Hoy nos desplazamos a Madrid para presentaros La galería de Magdalena, un proyecto de Raquel Congosto e Isabel Arenas, cuyo objetivo es reinterpretar los espacios infravalorados de la ciudad para convertirlos en espacios de oportunidad, y que comunican el espacio público con el espacio digital mediante la participación ciudadana y el concepto de ‘Regalar’.
¡La galería de Magdalena es una oportunidad de desquitarse, es un laboratorio de experimentación en el que compartir una experiencia con gente desconocida, es un acto de psicomagia!.
Con este fin han transformado espacios como vallas de obra o solares en galerías de arte efímeras, donde todo lo que se expone se regala a los viandantes. Dan una importancia especial a la comunicación con el público de todo tipo, intentando eliminar barreras existentes entre la sociedad y el arte contemporáneo, intentando crear entornos donde la gente se sienta cómoda alrededor del arte, a la comunicación entre distintos contextos y entre la propia gente.
“La calle es en sí misma una oportunidad de creatividad, de reunión, de intercambio, o al menos así lo vemos nosotras. lagaleriademagdalena es al mismo tiempo una plataforma que sirve para realizar exposiciones en la calle donde todo lo que se expone se regala: #RegalosUrbanos, y una comunidad de gente del entorno físico y virtual que nos reunimos alrededor de la cultura y la participación.”
¿Cuál ha sido vuestra formación y trayectoria profesional previa a la galería de Magdalena?
Ambas somos arquitectas por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y estuvimos trabajando en diversos estudios. Más tarde, una trabajó en la edición de la revista Arquitectura Viva, mientras la otra lo hacía en temas relacionados con el diseño y montaje de exposiciones. Además siempre hemos estado involucradas en distintos proyectos creativos, como una marca de ropa, una televisión por internet, pintura, etc.
¿Qué os llevó a poner en marcha este proyecto?¿Por qué en este sector?
El proyecto surgió de un cúmulo de inquietudes que teníamos en común, como la participación de la gente en las obras que hacíamos, el uso del espacio público, la cantidad de espacios inacabados que dejó la crisis en la ciudad… nos dimos cuenta de que necesitábamos hacer un uso diferente de ese espacio público. Así surgió nuestra primera acción en la calle y después nos encontramos un día con un edificio en obras en la calle Magdalena, con unas muestras de pintura que parecían perfectas para colocar unos cuadros sobre ellas. Tal cual, el siguiente fin de semana preparamos unos dibujos e hicimos una exposición que desde el principio fue un foco de atracción de gente que se acercaba a mirar y a preguntarnos cosas sobre la obra, como si se tratase de una inauguración en una galería. La gente nos empezó a preguntar también que cuando era la siguiente exposición y de repente, esa esquina en obras se convirtió en nuestro lugar de exposición habitual, un laboratorio de ideas y expresión creativa.
¿Qué otros proyectos y/o actividades engloba Lagaleríademagdalena?
Lo que nos encanta de Lagaleríademagdalena es que es un proyecto que nunca se agota. Dentro de él cada vez surgen nuevas ideas, pero además han surgido algunos ‘spin-off’ como puede ser Lagaleríademúsica, un homenaje a los cassettes donde vamos recopilando listas de reproducción de un montón de gente, con la condición de que sean de 60 o 90 minutos, cada una, con su reseña personal y los links para escucharla en Spotify, Grooveshark, Deezer, etc… También están los Muros Ciudadanos, que son intervenciones integradoras más permanentes, en los que se homenajea a los vecinos de un barrio, que por ejemplo participan en un photocall abierto y después son sus propios retratos los que componen la obra, sintiéndose identificados con ellos y creándose nuevos vínculos entre los vecinos y entre ellos y el lugar. También hemos hecho talleres universitarios y para niños y hemos creado y gestionado eventos. Ahora mismo acabamos de realizar un Festival de #RegalosUrbanos durante un fin de semana. Una deriva de #RegalosUrbanos por 9 localizaciones en el Barrio de las Letras de Madrid, con un total de 18 exposiciones y la participación de varios artistas.
¿Os encontrasteis con muchas dificultades en su puesta en marcha?¿Qué apoyos habéis recibido?
Nosotras nunca pedimos permiso para intervenir, porque lo que hacemos, al ser efímero y respetar siempre las superficies sobre las que actuamos, no es ilegal. Así que en ese aspecto no tuvimos ninguna dificultad. Después el proyecto fue creciendo de forma natural, casi sin darnos cuenta, pero realmente la dificultad con que nos encontramos es una habitual hoy en día y es la sostenibilidad económica del proyecto, aunque de momento lo vamos consiguiendo.
Ahora nos dedicamos exclusivamente a lagaleríademagdalena y la verdad es que el mayor apoyo que hemos recibido desde el principio es el del público. Ya desde las primeras exposiciones se acercaban a darnos las gracias por hacer algo así y nos preguntaban cómo enterarse de las siguientes exposiciones. Ver como haces feliz a la gente es lo más maravilloso que te puede pasar. También hemos recibido siempre bastante apoyo por parte de los medios, desde blogs hasta periódicos, radios nacionales y la televisión.
¿Consideráis que estudiar Arquitectura ha sido un pasaporte fundamental para haber llegado a vuestro trabajo actual?
Por un lado de no haber estudiado Arquitectura, no nos habríamos llegado a conocer y por otro siempre hablamos de lo poco que se sabe a veces estos estudios. En nuestra carrera se adquiere una formación en campos muy diversos y realmente aunque uno no se dé cuenta tiene una preparación para hacer un montón de cosas distintas, sólo hay que tener la mente abierta. A nosotras nos ha permitido tener una visión amplia y diferente de los espacios en las ciudades, a tener en cuenta diversas situaciones simultáneas… y también nos ha enseñado formas de hacer que no compartimos a día de hoy pero que así podemos detectar y evitar.
¿Estáis contentas con los objetivos alcanzados?
Estamos contentísimas. Cuando empezamos nunca pensamos que esas acciones que realizábamos iban a llegar a convertirse en un proyecto que ya tiene 3 años y medio de recorrido. Ni habríamos imaginado que pudiéramos realizar intervenciones de la envergadura de #Emergiendo por ejemplo, en el barrio madrileño de Tetuán, un Muro Ciudadano de 40 metros de largo. Y además, lo más importante, poder vivir de hacer lo que nos gusta.
¿Animarías a otros arquitectos a seguir vuestros pasos? ¿Qué pasos consideráis que deberían dar? ¿Cómo completar sus estudios? ¿Qué otros consejos les darías?
Animamos a la gente a plantearse qué es lo que realmente les gusta hacer y a hacerlo con la mente abierta, porque nunca se sabe qué forma va a tomar ese camino y ahora con la crisis hay que estar atento a las pistas que pueden aparecer delante de ti pero que si no estás despierto puedes no verlas. Y lo más importante es empezar a hacer, que se pongan a hacer lo que les llena como primer paso y es probable que poco a poco eso les dirija a nuevos lugares que antes desconocían. Y como no, que lo qué hagan lo hagan con ilusión y energía, creyendo verdaderamente en ello, si no es muy difícil mantener un proyecto en marcha.
Respecto a cómo completar los estudios, a día de hoy hay una oferta enorme de cursos y masters, pero muchas veces uno puede encontrar talleres y cursos cortos que a veces pueden merecerte más la pena para lo que tú buscas en concreto, tú mismo puedes organizar tu paquete de formación académica en función de tus necesidades y le puedes sacar más provecho que a una oferta más tradicional que está a veces algo obsoleta respecto a la situación actual.
¿Creéis que los arquitectos en España deberíamos seguir abriendo nuevas vías de trabajo para salir de la casilla más «tradicional» de proyectar dada la actual situación de la construcción en nuestro país?
Desde luego que sí, como ya hemos dicho creemos que tenemos que aprovechar la formación que tenemos, que es más amplia de lo que la gente cree e intentar aplicarla para reinventarnos y descubrir nuevos nichos de mercado.
¿Qué opináis de los que se han ido a trabajar al extranjero?
Es una de las dos opciones que hay y ambas son igual de válidas. Conocemos varios casos en que la verdad es que están encantados con el lugar y las condiciones que han encontrado al irse de aquí pero también hay otros que no acaban de encajar. De lo que si nos hemos dado cuenta es, que aunque sea de viaje, sienta muy bien salir de España, porque aquí hay una especie de nube de negatividad que nos rodea y de la que ni somos conscientes cuando estamos metidos en ella.
Cuando sales es cuando notas que fuera se respira un ambiente distinto, sin tanta presión y al volver te percatas más nítidamente de lo que aquí está pasando.
¿Cómo veis el futuro de la profesión?
Es un futuro que tenemos que diseñar cada día, para crear una nueva profesión. De hecho uno de los problemas que vemos es que en las universidades continúan con un modelo antiguo de enseñanza, les están enseñando sistemas y contenidos de una forma que ya no sirve en el mundo real. Y esos estudiantes son precisamente el futuro de la profesión y se están encontrando sin herramientas ni medios que estén vinculados con la realidad que está ocurriendo fuera de la universidad. Además creemos que el mundo está cambiando a una velocidad terrible y que tenemos que estar atentos para adaptarnos de la mejor manera.
Todavía andamos con la resaca de la influencia de las redes sociales y de la revolución de internet y con los estragos de la crisis y todavía no hay muchos proyectos que estén entendiendo el cambio, o eso creemos nosotras. Para nosotras es importante replicar los modelos que están funcionando en la red, entender el arte como una forma de compartir, olvidarnos de guardarnos los secretos de lo que hacemos y regalarlos, generar una comunidad y utilizar el espacio público de otra forma. Y esto habría que aplicarlo no sólo al mundo del arte.
Raquel Congosto-Isabel Arenas · laboratorio de experimentación | la galería de Magdalena
junio 2014
Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Raquel y a Isabel su tiempo y predisposición con este espacio.