Según la Encuesta Nacional de Hogares, la pobreza urbana en Lima y el Callao pasó del 14,2% en el 2019 al 28,7% en el 2023. Esto significa que en la metrópoli nacional viven 3,2 millones de personas en situación de pobreza, y más de 300 mil en situación de pobreza extrema.
Pobreza metropolitana | Mercado-Negro
El PBI de Lima Metropolitana representa el 45% del PBI nacional, es similar al de países como Ecuador y Puerto Rico, y casi duplica el PBI de Costa Rica y Uruguay. Por otro lado, la capital concentra un tercio de los proyectos priorizados en el Plan Nacional de Infraestructura al 2025 (MEF) que, en su conjunto, significan inversiones públicas y privadas por más de S/70 mil millones. Asimismo, Lima volverá a ser sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, un hecho que representará una inversión estimada de S/1.400 millones. Todo esto debería generar una importante demanda de empleo formal y un notable incremento en el consumo, que se traduzcan en mayores ingresos para las municipalidades. Recordemos que el fondo común municipal se financia con el 2% que se cobra dentro del IGV.
Pero la realidad es otra: el 62,4% de los trabajadores se desempeñan en el sector informal (MTPE, 2022), el 70% de las viviendas se construyen de manera informal y el 91% del suelo urbanizado entre el 2001 y el 2018 es de origen informal o ilegal (GRADE, 2020).
¿Cómo se conectan estas cifras?
Si ubicamos espacialmente a las familias con ingresos equivalentes a los de la PEA informal, y sumamos a las familias cuyos ingresos están por debajo de la línea de pobreza, vemos que dicha ubicación coincide con zonas que tienen un alto porcentaje de viviendas autoconstruidas y donde la mayor parte de los terrenos tienen un origen informal o ilegal. Esta situación impacta directamente en la posibilidad de sus habitantes de poder desarrollar una vida digna, lo que en términos de la Constitución significa poder ejercer el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, a la recreación, al ocio y al libre tránsito, entre otros. Solo los distritos de Lima Centro ofrecen esas condiciones.
Sobre esto escribió Carolina Trivelli una muy interesante columna (El Comercio, 2019) en la que planteó que para poder salir permanentemente de la pobreza se debía garantizar una oferta de servicios públicos y privados
“que permita maximizar las opciones de que estas familias se inserten en una senda sostenida y sostenible de progreso y bienestar”.
Sin planificación, esto es imposible, pues la informalidad no invierte en servicios básicos, ni reserva suelo para equipamientos y vías. Son negocios perversos y mafiosos que se aprovechan de las limitaciones del Estado para atender la demanda de vivienda, y de las debilidades de las municipalidades para administrar y fiscalizar el uso del suelo. El resultado es mayor pobreza y desigualdad.
¿Qué acciones debemos tomar para revertir esta situación?
Primero, debemos comprender que, sin un marco de planificación que permita una adecuada gestión del suelo y priorice las inversiones, es imposible gestionar una metrópoli.
Segundo, para que se mejore la distribución de la riqueza se debe promover las obras que permitan reducir las brechas de servicios y equipamientos en las zonas más vulnerables, así como una red de transporte público seguro y eficiente que reduzca significativamente los tiempos de desplazamiento.
Tercero, necesitamos actuar para mejorar la gobernanza metropolitana. Una ciudad con dos provincias-regiones, una entidad que ve el transporte, otra que ve el agua y el saneamiento, y 50 distritos es inviable. Una posible solución es crear una Mancomunidad Metropolitana de escala regional, que facilite la actuación en aspectos claves como la planificación, la gestión del suelo, el transporte y las grandes obras de infraestructura, involucrando también a las provincias de Huaral, Canta, Huarochirí y Cañete. Esta debe estar acompañada del sustancial incremento del presupuesto de Lima y el Callao, mediante la redistribución del fondo común municipal y del impuesto predial, y la implementación del cobro por plusvalías.
Como vemos, para salir estructuralmente de la pobreza necesitamos, más que ayudas puntuales, planificar una ciudad que nos ofrezca el soporte para el desarrollo de nuestras capacidades y talentos. Hacia ello debemos apuntar.
En las afueras de muchas ciudades españolas, una nueva especie urbana ha tomado forma: los denominados “edificios cebra”. Bloques residenciales de obra nueva que alternan franjas blancas y oscuras en sus fachadas, multiplicándose en los paisajes periféricos hasta convertirse en un símbolo involuntario de la homogeneización arquitectónica.
La brecha entre arquitectura, promotores inmobiliarios, compradores y ciudadanos
Para Elena Santiago, secretaria general de Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de arcilla cocida,
“estas construcciones parecen responder más a un algoritmo inmobiliario que a una voluntad de proyecto arquitectónico o una demanda de los compradores”.
“En otras palabras, la gente pide una arquitectura que nada tiene que ver con estas nuevas propuestas inmobiliarias”,
afirma Elena Santiago.
El Estudio Ipsos 2025 incluye las respuestas de mil entrevistados en todo el territorio nacional, y concluye que el comprador asocia el ladrillo cara vista con solidez, seguridad, sostenibilidad y durabilidad. Al mismo tiempo, la mayoría de los encuestados afirma valorar la estética y la integración del edificio con su entorno urbano. Si el deseo del usuario está tan claramente expresado, ¿por qué seguimos levantando fachadas anónimas, monocromas y despersonalizadas?
Para Elena Santiago,
“el fenómeno de los edificios cebra es el resultado de una conjunción de factores económicos, normativos y culturales que han reducido el proyecto arquitectónico a su mínima expresión. La regulación urbanística, sin duda necesaria, deja un vacío en lo cualitativo: los materiales, los colores, la integración con el paisaje urbano…”.
En ese vacío se instala la fórmula rápida: franjas de paneles prefabricados, monocromías de catálogo, fachadas que se repiten desde Málaga a Zaragoza sin adaptación ni arraigo, y una estética reconocible que “vende modernidad”.
Pero desde la óptica del comprador, la ecuación se vuelve paradójica. Porque mientras el mercado ofrece fachadas “de contraste”, el propietario aspira a fachadas “con carácter”.
La brecha entre el mercado y los resultados de Ipsos es reveladora: el comprador valora precisamente lo que el modelo cebra omite. Prefiere materiales honestos y naturales, texturas reales, fachadas que envejezcan bien y que expresen su materialidad sin disfraces. Hay una demanda latente por la autenticidad constructiva, esa cualidad que en la tradición moderna europea vinculaba la verdad del material con la dignidad del edificio.
“En ese sentido, el ladrillo cara vista no es una nostalgia; es una respuesta contemporánea a una necesidad de identidad y permanencia”,
afirma Elena Santiago.
Escuela Infantil Virolai Petit (Barcelona). Arquitecto: Vicente Sarrablo
Frente a esa deriva, el estudio de Ipsos abre una puerta optimista. Los datos muestran que el comprador —lejos de ser un consumidor pasivo— sí distingue calidad material y valora la coherencia entre apariencia y rendimiento. Esto debería animar a arquitectos y promotores a ir más allá del revestimiento superficial.
“Si el público aprecia la durabilidad, la eficiencia energética y la identidad visual, esos valores pueden convertirse en valores de diferenciación tanto desde el punto de vista arquitectónico como de marketing”,
concluye Elena Santiago.
Algunos estudios de arquitectura ya están explorando esa línea: rehabilitaciones con fachadas ventiladas de ladrillo cerámico, nuevas promociones con ladrillo con baja huella de carbono y certificados Passivhaus, combinaciones de texturas que dialogan con el entorno… Ejemplos que demuestran que es posible reconciliar sostenibilidad, rentabilidad y expresión arquitectónica. Y que una fachada puede tener en cuenta tanto la técnica como la estética.
Porque, en última instancia, la fachada sigue siendo el rostro de la ciudad. Y cada vez que se reduce a un patrón genérico, se pierde una oportunidad de construir identidad colectiva. Recuperar la autenticidad material, el detalle y la intención arquitectónica es la manera más sensata de responder al deseo, tan humano como urbano, de vivir en lugares que tengan algo que decir.
¿Qué tipos de fachadas son las mejor valoradas por los compradores de obra nueva?
El documento analiza exclusivamente la envolvente e incluye datos como:
Las tipologías de fachadas que generan más atractivo en el comprador
Las prestaciones que más pesan en la decisión de compra
La evolución de las tendencias según el perfil de cliente
Fachadas cara vista: ecosistema completo
Hispalyt desarrolla la campaña “Fachadas cara vista: ecosistema completo” cuyo objetivo es mostrar las prestaciones y ventajas de las fachadas de ladrillo cerámico cara vista frente a otras soluciones.
La vivienda, localizada en uno de los lineales históricos de Santiago de Compostela, había sufrido en las últimas décadas una serie de reformas que mermaban considerablemente su valor patrimonial y espacial.
Casa BS | Marxe – Arquitectura + Territorio | Axonometría
El objetivo inicial fue poner en valor la arquitectura de la vivienda y mejorar las condiciones de habitabilidad y la eficiencia energética, sin alterar el volumen construido de la casa ni aumentar su superficie, priorizando la apertura de espacios y la entrada de luz natural, recuperando la distribución original de la vivienda y mejorando paisajísticamente la huerta.
La vivienda, localizada en uno de los lineales históricos de Santiago de Compostela, había sufrido en las últimas décadas una serie de reformas que mermaban considerablemente su valor patrimonial y espacial.
Casa BS | Marxe – Arquitectura + Territorio | Sección longitudinal
El objetivo inicial del promotor era poner en valor la arquitectura de la vivienda y mejorar las condiciones de habitabilidad y la eficiencia energética en la medida de lo posible, sin alterar el volumen construido de la casa ni aumentar su superficie.
Como punto de partida, se planteaba la necesidad de sustituir el almacén preexistente, en mal estado de conservación, por una nueva construcción adosada que ayudase a integrar las medianeras de los linderos, generando un patio en la parte trasera de la casa.
– Recuperar la distribución funcional original de la vivienda, trasladando la cocina a la planta baja y realzando los restos de la antigua chimenea (oculta bajo varias capas de acabados y añadidos).
– Aumentar la altura libre, eliminando las losas de hormigón preexistentes y sustituyéndolas por forjados de madera, con un sistema constructivo que optimiza al máximo las escuadrías.
– Con el mismo objetivo, y también para mejorar la salubridad de los espacios habitables de la planta baja, se propone un forjado sanitario cuyo nivel de acabado es 20 cm inferior al nivel previo.
– Mejorar la accesibilidad de la vivienda. La conexión desde el acceso se resuelve con una rampa con una pendiente inferior al 10 %. La conexión con el huerto aprovecha el desnivel existente, modificando ligeramente la topografía para prescindir de escalones o rampas.
– Mejorar la eficiencia energética incorporando aislamiento en la envolvente y un nuevo sistema de calefacción, ACS y ventilación que garantiza el confort y la salud con el mínimo consumo energético.
– Llevar a cabo una mejora paisajística integral de la huerta, eliminando añadidos, limpiando la vegetación existente y solucionando los desniveles con una secuencia de terrazas y escaleras de madera y piedra reutilizada.
Obra: CASA BS
Autor: MARXE a+t (Natalia Alvaredo, Aurora Gil Méndez, Javier Rocamonde)
Asesoría Estructuras: Escuadría
Asesoría Instalaciones: David González
Dirección Ejecución de obra e Cord. Seguridad y Salud : Santiago Boo Moar
Ebanistería: Frank Buschmann (Ebanistería)
Contrata principal: Abeiro de Rehabilitación
Carpintería y ventanas: Vicente de la Fuente
Proveedor de Madera Estructural: Siero Lam S.A.
Año: 2024
Emplazamiento: Santiago de Compostela
Fotografía: Luís Díaz Díaz + marxe.eu
De Richardson a Wright La evolución del rascacielos y la Torre Price | Fernando Freire Forga – José Luis Colmenares
Este volumen inaugura la serie El Epítome Americano, dedicada a explorar la vida, obra e influencia de Frank Lloyd Wright en la arquitectura moderna.
Con un enfoque académico y a la vez accesible, el libro examina el proceso que llevó al rascacielos a convertirse en el símbolo de la modernidad norteamericana, desde los pioneros de Chicago hasta la Torre Price, único rascacielos construido por Wright. A través de un recorrido histórico y crítico se analizan sus proyectos visionarios —como el San Francisco Call, el National Life Insurance o el mítico Mile-High Illinois— que consolidaron a Wright como un arquitecto adelantado a su tiempo.
El trabajo se enriquece con la mirada del profesor José Luis Colmenares, reconocido internacionalmente como experto en arquitectura norteamericana y en el legado de Wright. Autor de libros y numerosos artículos, docente en universidades de Estados Unidos y Sudamérica, y conferencista en América, Europa y el Caribe, Colmenares aporta una visión única respaldada por décadas de investigación y por una colección personal de más de 250.000 diapositivas de arquitectura tomadas in situ.
El resultado es una obra rigurosa y reveladora que combina historia, crítica y reflexión cultural, destinada a convertirse en una referencia esencial para arquitectos, estudiantes y lectores apasionados por comprender la verdadera dimensión del epítome americano.
El 2 de octubre de 2014 asistimos en Madrid a la conferencia impartida por Philippe Rahm bajo el sugerente título “Meteorological Architecture”.1 El arquitecto suizo afincado en París repasó el núcleo de un trabajo largamente desarrollado, desplegando un discurso bien aprendido, seductor, culto, historiable, visionario hasta el extremo de lo utópico y, sin embargo, armado sobre un ejército de mapas, gradientes, diagramas, ecuaciones y resultados procedentes de entornos virtuales de la energía. La prometida arquitectura del aire estaba a punto de ser revelada ante la audiencia.
Energía en el aire | Miguel Ángel Díaz Camacho
Philippe Rahm introduce muy pronto su teoría casi como una visión, una revelación:
“de la estructura al clima, de la composición métrica a la composición térmica, del pensamiento narrativo al pensamiento atmosférico”.2
La aplicación literal de esta línea de pensamiento conduce prácticamente a la extinción material de la arquitectura, y por extensión de la ciudad, introduciendo la idea de un edén meteorológico al margen de espacios mono-funcionales delimitados por cualquier tipo de forma rígida. En este sentido, repite con frecuencia su máxima
“Form and function follow the climate”.3
Su discurso hilvana con soltura citas del físico y matemático Evangelista Torricelli, el profesor de geografía en UCLA Jared Diamond, o el escritor de la nouveau roman Alain Robbe-Grillet, demostrando un conocimiento transversal sobre el acondicionamiento térmico de la casa vernácula, la incidencia medioambiental de la calefacción central o las propiedades termodinámicas del aire húmedo. Finalmente presenta la idea del espacio en una suerte de futuro primitivo, una luminosa experiencia gaseosa desde la que desplegar formas completamente libres del habitar:
“we want architecture to be there before being something”.4
La propuesta de Rahm se despliega desde una ligereza radical, un ejercicio en continuidad con los proyectos de membranas de los 60 y la vieja aspiración inmaterial de la arquitectura.5 La belleza se reconoce ahora no en la geometría, la proporción, la escala, la estructura, la medida o la materialidad; en su lugar, se propone la recuperación de la cultura del clima, la complejidad programática o el nomadismo habitacional, estrategias necesarias y que celebramos, recordando por otro lado su origen vernáculo. Sin duda, incorporar al proyecto contemporáneo cuestiones relacionadas con el confort térmico, hablar de la piel, de la respiración o del vapor de agua, así como adentrarse en la cultura tangible de los indicadores o de la monitorización del aire, nos parece altamente positivo, incluso necesario, y pudimos felicitar personalmente a Philippe por ello.6
Sin embargo, no debemos obviar la absoluta falta de contenido social de estas propuestas; la inverosímil explicación política de la atmósfera como entorno de transparencia, justicia y equidad; el incompleto y en ocasiones superficial abordaje del problema energético y medioambiental del mundo; la convencional respuesta arquitectónica, cuando ésta tímidamente aparece;7 o el errático planteamiento energético en sí mismo en relación con el confort y el movimiento del aire.8 La propuesta de Rahm opera fundamentalmente desde el fascinante ámbito cultural,9 pero plantea numerosos interrogantes en los ámbitos social, económico o medioambiental, posponiendo la deseable innovación disciplinar urgente y necesaria tanto para la arquitectura como para la construcción de la ciudad. En su lugar encontramos universos gaseosos, hermosas cartografías del espacio a base de líneas rojas y azules. Energía en el aire.
Notas:
1 La conferencia coincidió con la presentación del tercer número de la revista “Desierto” #3, titulado “28ºC” y en la que aparece entre otros un artículo del propio Ramh con título “Built Atmospheres”.
2 Philippe Rahm, “Built Atmospheres”, Desierto #3 “28ºC”, pág. 30.
3 Frase que en el fondo suscribiría cualquiera de los arquitectos que se embarcaron en el desarrollo de las “casas solares” en los 70 tras la primera crisis del petróleo: un eslogan clásico procedente de la cultura bioclimática. A nivel comercial, sin embargo, esta revisión de sentencias más o menos ortodoxas dentro de la historia de la arquitectura, sitúa al nuevo gurú en una suerte de heredero dentro de una supuesta cadena sucesoria dentro del stablishment, operación bien estructurada por estudios como BIG y su conocido “Yes is more”.
4 Philippe Ramh citando a Robbe-Grillet, Desierto #3 “28ºC”, pág. 35. Curiosamente la cita funciona bastante bien si se invierten los términos: “we want architecture to be something before being there”.
5 Reyner Banham, José Miguel de Prada Poole, Archigram…
6 De trato amable, retraído y elegante, pudimos comentar algún trabajo de Mies van der Rohe en torno al aire interior (estudiado por Rahm) y Alvar Aalto sobre la visibilización de la energía.
7 Las imágenes de arquitectura, escasas, pasaban a gran velocidad, deteniendo la presentación en los diagramas de flujos termodinámicos. Las estrategias meteorológicas de Rahm se integran y resuelven muy bien en edificios existentes (como una nueva narrativa atmosférica interior ligada a la reducción del consumo energético), o bien en la climatización artificial de espacios públicos saturados, como su último proyecto parque en Taiwán.
8 Recordemos que el aire es un mal conductor de la energía, y lo es porque (A) no tiene apenas densidad y por lo tanto presenta una muy baja Capacidad Calorífica o Masa Térmica (casi 4.000 veces menor que el agua, por ejemplo); y (B) presenta un bajísimo coeficiente de Conductividad Térmica: más que un buen transmisor de energía, el aire es un buen aislante. Calentar y al mismo tiempo enfriar (como aparece en la imagen que acompaña este texto), mover en definitiva grandes masas de aire interior, no parece oportuno, eficiente, rentable ni deseable.
9 Las instalaciones museísticas en torno a los fenómenos meteorológicos resultan francamente interesantes. Sin embargo, nadie ha planteado (por ahora) incorporar en su propia casa el, por ejemplo, sol artificial instalado por Olafur Eliasson en la Turbine Hall de la Tate Gallery en 2003, proyecto presentado precisamente como “The Weather Project”.
Durante casi todo el proceso de #LaTesis1 batallé bastante con el concepto de cambio de paradigma. Una idea que me resultaba bastante pretenciosa y algo manida en ese momento.
Más de un año después de la defensa, con las cosas ya suficientemente reposadas y el estrés superado, he revisado esa idea y creo que estaba equivocado:
Creo que el BIM y en general lo informacional sí que suponen un cambio de paradigma; pero necesita de explicación.
Me vais a permitir que haga un medio chiste (soy andaluz pero de los poco graciosos) y os diga que lo que el BIM y en general lo informacional nos permiten en una gran medida es pensar en flojo.
Aunque quizás más que permitir debería decir que nos obligan a pensar en flojo. Y es algo que a mí me encanta (como ya he dicho soy andaluz). Me encanta pensar en flojo. Me admiran es@s compañer@s que heroicamente y con abnegación están dispuestos a quemarse las pestañas trabajando horas y horas (impagadas), pero yo detesto trabajar en balde.
No me malentendáis. Comparto la idea de que la arquitectura, la que a muchos de nosotros nos interesa y nos gusta hacer, requiere esfuerzo y trabajo. Los proyectos no se hacen solos…
Pero hay dos facetas de lo informacional que provocan ese cambio de paradigma, que negaba hace tiempo y que ahora acepto, y que tienen mucho que ver con ese pensar en flojo.
La primera es que lo informacional separa el hacer de el pensar. Nuestro trabajo, visto desde el paradigma tradicional-analógico fusiona el acto intelectivo con el acto expresivo. Pensamos dibujando (permitidme la generalización del dibujo como toda acción con la que representamos arquitectura). Sin embargo, en lo informacional, el conocimiento, el acto de pensar, se disocia de su representación y gracias a la sustancia informacional, que no es materia ni energía, si no otra cosa,2 se vuelve un algo abstracto y sobre lo que podemos operar superando la representación única.
La segunda dimana de la condición proliferante de la información: se reproduce y crece con su uso en lugar de agotarse como la materia o la energía. Si compartimos un tomate y nos lo comemos, ambos habremos disfrutado medio tomate, pero este se habrá agotado; mientras que si compartimos una idea, no sólo esta no se habrá agotado, si no que ambos tendremos esa idea, entera, e.d. duplicada en su entidad, y además muchas más ideas que proliferarán sólas en nuestras cabezas. Esta condición proliferante hace que (casi) todo lo que produzcamos de manera informacional, sea susceptible de ser manipulado y de proliferar, reelaborado en nuevas y distintas actualizaciones; que serán a su vez convertibles en nueva sustancia virtual, que será nuevamente actualizable, que será… me explico ¿verdad? Eso no pasa/ba con lo analógico… y el CAD-tradicional ES analógico.
¿Y cómo nos lleva esto a pensar en flojo? Fácil…
Cuando el exceso de información, esa proliferación de sustancia que ya no es dibujo y se escapa de nuestro control, nos abrume, sólo hay que pensar que seguro que hay una forma más fácil de hacer esto… y eso, esa flojera inteligente que tan bién comprendemos los que hemos trabajado a >40º a la sombra, es la que nos lleva a conseguir domar el poder de la información…
Y ahora salto con más humor a un tema serio que tan bien ilustra la viñeta de xkcd
«Is it worth the time», by xkcd
Por poner un ejemplo, en una tarea concreta relacionada directamente con los procesos BIM, una compañera me decía:
¿Entonces tengo que comprobar puerta a puerta que todas tienen bien asignadas la información de proyecto?..
Y me chocó que ella no pudiera pensar en flojo, que su primer impulso hubiera sido la abnegada voluntad y disposición de revisar las >150 puertas que tiene el proyecto una a una…
¿Cuántas formas de revisar en flojo se os ocurren?
A bote pronto, la preparación de una tabla de control, o de una visualización de propiedades (las tienen casi todos los soft BIM ya) no debería costar más de media hora, a lo sumo una hora…
Si volvemos a la viñeta anterior, que además de ser un buen chiste, tiene las matemáticas bien hechas, nos encontramos que una tarea de revisar la información de una puerta que cuesta unos 30″ la multiplicamos por 150 puertas, nos da 4500″… una hora y cuarto. Si comparamos con la estimación anterior… pensar en flojo nos ahorraría entre 30’ y 45’… Pero si, además, pensamos que esa herramienta informacional va a estar bien vinculada con nuestro sistema de conocimiento que es el proyecto, la siguiente revisión que hagamos, ya no necesitará de volver a producir la tabla, que como es información en si misma sigue viva, si no que se podrá aplicar directamente…
¡y el ahorro de tiempo será mayor!
Curva de McLeamy reinterpretada. CC-by-sa Miguel Villegas Ballesta. Gracias a lo informacional, cada iteración reduce la cantidad de trabajo necesaria.
La reelaboración subjetiva de la ya si manida y poco aceptada curva de Mc Leamy lo ilustra. Cada iteración de un proceso informacional, y todos son iterables aunque los proyectos sean tan únicos e irrepetibles como nos gusta, implica un ahorro de esfuerzo respecto al anterior. Conforme vamos avanzando en la implementación y el uso de las herramientas, se hace natural y el incremento de productividad es indiscutible (otra discusión es el incremento de calidad). Lo tengo comprobado y demostrado en #laTesis…
Mención aparte merece la apreciación subjetiva de este incremento de productividad. Los últimos cuatro años y pico me han dado infinidad de anécdotas como la anterior que respaldan en cierta medida mis opiniones. Una que viene al caso es cuando otra compañera me dijo:
Dibujando las plantas en 2D hubiera sido más rápida que como lo hemos hecho (modelo BIM)
Me dejó pensativo, porque tenía que darle la razón. Las modificaciones que habíamos hecho habían tardado demasiado… pero me di cuenta de que lo que faltaba en sus cuentas era lo que se había ahorrado. Las secciones estaban ya corregidas, los alzados estaban ya corregidos, las tablas de mediciones estaban ya corregidas… todo ese trabajo había desaparecido de su cabeza y no era percibido como el ahorro de esfuerzo que realmente implicaba.
¡Cuando se lo expliqué, tuvo que darme la razón!
Como dicen los alemanes “Langer Rede kurzer Sinn” (en resumidas palabras…):
Pensad en flojo…
Notas:
1 Villegas Ballesta, Miguel. «Informational Architecture: A Postgraphical Knowledge Model for Architectural Design», 21 de julio de 2022. https://idus.us.es/handle/11441/138108. ↩︎
La nueva actualización de software del controlador de estancia LS TOUCH de JUNG amplía sus funcionalidades con un control más intuitivo y adaptable para el usuario, además de proporcionar a los profesionales de la arquitectura e interiorismo más herramientas para la personalización de proyectos residenciales y terciarios. Las nuevas capacidades se suman a una extensa variedad de acabados, colores y materiales de alta calidad.
LS TOUCH, de Jung
Una reciente actualización de software para el controlador de estancia LS TOUCH de JUNG ha expandido sus capacidades, permitiendo un mayor grado de personalización de la interfaz y un control más detallado y sencillo para el usuario final, aspectos de gran valor en proyectos de arquitectura e interiorismo.
La última actualización del controlador de estancia LS TOUCH permite ahora la integración y el control directo de unidades de aire acondicionado tipo split.
LS TOUCH, de Jung
Una de las nuevas funcionalidades más relevantes es la capacidad de integrar y controlar directamente unidades de aire acondicionado de tipo split, lo que elimina la necesidad de instalar termostatos adicionales o de utilizar mandos a distancia específicos. De este modo, se consigue una estética más limpia y unificada en la estancia.
Para mejorar la usabilidad del dispositivo, en esta actualización aumenta el número de páginas de favoritos disponibles de tres a diez. Esto facilita al usuario un acceso más rápido a más funciones frecuentes. Además, ahora es posible rotular las funciones directamente en la pantalla del LS TOUCH, mejorando la claridad y la comprensión inmediata de cada opción de menú.
LS TOUCH, de Jung
Otra mejora interesante desde el punto de vista estético y funcional es la posibilidad de mostrar valores de estado, numéricos y de texto, como salvapantallas del dispositivo. Esto resulta muy práctico para el usuario, ya que el dispositivo se convierte en un centro de información con la hora, la fecha y las condiciones de temperatura exterior e interior, el nivel de CO2 o el estado de las persianas.
LS TOUCH, de Jung
Más fácil y versátil aún
La interacción con el usuario también ha sido objeto de mejoras. Se han implementado gestos de deslizamiento vertical que se pueden asignar a funciones específicas, o bien para acceder rápidamente a una página concreta de favoritos.
El número de páginas de favoritos del usuario se ha incrementado de tres a diez, ofreciendo un acceso rápido a un mayor número de funciones utilizadas frecuentemente.
LS TOUCH, de Jung
Estas nuevas características se suman a una base ya sólida para el control de instalaciones, como la gestión avanzada de iluminación para un control preciso del color y el brillo. El control de la protección solar y la capacidad para guardar y ejecutar escenas completan su repertorio funcional.
Desde la perspectiva del diseño y la integración arquitectónica, el LS TOUCH ofrece una gran versatilidad. Se integra en los marcos de los programas de JUNG de interruptores LS 990 o LS ZERO, entre otros. Esta compatibilidad permite a arquitectos e interioristas mantener una estética coherente de la instalación eléctrica con el resto de la decoración.
LS TOUCH, de Jung
La capacidad de mostrar valores numéricos y texto de estado adicionales convierte la pantalla del dispositivo en un completo centro de información sobre las condiciones de la estancia.
La variedad de materiales disponibles incluye también acabados en metales auténticos como el aluminio, el acero inoxidable o el latón, que aportan un carácter singular a cada proyecto. Para una integración minimalista, el programa LS ZERO permite una instalación completamente enrasada con la pared, creando una superficie continua.
LS TOUCH, de Jung
Además, el LS TOUCH está disponible en los 63 colores de la gama exclusiva Les Couleurs® Le Corbusier®. Esta paleta de colores, mundialmente reconocida en el ámbito de la arquitectura, permite una armonía cromática precisa. La propia interfaz del dispositivo adapta el color de fondo para que coincida con el del marco seleccionado, asegurando una integración visual completa.
LS TOUCH está disponible en los 63 colores de la gama Les Couleurs® Le Corbusier®, garantizando una perfecta armonía cromática en los proyectos de interiorismo más exigentes.
Casa de les Pinetes. Una casa para habitar en compañía
Ubicada en una parcela residencial de Valencia, la Casa de les Pinetes responde al deseo de una familia extensa de contar con una segunda residencia que facilitara la convivencia compartida, colectiva y flexible. Más que una vivienda unifamiliar al uso, se proyecta como una casa multifamiliar, donde distintos núcleos familiares cohabitan bajo un mismo techo, combinando autonomía y vínculos.
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Planta de la parcela
La complejidad del programa se resuelve a partir de una estrategia clara: entender la casa no solo como la vivienda principal, sino como un sistema de relaciones que se extiende más allá de sus límites construidos. Las actividades cotidianas se despliegan en un conjunto formado por cuatro piezas autónomas pero conectadas —vivienda, garaje, paellero y piscina—, que estructuran la vida común. Cada una tiene su lógica, pero todas se relacionan entre sí para generar un modo de habitar abierto, adaptado a distintos ritmos y usos.
La vivienda se organiza sobre una planta cuadrada de 14 × 14 metros, una geometría esencial que favorece la compacidad y simplifica la estructura. El programa se distribuye en dos franjas principales: al este, los espacios comunes —acceso, cocina, salón-comedor— se abren al exterior y a la luz del sur; al oeste, tres dormitorios dispuestos en batería, cada uno con baño propio, garantizan privacidad y autonomía en el interior compartido.
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Planimetría
El salón-comedor prolonga su actividad hacia una terraza generosa que vincula la vida doméstica con el jardín y el paisaje cercano. Las habitaciones, orientadas al oeste, disfrutan de una iluminación cálida y atenuada al final del día, generando un ambiente recogido y confortable.
La propuesta constructiva apuesta por la sencillez, la eficiencia y la honestidad material. El sistema de cerramiento está compuesto por una doble hoja: la interior, un muro de carga perimetral de termoarcilla, aporta masa térmica y estabilidad; la exterior, de ladrillo hueco, junto con un buen aislamiento, elimina puentes térmicos y mejora el comportamiento energético del conjunto.
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Sección transversal
Los materiales recuperan la tradición mediterránea con una mirada contemporánea y sobria. La cerámica —material identitario del territorio— se emplea en bovedillas vistas, ladrillo caravista en zócalos y vierteaguas, y baldosas artesanales en el mobiliario y pavimento exterior. Elementos tradicionales como los respiraderos cerámicos en el basamento o los aliviaderos en cubierta son reinterpretados con respeto a su lógica original.
La fachada, revestida con mortero de cal lavado, refuerza los principios de ligereza y bajo mantenimiento. En el interior, un pavimento continuo ejecutado in situ unifica los espacios y acompaña la transición entre interior y exterior. La carpintería, de aluminio en el exterior y madera en el interior, combina durabilidad y calidez, mientras que las generosas aperturas favorecen la conexión con el jardín sin comprometer el confort térmico.
La Casa de les Pinetes se plantea como un conjunto atento al lugar, al clima y a las formas de vida compartidas. Una arquitectura discreta, duradera y arraigada, que hace de lo cotidiano un espacio de calidad.
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Planimetría
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Sección longitudinal
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Alzado principal
Casa de les Pinetes | MENTRESTANT arquitectura cooperativa | Plano de emplazamiento
Paradójicamente, el consumo indiscriminado de espectáculos es propio de una población indolente que no se asombra por nada… Tanto el espectáculo comercial como el arte moderno explotan un tipo de percepción dominada por el fragmentismo y el shock, siguiendo una lógica de intensificación del estímulo ante la saturación perceptiva del espectador. Un espectador progresivamente familiarizado con el ritmo frenético de las transformaciones.
Teatro total vanguardias y espectáculo | Josep Crosas
El estadio actual de sobrestimulación se corresponde con el bombardeo de los medios y la publicidad a gran escala, algo que puede encontrarse en la mayoría de los abigarrados centros metropolitanos del planeta, aunque su principal dosis proceda del televisor, el móvil y demás dispositivos pensados para captar la atención.
Este libro trata sobre los inicios de este fenómeno centrándose en las relaciones entre arte y público, tal como se dieron en el teatro de las vanguardias históricas. En la mayoría de los casos, éstas persiguieron una implicación agresiva del espectador en la obra, capaz de vencer la resistencia de un público urbano, masivo y sobresaturado, y de empujarle a participar. Y ese esfuerzo por borrar la distancia entre actores y espectadores conduciría, en etapas sucesivas, a una modalidad de teatro total concebido como recreación estética del torbellino de la gran ciudad.
Josep Crosas
Es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), donde obtuvo el título de doctor con una tesis sobre las relaciones entre el cuerpo y la máquina en la época de las vanguardias (1995). Ha sido profesor de Historia del Arte y la Arquitectura en el Departamento de Arte de la Universidad Autónoma de Barcelona y profesor de diversos cursos de Máster en la ETSAB. Paralelamente a la docencia e investigación, ha ejercido de arquitecto por cuenta propia y como miembro de distintos servicios de proyectos del Ayuntamiento de Barcelona. Es autor de artículos sobre urbanismo y ecología, y coautor de la Guía de la Barcelona insostenible (2004), publicada por Ecologistas en Acción.
El pasado 1 de noviembre de 2019 entramos de lleno en el futuro, tal y como declaraba mi amigo Jaume Prats. Esta declaración rotunda viene a cuento del espacio temporal que enmarcaba Ridley Scott en la mítica película Blade Runner estrenada en 1982 y escrita por Hampton Fancher y David Webb Peoples, basada en parte en otra mítica novela, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?1 De Philip K. Dick y publicada en 1968. Si, 1968, la década donde absolutamente todo se inventó y conceptualizó.
En la imagen un fotograma de Blade Runner 2049, dirigida por Denis Villeneuve y estrenada en 2017
La distópica visión de Blade Runner queda lejos de la realidad actual. El futuro especifico y tan neo-noir de la película nos traía un mundo congestionado, con androides indistinguibles de los humanos, los famosos replicantes, grandes pantallas en calles estrechas y agobiantes, colonias de producción extraterrestres, y miles de detalles más. Curiosamente esa distopía no fue capaz de acertar la plaga de nuestros tiempos, la portabilidad de las relaciones y las comunicaciones encerradas en un pequeño cacharro, el teléfono móvil y todas sus perversas variantes. En todo caso, el futuro que situaba en noviembre de 2019 la acción de Blade Runner ha quedado totalmente obsoleto.
Siendo un devoto de Blade Runner, película de culto e imprescindible si estudiabas arquitectura a finales de la década de los 80, tengo que confesar mi decepción por que Blade Runner se haya convertido en un viejo futuro, en una visión lejana a los problemas que hoy tenemos.
En revancha me acojo temeroso al futuro descrito por la maravillosa secuela, Blade Runner 2049, que mucho me temo va a acertar bastante al describir un mundo sin vegetación, un territorio muerto, un secarral inmenso. Y al paso que vamos, con muchas probabilidades que este nuevo escenario distópico se convierta en una realidad cotidiana para nuestro hijos, sobrinos o nietos quien los tenga o incluso nosotros mismos, ya que en mi caso llegaré a este supuesto futuro con unos lozanos 84 años. En fin, mejor no pensarlo mucho.
En todo caso, ¿como podemos substituir, o mejor aún, reciclar viejos futuros?
Me gustaría apelar al título2 de este artículo
Quizás los viejos futuros se puedan substituir por nuevos pasados y es que, si de ecología, cambio climático o calentamiento acelerado global de la tierra estamos hablando, y nos sentimos impotentes por sus terribles consecuencias, que no hace falta decir, ya han empezado a percutir en nuestra cotidianeidad, deberíamos rescatar como una guía alternativa ante viejos futuros, uno de esos nuevos pasados en la forma de una de las teorías mas absolutamente radicales acerca de nuestra madre tierra.
Me refiero a la hipótesis Gaia de James Lovelock enunciada al calor de la década de los 60, en 1972.3
La hipótesis de Gaia es un conjunto de modelos científicos, que no una teoría científica, que engloba la biosfera, en la cual se postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando y por tanto en interacción constante con el entorno.
Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente donde la vida, y no solamente la vida de los prepotentes mamíferos que sobrepoblamos el planeta, sino todo indicio de vida, desde las bacterias hasta el árbol más gigantesco, desde el plancton hasta el gigantesco elefante africano, establece una red de relaciones que aseguran su supervivencia, su componente característico, autorregula sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Por tanto, esta hipótesis entra de lleno en las teorías que giran alrededor del concepto de autoorganización y descriptivas de un comportamiento complejo.
La Hipótesis Gaia rompe esencialmente con el supuesto de que la vida, una vez aparecida en la tierra, se fue adaptando a las condiciones existentes, así como a los cambios que se producían en esas condiciones.
Para Gaia, lo que ocurre es totalmente lo contrario, una vez aparecida la vida en la tierra y a partir de unas condiciones iniciales que lo hicieron posible, ha sido la propia existencia de la vida la que ha ido modificando a su favor esas condiciones iniciales y por tanto las condiciones resultantes son responsabilidad y consecuencia de la vida que habita en el planeta.
La hipótesis Gaia dice que la temperatura, el estado de oxidación, de acidez y algunos aspectos de las rocas y las aguas se mantienen constantes en cualquier época, y que esta homeostasis se obtiene por procesos cibernéticos4 llevados a cabo de manera automática e inconsciente por la biota. La biota es un término que se refiere al conjunto de organismos vivos que habitan en la tierra y es diferente a la biosfera que se definiría como la parte de la tierra en que normalmente existen los seres vivos. La biota y la biosfera tomadas conjuntamente forman parte de Gaia.
La energía solar sustenta estas condiciones favorables para la vida. Estas condiciones son sólo constantes a corto plazo y evolucionan en sincronía con los cambios requeridos por la biota a largo de su evolución. La vida y su entorno están tan íntimamente asociados que la evolución afecta a Gaia, no a los organismos o al medio ambiente por separado.
La hipótesis Gaia no sólo contradecía la mayor parte de los postulados científicos precedentes y ponía patas arriba los modelos teóricos anteriormente aceptados, sino que ponía en entredicho la teoría de la evolución de Darwin5: la vida se ha ido adecuando a las condiciones del entorno fisicoquímico. La hipótesis Gaia defendía justamente lo contrario: la biosfera es la encargada de generar, mantener y regular sus propias condiciones medioambientales, de forma que se produce una co-evolución entre lo biológico y lo inerte.
Entre los efectos positivos de la Hipótesis Gaia destaca el nacimiento del Earth System Science, Sistema de las Ciencias de la Tierra, que, si bien estos estudios no son enteramente equivalentes a la Hipótesis Gaia, ambos cuerpos de conocimiento mantienen un acercamiento interdisciplinar para estudiar cómo operan los sistemas naturales a una escala planetaria. Los estudios relacionados con el Sistema de las Ciencias de la Tierra intentan entender las transferencias de la masa y de energía entre los componentes que obran recíprocamente entre los sistemas naturales como la biosfera, hidrosfera, la geografía, la atmósfera, y la troposfera.
No hace falta comentar que actualmente este tipo de estudios están en pleno apogeo con todas aquellas materias que supuestamente tienen algún tipo de influencia sobre el calentamiento global del planeta y los intensos estudios que se están desarrollando sobre la influencia de la actividad humana en el cambio climático. A título de ejemplo es interesante ver el tipo de estudios relacionados con una manera sistémica de entender el planeta que se desarrollan en el ESSP Earth System Science Partnership donde en su página web describen sucintamente su actividad como
“un conjunto unificado de componentes, procesos e interacciones físicos, químicos, biológicos y sociales que en conjunto determinan el estado y la dinámica del planeta tierra, incluyendo tanto la biota como a los humanos. La ESSP es el estudio del Sistema Tierra, con especial énfasis en la observación, entendimiento y predicción de los cambios del medioambiente global que implican la interacción entre la tierra, la atmosfera, el agua, el hielo, la biosfera, la sociedad, las tecnologías y la economía”.
De todas maneras, la influencia en el cuerpo social, más allá de la comunidad científica, ha sido muy escasa. Por tanto, quizás sea ahora cuando hay que retomar la esencia de la hipótesis Gaia y hacerla accesible a los que todavía se resisten a actuar en contra del calentamiento global. El equilibrio que Gaia propone se ha roto por las costuras y de tal manera estamos torturando el ecosistema que posiblemente, a modo de reacción de supervivencia, Gaia desatará los más impredecibles cambios en su seno, para retomar el equilibrio roto por los humanos.
Antes de que eso ocurra, si no es ya demasiado tarde, ese nuevo pasado, puede ayudarnos a reciclar ciertos maltrechos viejos futuros.
Miquel Lacasta Codorniu. Doctor arquitecto
Barcelona, Noviembre 2015
2 Si bien esta frase no es mía, es de Christopher Clark, y en su contexto la frase aludía a un cierto engaño por parte de la clase política, me gusta una posible versión positiva de la misma para rescatar ideas y conceptos que en su momento no tuvieron mucha repercusión, pero que hoy, revisitados, pueden ayudar a darnos una visión más amplia y propositiva de muchos temas.
3 La hipótesis Gaia, diosa griega de la Tierra, nombre inspirado por el escritor William Golding, afirma que la tierra se comportaría como un sistema dinámico, autoorganizado y autoregulado. Esta hipótesis se anuncia por primera vez en un artículo de la revista Atmospheric Environment núm. 63 en 1972 y posteriormente se amplia y se publica con la colaboración de Lynn Margulis en Gaia, a New Look at Life on Earth3 en 1979, de nuevo se amplía en The Ages of Gaia, a Biography of our Living Earth3 en 1988 y finalmente se vuelve a publicar la hipótesis en Gaia, The Practical Science of Planetary Medicine3 en 1991.
4 Es especialmente interesante el capítulo Cybernetics en Op. Cit., LOVELOCK y MARGULIS, 1979, pp. 44 a 58.
5 En el artículo escrito por James W. Kirchner del Department of Earth and Planetary Science de la Universidad de Berkeley, titulado “The Gaia Hypothesis: Fact, Theory and Wishful Thinking” y publicado por la revista Climatic Changes, núm. 52, el año 2002 pp. 391-408, se pondera la supuesta influencia anti-darwiniana de la hipótesis Gaia de la siguiente forma: “los retornos –feedbacks– de la hipótesis Gaia pueden evolucionar por la vía de la selección natural y a la vez generar retornos anti-Gaia. El modelo Gaia asume que cualquier retorno que produce una especie y provoca la mejora de su entorno está creando una ventaja reproductiva al propio portador de la mejora –respecto a otros organismos que comparten el mismo ambiente-. En el mundo real, por el contrario, la selección natural favorece cualquier rasgo que dé a sus portadores una ventaja reproductiva sobre sus no-portadores, tanto si mejora o degrada el ambiente -y por tanto beneficia u obstaculiza tanto a sus portadores como a los no-portadores de la misma forma-. Así las reacciones a favor de Gaia y las reacciones anti-Gaia son ambas probables de que se desarrollen en otros organismos que compartan el mismo ambiente”.
El que decida1 hoy hablar de Willy Ossott (1913-1975) tiene directa relación con la situación actual venezolana, porque recordándolo a él, fundador de la Facultad de Arquitectura de nuestra Universidad Central de Venezuela y su primer Decano en 1953, podemos aprender sobre la diferencia que existe entre asumir nuestros actos desde los límites del discernimiento moral personal o, por el contrario usar la ideología como escudo, como parapeto que oculta la responsabilidad de cada quien. Porque el Dr. Ossott, como lo llamábamos, sin ser un rutinario ejemplarizante (era conocida su dipsomanía, que sin embargo nunca le impidió atender las obligaciones de su cargo) era un profesional de sólida formación y un hombre de amplia cultura. De allí su interés por ampliar los contenidos humanísticos de su profesión de ingeniero, interés que lo llevó a seguir la carrera de Arquitectura, nueva aquí, en la institución que precedió a la fundación de la Facultad, primero un Departamento de la Facultad de Ingeniería (1943) y luego (1946) Escuela.
Pero no es tanto de la trayectoria profesional del Dr. Ossott de lo que quiero ocuparme sino de una anécdota en relación con él que es demostrativa de lo que acabo de decir más arriba en relación al tema de la integridad personal. La impresión que era común sobre su desempeño era que se trataba de un ser humano cuyos principios éticos, su rectitud y su calidad humana estaba por encima del rol político que eventualmente podía asignársele a su cargo, particularmente el de Vicerector de la UCV, el cual ejercía conjuntamente con el Decanato.
Para nosotros era por sobre todo el muy exigente profesor de Geometría Descriptiva2 y una especie de figura paterna que manejaba con maneras suaves, de refinada educación y sobre todo de extrema decencia, incapaz de expresarse en términos autoritarios derivados del contexto político de entonces, a una Facultad de menos de 400 estudiantes de atmósfera particularmente dinámica.
Autorretrato de Willy Ossott
Pero, como ya he narrado otras veces, había un río subterráneo ya en 1957 de suficiente caudal como para que culminara en las protestas estudiantiles de Noviembre. Durante esos meses difíciles no se conoció de parte del Dr. Ossott ninguna iniciativa, disposición o acto menor que lo ubicara entre quienes soportaban al sistema dictatorial. Pero lógicamente, la dinámica política lo exigía, después de Enero del 58 el Dr. Ossott fue separado de la Universidad.
Luego, en Noviembre de 1958, lo nombró el Ing. Luis Báez Díaz, Ministro de Obras Públicas del Gobierno Provisional, como su Director de Edificios, nombramiento que originó un documento publicado con la firma de un grupo de ingenieros y algunos arquitectos al servicio de ese Ministerio que repudiaban el nombramiento dando razones que tanto para mí (que en ese momento era Presidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura) como para muchos de mis compañeros, era un pronunciamiento de baja ralea política que al poco tiempo fue seguido de noticias de prensa vejatorias para nuestro viejo profesor que culminaron en una desatinada y alevosa publicación en un diario de ínfimo nivel (el periodismo oportunista siempre al acecho) que había surgido en esos tiempos y se llamaba (¿?) La Razón.
Y lo que interesa señalar es la actitud que tomamos los estudiantes de arquitectura
Redactamos un comunicado que publicamos y además leímos el 11 de Enero de 1959 en nuestro programa de radio dominical (Arquitectura y Humanismo por Radio Continente) donde rechazábamos la campaña de descrédito contra el Dr. Ossott en términos como los que siguen:
«…a nadie se le escapa el hecho de la preocupación del Dr. Ossott por mejorar la Escuela de Arquitectura y sus sanas intenciones para con el fututo de ella…la comprensión que mostró repetidas veces para con nosotros sus alumnos …condenamos enérgicamente la publicación del comunicado al que aludimos (el de los profesionales empleados del Ministerio), lo consideramos un atentado contra la ética universitaria…»
El lenguaje3 era simple, nada versado en jerga política. Quería señalar hacia la persona de nuestro profesor, rescatarlo de la calificación exclusivamente política, un pecado para el marxismo radical que dominaba todas las Facultades menos la nuestra e Ingeniería (nos llamaban despectivamente Guantánamo). Su estilo y contenido fue criticado e incluso ridiculizado, escenificando lo que hoy sabemos: la permanente confusión de las izquierdas reaccionarias, al hacer juicios gruesos alentados por la manipulación ideológica. La imposibilidad de discernir entre los contenidos éticos que alimentan la moral personal y los postulados político-ideológicos convertidos en ídolos.
Tropecé con el texto de este comunicado y con una carta donde explicaba lo que nos sucedía, hace dos días. No pude dejar de comparar lo de entonces con lo que hoy acontece aquí. Con la erosión conformista, precisamente, de la moral personal de gente formada en el mundo universitario de aquellos tiempos, que presumía de espíritu crítico y abundaba en palabras deseosas de lapidar a quien no estuviera con ellos, hasta llegar a apoyar hoy en silencio todas las triquiñuelas perversas que se desarrollan ante sus ojos. Silencio culpable que creen ocultar, como digo más arriba, con el biombo de la ideología. No les vendría mal, esta nota lo explicita, tener en cuenta que lo que perdura, lo que recordamos medio siglo después y define la figura de cada quien en el escenario ético que a todos nos atañe, es la conducta personal, la capacidad de ser testimonio de humanidad, superando el peso de las circunstancias que a veces nos superan.
Y manteniendo la dignidad, como ocurrió con Willy Ossott.
Óscar Tenreiro Degwitz, arquitecto.
Venezuela, Agosto 2013
Notas:
1 Y hace unos días, como digo en la nota de hoy, mientras ordenaba los planos de un viejo proyecto (me empeño ahora en digitalizar todo mi trabajo anterior) distraídamente tomé una de las carpetas y tropecé en una carta con un recuento de los primeros días de Enero del 59 que incluyen el episodio de nuestro viejo profesor Willy Ossott.
Willy, sus nombres lo delatan, era descendiente de alemanes y su padre Eugen Ossott (Her Ossott para sus alumnos), casado con Maria Luisa Machado, del Pao, Edo. Cojedes, Venezuela, fundó y dirigió durante muchos años en Caracas el Colegio Froebel o Instituto Católico Alemán, que luego se trasladó a Valencia, cuya enseñanza se basaba en el método froebeliano.
Willy tenía sin duda rastros en su carácter que lo vinculaban a su sangre (disciplinado, riguroso, honesto, de palabra) sin que pueda dejarse de decir que su relación con Venezuela era profunda y total, hasta llegar a convertirlo en un cultor de nuestra arquitectura colonial, culto que lo llevó a incorporar a nuestra Facultad a ese sabio de nuestro pasado construido que fue Carlos Manuel Möller, también de origen alemán. Su casa (la de Willy), que visité una vez muy de pasada, era una buena muestra ecléctica con destacada presencia de la huella arquitectónica de nuestros tiempos anteriores.
2 Por razones muy particulares, mi compañero de estudios, amigo de ese entonces y hoy colega que veo con la frecuencia con que nos vemos los de más edad, Pedro Sosa Franco, tiene un autorretrato de Willy Ossott, porque Willy era pintor de técnica depurada y muy especial interés, sobre todo porque sin tener pretensiones de mucho alcance cultivó ese medio expresivo con asiduidad mientras su salud y su lucha con la subsistencia se lo permitió. Está pintado a la manera surrealista y siempre me atrajo. Lo recordé al escribir lo de hoy y le pedí a Pedro, como favor de amigo, que lo trajese a casa durante unos pocos minutos para tomarle la fotografía que ilustraría estas líneas. Lo hizo, y mientras tomaba la foto me contó detalles de mucho interés que ayudan a definir la personalidad de Ossott y sobre todo su rigor, que para nosotros como estudiantes quedaba claro en la forma precisa, ordenada, ayudada con estupendos dibujos en el pizarrón, como enseñaba la Geometría Descriptiva, que era la materia problemática con la que nos encontrábamos durante los dos primeros años de carrera.
Ossott le hizo notar por ejemplo que el cuadro había sido pintado con óleo preparado por él mismo con pigmentos «a la manera de Memling», que había fabricado los pinceles y que el bigote por ejemplo lo había pintado con pelo de caballo, pelo por pelo, en la tradición flamenca. Incluso el marco, una versión muy personal en tallado rústico de los elaborados marcos renacentistas, lo había hecho con sus manos. Que había usado los tonos de color de Héctor Poleo (1918-1989) pintor nuestro que tuvo una época dorada en los cincuenta y sesenta del siglo pasado, de técnica figurativa muy cuidada. Y que se había dibujado con la cabeza rapada porque quería parecer alemán, para delatar su herencia.
No se trata, me parece, de detalles sin importancia. Apuntan hacia la complejidad de motivos y estímulos de la gente de nuestra parte del mundo. Tal vez hacia la superposición de la herencia con lo contingente, con lo que termina dejando un sello directo en lo que somos, lo que hacía decir al sociólogo brasileño Darcy Ribeiro (1922-1997) que bastaba con que un europeo cruzara el Atlántico y tocara tierra aquí para que empezara a pensar de modo diferente, como uno de aquí. Posibilidad aumentada y estimulada por el hecho de que somos en realidad, con todas nuestras mezclas, con todo nuestro mestizaje, prolongación, desarrollo, evolución y transformación de la mirada europea.
3 Y me referí al principio a las cartas. Lo que inmediatamente me hizo pensar en la importancia de la escritura, del esfuerzo de comunicación. Y cambié de idea respecto a ellas, ya no las destruiré. Sé que a nadie le interesarán, como a mí en muchos sentidos tampoco ya me interesan, pero contienen algo que en definitiva me parece invalorable: son como una crónica de los tiempos vividos en el fin de la adolescencia. Tiempos tan particulares, singulares y en cierto modo fundacionales como cualquier tiempo adolescente, en los cuales ciertos sentimientos personales, entre ellos el religioso, eran muy fuertes en mí. Ahora veo que me sirven para situarme en una etapa en la que se fueron afirmando puntos de vista que irían ocupando mi escena personal.
Y la reflexión que inevitablemente debía acompañar, o ser origen, de esa crónica fue probablemente la base de algo que se ha convertido para mí en asunto esencial que es el escribir. Ejercicio útil, casi fundamental, para afinar las ideas, tal vez para darles forma, o en todo caso para tratar de saber de donde vienen y hacia donde quieren conducirme. Escribir, eso sí, no para llenar o construir una apariencia, sino para comunicar. O comunicarme.
Se lo he recomendado mucho a mis hijos, a los más jóvenes, tan atrapados como están por sólo la imagen, sólo lo inmediato, el SMS y tantas cosas. Y poco caso me hacen ,como tiene que ser. Mientras que yo agradezco que eso «se me haya dado». Me permitió por ejemplo, pensar unas horas en mi viejo profesor, también en lo que trató de dejarnos.
4 Guardo entre mis papeles varias carpetas de cartas que pertenece a una época temprana de mi vida entre los 19 y 21 años. Son las que intercambiaba con Delia Picón Cento, chilena y venezolana, a quien había conocido en Brasil, Noviembre de 1958, cuando regresaba acompañado del compañero de estudios Gonzalo Castellanos, de un Congreso de Estudiantes de Arquitectura celebrado en Septiembre en Santiago de Chile. Ese viaje fue para mí memorable. Por una parte me abrió en el alma algo así como una comprensión del ser latinoamericano que nunca me ha abandonado (estuvimos también en Perú, Argentina y Uruguay), y en el terreno más íntimo convirtió al encuentro con Delia (Pascualita le decían en la casa por haber nacido el 24 de Diciembre) en comienzo de una historia común que nos llevó a dar al mundo cuatro hijos (Oscar, Daniel, Paula, Esteban) nacidos de un matrimonio que, iniciado en 1960, duraría hasta 1971.
Compartimos al conocernos algo más de dos semanas de un verano de 42 grados a la sombra en Río de Janeiro (su papá, Mariano Picón Salas, era allí Embajador de Venezuela) y desde entonces se abrió espacio para un noviazgo mayoritariamente por carta (nos vimos sólo después en dos oportunidades más o menos largas antes de casarnos) que selló mi ritmo e intenciones de vida en los años inmediatos. Y a mi regreso a Caracas comenzó una intensa actividad epistolar que se prolongó hasta mi llegada a Chile (ella vivía en Chile con su madre, Isabel Cento) el 13 de Agosto de 1960 para casarme el 6 de Noviembre, seis días antes de yo cumplir los 21 años.
Las cartas (las mías y las de ella) están allí en una estantería de mi archivo, envejeciendo. A veces releo alguna para encontrar demasiadas cosas propias del lenguaje adolescente de dos novios, que ya me avergüenzan un poco. Pero también contienen otras cosas referidas a lo que acontecía a mi alrededor porque me empeñaba en hacerle a ella un recuento de todo, o casi todo, lo que me ocurría.
La cuenca del Mallolafquenh o Lago Villarrica (Chile) es un territorio de ocupación ontológica desplegada en múltiples conflictos, que abarcan desde el desarrollo de proyectos inmobiliarios en territorios ancestrales de gran significación cultural indígena hasta la degradación de espacios naturales fuentes de biodiversidad, siendo la defensa del agua uno de los puentes que conectan a aquellxs que entienden la vida como un conjunto de relaciones recíprocamente condicionadas.
La cuenca es un todo.
No es posible sostener la vida si no conjuramos el abismo que la sociedad occidental ha establecido entre seres humanos y resto del mundo vivo.
Convocamos a la construcción de un relato fluido, de una narración en secuencia que parta de lo cotidiano para construir lo político, el estar juntxs, como afluentes de un mismo cuerpo de agua.
El documental La cuenca, ontologías del Agua, producido en colaboración con la Red de Investigación Contested Territories, se construyó mediante metodologías participativas de modo que fueran las personas participantes quienes crearan la estructura principal del guión: a cada entrevistadx se le solicitaban dos palabras relacionadas con el territorio.
Todas las palabras fueron introducidas en una caja y, partiendo de AGUA, cada entrevistadx tenía que sacar al azar una palabra y construir un relato encadenado con la palabra sustraída por el/la anterior participante, relacionando ambas. De esta forma fueron siendo filmados los materiales para visualizar esos relatos una vez se produjo la conexión entre todas las palabras.
Una película dedicada a lxs que viven con la misma generosidad del Agua. A la lucha incontenible por un Wallmapu libre.
Cartelería
Colaboradorxs
La cuenca, ontologías del Agua se filmó entre septiembre de 2022 y diciembre del mismo año en las localidades de Pucón y Villarrica junto al Lago Mallolafquén y la edición terminó en agosto de 2023 con la estrecha colaboración de movimientos ambientalistas (Fundación Raices de Pucón, MAI Movimiento Ambiental Intercultural Cuenca del Trancura, las ONG Aguas Libres Villarrica y Retxiküra del Mallolafken, el Colectivo Molco -Manuel Tironi y Daniela Cienfuegos- el Podcast Volvámonos Verdes, Alejandra Aillapan y Daniela Garcia Mintz.
Además fueron indispensables las comunidades mapuches Lof Marta Cayulef y Lof Kelwe (situados ambas en la periferias de Pucón) y Lof Huisca Katrilef de Villarrica.
Más allá de La cuenca se realizó el spin-off «Kelwe» (2023 / 10 minutos / link para ver), un cortometraje sobre la lucha por el territorio y la defensa del agua por parte de la familia mapuche Huaiquifil
En todo el Wallmapu, autoridades tradicionales mapuches son criminalizadas en procesos judiciales por defender a la Ñuke Mapu. Más allá de la disputa por el territorio, se trata de un conflicto ontológico, una lucha por el derecho a restaurar y sostener sus mundos.
Cuando hablamos de casas sencillas y discretas, pensamos enseguida en una imagen familiar: la de aquellas casas de pueblo que se repiten, con pocas variaciones, por todo nuestro territorio. Las encontramos en los pueblos de l’Horta de València, la Ribera, la Costera o la Safor, y todas comparten una misma estructura, una misma forma de estar en la calle y de organizarse en el interior. Son casas humildes, pero llenas de sentido, fruto de un saber acumulado y transmitido de generación en generación.
Estas casas no son únicas ni originales. Y precisamente por eso tienen valor. Su fuerza reside en la repetición, en la normalidad, en haber sido pensadas como espacios para vivir y trabajar, para criar a los hijos, guardar la cosecha, recibir al vecindario o ver pasar la cabalgata y la procesión. No buscan destacar, sino encajar. Y lo hacen tan bien, que a menudo pasan desapercibidas.
Casa dels Estels | Endalt Arquitectes | Plantas
Parece que los maestros de obra de la época trabajaban con una especie de decálogo compartido, no escrito, pero ampliamente reconocido, que dictaba el orden de los espacios: entrada para el carro o la bicicleta, sala de estar, habitación fresca, cocina, acceso al patio y, en el piso superior, la andana para guardar, secar o criar. Esta regularidad no era fruto del capricho, sino del sentido común: construir con lo que había, según lo que funcionaba, con un conocimiento que pasaba de mano en mano.
Las variantes materiales también nos hablan de la condición económica de cada casa. Algunas están hechas de ladrillo macizo, otras de mampostería de piedra y tierra, y muchas combinan todo lo que se tenía a mano: tapial, muros de barro y cal, entramados de cañizo, madera de pino… Las cubiertas solían ser a dos aguas, con vigas de madera, travesaños y revoltones, o, en las casas más humildes, con cañizo y yeso directamente sobre las vigas. El revestimiento de la fachada, a menudo encalado, protegía y unificaba. En otros casos, se creaba un zócalo en la fachada de la casa, una solución que ofrecía protección y un cierto punto de distinción. La entrada para el carro, con sus dos puertas de madera, es otro elemento característico.
Y luego están las andanas: ese espacio en la planta superior, bajo cubierta, que era a la vez almacén, despensa, secadero y refugio. Un lugar cambiante, que acumula polvo y memoria, y que hoy, en muchos casos, se percibe como un espacio lleno de posibilidades. En nuestras primeras visitas a casas para rehabilitar, la andana siempre es un lugar mágico, muchas veces lleno de cajas de recuerdos, de herramientas… De estos espacios, con permiso de las propietarias, a veces nos llevamos alguna pequeña pieza de cerámica o utensilio que guardamos en el estudio como recuerdo y testigo.
En este contexto se sitúa la Casa dels Estels. Una casa sencilla y discreta, situada en Albal, un pueblo de l’Horta Sud de València, que responde perfectamente al modelo de casa a una mano. Identificamos claramente su tipología: estructura longitudinal con doble crujía, escalera en el centro para acceder a una media andana, entrada ancha para carro y caballo, corral (con limonero) y una antigua pallissa de dos plantas. Una casa construida con materiales tradicionales, con partes de tapial y otras de ladrillo macizo, cubierta a dos aguas.
Casa dels Estels | Endalt Arquitectes | Sección Transversal
Las necesidades de las nuevas habitantes, grandes amantes de la cerámica de Sargadelos, aficionadas a la lectura y de marcado carácter mediterráneo, exigían una adaptación respetuosa pero decidida. No se trataba de musealizar la casa ni de conservarla acríticamente, sino de recuperar su carácter esencial y, al mismo tiempo, hacerla habitable conforme a una forma contemporánea de vivir.
La casa debía seguir siendo sencilla y discreta, pero también luminosa, eficiente y confortable. Se optimizó la estructura existente, recuperando los elementos más nobles como vigas, revoltones, tapial, y abriendo nuevos huecos con criterio. Se redujeron los espacios de paso, mejorando la ventilación cruzada y la relación con el exterior. La andana, hasta entonces descuidada, se convirtió en un espacio vivo y versátil, con una pequeña ampliación y una parte de la cubierta elevada para ampliar sus posibilidades.
Esta casa, como tantas otras, no pedía grandilocuencia, sino respeto. Respeto por lo que fue y por lo que puede seguir siendo. La rehabilitación, en este caso, no quiere transformar, sino revelar. Hacer emerger, entre muros antiguos, una vida nueva que no rompa con el pasado, sino que lo prolongue con naturalidad.
En un momento en que el modelo de vivienda rural tradicional parece condenado al abandono o a la folklorización, proyectos como este demuestran que hay una tercera vía: vivir el patrimonio con normalidad, usarlo, hacerlo crecer. La Casa dels Estels no es una excepción, sino un ejemplo. Un ejemplo de cómo una casa sencilla y discreta puede volver a convertirse en un hogar lleno de vida.
La casa que encontramos antes de la rehabilitación era muy humilde. Hacía años que no vivía nadie en ella. Su mantenimiento, desde luego, no había sido el mejor. Esta situación nos obligaba desde el principio a plantear una intervención profunda, que implicaba la demolición de parte de los volúmenes existentes, así como parte de la cubierta principal, muy deteriorada por las humedades constantes en un forjado sin impermeabilización alguna. El conflicto, en este punto, era decidir hasta dónde llevar la demolición: cuánto se puede eliminar del edificio original sin perder su sentido, su alma.
Este límite nunca es objetivo; depende de una lectura atenta y respetuosa de los volúmenes existentes. En nuestro caso, la demolición no fue sistemática, sino quirúrgica: eliminamos aquellos elementos que distorsionaban el conjunto con el paso del tiempo, o aquellos que, por razones constructivas o patológicas, impedían la intervención.
En la Casa dels Estels, esto nos llevó a eliminar la pallissa, cuyas condiciones materiales no garantizaban su conservación. También se decidió derribar un volumen anexo al edificio principal, que contenía el único baño de la casa, un cuerpo que interrumpía la relación natural entre la zona de día y el patio, construido con materiales pobres y soluciones efímeras.
Este proceso de vaciado nos permitió recuperar la lógica volumétrica original y restablecer el diálogo entre el interior y el exterior, al tiempo que aparecían nuevas relaciones entre cuerpos construidos y vacíos. La luz, ahora, accede a espacios que durante décadas habían permanecido en sombra.
Seguramente sea ese último elemento, la luz, el que más condiciona el programa de la nueva vivienda. Gracias a esta limpieza volumétrica, el esquema funcional original adquiere una nueva vitalidad y se adapta a las exigencias actuales: tanto las normativas como las que derivan de la sensibilidad de una nueva generación. Así, aunque los espacios del volumen principal se conservan casi sin cambios significativos, su significado se transforma por completo.
La entrada se mantiene en su lugar original, casi con el mismo ancho, pero ahora se aprovecha parte del espacio para insertar una escalera metálica diseñada a medida que recupera una gran piedra de rodeno que encontramos en el patio y que, sin alterar la percepción del lugar, optimiza su uso. El salón sigue ocupando el corazón del volumen principal, protegido parcialmente por el forjado del piso superior, que conserva, como antes, una atmósfera recogida e íntima con uno de sus revoltones originales. La cocina también conserva su posición tradicional, en contacto directo con el patio, pero ahora se extiende a lo ancho de la parcela y se proyecta hacia el exterior con una bancada.
Ese pequeño espacio, esa media andana que antiguamente almacenaba la cosecha, estaba vinculada a un mundo rural, de gente de campo, que poco a poco se va perdiendo. Ahora, los oficios han cambiado, y el espacio, que antes servía al trabajo agrícola, recupera esa función laboral, aunque adaptada: donde antes se guardaba grano, ahora se guardan libros; donde antes se deshojaban mazorcas, ahora se corrigen trabajos, se escribe y se hacen cuentas.
El cambio de uso de esta casa habla también de un cambio más profundo en nuestra forma de habitar y entender el mundo. Donde antes descansaban los animales —en las zonas más frescas y bajas, junto al patio o la pallissa, ahora se sitúa el dormitorio principal. Este gesto, más allá de su funcionalidad, encierra una resonancia poética: el espacio que acogía la vida compartida con otras especies se convierte hoy en lugar de descanso humano, como si la memoria de aquellos cuerpos que allí respiraban aún permaneciera, invitándonos a dormir más cerca de la tierra, del silencio, del origen.
Los materiales adquieren un protagonismo inigualable en esta intervención con una clara estrategia, devolver la esencia de la casa aportando un nuevo valor contemporáneo. Las nuevas aportaciones constructivas dialogan con el lenguaje vernáculo: vigas de madera y tableros estructurales que, diferenciándose de los revoltones antiguos, mantienen una continuidad formal y material. Esta voluntad de diálogo se extiende también a los materiales y los acabados. Se busca una coherencia profunda con el entorno, con técnicas de la arquitectura vernácula y criterios de responsabilidad ambiental y sociocultural. Así, se recuperan morteros de cal, cerámicas, madera y ladrillos de barro del derribo. Estas últimas piezas de barro, extraídas de la cubierta desmontada, configuran ahora el pavimento del patio y el pasillo, creando una auténtica alfombra histórica donde los dedos de los artesanos que las fabricaron un siglo atrás dejan una huella visible en la textura.
Este barro cocido dialoga con los azulejos cerámicos esmaltados de baños, cocina, piscina y todapié. Son piezas diversas, heterogéneas que aportan riqueza material y sensorial a cada espacio. El color amarillo se reserva para las zonas húmedas (baño y piscina), donde se funde con el agua para generar una tonalidad verdosa que evoca a las balsas de riego de la huerta. El esmaltado verde, en cambio, se usa para los rodapiés, dignificando este elemento y conectándolo con la memoria del zócalo original, también del mismo color.
Como hemos visto, el proyecto pone especial atención en la reutilización de los materiales existentes y en la selección de soluciones constructivas de alta durabilidad. Se construye desde el respeto, desde la raíz, pero con una mirada puesta en el futuro. No se trata sólo de habitar un espacio, sino de establecer una continuidad con el lugar, con la historia y con los ciclos lentos de la materia. Es una arquitectura que no impone, sino que escucha; que no exhibe, sino que acompaña. Una arquitectura que, como el barro y la cal, se adapta y perdura.
Casa dels Estels | Endalt Arquitectes | Alzado
Obra: Casa dels Estels
Autor: Endalt Arquitectes
Año: 2025
Superficie construida: 152 m2
Ubicación: Albal (València, España)
Fotografías: David Zarzoso
Productos:
Mobiliario de cocina y puertas de vidrio: Lebrel Furniture
Mobiliario: Sklum
Lámparas: Casasuau
Carpintería metálica: Nakoa Concept
Cerámica azulejos: Nais
Cerámica decorativa: Sargadelos y La Mediterránea (Siesta Héctor Serrano) + endaltarquitectes.com
El Museo ICO inaugurará la exposición Las Ferias del Campo. Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo. Comisariada por el arquitecto y profesor José de Coca Leicher, la muestra reivindica el extraordinario valor patrimonial de los pabellones modernos construidos entre 1950 y 1975 en el recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid, muchos de ellos auténticos hitos de la arquitectura contemporánea española que aún se conservan en el recinto.
Las ferias del campo parte de un trabajo de investigación y documentación que recupera la memoria de más de 50 pabellones proyectados a lo largo de varias décadas. Con sus formas futuristas, estas edificaciones componen un valioso testimonio de la evolución de la sociedad española desde su inauguración en 1950, con motivo de la I Feria Nacional del Campo.
Tercera Feria Internacinal del Campo. España. Ministerio de Defensa. Centro Cartográfico y Fotográfico del E. A. y del Espacio
La exposición pone en valor este enclave como un auténtico “laboratorio de arquitecturas”, al haberse convertido en un espacio de experimentación para algunos de los pioneros de la arquitectura moderna en España, tales como Francisco de Asís Cabrero y Jaime Ruiz -autores del trazado y de los pabellones principales del recinto-, Miguel Fisac, Alejandro de la Sota, José Antonio Corrales o Ramón Vázquez Molezún, entre otros. Del mismo modo, también explora la relación entre arquitectos y artistas en los años 50 y 60, otro de los grandes atractivos de las ferias.
A través de un recorrido histórico y artístico, Las ferias del campo invita a descubrir un espacio singular en el que confluyen innovación arquitectónica, paisaje y memoria colectiva. La muestra reivindica así el valor de estas arquitecturas, algunas de las cuales fueron reutilizadas, mientras que otras han caído en el olvido o han desaparecido.
Ha habido varios momentos (tampoco demasiados, qué le vamos a hacer) en los que me he sentido impelido a agarrar unos pinceles y ponerme a pintar apasionadamente. Dos de ellos me ocurrieron estando cómodamente sentado en el sillón de mi casa, ante la tele.
Las dos veces di un salto del sillón. La primera fue viendo la película Apuntes del Natural, de Martin Scorsese, que es una de las tres entregas de Historias de Nueva York. Lionel Dobie (Nick Nolte) arrollaba pintando. Era una fiebre incontenible, una verborrea de color, un delirio, una pringue hasta los tuétanos. Me impresionó la paleta que usaba: una tapa de cubo de basura, el radiocassette embadurnado de pintura, su ropa sucia, su frenética furia…
Historias de Nueva York. Lionel Dobie | Foto: Buena Vista Pictures | Fuente: lacinestacion.com
La segunda fue viendo el episodio de Juan Navarro Baldeweg de la serie Elogio de la Luz, de Televisón Española. Pero en este caso el pulcro pintor era puro control, puro intelecto, pura limpieza (pero no pura claridad).
Pero las obras de Juan Navarro no son frías, no son «cerebrales» (signifique eso lo que signifique y se oponga eso como se oponga a «mentales», que sí lo son, y mucho).
Juan Navarro Baldeweg. Litografía de la serie Noche
Juan Navarro Baldeweg es un arquitecto escurridizo, un arquitecto «conceptual» que trae a la arquitectura, buscando solución, los problemas que encuentra en la pintura, en el pensamiento y en la vida.
-¿Cómo va a encontrar solución en la arquitectura a los problemas que encuentra en la pintura, si la arquitectura es mucho más difícil y exigente?
-Pues precisamente por eso: Porque la pintura lo admite todo pero la arquitectura, con la puñetera gravedad de por medio, no te deja. La arquitectura te obliga a resolver.
Juan Navarro Baldeweg. La casa de la lluvia
Juan Navarro no es un arquitecto que pinta. En él la pintura no es un hobby, ni un complemento, ni una vía de escape. Tampoco es un pintor que arquitectea. No. Juan Navarro es una entidad compleja, una mente retorcida y muy lúcida que quiere abarcar lo inabarcable y a veces casi lo consigue.
(En el blog ya hablé de él hace unos años y conté algo de eso: Su obsesión por diluir el yo en lo otro).
En una de sus primeras instalaciones Juan Navarro mostró esta fotografía que él mismo había tomado: El peso y la columna.
El peso y la columna. José Ramón Hernández Correa
Una pequeña pesa se coloca delante de una enorme columna y la explica. Navarro dice que la pesa nos dice que la columna está ahí para soportar el peso del edificio. Nos invita a olvidarnos de si es de sección cuadrada o redonda, de a qué orden pertenece, de su material, su textura, su brillo o cualquier otra condición y a centrarnos exclusivamente en percibir su cualidad de soporte estructural. La pesa borra los miles de significados y de connotaciones de la lectura de esa columna y deja solo uno:
«la columna es como un sumidero del peso, una línea de fuga de la fuerza actuante».
(Una pesa tan pequeñita pone en orden la disparidad interpretativa de una columna tan grande. La pesita es el Pepito Grillo de la columna y de quienes la observamos).
Navarro Baldeweg salta de la pintura a la arquitectura y vuelve a la pintura. Trae y lleva sus obsesiones de completitud y de armonía en un mundo caótico. Es un personaje raro, difícil, lúcido.
Que Navarro Baldeweg nos interesa a todos los arquitectos es obvio; que su pensamiento es raro, profundo, de un humor frío y de una lucidez casi aterradora también. Que deberíamos intentar adentrarnos en él, por supuesto que sí.
El mencionado libro nos interesa a todos. Ediciones Asimétricas es una editorial modesta y pequeña, pero sobre todo muy valiente (incluso a veces temeraria), y con sus escasos medios publicó este libro insólito y me atrevo a decir que necesario.
Y, naturalmente, seguiremos hablando de Juan Navarro: uno de los arquitectos…, pintores…, pensadores…, uno de los hombres más valiosos y lúcidos de nuestro zurrado panorama.
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · Junio 2017
Las actividades culturales de la Asociación de Estudiantes de Arquitectura constituyeron una verdadera alternativa a la enseñanza oficial en la segunda mitad de los años veinte en Barcelona.1 Liderados por Josep Lluís Sert y Josep Torres i Clavé, entre otros, en Barcelona resonaba el eco de los diseños de la Bauhaus, la Exposición de Artes Decorativas de París (1925) o la Weissenhof de Stuttgart (1927), así como las conferencias de Le Corbusier en la sala Mozart (1928), invitado por los propios estudiantes, todo ello como antesala de la Exposición Internacional de Barcelona y la inauguración del pabellón de Mies van de Rohe (1929), así como la posterior constitución oficial del GATCPAC en 1930.2
En 1929 y aún como estudiante, Torres i Clavé colabora en el proyecto de su propia casa en Casp 92, esquina Passeig de Sant Joan 35-37, diseñando todos y cada uno de los muebles y ambientes. El mobiliario combina de manera natural el diseño moderno con materiales y técnicas tradicionales, dando como resultado piezas únicas de gran valor.3 Entre las menos conocidas, destaca esta mesa con estructura de roble macizo y ruedas giratorias y pivotantes de procedencia industrial. Los listones verticales se organizan de forma radial entre los sobres superior e inferior, apoyado el primero y encajado el segundo para permitir el paso inferior del listón. Una pletina atornillada remata la cabeza del madero y soporta el casquillo a través del cual se acoplarán «desde abajo» las ruedas.
El diseño de Torres Clavé reinterpreta la modernidad desde la sensibilidad y la cultura local. Por un lado se renuncia a la copia del mobiliario de cuero y ligeros tubos de metal, desarrollado con éxito en los años veinte por Marcel Breuer,Mies van der Rohe, Le Corbusier o Mart Stam; en su lugar, materiales macizos como la madera tradicional. Por otro lado, se investiga en la yuxtaposición de elementos de origen dispar, como las ruedas industriales procedentes de alguna fábrica del Poblenou, algo insólito para la época: difícil encontrar ejemplos de mobiliario rodante en los inicios de la historia del mueble moderno (Rietveld, Gray,Perriand, Aalto, Terragni…).
El mobiliario de Torres i Clavé supera la influencia moderna y conecta con la sencillez y la intemporalidad que emana de la obra auténtica, contemporánea y tradicional, intelectual y popular, local y universal. La sencillez del artificio.
2 Tras la asistencia de los madrileños Fernando García Mercadal y Juan de Zavala a la reunión constituyente de los CIAM en La Sarraz, Suíza 1928, Sert y otros arquitectos catalanes instaron a Mercadal para la creación de una organización que impulsara la arquitectura moderna en España, integrándose a los grupos madrileño y catalán, el vasco de Aizpurúa y Labayen.
3 Entre las más conocidas, el Sillón Butaca terraza, con estructura en madera de roble y asiento y respaldo tejidos artesanalmente mediante cuerda de enea. Fue creado en 1934 para amueblar el Pabellón de la República en la Exposición Internacional de París 1937. Su diseño está emparentado con el de la silla Eva, Bruno Mathsson 1934.
Rápido y fácil de instalar. Instalación cubierta ligera panel sandwich madera Ondutherm La ligereza del panel sandwichde madera ONDUTHERM permite trabajar de forma rápida y segura. Además, con ONDUTHERM se evitan tiempos de espera por fraguados y coordinación de gremios
El panel sándwich de madera se ha consolidado como una de las soluciones más prácticas para proyectar cubiertas ligeras. Combina ligereza, aislamiento y resistencia en un único sistema constructivo, facilitando la instalación y garantizando eficiencia energética y durabilidad en obra nueva o rehabilitación.
Sistema machihembrado de panel sándwich de madera para cubierta ligera y aislamiento de tejado Ondutherm
La demanda de sistemas constructivos que combinen eficiencia energética, facilidad de instalación y ligereza estructural es cada vez mayor en proyectos de obra nueva y rehabilitación. En este contexto, el panel sándwich de madera se ha consolidado como una de las soluciones más versátiles para cubiertas inclinadas, tanto en el ámbito residencial como en edificios públicos o patrimoniales.
Económico. Soporte cubierta ligera con panel sandwich de madera Ondutherm La rapidez y facilidad con la que se coloca el panel sandwich de madera ONDUTHERM en cubierta, permite, junto con el ahorro en estructura y carencia de tiempos de espera, que este sistema de cubierta sea económico
Gracias a su estructura multicapa —dos tableros unidos por un núcleo aislante— el panel ofrece un excelente comportamiento térmico y acústico, reduciendo cargas y simplificando el proceso constructivo. Su instalación es rápida y la posibilidad de elegir entre distintos espesores de aislamiento y acabados interiores lo convierten en una opción integral que responde a las exigencias actuales de confort y sostenibilidad.
Económico. Soporte cubierta ligera con panel sandwich de madera Ondutherm La rapidez y facilidad con la que se coloca el panel sandwich de madera ONDUTHERM en cubierta, permite, junto con el ahorro en estructura y carencia de tiempos de espera, que este sistema de cubierta sea económico
Ventajas del panel sándwich de madera en cubiertas inclinadas
Más allá de su ligereza, este material aporta una serie de beneficios clave:
Eficiencia energética y acústica: el núcleo aislante, disponible en múltiples espesores, permite alcanzar elevados niveles de confort interior.
Rapidez de montaje: al integrar soporte, aislamiento y acabado interior en un solo elemento, se reducen las capas y los tiempos de ejecución.
Versatilidad estética y técnica: disponible en varios acabados interiores y espesores de aislamiento, se adapta a diferentes tipologías de edificios y exigencias normativas.
Idoneidad para rehabilitación: su bajo peso evita sobrecargas estructurales, lo que disminuye costes de refuerzo y facilita la intervención en cubiertas existentes.
Cubiertas ligeras y eficientes con panel sándwich de madera
Proyectar una cubierta ligera: criterios esenciales
Diseñar una cubierta con panel sándwich de madera requiere considerar aspectos clave para garantizar ligereza, durabilidad y eficiencia:
Estructura de soporte: los paneles deben descansar entre apoyos correctamente dimensionados, garantizando estabilidad y continuidad. No es necesario instalar vigas de gran sección, siendo recomendable una base de apoyo mínima de 4 cm por cada panel (sección total de viga de 8 cm).
Selección del panel: es posible elegir entre espesores de aislamiento desde unos 40 hasta unos 200 mm y acabados interiores como frisos de abeto en distintas tonalidades, yeso, OSB o cemento-madera… en función de las necesidades de eficiencia energética y estética de cada proyecto.
Colocación sobre estructura: los paneles se instalan directamente sobre la estructura, mediante fijación mecánica, pudiendo disponerse alineados o a tresbolillo para mejorar la estabilidad.
Fijación mecánica: el uso de tornillería específica según el tipo de soporte (madera o metálico) asegura resistencia y evita tensiones por movimientos estructurales.
Protección e impermeabilización: incorporar sistemas de impermeabilización sobre los paneles como ONDULINE BAJO TEJA® DRS añade una capa continua de impermeabilización y ventilación, alargando la vida útil de la cubierta.
Acabado exterior: sobre la impermeabilización se coloca la teja o pizarra elegida, completando así un sistema ligero, estanco y eficiente.
Cubiertas ligeras y eficientes con panel sándwich de madera
Sistemas integrales para profesionales de la cubierta
El SISTEMA INTEGRAL ONDULINE® combina los paneles sándwich de madera ONDUTHERM® con la impermeabilización y ventilación de ONDULINE BAJO TEJA® DRS, formando una solución constructiva completa de cubierta ligera que simplifica la obra y optimiza resultados. Entre sus principales ventajas destacan:
Ligereza, reducción de cargas y ahorro en estructura.
Cumplimiento de CTE (salubridad, eficiencia energética, aislamiento acústico y fuego).
Rapidez de ejecución, ideal para proyectos de rehabilitación integral.
Amplia gama de acabados interiores y niveles de eficiencia energética.
Compatibilidad con todo tipo de acabados de teja y pizarra.
Cubiertas ligeras y eficientes con panel sándwich de madera
Conclusión
El panel sándwich de madera representa hoy una solución constructiva completa para cubiertas inclinadas que necesitan ser ligeras, eficientes y duraderas. Su integración en soluciones completas como el SISTEMA INTEGRAL ONDULINE® permite a los arquitectos proyectar con mayor seguridad, reducir tiempos de ejecución y mejorar el comportamiento global del edificio, tanto en salubridad y confort como en eficiencia energética.
Se entiende la geometría como herramienta que auxilia el pensamiento, como instrumento de precisión que abre espacio a lo imprevisible, a lo fortuito, a lo inesperado que comanda la vida.
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Maqueta
La geometría determina con rigor la dimensión y la posición de cada elemento, la relación de estos con los espacios que generan, y el terreno donde se insertan. Se resuelve el programa con las especificaciones indicadas por el cliente: cubiertas inclinadas y soportales.
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Axonometría
Bajo la cubierta inclinada, se recorta lo construido para generar límites que minimicen la sobreexposición al sol y maximicen la relación con el exterior.
El dentro jugando con el fuera, en relación continua e íntima, retirándose y creando espacios intermedios de uso indeterminado que enriquecen la edificación.
Los soportales generados incorporan las características de los espacios a los que sirven. El que tiene acceso desde el salón será la entrada, el que da a los cuartos procurará intimidad, y el que da a nordeste será la extensión de la cocina para almorzar en los días soleados de primavera y verano.
La implantación de la vivienda en la parcela y su forma va ligado a los espacios exteriores de la vivienda: un gran patio al sur donde se mantienen los árboles que ya estaban en la parcela [un melocotonero y un cerezo], la huerta y el gallinero en la parte posterior.
La construcción se hace con entramado ligero de madera, fabricado en taller y montado sobre la cimentación de hormigón armado realizado “in situ” en menos de una semana. La cubierta y la fachada que toca el perímetro romboidal es de zinc y los retranqueos que provocan los soportales, de madera termotratada.
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Sección constructiva
Los aislamientos son de celulosa inflada en el interior de los entramados, mínimo 16 cm de espesor. Esta construcción en seco, sumada al comportamiento de la madera, el control del soleamiento y las ventilaciones cruzadas, hace que la vivienda tenga un confort higrotérmico óptimo.
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Emplazamiento con planta de cubierta
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Emplazamiento con planta baja
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Planta baja
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Planta de cubierta
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Alzado parcela
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Alzado principal
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Sección longitudinal
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Alzado lateral
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Sección transversal 1
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Sección transversal 2
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Alzado posterior
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Alzado lateral
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Axonometría
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Axonometría
Vivienda en Machado | trespes.arquitectos | Axonometría
Obra: Vivienda en Machado
Localización: Lugar do Machado, s/n, 15.174. Mosteirón, Sada (A Coruña, España)
Programa: Vivienda unifamiliar. 130,80 m2
Presupuesto: 155.000€
Cliente: Manuel Galego
Fecha: Junio 2023 – Abril 2024
Autores: trespes.arquitectos (Alberte Pérez Rodríguez, Enrique Iglesias Lima, Carlos Mosquera del Palacio)
Colaboradores: Pablo Midón Vidal [Arquitecto], Alejandro Lastra Salazar [Arquitecto], Víctor Amoedo Vázquez [Arquitecto], Juan Carlos Fernández Manteiga [Arquitecto], Mario Fernández Rodríguez [Arquitecto], Carolo Losada Soto [Estructura], Ana Gallego Núñez [Aparejador]
Constructores: TAK ESTRUCTURAS/ LAIXA REFORMAS [administración]
Fotografías: Iván Casal Nieto, trespes.arquitectos [Maqueta]
Ingrediente y Materia. Arquitectura para degustar | Javier Garuz
Desde la lucha por la vida hasta las últimas modas gastronómicas, la alimentación no ha dejado nunca de ser un asunto, si bien corpóreo y/o espiritual, fundamental. Desde los noventa, España es considerado a nivel internacional como uno de los países con mayor variedad y riqueza en el ámbito gastronómico. Sin embargo, la interdisciplinariedad y cooperación entre este ámbito y la arquitectura parece ser una tendencia con origen relativamente reciente. La gastronomía se ha convertido en un sector puntero en el que ya no sólo importa el qué comemos sino también el cómo y el dónde lo hacemos –su atmósfera, el espacio anfitrión–, mostrándose como elementos decisivos para lograr una experiencia estimulante en el comensal.
Este escrito aborda principalmente dicha experiencia del comensal a través de los cinco sentidos en dos atmósferas gastronómicas –seleccionadas por el autor según el alto reconocimiento tanto de los chefs como de los arquitectos involucrados–, como son Atrio y El Prat de Les Cols. La crítica arquitectónica, apoyándose en fotografías, pinturas, entrevistas y visitas al lugar, se interesa aquí por saber cómo dichas atmósferas han sido elaboradas, “tal como un cocinero observa los movimientos de un colega preparando una de sus recetas” –en palabras del arquitecto Carlos Martí.
Se expondrán los valores aprendidos en pos de corroborar y hacer ver al lector –desde la reflexión– la existencia de vínculos entre los ámbitos arquitectónico y culinario. Se valorará el don del arquitecto para materializar la filosofía y las inquietudes del chef; y para empatizar con la correspondiente experiencia del comensal a la hora de degustar, tanto el ingrediente de su plato como la materia de su entorno.
Javier Garuz (Zaragoza, 1999)
Arquitecto por la Universidad de Zaragoza (2023) con segundo mejor Expediente Académico Fin de Carrera, habiendo complementado sus estudios en el Politecnico di Milano con mejor Expediente Académico E+ y con la ETH Zürich. En su infancia fue reconocido con diversos premios de dibujo y, durante su etapa universitaria, colaboró en el desarrollo de propuestas sostenibles para la gestión de energías renovables en el Instituto Tecnológico de Aragón.
En 2021, su trabajo fue finalista del Premio Nacional Foro Cerámico HISPALYT, el cual distingue a jóvenes arquitectos en España. Su emergente trayectoria se ha visto reflejada en varias distinciones en concursos nacionales, incluyendo los recientes premios del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón y la Fundación Alejandro de la Sota por su “minimalismo denso” en fotografía. Desde 2022 colabora en Magén Arquitectos, reconocido estudio zaragozano de arquitectura y urbanismo.
Últimamente se está hablando en la red de la posibilidad de sobrevivir, no ya como arquitecto, autónomo, sin contrato, etc, que ha pasado a convertirse en algo incluso que envidiar, sino como estudio de arquitectura. Una quimera, según se mire.
Architecture as a hobby: un negocio ruinoso
Por un lado, están los que opinaban que las estructuras artesanales y caseras podían ofrecer un alto grado de satisfacción al cliente en tanto en cuanto respondían de forma personalizada y cuidadosa, con productos arquitectónicos (perdón por la expresión) de alta calidad aunque en plazos no demasiado breves. Estas estructuras, en caso de proliferar como han hecho, sólo servirían, en nuestra opinión, para aumentar la competitividad malentendida ya que para el cómputo de gastos no se están teniendo en cuenta los necesarios espacios para trabajar (ya sean en alquiler o en propiedad convenientemente amortizada a lo largo de los años), los salarios de los socios o los gastos (compartidos con la propia vivienda) de agua, luz y comunicaciones, que pasan a imputarse al dueño del salón-comedor desde el que se ejerce la actividad. Es la estructura de trabajo de «empate a cero» en la que se ejerce sin ganar ni perder -en teoría- cuando en realidad en la práctica lo cierto es que se está poniendo dinero.
Por otro, encontramos los que reclaman frente a esta actitud romántica de ejercer la profesión a toda costa, el ponerle números a todos los gastos y estimar si realmente merece la pena seguir haciéndolo o, por el contrario, alquilar una vivienda menor y ahorrar el dinero de trabajar en un salón que no cumple sus uso sino como estudio-oficina. Optar por esta situación llevaría sin duda a la desaparición de muchos estudios que trabajan desde hace años ya sea haciendo currículum, sembrando para después recoger, trabajando gratis o casi para imposibilidad de trabajar en otra cosa, ya sea por falta de ganas o por falta de oportunidades.
Entre medias, siguen existiendo los despachos que con una estructura piramidal (muchas veces de sólo dos filas: el jefe y el resto) imitan a los estudios de ingeniería, en cuyo caso facturan por horas siempre que pueden, cumplen plazos para no entrar en pérdidas y se rigen usando como mínimo plantillas excel para controlar todo lo anterior, o, de nuevo siguiendo un patrón artesano obsoleto y caduco, entienden la arquitectura como un oficio art&crafts donde no importa tanto lo económico sino simplemente el resultado que se ofrece a la sociedad o al usuario a costa de los honorarios propios, el sacrificio de la vida personal propia y la de los subordinados de paso.
Frente a lo anterior, también afloran, con no demasiado éxito económico por ahora según nos cuentan los propios interesados, estudio con vocación asamblearia y estructuras horizontales donde muchos iguales (a priori) comparten tareas que se auto-asignan voluntariamente en función de sus habilidades y su disponibilidad para luego repartir proporcionalmente a las horas trabajadas los ingresos obtenidos y donde el problema aparentemente es el exceso de celo por el trabajo bien hecho unido a la escasa remuneración de los trabajos de arquitectura (junto a su creciente complejidad en materia normativa).
Transversalmente en todas las opciones anteriores y con un mayor o menor presencia aparece con demasiada frecuencia entre las expresiones del arquitecto manido y auto-complaciente «nos lo pasamos bien» que hemos oído, y probablemente también dicho, hasta el hastío en compañeros, amigos y desconocidos, siempre arquitectos. Por desgracia, cuando «nos lo pasamos bien», no estamos alejándonos de la figura del arquitecto-héroe que trabaja hasta la extenuación para imponer su criterio al mundo, incomprendido, solo, sin más aliento que el de su propio convencimiento.
En este TED talk, Bjarke Ingels habla del asunto del párrafo anterior entre el minuto 1.4 y el 2:
Estando así las cosas, nos preguntamos si la profesión y las personas que la ejercemos seremos capaces de abandonar, por un lado, la estricta percepción romántica de nuestro trabajo, para convertirlo en algo rentable, y por otro, la endogámica, embelesada y patética presunción de inocencia y genialidad que de hecho ya nos ha abandonado, para dedicarnos, también a asuntos a los que no les hemos prestado atención en años como son las instalaciones, las estructuras, la organización de las obras y las empresas y los asuntos legales, entre otros, de tal forma que a algunos de los 50000 arquitectos que ya somos les vaya un poco mejor, convirtiendo nuestro hobby, de paso, en un trabajo rentable.
¿Qué pensáis?
bRijUNi architects (Beatriz Villanueva y Francisco Javier Casas Cobo).
Riyadh (Arabia Saudí), Noviembre 2009
Les éplinges es una película producida por Gaumont en 1913, protagonizada y al parecer dirigida por Léonce Perret, que dura alrededor de catorce minutos y puede encontrarse aquí. Su título puede traducirse como Los alfileres y se refiere a las varillas puntiagudas de metal, que usaban las señoras para sujetarse los sombreros en el pelo, e hecho, la película también tuvo el título À propos d’épingles à chapeu(Acerca de los alfileres para sombreros). Toda ella se desarrolla en dos habitaciones y un pasillo de un piso burgués y en una secuencia, en la escalera común del edificio. Escribo sobre ella precisamente por la supuesta distribución interior de esa vivienda.
Léonce va a entrar en el dormitorio
La acción comienza en el dormitorio donde Renée (la actriz Suzanne Grandais) está cosiendo sentada en un sillón, entra Leónce (Léonce Perret), su marido, que le trae como regalo un protector para la punta de uno de sus alfileres, a ella no le gusta, pero él le enseña la noticia de un periódico que dice: «A raíz del decreto de hoy, el Señor Prefecto de Policía acaba de prohibir en la vía pública, el uso de alfileres de sombrero que no estén provistos de protectores de puntas», ella tira el periódico de un manotazo, porque sigue sin querer el protector –no se sabe muy bien por qué– y sale indignada de la habitación, cerando la puerta en las narices de su esposo, que se queda asombrado por su reacción.
El comedor en la siguiente secuencia
La siguiente secuencia se desarrolla en el comedor, la mujer va a salir y ha sujetado su sombrero con alfileres, pero sin protector, cuando ella hace un movimiento con la cabeza, el marido finge que le ha herido gravemente en el ojo; entonces la empleada doméstica (Valentine Petit) y la esposa lo llevan al dormitorio, que se ha visto antes, y mandan a la mucama a un piso inferior, donde vive el doctor Keppenson (Émile Keppens), para que lo traiga. Éste sube y entra en el dormitorio, donde en un momento que se ha quedado solo con Léonce, éste le cuenta que su herida es falsa; cuando vuelve Renée, el doctor la hace salir de la habitación, argumentando que debe quedarse solo con el enfermo.
Renée en el distribuidor mirando por el ojo de la cerradura de la puerta del dormitorio
En un pasillo por fuera del dormitorio, ella mira por el ojo de la cerradura y ve a los hombres riéndose, por lo que va al comedor y finge que se ha caído hiriéndose en una rodilla, y también la llevan al dormitorio; cuando el protagonista sale, ella le cuenta al médico su farsa. Finalmente el matrimonio se queda solo en la habitación y todo se aclara, pero la mujer obliga al protagonista a que se arrodille delante de ella y le bese el pie, como muestra de su arrepentimiento. El último plano sucede otra vez en el pasillo por fuera del dormitorio, cuando la empledada doméstica vuelve y no se atreve a entrar al dormitorio por lo que oye a través de esa misma puerta.
Es interesante conocer la distribución de la casa y la posición de las estancias, siempre según los movimientos de los personajes. La habitación donde se desarrolla la mayoría del argumento es el dormitorio, en el que puede verse una cama y al fondo una cristalera con una puerta de dos hojas, a través de la que al principio entra Léonce por la derecha, vestido con un abrigo y sombrero, por lo que viene de la calle, por esa cristalera sale Renée, tras conversar con su marido. La siguiente secuencia sucede en un comedor que tiene su acceso por la derecha del encuadre, por donde llega la mujer y se llevan al marido supuestamente herido, entrando en el dormitorio por la izquierda del encuadre; la mucama sale de ese cuarto por el fondo pero va hacia la izquierda donde debe estar la puerta de entrada a la vivienda, contradiciendo la posición del marido al principio, y el lugar por el que accede con el médico, quien acompaña a la protagonista para que salga por la izquierda del enciadre a una habitación intermedia, un distribuidor o un pasillo, que no se había visto antes, por una puerta a través de la que ella ve que todo es mentira; y vuelve a entrar por la derecha al comedor, donde urde su farsa. La acción se traslada de nuevo al dormitorio al que acceden por la izquierda, el protagonista envía a la mucama a traer algo y ella hace el mismo recorrido que cuando fue a buscar al médico, quien a su vez envía al marido también a traer algo y éste sale por la derecha, volviendo con una palangana con agua, por lo que en ese sitio puede haber un cuarto de baño o podría ser también la cocina, pero no parece lógico que estuviera al lado del dormitorio, lo que se confirma cuando llega la mucama con un jarro y el protagonista le indica que vaya a llenarlo saliendo por ese lado de la habitación, cuando ella regresa, el marido le da la receta que ha hecho el médico y ella sale hacia el comedor.
Esquema con la distribución de la vivienda 1.- Entrada del marido desde la calle al principio de la película. 2.-Salida de la empleada doméstica y entrada de ella con el doctor 3.- Distribuidor intermedio o pasillo, desde el que la mujer mira a través del ojo de la cerradura y donde al final la empleada no se atreve a acceder al dormitorio. (esquema: Jorge Gorostiza)
Por cierto, una receta muy particular en la que al marido se le recomienda «Poner una venda a la rodilla herida. Baños de pies con cocaína» y a la mujer «Colocar una rodillera en el ojo izquierdo. Loción de mostaza».
Esta distribución tiene dos incongruencias, la primera la dirección hacia la que se va desde detrás de la cristalera del dormitorio, hacia la puerta de entrada, que va variando según va avanzando la acción, primero desde la derecha, por donde entra Léonce, después a la izquierda, por donde se va la empleada de hogar y vuelve con Keppenson, y por último, cuando por fin se va el médico, directamente por la izquierda, por el lugar donde está el comedor y sin llegar a atravesar la puerta de la cristalera.
Vista imposible de Renée a través de la cerradura, porque ella está en el lateral de esa habitación y la ve desde el frente, donde está situada la cámara.
La segunda incongruencia espacial se produce cuando la esposa mira por el ojo de la cerradura de la puerta del dormitorio, porque en vez de ver a los personajes desde un punto de vista lateral, desde el distribuidor donde está ella, los dos hombres se ven del mismo modo que se han mostrado antes, desde delante, frontalmente, donde está situada la cámara en todos los planos en los que se desarrollan acciones dentro de esa habitación.
Estas incongruencias no son graves, ni perjudican al argumento, e incluso es posible que los espectadores no las apreciaran, pero son interesantes para comprobar cómo se concbía y construia en los primeros años del cine el espacio cinematográfico, muy parecido entonces al espacio escenográfico teatral.
Los esposos besándose ocultos
La película, además de las consideraciones espaciales mencionadas, tiene otros aspectos curiosos, por ejemplo, en la primera secuencia el protagonista va a besar a su mujer, pero ella mira hacia la cámara, a los espectadores, rompiendo la «cuarta pared», y se niega, él también mira a la cámara y entonces coge una carpeta negra, que está encima de un escritorio y la coloca entre ellos y la cámara de forma que oculte sus cabezas, suponiendo que así pueden besarse sin escandalizar al público.
El otro aspecto singular se desarrolla en la última secuencia, cuando la empleada del hogar, cargada con los medicamentos recetados por el médico, vendas y otros enseres, antes de entrar al dormitorio, donde está el cariñoso matrimonio, toca su puerta, oye algo, pone cara de asombro, acerca la oreja a la madera y lo que percibe aumenta su perplejidad, al mismo tiempo que la escandaliza. Una secuencia que se anticipa a otras con puertas también cerradas en películas dirigidas por Lubitsch. Recuérdese que alguien llegó a decir que este director insinuaba más con una puerta cerrada que otros con una bragueta abierta.
El asombro de la empleada por lo que ha oído detrás de la puerta
En un contexto donde la arquitectura sostenible y la eficiencia energética en edificios son prioridad, los arquitectos buscan soluciones constructivas que no solo cumplan con el Código Técnico de la Edificación (CTE), sino que además garanticen el confort y el ahorro energético.
Teatro-Auditorio en Llinars del Vallès, de Álvaro Siza. Fachada Structura-GHAS
Para alcanzar estos objetivos se diseñó Structura-GHAS, un sistema de fachada autoportante de ladrillo cara vista que combina la tradición cerámica con la innovación en eficiencia energética. Su configuración consiste en una hoja exterior autoportante independiente de la estructura portante, con una cámara de aire continua (ventilada o no) y aislamiento térmico de altas prestaciones.
La solución es fruto de la intensa labor de investigación y desarrollo llevada a cabo por la empresa Geohidrol y los fabricantes de ladrillo cara vista asociados a Hispalyt, organización que reúne a los principales fabricantes españoles de ladrillo cerámico.
Recientemente el Passivhaus Institut ha otorgado su prestigioso certificado al sistema. Este avance no solo valida la calidad técnica de la solución, sino que la posiciona como la mejor opción para proyectistas que desean diseñar edificios de consumo casi nulo.
Sistema Structura-GHAS
Ventajas del sistema Structura-GHAS
Aislamiento térmico y acústico superior, ideal para edificios Passivhaus.
Durabilidad: el ladrillo cara vista ofrece una vida útil superior a 150 años conforme a su DAP, con un bajo mantenimiento.
Estética arquitectónica atemporal: permite diseños contemporáneos sin renunciar a la imagen tradicional del ladrillo.
Cumplimiento normativo garantizado: cumple sobradamente todas las exigencias del CTE (HE, HS, HR, SE-F y SI) y cuenta con documentación avalada (DAU, atlas de puentes térmicos, manual técnico).
Asistencia técnica con soporte especializado desde el diseño hasta la ejecución, facilitando la implantación en obra.
Certificación Passivhaus: garantía de máxima eficiencia
El sistema de fachada autoportante de ladrillo cara vista Structura-GHAS ha obtenido el Certificado Passivhaus, disponible en la base de datos del Passivhaus Institut y en el software de cálculo energético PHPP. Esto permite a proyectistas y prescriptores acceder directamente a la información técnica, con detalles constructivos y cálculos térmicos verificados, sin necesidad de repetirlos.
Además, el certificado está publicado en la web de la Plataforma de la Edificación Passivhaus (PEP), accesible desde el perfil de socio-empresa de Hispalyt, lo que facilita su consulta y descarga.
En definitiva, esta certificación agiliza la incorporación de soluciones constructivas a proyectos Passivhaus, ahorrando tiempo y simplificando el trabajo técnico, reforzando asimismo la confianza en una solución que no solo cumple, sino que supera los requisitos de construcción energéticamente eficiente.
sistema Structura-GHAS
¿Por qué es una oportunidad para arquitectos?
La elección de un sistema certificado Passivhaus como Structura-GHAS ofrece ventajas competitivas como:
Optimización del diseño energético. Gracias a la inclusión en PHPP, se reducen tiempos de modelado y cálculos, asegurando resultados validados.
Solución fiable y segura. Incluye documentación técnica detallada, atlas de puentes térmicos y manuales, minimizando riesgos durante la ejecución.
Mejora la propuesta arquitectónica. Combina la estética tradicional del ladrillo con la innovación de un sistema que contribuye a la neutralidad energética.
Valor añadido en concursos y certificaciones. Cumplir con Passivhaus es un argumento potente para diferenciarse en proyectos públicos y privados.
Trabajar con Structura-GHAS permite diseñar edificios más eficientes, confortables y seguros, sin renunciar a la estética ni a la viabilidad económica.
Aplicaciones prácticas del sistema Structura-GHAS
Las Guardioles en Molins de Rei (Barcelona), de Arquitectos Pascual – Ausió – Fernández SCP. Fotografías de José Hevia. Fachada Structura-GHAS
En los últimos 15 años se han construido más de 300 obras con fachadas autoportantes de ladrillo cara vista Structura-GHAS. Este sistema es idóneo para viviendas unifamiliares y plurifamiliares, donde el ahorro energético es prioritario, edificios institucionales y educativos, que requieren alto confort y bajo consumo, y proyectos de rehabilitación energética, aportando mejoras térmicas y estéticas sin comprometer la estructura existente.
Para aquellos profesionales que diseñan proyectos que combinan eficiencia energética, estética y valor sostenible, y quieran saber más sobre qué es Structura-GHAS y cómo puede ayudarte a diferenciar tus proyectos visita https://www.structura.es/es
Fachadas cara vista: ecosistema completo
Hispalyt desarrolla la campaña “Fachadas cara vista: ecosistema completo” cuyo objetivo es mostrar las prestaciones y ventajas de las fachadas de ladrillo cerámico cara vista frente a otras soluciones.
El principio estructural resuelve al mismo tiempo el orden espacial interno y formal de la casa. El uso de elementos constructivos se limita a lo estrictamente necesario otorgando sencillez y claridad a la solución estructural, resuelta a partir de dos muros laterales de corte y dos diafragmas intermedios que permiten amplia espacialidad y fluidez al interior de cada planta. La estructura establece el orden espacial de la casa y sirve de soporte para varias configuraciones espaciales en su interior.
Casa Fundamentos | Holger Cuadrado | Croquis
La casa se inserta en un barrio residencial de la ciudad de Loja, a 2.060 msnm sobre los Andes bajos al sur de Ecuador.
Emplazada sobre un pequeño solar de 7,60 m x 13,50 m, este proyecto intenta reflexionar sobre cuestiones relacionadas al principio estructural en la definición de la arquitectura, y la flexibilidad espacial como recurso de proyecto.
Se construye en hormigón armado visto, resolviendo al mismo tiempo el orden espacial interno y formal de la casa. El uso de elementos constructivos se limita a lo estrictamente necesario otorgando sencillez y claridad a la solución estructural, resuelta a partir de dos muros laterales de corte y dos diafragmas intermedios que permiten amplia espacialidad y fluidez al interior de cada planta.
Casa Fundamentos | Holger Cuadrado | Plantas
La estructura establece el orden espacial de la casa y sirve de soporte para varias configuraciones espaciales en su interior. Desde el exterior se percibe como sobresale la caja del volumen principal de 5 m de frente con un voladizo de 3 m hacia la calle, conformando en planta baja un patio flexible abierto para juego de los niños junto al área productiva de la vivienda.
La casa se concibe como un contenedor espacial de cuatro niveles diseñado para acoger variados usos y usuarios. La planta baja y el sótano se configuran como áreas de trabajo independientes, conectadas directamente a la calle, permitiendo a los residentes desarrollar actividades productivas o de emprendimiento sin alterar el entorno doméstico.
Las plantas superiores, destinadas al uso residencial, están concebidas para ofrecer la posibilidad de reconfiguración en el futuro, ya sea como espacios de trabajo adicionales o viviendas independientes. Esta flexibilidad interior asegura que la casa pueda adaptarse a las cambiantes necesidades de sus ocupantes a lo largo del tiempo.
La casa se presenta como una solución arquitectónica que responde a las necesidades contemporáneas de sus usuarios, al tiempo que se adapta y vincula con sensibilidad a la topografía y al paisaje. Desde el interior de las plantas superiores, un antepecho bajo enmarca las vistas hacia la Cordillera de los Andes, mientras que lateralmente un antepecho invertido, colgando del techo, conecta visualmente con un árbol plantado en el patio de la planta baja.
Casa Fundamentos | Holger Cuadrado | Maqueta
Estas estrategias no solo enriquecen la experiencia visual desde el interior, sino que también valoran la orientación favorable al sol de la mañana, integrando la casa de manera armoniosa con su entorno.
Casa Fundamentos | Holger Cuadrado | Croquis casa fundamentos
Conexiones con el lugar
Casa Fundamentos
| Holger Cuadrado
| Planta flexibe
Casa Fundamentos | Holger Cuadrado | Sección
Casa Fundamentos Holger Cuadrado | Detalle escalera de madera mediante sistema de palancas
Obra: Casa Fundamentos
Autor: Holger Cuadrado
Colaboradores: Ronald Loján, Malú del Castillo, Brenda Barrios, Mateo Cuadrado, José David Sisalima, Mateo Figueroa. Ingeniería estructural: Ing. Carlos Aguilar
Año: 2024
Emplazamiento: Loja, Ecuador.
Fotografías: Sebastian Crespo | bicubik Web
¿Qué hay de nuevo? Conversaciones con urbanistas contemporáneos | Javier Monclús
El libro ¿Qué hay de nuevo? Conversaciones con urbanistas contemporáneos, de Javier Monclús y publicado por Ediciones Asimétricas, constituye una aportación imprescindible al debate sobre el urbanismo contemporáneo y la evolución de la cultura urbanística desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Lejos de ser una recopilación meramente historiográfica, el texto propone una lectura crítica que combina continuidad y cambio, tradición e innovación, a través de un original método de diálogo entre generaciones de urbanistas.
Uno de los principales aciertos de Monclús es situar la reflexión urbanística en un tiempo largo. Frente a la idea de rupturas absolutas, el autor plantea que el conocimiento sobre la ciudad se construye de manera gradual, mediante ajustes y revisiones. De ahí que el pasado no sea visto como obsoleto, sino como un recurso indispensable para comprender y proyectar el futuro de las ciudades. En esta línea, el libro recoge la paradoja del urbanismo actual: mientras emergen visiones disruptivas y nuevas aproximaciones disciplinarias, también resurgen concepciones heredadas que siguen siendo válidas para pensar los problemas urbanos.
El volumen se estructura en diez capítulos, cada uno dedicado a un tema fundamental de la reflexión urbanística contemporánea: el uso de la historia del urbanismo, la tensión entre ciudad planificada y ciudad vivida, el derecho a la ciudad, la calidad de los espacios públicos, el diseño urbano, la memoria colectiva, la relación entre urbanismo y política, las nuevas escalas urbanas, el ecourbanismo paisajístico y los procesos de descentralización. Para abordar cada tema, Monclús empareja dos urbanistas de distinta generación: uno vinculado a la “modernidad madura”, con una actitud crítica respecto al urbanismo moderno, y otro estrictamente contemporáneo, que aporta nuevas perspectivas desde distintas disciplinas.
Este recurso metodológico de la “conversación virtual” permite confrontar ideas y señalar paralelismos, discrepancias, continuidades y rupturas en el pensamiento urbanístico. Así, se generan visiones cruzadas entre figuras de referencia como Lewis Mumford y Peter Hall, Jane Jacobs y Richard Sennett, Henri Lefebvre y Dolores Hayden, Jan Gehl y Kevin Lynch, Josep Lluís Sert y Manuel de Solà-Morales, Aldo Rossi y Christine Boyer, Leonardo Benevolo y Fernando de Terán, Rem Koolhaas y Fumihiko Maki, Ian McHarg y James Corner, Thomas Sieverts y Christopher Alexander.
El resultado es un panorama plural, que no solo documenta debates pasados y presentes, sino que también contribuye a fundamentar los desafíos actuales del urbanismo: la sostenibilidad, la inclusión social, la memoria urbana, la relación entre política y planeamiento, o la calidad de la vida en la ciudad. En este sentido, el libro puede leerse como un ejercicio de urbanismo culto e informado, que reconoce los aciertos y errores del pasado y apuesta por un proyecto urbano crítico, integrador y adaptado a los tiempos contemporáneos.
El estilo de Monclús evita el tono excesivamente académico y apuesta por la claridad, lo que amplía el espectro de lectores potenciales: desde estudiantes y profesionales de la arquitectura y el urbanismo hasta investigadores y responsables de políticas urbanas. La presencia de un prólogo de José María Ezquiaga y la cuidada edición refuerzan la solidez de la obra.
En definitiva, ¿Qué hay de nuevo? Conversaciones con urbanistas contemporáneos es un libro de referencia que invita a reflexionar sobre el presente y el futuro de las ciudades, sin olvidar la herencia de quienes nos precedieron. Una lectura indispensable para quienes buscan comprender cómo se ha configurado y hacia dónde se dirige la cultura urbanística contemporánea.
Javier Monclús
Doctor en Arquitectura, Catedrático de Urbanismo y profesor emérito en la Universidad de Zaragoza. Ha sido director del Departamento de Arquitectura (UPA) en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (2009-2016). Con anterioridad fue profesor de urbanismo en la Universidad Politécnica de Cataluña (1980-2005). Miembro del consejo editorial de la revista Planning Perspectives; Director de la revista ZARCH. Journal of interdisciplinary studies. Presidente de ISUF-H (Hispanic International Seminar on Urban Form) (desde 2021). Codirector del Grupo de investigación de referencia “Paisajes Urbanos y Proyecto Contemporáneo” (PUPC). Ha publicado numerosos trabajos sobre las teorías e historia del urbanismo, proyectos urbanos y urbanismo paisajístico. Entre sus publicaciones: La ciudad dispersa (editor, 1998); International Exhibitions and Urbanism. The Zaragoza Expo 2008 Project(2009); Visiones Urbanas. De la cultura del Plan al Urbanismo paisajístico (coeditor, 2018); Ciudad de bloques. Visiones retrospectivas y prospectivas (coautor, 2020).
En la evolución de las ciudades mostrada por el cómic, ha tenido siempre un papel determinante la configuración que se ha mostrado del espacio público, ya que se trata del elemento urbano que permite realizar una lectura de la estructura social. Las diferentes visiones estudiadas arrojan una visión muy crítica con el espacio público, que ha dejado de ser el espacio de intercambio social y cultural. Se nos muestra un espacio público determinado por grandes infraestructuras viarias que no han dejado espacio para la acción humana. Primero, el automóvil, y después, la irrupción de la industria de la publicidad de las multinacionales, han acabado invadiendo el espacio común en el que la gente ya no encuentra un ámbito para la afirmación individual o colectiva.
En cierto modo, la realidad ha dado la razón a estos autores. El espacio público, en la actualidad, resulta desacreditado tanto por el tráfico rodado como por dos fenómenos que han colapsado el sentido de lo común. Se trata de las urbanizaciones impermeables que han creado bolsas homogéneas de población y de centros comerciales que han supuesto un reclamo más atractivo para el ciudadano que el simple pasear por una calle. En ambos casos, hay un control estricto para evitar el conflicto mediante la aniquilación de lo diverso. Se tiende, cada vez más a un espacio controlado, en el que no puede haber sorpresas y en el que definitivamente se ha disuelto la visión situacionista de la ciudad como un espacio para lo imprevisto.
Las visiones tecnológicas tampoco arrojan una percepción optimista del futuro, ya que se presentan bajo una perspectiva esclavizadora del ser humano. La concepción del progreso ha sido puesta en duda por numerosos autores, que la han interpretado como un instrumento de poder que al final ha derivado en una división social. En este sentido, la proyección del ser humano para imaginar el futuro ha sido francamente limitada. Ninguna historia ha previsto la sumisión a los dispositivos móviles como la mayor extensión del ser humano. Ningún autor fue capaz de anticipar la potencia de la world wide web (www). Y precisamente, en este aspecto, la realidad puede ir en otro sentido. Cabe esperar que sean precisamente los avances digitales los que permitan interconectar de nuevo a la sociedad con el territorio y con el espacio público.
La mayoría de las ciudades expuestas en el presente estudio presentan dos consideraciones sobre el territorio. La primera hace referencia a la pérdida del límite urbano. Para la ciudad tradicional ha sido muy importante el conocimiento y el respeto de sus propios límites. En la actualidad la ciudad ha crecido ilimitadamente, ya no existe separación entre ciudad y campo, o, en palabras de Lèvi-Strauss,
“el tránsito de la naturaleza a la cultura”.
Las prácticas de la ciudad difusa y las conurbaciones actuales han convertido a la ciudad en un tejido ilimitado capaz de absorber núcleos periféricos existentes de una manera planificada o no. Ello ha supuesto la pérdida del centro, siendo la ciudad contemporánea una estructura policéntrica. En este aspecto, la ciudad del cómic ha ido paralela a la realidad a través de la concepción de megaciudades post-apocalípticas.
En cuanto a la segunda consideración, que hace referencia a la centralización de la producción, la situación es diversa. El cómic ha tratado de prever una ciudad centralizada en edificios inmensos. Sin embargo, la realidad urbana, a través de un mundo hiperconectado gracias a la red digital y las tecnologías de la comunicación, ha fragmentado y separado los procesos productivos, desconcentrando los elementos de la cadena de producción que antes necesitaban estar topológicamente ligados (Muñoz, 2008).
Ciudad y producción dejaban de ser términos equivalentes
El espacio social, del mismo modo que el espacio urbano, no ha generado expectativas optimistas en los autores estudiados, los cuales no han mostrado una gran confianza en la evolución de la sociedad postindustrial. Ésta, de un modo u otro, se ha visto condicionada por una clase política muy jerarquizada que, avanzando un nivel en la anulación de subjetividad expuesta por Simmel a principio de siglo XX, ha convertido al ser humano en un mero instrumento. El diagnóstico es incierto, pero cabe confiar en una próxima reconfiguración social en sistemas más horizontales y permeables. Si bien las novelas gráficas tienden a mostrar una futura aniquilación de la personalidad del hombre, a partir de los años setenta la industria reaccionó de modo diverso. La constante búsqueda de grupos de consumidores diversos configura un mercado imprevisible y cambiante según el paso fugaz de modas, gustos y costumbres. La rápida transformación de los mercados y la presencia efímera de sus productos, impiden una identificación duradera con ellos, con lo que el consumo aniquila cualquier tipo de compromiso con la realidad.
Todas estas reflexiones han sido recogidas por los diferentes tipos de cómic. La tradición americana, con su referencia constante a las ciudades de Chicago y Los Angeles, difiere la tradición japonesa del manga, reelaborada en torno a Tokio. Las primeras, articulan sus discursos sobre las ideas de la metrópoli y sus incidencias postindustriales. La segunda, afronta escenarios de una ciudad renacida bajo la angustia de la destrucción total. Cada escuela contiene sus complejos y sus miedos, pero ambos escenarios resultan deslocalizados en un mundo global.
El cómic ha sido utilizado a lo largo del siglo XX para reflejar diferentes cambios de actitud cultural. Transformaciones, que han encontrado su réplica instantánea en este medio. Actualmente resulta imposible entender la sociedad sin las aportaciones vertidas desde los “márgenes”. El imaginario colectivo, por tanto, no es el resultado de un tipo concreto de propuesta, sino de un pensamiento caleidoscópico. Y una de esas múltiples caras, es la reflejada argumentalmente por el cómic.
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Se ha publicado el artículo «Las oscilaciones del espacio público. Transformaciones urbanas y sociales en el cómic», de Ignacio Grávalos, en el libro Open Sourcing. Investigación y formación avanzada en arquitectura editado por la Universidad San Jorge, que recoge diversos trabajos de investigación de los últimos cuatro años realizados en la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Jorge. El artículo está basado la investigación realizada en el Máster Universitario en Investigación y Formación Avanzada en Arquitectura, realizado en 2012-2013.
Un ambicioso proyecto restaurará a partir de este mes más 170 inmuebles del Centro Histórico de Lima, preservando así el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad.
Las ciudades son cultura viva porque las transformamos y adaptamos continuamente para que sean más funcionales a nuestras necesidades, en ese proceso, preservamos ciertos espacios y edificaciones con valor histórico y simbólico para las generaciones futuras. En el Perú, es el Ministerio de Cultura (MINCUL) la entidad responsable de velar por nuestro patrimonio, asumiendo una labor sumamente compleja, pues implica identificar las diferentes manifestaciones culturales (materiales e inmateriales) y garantizar su adecuada preservación.
Por otro lado, si bien todos los bienes prehispánicos son propiedad del Estado (Ley N° 28296), gran parte del patrimonio edificado posterior a dicho período es de propiedad privada, por lo que corresponde a sus propietarios tomar acción sobre su preservación y mantenimiento. Esta no es una acción sencilla, pues el costo de restaurar un edificio histórico es mucho mayor a una obra convencional, y los tiempos de gestión de las licencias suelen ser mucho más largos y complejos. Todo ello se carga sobre los hombros de los propietarios, quienes además no tienen mayor compensación que ciertas bonificaciones impositivas. Asimismo, debemos sumar los problemas de titularidad de muchos de los inmuebles históricos, lo cual dificulta aún más cualquier tipo de actuación. El resultado de esta situación es el que vemos en las diferentes ciudades del país, donde la mayor parte del patrimonio virreinal y republicano se encuentra en condiciones precarias, y en riesgo de colapso.
Pareciera que el destino del patrimonio urbano estuviera escrito, pero la realidad es que en diversos países se ha podido superar esta situación combinando facilidades para el saneamiento de los inmuebles con un instrumento denominado Derechos Adicionales de Edificación Transferible (DAET). Este consiste en reconocer y facultar la venta del potencial constructivo que no se estaría pudiendo aprovechar por la condición patrimonial impuesta, para ser aplicado en otros predios por encima de los parámetros vigentes, hasta un máximo previamente determinado. Encontramos muy buenos ejemplos en ciudades como Nueva York, Chicago, México D.F. y Sao Paulo.
En el Perú se utilizó por primera vez y con éxito en el distrito de Miraflores, donde mediante el Programa de Conservación de Casonas (2012) se consiguió recuperar la totalidad de edificaciones inscritas. A partir de esta experiencia, el MINCUL creó el programa piloto “Altura para la Cultura” (2017) para las ciudades de Trujillo, Arequipa e Iquitos. En el 2021 la Municipalidad de Lima publicó la ordenanza N° 2384, que promueve su aplicación en el Centro Histórico de Lima en el marco del Plan Maestro, y en el 2022 se publicó el reglamento. A la fecha no se ha conseguido implementar. En paralelo, nuestras municipalidades incrementan de manera gratuita los metros cuadrados que se podrían construir en los predios mediante los cambios y reajustes de zonificación, generando ganancias extraordinarias a los propietarios sin ninguna contraprestación a la ciudad.
¿No sería más inteligente conectar ambos mecanismos?
En el marco de la planificación urbana, debiéramos poder financiar la recuperación del patrimonio con el creciente interés del sector inmobiliario en desarrollar proyectos más atractivos que busquen atender la demanda de vivienda social, orientando las inversiones hacia zonas con usos obsoletos y un gran potencial de desarrollo. En el caso de Lima, estos han sido identificadas en el Plan de Desarrollo Metropolitano al 2040 como áreas para Planes Específicos. Dichos espacios son principalmente zonas industriales y grandes predios rústicos que han quedado en medio de la ciudad, y que hoy necesitan de una reglamentación especial que habilite un mejor y mayor aprovechamiento con la incorporación de vías, parques y equipamientos. En paralelo, el MINCUL ha presentado una propuesta de modificación del Reglamento de la Ley General de Patrimonio que busca agilizar los procesos técnicos asociados a los proyectos sin descuidar su protección, demostrando que hay un importante cambio de visión en el sector.
Esta es la oportunidad de reescribir el destino de nuestro patrimonio, utilizando las normas, los planes y la experiencia para convertir nuestras ciudades en verdaderas “potencias” del urbanismo mundial.
No es fácil decir qué es ComunicARQ, porque todavía no es más que una ilusión, la ilusión de dos Arquitectos Técnicos, Enrique Alario y Antonio Verdú, que llevamos muchos años en «el tajo», compartiendo contenidos en nuestros respectivos espacios en internet, pero que nos quedaba pendiente dar un salto que solos no nos atrevíamos a dar, pero que juntos esperamos que sea una realidad.
ComunicARQ arranca como un podcast de construcción en el que periódicamente queremos hablar de temas relacionados con el sector de la construcción, compartir experiencias, propias y de invitados, responder.
Nuestro paso por la 15ª Conferencia del Passivhaus, con STO, Weru y Gradhermetic
En esta ocasión os traemos el primero de los 3 podcasts que grabamos en la pasada Conferencia Española del Passivhaus en Valencia, el pasado 30 de noviembre, con nuestros colegas de Aula Passiv.
Nuestro paso por la 15ª Conferencia del Passivhaus, con Proclima y Zenhder
En esta parte 2 os traemos el segundo de las 3 entrevistas que gravamos en la pasada Conferencia Española del Passivhaus en Valencia, el pasado 30 de noviembre, con nuestros colegas de Aula Passiv.
Nuestro paso por la 15ª Conferencia del Passivhaus, con Daikin e Ingenium
Con esta tercera entrega, acabamos con la serie de las tres entrevistas que hicimos en la 15ª Conferencia del Passivhaus, que tuvo lugar el pasado mes de noviembre en Valencia. Gracias a la plataforma PEP por contar con nosotros, y a nuestros compañeros de Aula Passiv, por compartir junta a comunicARQ, los micros.
Construir en piedra, con Rosal Stones
En el programa de hoy tenemos el gustazo de charlar con Catalina y Ramón, responsables de la empresa Rosal Stone, dedicada no solo a la extracción de piedra, sino al tallado y utilización para construir con piedra. Pero no solo construir revestimientos como estamos habituados a ver en las obras, sino a extraer sillares para construir con piedra incluso elementos estructurales.
Precisamente sobre ese tema profundizamos en el programa de hoy, en la construcción de estructuras con piedra, un tema muy interesante que no conocíamos en el equipo de comunicARQ y que nos a gustado mucho conocer.
Ahora están en pleno evento en las instalaciones de Rosal Stone en el que están reproduciendo la bóveda de junterones de la catedral de Murcia. La están reproduciendo en las instalaciones de Rosal Stones, en Caravaca de la Cruz y tienen previsto un «fin de fiesta» con mesa redonda sobre la construcción de estructuras con piedra.
Puedes encontrar más información sobre el evento en Legado sostenible, si queires puedes ir a verlo en directo, seguro que es una experiencia muy interesante.
Last Planner System, con Fernando Cerveró
¿Conoces Last Planner System?
Si no lo conoces esta es tu oportunidad de tener un primer contacto con esta metodología de planificación de obras de construcción basada en la colaboración entre agentes. Para eso hemos invitado a uno de las referentes de la implantación de esta metodología, no solo en España, sino también a nivel internacional, Fernando Cerveró.
Fernando Cerveró dirige, junto a Mª Jesús Lledó, Think-Productivity, una consultoría de implantación de Lean Construction y, por tanto, también de Last Planner System.
Con Fernando charlamos sobre qué es Last Planner System, como se aplica, que tipo de obras son apropiadas para utilizar esta metodología, agentes que participan y muchas otras preguntas para que conozcas un poco más este sistema de planificación.
Preguntas y respuestas de nuestros oyentes del mes de enero
Gestión de tiempo aplicando GTD, con Luis Sánchez Blasco
Hoy entrevistamos a Luis Sánchez Blasco, Arquitecto de profesión y divulgador, no solo de temas de Arquitectura a través de su famoso blog cosasdearquitectos.com, sino también divulgando sobre temas de productividad a través de su podcast «Aprendiendo GTD»
Precisamente de ése último tema es del que vamos a tratar en el programa de hoy, de la gestión del tiempo aplicando la metodología GTD «Getting Things Done», una metodología que ayuda a gestionar los cientos de tareas que todos tenemos que realizar en nuestro día a día y que, por lo tanto, tenemos que gestionar, priorizar, ordenar y, por fin, ejecutar.
Luis nos cuenta qué es GTD, cómo es el procedimiento de GTD, pasos a seguir y, sobretodo, cómo aplicar GTD al día a día de un técnico del sector de la construcción.
Otro de los muchos proyectos que ha iniciado Luis Sánchez en relación a la productividad personal es lecturasproductivas, un espacio en el que descubrir lecturas relacionadas con la productividad donde, además, compartes la lectura con la comunidad que se ha creado.
Es una plataforma de pago, pero Luis nos ha ofrecido un descuento a los oyentes de comunicARQ. Si estás interesado en el proyecto puedes utilizar el cupón COMUNICARQ50 hasta final de febrero de 2024.
Formación BIM, con Salva Moret
Hoy entrevistamos a Salva Moret, Arquitecto y formador de Revit. En los últimos años se ha dedicado a impartir formación BIM, con cursos de Autodesk, Revit, Revit MEP, Maxwell Render, Arquímedes, entre otros. También realiza implantaciones BIM en estudios de Arquitectura.
Con más de 20 años de experiencia en el sector, ha desarrollado diferentes proyectos, tanto residencial como hotelera.
Desde 2008 dirige la academia de formación Ensenyem en Valencia y es socio fundador de Buildingsmart Spanish Chapter.
De este tema venimos a hablar hoy, de la formación BIM que necesitamos aprender a día de hoy para desarrollar nuestro trabajo, tanto en estudios de Arquitectura, como para los que estamos en obra o nos dedicamos al mantenimiento de edificios.
Una de las múltiples facetas de Salvador, además de formador en su academia Ensenyem y en numerosos cursos en Linkedin Learning, es la de plasmar su conocimiento y experiencia en REvit a través de los libros y manuales que ha escrito, tanto autopulbicados por él mismo como para la editorial Anaya. Sin duda unos libros referentes en el aprendizaje de Revit. Aquí los tienes: Manual práctico de Revit
Transformación Digital en la Construcción con Ivan Gómez
Preguntas del mes de febrero y Ratito Passivhaus con Amparo Alegria
Como hacemos para llevar nuestra primera obra juntos
Nos vamos a Rebuild 24
En el episodio de hoy entrevistamos a Gema Travería, Directora de Rebuild, la feria de la Industrialización, Sostenibilidad y Digitalización en el sector de la Construcción, que año tras año, se supera, en visitantes, expositores y conferenciantes proponiéndonos un punto de encuentro ineludible para todo aquel que quiera estar al día en lo último del sector de la construcción.
Rebuild 2024 y Ratito Passivhaus con Andreu Villagrasa
Estamos en REBUILD, en la feria de la construcción industrializada, la digitalización y la innovación, y como somos así, esta vez no somos nosotros quienes hacemos el programa, si no que Paula Rivera de Arquiknowmadas, es la que se pone delante de los micros y toma el control del programa.
Y como cada final de mes os traemos el Ratito Passivhaus. Esta vez quien se pone delante de nuestros micros es Andreu Villagrasa.
No te pierdas este interesante capitulo, donde te explicamos un poquito más a fondo cosas de comunicARQ.
Nuestro paso por REBUILD 2024
Volvemos con el resto de entrevistas que grabamos en REBUILD 24, SIKA, José Barea, Iván Guerra, Antonio Sánchez de Open Obra y Proyecto YZHub.
Consultoría estratégica para estudios técnicos, con Raúl Bosque
Cuando se crea un estudio técnico es muy complicado ver desde dentro las opciones de crecimiento que nos ofrece el mercado, qué caminos podemos recorrer, cómo podemos mejorar procesos, cómo podemos organizar los recursos, etcétera.
Para resolver muchas de estas dudas y ayudar con el crecimiento de las empresas surge la figura del CONSULTOR de empresas, que tiene la misión de estudiar el funcionamiento de la empresa y proponer caminos que ayuden al crecimiento.
RAÚL BOSQUE es CONSULTOR ESTRATÉGICO que, además, se ha especializado en empresas relacionadas con el sector de la ARQUITECTURA y la CONSTRUCCIÓN, por lo que creemos que es un invitado perfecto para que nos ayude a tener una visión de muchos de los factores que pueden ayudar al crecimiento de nuestros estudios técnicos.
Resumen Contart 2024, preguntas oyentes y Ratito Passivhaus
Reflexiones y Perspectivas desde Contart Ibiza 2024
En la reciente edición de Contart Ibiza 2024, el congreso bienal de referencia en Arquitectura Técnica, hemos tenido el privilegio de sumergirnos en un programa excepcionalmente enriquecedor.
Gracias al espacio proporcionado por la organización, el Espacio comunicARQ se convirtió en un hervidero de ideas y diálogos constructivos.
Diálogos en la Cumbre de la Arquitectura Técnica
Aprovechando esta plataforma única, organizamos varias mesas redondas que sirvieron de punto de encuentro entre colegiados y figuras destacadas de los órganos colegiales. Fue un honor contar con la presencia de Alfredo Sanz, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE); Vicente Terol, presidente del Colegio de la Arquitectura Técnica de Valencia; y Celestí Ventura, presidente del Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona.
Juntos, exploramos la evolución actual de la profesión, los desafíos que enfrentan los profesionales y las emergentes oportunidades de carrera. Estas conversaciones no solo arrojaron luz sobre la situación actual, sino que también abrieron caminos hacia futuros prometedores.
Finanzas personales e inversión, con Jordi Martínez
En el programa de esta semana, venimos a hablar de finanzas personales con Jordi Martinez, quien nos va a acercar lo que son las finanzas personales y las inversiones.
COMUNICACIÓN en la construcción, con David Arráez
El sector de la Arquitectura y de la Construcción ha pecado siempre de ser muy endogámico en cuanto a la comunicación. No nos hemos preocupado de transmitir y comunicar el valor que aportamos a la sociedad, sino que hemos comunicado para nosotros mismos.
En ocasiones, para poder darnos cuenta de estas situaciones, hay que ver desde fuera para darse cuenta de lo que se está haciendo y, sobre todo, de lo que se podría hacer para mejorar.
Para eso nos traemos al programa a DAVID ARRÁEZ, periodista, divulgador, conferenciante, consultor de comunicación que, en estos momentos, está involucrado en la comunicación de Berrilan, una consultora del sector de la Arquitectura, lo que le está permitiendo ver, desde su punto de vista externo, cómo está la situación de la comunicación en la construcción y en qué aspectos se puede mejorar.
Mesa redonda «Construir en las Islas»
Cierre de temporada y Ratito Passivhaus
Esta semana con mucha pena, damos por concluida la 3ª temporada de comunicARQ, y para ello hemos invitado a compañeros para que junto a nosotros hablemos de qué les ha parecido esta temporada que ya ha llegado a su fin.
Fran Silvestre Arquitectos. Crecimiento de un estudio de Arquitectura
Arquitectura Well, con Anna Ferrer
Sector inmobiliario en España, con Sergio López de Viviendea
Passivhaus en climas cálidos, con Andreu Villagrasa
La cubierta tipo «butterfly» se popularizó en la arquitectura en los EE.UU. a mediados del siglo XX.
En la casa todo pasa bajo esta cubierta en V, que abriga los diversos espacios, forma los voladizos, protege del sol y la lluvia y evita la percepción de un gran volumen construido, integrando la arquitectura en el entorno rural.
Situada sobre una base de piedra, la casa surge en medio de una tupida valla arbustiva. Una serie de volúmenes que se despliega entre patios, jardineras y parterres y finalmente se abre al jardín delantero.
«Butterfly» | Tallerdarquitectura | Secciones
La sección explica la arquitectura, los volúmenes, los espacios interiores y las conexiones con el jardín, la diversidad de relaciones entre el hábitat y la naturaleza domesticada, con jardineras, parterres y arbolado a diferentes niveles.
Es un mundo de reflejos y transparencias entre las plantas, los vidrios y los interiores, es como recorrer el jardín cada día, con fragmentos de verde que se van sucediendo en el interior, cada rincón tiene su complementario fuera.
Los clientes pidieron un patio con una casa y acto seguido dieron libertad total para poder diseñar la vivienda. Creo que nunca volveré a tener unos clientes que depositen tanta confianza en mi trabajo, es inusual que una vez definido el programa funcional de la vivienda (espacios necesarios para la vivienda), el cliente no tenga demandas y condicionantes para el proyecto. La verdad es que fue una suerte el acompañamiento de los clientes en este proyecto.
«Butterfly» | Tallerdarquitectura | Planta y alzados
El jardín
La vegetación y el entorno de la vivienda forma parte de la arquitectura. La arquitectura no se limita solo a los límites construidos, va mucho más allá, porque los espacios se expanden y las sensaciones que se pueden crear con la arquitectura tienen que ver con como estos espacios están formados, como se relaciona el volumen de la vivienda con su entorno, qué visuales se consiguen desde el interior de los espacios.
Todo esto se convierte en esencial en este proyecto, porque desde los varios rincones de la vivienda se puede disfrutar de estos elementos vegetales y visuales, pero no de forma monótona, sino de forma diversa, porque cada espacio contiene su homólogo al exterior; un patio, una jardinera, un parterre, una visual al vecindario rural, un conjunto de árboles…
Los volúmenes y los espacios invitan a que el recorrido interior sea más que un simple andar por dentro de la casa, porque igual que pasa en el exterior, su composición es diversa. Se transita de forma fluida pasando de espacios más íntimos y acotados, como puede ser el dormitorio principal donde la sensación puede ser la de estar en una cabaña de madera, hasta el estar de la vivienda que se abre completamente, con ventanales grandes y una altura de techo más alta, aquí el espacio coge más importancia, es más protagonista de la historia.
Entremedias la entrada que conduce y distribuye y el paso que con curvas sinuosas transportan a otro ambiente, diferente a los anteriores, una ventana que mira en el patio, con un banco de madera acompaña el recorrido e invita a la pausa. Todo esto pasa dentro de esta casa, y se consigue con un trabajo detallado de los materiales, la relación entre las piezas interiores, así como a través de las relaciones entre cada estancia y su exterior y la forma de la cubierta que permite crear espacios con alturas diferentes.
La vivienda tiene un consumo energético muy bajo, principalmente porque se calienta de forma natural y se protege del sol en las épocas calurosas también de forma natural. Por la disposición de las aperturas, la vivienda aprovecha al máximo la entrada del rayo del sol en invierno, mientras que en las épocas calurosas se protege del sol mediante la propia vegetación del contorno, que al ser de hoja caduca en verano hace sombra sobre la casa. La pergola, y los «screens» exteriores completan la acción contra el calentamiento de la vivienda.
La calidad de las aperturas de madera permite un cierre optimo evitando pérdidas energéticas por las carpinterías, que además por su disposición en la vivienda permiten abrirse para crear una ventilación natural cruzada, así que en los anocheceres de verano el aire más fresco de las madrugadas puede circular y refrescar también de forma natural el interior de la vivienda.
La elección de los materiales, con la cubierta de madera prefabricada, la cerámica y los revestimientos y pavimentos de baldosa cerámica contribuyen también al bajo impacto ambiental en cuanto al ciclo de vida de los materiales.
Si la vegetación es arquitectura merece un espacio propio. En este proyecto se definieron cinco elementos básicos para acompañar la vivienda.
Las jardineras se aproximan a las ventanas y a las fachadas, hacen que los volúmenes pierdan altura, reduzcan su magnitud y por tanto la casa quede más diluida en el entorno. Acercan las plantas a los vidrios de las ventanas, aproximando las plantas ornamentales o aromáticas en el interior.
Los parterres aportan este elemento vegetal al contorno de la casa, disminuyendo el efecto de edificio construido dentro del jardín y ampliando el «verde» en el mismo.
Los árboles generan la sombra necesaria en verano y forman un pequeño bosque donde refugiarse. Además de esto evitan la visual directa desde el exterior y disimulan los volúmenes de la casa en el entorno rural.
La valla, concebida como un margen natural más de los que hay en el entorno paisajístico se forma con especies autóctonas, de bajo consumo hídrico. Este hecho con variedad de planta arbustiva para evitar el efecto de pantalla homogénea, de forma que conforma un zócalo verde que todavía filtra más las miradas de la calle y aporta un talón de fondo desde la vivienda.
Finalmente la superficie verde del terreno, que se deja con un crecimiento natural de las propias especies que crecen, así como los espacios de tierra y grabas que acaban de completar las texturas exteriores. Solo una pequeña parte queda pavimentada, el resto se percibe como la suma de estos de elementos vegetales, desde las pequeñas plantas hasta los árboles.
Este es un libro de viajes. Para ser más preciso, es un libro sobre un viaje, el que hace un peregrino para alcanzar la iluminación. Los viajes son metáfora de la vida y la peregrinación, como todo viaje, también. Pero sobre todo es una técnica ascética y de meditación prolongada en el tiempo, con la finalidad de ir cambiando nuestra percepción hasta conducirnos a un estado superior de consciencia, incluso a la iluminación. […]
Alonso consigue, en Henro Michi, transmitir la sensación de viaje, de peregrinaje, no solo por el contenido de los textos sino, también, por la estructura del libro. Las cuatro partes del libro nos van mostrando la evolución del peregrino según la tradición budista quizá más estructurada, menos anárquica, que la de nuestros místicos.
Del Propílogo de Rafael Pérez Castells
Javier Alonso
Nace en San Sebastián en el verano del 62. Tras desarrollar una trayectoria amplia como ingeniero industrial en los campos de la energía y de la innovación, en los últimos años se ha venido centrando en proyectos más personales a través de la fotografía, de la poesía y, más recientemente, del cine. Sus fotografías se vienen exponiendo regularmente en diferentes entidades, tanto públicas como privadas, formando algunas de ellas actualmente parte de las colecciones del Consulado del Mar, en Burgos y de la Real Sociedad Fotográfica en Madrid. Asimismo, ha participado en los libros de poesía cincuenta y cuatro poetas que corrieron la maratón de Chicago, ochenta y ocho octavas reales o más y La Balada del río Fresquillo-Epitafios, libros pertenecientes a la Colección Sola Nocte de Ars Poética.
También ha sido galardonado con el Premio de Poesía José Antonio Torres Ciudad de Tomelloso y con el accésit al Premio Nacional de Poesía de la Hermandad Cofrade de Peñaranda de Bracamonte. Javier Alonso vive en el espacio poliédrico formado por la ciudad de Madrid, el pueblo de Quintanilla del Agua y el resto del mundo.
La ciudad contemporánea ya no es la misma que la de hace veinte años. Se han producido grandes transformaciones, tanto urbanas como sociales, que han alterado la significación del espacio urbano. La irrupción de la metrópoli industrial modificó de modo inequívoco la estructura de relaciones sociales tradicionales y del mismo modo varió el espacio público que permitía una determinada interacción social y cultural del ser humano. En la actualidad la ciudad continúa mutando, lo que hace imposible realizar un diagnóstico sobre el devenir de las ciudades.
Estas transformaciones han sido estudiadas por los urbanistas y sociólogos. Paralelamente, una serie de disciplinas periféricas han intentado dar una respuesta parcial a todo el fenómeno urbano y social. La posmodernidad ha confiado en que la suma de miradas fragmentadas tenía la capacidad de dar respuesta a una realidad compleja. En este contexto surgió la consideración del cómic como un medio eficaz para reelaborar respuestas a esta situación contemporánea.
Este trabajo pretende detectar qué ha movido a una serie de autores a posicionarse de un modo preciso ante la realidad, afirmándola o rehuyendo de ella. Es muy posible que enmarcando estas actitudes en un amplio ámbito cultural e intelectual, y procurando verter lecturas transversales arquitectónicas, antropológicas, sociológicas o ecológicas nos den las pautas para considerar que esas imágenes no pertenecen sólo a un autor, sino que pertenecen más bien a un imaginario colectivo.
Narraciones gráficas. La oscilación del espacio público
Este estudio pretende abordar ciertas transformaciones urbanas y sociales, tanto reales como imaginadas, reflejadas en el cómic. Se propone realizar un análisis de las variaciones que ha soportado la metrópoli en función de la capacidad que han tenido los autores de imaginar el futuro y de recordar (u olvidar) el pasado. El estudio pone énfasis en la oscilación del espacio público dado que constituye la parte más sensible de la ciudad, ya que en él se escenifican las relaciones humanas de una sociedad determinada.
El texto aborda una metodología de estudio de casos concretos en que el cruce de miradas interdisciplinares permite una lectura reflexiva sobre la ciudad y la sociedad. Este análisis no pretende ser una taxonomía ni una recopilación, no pretende ser lineal, sino que va a proponer saltos en el espacio y en el tiempo que, de una manera u otra, reflejan transformaciones decisivas en la sociedad del siglo XX.
Se va a realizar un análisis de la evolución del espacio público a lo largo de los casos seleccionados. Para ello, es necesario considerar que no sólo está condicionado por aspectos urbanos, sino que está conformado por una nebulosa que entreteje cuestiones sociológicas, antropológicas, psicológicas o tecnológicas. La selección de los casos atiende a una serie de requisitos previos que se han considerado objetivamente necesarios para el presente estudio. Por una parte, se ha restringido el estudio a autores de máximo prestigio, con una calidad contrastada y una trayectoria avalada por diversos reconocimientos cualitativos. Cualquiera de los seleccionados ocuparía un lugar privilegiado en la historiografía del cómic. Pero, igualmente se ha considerado imprescindible escoger autores y obras que, manteniendo un estricto nivel de exigencia, han sido capaces de llegar al gran público, de manera que se evidenciase la dialéctica entre el mundo propio de un autor y su posible influencia en la formación de un imaginario colectivo.
El primer cómic de este estudio parte de 1911, y es el primero en representar la ciudad industrial de un modo tan decidido; el último analizado, concluye en los años 90 del pasado siglo. Se pretende, más bien, recoger aquellas visiones que por un motivo u otro han expresado las grandes transformaciones urbanas y sociales. En ese sentido, el lapso de tiempo escogido transcurre entre la pérdida de identidad del urbanita de inicios de siglo XX y la pérdida de humanidad del bioroide, prevista para un inicio próximo.
Casos de estudio
1. “Little Nemo”. La metrópoli industrial. La aparición de un mundo inesperado.
Autor: McCay, Windsor Publicación 1905 Escenario Chicago, 1900, 1.700.000 habitantes. En 1920, la población aumentó en más de 1.000.000 de personas.
La sociedad de principios del siglo XX tuvo verdaderas dificultades para encontrar su lugar en el escenario de la metrópoli industrial. Una ciudad que había acelerado el tiempo, cinética, vertical, múltiple, sobresaturada y con una transformación constante que impedía su comprensión unitaria.
El hombre de principio de siglo, desconcertado, percibía fragmentos de la metrópoli, impulsos acreditados por la nueva visión panóptica que había introducido el mundo científico. Eran impulsos desencadenados y discontinuos que desarticulaban la visión monofocal heredada de la ciudad clásica (Ramírez, 2009). La sociedad se enfrentaba a una nueva realidad, que exigía una inédita forma de mirar y de percibir que ya estaba adelantando el mundo descompuesto del cubismo.
Esta manera de percibir fue potenciada con la irrupción de la fotografía, que favorecía la posibilidad de congelar la realidad en pequeños instantes. Pero, en cierto sentido, se trataba también de una resistencia a entender la vida como un fluir y, por el contrario, a mostrárnosla como una suma de fracciones y de efectos picnolépticos (Virilio, 1988). A partir de entonces la vida, en muchos sentidos, pasaría a ser un proceso de montaje de fragmentos de espacio y de tiempo. A toda esta concepción, contribuyeron de modo significativo las nuevas explicaciones que el mundo científico arrojó sobre la composición de la energía, y en concreto por la teoría cuántica que Max Planck1 expuso en 1900. La visión continua y lineal del mundo se iba descomponiendo debido a las innovaciones físicas, matemáticas y culturales que se proponían desde diferentes disciplinas.
El principio del siglo XX se iniciaba con La interpretación de los sueños (Freud, 1900), una obra escandalosa que conseguiría cambiar la conciencia que la humanidad tenía de sí misma. De repente, se abrían las puertas del inconsciente y tomaba consistencia una segunda vida oculta, con la capacidad de arrojar significado sobre la realidad. Cinco años después de esta publicación, W. McCay publica las primeras tiras de “Little Nemo” en el New York Herald. Este cómic, de carácter profundamente arquitectónico, narra los sueños de un niño, el pequeño Nemo, en los que se van sucediendo historias con el telón de fondo de unas ciudades y edificios todavía bañados con el esplendor del Art Nouveau. Resulta significativo el hecho de recurrir a un estado subconsciente para mantener todavía la ficción del Art Nouveau. Un sueño que iba disolviéndose lentamente, desapareciendo bajo el peso de la ciudad industrial y que era el reflejo de una vieja sociedad que estaba cambiando de piel. Los dibujos de McCay reflejan intensamente este momento, frágil, nostálgico y emotivo, que muchas veces lo contagia a la propia configuración de sus viñetas.
Fig. 1. McCay, Little Nemo, publicado en el New York Herald, 1907.
Los dibujos son herederos de un modernismo todavía muy presente en los ámbitos culturales. Realizados con líneas muy precisas y colores planos de tonos pasteles, cada viñeta supone una explosión de color, con innumerables detalles que caracterizan las diversas arquitecturas. Presenta un gusto por la decoración, por lo recargado y por lo mixto. Sus ensoñaciones siguen siendo todavía monumentales, ancladas a un pasado inmediato y, en las escasas apariciones de la arquitectura moderna, ésta aparece con una frialdad incontestable.
Los edificios de Little Nemo transcurren entre los paisajes imaginados a la sombra clasicista de la Exposición Universal de Chicago (una ciudad radiante, emergida sobre tierras pantanosas, blanca y brillante, presagiando un futuro optimista) y la metrópoli emergente de New York. Giedion (1982) ilustra la decepción que supuso el estilo clasicista de la Exposición y
“la ausencia de innovaciones en un mundo nuevo”.
Es en esta mirada hacia el esplendor del pasado en la que se siente cómodo el pequeño Nemo, en la que sus sueños constituyen un escape del presente.
Todo ello lo refleja inventándose nuevos modos de expresar la realidad. Encuadres insólitos, raccords, travelings, diagonales imposibles y un sinfín de recursos que establecen una relación sutil con las atracciones de Coney Island, estudiadas por Koolhaas (2001) como motor de la metrópoli contemporánea. Posteriormente, este lenguaje lo adoptará el cine tras haber sido ensayado a través de las páginas de Little Nemo. McCay se prodiga en tomas panorámicas que lo desligan del plano de tierra y deshumaniza el punto de vista, ya que adquiere una ingravidez impropia del ser humano.
Ya en este estado onírico, la ciudad se presenta habiendo perdido sus coordenadas habituales de representación. Es recorrida por personajes que la sobrevuelan, los edificios pierden la escala (con claras referencias a un surrealismo incipiente), los espacios abandonan su verticalidad, aparecen girados y deformados con un clasicismo que se desvanece también en un profundo sueño. Refleja las dudas de una sociedad que ha perdido sus antiguas certezas, y que encuentra en lo onírico un modo de definir una ciudad en la que su lenguaje estaba todavía por inventar.
Tampoco resulta casual que sea un niño el protagonista de sus historias. Ver el mundo a través de los ojos infantiles abrirá un camino que posteriormente explorarían diversas disciplinas buscando el origen y la explicación de comportamientos adultos. En toda esta puesta en escena subyacen los estados psicológicos de la percepción del espacio, que años después sistematizarían autores como Piaget, Wallon o Hubert.2 Son paisajes urbanos que han perdido la lógica de la realidad, escenificados por un niño que ya no es capaz de comprender el mundo, un mundo cambiante y extraño que se le escapa de las manos, un nuevo paisaje urbano que va mutando ante el asombro del pequeño Nemo. La incomprensión del protagonista será el reflejo de la transformación de un modelo social, de la aparición del ciudadano moderno, que será estudiado por la llamada Escuela de Chicago y que abordará el modo en que la nueva metrópoli configura y determina el comportamiento del nuevo ciudadano. (Park, 1952)
El autor se recrea ante los últimos brillos de un modernismo que se resiste a dejar espacio al inicio del siglo XX y que sólo despertará tras los estragos de la Primera Guerra Mundial. Una vez despierto, ya en una lógica regida por las leyes del capitalismo, se encontrará un mundo que ha cambiado irreversiblemente.
2. “Avenida Dropsie”. El declive del barrio.
Autor: Eisner, Will Publicación 1995 Escenario Bronx, 1900, 200.000 habitantes. En 1930 la población ya era de 1.300.000 habitantes.
El nacimiento y desarrollo de la ciudad americana ha sido un tema recurrente en el cómic. Quizá haya sido W. Eisner, en su “Avda. Dropsie”, el autor que mejor ha sabido expresar esta evolución. A través de sus dibujos, quedan reflejados los procesos evolutivos de la gran ciudad americana, desde los primeros asentamientos, el nacimiento del barrio, la expansión, el abandono, la ruina, la especulación o la gentrificación.
Todo ello transcurre bajo la atenta y nostálgica mirada de los habitantes, que ven como el pasado se ha esfumado velozmente y repentinamente se han quedado sin futuro. El mayor interés de este enfoque reside en la íntima simbiosis entre sociedad y arquitectura. Los edificios no son parte de una escenografía casual, sino que definen el estado emocional de los habitantes, que son representados con especial ternura. No es posible entender una realidad sin la otra. El autor transfiere a la arquitectura connotaciones de la existencia humana. Y es por eso, que la paulatina desaparición de los edificios tiene la condición de una pérdida personal.
La Avenida Dropsie, publicada a final del siglo XX, plantea diversos cambios surgidos a principio de ese mismo siglo, por lo que al autor le es posible adquirir cierta perspectiva para analizar lo sucedido. En cualquier caso, lo que refleja es el germen de un proceso que se iría repitiendo a lo largo del siglo y que esas transformaciones producidas tanto en la ciudad americana como en la europea, siguen repitiéndose en la actualidad. Los personajes de Eisner son el reflejo de sus propios recuerdos, pero forman parte también de una memoria colectiva que se ha ido constituyendo en la sociedad. Vemos, que esos recuerdos están íntimamente ligados a la identidad y, por tanto, la desaparición de la ciudad tradicional está relacionada con la aniquilación de la memoria colectiva (Halbwachs, 2004).
Eisner nos muestra la realidad de un barrio hilvanado por las relaciones de los vecinos, que encuentran espacios de convivencia no sólo en el espacio público, sino en una serie de elementos intermedios de relación a pequeña escala que se convierten piezas imprescindibles del barrio: el patio, el porche, el zaguán, etc. Son unos espacios que conectan y aglutinan las sensibilidades de los diversos vecinos, sus manías y sus deseos. Pasan a ser lugares intermedios entre los mundos privado y público, y aparecen como el último reducto de socialización en una ciudad en la que el habitante ha pasado a ser un personaje anónimo.
Fig. 2. Eisner. Avda. Dropsie, 1995.
La “Avenidad Droopsie” continua la historia iniciada en “El ansia de vivir”. En esta última, resulta sobrecogedor observar como poco a poco, de telón de fondo del Bronx neoyorquino, empieza a aparecer la gran sombra de Manhattan, de manera constante y obsesiva, que flota en el horizonte como la tierra prometida por el sueño americano. Se establece, de este modo, una dialéctica entre la realidad del barrio y de la metrópoli: dos universos antitéticos separados por el río Hudson.
La aparición de la metrópoli, pone de manifiesto la dicotomía que va a tener lugar entre el barrio articulado y la ciudad compacta, vertical y masiva. La ciudad, de ese modo, adquiere las tres características que la definirán a partir de entonces: extensión, densidad y heterogeneidad (Wirth, 1938). Esta dualidad, va a tener también su reflejo en las conductas sociales que van a ser transformadas, a la vez que se desarrolla la ciudad industrial.
En el barrio todavía persiste cierta continuidad de lo privado en el espacio público frente al anonimato de los espacios públicos de la gran metrópoli. El espacio público va a presenciar la paulatina pérdida de identidad del ciudadano ante una nueva dimensión metropolitana que le excede. Va a constituirse en
“escenario de un tipo insólito de estructuración social, organizada en torno al anonimato y la desatención mutua, o bien a partir de relaciones efímeras basadas en la apariencia,(…)el simulacro y el disimulo”. (Delgado, 1999: 12).
Se produce así, una pérdida de identidad del barrio, simultánea a la pérdida de identidad del ciudadano, que iniciará a partir de aquí un proceso de invisibilidad que tendrá su máxima expresión en la futura desaparición de la identidad y la pérdida de rostro en el ciberespacio.
Frente a la hostilidad de la nueva metrópoli, Eisner nos traslada la vida de un barrio que ha fortalecido el sentimiento de comunidad. La función que cumplen esas afinidades voluntarias es la de hacer frente a la desestructuralización que amenaza a los individuos inmersos en procesos de urbanización y modernización, ya que otras referencias colectivas (familia, política, religión o moral) aparecen desacreditadas en un mundo en constante cambio (Delgado, 1999).
En el barrio de la Avda. Dropsie, azotado por la Depresión americana posterior a 1929, llega un momento que los residentes inician un proceso de abandono del lugar, emigrando hacia otras zonas más cómodas que les ofrece la ciudad. Estos huecos son ocupados paulatinamente por inmigrantes de bajo poder adquisitivo que van transformando el tejido social. En un momento dado, los propios protagonistas de “La avenida Dropsie” presencian la disolución del barrio. Todas aquellas manzanas que configuraban su paisaje urbano se habían ido deshabitando, degradando, siendo finalmente demolidas por los nuevos especuladores. Se trata este de un momento especial, en el que surgen una serie de vacíos en la ciudad que tardarán más o menos en ser edificados. Cabe subrayar, que la destrucción del barrio, y por tanto de la vida comunitaria, arrasa también la memoria del pasado, produciéndose un borrado sistemático de la cultura, un proceso de impostación de una falsa memoria (Montaner, 2003). Esto, sólo es un paso más en la construcción de una ciudad no inclusiva, una ciudad sin memoria y sin sentido.
3. “Las aventuras de Jodelle”. La ciudad posmoderna.3
Autores: Peellaert, Guy / Barbier, Pierre Publicación 1966 Escenario Roma, 27 a.C., 400.000 habitantes.
En “Las aventuras de Jodelle”, de G. Peelaert, se representa, por primera vez la ciudad posmoderna en el cómic. Una ciudad que exhibe un sistema de referencias contradictorias, híbridas, que dan lugar a especulaciones anacrónicas, y que en este caso están significadas por un impactante tratamiento “pop” de las imágenes.
El autor nos traslada a una Roma Imperial posmoderna, presenta una ciudad salpicada de imágenes publicitarias y tubos de neón. En cierto modo, anticipa la visión de la ciudad posmoderna y articula en su discurso los temas que se iban a abordar en los años posteriores: la ciudad histórica, lo híbrido, el personalismo, el feminismo, la publicidad, la revolución sexual, la cultura pulp, las ampliaciones de los estados psicológicos, etc., y anticipa, asimismo, una nueva imagen de la sociedad del espectáculo mediante sistemas pertenecientes al mundo de la mencionada publicidad. Asistimos a una ciudad hipnotizada por el modelo de consumo que se ha apropiado, ya de un modo irreversible, del espacio urbano.
Aparece entonces el concepto de espacio público como hipermercancía, desligado del territorio y des-referenciado, en el que
“no hay relieve, ni perspectiva, ni puntos de fuga donde la mirada correría el riesgo de perderse, sino una gran pantalla donde todos los paneles publicitarios y los productos se exponen ininterrumpidamente, interactuando como signos equivalentes y sucesivos”. (Baudrillard, 1999: 127)
La ciudad es entendida como una hipérbole, una ficción psicodélica que encuentra en el cómic una correspondencia inequívoca como un medio capaz de alejarse del mundo heroico americano y adentrarse en el territorio de la cultura camp.
Fig. 3. Peellaert & Barbier. Las aventuras de Jodelle,1966.
“Las aventuras de Jodelle” describe una ciudad transformada, donde la grandeza de la Roma Imperial convive con el brillo de la publicidad contemporánea, y en la que la esencia del lugar ha sido travestida hasta resultar irreconocible. Es ese mismo modelo de ciudad-espectáculo el que sirve de base a Debord (2002) para perfilar una crítica del modelo social. Este espacio público ya perteneciente al mundo de la comunicación será revalorizado por Venturi (1998), reflejado en su máxima intensidad por el modelo de Las Vegas.
El modelo de ciudad capitalista y su actitud ultra-individual es asociada por Lipovetsky (2002) con la aparición de la sociedad posmoderna y con un proceso de personalización consistente en la disminución de imposiciones y coacciones, un máximo de elecciones privadas,
“un mínimo de austeridad y un máximo de deseo”.
Esta exacerbación del individualismo se basa en la pérdida de fe en una sociedad conquistadora, que creía en el futuro, la ciencia y la técnica. Y este descrédito, este desencanto por el progreso, es el germen de muchas de las distopías planteadas en esos años. La disolución del optimismo presenta una reacción a modo de deseo de identidad, de diferencia frente a la homogeneización del hombre nuevo que les presentaba la modernidad. Se trata de una sociedad obsesionada por la “información y la expresión”, de un triunfo del “software” sobre el “hardware” (Banham, 1968).
4. “The long tomorrow”. Imágenes de una ciudad distópica.
Autores: Moebius / O’Bannon, Dan Publicación 1976 Escenario Ciudad ficticia, sin nombre, (futuro). Número de habitantes desconocido.
El género de ciencia ficción como un todo no es futurístico, ni profético, más bien nostálgico; y principalmente, expresa más la sociedad del tiempo en que fue escrito que la posibilidad de la visión del futuro (Roberts, 2000).
Bajo la presión de un futuro tecnológico, diversos autores empezaron a producir imágenes que mostraban una visión post-apocalíptica de la sociedad. Ciudades decadentes, caóticas, claustrofóbicas, desorganizadas y violentas. En este punto, la ciudad imaginada ha dejado de ser ya un espacio maravilloso y representa la materialización de todos los excesos generados por la metrópoli industrial. La tecnología había evolucionado rápidamente abriendo una distancia insalvable con la ciudad tradicional. Los restos de la metrópoli eran considerados como auténticas ruinas. Y la ciudad del futuro estaba compuesta precisamente por esos dos elementos, la tecnología del futuro y las ruinas de la ciudad industrial.
El imaginario colectivo de la ciudad del futuro a lo largo del siglo XX estuvo condicionado por la película “Metrópolis” (1927), de F. Lang. No sería hasta 1976 cuando un pequeño cómic de dieciséis páginas cambiaría el modo de imaginarla. En “The long tomorrow”, uno de los cómics más influyentes de la historia, Moebius concibe una ciudad que sería referente para la posterior “Blade Runner” (1982), película de R. Scott, estableciendo un nuevo imaginario sobre la ciudad del futuro. Una metrópolis que combina las miserias de la sociedad con unos adelantos hipertecnológicos. Lo sucio, la ruina y lo reciclado pasa a formar parte de un paisaje urbano en el que la tecnología ha ido devorando el espacio público. Una ciudad, que ha desarrollado un crecimiento vertical inverso, prolongado hacia el centro de la Tierra y que establece niveles estancos de convivencia creando sociedades separadas: los estratos superiores destinados a las clases altas y los estratos inferiores, destinados a una sociedad degradada y violenta.
Fig. 4. Moebius & O’Bannon. The long tomorrow,1976.
Curiosamente, estas dos grandes distopías imaginan ciudades subterráneas, destinadas a una casta de trabajadores con un restringido acceso al mundo exterior. En ambas, subyace una representación de la lucha de clases que ha sido escenificada por una ciudad bipolar y que ha creado una frontera bien precisa entre una clase de elite y una población muy degradada. En el caso de “The long tomorrow”, la superficie terrestre ha quedado reducida a su función de plataforma astroespacial y la vida transcurre en la más absoluta artificialidad situada en las entrañas de la Tierra. Se trata de una ciudad hipercompacta conectada por vehículos ingrávidos. Los espacios genéricos conviven con edificios simbólicos de diversos estilos, en una mezcla posmoderna carente de todo sentido, distribuidos en varios niveles. La lógica de la ciudad es la de la superposición y de la agregación.
Los peores augurios gráficos sobre la ciudad del futuro exponen la radicalización de la idea de la ciudad global. Mitchell (2001), basándose en Castells, advertía sobre el evidente y grave peligro de una nueva reconfiguración de los modelos urbanos capaz de crear una
“polarización espacial y social entre grupos de funciones de alto valor añadido, por un lado, y grupos socialmente devaluados y espacios degradados, por el otro”. (Castells, 1998: 28)
Esta ciudad dual es el final de un camino, ya iniciado por Haussmann en París entre 1850 y 1860, donde se empezó a reducir la mezcla de clases a través del diseño de la ciudad. Se trata de un recorrido que escenifican igualmente las ciudades contemporáneas, creando barrios homogéneos y urbanizaciones exclusivas, tratando de configurar un espacio urbano aséptico.
El veloz desarrollo de la tecnología, junto con el también veloz deterioro del espacio social, alimentó una serie de visiones distópicas del futuro que acabó dando lugar a un subgénero de la ciencia-ficción, el cyberpunk.4 Muchas de las distopías surgidas en los 80 tienen su origen en la percepción ultraconservadora que en esos momentos transmite la política americana y parte de la europea, representadas por la subida al poder de R. Reagan y M. Tatcher, y que ven la disolución de las utopías y las ideas pacifistas de las generaciones anteriores. A. Amaral afirma,
“La visión del cyberpunk reconoce el debilitamiento del espacio público y el aumento de la privatización de la vida social, en la cual ya no existen lazos sociales fuertes. Para estos autores, en esos espacios públicos las personas son tecnologizadas y reprimidas al mismo tiempo, y siendo la tecnología la que media nuestras relaciones sociales.” (Amaral, 2005: 4 )
Las ciudades imaginadas bajo la sombra del cyberpunk muestran un paisaje artificial organizado en torno a los datos, siendo los hackers – al servicio de potentes corporaciones – los que tienen en su mano la posibilidad de controlar una sociedad completamente electrónica.
Unos cuantos años antes, en 1968, el grupo Archigram presentaba Instant City a través de unos dibujos de Peter Cook, que mostraban, en formato de cómic, un dirigible que se posaba sobre una pequeña ciudad conectable. El espacio urbano, pasaba a ser un escenario de eventos, un espacio equipado, en lo que denominaban “una arquitectura de ausencia”.
Esta circulación libre y global de los datos fue una apuesta recogida por el cyberpunk que avanzó premonitoriamente la interconexión global, mucho antes de que se empezara a implantar en los inicios de los años noventa y que derivará, ya en la actualidad, en una sociedad datificada por Google o Amazon.
A lo largo de la historia nunca queda clara la identidad de los personajes, ya que se trata de un mundo repleto de dobles androides que suplantan la personalidad real de algunos de los personajes. Esta figura perteneciente a la ciencia ficción es la consecuencia lógica de todas las premoniciones sociológicas vertidas a lo largo del siglo XX sobre la pérdida de identidad del ser humano (Simmel, Sennet, Wirth, Delgado) en una ciudad sin certezas.
5. «Akira”. Terrain Vague
Autor: Otomo, Katsuhiro Publicación 1982 Escenario Neo-Tokio, 2019. 21.450.000 habitantes.
“Akira”, de K. Otomo, se ambienta en la ciudad futurista Neo-Tokio, levantada sobre la antigua ciudad devastada por el fuego nuclear. En “Akira”, encontramos la visión japonesa de la megaciudad. Edificios gigantescos, con espacios públicos, esta vez no saturados por el movimiento febril del automóvil, sino por un inquietante vacío, inmenso frente a la soledad de sus habitantes, tan sólo interrumpido por las fugaces persecuciones entre tribus urbanas. Dibujos en blanco y gris, sin color, asépticos, que muestran un mundo sin texturas y sin matices.
Neo-Tokio presenta una ciudad que refleja algunas de las problemáticas urbanísticas y sociales de la urbe contemporánea llevadas a un límite exagerado.5 Tres son los aspectos que interesa analizar: la paralización del tiempo, la ciudad dual y el vacío urbano.
Fig. 5. Otomo. Akira, 1982.
Muchas de las megalópolis contemporáneas se caracterizan por el continuo flujo de energía lo que genera una actividad frenética basada en el movimiento y en la transmisión de información. En este caso, la ciudad se ve lastrada por la degradación y las cicatrices de la guerra, que detienen su desarrollo. Se observa una ciudad actual, que quiere crecer a espaldas de la anterior, pero que se ve lastrada por la memoria de ésta, en una relación en que se reniega de cualquier vínculo entre ambas y en las que la ciudad del presente tan sólo quiere olvidar las ruinas del pasado.
Otro aspecto importante es la visión de la ciudad dual, con un centro formado por los distritos centrales impermeables e inaccesibles y con una franja periférica formada por barrios pobres y conflictivos. Neo-Tokio deriva hacia una ciudad compartimentada socialmente, ya anticipada en “The long tomorrow”. Curiosamente, el Tokio actual también presenta un vacío central inaccesible.
“La ciudad que rodea un lugar (…) en cuyo centro mismo no hay otra cosa que una idea evaporada”. (Barthes, 2007: 36)
La ciudad, ahora ya escenario de la violencia, ha sido configurada por una tecnología que la ha convertido en una prisión para el ciudadano. Neo-Tokio es una ciudad en la que el espacio público resulta ausente. Un espacio público que en el Japón contemporáneo ha estado muy condicionado por la influencia sintoísta de los elementos paisajísticos que han resultado ser referencias colectivas, elementos de cohesión social, en el que los ciudadanos se sentían unidos por esas referencias naturales y que ahora ya no existen.
El supuesto alejamiento social provocado por la tecnología, obliga a
“valorar cuidadosamente la distinción entre comunicación informativa (que las nuevas tecnologías potencian) y comunicación sensorio-afectiva (que las nuevas tecnologías merman)”. (Gubern, 1986: 180)
De este mismo modo, apunta a
“un proceso tendencial que conduce a los individuos a reducir la carga emocional invertida en el espacio público o en las esferas trascendentales y correlativamente a aumentar las prioridades de la esfera privada”. (Lipovetsky, 2002: 13)
Finalmente, entre las dos ciudades descritas, aparece un vacío inquietante, un espacio olvidado, una cicatriz dejada por la guerra, un elemento urbano expulsado de la ciudad de acceso prohibido y contaminado, y en el que el gobierno no ejerce un control exhaustivo. Se trata de un espacio silencioso en la ciudad, deshabitado y cruzado ahora por grandes y desiertas infraestructuras urbanas que han pasado a formar parte de las ruinas de la civilización moderna. Son intersticios urbanos de la ciudad contemporánea, que Solá-Morales definió como “terrain vagues”. Estos espacios los identifica como:
“la relación entre la ausencia de uso, de actividad y el sentido de la libertad, de la expectativa, es fundamental para entender toda la potencia evocativa que tienen los terrains vagues de las ciudades en la percepción del misma ciudad en los últimos años. Un vacío, por tanto, como una ausencia, pero también como una promesa, como un encuentro, como un espacio de lo posible, de expectación”.6 (Solá-Morales, 1996, p.38)
Este fenómeno ha proliferado a partir de los diversos procesos de desindustrialización que caracteriza las áreas urbanas de los países desarrollados durante las últimas décadas del siglo XX (Muñoz, 2008). Si bien la extrañeza de los ciudadanos se produce en un inicio debido a la nueva realidad urbana, matérica, dimensional, bulliciosa y cinética que les resulta inaprensible, con este fenómeno les sobreviene una segunda extrañeza; y esta vez, por la irrupción de un escenario opuesto: el vacío, adimensional, etéreo y silencioso. Solá Morales los denomina “extranjeros en nuestra patria, extraños en nuestra ciudad”, matizando,
“el habitante de la metrópoli siente los espacios no dominados por la arquitectura como un reflejo de su propia inseguridad…pero también una expectativa de lo otro, de lo alternativo, lo utópico, del porvenir”. (Solá-Morales, 1996: 39)
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Notas:
1 Planck, en 1900, a través de su teoría cuántica revolucionó el mundo científico. En ella exponía la naturaleza como un proceso discontinuo, formado por una serie de impulsos extremadamente pequeños. Identificó cómo los cuerpos al calentarse emiten paquetes de luz y de energía llamados cuantos.
2 Estos autores analizarían el proceso secuencial de percepción espacial producido en los niños, desarrollado principalmente en tres etapas. La primera etapa corresponde a la adquisición de un espacio topológico. En ella se adquieren representaciones confusas y primarias, en las que no entran a formar parte las formas fijas ni geométricas. Esta primera fase corresponde a una percepción subjetiva del espacio, condicionada por los progresos y los conocimientos adquiridos. En una segunda etapa, correspondiente a una percepción proyectiva, los cuerpos van adquiriendo consistencia y se inicia un proceso de clasificación y reproducción. La tercera etapa está relacionada con el espacio euclidiano, introduce las relaciones de tamaño fijo entre los objetos, el descubrimiento de las relaciones meramente lógicas y de las relaciones asimétricas. (Francastel, 1988).
3 Véase Grávalos, I. “Las aventuras de Jodelle de Guy Peellaert y Pierre Bartier”. Intuiciones sociales y urbanas en el cómic. Publicado en URBS. Revista de Estudios Urbanos y Ciencias Sociales. Volumen 4, número 2, páginas 49-66.
4 El término cyberpunk fue acuñado por primera vez por Bruce Bethke en 1983. Tiene su origen, junto con el de “ciberespacio”, en el término “cibernética”, acuñado por el teórico Norbert Wiener en 1948.
5 La aparición de estas gigantescas ciudades se enmarca dentro de un fenómeno urbano que es estudiado a partir de los años sesenta. A partir de entonces una serie de autores inician una búsqueda para denominar un fenómeno nuevo en búsqueda de explicación. Cada autor destaca un matiz diferenciador en estos procesos urbanos. Lewis Mumford (1961) las denomina Megaciudad; Saskia Sassen(1991) la llamará ciudad global; Manuel Castells (1994), las tecnópolis; Javier Echevarría (1994), las telépolis; William Mitchell (1995), la ciudad de bits; Paul Virilio (1997), ciudad sobreexpuesta; Edward Soja (2000), Postmetrópolis.
6 Solá Morales reflexiona sobre el carácter obsoleto de estos lugares que mantienen sólo cierto valor residual al estar fuera de los circuitos productivos.
Se ha publicado el artículo «Las oscilaciones del espacio público. Transformaciones urbanas y sociales en el cómic», de Ignacio Grávalos, en el libro Open Sourcing. Investigación y formación avanzada en arquitectura editado por la Universidad San Jorge, que recoge diversos trabajos de investigación de los últimos cuatro años realizados en la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Jorge. El artículo está basado la investigación realizada en el Máster Universitario en Investigación y Formación Avanzada en Arquitectura, realizado en 2012-2013.
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