Hoy, queremos terminar de centrar esta bajada a tierra de nuestras “celestiales” ideas arquitectónicas. La sencillez en el lenguaje y el uso y abuso de metáforas para explicar la arquitectura serán la guía para de este pequeño texto.
“Es bien sabido, que resulta más fácil usar un lenguaje complicado para explicar las cosas sencillas, que explicar con palabras sencillas lo que es complicado.
Por el prestigio que la oscuridad, como residuo del poder ejercido por la cultura, ostenta frente a la claridad, ¡es incluso difícil encontrar la sencillez explicada de manera sencilla!”
Esta debilidad a hablar para que no se entienda, no nace de manera espontánea, sino que se va fraguando de manera progresiva durante los años de escuela. Allí existe una tendencia casi esquizofrenia por contar enrevesadas historias.
De esta manera, se intenta respaldar la idea que se lleva entre manos, con el consiguiente peligro de que el proyecto quede convertido en una historia más o menos ingeniosa y compleja, sin nada más sustancioso donde poder hincarle el diente.
Y esto lo podemos aplicar a la arquitectura y cada paso que damos en la vida. En el lenguaje no podía ser diferente, pero con la particularidad que muchas veces nos creemos con cierto dominio de las palabras, y en general los arquitectos no estamos especialmente dotados para ello (aunque a más de uno esta idea le parezca ridícula). Como bien decía Heidegger
“El hombre se comporta como si fuera el forjador y el dueño del lenguaje, cuando es éste, y lo ha sido siempre, el que es señor del hombre. Cuando esta relación de señorío se invierte, el hombre cae en extrañas maquinaciones”.
En muchas ocasiones, será la proyección mediática del proyecto lo que haga aparecer un lenguaje arquitectónico, muchas veces plagado de espectaculares metáforas, que harán las delicias del respetable. Por poner uno de los múltiples ejemplos de metáforas a posteriori, podemos rescatar del recuerdo el proyecto del museo de Cantabria de Tuñón y Mansilla y la asimilación de sus lucernarios a las lejanas montañas cántabras que se ven en el horizonte. Es curioso, que independientemente de que el proyecto esté mejor o peor, lo que puede hacer que realmente salga adelante es que sea entendible y comunicable por el político de turno.
Lo que está claro, es que nuestros edificios públicos muchas veces están plagados de excesivas historias, justificaciones y metáforas. Y nosotros nos preguntamos, ¿Acaso le importan a quien los habitará toda esta palabrería del arquitecto? Nuevamente la respuesta es que no. Así que el edificio proyectado deberá dialogar por sí mismo con el usuario, para ser capaz de emocionar y provocar un mundo realmente habitable en él.
¡Upps, se nos coló! Sabíamos que al final íbamos a caer, y es que ya lo dice Álvaro Siza, los edificios nos guste o no, NO dialogan.
Stepienybarno_Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó, arquitectos
Estella, Diciembre 2009
El nuevo sistema modular LB Management de Jung puede combinar una amplia variedad de dispositivos de iluminación y motorizados de persianas, estores y cortinas, sustituyendo a los anteriores productos de gestión de luces y persianas del catálogo del fabricante, líder europeo en mecanismos eléctricos y automatización de edificios.
Módulos muy compactos y de fácil sustitución
Las instalaciones actualmente existentes se pueden sustituir fácil y económicamente por los módulos individuales del nuevo LB Management de Jung, que son extremadamente compactos gracias a sus 24 mm de fondo, lo que proporciona más espacio para el cableado. Compatibles con las series A, LS y CD de Jung, están construidos sobre un soporte muy rígido de acero y se ajustan firmemente en cualquier caja eléctrica de empotrar.
Además, se cablean muy fácilmente y, una vez realizada esta operación, es posible realizar una prueba de funcionamiento gracias al botón de test integrado. Asimismo, el sistema de señalización por LED o pantalla de los módulos LB Management de Jung garantiza que no se produzcan errores durante su montaje. Estas ayudas optimizan la puesta en marcha del sistema, aparte de reducir y facilitar el trabajo del instalador.
Comodidad de manejo… ¡y también por Smartphone con una nueva app!
Las funcionalidades de los diversos dispositivos de iluminación y motorizados de persianas, cortinas o estores pueden combinarse con total libertad para cubrir cualquier necesidad de iluminación, tanto con fines decorativos o de ambientación, como de ahorro y eficiencia energética. El usuario podrá regular y programar la iluminación directamente desde el módulo LB Management de Jung, o bien automatizar las rutinas y escenarios habituales mediante sensores o temporizadores.
También está disponible la nueva app para smartphones Jung Clever Config, que funciona mediante la tecnología Bluetooth de Baja Energía (LE). Esto permite que el nuevo sistema modular LB Management de Jung sea totalmente independiente de cualquier otra red, tanto inalámbrica como cableada (Wi-Fi, Ethernet, etc.), lo que también simplifica su instalación y facilita su manejo.
Así, los ajustes se transfieren directamente de un dispositivo a otro o se pueden importar desde otras instalaciones. Además, al estar protegidos por contraseña, las configuraciones y emparejamiento de dispositivos están protegidas contra accesos no deseados.
Es curioso cómo la arquitectura, la más cotidiana y común de las arquitecturas, aún tiene capacidad de sorprendernos. En su compacidad se esconden espacios ocultos, y en lo masivo de sus muros, fragmentos de vida. Una puerta tapiada es una renuncia y una creación, una capa de pintura, un nuevo intento; un pavimento sepultado, un arrepentimiento; un balcón interior, una conquista.
Un arquitecto frente a un espacio a reformar, sea el que sea, debería prepararse para un viaje en el tiempo, donde del presente al pasado, capa tras capa, se van dejando visibles las cicatrices, los adornos y los secretos de su experiencia vital.
Igual que cuando hablamos con un anciano maltrecho nos sobrecoge el ajetreo de toda una vida pasada inimaginable, deshacer el camino de la arquitectura ajada es un descubrimiento, una historia que comienza por el final y va hasta el principio. Y en una reforma, ese final no es más que un punto indeterminado antes de un nuevo comienzo. El proyecto para el bar valenciano Muez Gastro Librería, por parte del estudio El Tejado Azul, ilustra perfectamente el ejemplo de lo inesperado.
El bar se sitúa en un local que se había mantenido inalterado desde los años 70, albergando toda una serie de descubrimientos con los que los arquitectos responsables no contaban. Estas preexistencias ocultas, sin embargo, marcaron completamente el desarrollo del proyecto desde la fase previa realizando catas y destapes, en un proceso de derribo sorprendente.
La premisa, en trabajo conjunto con el cliente, era la mínima intervención sobre la esencia de tipología de tienda+vivienda original, empleando principalmente tres materiales de marcada personalidad: cemento, madera y hierro; de este modo, la diferencia entre la existencia y la nueva capa yuxtapuesta sería evidente, y al mismo tiempo, templada, sobria, mesurada.
La zona habitual de acceso a pie de calle, empleada como tienda, albergaría la cocina por petición del cliente. El resto del local funcionaba como vivienda, dividida en dos niveles: un semisótano a la cota de la original plaza del mercado (ya bajo tierra) y un entresuelo, presumiblemente perteneciente a un patio interior ahora cubierto, que genera una fachada interior con dos balcones que se asoman al espacio de doble altura. Esta sucesión de espacios interconectados, tras la propuesta de El Tejado Azul acogerían usos como comedor, aseos y almacén.
El espacio-contenedor original, ya de por sí con ricos diálogos entre momentos históricos diferentes (como deja patente el patio-comedor con balcones internos), se carga de sentido con el descubrimiento de elementos singulares durante la propia intervención, sumando una capa más al proyecto. Como una acumulación de vivencias, como una reactivación de la memoria dormida, como una liberación, los seis planos de la caja (suelos, techo, paredes) se desprenden de sus ropajes para hablar desde la desnudez.
«Un pavimento damero de baldosa hidráulica en buen estado de conservación, un arco de piedra obrero que separa el primer espacio del resto, otro arco de piedra, luego tapiado con obra mixta y oculto en la medianera derecha…».
Los hallazgos revelan los signos visibles de la edad, y muestran esa construcción aditiva, donde se distingue la materia de cada momento, a lo que se suma la propia intervención presente:
La cocina aparece casi como una pieza de mobiliario, de líneas mínimas, y en ella se incorporan piezas encontradas, reutilizadas, como único elemento decorativo. Seis baldosas cerámicas ornamentales, algunas hidráulicas en la barra, y las puertas antiguas reinterpretadas como correderas para el nuevo espacio de aseo, forman junto a los elementos contemporáneos el nuevo imaginario del local, que transforma los antiguos usos de vivienda y tienda en unos nuevos, gastro bar y librería, sin renunciar a sus huellas. De hecho, incluso el antiguo rótulo de la ferretería de los años 50 se conserva en la fachada. A los espacios que se insertan como piezas (aseos y cocina), se le suman un juego de paneles de cartón-yeso y estantes, que sin delimitar un ámbito cerrado, propician un uso, el de la librería y zona expositiva.
El proyecto de Muez por parte de El Tejado Azul representa la alteración del espacio cotidiano, el aprovechamiento de lo edificado sin menospreciar sus orígenes, y la exposición digna de la desnudez oculta de una arquitectura que durante mucho tiempo se escondió tras un velo. En Muez se cumple aquello de «cuando una puerta se cierra (o se tapia), otra se abre», y nos plantea la pregunta de
¿cuándo comienza y cuando finaliza la vida de la arquitectura?
Obra: Muez Gastro librería
Autores: el tejado azul (Cristina Cucinella – Jaime García Mira)
Localización: Barrio del Carmen, Valencia
Superficie: 150 m2
Año: 2014
Fotógrafa: Milena Villalba | El Tejado Azul
Redacción: Ana Asensio
Traducción esp-eng: Elyse Lake (Lake Languages) + eltejadoazul.com
Se ha iniciado la II Convocatoria de 1 Beca de Emprendimiento Social , desarrollada por la Fundación Arquia, en colaboración con Barcelona Activa y destinada al desarrollo de un proyecto de negocio sostenible con componente social, con el fin de fomentar y apoyar la creación de iniciativas empresariales que tienen como objetivo conseguir una incidencia positiva en la sociedad que resuelva problemas actuales de la población, desde una vertiente social o medioambiental.
Candidatos.
Podrán optar a la beca aquellos profesionales titulados en Ciencias Sociales, Ciencias Jurídicas, Artes, Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Económicas, Empresariales, Ingenierías y Arquitectura en una Universidad Española o fuera del país y homologado en España, que tengan permiso de residencia en el territorio español, o equipos pluridisciplinares, integrados mayoritariamente por profesionales, con una idea de negocio viable, creativa e innovadora.
El proyecto puede ser desarrollado por uno o más miembros de un estudio/sociedad/agrupación.
No podrán optar a la beca aquellos candidatos que hayan disfrutado de una beca de emprendimiento social de la Fundación Arquia en anteriores convocatorias.
Se valorarán positivamente aquellos proyectos cuyo objetivo social haga frente, a través de soluciones innovadoras, a los problemas derivados del envejecimiento de la población, a facilitar la cobertura de las necesidades básicas de la población y a promover iniciativas que fomenten la sostenibilidad y el respeto del medioambiente.
La beca incluye las siguientes prestaciones:
• una plaza en el Programa de Emprendimiento Social de seis meses de duración de Barcelona Activa, institución con prestigio en el ámbito del emprendimiento y la innovación,
• una dotación económica de 7.000 euros que permitan cubrir los traslados para asistir a las sesiones del programa,
• un asesor personalizado que tutorizará el proyecto durante el transcurso del programa.
Puedes inscribirte hasta el 29 de Junio de 2018 a las 12h del mediodía clicando aquí.
Reconozco ser un apasionado por la obra de Mies van der Rohe desde que inicié mis investigaciones para lograr publicar mi primer libro Mies van der Rohe: el espacio de la ausencia (2006). Pese a que esta predilección por Mies -en estos días, todo un rara avis– me lleva una y otra vez sobre su obra, la verdad es que no dejo de quedarme absorto cada vez que me intento enfrentar a una de sus obras en particular. Ahí es cuando humildemente uno reconoce la enorme diferencia de talento, está claro. Pero, Mies fue un ser humano, poco “humano” quizá (si leéis los episodios “personales” en Mies van der Rohe: una biografía críticade Franz Schulze, ya me diréis), de convicciones dudosas (lo mismo sintió afinidad por el comunismo al adherirse a la Sociedad de Amigos de la Nueva Rusia de la mano del nada dudoso Eduard Fuchs, que se arrimó a los nazis para justificarse y hacerse cargo del proyecto del Pabellón de Alemania para la Feria Mundial de Bruselas de 1935) y muy escueto en sus palabras escritas o pronunciadas en público. Pero “humano” al fin y al cabo, con su enorme talento y sus limitaciones.
Digo ésto no para desmitificar su figura (ni puedo ni quiero), sino para acercarla, para hacerla más tangible, más nuestra. Insisto en ésto porque creo que su obra está muy poco contada, y aún peor publicada para el gran público. No me refiero a los textos críticos o de investigación que se han ido apilando a lo largo del tiempo, sino a la publicación gráfica de su obra.
La historia, dicen, la escriben los ganadores, pero en el caso de Mies parece ser al revés, pues creo que sus monografías y estudios más populares han tergiversado su obra notablemente. Y lo han hecho en base a una innecesaria simplificación de sus planos, o sea, anulando las fuentes originales del conocimiento. Es verdad que en ocasiones se precisa re-dibujar planos para acomodarlos a cierta línea editorial, lo cual suele suponer la simplificación gráfica. Pero en el caso de Mies,
¿era/es realmente necesario? Sinceramente creo que no.
En cualquier proyecto de Mies la arquitectura se reduce a “casi nada” (recordemos su lema “beinahe nichts”), y su representación gráfica también asume tal condición, en lógica coherencia (hoy desgraciadamente tan ausente en la Arquitectura contemporánea, salvo contadísimas excepciones). Si a la habitual dificultad por entender o aproximarnos a la obra del maestro alemán se le añade la de la tergiversación del mensaje, no me extraña que Mies se haga casi inaccesible.
Solo pondré un ejemplo, sobre el que estoy investigando recientemente, para ilustrar esta reflexión: el Seagram Building (1954-58). Compararé las reproducciones de esa obra neoyorkina en el clásico “Paperback” de Werner Blaser editado en España por G.G. y la que aparece en el citado libro de su “biógrafo”, Franz Schulze, de la editorial Hermann Blume. Y me quedaré, por no extenderme, con la planta y la imagen completa (no parcial) del edificio en cuestión, simplemente.
Veámoslo por separado:
1ª. En el “Paperback” la planta elegida por W.Blaser es la del nivel de calle, la más popular, aquella que refleja la plaza delantera abierta entre la Park Avenue y el volumen vertical. De su planta casi solo podemos deducir que se trata de un edificio que se eleva sobre pilares del nivel de calle sobre una retícula cuadrada de pilares entre la que se acomodan los 4 núcleos de ascensores de la torre.
Tras este cuerpo principal intuimos un volumen servido por una escalera central y flanqueada por otros dos núcleos, pero nada más, pues carece de grafismo alguno que nos explique su naturaleza o disposición. Casi parecería que esa parte trasera no pertenece al proyecto de Mies.
Y no es de extrañar, porque la foto de “cuerpo entero” del edificio que se publica es una imagen frontal desde el edificio de enfrente, con la línea de horizonte situada a una altura muy elevada respecto al plano del suelo y con un encuadre perfectamente simétrico que nos oculta (como la representación en planta) lo que hay tras él prisma de bronce y vidrio tintado.
2ª. En la “biografía crítica” F.Schulze narra el Seagram con la misma planta de calle, solo que ésta aparece notablemente más detallada: en la “torre” se leen las carpinterías y puertas giratorias de todos los acceso al edificio, comprobamos que las “tripas” de los núcleos de ascensores no son solo de ascensores sino que albergan escaleras, espacios de servicio e instalaciones y salidas de emergencia; y en la parte posterior se representan la cuadrícula de pilares, unas divisiones interiores formando tres piezas, y el cerramiento de vidrio y montantes exteriores que se extiende por completo hasta la medianera del solar, con un sutil retranqueo en el muro cortina al acometer a dicha medianería que nos advierte de la presencia de otro tipo de cierre (que luego por la foto deduciremos que se trata de las dos entradas de mercancías del edificio desde las calles 52 y 53).
La imagen que se presenta en la página que acompaña la planta comentada es un encuadre de perfil, como un alzado lateral, lo cual nos permite entender mejor la complejidad del proyecto en su volumetría: un prisma delantero de gran esbeltez con su rostro monumental hacia la Park Avenue, secundado en su parte posterior por un volumen adosado que “desdibujaba” el contorno ideal de la torre de 3×5 vanos al añadir otro de 1×3 más estrecho. Si miramos con detenimiento vemos que la crujía añadida conserva el mismo muro cortina de perfiles y antepechos de bronce, pero con placas de mármol en vez de vidrios tintados. Y esto, unido a la cuestión volumétrica nos permite entender que esa crujía funciona como un verdadero respaldo estructural, auténtico puntal contra el viento de la torre, pues incorpora sendos muros de hormigón en prolongación de los de los que acompañan a sus dos núcleos de escaleras, en perpendicular a la mayor anchura del prisma en definitiva.
A este refuerzo hay que añadir el cuerpo central que se eleva por encima de los dos laterales más bajos, justo ocupando la misma anchura de 3 crujías que el cuerpo añadido a la torre, con mayor profundidad (3×3 crujías) para ayudar a resolver esa difícil transición volumétrica entre el prisma y el cuerpo bajo en contacto con el suelo.
Como tú mismo has podido comprobar, querido lector, la primera descripción es necesariamente breve, pues poco se puede colegir de los datos aportados. Su impresión de monumentalidad, de opacidad, de objeto impuesto al lugar con rotundidad es un mensaje tan directo como equivocado. De la segunda, y no sin dificultad, uno puede extraer mucha más información y deducir al menos una serie de temas que serán fundamentales para poder entender la obra de aquí en adelante: uno al menos intuye ya las principales cuestiones que han orientado los aspectos formales, volumétricos y hasta estructurales; se entiende mucho mejor el uso, la jerarquía de los diversos accesos, las escalas a las que cada pieza atiende dentro del conjunto, la idea de prisma como pantalla que “oculta” y que se deja ver tras el receso en la avenida, etc.
Evidentemente, ninguna de las dos explicaciones es suficiente por sí misma, pero mientras la primera apenas le abre a uno el camino a su interpretación, la segunda nos despierta un interés por la enorme fertilidad deductiva con apenas unos pocos datos más. Sí pocos, pero altamente relevantes. Porque
cada elemento que Mies dibujó tenía un significado y un sentido, tanto o más que los que NO dibujaba.
Rodrigo Almonacid [r-arquitectura] · doctor arquitecto
Valladolid. abril 2014
Nota:
Me alegraría muchísimo saber que este post te ha servido a ti, querido lector, a continuar tu propia senda en el entendimiento de esta u otra obra de Mies. Aunque no prodigo con igual intensidad esta afinidad hacia la obra de Le Corbusier o Wright (mal que le pese al ultra-wrightiano, FB amigo y bloggerJosé Ramón Hernández Correa), he de advertirte que con ellos (y otros) también se han cometido graves injusticias (o infamias I, II y III), solo que a ellos les afectan algo menos porque siempre fueron más “ilustrativos” con sus narraciones. Si te animas a desempolvar algún libro de Mies, verás que su Arquitectura contiene problemas universales y soluciones lógicas (las de Mies sonverdaderamente excepcionales en su gran mayoría por su belleza, como recientemente ha expuesto mi FB amigo miesiano y arquitecto-blogger del año Jaume Prat), algo a lo que cualquier arquitecto se enfrenta al intentar abordar un proyecto arquitectónico. Y si lo he conseguido, querido lector, solo te pido que me lo hagas saber a través de los comentarios de este blog, y me harás muy feliz; tanto como repetir con otro post que espero sea tanto o más interesante que éste. Gracias en todo caso. Yo cierro aquí, que tanto tratar del Seagram me ha recordado lo rica que era su ginebra, y no es mala ocasión para brindar por los 60 años que han transcurrido desde que Mies recibió el encargo. Y menos mal, porque la alternativa iba a ser un horrendo edificio hecho por unos arquitectos de cierto éxito comercial en Miami de los que ya te puedes imaginar el resultado: ni con cinco gin-tonics de Seagram’s tenía un pase. Afortunadamente Mr. Seagram escuchó la voz atenta de su culta hija, que si no…
¿Por qué cuando hablan ciertos arquitectos no se les entiende prácticamente nada de lo que quieren decir y ni siquiera otros arquitectos somos capaces de saber por dónde van los tiros? ¿Y qué pasa cuando una persona ajena a la arquitectura oye hablar a los arquitectos “de sus cosas”?
“La arquitectura ni es, ni se comporta como un lenguaje; no explica, no narra historias, ni ofrece argumentos y si lo hace hará el ridículo. La arquitectura trata temas y presencias que expresan ideas o valores de un modo muy general y siempre directo, sin mediaciones literarias o discursivas”.
Este concepto va de la mano del planteamiento platónico, que ya nos avisaba que el lenguaje existe y se manifiesta en una sola dirección y puede jugar con su temporalidad, mientras que el espacio funciona en todas las direcciones y su tiempo es siempre hacía delante. Por lo que la correlación entre ambos es más complicada de lo que en un principio pudiera parecer. A pesar de ello, los arquitectos nos empañamos en narrar lo que la arquitectura debería estar contando por ella misma. Y lo peor de todo, no es que hablemos de lo que nos ronda por la cabeza mientras se plantea el proyecto, lo peor es que en muchos casos no sabemos traducir correctamente estas ideas a palabras que sean entendibles para el común de los mortales.
Conviene recordar, que la arquitectura no se hace para nosotros los arquitectos, sino para el resto de la gente. Este concepto que parece una obviedad, a veces se le olvida a más de uno. Así que cuando el arquitecto se enfrenta a un cliente o a un público no docto en la disciplina ¿en qué idioma les habla? Creemos que por desgracia se tiene cierta tendencia al “discurso del arquitecto”….
Pero ¿qué entiende un particular, que tiene la inocente pretensión de hacerse una casita tradicional (que bien pudiera ser de estilo rústico) con su porche y su piscina, cuando el arquitecto presa de sus instintos le deleita con un lenguaje que le es totalmente ajeno? Qué pensará del arquitecto cuando éste se arranque con frases de corte un tanto endogámico tipo:
“el edificio quedará fuera de escala”
o el típico
“así los dos volúmenes pueden entablar un diálogo entre sí”
o la no menos habitual
“ésta es la forma de que la arquitectura quede enraizada y se agarre al suelo”.
Mucho nos tememos, que estos comentarios no harán otra cosa que hacer pensar al cliente que se encuentra ante “el artista de turno”, que seguramente manejará los ahorros de toda su vida (pasada y futura), de manera demasiado alegre e irresponsable.
Otro aspecto del lenguaje arquitectónico, es el del “metalenguaje”. Que no es otra cosa que la palabrería que algunos arquitectos inventan para hacernos ver lo instruidos y leídos que son. Aunque la realidad sea, que muchas veces ni ellos mismos saben lo que están diciendo. Ante este tipo de situaciones, nosotros tenemos cierta tendencia a la evasión. Ni nos va ni nos viene, más bien se pudiera decir, que no nos interesa demasiado aquello que en un tiempo razonable, no hemos sido capaces de entender.
Y no nos queremos extender más sobre el tema, porque seguro que vosotros tenéis mucho que contarnos sobre palabra y palabrería en la arquitectura….
Esta arquitectura, un patrimonio que se conserva, en gran parte, gracias a la durabilidad de los materiales de la zona y técnicas de construcción empleadas adecuadas al medio (clima, territorio, etc). Por todo ello los elementos pétreos son los más comunes ya que favorece el uso de elementos estables al agua (muros de piedra) frente a materiales que pudieran verse rápidamente dañados por su acción (muros de tapia o adobe).
La piedra, en general, es uno de los material más empleados principalmente para la construcción de muros y pilares. Pero también la podemos encontrar en los enlosados, mientras que las cubiertas principalmente se conforman de teja o pizarra. Esta sinergia de material y uso da como resultado una arquitectura sencilla, firme y funcional perfectamente ejecutada en la disparidad de construcciones que podemos encontrarnos.
Esta arquitectura tradicional, fruto de la experiencia y de la herencia cultural que iba pasando generación tras generación ha perdurado hasta nuestros días. Pero estos nobles materiales, como la pizarra, ¿qué pueden aportar actualmente a la arquitectura? Pues que comiencen a recuperar su normalidad “permitiendo soluciones contemporáneas y de acomodo con la tradición”, como bien apunta Carlos Quintáns.
La pizarra, que es un producto mineral totalmente inerte y ecológico y con un proceso de producción sencillo y eficiente, aportan, a parte de su belleza de lo natural, una elección más ecológica y sostenible.
La pizarra natural se ha empleado principalmente como elemento de cubierta por sus propiedades técnicas inigualables, es impermeable y su facilidad para ser exfoliada en láminas de tan solo unos milímetros de espesor.
“Es una obviedad pero valoro mucho todos los formatos en la que podemos encontrarla, posibilitándonos una variedad de uso; la variabilidad que aporta con esa posibilidad de ofrecer un color negro apagado hasta en ocasiones brillos casi metálicos y también la captura del tiempo que pueden llegar a realizar con los depósitos que sobre ella se acumulen y la vegetación que atrapa.”
Carlos Quintáns
La facilidad con que se trabaja la pizarra permite adaptar las losetas a muchos y variados tamaños y formatos comerciales, con lo que se obtiene productos prácticamente diseñados a la medida de cada necesidad. Las cualidades físico-mecánicas de la pizarra y sus especiales formatos le permiten adaptarse a todo tipo de superficies, ya sean planas o curvas e independientemente del grado de inclinación.
“La pizarra se somete únicamente a los procesos de extracción y labrado, sin requerir tratamiento adicional alguno. La sencillez de su proceso productivo, que no requiere la utilización de materiales artificiales, altos hornos o productos químicos, la convierte en la alternativa sostenible para cualquier proyecto.”
Esta facilidad de adaptarse a todas las superficies y sus incomparables cualidades físicas, ha propiciado que la pizarra pueda emplearse en fachadas como el sistema CUPACLAD®, sistemas de fachada ventilada con pizarra natural. El uso de pizarra tectónica de alta durabilidad, los nuevos sistemas de fijación, y la eficiencia de la fachada ventilada convierten a CUPACLAD® en una alternativa competitiva y sostenible para el revestimiento de tu fachada.
“La pizarra aporta lo que siempre ha hecho, es la arquitectura contemporánea la que parece haberla redescubierto y hoy en día podemos hablar de magníficos ejemplos de arquitectura realizados con pizarra.”
Carlos Quintáns
Dentro de esta línea y aprovechando los avances en investigación podemos observar como estos materiales se desarrollan y combinan para dar lugar a nuevas sistemas de productos como THERMOSLATE®, un sistema solar que utiliza las propiedades de la pizarra natural, transformando la luz solar en energía.
Por tanto podemos, y debemos, buscar nuevos retos dentro de las capacidades de los propios materiales y no desterrarlo por el simple hecho de ser tradicionales.
“El término RESONANCIA se refiere a un conjunto de fenómenos relacionados con los movimientos periódicos en que se produce reforzamiento de una oscilación. Aumento de la amplitud de movimiento de un sistema”.
LOS CLIENTES.
Amandine y Baldomero son dos opuestos compatibles cuyo entorno inmediato es singular y muy exigente: ambos son músicos intérpretes especialistas en la música de cámara del período barroco y tienen gustos, necesidades e intereses muy particulares. Tienen además una niña con discapacidad psicomotora _ DAIA_ que necesita atención especializada y que requiere que su hábitat se adapte por completo a ella y a sus movimientos periódicos.
Todas estas condiciones influyen desde el principio en la organización funcional y en el aspecto formal del proyecto.
EL ESTADO INICIAL.
Al entrar en el piso, un séptimo, se respira un ambiente de los años 70: un piso muy compartimentado, con largos pasillos, combinaciones cromáticas oscuras y apagadas, un espacio para cocinar desaprovechado, muchas puertas….
Es prácticamente todo exterior, siendo lo más destacable unas espectaculares panorámicas sobre la ría de Vigo y una circulación envolvente que favorece la interconexión de las estancias y puntuales sorpresas espaciales.
LA PROPUESTA FORMAL.
El proyecto optimiza los movimientos periódicos del sistema funcional requerido, reforzando esa oscilación y aumentando su amplitud de recorrido, de forma que DAIA pueda desplazarse con mayor libertad.
Mediante unos mínimos gestos vertebradores se refuerza ese movimiento de fricción constante entre los espacios. Estos gestos mantienen el espíritu inicial del piso y organizan el almacenamiento general _ tan necesario para ellos_ buscando la luz y la flexibilidad espacial todo el tiempo.
LA PROPUESTA MATERIAL.
Desde siempre he considerado esencial que la materialidad y las texturas de LA CASA reflejen el carácter de quien la habita. El esfuerzo por conseguirlo en este caso sería mayor, debido a la constante contradicción compatible entre estos dos opuestos.
La propuesta tenía que respirar naturalidad, frescura, optimismo, contemporaneidad, mucha personalidad… y mucha, mucha música.
La búsqueda de la practicidad constante provocó un diálogo inevitable entre arquitectura y diseño de mobiliario, adquiriendo este último un protagonismo tal que pasaría a articular los espacios y a favorecer sus secuencias casi por completo.
Tabiques de tablero madera-cemento VIROC, de policarbonato celular traslúcido y de contrachapado de pino, troquelado y lacado al agua, dan forma a unas PARTICIONES ÚTILES que son mucho más que simples paredes divisorias.
La luz.
La LUZ NATURAL es uno de los materiales principales de la propuesta. Tenía que invadirlo todo y llegar hasta el último rincón.
La ILUMINACIÓN ARTIFICIAL no iba a ser menos: llenaría el techo de un mar de estrellas y puntos de luz organizados de tal forma que escapasen de una racionalidad predefinida y estática.
El suelo.
Ambos tenían el claro deseo de conservar el suelo de madera existente e incluso el de utilizarla nuevamente.
Este suelo tendría mucho protagonismo pues se trataba de pequeñas lamas de eucalipto rojo colocadas en espiga. Además el dibujo de la espiga era diferente en cada habitación.
Al retirar la vieja tabiquería descubrimos también que había diferencia de cota entre las estancias, y esta particularidad condicionó por completo el resultado final. Ante esta inesperada circunstancia, la fórmula que decidimos aplicar fue la siguiente:
Nueva distribución + mantener suelos + utilizar madera + evitar diferencia de cotas = El suelo debía ser tratado como un único tapiz independiente, continuo y completamente orgánico para poder atender a todas las demandas.
La nueva tabiquería se posaría sobre él con total naturalidad, dando como resultado una base horizontal creativa, divertida y sin complejos.
Obra: La caja de resonancias de Daiamanti
Localización: Pi y Margall, Vigo (Galicia)
Cliente: Amandine Beyer + Baldomero Barciela Varela
Año: 2018
Autora: Elisa Díaz Lorenzo
Jefa de obra: Margarita Méndez Damorín
Construye: Desarrolla Obras y Servicios S.L.
Duración de la obra: 5 meses
Fotografía: Desarrolla Obras y Servicios S.L | Elisa Díaz Lorenzo + elisadiazarquitecta.com
Pamplona acogerá en junio la celebración de ‘Edifica’, el primer evento a nivel nacional sobre Passivhaus y Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN)
Esta Feria-encuentro tendrá lugar los días 28, 29 y 30 de junio en Baluarte y congregará a más de 5.000 personas entre profesionales y usuarios, reafirmando a Navarra como referente nacional en Edificios de Consumo Casi Nulo y sostenibles.
El objetivo final de la feria es que el sector de la edificación de consumo casi nulo se encuentre con el gran público y el usuario final en una feria pensada especialmente para ello.
Pamplona se transformará durante tres días en la ciudad más sostenible del Estado. La 1ª Edición de ‘Edifica’, la Feria de los Edificios de Consumo Casi Nulo, Pasivos y Saludables (ECCN). Un foro de encuentro que reunirá por primera vez a todos los agentes de la edificación sostenible y al usuario final para que puedan experimentar el aumento del bienestar, confort, salud y ahorro energético de las viviendas “Passivhaus”. Este evento pionero en España, tendrá lugar los días 28, 29 y 30 de junio en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, Baluarte.
Los ECCN son viviendas «con altas prestaciones energéticas, de bajo consumo, confortables y saludables», que hacen posible que una casa unifamiliar tenga un consumo de 300 euros al año en calefacción, refrigeración y ACS.
Luis Antonio Martínez secretario general del Consorcio Passivhaus-ECCN, ha explicado en rueda de prensa que en los próximos dos años España contará con más de 5.000 viviendas certificadas, mientras que Navarra terminará 2018 con cerca de 1.000 con esta certificación passivhaus.
Este encuentro está organizado por Consorcio Passivhaus-ECCN, asociación que agrupa a las 25 empresas líderes de Edificación Sostenible de Consumo Casi Nulo, cuenta con la colaboración de dos de sus principales asociados; Rockwool Peninsular, con planta en Caparroso y la empresa navarra Onhaus Global Sistem. Asimismo, cuenta con el apoyo institucional de Gobierno de Navarra, Nasuvinsa y el Ayuntamiento de Pamplona.
El acto, en que se ha dado a conocer el programa del evento, ha contado con la participación de Luis Antonio Martínez, secretario general del Consorcio Passivhaus-ECCN; Koldo Monreal, vicepresidente Consorcio Passivhaus-ECCN y gerente de Onhaus Global Sistem; y Miguel Rodríguez, coordinador de ‘Edifica’ y responsable de prescripción de Rockwool España, que han expuesto la iniciativa y sus objetivos.
“Edifica es el lugar donde el gran público, por primera vez en España, se va a encontrar con la industria de la edificación. La feria cuenta con los contenidos necesarios para que se produzca ese encuentro, ese diálogo entre ellos, y que el usuario final pueda expresar sus inquietudes y formular preguntas al sector de los ECCN”,
apunta Martínez.
Este encuentro llega en un momento en el que la Directiva 2010/31/UE de 19 de mayo de 2010 relativa a la eficiencia energética de edificios, establece que a partir del 31 de diciembre de 2020 todos los edificios de nueva construcción sean edificios de consumo de energía casi nulo, adelantando esta obligación a 31 de diciembre de 2018 a todos los edificios CONSTRUIDOS por las administraciones y de titularidad pública.
Navarra respecto al resto de las comunidades autónomas es referente nacional en edificación sostenible y eficiencia energética. Por ello, Pamplona ha sido el lugar elegido por el Consorcio Passivhaus-ECCN para celebrar este evento.
“Fue muy fácil para nosotros decidir dónde celebrar esta feria. De modo natural surgió Pamplona o Navarra, donde el gran público está más identificado con la filosofía “Passivhaus”. El lugar donde se concentra el mayor número de actividad económica, de puesta al día competitiva de las empresas del sector de la edificación, y donde el sector tiene que demostrar al usuario final, con casos reales, cómo es el tipo de viviendas en las que tiene que vivir y va a vivir en un futuro”,
explica el secretario general de la asociación.
Por su parte, el vicepresidente de esta asociación, Koldo Monreal, ha comentado que el 44 % de las personas desconocen qué es un edificio de este tipo, pese a que la normativa europea entrará en vigor el 1 de enero de 2019.
Por ello, la feria pretende ser un escaparate para los ciudadanos, algo que se hará a través de cinco escenarios, el primero de los cuales será una feria con sus stands de producto avanzado de altas prestaciones energéticas. Productos que el usuario se va encontrar en estos edificios y puede en la feria reconocer y exigir. Cerca de 40 empresas han confirmado su asistencia.
El segundo escenario será una casa de ECCN que se construirá en la plaza de Baluarte y que de forma guiada podrán visitar los asistentes para comprobar in situ «qué se siente dentro», y que además contará con sistemas pasivos en los que se podrán cargar coches eléctricos que también estarán en la plaza. Esta casa se podrá visitar de forma guiada por el público general y se dará formación técnica básica para conocer que es una edificación de casas pasivas.
El tercer escenario serán dos fiestas: la primera dirigida a los profesionales del sector, y favorecer las relaciones y el intercambio de proyectos, en un entorno único en el centro de la ciudad. La segunda fiesta está dirigida al gran público y tendrá lugar el sábado por la mañana en Baluarte con entrada libre.
El cuarto escenario serán 3 debates en vivo, a cerca de la dimensión institucional de la ciudad, la salud y el confort del usuario final.
El quinto escenario estará destinado a escuchar al público final. Para ello estará habilitado un espacio virtual para acercar la feria a través de las Redes Sociales al gran público para conocer sus inquietudes y necesidades respecto a los ECCN.
Finalmente, el responsable de prescripción de Rockwool España y coordinador de Edifica, Miguel Rodríguez, ha destacado la expectación generada por el evento:
“el objetivo principal de esta feria es traducir un lenguaje técnico del Edificio de Consumo Casi Nulo a un lenguaje coloquial. Es decir, que todo el público de un edificio “Passivhaus” conozca que es, cómo son este tipo de edificios, que materiales tiene y cómo se colocan. Por otra parte, hacerlo de un modo festivo y participativo donde la gente pueda disfrutar de la edificación sostenible aprendiendo.”
Para finalizar su intervención, Miguel Rodríguez ha remarcado la posibilidad de reconvertir edificios existentes en construcciones “Passivhaus”,
“Navarra también es punta de lanza en la rehabilitación energética de edificios, existe una muy buena gestión de las ayudas a la rehabilitación y tenemos ejemplos demostrativos importantes a escala nacional como el barrio Efidistrict de la Chantrea. Por ello, esta feria no sólo se centra en la construcción de nuevos ECCN sino también en la posible rehabilitación de edificios existentes para convertirlos en viviendas de consumo cero”.
El acceso a la feria es gratuito, pero para asistir hay que inscribirse previamente en la web Consorcio Passivhaus-ECCN, www.consorciopassivhaus.com
“Nadie hasta ahora ha podido hablar sobre las dos Coreas al mismo tiempo. Nadie se ha aventurado a un experimento peligroso como este”,
han sido las palabras de agradecimiento de Hyungmin Pai, uno de los comisarios del pabellón de Corea, a la hora de agradecer el premio de la Bienal. Peligroso porque exponer paralelamente la aproximación a la modernidad de los dos países significa situar la arquitectura en el plano del debate geopolítico.
Hace más de 60 años que la península coreana vive en un estado de frágil armisticio –no de paz- que cada primavera, aproximadamente, se ve amenazada por unas maniobras militares de los dos bandos. Los dos países tienen leyes que prohíben o controlan cualquier movimiento de aproximación. Si un surcoreano posee literatura norcoreana o tiene contactos con la gente del norte, lo tiene que declarar a las autoridades. Un norcoreano no puede acceder a publicaciones sudcoreanas de ningún tipo y la entrada de la gente sud está vetada por las autoridades del norte.
Un primer acercamiento ocurrió en 1988 cuando Storefront for Art and Architecture de Nueva York organizó una exposición a cargo del arquitecto y artista Kyong Park, titulada “DMZ Project”. DMZ (por sus siglas en inglés) designan la Zona Desmilitarizada, una franja de 4km de ancho establecida tras la devastadora guerra de Corea (1950-53) que traviesa la península de mar a mar, unos 250km, separando los dos países. Es un eufemismo: es la franja más militarizada en todo el mundo y un espejo en el que se miran los gobiernos hostiles de Pyongyang y Seúl.
Había 68 propuestas en aquella exposición, ninguna directamente coreana y algunas muy interesantes de Paul Virilio, Neil Denari o Lebbeus Woods que estudiaban ocupar esta tierra de nadie, antes de eliminarla. En consecuencia, Woods se imaginaba una fantástica estructura metálica que se sobreponía al territorio contaminado militarmente e ideológicamente, llamándola “Terra Nova”.
Habría sido un espacio de debate entre los modelos sociales opuestos y no un territorio o una construcción para fundir las diferencias y la estructura crecería para cubrir, poco a poco a toda la península.
El pabellón de la bienal de Venecia de 2014 nace de esta idea de debate que incluye y trata de entender las diferencias, sin huir tampoco de las similitudes. Sin embargo, ha acabado siendo otra vez un debate indirecto: tras mil intentos, principalmente del comisario Minsuk Cho, de ponerse en contacto con los arquitectos de Pyongyang e iniciar un proceso directo de reflexión sobre las dos caras de la modernidad, la exposición se tuvo que basar en las investigaciones sobre la arquitectura en Corea del Norte realizada por los arquitectos surcoreanos y extranjeros.
Hay que esperar todavía a una muestra de arquitectura realizada por los arquitectos norcoreanos y dirigida al público mundial. Preferiblemente una muestra o quizás un encuentro con los arquitectos norcoreanos que no busque ejemplificar una serie de tópicos y corroborar las imágenes prefiguradas –y preciosas- de una arquitectura de gran escala, monótona y solitaria, sin mantenimiento, envuelta en el kitsch político del realismo socialista.
Una enorme inflexibilidad e inercia institucional norcoreana dificultan cualquier contacto profesional con el extranjero, además de interminables niveles de control, censura y autocensura. La lista de organismos o funcionarios que tienen que poner su sello sobre una iniciativa de este tipo es tan grande que la renuncia al contacto viene a ser un acto de auto-liberación e incluso de auto-afirmación. Otro posible problema es la esencia representativa de la arquitectura norcoreana y de su organización profesional.
Es una arquitectura hermética y auto-centrada, que nace de las múltiples oposiciones: hacía el propio pasado burgués o religioso, la herencia del colonialismo, hacía el mundo capitalista y el retraso económico de sus provincias. Se desarrolla paralelamente al discurso político del nuevo estado socialista (desde 1948 y sobre todo desde 1953) y es llamada a representar los valores de la modernidad, del progreso tecnológico y de ejemplificar la igualdad y la justicia social. Mediante la obra construida, Corea del Norte se ha acercado al mundo moderno, competido con los países socialistas y se ha medido con los capitalistas.
El contenido propagandístico asociado a la arquitectura y la construcción, orientado siempre más hacia el interior que hacía el exterior, los ha convertido en beneficiarios de la máxima inversión económica y de la máxima atención del régimen. La arquitectura concebida por los arquitectos de Kim Il-Sung pertenece más a un ideal futuro del socialismo desarrollado que al pasado, pero al mismo tiempo no renuncia a sus raíces en la tradición y su proximidad con los gustos y hábitos populares.
El punto central de la creación arquitectónica en Corea del Norte es la figura del líder quien es considerado el autor supremo de toda construcción. De hecho, el libro teórico más importante es “El Arte Arquitectónico” firmado por Kim Jong-Il y publicado en 1991, en el momento culminante de la edad de oro de la arquitectura socialista norcoreana. La figura del arquitecto es mucho más marginal (o inexistente) en comparación con el occidente, para no restar importancia a la iniciativa del líder. La habitual complejidad del proceso constructivo y su carácter multidisciplinario se extienden también al proceso proyectual, por tanto, la obra arquitectónica es considerada un hecho colectivo. La figura del arquitecto autor se desvanece entre todos los actores implicados en la realización.
Todos ellos construyen siguiendo el mandato del líder para el bienestar del pueblo y, al mismo tiempo, como los representantes del pueblo, trabajan para contentar las más altas expectativas del líder y del partido. Arquitectos como Paek Si Ha, creador de los primeros tejados de estilo neotradicional, Ham Ui Yon, diseñador del Palacio del Estudio del Pueblo o Yong Myong Ho, arquitecto de la Torre Juche, serían en el occidente arquitectos estrella. En Corea del Norte,
“aunque posean extraordinaria sabiduría e inteligencia y profundos conocimientos científicos, no pueden idear y proyectar sintéticamente las obras de largo alcance como la creación arquitectónica”,1
sino que
“son simples técnicos que hacen realidad el pensamiento del líder”.2
Para Kim Jong Il, una obra bien diseñada sólo puede generar una única interpretación, acorde con la idea Juche, ideología oficial del estado. Ambigüedades, dobles lecturas, ironías o citas, son signos de diseño deficiente o de formalismo burgués. Con la simplicidad propia del realismo socialista, la arquitectura Juche, nacional en la forma y socialista en el contenido, educa las masas, los enseña a entender y utilizar el espacio construido.
Por todas estas condicionantes, la arquitectura norcoreana rehúye las comparaciones, no acepta representaciones paralelas y su primera exigencia respecto a la bienal fue de ser representada en un espacio separado. Intuye que, como gran parte de la arquitectura socialista, no se entendería sólo como forma o como imagen, sin el contexto que la explique.
Por el contrario, la arquitectura surcoreana está al orden del día de todos los eventos y las publicaciones arquitectónicas mundiales. También representa el ideal de progreso tecnológico y de la modernidad más vanguardista, con bases totalmente opuestas al norte. Corea del Sur, conocida como el tigre asiático ha hecho el salto económico espectacular, viniendo de un país muy castigado por la guerra y hasta bien entrados los años 70, menos próspero que su vecino. A pesar de las hostilidades y distancias ideológicas, los dos países se han mirado en el espejo impuesto de la DMZ.
El caso más conocido fue el de los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988 que Pyongyang quiso coorganizar y ante la negativa, organizó un evento casi paralelo: el XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, invirtiendo cantidades impensables en la construcción de equipamientos y nuevos barrios de Pyongyang. Un esfuerzo similar se vuelve a hacer de cara a los juegos de invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) de 2018 construyendo un centro de esquí y deportes de invierno en Maskyryong, cerca de Kaesong.
La exposición de Venecia tiende puentes fundados en el amplio conocimiento del desarrollo de la modernidad en ambos sistemas, que de cierto modo condensa la modernidad de la guerra fría. Además, plantea bases conceptuales para establecer el contacto directo entre los arquitectos. Una posible vía parte de la individualidad del proceso creativo que en Corea del Norte también existe a pesar de la colectivización de la obra arquitectónica. La iniciativa llamada Utopian Tours consiste de proyectos utópicos que exploran el futuro del turismo en Corea del Norte, comisionados individualmente, sin la intervención del estado.
El resultado son proyectos divertidos, algunos parecidos a la arquitectura neo nacional, otros que recuerdan a grandes obras de Pyongyang, pero todos tecnológicamente muy avanzados y más respetuosos con el medio ambiente en comparación con la obra existente. Utopía que siempre hace mover los límites ideológicos y, sobre todo, la utopía tecnológica, es un terreno propenso a superar las diferencias originadas en la política real.
Volviendo al DMZ Project 26 años después, Kyong Park se imagina un movimiento trans-coreano auto-organizado y anárquico llamado Occupy DMZ que se basa en el desencanto colectivo de ambas sociedades con sus respectivos gobiernos que se alían, hipotéticamente, para perpetuar el conflicto y mantener así los intereses electorales propios.
El movimiento se erige por encima de los gobiernos dependientes de la ideología Juche, de la iglesia o de las multinacionales y empieza ocupando la tierra de nadie fronteriza.
Partiendo de la idea poética (y política) de que se puede cruzar la frontera legalmente siempre y cuando no se quiere llegar al otro lado, la Zona Desmilitarizada se empieza a llenar de contenidos y de una arquitectura híbrida desarrollada a base de macroestructura residencial de ambos países, elevada sobre el terreno al estilo de la Terra Nova de Lebbeus Woods, para convertir el punto de separación en el origen de reunificación.
El trabajo de Superstudio fue impulsado por diferentes intenciones. Superstudio describe su propio trabajo en términos de ‘arquitectura radical’, ‘anti-utopía’, ‘utopía negativa’, o ‘de guerrilla’. Es, sobre todo, Cristiano Toraldo di Francia, co-fundador del grupo junto con Natalini, que trabajaron en esta base teórica. Entendía la arquitectura radical de la década de los 60 y principios de la década de los 70 principalmente como una forma de crítica social:
“l’architecture radicale représente –au-delà de n’importe quelle théorie architectonique define- un processus continu de critique concertant la structure de la societé, que rejette l’utilisation de la discipline aux mains des réformateur contemporains et néocapitalistes”.1
Bajo su punto de vista, este tipo de diseño puede además tener una función terapéutica, porque enseña a la gente a adaptarse a las nuevas condiciones de existencia.2
En algunos de los diseños de Superstudio, como Continuous Monument, el grupo utiliza una especie de táctica de guerrilla de la redundancia semántica, mediante el cual el significado de la arquitectura se pone en tela de juicio por subvertir su gesto más significativo a través de interminables repeticiones.3 En última instancia, el objetivo de Superstudio es hacer que la gente experimente la vida sin objetos. Esta tiene que aprender y comprender que los objetos que utilizan, los bienes de consumo, son el medio de represión a través del cual el sistema es capaz de perpetuarse. Para promover esta visión Superstudio hace un llamamiento a la utopía negativa o anti-utopía.
En Superstudio podemos encontrar el uso de la arquitectura como manifiesto social, el arte como acción política. Esta utopía negativa revela las últimas consecuencias de llevar adelante las tendencias existentes. Su misión es la de servir como elemento disuasorio, y para desarrollar esta, sostienen que es absolutamente necesario ofrecer resistencia contra el status quoexistente. En otras palabras, sólo en el horror está la esperanza.4
La conferencia que dio Natalini en la Architectural Association en marzo de 1971 describe con gran precisión la posición intelectual de Superstudio y toda aquella arquitectura visionaria del momento. Nuestro trabajo siempre ha estado en un área vacía y enrarecida: en un espacio entre la arquitectura y las artes visuales, y en un espacio entre la cultura profesional y la vida.5 Él describe este espacio como el único terreno no alienado para sus experiencias como grupo. Según él, es el único ámbito en el que, más allá de las rutinas profesionales y la pura existencia, se crea un espacio de coincidencia donde Superstudio puede ser y hacer, actuar y existir. Sintomáticamente, en la conferencia de Natalini, la teoría y la práctica de la arquitectura se describen como planos paralelos, donde posteriormente este paralelismo se pierde, cuando se constituye una forma gaseosa entre ambos planos, distorsionando la percepción mutua que se tiene de ellos. Esta distorsión viene dada por las condiciones socio-económicas, la consecución de encargos, y las leyes y regulaciones propias de la profesión.6
Natalini describe el trabajo de Superstudio, usando la aberración geométrica como estrategia, como tácticas de guerrilla. Muy conscientes de que no puede haber otra arquitectura sin cambiar las estructuras de la sociedad y, por otra parte, que el sistema es lo suficientemente fuerte como para incorporar cualquier gesto o producto, Natalini proclama: El único producto que no será capaz de ser absorbido es la revolución violenta o la inteligencia no violenta. Las formas de la no violencia en la cultura se asemejan a la guerra de guerrillas: son subterráneas, cambian sus objetivos, son móviles e incomprensibles. Creo en esta acción de destrucción por parte de la cultura: la cultura como un factor de desequilibrio.7
Él ve una primera estrategia en la producción de imágenes aberrantes. Una serie de imágenes aberrantes, capaz de postular otra escala de valores y comportamientos, sustituirán el proceso de acostumbrarse a la sociedad actual.8 Así, la imagen pública del sistema será cuestionada. Es casi como si la formulación de sus ideas contuviera la receta de la Exodus machine de Rem Koolhaas de 1972. Colectivamente inducidos los deseos irán sustituyendo otros deseos igualmente apetecibles, que son, sin embargo, más justos y verdaderos.9 Y es precisamente en este punto que el programa utópico adquiere su forma distópica, cuando Natalini sigue: y para satisfacer estos nuevos deseos, el sistema se ve forzado a una crisis. La acción a realizar, en su forma más simple, sirve para llevar estos procesos al límite, mostrando por absurdum su falsedad y su inmoralidad.10 En la conferencia de Natalini, esta reversión de utopía en distopía se convierte en un punto y aparte.
En el contexto de la década de los 60 y principios de los 70 también se estructuraron corrientes críticas contra este tipo de arquitectura. La mayor crítica al posicionamiento de una arquitectura visionaria, tal y como Natalini formuló y defendió en su conferencia en la Architectural Association, fue articulada por Manfredo Tafuri.
En realidad Tafuri, se podría considerar la otra cara de la misma moneda intelectual. Este analizó el estado de la arquitectura basada en la convicción de que la arquitectura debe intervenir en las relaciones de producción, sino, sostuvo Tafuri, no tendría sentido como una contribución a los grandes acontecimientos históricos. Según Tafuri fue un error histórico del diseño italiano el retirarse de inmediato en la participación de la producción en masa de bienes de consumo y pasar a elaborar sus diseños exclusivamente para un limitado segmento de bienes de consumo de lujo.
A diferencia de las vanguardias de la década de 1920, instaladas en el corazón de la maquinaria de producción de bienes, los diseñadores italianos se contentan con una posición muy marginal de la que no pueden sino ofrecer comentarios marginales. Esto es válido no sólo para los diseñadores de muebles, sino aún más pertinente, para sus homólogos que diseñan fantasías arquitectónicas de gran escala.
Según Tafuri, este enfoque es necesariamente impotente e ineficaz: apenas vale la pena mencionar aquí que, en un sistema capitalista, no hay ruptura entre la producción, la distribución y el consumo. Todas las utopías anti-consumistas que buscan corregir las distorsiones éticas del mundo tecnológico mediante la modificación del sistema de producción o de los canales de distribución sólo ponen de manifiesto la total insuficiencia de sus teorías, frente a la estructura real del ciclo económico capitalista.11
En Arquitectura y Utopía, Tafuri vuelve de nuevo a incidir en este punto. Según él, la proliferación de un diseño underground de protesta se ha institucionalizado, propagado por organismos internacionales, y admitido en un círculo de elite.12 El hecho de que todo el movimiento conceptual de la arquitectura empezó y terminó en el MoMA en 1960, con la exposición Visionary Architecture y, en 1972, con la exhibición New Domestic Landscapes: Achievements and Problems of the Italian Design, lo demuestra.
Tafuri, además, habla de inútiles llamamiento a la des-alineación, de la eliminación de las críticas dentro del propio proceso, de la poesía de la ambigüedad, y de la construcción de una estructura semántica en el sentido de convertir la ciudad en una máquina que emite mensajes de manera incesante. Coquetear con el caos no encuentra eco en su pensamiento. Sin abandonar la utopía de diseño, los procesos que habían superado concretamente el nivel de la ideología, están subvertidos por la redención al caos, la contemplación de la angustia que el Constructivismo parecía haber hecho desaparecer para siempre, y la sublimación de desorden.13 O aún: Con el fin de sostener un espacio metropolitano, la arquitectura parece obligada a convertirse en un espectro de sí misma.14
El veredicto final es abrumador: La crisis de la arquitectura moderna no es el resultado del cansancio o la dispersión. Es más bien una crisis de la condición ideológica de la arquitectura.15 Según él, la redención ya no es posible: ni por las inquietantes y erráticas andanzas por los laberintos de imágenes que por su polivalencia llegan hasta el punto de convertirse en imágenes calladas, ni por la autocomplacencia de una geometría absorta en su propia complejidad y perfección. El drama de la arquitectura es ser obligada a regresar a la arquitectura pura, forma sin utopía, en el mejor de los casos, regresar a su sublime inutilidad.16 Quizás, en lo más profundo del código genético de lo arquitectónico, resida el gen de la utopía, en eterna diáspora hacia un topos posible, en constante recorrido hacia un mundo imaginado algo mejor que el actual.
No creo que pueda decirse demasiado alto, pero desde una razonable distancia a su poderoso cuerpo ideológico, Manfredo Tafuri tenía razón.
Miquel Lacasta. Doctor arquitecto
Barcelona, octubre 2012
Notas:
1 TORALDO DI FRANCIA, Cristiano, Superstudio & Radicaux, MIGAYROU F. (ed) Cat. Architecture radicale, Institut d’Art Contemporain – IAC, Villeurbanne, Enero a Mayo, 2001, p. 153.
“La arquitectura radical representa, más allá de cualquier teoría definitiva, un proceso continuo de crítica sobre la estructura de la sociedad, que rechaza el uso de esta disciplina en manos de reformadores contemporáneos neocapitalistas”.
Nota: traducción del autor.
2 Ibídem, p. 171.
3 Ibídem, p. 183.
4 “il n’ya de l’espoir que dans l’horreur”.Ibídem, p.171.
5 NATALINI, Adolfo, Inventory, Catalogs, Systems of Flux… a Statement. Conferencia impartida en la Architectural Association, Londres, 3 Marzo 1971. En LANG, Peter y MENKING, William, Superstudio, Life without objects, Skira Turín, Milan, 2003, p. 164.
6 Ibídem, p. 166.
7 Ibídem, p. 164.
8 Idem.
9 Idem.
10 Ibídem, p. 165-166.
11 TAFURI, Manfredo, Design and Technological Utopi, en Emilio Ambasz, Italy: The New Domestic Landscape. Achievements and Problems of Italian Design. Catálogo de la exposición, The Museum of Modern Art, Nueva York, 1972, p. 135.
Josep Lluís Sert fue el primer arquitecto español de fama internacional.
“Apóstol del racionalismo en España”.
Apóstol del racionalismo en España y Decano de la Facultad de Arquitectura de Harvard durante casi dos décadas, Sert fue también un hombre lleno de contradicciones. Un espíritu contestatario. Verso libre en un mundo dominado por la copia y la reproducción seriada.
Arquitecto de vanguardia.
“Como todos los exiliados, fue un vitalista de espíritu triste”.
Miembro de una conocida familia aristocrática y destacado militante republicano, Sert tuvo el atrevimiento de ser un arquitecto de vanguardia en un país donde gobernaba el conservadurismo estético más absoluto.
Fue católico y libertario. Fue también, como todos los exiliados, un vitalista de espíritu triste, un artesano del sentido común al que le tocó vivir en un mundo extremo.
Del exilio al prestigio mundial.
Viajó, emigró, huyó. Se refugió donde pudo: París, La Habana, Nueva York y finalmente Boston.
Hijo del conde de Sert y sobrino en segundo grado del primer marqués de Comillas, Josep Lluís tuvo que esconderse en Estados Unidos tras la Guerra Civil.
Y allí fue capaz de reconstruir una carrera profesional que le llevó a convertirse en uno de los arquitectos más importantes de su generación.
“Uno de los arquitectos más importantes de su generación”.
Sert abrió puertas, cultivo amistades y representó a España durante décadas en los círculos más selectos de la arquitectura contemporánea. Un hombre, en definitiva, al que sólo le quedo por cumplir un sueño…
“Como muchos arquitectos, en el fondo soy un pintor”.1
¿Cómo surge la idea?
La idea de hacer un documental sobre la figura del arquitecto Josep Lluís Sert surgió por dos motivos. El primero fue la necesidad de reivindicar la figura de un creador que, por razones diversas, ha quedado un tanto al margen de la historia de la arquitectura española.
“Sert es un arquitecto que disfruta de una gran popularidad entre los arquitectos”.
Es evidente que el exilio ha jugado un papel importante en ese sentido, pero no deja de ser extraño que una figura como la suya disfrute de un reconocimiento tan limitado.
Sert es un arquitecto que todavía disfruta hoy de una gran popularidad entre los arquitectos, un profesional con una vida apasionante que, sin embargo, jamás ha recibido el reconocimiento que sí obtuvieron en su día otros exiliados ilustres.
Arquitecto y persona.
Lo que nos interesa aquí, más allá de su arquitectura, es su trayectoria vital. Y por eso precisamente se impone un segundo motivo.
“Sert muestra un desapego inusitado por la arquitectura”.
El libro, editado por Patricia Juncosa, está formado por un conjunto de entrevistas en las que Sert habla sobre su relación con el arte y con los artistas.
Se trata de un libro en el que Sert muestra un desapego inusitado por la arquitectura, un conjunto de textos en los que se escucha la voz de un hombre inquieto, con una cierta conciencia del marco en el que debía encajar su trabajo.
“La historia de un exilio interior y exterior que consiste en tratar de conciliar dos mundos irreconciliables”.
Ahí está el Sert más humano. Y ahí está la historia que queremos contar desde el principio: la historia de una huida que parece no acabar nunca, la historia de un exilio interior y exterior que consiste en tratar de conciliar dos mundos irreconciliables.
Una historia, en definitiva, que arranca en un momento indeterminado de la niñez de Sert.
En el libro de Patricia Juncosa hay varios niveles de lectura. Por un lado está la descripción minuciosa de los problemas que preocuparon al Sert arquitecto. Pero por otro también podemos encontrar la lista de los temas que siempre reclamaron la atención del Sert humanista.
En el libro vemos al adulto inquieto y meticuloso, es verdad, pero también al muchacho que observaba a su tío, el muralista Josep Maria Sert, y sentía una profunda emoción.
1. “Like many architects, I’m a painter at heart.” Declaraciones de Sert en el artículo “A House Epitomizes a Way of Life” (Una casa personifica una forma de vida). Washington Post, 24 de septiembre de 1967.
Materialidad, orden y ligereza para dar respuesta al diálogo entre el local y su entorno más inmediato. Un local que da cabida a una clínica dental y que se abstrae del caos exterior a través de la serenidad que imprimen sus volumetrías y materiales interiores.
Materiales empleados:
– techo volumétrico en placas de cartón yeso
– pavimento continuo de resina epoxi
– tablero MDF FINSA rechapado en roble
– fachada ventilada de chapa microperforada minionda en aluminio blanco.
Se trata de un proyecto con clara vocación de diálogo con el paisaje de la plaza y viceversa.
Unos grandes vidrios de proporción vertical, colocados a hueso, sin perfiles intermedios, inundan los interiores con una luz difusa norte y abren la fachada en toda su altura, permitiendo mostrar al exterior el juego volumétrico del techo interior, conformado por formas prismáticas y cromatismos en tonos azules y blancos.
Esta transparencia interior/exterior se mantiene entre los espacios interiores, de manera que se percibe la continuidad espacial que generan las volumetrías del techo.
La zona de espera se enfatiza mediante la calidez que ofrece el zócalo de madera de roble.
La fachada se desmaterializa mediante la combinación de los grandes paños de vidrio con un revestimiento ligero de paneles de chapa microperforada minionda de aluminio lacado en blanco. El resultado es una fachada serena en medio del caos estético que la rodea.
Una iluminación indirecta hacia fachada.
Obra: Clínica Dental Ferraces.
Arquitectos: as-built arquitectura, interiorismo, infografía.
Equipo de proyecto: Moncho Rey, arquitecto / Pablo Ríos, arquitecto de interiores.
Situación:Plaza Doctor Iglesia Parga, 7-8, bajo, Ferrol (A Coruña, España)
Superficie: 99 m²
Año: 201o
Fotografías: Roi Alonso + as-built.es
“Un nuevo eje cívico en la calle Langaran-Otxarkoaga, Bilbao.”
Concurso Internacional de Ideas para estudiantes y jóvenes arquitectos y arquitectas.
BIA Urban Regeneration Forum 2018 convoca el III Concurso Internacional de Ideas para estudiantes y jóvenes arquitectos y arquitectas a quienes propone la regeneración urbana desde el ámbito social.
Bajo el título “Un nuevo eje cívico en la calle Langaran-Otxarkoaga, Bilbao: la transformación de la edificación consolidada”, el certamen plantea la actuación en las diferentes edificaciones existentes que permitan albergar nuevos usos complementarios o nuevas formas de vivienda para un nuevo tejido social en el que actividad residencial y productiva puedan convivir y sean compatibles.
Plazo de entrega: hasta las 00.00 horas del 12/06/2018 a través de www.biarchitecture.org
Premios:
· Premio BIA: 3.000 euros.
· Dos accésits: 1.500 euros, respectivamente.
· Premio BIA Red, a la propuesta más votada por las y los internautas.
La Castellana es el gesto urbano más importante de Madrid, un poderosísimo rasgo metropolitano que pocas ciudades tienen. Afortunado fue el momento inicial en que se urbanizó la vaguada del Prado de San Jerónimo y se convirtió en un Paseo (finales del siglo XVIII), y afortunada también la decisión de que, acompañando la cuadrícula del ensanche y siguiendo la vaguada, fuera prolongándose hacia el norte (mitad del s. XIX). Y que, todavía, cuando Zuazo y Jansen definieron el crecimiento de la ciudad a partir del concurso de 1929, se prolongara hasta el encuentro con la antigua carretera de Francia que había servido para asentar el pueblo de Tetuán de las Victorias.
Aún más: desde la llamada plaza de Castilla hasta donde hoy acaba, todavía se prolongó la importante vía en tiempos de la primera etapa de la dictadura militar franquista. Así, una vía ancha y arbolada se convirtió no sólo en el más importante rasgo metropolitano, sino también en el elemento vertebrador más decisivo de la ciudad central. Todo el mundo sabe esto, desde luego, y acaso también que no todas las grandes metrópolis, como ya se había dicho, cuentan con un rasgo urbano tan dilatado, tan atractivo y tan importante. No extraña así que se haya convertido en un verdadero mito, al menos para aquellos que gustan de observar la ciudad y, claro está, para los profesionales.
Pero la Castellana, a pesar de su atractivo, no es perfecta y tampoco es unitaria. En su parte que podríamos llamar histórica (Prado, Recoletos y Castellana, hasta San Juan de la Cruz), las indecisiones que sufrió su construcción edilicia a lo largo del tiempo, oscilando y contradiciéndose entre la edificación convencional y cerrada y la abierta y exenta, le dieron una configuración no del todo ordenada y también unas condiciones de escasa vitalidad urbana.
Los pocos edificios residenciales, hoy además sin ese uso en su gran mayoría, y el escaso comercio, hizo de ella un Paseo, un parque urbano lineal, si se prefiere (que no es pequeña cosa, desde luego, pues está en el centro), superpuesto hoy además con una autovía urbana, pero no una calle dotada de vitalidad, de fuerte y atractiva vida urbana. Preciso es reconocer que esto lo tiene en un grado pequeño, y que basta compararla con la Diagonal de Barcelona para comprobarlo. La Diagonal de la capital catalana, uniforme y recta, quizá no sea tan bella, tan atractiva y tan variada como La Castellana, muy probablemente, pero su pertenencia al ensanche decimonónico y, así, la consecuente edificación y el comercio le han dado bastante más vitalidad, al menos en algunas de sus más importantes zonas.
La prolongación de la Castellana, iniciada por la República y acabada por la dictadura militar, se extiende desde los nuevos Ministerios hasta el estúpido nudo de tráfico final, remate indigno para una vía tan importante, y es casi completamente recta (tiene un único quiebro en la plaza de Castilla), pero su edificación es abierta, en buena medida mixta y algo perpleja e indecisa, y también está convertida en una autovía urbana de tránsito rodado. Su comercio es mínimo y su vitalidad urbana escasísima, bastante menor aún que la del tramo histórico.
Así pues, una mixtura no del todo convincente entre las condiciones de paseo y de autovía y una definición poco precisa, y más bien azarosa, entre la forma y el uso de las edificaciones ha hecho de la Castellana un elemento urbano que presenta algunas ambigüedades no muy atractivas. Podría decirse que una cosa relativamente abstracta, la de su naturaleza estructurante del tejido urbano, y otra mucho más concreta, su imagen como tal, su condición de espacio urbano configurado y visible, son sus mayores virtudes. Y que su vitalidad urbana (su uso, al fin) es algo más dudoso y más precario.
Cuando, ya desde hace algún tiempo, se ha pensado en una nueva prolongación de la gran avenida, todavía más al norte, y ahora discutida por el municipio en relación a su cantidad, a sus densidades edificatorias ¿se ha meditado bien en lo que verdaderamente quiere hacerse? O, por el contrario, ¿la ciudad se está dejando arrastrar por la fuerza de un mito, con la actitud irracional que esto supone?
Empezando por el principio: ¿Se ha pensado bien si es conveniente, y por qué, prolongar en la misma dirección y sentido el elemento fundamental que ha estructurado hasta ahora la ciudad central? Es decir, el hipotético y nuevo Madrid hacia el norte, que es y sería ya tan distinto ¿debe seguir apoyado estructuralmente hablando en la prolongación del viejo rasgo metropolitano? Y si esto fuera así ¿debe ese elemento seguir conteniendo, seguir teniendo como soporte principal, una autovía urbana de tránsito rodado? Esta nueva prolongación tendría al menos la virtud -y a juicio de quien esto escribe- de eliminar el nefasto nudo de autovías en que hoy acaba el Paseo, estólido producto de las obras públicas convencionales y testigo elocuente de la torpe y culpable sustitución del pensamiento urbano por los puntos de vista, actividades y negocios de las obras públicas. Esta desaparición, desde luego, no sería poco.
Ahora bien, ¿todo lo demás debe de seguir igual? ¿La nueva prolongación de la Castellana debe ser otro tramo distinto que siga, diríamos, el modelo de la tradición, la naturaleza del mito?
Porque si tornamos la vista atrás y nos vamos al Sur, podemos contemplar claramente que, con una naturaleza muy distinta, el Paseo del Prado -La Castellana- ha tenido también por allí una importante prolongación, ya vieja, la que configuran la Avenida de la Ciudad de Barcelona, primero, y la Avenida de la Albufera, después. Estas calles han llevado el rasgo metropolitano fundamental hasta el barrio del Puente de Vallecas, si bien el elemento urbano que lo ha hecho es el de unas calles bastante anchas pero relativamente sencillas, de una jerarquía urbana menor que el histórico Paseo. Ahora bien, esto nos puede llevar a pensar que quizá la prolongación por el norte, sin renunciar a su papel estructurante ni a su condición de espacio urbano cualificado y verde, podría ser distinta de la que ha sido tradicional.
Resulta poco arriesgado profetizar que la vitalidad urbana no se logrará en esta nueva prolongación, pues ya están los tramos antiguos para mostrarlo elocuentemente. Pero con toda probabilidad tampoco se logre que, frente a ellos, el nuevo tramo consiga alcanzar un carácter central y metropolitano. Es dudoso que esto se consiga, aunque también es dudoso que sea necesario.
Finalmente está la cuestión de la cantidad y de las densidades, hoy discutida y ya modificada por el nuevo municipio frente a lo dispuesto por el anterior. Es bien conocido que el nuevo municipio quiere rebajar el alcance cuantitativo de la operación, y, muy recientemente, se ha tropezado con los políticos de la administración extinta del Ministerio de Fomento, que, haciendo caso omiso de su precaria situación política actual, han amenazado al municipio con reclamaciones judiciales de carácter económico para compensar las inversiones infraestructurales que, según aseguran, el Ministerio ha hecho ya.
Pero esto solo puede entenderse a través de detectar que la administración extinta y en funciones parece estar afectada por una suerte de insólito espejismo, el de creerse propietarios del Ministerio de Fomento y, en general, de la administración. Pues no puede darse crédito al hecho de que un ministerio supuestamente español -eso creemos-, y políticamente extinto -eso sabemos-, haga reclamaciones económicas al Ayuntamiento de la capital de su propio Gobierno.
Dicho de otra manera: ¿hemos de permitir que los políticos en funciones, parte ya extinta de un gobierno ineficaz en tantísimas cosas, pero, sensiblemente, en el campo que nos ocupa, se erijan en defensores de las inversiones exageradas en obras públicas, quizá hechas pero sobre todo por hacer, y de la más intensa especulación edilicia como si el hecho de haber sido políticos del ministerio del ramo y pertenecer al partido en el que militan les diera la legitimidad para ello? Las obras públicas urbanas excesivas y la especulación edilicia intensa ¿son acaso bienes sociales y generales que la administración ha de defender? Estos sujetos, pues, ¿no deberían callarse como muertos frente a un Ayuntamiento que no está como ellos en funciones y frente a un Ministerio aún por llegar? ¿Quién les ha designado para resucitar la burbuja urbanística, para seguir defendiendo la especulación edilicia? Pues, ¿se da realmente el caso de que haya gente para tantas viviendas como ellos defienden? ¿No deberían dejar paso franco a quienes estén dispuestos a estudiar y defender una actitud más razonable que la que ha sido propia del inmediato pasado?
Ahora bien, es muy probable que las señoras y señores ediles del nuevo municipio tengan razón y que una cantidad edilicia más pequeña, sea mucho mejor; esto es, más ajustada a la realidad. Pero -a mi entender, al menos- esto es así tan sólo por la cuestión de que más viviendas no parecen necesarias y de que tienen por ello el grave peligro de quedar tristemente vacías. Pero no porque la alta densidad -propia de las situaciones centrales y de la vitalidad urbana de la que dicha densidad las dota- ni el negocio de la edificación sean males en sí mismos, pues no lo son. No lo son, en absoluto. Creerlo así no sería un pensamiento propiamente urbano, y de acuerdo con la razón, sino tan sólo una ideología.
Pero resultaría igualmente necesario, que los señoras /es ediles no crean que con esto se agota el problema, como ya en buena medida se ha avanzado. Para una verdadera revisión de lo heredado, resulta preciso que se demuestre que el sentido urbano de la nueva prolongación es oportuno. Esto es, que la nueva prolongación se plantee o no como la dotación de continuidad al elemento estructural primario de la metrópoli, y que tal cosa, si la respuesta fuera positiva, convenga. ¿Debe de llevarse aún más al norte el rasgo urbano estructural primario, o debe continuarse la prolongación con menor jerarquía urbana, como en la Avenida de la Ciudad de Barcelona? Un centro lineal de longitud aún más grande, casi indefinida ¿es lo mejor? ¿Se aspira o no a que la prolongación prolongue también la condición central?
Pero es preciso además que se defina si La Castellana toda continuará siendo una suerte de autovía, arrastrando así las costumbres del pasado, o tan sólo una muy buena calle que, conteniendo una cierta e imprescindible capacidad de tránsito rodado, se planteara también, y principalmente, como una avenida parque en la que la calidad física y formal del espacio urbano sea lo principal. Y la definición acertada de lo edificado no será baladí para ello. La historia de La Castellana nos enseña cuanto la gran calle es en muy buena medida producto de la edificación finalmente construida, las más de las veces completamente distinta de cómo había sido pensada en el planeamiento original.
Pues, verdaderamente, el papel moderno del resto del gran eje, de la parte ya existente, está todavía por decidir del todo, por pensar si ha de ser o no reformado. La Castellana sigue siendo una autovía, e incluso la lúcida y atractiva reforma del equipo de Siza Vieira para el tramo histórico, Prado y Recoletos, continúa pendiente aún, víctima inocente y absurda de las peleas entre el partido de la derecha y de otras torpes obstrucciones menores. Esta reforma -pensada por cierto por el equipo de uno de los mejores arquitectos del mundo, sino el mejor, y que ganó el concurso – acometía el problema de frente al proponer la mejora del espacio urbano en todos sus aspectos y la eliminación del carácter de autovía, pero sin peatonalizar, sin impedir una muy notable cantidad de tránsito rodado.
¿No debieran ser objetivos del municipio actual el de construir esta atractiva reforma, por supuesto, pero además el de acometer el modo en que se han reformar también los tramos existentes para lograr cumplir los mismos objetivos?
Un planteamiento de este tipo llenaría muy adecuadamente la misión urbanística del nuevo municipio, al menos en lo que hace al centro de la ciudad. Y, si no, no se llenará.
Antonio González-Capitel Martínez · Doctor arquitecto · catedrático en ETSAM
Madrid · abril 2016
En los últimos doce meses se celebró, en la mayoría de las ciudades del mundo y con distintas acciones, el centenario del nacimiento de Jane Jacobs, genial urbanista y activista social que con su libro “Muerte y vida de las grandes ciudades” (1961) cambio definitivamente la forma de mirar y analizar los fenómenos urbanos.
Jane Jacobs nació el 4 de mayo de 1916 en un pequeño pueblo de Pennsilvania en los EEUU y en su juventud emigro a Nueva York, atraída por la vibrante y multitudinaria vida urbana de esa mega-ciudad. Allí comenzó a interesarse por las cuestiones urbanas, se caso con un arquitecto, formo su familia en un sencillo departamento de Greenwich Village y consolidó su vocación por el periodismo. Sin tener ningún título universitario ni estudios específicos llego a ser editora de la revista Architectural Forum. Desde sus artículos polemizo duramente con las tendencias urbanísticas dominantes en la década del 50 en Norteamérica, aquellas que propiciaban el crecimiento de los suburbios extendidos con casas individuales, el culto al automóvil particular y las autopistas, junto con la des-valoración de los centros urbanos tradicionales, la preferencia por las torres y las demoliciones sistemáticas de los antiguos edificios y sus barrios en nombre del progreso y la modernización.
Inicialmente ridiculizada por los tecnócratas del urbanismo moderno, ella nunca se dio por vencida, supo pasar de las ideas a la acción y medio siglo después es reivindicada y citada en sus discursos hasta por el propio ex presidente Obama. Jane Jacobs fue la primera voz de resistencia y participación ciudadana ante los excesos de un urbanismo autoritario y deshumanizado impuesto de arriba hacia abajo y que aun hoy prefiere las decisiones cerradas, rápidas e inconsultas sobre cambios y obras que afectan la vida cotidiana de miles de personas.
En su libro “Muerte y vida de las grandes ciudades” va a rescatar las ricas preexistencias de la ciudad multifuncional, compacta y densa donde la calle, el barrio y la comunidad son vitales en la cultura urbana.
“Mantener la seguridad de la ciudad es tarea principal de las calles y las veredas”.
Para ella una calle segura es la que propone una clara delimitación entre el espacio público y el privado, con gente y movimiento constantes, manzanas no muy grandes que generen numerosas esquinas y cruces de calles; donde los edificios miren hacia la acera para que muchos ojos la custodien. Ideas absolutamente innovadoras para su época como la mezcla de usos, la densidad equilibrada, la protección del patrimonio arquitectónico y urbano, la prioridad de los peatones, las identidades barriales o el cuidado diseño del espacio público son parte de un cuerpo doctrinario de enorme vigencia.
Jacobs logra demostrar que antes de cambiar una ciudad o intervenir en ella hay que conocerla a fondo y eso implica entender donde está su vitalidad, como la usan los vecinos, que aprecian de ella, que actividades realizan en sus calles, como juegan los niños, que parques son buenos y porque tiene más publico que otros, cuales son las buenas dimensiones y porque; en definitiva entenderlas y aprender a vivirlas. Para ello hay que bajar a sus calles, hablar con la gente, deducir el maravilloso entramado de relaciones, vínculos y contactos que una ciudad genera entre sus habitantes. Sus textos serán extraordinarias y minuciosas observaciones de estas relaciones y vivencias.
Jacobs defiende la densidad y la vida en comunidad, sostiene que allí está la cura de la inseguridad y la violencia; conocer al vecino, conformar redes, mezclarnos con los diferentes, saludarnos y volver a reír en el espacio público. Su mirada de mujer también será decisiva. Recuperar la vitalidad de calle es la clave de sus enseñanzas. La calle, a diferencia de lo que plantea Le Corbusier y el urbanismo moderno, no es un mero vacio para la movilidad, la calle es para Jacobs una autentica y compleja institución social donde desde niños aprendemos a socializar y construir comunidad. Si la calle termina privilegiando al automóvil por sobre el peatón, la calle se muere y allí comienza el fin de la ciudad. Su lucha sistemática contra las prepotentes autopistas que ingresan en la ciudad y arrasan con todo logro salvar en los años cincuenta al bellísimo Village primero, su propio barrio en New York, y años después a Toronto, en Canadá, donde había emigrado para evitar que sus hijos fueran enrolados como soldados en la guerra de Vietnam.
Allí murió en 2006, semanas antes de cumplir 90 años. En muchas ciudades, para esta época del año, distintas ONGs invitan a homenajearla realizando caminatas urbanas para vivenciar y aprender a valorar nuestros entornos urbanos. Caminar y disfrutar la ciudad era tal vez su mayor pasión.
Jan Jacobs fue una teórica y una activista polémica, muchas veces tildada de ingenua en sus planteos urbanos. Pero hoy sus libros y enseñanzas han cobrado renovada vigencia visto los fracasos del viejo urbanismo tecnocrático, autista y arbitrario. El futuro de la humanidad y del planeta depende de tener mejores ciudades. Sabemos que replegarnos al espacio privado, o huir al insustentable urbanismo difuso de las periferias no es solución y agrava el problema.
Nuestra “calidad de vida” no puede depender de ghettos custodiados por murallas, alarmas y ejércitos privados. Por eso debemos volver a mirar el espacio público como el corazón de la vida moderna; su diseño, su uso, su gestión y nuevas funciones. Repensar la calle, la plaza, el parque; el arbolado y el paisaje urbano, aquello que nos permita humanizar el espacio público y experimentar el encuentro, el intercambio y la diferencia. Para ello Jane Jacobs sigue siendo una referencia ineludible, para pensar pero también y fundamentalmente para hacer mejor ciudad.
Martin Marcos. Arquitecto, urbanista, Director MARQ-SCA (Museo de Arquitectura y Diseño de Buenos Aires) y Profesor Titular FADU UBA
Buenos Aires. Mayo 2018
Serie de libros dedicada al cálculo y diseño de las instalaciones en los edificios. Desde el estudio de los sistemas hidráulicos, eléctricos, de iluminación y ventilación hasta los sistemas de seguridad contra incendios o planteamientos de diseño y planificación desde el ahorro de energía y la sostenibilidad.
Ahorrar energía no es más que reducir el consumo de la misma consiguiendo resultados iguales que gastando más. Disminuir el gasto de energía trae consigo muchos beneficios, ahorrar dinero y proteger el medio ambiente.
Por otro lado, la producción de energía como la forma en que esta se usa, generan un impacto ambiental en todas las escalas, amenazando el desarrollo en el futuro. La abundancia de energía y la falta de conciencia sobre el impacto de su uso en el ambiente, han facilitado por un lado, actividades humanas, comerciales e industriales de consumo intensivo e ineficiente de energía y por el otro, el crecimiento desordenado de las ciudades, que hoy en día son verdaderas máquinas de consumir energía, generando enormes cantidades de residuos y devorando el medio natural.
En este libro se plantean soluciones a cómo conseguir un ahorro energético desde el punto de vista del diseño de las instalaciones eléctricas, de climatización, de calefacción y de iluminación, así como actuaciones que puede hacer el usuario para obtener un ahorro en la factura. Es, pues un manual didáctico perfectamente organizado escrito en un lenguaje sencillo, con gran claridad expositiva y el aparato físico-matemático indispensable.
Este libro contiene además, gran cantidad de información útil en forma de tablas, esquemas, ábacos, planos y referencias a las diferentes normativas de aplicación y el marco regulatorio vigente. Hay que resaltar que el libro se publica en español e inglés, por lo que se ha puesto un especial cuidado en utilizar con precisión el vocabulario técnico en ambos idiomas. El dominio de la terminología exacta de las instalaciones facilitará al lector la colaboración con equipos internacionales y la integración en ellos, cada día más habitual.
El presente manual configura una guía de gran ayuda para estudiantes y profesionales interesados en el cálculo y diseño de los sistemas de ventilación y climatización integrados en los edificios. De la mano de un equipo multidisciplinar, formado por ingenieros y arquitectos, se accederá a los principios de diseño de la ventilación, explicados a través de ejemplos prácticos, detallados y claros.
En el primer capítulo se presentan los conceptos básicos de psicrometría y los distintos procesos termodinámicos que permiten modificar las características del aire de ventilación. En el capítulo 2 se detallan los cálculos necesarios para el diseño de conductos de aire, con los que se determinarán las pérdidas y ganancias de energía a lo largo de todo el sistema. También se explicará el método de caída constante y el concepto de recuperación estática, cuya comprensión será posible gracias a los casos prácticos contenidos en esta sección. A lo largo del capítulo 3 se analizarán los factores que influyen en la calidad de aire interior, vinculada a la confortabilidad de los edificios y determinada tanto por el aire exterior como por las circunstancias del espacio interior (actividades, mobiliario, materiales de construcción). El capítulo 4 está dedicado a la aplicación de la normativa CTE-DB-HS3 de calidad del aire interior en los edificios de viviendas; esta sección aparece actualizada con la última versión publicada del B.O.E., la número 149 del año 2017. El capítulo 5 aborda las estrategias bioclimáticas que permiten la ventilación de los espacios interiores de forma pasiva.
Por último, queda apuntar que la utilidad de este documento aumenta gracias a que la información presentada aparece tanto en español como en inglés. La selección del vocabulario técnico empleado se ha llevado a cabo con gran cuidado en ambos idiomas con el objetivo de que el lector pueda servirse de él para acceder a otras fuentes de carácter internacional.
Este manual tiene como objetivo servir de guía para estudiantes y profesionales dedicados al diseño de instalaciones de iluminación en los edificios, aunando conceptos teóricos y ejemplos prácticos. Se trata de una obra didáctica escrita en un lenguaje sencillo, claro, y conciso.
En el presente trabajo los autores, integrantes de un equipo multidisciplinar de arquitectos e ingenieros, explican de una forma visual y didáctica el diseño de las instalaciones de iluminación. El primer capítulo detalla los parámetros más importantes en materia de tecnología de la iluminación. En el capítulo 2 y 3 se aborda la correlación entre el ojo, la luz y el color, otros conceptos luminotécnicos fundamentales y sus unidades de medida, y otros conceptos relacionados con la temperatura del color, índice de reproducción cromática, aunado al conocimiento de las curvas y gráficos proporcionados por los fabricantes. El cuarto capítulo explica los métodos de cálculo de alumbrado interior y los sistemas de alumbrado; además, se explica mediante ejemplos útiles y prácticos la determinación del número de puntos de luz que darán como resultado un nivel de iluminación interior dado por la norma. En el capítulo 5 se abordan los requerimientos que deben cumplir con unos valores de eficiencia energética en las instalaciones de alumbrado interior. En el sexto capítulo se desarrollan el método de los nueve puntos y el método de los lúmenes para alumbrado exterior. El capítulo 7 está dedicado a estrategias de diseño arquitectónico para aprovechar la luz procedente del sol, y el último apartado, el 8, muestra los niveles de iluminación requeridos según UNE-12464-1.
Merece la pena destacar que el libro se publica en español e inglés. Se ha prestado especial atención a la selección del vocabulario técnico en ambos idiomas, de tal manera que el acceso a él permita al lector la colaboración con equipos internacionales y la integración en ellos.
Este manual tiene como objetivo servir de guía para estudiantes y profesionales dedicados al diseño de instalaciones de iluminación en los edificios, aunando conceptos teóricos y ejemplos prácticos. Se trata de una obra didáctica escrita en un lenguaje sencillo, claro, y conciso.
En el presente trabajo los autores, integrantes de un equipo multidisciplinar de arquitectos e ingenieros, explican de una forma visual y didáctica el diseño de las instalaciones de iluminación. El primer capítulo detalla los parámetros más importantes en materia de tecnología de la iluminación. En el capítulo 2 y 3 se aborda la correlación entre el ojo, la luz y el color, otros conceptos luminotécnicos fundamentales y sus unidades de medida, y otros conceptos relacionados con la temperatura del color, índice de reproducción cromática, aunado al conocimiento de las curvas y gráficos proporcionados por los fabricantes. El cuarto capítulo explica los métodos de cálculo de alumbrado interior y los sistemas de alumbrado; además, se explica mediante ejemplos útiles y prácticos la determinación del número de puntos de luz que darán como resultado un nivel de iluminación interior dado por la norma. En el capítulo 5 se abordan los requerimientos que deben cumplir con unos valores de eficiencia energética en las instalaciones de alumbrado interior. En el sexto capítulo se desarrollan el método de los nueve puntos y el método de los lúmenes para alumbrado exterior. El capítulo 7 está dedicado a estrategias de diseño arquitectónico para aprovechar la luz procedente del sol, y el último apartado, el 8, muestra los niveles de iluminación requeridos según UNE-12464-1.
Merece la pena destacar que el libro se publica en español e inglés. Se ha prestado especial atención a la selección del vocabulario técnico en ambos idiomas, de tal manera que el acceso a él permita al lector la colaboración con equipos internacionales y la integración en ellos.
Las sociedades modernas legislan para que los riesgos que se derivan de la construcción y el uso de los edificios se limiten de forma razonable. A la seguridad estructural y la habitabilidad, aspectos regulados tradicionalmente, se han ido sumando progresivamente nuevas exigencias que incluyen la funcionalidad, la seguridad en caso de incendio y el respeto al medio ambiente. Se trata, en definitiva, de que los usuarios no especializados de los edificios vean protegidos sus derechos individuales y colectivos por el legislador, al carecer de la información suficiente y no poder decidir por sí mismos sobre el nivel de riesgo que quieren o pueden aceptar.
La seguridad en caso de incendios es, en nuestros días, uno de los aspectos que más condiciona el diseño de los edificios. La compartimentación, la disposición de escaleras y salidas, el control de los flujos de personas o la accesibilidad de los servicios de emergencia, obligan a que muchos condicionantes deban ser considerados desde el primer momento en el proyecto de arquitectura.
El compromiso con la seguridad en el entorno edificado, además, debe ir un paso más allá de un estricto y mínimo cumplimiento de los códigos prescriptivos que, basados en la experiencia, imponen una serie de medidas concretas. Se trata de entender el problema como una interacción de los tres agentes en juego: el fenómeno físico del fuego, el diseño del edificio y las características del usuario.
El fenómeno físico del fuego, bien conocido, queda caracterizado en los edificios por la condición de los espacios, recintos fundamentalmente cerrados. La temperatura y el humo, que en las condiciones exteriores se disipan, se concentran en ellos y el fuego busca desesperadamente el oxígeno necesario para sobrevivir.
Las posibilidades para el diseño de los edificios son hoy mayores que nunca. Los avances en la ciencia de los materiales, la eficacia de las máquinas y los actuales modelos de evaluación y cálculo permiten levantar edificios de enorme altura, articular atrios gigantescos o hacer habitables espacios bajo tierra. Las tradicionales tipologías han dado paso a un abanico casi infinito de posibilidades edificatorias que dan respuesta a nuevos usos y formas de habitar.
El usuario completa este enigmático puzzle en el que el arquitecto debe ser capaz de anticipar qué escenario se puede producir ante un fuego que se desarrolle en un edificio. Un usuario que también se aleja de los tradicionales prototipos en una sociedad multicultural y no discriminatoria.
Este libro pretende exponer unas bases mínimas para entender este complejo y apasionante problema.
Este manual de instalaciones se ha concebido con la intención de servir de ayuda tanto al estudiante como al experto que se ocupan del diseño y cálculo de las redes de instalaciones hidráulicas (fontanería, saneamiento y calefacción) en los edificios, puesto que combina la exposición concisa de los principios teóricos fundamentales con el desarrollo de los casos prácticos que se presentan más a menudo en el ejercicio profesional. Es, pues, un manual didáctico perfectamente organizado escrito en un lenguaje sencillo, con gran claridad expositiva y el aparato físico-matemático indispensable.
Los autores, un equipo multidisciplinar de arquitectos e ingenieros, aúnan en su bagaje una amplia experiencia profesional con años de docencia en diferentes escuelas de arquitectura. Esta doble condición les permite conocer de primera mano los principales problemas a los que un diseñador se va a enfrentar en el proyecto de redes de agua, cuáles son las bases teóricas y las fórmulas de cálculo imprescindibles y, al mismo tiempo, cómo hacerlas fácilmente comprensibles. El libro contiene, además, gran cantidad de información útil en forma de tablas, esquemas, ábacos, planos y referencias a las diferentes normativas de aplicación y el marco regulatorio vigente.
Hay que resaltar que el libro se publica en español e inglés, por lo que se ha puesto un especial cuidado en utilizar con precisión el vocabulario técnico en ambos idiomas. El dominio de la terminología exacta de las instalaciones de agua facilitará al lector la colaboración con equipos internacionales y la integración en ellos, cada día más habitual.
El proyecto consiste en la rehabilitación integral de una vivienda unifamiliar situada en Madrid. El encargo lo realiza una familia joven con 3 niños pequeños por lo que la reforma tenía que dar respuesta a esa situación familiar y ser práctica para una vida repleta de movimiento. Dicha vivienda de 500m2, consta de una planta baja, donde se sitúan los usos comunes, una primera planta de dormitorios, y una pequeña buhardilla con un despacho. También cuenta con un jardín.
El objetivo principal de la intervención es generar espacios funcionales, sencillos y el aprovechamiento de la luz natural. Para lograr esto, se propone una distribución diáfana y ordenada, en el que se aprovecha al máximo cada espacio, tanto en planta como en volumen. El empleo de materiales naturales, tradicionales y atemporales como piedra, madera y metal respetando su naturaleza y sus propiedades en la manera de emplearlos, pero sin renunciar a la investigación y al uso de técnicas novedosas para su manipulación e instalación caracteriza al proyecto y al propio estudio. La utilización de un material en cada volumetría constructiva y la sucesión de materiales cada vez que se interfiere o modifica una geometría o volumen, definen el concepto y el funcionamiento del proyecto al mismo tiempo que se generan los diversos ambientes y acabados dotando a la vivienda de su inequívoca personalidad.
De esta forma, generamos un único espacio en planta baja, con distintos ambientes de hall, salones y comedor que son rodeados, generados e independizados, por una pieza clave situada en el centro, que además, da servicio a estos espacios. Se trata de una burbuja de madera de roble en cuyo interior encontramos un armario para el recibidor, una alacena para el comedor y una singular bodega con capacidad para un millar de botellas. En esta planta también se encuentra la pastilla de servicio con acceso propio desde la calle, garaje, dormitorio de servicio, cocina y zona
de lavandería.
En la primera planta se sitúan los 4 dormitorios con sus 4 baños. El objetivo era crear habitaciones amplias y luminosas con mucho espacio de almacenaje. En esta planta, hay que destacar los 3 baños para los 3 niños formados por cápsulas de krion, unas membranas continuas por dentro y por fuera. El sistema constructivo y material empleado en estos baños, permite crear una superficie continua, con ausencia de juntas y conformación curva que favorecen la integración formal-funcional, generando un espacio de baño atractivo, limpio y divertido y totalmente personalizado. Cada niño tiene un color que le identifica y le da un carácter especial y diferente.
La buhardilla está separada del resto de la casa, mediante un sistema de lamas que permite variar la privacidad del despacho situado en esta última planta en función de las necesidades y que posibilita la iluminación natural del distribuidor de la planta 1 como del hall de la planta baja. El espacio lo presides una mesa central de trabajo diseñada también por mecanismo, conectada con una lámpara de acero que permite la conexión eléctrica de la propia mesa.
El jardín lo organiza de una jardinera metálica continua que mediante la formación de maceteros triangulados rodea la vivienda y en la parte trasera, la pradera en la que se ubica casita de juegos de los niños.
Como elementos singulares, destacar la pieza de la bodega, los baños cápsulas de los niños, la casita del jardín y el mobiliario diseñado y fabricado a medida para esta vivienda.
Obra: Intergolf, rehabilitación integral de vivienda unifamiliar
Autor: Mecanismo (Marta Urtasun y Pedro Rica)
Ubicación: Madrid, España
Año: 2014
Superficie construida: 470m2
Fotógrafo: Javier Bravo
Colaboradores: Constructora Consaburum Toledana + mecanismo.org
Nuestra cultura y lenguaje nos lleva a menudo a exponernos al riesgo de llegar a conclusiones superficiales, basadas precisamente en informaciones tomadas de la epidermis de las cosas. El consumo de imágenes rápido y veloz menosprecia la búsqueda de una verdad interior. La “buena facha” es según el diccionario aquella que define el buen aspecto o manera de mostrarse a la vista.
En el caso de la arquitectura su rostro está definido por la fachada. El rostro, la apariencia facial es en el ser humano un elemento esencial de la identidad. Si la cara es el espejo del alma, la facha dada a la construcción es capaz como en esta gran roca de las ruinas de Nebatea en Mada´in Saleh en Arabia Saudi, de transformar la naturaleza en arquitectura.
Luego será el ojo crítico el que en lugar de detenerse en el atractivo directo y sensual del color, la textura o el material, profundizará para valorar las formas y los espacios que encierran las superficies y analizarlos a través de lo que revela su estructura interna.
En la arquitectura, al igual que en los organismos vivos la piel se lee, bien por afirmación o bien por negación, como un reflejo de las estructuras internas del cuerpo. Los tejidos de la cara expresan las emociones del individuo, por la acción de los huesos, músculos y la mímica, al igual que la fachada se modula por la apertura de los huecos, las juntas de sus materiales y por el reflejo de los rastros de sus soportes internos.
Y aunque la superficie de la arquitectura se presente como un velo suelto, siempre se requerirá de una leve estructura que lo ciña y relacione con la faz que recubre, obligando a la arquitectura en última instancia a dar la cara.
Íñigo García Odiaga. Arquitecto
San Sebastián. Enero 2016
Como buscadores de sorpresas eficaces nuestra capacidad creativa puede quedar mermada por la existencia de demasiadas capas de información. Dificultada por una densa cobertura de hipótesis inconscientes, conceptos heredados e ideas no expresadas.
Sólo conseguimos liberarnos de manera efectiva cuando, desde la práctica de un pensamiento lateral, somos capaces de impedir las valoraciones preconcebidas, las rígidas polarizaciones, y procedemos a deshacernos de los patrones del pensamiento inflexible. El feliz descubrimiento sólo surge cuando somos capaces de desarrollar nuevas alternativas, dejamos de aceptar las suposiciones automáticas y dudamos de lo anticipado.
Pero para reconocer las suposiciones ocultas, aquellas que se encubren tras las posiciones inmediatas del planteamiento, es necesario clarificar con nitidez la idea principal, actuar descomponiendo y reordenando el problema. Es práctico proceder mediante la inversión perceptiva, transformando las cosas en sus contrarios.
También resulta eficaz incurrir en asociaciones de ideas fuera de lo acostumbrado, hacer acertadas analogías que permitan distanciarnos del problema a resolver. Cambiando el punto de partida, aquello que se considera en primer lugar, somos también proclives a transformar el campo de atención haciéndose posible una nueva restructuración. Habilitando un desconocido campo de entendimiento.
Al alejarnos estratégicamente del problema, al valorar de forma intensa y libre los hallazgos, y experimentar mediante una actitud preferentemente lúdica, seremos capaces de saber encontrar nuevas soluciones cuando conscientemente buscamos otras.
Todos quedamos seducidos por la magia de la serendipia, aquel poder instantáneo por el que se encuentran determinadas soluciones sin proponérselo, aparentemente por accidente. Y es que el brillante arte de descubrir no sólo depende de la fortuna, ni de la sagacidad.
Proviene de una curiosidad insaciable, de una educada percepción, de estar dispuesto a no despreciar ningún resultado posible, de nuestra atenta capacidad de sorpresa y aprendizaje, y de haberse convencido de que pensar de modo diferente, eludiendo los miedos y yendo lo suficientemente lejos, en definitiva procurando conectar ideas que aparentemente no tenían conexión ninguna, es el único camino posible para allanar el misterio de la solución.
Nuestra intuición, factor clave y esencial, esa facultad comúnmente adormecida, nos hace percibir las diferentes ideas como unidades de indagación y son siempre las aptitudes de fluidez, flexibilidad y originalidad las que hacen la diferencia. De nuestro entrenamiento y disposición depende saber ver la luz.
Sergio de Miguel, Doctor arquitecto
Madrid, abril 2016 Publicado en Grupo docente y de investigación para la arquitectura Grupo 4! de la ETSAM.
Esta categoría tiene por objeto reconocer la mejor vivienda unifamiliar, tanto de nueva planta como de rehabilitación, que pueda influir favorablemente en los tipos de vivienda que se construyen en Galicia.
Pueden ser candidatos al premio lo/s autor/eres del proyecto.
Sólo se admitirán proyectos realizados en Galicia, que fueran finalizados entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2017.
El plazo para la presentación de candidaturas estará abierto hasta el 1 de junio de 2018 y el fallo del jurado se dará a conocer en el último cuatrimestre del año.
El jurado estará compuesto por:
– Gonçalo Byrne, arquitecto.
– Teresa Táboas, arquitecta.
– Rosario Sarmiento, licenciada en geografía e Historia, gestora cultural y experta en coleccionismo.
– Miguel Fernández Cid, licenciado en geografía e Historia y crítico de arte gallego.
– Isabel Aguirre de Urcola, arquitecta y directora de la Escuela Gallega del Paisaje.
– Enrique Saéz Ponte, presidente de la Fundación Juana de Vega.
– Antonio Maroño Cal, Decano del COAG.
– Fernando Agrasar Quiroga, Director de la E.T.S de Arquitectura de la UDC.
El premio tendrá una dotación económica de 6.000,00 €. Además, los premiados recibirán un diploma acreditativo.
A criterio del jurado podrán concederse dos accésits, dotados cada uno de ellos con un diploma y una cantidad económica de 1.500,00 €.
El monte Angra es el conjunto geológico que crea en su vertiente sur una de las caras de la fraga de Barrañán. Bañado por los vientos predominantes llegados del Atlántico tiene como resultado un conjunto de formaciones rocosas ricas en cuarzo que conviven con una vegetación densa y baja. Entre la falda del monte Angra y la fraga de Barrañán se ubica nuestra parcela…. en el límite entre la montaña arisca y la dulce fraga.
Seixos 3.0 surge como el nacimiento de una nueva formación rocosa de aristas afiladas que todavía no han sido erosionadas por el viento, un sistema indeterminado en el conjunto de la ladera del monte Angra, la generación de un nuevo tejido y una nueva piel propia del lugar, en ocasiones permeable, en otras inexpugnable. Un híbrido entre la tierra y el cielo…
“Al igual que una formación rocosa, nuestra propuesta surge de la tierra, deslizándose por la ladera entre la vegetación, de manera irregular permitiéndonos en ocasiones divisar el valle en todo su esplendor. En otras ocasiones la visión parcial y sesgada nos ofrece nuevas perspectivas que surgen entre las rocas… y de manera puntual, la cubierta más alta se eleva buscando el cielo con el afán de esconder las construcciones realizadas por el hombre que aparecen en primer plano, intentando restablecer aquello que la naturaleza había decidido.”
Una escalera vertebra toda la propuesta incluso antes de acceder a la vivienda. la escalinata exterior de losas de hormigón da paso a la madera de pino de su interior serpenteando entre los fríos muros de hormigón y las cálidas cajas de madera, que iluminan los dormitorios con la luz del atardecer de las grietas surgidas en sus fachadas.
Un pequeño patio interior descubierto se alza en el interior de la roca vertebrando las zonas de día, y relacionando los espacios de estar-comedor-cocina con los espacios de juego infantil, que se sitúan en lo más profundo de los seixos y que contienen otra caja de madera en donde instalaciones y cuartos de lavandería son iluminados por el patio interior, llegando la luz hasta las mismas entrañas de la roca.
Finalmente, un tercer seixo separado de la vivienda; mucho más sintético; un espacio diáfano para usos múltiples que alberga distintos espacios de almacenaje y sobre el cual aparece una zona de uso exterior compuesta de una piscina de tipo desbordante y una solaina que por su situación y orientación permite que se puedan aprovechar los espacios exteriores de manera que no se arrojen sombras sobre las zonas de uso quedando ésta última integrada en el conjunto de la propuesta arquitectónica.
Seixo 3.0 ahonda en la idea de lo “primitivo”, en la búsqueda de lo primigenio, de la roca en la ladera de la montaña, del seixo afilado…, dando como resultado un volumen sintético, de fríos muros de hormigón y viroc que resistirán el paso del tiempo. en contraposición, cuando nos adentramos en las entrañas de la roca, surge la cabaña, mucho más ligera, que regresa al claro en el bosque. una arquitectura intermedia entre lo natural y lo artificial…
Las cálidas cajas de madera de pino balsay surgen en conversación con los muros de hormigón que recorren la vivienda la escalinata exterior da paso a la tarima de pino lofoten, cuyos tonos claros permiten que pase casi inadvertida y que el reflejo de la luz en su superficie sea la verdadera protagonista de la vivienda, casi como un reloj solar en cuyas tonalidades y sombras se reproducen las distintas horas del día.
A lo largo de la historia, la silla ha brindado a diseñadores de todo el planeta infinitas oportunidades para experimentar con nuevos materiales y métodos dentro de los parámetros de un objeto creado eminentemente para cumplir un propósito práctico. Chair: 500 Designs that Matter, la colección más detallada de las sillas más innovadoras, elegantes e influyentes del mundo.
Este original libro, un complemento del best-seller Graphic: 500 Designs that Matter, homenajea a la humilde silla como nunca antes, desde los primeros ejemplos hasta las creaciones vanguardistas de la actualidad. Invita al lector a relajarse y emprender un viaje por las imaginaciones creativas de cientos de diseñadores de renombre internacional, incluidos Marcel Breuer, Lina Bo Bardi, Ronan y Erwan Bouroullec, Hella Jongerius, Marc Newson, Gerrit Reitveld y Hans Wegner, entre muchos otros.
Seleccionada teniendo en mente a profesionales y aficionados, cada silla ha sido elegida por su diseño innovador, por sus materiales revolucionarios, por la tecnología utilizada en su producción o por su forma, color o textura inusual. Este extenso libro incluye sillas en zig-zag y en forma de bola, sillas hechas de papel plisado y otras compuestas de muñecos de peluche, sillas con forma de pony, coco, huevo y hormiga, sillas hechas de cristal y cáñamo, sillas luminosas, sillas góticas antiguas e incluso sillas en las que puedes dar vueltas.
En este libro inteligente y robusto, los 500 diseños han sido organizados en parejas creativas, estableciendo comparaciones visuales y conceptuales y poniendo de relieve similitudes inesperadas entre objetos a veces fabricados en siglos diferentes. Este singular compendio concluye con una cronología de extensos pies de foto que ofrecen información exhaustiva y accesible sobre cada silla y su diseñador, fabricante e historia.
Este volumen, una colección reveladora y definitiva, se presenta en un formato elegante, compacto y fácil de transportar. Cuidadosamente seleccionado y editado, Chair: 500 Designs that Matter transmite un mensaje atrevido y brillante sobre el poder e importancia del diseño de muebles y es una referencia obligada para diseñadores, aficionados al interiorismo y entusiastas del diseño.
La ciudad constituye una inagotable fuente de información sobre nosotros. Su observación detenida revela paisajes en continua transformación, paisajes en movimiento: paisajes transitorios. El dibujo como instrumento cognitivo del trasiego urbano, actúa desde una de las más antiguas herramientas que se conocen: la perspectiva, el punto de vista desde el cual se considera o analiza el asunto, un punto cualquiera y -por lo tanto- subjetivo, diríamos incluso engañoso o falaz.
Construido desde la subjetividad, un paisaje será un lugar con perspectiva.
El dibujo de la ciudad ha sido siempre la propuesta misma de la ciudad, el escenario de un determinado modelo de comportamiento, la explicación individual (o colectiva) de una cultura. Desde la simétrica Ciudad Ideal de Piero della Francesca a la Roma museográfica y estereométrica de Piranesi; desde las visiones aéreas de Leonidov para Magnitogorsk o Le Corbusier para Argel y Río de Janeiro, a la Florencia inundada de Superstudio o las Walking Cities de Archigram.
En todas ellas el Hombre será otro, como lo es ahora desde el punto de vista de los satélites y sus cartografías geo-localizadas; como lo es ahora para los turistas perdidos ante mapas saturados de colores y tiendas (para turistas). Modelos de comportamiento.
Álvaro Siza incorpora con frecuencia elementos tan solo interpretables desde su agitación y movimiento, desde su condición profundamente humana y temporal. Junto a la complaciente transparencia de la botella, las manos -protagonistas aquí- se abalanzan sobre el cuaderno desde el lápiz y el cigarro, aquello que se consume de manera fugaz se proyecta sobre la solidez de las ruinas que permanecen, o al menos desaparecen lentamente bajo la vibración de la luz y de los árboles.
Manos adolescentes, paisajes longevos. Como si para ver claro una ciudad fuese necesario identificar su implosión latente, sus arrugas y cicatrices junto a la madreselva, su andamiaje temporal de capas inclusivas e inextinguibles: la espesura de la ciudad dibujada.
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Enero 2016. Autor de Parráfos de arquitectura. #arquiParrafos
Reflexión a partir de la participación en el IV Congreso Internacional «Ciudades Creativas», Universidad Complutense de Madrid, 13-15 de enero de 2016 – @creativasucm #CreativasUCM16
“Creo que cuando la arquitectura se plantea el objetivo de poder ser trasmitida, de poder interpretar las situaciones de la realidad y se sitúa dentro del proceso histórico racional, está en condiciones de tener carácter progresivo”.
Aldo Rossi1
A partir de los años 60, los textos de Aldo Rossiexpresan una manera de ver la arquitectura que contradice el criterio unidireccional del movimiento moderno. Su preocupación por una construcción lógica, aunque revela en algún sentido una visión cándida de la arquitectura, vertió un repertorio de nociones que reabrieron un debate arquitectónico estancado.
El carácter progresivo, en la idea de Rossi, está ligado a la búsqueda de una arquitectura intemporal construida con pocos elementos que proceden de arquetipos de la memoria colectiva. Rossi entiende cada proyecto como una parte de la ciudad, y como tal, debe ser resultado del carácter histórico y técnico de la arquitectura que la constituye. Esa atención crítica a los hechos de la ciudad concluye en una arquitectura que es consecuencia de tamizar las formas de la historia local:
“el continuo rediseño de los elementos fijos: el pórtico, la galería, el cubo, el cono, las columnas que se componen y se sobreponen hasta formar los elementos reales y cotidianos, en el momento que descienden o escogen “il locus” en el que deben realizarse e incluso para el que no han sido pensados, es cuando se transforma en arquitectura”.2
En 1971, cuando se formalizó el llamado a concurso para la ampliación del Cementerio de San Cataldo en Módena, Rossi se encontraba convaleciente de un accidente automovilístico. Esta circunstancia resultó determinante en la estructuración del proyecto:
“estaba en la planta baja, en una pequeña habitación, junto a una ventana a través de la cual veía el cielo y un pequeño jardín. Casi inmóvil, pensaba en el pasado, pero también contemplaba el árbol y el cielo sin pensar en nada. Esa presencia y, al mismo tiempo, esa lejanía de las cosas —unida, además, a la dolorosa conciencia de mis propios huesos— me transportaba a la infancia. Al verano siguiente, durante el estudio del proyecto, tan solo conservaba esa imagen y el recuerdo del dolor de huesos: veía la conformación osteológica del cuerpo como una serie de fracturas a recomponer. En el hospital Slawonski Brod identifique la muerte con la morfología del esqueleto y las alteraciones de que puede ser objeto.”
Rossi junto a Braghieri presentaron el proyecto bajo el lema “L’azurro del cielo” inspirados en la novela del escritor francés Georges Bataille“Le bleu du ciel”. Un relato que habla sobre el aprendizaje de la muerte y la profundidad absorbente del cielo azul, escrito en 1935 y publicado en 1957.
El terreno donde se construirá la obra se emplaza a uno de los lados de un antiguo cementerio construido por Cesare Costa en 1880, un edificio perimetral que encerraba un gran espacio abierto en su interior. En medio de las dos parcelas se encuentra el Cementerio judío. El proyecto repite las características del Cementerio Costa pero la planta se establece a la manera de las históricas ciudades romanas, a través de dos ejes perpendiculares.
Imbuido del recuerdo de su estadía en el hospital, Rossi piensa un sistema similar al de un cuerpo depositado. Establece el límite con la ciudad mediante una construcción perimetral en forma de “U”. El eje central del proyecto ordena las geometrías elementales empleadas en la planta: cuadrado, triangulo y circulo. También ordena el recorrido. Un pórtico señala el lugar de acceso; la secuencia continua con el osario en forma de cubo; los columbarios con forma de paralelepípedos, ubicados de manera perpendicular al eje en una secuencia de orden decreciente en tamaño y creciente en altura, de modo que las construcciones más largas son las más bajas y por el contrario, las más pequeñas son las más altas; y la fosa central, un enorme cono que corona el recorrido. El cubo y el cono trascienden la composición para transformarse en referencias urbanas.
Ese eje central es la columna vertebral de la estructura osificada que traza en planta. Una sucesión de elementos tipológicos que no tienen escala ni tiempo, ajenos a un contexto. Los vanos cuadrados realzados en los muros son elementos de escala variable. Revelan figuras que tienen semejanza con las composiciones pictóricas urbanas que Mario Sironi realizó en la década del 20.
El pórtico de acceso tiene carácter monumental. Está alineado en planta y altura a los tres niveles de la construcción perimetral. Es la analogía de un pórtico clásico: dos cuerpos macizos a cada lado soportan un techo a dos aguas colocado en sentido inverso al clásico y una serie de planos de hormigón dispuestos de manera transversal reemplazan las columnas cilíndricas tradicionales.
El osario es el elemento destacado de la composición. Fue concebido como un cubo vacío, sin techo, con vanos sin ventanas. Una construcción inacabada que ejemplifica la ausencia de vida. El tratamiento de la luz filtrada en los vanos, Rossi lo relaciona con las pinturas de Angelo Morbelli:
“siempre me habían impresionado los cuadros como il natale dei rimasti y Pio Albergo Trivulzo, de Angelo Morbelli: los observaba fascinados sin poder juzgarlos. Ahora me servía de ellos como medios plásticos y figurativos, útiles para este proyecto. El estudio de las luces, los grandes rayos que caen sobre los bancos, las precisas sombras de las figuras geométricas de esos mismos bancos y de la estufa, todo parecía extraído de un manual de teoría de las sombras… Siempre tuve presente este hospicio durante la redacción del proyecto de Módena, y la luz que penetra por sus vidrieras es la misma que en aquél atraviesa, con precisos rayos la sección del cubo. Era en fin una construcción abandonada en la que se detenía la vida, quedaba en suspenso el trabajo, se volvía incierta la propia institución”.3
Los bloques de columbarios personalizan la conformación osteológica. Ubicados a cada lado de la espina dorsal, su altura progresiva proporciona una tensión creciente, recreando la disposición tipológica de otros cementerios históricos.
El cono tiene carácter monumental. Representa un memorial a los muertos abandonados en la guerra. En los subsuelos se propuso una fosa común que nunca fue construida.
“Rossi hace uso de formas icónicas, pero vaciándolas de su iconicidad mediante la repetición, una técnica que mina el aura y la singularidad de los elementos arquitectónicos. Cuando se saca a estos elementos de su contexto estético y funcional, pueden emplearse potencialmente como elementos textuales. Su importancia visual se ve minada mediante la repetición de elementos arquetípicos que no tienen una escala fija o determinada. Rossi consigue cambios de escala de varios modos, tanto en los dibujos como en los edificios”.4
Entre 1971 –año que se premió el concurso- y el comienzo de su construcción en 1978, el proyecto sufrió varias alteraciones, aunque siempre preservó la calle central, que invoca la solemnidad de un espacio dramático según el ritual de la tradición italiana. El proyecto de Rossi y Braghieri sólo fue construido parcialmente – los pabellones perimetrales, el pórtico y el osario- pero manifiesta indicios de la enorme fuerza expresiva de la composición global.
Rossi se nutre de la realidad urbana para recrear la monumentalidad clásica mediando su visión analógica. Sus obras asumen el desafío de recuperar la identidad de la ciudad mediante una semántica que surge de la lectura racional de sus hechos urbanos. Sin embargo, el proyecto para el cementerio de Módena trasciende por la expresividad de sus dibujos, en los que Rossi, más que representar un edificio, expone la fuerza de una idea.
Marcelo Gardinetti . arquitecto
La Plata. Abril 2018
En esta nueva entrega de baliza, continuamos conociendo los proyectos en los que se han embarcado y enfocado algunos de nuestros compañeros. Por eso hoy nos desplazamos hasta Valladolid para conocer a Cristina Aparicio, que decidió fundar Cleoveo, su propio proyecto dentro del sector textil, y enfocado a la moda infantil.
Esta arquitecta, licenciada en 2004 por la Escuela superior de Arquitectura de Valladolid, ha trabajado en este sector de la arquitectura durante más de 10 años en diferentes ámbitos: en estudios, a pie de obra, como profesional liberal, como perito del juzgado, impartiendo formación, consultoría BIM o realizando diversos trabajos de diseño gráfico, modelado 3D y animación.
Sin embargo, en 2015 la maternidad cambia su rumbo y le permite encontrar un camino diferente, el suyo. Fruto de ello surge Cleoveo, un proyecto en el que vuelca toda su experiencia anterior y que se ha convertido en un segundo hijo al que criar, amar, regañar y sacar adelante.
“¿Qué nos ocurre cuando somos padres? Dicen que todo se pone patas arriba pero nosotros creemos que lo que sucede, más bien, es que cada cosa se pone en su lugar. Detrás de este proyecto se encuentra una arquitecta y diseñadora, pero ante todo una cabezota inconformista y soñadora. Una entusiasta convencida de que las cosas bien hechas y con significado pueden funcionar.”
Sin más preámbulos os dejamos con la charla mantenida con Cristina para que conozcáis un poco más el Espíritu Cleoveo.
¿Cómo se definiría Cristina Aparicio?
Como una mujer idealista, inconformista y muy cabezota capaz de trabajar mil horas cuando algo le motiva. Bastante burra, fría como el hielo para unas cosas y muy cursi para otras. En general muy apasionada, responsable y comprometida. Despistada, con memoria de pez, creativa y amante del la cultura nórdica y japonesa. Exigente y hasta un poco borde a veces pero intentando no caer nunca en la soberbia. Tolerante con casi todo y con mucho que aprender. Obsesionada con la falta de tiempo y actualmente tratando de ir más despacio por la vida.
Llevaba años, toda la vida, buscando mi identidad y el camino para la realización personal-profesional donde todos me decían que debía estar sin embargo no la encontraba. La maternidad me dio la oportunidad de romper con el qué dirán, enfrentarme a mí misma, y dar con esa vía. La oportunidad de conocerme mejor y de superarme cada día.
El germen de Cleoveo surge en ese momento, al convertirme en madre, en 2015. Tuve que dejar algunos de los trabajos que tenía ya que eran incompatibles con la maternidad que quería. Llevaba años queriendo crear algo propio que reuniese mis capacidades y valores y encontré en la ropa para bebés un problema a resolver y una vía muy creativa. Así nació la moda para bebés inteligente y bio de Cleoveo que podéis descubrir en nuestra tienda online.
¿Te encontraste con muchas dificultades? ¿Cuáles fueron las más problemáticas?
Me encontré y me sigo encontrando con muchas dificultades. Para empezar, yo soy arquitecto por lo que desconocía completamente el mundo de la moda y la industria textil, lo que supone lanzar una nueva marca desde cero, el sector más específico de la moda sostenible, el trato con proveedores, las ventas online y presenciales, los tejidos, el patronaje, el marketing online, los salones de moda en España y en el extranjero, el B to B y el B to C, y en general todo el salvaje mundo de los emprendedores.
Además, en un modelo de negocio como este, que no es digital, la inversión necesaria es muy alta ya que juegas con productos físicos y estocaje. Lanzar cada nueva colección es como dar un salto al vacío y rezar para que desde abajo te estén esperando para cogerte.
¿Cómo detectaste la necesidad de este servicio?
Detestaba la ropa para bebé que nos regalaban. La encontraba, además de cursi y fea, incómoda y poco práctica. Quería una prenda cómoda, funcional y versátil, de calidad, rápida de poner y quitar, ideal dentro y fuera de casa, diferente y creativa, atemporal y que durase más que otras prendas antes de que se le quedase pequeña.
No sé cuanta ropa habré guardado, regalado o tirado sin ni siquiera estrenarla porque ya no le valía o con tan solo un par de puestas. Después descubrí el mundo de la moda sostenible, los tejidos orgánicos, el peligro de los tóxicos en bebés, etc. y me parecieron valores importantes que también debían estar presentes en el proyecto.
Básicamente una locura. Aunque cada semana lo intentamos es muy difícil estructurar el día a día o cumplir un horario cuando no sabes cuándo entrará un pedido, llamarán con un problema urgente o se producirá cualquier otro imprevisto.
Tratamos de establecer bien cuáles son las prioridades (no siempre es fácil) y tiramos mucho de calendario. Bloqueamos aquellas tareas que hay que hacer sí o sí cada día como por ejemplo la creación de contenido, la actualización de redes, el diseño o rediseño de productos, la preparación de campañas, la planificación y organización de ferias, toma de decisiones, formación, llamadas a proveedores o colaboradores, responder correos, compromisos adquiridos, etc.
A partir de ahí nunca se sabe, pero debo confesar que me gusta esa cierta incertidumbre que hace que cada día sea imprevisible. Vivir casi siempre al límite me mantiene viva.
¿Cómo es el proceso de diseño, desarrollo y comercialización en Cleoveo?
El proceso de diseño y desarrollo de un producto en Cleoveo no dista mucho del desarrollo de un proyecto: mil ideas, bocetaje, predimensionamiento, prueba y error, planos finales, creación del prototipo…
La comercialización es otra historia: conocer los precios de coste y los márgenes comerciales es imprescindible para tener claro tu modelo de negocio y saber a quién te diriges. Tener claro si tu cliente es la persona que va a utilizar el producto o es un profesional que lo va a distribuir o vender en otras tiendas, contactar con comerciales, introducirse en el mundo de los salones de moda y de las pasarelas, decidir cuáles son realmente interesantes para tu marca, redes sociales, creación de contenido, trato con clientes, saber comunicar…y un sinfín de nuevas cosas más.
¿Has delegado funciones y te has centrado en partes concretas dentro de Cleoveo?
Sí, la producción y manufactura de todos los productos la tenemos delegada, también el mantenimiento y programación web, y la parte fiscal y contable, pero de todo lo demás sigo ocupándome yo por el momento.
¿Cuál fue (o será) el momento crítico una vez comenzado Cleoveo?
Imagino que vendrán muchos más pero el momento más crítico lo viví hace año y medio aproximadamente cuando tras lanzar la primera colección, y después del gran esfuerzo que supuso, ligado a una maternidad reciente, las cosas no funcionaron como pensaba.
Digamos que empecé la casa por el tejado y me vi sin fuerzas, con toda una colección que no podía vender porque nadie me conocía, y con todos mis ahorros invertidos en ella. A partir de ahí tuve que comenzar poco a poco a abrirme paso, a darme a conocer, a comunicar online y offline, etc. Lo que se suele llamar “picar piedra”. Formarme, aprender y seguir aprendiendo, encontrar a mi público y saber cómo llegar a él.
¿Cuáles son vuestras referencias?
En cuanto a comunicación, soy una gran admiradora de Lucia Be por su cercanía y su manera de conectar con la gente, de Ecoalf por su diseño y su espíritu revolucionario o de Hemper que también ha sabido transmitir muy bien su marca identificándola con todo un estilo de vida.
Respecto al diseño, la arquitectura de Alvar Aalto, diseñadores como Charles & Ray Eames o artistas como Saul Bass son algunos de mis referentes. Soy una apasionada de la arquitectura y el diseño nórdico y japonés.
Por último, en cuanto a modelos de negocio Vigga es uno de mis mayores referentes. Su creadora, la danesa Vigga Svensson, ha creado una empresa que permite a los padres alquilar la ropa de sus hijos para que siempre tengan lo imprescindible en esas primeras etapas en las que crecen tan rápido. Productos orgánicos, libres de tóxicos y de calidad al alcance de cualquier familia.
En Cleoveo ya estamos trabajando para implementar un modelo que contemple, no solo la compra de nuestros productos nuevos, sino también de segunda mano, y el alquiler por membresía. Pero todavía queda un largo camino para que este modelo pueda funcionar en España, esto no es Dinamarca.
¿A qué segmento de clientes te diriges? ¿Cuáles son los encargos más demandados?
Madres entre 30 y 45 años embarazadas o con niños de 0 a 3 años, nivel económico y cultural medio-alto o alto, normalmente trabajadoras, emprendedoras o inquietas, gusto por el diseño y conciencia sostenible.
Los encargos más demandados son nuestros monos reversibles para bebés y bodys personalizados con el nombre del bebé o con algún mensaje. Muchos de ellos para regalo ya que lo acompañamos de un packaging exclusivo que también hemos diseñado nosotros, único y 100% ecológico. Los clientes que lo compran para regalo ven en Cleoveo una forma de sorprender a los nuevos papás con un regalo único, muy personal, original y a la vez totalmente funcional y práctico.
¿Cómo y para qué utilizas las “nuevas tecnologías”? ¿La “red” ha facilitado tu labor?
Utilizamos las nuevas tecnologías para casi todo, somos muy artesanales y a la vez 100% digitales. Las nuevas tecnologías están presentes en el diseño, fabricación y venta de nuestros productos y por supuesto juegan un importante papel en la comunicación a través del blog, redes sociales y a través de nuestro podcast Slow Fashion Life, un podcast sobre tendencias, moda sostenible y vida slow que incluye entrevistas a personalidades del sector.
En un negocio como el nuestro el trato físico y presencial con el cliente es imprescindible para generar confianza, tocar el producto, probarlo, etc, pero no cabe duda que internet y las nuevas tecnologías han facilitado nuestra labor y potencian mucho esa otra faceta presencial del tú a tú.
¿Compaginas o complementas esta actividad con otras labores o en otros campos?
Sí, mantengo mi colaboración con el COAVA, Colegio de Arquitectos de Valladolid, donde soy vocal de la Junta Directiva y de forma esporádica imparto algunas clases o charlas de diseño y/o moda sostenible.
La arquitectura, tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, COAs, ETSAs, emigración, comunicación, etc), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?
No lo sé, la situación es complicada, creo que no estamos aceptando el futuro de la arquitectura, nos negamos a ver los cambios que se están produciendo. Tenemos que adaptarnos a una sociedad muy diferente con necesidades completamente distintas.
Me da la sensación de que la arquitectura se ha quedado estancada mientras el mundo sigue avanzando. En el fondo, aunque lo neguemos, seguimos pensando que pasará la crisis y volveremos a la situación anterior y eso no volverá nunca (menos mal por otro lado). Debemos ver esta crisis económica, de valores y de cambios como una oportunidad para mejorar y no para lamentarnos esperando a que pase.
¿Cómo veis el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión?
Hace poco lo comentaba con un compañero arquitecto: creo que dentro de unos años la figura del arquitecto que contemplamos todavía hoy en España desaparecerá. Ese arquitecto “humanista” capaz de abarcar muchos ámbitos dará paso a un perfil más especializado como ocurre en otros países.
Es una pena porque creo que es importante en arquitectura contar con una figura capaz de coordinar a un equipo multidisciplinar. Para realizar esta función de manera competente me parece imprescindible tener al menos conocimientos básicos de cómo funciona la estructura, las instalaciones, y un largo etcétera de disciplinas.
Quizá soy demasiado crítica, pero la verdad es que en mis últimos años de ejercicio como arquitecto acabé muy desencantada con la profesión ya fuera en concursos, realizando viviendas para una constructora o con clientes particulares. Licitaciones en las que únicamente se valora el montante económico y la baja, constructoras que solo piensan en la edificabilidad y los metros útiles, y clientes que solo te quieren por tu firma. Espero que seamos capaces de dar un vuelco a esta situación con el paso de la crisis.
¿Qué mejoras crees que son fundamentales y que deberían ser puestas en marcha de forma inmediata?
Creo que la administración, y la sociedad misma, han ido valorando y respetando cada vez menos nuestra profesión. Pienso que es el momento de aprender a vendernos como arquitectos, comunicar, buscar a nuestro cliente y enamorarlo como haríamos si tuviésemos una marca. Esto es algo que también he aprendido con Cleoveo. Si volviera a la arquitectura, -que no es mi intención-, trataría de aplicarlo.
Sin embargo, mientras sigan existiendo arquitectos dispuestos a trabajar por sueldos miserables y a aceptar trabajos con bajas temerarias es difícil que la situación cambie. Quizá debamos empezar por valorar nosotros mismos más nuestra profesión y rechazar en bloque estas propuestas.
Por otro lado, creo que los arquitectos no han sabido aprovechar estos años de poco trabajo para ponerse al día con las nuevas tecnologías. Especialmente con la metodología BIM que considero ya imprescindible y que sin embargo está tardando demasiado en implantarse. La arquitectura y la construcción, al menos en España, apenas ha evolucionado en las últimas décadas y tanto la forma de proyectar como la de construir dista mucho de ser eficiente y moderna como ocurre en otras disciplinas o en otros países.
Como “emprendedora” ¿qué opinas de los arquitectos que “abren y/o recuperan” nuevos campos y/o enfoques de la profesión?
Cualquier cambio de miras o nuevo enfoque me parece enriquecedor, nos obliga a ponernos en situaciones incómodas y nos permite superarnos abriendo nuevas vías.
¿Estáis contentos con la trayectoria realizada hasta ahora? ¿Qué proyectos de futuro te(os) esperan?
Estamos contentos, pero queda mucho trabajo por hacer. ¿Proyectos de futuro? Todos, somos una marca muy joven a la que todavía le quedan un montón de cosas por las que luchar para consolidarse.
Concienciar a la población sobre la necesidad de pasarse a la moda sostenible es una de las misiones que nos hemos propuesto pero tenemos muchos frentes abiertos. La sostenibilidad es uno de nuestros valores irrenunciables pero no es nuestro rasgo diferencial: luchar por que desaparezcan estereotipos absurdos, crear cultura de diseño y trabajar para que cuando vistamos a nuestros hijos prime el lado práctico, cómodo y saludable frente a los adornos innecesarios. Fomentar la calidad frente al hiperconsumo del low cost, etc.
Quizá el reto más cercano que tenemos ahora sea lograr sacar a la luz una nueva colección en la que ya estamos trabajando y con la que estamos muy ilusionados.
Para acabar, ¿qué les aconsejaríais a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?
Que mantengan los ojos bien abiertos. La carrera ayuda a crear hábitos de trabajo, superación y compromiso y permite abrir pequeñas puertas de conocimiento pero solo eso. Solo es una pequeña base sobre la que empezar a construir todo lo demás y todo lo demás viene después.
Que no se conformen con lo que “el resto” considera como normal, aceptable o bueno si ellos no lo ven de esa forma, que se atrevan a ser diferentes si lo sienten así y no paren hasta encontrar su lugar.
La vivienda está muy condicionada tanto por las demandas funcionales de los miembros de la familia que residirá en la vivienda, en la que uno de los miembros se desplaza habitualmente en silla de ruedas, como por la topografía de la parcela, con un fuerte desnivel y una importante diferencia de cota entre esta y la vía pública a la que da frente.
En función de estos condicionantes, se ha proyectado la vivienda desarrollando todas sus estancias principales en un único nivel, por debajo de la rasante del acceso desde la vía pública. Se plantea que la rasante de la calle se convierta en una planta de servicio de la vivienda, situando el aparcamiento y una zona de almacenamiento, junto al “portal” de acceso a la planta inferior donde se desarrolla todo el resto del programa de la vivienda.
Este acceso se produce a cubierto mediante escalera y ascensor o al descubierto mediante una rampa que desembarca en una entrada secundaria, ya en planta baja, a través del patio que se convertirá en la fuente de luz y ventilación del área de acceso a los dormitorios de la vivienda. Este espacio, sobredimensionado como corredor, se convierte en zona de trabajo-estancia-gimnasio para el trabajo de rehabilitación de uno de los miembros de la familia.
La vivienda se completa con los espacios de estar, cocinar y dormir en el interior, como un conjunto de espacios exteriores vinculados a la vivienda y que se van adaptando a la fuerte topografía de la parcela. Un último espacio se desarrolla en la zona bajo cubierta sobre el garaje que alberga una pequeña oficina de trabajo, abierta a las vistas circundantes.
A solicitud de los clientes, la vivienda fue concebida siguiendo criterios de bioconstrucción con el fin de conseguir una “casa sana”, en la que disponer de una óptima calidad del aire interior y evitar la exposición a radiaciones, tanto ionizantes (radón) como no ionizantes (electricidad).
Para ello se realizaron una serie de actuaciones constructivas que se sintetizan a continuación:
– Estudio previo del solar, incluyendo medición de contaminación electromagnética artificial del entorno, contaminación radiactiva del terreno (radón), así como debida a líneas asociadas al campo magnético terrestre (Hartmann, Curry).
‐ Evaluación del riesgo de exposición al gas radón, ejecutando una lámina continua antirradón que aisló la vivienda del terreno, y un sistema de extracción natural del aire acumulado en el forjado sanitario.
‐ Estructura con muros de carga de fábrica de termoarcilla y vigas y pontones de madera laminada de abeto.
‐ Cerramientos exteriores formados por doble fábrica de termoarcilla tomada con mortero aislante; aislamiento térmico de paneles de aglomerado puro de corcho, revoco exterior de mortero de cal hidráulica natural e interior de mortero de barro, con acabado exterior e interior de silicato.
‐ Divisiones interiores de fábrica de termoarcilla tomada con mortero de barro, y revoco del mismo material acabado en silicato.
‐ Cubierta formada por un paquete constituido por tabla de abeto, panel aislante de aglomerado puro de corcho, panel aislante de fibras de madera, lámina impermeabilizante transpirable, doble rastrel, tablero MDF y planchas de zinc.
‐ Revestimiento de zonas húmedas (cuartos de baño) con mortero de cal hidráulica natural, acabado en aceite y cera naturales.
‐ Carpintería interior de tablero MDF con muy bajo contenido en formaldehído.
‐ Acabado de los elementos estructurales de madera, carpintería exterior e interior con Lasures vegetales constituidos por aceites, resinas y ceras naturales.
‐ Acabado de pavimento de tarima de madera en barniz libre de disolventes (EC 1).
‐ Instalación eléctrica diseñada para reducir la exposición a la contaminación electromagnética: sólida equipotencialidad principal y toma de tierra (˂15 Ohm), disposición en estrella del cableado, planificación rigurosa de la disposición de los cables y ubicación de las bases de los enchufes, instalación de desconectores en estancias de descanso, utilización de enchufes y circuitos desconectables, disposición de las zonas de estar y descanso en espacios libres de campos y cableado libre de halógenos.
‐ Instalación de ventilación forzada con tubos de acero galvanizados que recorren toda la vivienda, con intercambiador de calor.
‐ Caldera de biomasa para la producción de agua caliente y calefacción por suelo radiante.
Obra: Vivienda en Casas Novas
Año: Marzo 2014-junio 2016
Autor: Carbajo Barrios Arquitectos (Manuel Carbajo Capeáns, Celso Barrios Ceide)
Ubicación: Casas Novas, Santiago de Compostela, A Coruña. Galicia, España
Aparejador: Gonzalo Otero Rodríguez
Ingeniero: Obradoiro Enxeñeiros. Carmelo Freire Beiro.
Colaboradores: Luis Fole Barrio. Cálculo estructura, Javier Diez Llamas. Dirección de obra, David Camiño. Laura Pardo. Delineación.
Promotor: Familia Otero Ferrer
Fotógrafo: Roi Alonso
Contrata principal: Construcciones Arean + carbajobarrios.com
Premio
Finalista Categoría Vivienda XVII Premios COAG
La vida y obra del gran arquitecto chileno, Premio Nacional de Arquitectura, autor de la Unidad Vecinal Portales, Villa La Reina y las Torres de Tajamar en Santiago.
Fernando Castillo Velasco (Santiago, 15 de agosto de 1918-ibídem, 18 de julio de 2013)1 fue un arquitecto y político chileno, que ocupó los cargos de rector de la Pontificia Universidad Católica, intendente de la Región Metropolitana de Santiago y alcalde de La Reina en 4 periodos (tiene el título honorífico de Padre Ilustre de esta comuna). Como arquitecto recibió importantes premios, entre los que destacan el Nacional de Arquitectura 1983.
El museo ICO de Madrid cerró hace unos días una magnífica exposición que, durante unas semanas, permitió acercar al público las figuras de Carlos Arniches y Martín Domínguez, dos arquitectos que definían su propia obra no como racionalista, sino como razonable.1
Los arquitectos razonables no parecían tener demasiada cabida en la España posterior a la Guerra Civil, por lo que gran parte de la exposición, el catálogo y una entrañable mesa redonda que tuvo lugar en la Residencia de Estudiantes en el mes de octubre giraba en torno al trabajo de Martín Domínguez en sus exilios cubano y estadounidense.
Es sabido que la trayectoria de una de las parejas de arquitectos más brillantes de nuestra historia contemporánea se vio interrumpida a causa de la identificación política de ambos. Domínguez hubo de optar por el exilio exterior, Arniches por el interior.
El Régimen nacido de la Guerra Civil no tardó en adoptar represalias contra los que consideraba enemigos a los que la alambicada prosa del primer franquismo etiquetaba como ‘desafectos’. Determinados grupos sufrieron estas represalias de forma particularmente violenta. Entre un 25% y un 30% del cuerpo de docentes fue ‘depurado’, y se estableció un férreo control sobre el material escolar. Al fin y al cabo, el Régimen no necesitaba tanto maestros como instrumentos de adoctrinamiento.
En el campo de la arquitectura, el proceso de depuración tuvo unas características muy diferentes. La Junta Superior de Depuración tramitó 1088 expedientes, de los que se derivaron 179 propuestas de sanción. Tras una revisión de estos casos, la Orden Ministerial del 9 de julio de 1942, que daba oficialidad a las sanciones, reducía la lista a 79 nombres,2 a los que aplicaba penas que iban de la “inhabilitación perpetua para el ejercicio público y privado de la profesión” —la mayor pena prevista, reservada a Luis Lacasa, Manuel Sánchez Arcas y Bernardo Giner de los Ríos— hasta la “contribución de tercer grado en el ejercicio privado de la profesión” —la más leve, que recayó en Carlos Arniches y Alejandro Ferrant Vázquez.
En otros casos, la relativa moderación de los castigos permitió su reintegración progresiva en la vida laboral —casos de Ignacio de Cárdenas, Zuazo o Carlos Arniches— o incluso su incorporación posterior a organismos del Régimen, como sucedió con el nombramiento de García Mercadal como arquitecto del Instituto Nacional de Previsión, en 1946.
Los arquitectos que optaron por permanecer en España tuvieron que enfrentarse a un proceso de readaptación que debió ser, al menos, tan duro como el de sus compañeros exiliados. La obra de Carlos Arniches es un claro ejemplo de esta obligada adhesión al nuevo estilo ‘español’.
Resulta complicado encontrar al decidido y elegante arquitecto de la Granja El Henar o la Residencia de Señoritas de la calle Fortuny en proyectos conservadores, pesados y poco convencidos como la residencia El Pinarillo, en El Escorial, desarrollada en los años inmediatamente posteriores a la Guerra sobre un proyecto original de Pedro Muguruza. La brillantez de Carlos Arniches sale a relucir, sin embargo, en sus trabajos para el Instituto Nacional de Colonización. La pareja ya había experimentado con la incorporación sutil de lo vernáculo en sus proyectos de juventud, incluso en piezas tan relacionadas con la modernidad como el hipódromo de la Zarzuela.
A aquella ‘razonabilidad’ que ya defendían en 1928 hubo de echar mano Carlos Arniches cuando, más a menudo de lo deseable, las directrices de las autoridades pretendían convertir lo tradicional en folclórico y resumían la arquitectura española en ese pastiche historicista que definía de esta forma el entonces director general de Arquitectura, Francisco Prieto-Moreno:
La tradición arquitectónica madrileña se funda en las realizaciones de los siglos XVI y XVII, en las que destacan como hitos fundamentales el Monasterio de El Escorial, el desaparecido Palacio del Buen Retiro, el Palacio Real y el Museo del Prado. La difícil labor de los arquitectos contemporáneos ha de ser mantener y continuar esta tradición sin dejar de comprender y asimilar en todo su verdadero valor el conjunto de posibilidades técnicas y necesidades sociales que ofrece la vida moderna.3
Los poblados de Algallarín y Gévora son una delicada muestra, adaptada a las circunstancias, de lo que la arquitectura española hubiera podido alcanzar de no ser por la Guerra Civil. Un ejemplo de la calidad de los arquitectos del ‘exilio interior’, profesionales que sirvieron de puente y ejemplo a la generación de los Fisac, Cabrero, Sota y Oíza. Quizá sus anhelos de modernidad se vieron sepultados bajo el peso de la depuración pero es necesario reconocer su mérito al seguir desarrollando obras de gran calidad en las más difíciles circunstancias sociales y económicas.
Fernando Chueca relataba una anécdota sobre Carlos Arniches:
«Una vez íbamos andando, creo que por El Escorial y se paró complacido ante una sencilla fachada. “¿Has visto qué bien hace? –dijo-. No parece de arquitecto».
Para Arniches, el valor de una obra anónima, sin imposturas ni prejuicios, sin protagonismos ni rasgos de autor, residía precisamente en su cualidad de auténtica tradición, en su austeridad y sencillez. En su condición de arquitectura razonable, al fin y al cabo.
Alberto Ruiz. Arquitecto, docente e investigador.
Madrid. Abril 2018.
2. Para un estudio pormenorizado de este proceso de depuración, consultar Suau Mayol, Tomàs. «La depuración franquista de los Colegios de Arquitectos, 1939-1942.» Actas del II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Contemporánea. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2010.
3. La Vanguardia. “El Gran Madrid proyectado”. 11 de septiembre de 1946, pág. 1
Tras cumplir más de un siglo, el cine, el denominado séptimo arte y el más joven de todos ellos, se ha relacionado con los otros seis, entre ellos la Arquitectura, posiblemente el más antiguo. Relaciones que se han analizado bastantes veces y desde diversos puntos de vista, aunque siempre surge alguno nuevo, por ejemplo, se podrían proponer estudios impertinentes como: las semejanzas entre Nolan y Calatrava en su afán por hacer monumentos vacíos; la insistencia pertinaz de cineastas patrios en rodar sus películas siempre en las mismas calles de las mismas ciudades; la fobia que le profesan al cine arquitectos que diseñan cines; el nivel de soberbia de directores y arquitectos que les impide reconocer sus mutuas deudas estilísticas; el rendimiento de construir grandes infraestructuras sin relación con el cine para que luego se rueden películas en ellas y su contrario, el de hacer grandes infraestructuras dedicadas al cine para que luego no se ruede en ellas…
Sin embargo, hoy en día la relación más incuestionable entre arquitectos y cineastas es su defunción. Sí, es tan duro y contundente como cierto, pero se puede explicar.
Empecemos por los primeros, el que un cargo público tenga la esperanza de que muramos, no puede considerarse sólo una anécdota, porque desgraciadamente es un sentimiento más generalizado de lo que parece -aunque quizás sin tanta contundencia-, que debería hacernos reconsiderar nuestra actividad profesional, dañada y transformada para siempre por esta crisis.
Habría además que plantearse reflexiones sobre varios temas, como el modelo actual de enseñanza de la profesión que ha de modificarse inmediatamente orientándolo más hacia lo virtual y menos a lo material; lo que han supuesto los edificios de las súper estrellas de la arquitectura en nuestro panorama cultural, así como la actitud de los arquitectos que, en vez de criticarlos, se propusieron alcanzar el estrellato sin conseguirlo.
En cuanto a los cineastas, se tienen datos que en todo el mundo las proyecciones en complejos multisalas comerciales captan cada vez menos público y la mayoría de los espectadores son adolescentes. Hace muchos años que los empresarios ganan mucho más dinero con las palomitas que con las entradas, por eso estos complejos se están transformando en bares y cafeterías donde se celebran cumpleaños, al mismo tiempo que se proyectan eventos deportivos, musicales y hasta óperas.
Respecto a las otras salas, las que exhiben ese cine que Jesús Palacios denomina ONG, en las mayoría de ciudades de provincias desgraciadamente sólo acceden a una cuota de mercado que comprende a espectadores muy cercanos a la llamada, de forma eufemística, tercera edad. El cine tal como lo conocimos las generaciones que nacimos en el, cada vez más lejano, siglo pasado está desapareciendo y dejará de existir, como ya le ocurrió a otros espectáculos incluso más antiguos.
Hasta aquí la muerte. Ahora el futuro, no se debe olvidar que el Ave Fénix es una metáfora ancestral y tanto cineastas como arquitectos tenemos una predilección y una habilidad especial por reinventarnos y sobrevivir a los peores embates. No en vano los arquitectos podemos enorgullecernos de ser el segundo oficio más viejo del mundo tras las putas, y ya que estamos con quienes, para bien o para mal, somos los encargados de construir los lugares donde va a transcurrir la vida de nuestros congéneres, es evidente que estamos preparados para hacer nuestro trabajo, que siempre hemos sido los más críticos con quienes realmente han tenido y tienen el poder para (mal) construir nuestras ciudades, y esa es otra razón por la que nos detestan, y que frente a nosotros ahora se abre un campo inmenso -donde también está la imagen en movimiento- lleno de fantásticas posibilidades.
Respecto a los cineastas, todos estamos rodeados cada vez por más pantallas, desde la del móvil, hasta las de los IMAX, y muchas personas están alimentándolas creando imágenes para ellas. Imágenes que en muchos casos son generadas para manipular a la población y a las que ésta se opone usando otras imágenes, enfrentados en una “guerra” innovadora y apasionante.
Lo cierto es que, nos guste o no -a mí me encanta- el futuro será virtual, descentralizado y múltiple, y en él tendrán mucho que aportar los cineastas, o como se denominen entonces quienes dominen los mecanismos de la narración en movimiento.
Por último, se debe reconocer que, aunque quizás no nos hayamos dado cuenta, el cine, la imagen en movimiento, hace años le ganó la partida a la Arquitectura, lo que conduce a la escalofriante constatación que la ficción ha superado a la realidad.
Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, diciembre 2012 Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Mi buen amigo Jesús Palacios me pidió un artículo para el50, el periódico de la 50ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón y se publicó en su primer número con el título «Cineastas y arquitectos hoy», aunque tras una pequeña revisión y buscando ser más exacto otro título más fúnebre como «La muerte del cine y la arquitectura» es más apropiado.
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