Después de la construcción del Edificio OROPOL SA en el municipio de Castelo de Paiva, la Unidad Industrial ha demostrado un crecimiento pródigo tanto en términos de empleados, clientes, máquinas y materias primas relacionadas con una de sus principales funciones, la relojería.
Con cada vez más perspectivas de crecimiento, empieza a resultar insuficiente para cubrir todos los proyectos y trabajos futuros.
OROPOL SA es una empresa de capital suizo que se dedica a la fabricación industrial y comercialización de productos de relojería, en concreto cajas, pulseras y cierres de relojes, actividad que ya ha contribuido y seguirá contribuyendo a la economía de la región, habiéndose instalado en Castelo de Paiva, en marzo de 2011.
Desde el principio hubo una analogía entre los Alpes suizos y el paisaje montañoso que se puede contemplar desde la fábrica.
Este paisaje se va desmaterializando y culmina en el río Duero.
Dado el terreno desocupado hacia el este, se está evaluando esto y la intención de ampliar la Unidad Industrial existente a este cuadrante con una huella similar al edificio existente (2700m2).
El objetivo de este proyecto de ampliación es principalmente seguir aumentando la producción y el número de empleados.
De esta forma, se convierte en una Unidad Industrial más autónoma y con más capacidades de futuro.
El edificio se caracteriza por 2 plantas y sótano técnico, todos ellos con características diferentes.
La planta sótano existente: dedicada exclusivamente a equipos de ayuda a la producción que no sufrirá ninguna modificación.
La planta baja actual: internamente cuenta con un área de entrada con hall, área de recepción y respectivos espacios de apoyo: sala de reuniones e instalaciones sanitarias para clientes.
El resto de la zona se organiza de la siguiente manera: sala de ascensor, hueco de escalera con acceso directo al exterior, zona de trabajo, planta -1 y acceso a segunda planta.
Contiguo a las comunicaciones verticales, instalaciones sanitarias masculinas y femeninas de apoyo al espacio de trabajo.
Finalmente, en la parte trasera hay una zona técnica donde se colocó el equipamiento técnico.
Así, a través de un paso cubierto y cerrado hacia el este, se ampliará la misma planta, con una ubicación separada del edificio actual en unos 8 metros, permitiendo espacios de ocio al aire libre y sobre todo diferenciando arquitectónicamente ambos edificios con imágenes distintas.
Este piso también se dedicará a trabajar con la inclusión de máquinas CNC, se incluirá un aumento del área dedicada a instalaciones sanitarias para cubrir nuevos empleados, oficinas de apoyo, comunicaciones verticales rodeando un nuevo montacargas que dará servicio a este piso y al nuevo Piso a diseño que se comunicará de igual manera con el existente. En la parte trasera de esta ampliación habrá una zona dedicada al área técnica.
En el piso actual se mantendrán todas las áreas, a saber, instalaciones sanitarias, sala de reuniones, instalaciones sociales, área de trabajo donde se encuentran las máquinas de pulir y lavar repuestos.
A través de esta planta, como se ha comentado anteriormente, se accede a la nueva ampliación a través de un pasillo cubierto y cerrado, que dará acceso al nuevo edificio, un espacio dedicado exclusivamente al trabajo (pulidoras y lavadoras), se promociona esta planta. con comunicaciones verticales a la planta inferior mediante escalera interior y montacargas, instalaciones sanitarias de apoyo a los empleados y finalmente, situada en la parte trasera del edificio habrá una escalera metálica exterior, para cumplir con la legislación de seguridad contra incendios como forma de evacuación en caso de emergencia.
Con la imagen del nuevo edificio se pretende crear un enfoque arquitectónico más audaz y diferenciado entre ambos edificios, pero a la vez amigable.
Esta solución, de carácter más audaz, con preocupaciones térmicas, aprovecha estéticamente las lamas que a veces crean momentos de sombra y otras veces crean momentos de luz más tenue y controlada.
Al igual que en el edificio existente, el predominio de la madera es un punto relevante y afirma la imagen del edificio, de ahí que los enchapados del nuevo edificio busquen cierta simbiosis con el actual, siendo el lacado de los enchapados alusivo a la madera.
Se trata de un edificio más neutro, sobre todo en el interior, en el que la madera ya no existe y la estructura se materializa en una estructura de hormigón pintado de blanco.
En cuanto a la disposición exterior, era necesario un rediseño completo, tanto en términos de estacionamiento como en términos de aprovechar todo el espacio posible en los cuadrantes norte y este. Se construirá un muro de gaviones en forma de terraza en todo el fondo del terreno, manteniendo parcialmente un talud como zona verde y finalmente manteniendo la valla metálica existente en la “cresta” del terreno como final de los límites siguientes. al camino de servidumbre a las propiedades adyacentes.
La tercera edición de los Premios Arquitectura 2024, organizada por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) con el patrocinio oficial de COMPAC®, se presenta con una convocatoria ampliada, consolidándose como uno de los máximos reconocimientos del sector arquitectónico. Descubre las novedades que enriquecen la participación y el impacto de estos prestigiosos premios.
Ampliación de Categorías y Participación
Este año, el Premio de Arquitectura Española y el Premio de Urbanismo Español adquieren entidad propia, independientemente de las obras finalistas a Valores. Esta modificación amplía la recepción de propuestas y refuerza el compromiso de los premios con la sociedad, incluyendo más proyectos que contribuyan al bienestar colectivo, la preservación de valores culturales y el equilibrio medioambiental y territorial.
Alianza Renovada
Tras la presentación, el CSCAE y COMPAC® han renovado su alianza mediante la firma del convenio anual, asegurando la continuidad de los Premios ARQUITECTURA.
Plazo y Requisitos de Participación
El plazo de presentación de propuestas finalizará el 28 de febrero de 2024. Se podrán presentar trabajos finalizados entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2023, y al Premio a la Permanencia podrán optar obras finalizadas hace 20 años.
Categorías Destacadas
En esta convocatoria, el Premio de Arquitectura Española y el Premio de Urbanismo Español son categorías independientes, permitiendo una mayor diversidad de propuestas y aumentando el número de proyectos finalistas. Descubre las categorías que destacan los valores universales, culturales, artísticos, profesionales y éticos, así como los reconocimientos especiales como el Premio Permanencia.
Reconocimiento Integral
Los Premios Arquitectura no solo distinguen a los autores de las propuestas, sino también a sus promotores, administraciones o entidades, destacando su implicación en el proceso y su apuesta por la calidad que beneficia a la ciudadanía.
Historia y Contribución Social
Desde su inicio en 2021, los Premios ARQUITECTURA han transformado el reconocimiento del sector, acercando la arquitectura a la sociedad y destacando su papel en la mejora de la habitabilidad, acceso a viviendas dignas, diseño de espacios públicos y la preservación cultural y medioambiental.
Declaraciones de la Presidenta y Patrocinador Oficial
La presidenta del CSCAE, Marta Vall-llossera, comparte su entusiasmo por el éxito previo de los premios y la expectativa para esta nueva edición. COMPAC®, como patrocinador oficial, reafirma su compromiso con la calidad arquitectónica y el apoyo a los profesionales del sector.
Participación y Cronograma
Los profesionales de la arquitectura están invitados a participar en esta edición, que va más allá del reconocimiento tradicional de la obra arquitectónica. El plazo para presentar propuestas concluye el 28 de febrero de 2024, y se darán a conocer las obras seleccionadas y finalistas en abril y mayo respectivamente. La ceremonia de entrega de premios está programada para junio.
Información y Convocatoria
Toda la información necesaria para participar en los Premios ARQUITECTURA 2024 está disponible en www.premiosarquitectura.org.
¡Descubre cómo tu obra puede contribuir a un futuro mejor, más justo y sostenible!
La primera vez que estuve en Weimar, en la Escuela de Arquitectura que funciona en el edificio de Henry van de Velde (1863-1957) construido como sede de una Escuela de Arte que se transformó después en la Bauhaus, me sentí intimidado.
Desde que entré en nuestra Facultad de Arquitectura en 1955, el nombre Bauhaus era muy sonoro y señalaba una experiencia que los estudiantes de entonces estábamos obligados a conocer. Y en los años posteriores inevitablemente caían en manos de uno textos, comentarios o libros que trataban sobre lo que ella había significado para el desarrollo del diseño y el modo como influía en los métodos docentes utilizados en la mayor parte de las Escuelas de Arquitectura de esos tiempos. Estar en la que había sido su sede inicial tenía para mí, pues, como lo tendría para cualquier compañero de generación, una especial repercusión.
Sentía algo parecido a lo que se siente en muchos lugares de Alemania: que allí han pasado cosas que marcaron muy fuertemente al mundo, para bien o para mal, y que uno, aún desde muy lejos, en cierto modo fue testigo de sus consecuencias o tuvo noticia viva de ellas. Testigo lejano pero testigo al fin. Es el privilegio o, visto de otra forma, el peso que tiene en ese país y su cultura, el haber protagonizado episodios decisivos muy frescos aún en la memoria colectiva universal.
Me asaltaba una actitud reverencial el caminar por el edificio. En los descansos de las escaleras secundarias podía ver los murales de algunos de los maestros tantas veces nombrados, pintados simplemente (y por eso constantemente restaurados), porque se trataba de gestos espontáneos que no aspiraban a la permanencia. A ambos lados de la escalera principal sendos bustos de Van de Velde y Walter Gropius añadían un toque de solemnidad.
Mi tercera visita
Pero esta era mi tercera visita y en fin de cuentas estaba en una Escuela de Arquitectura, una más, eso era todo. Las resonancias personales1 cedieron espacio a la realidad de estos centros de enseñanza, bastante parecidos en lo esencial a la Escuela en la que me formé, la de aquí, hoy transformada por los años pero no tan distinta de la que conocí como estudiante, siempre referencia cada vez que visito otra, por más distinta que parezca.
Y es que la enseñanza de la arquitectura difiere muy poco hoy, pese a todas las invasiones tecnológicas, de lo que ha sido desde los tiempos Beaux Arts, hace más de tres siglos: una experiencia de Taller dirigida por un profesor y sus ayudantes, en la que el estudiante aprende a partir de la prueba y el error; y sus aproximaciones a la arquitectura se van enriqueciendo con los conocimientos técnicos y el desarrollo de destrezas. Y cuando uno discute los trabajos con los alumnos, lo cual ya había hecho en anteriores visitas, al ver sus inseguridades, oír de sus expectativas, resulta evidente que entre la gente más joven de aquí y de allá hay más similitudes que diferencias.
Las verdaderas diferencias, las que conformarán la arquitectura que algunos de ellos producirán, son las diferencias culturales de la sociedad en la que viven. Son ellas las que los trascenderán, las que modelarán su proceder por encima de sus particularidades personales, dictarán sus conductas.
Esas diferencias se expresan fundamentalmente en la ciudad. Es la ciudad la que muestra el desarrollo cultural, es su portadora podría decirse. Y cuando uno se da cuenta que nuestra dirigencia olvida que en la forma de la ciudad,2 en su dinámica vital, en su capacidad de ser lugar democrático de tolerancia y convivencia, es donde se concreta y se expresa una acción política, hay mucho espacio para nuestro desaliento.
Una referencia al contexto
La ciudad venezolana es la muestra de que nuestras condiciones de trabajo y el medio que condiciona nuestra arquitectura están a una enorme distancia de las de un país como Alemania. Y por ello hablar del trabajo personal sin ensayar una referencia al contexto, me parece una omisión imperdonable. Como eso no siempre es posible, lo que está más a la mano es intentar trasmitir lo que uno es. Hablo de las raíces culturales que le han dado forma a mis preferencias, de los obstáculos de actuar en un medio marcado por el atraso, donde la arquitectura está muy lejos de ser parte de la escena cultural.
Y por allí va mi discurso, intentando situar las preocupaciones, las búsquedas, lo que considero aciertos. Me doy cuenta al hacerlo de las discontinuidades, de los caminos cerrados, de las dificultades a veces insuperables. Me muestro, podría decir, como parte de un medio lleno de pequeñas y grandes incoherencias, que también de algún modo me han marcado.
Aceptemos que hay historias personales diversas y que algunos por razones de temperamento o porque han vivido condiciones más o menos excepcionales (origen, medio, capacidad de adaptación) tienen una trayectoria más lineal, más predecible. Pero aún esas excepciones no hacen sino confirmar una regla problemática: un arquitecto en la Venezuela de hoy está y ha estado sometido a tensiones y exigencias radicalmente contradictorias que marcan lo que hace o espera hacer. Somos hijos de un medio en el que lo normal es la anormalidad ¿podemos ocultarlo? ¿es posible aparentar que no nos afecta?3
Y se me hacen evidentes otro tipo de diferencias, que podría llamar generacionales y que afectan claramente a los países latinoamericanos emergentes: los más jóvenes se esfuerzan en aparentar extrema coherencia.4 Pareciera que sólo así pueden situarse en la escena internacional para merecer alguna atención, como lo atestiguan algunos nombres generalmente sureños que comienzan a circular en el mundo de la notoriedad.
¿Cuánto hay de sostenible, para usar ese término tan a la moda, en esa pretensión de ser más que el medio en el que se vive?5
Óscar Tenreiro Degwitz, arquitecto.
Venezuela, Diciembre 2012
Notas:
1 Cada vez que recibo una invitación para hablar de mi trabajo, no lo tengo simple. Durante una muy larga etapa de mi vida no me ocupé de organizar lo que hacía, de documentarlo, de tenerlo ordenado y a la vista, con lo cual no hacía sino reproducir lo que era una constante en mi generación: hacíamos lo que nos era dado hacer…y a otra cosa. Para completar el panorama, cuando tenía un encargo nunca disponía ni de fondos adicionales ni de tiempo disponible para hacer planos de presentación publicables, o de reunir ordenadamente la documentación producida. Y las pocas cosas que fui logrando construir no las consideraba merecedoras de un registro fotográfico adecuado y de calidad.
De ese modo, de casi todo lo que hice durante dos décadas, desde 1962, dos años después de terminar mis estudios, tengo poca documentación, mientras que lo producido posteriormente, si bien está mejor documentado es complicado presentarlo de una manera ordenada. No creo ser un caso especial entre la gente de mi edad. Es sólo muy recientemente cuando los arquitectos aquí en Venezuela documentan lo que hacen y lo preparan para publicarlo, siendo además parte del panorama el hecho de que no hay publicaciones de arquitectura locales que puedan competir en calidad a nivel internacional. Y las que hay funcionan con estándares gráficos muy poco exigentes.
Todo esto marca una distancia muy grande con cualquier arquitecto europeo, que ya desde los primeros esquemas se prepara para publicar, aparte de que no concibe hacer un trabajo que no esté correctamente documentado.
2 ¿Cómo ha influido en nuestro desarrollo personal el medio en el que hemos vivido? Trato de responder esa pregunta pero resulta arduo, si no imposible, ser preciso. Lo que sé es que nuestras condiciones de trabajo son muy particulares. Por difíciles, siempre ajenas a una mínima estabilidad, amenazadas por la discontinuidad. Pero detengámonos en la que menciono en la nota de hoy: la ciudad.
¿Cómo conciliar por ejemplo la búsqueda de armonía, de coherencia, que es el objetivo mínimo de nuestro trabajo de arquitectos, con el desprecio permanente a esos valores que se expresa en nuestras ciudades? ¿De qué modo nuestro trabajo se inserta en esa realidad?
Todas nuestras ciudades son muestras agresivas de una escasez de intenciones civilizadoras en términos de forma urbana, de continuidad, de coherencia. Han crecido a partir de la inversión privada que se suma sin otra ley que el aprovechamiento de lo disponible luchando por adaptarse, violándola cuando se puede, a una normativa legal «moderna» (¿?) ajena a la forma de la ciudad. Crecimiento que va con las preferencias de una clase media que lucha por escapar de la ciudad tradicional. Ciudad tradicional que se ha desmembrado, agredido, despreciado, mientras se crean enclaves relativamente amables donde puede aspirarse a una vida que en general transcurre ajena a la convivencia ciudadana: vida de automóvil que permite el traslado entre el hogar y el trabajo en ambiente protegido ajeno a cualquier conexión real con el espacio público, que, precisamente por ello, por carecer de presencia para los sectores más acomodados, se le presta apenas atención.
Y lo más notorio en ese panorama es que mientras en Venezuela esa situación de derrota se ha hecho común, en casi todas las demás ciudades latinoamericanas se vienen desarrollando planes que buscan revertir esa tendencia.
En el país donde más dinero en divisas extranjeras ha llegado a manos del Estado es donde menos se ha hecho. En una sociedad dominada y controlada por un fenómeno político que presume de ser revolucionario, la revolución no ha hecho de la ganancia de espacio público y la acción sobre la ciudad algo merecedor de interés.
3 Pensaba estas cosas hace poco en mi reciente visita a Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela, atendiendo a una invitación de Distopía Lab, un grupo de arquitectos locales. Una ciudad que se percibe desde el automóvil, pasando rápidamente según lo permita la amenaza de los atascos, de zonas formales a informales, de sectores acomodados a desprovistos, de abandono a cierta civilidad, todo como una constante lucha de opuestos. Una ciudad que extiende su tejido de modo aparentemente indiferente a cualquier plan, que convive con un fenómeno natural único, el Lago de Maracaibo, sin apenas percibirlo, más bien ignorándolo. Ciudad que sabemos que tiene virtudes, como las tienen otras ciudades nuestras, pero que se ocultan tras la dinámica del traslado de un lugar a otro, la rutina fundamental de sus habitantes.
4 Estas incoherencias y desigualdades se repiten en cada ciudad venezolana. ¿Será ese radical divorcio entre nuestras aspiraciones como arquitectos y lo que acontece en la ciudad lo que nos define? ¿Lo que influye en nuestro modo de pensar el edificio? Sea cual sea la respuesta me parece esencial que se piense en la conexión, que se trate de identificar. Cada vez que tengo que exponer lo que he hecho, se me hace necesario ir a esta relación entre contexto y producción. Trato de encontrar las claves que han influido en nuestro desarrollo personal, más allá de limitaciones o talentos.
5 Y por eso me interno en una búsqueda no siempre exitosa para identificar mejor los límites y estímulos, dejando un poco aparte el esfuerzo de presentarme solamente como arquitecto que opera en una escena parecida a la de cualquier otra parte del mundo. No, somos de un lugar distinto, específico, que ha pesado sobre nosotros.
Y no lo hago para que me sirva de excusa por los errores u omisiones, sino para insistir en que la arquitectura está estrechamente vinculada a la vida y de ninguna manera puede ser juzgada fuera de la conexión con el espacio cultural donde se construye. En eso soy, definitivamente, hijo de un modo de ver la arquitectura esencialmente moderno.
Y aclaro, es moderno, no «modernista» como gustan decir los periodistas norteamericanos.
“Ciudades que Inspiran” es una iniciativa conjunta entre la Red Latinoamericana de Urbanistas y el Comité de Lectura, desde donde visitaremos diversas ciudades del Perú y Latinoamérica a través de las miradas críticas de sus ciudadanas y ciudadanos, buscando destacar aquellos aspectos que les inspiran y apasionan.
En el doceavo episodio del podcast vamos a hablar con Javier Vera Cubas sobre su experiencia ciudadana y profesional en el barrio de La Balanza, en el distrito limeño de Comas, y cómo se podría mejorar la gobernanza de nuestras ciudades desde el fortalecimiento de las redes vecinales.
Javier es arquitecto y urbanista egresado de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la UNI, con diplomados en Urbanismo Social en la Universidad EAFIT de Medellín, y en Habitabilidad Básica para la Inclusión Social en la FAUA-UNI.
El Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia celebró, con el apoyo del Instituto Galego de Promoción Económica, la XII edición de Meeting Point Lignum, Encuentros Online de Innovación en Madera.
Destacados profesionales de la arquitectura, trataron de poner el foco en la conciencia real de los beneficios de la madera en el entorno que se habita, así como todas las posibilidades que ofrece este material en cuando a versatilidad, creatividad y adaptabilidad a los diferentes entornos.
Con más de 30.000 seguidores, esta cita se ha posicionado a lo largo de estos doce años, en un punto de encuentro para arquitectos, diseñadores y empresas del sector, contando con un archivo audiovisual de cerca de 50 ponencias didácticas de prescriptores de referencia a nivel nacional.
María Fandiño, Celestino Feijoo, müller.feijoo arquitectos y Buo Estudio han sido los estudios de arquitectura y paisaje encargados de acercarnos a algunas de sus obras más destacadas donde la madera tiene un papel fundamental y en las que queda patente la sensibilidad de estos profesionales por el material y su magistral empleo.
En esta edición se ha tratado de poner en valor la importancia de que arquitectura y paisaje vayan de la mano para poder crear espacios más sostenibles y conectados con los valores biofílicos, tal y como ha quedado reflejado en las explicaciones de los profesionales.
María Fandiño, «Un pulso al horizonte».
María Fandiño es licenciada en Arquitectura por la UDC y Paisajista (UPC). Su preocupación radica en el nexo entre arquitectura y paisaje, concretamente en el diseño de espacios que conjugan las dinámicas y la estructura del territorio. Tras colaborar con diversos despachos en Barcelona como paisajista, comienza en 2018 a desarrollar su actividad profesional en Galicia con su despacho PAISAXE.
Combina esta faceta con la investigación y la docencia. Ha participado en diversos congresos con artículos sobre el paisaje cultural, diseño y territorio; ha sido profesora en la Universidad de Virginia en Barcelona y ha impartido workshops de paisaje en distintas universidades a ambos lados del Atlántico. Con la obra, Explanada al Horizonte, que expone en este foro, consiguió, entre otros reconocimientos, el Premios de Arquitectura 2021, otorgado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
Celestino Feijoo es técnico municipal del Concello de Allariz y director de la Oficina de Rehabilitación del mismo. Es uno de los profesionales partícipes de la recuperación que experimentó Allariz en los años 90. En ese tiempo, trabajan las Escuelas Taller de cantería y carpintería y se fomenta el uso de las técnicas constructivas tradicionales.
En 1996, se crea la Oficina de Rehabilitación de Allariz que fue la encargada de gestionar las ayudas para la rehabilitación y de convertir la villa en un referente a nivel internacional, con el Premio Europeo de Urbanismo en 1994. Declarado conjunto histórico artístico, la monumentalidad de su zona vieja responde a la importancia de su historia.
müller.feijoo arquitectos, «Aprendiendo de la madera»
El estudio, fundado en Ourense por Estefanía Vázquez Müller y Roi Feijoo, ha recibido numerosos reconocimientos por su obra, donde destaca el empleo de la madera de manera magistral. Entre ellos, el Premio COAG en su XX edición, en la categoría de Obras de Restauración y Rehabilitación; o el Premio Manuel Gómez Román, en Edificaciones Tradicionales o Restauradas.
Buo Estudio, «Genius Loci, el espíritu del hogar».
Buo Estudio Arquitectura + Paisajismo surge como un estudio biofílico con la clara vocación de potenciar o fortalecer este sentido de conexión, mediante el desarrollo de proyectos que partan de tres principios de diseño: la naturaleza en el espacio, la analogía de la naturaleza y la naturaleza del espacio. La integración con el entorno natural, el uso de materiales locales y de la vegetación autóctona, así como la conexión con la cultura y el patrimonio, son algunas de sus estrategias para conseguir ese contenido.
Oasis es el nombre de un proyecto arquitectónico, pero proviene de un proceso de investigación para crear un espacio verde, sostenible y con la mayor calidad de vida posible en una de las ciudades más densas de España y de Europa.
Este proyecto se encuentra en los bajos de un bloque de viviendas. A sus inicios fue una parroquia, más tarde una imprenta y finalmente un bazar. La primera vez que lo visité aún conservaba la distribución y los productos del “todo a cien”. El reto era inmenso.
El objetivo del proyecto fue transformar estos bajos en un espacio mixto, donde se pudiera vivir y tener un despacho, y calificarlo de una alta eficiencia energética con estrategias pasivas, materiales de proximidad y con diseños bioclimáticos, acorde con el sitio y la climatología del lugar.
Otro de los retos era encontrar el punto de flexibilidad para plantear una vivienda que cubriera las necesidades actuales de una pareja joven pero considerando la posible adaptación a diez, veinte o treinta años vista.
El resultado es un pulmón verde como núcleo central de la vivienda que trabaja como espacio termorregulador. La idea de porche, de patio, jardín y sala de estar se fusionan en un único espacio cubierto por una techo de cristal parcialmente retráctil para ventilar.
Siguiendo los modelos mediterráneos de la domus romana o los patios árabes, el resto de las estancias se articulan a su alrededor nutriéndose de la calidad del aire, la luz y la temperatura que proporciona este gran jardín.
El proyecto de iluminación ha sido uno de los pilares fundamentales en este proyecto. A diferencia de otros proyectos, se planteó la iluminación a medida que el proyecto arquitectónico se desarrollaba.
Se fusionaron los dos procesos creativos hasta el punto que no sabíamos si primero habíamos definido el espacio o la iluminación había creado el uso de él. Cada rincón está tratado con un cariño único y eso se nota en la calma que desprenden los espacios y la calma que produce a quien los habita.
El aspecto final es una casa muy cálida, muy mediterránea, hecha con cerámica vidriada, barro, madera y hormigón pero con un aire industrial – o sincero – puesto que deja ver todas las instalaciones y desperfectos de las paredes y techos originales. Unos rastros arquitectónicos que hablan por ellos mismos y nos permiten entender su evolución.
Obra: Casa Oasi
Ubicación: L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona, España)
Autor: MARBÄ Arquitectura (Júlia Marbà Prats),
Colaboración: diseño de Iluminación de Cálida Lighting (María Alonso)
Diseño de Iluminación: Calida Lighting (Maria Alonso Sala)
Arquitecto técnico: David León Íñigo
Carpintería de madera: Ya Mobles (Francis Martos)
Carpintería metálica: Cerrajería Didán (David Gómez Moral)
Techo retráctil de vidrio: Solu Solar DSR
Año: 2023
Superficie construida (m2): 350 m²
Fotografía: Alejandro Gómez Vives
Los arquitectos han sido fundamentales en el desarrollo de los métodos y criterios para documentar, estudiar y publicar restos arquitectónicos en arqueología. En muchos yacimientos, sus dibujos determinan nuestra visión del patrimonio arquitectónico. Los arquitectos intervienen a menudo en la restauración y reconstrucción de edificios. En muchos países del mundo también dirigen proyectos arqueológicos.
En esta introducción al papel de arquitectos en la arqueología se presentan las preguntas, los métodos, las técnicas y los posibles resultados de la actuación de los arquitectos en la arqueología, basándose en los trabajos internacionales del Instituto Arqueológico Alemán.
Se subraya la importancia de los dibujos para documentar las observaciones realizadas en el campo, así como los métodos de reconstrucción y análisis arquitectónico de los restos de edificios.
El objetivo es introducir a los arquitectos y estudiantes de arquitectura en un campo de trabajo especial, y ofrecer a los expertos de otras disciplinas una visión de las cuestiones de investigación y la metodología de los arquitectos y su posible contribución a la arqueología y la historia cultural.
Felix Arnold
Es un arquitecto alemán que trabaja en arqueología. Se doctoró en arquitectura por la Universidad Técnica de Karlsruhe (Alemania). Tras recibir una beca de viaje del Instituto Arqueológico Alemán, fue miembro científico en los departamentos de Madrid y El Cairo. Su campo de trabajo abarca desde la historia arquitectónica faraónica hasta la islámica. En Egipto ha dirigido proyectos en las pirámides de Dahshur y la ciudad de Elefantina. En España ha trabajado en Almería, Córdoba, la Alhambra y, desde 2016, en Madinat al-Zahra. Entre sus numerosas publicaciones destacan Islamic Palace Architecture in the Western Mediterranean. A History(Oxford University Press, 2017) y Ancient Egyptian Architecture in Fifteen Monuments (Cairo University Press, 2022). Desde 2021 es director científico del Departamento de Madrid del Instituto Arqueológico Alemán.
Cuando estamos en silencio, cuando el alma se asoma por el umbral y nos llama con el viento, cuando despiertos miramos el horizonte: no estamos descansando, no estamos sin aire; estamos despiertos mirando – de la vida- todo ese espacio que hemos caminado.
El alma nos toca, nos llama, nos silencia, nos auto construye, pero de manera leve – casi oculta- de nosotros mismos, nos extiende ese manto cristalino, intacto, ese que a penas caminando vamos dejando estelas imperceptibles.
Esos momentos del alma, a veces equívocos, erráticos, otras acertadas sin dudas, siempre presentes en nuestra hechura, en nuestra construcción, en nuestros actos.
El alma quien da vida a nuestros pensamientos (apenas tocándolos), a nuestros “yo lejanos” a veces inalcanzables, huidizos: aquellos que van y vienen, y que siempre llaman a nuestra puerta cuando estamos dejados al horizonte de nuestros sueños.
El alma que siempre trae regalos cuando nos toca, cuando nos llama, cuando desviste nuestros actos para presentarnos nuevamente a ese mundo que vive sin remiendos en nuestro interior.
Caminar sobre el alma es saber más sobre nosotros mismos.
Necesitamos la naturaleza posiblemente más de lo que intuimos, más de lo que a veces damos por hecho. A lo largo de la historia la hemos grabado y tatuado en el paisaje o incluso en nuestros artificios en forma (o no) de arquitectura, la hemos cubierto y protegido como una parte anterior de nosotros, la hemos confinado y recreado tras una cerca o un muro en forma de Edén ajardinado, un vergel para las más voluptuosas satisfacciones: un jardín de las Delicias.1 En ocasiones también hemos pretendido habitar no en el jardín, sino en el bosque, en las entrañas de un mundo alejado ya de cualquier artificio, huella o manufactura: habitar en la utopía de una naturaleza inmaculada. Habitar en el origen.
La pequeña ciudad finlandesa de Tapiola fue fundada a mediados del siglo pasado precisamente con la naturaleza como eje vertebrador de cualquier intervención urbana o arquitectónica.2 Una de las propuestas más interesantes fue la desarrollada entre 1961 y 1964 por Pentti Ahola en su conocida agrupación de casas patio: las construcciones de una sola planta organizan la vivienda unidad en forma de U frente a un bloque lineal que integra sauna y habitación de invitados. Entre ambas piezas surge un espacio abierto al bosque -podemos llamarlo patio- como un lugar para la naturaleza. A diferencia del patio mediterráneo, el espacio abierto carece aquí de límites precisos, diríamos que el bosque exterior no es delimitado sino acogido, prolongado hasta un espacio interior que se despliega simétricamente hacia la naturaleza: el patio como lugar humanizado sin la necesidad -paradójicamente- de nuestra presencia.3
En ocasiones hemos pretendido habitar no en el jardín, sino en el bosque. El patio de Pentti Ahola supone un ejercicio de delicada continuidad con el afuera, una ventana hacia un tiempo anterior, un periscopio, una invitación abierta a nuestros orígenes.4 Cabe preguntarse tal vez si todo patio no supone una verdadera oportunidad para fines tan considerables, desde el impluvium romano al patio de los Arrayanes, desde el jardín japonés a las casas patio de Mies: espacios de continuidad, excavaciones a cielo abierto o el patio como un lugar de culto a la Naturaleza. Arquitectura y paisaje. Civilización y cultura. Presente y origen. Sobriedad y liturgia. Presentimos lo mucho que aún nos falta por descifrar en torno a la Naturaleza del patio.
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Mayo 2016.
Autor de Parráfos de arquitectura #arquiParrafos
Notas: 1 La etimología de jardín tiene una raíz indoeuropea (ghorto) común a todas las lenguas del grupo (cerramiento, cerca). Visto en: Alain Roger, Breve tratado del paisaje, Madrid, Gallimard, 2007. También publicado en: Antonella Pietrogrande, «El jardín imaginado», en Paisaje Mediterráneo, Milán, Electa, 1992.
3 Nótese que el espacio abierto no sirve de acceso ni es por descontado una estancia fundamental del programa en el riguroso clima finlandés.
4 No obstante la palabra que da nombre a la ciudad «Tapiola» procede de Tapio, el Dios del Bosque en la mitología finlandesa, según se expresa en el poema épico del Kalevala.
El evento REBUILD 2024 tendrá lugar del 19 al 21 de marzo en IFEMA Madrid y analizará los desafíos del sector con la vista puesta en el nuevo modelo constructivo, los objetivos climáticos, y la incorporación de las tecnologías exponenciales en la edificación.
La séptima edición de REBUILD 2024 llega del 19 al 21 de marzo en IFEMA Madrid con el objetivo de analizar el estado de la industrialización en España y poner en valor este modelo, que se lleva impulsando desde la primera edición del evento. Así, bajo el lema ‘Accelerating Building Revolution’, este año la cumbre quiere ser el escenario óptimo donde acelerar la automatización de la edificación compartiendo todas las soluciones, estrategias y tecnologías que estimulan el concepto.
Más de 24.000 profesionales pasarán por los dos pabellones de IFEMA Madrid que ocupará REBUILD2024 , y que suponen más de 36.000 m2 de innovación. En este espacio se congregarán más de 500 firmas expositoras, entre las que destacan ABB, ACR, AEDAS Homes, Aldes, Aliaxis, Alpac, Baublock, BAXI, Cementos Molins, Componentes y Unidades constructivas, Domusa Teknik, Eurecat, ExSitu, Favekker, FINSA, Grupo Cetosa, Grupo Lobe, Holcim, Jung, Lignum Tech, Mapei, Mitsubishi, Multipanel, NIU Houses, Peronda, Roca, Saint-Gobain, Saltoki, Schneider, Siber, Sika, Sodeca, Soler&Palau, Soprema, Strongforms, Tabihaus, Tecna, Thermochip o Zennio.
Todas ellas presentarán lo más disruptivo en materia de iluminación, para interiores, cocina, baños, cerramientos, suelos y superficies, fachadas, eficiencia energética o climatización, domótica, soluciones digitales y BIM o sistemas constructivos industrializados en 2D o 3D.
Más de 600 expertos internacionales convocados
REBUILD 2024 también albergará el Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0, el mayor foro de conocimiento y tendencias con un programa único de conferencias conformado por más de 600 expertos internacionales. Los ponentes se citarán en ocho auditorios que funcionarán en paralelo, y serán los encargados de dar respuesta a las dudas o planteamientos que surgen alrededor de la industrialización, de la incorporación de las tecnologías exponenciales, y de la adaptación de los conceptos que conlleva la economía circular y eficiencia energética.
En este sentido, el Congreso dedicará gran parte de la agenda al nuevo modelo constructivo. Al respecto, se abordará la reforma imprescindible del CTE para acelerar la automatización de la edificación; las opciones que ofrece este modelo para responder a la sobredemanda de vivienda y a la falta de oferta pública; la posibilidad que brinda la robotización a fin de acercar el sector a perfiles jóvenes y femeninos; y la necesidad de categorizar la misma industrialización, tal y como sucede en otros países.
Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0
A su vez, el foro profundizará en cómo la digitalización impacta en el conjunto de la cadena de valor, desde el arquitecto o arquitecto técnico hasta los reformistas o los instaladores. Igualmente, BIM será objeto de examen por el plan que se aprobó en España en 2023 con el propósito de que se incorpore en la contratación pública, y por las oportunidades que ofrece para fomentar el trabajo colaborativo con vistas a reducir los fallos en los proyectos.
Del mismo modo, el congreso hará hincapié en la transformación de la edificación para cumplir con el Pacto Verde Europeo, que persigue el cese de emisiones de cara a 2050, mediante materiales biodegradables, soluciones circulares y acreditaciones energéticas, como los nuevos Certificados de Ahorro Energético (CAE).
Además, se pondrá el foco en cómo estimular el emprendimiento en el sector AECO (Architecture, Engineering, Construction & Operations), que es de donde nace principalmente la innovación y la disrupción en las propuestas de negocio. Es por este motivo que, como novedad, el Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0 acogerá diferentes talleres para poner en práctica el contenido compartido, destacando, por ejemplo, el ‘workshop’ sobre la creación de una startup dentro de la edificación.
También, la gran cumbre de la edificación seguirá manteniendo su apuesta por desgranar las nuevas demandas de los usuarios adaptándose a los cambios de hábito. De ahí que se reflexionará sobre el futuro del ‘flex living’, el potencial del ‘senior living’ o las fórmulas que han surgido en hospitales, hoteles o residencias universitarias.
Los grandes ejes de la séptima edición
Además de los asuntos más candentes, la edición de REBUILD 2024 seguirá insistiendo en la industrialización, digitalización y sostenibilidad como pilares básicos para hacer frente al contexto actual y emprender el cambio hacia el nuevo modelo constructivo. Por este motivo, en el contexto de la cumbre, se crearán espacios exclusivos en los que acelerar esta transformación.
Algunos de los espacios más destacados serán el Foro de Sostenibilidad, co-organizado con el GBCe, en el que se expondrá cómo puede la edificación contribuir a la reducción de las emisiones en al menos el 55 % de cara a 2030; el foro dedicado a la Construcción en madera, como material alternativo para estimular la descarbonización; o el Foro de Administración Pública, donde se estudiará cómo tratan las instituciones el asunto de la vivienda o la rehabilitación.
Así pues, estas cuestiones que se plantearán en el Congreso se sumarán al resto de temas que se debatirán en la oferta de summits ya recurrentes en la cumbre como el summit de Directores de compras de promotoras, el summit de Ingenierías, el Foro del Instalador, Studio Interiores Summit, o el Talent Market Place.
Un motor de aceleración de nuevos proyectos
REBUILD 2024, además de ser una plataforma comercial y de transferencia de conocimiento, es también un gran foro de networking. Por este motivo, se organizarán actividades paralelas de gran valor como los Advanced Architecture Awards 2024, premios que están destinados a reconocer el trabajo, el liderazgo y la transformación de aquellas empresas que apuestan por la innovación en la industria de la edificación; el Challenge de Industrialización, donde las empresas que ofrecen recursos en este ámbito tienen la oportunidad de presentarse frente a los actores interesados; el Desayuno Económico para Promotoras, en el que se detallan las preocupaciones y retos que tienen los agentes inmobiliarios en el momento actual; o el Leadership Summit, un encuentro de los líderes del sector junto con autoridades institucionales y los principales stakeholders del sector.
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Esta estructura residencial modular de 2200 pies cuadrados para una familia extendida se encuentra en las colinas del Valle de Mill Brook en las montañas bajas de Berkshires. Poniendo a prueba los límites permitidos de la construcción fuera del sitio para el transporte y la erección, ideamos dos módulos principales de madera, uno estándar y otro ingenieril, de 15 x 30 pies (aproximadamente 5 x 10 metros), dispuestos uno al lado del otro con un tercer módulo unido por un vacío amarillo espacial.
La disposición de los módulos corresponde a un análisis contextual y ambiental que privilegia en su mayoría una orientación longitudinal Este/Oeste, al tiempo que se acomodan a las brisas del sur y bloquean los vientos del norte y noreste en invierno desde la entrada hacia un vacío amarillo/porche.
En su fabricación fuera del sitio, su orientación en el terreno y su proporción horizontal, la estructura logra una respuesta ambiental y contextual que la arraiga aún más en el terreno de la granja. Como alternativa al producto de vivienda manufacturada, proponemos una estructura horizontal en lugar de vertical con aberturas repetitivas en ambas orientaciones.
La cadencia repetitiva no residencial de estas aberturas y el amplio porche amarillo se integran con las otras estructuras de la granja en las inmediaciones. Articulan una serie de actividades y relaciones interiores y exteriores, y proporcionan un alto grado de comodidad ambiental y respuesta en todas las estaciones.
En resumen, estas operaciones se llevan a cabo con medios mínimos, destilando rasgos esenciales de las granjas cercanas. En el interior, nuevamente poniendo a prueba la estructura permitida fuera del sitio, la caja modular se abre en un gran espacio sin techo plano a lo largo de 22 pies (7 metros), ya que las cerchas del techo crean un vacío entre los módulos. Este espacio se convierte en el centro de la familia extendida. El diseño también destila los componentes esenciales y sus conexiones: un largo pasillo espacial conecta todas las partes de la casa con el centro espacial y el porche de entrada amarillo.
Obra: Granja Oblong
Autor: Scalar Architecture – Julio Salcedo – Principal in Charge, Tomás Rodríguez, Elda Hernández, Sharon Mendoza, Raúl Tenoira
Emplazamiento: Mill Brook Valley (EEUU)
Año: 2020
Área: 1800 sf Interior, 400 sf Exterior
Constructor: Segalla Construction
Construcción modular: Westchester Homes
Carpinterias: Andersen
Diseño de interiores: Scalar Architecture and Fawn Galli Interiors
Revestimiento exterior: Painted Fiber Cement Boards
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzman, Rocio Romero) + scalararchitecture.com
La Fundación Arquia ha abierto la inscripción a la VI Edición de arquia/becas — Formación para la adjudicación de 13 becas para talleres y postgrado en centros de referencia. La beca está destinada a estudiantes de arquitectura y jóvenes arquitectos de Escuelas de Arquitectura de España y Portugal.
Destinos
La Fundación Arquia ofrece a los candidatos de esta convocatoria:
12 Becas Talleres
– 2 becas en Campus Ultzama Fundación Arquitectura y Sociedad
– 4 becas en CASA (Coimbra Architecture Summer Atelier) Departamento de Arquitectura de la Universidad de Coimbra
– 2 becas en Escuela de verano de la Fundación Culturas Constructivas Tradicionales 2024
– 2 becas en Escuela de verano de ROAD
1 Beca de Postgrado
– 1 beca de Postgrado en March. Arquitectura Aplicada
Candidatos
Estudiantes que han superado como mínimo, el 60% de los créditos necesarios para obtener el título habilitante para el ejercicio de la profesión de arquitecto. Arquitectos recién titulados (1 año) de escuelas de arquitectura de España y Portugal.
Participación
La manera de participar es a través de expediente académico.
Dotación
Las becas incluyen la dotación económica correspondiente al importe de matriculación, gastos de desplazamiento, manutención y póliza de asistencia de viaje. Pueden consultarse las particularidades de cada destino en las bases.
Las inscripciones estarán abiertas hasta el 15 de marzo de 2024.
Desear la inmortalidad es querer eternizar un error, podríamos decir siguiendo a Schopenhauer, aunque la Arquitectura sea -quizá- la única de las Bellas Artes que no puede eludir esa eternidad, aún cuando sólo sea una brizna de eternidad. Podemos evitar la Pintura y la Escultura, escondiéndolas en almacenes; podemos evitar el Teatro y la Danza, renunciando a lo que nos hace sociales; podemos evitar la Música, si somos lo suficientemente habilidosos; incluso, podemos evitar la Literatura, si renunciamos a explicarnos el mundo y a nosotros mismos. Pero no podemos evitar la Arquitectura, porque todo cuanto nos rodea es arquitectura o protoarquitectura.
Es por eso que la Arquitectura manifiesta ese ansia de inmortalidad, de transcender la época del hombre que la crea. Quizá porque al contrario del resto de las Artes, la arquitectura no nace del hombre, sino sobre el hombre. Siendo así, la arquitectura no se pliega a los límites temporales humanos, sino que se expande más allá de ellos, en una declaración de su rotunda independencia de quien la levanta. La eternidad es un tapial de silencio.
Desgraciadamente, sobrevivir a tu propio tiempo acostumbra a ser garantía de incomprensión y aislamiento. Y así sucede también con la Arquitectura, a menudo arrinconada, o incluso oprimida por los nuevos crecimientos urbanos de épocas recientes, que someten a los viejos edificios que han ido sobreviviendo con el mismo ímpetu con que las raíces levantan aceras pretendiendo su espacio. Atronador como un disparo con silenciador.
Así transitó, durante décadas, el Templo de Diana en Mérida, aprisionado entre edificios contemporáneos que no respetaban su espacio vital ni guardaban el debido respeto hacia su arquitectura. Acorralado, pasando desapercibido, sin molestar; en silencio.
A principios de siglo, Mérida se plantea liberar espacio para dejar respirar al Templo, y se inicia un proceso de expropiación y demolición; porque la Arquitectura tiene vocación de eternidad, pero en ocasiones, hay que aplicar una eutanasia asistida. Pero la construcción -que no es sino el crecimiento desordenado de la arquitectura-, tiene la fatigosa facultad de ocupar cualquier espacio que quede vacío, y acostumbra a hacerlo con unos plazos tan breves que a menudo no pueden ni ser registrados por los relojes humanos. Es por ello que era imperativo plantear una arquitectura que ocupase dicho espacio, para no dar lugar a que acabara ocupándolo cualquier construcción.
Es así como surge el proyecto de José María Sánchez García, para la adecuación del entorno del Templo de Diana. Un proyecto que es, esencialmente, un muro de contención; mera arquitectura con la ineludible función de detener e impedir el crecimiento descontrolado de otras arquitecturas no deseadas.
El proyecto carece de un programa definido, y se limita a abrazar y guardar al Templo de Diana. Porque se trata de un contenedor vacío, sin utilidad ni destino concreto. Tanto puede ser un centro social, unas salas expositivas o un sencillo lugar de encuentro. Nada queda determinado, y no por un afán de dotar de versatilidad al conjunto, sino porque no es esa su utilidad. Su único destino es ser muro de contención; y sólo así se explica el aligeramiento del espesor de ese muro practicando sucesivos patios, que dan la máxima rigidez a ese muro con la mayor ligereza posible.
No es banal, por tanto, que bajo el soportal que configura este muro de contención, se dejen a la vista de todos las trazas de antiguos muros romanos. Es la convivencia, tan frecuente en otras épocas y ahora sólo comprendida en Arquitectura. Lo que se proyecta es un abrazo de la nueva arquitectura hacia el Templo de Diana; un abrazo pausado y sereno, como son los verdaderos afectos, pasada la espuma de los ímpetus iniciales.
Así, esta convivencia necesita de sosiego, reposo y, sobre todo, silencio. Es por eso que el proyecto de José María Sánchez García es, antes que nada, silencio. Un muro de silencio. Una pausa, un gesto hecho con sigilo, para imponer el recato e inducirnos a un estado mental de serenidad que nos permita concentrarnos en el Templo de Diana, sin las distracciones de otras arquitecturas. Hacer arquitectura con mimo y delicadeza, para no romper el silencio.
En 1952, el músico John Cage, compuso la pieza 4’33”, en cuya partitura -“tacet”, es la única anotación en esa partitura-, se indica al intérprete que durante cuatro minutos y treinta y tres segundos ha de guardar silencio, evitando tocar su instrumento -es realmente complicado evitar la música-. Ha venido considerándose que, en este caso, la auténtica obra la componen los sonidos que el espectador escucha durante ese tiempo.
Y como en la pieza de John Cage, en este proyecto para adecuación del entorno del Templo de Diana, lo esencial no es la propia obra, sino lo que el espectador percibe durante la interpretación de la obra. Así actúa el proceso proyectual de José María Sánchez García: decretar el silencio, la ausencia de ruido, para permitir que -lenta y sorpresivamente-, comiencen a distinguirse el resto de sonidos que nos circundan.
Decíamos al inicio que la inmortalidad es el anhelo de perpetuar un error, y ante eso no existe mejor bálsamo que la humildad de aceptar la propia condición y pasar desapercibido. Hacerse translúcido a través del mutismo, del mismo modo en que las tradiciones populares representan a los fantasmas de una forma silente e insistiendo en volver discretamente a los lugares que habitaron.
Así, la obra de José María Sánchez García -el silencio de un hombre, como en el noir de Melville-, nace con la vocación de ser un espectro, no arquitectura contemporánea, sino mero recuerdo de la arquitectura clásica a la que sirve, como un lacayo del Templo de Diana. Y subordinándose a la arquitectura a la que sirve, ha de mimetizarse con ella. Es así que los muros de hormigón no se rematan con el preceptivo goterón -ese leve gesto para evacuar el agua-, sino que se dejan en la pureza de su plano, para que el agua de lluvia corra por ellos libremente -escorrentía atemporal-, arrastrando a su paso la suciedad del muro, y dotando de un poso a la textura del hormigón que lo emparente tempranamente con la piedra envejecida del Templo de Diana.
Es la misma estrategia seguida por Álvaro Siza en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, para conceder una pátina de irrealidad y de tiempo detenido a sus edificios, con el musgo aflorando, que no es sino el segundero del tiempo de la Arquitectura. El muro de silencio atravesado mortalmente por el tiempo derramado.
Y todo ello mecido por la luz, que es el único de los elementos que acaricia la inmortalidad. El silencio de la luz, que decía Kahn.
“Aún no se había escuchado el segundo pitido cuando el despertador salió volando, rompiendo a su paso con todo paisaje onírico. Los tiempos biológicos, burocráticos, industriales, glaciales, atemporales y seguramente algún otro, se superponen ya en la primera ducha responsable y en un desayuno con productos de dudosa proximidad. El espacio tiempo se reconfigura al salir de casa para intentar llegar al destino en menos de quince minutos. Un trayecto convertido en un miraje de imágenes de asfalto, humos y semáforos bajo un manto de árboles resilientes. El resto del día se llena de pantallas y reuniones con el objetivo de cumplir con la dictadura de los resultados, y la jornada termina volviendo a un costoso y efímero refugio, en una ciudad también agotada que grita: ¡Todo irá bien!”
Esto se ha convenido llamar virtud de producir, ser útil o provechoso, con disciplina y por el imperativo del deber… pero
¿para quién?
Estamos obligados a ser productivos cuando en realidad queremos ser paisaje, pero el paisaje también es un producto. Un producto social originado de nuestra capacidad para transformar el entorno, y de proyectar y construir nuestros deseos y las necesidades aprendidas en el espacio. Los paisajes se convierten en escenografías de los equilibrios del poder y la visualización de las estrategias y objetivos de una minoría privilegiada.
Vivimos anclados en paisajes que marcan fronteras de género, edad, clase y cultura, al mismo tiempo que cada uno va construyendo el suyo. Se nos incita a ser protagonistas únicos de paisajes replicados, cuando lo que realmente deseamos es ser parte de un entorno compartido de convivencia y aprendizaje. Estamos inyectados de la cultura del rendimiento y la hiperproductividad como requisito para conseguir llegar a ser libres, eficaces y respetados, gracias a convertir nuestro tiempo en una mercancía. El 7/24/365 es la esclavitud de la atención permanente sin escapatoria, sin distinción de cómo ni de cuánto, para convertirse en siempre. La velocidad a la que sobrevivimos nos obliga a sustituir las experiencias por anécdotas, a conformarnos con emociones en vez de disfrutar de sentimientos, a satisfacernos de forma inmediata con una vida consumista en vez de encontrar el tiempo para contemplar la realidad: la intensa idea del paisaje.
En definitiva, una vida de acción y reacción inmediata que nos conduce al agotamiento, donde nada puede esperar, nada tiene su tiempo para crecer, aprender y madurar, que nos lleva a la “enfermedad”.
Somos parte de una sociedad enferma que produce y consume sin límites con una consciente ignorancia de sus consecuencias, ejerciendo de dueños despóticos o de cínicos salvadores del planeta Tierra. La tierra y los mares cambian sin cesar, los animales y las plantas evolucionan naturalmente, pero el hombre remodela estos paisajes a mucha más velocidad. Olvidamos que el planeta Tierra nos acoge, pero no nos necesita, que la vida, la muerte y la transformación constante son parte intrínseca de un paisaje de vida que ya existía y que permanecerá mucho después de que nosotros -como humanos- nos hayamos autodestruido.
La Humanidad padece el síndrome del impostor, está llena de miedos y ansiedades que la hacen cada día más cruel y peligrosa. Organizada alrededor de la idea de progreso, con su infinita capacidad creadora, la humanidad aumentó su poder devorador sobre la naturaleza, deshaciendo así su historia común.
Con la Revolución Industrial el hombre encontró en la explotación de las energías fósiles, abundantes y baratas, nuevas fuerzas productivas de desarrollo a través de la generación de nuevas tecnologías a costa de la depredación ambiental y de transformaciones de carácter social que alimentan las injusticias sociales. Energías estas que se han convertido en condición indispensable para la propia existencia humana.
Pero es en la ciudad donde se explica la historia, la evolución y la complejidad de la humanidad. Las ciudades albergan hoy el 55% de la población mundial, debido a la migración de las zonas rurales y el consecuente abandono de sus paisajes agrarios, junto al aumento demográfico mundial que obliga a una mayor producción de recursos. Las ciudades producen el 80% del PIB mundial y se han erigido como vertedero de los problemas globales, el origen del calentamiento global, la contaminación ambiental y sus problemas de movilidad, las deficiencias energéticas y la producción de residuos. El destino de las ciudades es hoy el destino del planeta.
Al mismo tiempo las ciudades, y los movimientos sociales, lideran las más firmes respuestas al reto climático, y alertan sobre la envergadura de la acción humana sobre el planeta en un debate infinito entre libertad, poder y responsabilidad, es decir, de duelo, ira y frustración. Ya no es necesario, sino obligado, un cambio de paradigma para que dejemos de ser espectadores de los paisajes que nos rodean y convertirnos en actores comprometidos con su regeneración, repensando cómo, qué y para qué hemos de producir. Todo esto en un momento en que nos invaden nuevos tipos de paisajes, los digitales, que lejos de ser virtuales cada día son más reales. Paisajes artificiales que, según se utilicen, incitan detrás de una supuesta inteligencia a una productividad originada en un acto de pereza mental, ambición tecnológica y despilfarro energético.
Si decidimos dejar la revolución del tuit o regocijarnos escribiendo textos distópicos como este, quizás podríamos invertir mayor tiempo en arriesgarnos a generar acciones reales de transformación para convertir la ciudad en un paisaje prospectivo, en un laboratorio capaz de cambiar los paradigmas desde la co-creación con nuevos valores compartidos, escuchando, expresando y respetando. Necesitamos ciudades en la que se acepte el reto del error como parte del aprendizaje, que defiendan los tiempos de reflexión y sitúen a la “vida” en el centro de la innovación.
Para poder confiar en el futuro solo nos queda la ingenua creencia de poderlo construir, y apasionarnos en hacer realidad paisajes que nos alimenten vitalmente de forma respetuosa. Es necesario prender a crecer y madurar respetando la memoria, la diversidad y la identidad; defender los paisajes culturales que fomenten la intensidad social para mejorar nuestra calidad de vida y crear otros de carácter curativo que nos permitan reincorporarnos en los ciclos naturales que mueven el mundo. El contacto con la tierra, el agua y el aire, para descubrir los paisajes organolépticos que hemos perdido tiene que ser la punta de lanza para romper el proceso de aislamiento y desconexión de la naturaleza.
Es posible construir una utópica realidad de paisajes agrícolas en nuestras ciudades, algo que ya estamos haciendo en la agrociudad Gagarine Truillot, Francia. Pero es un esfuerzo ingente hacer entender que las ciudades tienen que aprender a producir desde la cercanía y propiciar el reencuentro con la naturaleza para convertirla en su verdadera infraestructura de vida. Dejemos de urbanizar el mundo para empezar a ruralizar los paisajes de nuestras ciudades, y con ello provocar todas las interdependencias posibles, favoreciendo complicidades y asumiendo también los conflictos que puedan surgir. Estamos obligados a construir la ciudad encima de la propia ciudad, a minimizar cada uno de los recursos que saqueamos utilizando nuevos sistemas constructivos y materiales más responsables para disminuir su impacto en el territorio. Construyamos desde una ética donde el reciclar sea una obligación, el repensar una premisa y el reutilizar una estrategia para una nueva estética.
Las personas y la vida tienen que ser nuestro paisaje, la única prioridad. Para ello tenemos que posibilitar todo lo que nos hemos impuesto como imposible, y que nos permita emprender caminos inexplorados y acelerar una transición ecológica, cultural, social, económica, energética, tecnológica y emocional que ubique al paisaje vital y de dignidad en el centro de cada una de nuestras acciones.
Lo sabemos, somos conscientes de ello. El despertador seguirá sonando cada mañana, y su zumbido nos alertará sobre qué podemos hacer. La ducha y el desayuno será el reflejo de lo que queremos. Transformar cómo nos movemos por la ciudad, marcará la forma de vivirla. El diálogo y el aprendizaje son las herramientas para co-crear, superar el imperio de los datos y acercarnos a un cambio de paradigma donde la prioridad sea recuperar los paisajes de vida. Hemos de sacar los paisajes oníricos de nuestros sueños para comenzar a producirlos sobre la base angular de todo desarrollo, la educación, que es a fin de cuentas la vía para materializar aquello que hemos tenido como imposibles y convertirlo en una realidad tangible, emprendiendo quizás un recorrido utópico, pero…
Instituto Técnico de la Construcción y del Cemento. Eduardo Torroja Miret, Gonzalo Echegaray Comba, Manuel Barbero Rebolledo
El Instituto Técnico de la Construcción y del Cemento, desde su creación, se erige como uno de nuestros más destacados embajadores. El Instituto se convierte en promotor y baluarte de la modernidad e innovación en el sector de la construcción, y en punto de encuentro y foro de debate internacional en lo referente a la investigación científica y su implementación.
Para la ubicación del Instituto Técnico de la Construcción y del Cemento se eligió una finca con suficiente extensión que permitiese un desarrollo horizontal del particular programa de necesidades además de una futura ampliación de las instalaciones en caso de que los avances de la investigación lo precisaran.
El complejo consta de dos edificaciones principales: el edificio central y el edificio de laboratorios de cementos y hormigones. Ambos quedan unidos por un porche o paso cubierto que delimita el patio de alarifes y, bajo rasante, por una planta técnica que da servicio a todo el conjunto.
Compuesto por una serie de cuerpos articulados entre sí que, en planta, conforman la letra griega π, el edificio central acoge la zona representativa junto con estudios y laboratorios, talleres, salas de reuniones, comedor, etc. Su configuración da lugar a varios patios como el de los sietes, la alberca, o la zona de recreo.
Por su parte, en el edificio laboratorio de cementos y hormigones se disponen estudios, laboratorios y la gran nave de la fábrica piloto para la investigación sobre la producción de cementos.
En la construcción del Instituto se introdujeron dos conceptos de una gran modernidad: la prefabricación y la repetición modular. Algunas de las soluciones empleadas, como las ventanas, losetas de piso o gárgolas, se prefabricaron en talleres anejos a la obra siguiendo el módulo de 1,60 m, adoptado para la organización general. Con esta estrategia no sólo se optimizaron costes y plazos de ejecución, también se consiguió una completa libertad en la distribución interior de las diferentes zonas.
La utilización del módulo no impidió la incorporación de espacios y elementos muy singulares, principalmente, en el edificio central. Es el caso de los vestíbulos, la sala de conferencias, la zona de dirección o el depósito de agua. Entre ellos, destacan el comedor circular y la cubierta de la nave de talleres.
También en las zonas ajardinadas se encuentran piezas notables, como el dodecaedro-silo de carbón, la pérgola de las costillas y la de los sietes.
La Aceleradora de la Paz de Madrid es el primero de una serie de pabellones industrializados que se implementarán en diversos hospitales españoles con un propósito inédito en nuestro panorama sanitario. Parte de un proyecto de investigación de la fundación unoentrecienmil —promotora del proyecto— cuyos resultados han demostrado que el ejercicio físico puede ayudar a acelerar la curación del cáncer infantil un 17%, incrementar las posibilidades de supervivencia, atenuar los efectos secundarios del tratamiento y mejorar su autoestima y calidad de vida.
En la Aceleradora, niños y niñas de distintas edades con esta enfermedad, podrán hacer ejercicio como parte de un programa terapéutico no farmacológico, y así influir positivamente en su recuperación. La actividad física de los pacientes se registra mediante dispositivos que recaban datos para obtener evidencias científicas que mejorarán su tratamiento.
Co-producción transdisciplinar
El proceso de producción de conocimiento que culmina en este proyecto ha involucrado a numerosos agentes: investigadores, personal médico, antropólogos, diseñadores gráficos, programadores, constructores y arquitectos. El resultado final es deudor de todos ellos.
Comenzó con la elaboración de la secuencia de acciones y experiencias necesarias para todos aquellos implicados en el hospital, desde la estancia de los pacientes en planta hasta la integración del ejercicio físico en el tratamiento hospitalario y la construcción de una experiencia óptima para todos. Para ello, desde Innuba, un equipo de antropólogos desarrolló una serie de entrevistas a pacientes, sus familias y a técnicos sanitarios e investigadores. A partir de este estudio, se elaboró el mapa que describiría todas las acciones necesarias para llevar a cabo el proyecto a lo largo de este trayecto por los agentes involucrados, y dio comienzo la elaboración del proyecto arquitectónico que les diera acogida.
Salir del hospital
La Aceleradora se coloca sobre una cubierta del Hospital de La Paz, junto a la entrada principal y conectada con al torre de materno-infantil. Es un espacio exterior pero al tiempo también un nuevo interior que incorpora técnicas e imaginarios favorables a la recuperación. Los pacientes pueden abandonar por un momento los rígidos protocolos temporales y espaciales y la monotonía del edificio principal, para internarse en un lugar con una organización espacial y material alternativas.
Seis episodios
La Aceleradora es una secuencia de espacios contiguos. Cada uno de ellos se dedica a una actividad concreta y tiene cualidades materiales y lumínicas ligeramente diferentes. Todos conforman un espacio único y visualmente accesible. Desde el lugar de contacto entre el pabellón y la torre del hospital, hasta la terraza ajardinada, la secuencia de episodios del pabellón constituye una experiencia cuidadosamente coordinada y adaptada a las necesidades de todos los que la usan, desde los pacientes hasta sus familias y el personal que les atiende.
El espacio de conexión de la Aceleradora con el hospital, en la segunda planta de la torre, es una rampa de madera que zigzaguea desde el corredor perimetral hasta el umbral en la fachada de la torre. La irrupción de los volúmenes curvos de madera de arce en el interior del hospital es una introducción a la materialidad que el visitante encontrará en el resto de interiores del pabellón y constituye una clara invitación a entrar. Al final del primer tramo de la rampa, un óculo perfora la fachada para ofrecer una primera mirada al interior del pabellón, del otro lado de la pared blanca.
La rampa conduce a una sala de espera, el primer espacio fuera de la torre, que permite a los pacientes y sus acompañantes sentarse en un banco semicircular desde el que pueden ver la plaza de acceso del hospital y los espacios de ejercicio. Su geometría curva resuelve el contacto entre la rampa y el pabellón principal.
El ejercicio físico se realiza en los dos siguientes espacios. El primero, justo a continuación de la sala de espera, está dedicado al ejercicio informal y es accesible a cualquier hora del día.
En este lugar, la Aceleradora también ofrece una solución para aquellos pacientes que no pueden desplazarse hasta su interior. Un gran mueble rodante, que contiene el material necesario para los ejercicios, se desengancha del armario para trasladarse hasta la habitación.
La segunda sala, de dimensiones mayores e iluminada con tres lucernarios orientados a norte, contiene las máquinas para el ejercicio supervisado.
A continuación, el laboratorio contiene la maquinaria necesaria para registrar los avances de la investigación. Una camilla desplegable permite examinar a los pacientes.
El último espacio de esta secuencia es una terraza exterior cubierta, orientada a sur, que protege al laboratorio de la incidencia del sol en verano, y que contiene un pequeño jardín de especies autóctonas.
Atmósfera natural
Todos estos ámbitos, que constituyen un sólo recinto separado por mamparas de vidrio, están acabados con madera contrachapada de arce. El uso de este material, de la vegetación y el modo en que se administra la iluminación natural contribuyen a construir una atmósfera de calma y acogida, propicia para la recuperación de los pacientes.
En las últimas décadas una serie de estudios empíricos han investigado cómo el uso de componentes naturales —igual que sucede en las experiencias en la naturaleza al aire libre—, contribuyen a nuestro bienestar. Desde el punto de vista biofílico y evolutivo, los humanos han desarrollado una sensibilidad innata por la convivencia con otros seres vivos, y, en consecuencia, por materiales naturales como la madera. Casi todo el mundo está de acuerdo en que la madera es bella, y se siente atraído por ella. La madera es un material vivo, que cambia con el tiempo y con el que desplegamos vínculos inmediatos. Otro de los elementos importantes para el bienestar es la vegetación, introducida en el módulo exterior y visible desde los espacios de ejercicio.
Sistema constructivo
La necesidad futura de implementar estos espacios de investigación en diferentes hospitales dio lugar a un entendimiento del proyecto como sistema combinatorio. A partir de un catálogo de unidades dimensionales, acabados interiores y exteriores, de una serie de dispositivos de control de luz y otros “enchufables”, cada proyecto se planteará como la selección y combinación de una serie de unidades pre-diseñadas. Cada Aceleradora, por tanto, formará parte de una familia común de soluciones, adaptada en cada caso a las necesidades del la ubicación.
En concordancia con este planteamiento, se adoptaron sistemas constructivos industrializados y prefabricados. Con estructura metálica, panel sandwich y tableros en contrachapado de madera en el interior, los distintos módulos se construyeron en una nave lo largo de dos meses. A continuación se transportaron por módulos en tres camiones. Tras un viaje de dos días, los módulos llegaron al hospital de la Paz, donde se ensamblaron en diez horas.
En planta, el pabellón resuelve las necesidades de almacenamiento mediante un muro equipado en el lado oeste. Además, esta fachada es más gruesa para contener todas las instalaciones necesarias. Los sistemas de climatización emergen al interior mediante perforaciones en los tableros de madera.
Se ha perseguido la máxima autonomía del pabellón, que contiene todo el cuerpo de instalaciones en su interior, y sólo se conecta a la red existente de agua, la electricidad y los gases medicinales del hospital. El tramo del muro equipado del jardín agrupa las grandes máquinas de climatización.
Todas las ventanas de la fachada a la plaza del hospital son fijas. La ventilación cruzada se resuelve mediante óculos ciegos que, al abrirse en las dos fachadas largas, garantizan una adecuada renovación del aire.
Una mascota
Si el interior de la Aceleradora está concebido para reforzar en la medida de lo posible la voluntad terapéutica del programa de investigación, al exterior persigue comunicarse de manera global con aquellos que recorran la zona. La forma del proyecto explicita su carácter combinatorio, y transmite cierta idea de ligereza y facilidad. Por otra parte, su geometría contrasta deliberadamente con su entorno inmediato y denota esa voluntad de distinguirse del tejido hospitalario y de oficinas que lo rodea. Finalmente, el pabellón incluye dos de los “enchufables” del catálogo general: una veleta y unas bandas de colores sobre la fachada.
Estos super-gráficos, que añaden un carácter bidimensional y comunicativo a la arquitectura, se integran en sus principios formativos, restan gravedad y aportan una dimensión doméstica y accesible al proyecto.
Obra: Aceleradora La Paz
Localización: Hospital Universitario La Paz, Paseo de la Castellana 261, Madrid
Promotor: Fundación Unoentrecienmil
Superficie construida total: 138,98m2
Año: 2022-2023
Arquitectos: Juan Elvira y Clara Murado (Murado & Elvira Arquitectos)
Colaboradores: Alejandro Fuentes Arias, Miguel Guerrero Zarco, Claudia Berenguer, Giacomo Bua.
Estructuras: Bernabeu Ingenieros Instalaciones: Axiom
Aparejador: Alfonso del Castillo
Constructora: IC-10
Certificación Verde: Ecopenta
Identidad corporativa: Zoe Barceló
Fotografías:Imagen Subliminal (Miguel de Guzman + Rocio Romero) + muradoelvira.com
Proyecto de Investigación:
Carmen Fiuza Luces (Investigadora principal de la Aceleradora. Doctora en Biomedicina y Jefe de Investigación del Instituto de investigación sanitaria del 12 de Octubre), Dr. Antonio Pérez Martínez (Jefe de Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica en el Hospital de La Paz), Dr. Alejandro Lucía Mulas (Investigador Universidad Europea de Madrid. Premio Nacional de Investigación en Medicina del Deporte).
Coordinación Unoentrecienmil: Elena Huarte-Mendicoa (Directora General de Unoentrecienmil), Alejandro Pérez (Relación con Entidades de Unoentrecienmil).
Estudio etnográfico: Ana Granados (Antropóloga. Innuba)
Tecnologías y Desarrollo de aplicación digital: David Alayón (CEO y co-fundador de Innuba), Borja Esnaola (Innuba).
Siguiendo las exigencias del CTE, los elementos de impermeabilización de cubiertas inclinadas y tejados deben ir fijados mecánicamente cuando la pendiente sea igual o superior al 15%. Por ello, la fijación mecánica de los sistemas constructivos que forman las cubiertas inclinadas y tejados juegan un papel importante para la seguridad de esta y también para aportar durabilidad y eficacia.
Estas fijaciones no solo se ocupan de dar estabilidad y seguridad a la cubierta, al mantener a todos los materiales en su posición correcta, sino que también tienen que permitir y favorecer su impermeabilidad y estanqueidad, protegiendo así el interior del edificio y su aislamiento térmico si existiera (la impermeabilización se suele recomendar instalar por la cara fría del aislante). Es decir, las fijaciones también tienen un impacto directo en la eficiencia energética de las cubiertas y el confort habitable del edificio.
Por lo tanto, la elección de las fijaciones adecuadas para una cubierta inclinada o tejado es una tarea importante y dependerá de distintos factores como el tipo de soporte de la cubierta, la composición y forma del elemento a fijar o la ubicación geográfica y condiciones climáticas locales. En el mercado podemos encontrar soluciones tradicionales entre las que se incluyen los clavos, los tornillos o las grapas, cada uno con sus ventajas y aplicaciones específicas. En general, es importante comprobar que las fijaciones son de la calidad adecuada para las condiciones habituales de una cubierta y que su instalación se pueda realizar correctamente.
Desde Onduline te traemos este artículo en el que daremos un repaso a los diferentes tipos de fijaciones habituales para la impermeabilización y el aislamiento de cubiertas inclinadas y tejados, con el objetivo de que las conozcas mejor y puedas elegir las más adecuadas para tus proyectos.
¿Qué fijaciones existen para cubiertas inclinadas?
En el mercado podemos encontrar muchos tipos de fijaciones, desde las tradicionales como clavos o tornillos, hasta otras innovadoras que tal vez no conozcas. A continuación, veremos algunos de los tipos de fijaciones disponibles actualmente:
· Fijaciones convencionales: son las más comunes y ampliamente utilizadas en la actualidad para la instalación y sujeción de aislantes, láminas o placas bajo teja y rastreles en una cubierta inclinada. Requieren que los distintos elementos que componen la cubierta se fijen mecánicamente hasta llegar al forjado o soporte de la cubierta.
Su principal ventaja es la rapidez de instalación y economía, pero presenta algunos problemas cuando los aislamientos son de cierto espesor, alternándose las ventajas en desventajas, ya que las fijaciones más largas son muy costosas, su instalación es más complicada y requieren mayores penetraciones, cuando los soportes puede que no tengan espesor suficiente o un estado adecuado (sobre todo en rehabilitación). Además, son soluciones peores en aspectos de eficiencia energética (puentes térmicos) y pueden tener ciertas limitaciones en cuanto a la compatibilidad con materiales, espesores y longitud/resistencia necesaria para dotar de seguridad a la instalación del sistema constructivo de cubierta o tejado.
Dentro de estas fijaciones tradicionales, es habitual encontrar:
· Clavos, puntas y ganchos: son la opción más básica y tradicional para fijar placas, láminas, rastreles, tejas, pizarras y otro tipo de accesorios en cubiertas de teja cerámica o pizarra. Existen en diferentes longitudes, diámetros y composiciones, para adaptarse a sus diferentes aplicaciones. Sin embargo, la tendencia actual del mercado es a optar por el atornillado frente al clavo instalado a golpe de martillo.
· Tornillería: esta es muy variada, pero siempre ofrece un mejor agarre que el clavo gracias a su roscado y, por ello, son la opción adecuada en elementos estructurales. Además, al contar con una cabeza con huella se utilizan atornilladoras con las que se puede ejercer mayor presión y precisión que con el clavado a golpe de martillo. Existen diversos tipos de tornillería, como los autorroscantes, especialmente diseñados para estructura metálica, o los tirafondos, utilizados para madera. El abanico luego es muy amplio, aportando cada modelo distintas ventajas en aspectos como la resistencia a esfuerzos, facilidad de penetración y ahorro en tiempo, niveles de resistencia a corrosión, etc.
· Grapas: a pesar de que su uso en cubiertas inclinadas es menor que en otros elementos como la tabiquería, por ejemplo, a veces se utilizan para sujetar las láminas impermeables sobre tablas y soportes de madera.
· Clips y sujetadores especiales: Para sistemas de techos metálicos y paneles sándwich, se utilizan clips y sujetadores diseñados específicamente para unir las láminas y paneles de manera segura.
· Fijaciones más innovadoras: para tratar de aportar valor añadido y resolver los problemas anteriormente citados, las fijaciones han ido evolucionando durante los últimos años, dándose ciertas innovaciones más radicales que incrementales, como es el caso del sistema de fijación ONDULINE VLS, una opción innovadora, creada para dejar atrás las limitaciones de otras fijaciones. A continuación te contamos más sobre ella.
Sistema de fijación de ONDULINE VLS
Se trata de un sistema de fijación especialmente diseñado para permitir la sujeción de las placas impermeables bajo teja, o los rasteles que se instalan sobre estas cuando se instalan tejas de encaje, directamente al aislamiento térmico de la cubierta inclinada sin necesidad de atravesarlo para llegar hasta el soporte o forjado.
La fijación ONDULINE VLS es un tornillo helicoidal en polipropileno equipado con una punta autoperforante, que cuenta con alta resistencia mecánica, al agua y a la corrosión a altas y bajas temperaturas. Para sistemas de cubierta con teja de rastreles, como tejas mixtas, planas o de hormigón, el tornillo se combina con la pletina ONDULINE VLS, una pletina metálica diseñada para tal fin.
Este sistema de fijación innovador permite llevar a cabo la instalación de la impermeabilización del tejado al aislamiento térmico de forma muy sencilla y rápida. Con ello, se aportan varios beneficios respecto a los sistemas de fijación tradicionales.
Veremos ahora en detalle cuáles son algunas de las características principales:
· Disposición geométrica: gracias a su forma helicoidal con este sistema de fijación no se requiere un taladra como paso previo, haciendo que el proceso de instalación mucho más rápido y sencillo.
· Fijación al aislamiento sin necesidad de taladrar: la fijación se realiza desde la parte superior de las ondas de las placas bajo teja, asegurando la estanqueidad y sujeción sin llegar a perforar todo el aislamiento y sin tener que atravesar el soporte de la cubierta, reduciendo los puentes térmicos y el desgaste del soporte, factor muy importante en rehabilitación.
· Mejora en la velocidad de instalación: la instalación de este sistema es rápida y sencilla, siendo necesario únicamente un atornillador eléctrico para llevar a cabo la fijación de las placas Onduline Bajo Teja en el tejado.
Posibilidades de instalación del sistema de fijación de ONDULINE VLS
El sistema de fijación ONDULINE VLS está diseñado para paneles aislantes con una resistencia a la compresión y densidad mínima, asegurando de esta manera una fijación segura.
A continuación, veremos dos tablas con los tipos de aislamientos que pueden utilizarse para este sistema de fijación y la resistencia a extracción que se obtiene.
En caso de que sea necesario recibir algún tipo de asesoramiento técnico puedes contactar con el Departamento Técnico de Onduline en el 94 636 18 65 o a través del email tecnico@onduline.es, sin ningún compromiso.
Hacer arquitectura ha venido significando apropiación, presencia y suficiencia. Y desde una indiscutida libertad ha supuesto fundar sin límites para significarse. Adoptando métodos constructivos en los que se ha procedido a extraer, producir, usar y, finalmente, desperdiciar. La obsolescencia ha sido habitualmente inadvertida o, al menos, codiciosamente no apreciada.
Históricamente nos hemos valido de mecanismos de transcendencia que han supuesto un paulatino consumo de todo aquello que nos rodeaba. Con un inaudito e incontrolado sentido de la propiedad y la disponibilidad. Por alguna razón hemos mantenido la falacia de que el planeta entero es nuestro, que nos pertenece globalmente de manera indiscriminada. Pero una nueva era tiene que comenzar; nuestra propia extinción por agotamiento no sólo es posible, sino que resulta cada vez más probable. Las prácticas que habían sido válidas y generalizadas, ahora empiezan a ser poco menos que impertinentes. Se impone otro planteamiento. Menos desprendido. Más consecuente.
Nuestro medio vital es finito, tanto material como temporalmente, y la conciencia de la limitación de los recursos y los ciclos que lo constituyen está llevando a reformular las condiciones en las que la arquitectura puede y debe llegar a ser. La arquitectura no puede suponer ya la creación de futuras ruinas, de residuos pre-habitados.
Tenemos la obligación de entender que los modos lineales de actuación deben dar paso a métodos circulares de adaptación, que los procesos limitados de principio-fin han de sustituirse por sistemáticas ilimitadas de inicio-reinicio. Sabemos que vivimos en una escasez creciente, exponencial, y las dinámicas han de garantizar una responsable sostenibilidad. Una constante regeneración.
Hacer que un arquitectura nazca de otra ya existente de manera cíclica, que la materia y el pensamiento se sucedan a sí mismos, que se puedan de alguna manera perpetuar, no es sólo conveniente, empieza a ser urgente.
Pero el reto resulta complejo, las muchas inercias del pasado dificultan la implantación de mecanismos capaces de ser veraces y efectivos. Al igual que el medio ambiente natural, el medio habitable artificial habrá de conseguir altas cotas de reproducibilidad. La preservación de nuestro entorno será una cuestión de equilibrio entre lo que podemos hacer y lo que nos permitirnos destruir. La edificación de artefactos arquitectónicos habrá de contemplar los efectos tanto de la construcción como de la demolición, del montaje como del desmontaje, de la utilización como de la reutilización. Todo uso de materia tendrá que ser susceptible de posibilitar el mínimo residuo y, como consecuencia, una progresiva descontaminación. Y ello no se puede realizar sin un cambio generalizado de mentalidad, sin una nueva puesta en escena.
Más allá de reconocer las condiciones imperantes a considerar lo que entendemos por Arquitectura, con mayúscula, va a seguir siendo necesaria. Su utopía pragmática, tan propositiva como capaz, habrá de desarrollarse, facta non verba, en la satisfacción creciente del más difícil todavía.
Sergio de Miguel, Doctor arquitecto
Madrid, Octubre 2022
En los artículos precedentes se ha visto la «arquitectura» de la muñeca Barbie, junto con su entorno familiar y afectivo, en ésta se mencionará su relación con aspectos urbanos.
Las aventuras del personaje se han narrado en muchas colecciones de cómics desde 1962, en que empezaron a publicarse con el nombre Barbie and Ken, hastala actualidad. También ha protagonizado películas de animación, dos especiales para televisión en 1987, y a partir de principios de este siglo, primero dieciséis títulos, entre 2002 y 2009, en los que se adaptaban narraciones populares, pero interpretados por la muñeca; a partir de ese año y hasta 2015 aparecieron catorce películas más, pero con historias desarrolladas en el siglo veintiuno; posteriormente, entre 2015 y 2017 se estrenaron cinco cintas destinadas al vídeo doméstico y también ambientadas en aquellos años, y por último, desde 2017 hasta la actualidad se han emitido otras siete películas, en total cuarenta y cuatro títulos; además se han de mencionar las cinco temporadas de la serie Barbie Dreamhose Adventurescon un total de cincuenta y dos episodios.
Por supuesto que es imposible ver todos los cómics, películas y episodios de la serie, pero revisados muchos de ellos, se puede comprobar que la mayoría de los edificios que aparecen son como los reales y lo mismo sucede con las ciudades, no teniendo relación con las casas de juguete que se han mostrado en las entradas anteriores. Hay que tener en cuenta que las dreamhouses que se venden para jugar con las muñecas, simulan ser reales y de hecho para las niñas lo son, tanto como las figuras reducidas de los seres humanos que pueblan el universo Barbie.
Esta representación de las edificaciones y las ciudades parece haberse modificado. Desde hace tiempo se lleva anunciando que se filmará una película sobre la muñeca con personajes reales, parece ser que ya está rodada y se encuentra en preproducción, estrenándose en julio de este 2023, dirigida por Greta Gerwig, y protagonizada por Margot Robbie y Ryan Goslin.
Por ahora lo único que se conoce es un trailer -por cierto, muy ingenioso, parodiando a 2001 una odisea del espacio-, y en una de sus imágenes se ve a Barbie sobre la cubierta de una casa mirando hacia una ciudad rosa, que está compuesta por edificaciones abiertas, sin fachadas, como las de las casas de juguete y también como las de Second Life. Esta representación de la arquitectura y la ciudad es más interesante que la de las anteriores películas, porque copia directamente a las ficciones con las que se juega en el mundo real.
Además de mostrar un conjunto de casas un tanto desordenado, en el horizonte se ven una serie de edificaciones célebres: la torre de control y un restaurante del aeropuerto de Los Ángeles; letreros de Las Vegas; un faro; la cafetería de Randy’s con su donut gigante en el techo -también en Los Ángeles-; el hotel Burj Al Arab en Dubai; el Capitolio de Washington; la Estatua de la Libertad y para rematarlo todo, una noria tan grande, que es más alta que el último monumento mencionado.
Esta representación de nuestro mundo a través de unos determinados monumentos -la mayoría estadounidenses-, implica una visión centrada en la arquitectura del ocio y de unos años determinados, que en vez de reproducir los mundos que se crearon para la muñeca en su momento, aporta datos de las intenciones de sus creadores y de las tendencias actuales de lo que puede ser una terrible dreamcity.
Jorge Gorostiza, Doctor arquitecto.
Santa Cruz de Tenerife, marzo 2023
Los fenómenos de complejidad e incertidumbre han acompañado de forma indisoluble el devenir de la civilización humana desde la más remota Antigüedad. Sin embargo, los esfuerzos más rigurosos y continuados para conceptualizar dichos fenómenos y abordar los retos que plantean tuvieron lugar durante la segunda mitad del siglo XX. Ambos conceptos son perfectamente trasladables a las ciudades contemporáneas. Por un lado, la ciudad puede asimilarse a un organismo complejo, fruto de la invención de las sociedades humanas y construido a partir de múltiples iniciativas singulares a lo largo del tiempo, en las que han intervenido un gran número de protagonistas. Por otro lado, la incertidumbre es una constante propia de las ciudades, que viene generada mayormente por un entorno complejo, que envuelve y perturba la toma de decisiones sobre su futuro.
Así pues, complejidad e incertidumbre son dos de los principales retos que afrontan las ciudades contemporáneas y que constituyen un serio hándicap para los urbanistas a la hora de formular políticas urbanas. La complejidad de definir analíticamente los modelos de comportamiento de la sociedad urbana, la multiplicidad de los sujetos implicados en la toma de decisiones públicas y la incertidumbre para prever las implicaciones futuras de cada alternativa posible, todo esto complica extraordinariamente la labor de los planificadores urbanos. Estos retos son abordados en este libro mediante la exploración de las oportunidades que ofrece la aplicación del pensamiento sistémico y los estudios del futuro a la planificación urbana.
Son varias las contribuciones que realiza esta obra. Primera, expone de forma divulgativa la evolución histórica tanto del pensamiento sistémico como de los estudios del futuro y su aplicación al ámbito de las ciudades. Segunda, plantea y despliega un modelo conceptual que explica de forma amigable el funcionamiento sistémico de la ciudad a los actores locales que intervienen en los procesos urbanos. Tercera, explora la implantación efectiva de los modelos sistémicos en los procesos de planificación urbana, en los sistemas de gobernanza urbana y en los métodos educativos de las Ciencias Urbanas. Cuarta, acerca el pensamiento sistémico y los estudios del futuro a los agentes urbanos, así como a las generaciones más jóvenes de urbanistas.
El libro está organizado en dos grandes partes, una divulgativa y otra propositiva, las cuales, a su vez, se desglosan en varios capítulos. La primera parte consta de tres capítulos y está dedicada a revisar las principales aportaciones realizadas al pensamiento sistémico y a los estudios del futuro, tanto a nivel general como en el ámbito urbano.
En el primer capítulo, se evalúan críticamente las principales contribuciones históricas que se han realizado al pensamiento sistémico general. Previamente se mencionan algunas aportaciones procedentes de la Filosofía para centrarse posteriormente en las contribuciones científicas a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Este capítulo concluye caracterizando y definiendo lo que hoy en día entendemos por sistema complejo.
En el segundo capítulo, se hace un repaso histórico desde los años 50 de lo que han sido las contribuciones más relevantes a los estudios del futuro. Aparte de ese itinerario histórico, se lleva a cabo un recorrido más conciso sobre las aplicaciones que las principales herramientas de prospectiva han tenido en las Ciencias Sociales. Finalmente, se desvelan las oportunidades que ofrecen los estudios del futuro para acotar y manejar la incertidumbre sempiterna que afecta a las dinámicas sociales.
El tercer capítulo aborda la aplicación del pensamiento complejo y los estudios del futuro a las Ciencias Urbanas. Tras un breve repaso de las contribuciones precursoras de finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, se efectúa un recorrido de las aportaciones más sobresalientes desde los años 60 hasta la primera década del siglo XXI. Esos cincuenta años de andadura sistémica y prospectiva urbana han sido documentados irregularmente y con escasa profundidad por parte de la literatura científica. Por tanto, sigue habiendo una deuda que en algún momento deberá ser saldada por investigaciones más rigurosas y comprensivas.
La segunda parte del libro tiene un carácter eminentemente propositivo. En esta parte se discuten la utilidad de los modelos conceptuales para abordar e interpretar los sistemas complejos, más concretamente las ciudades. Tras esta primera aproximación teórica, se configura y se despliega en detalle el modelo conceptual de un sistema funcional urbano.
En el cuarto capítulo se propone un nuevo modelo conceptual que describe con cierto nivel detalle el funcionamiento sistémico de la ciudad contemporánea. La propuesta es antecedida por una reflexión sobre lo que pueden o no aportar los modelos conceptuales respecto a los modelos cuantitativos. Acto seguido, se despliega el modelo conceptual propuesto, mostrando las utilidades que puede ofrecer a los analistas urbanos y a los actores locales. Este despliegue no alcanza a plantear la modelización cuantitativa de los diferentes subsistemas urbanos, aunque se sugiere la posible migración hacia modelos matemáticos, pasando antes por modelos ontológicos.
El quinto capítulo ofrece varios ejemplos de la aplicación práctica del modelo conceptual. Primero, se presenta un ejercicio sobre la evolución temporal de las ciudades españolas, en el que se muestran las posibilidades de aunar el modelo conceptual sistémico con instrumentos de prospectiva. Segundo, se aplica el modelo conceptual a tres tipologías urbanas: la metrópolis, la ciudad intermedia y la ciudad turística. Tercero, se emplea el caso Airbnb para analizar el impacto de las dinámicas socioeconómicas en la ciudad. El capítulo concluye con una evaluación crítica del modelo propuesto.
Finalmente, el capítulo sexto explora tres ámbitos para la implantación efectiva de los modelos sistémicos. Uno se refiere al desarrollo de un nuevo enfoque de planificación urbana, tomando en consideración los principios sistémicos que guían las dinámicas urbanas. Otro alude al establecimiento de modelos de gobernanza urbana innovadores que incorporen suficiente flexibilidad en sus estructuras organizativas y procesos participativos para operar desde una óptica sistémica. La tercera vía reflexiona sobre la dirección que debería seguir la educación de las Ciencias Urbanas para inculcar y desarrollar los principios del pensamiento sistémico.
A pesar del esfuerzo documental y propositivo que se realiza en esta obra, el estudio de la complejidad y la incertidumbre en las ciudades actuales es un tema que resulta prácticamente inabarcable con nuestros conocimientos actuales. Es evidente que restan todavía multitud de cuestiones abiertas que requerirán sucesivos esfuerzos adicionales para avanzar en la comprensión y gestión de la complejidad e incertidumbre urbanas. La propuesta conceptual que plantea este libro debe ser recogida por las generaciones más jóvenes de científicos, que bien han de continuar el esfuerzo en la dirección marcada o bien examinar bifurcaciones alternativas que conduzcan a nuevas metas.
José Miguel Fernández Güell
(Madrid, 1954) es Arquitecto-Urbanista (1979) por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, así como Máster (1982) y Doctor (1984) en Planificación Urbana y Regional por la Texas A&M University. Desde 2001 es Profesor Titular del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid. Durante diez años fue Gerente de la División de Servicios Estratégicos de Accenture y posteriormente Socio-Director de la consultora de servicios estratégicos Güell & Partners. Ha participado en diversos proyectos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Organización de Desarrollo Industrial de Naciones Unidas (UNIDO), Comisión Europea y Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI). Es autor del conocido libro Planificación Estratégica de Ciudades (Gustavo Gili, 1997 y Reverté, 2006) y de numerosas publicaciones científicas a nivel internacional.
Ubicado en un bosque de la costa este, se ha planificado un refugio de 1,200 pies cuadrados para una familia de escritores y productores con el objetivo de dejar una huella ecológica mínima.
El emplazamiento, al que solo se puede acceder a pie o en vehículo utilitario ligero, fue elegido en un claro inclinado del bosque salpicado de grandes rocas y escaso suelo superficial.
Con el propósito de reducir la huella, se diseñó una caja compacta que ofrece un atractivo salón y comedor escalonados, dos dormitorios, un altillo y un porche orientado al sureste. Varias aberturas de gran tamaño matizan esta caja flotante que se adapta al terreno con vegetación y pendiente rocosa.
Una de estas aberturas es una concavidad en el plano del tejado que recoge el agua, la luz, guía la ventilación y expone aún más el terreno. A excepción de los cimientos de pilotes y un revestimiento resistente a las hojas, la estructura está construida íntegramente con madera, tanto nominal como de ingeniería, y está fuertemente aislada con materiales sostenibles. Las aberturas han sido diseñadas considerando la exposición solar del sur, los vientos invernales del norte y noreste, así como el viento local del suroeste en verano.
Exponiendo una roca en el suelo, el patio o impluvium cumple varias funciones: establece una relación entre el interior, el porche y el bosque; crea un claro para la contemplación dentro del claro del bosque para la casa; y eleva el proceso de la lluvia y la nieve, nutriendo el bosque al enmarcarlo, aumentándolo por la superficie de la cubierta, y articulando todos los espacios a su alrededor.
Obra: Casa de Retiro en el Bosque
Autor: Scalar Architecture – Julio Salcedo – Principal in Charge, Tomás Rodríguez, Elda Hernández, Sharon Mendoza, Raúl Tenoira
Emplazamiento: Washington Depot (EEUU)
Año: 2022
Área: 1,200 sq ft
Constructor: Bill Haley
Carpinterias: Andersen
Diseño de interiores: Paul Feldsher
Estructura: Zen Rill
Materiales: Standing Seam
Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzman, Rocio Romero) + scalararchitecture.com
La Fundación Arquia ha abierto la inscripción a la XXV Edición de arquia/becas—Prácticas Profesionales de Arquitectura para la adjudicación de 45 becas de prácticas profesionales a estudiantes de arquitectura y jóvenes arquitectos de las escuelas de arquitectura de España y Portugal.
El objetivo de arquia/becas es dar a los candidatos la posibilidad de complementar, mediante prácticas profesionales, los conocimientos adquiridos durante su formación y contribuir así al acercamiento entre los ámbitos profesional y académico. El programa fomenta el acceso a cualificados estudios de arquitectura y otras instituciones de prestigio, así como la movilidad internacional, entendiéndola como un factor enriquecedor del desarrollo personal.
Destinos
La Fundación Arquia ofrece a los candidatos de esta convocatoria:
· 26 becas en estudios de arquitectura en Europa
Barcelona: Barozzi Veiga, Carme Pinós, H-arquitectes, OAB Carlos Ferrater, BIGNuevo | Madrid: Alberto Campo Baeza, Tuñón Albornoz Arquitectos, Estudio Herreros, Izaskun Chinchilla, Langarita-Navarro, Nieto Sobejano Arquitectos, Paredes Pedrosa, Rafael Moneo | Palma de Mallorca: TEd’A Arquitectes | Olot: RCR Arquitectes | Pamplona: Francisco Mangado | Sevilla: Cruz y Ortiz Arquitectos | Santiago de Compostela: David Chipperfield ArchitectsNuevo |Berlín: Kéré ArchitectureNuevo, Nieto Sobejano Berlín Nuevo| Londres: Foster and Partners | Lisboa: Aires Mateus e Associados, Carrilho da Graça | Oporto: Álvaro Siza | París: Lacaton & Vassal Architectes | Rotterdam: MVRDV
· 5 becas en estudios de arquitectura de EEUU en colaboración con Architect-US
Nueva York: Diller Scofidio + Renfro, MARVEL, GRIMSHAW, REXNuevo |Los Ángeles: MORPHOSISNuevo
· 6 becas en Gestión Cultural:
1 en la Royal Academy of Arts de Londres, 1 en Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2 en TBA21 Thyssen Bornemisza Art Contemporary, Fundación RIANuevo y 2 en Fundación Arquia.
· 5 becas en Administración Pública:
3 en la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MITMA) y 2 en la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (SEGIPSA).
· 3 becas en Urbanismo y desarrollo:
en Fundación Metrópoli
Candidatos
Estudiantes que han superado como mínimo, el 60% de los créditos necesarios para obtener el título habilitante para el ejercicio de la profesión de arquitecto. Arquitectos recién titulados (1 año) de escuelas de arquitectura de España y Portugal
Participación
Existen dos modalidades de participación: expediente académico y concurso.
El jurado único para el concurso de esta convocatoria es el arquitecto Jacob van Rijs, cofundador de MVRDV, que ha propuesto como tema Antimonumento: Repensar la conservación de edificios, enunciado que se podrá consultar de forma completa en la web de la convocatoria.
Dotación
Con motivo del 25º aniversario de la convocatoria arquia/becas — Prácticas Profesionales de Arquitectura, la Fundación Arquia ha decidido aumentar un 10% la dotación adjudicada para todos los destinos. Según el tipo de destino y su duración, la beca económica será distinta:
Para una duración de 6 meses en destinos España y Portugal la cantidad será de 7.700 € y para otros destinos en Europa de 9.900€. Para una duración de 12 meses en destinos España la cantidad será de 15.400 €.
Para las 2 becas con destino en Londres, Reino Unido: Foster and Partners y en Royal Academy of Arts; ambas de 6 meses, la dotación económica se definirá en colaboración con la institución de acogida y será abonada íntegramente por la Fundación Arquia.
Los estudios de arquitectura en Estados Unidos asumirán los honorarios de las personas beneficiarias de la beca una dotación económica a definir por los mismos.
En función de los destinos, la Fundación Arquia también asume los gastos de desplazamiento al lugar de prácticas y proporciona a los beneficiarios cobertura en los términos de la póliza de asistencia en viaje y los aportes a la Seguridad Social según corresponda.
Las inscripciones estarán abiertas hasta el 05 de abril de 2024 a las 12 del mediodía (hora peninsular española). Toda la información acerca de la convocatoria, de los estudios de arquitectura e instituciones de destino se puede encontrar en la web.
“Ciudades que Inspiran” es una iniciativa conjunta entre la Red Latinoamericana de Urbanistas y el Comité de Lectura, desde donde visitaremos diversas ciudades del Perú y Latinoamérica a través de las miradas críticas de sus ciudadanas y ciudadanos, buscando destacar aquellos aspectos que les inspiran y apasionan.
En el onceavo episodio del podcast conversamos con Sandra Salles sobre su vida en el barrio de Monserrate del Centro de Lima, conectándola con su actual residencia en Wuppertal, Alemania. Asimismo, reflexionaremos sobre las posibilidades de recuperar el patrimonio monumental de nuestros centros históricos manteniendo la memoria urbana a través de sus vecinos.
Sandra es Arquitecta por la Universidad Nacional Federico Villarreal y magister en Restauración de Monumentos por la Universidad Politécnica de Cataluña, con más de 10 años de experiencia en temas de Conservación del Patrimonio Cultural, así como de diseño e implementación de instrumentos de financiación urbana para su rescate. Fue coordinadora del programa de Conservación de Casonas de la Municipalidad Distrital de Miraflores, en Lima, que utilizó por primera vez en el Perú el instrumento de la Transferencia de Derechos de Edificación como mecanismo de obtención de recursos económicos para la restauración de su Patrimonio edificado.
¿Acaso se extingue la arquitectura, según parece señalar el título de este libro?
Pues depende del significado adoptado con tal concepto, algo sobre lo que sí se reflexiona en sus páginas, donde queda explícita la polisemia del vocablo. Tan amplia como para designar el simple hecho edificatorio o, en el otro extremo semántico, el valor intangible de formas incorporadas al dominio del metaverso. Pero no se oculta la preferencia del autor por aquella acepción que incluye la vivencia estética o artística del espacio construido.
Y sí, cierta idea de arquitectura avalada por la historiografía arrastra hoy connotaciones melancólicas. En el ensayo se corrobora que la revolución plástica de las vanguardias afectó sobremanera al modo de entender el concepto.
Arte o ciencia, belleza o utilidad, arquitectura o construcción y otros impostados dilemas dialécticos entraron en el debate teórico y en la propia división del trabajo profesional durante la centuria pasada.
Para que la arquitectura subsista como bien sensorial adscrito a la calidad de vida, el obstáculo principal radica en la prevalencia de la cantidad sobre la calidad al ocupar el espacio existencial.
Un fenómeno agravado por la superpoblación humana y la aceleración productiva en sociedades alienadas por los poderosos medios telemáticos o virtuales; lo que conlleva un alejamiento cívico respecto al entorno físico, sea este natural o colonizado.
Resulta curioso constatar, a modo de ejemplo, que la sociedad cultivada actual muestre más interés por la gastronomía que por la arquitectura, un indicio revelador de la evolución de los valores sensoriales.
Francisco de Gracia Soria
Doctor arquitecto y ha ejercido de profesor titular en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), donde impartió varias materias, con especial dedicación a la Composición arquitectónica. Ponente en congresos y profesor de diversos cursos de máster sobre en varias universidades; asimismo director de los Cursos de Formación Continuada en la Fundación COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid); también miembro del Grupo de Investigación Paisaje Cultural (GIPC), así como responsable y profesor de la asignatura Arquitectura y formas del paisaje en el ámbito académico de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). En la Universidad de Chile participó en varios cursos de doctorado sobre teoría de la intervención en la ciudad histórica. Como arquitecto tiene en su haber obras de rehabilitación en varios edificios históricos y otras de nueva construcción. Es autor de numerosos artículos y varios libros, entre los que se pueden destacar Construir en lo construido (1992), Entre el paisaje y la arquitectura (2009) y Pensar, componer, construir (2012).
La residencia de estudiantes ANÉMONE del grupo Kley se encuentra en la Avenue de la Mer, avenida que conduce al mar en el nuevo barrio de Port Marianne Rive Gauche de Montpellier.
ANÉMONE se inspira en la simbiosis que las anémonas de mar desarrollan con otros organismos. Las anémonas y sus anfitriones viven en contacto directo entre sí y se benefician mutuamente.
Una misma relación que se genera entre el edificio, sus estudiantes, y el nuevo espacio público de la avenida, la ciudad y el mar (presente en el horizonte desde el rooftop de la residencia).
El proyecto fomenta el «vivir bien juntos» con usos innovadores, espacios de calidad y la organización regular de actividades de convivencia: un edificio relacional que es un actor en la dinamización, renovación económica, social y ambiental del barrio.
La planta baja está abierta al espacio público de Montpellier, ofreciendo a la vez un zócalo activo y una plaza exterior, puerta de acceso al edificio, que sirven de espacios relacionales donde realizar eventos y para fomentar la movilidad en bicicleta para todos los estudiantes.
Todo el edificio está envuelto con una doble piel de finas cadenas de aluminio trenzadas de la casa Kriskadecor para evitar el uso de revestimientos metálicos más masivos y con una huella de carbono importante. Esta piel se inspira en las cortinas de protección solar y anti-insectos que tradicionalmente se colocan en las puertas de las casas.
En ANÉMONE a la vez que tamizan la luz solar, atenúan el ruido de la autopista y proporciona un filtro intimista que protege de las vistas directas desde el espacio público, la doble piel constituye un ligero velo que desmaterializa el edificio, permitiendo variaciones sutiles de luz gracias al delicado acabado brillante de algunas de sus cadenas.
Esta fachada, poca materia, liviana, vibrante y sensible, convierte un edificio con una fuerte volumetría, dada por el plan urbanístico, en una desmaterializada nube de agua… de mar.
Para reducir su impacto de carbono, el proyecto propone una profunda reflexión sobre la calidad del aire. El “corredor climático” que propone el proyecto, ampliamente ventilado en los dos testeros del edificio participa activamente en la regulación térmica de las habitaciones generalmente mono-orientadas en este tipo de tipologías de residencias.
Las circulaciones y zonas comunes (incluida la lavandería) se iluminan y ventilan naturalmente con el fin de ayudar a minimizar el consumo de energía y promover el bienestar de los estudiantes en los usos cotidianos.
Al mismo tiempo, la naturaleza y el arte ocupan un lugar destacado en el proyecto con patios arbolados, muros en de soportes a los artistas de la ciudad, muros verdes verticales (especies autóctonas) en las medianeras y un gran rooftop-mirador generosamente ajardinado para todos los estudiantes.
Esta serie de espacios están destinados a apoyar la biodiversidad, mejorar la calidad del aire en un entorno biofílico y relacionar el edificio con su entorno urbano, apoyándose en la co-creación artística.
Obra: ANEMONE – Residencia de Estudiantes
Autor: Archikubik
Año: 2021
Superficie construida: 6.300m2
Ubicación: Montpellier, Francia
Fotografo: Marcela Grassi + archikubik.com
El pasado 8 de diciembre se celebró en Atenas (Grecia), la entrega de premios del Europe 40under40 2022-2023, programa dirigido por “The European Centre for Architecture Art Design and Urban Studies” y “The Chicago Atheneum: Musseum of Architecture Art and Design” que elige cada año a los 40 profesionales de la arquitectura y el diseño menores de 40 años más prometedores de Europa.
En esta edición, cuyo jurado estaba formado por Marianna Athanasiadou, Mathieu Forest, Jerome Michelangeli y Alcestis Rodi, han resultado seleccionados entre los 40 ganadores los estudios españoles Horma (Valencia), Garmendia Cordero arquitectos (Bilbao), Hornillos Atelier (Madrid), Calmm Architecture (Valencia/París) y NUA arquitectures (Tarragona).
El reconocimiento, con una trayectoria de más de 15 años y un prestigio demostrado, se centra en destacar e identificar a la próxima generación de arquitectos y diseñadores industriales que presumiblemente influirán en los entornos de vida y de trabajo del futuro al tiempo que brindan una visión de la escena arquitectónica y del diseño en Europa. El programa está abierto a arquitectos, paisajistas, arquitectos de diseño de interiores, urbanistas y diseñadores industriales menores de 40 años y trata de fomentar la presencia de nuevos talentos y pensamientos creativos en la vanguardia de la profesión del mañana.
En ediciones anteriores, fueron premiados otros reconocidos estudios y oficinas españolas, en su momento “under40”, como Suárez Santas Arquitectos (Bilbao – 2009), FRPO (Madrid – 2009), Arquitecturia (Girona – 2010), Israel Alba (Madrid – 2011), Magén Arquitectos (Zaragoza – 2013), SOL89 (Sevilla – 2014), OHLAB (Palma de Mallorca – 2014), Taller de 2 (Madrid – 2016), Marcelo Ruíz Pardo (Madrid – 2018), Enorme Studio (Madrid – 2019), Jérez Arquitectos (Burgos – 2020), Zooco (Madrid – 2020) o Tousidonis Anisi (Sevilla – 2022). Este amplio abanico de voces ayuda a comprender la importancia del galardón entendiendo la buena salud de la que goza la arquitectura española en todas las partes de su diversa territorialidad, al tiempo que dibuja un horizonte plural donde las grandes urbes pierden protagonismo frente a una práctica más dispersa, sostenible pero igualmente relevante.
HORMA
HORMA es un estudio de arquitectura fundado en 2012 en Valencia que basa su práctica en el desarrollo de arquitectura a medida de cada usuario, de cada lugar y de cada contexto.
Habitar la geometría define su principal objeto de investigación, atendiendo a las necesidades del usuario desde la precisión y la abstracción que la propia geometría implica. La definición material y la relación con el entorno inmediato acaban de completar el proceso que da forma sus proyectos.
Los procesos y recursos empleados son contemplados desde el origen de la propuesta con el objetivo de minimizar el impacto que puedan generar, proponiendo una arquitectura consciente y respetuosa con el pasado, presente y futuro.
Su trayectoria, fundamentalmente centrada en el ámbito residencial, les ha permitido entender cada proyecto como único, planteando la arquitectura y el interiorismo en la misma línea de trabajo, donde retos pequeños y grandes son abordados sin distinción.
HORMA, desde sus orígenes, combina su práctica profesional con la docencia con el objetivo de enseñar lo aprendido pero, sobre todo, de seguir investigando y aprendiendo en el día a día.
Garmendia Cordero
Garmendia Cordero arquitectos es un estudio fundado en 2015 por Carlos Garmendia y Álvaro Cordero y que trata siempre de mantener una manera de trabajar basada en la sinceridad, la coherencia y el respeto por el contexto.
Creemos que cualquier manera de encarar un nuevo proyecto debe tener el fin último de mejorar los espacios sobre los que se actúa y así planteamos cada nuevo trabajo.
Hemos podido experimentar las relaciones generadas entre lo existente y la nueva arquitectura que se genera, intentando en todo momento actuar desde el máximo respeto al contexto, sea este material o intelectual para, una vez analizada la historia particular de cada caso, intervenir de la manera más personalizada y direccionada posible.
Aspiramos cada vez a generar proyectos de lectura clara donde queden reflejadas las intenciones principales de la idea, otorgando una enorme importancia a la función, ya sea mediante volúmenes rotundos, texturas o mediante el análisis exhaustivo de cada condicionante de manera global, a fin de dar respuesta a esas necesidades programáticas.
Nuestra intención es siempre la de trabajar a todas las escalas, sea cual sea el tamaño o la entidad del proyecto, aprendimos a entender la arquitectura de ese modo y así es como tratamos de reflejarlo en cada obra, cuidando desde el detalle más pequeño hasta la implantación más grande.
HORNILLOS
Ignacio Hornillos Cárdenas (Madrid, 1985) es Doctor Arquitecto, Máster en Proyectos Arquitectónicos y profesor e investigador de teoría de la arquitectura. Su trabajo explora la relación entre geometrías puras y objetos complejos que resuelven las diferentes escalas del «fenómeno arquitectural».
Desde 2010, trabaja de manera asociativa en el campo doméstico de la arquitectura, tiempo que se ha enriquecido con diferentes colaboraciones en el mundo del diseño y el arte, con Álvaro Catalán de Ocón (Madrid) o Abel Cárcamo (Chile), o con estudios de arquitectura como José María Sánchez García (Madrid) o Ipiña y Nieto (Chile), obteniendo premios en concursos a nivel nacional e internacional como responsable de proyectos.
A partir de 2017 funda Hornillos Atelier como plataforma para desarrollar proyectos y obras en cooperación con otros arquitectos como Manuel Torrejón o Javier Fernández Contreras, al tiempo que participa en concursos de arquitectura asociado a diferentes estudios como Atelier Atlántico (Logroño), Ykra Architectes (Ginebra) o Based Architecture (Bilbao) y Agustin Berzero (Córdoba, Argentina); con los que recientemente ha obtenido el primer premio en el Concurso EUROPAN 17 en Éibar, España.
Como emprendedor, es socio fundador de la empresa constructora VISTTO desde 2018, cuya labor principal es la gestión y la producción de obras firmadas por arquitectos jóvenes destacados. Entre las reformas realizadas, destacan las de Carlos Brage Tuñón, Gonzalo del Val, Toni Gelabert, Valdivieso Arquitectos, Héctor Navarro, Studio Animal, Hanghar, Pachón-Paredes, Estudio Diir, Mariana de Delás; además de las obras propias.
CALMM
CALMM es un estudio de arquitectura, urbanismo y diseño fundado en 2015 por Fabio Cavaterra y Luis Masiá Massoni. Con sede en París, se expandió en 2018 estableciéndose también en València.
El estudio nace como consecuencia natural del primer premio obtenido por el proyecto urbano SYNERGIE en la edición 12 de EUROPAN, en Seraing, Bélgica.
La diversidad cultural y la multidisciplinariedad de sus miembros fundadores confieren al CALMM un carácter europeo, rico en intercambios y con capacidad para proyectarse tanto en un contexto local como internacional.
El trabajo de CALMM ha sido reconocido a nivel europeo por su especial atención a la integración en el patrimonio existente.
CALMM desarrolla sus proyectos con el objetivo de crear una arquitectura esencial, sostenible, económica, rigurosa e inteligentemente integrada en su contexto. Proyectos sobrios y eco-responsables diseñados de forma clara y global, es decir, desde una perspectiva inclusiva que trata de captar los distintos puntos de vista de los usuarios.
NUA
NUA arquitectures nace el 2013 en Tarragona y ha diversificado su actividad en diferentes campos y tipologías, enfocando los proyectos desde la óptica urbana hasta el diseño del detalle de manera simultánea. El estudio explora ámbitos de arquitectura y diseño a distintas escalas mediante estrategias sensibles a la memoria de los lugares y con el medio ambiente, buscando dar respuestas a los retos sociales y culturales contemporáneos de las ciudades y los territorios a través de intervenciones que tienen como principal objetivo mejorar la vida de las personas.
NUA es un equipo plural y flexible que trabaja con profesionales de diferentes ámbitos para desarrollar proyectos adaptados a las necesidades específicas de cada situación, colaborando activamente con los habitantes de los lugares y los espacios que diseñan. Su trabajo ha recibido distintos reconocimientos nacionales e internacionales y ha sido expuesto y publicado en distintos medios y instituciones. El estudio también ha sido invitado a impartir clases y conferencias en España, Italia, Eslovenia y Estados Unidos.
NUA está dirigido por Maria Rius, Arnau Tiñena y Ferran Tiñena, arquitectos formados en la ETSAB-UPC que combinan la práctica con la difusión, la investigación y la docencia. Ejercen de profesores en la ETSA-URV, y exploran la escala territorial, el proyecto urbano y la vivienda colectiva a través del doctorado.
A lo largo de la historia el hombre ha construido sobre un porcentaje cada vez mayor del planeta. La preocupación por la preservación de un territorio natural es algo relativamente reciente y de hecho, los primeros espacios protegidos datan de finales del s.XIX.1 Por eso llama poderosamente la atención el temprano compromiso con la naturaleza de un joven jardinero, hijo de un agricultor de Bedfordshire, convertido después quizá en el más importante constructor de invernaderos de la historia: Joseph Paxton.
A principios de 1850 el Príncipe Alberto se convirtió en presidente de una Comisión Real para promover la Exposición Universal de Londres, que tendría lugar en el Palacio de Cristal, un edificio de casi 7 hectáreas de superficie ubicado en Hyde Park.2 La prensa pronto alertó sobre la posible mutilación del parque ante la construcción sobre tal extensión de terreno, cuestionando la ubicación e incluso la esencia misma de la exposición.
Finalmente, Paxton consiguió el encargo con una propuesta desmontable de hierro y vidrio, económica, de rápido montaje y que, sobre todo, respetaba los árboles centenarios del parque. Para ello propuso un crucero central abovedado que incluía los olmos de más de 30 metros de altura, crucero descentrado que rompía la simetría del edificio para el acomodo y salvaguarda del Árbol anterior.
“la arquitectura como bosque es una imagen ideal de arquitectura”.4
Tal vez ambos tengan razón y la naturaleza sea la forma más perfecta de cualquier arquitectura. Si pensamos en proyectos como la Casa Jardín en Tochigi, la arquitectura se convierte en un muro habitado que rodea una parte del bosque y el río existentes convirtiéndolos en jardín, un jardín no proyectado, pre-existente; la no-intervención humana conecta de una manera más profunda la arquitectura con el lugar, el tiempo y el bosque. La arquitectura ocupa la naturaleza pero al mismo tiempo puede establecerse como su contenedor: la arquitectura se ocupa de la naturaleza.5 Frente al gesto corbuseriano de recuperación verde en la cubierta-jardín, la arquitectura como envoltorio del Árbol primero, la arquitectura mínima que habilita y legitima la naturaleza máxima. Arquitectura y naturaleza, hombre y Árbol anterior.6
Miguel Ángel Díaz Camacho. Doctor Arquitecto
Madrid. Junio 2014
Autor de Parráfos de arquitectura #arquiParrafos
Notas:
1 El primer espacio natural protegido por el hombre fue Yellowstone, EEUU 1872; en España, La Montaña de Covadonga y Ordesa, ambos en 1918. Llama la atención esta primera reserva de la naturaleza a iniciativa de la nobleza y cómo los actores que han actuado en su defensa han ido cambiando a lo largo de los tiempos hasta llegar al discurso medioambiental actual, homogéneo, legitimado por prácticamente todo el mundo global y, aún así, descafeinado.
2 El edificio, inaugurado el 1 de mayo de 1851, albergaría una representación de los avances de la industria de todas las naciones, estimando un total de cien mil muestras. Los datos aquí recogidos proceden del libro La Ingeniería es Humana, Henry Petroski, Madrid, Cinter 2007, capítulo 12 “Interludio: La historia del éxito del Palacio de Cristal”, págs. 183-210.
3 Alejandro de la Sota “Arquitectura y Naturaleza”, conferencia pronunciada en el curso de Jardinería y Paisaje, ETSAM 1956.
4 Ocupar significa invadir o instalarse sobre un lugar o territorio, pero también poner consideración en un asunto, asumir responsabilidad sobre él. Diccionario de la Lengua Española, RAE. En ambos sentidos podemos decir que la naturaleza también se ocupa de la arquitectura.
5 Algunos árboles pueden vivir miles de años; se considera el árbol vivo más antiguo del mundo a una pícea de 9.550 años de antigüedad encontrada en Dalarna, Suecia.
La nueva Torre Méndez Álvaro, ubicada en el céntrico barrio de Madrid, espera convertirse en un ejemplo de sostenibilidad y eficiencia arquitectónica con la ayuda de la tecnología BIM.
La firma española de arquitectura e interiorismo GCA Architects es la encargada de llevar a cabo la reforma integral del edificio Retama 3, situado en el barrio Méndez Álvaro, aledaño a la autovía de circunvalación M-30 y las vías del tren. La revolucionaria tecnología BIM (Building Infomation Modeling) está detrás de la nueva torre, de 14 plantas y 13.200 metros cuadrados, que busca convertirse en un referente arquitectónico de Madrid y situarse a la vanguardia en eficiencia y sostenibilidad.
Con el objetivo de conseguir un equilibrio cromático y sensitivo que refuerce la sobriedad y contemporaneidad del conjunto, se utilizarán tres materiales para su construcción: metal, madera y vidrio. Para mantener una imagen amable, sin romper la sintonía con el resto de las torres, se han usado vidrios curvos en las esquinas; del mismo modo, un juego de costillas metálicas pasará a formar parte del nuevo muro cortina de fachada, logrando dar un toque distintivo a la torre. El uso de un sistema de terrazas a doble altura, que giran conforme aumentan los niveles, y que conectan las oficinas con espacios exteriores donde hay abundante vegetación, consigue crear un diseño dinámico y original.
Herramientas BIM
El proyecto ya está en marcha y se espera que el nuevo edificio sea inaugurado el próximo verano.
“Estamos completando la fase de derribos. Se han ampliado las plantas y se ha cambiado de posición la escalera para mejorar la funcionalidad de ahí que el estudio de la estructura ha sido clave para la definición del proyecto”,
declara Daniel García, BIM Manager de GCA Architects en la entrevista publicada en la sección AbiertoXObras de la empresa especializada Espacio BIM.
“BIM ha permitido centralizar toda la información de la Torre Méndez Álvaro (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que han intervenido en el proyecto”
señala Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la mencionada consultora. La firma ha apostado por el método open BIM: un flujo de trabajo en el que todos los involucrados intercambian información del proyecto y cooperan, mediante el uso de formatos abierto, neutrales y no prioritarios, independientes de las herramientas y aplicaciones BIM utilizadas.
Con el fin de obtener más precisión en el punto de partida y aproximar de mejor manera la altura entre las plantas, se realizó el primer modelo del estado actual del edificio utilizando una nube de puntos. Del mismo modo, la firma de arquitectura hizo uso de la herramienta BIMcollab,
“Con ella, mostramos los elementos de la estructura existente que queríamos conservar, así como los refuerzos y ampliaciones de los forjados”
explica García. De esta manera, continúa,
“pudimos diferenciar gráficamente los componentes según su fase de construcción, existentes o de nueva construcción, y nos ayudó mucho a valorar con los estructuristas el alcance de la intervención”.
Las ventajas de utilizar BIM en proyectos arquitectónicos hace que cada día más profesionales del sector AECO opten por actualizar sus conocimientos y exploren la oferta de cursos y máster existentes con este modelo de trabajo colaborativo, como el máster BIM de la mencionada consultora, para actualizar así su currículum y ampliar sus opciones laborales.
El proyecto se sitúa en el Barrio del Poblenou de Barcelona, barrio en constante transformación urbanística que, en los últimos años, ha sido acompañada de una nueva arquitectura de edificios singulares dispersos, incapaces de dialogar con el entorno tradicional preexistente y así construir calidad urbana. Por el contrario, y como ya hizo en el Museo Can Framis, el edificio de oficinas planteado nace con la voluntad de dar continuidad a la manzana, de dialogar con las preexistencias y de generar espacio urbano de calidad.
Por un lado, la apuesta por la morfología de la arquitectura tradicional y, en particular, por la proporción vertical de sus balcones, sus molduras y cornisas, consigue la continuidad de la manzana, con un lenguaje y color que encajan en el contexto de manera natural, sin renunciar a una cierta autonomía y carácter. La morfología de la fachada proporciona además una escala más humana al edificio.
El proyecto se construye con la clara voluntad de conseguir un edificio completamente ventilado naturalmente y 100% practicable. Para ello todos los huecos de fachada son practicables, mejorando la relación del usuario con el exterior y creando pequeños balcones que pueden ser ocupados por vegetación. Así mismo, el aparcamiento subterráneo, que alberga bicicletas y patinetes, además de coches, ventila a través de un patio inglés.
Por otro, el uso del material cerámico en la fachada, el ladrillo ecomanual, que remite a los antiguos edificios industriales del Poblenou, es un esfuerzo para ubicar el edificio en su contexto histórico. Con juntas de mortero de cal enrasadas con la cerámica, para enfatizar el monolitismo de un tipo de construcción manual, totalmente alejada del ensamblaje habitual de las fachadas ligeras. En definitiva, materiales, colores y texturas que conectan con el contexto industrial del barrio de un modo contemporáneo.
De la intención de mantener la continuidad del tejido urbano nace la decisión de mantener la característica esquina en chaflán del Eixample, que en el Poblenou está desapareciendo poco a poco. Es en ese punto en el que se sitúa el acceso al edificio, mediante un porche que acompaña hasta la entrada al vestíbulo. Un vacío que perfora transversalmente la pieza hasta el interior de manzana.
La posibilidad de construir un volumen en el interior de manzana permite reducir la edificabilidad del volumen principal a la vez que construye un espacio interior rico que se relaciona adecuadamente con las edificaciones más bajas del pasaje interior.
En altura, el volumen principal dibuja una sección escalonada, que pretende que el impacto de sus 8 plantas sea menor desde la calle y que el sol ilumine ese tramo con más facilidad. Esta sección permite unas terrazas de gran tamaño para disfrute de los usuarios, y construye el ritmo característico de la fachada. Asimismo, los diferentes niveles de altura de estas terrazas dialogan con las alturas del contexto, especialmente con la chimenea de la antigua fábrica que permanece en el lugar.
Obra: Pallars 180, edificio de oficinas en Poblenou
Autor: BAAS Arquitectura: Jordi Badia, Alex Clarà
Superficie 15.000 m2
Cliente Conren Tramway
Equipo: Kino Coronas, Blanca Ademà, Joana Tril, Diego Duque, Alba Azuara, María Azkarate, Marc Sánchez, Anna Bosch, Maria Mariages, Pere Molas, Marta Cendra
Fotografía: Gregori Civera, Alex Clarà, jesús Arenas, Manolo Laguillo + baas.cat
El empleo de paredes de ladrillo hueco gran formato (LHGF) revestidas con placa de yeso laminado (PYL) da lugar al sistema constructivo Muralit Sin Rozas, que cuenta con las más altas prestaciones, ya que el material cerámico aporta sostenibilidad por su materia prima (arcilla), solidez, estabilidad, alta resistencia acústica y resistencia al fuego, mientras que la placa de yeso ofrece un acabado perfecto.
Un compromiso así con la sostenibilidad que se desarrolla en tres ámbitos:
1. Medioambiente
Los productos cerámicos se enmarcan dentro de los materiales de construcción sostenibles desde el punto de vista económico, energético y medioambiental, por el uso de materias primas naturales, extracción responsable de la arcilla, o su eficacia en aislamiento térmico y eficiencia energética, entre otras variables.
Los fabricantes de Muralit disponen de la Declaración Ambiental de Producto (DAP) de sus ladrillos huecos gran formato, conocida como etiqueta medioambiental tipo III, que proporciona información ambiental fiable, relevante, transparente y verificada sobre un determinado producto.
Para ello la DAP se basa en el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de ese producto con criterios establecidos en las normas europeas e internacionales.
Dicha DAP está registrada en el programa Global EPD de AENOR para acreditar y comunicar su excelencia ambiental. Además, existen medidas para el fomento de la biodiversidad y restauración de ecosistemas que desarrollan en las canteras de extracción una vez finalizada la actividad en ellas.
2. Eficiencia energética.
Si se analiza el comportamiento térmico de un edificio, en él influyen muchos factores (orientación, proporción de huecos, protecciones solares, etc.). El aislamiento y la inercia térmica de la envolvente del edificio inciden directamente en el confort del usuario en su interior, así como en la demanda energética de calefacción y refrigeración durante la vida útil del edificio.
Muralit Sin Rozas -como sistema cerámico- presenta una elevada inercia térmica y contribuye al aislamiento térmico de la envolvente del edificio. Y el empleo de paredes cerámicas frente a otras soluciones, contribuye a un mayor confort térmico en el interior la vivienda.
Las paredes cerámicas, gracias a su capacidad para actuar como acumuladores de calor, regulan la temperatura, evitando el rápido enfriamiento del ambiente interior cuando se desactivan los sistemas de calefacción y manteniendo estable la temperatura ambiente dentro de un intervalo de confort satisfactorio para sus ocupantes. Reduciendo así el consumo energético de las viviendas.
3. Ambiente interior saludable.
Los ladrillos cerámicos, que integran el sistema Muralit Sin Rozas, contribuyen a mantener una calidad de aire interior saludable en los edificios, sin problemas de toxicidad ni alergias, ya que no emiten compuestos orgánicos volátiles (C.O.V), sustancias peligrosas, gas radón, ni radioactividad a la atmósfera interior.
Además, gracias a su inercia y buen comportamiento higrotérmico, contribuyen a regular la humedad ambiente y a mantener estable la temperatura interior de la vivienda, asegurando así el bienestar de los usuarios en el interior de los edificios.
Un ejemplo de todo este programa de compromiso con la sostenibilidad es el Edificio Infinity de Grupo LOBE: Primer edificio multifamiliar de viviendas de protección oficial con certificación Passivhaus de la Comunidad de Madrid.
Muralit Sin Rozas responde así a los grandes desafíos del sector de la edificación de las próximas décadas.
Sistemas cerámicos, sistemas sostenibles
La elección de Muralit Sin Rozas, como sistema de ladrillos cerámicos, participa activamente en la obtención de los certificados LEED, BREEAM y VERDE y el estándar Passivhaus. Las fichas para la obtención de estos certificados están disponibles en la Plataforma de Materiales de GBCe desde donde pueden descargarse, garantizando que su contenido ha pasado por un proceso de revisión de calidad por parte de un equipo de expertos independiente. Además, se puede descargar la documentación justificativa requerida por las certificaciones.
Para más información tienes a tu disposición el ‘Decálogo de sostenibilidad de los materiales cerámicos’, que argumenta las diez las razones por las que los materiales cerámicos de construcción son social, económica y medioambientalmente sostenibles.
“MURALIT Sin Rozas”
El Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana desarrolla la campaña “MURALIT Sin Rozas” con la colaboración de la Generalitat Valenciana a través del Proyecto INENTI, cuyo objetivo es mostrar las prestaciones y ventajas de las soluciones para tabiquería de ladrillo gran formato.
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