Como quien enciende un pitillo, Gipi agarra un pincel y extiende el pigmento distraídamente. Fiduccia nell’acqua, reza el título del vídeo: confianza en el agua. El italiano deja fluir los colores y, poco a poco, del fondo del papel surge la luz. Tan fácil como eso.
Es algo común a quienes dominan con suficiencia una disciplina: hacen que todo parezca sencillo. Y eso interpela, casi insulta, a los que solo podemos percibir embobados el movimiento de una mano o un pie, el sonido de una palabra o un acorde surgidos de un talento portentoso. Los casi treinta minutos que dura este vídeo, una irrupción impúdica y afortunada en el día a día del autor italiano, son un ejemplo de esta sensación.
Gipi, Gianni Pacinotti, lleva muchos años haciendo tebeos. Exterior Noche, Los Inocentes, S, Mi vida mal dibujada, Unastoria. Realiza ilustraciones habitualmente para el diario La Repubblica. Célebre en Italia, mucho menos en España, este hombre largo de rasgos canallas no parece alterarse con facilidad; uno se lo imagina tranquilo, humedeciendo el pincel, escogiendo un color y extendiendo la mancha. Inalterable, porque la experiencia le dice que nada puede salir mal.