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La moto de Molezún | José Ramón Hernández Correa

He estado en la exposición sobre «Fotografía y arquitectura moderna en España, 1925-1965″ de la Fundación ICO de Madrid y he sentido un montón de sensaciones encontradas.

(Es que soy escritor, y los escritores decimos eso de «sensaciones encontradas», y más cosas).

Varias ideas confusas: Lo viejuna que se está quedando la arquitectura moderna, lo emocionantes que son estas obras tan pobres, lo heroico que fue concebirlas y construirlas, lo estupendas que son, lo que se contradicen muchas de ellas, la falsa imagen de país moderno que quieren proclamar patéticamente, etcétera.

Y, dentro de todo esto que, como de costumbre, me supera, me quedo con una maravilla entre tantas maravillas: Me quedo con la moto de Molezún.

Lambretta C125. Fabricada entre febrero de 1950 y noviembre de 1951. 87.500 unidades.
125 cc. Peso: 70 Kg. Velocidad máxima: 60-70 Km/h. Consumo: 2 l/100 Km.

El genial y disparatado arquitecto se montó en una Lambretta y se recorrió Europa. Hace falta valor.

Hoy todo eso es muy fácil. El mundo es muy pequeño y lo tenemos todo a mano. Pero entonces, pocos años después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, un súbdito de un país aislado, sometido a una dictadura filofascista (anterior aún a la visita de Eisenhower y a la consiguiente apertura timidísima al mundo), lo tenía realmente muy difícil para salir por ahí de paseo. (Pasaporte, visados, permisos, cartas de buena conducta y de recomendación, certificados de penales…). La cosa era verdaderamente chunga.

Para colmo, un arquitecto joven y prometedor no dejaba de ser un ciudadano ejemplar… si viajaba en avión, vestía adecuadamente y dormía en buenos hoteles. Eso era parte del status de arquitecto en aquella época.

Pero qué va. Ramón (no Don Ramón, que sería lo suyo) no sólo viajaba en su motocicleta, sino que la llevaba abarrotada de fardos, hatos, rollos de ropa, tienda de campaña, mochilas, cantimploras. No daba la imagen de un digno arquitecto español viajando por estudio.

Dinamarca. Fotografía de Ramón Vázquez Molezún.
(En todas sus fotos sale la moto, llena de cachivaches)

No nos hacemos idea de lo que era España por entonces. Un país cerrado, sin apenas libros ni revistas del extranjero, sin información, sin medios de comunicación. Un arquitecto que quisiera saber algo de lo que se estaba haciendo por el mundo tenía que salir y verlo con sus propios ojos. Pero mientras tanto por aquí estaban intentando inventar un «estilo español», algo muy ambiguo y muy kitsch, y que de alguna forma admitía una cierta modernidad en la arquitectura siempre que entroncara con una tradición de «lo español». ¿Dónde estaba esa tradición? ¿Cómo acuñarla?

Afortunadamente, la penuria hispana de posguerra había sido muy condescendiente con la falta de ornamento en la arquitectura y con una funcionalidad casi perentoria. Por ese lado no íbamos mal.

Pero por otra parte, ser arquitecto tenía mucho prestigio por aquella época, y si uno coqueteaba o transigía con el régimen tenía todas las papeletas para elegir una mullida poltrona sobre la que vegetar muy cómodamente.
Había que ser un tipo raro (y un culo de muy mal asiento) para complicarse la vida y buscarse incomodidades y líos.

La curiosidad de los más talentosos era, por eso mismo, irrefrenable. (Todos los grandes arquitectos de la época viajaron todo lo que pudieron). La oportunidad de construir mucho, de dar una nueva imagen a todo un país, llevaba aparejada la preocupación de cómo hacerlo, y el único aprendizaje consistía en viajar. Y si se viajaba muy despacio y con los ojos muy abiertos, mucho mejor.

La moto de Molezún por Europa. Me ha pasado la foto mi compañero de twitter Arquitecto cabreao, @Arq_VLC. La moto de Molezún en Soonkooging, Suecia, detalle de la ilustración anterior, perteneciente a «Los viajes des-velados de Ramón Vázquez Molezún», de Marta García Alonso, que he conocido gracias a David García-Asenjo Llana (@dgllana)

La moto de Molezún sabía ya más que cualquier director general. La moto de Molezún respiraba arquitectura hasta por el dibujo de sus neumáticos y por su manillar.

En las tiras de positivos de contacto de Molezún vemos las grandes obras clásicas europeas, pero también las medievales y, sobre todo, las modernas.
Y, por encima de todo, su moto. Su magnífica Lambretta C125 de 1950.
Si vemos el cuadro de la moto, su manillar, su asiento y su soporte para la rueda de repuesto no nos extraña nada que de ese mundo de maravillas elementales salieran los paraguas de Bruselas, y que el motero loco, de los hatos enrollados sobre su moto desenrollara tanta arquitectura y tanta sabiduría. Loor a Molezún. Loor a su moto.

Molezún y la Lambretta C125 en Roma.
(Gracias de nuevo a Arquitecto cabreao, @Arq_VLC)

Los viajes son siempre externos (al mundo) e internos (a uno mismo). Y en aquella época más. Por encima del conocimiento de la arquitectura, la moto de Molezún fue una fuente y una herramienta de conocimiento de sociedades, de países, de civilizaciones, de costumbres, de vida, de gente. Por eso, el arquitecto Molezún, y sobre todo la persona Molezún, lo fueron en gran parte por la Lambretta.

Ilustración de Manuel Suárez Molezún para el artículo de Mogamo (Molezún-Gabino-Molezún)
«Viaje de Estudios a Dinamarca». Tomado del citado artículo de Marta García Alonso.

José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · junio 2014

(Dedicado a los tuiteros @dgllana, @ELBahut, @Arq_VLC y @anquela88 por su ayuda.)

Conversaciones con Mies van der Rohe. Certezas americanas

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«Cuando comenzamos un proyecto no pensamos en la forma, pensamos en el modo correcto de utilizar los materiales; después aceptamos el resultado.

Cuando trabajamos dejamos que las grandes ideas se queden en el aire. No queremos que bajen. A menudo nos sorprendemos a nosotros mismos con el resultado. Recopilo los hechos, todos los que puedo conseguir, los estudio y después actúo en consonancia».

Mies van der Rohe, 1955

Este libro recopila una serie de conversaciones mantenidas entre 1955 y 1964 con Mies van der Rohe, donde descubrimos cómo un Mies americano en plena etapa de madurez explica sus ideas básicas sobre arquitectura y repasa su trayectoria profesional hasta entonces. Las conversaciones vienen precedidas por un elocuente texto, ‘Arquitectura y tecnología’ (1950), donde se formulan las líneas básicas de su arquitectura en la etapa americana, e Iñaki Ábalos contribuye con un epílogo a ofrecer una nueva lectura sobre el maestro alemán.

Moisés Puente es arquitecto, editor y traductor de temas arquitectura. Es editor de la revista 2G y entre sus libros se encuentran las ediciones de textos de Alejandro de la Sota, Josep Llinàs, Mies van der Rohe, Jørn Utzon y Olafur Eliasson y monográficos sobre la obra doméstica de Mies van der Rohe y la obra de Alejandro de la Sota. En 2010 recibió el Premio FAD de Pensamiento y Crítica por su trayectoria profesional como editor.

El Club de los Paraísos Perdidos | Borja López Cotelo

Caminaba despacio por la calle Dei Greci. Era jueves, y en la atmósfera tranquila de esas últimas horas del día, Venecia parecía otra ciudad. Crucé el puente, me perdí por la abigarrada Riva degli Schiavoni y me senté en el borde de un canal a ver pasar la vida, dejando que mis piernas oscilasen a pocos centímetros del agua. El estucado rojo de las fachadas me pareció entonces voluptuoso, sonoro, y comencé a imaginar noches largas de lujuria y carnaval.

Dibujo de Sverre Fehn, de NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A.

Pensaba en todas esas cosas cuando me di cuenta de que no estaba sólo; a mi lado, recortada contra la luz lívida de los faroles, distinguí la figura de un viejo en el que hasta ese momento no había reparado:

-Cuando me siento aquí- dijo- recuerdo por qué vuelvo a Venecia una y otra vez.
Esta ciudad tiene unas dimensiones que te siguen, y siempre te da la bienvenida.1
Escruté su rostro, pero en la penumbra apenas pude distinguir su pelo claro y unos ojos pequeños. Tras unos segundos, balbuceé:
-Desde luego, caballero… ¡Y luego están esas fachadas de un rojo obsceno!
Al rubio le divirtió mi absurda puntualización. Prorrumpió en una carcajada, pasó su brazo sobre mi hombro y sugirió:
-Conozco una trattoria donde preparan el mejor bacalà mantecà de Venecia. No está lejos de aquí.

Dibujo de Sverre Fehn, de NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A.

Acepté la invitación: ese hombre parecía de fiar y yo tenía un hambre feroz. Al ponernos en pie descubrí su colosal estatura, que me hacía sentir como uno de esos enanos de circo. Mientras caminábamos, comenzó a hablar sobre algunos viajes de juventud, y en sus recuerdos se mezclaron la noche y los astros:

En Marruecos…la llanura desértica une las aldeas como el mar une las islas -explicó – la gente abandona los oasis y los pueblos montada en camellos o burros, guiada sólo por las estrellas y el sol.2
Eso era exactamente lo que me parecía estar haciendo en esa noche de luna: errar por callejuelas de pavimento argentado, sin rumbo fijo ni faros que nos guiasen.
La historia sucesiva– prosiguió el anciano-, fue la conversación con la noche y sus estrellas.3
-¿Cuándo comenzó a verse la noche?4– Respondí, metafísico.
Una nueva carcajada fue la respuesta a mi pregunta retórica:
-Ya hemos llegado- anunció-. Aquí es.

Dibujo de Sverre Fehn, del Nasjonalmuseet for kunst, arkitektur og design

Por más que miré a mi alrededor no vi ninguna señal de un restaurante, ni aún de una taberna. El viejo golpeó con decisión una vetusta puerta de madera, que pronto cedió para dejar a la vista una escalera estrecha, oscura y tétrica; sin volverse, empezó a descender.
No tuve más remedio que seguirle, y unos segundos después descubrí que ni siquiera ese siniestro umbral había prefigurado la escena que iba a contemplar: un tugurio sombrío, iluminado sólo por velas parpadeantes sobre las que flotaba un humo denso de opio y hachís. A izquierda y derecha, una colección de personajes extravagantes se arrellanaban lánguidos sobre sillones tapizados en seda. Entre ellos, como emergido de las tinieblas, un elegante maître avanzó hacia nosotros:

-La mesa está lista –informó-. Don Carlo les espera desde hace tiempo.
Nos guió a continuación hasta una puerta situada en el extremo opuesto de la sala, tras la que descubrimos una estancia extraordinaria: una pequeña cripta sobre cuyos muros -manchados por la humedad de la laguna que, sin duda, nos rodeaba más allá de los sillares- descansaba una bóveda ojival, ¡tal vez estábamos ante la mazmorra de un antiguo palazzo o el último rastro de unas catacumbas!
Y allí, sentado con expresión severa, estaba otro hombre que fijó su mirada en nosotros.
-Buenas noches, Profesor -saludó el viejo, al tiempo que hacía una reverencia casi litúrgica-. Le ruego que disculpe nuestro retraso.
No hay cultura al norte de los Alpes…5– murmuró, contrariado, el comensal.
Era un hombre singular. Su barba rala enmarcaba un rostro afilado que, junto con su nariz aguileña y su pelo gris peinado hacia atrás, le confería un aspecto aristocrático y delicado. Tenía los ojos hundidos, parapetados tras unas gafas redondas y excesivas.
Nos sentamos a la mesa y el maître sirvió Petrus hasta llenar nuestras copas, forjadas con un vidrio azul de Murano. El viejo alzó la suya y exclamó:
-¡Salud!

Dibujo de Sverre Fehn, de NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A.

Los movimientos pausados de nuestro anfitrión, su cuidadosa manera de posar la copa en la mesa tras cada trago de vino, su mirada señoril y vaga, lo hacían parecer –al menos a mis ojos- la mismísima reencarnación del Dogo Foscari.6

El viejo, del que ahora sí podía distinguir el rostro, parecía en cambio un hombre mundano, mucho más prosaico. Él fue quien comenzó la conversación.

-Profesor, querría en primer lugar agradecerle que me permita explicar mi proyecto. Hace tiempo que tengo esa aspiración…han transcurrido ya cincuenta años desde que lo dibujé por primera vez, y aún no sé si Venecia lo habrá aceptado.
El veneciano sonrió con una mezcla de conmiseración y escepticismo, y el rubio comenzó la narración de ese proyecto que yo estaba ansioso por conocer:
-Verá- dijo el viejo-, en Venecia cada árbol es precioso…y en la parcela había unos cuantos7

A continuación, su discurso se volvió confuso. Comenzó a hablar de la luz nórdica, de un mundo sin sombras; gesticulaba frenético, casi desesperado. Ni el anfitrión ni yo entendíamos de qué estaba hablando.

De pronto, su mirada se detuvo en el mantel –confeccionado con un finísimo papel egipcio-, cogió una plumilla y trazó sobre él un dibujo escueto:

Dibujos de Sverre Fehn, de FJELD, P. O. (2009). Sverre Fehn.

-Nací en el País de las Sombras Largas8 , en esa Ultima Thule desconocida para los meridionales -explicó-. Cuando tuve que hacer el proyecto, yo apenas superaba los treinta años. Venecia me pareció una invención que existe como un contenedor de sueños buscando lo inexplicable …9 una ciudad que vive en el reflejo mágico de la luz entre los canales de la laguna.10

Por eso –continuó-, en el lejano 1958, esbocé algo así:

Dibujo de Sverre Fehn, de NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A.

-Éste es el proyecto- resumió-. Una interferencia en la naturaleza que difumina los rayos de este sol mediterráneo para traer a Venecia la luz del Norte.
El anfitrión y yo habíamos enmudecido. La claridad de esos bocetos esenciales había hecho innecesaria cualquier palabra, habían iluminado un discurso ininteligible.
En ese instante, rompiendo el silencio, apareció el maître con una enorme bandeja de cuscús.
– Me he tomado la libertad de cambiar el menú- señaló el Profesor-. El bacalá no sienta bien a estas horas. Ya tengo una edad…
El rubio sonrió y mostró su conformidad; parecía gustarle la idea de experimentar un sabor extraño:
-Al fin y al cabo -reflexionó-, Venecia es la ciudad de los ladrones, la ciudad de los comerciantes. Cualquier posible mercancía pasa a través de esta ciudad.11

Dibujo de Sverre Fehn, de NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A.

Comimos, y mientras tanto el viejo habló con entusiasmo acerca de Venecia y sus artistas. Aseguró que, cuando miraba los cuadros de Carpaccio, se podía imaginar a sí mismo a través de toda la vida veneciana.12

El Profesor, mucho menos locuaz, masticaba lentamente la sémola de grano hasta que de pronto, movido por una pulsión interior, apoyó los cubiertos en la mesa, sacó de su bolsillo un lápiz gastado y afirmó:

Quiero ver las cosas, no me fío más que de esto…por eso dibujo.
Sólo puedo ver las cosas si las dibujo
.13 -Mientras pronunciaba esas palabras, su grafito comenzó a delinear sobre el mantel una imagen minuciosa:

Dibujo de Carlo Scarpa, de SCARPA, C. (1985). Carlo Scarpa. Barcelona, Gustavo Gili

-Esto es lo que a mí me interesa de Venecia –dijo-. Cómo podrá aceptar el advenimiento de ‘lo nuevo’.

Yo, que hasta ese instante había permanecido cómodo en mi papel de convidado de piedra, me sobresalté cuando el rubio se volvió hacia mí e inquirió:

-¿Y tú, muchacho? ¿Qué podrías contarnos de Venecia?…
Permanecí en silencio… ¡Me atemorizaba la idea de hablar frente a esos dos desconocidos!-¿Es la primera vez que visitas la ciudad? –insistió-.

¡Algo podrás contar a estos dos viejos!

Tras unos segundos de duda, los efectos del humo narcótico que viciaba el aire me empujaron a contar mi historia:

-Crecí en el Fin de la Tierra– comencé-. Allí la tierra se encuentra con el mar como un cuchillo se encuentra con la piel: todo es concreto, absoluto, violento…-
Cogí mi rotulador y, como si de una epidemia iniciada en las manos de esos dos hombres se tratase, comencé a ilustrar mi relato…

Dibujo de Borja López Cotelo

-La primera vez que vi Venecia –continué- me pareció un espectro que flotaba en la laguna…

Dibujo de Borja López Cotelo

-Luego comprendí que en realidad es una ilusión, el truco de un prestidigitador, pura superchería: sus islas se apoyan en millones de estacas clavadas en el fango, sobre las que germinó un mundo extravagante de lujo, damasquinados y pan de oro… Me hipnotizan los árboles que asoman sobre sus tapias rojizas… ¿Dónde están sus raíces?…

¡Tal vez son ellas las que mantienen amarradas las islas al fondo de la Laguna!…

Venecia es, ante todo, un acto de fe…

-Concluí.

Dibujo de Borja López Cotelo

El Fin de la Tierra!- exclamó el rubio mientras reía-, ¿cuántos fines tendrá la Tierra ahora que hemos perdido el horizonte?14 En mi país lo llamamos Verdens Ende…15

El maître irrumpió de nuevo, trayendo consigo un café de aroma punzante y licores de los cinco continentes.

Dibujo de Sverre Fehn, de FJELD, P. O. (2009). Sverre Fehn. The Pattern of Thought. Nueva York, The Monacelli Press

Bebimos hasta perder la noción del tiempo. El Profesor miraba cada vez con mayor interés un dibujo geométrico que adornaba la bóveda, mientras el viejo y yo discutíamos sobre cuál de los fines de la tierra era más digno de ese nombre.

La densidad del humo crecía al tiempo que, desinhibidos por la embriaguez, celebrábamos nuestra recién nacida amistad y nos profesábamos cumplidos mutuos.

Una música invadió entonces la cripta; oímos unas confusas exclamaciones y, súbitamente, los dos ancianos se levantaron como poseídos por una fuerza superior para precipitarse hacia la sala principal. Me levanté tambaleándome, corrí tras ellos y, más allá de una multitud delirante, creí reconocer sobre el escenario a…

¡Joséphine Baker!

A mi lado, un austrohúngaro de elegancia austera se mesaba su generoso bigote mientras suspiraba:

-¡Ésta sí es una mujer! La Sirena de los Trópicos

Dibujo de Sverre Fehn, de FJELD, P. O. (2009). Sverre Fehn. The Pattern of Thought. Nueva York, The Monacelli Press

No volví a ver a mis compañeros. En el caos de ese tugurio atestado, el humo y mi borrachera hacían imposible diferenciar una cara de otra.

Sé reconocer el final de una noche de fiesta, y –aunque la muchedumbre todavía bailaba agitada-, para mí ese momento había llegado. Atravesé la sala para ganar la puerta y en mi camino escuché, tumbado sobre un diván, cómo un hombre barbudo con acento catalán divagaba sobre el tiempo y los recuerdos.

Subí las escaleras angostas y en el último peldaño leí ‘Club de los Paraísos Perdidos’. Abrí la puerta y pude ver que, en el cielo limpio del alba, el sol y la luna todavía se seguían de lejos, se seguían mirando. Mientras tanto, sobre las fachadas ocres y rojas de Venecia, se proyectaban las primeras sombras del día.

Entorné los ojos. Esa luz me resultaba insoportable.

Borja López Cotelo. Doctor arquitecto
A Coruña. mayo 2012

Notas:
1 FJELD, Per Olaf (2009): Sverre Fehn. The pattern of thought, Nueva York, The Monacelli Press, p. 54
2 FEHN, Sverre en NORBERG-SCHULZ, Ch. & G. POSTIGLIONE [1997]2007. Sverre Fehn. Opera Completa. Milán, Mondadori Electa S.p.A., p. 276
3 Ibid., p. 277
4 BORGES, J.L. (1998). El tamaño de mi esperanza. Madrid, Alianza Editorial. El libro fue escrito en 1926.
5 Eso dijo Carlo Scarpa a Sverre Fehn en un encuentro en Venecia, durante la construcción del pabellón nórdico en los Giardini di Castello. Ver FJELD, Per Olaf: Op. cit., p.64
6 Dogo es el título con el que, entre la dominación bizantina (s. VII) y la conquista napoleónica (1797), se distinguió al magistrado supremo y máximo dirigente de la República de Venecia. En el siglo XV, bajo el mandato de Francesco Foscari, la república se expandió por la península itálica.
7 Per Olaf Fjeld señala que Fehn había hecho esta afirmación en más de una ocasión; ver FJELD, Per Olaf: Op. cit. p.54
8 VV.AA. (1992). Sverre Fehn: L’Architetto del Paese dalle Ombre Lunghe. Nápoles, Fratelli Fiorentino.
9 Fjeld, P. O.(1983). Sverre Fehn. The Thought of Construction. Nueva York, Rizzoli International Publications Inc., p.112
10 Sverre Fehn en NORBERG-SCHULZ, Christian y POSTIGLIONE, Gennaro: Op. cit., p. 204
11 FJELD, Per Olaf (2009): Sverre Fehn. The pattern of thought, p. 54
12 Ibid.
13 SCARPA, C. (1985). Carlo Scarpa. Barcelona, Gustavo Gili.
14 ‘Cuando fue posible identificar el horizonte con una línea trazada sobre una hoja de papel, el misterio se disolvió de una vez por todas. La razón había domado lo irracional’, Sverre Fehn en FJELD, P. O.: Sverre Fehn. The Thought of Construction, p. 27. Uno de los ensayos incluidos en ese volumen que sintetiza gran parte de las ideas de Fehn, se titula ‘La pérdida del horizonte’.
15 Extremo sur de la isla de Tjøme, situada en el fiordo de Oslo, cuya traducción literal es ‘Fin del Mundo’. Podemos citar también el Finisterre gallego, o el Finistèrre francés…

Retratos a través de los ojos de un miope (VII) | epR

Gunnar Asplund y su némesis. Pelea de gallos

Gunnar fue la bisagra entre el gélido clasicismo sueco y los vientos que soplaban del sur.
Un maestro refinado y visionario.

En 1915, mientras Europa se desangraba, concibió el más hermoso cementerio contemporáneo.

Pero Gunnar no estaba solo.

A su lado había una sombra embozada, esquiva incluso para el objetivo fotográfico. Podría llamarse Sigurd.

Luego sus caminos se separaron.

Gunnar aceptó con énfasis la modernidad y fue paseado a hombros por sus coetáneos. Estocolmo, Gotemburgo, Stennäs.

La sombra, por su parte, se perdió durante décadas para reaparecer en sus días postreros en el remoto Klippan y el impronunciable Bjorkhagen.

En su lecho de muerte, Gunnar se preguntó si tanto esfuerzo había valido la pena.

Retratos a través de los ojos de un miope (VII) epR Gunnar Asplund
Gunnar Asplund | Fuente: Wikipedia

El primo Ramón
Concepción, Chile, invierno de 2014

El público de Callobre | Luis Gil Pita

“No es la influencia de Giotto en Mondrian, es la influencia de  Mondrian en Giottto”.

Aldo van Eyck

Arquitectura y Territorio rural 2013 | Fotografía: rvr arquitectos

El público de Callobre y las jornadas anuales de Arquitectura y Territorio rural de la fundación María Martínez Otero en  A Estrada.

Las jornadas de Arquitectura y Territorio rural que se celebran ya por cuarto año consecutivo desde el verano de 2011, organizadas por la Fundación María Martínez Otero en Callobre, A estrada, proponen, según sus mentores y gestores, el estudio de arquitectura RVR, una  reflexión abierta sobre los aconteceres arquitectónicos y urbanísticos actuales en una geografía próxima, la de Galicia, tal como se explica en la presentación de su  proyecto:

«La percepción del territorio rural de Galicia como un espacio social, construido, se hace patente para cualquiera que lo haya mirado con algo de atención alguna vez. Esa construcción de lo natural, que se hace modélica en la materialidad de la arquitectura tradicional, en la unidad entre la casa y las labores agrícolas o en la concepción de los espacios de comunidad, los campos de fiesta o las carballeiras, no ha hecho sino sufrir una expansión tan brutal como descontrolada en la segunda mitad del siglo XX. Esa transformación de gran parte del territorio en una especie de ciudad jardín dispersa, continua y a gran escala corre paralela al abandono paulatino de la lógica tradicional casa-agro-aldea sobre la que se estructuraba la forma de vida en la sociedad rural.

[…]

Para pensar sobre la globalidad de ese territorio social, y sobre aspectos parciales del mismo que de los que ha de ocuparse la arquitectura como la escala, la actividad, el planeamiento, el paisaje, el espacio público, la movilidad, la energía, la casa, etc. surge este encuentro de «arquitectura y territorio rural» . Lo hace además desde dentro de ese territorio, en la aldea de Callobre, en A Estrada, para conformarse como un lugar desde que emplazar año a año, durante el verano, en una idea también de fiesta y comunidad, a la reflexión, a la interpretación de todo ese mundo, abierto a quien tenga algo que decir y a quien tenga tiempo también para escuchar y ver lo que otros, dentro y fuera de Galicia, dentro y fuera de la arquitectura, puedan contarnos.»

Arquitectura y Territorio rural

Sin lugar a dudas, creemos, esta mirada y propuesta viene también acompañada de una reflexión más amplia sobre la arquitectura y el paisaje actual, que partiendo del pretexto del territorio gallego  no se centra únicamente en lo propio, sino que es extrapolable en el tiempo o la reflexión a cualquier espacio-geografía preocupada por los aconteceres, problemas y transformaciones del mundo contemporáneo. La jornada, cuyo tiempo vital es un intenso y elongado día, es también un encuentro sencillo, afable y gozoso, que se contagia del ritmo tranquilo de la localización en medio de la naturaleza. Una geografía rural trabajada que se propone como marco lúdico para el diálogo tenso del pensamiento reflexivo y la profunda crítica colectiva entre profesionales.

Arquitectura y Territorio rural 2012 | Fotografía: rvr arquitectos

Sin embargo, con estas breves palabras sobre la jornada anual de Arquitectura y Territorio, de la FMMO, queremos apuntar otro interés, que por obvio pasa naturalmente desapercibido, y nos referimos al hecho de participar  en la jornada en el sentido de  estar-ser asistentes-público. La fundación como es lógico en cada convocatoria pone el máximo cuidado y esmero en equilibrar su proyecto de invitados o ponentes en una clara línea de articulación entre lo próximo y lo lejano, entre lo consolidado y lo que se está formando, entre lo central y lo periférico, a través de planteamientos que nacen en el campo arquitectónico y urbanístico y que se enriquecen y contraponen con las sutiles trazas de proyectos del campo de las artes plásticas contemporáneas.

Pero más allá de esta preocupación natural de los gestores por el proyecto a comunicar en la figura de los ponentes, en nuestra lectura año tras año creemos se manifiesta por otro lado la creciente importancia de un público altamente imbricado y equilibrador de la mesa donde se producen las ponencias. De alguna manera y contrarrestando el interés de las palabras de los invitados, está el silencio inicial de una platea, llena de profesionales de diferentes campos que son parte importante tal vez de la mejor y más amplia generación que se ha formado en estos últimos veinte años en Galicia. Unos oyentes, que en lo generacional son la excelencia de una juventud altamente preparada entreverada en la madurez profesional de otros, un grupo amplio en los diferentes frentes a los que se aplica el oficio de arquitecto contemporáneo pero con un sentir único en los planteamientos éticos del trabajo. Un público que se ha ido formando y combinando en áreas e intereses próximos, pero no únicos, a la arquitectura, en el que se encuentran además de arquitectos per se, nuevos editores tradicionales o digitales, fotógrafos, diseñadores de diferentes registros, gestores públicos y un largo etcétera alrededor de lo arquitectónico, todos ellos además con un alto nivel de compromiso. Un conjunto de trabajadores de la arquitectura en las más diferentes escalas y espectros de lo arquitectónico, que son de aquí y trabajan aquí, que son de aquí y trabajan fuera, que son de fuera y trabajan aquí y a veces pensamos que ese aquí es sólo la arquitectura, con el pretexto de Callobre, de Galicia, para recuperar el sentido perdido de lo amateur, no con el significado de lo  aficionado, sino con la perspectiva semántica del amador, de lo enamorado, que en arquitectura podemos ahora pensar que es  lo que se acomete como cultura de lo arquitectónico, algo ya tan poco habitual.

Arquitectura y Territorio rural 2011 | Fotografía: rvr arquitectos

Creemos en este sentido, que la apreciación de estos asistentes o público como algo que subvierte el natural y lógico interés o valor de las propuestas de los ponentes, es un giro que viene a concretar un fenómeno, la aparición o percepción de una nueva generación de trabajadores del oficio de la arquitectura entendida como cultura continua, que son una marca de compromiso con el trabajo, con el oficio cotidiano y con la sociedad a la que sirve, que no se había dado en un conjunto tan amplio y compacto de profesionales desde hace largo tiempo en Galicia, sino por extraordinarias excepciones. No sabemos si Callobre dará nombre a esta  generación, pero si estamos seguros de que esta generación recordará dentro de años lo que vino  sucediendo en los veranos de Callobre.

Pensamos entonces que el esfuerzo anual de la convocatoria de las jornadas de arquitectura y territorio que realizan la Fundación María Martínez Otero y los arquitectos RVR, José Valladares, Marcial Rodríguez y Alberto Redondo, es doblemente importante y merece el agradecimiento por haber hecho visible, conectar y formalizar a esta imprescindible y amplia nueva generación de profesionales arquitectónicos gallegos (no estrictamente de la arquitectura, como explicamos) que dejan de ser la platea frente a los ponentes para ser el otro foco de atención de este intenso y hermoso proyecto anual. Como diría en una de sus subversivas charlas Aldo van Eyck no llegamos aquí para hablar de la influencia de Giotto en Mondrian, sino de la influencia de Mondrian en Giotto…

Luis Gil Pita. arquitecto
santiago de compostela. julio 2014

Convocado un concurso internacional de ideas para el soterramiento de 21.500 m2 de vías en el centro de Bilbao

Bilbao, la ciudad vasca conocida internacionalmente por su proceso de regeneración urbana a partir del Museo Guggenheim de Frank Ghery, ha convocado un concurso internacional de ideas para la recuperación de un espacio de 21.500 m2 ocupado por las vías que dan acceso a su estación central. Se trata de la primera edición de un certamen específicamente dirigido a estudiantes y recién titulados en arquitectura, dotado con un primer premio de 3.000 euros, que se plantea el objetivo de contribuir a la regeneración urbana de esta ciudad vasca.

La iniciativa del concurso corresponde a BIA (Bilbao Bizkaia Architecture), un colectivo de profesionales del País Vasco que han promovido una propuesta de dinamización de la arquitectura y el urbanismo, apostando por afrontar los retos de la profesión desde conceptos como la internacionalización, el intercambio o la participación ciudadana.

El concurso se abre a proyectos para el soterramiento de las líneas de ferrocarril ubicadas en el centro de Bilbao, en un área céntrica de la ciudad donde convergen cuatro barrios. La trinchera por la que discurren las vías de tren ha constituido históricamente una barrera física que ha condicionado el desarrollo de la zona y la movilidad de los vecinos.

Oportunidad estratégica

El área constituye una oportunidad estratégica para la regeneración urbana de la ciudad. BIA Urban Regeneration Forum busca propuestas que utilicen el urbanismo como elemento tractor de regeneración social. Se trata de recuperar la identidad de la zona –históricamente vinculada a los trabajadores ferroviarios y a los de las explotaciones mineras que existieron en las cercanías-, y al tiempo crear nuevos focos de interés, a la vez que se optimice la movilidad y la funcionalidad del entorno, con espacios de encuentro y de interrelación entre la ciudadanía.

El concurso es abierto, sin cuota de inscripción y anónimo, y está dirigido a estudiantes y jóvenes arquitectos, con un periodo máximo de cinco años desde su licenciatura, que podrán presentar sus propuestas con la fecha límite del 7 de septiembre. Podrán presentarse al concurso de manera individual o en equipos, siempre y cuando todos sus integrantes cumplan la condición de ser estudiantes o recién titulados.

El certamen se inscribe en el marco de la iniciativa BIA (Bilbao Bizkaia Architecture), cuya primera actuación se va a concretar en la celebración del primer “Urban Regeneration Forum”, que tendrá lugar en septiembre en la ciudad vasca. Será una semana llena de actividades que culminará con un congreso científico que prevé atraer a alrededor de 300 expertos internacionales en los campos de la arquitectura y el urbanismo.

Dado que el concurso para el soterramiento de las vías se enmarca dentro de la temática del foro, el Jurado seleccionará las 10 propuestas más representativas y sobresalientes para que sean expuestas públicamente en Bilbao durante el Congreso. La ciudadanía tendrá ocasión de participar votando por su propuesta favorita. Asimismo, a través de la página web biaforum.org se podrá acceder a todas las propuestas, y los internautas podrán emitir su voto. De esta votación resultará el Premio BIA Red.

Por otro lado, el Jurado BIA concederá un primer premio dotado con 3.000 euros, además de dos accésit de 500 euros cada uno. La lista de los miembros del Jurado BIA será anunciada en la web del concurso una vez definida su composición definitiva. Contará con al menos ocho integrantes, de entre los cuales siete serán arquitectos representando a los ámbitos la administración, docencia, colectivo profesional de arquitectos y movimiento asociativo vecinal.

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Arturo Franco. Reflexiones sobre arquitectura

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Entrevista realizada a Arturo Franco, por Claudia Uzquiano y José Luis Moreno.

Centro Sociocultural de Teo | Ameneiros Rey · HH arquitectos-Jacobo Fernández-Blanca Carballal

(3)Aula(s)+plataforma

La madera es sin duda la protagonista en este centro proyectado para ofrecer un servicio público flexible en la localidad coruñesa de Teo. La propuesta de los arquitectos busca optimizar los costes de construcción y controlar los generados por el mantenimiento. Es por ello que se opta por un sistema constructivo en madera autóctona (principalmente pino pinaster) tanto para la estructura, como para los revestimientos y mobiliario.

Disgregación y agregación

El Centro socio-cultural de Teo (A Coruña) se incorpora al conjunto del Parque de los Los Tilos con la perspectiva de dar cabida a diversas actividades de carácter socio-cultural.

El proyecto busca, como una de las premisas de partida, la regeneración y recuperación del ámbito en el que se implanta: un cruce de caminos peatonales en la parte menos cuidada de un parque suburbano.

En esa voluntad de integración en el entorno, de minimizar su presencia y responder a un programa cambiante, el edificio propuesto por los arquitectos se disgrega en tres cuerpos de distinto tamaño: cuerpos compactos al exterior y que al interior se resuelven con espacios amplios y versátiles, cálidos, acogedores y luminosos, en los que la madera es sin duda la gran protagonista.

La relación entre los tres volúmenes planteados se aglutina en torno a una pequeña plaza común, ligeramente elevada respecto al suelo. Una plaza que quiere ser otro aula al aire libre que recoge y distribuye accesos y relaciones.

El edificio está construido con materiales de bajo coste de fabricación, construcción y mantenimiento; maderas autóctonas (pino pinaster fundamentalmente) con su envejecimiento como factor de integración en sí mismo, de gran versatilidad y mínima conservación, empleadas en fachadas, cubiertas, acabados y pavimentos.

El sistema estructural principal es asimismo de madera laminada y se separa del suelo gracias a un zócalo de hormigón de traza libre e independiente del entramado que soporta. Éste se complementa con elementos lineales de acero galvanizado en caliente hasta la cota de la plaza elevada.

A partir de este punto se formaliza una estructura de pino-abeto laminado que comienza a evidenciar el carácter seriado del proyecto y que hace las veces de estructura principal y de subestructura de los distintos revestimientos de contrachapado y tablero alistonado.

Racionalidad en la construcción

La vida útil de un centro publico está condicionada por numerosos factores, de los cuales los arquitectos incorporaron al diseño los que dependen de la arquitectura.

Es por ello que, desde el principio, buscaron una solución optimizada en términos de eficiencia material, energía y coste.

El sistema elegido representa una solución genérica adaptada a las necesidades locales, respondiendo con naturalidad a las necesidades de explotación del cliente. Se trataba de aprovechar las cualidades intrínsecas de la madera tanto como material de acabado como de elemento constructivo industrializado, en todas las fases de construcción, caracterizando asimismo el espacio público resultante.

En resumen se ha optado por optimizar los costes de construcción controlando los generados por el mantenimiento.

Otro importante factor de equilibrio en los costes de mantenimiento se genera, bien por un uso continuado del edifico, bien por una compartimentación de los espacios para adaptarse al tamaño de uso que sea necesario en cada momento. Se da respuesta a los dos casos con un programa fragmentado en varias piezas de distinta superficie, parcialmente ciegos en un marco de vidrio térmicamente controlado. Cada parte del conjunto es independiente y puede funcionar de modo autónomo. Se complementa con un núcleo de instalaciones y equipos técnicos independientes.

Todos estos criterios de optimización se complementan con un uso específico y arquitectónico de las técnicas de sostenibilidad y de las energías llamadas alternativas (biomasa).

Los sistemas pasivos están recogidos en la propia forma del edificio: compacta y protegida en si misma (factor de forma: rectangular), pérgolas, celosías. Inercia especifica de los cerramientos, adaptada al tipo y uso del edificio.

La orientación (usando adecuadamente los paños ciegos y abiertos), en el uso de las sombras y el control lumínico de los huecos que se practiquen, y sobre todo en el control de las corrientes de aire que puedan ayudar a regular de manera natural el clima interior. Laplantación de arbolado autóctono con especies elegidas de acuerdo con las condiciones climáticas y edáficas de la zona.

El planteamiento prioriza el uso de estándares habituales de construcción racional, partiendo de un tablero de pino pinaster macizo alistonado de 0,60 x 1,80 m que sirve de base para la modulación de fachadas, techos y pavimentos, asumiendo sus características constructivas y disponiendo juntas abiertas que permiten absorber las variaciones dimensionales estacionales de este material.

Se parte de un zócalo curvado de hormigón de 40 cms de altura, separando las cajas de madera del suelo y orientando los distintos accesos a la plataforma central de recepción. Este elemento de hormigón sirve de banco perimetral al conjunto a la vez que de cimentación de los distintos edificios. El resto de la estructura de apoyo se realiza con pórticos atornillados de acero, previamente galvanizados en caliente y montados en obra. Sobre el muro de hormigón se disponen unos elementos de acero galvanizado que reciben la estructura de madera, atornillando el conjunto. No se emplean elementos soldados en obra.

Se emplean remates de cubierta en zinc natural, contras y puertas de acceso también en acero galvanizado en caliente. Cada edificio se monta en obra, previo replanteo en taller, con los elementos estructurales de madera laminada, formando jaulas arriostradas en todos sus planos con tableros de contrachapado fenólico. El orden constructivo se complementa con láminas transpirables, barreras al viento y capas de tableros y rastreles conformando los cerramientos, tabiques y forjados de cubierta y techo.

El elemento principal del proyecto, tablero de pino pinaster macizo alistonado de 0,60 x 1,80 m, se realiza expresa y conjuntamente con la empresa fabricante, trabajando con una humedad especifica, tratamientos de protección impregnados y distintos espesores en función de su uso y exposición. El ancho viene marcado por los patrones estandarizados y el alto permite modulaciones que aprovechen al 100% todo el material. La elección del tipo de tablero viene a su vez marcada por la cercanía del punto de fabricación a la obra (materiales y medios locales para su fácil mantenimiento).

Una construcción de junta seca, atornillada y modulada en varias capas, con espesores medios de aislamiento de 120 mm, sin acabados delicados, calidez al tacto y a la vista. El uso de la madera permite personalizar al máximo los edificios: sillas, taburetes, estanterías, mostrador, escenarios, encimeras de aseos y tiradores de puertas se realizan en pino ( en cada caso con el acabado y agente protector correspondiente).

Las tres cajas minimizan remates y cualquier tipo de elementos sueltos, buscando compacidad y una cierta resistencia a actos externos. Las contras actúan de protector solar a la vez que refuerzan la idea de caja estanca, una vez cerrados. Las puertas de acceso siguen la idea de las contras, apareciendo tal como unas cajas fuertes. Cajas lisas apoyadas.

“La forma no es una cuestión meramente expresiva o arquitectónica”, explican los arquitectos. “Se trataba de trabajar con un sistema versátil capaz de resolver contenedores diáfanos de diversas escalas con un lenguaje constructivo y formal común, generando un espacio público intermedio a modo de nexo entre el parque y las distintas estancias de la edificación”.

Pero en este edificio los productos forestales no sólo se emplean como material de construcción, sino como energía, ya que los arquitectos optaron por el uso de un sistema de producción de calor a partir de una caldera de biomasa procedente de subproductos forestales (pellets), que se centraliza en el mayor de los módulos, con un óptimo poder calorífico y un balance de CO2 neutral.

Obra: Centro sociocultural de Teo, A Coruña
Autores: Ismael Ameneiros Rodríguez y Santiago Rey Conde (Ameneiros Rey | HH arquitectos), con Blanca Carballal Mariño y Jacobo Fernández Malde.
Año: 2010-2011
Colaborador: Daniel Dapena Gregorio
Ubicación: Os Tilos, Teo (A Coruña), Galicia, España
Fotografías: Héctor Santos-Díez | BISimages
+ ameneirosrey.com

Francisco Javier Sáenz de Oíza. Escritos y conversaciones

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“Un arquitecto cuando tiene verdadera fuerza interior ha de decir con García Lorca, “romperé todos los partenones por la noche y los levantaré por la mañana”. Yo soy de esa opinión. Claro que me dicen: “pero si tiene que vivir de los encargos, con esta manera de pensar tendrá pocos”; y he tenido pocos encargos y no soy bueno, con esto quiero decirle que si yo hubiera sido bueno todavía hubiera tenido menos encargos. En algún momento la sociedad humana tendría que tomar conciencia de que, efectivamente, la masa es la masa y la minoría es la minoría. Punto. Yo no acudo a la masa para operarme del corazón, sino a una minoría que sabe del corazón.”

Francisco javier Sáenz de Oiza

Francisco Javier Sáenz de Oíza. Escritos y conversaciones
Francisco Javier Sáenz de Oíza. Escritos y conversaciones

Francisco Javier Sáenz de Oíza, navarro, de Cáseda (1918). Casado con María Felisa Guerra en 1957, y con siete hijos. Hijo de arquitecto, de familia numerosa, es el mayor de nueve hermanos, dos de ellos brillantes ingenieros de caminos con lo que discute, aprende y se compara, sobre la matemática y el número.

Estudia arquitectura en Madrid donde acaba en 1946 (premio Aníbal Álvarez al mejor expediente académico), y de sus años de carrera recuerda mucho a Torres Balbás y a Modesto López Otero. Viaja con una beca a Estados Unidos en 1948. Este viaje al continente americano es fundamental en su trayectoria. A su regreso inicia la labor docente a la que  se dedicará toda su vida; las mañanas transcurren en sus clases de Proyectos hasta bien entrada la hora de comer, y las tardes y noches en su estudio. Con gran ansia de aprender muestra admiración por todo y así sabrá de literatura, poesía, geometría, filosofía, navegación a vela, coches, motos, barcos, viajes…

De gran habilidad manual, confecciona todas las maquetas de su estudio a gran velocidad, además de reparar cualquier cosa que se le pusiera por delante. Muy polemista, es partidario de la transmisión oral de sus conocimientos y por medio de las obras de arquitectura. La mayor parte es fruto de concursos ganados (centro comercial en Vigo— en construcción —, centro cultural en Villaviciosa de Odón, museo de Las Palmas, palacio de festivales de Santander, viviendas en la M—30, Facultad de ciencias de Córdoba, sede del Banco de Bilbao en Madrid, basílica de Aránzazu…).

Jorge Oteiza

Es importante en su vida la relación con el escultor Jorge Oteiza, con el que además colaborará en diferentes proyectos (Fundación Oteiza en Alzuza, Centro Cultural Alhóndiga, capilla en el Camino de Santiago, la comentada propuesta en Aránzazu…), y con el promotor navarro Juan Huarte (Torres Blancas, Ciudad Blanca en Alcudia…) Muy interesado en la vivienda social (viviendas experimentales en Carabanchel, Batán, Entrevías…), en la casa (para Arturo Echevarría, Juan Huarte, en Durana, Talavera de la Reina…) y en la villa (villa Fabriciano). Entre sus edificios institucionales también se debe recordar el edificio Torretriana en Sevilla y la Universidad Pública de Navarra en Pamplona.

En su estudio han trabajado brillantes arquitectos y grandes amigos: Rafael Moneo, Juan Daniel Fullaondo, Paco Alonso, Javier Vellés, Alfonso Valdés, José Carlos Velasco, María Luisa López Sardá, Martínez—Garrido, Ricardo Aroca….y muchos más.

Catedrático de Proyectos III y Fin de Carrera en la Escuela de Arquitectura de Madrid, deja una profunda huella entre sus profesores y alumnos. Consideraba un motivo de satisfacción haber ejercido de jurado en más de cien concursos de arquitectura, en la mayoría de ellos a propuesta de los concursantes.

Recibe la Medalla de Oro al Mérito en las bellas Artes (1987) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1993), entre otros.

No deja de trabajar hasta su fallecimiento en Madrid en julio del año 2000.

Arquitectura y territorio rural 2014

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La percepción del territorio rural de Galicia como un espacio social, construido, se hace patente para cualquiera que lo haya mirado con algo de atención alguna vez. Esa construcción de lo natural, que se hace modélica en la materialidad de la arquitectura tradicional, en la unidad entre la casa y las labores agrícolas o en la concepción de los espacios de comunidad, los campos de fiesta o las carballeiras, no ha hecho sino sufrir una expansión tan brutal como descontrolada en la segunda mitad del siglo XX. Esa transformación de gran parte del territorio en una especie de ciudad jardín dispersa, continua y a gran escala corre paralela al abandono paulatino de la lógica tradicional casa-agro-aldea sobre la que se estructuraba la forma de vida en la sociedad rural.

A esa nueva ocupación del territorio, reconocida tantas veces en el llamado “feismo”, responde el planeamiento general con normas que la intentan restringir, muchas veces de forma acrítica, con una preocupación excesiva por el mantenimiento de las formas, apariencias y materiales mal llamados tradicionales y con una insistente regulación del qué (se puede hacer) que no deja lugar a pensar sobre el cómo (hacerlo).

Para pensar sobre la globalidad de ese territorio social, y sobre aspectos parciales del mismo que de los que ha de ocuparse la arquitectura como la escala, la actividad, el planeamiento, el paisaje, el espacio público, la movilidad, la energía, la casa, etc. surge este encuentro de “arquitectura y territorio rural” . Lo hace además desde dentro de ese territorio, en la aldea de Callobre, en A Estrada, para conformarse como un lugar desde que emplazar año a año, durante el verano, en una idea también de fiesta y comunidad, a la reflexión, a la interpretación de todo ese mundo, abierto a quien tenga algo que decir y a quien tenga tiempo también para escuchar y ver lo que otros, dentro y fuera de Galicia, dentro y fuera de la arquitectura, puedan contarnos.

viernes,1 de Agosto de 2014
en la Fundación María Martínez Otero. Callobre, A Estrada

mañana, 11.00 h
Habitat social_ cooperativa de arquitectura. Unión, acción, autoxestión

Fernando Blanco. Arquitecto. Orígenes

tarde, 17.30 h
Josep Llinás. Arquitecto. El tiempo de prórroga

Jan Hendrix. Artista. Ornament is not a crime.

verano 2014 arquitectura y territorio rural
Fundación María Martínez Otero/ Callobre, A Estrada
asistencia gratuita / número máximo de asistentes: 40 personas
src / 0034 630 070 874 / josevalladares@rvr-arquitectos.es
entre las conferencias de la mañana y de la tarde habrá una comida para todos los asistentes con productos de la huerta de la Fundación Martínez Otero
agradecimientos: José Villacé, Jacobo Bugarín, María Valladares

+ arquitecturayterritoriorural.es

Parte del Lugar | Íñigo García Odiaga

Solar de la vivienda. La pequeña edificación al fondo corresponde a las letrinas de la fábrica de salazones
Solar de la vivienda. La pequeña edificación al fondo corresponde a las letrinas de la fábrica de salazones
La Roiba es parte del lugar

La Roiba se construyó como mínimo en tres tiempos. Apilando capas, igual que se construyen las playas en las que se van acumulando estratos de sedimentos arrastrados por el mar. Su base, aquellos muros de mampostería de granito sobre los que se asienta, hablan de una historia previa, la de una fábrica de salazones que ocupaba el lugar. Sobre esos muros se levantó un volumen sencillo, con vuelos achaflanados que parecen intentar domar mediante su geometría las envestidas de las olas y de las mareas que intentan recuperar los lugares que la arquitectura les disputó. Años más tarde una ampliación en la cubierta, acabó por cerrar el perfil característico que hoy todos conocemos.

Sin lugar a dudas la construcción de esta casa habla de los que la habitaron, aquellos que querían disfrutar del lugar y para eso tenían que entenderlo; entender su mareas y temporales en unos primeros instantes y entender la pesada lluvia después, que la gran cubierta de la ampliación parece llevar en un gesto limpio hasta el mar.

Al fin y al cabo el lugar es topografía, pero también es clima. Poco a poco, paso a paso se construyó la casa y con ella el lugar. La arquitectura puso sus elementos y a ellos la naturaleza le sumó los suyos.

Puede que el tiempo aún siga construyendo el lugar y la casa, que ambos estén aún sin acabar, que sigan en transformación. Como un acantilado que siempre es el mismo, aunque constantemente se esté modificando, que por lo tanto es nuevo cada día, aunque se formase hace milenios.

parte del lugar. A Roiba en pleamar
A Roiba en pleamar

Al pensar en La Roiba recuerdo las palabras que Eduardo Chillida dedicó a la música de Juan Sebastian Bach y no puedo librarme de ellas al ver la casa.

“Moderno como las olas. Antiguo como la mar. Siempre nunca diferente, pero nunca siempre igual.”

íñigo garcía odiaga. arquitecto
san sebastián. julio 2014

«Dejen de hacer edificios feos» | Aldo G. Facho Dede

Dejen de hacer edificios feos
Casa Catasus – Coderch – Sitges (Catalunya) 1956

Hace unos días esperando para realizar un trámite en las oficinas de Obras Particulares, oí sin querer a unas personas que comentaban el estado de la arquitectura local. Hablaban sobre la reticencia de los vecinos a aceptar nuevos edificios pues muchas veces son más «feos» que las casas tradicionales edificadas en esos lotes. Capté la frase (dicha según estas personas por un locutor de radio) pues me pareció resume lo que sucede a menudo en nuestras ciudades, ya sea por exceso o ausencia de entelequia en el proceso de diseño.

Como comenté en la entrada «Arquitectura Moderna para una sociedad Posmoderna» lo que da sentido a nuestro oficio es la necesidad de las personas de habitar un espacio, todos los procesos intelectuales desarrollados en el tiempo de nuestra profesión siempre han (o deberían) tenido en cuenta al habitante como sustento primero y final de las elucubraciones. Sucede que parte de la arquitectura que pretendió superar a la Moderna, al no poder sostener en el campo estricto del proyecto (estructura, función y forma) las razones que justificasen el cambio, tuvo que recurrir a un territorio ajeno, donde los argumentos proyectuales perdían validez ante argumentos de origen subjetivo y hasta individual. Se inició entonces una escalada de «estilos» en los que cada uno pretendía la vigencia con sustentos más y más rebuscados. Nunca antes el hecho arquitectónico fue más un objeto aislado y nunca antes las ciudades sufrieron más las supuestas entelequias de nuestros pares.

Evidentemente, cuando esa arquitectura «única» es tomada como imagen por otros que pretenden reproducirla, suceden los descalabros proyectuales que vemos a menudo en nuestras ciudades. Pretender explicar una casa con metáforas, sueños y conceptos es como ir a un restaurante y que en vez del plato de comida te sirvan un manuscrito. La diferencia abismal es que como mucho en el segundo caso te pelearás con el metre y buscarás otro lugar, pasando en el primero que para cuando te des cuenta de la magnitud de la estafa poco margen te quedará para retroceder.

Cuando nos indignamos porque un conocido decide llamar a un maestro mayor de obra o a un maestro albañil para diseñar y construir, recibimos casi siempre como respuesta que

«los arquitectos son caros, son para cosas de lujo».

Hemos perdido gran parte de nuestra reputación profesional, al menos entre la gente común. Muchas veces nos llaman porque el trámite municipal nos exige, pero pronto entregan el mando de la obra a las personas que consideran «saben»: los ejecutores (albañiles, constructores, etc.) Tenemos entonces un arduo trabajo de demostrar la validez de nuestra intervención.

Un proyecto no deja de ser «bueno» porque no lleva ciertos componentes. Si nosotros como profesionales no conseguimos entregar un producto útil a nuestros clientes, a la medida de sus necesidades y posibilidades, somos nosotros los equivocados y no ellos los ignorantes. Si se desestiman elementos decorativos por ser considerados «caros» el problema no está en que el cliente no valora la calidad de nuestro trabajo, sino en que por nuestra incapacidad proyectual hemos incluido componentes que al no poderse sustentar en el conjunto del proyecto (estructura, función, forma) pasan a ser «accesorios» prescindibles.

Desde hace un tiempo me tracé como meta profesional el poder atender a cualquier tipo de cliente, buscando siempre superar sus expectativas sin que ello me implique renunciar a mis principios proyectuales. Siempre tengo en mente las casas Ballvé y Catasus de Coderch como modelos de Arquitectura Moderna muy distinta en resultante formal y tecnología constructiva, pero similares en la aproximación proyectual.

Entonces dejemos de hacer edificios «feos» o faltos de calidad, retomemos el rumbo de nuestra profesión: las discusiones no deben estar en el plano de los deseos (conceptos, ideas) o solamente en la rentabilidad del emprendimiento, sino en el impacto en la ciudad y la valía para sus habitantes.

Aldo G. Facho Dede · Arquitecto Autor del Blog Habitar: Ambiente+Arquitectura+Ciudad
Lima · enero 2013

Alejandro de la Sota. Escritos, conversaciones, conferencias

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La obra del arquitecto Alejandro de la Sota (Pontevedra, 1913 – Madrid, 1996) ha sido profusamente divulgada tanto en España como en el extranjero y su influencia se ha dejado sentir en varias generaciones de arquitectos españoles contemporáneos. A pesar de la atención que se ha prestado a su obra, no ha ocurrido lo mismo con sus textos.

Este libro recopila, por primera vez, material disperso anteriormente publicado, junto con textos inéditos que se conservan en el archivo de la Fundación Alejandro de la Sota. El material se divide en tres partes, una dedicada a los escritos propiamente dichos, una segunda a conversaciones y una tercera en la cual aparecen transcripciones de algunas conferencias que impartió a lo largo de su carrera, ofreciendo una visión completa del pensamiento y la actividad didáctica del maestro español.

Alejandro de la Sota. Escritos, conversaciones, conferencias
Alejandro de la Sota. Escritos, conversaciones, conferencias
Moisés Puente

Es arquitecto, editor y traductor de temas arquitectura. Es editor de la revista 2G y entre sus libros se encuentran las ediciones de textos de Alejandro de la Sota, Josep Llinàs, Mies van der Rohe, Jørn Utzon y Olafur Eliasson y monográficos sobre la obra doméstica de Mies van der Rohe y la obra de Alejandro de la Sota. En 2010 recibió el Premio FAD de Pensamiento y Crítica por su trayectoria profesional como editor.

La obra de Mies van der Rohe

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Vídeo documental del arquitecto Mies Van der Rohe y sus obras de Estados Unidos.

«En 1937 Mies Van der Rohe emigró a Estados Unidos, donde ejerció el cargo de director de la Escuela de Arquitectura del Illinois Institute of Technology. Desde la ciudad de Chicago se convirtió en el maestro de varias generaciones de arquitectos estadounidenses, además de construir numerosos edificios, entre los que destacan los apartamentos de Lake Shore Drive (1948-1951) o el Crown Hall del MIT (1950-1956).

Entre las obras más emblemáticas de Mies Van der Rohe en esta etapa destaca el Seagram Building (1958), un rascacielos de 37 pisos de vidrio y bronce construido en Nueva York junto a su discípulo Philip Johnson, y que se convirtió en el paradigma del international style, definido por el propio Johnson en un libro de 1932. Sin embargo, unos años antes Mies había realizado su obra maestra estadounidense, la casa Farnsworth en Plano (junto al río Fox, Illinois, 1950), un pequeño refugio delimitado por un muro-cortina de vidrio plano, que se ha convertido en una de las residencias más estudiadas (y también más criticadas) de la arquitectura del siglo XX. Se considera uno de los maestros más importantes de la arquitectura moderna, junto con el suizo-francés Le Corbusier y el estadounidense Frank Lloyd Wright. Su huella ha sido especialmente profunda en Estados Unidos y la mayoría de los rascacielos construidos por todo el mundo siguen parcial o totalmente sus planteamientos compositivos. Murió el 17 de agosto de 1969 en Chicago».

 

Prezi

Prezi es una aplicación multimedia para la creación de presentaciones similar a Microsoft Office PowerPoint o a Impress de LibreOffice pero de manera dinámica y original.

Prezi se utiliza como plataforma puente entre la información lineal y la no lineal, y como una herramienta de presentación de intercambio de ideas, ya sea de manera libre o bien estructurada. El texto, las imágenes, los vídeos y otros medios de presentación se ponen encima del lienzo y se pueden agrupar en marcos. Después, el usuario designará la medida y la posición entre todos los objetos de la presentación y como se hace el desplazamiento ente estos objetos, así como la ampliación/alejamiento. Para las presentaciones lineales, el usuario puede construir una ruta de navegación prescrita.

La presentación final se puede desarrollar en una ventana del navegador, también permiten una presentación fuera de línea, sólo hace falta descargarte el archivo. Prezi utiliza un modelo freemium. Los usuarios que usen Prezi público pueden editar, mostrar y descargar sus trabajos, y los que pagan pueden crear, compartir y descargar los archivos. Prezi también ofrece una licencia especial para estudiantes y educadores.

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Rehabilitación de edificio para hotel en la Rúa Altamira | CREUSeCARRASCO

Rehabilitación de un antiguo edificio en el casco histórico de Santiago de Compostela con tres fachadas que rematan una manzana alargada y estrecha.

La propuesta mantiene los elementos que definen su tipología y centra su actuación en una distribución sin apenas recorridos, que organiza en abanico las plantas de habitaciones, todas ellas diferentes aunque con las mismas cualidades de galería, balcón y superficie.

Se trata de la rehabilitación de un antiguo edificio en el casco histórico de Santiago de Compostela. Sus tres fachadas rematan una manzana alargada y estrecha entre la rúa Altamira, la plaza de santo Agostiño y el mercado. En su día,  planta baja y primera fueron un comercio, el resto, viviendas, incluso en el bajo cubierta.

El acceso principal se sitúa en rúa Altamira, casi una planta por encima de la plaza del mercado. La distribución de usos se completa con un sótano accesible desde el local comercial en el que hay dos grandes columnas de piedra y un pozo. El solar sobre el que se asienta el edificio está ocupado totalmente por ella y tiene una superficie de 174m².

La propuesta mantiene los elementos que definen su tipología: estructura de forjados, posición de la escalera en la medianería, fachadas y volumen.

El exterior es lo que ha sido hasta ahora: sillería de granito, entrepaños de mampostería tratados a la vista, galerías y puertas balconeras de pino tea pintada y balcones de fundición. También, en cierto modo, mantiene la distribución original de los usos: el restaurante en planta baja, la recepción en el portal de rúa Altamira y las habitaciones en plantas superiores.

La intervención se centra en tres actuaciones principales: la definición de un bloque de mármol tallado que resuelve y relaciona restaurante y recepción, lo que permite un funcionamiento muy claro entre las zonas más públicas sin apenas recorridos; el planteamiento de un distribuidor en abanico en las plantas de habitaciones, todas diferentes aunque con cualidades similares (galería, balcón, superficie) y, por último, el tratamiento de la escalera y ascensor como un único elemento translúcido que introduce luz día en el espacio más alejado de las fachadas.

Permanece el pequeño sótano con dos columnas de piedra y el pozo, las verjas, balcones y texturas exteriores.

El color blanco se utiliza como argumento de tranquilidad, la madera de tea y fresno, de calidez en el pavimento, y ambos, se combinan en un mobiliario diseñado: mesas, bancos, armarios y cabeceros grabados para que cada habitación también tenga en su interior un paisaje diferente.

Obra: Rehabilitación de edificio para hotel en la Rúa Altamira
Autores: Juan Creus y Covadonga Carrasco
Colaboradores: Belén Salgado, Felipe Riola, Estefanía Vázquez
Promotor: Hotel Pazo de Altamira S. L.
Iluminación: Chus Cela
Aparejador: Manuel Rumbo
Constructora: Estructuras Abroeira S.L.
Estructura: Félix Suárez
Fotógrafo: Héctor Santos-Díez | BISimages
Localización: Rua Altamira 18, esquina Praza de San Agustín (Santiago de Compostela), España
Fecha de proyecto: Enero 2006
Fecha fin de obra: Septiembre 2009
Superficie útil: 743.14m²  /  superficie construida: 974.15m²
+ creusecarrasco.es

Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana de Barcelona

Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana de Barcelona
Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana de Barcelona

La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (ESARQ-UIC) inaugura una exposición en la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) sobre el territorio metropolitano de Montcada-Besòs a partir de los trabajos de fin de grado de los alumnos de arquitectura. Se trata de 31 proyectos que tienen como objetivo la transformación del área de Montcada i Reixac.

Los proyectos han sido dirigidos por los arquitectos y profesores Alberto Estévez, Miquel Lacasta y Juan Trias de Bes, junto con los profesores de las áreas técnicas y gracias a la colaboración de diferentes técnicos de la Administración pública.

Montcada i Reixac es, a día de hoy, un lugar estratégico y su condición de paso obligado es, a la vez, su fuerza para recuperar un territorio que, en vez de ser encasillado como uno de los patios posteriores de la ciudad de Barcelona, tiene que encontrar su identidad a partir de su lógica geográfica.

La inauguración de la exposición, titulada “Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana”, tendrá lugar el 22 de julio a las 19 h con una mesa redonda en la que participarán los arquitectos Joan Roig, Daniel Mòdol, Miguel Roldán y Rosa Rull.

Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana de Barcelona
Interative Geographies: Paisajes productivos en el área metropolitana de Barcelona

La exposición se podrá visitar del 22 al 29 de julio en la Sala Oval del Museu Nacional d’Art de Catalunya.

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Ana Amado Pazos · Fotografía

Si hace unos meses entrevistábamos a Roi Alonso por adentrarnos en el mundo de la fotografía, hoy tenemos la fortuna de contar con Ana Amado, arquitecta (por la ETSAC), que ha compaginado con su pasión por la música y por fotografía.

Como miembro del colectivo Cadelas Verdes, del que forma parte con Marta Marcos y Luz Paz, en 2012 fue finalista de los premios arquia/próxima y ganadora del XV Premio COAG en la categoría de divulgación e investigación, con el proyecto “Spanish Dream”.

Compagina su labor de comisaria, con la edición de libros, ayudante dirección artística en cine y TV. Su trabajo ha sido recogido en Domus, Arqa, Yorokobu, Revista Sto, Detail, Aviva, El País, etc. en otras publicaciones.

Ana Amado Pazos · Fotografía
Proyecto Spanish Dream. Colectivo CadelasVerdes (Ana Amado, Marta Marcos, Luz Paz) | Ana Amado

¿Cuál ha sido tu formación y trayectoria profesional previa a la fotografía?

Soy arquitecta, por le Escuela Técnica Superior de A Coruña. Me licencié en 2004. A partir de entonces, compaginé mi trabajo como arquitecta estudios en otras ramas artísticas que siempre me interesaron, y en las que desarrollé cierta actividad mientras estudiaba arquitectura. En 2008 realicé un Posgrado en Ilustración creativa en la EINA, Barcelona, y en 2009 un Máster en Museología y prácticas curatoriales del Arte Contemporáneo por la Universidad de Santiago de Compostela. Al mismo tiempo empecé a comisariar y coordinar exposiciones y a realizar reportajes de fotografía de arquitectura.

¿Qué te llevó a abrirte camino en la fotografía?

Mi afición por la fotografía viene de muy atrás, cuando a los 17 años me hice con mi primera cámara réflex. Tengo cajas y cajas de diapositivas, pero siempre desde un punto de vista amateur. Luego llegó el digital y esa especie de nebulosa que supuso el intervalo entre su aparición y el momento en que las réflex digitales tuvieron un precio no astronómico.

En este momento, tras mi licenciatura, en que comencé a compaginar el trabajo como arquitecta con estas otras actividades, me surgió la posibilidad, gracias a mis compañeros arquitectos Trespes arquitectos y Felipe Trillo, de realizar reportajes fotográficos de la rehabilitación del casco histórico de Seixalbo (Ourense) y la obra arquitectónica del arquitecto Luis Collarte, en Galicia, Madrid y Lisboa. Y así fue cómo empezó mi andadura «profesional» en el medio.

Ana Amado Pazos · Fotografía
Vivienda en 3 Oaks | Ana Amado

¿Te encontraste con muchas dificultades en su puesta en marcha?

Se produjo todo de una forma un tanto casual. Yo estaba allí, mis colegas sabían que hacía fotos, y me ofrecieron la posibilidad. La continuidad de los encargos ya requiere poner mucho más de tu parte. La crisis económica, que está afectando tanto al mundo de la arquitectura, no ayuda.

¿Consideras que estudiar Arquitectura ha sido un pasaporte fundamental para haber llegado a tu trabajo actual?

En mí caso es así. Como fotógrafa de arquitectura, obviamente

¿Estas contenta con los objetivos alcanzados?

Considero que me queda mucho camino por andar. Sí que veo ya cierta evolución desde mis comienzos y empiezo a ver por dónde quiero tirar como fotógrafa en general y de arquitectura en particular. Pero esto es infinito, nunca dejas de aprender y mejorar. Cuanto más sabes ,más te das cuenta de lo que te queda por aprender.

Ana Amado Pazos · Fotografía
Pabellón Barcelona. Mies van der Rohe | Ana Amado

¿Animarías a otros arquitectos a seguir vuestros pasos? ¿Qué pasos consideras que deberían dar? ¿Cómo completar sus estudios? ¿Qué otros consejos les darías?

Yo creo que cada cual tiene que seguir su camino, su “llamada”, por decirlo de algún modo. A cualquier arquitecto que sienta esta pulsión por la fotografía de arquitectura le animaría a formarse como fotógrafo, a probar, y si ve que cada vez se siente más atraído por el tema, que siga de forma más seria, incluso profesional. No es un camino de rosas, y menos en estos momentos, pero eso no debería desanimar a nadie a realizarse en el campo por el que sienta pasión.

¿Crees que los arquitectos en España deberíamos seguir abriendo nuevas vías de trabajo para salir de la casilla más «tradicional» de proyectar dada la actual situación de la construcción en nuestro país?

Sí, desde luego. No nos queda otra y la arquitectura siempre fue una disciplina muy amplia y multidisciplinar.

Tampoco se trata de dejar de ser arquitectos, pero sí de ampliar miras, pues los arquitectos podemos realizar con éxito múltiples tareas, además de proyectar edificios.

¿Qué opinas de los que se han ido a trabajar al extranjero?

Bueno, como decía, hay que buscar trabajo donde lo haya. Lo último que podemos hacer es quedarnos paralizados, compadeciéndonos, por muy injusta que sea la situación. Además, en mi opinión, sumergirse en otras culturas, otros territorios, otras lenguas, siempre enriquece, aunque sea duro adaptarse, sobre todo a ciertas edades en que nos ha tocado vivir la crisis a algunos arquitectos.

Ana Amado Pazos · Fotografía
Julio 2014

Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Ana su tiempo y predisposición con este espacio.

Henri Cartier-Bresson. Ver es un todo. Entrevistas y conversaciones 1951-1998

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Son escasas las reflexiones escritas que Henri Cartier-Bresson legó sobre su propia práctica fotográfica y seguramente fue en las entrevistas que concedió a lo largo de su carrera donde el artista francés se mostró más generoso en palabras y manifestó su pensamiento más vivo sobre la fotografía.

Este libro reúne doce de estas conversaciones que muestran a un Cartier-Bresson apasionante y apasionado, que habla de su fotografía, reflexiona sobre la situación mundial y rememora su trayectoria vital y profesional. Escalonados a lo largo de casi medio siglo, estos doce momentos de diálogo no solo nos revelan la visión que el artista tenía de la fotografía sino que nos permiten ver cómo su pensamiento se transforma y evoluciona. Doce testimonios en primera persona que trazan una imagen de Cartier-Bresson plenamente viva y alejada de la leyenda.

Henri Cartier-Bresson (1908-2004) es considerado uno de los grandes referentes de la fotografía de la segunda mitad del siglo XX y uno de los padres del fotoperiodismo. Desde la agencia Magnum, que fundó en 1947 junto a Robert Capa, David (Chim) Seymour, William Vandivert y George Rodger, realizó algunos de los grandes reportajes sobre Europa, Oriente y la antigua URSS que le dieron fama mundial como cronista gráfico.

Materia y Luz. Josep Ferrando

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MATERIA Y LUZ” del 12 de julio al 21 de agosto. Con la inauguración este mes de julio de la muestra “Materia y Luz” en la prestigiosa Galería Aedes de Berlín, Josep Ferrando se consolida como uno de los arquitectos jóvenes con mayor proyección internacional de nuestro país.

Josep Ferrando, uno de los arquitectos jóvenes con más proyección internacional del momento, ha sido invitado a exponer sus proyectos en Aedes-Berlín, la galería de arquitectura más prestigiosa de Europa. “Materia y Luz” es una muestra concebida como un proyecto en sí mismo, donde se expondrán diferentes proyectos arquitectónicos representados con un dibujo, como representación de la luz y con una pieza escultórica, como representación de la materia.

Ferrando, para quien esta muestra que estará vigente del 12 de julio al 21 de agosto es complementaria a “In Progress Matter and Light”, –exhibición del arquitecto catalán que actualmente acoge el Palazzo Bembo en el marco de la 14ª de Bienal de Arquitectura de Venecia–,

“Lo fundamental en la obra arquitectónica no sólo es la obra construida sino también el proceso”.

Mostrar y poner en valor los instrumentos del arquitecto a través del proceso de elaboración de los proyectos, es el objetivo común de ambas propuestas.

En “Materia y Luz”, el dibujo como representación atmosférica del plano es el recurso utilizado para mostrar cómo reacciona el edificio a la luz mientras que, la materialidad del edifico es representada a través de la expresividad de piezas escultóricas realizadas en un sólo material: hormigón, vidrio, cerámica, madera, metal y piedra. En concreto, 6 materiales y un total de 12 maquetas para representar 12 proyectos de Josep Ferrando, quien ha querido acompañarse para su producción de industriales líderes en el sector como: Cricursa, Breinco, Cosentino, Pidemunt, Room y Cumella. Firmas a las que se ha sumado la empresa de iluminación Lamp y con las que el arquitecto ha establecido una colaboración fundamentada en criterios de calidad, rigor e innovación con el firme convencimiento de favorecer el posicionamiento internacional de su profesionalidad y solvencia.

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La Roiba | Jorge Meijide

A Roiba | Fotografía: Jorge
A Roiba © Jorge Meijide

La Roiba

Un refugio es un refugio es un refugio. Como la rosa del poema de la Stein, una casa no puede -no debe- evitar ser parte de lo que en origen todas las casas son: refugios; las cosas son lo que son -las casas son lo que son-, y una casa nace siempre, en su fuero interno, en su nuez, como refugio, como cobijo. La Roiba es así, y en eso es pura y original.

El panorama de la llamada vivienda unifamiliar, término que detesto amable y educadamente -y otro día diré el porqué-, ha estado y estará plagado de cuasi infinitos ejemplos en los que consideraciones de carácter secundario y espurias, priman sobre las básicas o trascendentes; así, imagen, representatividad, ostentación, vulgaridad, naderías insulsas o el muy gallego feísmo -palabro interesante donde los haya-, y los epítetos aplicables pueden ser innumerables y variados -las hay hasta bonitas-, inundan el panorama de nuestros suburbios y alrededores, haciendo que estas construcciones pierdan una parte importante de su esencia inicial, de su veracidad y de su interés. Bien cierto es que no todas las casas pueden ser iconos de la modernidad ni propuestas rompedoras, ni todas lo pretenden, pero parece que de un tiempo a esta parte muchas lo anhelan, y claro, se pierden en el intento.

La Roiba, en cambio, tiene todo eso muy claro y muy bien aprendido. Es una obra madura, Molezún contaba ya con 45 años cuando la proyecta y construye y una carrera ya sobradamente reconocida, nacional e internacional; por eso tiene muy claro su dirección, tiene claro el norte, el sur, el este y el oeste y los vientos que recibe y de los que cobijarse y tiene muy claro lo que una casa debe ser. La ubicación, la disposición, las necesidades y la respuesta a todo ello encaja en su justa medida. La Roiba no da una respuesta fría y racional a los condicionantes, es emotiva, directa y amable, acoge y recoge. La Roiba es la reducción a la pura esencia del hecho de habitar, mínimo y protector. Por ello crece de dentro hacia fuera, emanándose como la concha de las caracolas, protectora y acogedora, en la que se puede estar dentro pero en la que también se puede estar fuera, al exterior, al tiempo que unido a su interior. Y éste es escueto, económico de espacio, pero su exterior es extenso, abierto e infinito. Molezún lo era.

Ramón Molezún hizo gala de su desbordante capacidad creativa en toda su carrera. No era, y sigue hoy sin serlo, fácilmente encasillable ni clasificable. Su obra era él mismo y con él se fue el genio, pero nos deja su construcción. La Roiba ES Ramón Molezún y no es fácil visitarla, verla, admirarla, recorrerla o usarla sin tenerlo a él presente.

La Roiba es perfecta, responde bien a todo, desde el planteamiento, a la ubicación y a su uso, y si me apuráis, también a su construcción, a pesar de lo que ahora aquí nos trae. Es un ejemplo de arquitectura en letra minúscula que se convierte, seguramente sin desearlo, en mayúscula. En mayúscula por sus méritos propios y también, inútil es negarlo, por el gran demérito con lo que pueda compararse. No es necesario leer mucho su planta para darse cuenta de que la casa se habita bien, casi sola; se deja, permite, ser habitada con la misma humildad y seguridad con la que ha sido pensada.

La Roiba vive en relación directa e inseparable con su entorno, como debe ser, por eso la entiendo como a un ser sensible, consciente de si mismo, que se ofrece abierta a la vida de quienes la habitan. Por eso es lo que es, porque vive -se vive- a la vez con sus propietarios, con sus visitantes y con quien la observa y la entiende. Porque entender, como comprender, es un acto que requiere absorción y destilación, y de ambas surge la esencia, la esencia de eso que casi no existe, de eso que llamamos Arquitectura. La Roiba es algo más que una construcción: es memoria construida de arquitectura y vida, que en el fondo son casi, casi, lo mismo. Así, sin más.

jorge meijide . arquitecto
bueu. julio 2014

Pelea, critica, emigra | Borja López Cotelo

La crisis ha terminado. Los políticos sonríen de nuevo en los periódicos y los medios ensalzan un país que supo mantener la compostura durante cinco años de impía tempestad. Han vuelto las palmadas en la espalda.

Pero tal vez el milagro haya pasado ante mi puerta, una vez más, sin detenerse: los clientes no se agolpan en mi estudio y nadie en mi entorno inmediato ha visto mejorar repentinamente su situación laboral. Por el contrario, en muchos casos, desarrollar la profesión para la que uno se ha formado sigue sonando a quimera. Hay quien incluso encuentra obscena esta aspiración, propia de jóvenes reticentes a mancharse las manos, cuando no de caprichosos, vagos o maleantes.

Mientras tanto, muchos de aquellos que ahora sonríen en los periódicos vanagloriándose de la recuperación económica siguen visitando a menudo los juzgados; de modo que este nuevo milagro tampoco me hará abandonar mi escepticismo.

Así las cosas, es inevitable preguntarse qué hacer. Qué camino debe tomar un arquitecto joven –cada día un poco menos- asentado en una región periférica de un país marginal dentro del gran proyecto paneuropeo, cuando la celebrada catarsis parece ajena a su realidad cotidiana.

Pelea

Roberto Bolaño era de los que creían, según él mismo confesaba, que el ser humano está condenado de antemano a la derrota pero que debe salir y dar la pelea. Considero no obstante –sin ánimo de contradecir al gran Bolaño- que es necesario puntualizar ciertas cosas porque, para el arquitecto, pelear no siempre es sencillo.

Asumamos que la arquitectura, como profesión y como disciplina, es necesariamente mediada. Hay un largo trecho desde la concepción de la obra, abstracta, y su concreción en realidad física; hay muchas manos que intervienen en el proceso, muchas leyes –algunas cabales, otras delirantes o interesadas- que lo condicionan, hay un usuario a menudo ajeno a las sesudas cavilaciones del proyectista, y una realidad tozuda que a menudo se empeña en desfigurar la apolínea arquitectura imaginada. Son, todas ellas, reglas del juego.

Ahora bien, construir –ése es, no lo olvidemos, el fin último y razón de ser de la arquitectura- no es sencillo cuando solo se conocen para llegar a ello dos caminos y ambos están sembrados de minas.

Siempre pensé que los concursos de arquitectura eran uno de esos caminos; que en ellos todos peleaban de igual a igual, sin guantes y a cara descubierta. Imaginaba a los grandes arquitectos bajando a la arena como el insolente Cómodo, como un encapuchado Zidane entregado a duelos nocturnos en canchas de barrio contra pandillas de inmigrantes argelinos1. El tiempo me demostró que no es así. Algunos concursos recurren a mecanismos cuestionables (como el asumido empresa y obra) o incluso perversos. En otros casos sencillamente el fallo es poco transparente o inevitablemente sospechoso; y la sospecha, señala el judío Jacobi, atormenta a aquellos que la albergan2.

El otro camino para construir son los encargos privados. Y en ese camino las piedras las han ido poniendo, día a día, compañeros de profesión. Esto lo hace, si cabe, más doloroso. Los honorarios se han reducido y las condiciones se han degradado en una lucha fratricida por conseguir clientes. Sin reglas, sin ética, sin un sentido de colectivo que ha hecho fuertes otras profesiones.

Por todo ello, pelear por construir es hoy una guerra de desgaste; una campaña encarnizada en la que afloran tanto las desigualdades estructurales –concursos- como los más bajos instintos de supervivencia–búsqueda de clientes-, que en ocasiones derivan en canibalismo. Habrá que leer de nuevo a Bolaño, poeta y vago3,para no desfallecer.

Pelea | epR

Critica

Según recoge Platón en sus Diálogos, Sócrates -el griego4– reflexionó con algunos de sus discípulos acerca de la inmortalidad del alma en los instantes previos a ingerir con una mansedumbre y una tranquilidad admirables la cicuta que acabaría con su vida. En ese momento postrero, Sócrates se significó como el más clarividente e íntegro de los hombres.

Sin embargo, en la agónica circunstancia actual la crítica arquitectónica tampoco parece haber dado un paso al frente. Si bien la situación es propicia para la calma y la pausa, base necesaria para reflexiones profundas que identifique errores cometidos y extraigan lúcidas conclusiones para el futuro, poco aire fresco parecen haber aportado los críticos durante este lustro de merma en la actividad.

Están, por supuesto, los de siempre. Hay en España mentes claras, con una enorme capacidad de análisis y grandes dotes para la síntesis. Pero ninguna de las que conozco ha sido engendrada por la situación actual, ninguna representa una esperanza longeva para las próximas generaciones.

Pero desgraciadamente son mayoría los que utilizan potentes altavoces para adaptar su discurso al viento dominante. Y han sobrevivido a la crisis. Leemos editoriales de quienes no hace mucho ensalzaban los grandes estudios,  de quienes vitoreaban a los vigorosos cadetes del star system –think BIG, exhortaban- defendiendo hoy una arquitectura de mínimos, una arquitectura necesaria (poliédrico adjetivo); encumbran arquitectos o -siempre que es posible- colectivos cuya labor se desarrolla lejos del primer mundo. Incluso se celebran congresos para celebrar el descubrimiento de ese nuevo camino.

Resulta difícil comprender por qué solo una ínfima parte de la crítica ha reaccionado a esta apología de la vacuidad.

Critica | epR

Emigra

Quizá el consejo más recurrente en estos días sea el de abandonarse a la búsqueda de nuevos horizontes. Al fin y al cabo, así lo hicieron nuestros abuelos y otros antes que ellos. Lo sabemos sobre todo quienes nacimos en ciertas partes del mundo: se atribuye al maestro Castelao la máxima de que el gallego no protesta, emigra.

Es comprensible la emigración como opción personal. Tal vez hoy sea incluso recomendable, o abiertamente admirable, pues pocos toman esa decisión por propia voluntad. Pero no debemos ver en ello la solución a los males colectivos pues eso sería una venda en nuestros ojos. Un país que pierde a sus jóvenes de forma masiva se desangra; un estado que invierte en formación para mostrarse luego incapaz de consolidar un tejido profesional sustentado por ese capital humano, no solo representa una paradoja sino un absoluto fracaso económico y social.

Para un arquitecto español –al menos para uno formado en ciertas escuelas de España- existe además una particularidad que no facilita su inserción laboral: durante generaciones, la educación del arquitecto tendió a habilitar a profesionales autosuficientes. Esto tiene, obviamente, implicaciones positivas –capacidad de control sobre el proyecto global, sólidos conocimientos técnicos- pero cabe preguntarse si la supervivencia de estos diminutos estudios es posible en el escenario actual. Incluso cuando estos estudios, en una suerte de metamorfosis, devienen a menudo en estructuras horizontales y procesos colaborativos.

Corremos el riesgo de padecer esa sensación de gélido desapego de la realidad encarnada en aquel Meursault que fue extranjero en Argel como lo habría sido en cualquier otra parte5.

Emigra | epR

Pero a pesar del gris que nos rodea,  a pesar de la imposibilidad de luchar en igualdad, de la tibia respuesta de la crítica y de la incierta vía de la emigración, esta generación no debe aún capitular. Porque, queramos o no, todavía nos quedan cosas bonitas por hacer6.

Borja López Cotelo, doctor arquitecto
Coruña, julio 2014

Notas:
1 Según reconoce Zidane en una entrevista publicada en el número 22 de la revista Panenka. Aunque en ella señala como instigador a Edgar Davis…
2 Parafraseando a Isak Jacobi, el usurero de la obra de Bergman Fanny y Alexander (1982).
3 Así rezaba su tarjeta de visita: Roberto Bolaño, poeta y vago. Carrer Ample n13 2-1, Blanes (Gerona).
4 Sócrates (470-399 a.C) fue condenado a morir de este modo por un tribunal ateniense. Es importante precisar que me refiero a este Sócrates, el griego, porque también existió un elocuente Sócrates brasileño.
5 El extranjero, de Albert Camus, es un libro terapéutico en ciertos momentos. Si he de escoger una edición recomiendo la de Gallimard, ilustrada por el gran José Muñoz, que en España publicó Alianza Editorial (2013).
6 Jep Gambardella, cínico protagonista de La gran belleza, responde aliviado: Meno male… Ci rimane ancora qualcosa di bello da fare! cuando una amiga le recuerda que nunca han hecho el amor.

Henri Cartier-Bresson. Fotografiar del natural

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Considerado como uno de los fotógrafos más influyentes de nuestro tiempo, Henri Cartier-Bresson elevó la práctica del snap shotting a la categoría de arte disciplinar. Crítico y observador penetrante, sus escritos acerca de la teoría y la práctica de la fotografía han ejercido una influencia fundamental en los fotógrafos contemporáneos.

Fotografiar del natural constituye la primera recopilación en un único volumen de los textos más emblemáticos de Cartier-Bresson, entre los que se encuentran ‘Los europeos’ y ‘El instante decisivo’, uno de sus escritos más conocidos que supuso un punto y aparte en la carrera del fotógrafo. Este volumen reúne también sus relatos de viajes a Moscú o China, y artículos dedicados a sus amigos André Breton, Alberto Giacometti o Jean Renoir. Todos ellos destilan la misma intensidad e inmediatez visual que caracteriza a su obra fotográfica.

Henri Cartier-Bresson (1908-2004) es considerado uno de los grandes referentes de la fotografía de la segunda mitad del siglo XX y uno de los padres del fotoperiodismo. Desde la agencia Magnum, que fundó en 1947 junto a Robert Capa, David (Chim) Seymour, William Vandivert y George Rodger, realizó algunos de los grandes reportajes sobre Europa, Oriente y la antigua URSS que le dieron fama mundial como cronista gráfico.

Ifac´14. Festival Internacional de Arte y Construcción

Un año más este festival celebrará su tercera edi­ción entre los próximos 11 y el 20 de Agosto en Covarrubias, (Burgos), donde convivirán 300 jóvenes de todo el mundo. Una apuesta que propone unir reflexión y acción para buscar un futuro rural autosuficiente. Treinta talleres arquitectónicos constituyen la columna vertebral del evento, que se alimenta de muchas otras disciplinas artísticas, constructivas  y teóricas. Todo ello en un contexto de debate, trabajo e intercambio de experiencias, con el tema de fondo del análisis y recuperación de las áreas rurales.

Ifac apuesta por la experimentación constructiva con tierra, caña, superadobe o madera. Un evento donde se puede desde construir prototipos de cúpulas geodésicas y bóvedas catalanas hasta aprender a fabricar pinturas, morteros, hornos de barro y solares…  Las actividades están abiertas a la participación colectiva en todas las fases, desde el diseño a la ejecución. Si aún no tienes plan para el verano, las inscripciones están abiertas hasta el 20 de Julio o fin de plazas.

El evento Ifac parte de la hipótesis de que el análisis del papel que el medio rural ha jugado en el pasado puede aportar importantes referencias al imaginar modelos arquitectónicos, urbanos, sociales, económicos y productivos futuros. Los entornos rurales aportan una infinitud de elementos demostradamente sostenibles y coherentes con su medio natural y social. La idea de partida es hacer una revisión de todo esto, ver qué se puede rescatar y qué se puede aportar desde los paradigmas actuales de cara a plantear qué puede o debe ser el medio rural en el presente-futuro.

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Meipi. Espacios colaborativos

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¿Qué es un meipi?

Un meipi es un espacio colaborativo en el cual los usuarios pueden aportar información y contenido en torno a un mapa. Cada meipi tiene un contexto determinado, el cual puede ser local (con entradas localizadas en una zona geográfica determinada), o temático (cuando sus contenidos están relacionados con una idea concreta).

¿Para qué sirve un meipi?

Un meipi permite a un grupo de usuarios el poner información en común en torno a un lugar o un tema. Puede ser de utilidad para dinámicas colaborativas, talleres, asociaciones, empresas, grupos de amigos, acciones artísticas…

En meipi.org tenemos ya numerosos meipis creados por diferentes usuarios. Abarcan diversas zonas y temas, mostrando el potencial que puede ofrecer un meipi.

¿Cómo puedo crear un meipi?

Para crear un meipi hay que registrarse como usuario en meipi.org. Pulsar el botón crea meipi y rellenar el formulario. Una vez completado el sistema confirma automáticamente que todo ha funcionado correctamente indicando la dirección (url http://www.meipi.org/nuevomeipi) con la que acceder directamente al meipi recién creado.

¿Cuáles son las cuatro vistas de un meipi?

Toda la información contenida en un meipi se puede visualizar de cuatro maneras diferentes, que llamamos «vistas»: mapa, lista, canales, mosaico.

Mapa: Las entradas subidas por los usuarios se muestran posicionadas en sus coordenadas correspondientes.
Lista: Las entradas se organizan por la fecha en que fueron subidas. También se pueden ordenar según su valoración.
Canales: Las últimas entradas de cada una de las categorías se muestran por columnas.
Mosaico: Las imágenes ya subidas se organizan a gusto del usuario, formando mosaicos que pueden ser salvados.

Conversación con Josep Maria Montaner

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Entrevista-conversación con Josep María Montaner
Interlocutores: Miguel Ángel Damián Sanz, Daniel Dávila Romano y Leonardo Tamargo Niebla
Fecha: 21 de diciembre de 2013
Lugar: biblioteca propia de J.M. Montaner
Grabación: Enrique Rollón Escudero
Edición: Enrique Rollón Escudero
Organiza: Asociación Temenos

A Roiba | Ramón Vázquez Molezún

A Roiba | Ramón Vázquez Molezún
Interior «A Roiba». Carpinterías Pearson

Para algunos un velero varado1, para otros un cofre2, lo que está claro es que esta joya arquitectónica arquitectura moderna del siglo XX en España de Ramón Vázquez Molezún (1922-1993) no deja indiferente.

El refugio emplazado en la ensenada de Beluso, es una buena de muestra del buen hacer del hetedoroxo3 arquitecto coruñés en solitario.

Gracias a la familia de Ramón Vázquez Molezún podemos leer la memoria redactada por el propio arquitecto:

«Aprovechando unas construcciones de la antigua fábrica de salazón de la “Roiba” se proyecta hacer un refugio de verano con almacén para embarcaciones y útiles de pesca.

La construcción, de unos 100 metros cuadrados de planta, tiene como programa el siguiente: un cuarto de estar con terraza, un dormitorio de padres, dos dormitorios para hijos e hijas, una cocina comedor, un cuarto dormitorio posiblemente para servicio, unos aseos generales, un aseo de servicio, un gran almacén accesible desde el interior y exterior, fosa séptica, aljibe para almacenamiento de agua de lluvia, unos depósitos elevados para servicio, espacios para aparcamiento y patio de servicio.

Los dormitorios, dado el destino de la construcción, tienen una superficie mínima para darle un carácter marinero, que se ha de cuidar en todo momento.

La estructura así como los forjados y muros, será de hormigón armado.

Se conserva todo lo posible los muros de mampostería existente, diferenciando así la antigua construcción de la actual.

La cubierta es plana para poder recoger fácilmente las agua de lluvia.

Las ventanas serán de madera vista, con lunas correderas tipo Pearson.

Existen chimeneas hogar en el estar y dormitorio principal, existiendo posibilidad de situar otras en el almacén inferior, y en la terraza exterior.

Toda la construcción es muy cerrada al norte, abierta discretamente al este y oeste, y muy abierta al sur, donde si sitúa la terraza.

Los aseos y, por lo tanto, toda la distribución de aguas, está reunida en un solo bloque, debajo del cual está la fosa séptica y encima del mismo si sitúan los depósitos elevados.

Toda la construcción se eleva sobre el nivel del camino solamente unos dos metros, exceptuando el torreón que forman los depósitos de agua.

El pavimento interior será de linóleum y la construcción de primera calidad.

Las obras se ejecutarán bajo mi dirección facultativa.» 1

Obra: Vivienda «A Roiba»
Localización: Beluso. Bueu. Pontevedra. Galicia. España
Autores: Ramón Vázquez Molezún
Promotor: Ramón Vázquez Molezún
Año: 1967-69
Memoria: Ramón Vázquez Molezún
Fotografía y planimetría: Salvo indicado, toda la información gráfica publicada en el presente artículo ha sido cedida generosamente por la familia de Ramón Vázquez Molezún. 2
+ ramonvazquezmolezun.org

Notas:
1 Miquel, Luis (1993). “Ramón Vázquez Molezún”. En: Corrales y Molezún: Medalla de Oro de la Arquitectura 1992. Madrid: CSCAE, 1993 – pág. 43
2  Así la entidende Borja López Cotelo en su artículo «La casa que no era un barco» publicado en veredes.
3 «Nosotros éramos heterodoxos, se hablaba de las dos tendencias: la influencia de los nórdicos en Fisac y el grupo de seguidores de Mies; Oiza, Romany… Wright tenía bastante influencia en Ramón, le impresionó mucho la gran exposición en Italia. Ramón siempre hablaba de ello… Yo nunca he querido ser erudito, me reía de ellos». Corrales, J.A., José Antonio Corrales, Ramón Vázquez Molezún: Pabellón Español en la Exposición Universal de Bruselas, 1958. Instalación en la Casa de Campo de Madrid, 1959. Rueda, Madrid, 2004, pp. 25.
4 Tres hojas mecanografiadas por Ramón Vázquez Molezún, fechadas en Bueu, en julio de 1967. redfundamentos.
5 Todo el material gráfico (gran cantidad de información inédita) estará recogido en el libro que se publicará en septiembre, ‘La Roiba’. Libro conmemorativo de edición especial y que será editado por redfundamentos.

Small Spain. Reinventando la práctica, 12+1 Experiencias. AV 163

Cuando despertó, la crisis todavía estaba allí. Parafraseando el microrrelato de Monterroso, nos refugiamos en el fértil territorio de los proyectos y los sueños para eludir enfrentarnos con la desolación de un paisaje profesional y personal que ha sufrido un tsunami devastador, pero cuando abrimos los ojos, el dinosaurio de la crisis sigue testarudamente con nosotros, condicionando cada actuación y cada gesto. Transcurridos casi seis años desde la bancarrota de Lehman Brothers en 2008 —un nefasto 15 de septiembre que acaso marque un punto de inflexión más indeleble que el trágico terror del 11-S— España sigue sumida en el marasmo económico, político y social, y los jóvenes buscan el optimismo y la promesa de la botella medio llena con proyectos minúsculos que les permiten libertad experimental y les otorgan gratificación sentimental: son obras pequeñas en la dimensión y grandes en la ambición, el esfuerzo y el talento, que colectivamente cristalizan un retrato pixelado del país en esta hora.

En el primer año de la crisis, nuestra revista hermana AV señaló sus primeros veinticinco años con  cincuenta obras mínimas (AV 140, 2009), y en esa ocasión presentábamos el número con los esperables ejemplos luminosos de arquitecturas diminutas y diminutivas, del Tempietto a San Carlino, y las inevitables referencias a las virtudes de lo pequeño, promovidas en la contracultura de los años setenta con la divisa acuñada por E.F. Schumacher en un libro cuya edición española publiqué por entonces, y que ahora sirve como título para el artículo introductorio de Emilio Tuñón. Pero un lustro después de aquel número el dinosaurio sigue aquí, y el empeño por hallar belleza en lo pequeño y salud en la cura de adelgazamiento a la que se ha sometido la arquitectura comienza a sonar hueco y a dar muestras de desfallecimiento. El esfuerzo de recuperación se desbarata en los diques de unas élites ensimismadas, y la agitación propositiva de los jóvenes se diluye en desaliento o se agosta en fatiga.

La voluntad de hacer arquitectura en un entorno hostil dice mucho de la tenacidad resistente de esta nueva generación, capaz de hallar desafíos técnicos, programáticos y estéticos en encargos de escasa dimensión. Sin embargo, no es seguro que el futuro de una profesión que procura reinventarse se halle necesariamente en la pequeña escala, por más que muchas de estas intervenciones nos conmuevan con la intensidad insensata y obsesiva de su devoción disciplinar. La imagen de portada, un pavimento italiano que Izaskun Chinchilla ha combinado azarosamente, evocando con el artificio cromático de las vetas de la madera una genealogía artística que remite al cubismo a través de la interpretación pop de Eduardo Arroyo o el Equipo Crónica, es buen ejemplo de esa dedicación emocionante y excesiva.

Cuando el suelo urbano del mundo se ha triplicado desde el año 2000, es lícito preguntarse si el papel de los arquitectos no reclama otras escalas, y acaso también otras geografías.

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Bienvenido a casa. Premio Solvia a la innovación en el diseño de la vivienda

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Solvia, el operador inmobiliario de Banco Sabadell, a través del Programa Solvia Innova, lanza un concurso de ideas para diseñar una vivienda adaptada a la situación actual. “Bienvenido a casa. Premio Solvia a la innovación en el diseño de la vivienda” tiene como objetivo reflexionar en torno a un modelo de vivienda colectivo con el reto de desarrollar conceptos de vivienda que respondan a los nuevos modelos sociales, económicos, tecnológicos y ambientales.

El jurado del premio estará presidido por Miguel Montes, Director General de Banco Sabadell-Vicepresidente de Solvia, y formarán parte de él Miquel Molins, Presidente de la Fundación Banco Sabadell, Ramon Rovira, Director de Comunicación y Relaciones Institucionales del Banco Sabadell y Subdirector General de la entidad, Anne Lacaton (Lacaton&Vassal), Josep Bohigas, Juan Herreros, Xavier Monteys y Zaida Muxí.

El jurado valorará la flexibilidad y adaptabilidad a la situación personal y familiar del usuario a lo largo de su ciclo de vida, la alta calidad espacial, la incorporación de criterios de sostenibilidad ambiental, una ejecución viable económicamente con un reducido coste de construcción y buen mantenimiento y durabilidad.

Según Miguel Montes, este premio se dirige a

“los profesionales del sector para que desarrollen nuevos conceptos de vivienda que respondan a los nuevos modelos sociales, económicos, tecnológicos y ambientales. Queremos estimular la reflexión en este sentido y la convocatoria de este premio forma parte de este estímulo y de nuestro compromiso por construir un futuro más sostenible”.

Se pueden consultar las bases del concurso e inscribirse al Premio en  www.solviainnova.es. Las inscripciones estarán abiertas del 3 de julio hasta el 10 de septiembre.

El Premio está dotado con 20.000€ para el autor o autores de la propuesta ganadora.

 

SOLVIA INNOVA: REFLEXIÓN SOBRE LA VIVIENDA

Solvia, bajo el nombre de Solvia Innova,  ha abierto un marco general de reflexión sobre el proceso inmobiliario dentro del contexto de la crisis económica y los cambios que la sociedad está experimentando y, dentro de este marco general, la vivienda tiene un papel protagonista. La bonanza económica anterior a la crisis fijó en el imaginario colectivo unas tipologías y distribuciones más de acuerdo a una idea prefijada que a las necesidades reales del usuario. A los cambios que está experimentando la sociedad y la familia se añade el nuevo marco económico y la influencia de la tecnología en la vida cotidiana.

Bienvenido a casa. Premio Solvia a la innovación en el diseño de la vivienda se convoca a partir del estudio“Tendencias de futuro en torno a la vivienda” que detecta las tendencias globales de futuro de la sociedad y su implicación en la tipología de viviendas, además de identificar las necesidades latentes de los usuarios no cubiertas por la actual oferta inmobiliaria.

La Roiba, homenaje a un viajero | Rodrigo Almonacid

La Roiba, homenaje a un viajero | Rodrigo Almonacid
Ramón Vázquez Molezún, navegando | Fotografía cedida generosamente por la familia de Ramón Vázquez Molezún

“Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues —¡con qué placer y alegría!—
a puertos nunca vistos antes.”

(C. Kavafis: Ítaca)

El anhelo por conocer la gran Roma seguramente llevó al gallego Ramón Vázquez Molezún (1922-93) a la ciudad eterna tras la obtención de una beca de posgrado para la Academia. Pero, escuchando los consejos de Kavafis en Ítaca, no apresuró su viaje sino que dilató su estancia entre 1949 y 1954, ansioso por descubrir lo que entonces la España de autarquía y posguerra le negaba. Lo que pudo ser interés, inicialmente, se convirtió en una auténtica pasión; y acaso, más tarde, en toda una forma de vivir.

Me atrevería a decir que la casa que se hizo construir en la playa de Beluso en Bueu, conocida como “La Roiba” (1969), es el hábitat apropiado para un viajero. La ría de Pontevedra en la que se había criado de niño iba a significar el retorno al hogar tras un largo, largo viaje, de casi cincuenta años de vida nada menos, acompañado ahora ya de su propia familia. Todo aquel tiempo transcurrido le había servido para entender que la vida es un mero tránsito, para el que apenas se precisa equipaje. Y lo sabía de veras, pues se recorrió media Europa a bordo de su querida Lambretta, una moto que solía fotografiar, cual fiel compañera de aventuras, junto a los edificios (modernos y antiguos) que iba visitando.

“La Roiba” se levantó sobre unos muros de contención de una antigua fábrica de salazón que permanecían en el lugar elegido por el arquitecto. Aquellos restos se aceptaron como propios, sirviendo de firme ancla a la casa que iba a reposar encima. Uno de pronto recuerda a Ridolfi adoptando una actitud semejante en su “villino Alatri”, que justo acababa de terminase en la Roma recién descubierta por Vázquez Molezún a su llegada. Solo que aquí, en su paisaje natal, el arquitecto coruñés quería afirmar los valores naturales del lugar, dejándose impregnar por el oleaje, por las rachas de viento del océano, por la luz que se filtra entre las fugitivas nubes de la costa gallega. Aunque a menudo se alude a la metáfora del barco varado, nada hay aquí de “arquitectura por la arquitectura”, sino todo lo contrario: es la antítesis del magnífico Club Náutico de San Sebastián (1928), de Aizpurúa y Labayen.

Más que una casa, es un refugio, una promesa de habitar rozando la experiencia náutica. El escaso equipaje del viajero no demanda espacio para grandes posesiones en su interior, solo lo imprescindible. Una escueta terraza para sentir ese contacto íntimo con el lugar, unos vidrios a la altura de la vista para disfrutar del panorama mientras se descansa sentado en su exiguo salón, algunos camarotes donde pasar la noche. Abajo, un espacio de almacén para sus barcas, confinado por los vetustos muros que nunca llegaron a impedir la entrada del mar cuando éste llamaba a la puerta. Solo el color blanco y el gesto inclinado de su tejado, única diagonal de su perfil, revela su predisposición a erigirse en una casa, levantando su volumen como lo hacen las velas de las pequeñas embarcaciones; aunque, en realidad, ese espacio elevado de la casa es el verdadero puente de mando, el reducto del capitán Molezún. Ese hombre que un día quiso hacerse viajero sin saber que, en el fondo, acabaría siendo marinero.

Rodrigo Almonacid [r-arquitectura] · doctor arquitecto
valladolid. julio 2014