La exposición Virxilio Vieitez es una retrospectiva de la obra del fotógrafo gallego que incluye sus trabajos más conocidos, pero también obras inéditas. La muestra, coproducida por Fundación Telefónica y el MARCO de Vigo, está formada por más de 250 fotografías en color y B/N, fruto de la investigación por parte de la comisaria de la exposición, Enrica Viganó.
Se han revisado más de 50.000 negativos fechados entre 1953 y 1980y pertenecientes al archivo personal del fotógrafo, que conserva su hija, Keta Vieitez. Se ha recuperado material desconocido hasta el momento, como cajas selladas y latas con metros de película jamás positivada tras su primer uso, es decir, tras el encargo del cliente del momento.
Retrospectiva de la obra del fotógrafo gallego que incluye sus trabajos más conocidos, pero también obras inéditas.
Virxilio Vieitez · Retrospectiva
En dicha selección se incluyen sus trabajos más célebres pero también obras inéditas, entre ellas fotografías en color y vintage. En ella se evidencia la particular mirada de Vieitez, un fotógrafo con una habilidad única para hacer rotundas, solemnes e intensas las imágenes cotidianas, carentes de todo artificio. Si bien la mayoría de su trabajo se caracteriza por las posturas hieráticas de los retratados, la rígida frontalidad en el posado y sus miradas intensas -los ojos miran directamente al objetivo-, el espectador descubre escenas más cercanas y a veces hasta cómicas, dinámicas instantáneas de momentos distendidos. Fotos de DNI, retratos de niños vestidos de domingo luciendo juguetes, ancianos y ancianas cuyas caras reflejan el paso de una vida dura, bodas, reuniones familiares (alegres y tristes),… todo un registro de la vida cotidiana en los pueblos de la comarca Terra de Montes.
Miradas excéntricas propone unviaje a lo largo de distintas situaciones, para comprender la compleja realidad urbana que rige los procesos de crecimiento con bases sostenibles en la actualidad. Una tarea probablemente inabarcable, pero con la decisión de trazar un recorrido forzado por los distintos sumideros urbanos. Un trazado que permite grafiar distintos ejemplos que comienzan a poblar la corteza superficial del planeta. Una impermeabilización territorial llevada al extremo de un crecimiento ya en vías de agotamiento. Se desarrolla un diálogo continuo de intenciones, que recorren ejemplos en diversas posiciones en las ciudades extremas, mostrando situaciones de más fácil asimilación para un fenómeno de apropiación política, al que se responde, desde la arquitectura, de un modo complaciente. Un conjunto de lecturas manipulables por el lector, a modo de recorrer en zig zag las diferentes temáticas que se van relacionando a lo largo de los capítulos. Distintos caminos manipulables convierten a estas ciudades extremas, en objetos experimentales para la comprensión de la complejidad urbana en los inicios del siglo XXI. El lector, en segunda vuelta ya no es el mismo, se puede permitir construir una idea propia de lo que el texto plantea con el fruto de la conversación. En definitiva, un documento de trabajo.
El recorrido se inicia en el acontecimiento, como suceso constructor o destructor de la arquitectura y la ciudad. La celebración y la destrucción, el éxtasis y el fracaso gobiernan los procesos políticos de evolución de la ciudad. La presencia de un tardocapitalismo en fase de agotamiento que domina el espacio público, muestra síntomas de debilidad y se reproduce a si mismo antes de caer en las garras de la muerte. Un sistema que requiere de continuadas renovaciones para no ponerse en jaque a si mismo.
El barrio de A Chainza, al otro lado del Puente de Noia, tiene larga historia. Punteado desde antiguo sobre la traza del Camiño Real, fue de toda la vida lugar de paso obligado desde el extramuros de Noia. La nueva carretera en cierto modo lo orilló: y como un meandro desgajado de las rutas de tránsito la Chainza fue empujada de pronto contra el borde marítimo, y se vio constreñida y aislada, pero esto la salvó…
Reintegración urbana del patrimonio cultural de A Chaínza (fase1) | Salgado+Liñares
Pues A Chainza, a pesar de su escasa actividad, conserva a día de hoy la escala adecuada, la que le es propia y le da sentido; su estado de decaimiento es reversible, y su situación y carácter, presente en todo el ámbito, la hacen merecedora de mejor condición, es decir, merecedora de algo más que la de limitarse a ser un “atajo para listos”.
Así las cosas, la intervención, que abarca varias fases y de la que tan sólo se ha realizado la primera, tiene como objetivo prioritario devolver el espacio público a las personas, revitalizándolo con una labor de limpieza y retirada de las excrecencias que el paso de los años y decisiones erróneas le han añadido sin sentido.
Así pues, nuestro proyecto de Reintegración urbana del patrimonio cultural de A Chainza pone los acentos en lo siguiente:
1. Retirada del asfalto del ámbito y substitución por pavimento peatonal: adoquín granítico de 5x5cm.
2. Reformulación de los bordes y límites: el “pretil da ponte” es la referencia obligada; se reinterpreta y hasta reformula, en un zurcido continuo y pausado que extiende el magnífico pretil hasta convertirlo en un inadvertido mobiliario urbano (pues no hay otro en todo el ámbito). La iluminación, además, se integra en el “nuevo” pretil, con el fin de conseguir una iluminación rasante y adecuada a las características peatonales del ámbito.
3. Rediseño de las instalaciones urbanas y soterrado de las aéreas: a caballo de las dos fases, pues hasta el momento se ha completado tan solo el trazado oculto y bajo rasante de las canalizaciones. Es decir, la retirada de los postes y cables queda para la segunda fase.
4. Recuperación del trazado del Camiño Real.
5. Recuperación del Puente Medieval: la segunda fase contempla su prolongación, con el fin de conectarlo con el “Camiño Real”.
6. Recuperación de “A Fonte da Chainza” y del Lavadoiro da Chainza. Y esta parte merece un comentario aparte, pues el lavadoiro permanece en perfecto uso. “Activar” un espacio es literalmente “dotarlo de actividad”. Pero la actividad ya existe; nosotros tan solo la rescatamos y la revitalizamos. En definitiva, que la recuperación del lavadoiro está lejos de ser un canto inútil a otros tiempos ya pasados: es, por así decirlo, un ámbito de actividad, o en otras palabras, un espacio social.
Y por último, la piedra granítica de las canteras de Baroña, que preside toda la intervención: desde los pequeños “lastros” del pavimento hasta las magníficas losas de 3m de la cubierta del lavadoiro.
En fin, A Chaínza vuelve a respirar.
Reintegración urbana del patrimonio cultural de A Chaínza (fase1) | Salgado+Liñares
Obra: Reintegración urbana del patrimonio cultural de A Chaínza (fase1)
Arquitectos redactores: Alfonso Salgado Suárez, arquitecto + Francisco X. Liñares Túñez, arquitecto + Manuel A. Liñares Túñez, ingeniero industrial
Arquitecto colaborador: Santiago Rey y Carla Agra García
Estructura: Manuel Liñares
Instalaciones: Miguel Raposo
Dibujo: Sergio Sánchez y Carla Agra García
Etnografía: Ana Filgueiras Rei
Arquitecto técnico: Castor Campos Rodríguez
Promotores: Concello de Noia
Emplazamiento: A Chaínza. Noia. A Coruña. España.
Fotografías: Héctor Santos-Díez | BISimages+ Salgado e Liñares Arquitectos
Empresa constructora: Construcciones Ces, S.L.
PEM: 168004,77 Euros
Superficie del ámbito de intervención: 4028m2
Año: noviembre 2011 + salgadoeliñares.com
+ premios
– Premio Manuel Vázquez Román 2013
Primer premio
– XV Premios COAG
Premio espacio público
El próximo Miércoles 20 de Marzo, en el marco del ciclo de conferencias “Foros Esarq 2013: Atmospheres. The sense of things” que organiza la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya, ESARQ-UIC, el arquitecto Adam Khan, impartirá una ponencia con el título “The Feeling of Structure”. El acto, que será abierto al público, tendrá lugar a las 19:00 horas en el Aula Magna del Campus Barcelona de la UIC.
En la conferencia “The Feeling of Structure”, Adam Khan expondrá una serie de proyectos recientes en Reino Unido que exploran la potencia emocional del material y de la construcción. Artesanía rigurosa, un intenso proceso de ingeniería y el diseño en la integración de los materiales son la base de su forma de trabajar, que invita al apego emocional a través de la presencia física y la flexibilidad de uso. Adam Khan combina su profesión de arquitecto con su pasión por la música, aportando sentimiento a las estructuras arquitectónicas. En cada proyecto, existe un compromiso constante con la belleza y la sociabilidad, la colaboración y el compromiso de todas las disciplinas y fronteras sociales. Además de Arquitecto y profesor, Adam Khan ha sido durante doce años carpintero y constructor, dos profesiones que han sido parte de su formación como arquitecto.
Fecha: Martes, 20 de marzo de 2013 Hora: 19.00 h Lugar: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (ESARQ-UIC). Aula Magna -C/ Immaculada, 22, 08017 Barcelona
La Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, junto con la Cátedra Madera, promueve este concurso internacional en el que se premia el proyecto fin de carrera (PFC) que, por su calidad, innovación, originalidad o creatividad, resalte la utilización de madera y los aspectos de sostenibilidad dentro de un proyecto arquitectónico.
Premio. Consiste en la concesión de una beca que cubre el coste de la matrícula en el Máster en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE), que se imparte en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra (España).
Participantes. Podrán presentarse aquellas personas que hayan presentado su PFC en cualquier Escuela de Arquitectura reconocida oficialmente entre junio de 2010 y septiembre de 2012.
Plazo límite de inscripción de candidaturas: antes del 11 de abril de 2013.
Plazo límite de envío electrónico de documentación: antes del 18 de abril de 2013
Pointes es una publicación de arte y arquitectura realizada por estudiantes y profesionales de diferentes ramas artísticas, que pretende reavivar el debate y dirigirnos HACIA UN ESPIRITU CRÍTICO, así como la investigación de las referencias mas importantes del siglo XX.
Publicación de arte y arquitectura realizada por estudiantes de diversas ramas artísticas.
Revista Pointes [n01]
POINTES 1
Man Ray, Rayographs
Chema Madoz
¿Qué es la tipografía?
El poderoso Wurlitzer
Georg Kolbe
(Del port. baliza, der. mozár. del lat. palus ‘palo’).
1. f. Mar. Señal fija o móvil que se pone de marca para indicar lugares peligrosos o para orientación del navegante.
2. f. En el tráfico aéreo y terrestre, otras señales utilizadas para fines semejantes.
3. f. Mar. Título del derecho que en algunos puertos pagaban las embarcaciones por el auxilio y buen servicio que les prestaban las balizas establecidas.
estar fuera de ~s.
1. loc. verb. Mar. Navegar en franquía al salir de un puerto.
RAE
El objetivo de esta nueva sección es presentar vías tangentes dentro de la profesión de arquitecto. Para ello mostraremos la labor de aquellos que han optado por investigar en nuevas líneas de trabajo, orientando su formación y capacidades a otros posibles campos en su desarrollo profesional. Nuestro fin es animar a todos aquellos estudiantes y arquitectos a no quedarse parados y exploren nuevos campos.
La ruptura de las concepciones academicistas producidas por la revolución pictórica de finales del siglo XIX y fundamentalmente la búsqueda de los más importantes intérpretes del cubismo obsesionados por representar la profundidad en dos dimensiones, creó un nuevo universo de imágenes que dio origen a numerosas corrientes artísticas. En años subsiguientes, la idea pictórica desarrollada por el Purismo entiende la representación de objetos en virtud de sus propiedades físicas, sus conflictos o sus acuerdos, admitiendo la tensión entre planos como un hecho espacial de la superficie representada. Un escenario donde la luz y las tonalidades son determinantes para el logro del objetivo.
La convención purista aplicada en la pintura, es transportada a la arquitectura por Le Corbusier a partir de 1920. Desde entonces y hasta el final de su carrera, las referencias a su saber pictórico se encuentran amarradas a su obra en disposiciones, gestos o razonamientos, cualquiera sea su programa o escala.
Esa alianza implícita confiere a la arquitectura de Le Corbusier un carácter singular, acuñado en una dialéctica colmada de alegorías poéticas. Esta fusión manifestada en lenguajes indivisos, encuentra en la composición de la elevación de calle de la casa Curutchet un caso emblemático. Con tres de sus caras laterales comprimidas entre muros medianeros, el carácter de la fachada resulta fundamental para expresar la idea de arquitectura gestada en el interior de la obra.
En la Casa Curutchet, Le Corbusier resume el proceso compositivo de la vista frontal aplicando el enfoque pictórico purista.
El diseño es un equilibrado juego de signos aplicados en el espacio. Separa en planos los componentes que históricamente formaron parte de la unidad del muro: la estructura, el cerramiento y la protección solar. De esta forma, cada entidad se convierte en una capa independiente, superpuestas en un ejercicio de transparencia fenomenal que diferencia primer plano, medio y fondo. El Brise Soleil, el plano de carpinterías y la trama de pilotis constituyen las tres capas de la composición que Le Corbusier denomino “3 melodies”.
Esta calificación fue apuntada por el propio Le Corbusier en el plano de elevación que estaba desarrollando Bernard Hoesli, mediante un texto y un pequeño dibujo realizado a mano alzada que refleja esquemáticamente estas tres entidades. [1]
La composición melódica de Le Corbusier secuencia tres capas con distintos ritmos, o más exactamente, con modulaciones originadas por diferentes criterios: El brise soleil y los montantes de las carpinterías están formulados en base a los mandatos del modulor, en cambio la trama de pilotis responde a necesidades estructurales. Sin embargo, esta dualidad de criterios rítmicos empleados en cada figura, pasa inadvertida en la composición final.
El brise soleil es tratado como un plano flotante delante del volumen delantero, desempeñando una doble función: en el nivel de consultorios interrumpe el paso de los rayos solares y cuando supera el volumen se transforma en balaustrada de la terraza y marco de las visuales hacia el bosque. El plano de carpinterías se ajusta horizontalmente de lado a lado del volumen, a ras del muro, para conferir esa imagen de liviandad característica en la obra de Le Corbusier. Por detrás, la trama de columnas perfora el volumen de los consultorios, para elevarse sobre la terraza y sostener el baldaquino superior.
Casa Curutchet, Le Corbusier | Marcelo Gardinetti
En las composiciones pictóricas puristas una paleta reducida en tonos articula los objetos, acercando los elementos ubicados por detrás al iluminarlos con igual intensidad que los ubicados delante. Este efecto de luces y sombras que induce la compresión pictórica es trasladado a la elevación de calle, incitado en la disposición de los elementos. El brise soleil produce un efecto de sombra uniforme sobre el plano de los consultorios, secuela que repite el baldaquino superior sobre el muro medianero. Este efecto de sombra más sombra contrasta con la luminosidad de la fachada de la vivienda ubicada por detrás, que aparece como un plano iluminado debido al hueco promovido en la losa de la terraza. Esta operación simultánea genera el efecto de acercamiento deseado.
El juego compositivo plástico se renueva en una polifonía nacida en la ubicación de los componentes volumétricos respecto al plano frontal. En ese juego, el pórtico colocado a la izquierda equilibra la asimetría producida por el baldaquino superior recostado sobre el lado derecho. Del mismo modo, el diseño biselado de sus lados alienta el punto de fuga que se contrapone al efecto de dispersión visual que promueve la trama uniforme del brise soleil.
Este relato, que bien podría referir a una obra pictórica consumada sobre un enorme lienzo, intenta reseñar la técnica empleada en la composición de la vista frontal de la Casa Curutchet, trazada según las leyes que rigen el espacio pictórico purista. Planos y capas transformados en melodías que Le Corbusier aúna para componer una sugerente eufonía espacial.
Pero no se trata solo de un juego compositivo. Esta alegoría melódica reproduce la búsqueda poética, pertinaz, casi utópica, de un hombre que se permitió ofrecerle a la arquitectura la expresión de la sensibilidad humana.
Marcelo Gardinetti . arquitecto
La Plata. marzo 2013
La Fundación Arquitectura Contemporánea te invita a participar en estas Jornadas virtuales sobre Arquitectura, Sostenibilidad y Nuevas Tecnologías. La Fundación junto con la empresa de Vivienda Municipal de Córdoba VIMCORSA organizaron el Concurso Internacional de viviendas para jóvenes en Córdoba V4j: inteligente, flexible, sostenible, accesible en el año 2011. Estas jornadas ofrecen la oportunidad de revisitar dicha convocatoria, los proyectos ganadores, participar en sus cuatro mesas redondas así como interactuar con los autores de los proyectos ganadores, con expertos en las temáticas así como miembros de la Fundación Arquitectura Contemporánea y VIMCORSA.
Estas jornadas se celebran gracias a la concesión de acciones complementarias a Proyectos de Investigación Fundamental no orientadas, en la Convocatoria de 2011 del Ministerio de Ciencia e Innovación. Por tanto, se trata de una actividad investigadora con la que la Fundación quiere fomentar el sistema español Ciencia-Tecnología-Empresa a través de la difusión de resultados de investigación sobre vivienda contemporánea y su desarrollo tecnológico. Tras la resolución del concurso, parece imprescindible provocar un debate que sirva para reflexionar sobre los resultados, concienciarnos tanto como estudiantes, profesionales e investigadores de la arquitectura de la necesidad de una nueva arquitectura de la vivienda y, finalmente que sirva para acercar a la sociedad a nuevos modelos arquitectónicos.
Toyo Ito gana el premio Pritzker 2013. El jurado de este año, presidido por Lord Palumbo, está conformado por: Alejandro Aravena, Stephen Breyer, Yung Ho Chang, Glenn Murcutt, Juhani Pallasmaa y Martha Thorne.
El arquitecto Toyo Ito, ganador del Pritzker de Arquitectura 2013 | Fotografía: Yoshiaki Tsutsui | EFE
¿Es posible sumar desde otra mirada disciplinar a un problema tan complejo y urgente? ¿Un buen espacio público puede inducir comportamientos sociales y hacer más segura una ciudad? Algunos sostienen que reparar rápido las “ventanas rotas” y volver a pensar la calle son la mejor política preventiva.
En 1969 Philip Zimbardo, profesor de la Universidad de Stanford, realizo un experimento en el marco de sus investigaciones sobre psicología social. Estacionó un automóvil sin patente con el capot levantado en una calle del descuidado Bronx de Nueva York; y otro similar en una calle del rico barrio de Palo Alto, California. El automóvil del Bronx fue atacado en menos de diez minutos. Su aparente estado de abandono habilitó el saqueo. El automóvil de Palo Alto no fue tocado por más de una semana. Luego Zimbardo dio un paso más, rompió una ventana con un martillo. De inmediato los transeúntes comenzaron a llevarse cosas. En pocas horas, el auto había sido totalmente deteriorado. En ambos casos muchos de los saqueadores no parecían ser gente peligrosa. La experiencia, que derribó más de un prejuicio, habilitó que los profesores de Harvard George Kelling y James Wilson desarrollaran en 1982 la Teoría de las Ventanas Rotas: “Si una ventana rota se deja sin reparar, la gente sacará la conclusión que a nadie le importa y que el lugar no tiene quien lo cuide. Pronto se romperán más ventanas, y la sensación de descontrol se contagiará del edificio a la calle, enviando la señal de que todo vale y que allí no hay autoridad”.
A raíz de ello Kelling fue contratado –mucho antes de Rudolph Giuliani y sus controvertidas políticas de “tolerancia cero”– como asesor del subte de Nueva York, donde reinaban la inseguridad y el delito. Su primer desafío fue convencer al progresista alcalde de la ciudad, el demócrata Ed Koch, que la solución no era poner más policía y hacer más arrestos, como la mayoría reclamaba, sino limpiar e impedir sistemáticamente los graffitis en los vagones, hacer que todo el mundo pague su boleto, y erradicar el vagabundeo en el subte. Pese a la lluvia de críticas, la transformación del Metro de Nueva York comenzó mediante símbolos y detalles concretos, pero muy visibles, que restablecían el orden y la autoridad. Hasta el afamado diseñador Massimo Vignelli, autor de la señalización, resolvió invertir los colores de sus carteles a tipografía blanca sobre fondo negro para desalentar a los graffiteros. Hoy es un modelo de espacio público seguro y eficiente; y un emblema que los neoyorquinos no están dispuestos a volver a poner en riesgo.
La idea es sencilla pero poderosa: Las malas costumbres se contagian rápido; pero las buenas, con esfuerzo y continuidad, pueden desplazarlas. ¿Cuantas cosas a nuestro alrededor están en estado crítico por nuestra indiferencia ante el primer síntoma de que algo no estaba bien? ¿Cuántas ventanas rotas vemos por día? Se trata de marcar los límites y evidenciar malas prácticas y hábitos con estrategias situacionales y preventivas que involucren tanto a las autoridades como a la comunidad en una resolución participativa de los problemas. Pero también reivindicar el rol del Estado en la regulación y control de un ámbito donde siempre debe privilegiarse el interés general por sobre cualquier apropiación particular –pequeña o grande- por mas justificada que sea. A diferencia de lo que muchos sostienen desde una errónea perspectiva libertaria, la convivencia democrática en el espacio público exige restringir la libertad individual para maximizar su buen uso y el disfrute colectivo.
Algunas de las ciudades más exitosas en esta materia han salido de sus espirales de deterioro conjugado la planificación proactiva con alta calidad de diseño, materiales y construcción; sumado a la instalación de una cultura de la higiene urbana y el mantenimiento constante; o como le gusta decir al ex-alcalde de Curitiba, Jaime Lerner: “Obsesión por la acupuntura urbana”.
Una de las primeras en señalar estas cuestiones fue Jane Jacobs, famosa y polémica militante por los derechos civiles en Nueva York. Inicialmente ridiculizada por los tecnócratas del urbanismo moderno, hoy es reivindicada y citada hasta por el propio presidente Obama. En su libro “Muerte y vida de las grandes ciudades” (1962) va a rescatar las ricas preexistencias de la ciudad multifuncional, compacta y densa donde la calle, el barrio y la comunidad son vitales en la cultura urbana. “Mantener la seguridad de la ciudad es tarea principal de las calles y las veredas”. Para ella una calle segura es la que propone una clara delimitación entre el espacio público y el privado, con gente y movimiento constantes, manzanas no muy grandes que generen numerosas esquinas y cruces de calles; donde los edificios miren hacia la acera para que muchos ojos la custodien.
Como plantea la ONU: “El futuro de la humanidad y del planeta depende de tener mejores ciudades”. Sabemos que replegarnos al espacio privado, o huir al insustentable urbanismo difuso de las periferias no es solución y agrava el problema. Nuestra “calidad de vida” no puede depender de ghettos custodiados por murallas, alarmas y ejércitos privados. Por eso reducir la inseguridad y los niveles de temor es tan prioritario como hacerlas más eficientes, integradas y creativas. Debemos volver a mirar el espacio público como el corazón de la vida moderna; su diseño, su uso, su gestión y nuevas funciones. Invertir nuestra habitual lógica proyectual y definir los sólidos solo a partir de una clara toma de partido sobre que vacíos queremos. Desde allí repensar la calle, la plaza, el parque; el arbolado y el paisaje urbano, aquello que nos permite construir identidad y experimentar el encuentro, el intercambio y la diferencia. “Un sitio se hace lugar solo cuando nos apropiamos culturalmente de él”, diría Heidegger.
Recientes investigaciones demuestran que estas correspondencias entre diseño urbano, comunidad y espacio público son complementos ideales para la implementación de una política de seguridad consistente. Bill Hillier, Profesor de la Universidad de Londres, desde su Laboratorio de Sintaxis Espacial investiga y mapea los flujos entre delito, lugares y población. Millones de datos relevados y años de análisis le han permitido concluir, igual que Jacobs, que la ciudad compacta y densa es más segura que los barrios residenciales de baja densidad. Las zonas especializadas o mono-funcionales con poca presencia de viviendas -que pierden vitalidad y peatones a cierta hora- tampoco son recomendables. La calle vuelve a ser clave y recomienda anchos acotados -no sobredimensionarla- y tejido compacto mediante edificios que conformen una grilla con buena densidad poblacional. Las torres exentas con rejas o paredones hacia la calle y los shoppings endogámicos que se aíslan del espacio público, no ayudan. Lo ideal: Manzanas con comercios en planta baja y edificios de departamentos en los pisos superiores, conformando calles y barrios animados y heterogéneos que mezclen distintos tipos de gente y actividades; desde educativas, culturales, e institucionales, hasta comerciales, turísticas y productivas ambientalmente compatibles.
La problemática de la seguridad debe ser parte de la normativa urbanística y de los retos iniciales del proyecto, la arquitectura y la obra pública. Las angustias e imposibilidades actuales nos desafían a exigir e innovar desde otras lógicas, con mayor participación y menos especulación. Tal vez desterrar lo que Luis Fernández Galiano denomina “arquitectura urbicida” -aquella que responde más al ego y/o a una oportunidad de negocio que a hacer mejor ciudad- sea un buen comienzo.
Martin Marcos . Arquitecto y urbanista. Profesor Titular FADU UBA
buenos aires. marzo de 2013
Estoy releyendo en mi tiempo libre Jane Eyre y encontrando un buen número de elementos muy interesantes que habían pasado desapercibidos en lecturas anteriores — lo reconozco, a mí las Brontë me pueden desde la adolescencia. Ya he comentado en alguna otra ocasión lo útil que me parece incorporar referencias literarias a la investigación urbanística, como fuentes privilegiadas que transmiten de forma excepcional la experiencia y mentalidad de un determinado período. O seamos justos y digámoslo con las palabras del que barrió las ciencias sociales en este sentido, Raymond Williams: para expresar la ‘estructura de sentimiento’ de una época.
Pues aquí tenemos este particular choque de territorialidades entre Jane y Rochester, dos geografías opuestas que vienen a cruzarse en Thornfield Hall, en algún lugar al norte de Inglaterra. Rochester es el hombre de mundo, sus negocios y ocio producen una vida extremadamente móvil, deslocalizada e imprevisible, desplazándose con facilidad en el amplio tejido de redes económicas y culturales con que Gran Bretaña despunta a nivel mundial en la primera mitad del XIX. Jane es por el contrario la figura fijada al ámbito local, a las instituciones y casas por las que va pasando. Rochester se burla en algún momento de ella: “Miss Eyre, have you ever lived in a town? … Have you seen much society?”.
Un lugar de elección, un lugar de cita, un paisaje visto, revisitado, una construcción.
Cuando el paisaje visto es elegido, nos dice Juan Eduardo Cirlot en su Diccionario, es decir, cuando “una interpretación automática e inconsciente nos revela una afinidad que nos hace detenernos en él, buscarlo, volver repetidamente.”, se produce una analogía que determina “la adopción del paisaje por el espíritu, en virtud de las cualidades que posé por sí mismo y que son las mismas del sujeto. El subjetivismo concierne sólo a la elección. La intelección del significado de un paisaje es ya plenamente objetiva…” De ahí que “los lugares elegidos sean la imagen-coyuntura que en ellos se desenvuelven. El lugar de cita, cuando es auténtico y no arbitrario ni ocasional, es una transposición al espacio y a la topografía de lo que allí se reúne o realiza.” Más adelante, continúa Cirlot citando a Mircea Eliade: “El hombre no elige nunca el lugar; se limita a descubrirlo“, por lo que “Debe buscarse entonces: el orden espacial del paisaje dentro de una demarcación que lo limite y particularice, estructurándolo a manera de una construcción u obra de arte.”
La demarcación que particulariza esta Lisboa, discurre entre desastres e invenciones, entre el uno de noviembre de 1755 y el 30 de noviembre de 1935 aproximadamente, y a la luz del drama-romance en gente pessoano.
Y así, se muestran sus lugares, hechos de:
Una realidad exterior, la destrucción-construcción de la Lisboa moderna. Ciudades heridas o desaparecidas definitivamente, como: Canopus, Herakleion, Cartago, Babilonia, Pompeya, Roma, Cádiz, Londres, San Francisco, Berlín, Dresde, Hiroshima, Nagasaki, Guernica, Madrid, Nueva York, Bagdad. Y asimismo Lisboa, ciudad de terremotos: en el siglo XIV, otros tantos durante el XVI, tres en el siglo XVII, y ya en el mismo siglo XVIII, los de 1724 y 1750, hasta el de 1755 que trastocará de manera definitiva el destino de lo moderno, inaugurando un tiempo de desastres naturales-artificiales encadenados.
Y una realidad interior, en la que una vez perdido el mejor de los mundos posibles, se manifiesta como inquietud ambiental, atmosférica, donde el cotidiano más real es el formado por un conjunto de fingimientos, máscaras y creaciones que si habláramos en términos clínicos vendrían a mostrar el síntoma-Lisboa, un imaginario para después de la catástrofe. Realidad de través, como el proyecto de escritura de Fernando Pessoa, un trabajo en construcción, hecho de intersecciones de literaturas, textos y autores. Donde no hay libros o estarían todos los posibles libros en un “libro total”, un conjunto-inconjunto, inacabado, sin pasar a limpio, el que dejó en su baúl-espólio.
La arquitectura de “Lisboa. La ciudad de Fernando Pessoa”, quiere ser persona, ni conjunto ni partes, como la pared de A. Bretón, como los estudios ramonianos, los paneles de A. Warburg o el corcho de J. Berger; una suerte de materiales encontrados que toman sentido al compartir el mismo espacio.
Coincidiendo con la 10ª edición del Máster Laboratorio de la vivienda sostenible del siglo XXI organizamos un encuentro internacional que tiene como objetivo abrir un espacio de reflexión internacional sobre la vivienda colectiva.
El Congreso se llevará a cabo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona-UPC, del 25 al 27 de febrero de 2014.
Del 17 al 24 de febrero, se realizará un taller de proyectos dirigido por Juan Domingo Santos y Carmen Moreno Alvarez de inscripción abierta con plazas limitadas.
Toda su fachada es una reinterpretación de las típicas galerías herculinas.
Unas celosías de madera actúan como elementos móviles y con la posibilidad de plegarse aportan una aura de elegancia y tradición al edificio.
Al juego visual exterior generado por las lamas se añade un interior que conserva la piedra de las antiguas medianeras, muy visible en las escaleras.
El proyecto deja el esqueleto exento en su interior, interpretado ahora como celosía que aleja las miradas ajenas y aporta un aprovechamiento total de los espacios gracias a la enorme funcionalidad y el confort desplegados.
Los poco más de 80 metros cuadrados de superficie de este dúplex permiten una óptima habitabilidad en un lugar privilegiado.
Es muy interesante el juego visual que ofrece la fachada, con pequeñas hornacinas que sugieren la escalera y la fuerza de la madera en su cohabitación con un granito de despieces irregulares.
Obra: Rehabilitación de Edificio en la Ciudad Vieja de La Coruña
Autores: díaz & díaz arquitectos [Gustavo Díaz García y Lucas Díaz Sierra] en colaboración con Naiara Montero Viar
Dirección de Obra: díaz & díaz arquitectos [Gustavo Díaz García y Lucas Díaz Sierra]
Promotor: Conviga
Empresa Constructora: Conviga
Aparejador: Conviga
Superficie: 390 m²
Año: 2010
Emplazamiento: Calle Tinajas. Ciudad Vieja, La Coruña. Galicia.España
Fotografías: Fuco Rei +diazydiazarquitectos.com
Conferencia de Cristina Ansede y Alberto Quintáns Arrondo en el Colexio de Arquitectos de Galicia en Santiago de Compostela, como clausura de la exposición METAGÉNESIX, proyecto de difusión para poner en valor el trabajo realizado por los nuevos arquitectos; tiene como antecedente en las Olladas de Perto organizadas en la ETSA de A Coruña durante los últimos 5 años, materializa el intento de salir del ámbito académico y acercarse a la sociedad como consumidora y usuaria de arquitectura.
“A Cedric Price le gustan los libros, pero no le gusta hacerlos –es de la opinión de que requieren demasiado tiempo y para cuando están preparados ya ha pasado su momento.” Con estas palabras inicia Samantha Hardingham la introducción de Opera. Afortunadamente este no es un texto de arquitectura como aquellos a los que estamos acostumbrados, de manera que es difícil pensar que haya pasado su momento. Más bien opino lo contrario.
Uno no escribe sobre el trabajo de Cedric Price como cuando escribe sobre el resto de la arquitectura del último siglo. Las palabras son diferentes, el mensaje es distinto. Kester Rattenbury lo resume de manera admirable: “el placer reside en la actividad, la perspectiva, la posibilidad, la oportunidad. El objeto en sí no tiene la condición religiosa que nuestra cultura profesional generalmente invoca.”
[…]
David H. Falagán
Cedric Price: Opera
Samantha Hardingham (ed.)
Wiley – Academy, 2003
La identidad para recuperar un paisaje energético obsoleto. El nacimiento de un plan para dinamizar el Blackstone River Valley.
1. Un valle colonizado
Hiladoras de algodón trabajando rítmicamente, el sonido del agua girando las ruedas de los molinos, el humo de las chimeneas de las primeras fábricas en Pawtucket, el silbato del ferrocarril cargado de género llegando al puerto de Providence, miles de inmigrantes recién llegados con la esperanza de ganarse la vida…
Mapa de New England y la desembocadura del río Blackstone por Providence
La cuenca fluvial del río Blackstone, de 1400m² de extensión y situada en la costa este de los Estados Unidos, se extiende a lo largo de 46 millas entre Worcester (Massachusetts), donde nace, y Providence (Rhode Island) donde desemboca, y cuenta con una población de 1.000.000 de habitantes. Este eje fluvial de gran riqueza natural experimentó una transformación sin precedentes con la llegada de emprendedores ingleses dispuestos a explotar los recursos naturales de los ríos americanos a finales del siglo XVIII, tal y como habían empezado a hacer en Inglaterra algunos años antes.
El tranquilo valle del río Blackstone, habitado por indios nativos seminómadas dedicados a la plantación de cereal, a la caza y a la pesca, y por una incipiente colonización inglesa que vivía en granjas dispersas desde mitad del siglo XVII, experimentó cambios estructurales en el paisaje y en la vida de sus habitantes con la llegada de la era industrial, inaugurada con la puesta en funcionamiento del Slater Mill en Pawtucket Rhode Island, en 1790, considerada la primera fábrica textil de New England y del continente americano.
Al espectacular patrimonio natural del valle se superpuso un rico y variado sistema de piezas industriales estratégicamente repartidas a lo largo del río, un patrimonio industrial formado por colonias textiles habitadas por inmigrantes procedentes de Inglaterra, Irlanda, Canadá, Polonia, Suecia o Portugal, presas, esclusas, canales, una línea de ferrocarril inaugurada en 1835 y el desarrollo de un importante puerto en Providence, que en pocos años cambió profundamente la fisonomía del valle e hizo de este territorio un paisaje productivo de primer orden, el corazón y la cuna de la revolución industrial textil americana, que funcionó a pleno rendimiento hasta mitad del siglo XIX.
Nacimiento del río Blackstone, Worcester. Massachussets. | Desembocadura del Blackstone, Puerto de Providence,Rhode Island, 1858
Con el cese de la actividad industrial las colonias se abandonaron, el valle se había despoblado y entró en un periodo de olvido e inactividad. Años más tarde surgió la necesidad de reconsiderar el papel de este antiguo eje productivo obsoleto desde una perspectiva bien distinta: reprogramar la infraestructura industrial con fines educativos y sociales para recuperar el sentido y la memoria del valle, combinado con la protección y la promoción de su patrimonio natural para atraer nuevas inversiones y redinamizar nuevamente el territorio.
2. El patrimonio industrial como valor. La identidad como motor
Fueron las entidades locales plenamente identificadas con el territorio, hacia 1970, quienes impulsaron a partir de pequeñas iniciativas los programas de conservación, restauración y reutilización de todo este legado cultural que más tarde se institucionalizaría en forma de plan, mediante la voluntad de interpretar y elaborar un discurso narrativo coherente de la historia de la región para intentar explicar de manera unitaria un fenómeno que se había desarrollado de manera fragmentada.
La participación de la población local fue decisiva para la elaboración de estos programas, actuando en forma de colectivos y asociaciones de vecinos voluntarios que colaboraron desinteresadamente en la limpieza de los caminos, accesos, o de los bosques.
La identificación y el aprecio por un territorio que sentían como suyo fue su principal factor de motivación a partir del cual se empezó a pensar en la posibilidad de elaborar un plan de conservación para todo el valle, con dos estados y veinte municipios implicados.
Hablar de un plan para recuperar y revitalizar el Blackstone River Valley era entender este corredor natural como una entidad, como una narración compleja y diversa pero unitaria, que hablara a la vez de naturaleza y patrimonio industrial, de pasado y de futuro, de historia y de un paisaje vivo y dinámico, una narración cohesionada que diera sentido a todo el sistema.
The Whitin Machine Works. Fábrica textil que dio origen a Whitinsville. Worcester.
El primer paso para la creación del plan fue crear un sentimiento de identidad de los habitantes del valle y poner en valor y dar a conocer la importancia de los edificios industriales del territorio y su importante contribución al progreso del país y del impresionante patrimonio natural del valle mediante programas educativos y de cooperación destinados sobre todo a los niños.
El patrimonio en juego era muy relevante, las colonias industriales no sólo estaban formadas por fábricas, sino que se fueron desarrollando hasta constituirse como comunidades independientes formadas por las viviendas de los trabajadores, tiendas, escuelas o iglesias que funcionaban como microciudades, pequeños ecosistemas con multitud de oportunidades. En cada comunidad había todo lo necesario para vivir y cubría desde las necesidades más básicas hasta las más complejas como la enseñanza, la cultura, el entretenimiento. No sólo se trataba de preservar y reprogramar arquitectura, también formaba parte del plan cambiar la forma de habitar el territorio: En las colonias se fomentaban las relaciones sociales con fiestas y acontecimientos variados para que los trabajadores que vivían en cada una de las colonias se sentían partícipes de un mismo objetivo, las diferentes fábricas competían entre ellas y la gente se identificaba con su proyecto, no existía una idea de vinculación con el territorio, sólo con su fábrica.
A la vez, había que abandonar la idea de que el Blackstone era un río industrial sucio y contaminado, cambiar la imagen negativa de las fábricas abandonadas para reimpulsar la actividad económica, social y cultural del territorio.
Patrimonio Industrial. Slater Mill, Pawtucket y Ashton Mill, Cumberland
Las primeras iniciativas institucionales de conservación llegaron desde los diferentes gobiernos de la región, que trabajaban por separado sin todavía una visión global del corredor fluvial. A finales de los años setenta, el gobierno de Rhode Island y el de Massachusetts proyectaban parques patrimoniales independientes.
Debido a la necesidad de recibir financiación para poder llevar a cabo los planes de conservación, las diferentes entidades locales y estatales organizaron un movimiento para obtener reconocimiento nacional.
El año 1983, fruto de los esfuerzos de los gobiernos de Rhode Island y Massachusetts y de las diferentes comunidades del valle, se consiguió que el Congreso pidiera al National Park Service apoyo para desarrollar un sistema de parques patrimoniales a lo largo del río Blackstone.
El NPS no consideró oportuna la designación del valle como Parque Nacional, pero apoyó el reconocimiento del corredor como National Heritage Corridor en 1986, reconociendo su alto valor patrimonial, que pasaba a ser gestionado por representantes locales y estatales de los dos estados con la colaboración del National Park Service.
Con esta designación se iniciaba el proceso de entender el valle como un eje unitario con el cual poder identificarse, donde varias entidades de diferentes estados y municipios empezaban a trabajar sinérgicamente con un único objetivo en común: poder explicar su historia de manera coherente y homogénea.
Patrimonio Natural. Sutton. Massachussets
De este modo, el valle del río Blackstone se podía narrar de manera más eficaz y atractiva de cara al turismo y en los programas educativos y recreativos previstos. Había que reforzar el sentido de comunidad para lograr una conciencia más profunda del patrimonio cultural propio que hiciera abrir los ojos a los habitantes del valle sobre la importancia del corredor en la historia de la nación, promoviendo el orgullo y el entusiasmo de todo el mundo que habita en este territorio.
4. Estrategia de Planeamiento. Narrar la historia, dinamizar el territorio
La estrategia de planeamiento del valle del río Blackstone por parte de la comisión del Blackstone River Valley National Heritage Corridor en colaboración con la experiencia del National Park Service se basó en dos pilares básicos, que son fundamentalmente los que había seguido esta última institución en experiencias anteriores.
Por un lado se trataba de preservar y dar a conocer el patrimonio natural y cultural del valle y, en segundo lugar, intentar dinamizar e impulsar el territorio transformando el concepto económico de la región: de una economía productiva industrial, a una economía de la educación, del ocio y del turismo.
Desgranando los objetivos, el plan identifica seis prioridades: educación e interpretación, desarrollo de las actividades recreativas, conservación étnica y cultural de los habitantes, preservación de la historia del valle y desarrollo económico del corredor y organización y gestión del suelo.
Sectores de planeamiento del Blackstone River Valley
Se trata pues de una estrategia que pretende explicar la historia del territorio donde nació la revolución industrial americana mediante la reconversión del patrimonio industrial en centros educativos o centros de visitantes y la elaboración de una narración continua de la historia de la revolución industrial a lo largo del valle, pero sobre todo, y esto es lo que podría diferenciar los planes europeos de los americanos, aprovechar la fuerza de esta plataforma patrimonial para hacer de este eje fluvial un espacio atractivo y activo para el turismo, con iniciativas más o menos cuidadosas, sacando el máximo beneficio de la diversidad y generosidad biológica de la región para atraer puestos de trabajo y visitantes al territorio.
El objetivo era, y es también actualmente, transmitir la idea de que el valle del río Blackstone es un paisaje vivo que ha sabido interpretar su pasado para proyectarse al futuro, no sólo un pasado glorioso congelado, un museo estático.
5. Un plan colectivo ambicioso con recursos limitados
El plan del Blackstone River Valley National Heritage Corridor era un plan en que diferentes municipios, asociaciones y gobiernos estatales trabajaron conjuntamente con un objetivo común muy ambicioso, pero, a la vez, con muy pocos recursos y un presupuesto muy limitado. Estas limitaciones han puesto de manifiesto la dificultad de poner en marcha y coordinar un proyecto de una extensión tan grande y con tantos agentes diferentes involucrados. Se trataba de un plan muy diseñado y muy completo, con objetivos ambiciosos de educación, preservación y dinamización económica del territorio. Las dificultades aparecieron a la hora de poner en práctica las bondades del planeamiento.
Hoy en día el territorio todavía no ha sido entendido ni físicamente ni conceptualmente, en la práctica, como una unidad. El vínculo entre las zonas de mayor importancia identificadas a lo largo del río es débil, no existe una continuidad física que permita entender el Corredor del río Blackstone como una unidad. Las infraestructuras que deberían conectar los diferentes nodos son insuficientes, de momento, y no se crea un sentido de identidad, una imagen homogénea como Heritage Corridor.
Afortunadamente, se trata de un problema solucionable. Las bases para el desarrollo están muy fundamentadas, el plan es extenso y atento al por menor.
Gracias a los esfuerzos de particulares, asociaciones anónimas y, más tarde, a la colaboración de las autoridades el Blackstone River Valley National Heritage Corridor ha convencido a las comunidades locales y ha generado un fuerte sentido de identidad. Este renacimiento del aprecio por el territorio ayudará a llevar a cabo las iniciativas de conservación del patrimonio natural y cultural del valle.
Patrimonio Natural. Sutton. Massachussets
Este sentimiento es el que realmente contiene la semilla del éxito del Plan, que se irá completando despacio a medida que se inyecten los recursos necesarios, siguiendo las estrategias de priorización y focalización especificadas.
El plan del Blackstone River Valley National Heritage Corridor es un ejemplo de trabajo comunitario de participación ciudadana, involucrando a los habitantes del valle en la gestión de sus recursos, priorizando los intereses colectivos por encima de los individuales, un plan exitoso que se desarrolla poco a poco con el objetivo de mejorar la vida de las personas y la conservación del territorio, un territorio que, si continua con este plan de desarrollo, pronto será reconocido como Parque Nacional.
Arnau Tiñena Ramos · Autor del blog translacions.blogspot.com
Barcelona, marzo 2013
Bibliografía
– Cultural Heritage and Land Management Plan for the Blackstone River Valley National Heritage Corridor. Blackstone River Valley National Heritage Corridor Comission. Woonsocket, Rhode Island 1989.
– The Next Ten Years. An Amendment to the Cultural Heritage and Land Management Plan. Blackstone River Valley National Heritage Corridor Comission. Woonsocket, Rhode Island, 1998.
– Designing the Llobregat Corridor. Cultural Landscape and Regional Development. Proyectando el eje del Llobregat. Paisaje cultural y desarrollo regional. Universitat Politècnica de Catalunya y Massachusetts Institute of Technology. Barcelona, 2001.
– Making Things Work. Vídeo editado por el Blackstone River Valley National Heritage Corridor Comission.
– Building the National Parks. Historic Landscape Design and Construction. Versión ampliada y actualizada del libro Presenting nature: The Historic Landscape Design of the National Park Service, 1916 to 1942. Linda Flint McClelland. The Johns Hopkins University Press. Baltimore, Maryland, 1998.
Todo camino debería llevarnos —por lo menos alguna vez— a Roma. Y allí, posiblemente, el camino pase por la estación Termini. «Una sola estación central para todo el ferrocarril que llegue a la capital», quedó establecido por decreto en 1856, señalando el comienzo de su historia moderna.
Estación de Termini en los años cincuenta | Archivio RomaTermini
En ocasiones, la importancia de un lugar viene dada por el significado de su denominación. Emplazada junto a las termas de Diocleciano, la estación terminal de Bianchi (1864) —tomando el modelo parisino de la Gare de l’Est— permitía desvelar otras arquitecturas presentes en Roma como la basílica o el arco triunfal, que reaparecían a través del hierro decimonónico. Termini se había convertido en un punto de encuentro, no sólo de pasajeros.
La primera Termini enseguida se convierte en la vieja Termini. Sobrevive al cambio de siglo pero la convulsa Europa de las primeras décadas del XX y las ideas imperiales del Duce demandan una nueva solución. Sin perder su condición de acceso monumental en la ciudad, era preciso reconvertirla en una estación moderna, transformar el final en un enlace, pasar del término al tránsito.
Así nace el remate de Mazzoni (1925), interrumpido y completado, a partir del concurso de 1947, con el proyecto Montuori (con Calini, Vitellozzi, Castellazzi, Fadigati y Pintonello). Evitando fracturas y discontinuidades, la estación se convierte en la integración de la imagen representativa anhelada por Mazonni con la magistral resolución del programa por parte de los ganadores del concurso.
Un resultado que se entiende principalmente en su sección, dónde se plantean cuatro espacios diferenciados formal y funcionalmente que obedecen a los nuevos usos de la estación: la galería de remate —transversal a las vías—, el bloque de oficinas, el atrio cubierto y la zona de recepción exterior. Estos dos últimos se cubren con la escultórica marquesina que recibe a los viajeros y abre la estación a la ciudad.
Termini dejaba de ser un extremo para convertirse en un cruce, en una intersección. Allí se encuentran los trenes con el metro y los autobuses, pero también están las tiendas, los restaurantes, la farmacia, la capilla… incluso es posible disfrutar de conciertos y exposiciones en su galería de arte. Lejos de ser un espacio anónimo, se transforma en un espacio con memoria o, como defiende su lema, en «un lugar para vivir».
Los viajeros que llegan a la ciudad, los que usan la estación como punto de enlace o los que simplemente atraviesan entre las calles Marsala y Giolitti, se encontrarán con una lección construida sobre la historia de Roma. Una historia que va desde las antiguas termas a la tipografía Futura presente en la señalética del siglo XXI.
Hace tiempo escribí, a la vuelta de Roma, que la ciudad era «un lienzo pintado, un mármol esculpido y un plano trazado» porque «se podía observar al mismo tiempo el resultado y el proceso, la inspiración y la crisis, la vida y la ruina». Al regresar he podido comprobar lo escrito, simplemente atravesando su estación.
antonio s. río vázquez . arquitecto
a coruña. marzo 2013
Jueves 14 de Marzo 2013, a partir de las 19h. Incluida dentro del Festival de Miradas de Mujeres. Esta exposición itinerante presenta obras construidas por tres generaciones de mujeres arquitectas. Ha recorrido diversos países como España, Italia, Líbano y Países Bajos, conformando una propuesta viva y dinámica al incorporar nuevos proyectos en cada uno de los lugares que visita.
Lejos de las propuestas de la arquitectura espectáculo, la construcción como herramienta de creación al servicio de la sociedad está presente en estos edificios, cuyos espacios han sido proyectados desde la funcionalidad, la escucha a los seres humanos que los habitan, la sensibilidad hacia el medio ambiente y la utilización racional de los recursos disponibles.
Comisarias: Cristina García-Rosales y Ana Estirado Gorría.
Proyectos de Mujeres arquitectas de España, Italia, Líbano y Países Bajos.
La parcela tiene forma trapezoidal y una superficie de 230.475 m², está ubicada en el extremo norte de una hilera de otras diez parcelas. Linda por el sur con la parcela contigua, al norte y al este con una zona verde y al oeste con la Rúa Tomada, de tráfico rodado. La rasante natural del terreno desciende sensiblemente hacia el oeste.
Se trata de una vivienda en hilera en una parcela de reducidas dimensiones. La disposición de espacios y usos planteada en el proyecto pretende dar respuesta a las condiciones particulares de orientación y topografía de la parcela así como a sus limitadas dimensiones, que penalizan el posible aprovechamiento de los espacios exteriores.
La presencia de la edificación adosada en la orientación sur condiciona el soleamiento de los espacios vivideros y exteriores y sugieren una implantación singular en el terreno.
La vivienda establece una relación esencial con la parcela, a través del contacto directo desde las plantas a cota del acceso rodado y peatonal, salvando el desnivel entre ambas con la pendiente del terreno. El edificio se separa en gran medida del suelo, permitiendo por un lado su mayor aprovechamiento y disfrute para esparcimiento y llevando a las plantas superiores las estancias principales de la vivienda, con mejores vistas y soleamiento.
Se opta por apoyar puntualmente el volumen edificado para liberar el máximo espacio posible a cota del terreno, consiguiendo una zona más aprovechable para garaje así como para espacios de servicio bajo el cuerpo construido.
La planta principal queda a nivel con la zona de máxima cota de la parcela y en ella se distribuye de forma diáfana la zona de día que asoma a una amplia terraza con buena orientación oeste. La planta primera alberga la zona de noche, con los dormitorios y núcleos húmedos de servicio.
La fachada se proyecta pensando en una disposición de huecos que permita una buena iluminación de los espacios interiores y formalmente confieren una imagen unitaria al conjunto de la vivienda. Los materiales, hormigón y policarbonato, refuerzan el juego compositivo establecido entre huecos y macizos así como la relación entre los volúmenes del núcleo de escaleras y el prisma cúbico en que se desarrolla la vivienda, dotando al conjunto de una fuerte presencia.
Obra: Casa Guitián
Autores: Villacé y Cominges (José Villacé y Martín de Cominges Carvallo)
Estructura: Antonio Reboreda Martínez
Colaboradores estudio: María del Carmen Pintos Pavón, Mónica Costas Armada, Alfonso Leyaristy Martínez de la Escalera, Ramón Ojea Martínez de la Escalera.
Aparejador: Jordán Romero Sobral
Promotores: Pablo Guitián Iglesias
Constructor: ATCON SL
Fecha: 2010 – 12
Situación: Rúa Tomada n. 9, San Pelayo de Navia, Vigo, Galicia, España
Fotografías: Villacé y Cominges
Hace unas semanas me mandó un correo electrónico Lucía Martínez Alcalde, alumna de quinto curso de Filosofía y Periodismo de la Universidad de Navarra, en el que me decía que es responsable de la sección de arquitectura de un monográfico que están preparando para un proyecto sobre Hitchcock y el miedo, y por eso me solicitaba hacerme una entrevista.
Siempre me ha interesado Sir Alfred y su habilidad para manioular la arquitectura, recuérdese que ejerció como escenógrafo antes de ser director, por lo que acepté y Lucía me mandó unas preguntas incisivas y tan complejas, que cada una de ellas casi merecería una tesis.
No se puede profundizar mucho en una entrevista, pero creo que mis contestaciones podrían ser útiles a quienes les interesen las relaciones entre cine y arquitectura y por eso las transcribo a continuación:
«En la entrevista que le hicieron en el Studio Banana afirma que «el cine y la arquitectura se necesitan el uno al otro». La influencia de la arquitectura en el cine puede verse más fácilmente, pero ¿En qué influye el cine en la arquitectura? ¿Realmente es una relación bidireccional?»
Primero querría precisar que hoy en día en vez de hablar de cine, que es un espectáculo en recesión, es más correcto generalizar y pensar en las imágenes en movimiento, que pueden aparecer desde en la gran pantalla de un Imax, hasta en la diminuta de un móvil. Teniendo esto en cuenta, la realidad, que ha ido cambiando con el tiempo, está cada vez más «espectacularizada», cada vez estamos rodeados de más pantallas y la arquitectura que construye espacios en esta realidad no puede disociarse de las imágenes en movimiento, que influyen tanto en los recuerdos y la mente del arquitecto cuando proyecta, como en la edificación de grandes complejos basados en ellas, y en la construcción de edificaciones para el espectáculo o directamente dentro de entornos virtuales.
«Los espacios en los que nos movemos -la propia casa, el lugar de trabajo, la calle, la ciudad…- nos pueden generar diferentes emociones ¿Qué peso tiene el diseño arquitectónico en esto?»
No entiendo mucho de emociones, pero creo que surgen de muchas fuentes, sin duda, una de ellas puede crearse con la calidad del diseño de los espacios. Basta recordar que las catedrales góticas estaban construidas para asombrar y provocar sensaciones a los feligreses, lo mismo que sucedió con la arquitectura del Barroco, que además se convirtió en un eficaz medio de propaganda de las creencias y fastos eclesiales.
«¿Cómo cree que la arquitectura puede generar tensión o miedo?»
Sinceramente no tengo ni idea, ni como arquitecto, ni como persona, me interesa generar miedo, pero supongo que, como decía antes, si se logró que la gente se sintiese emocionada espiritualmente, con la arquitectura también se podrá conseguir generar tensión e incluso terror.
«Hay algunos elementos arquitectónicos que Hitchcock utiliza recurrentemente para crear suspense o miedo, como las escaleras y las ventanas, objetos que son muy cotidianos… ¿Cómo los convierte en elementos para crear esas emociones?»
Una de las formas de crear tensión consiste en introducir lo anormal en lo normal, y si esto último además es habitual y cotidiano, el efecto será aún mayor. La ventana y la escalera son elementos arquitectónicos muy empleados y conocidos por el espectador, pero tienen unas características con las que un cineasta hábil puede jugar. En el caso de la ventana hay un marco, similar al de la pantalla que está mirando el espectador, que limita la visión y al mismo tiempo suele haber una distancia entre el observador oculto situado en un interior y lo observado que está en el exterior o en otro ámbito -puede haber más de una ventana-teniendo en cuenta que observador y observado no pueden alcanzarse con rapidez a causa del cristal; el marco y la separación logran generar la tensión y el suspense. En cuanto a la escalera, comunica planos situados a distintas alturas, que tienen características diferentes entre sí -por ejemplo, un espacio publico y otro privado- pero, al contrario que la ventana, la escalera permite el acceso entre ellos, mientras transcurre el tiempo que tarda un personaje en transitar por sus peldaños, a ello se añade la oportunidad de colocar la cámara en distintas posiciones o moverla acompañando al personaje, enfatizando las sensaciones que se quieren transmitir o provocando el suspense.
«Hitchcock también tiene una habilidad especial para hacer de las casas lugares amenazantes, a pesar que en principio, una casa, un hogar, es un sitio de intimidad, de seguridad, de tranquilidad ¿Cómo lo consigue?»
Con las casas sucede lo mismo que con los elementos antes mencionados, cuanto más conocidos sean, mayor es la posibilidad de introducir elementos extraños que provoquen sorpresa y tensión. No se debe olvidar que en las pantallas no sólo se muestran los espacios, sino que el cineasta usa instrumentos para provocar emociones, por ello, aunque la forma de esos espacios sea especial no tiene por qué ser el único elemento inquietante, porque se puede jugar con la música, los sonidos extraños y un montaje de imágenes que provoquen esa amenaza.
«¿Podría calificarse la escenografía de las películas como arquitectura efímera?»
Si se habla de decorados, la escenografía puede calificarse de ese modo en cuanto a los materiales con que se crea y porque suele destruirse o modificarse después del rodaje, pero al mismo tiempo queda fijada para siempre en el celuloide, mientras que edificaciones construidas con materiales más sólidos y perennes se van deteriorando y pueden terminar desapareciendo.
«¿Y como arquitectura fragmentada?»
También se puede calificar así, porque lo que aparenta ser un único edificio en las pantallas, puede haber sido rodado en varios decorados o edificaciones existentes, situadas en lugares muy distantes entre sí.
«¿Le parecen adecuados / importantes / interesantes los estudios transversales de arquitectura que trabajan con otras disciplinas, por ejemplo, OMA de Koolhaas?»
Me parece tan fundamental que llevo haciéndolo desde que acabé mi carera de arquitecto. De todos modos, creo que los profesionales con una obra más notable siempre han sido seres con curiosidad y les ha fascinado todo lo que les rodea, ya sea la naturaleza, como el arte o la imagen en movimiento.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, marzo 2013
Hans Scharoun (1893-1972), el arquitecto alemán conocido por diseñar la Filarmónica de Berlín (1956-1963) y la casa Schminke (1932-1933) en Löbau, construyó fiel a las bases del Funcionalismo. Pero su obra fue difícilmente clasificable. Al terminar la Primera Guerra Mundial, a la que se alistó como voluntario, interrumpiendo sus estudios de Arquitectura, se estableció como arquitecto en la ciudad de Breslau. Allí desarrolló sus primeros proyectos y organizó varias exposiciones, entre ellas, la primera exposición del grupo expresionista Die Brücke.
El documental ARQUITECTURA IMAGINARIA recapitula la vida del arquitecto con ejemplos cronológicamente seleccionados: a la esperanza del despertar de los primeros proyectos de los años 20 sigue una obligada retirada profesional durante el nacional-socialismo. Es entonces cuando desarrolla no pocas obras imaginarias en las que se aprecia su anhelo por realizar símbolos colectivos. Años después de la guerra fue cuando obtuvo el reconocimiento de su original concepción arquitectónica.
Tráiler del documental sobre el arquitecto Hans Scharoun, editado por la Fundación Caja de Arquitectos.
Director del documental: Hartmut Bitomsky
Título original: Imaginäre Architektur-der Baumeister Hans Scharoun (Alemania, 1993-65′)
Vivienda en Carril, Pontevedra [Galicia] | Fotografía: José Ramón Hernández Correa
Vaya por delante que todo edificio, de cualquier época y lugar, ha sido siempre pensado y dirigido por uno o varios “arquitectos”, entendiendo por tales a quienes han previsto, antes de construirlo, si iba a caber en el solar, cómo se iban a distribuir sus dependencias, cómo se iba a construir y cuánto podría costar; y durante su construcción han ido comprobando si se adaptaba a las previsiones o si había que cambiar algo.
Por lo tanto, el título de este artículo se contradice desde el principio: Toda arquitectura tiene arquitecto. Tradicionalmente los arquitectos eran el dueño del edificio y el maestro albañil. La arquitectura se realizaba improvisando mucho y, con tan sólo una ligera intuición, marcando la planta del edificio en el terreno. Se trazaban los muros de carga (“trazas”) y de ahí se tiraba para arriba.
No caeré yo en el vicio típico de este mundo post-post-moderno de ensalzar con nostalgia las cosas espontáneas, incultas y primitivas en detrimento de las alumbradas por la técnica, el cálculo, la ciencia y la cultura. Yo cuando tengo problemas de salud voy al médico, no al curandero.
Por eso mismo, entiendo que nuestra carrera (exigente y apasionante) habrá servido para algo, y que los arquitectos titulados lo sabremos hacer mejor que los amateurs.
Parece que esto es indiscutible en edificios con cierta complejidad técnica, pero también parece evidente que los arquitectos actuales hemos perdido la espontaneidad, la ingenuidad y la acción directa de los maestros constructores de otrora.
Nuestros métodos son muy diferentes. Las casas tradicionales de los pueblos son laberínticas. Su trazado es, en buena medida, fruto de la improvisación y de la yuxtaposición, y sus habitaciones se adaptan una a una a la topografía. Las actuales, las de “arquitecto titulado” suelen estar más previstas, mejor resueltas en muchos aspectos, pero también son siempre parecidas, y bastante más rígidas y monótonas.
En la foto que muestro se ve una deliciosa casa. Seguramente es incómoda y fría, y tal vez su distribución sea la consecuencia de haber ido añadiendo cuerpos sobre la marcha. Es posible que para pasar a una habitación haya que atravesar otra, e incluso que alguna sea ciega. Esas cosas han pasado siempre. Pero, a pesar de todo, nos gusta por ese punto romántico, evocador y un poco disparatado que exhibe, y nos hace ver magia donde sólo hay imprevisión y desorden.
Por el contrario, al fondo a la derecha se ve un edificio de pisos en construcción, con una serie de balcones todos iguales, la planta rectangular y las fachadas chapadas de granito. Ese edificio estará mucho mejor aislado, acondicionado, iluminado, etc, pero no tiene gracia, ni emoción. Ha perdido la ingenuidad de lo incalculado, la sorpresa, la aventura de habitar la cueva primigenia (si se me permite la cursilada).
Del mismo modo, la ordenación urbanística que hacemos los técnicos tiene calles amplias, bandas de aparcamiento, zonas verdes e instalaciones eficientes, pero ya no tiene esas placitas casuales que se forman por el mero ensanchamiento irregular de una calle, ni esos rincones, ni esos espacios urbanos residuales tan agradables, donde surgen la convivencia y la sorpresa.
Los arquitectos titulados tenemos una gran competencia para hacer muchas cosas, y para hacerlas con lógica, cálculo (y una normativa exhaustiva e infumable), pero sería bueno que de vez en cuando supiéramos limpiar un poco nuestras mentes y nuestras telarañas, renovar nuestra mirada y pensar de otra manera. O pensar menos.
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · marzo 2013
Una tarde de domingo en Plaza Malvinas (La Plata, Argentina) | Fotografía: Aldo Facho Dede
No es un domingo especial, es uno de tantos en los que el clima acompaña las ganas de salir a caminar y jugar en cualquiera de las plazas de la ciudad. Nuestra preferida es la plaza Islas Malvinas, quizás porque es la más «urbana», es decir, la que combina generosos espacios abiertos con un Centro Cultural y un café-restaurante. Dependiendo del fin de semana podemos encontrar ferias de artesanos, de pequeños productores locales, espectáculos «a la gorra» que van desde magos, cuenta-cuentos, malabaristas, titiriteros, payasos… sesiones de tango, de bailes folclóricos… en fin, cualquier actividad que genere interacción social, y es que el sentido de los Espacios Públicos es ese: generar un espacio propicio para la los ciudadanos se relacionen, interactúen, intercambien… generen sociedad.
«y es que el sentido de los Espacios Públicos es ese: generar un espacio propicio para la los ciudadanos se relacionen, interactúen, intercambien… generen sociedad.»
Plaza Malvinas (La Plata, Argentina)
Pedro Pesci en la revista A/mbiente (Nº103 – 2010) escribe:
«Desde lo estrictamente conceptual, el espacio público es todo aquello que no es de propiedad privada. A partir de esa definición el Derecho Romano definía esto como la RES-PUBLICA, lo de dominio público, lo que es de dominio de toda la sociedad. También está asociado al concepto de bien común o para todos. Estas asociaciones llevan al concepto de estado y de ahí se deriva el concepto de República.»
El espacio público es la gran conquista de la ciudad de la sociedad. Es el «escenario» de la vida social. (P. Pesci) Para que un espacio sea «público» no se necesita solamente que sea «abierto», sino que sea propicio para la interacción social, es decir, que la gente pueda usarlo en libertad. Es por ello que debemos saber diferenciar cuando un espacio abierto es para el uso público (espacio público) o es un monumento urbano conmemorativo, asociado al poder.
«El espacio público es la gran conquista de la ciudad de la sociedad. Es el “escenario” de la vida social.»
Una tarde de domingo en Plaza Malvinas (La Plata, Argentina) | Fotografía: Aldo Facho Dede
Un Espacio Público debe ser lo suficiente diáfano como para permitir el desarrollo de diversas actividades a través de los años, pero a su vez debe tener la suficiente impronta como para ser identificado como un bien social.
«En una sociedad democrática el Espacio Público lejos de ser una representación de algún poder, es un ágora convocante, el espacio de «todos» y para «todos», es por ello que sus símbolos deben ser cívicos y no políticos.»
Una tarde de domingo en Plaza Malvinas (La Plata, Argentina) | Fotografía: Aldo Facho Dede
«El espacio público es uno de los valores que una sociedad debe proteger y potenciar. La ausencia de espacio público muestra ausencia de una sociedad cohesionada y es muchas veces símbolo de una sociedad de guetos o segregada por clases o clanes.» (P. Pesci), ese es el gran peligro de nuestras ciudades. En las últimas décadas hemos sido partícipes de una exacerbación de lo individual sobre lo colectivo, lo que nos ha llevado a modelos de ciudad «in-urbanos», es decir, carentes de valores de urbanidad. Barrios cerrados, calles valladas, urbanizaciones amuralladas…
«Las peores ciudades de nuestro continente en términos de seguridad son lugares donde se ha perdido el espacio público en el sentido de relaciones y no en lo meramente físico (la existencia en sí). Esto ha ido generando miedo a estar en él, a usarlo. Este miedo lleva a abandonarlo, a excluirlo de nuestras preocupaciones y volver a recluirnos en las casas, los shoppings o en los autos.» (P. Pesci), este es el fracaso más grande de nuestra sociedad como tal, la pérdida de lo colectivo, la atomización del espacio abierto en pequeñas parcelas privadas, la sustitución de lo público por espacios de consumo. El caso más evidente son los centros comerciales, que nos llevaron a cambiar el paseo dominical por las calles de nuestras ciudades a edificios que intensifican el consumo sin generar ningún tipo de beneficio para la ciudad. No es que esté mal que existan, solo que debemos regular su emplazamiento para generen sinergias positivas en vez de impactos negativos.
«El espacio público es uno de los valores que una sociedad debe proteger y potenciar».
Una tarde de domingo en Plaza Malvinas (La Plata, Argentina) | Fotografía: Aldo Facho Dede
Lo Público es lo de Todos, y es justamente ese carácter social lo que sustenta su viabilidad. Si solo evaluamos el «costo» de implementación y mantenimiento de un espacio público pude aparentar ser un «mal negocio» para la ciudad, pero si analizamos todos los beneficios que éste trae consigo termina siendo un gran negocio: integración, inclusión, intercambio comercial, esparcimiento, ocio, salud, seguridad… ¿cuánto constaría compensar todas estas variables? ¿Saben lo que se ahorra una ciudad en salud manteniendo grandes espacios públicos donde la gente haga deporte, y en seguridad ofreciendo espacios de interacción?… DEBEMOS entender la ciudad como el espacio de TODOS, donde el pequeño aporte de cada uno se maximiza en lo colectivo.
«La gente en la calle, la gente relacionándose, aprendiendo a convivir genera cultura social, genera una sociedad más justa. No debemos perder el bien común, la RES-PÚBLICA.»
(P. Pesci)
Una tarde de domingo en Plaza Malvinas (La Plata, Argentina) | Fotografía: Aldo Facho Dede
Aldo G. Facho Dede · Arquitecto Autor del Blog Habitar: Ambiente+Arquitectura+Ciudad
Lima · marzo 2013
El programa cultural intemción, presenta para su segundo acto de esta edición – miércoles 6 a las 19:45h – el proyecto de reurbanización del ámbito de San Clemente en Santiago de Compostela. Un espacio creado y presentado por el estudio de arquitectura Ábalo y Alonso.
Además se contará con la presencia del estudio de diseño desescribir, autores del libro dedicado a este espacio, con el arquitecto municipal Javier Fernández y el fotógrafo de arquitectura Héctor Santos-Díez.
Un equipo y cuatro perspectivas profesionales que colaboraron en la reurbanización de este espacio y en acercárnoslo a todos nosotros.
intemción. Reurbanización San Clemente en Santiago de Compostela
6 de marzo, 19:45h
Librería Formatos
Fernández Latorre 5 – A Coruña
Galicia, España + intemcion.blogspot.com.es
Rehabilitación como hotel de una antigua villa de campo de 1826, Pied de la Plagne, Francia [ JKA y FUGA]
A menudo se tiende a pensar que la modernidad, que la vanguardia está enfrentada a la tradición o a lo vernacular. Este razonamiento válido para casi cualquier disciplina de la vida cotidiana se ve amplificado en el campo de la arquitectura. En los entornos rurales de nuestro paisaje puede comprobarse con claridad esta mentalidad, en aras de la cual, se han levantado edificios o neo-caseríos que imitan en cartón piedra los rasgos estilísticos de los edificios tradicionales, pero que no son más que un mero falsete de la tipología original. Por lo general su adaptación al terreno es pésima, cuando ésta es precisamente una de las claves del caserio tradicional. Las laderas de los valles se aprovechaban para dar acceso a las cargas hacia la ganbara, mientras las personas o los animales accedían por la planta baja, mientras en la actualidad la modificación radical de la topografía es el punto de arranque de cualquier proyecto de este tipo.
Es digno de comentar además, como las distribuciones de estos edificios con forma y decoración de caserio presentan espacios interiores que reproducen los apartamentos urbanos de cualquier ciudad, demostrando por lo tanto, que la falta de imaginación que ya se podía intuir en sus fachadas se recrudece en su interior.
Una falta de imaginación de la que nunca adoleció el modelo original, ya que este, visto desde nuestro tiempo como una joya del pasado, fue un grito de modernidad y de vanguardia en su tiempo. Ninguna familia del siglo XVII hubiese aceptado vivir en una casa obsoleta o si se prefiere, no optimizada a su modo de vida. ¿Por que entonces en la actualidad se da esta paradoja?
Por algún extraño mecanismo, se tiende a confundir el respeto al paisaje, a la tradición o a nuestros pueblos, con la copia adulterada y deslavazada del original, sin pararse a pensar que desde la actualidad pueden proponerse nuevas fórmulas, nuevos modelos o tecnologías que partiendo de los valores de la arquitectura tradicional los actualicen y adapten a un nuevo mundo y a unos nuevos modelos de vida.
Nadie puede negar que la belleza de multitud de los núcleos rurales que adoramos, reside en la calidad de sus arquitecturas y en como éstas fueron dispuestas en el territorio, pero tampoco se podrá negar que las lógicas que gobernaron esas decisiones distan mucho de las que en la actualidad podrían tomarse como punto de partida. La coexistencia de ambos modelos es una necesidad y una obligación, pero tanto los ciudadanos como las administraciones que regulan los marcos legales deberían apostar por la modernidad. Una modernidad entendida como aquella capaz de proponer arquitecturas que den respuesta a cuestiones de nuestro tiempo, como son el medio ambiente, la economía, la energía o los nuevos modelos de unidad convivencial y que además ponga en valor y se muestre respetuosa con las claves que determinaron la belleza de estos entornos.
Rehabilitación como hotel de una antigua villa de campo de 1826, Pied de la Plagne, Francia [ JKA y FUGA]
Un buen ejemplo de un edificio que apuesta por esta convivencia de modelos, es el recientemente inaugurado y proyectado de forma conjunta por los estudios franceses JKA y FUGA.
El proyecto es especialmente señalado si tenemos en cuenta que se trata de la rehabilitación como hotel de una antigua villa de campo de 1826, situada en el casco histórico de Pied de la Plagne y que fue catalogada como un hito de la arquitectura tradicional de la región por la administración francesa.
Sabedores de que el valor de esa arquitectura tradicional recae fundamentalmente en su gran volumen compacto, en su cubierta protectora y en la madera característica de la región que recubre sus fachadas, los arquitectos centraron sus esfuerzos en el mantenimiento y si cabe la potenciación de estos puntos clave.
Rehabilitación como hotel de una antigua villa de campo de 1826, Pied de la Plagne, Francia [ JKA y FUGA]
Pero evidentemente un cambio tan importante en el uso del edificio, el paso de una villa unifamiliar a un hotel rural, requería de modificaciones del modelo original. Uno de estos puntos de fricción entre ambas estructuras fue el de la necesidad de buscar mayor entrada de luz natural. La subida del número de habitaciones ligadas al uso hotelero motivó la necesidad de abrir un mayor número de ventanas en la fachada. Para ello los arquitectos recurrieron a las técnicas tradicionales de recorte en la tablazón de madera del revestimiento, pero en lugar de imitar los motivos vernaculares, plantearon un modelo geométrico más sencillo y uniforme, más adecuado no ya a los gustos, sino a las técnicas constructivas de la modernidad. De este modo la imagen final del edificio navega entre el pasado y el futuro, no entra en colisión con los edificios antiguos que lo rodean, pero tampoco cede el valor de su actualidad y vigencia.
Suele decirse que uno de los éxitos de la gran aceptación que tienen las nuevas tecnologías, reside en que éstas, están pensadas para hacer la vida más fácil y agradable, cuestión que conecta rápidamente con las aspiraciones de cualquier usuario. Del mismo modo podría interpretarse que la arquitectura actual debe seguir esta idea de éxito y preocuparse por facilitar la vida a sus usuarios, resolviendo los problemas y las necesidades concretas que estos le planteen, para asegurarse que el ciudadano medio apueste decididamente a favor de la modernidad.
Rehabilitación como hotel de una antigua villa de campo de 1826, Pied de la Plagne, Francia [ JKA y FUGA]
íñigo garcía odiaga . arquitecto
san sebastián. febrero 2013
«El proyectar exige que se comprenda el orden. Cuando tenemos que vérnoslas con los ladrillos o proyectamos con ellos, debemos preguntar al ladrillo qué quiere o qué puede hacer, Y si preguntamos al ladrillo qué quiere, responderá: “Bueno, querría un arco». Y entonces diremos: «Pero los arcos son difíciles de hacer. Son más costosos. Creo que el cemento iría igualmente bien por encima de tu apertura». Pero el ladrillo replica: «Ya sé, ya sé que tienes razón, pero si me preguntas qué prefiero, yo quiero un arco». Y uno dice: «Pero bueno, ¿por qué eres tan terco?». Y el arco dice: «¿Puedo hacer una pequeña observación? ¿No os dais cuenta de que estáis hablando de un ser, y que un ser de ladrillo es un arco?».
Lo moderno, o quizá lo nuevo, siempre ha pasado por ser algo bueno. Uno quería o perseguía ser moderno, o parecerlo, hasta que cayó en la cuenta de que lo moderno fue ayer y que el suspiro del presente era inasible, y la aspiración de modernidad, también. La historia y la edad por suerte, ayudan a entender, y le dicen a uno que en realidad lo que quiere ser no es moderno sino contemporáneo, un tipo de la época en la que vive, y por fin entiende el concepto de zeitgeist y pretende vivir de acuerdo al mundo en el que le ha tocado vivir, un mundo contemporáneo y claro, moderno, aunque una cosa y la otra no sean equivalentes.
Paul Rudolph delante del edificio de Arte & Arquitectura, 1963 | paulrudolph.org
En arquitectura, nadie se autodefiniría como moderno (excepto en las revistas más vulgares) ni querría que su arquitectura fuera moderna, ya que todo el mundo sabe lo que es la arquitectura moderna, asociada a un determinado periodo histórico que ya hemos dejado atrás. Tan atrás que hasta Philip Johnson hace casi sesenta años ya señaló cuáles eran las sietes muletas, o muletillas, de la arquitectura moderna, que aún existía como tal. Eran, según Johnson, siete: la historia, los dibujos bonitos (que no son arquitectura sólo por ser bonitos), la utilidad, el confort, lo barato, el servicio al cliente y la estructura; (history, pretty drawings, utility (usefulness), confort, cheapness, serving the client, structure). A pesar de todo, no puede decirse que estuviera muy acertado y un análisis no muy profundo podría desmontar muchas de esas ideas, empezando quizá por la de una arquitectura moderna y a la vez pretendidamente barata, por no hablar de una arquitectura que proporcionara confort y servicio al cliente, ideas que no están en absoluto presentes en algunas de los edificios más conocidos de la arquitectura moderna, que eran más bien todo lo contrario: caros, poco confortables y nada al servicio del usuario o cliente.
Dos años más tarde, Paul Rudolph convino que eran seis los determinantes de la arquitectura moderna, si bien no se refería a la arquitectura en general sino a la forma arquitectónica en particular, es decir, hacía una valiente y quizá osada equivalencia entre arquitectura y forma. En cualquier caso, los seis determinantes de la forma arquitectónica eran, para Rudolph: el entorno del edificio, su relación con otros edificios y el lugar; el aspecto funcional; la región, el clima, el paisaje y las condiciones de luz natural a las que uno se enfrenta; los materiales; las especiales exigencias psicológicas del espacio; y la relación con el espíritu de los tiempos. Resumiendo: entorno, función, clima y paisaje, materiales, exigencias psicológicas del espacio y zeitgeist. Habiendo sido Rudolph un formalista muy convencido, sorprende encontrar tantos condicionantes externos que poco parecían ser tenidos en cuenta en edificios más preocupados de la volumetría o la expresión de una materialidad sincera que del entorno, el clima o el paisaje.
En ambos listados, apenas coincidentes a pesar de la cercanía temporal, sorprende no sólo eso, la disparidad de condicionantes que ambos apuntan, sino también la ausencia de referencia alguna a uno de los conceptos en los que se inspirara originalmente el Movimiento Moderno y su arquitectura, que no es otro que el de Gesamtkunstwerk (obra de arte total). Es decir, no es extraño no encontrarlo en estos listados de Rudolph y Johnson, si con ellos, en cierto modo, también se están explicando ellos mismos y su arquitectura. Sin embargo, sí que parece una pérdida a lo largo del tiempo, de la arquitectura moderna y sus aspiraciones, más allá de la retórica maquinista de la casa como máquina de habitar y sus derivadas, que en cierto modo podrían asimilar esa aspiración de integración de todas las artes; o de todas las técnicas.
Texto por bRijUNi arquitectos: Beatriz Villanueva Cajide -Arquitecto y Master en Proyectos Arquitectónicos Avanzados (ETSA Madrid)- y Francisco Javier Casas Cobo -arquitecto y Master en Teoría, Análisis e Historia de la Arquitectura (ETSA Madrid).
El próximo Martes 5 de Marzo, en el marco del ciclo de conferencias “Foros Esarq 2013: Atmospheres. The sense of things” que organiza la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya, ESARQ-UIC, el arquitecto Arturo Franco, impartirá una ponencia con el título “Estados de Ánimo”. El acto, que será abierto al público, tendrá lugar a las 19:00 horas en el Aula Magna del Campus Barcelona de la UIC.
La conferencia que presenta Arturo Franco reflexionará sobre los trabajos realizados estos últimos años, los cuales pertenecen a un ideario vital y recurrente, a una manera de ser, de mirar y también de trabajar. Entre los ejemplos de los que hablará, aparecerán las tres intervenciones realizadas en el antiguo Matadero de Madrid, desde 2006 hasta 2012. Tal como especifica el conferenciante “tal vez sea el momento de emprender un viaje. Un viaje que nos lleve a través del tiempo, saltando sin orden aparente, recorriendo lugares muy distintos, situaciones presuntamente distintas, pensamientos cruzados, obras.”
Arturo Franco se licenció en Arquitectura en la Escuela Politécnica de Madrid y a partir de entonces empezó a compaginar la crítica arquitectónica, la docencia, la investigación y el ejercicio profesional con la misma intensidad. Durante diez años ha sido crítico de arquitectura del diario ABC y desde 2008 dirige la revista del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Actualmente es profesor asociado del departamento de composición arquitectónica en la Escuela Politécnica de Madrid y profesor invitado en de proyectos en la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha sido seleccionado entre los jóvenes arquitectos españoles con mayor proyección por el diario El País, la Fundación Caja de Arquitectos, El Ministerio de Fomento, Architectural Digest o 2G. Su obra ha sido reconocida con el primer premio por el Ayuntamiento de Madrid, el Colegio de Arquitectos, FAD, Saloni o los Swiss Architecture Awards.
Fecha: Martes, 5 de marzo de 2013 Hora: 19.00 h Lugar: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (ESARQ-UIC). Aula Magna -C/ Immaculada, 22, 08017 Barcelona
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