lunes, diciembre 2, 2024
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InicionasaRetratos a través de los ojos de un miope (I) | epR

Retratos a través de los ojos de un miope (I) | epR

El hombre cuervo

Un buen día, Charles-Edouard Jeanneret-Gris decidió que, en adelante, se llamaría Le Corbusier. Decidió también que ya no sería suizo sino francés, y se convirtió en cuervo -¿o fue en urraca?-.

Planeó ingrávido entre la escritura, la pintura y la arquitectura, se posó en los hombros centelleantes de su primo Pierre, de Amedeé Ozenfant o Charlotte Perriand, y levantó el vuelo con el oro usurpado.

Regaló a cambio un puñado de villas blancas y unidades de habitación, un pabellón para estudiantes suizos, un hombre armónico de ciento ochenta y tres centímetros; imaginó una capilla en Los Vosgos y un claustro de hormigón, erigió una ciudad en el Punjab.

Desde entonces, dilucidó la fortuna de monarcas sucesivos, encerrado en el jardín de la Torre Blanca, alimentándose de cerveza y carne fresca por los siglos de los siglos.

Retratos a través de los ojos de un miope (I) epR Le Corbusier 1964
Le Corbusier, 1964 | Fuente: wikipedia

El primo Ramón
Londres, invierno de 2014

el primo Ramón
el primo Ramónhttps://elprimoramon.com/
Nadie sabe con certeza quién es el primo Ramón. Muchos creen que Ramón nació en algún lugar de Galicia, aunque pronto los azares de la vida le obligaron a cruzar el Atlántico. Afincado en Buenos Aires, y tras fracasar en su intento de ganarse la vida como lateral izquierdo de Ferro Carril Oeste y como bajista de Los Desconocidos de Siempre, aprendió el oficio de ilustrador en un puñado de talleres del barrio de San Telmo. Otros opinan que tras el seudónimo se esconde Borja López Cotelo, un arquitecto que ante la pertinaz insistencia del editor jefe Veredes comenzó a publicar ilustraciones hasta que una mañana, como el malogrado Gregor Samsa, se despertó después de un sueño intranquilo convertido en un monstruoso ilustrador. Aunque esta versión no parece muy verosímil. Tal vez por eso hay quien asegura que, en realidad, Ramón ni siquiera es una persona sino dos, tres o incluso un equipo tumultuoso y variopinto como la tripulación del Pequod.
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