Crítica 2015. Es colaborador habitual de numerosos medios especializados. Dirige desde el año 2009 el blog Múltiples estrategias de arquitectura.

  

La casa productiva | Miguel Ángel Díaz Camacho

La casa productiva | Miguel Ángel Díaz Camacho
Eksteriørfoto av Planetveien 12, Arne Korsmo og Grete Prytz Kittelsens enebolig på Vettakollen i Oslo. Bygningen er tegnet av Korsmo og Christian Norberg-Schulz og ble bygget i 1954. Huset regnes som et av de viktigste verkene i norsk modernistisk, funksjonalistisk arkitektur, og er tegnet etter prinsippet om at alle form skal fylle en funksjon.

La casa como oportunidad inexcusable para la experimentación encuentra su plenitud en dos momentos determinantes de la historia: la postguerra de los dos grandes conflictos bélicos internacionales del Siglo XX. La estandarización, la economía de medios, la aplicación de nuevas tecnologías y materiales o la propuesta de nuevas formas de vida serán temas comunes en, por ejemplo, ‘Pessac’ (1925) o las ‘Casas Loucheaur’ (1929), de Le Corbusier; la ‘Casa experimental’, Weissenhofsiedlung, Stuttgart (1927), de Walter Gropius; o ya en Estados Unidos y dentro del programa de las Case Study Houses, la CSH#8 (1945-49), diseñada por Charles & Ray Eames. El proyecto doméstico como laboratorio.1

Heredera en parte del programa norteamericano, aunque proyectada y construida en Oslo entre 1952-1955 por Arne Korsmo y Christian Norberg-Schulz, la casa en Planetveien 12 constituye uno de los iconos de la arquitectura escandinava.2 Al margen de su configuración espacial y constructiva, interesa aquí su estrategia programática como «live-work home«, una casa para vivir pero que habrá de financiarse con el trabajo que precisamente allí ha de producirse.

El nivel bajo rasante se destina a los trabajos en metal y madera de Grete Prytz Kittelsen, así como a su taller de esmalte, iluminado a través de un patio jardín escalonado; la planta alta se configura como una oficina de diseño que integra un dormitorio con cama escamoteable; entre la producción y el prototipado, la planta baja explora las valencias sociales del estar internacional y se diseña como un marco experimental para todas las creaciones de los Korsmo:

«podemos usarlo como lugar de pruebas para maquetas y otros artículos, dibujar sobre las pizarras pivotantes, como auditorio para películas y proyecciones, como una pequeña galería de exposiciones no solo de nuestro trabajo, también de nuestros colegas y amigos; y como mini-teatro si uno levanta la escalera levadiza».3

La casa respira el aire del atelier, una suerte de tramoya doméstica. Salvo el hogar en ladrillo, todo será removible, escamoteable, levadizo, pivotante, corredero, ligero y apilable como el conjunto multicolor de cojines prismáticos que permite infinitas disposiciones para sentarse o tumbarse en un espacio de programa intangible. La casa promete la celebración de la vida desde el noble oficio de la creatividad.

Como si el ejercicio del diseño estableciera un paisaje confortable sobre el que habitar y producir a un tiempo, una vida interior estimulante ante un afuera blanco y hostil durante gran parte del año. La existencia luminosa de la que ha desaparecido tanto la apariencia burguesa como la rutina proletaria, la idea del ocio y del trabajo, para sintetizar una nueva utopía concurrente, una quimera, una nueva fertilidad conjuntiva, un ecosistema receptivo felizmente rentable y propositivo: la casa productiva.

Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Junio 2015.
Autor de Parráfos de arquitectura#arquiParrafos

Notas:

1 Ver artículo «El proyecto doméstico como laboratorio«, MADC, publicado en la revista RITA nº2, págs. 124-131.
2 La casa forma parte de un conjunto de tres: Planetveien 12, 14 y 16, perteneciendo una de ellas a la familia de Korsmo y otra al propio Norberg-Schulz. Una vez separado Korsmo de su mujer Grete Prytz Kittelsen (una reconocida diseñadora noruega a la que la escuela de arquitectura de Oslo -AHO- dedica su hermosa sala de dibujo), ésta permanecerá en la casa hasta su muerte manteniendo en perfecto estado de conservación el proyecto original. Ver Tostrup, Elisabeth; «Planetveien 12. The Korsmo House. A Scandinavian Icon«, London, Artifice, 2014.
3 rne Korsmo, 1955. Ibídem. pág. 36. Traducción MADC.

Conversaciones fuera de aula. Señalar es enseñar | José del Carmen Palacios Aguilar

Louis Kahn teaching graduate architectural studio, University of Pennsylvania, USA, c.1967 | Fotografía: Eileen Christelow Courtesy

De los maestros que he tenido me quedo con aquel que viajó al futuro conmigo, aquel que depositó en mi alforja más que pensamientos, utensilios e instrucciones para su uso, piezas fantásticas que se activaban a medida que iba creciendo.

Aquel que me señalaba los lugares, mi padre siempre, aquel que aprendía cuando me enseñaba y se emocionaba como quien era enseñado.

La mejor herencia que puedes recibir de los maestros es la que llevas a cuestas, la que vas convirtiendo en semillas, y sembrando a medidas que creces y caminas por la vida, y en ese andar dejas hilera de árboles, así tu sombra se hace cada vez más larga con el paso del tiempo.

Maestro, el que te enseña a caminar y no el camino, si el horizonte. Me quedo con esos maestros, con los que te invitan a elegir un instrumento y comprometerse contigo hasta ser parte de él y volverte invisible.

Esos son los maestros que recuerdo, nos los que me enseñaron, sino los que aprendían conmigo.

José del Carmen Palacios Aguilar, M.Arch. ETSAB
Lima, 2021

Arquitectura límite. Construcción industrial en el borde litoral

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Bateas de Triñans Boiro | Fotografía: David García-Louzao

El Museo Virtual de la Fundación María José Jove, con el apoyo de la Diputación Provincial de A Coruña, presenta el proyecto de investigación Arquitectura al límite. Construcción industrial en el borde litoral, en el que se documenta y debate en torno al patrimonio arquitectónico situado en la línea de costa de la provincia de A Coruña. En concreto, han sido recorridos los 965 km que dividen la tierra del mar y documentadas 300 construcciones clasificadas en 8 tipologías: molinos, conserveras, astilleros, cetáreas, industria acuícola, secaderos, puertos e industria ballenera.

Además, se ha realizado una selección, que destaca por su singularidad, valor histórico y arquitectónico, que se han recreado en 3D o registradas con imágenes tomadas con vehículo aéreo no tripulado (videos y fotografías), con una estética muy cuidada, reforzando el análisis y acompañada cada una de un pequeño texto. Concebido como una plataforma de revisión y debate, para llevar a cabo el proyecto se optó por el empleo y combinación de estas tecnologías para difundir y contribuir a la conservación de los inmuebles, algunos de los cuales están en peligro de desaparecer. Son arquitecturas adaptadas al territorio y condicionadas por un mar siempre presente, sin el cual no existirían.

Salgadeira en Carnota | Fotografía: David García-Louzao

Este patrimonio singular ha servido, además, de punto de partida para reflexionar sobre su evolución, transformación, abandono y reconversión, así como su impacto en el territorio en el que se ubica. Para ello participaron cinco arquitectos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UDC: Carlos Quintáns, que actuó además como coordinador científico, David García-Louzao, Elisa Gallego, Óscar Fuertes y Juan Creus. El resultado podrá verse en unas charlas accesibles desde la web del MUV:

– “Dibujando el límite” de Carlos Quintáns.

– “Arquitecturas batientes. La arquitectura como mediación en el límite del mar” de David García-Louzao.

– “La arquitectura de los oficios del mar. El patrimonio marítimo del litoral gallego” de Óscar Fuentes.

– “Ni sagrado, ni salvaje” de Juan Creus.

– “Un territorio sin fronteras, un territorio de referencias” de Elisa Gallego.

Roteiros, recursos didácticos y bibliográficos

El proyecto se completa con el diseño de roteiros para conocer los distintos paisajes industriales; varios recursos didácticos que difunden este tipo de patrimonio entre los más pequeños y una selección de recursos bibliográficos.

Cetaria Punta Sarridal | Fotografía: David García-Louzao

Arquitectura al límite se enmarca en el programa de proyectos singulares de especial interés cultural que cuentan con el apoyo de la Diputación de A Coruña. Por su parte el MUV, plataforma digital y virtual pionera para la difusión del arte y la cultura, continúa en su promoción de nuevas formas de incidir en la investigación y en la transferencia de conocimiento, facilitando la conexión entre personas de diferentes ámbitos y disciplinas que contribuyan a la producción de ideas y acciones críticas en relación con el contexto más cercano: Galicia.

Residencial AC33 | ERRE arquitectura

En pleno centro del Barrio del Eixample de Valencia, junto a la Gran Vía Marqués del Turia, se ubica el edificio residencial AC33. Este proyecto residencial consiste en la construcción de viviendas de nueva planta, además de un jardín interior, garaje y locales comerciales, con la singularidad de tener que mantener y rehabilitar la fachada del edificio original construido en 1921.

Se trata, por tanto, de un proyecto que ha supuesto una mejora del patrimonio histórico y artístico de la ciudad de Valencia. Un proyecto en el que uno de los aspectos más importantes ha sido el de dar continuidad a lo que ya sucedía en el barrio y a su memoria, reformulando desde la contemporaneidad y la sostenibilidad lo cotidianeidad del lugar. En definitiva, una arquitectura capaz de mejorar el contexto físico y social de su entorno y habitantes.

El proyecto está conformado por 5 viviendas, una por planta, de unos 230 metros cuadrados cada una aproximadamente. Dichas viviendas, que cuentan con tres y cuatro dormitorios, están diseñadas y pensadas desde el confort y la comodidad diaria de sus habitantes y disfrutan de doble orientación: a la calle Almirante Cadarso y al jardín interior ubicado en el patio de manzanas.

El edificio cuenta además con diferentes espacios que permiten potenciar el espíritu de comunidad entre sus habitantes como el amplio zaguán de acceso o el jardín interior con piscina atemperada. A través de dos huecos diseñados ex profeso para acoger dos grandes palmeras Washingtonia Robusta (18 m), se extiende y comunica el jardín con el nivel inferior donde se ubica el garaje que disfruta así de luz y ventilación naturales y que, además, está preparado con enchufes de carga de coche eléctrico en cada plaza de aparcamiento.

El proyecto AC33 se caracteriza también por las estrategias adoptadas en términos de sostenibilidad y eficiencia energética, garantizando el mayor confort y prestaciones a los futuros usuarios con la máxima reducción de consumo energético y ahorro en costes operativos.

El edificio es capaz de suministrar, gestionar y controlar los accesos a la energía de forma global, lo que permite ahorrar en instalaciones, equipamientos y accesos a distintas fuentes de energía.

En este sentido, AC33 es el primer edificio del centro de Valencia en incorporar la geotermia como fuente de energía, que en combinación con la solar fotovoltaica y la aerotermia permiten reducir el consumo en electricidad primaria para calefacción, aire acondicionado, climatización de la piscina y el agua caliente sanitaria en más de un 80 %. Estas medidas han posibilitado también la reducción de emisiones de CO2 en más de un 90% (ambos datos han sido medidos una vez finalizado el edificio).

Las viviendas tienen sistemas integrados de control, que suponen que cada usuario gestiona, desde su teléfono móvil, la seguridad, funcionamiento y consumos de los sistemas de climatización y de los equipos domésticos conectados. Además, incluye sugerencias de funcionamiento, dependiendo de la época y las condiciones ambientales, de forma que los usuarios sean conscientes de los efectos de sus hábitos de consumo sobre su economía y sobre el medio ambiente.

AC33 ha supuesto una enorme oportunidad para, por un lado, renovar, mejorar y rehabilitar la ciudad existente y, por otro, optimizar el comportamiento energético de este nuevo proyecto residencial donde sensibilidad histórica, estética y funcional han jugado un papel fundamental.

Obra: Residencial AC33
Operador: Rimontgó
Arquitectos: ERRE arquitectura
Emplazamiento: C/ Almirante Cadarso, 33, 46005 Valencia (España)
Constructor: Edifesa
Proveedores: Porcelanosa
Ingeniería: Adypau, Aiguasol
Mobiliario: Orsal, Viccarbe y Punt Mobles
Año inicio construcción: 2017
Año fin construcción: 2019
Superficie construida (m2): 2.026,25 m2
Fotografía: David Frutos
Vídeo: David Zarzoso y Fernando Moreno
+ errearquitectura.com

El audaz ingenio de Eduardo Torroja. Pepa Cassinello

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La directora de esta entidad, Pepa Cassinello, fue la encargada de inaugurar la exposición Eduardo Torroja. Propuestas para la bahía de Cádiz, 1927-1928, en en el el Colegio de Arquitectos de Cádiz con una conferencia en la que no sólo resaltó El audaz ingenio de Eduardo Torroja, sino la faceta más humana y modesta, el compromiso social de un ingeniero de personalidad arrolladora y tremendamente solidaria y constructiva.

Así lo contaba Cassinello, que destacó las razones por las que Torroja es un referente internacional para todas las generaciones, por

«un modelo de pensamiento muy especial, claro, dirigido a la innovación y lo racional, y con una labor social detrás tremenda».

También incidió en su labor en la transmisión de pensamientos, los que legó en su libro Razón y ser, sobre estructuras

«escrito por uno de los grandes ingenieros con tal generosidad que todos entienden».

Otro rasgo de su generosidad son las marquesinas que le hacía y que no están registradas para los cines a Sánchez Esteve.

La relevancia social de la Fundación Torroja es otro de los puntos que señaló, al hilo del Instituto que creó el ingeniero para ver qué pasaba en el mundo.

«Empezó una labor que incluso absorbió el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicos, con la que ayudó, formó a obreros para racionalizar la construcción y dio apoyo a todas las empresas que quisieron hacer una patente. De hecho, las entrañas de los edificios de España están llena de patentes nacidas gracias a su apoyo para construir mejor».

Enseñar o Aprender | Miquel Lacasta

Frank Lloyd Wright rodeado estrechamente por estudiantes en el Taliesin Fellowship program, diciembre 1937. Fotografía de William Hedrich.

Tras muchas horas de docencia1 en múltiples formatos, hay una cosa clara, y que estaría dispuesto a discutir con quien quiera. En una estructura de taller, de workshop, y por tanto de interacción uno a uno con cada alumno, la docencia no se basa en enseñar, sino en aprender. Es decir, el rol principal como profesor, no es el de transmisión, sino que es el de transferencia. En la relación con un alumno no sirve la transmisión de conocimientos en la forma de una lección. El valor docente se centra en la transferencia de una experiencia, donde más que aportar ideas, se socializan las dudas y se comparten  los tortuosos caminos para operar con esas dudas.

Por tanto la labor docente se construye a partir de una interacción donde aprenden tanto los alumnos como los docentes. Ahora bien,

¿cómo se valora y se puede medir la experiencia?

Del conocimiento contextual

En Petite Poucette, de Michel Serres, escribe:

«Antaño y ayer mismo, el saber contaba con el soporte del sabio, aeda o bardo. Una biblioteca viviente… tal es el cuerpo del pedagogo. Con el acceso a las personas, por medio del teléfono móvil, con el acceso en cualquier lugar, con el GPS, el acceso al saber se ha abierto. En cierto modo se encuentra ya transmitido».2

En otras palabras, el conocimiento es contextual, omnipresente, abierto. Solamente hace falta hacer click en alguno de los múltiples aparatos electrónicos que llevamos y que nuestros alumnos llevan encima, para tomar conocimiento, procesarlo e interiorizarlo.

En otro momento del libro Serres escribe,

«Ahora que está distribuido por todas partes, el saber se esparce por un espacio homogéneo, descentrado, libre de movimientos».

Medio en broma, más de una vez se ha comentado la figura de la persona que en medio de una conversación, saca su dispositivo móvil, y corrobora o desmiente la fecha o el hecho que ha surgido en la misma. A través de Google, la red se comporta como una especie de notario de la precisión.

Hoy dar una fecha es un acto de riesgo.

En arquitectura, al menos en la parte docente que se corresponde con la docencia en formato de taller, las precisiones están de más. La parte central de aquello que el profesor de proyectos cometa, poco tiene que ver la precisión. Más bien tiene que ver con la pasión, la actitud y la experiencia.

Transferir más que transmitir

Hay una diferencia entre transmitir un dato, un hecho o una lección entera a transferir una opinión o una duda en el transcurso de una discusión acerca de la viabilidad de un proyecto, o lo que solemos llamar en la docencia de la arquitectura, una corrección de proyectos.

Si simplemente nos limitamos a transmitir, lo que hacemos es trasladar una información cerrada de un lugar a otro. De la cabeza del profesor a la cabeza del alumno. En cambio, en el rol de transferencia, como su propio nombre evoca, hay una zona de contacto, prácticamente física en el trasvase de esa información. Además, puestos a especular, la manera, es decir, la actitud cómo se produce esa transferencia, da la posibilidad de convertir esa información en conocimiento para el receptor. Quiero decir con ello, que al estar metafóricamente y en muchos casos también físicamente, tan cerca el punto de origen y el punto de destino de esa información, la manera como se ejecuta ese transito es fundamental.

En realidad lo que se produce es un ámbito de legitimidad. El alumno legitima aquella información, aunque como ya he dicho sea en forma de duda, o de pregunta, en la forma de verdad de bolsillo, de micro verdad respaldada por la experiencia del que emite.

Si creemos que esto es mínimamente cierto, un nuevo equilibrio se da en el aula.

Si el alumno recela de la legitimidad del emisor, no dará ningún crédito a la sugerencia. Al contrario, si el alumno legitima al profesor, esa capsula de información es automáticamente una transferencia de conocimiento.

Es por eso que en cada interacción, aprenden ambos, tanto alumnos como profesor. La tarea realmente difícil es que la percepción del profesor es diferente para cada alumno, y por tanto la manera como el profesor es legitimado, es personal de cada uno de ellos. Es por eso también que la docencia de la arquitectura en el formato de taller debe tener un espacio y un tiempo dilatados, es intensa por definición y nunca concluye. Algo muy parecido a la realidad profesional. En cada proyecto hay un potencial enorme de aprendizaje.

En esencia, la única diferencia entre un alumno y un profesor es que el segundo lleva muchas más horas aprendiendo que el primero, y eso a fin de cuentas es lo único que debe transmitir el docente. A partir de ahí, todo es transferencia.

Y es que aprender no tiene fin.

Miquel Lacasta Codorniu. Doctor arquitecto
Barcelona, mayo 2014

Notas

1 Mi experiencia docente se remonta a 1997 principalmente en la ESARQ-UIC. Desde entonces calculo haber impartido mi docencia a más de 750 alumnos en aproximadamente 9000 horas, entre docencia regular, talleres y seminarios.

2 SERRES, Michel, Petite Poucette, Éditions Le Pommier, Paris, 2012

Traveller frog from Duck Lane. Banqueting House | Antón Capitel

Banqueting House, Londres, 2014 | Autor: ChrisO |Fuente: wikipedia

Empieza una etapa diferente, con mis crónicas desde Londres. El tópico español de Londres –no sé si el tópico internacional- era lo mal que se comía, aquí y en toda Inglaterra. Han debido de decírselo mucho a los londinenses, y el turismo en la ciudad ha tenido que llegar a ser extraordinariamente grande, pues en los barrios centrales y populares no hay otra cosa, casi, que restaurantes y casas de comida. Se puede comer como se quiera, realmente. Mal o o regular, desde luego es facilísimo, pero también muy variado; y bien o tirando a bien no es difícil. No es barato, pero aquí no hay nada barato.

El otro día, casi por azar, fuimos a parar a la zona de Westminster. Vimos la Abadía, por fuera (17 libras para entrar), el Parlamento, y descubrimos The Horse Guards, el cuartel del regimiento de caballería de la guardia del Rey (de la Reina), un edificio neoclásico de William Kent, magnífico, que cierra la calle con respecto a St. James Park, justamente enfrente de la Banqueting House construida por Iñigo Jones. Al otro extremo del parque, no muy grande, pero estupendo, está Buckingham Palace. Es una zona magnífica, una zona oficial, con espléndidos edificios eclécticos que son los ministerios. Todo parece celebrar el gran Londres académico, aunque allí se mezclen la tradición clásica y la gótica sin hacerse realmente mucho daño.

Interior de la Banqueting House, en Londres, 2004 | Autor: Albeins | Fuente: wikipedia

La Banqueting House es un edificio más o menos palladiano de Jones con el que se inició el renacimiento inglés a la manera italiana, ya en el siglo XVII. Antes había habido un renacimiento inglés más o menos castizo, que no resultó malo, pero tampoco exitoso ni refinado. Fue Jones, con este edificio y algunos otros, quien empezó un renacimiento italiano que quería ser británico, contradicción interesante que la arquitectura inglesa llevó adelante durante más de 2 siglos.

Cuando se construyó (como se ve en algunos cuadros y grabados de época y posteriores) era algo completamente ajeno a su entorno. Esto es, era arquitectura estrepitosamente moderna que despreciaba la tradición propia y la arquitectura del lugar. Quizá hubo un Príncipe de Gales que se escandalizó de ello.

Lo mandó construir Jacobo I, padre de Carlos I, el rey que perdió la guerra civil y que fue decapitado por orden del Parlamento (de Cromwell) precisamente en un tinglado de madera colocado contra la fachada del Banqueting House. Cobran 8 libras y pico por entrar, lo que es un poco exagerado.

Hoy llovió a mares, y llegamos a comer y a casa calados hasta los huesos. Pero hacia las 2 de la tarde ya había parado.

Antonio González-Capitel Ma2rtínez · Doctor arquitecto · catedrático en ETSAM
Madrid · Septiembre 2010

Call for Papers. VAD 06. Las precursoras

Dentro de las disciplinas técnicas, la arquitectura fue la primera en normalizar la presencia de mujeres en los estudios oficiales. Hoy, las escuelas de arquitectura de España y de muchos otros países de nuestro entorno tienen un alumnado con tendencia a la paridad, incluso en algunos casos con mayor porcentaje de mujeres que de hombres. Aunque las primeras arquitectas aparecen a finales del siglo XIX en diferentes países europeos y en Norteamérica, existen multitud de evidencias que demuestran la participación de mujeres en el diseño, la construcción y la promoción de la arquitectura desde la antigüedad.

¿Cómo ejercen las mujeres la profesión? ¿Cuáles han sido sus principales aportaciones al campo de la arquitectura? ¿Qué arquitectas y obras relevantes con autoría femenina han quedado en el olvido? Estas son algunas de las preguntas más habituales entre quienes estudian el papel de las mujeres en la historia de la arquitectura, pero caben muchas más porque los datos actuales indican un problema de igualdad de oportunidades importante en todos los campos de la arquitectura. Preocupa principalmente el significativo abandono de la profesión, la baja presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y la falta de reconocimiento a través de los mecanismos principales de la arquitectura: los premios y las publicaciones.

La falta de igualdad de oportunidades no sólo afecta a las mujeres arquitectas, es una pérdida de talento que afecta al conjunto de la sociedad. Porque lo cierto es que, efectivamente, las mujeres están y han estado presentes en la arquitectura y en la construcción del hábitat humano en general, bien por voluntad propia, bien por necesidad. Sabemos que las mujeres, tituladas o no, han sido clave en la configuración de los espacios domésticos, adelantándose a creaciones técnicas y espaciales consideradas posteriormente como innovadoras. Sabemos también que muchas han tenido mayor sensibilidad para enfocar su trabajo teniendo en cuenta a personas y colectivos con necesidades especiales y específicas en relación con los entornos construidos o para acceder a un hogar digno. La mirada inclusiva y la atención a la diversidad de personas que necesitan y disfrutan de la arquitectura ha mejorado nuestra profesión, reforzando su papel social y su capacidad para ser fuente de bienestar social.

Las mujeres han abierto nuevas maneras de ejercer, no sólo al especializarse en temas periféricos y muchas veces transdisciplinares, sino también por plantear nuevas formas de organización empresarial, que en general hacen más fácil la conciliación de la vida profesional y la personal. Maneras de trabajar que, ante una revisión de modelos productivos y empresariales, de lugares y horarios de trabajo, resultan fundamentales a la hora de encarar los retos de una profesión que —en pleno proceso de reconversión interna—, se enfrenta al reto de la sostenibilidad económica, social y ambiental.

Por tanto, parece pertinente dedicar el número a estas precursoras, ya que las mujeres han estado desde el inicio en la configuración del hábitat, y ellas mismas han sido el comienzo de cambios en la profesión, en ocasiones, con su sola presencia en el aula, la oficina o la obra. Queremos saber también de aquellos hombres que hicieron y hacen posible que las mujeres formen parte de la profesión: padres, profesores, clientes, compañeros y parejas, que nos lo pusieron más fácil o simplemente lo hicieron posible con el sencillo gesto de ofrecernos la oportunidad. Mujeres en el pasado, el presente y el futuro de la arquitectura, sus enfoques, sus obras y campos de especialización, sus aciertos y errores, su legado y su potencial.

Invitamos a la investigación y a la reflexión no solo desde la periferia de la profesión, donde muchas veces se han situado las arquitectas, sino que también buscamos aquellas voces que han estado relegadas u ocultas; textos que ahonden en los contextos sociales, políticos y económicos que hayan sido relevantes en la historia de las mujeres dentro de la arquitectura, o en los que la arquitectura haya sido relevante para la historia de las mujeres de manera particular.

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Prólogo realizado por Inés Novella Abril.

Cal Fuster, rehabilitación de edificio s. XIV | arqbag

El edificio original data de finales del siglo XV y está situado en la plaza fortificada que fue el origen de la población. Posteriormente se realizó el pasaje a través del edificio, que conecta la plaza con la calle superior. El edificio existente tiene un valor patrimonial muy singular, declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL).

Afrontamos el proyecto desde una mirada absolutamente arqueológica y de puesta en valor de todos y cada uno de los elementos que conforman la preexistencia. Proponemos la adición de un sistema estructural mínimo y sencillo que supla las carencias que presenta el edificio existente, con el fin de alargar su vida útil, reprogramado como vivienda unifamiliar. Este sistema da respuesta tanto desde la eficiencia material como desde la eficiencia programática.

Consiste en una caja de hormigón armado aligerada que apoya directamente sobre los muros de carga de piedra de la planta sótano, evitando así realizar una nueva cimentación. Estos nervios de hormigón armado, además de definir los diferentes espacios, ligan las 4 fachadas existentes desde el interior de manera que absorben los desplomes existentes, reduciendo el pandeo de los muros fijándolos desde su punto medio. Con las fachadas sujetas por esta caja conseguimos que los muros existentes vuelvan a trabajar estructuralmente, soportando también el peso de la nueva cubierta.

Para reducir al máximo el hormigón armado de esta caja aligeramos los forjados mediante un sistema de forjados mixtos de madera maciza con pantallas y jácenas de hormigón armado, construidos directamente en obra. La madera estructural de este forjado funciona a la vez como encofrado perdido de las jácenas y acabado visto interior. Con el mismo criterio de reducción de cargas, la cubierta se plantea con estructura de madera, apoyada sobre los muros existentes.

Programa: la matriz estructural de refuerzo del edificio existente articula la disposición del programa a través de los espacios-estructura.

Energía: respetamos tanto las aberturas como la composición original de las fachadas entendiendo que el elemento de oportunidad para captar, iluminar y ventilar es la nueva cubierta. Uno de los 6 cuadrantes de la matriz estructural queda vacío, generando un gran patio vertical de tres alturas. Este patio permite el acceso a los tres niveles de la vivienda, la iluminación de todos los espacios interiores, y la ventilación natural de la planta sótano, que presenta patologías derivadas de la humedad del terreno. Este dispositivo es a la vez un elemento bioclimático; en invierno se mantiene cerrado y aprovecha la iluminación, mientras que en verano permanece abierto cuando conviene aprovechar el aire fresco de la planta sótano.

Patrimonio: las pantallas y jácenas de hormigón armado sujetan las fachadas del edificio patrimonial desde su interior, sin necesidad de intervenir por la cara exterior. La restauración de los muros de piedra originales se realiza con mortero de cal y una mezcla de áridos con tonalidades específicas de la zona, provenientes de dos canteras locales.

Obra: Cal Fuster, rehabilitación de edificio s.XIV
Autores: Arqbag (Jordi Mitjans, Bernat Colomé, Simona Cerri, Alfonso Godoy, Adrià Vilajoana, Marc Díaz)
Cliente: privado
Colaboradores de proyecto: Esther Orús
Consultor estructural: BBG Estructures
Superficie: 394m²
Ubicación: La Noguera, Lleida
Estado: Obra finalizada
Año: proyecto y ejecución: 2017-2020
Fotografía: Marc Díaz
+ arqbag.coop

Colección completa de la Revista CIRCO M.R.T. COOP.

Colección completa de la Revista CIRCO M.R.T. COOP.
Colección completa de la Revista CIRCO M.R.T. COOP.
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En 1993, Luis Moreno Mansilla, Luis Rojo y Emilio Tuñón fundan la cooperativa de pensamiento CIRCO MRT coop y, desde entonces, editan una publicación mensual con éste nombre.

Revista CIRCO reivindica la importancia del pensamiento a través de la arquitectura.

Revista CIRCO trata de construir una conversación ininterrumpida entre la arquitectura y su pensamiento de nuestro tiempo, tomando referencias y temas de conversación de cualquier lugar y momento.

Revista CIRCO es una experiencia de vuelo a ras de tierra en la que conscientemente se pierde la perspectiva del conjunto, o la idea de su estructura general, pero en la misma medida en que se gana proximidad y vivacidad en lo particular.

Revista CIRCO inicia su andadura en enero de 1993, tras la disolución del equipo de redacción de la revista ARQUITECTURA, constituido, entre otros, por los arquitectos, y profesores, Francisco Asís Cabrero, Federico Soriano, Fernando Porras, Iñaki Ábalos, Juan Herreros, Ricardo Sánchez Lampreave, Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón.

Colección completa de la Revista CIRCO M.R.T. COOP.
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Al finalizar su trabajo en la revista ARQUITECTURA, Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón, junto con Luis Rojo, decidieron iniciar un nuevo proyecto de investigación que sirviera para establecer una colaboración con otros investigadores, profesores y arquitectos. Así en 1993 fundan una cooperativa de pensamientos denominada CIRCO Mansilla Rojo y Tuñón coop, que posteriormente pasó a denominarse CIRCO M.R.T. coop, integrándose en los últimos cuatro años, tras el fallecimiento de Luis M. Mansilla, Jesús Vassallo, profesor de Rice University, como miembro del consejo de redacción.

Filosofía de trabajo/Política editorial:

El objeto principal de Revista CIRCO es la ampliación del campo de juego de la investigación en arquitectura, mediante la incorporación crítica de aquellos conceptos, pensamientos y vínculos que permiten enriquecer el discurso teórico, y la práctica docente y profesional. En este mundo en continua transformación, CIRCO trata de ampliar el territorio de especulación en el que la reflexión ensayística se abre camino como herramienta alternativa y necesaria.

Organización/Metodología de trabajo:  

Revista CIRCO selecciona las investigaciones a publicar mediante un proceso colegiado. Así, todo trabajo propuesto por un autor debe ser analizado, y valorado, por el consejo de redacción, integrado en la actualidad por Luis Rojo, Emilio Tuñón y Jesús Vassallo. Revista CIRCO se conforma y se edita como un conjunto de investigaciones personales recogidas en forma de ensayos cortos, que se comparten con todos los participantes de la cadena de cristal. Veinticuatro CIRCOS configuran una serie. En los últimos veintitrés años se han publicado nueve series de CIRCO, así como otras series derivadas de CIRCO, como INJERTOS, CIRKUS, ZIRKUS, CIRQUE, FORO, etc. Aunque al principio la edición de CIRCO solo se editaba y remitía unos cien ejemplares, ante la masiva solicitud de suscriptores, en marzo de 1993, la edición alcanzó los quinientos ejemplares de cada número, que se envían a personas de diferentes países en todo el mundo.

Fortalezas del proyecto:

CIRCO toma partido por una forma de hablar sobre la arquitectura en la que conviven simultáneamente la re-descripción personal y las aproximaciones sucesivas por medio del ensayo. O lo que es lo mismo, CIRCO toma partido por la confrontación entre las obsesiones privadas y las necesidades públicas, como método de análisis y conocimiento. A lo largo de los últimos veintitrés años, CIRCO M.R.T. Coop, como tal cooperativa de pensamientos, ha llegado a construir, por sí misma, un entorno donde diferentes investigaciones, proyectos y tesis doctorales han iniciado su andadura, constituyendo una fuente de referencia para diversos trabajos de investigación, y dando soporte conceptual a la práctica docente y profesional de profesores y arquitectos.

Debilidades del proyecto:

A pesar de su condición poliédrica, CIRCO no trata de poner en duda el valor, ni la utilidad, de las reflexiones disciplinares y sistemáticas, sin embargo, hay que decir que CIRCO se inscribe en un entorno en el que contraponer el concepto de libertad al de orden. Desde esta libertad de intereses, CIRCO lo que busca es ampliar los límites de la disciplina para establecer contacto con una realidad compleja, y abierta, poniendo de manifiesto el deseo de acercar la arquitectura a la vida.

Motivaciones para seguir trabajando:

Las diferentes investigaciones publicadas en CIRCO dibujan un mapa de preocupaciones de los diferentes arquitectos que participan en la cadena, y en su diversidad, construyen un retrato vivo de obsesiones privadas y de intereses compartidos sobre las que trabajar en esa oscilación permanente entre ideas y cosas que es la práctica de la arquitectura. Y aunque todas y cada una de las investigaciones personales recogidas en CIRCO tienen un valor individual, lo importante de CIRCO es la condición colectiva y relacional de todas ellas, entendidas como un conjunto complejo y diverso.

Revista CIRCO M.R.T. COOP.
Colección completa de la Revista CIRCO M.R.T. COOP.

Acceso a la base completa AQUÍ | AQUÍ 

La información ha sido recopilada por Eduardo Almalé Artal tras rastrearla a través principalmente de bibliotecas y archivos. Los siguientes repositorios son solo algunos de ellos:

– Archive
– Monoskop
– US Modernist
– IADDB
– Heidelberger historische Bestände – digital
– Hemeroteca digital

La arquitectura clásica de Frank Gehry | Íñigo García Odiaga

Escuela de Administración Wetherhead, Case Western Reserve University, Cleveland

A Frank Gehry le gusta contar que su arquitectura tiene su origen en el lugar, en un lugar entendido de forma amplia, un lugar que comprende desde la situación anímica del país en el que se sitúan sus edificios hasta los vecinos que lo rodean, pasando por el paisaje, la cultura y las arquitecturas cercanas.

Gehry es hoy considerado un arquitecto artista, un constructor de formas, de artificios estéticos. Y su obra parece estar dominada por la repetición continuada de un lenguaje de gestos ya aprendidos, de pieles de metal retorcidas que sirven igual para revestir un museo o una bodega y que se exportan de un proyecto a otro casi sin ningún criterio. Esta visión es totalmente errónea, y curiosamente es también un producto del edificio que le consagró.

De este modo el increíble poder mediático del Museo Guggenheim ha sido un arma de doble filo, por un lado capaz de lanzar al estrellato una trayectoria como por otro capaz de aplastar bajo su imponencia todo el trabajo anteriormente desarrollado, hasta brindar una imagen irreal de su propio autor.

Frank Gehry es un arquitecto tremendamente culto, obsesionado por poseer el lugar, transformarlo y definir un nuevo escenario en el que representar una nueva realidad, lo que le conecta con los arquitectos del renacimiento italiano, y en especial con Francesco Borromini. Una condición que habla de la arquitectura como soporte y no como objeto artístico al servicio de la contemplación.

Es por esta condición por la que si despojamos a la arquitectura de Gehry de sus voluptuosas formas y observamos sus fundamentos, encontraremos esquemas clásicos, renacentistas, barrocos o neoclásicos. Argumentos sobre el lugar, el paisaje o la escala urbanas, en definitiva motivaciones propias de la disciplina arquitectónica alejadas de esa aparente irracionalidad que algunos pretenden achacar a su obra.

Altes Museum | Edificio Peter B.Lewis
Altes Museum | Edificio Peter B.Lewis

El edificio Peter B. Lewis para la Escuela de Administración Wetherhead, cuyo proyecto se desarrolló entre 1997 y el año 2000, pone de manifiesto esta relación de su arquitectura con los modelos clásicos. Peter Eisenman ha comparado el edificio de Gehry con el Altes Museum de Karl Friedrich Schinkel, encontrando gran cantidad de similitudes como su estructura de palacio, el vacío central que organiza la planta, la posición de los espacios servidores o la supresión de los ejes horizontales.

En sus obras, la forma de desarrollar el acceso, el esquema de funcionamiento de la planta, las circulaciones, las relaciones con el espacio público o con la llegada de los visitantes son temas fundamentales que tal vez el desarrollo volumétrico del proyecto coloque en un segundo plano, pero son puntos de partida que ayudan a racionalizar la arquitectura.

Por este motivo, su obra no cuenta con una determinada caducidad, sino que más bien permanece inalterable a lo largo del tiempo ya que se asienta sobre principios invariables revestidos, eso sí, de un lenguaje concreto y característico que evoluciona lentamente de obra en obra.

Íñigo García Odiaga. Arquitecto
San Sebastián. Abril 2012

VAD 05. Las oportunidades

Oportunidad es una palabra decididamente optimista, positiva, que nos remite a ese momento idóneo en el que todo es posible. Sin embargo, también presenta un lado oscuro al aliarse frecuentemente con el negativo concepto de crisis. Esta dualidad parece una condición indispensable para conseguir acotar el valor de la oportunidad como inversamente proporcional al de su crisis opuesta. En este sentido la propuesta de VAD no podría ser más relevante en un momento en que nos enfrentamos, como sociedad, a una de las mayores y más universales crisis que se recuerdan.

Ha habido numerosos ejemplos en arquitectura del éxito de la dialéctica crisis-oportunidad. La crisis que las teorías de Malthus podrían llegar a desencadenar motiva a Fuller para definir la Ephemeralization, una oportunidad para crear un mundo mejor y más solidario. Más generalmente, si aceptamos una visión lineal y, por tanto, simplificada, de la historia de la arquitectura de los dos últimos siglos, podemos comprender los movimientos que se suceden a lo largo de los mismos como consecuencia de esta mecánica dual.

Así, la crisis de identidad del arquitecto, “expulsado” de la escuela de bellas artes, y enfrentado a la revolución tecnológica de la era postindustrial puede verse como el detonante del movimiento moderno. Modernidad cuyos principios, a su vez, entran en crisis durante la reconstrucción de Europa tras la segunda guerra mundial, dando la oportunidad a la post-modernidad de aliar arquitectura y neoliberalismo. La arquitectura de los últimos años del siglo pasado son definidos por numerosas posturas individuales, en oposición al nacimiento de grandes causas universales entre las que destacan la sostenibilidad y el feminismo.

A menudo, se han buscando rupturas en momentos de simple y necesaria reflexión, tan potente es la impresión de que, tras ellos, se encontrará nuestra verdadera oportunidad. Pero, en realidad, cualquier desafío al umbral de la práctica arquitectónica habitual puede hacerla surgir esporádicamente. También hay muchos ejemplos de ello en la arquitectura de los dos últimos siglos. Seguramente fuese su encuentro en la oficina de Peter Behrens la que, años más tarde, motivó que Mies invitase a Le Corbusier a participar en la exposición de la Weissenhofsiedlung. La colaboración de Cedric Price con la directora de teatro Joan Littlewood para diseñar el Fun Palace, también abre una nueva etapa de colaboración multidisciplinar que ha enriquecido, eventualmente, la práctica arquitectónica. Los propios procesos de participación, los Open buildings y, en general, cualquier binomio entre arquitectos, abierto o no a colaboraciones transdiciplinares, puede representar una oportunidad de avance para la disciplina.

En este número de la revista VAD se invita a debatir el concepto de oportunidad, entendido tanto desde la descripción del evento mismo que resulta de ella, como del momento propicio que la ha facilitado. Extendiendo sus límites, si es posible, a la superación del entorno del “círculo de nosotros”, para ayudarnos, quizás, a adivinar qué oportunidades esconde el contexto de crisis actual para la pan-humanidad.

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SUMARIO

Prólogo

– Las oportunidades. Beatriz Villanueva Cajide

Editorial

– Oportunismo. Borja Ramón López Cotelo

Artículos de investigación

– Abelardo Lafuente, un arquitecto español en el lejano Oriente. Álvaro Leonardo Pérez
– (Micro)jardines: hacia nuevas naturalezas domésticas. Serafina Amoroso y Juan Carlos Zambrano Pilatuña
– El Museo de Arte Moderno Louisiana (1958): un oportuno encuentro de talentos. Carmen García Sánchez
– Esclusas en la ciudad. Encuentros entre la vivienda japonesa del siglo XXI y sus límites. Salvador Prieto Castro
– Crisis política y oportunidad en la conservación del patrimonio en la II República: el papel del arquitecto Emilio Moya Lledós. Luis Moya González
– Desvelando el potencial de lo ya conocido. Comedor y salón de actos del colegio Brunswick. J. Gowan y J. Stirling (1956-1963). Javier Mosquera González
– Wells Coates’ studio apartment in Yeoman’s Row, 1935. An attitude towards the optimization of space. Ignacio Román | Luis Gil

Artículos de crítica

– Coyunturas ¿De qué estamos hablando los arquitectos en Costa Rica?. Luis Alberto Monge Calvo
– Oportunidades y estrategias: hacia el proyecto de ciudad. Chema García-Pablos
– Dejar estar. Una reflexión coyuntural entre el paisaje y la ciudad. Florencia Köncke | Elías Barczuk Pasamán
– Cómo viajar con una oruga: la fachada. César Sellito
– Cuando acabe la pandemia. Enrique Parra Albarracín

Reseñas

– Los siete pecados capitales de los arquitectos. Carlos J. Irisarri
– Manifiesto arquitectónico paso a paso. Un ensayo sobre la arquitectura contemporánea a través de las iglesias. José Ramón Hernández Correa
– La conservación de la casa moderna como Patrimonio. Viviendas unifamiliares de Alejandro de la Sota. María Encarnación Carmona Belda
– Cañones, Municiones? ¡Gracias! Viviendas… Por favor. Manuel Saga

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Sede Institucional y de I+D+i de la Universidad de Vigo | Abalo Alonso Arquitectos

La universidad de Vigo, cuyo campus principal se encuentra a 10km del centro urbano, propone la rehabilitación de tres construcciones en el casco histórico con el fin de acercar su actividad al resto de la sociedad.

Un volumen de madera se apoya en los soportales de piedra existentes. Una caja dentro de otra; madera y piedra. En este caso, la caja de madera es entera de madera; estructura y construcción incluidas. Pero con sistemas industrializados contemporáneos, que optimizan el uso del material y su respuesta temporal. Nos inspiramos en la construcción naval tradicional, pero incorporamos los últimos avances en i+d, como corresponde al destino del edificio que pretendemos desarrollar.

La elección del material y su sistema constructivo nos permite integrarnos en la tradición local sin renunciar a cierta dosis de contemporaneidad. En el alzado oeste restauramos los soportales de piedra y las partes de fachada del mismo material que todavía se conservan. Se completa la altura permitida por el plan especial con una celosía de pilares de madera laminada que integra estructura, protección solar e imagen en un solo elemento, con la verticalidad sugerida por la normativa y la impronta de un edificio institucional como el que nos ocupa. La fachada este, incrustada entre las plazoletas, patios y callejuelas interiores, se resuelve de una manera similar, algo más aligerada por la reducción del impacto solar.

Se agota la volumetría prevista en la normativa, rematando el conjunto con tres cubiertas longitudinales a cuatro aguas de zinc, perforadas en la zona central con dos lucernarios que inundan de luz norte el interior.

Programa funcional flexible con espacios de trabajo, reunión, exposición, información o aulas, que se distribuyen en las diferentes plantas. Del antiguo parcelario, cuya huella se conserva, el volumen más pequeño acoge los espacios servidores. El resto se distribuye en los otros dos.

Obra: Sede Institucional y de I+D+i de la Universidad de Vigo.
Emplazamiento: Ribera del Berbés. Vigo. Galicia. España
Autor: abalo alonso arquitectos (Elizabeth Abalo, Gonzalo Alonso)
Dirección de obra: abalo alonso arquitectos (Elizabeth Abalo, Gonzalo Alonso)
Arquitecto técnico: José Luis Pardo
Colaboradores:
– Carlos Bóveda. Cálculo de estructuras.
– Gaia Enxeñería. Cálculo de instalaciones.
– Spotlux. Manuel M. Carazo. Asesoría iluminación.
– Cis Madeira. Manuel Touza, Azahara Sólan. Asesoría madera.
– Pemade. Control de calidad estructura de madera.
Promotor: Universidade de Vigo
Construcción: Arias Infraestructuras
Industriales:
– Estructura de madera: Madergia.
– Carpintería exterior: Carpintek.
– Iluminación ornamental: Arturo Alvarez.
– Techos acústicos: Maderas del Noroeste
– Pavimentos de pvc: Gerflor.
– Suelo técnico: Matrics.
Fin de obra: 10.06.2020
Presupuesto total: 1.461.000€
Superficie construida: 1.450 m2
Fotografía: Héctor Santos-Díez | BISimages
+ abaloalonso.es