lunes, noviembre 25, 2024
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Ariel Cavilli-Fabiana Palmero-Núria Oliver y Paz Molinari · Recorridos y actividades de arquitectura | Architour

Hoy nos desplazamos hasta Barcelona, para conocer a los integrantes de Architour, Ariel Cavilli, Fabiana Palmero, Núria Oliver y Paz Molinari, un despacho de arquitectos que desde 2010 realiza diversas actividades en relación con la arquitectura y la ciudad. Principalmente se centran en organizar recorridos guiados de arquitectura por la ciudad. Actualmente están presentes en Barcelona, Vic, Madrid y Tarragona. Estos recorridos, están destinados a todos aquellos viajeros que quieran descubrir y explorar las ciudades desde una manera antropológica, interactiva y docente.

“¿De qué manera un edificio afecta a la ciudad y viceversa? ¿Qué le aporta y qué le quita? ¿Desde qué lugar se ha concebido un edificio? ¿A qué intereses arquitectónicos, ideológicos…responde?”

Los edificios son albaceas de la ciudad, actúan como hilo conductor que nos adentran en los entresijos de la evolución y relaciones que se producen en el marco de las ciudades.

Al final del recorrido se realiza una puesta en común, normalmente desde un punto elevado, para extraer conclusiones, generar una reflexión y una crítica.

“Architour aspira a la inmersión en la ciudad para inducir la reflexión y la reacción de los participantes”.

Sin más dilación os dejamos con la entrevista que les hemos realizado para que sean los propios autores, nos expliquen con detalle su proyecto cultural.

Architour: Ruta el barrio Gótico (Barcelona)

¿Cuál ha sido vuestra formación y trayectoria profesional previa a “architour”?

Ariel. La pregunta se contesta en parte en el apartado del “Equipo creador del proyecto”. Cabe, no obstante, añadir que en mi caso siempre he trabajado y sigo trabajando haciendo proyectos de arquitectura, hace 20 años. El concepto de proyectar una ruta de arquitectura no es nada ajeno al fenómeno de proyectar, y liga de lleno con el ADN de nuestras competencias. En este caso, se trata de explicar y promover la ciudad como un bien cultural, como una producción cultural. Esto no nos debería ser ajeno, el problema es que la sociedad sólo nos asocia con aquellos que hacen casas… Resulta paradojal e inquieta que (como colectivo) tuviéramos que reivindicar este rol social y esta mirada, cuando nuestro pastel –ya diezmado por la crisis de la burbuja inmobiliaria- estuviera en juego con la LSP. Pareciera que a partir de ese momento hubiéramos descubierto algo importante: que la arquitectura va mucho más allá de un encargo liberal, ¡y esto es una obviedad, aunque escondida! Claro, esto necesita ser explicado, y architour nos proporciona un megáfono para ese activismo. Se trata de explicar la ciudad, de interpelarla como actor central, de entender qué la hizo posible, como historia. Los edificios seleccionados (en las rutas) son entonces la coartada para penetrar, para internarnos en el fenómeno de la ciudad.

Paz. Mi formación profesional se asemeja en raíz bastante a la de Ariel, me formé como Arquitecta en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo en la Universidad de Buenos Aires, desde los 21 años además de cursar la carrera y durante un período de ocho años me dediqué a complementar e incrementar mi formación como ayudante y docente de asignaturas como Introducción a la Arquitectura Contemporánea e Historia de la Arquitectura Contemporánea. En arquitectura he trabajado en Buenos Aires, Vic (Barcelona) y Madrid, en distintas áreas profesionales y con diversos equipos de los que siempre he aprendido mucho.

¿Qué os llevó a poner en marcha este proyecto? ¿Por qué en este sector?

Ariel. Surge Como una continuidad de mi doctorado en Teoría e Historia de la Arquitectura en la ETSAB en 2010. Mi interés en la investigación en esta área, donde la aproximación a partir de la biblioteca es inicial, inevitable y fundamental para luego construir un relato propio: la ruta o actividad en cuestión, es determinante en el proyecto de architour. Los dossiers -en realidad son unos libros- que siempre entregamos a cada participante acaban en una copiosa bibliografía. Ésta es la materia prima que posibilita la construcción, el proyecto de las rutas y actividades. Hay una evidente sintonía con este enfoque histórico, de ir a buscar las causas de unos fenómenos urbanos y arquitectónicos.

Es cierto también que se suma a esto el desplome de la economía una cosa que, como se sabe, tiene un impacto elevadísimo en el mundo de la construcción y evidentemente en la arquitectura. Soy de la idea que las crisis pueden ser oportunidades para repensar o redefinir direcciones. En tal sentido, la producción intelectual es paradigmática. Tenemos a la historia para entender estos procesos: habrá por ejemplo arquitectos que se quedan y otros que emigran, con los fascismos europeos del siglo XX. En ambos casos, su producción es muy potente, no se pusieron a hibernar o a lamentarse… Hicieron activismo con la arquitectura porque querían transformar la realidad, hacerla mejor, y para eso sirve también la arquitectura.

En cuanto a lo del sector, es múltiple, aunque architour nace apuntado a los viajeros. ¿Por qué? Porque soy un viajero, porque todo el equipo de architour lo es. Compartimos esta sed, esta mirada, esta disposición de exploradores. Esto es lo que hace que un turista sea lo opuesto a un viajero. Si bien la economía del turismo puede estar superpuesta con la de los viajeros, teníamos claro que son dos sociologías muy distintas, dos públicos bien diferenciados. Los viajeros representan un espectro muchísimo más pequeño mientras que el turismo tiene que ver con el consumo de masas, con sacar las fotos de los puntos que marca la guía de turismo. Eso es absolutamente lo opuesto a lo que nos interesa.

Con el tiempo sumamos otras dos ramas de públicos diferentes. Por un lado, el de las escuelas de arquitectura de universidades extranjeras y también el de arquitectos viajeros. Por otro lado, abrimos el frente de las escuelas primarias y secundarias. El discurso, que llamamos “guión”, es el trabajo de investigación para construir las rutas. Los guiones –que son muy arduos y muy vastos, y como los proyectos llevan meses de preparación, porque son proyectos- son la materia prima que utilizamos para estas otras dos líneas. Los intereses que mueven la cosa: los historiográficos, los ideológicos… son los mismos para los tres públicos. El tema es adaptar luego la materia de la ruta. La primera medida es la selección, es abrir unos determinados cajones y cerrar otros del propio guión. Lo segundo es imprimir unas intencionalidades direccionadas.

¿Teníais alguna experiencia previa?

Ariel. Ya mencioné el tema del doctorado y la del viajero empedernido. En esto segundo, evidentemente para viajar, hay que preparar el viaje, estudiarlo, diseccionarlo. Pero luego, hay que desmontarlo todo, porque el viaje es una experiencia antropológica, una inmersión total, hay que mojarse en la misma agua, sumergirse. Esto es lo opuesto a las postales, es algo que detesto. Lo interesante es rascar en todos los estratos históricos y sociales, porque eso es la ciudad, sobre todo la europea: ¡un palimpsesto de estratos, de intereses! Descreo en eso de la experiencia como algo cerrado. La experiencia es algo que tiene que ver con el bagaje, con el rodaje pero fundamentalmente es algo que se construye.

Paz. No tengo ninguna experiencia previa, más que la formación docente que tuve en la Universidad mientras me formaba. El hecho de poder transferir información, intentar emocionar o provocar curiosidad en aquellas personas con las que dialogas es algo fundamental cuando estás enseñando. Aunque architour no sea un curso docente, creo que la formación del relato y el dialogo tiene que estar abierto y muy depurado para que quienes hagan las rutas con nosotros puedan disfrutarlas en cada momento, dejando en ellos la huella de una experiencia diferente.

¿Os encontrasteis con muchas dificultades? ¿Cuáles fueron las más problemáticas?

Ariel. Las dificultades son más bien sociológicas, la de lidiar con parámetros culturales que fatigan: los padrinos, las inercias, las endogamias, la abulia. Llamar por teléfono diez veces a un mismo contacto (el lunes porque nadie contesta, el martes porque de eso se ocupa Marta y llega más tarde, el miércoles porque Marta se enfermó y porque no hay nadie más que se ocupe…) cansa, pero también desarrolla una actitud de perseverancia infinita.

¿Estáis contentos con los objetivos alcanzados?

Mucho.

Architour: Ruta Vic

¿Consideráis que estudiar Arquitectura ha sido un pasaporte fundamental para haber llegado a vuestro trabajo actual?

Ariel. ¡Sin dudas! Lo interesante de la arquitectura es que es un pensamiento muy generalista y transversal.

Paz. Entiendo que si, considero que es una carrera bellísima, pero más aún nos da la oportunidad de poder ver globalmente y puntualmente casi cualquier tipo de problemática, creo que es un punto de vista privilegiado que ha sido desarrollado y diseñado en la Universidad. Es un punto de partida que se transforma en herramienta de trabajo, y como tal debe ser puesta al servicio de la sociedad. El arquitecto debe entender o re-entender su trabajo. Proponerse, desde la sinceridad y capacidad proyectual; somos muy buenos directores de orquesta, pero de nada servimos si no hay trabajo en equipo y comunicación. Debemos escuchar, detectar,  interpretar y proponer.

¿Qué expectativas y proyectos de futuro tenéis para “architour”?

Ariel. Ampliar lo que ya hacemos. Trabajar con los viajes de arquitectos. Lo que es posible hacia aquí es igual de válido al revés, por ejemplo hacia Buenos Aires, que es un entorno muy conocido y estudiado e igualmente querido por nosotros.

Paz. Creo que como propuesta es muy enriquecedora, porque va más allá de un recorrido por diferentes ciudades, que hemos conocido, vivido y estudiado con detenimiento. Personalmente me gustaría que architour fuera creciendo en diferentes formatos, hoy por hoy nos preocupa y ocupa su identidad digital, su huella en la web, su alcance, y que pueda ser interpretada de la manera que la diseñamos. Otra vez volvemos a la preocupación, o mejor dicho ocupación del relato.

Para el futuro, pues nos gustaría transformarla a papel, hacerla tangible, y por otro lado hacer crecer su proyecto cultural, proponiendo architour como programa alternativo en colegios o institutos, ya hemos tenido una pequeña experiencia al respecto.

¿Compagináis o complementáis esta actividad con otras labores o en otros campos?

Ariel. Yo complementariamente hago algunos proyectos de arquitectura, siempre lo he hecho y no podría dejar de hacerlo. No obstante, Architour desde el 2010, se convirtió en un núcleo muy importante. Architour desarrolló también una renovada mirada en mí. Y así suele ser con los proyectos, con ellos queremos cambiar o mejorar el mundo, pero ellos también nos cambian a nosotros.

Paz. Sí, personalmente lo complemento dando clases de inglés todas las tardes, por eso la práctica del relato en dos idiomas no me resulta ajena, es algo que ejerzo y me ocupa constantemente. La interpretación de las emociones cuando cuentas, o enseñas algo nuevo es fundamental. Por otro lado y como sigo teniendo mi título de arquitecta extranjero estoy homologándolo al título español en la ETSAM, y a ello dedico casi todo mi tiempo libre.

¿Son rentables este tipo de iniciativas? ¿Os sentís bien remunerados por la labor que realizáis?

Ariel. Considero que toda la profesión del arquitecto está mal remunerada, claro, si no eres Foster. Nos forman como elitistas, bajo la mitología del genio romántico y bajo el molde del encargo del cliente liberal. Esto ha entrado también en crisis, como tantas cosas… Acaso la crisis debe ser algo consustancial a nuestra modernidad y al sistema económico-social en el que vivimos.

Architour: Ruta la nueva Barcelona (Barcelona)

¿Animarías a otros arquitectos a seguir vuestros pasos? ¿Qué pasos consideráis que deberían dar? ¿Cómo completar sus estudios? ¿Qué otros consejos les darías?

Ariel. Es muy difícil dar consejos con esto. Recomendaría que cada cual encuentre sus potencialidades e intereses y los siga con perseverancia. Pero esto excede a la arquitectura, es totalmente vocacional. Al final, hacemos mejor lo que más nos gusta.

¿Creéis que los arquitectos en España deberíamos seguir abriendo nuevas vías de trabajo para salir de la casilla más «tradicional» de proyectar dada la actual situación de la construcción en nuestro país?

Ariel. La verdad es que no me siento representado en eso de los “arquitectos españoles”. Vivo en Cataluña donde las inversiones (en arquitectura, en infraestructuras o en lo que sea) del Estado español son ínfimas. No me explayo en el proceso que estamos viviendo, pero sería deshonesto esconderlo. El marco cultural y sociológico, el político, el marco histórico y lingüístico son bien distintos. El marco económico general es, no obstante, bastante compartido. Es difícil por lo tanto contestar la pregunta desde unos marcos de actuación distintos porque la arquitectura no sólo es un hecho económico, y aún así en este campo hay matices diferenciales.

Bajo otro análisis, creo que la arquitectura no se enseña bien. He conocido dos universidades: la UBA (Buenos Aires) donde me gradué y la ETSAB (Barcelona) donde homologué mi título y donde dediqué tres años a mi doctorado. Nos forman engordando el mito del genio creador. La formación es elitista y la sociedad nos ve como elitistas. Yo creo que la arquitectura tiene un ADN muy y muy transversal y generalista. Lo nuestro lidia con la creación y el arte, con la tecnología, con lo sociológico, con lo económico, con el fenómeno de la ciudad, con la política, ¡y no olvidemos que política viene de Polis! Esto se refleja en nuestras competencias legales y en nuestro hacer polifónico. Hay arquitectos que se dedican a la investigación o a lo académico, otros diseñan exposiciones, otros hacen edificios revestidos de titanio, otros hacen edificios sociales, otros se dedican al urbanismo, otros, a la cooperación… No obstante, la sociedad nos entiende como los que solamente hacemos casas, ¿y como casas se hacen muy pocas, ¿entonces qué somos? Yo igualmente creo que si de hacer casas se tratara, hay aquí un déficit enorme, pensemos que algo así como la mitad del mundo no tiene agua potable y qué decir de casas… Ahora bien, si aceptamos esto último (y es una obviedad) deberíamos entender que la arquitectura no sólo es una lógica de encargo liberal, es una preocupación social. A los arquitectos también nos interesa mejorar y cambiar la realidad. Le Corbusier también lo dice explícitamente.

Paz. ¡Sin duda! ¡Tenemos el derecho y la obligación de pelear por lo que nos apasiona! No podemos hundirnos nosotros mismos, pero se trata de lo que comentaba anteriormente, verse y proponerse. ¿Quién mejor que uno mismo para ello?

¿Qué opináis de los que se han ido a trabajar al extranjero?

Ariel. Es una opción válida. ¿Pero si se te acaba luego el trabajo “allá”, vuelves o qué haces?

Paz. Son experiencias de vida, ni bien ni mal, necesidades personales, yo también lo hice y aquí estoy ahora, aprendiendo a cada paso que doy, pero muy contenta de mi decisión.

¿Cómo veis el futuro de la profesión?

Ariel. El papel de los colegios de arquitectos y esta formación académica a la que me refiero generan muchos escepticismos. Pero nosotros somos también, en mi caso, el COAC… Hay que sentirse partícipes y no observadores si queremos cambiar las cosas. No tiene sentido y es contraproducente la queja y las lamentaciones. Creo que es urgente construir un nuevo rol social del arquitecto, y eso es una gran oportunidad.

Paz. Veo que está sumergida en un campo al que nos cuesta mucho acceder y por ende modificar, que es el campo global o la famosa crisis, pero sin embargo encuentro muchos colegas haciendo cosas valiosas, valiosísimas, quizás a otra escala, de una manera diferente a la que conocíamos con gran esfuerzo, pero me parece que el rumbo es ese, el de una actuación local, con una visión global. Tenemos herramientas, y yo el futuro lo veo siempre en positivo. No puedo con mi genio.

Architour: Ruta la Barceloneta y la fachada marítima

Ariel Cavilli-Fabiana Palmero-Núria Oliver y Paz Molinari · Recorridos y actividades de arquitectura | Architour
Diciembre 2014

Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Ariel, Fabiana, Núria y Paz su tiempo y predisposición con este espacio.

Ana Barreiro Blanco
Ana Barreiro Blancohttps://tallerabierto.gal/gl/
Arquitecta y socia fundadora de gestión cultural taller abierto
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