Tres escasos meses antes del día de los Enamorados de 1996,1 durante un encuentro con D. Alejandro de la Sota en su estudio, éste hacía referencia, en un aparte de la conversación a la categoría de la obra construida de Manuel Gallego, en cada una de las diferente escalas que abarcaban desde el responsable sentido en la implantación urbana hasta el acento final que en sus trabajos suponía el cuidado reservado al diseño de sus pasamanos.
“El arquitecto que hace los mejores pasamanos del mundo, la barandillas más perfectas”,
decía Don Alejandro.
Recordamos ahora aquella referencia y palabras como anécdota pasada, pensando en ese punto de contacto entre la mano del usuario y el edificio construido, la barandilla, reflexionando sobre su significado en cuanto metáforas del mundo de la percepción, el de los diferentes y varios sentidos que forman parte de la experiencia arquitectónica.
Los pasamanos, las barandillas y las protecciones, las más perfectas del mundo y al mismo tiempo las más humildes, las de Manuel Gallego y también otras igual de honestas, como las de Hernan Hertzberger y las del propio Sota, ponen a funcionar la experiencia del usuario y el habitante de la arquitectura a través de otros sentidos que no son únicamente el de la vista. Sirviendo así, mientras la mano se posa y apoya, de ayuda a la subida o bajada en el viaje a través del programa, enriqueciendo la experiencia y el guion sensorial del recorrido, mientras se muestra el posible contacto físico y no únicamente visual.
Los pasamanos entendidos más allá de la muleta que se usa en ayuda al accidente de la escalera, o como protección al desnivel del vacío, representan un apoyo al resto de experiencias del conocimiento espacial que nos acompaña. Cogemos al edificio, tocarlo, sentirlo frío o caliente, fuerte o delicado, afirmando el centro de gravedad del paseo al sentir de la pisada en el escalón o el rellano.
¡Qué diferente experiencia la del pie que sube o baja sin que la mano toque la pared ayudándose de la línea construida de la barandilla!
Recuperar sólo por un instante otro sentido para la arquitectura nos recuerda que el ojo manda y dicta en primera persona en la experiencia de la percepción especial, pero su acción agota, anula y banaliza esta experiencia cuando margina y elimina la entrada controlada de otros sentidos en la lectura global del asunto.
Convertido ya en tópico el discurso de la inflación visual del mundo neoliberal que nos ha tocado vivir y de la arquitectura a su servicio, no está de más abordar de forma ingenua (siempre consciente y perseverante…), cómo intervienen el otro conjunto de experiencias cognitivas ligadas al resto de los sentidos, en la lectura de los espacios por los que ha de transitar el viaje de la arquitectura.
Estas breves palabras, literarias y tendenciosas, lo son en la medida de una muy parcial referencia del tacto que no es opuesto sino complementario y colaborador del resto de los sentidos y en especial al de la vista y que nos gustaría sirviesen para introducir y ser pretexto de un encuentro con el tema de los sentidos en la obra escrita y docente del arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa.
Los textos que ofrecen sus aulas y conferencias nos clan y reclaman al mismo tiempo una visión cercana, directa y sincera de la necesidad de mantener el equilibrio entre los abundantes interralaciones del mundo visual y el resto de la formas de percibir.
Denuncia de la forzosa necesidad de recuperar aquella formas de percibir olvidadas, marginadas y difuminadas por la excesiva valoración de lo visual, que se vinculan al mundo de lo efímero y a la desaparición del tiempo en arquitectura, otro de los fundamentos ausentes del contemporáneo sentir actual, que se estudia en su obra escrita.
Pensamiento, opiniones y expresión consciente por redescubrir constantemente las cuestiones básicas y de fondo de la arquitectura tal como demandaba a mediados del s.XX el maestro holandés Cornelis van Eesteren.
Pallasmaa y sus palabras, las de sus libros, las de sus citadas aulas y conferencias y a las de sus múltiples introducciones a exposiciones y catálogos, nos ayudan en su lectura a entrar en las cuestiones de fondo, tanto como las barandillas y pasamanos de Manuel Gallego, las mejores del mundo, a agarrarnos por lo físico, a subir y bajar, a sentir y tocar el palpitar de la arquitectura más allá de la evidencia…
Luis Gil Pita, arquitecto.
Santiago de Compostela, septiembre 2018
Notas:
1 Día de la Muerta de D. Alejandro de la Sota en Madrid.
Algunas referencias de la obra escrita y ensayística de Juhani Pallasmaa.
Pallasmaa, Juhani. Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. 2006, Gustavo Gili, Barcelona.
Pallasmaa, Juhani. Encounters: architectural essays. Helsinki, Rakennustieto Oy, 2005
Tapio Wirkkala, ojo mano y pensamiento. Madrid, Ministerio de vivienda, 2004
Gentle Bridges: architecture, art and science. Max Planck Institute of Molecular Cell Biology and Genetics Dresden = Zwischen den Raume. Architektur, kunst und wissenschft, Basel, Birkhauser, 2003.
Pallasmaa, Juhani. The Architecture of image: existential space in cinema. Helsinki, Rakennustieto Oy, 2001
Pallasmaa, Juhani. Meditaciones sobre el silencio: Juhani Pallasmaa: objetos y diseños arquitectónicos. Madrid, Centro de Publicaciones, Secretaría General Técnica, Ministerio de Fomento. 1999
Animal architecture. Helsinki, Museum of finish architecture, 1995
Pallasmaa, Juhani. Animales arquitectos: el funcionalismo ecológico de las construcciones animales. Lanzarote, Fundación César Manrique, 2001