Ayer encontré un conjunto de entrevistas con Anthony Minghela entre ellas, hay una en la que habla sobre este tema, desde la escritura del guion, declarando:
«Como guionista, como sé que estoy dirigiendo mis propias películas, incluyo cada vez menos información en el guion, porque no la considero necesaria. Siento que estoy diseñando un edificio al escribir un guion. Solo estoy imaginando una película en lugar de un edificio. La obligación del arquitecto es trabajar en un espacio y hacerlo dentro de las limitaciones del planeamiento. Cuando escribo, imagino una película de la misma manera que un arquitecto imagina un edificio funcional».
Minghela además se refiere a la relación de la arquitectura con la escritura de obras teatrales:
«Seguía escribiendo, a veces literalmente, pero metafóricamente durante todo el proceso. Eso es algo que entendí como profesor de obras de teatro, que escribir para el teatro es arquitectónico. Los escritores de teatro son arquitectos dramáticos. No le están dando palabras a la gente para que las diga, están creando una puesta en escena».
Es curioso que ya en el 2009, había publicado una entrada sobre la escritura de guiones y la construcción de una edificación, porque, como he escrito en otras ocasiones; «las relaciones entre arquitectura, cine y ciudad son variadas e inagotables».
La empresa Tejas Verea y el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) entregaron esta mañana en Sobrado dos Monxes los Premios Internacionales de Arquitectura Cubiertas Tejas Verea. En la segunda edición de estos premios se distinguieron cuatro proyectos por su ejecución técnica, adaptación a su entorno y por aplicar nuevos usos de las tejas cerámicas.
Tejas Verea y el COAG premian las cubiertas que respetan el entorno y revalorizan el patrimonio en sus premios de arquitectura
El certamen, que duplicó el número de candidaturas recibidas con respecto a su primera edición, se dirigió a profesionales de arquitectura con el objetivo de distinguir proyectos de cubierta inclinada con teja cerámica Verea finalizados entre 2021 y 2024. El director comercial de Tejas Verea, Manuel Verea, destacó la variedad y calidad de los proyectos recibidos,
“que han apostado por la teja cerámica como aliada de la sostenibilidad, la conservación histórica y la calidad constructiva”.
En la categoría Gama Eternal el proyecto premiado fueron los Refuxos de Porto Quilmas en Carnota (A Coruña), obra de los arquitectos Francisco Xabier Liñares y Alfonso Salgado Suárez, de Salgado e Liñares Arquitectos.
Los galardones reconocieron cuatro proyectos por su calidad técnica, integración en el entorno y uso innovador de la teja cerámica, en una edición que duplicó el número de candidaturas respecto a la primera convocatoria.
En la categoría Gama Clásica el jurado declaró el premio ex aequo, otorgándolo a dos proyectos que compartieron el galardón: Villa Carolina en Cariño, (A Coruña), del arquitecto Jorge Juan Cao, y la rehabilitación de la cubierta de la Catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca), diseñada por Emilio Sánchez Gil, Fernando Sánchez Cuadrado y Emilio Sánchez Cuadrado del estudio Sánchez Gil Arquitectos.
Por primera vez, se incluyó una mención especial para nuevos usos de las tejas cerámicas en diseño, señaléctica y revestimientos verticales, que recayó en la señalización del Centro de Hidroterapia Spasinho en Outes, de Ricardo Tubío y Xabier Rilo, de Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega.
Los premiados recibieron de manos del decano del COAG, Luciano González Alfaya y del equipo de Tejas Verea, premios por valor de 3.000 euros en la categoría de Gama Eternal, 1.500 euros para cada premiado de la Gama Clásica y una mención en el caso de la categoría de nuevos usos de las tejas. Recibieron también una figura conmemorativa que recuerda los orígenes del oficio de la elaboración de las tejas, un ‘cabaqueiro’ o tejero tradicional gallego.
En la entrega de premios, que tuvo lugar en la casa rural Abeiro da Loba de Sobrado, participaron María Encarnación Díaz Rivas, directora xeral de Urbanismo y José Luis Gil Pita, vocal de la Junta de Gobierno del COAG y miembro del jurado. Al finalizar la entrega de premios, tuvo lugar un house tour dirigido por Luciano González y Miguel Estévez, arquitectos responsables de la rehabilitación de Abeiro da Loba.
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos
CATEGORÍA GAMA ETERNAL
Arquitecturas que miran al horizonte: los Refuxos de Porto Quilmas
Conjunto de 7 cabañas o ‘refuxos’ situados en el puerto natural de Quilmas (Carnota, A Coruña), obra de Salgado e Liñares Arquitectos y fraguado como un eco de las primeras casetas tradicionales de pescadores, viejos refugios de cubierta a dos aguas, que ahora se elevan para mirar al horizonte.
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos
El jurado valoró el alto nivel de calidad de la cubierta, en la que se emplearon todas las piezas especiales que la teja Marsella de la Gama Eternal ofrece. La instalación de la teja es totalmente en seco (sin uso de morteros), sobre una estructura de rastreles e impermeabilización mediante lámina impermeable transpirable.
Refugios en Porto Quilmas | Salgado e Liñares arquitectos | Planimetría
CATEGORÍA GAMA CLÁSICA
Una vivienda integrada en el paisaje rural de Cariño: Villa Carolina
Vivienda diseñada por el arquitecto Jorge Juan Cao Abad como villa de recreo integrada en el rural y situada en Cariño (A Coruña), en un promontorio abierto a la ría de Ortigueira.
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
La cubierta se diseñó como la quinta fachada de la casa, la principal desde la carretera. Para resolverla se utilizó una cubierta a dos aguas de teja curva que la integra con edificaciones vecinas, fundiéndola tanto con el entorno construido como con el medio natural próximo.
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
Destaca la relación entre la cubierta a dos aguas y la estancia que techa: a través de la geometría de las vigas pared que soportan el encofrado de la cubierta, se pauta y equilibra su direccionalidad aprovechando un pequeño altillo para almacenaje.
Villa Carolina | Jorge Juan Cao Abad
El jurado valoró la cuidada ejecución de la cubierta, instalada según el Verea System y la integración del proyecto en el entorno.
Una compleja rehabilitación de cubiertas históricas: Catedral de Ciudad Rodrigo
El proyecto de rehabilitación de las cubiertas de la sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca), con gran complejidad histórica y constructiva, fue diseñado por Emilio Sánchez Gil, Fernando Sánchez Cuadrado y Emilio Sánchez Cuadrado, de Sánchez Gil Arquitectos.
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos
La intervención aseguró la estabilidad y estanqueidad de la cubierta y la puesta en valor del conjunto, de manera que permite la visita turística para redescubrir la riqueza histórica del edificio. Para ello se planteó una nueva solución constructiva que mantuvo la geometría exterior original de la envolvente pero en la que se despejó el espacio situado bajo la misma potenciando la contemplación de las cubiertas originales de piedra de la catedral románica.
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos
El jurado valoró la solución constructiva de la cubierta mediante rastreles de madera y teja talón Verea, que mejora las prestaciones y reduce el mantenimiento; y la dificultad de ejecución del proyecto, al emplear teja “vieja” recuperada como teja cobija.
Cubiertas de la Sacristía de la Catedral de Ciudad Rodrigo | Sánchez Gil Arquitectos | Planimetría
MENCIÓN NUEVOS USOS DE LAS TEJAS CERÁMICAS
Innovación con identidad: Señalización del centro de hidroterapia Spaşinho
Spaşinho es un centro de hidroterapia situado en la desembocadura del río Tambre, en Outes (A Coruña). Cuenta con un circuito termal distribuido en diferentes inmuebles y espacios conectados mediante un itinerario predeterminado.
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque | Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega
Para la señalización exterior del complejo y las diferentes estaciones del circuito termal, los diseñadores Ricardo Tubío y Xabier Rilo, de Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega, diseñaron como soporte de información la teja plana de la Gama Eternal de Verea, incorporada con una fijación mecánica sin necesidad del uso de pegatinas. Los diseñadores apostaron por la cerámica como solución atemporal que convive desde tiempos inmemoriales entre piedra o la madera e históricamente vinculada al agua.
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque | Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega
Por su parte, la gráfica insertada en las tejas se grabó mediante chorreo de arena a presión y luego pintado el bajo relieve en blanco. El color terroso y acabado mate de las tejas añadieron un aspecto natural y una gran capacidad de integración en los espacios.
Señalización del centro de hidroterapia Spasinho, Cabaniñas do Bosque | Cenlitros Sociedade Cooperativa Galega | Planimetría
El jurado apreció el diseño y desarrollo de anclajes específicos para la teja plana, que se adaptaron para ser aplicables sin adhesivos tanto en la fijación a techo, a pared y sobre lateral izquierdo y derecho de la teja, lo que añadió dificultad al proyecto.
Lise Meitner Square forma parte del proyecto experimental de vivienda START en Ivry-sur-Seine, en el Gran París, compuesto por cinco edificios residenciales. Y, sin embargo, esta plaza no estaba destinada a existir. Su creación requirió superar importantes limitaciones ligadas a dos pozos geotérmicos de 1.500 metros de profundidad situados en el lugar, que proporcionan calefacción a gran parte de la ciudad y que, en un principio, exigían una zona vallada, impermeable e inaccesible.
Una solución así habría comprometido seriamente la calidad de vida de las cerca de 300 familias que viven en START-Ivry. Actualmente, la energía geotérmica es, junto con la solar y la eólica, una de las fuentes renovables más utilizadas en contextos urbanos. Tras extensas negociaciones con el operador geotérmico, transformamos una limitación técnica en un recurso urbano con sentido: un espacio público de 2.600 m².
Aunque moldeada por las restricciones, Lise Meitner Square terminó convirtiéndose en un regalo para el barrio: un espacio público plenamente abierto e inclusivo. Ocupa un lugar privilegiado frente al río Sena, a solo 400 metros del futuro Parc-de-la-Confluence, en el corazón de la zona de renovación urbana ZAC Ivry-Confluences.
El diseño pone de relieve el sistema geotérmico en su centro, mientras que los materiales responden a estrictas exigencias de mantenimiento, y la paleta cromática se alinea con el proyecto START-Ivry. Su forma triangular la conecta con los espacios públicos vecinos, mientras que dos nuevos pasajes peatonales atraviesan los basamentos de los edificios, enlazando la plaza con la avenida principal y enmarcando vistas hacia el icónico puente atirantado sobre el Sena.
Debido a las limitaciones de mantenimiento de los pozos geotérmicos, se prohibieron las plantaciones y el mobiliario fijo, y la mayor parte de la superficie debía permanecer impermeable y extremadamente robusta para soportar vehículos pesados de mantenimiento. Además, como la plaza no estaba prevista inicialmente, no existía presupuesto asignado para su construcción. Sin embargo, mediante una estrecha colaboración con el arquitecto del proyecto START-Ivry, logramos asegurar la financiación necesaria para hacerla realidad.
Pocos habrían anticipado un retorno de la industria a las ciudades occidentales décadas después de la desindustrialización. En los últimos cuarenta años, gran parte de esta capacidad industrial —especialmente la manufactura pesada— ha sido desmantelada o trasladada. Sin embargo, los recientes esfuerzos por combatir el cambio climático han reintroducido ciertos componentes industriales, como los pozos geotérmicos, en el tejido urbano.
A medida que la producción de energía renovable se integra cada vez más en los barrios, arquitectos y urbanistas enfrentan crecientes desafíos para incorporar estos sistemas sin comprometer la calidad del espacio público. Puede hablarse de una reindustrialización parcial de Occidente, un fenómeno que acompaña la ambición contemporánea de muchos países occidentales de “revitalizar y reindustrializar”, según expresa el discurso político francés. Lise Meitner Square encarna esta nueva forma de reindustrialización urbana, donde la infraestructura energética y la vida pública coexisten en un mismo paisaje.
De infraestructura a espacio público
La existencia de Lise Meitner Square expresa un cambio más amplio en el diseño urbano contemporáneo: la transformación de infraestructuras técnicas en espacios públicos. Aquí, los mecanismos tradicionalmente ocultos de la ciudad —energía, accesos, mantenimiento— se vuelven visibles y significativos en la vida colectiva. Este enfoque guio el proceso de diseño, estructurado en torno a tres temas centrales: la energía geotérmica, los cuatro recorridos y las tres “zonas”. Juntos traducen la necesidad técnica en identidad espacial y experiencia cotidiana, mostrando cómo una limitación infraestructural puede convertirse en fuente de generosidad cívica.
El primero y más definitorio de los temas es la energía geotérmica. La disposición de la plaza —y en particular su perímetro de seguridad—, habitualmente percibida como una limitación técnica, se convierte aquí en el elemento central del proyecto. Se materializa mediante un anillo de asfalto naranja que traza la forma oval característica de la plaza.
En el centro, una amplia superficie de asfalto negro se dinamiza mediante tres marcajes aplicados con pintura especializada de alto contraste, similar a la utilizada para pasos peatonales: duradera, legible y adecuada a las exigencias de mantenimiento. Cada uno cumple un rol visual y simbólico, transformando la superficie técnica en un campo de signos.
El “Súper-Cebra”: una alfombra continua de franjas que atraviesa el sector noroeste. Este elemento gráfico subraya el carácter peatonal de la plaza y vincula visualmente la torre exenta con las otras cuatro torres del conjunto arquitectónico. Integra tres escalones, una cuneta de hormigón y elementos de accesibilidad como contrahuellas en contraste y bandas táctiles.
El “Mini-Plan Maestro”: reproduce en el pavimento la huella de los cinco edificios emblemáticos de START-Ivry. Orientado como en el proyecto real y dibujado a una escala aproximada de 1:30, invita a leer la arquitectura in situ, fomentando la legibilidad espacial y reforzando el sentido de identidad entre residentes y visitantes.
La “Cita”: inscribe un fragmento de la escritora y antropóloga Françoise Héritier (1933–2017), extraído de su libro Le Sel de la vie (2012):
“Respirer l’odeur secrète du goudron et de la mer dans les cheveux de la personne qu’on aime…”(“Respirar el olor secreto del alquitrán y del mar en el cabello de la persona que se ama…”).
El segundo tema comprende cuatro recorridos que estructuran el movimiento y los accesos a través de la plaza.
— Dos nuevos pasajes peatonales atraviesan los basamentos de los edificios, conectando la avenida principal con la plaza. El pasaje norte abre una vista hacia el icónico puente peatonal atirantado sobre el Sena. Ambos están pavimentados con hormigón desactivado beige y flanqueados por cinco bancos, cada uno evocando la huella de uno de los cinco edificios circundantes e integrando iluminación.
— Un tercer recorrido bordea la plaza por el sur: una franja de seis metros de hormigón cepillado, resistente y de apariencia casi vial. Permite el acceso de vehículos de mantenimiento y reparto. Bolardos retráctiles regulan la entrada, y su textura rugosa sugiere una velocidad reducida.
— Un cuarto recorrido, también en hormigón desactivado, discurre por el borde norte de la plaza, enmarcándola contra la fachada del edificio adyacente.
Las tres “zonas”
El tercer tema aborda tres áreas circulares concebidas como espacios de uso flexible —deporte, ejercicio, terrazas de café u otras actividades—, cada una materializada mediante un tratamiento superficial distinto: superficie blanda roja, hormigón desactivado beige y césped bajo.
La superficie restante se planta con gramíneas y vivaces de altura media, aunque la vegetación en torno a estas zonas aún está en proceso de completarse.
De acuerdo con las limitaciones geotérmicas, las plantas deben mantenerse entre 50 cm y 1 metro de altura según la estación. La paleta vegetal incluye gramíneas perennes como Stipa, Festuca y Deschampsia. Acentos azules proceden de avenas ornamentales, mientras que espiguillas verdes y púrpuras salpican suavemente el espacio. Estas plantas ligeras y cambiantes crean una experiencia sensorial relajante en toda la plaza.
Durante el verano, las gramíneas forman un paisaje contemplativo y florido que atrae abejas, mariposas, aves y pequeños animales. Este ecosistema natural se complementa con elementos para la biodiversidad como troncos perforados, piedras ligeras, montículos de arena y cajas nido para distintas especies.
Mobiliario urbano e iluminación
Debido a la prohibición de instalar mobiliario fijo en la plaza por las restricciones geotérmicas, los elementos situados en el corazón de la manzana —equipamiento deportivo y sillas— son fácilmente desmontables. El equipamiento deportivo se sitúa en dos de las zonas circulares, mientras que las sillas se ubican en la parte norte. Combinan metal coloreado —acorde a la paleta del proyecto— y madera, y sus orientaciones alternas crean pequeños grupos de dos o tres asientos.
Los cabezales de los pozos geotérmicos, que deben estar protegidos del tráfico, están rodeados de protectores de acero galvanizado hechos a medida, que también pueden utilizarse para ejercicios de fitness.
La iluminación de Lise Meitner Square se compone de dos tipos:
— Iluminación alta, con mástiles de cinco metros equipados con luminarias regulables que cubren áreas de unos 20 metros de radio. — Iluminación baja, con mástiles de 2,5 metros colocados cada cinco metros a lo largo de los pasajes y del recorrido frente a una de las torres, reforzando la legibilidad de estos itinerarios.
Obra: Plaza Lise Meitner
Autor: Bernd Upmeyer, Efrain Perez del Barrio (BOARD), Beatriz Ramo (STAR strategies + architecture)
Emplazamiento: Plaza pública en Ivry-sur-Seine, Gran París (Francia)
Año: 2025
Superficie: 2.600 m² + st-ar.nl + b-o-a-r-d.nl
Una introducción lúdica al diseño y la arquitectura con escenas detalladas en corte transversal de diez edificios cotidianos, que incluye un juego interactivo de adivinanzas.
¿Qué edificio es este Un libro de adivinanzas sobre arquitectura | Rebecca Donnelly y Jocelyn Cho
¿Qué edificio es este?, un encantador primer libro de arquitectura para niños de 5 a 8 años. Los jóvenes lectores descubrirán cómo los arquitectos diseñan edificios cotidianos —desde planetarios y supermercados hasta aeropuertos y acuarios— para que respondan de la mejor manera a las necesidades de sus usuarios.
Planteado como un juego de adivinanzas, ¿Qué edificio es este? ofrece pistas que invitan a los lectores a deducir qué tipo de edificio se necesita en 10 escenarios diferentes. Cada edificio se presenta a través de un conjunto de necesidades que deben cumplirse, y los lectores intentan adivinar antes de pasar la página y descubrir una vibrante ilustración en corte transversal del edificio en cuestión.
Por ejemplo:
¿qué edificio necesitan los estudiantes y maestros para aprender sobre ciencia, historia y arte? ¡Una escuela!
Las respuestas se revelan en espectaculares ilustraciones repletas de detalles. Un papel cuadriculado estilizado sirve como fondo perfecto para dibujos y recuadros de texto, de modo que los pequeños aspirantes a arquitectos se sumerjan por completo en el proceso creativo.
El libro comienza con una introducción cautivadora que anima a los niños a cuestionar su entorno y a observar los edificios y ambientes cotidianos con curiosidad. El libro contiene divertidas búsquedas en sus páginas, asegurando que los pequeños se mantengan atentos y entretenidos. Los lectores notarán a un arquitecto con chaleco amarillo escondido en cada edificio, junto con muchos otros detalles por descubrir: mascotas traviesas, ideas que traman escapar de la biblioteca, personas-flor comprando miel en el supermercado, y mucho más.
Un glosario de términos arquitectónicos cierra el libro y ofrece explicaciones accesibles para los niños que quizás no estén familiarizados con ciertos conceptos. Las ilustraciones llamativas y minuciosamente detalladas de la artista Jocelyn Cho hacen que cada edificio cobre vida en la página. La autora Rebecca Donnelly recurre a su amplia experiencia como escritora de más de 30 libros infantiles —incluido uno reconocido como Mejor Libro de 2023 por School Library Journal— para ofrecer un texto informativo pero lleno de fantasía, que señala con ingenio las características arquitectónicas y de diseño de cada construcción.
Al presentar la imaginación como la herramienta principal del arquitecto, ¿Qué edificio es este? inspira a los jóvenes lectores a ver un mundo lleno de posibilidades creativas.
Es una ilustradora que vive en San Francisco cuyo trabajo abarca una amplia gama de publicaciones, incluidos libros de texto escolares, portadas de novelas y revistas como The Hollywood Reporter. Este es su primer libro infantil
PHAIDON
Phaidon es líder editorial global de las artes creativas con más de 1.500 títulos en catálogo. Trabajamos con los artistas, chefs, escritores y pensadores más influyentes del mundo para producir libros innovadores sobre arte, fotografía, diseño, arquitectura, moda, comida y viajes, además de libros ilustrados para niños. Phaidon tiene sus sedes en Londres y Nueva York.
Cuando Barthes elevó su análisis filosófico y existencial de la fotografía a una perspicaz interpretación de toda imagen, logró establecer categorías perceptivas tan claras como evocadoras. Acertó a diferenciar el studium, el saber manifiesto, la implicación cultural, intelectual y social, el trasfondo compartido que da forma y sentido a lo general, del punctum, ese pulso conmovedor de lo excepcional, de carácter incisivo y singular, que marca el matiz espontáneo y subjetivo de la reacción afectiva. Descubriendo así que toda imagen mantiene un vínculo oculto con el inconsciente al situar al espectador ante los límites difusos de su propia experiencia, logrando despertar las inexpresables representaciones de lo instintivo. Cada captura reúne presencias ausentes, activa recuerdos y deseos, y deja una vibrante sensación del paso del tiempo. Todo fragmento visual produce el estremecimiento de intercalar momentos.
Por estar hecha de tiempo, la arquitectura también ronda lo inexplicable. En su experiencia y percepción nos valemos de procedimientos físicos, ciertamente sensoriales y externos, pero también de profundos mecanismos químicos, internos y reactivos. Encontramos fácilmente aquello que lo hace completo, normativo, explícito, público, reconocible y regulado; lo que se comparte, analiza y explica colectivamente, lo que expresa el totalizador orden racional. La interpretación consciente y crítica, basada en nuestra comprensión del mundo. Pero a su vez nos afecta decisivamente el matiz, la delicadeza inesperada, la sorpresa latente, la marca singular, el puntual impacto emotivo que escapa a la lógica provocando una experiencia única y personal. Nos detenemos en todo aquel detalle que atrae la atención de manera particular, sin apenas necesidad de establecer un análisis consciente. En ese excepcional elemento que incita y provoca una respuesta instantánea y emocional. Pudiendo llegar a ser algo aparentemente intrascendente, pero que siempre alberga la capacidad de alterar nuestros códigos de interpretación.
Cabría pensar que no todo se puede anticipar y definir. Hacer arquitectura supone trasladar y traducir lo que está codificado, pero de algún modo, también, lo que no lo está. Lo visible y lo invisible. Además de lo racional, analizable, universal, se debe involucrar lo personal, inconsciente, y no intencional. Y con esa cocina se alimentan los más venturosos simulacros de realidad.
Sergio de Miguel, Doctor arquitecto
Madrid, Noviembre 2025
Hablaba de la traición de la imagen (Magritte). Porque uno se queja de la tendencia a convertir la imagen en asunto esencial que en cierto modo sobrepasa a la realidad, a la complejidad a veces agobiante del proceso de producción del edificio. Pero de todos modos sucumbe a su embrujo. Todos somos culpables.
Porque la imagen es importante. Nos hemos formado rodeados de imágenes entre las cuales las de la arquitectura construida o imaginada ocupan lugar principal.
Recuerdo cuando tuve a mi alcance por primera vez uno de los volúmenes de las Obras Completas de Le Corbusier. Lo había llevado a la casa mi hermano Jesús, que estudiaba cuarto año cuando yo comenzaba, a comienzos del año 56. Se trataba del volumen V, 1946-1952 donde aparecieron las primeras informaciones sobre Ronchamp. Recuerdo nítidamente el impacto que tuvieron en mi las imágenes de la maqueta de alambre y papel que permitían anticipar las complejas formas del techo y las paredes. No entendía, me intrigaban, me dejaban sin defensa y me preguntaba cual era la lógica detrás de esas formas, buscaba el por qué para sentirme más seguro y tal vez llegar hasta el gusto por lo que veía. Se lo decía a mi hermano con perplejidad, pero aún así no tuve interés en examinar las fotos del proceso de construcción, incluidas en el libro, tan importantes para entender la génesis formal de aquella obra que me intrigaba. Las pasé por alto y sólo muchísimo después fui capaz de dedicarles la atención necesaria para ir más allá de lo puramente visual, de lo plástico, y conectarme con lo que ese momento inicial más hubiera contribuido a mi conocimiento. El tema esencial de la dimensión técnica y sus múltiples caras moderadoras o impulsoras de la síntesis formal quedó fuera de mis reflexiones. Me subyugó la imagen y en cierto modo me invitó a quedarme en ella.
Quedarse en la imagen
Esa tendencia a quedarse en la imagen es una permanente tentación para nosotros los arquitectos, aparte de que lo sea también, como es obvio, para la gente en general. Pero somos nosotros los que deberíamos defendernos de ella en la búsqueda de una concepción de la arquitectura más completa y sobre todo menos superficial.
Durante nuestros años de estudio, tal como me ocurrió al encontrarme con Ronchamp, la imagen es un estímulo permanente que en cierta manera rige nuestro desempeño. Lo que hacemos en ese tiempo de formación tiene una relación estrecha con las imágenes de arquitectura que vamos asimilando. Lo que proponemos se parece, se conecta, se refiere, a imágenes que han hecho impacto en nuestra sensibilidad y que se abren paso a través de nuestras insuficiencias o favorecidas por alguna particular destreza para expresarlas filtradas por nuestro trabajo. Lo que hacemos en esos años siempre se parece a alguna de las imágenes que han anidado mejor en nuestra sensibilidad personal. Y se considera más aprovechados a los estudiantes que logran aproximarse mejor a ella. Más hábilmente.
Porque el método universal de enseñanza de la arquitectura, el de la prueba y error en el cumplimiento de la tarea de dar forma a un edificio o un fragmento de ciudad, o cualquier simple ejercicio de carácter más abstracto, siempre se refiere a esas imágenes anidadas.
Originalidad
Hace algún tiempo escribí en otra parte que el estudiante de arquitectura se encuentra, por decirlo así, ante una suerte de panoplia de imágenes que solicitan su adhesión, que lo llaman, que quieren seducirlo. Y él se acerca a algunas movido por afinidades para decidir como aproximárseles, cómo lograr reproducir en su trabajo lo que ellas le sugieren. Pero la condición que usualmente le exige el contexto académico es que no lo reconozca abiertamente, que oculte su intención tras una retórica ad-hoc de cosecha personal. Se le prescribe, o lo sugiere la dinámica docente, podría decirse, un autoengaño. Y si era verdad, en tiempos en los que yo estudié, que se insistía en una búsqueda de originalidad negándose a reconocer esa tarea que pudiéramos llamar mimetizadora, tal como lo prescribía Gropius al rechazar la enseñanza de la Historia de la Arquitectura en los años iniciales, hoy en día se entiende mucho mejor, aunque sigue sin reconocerse abiertamente, que no hay invención ex-nihilo sino repetición en términos de analogía de lo hecho por otros, de lo descubierto a través de la historia lejana y reciente.
Difusión
Y llegamos al punto que me interesaba destacar. Si bien es imposible negar que en nuestra disciplina la imagen es ídolo y por eso mismo instrumento privilegiado de difusión, hasta el punto que podríamos decir que es un aspecto constitutivo de ella; si reconociendo eso deseamos sin embargo ir más allá de ella para lograr una visión más completa que incluya la búsqueda de raíces más profundas, que considere la repercusión en el contexto social y cultural, es decir, todo aquello que se le pide a una visión crítica madura y orientadora; si eso es así, repito, se impone la necesidad de revisar el peso que la imagen por sí sola tiene en la formación del juicio de valor. Es lo que se le pide a la crítica, lo que podría ayudarnos a superar la presión de los mecanismos del mundo mediático que hoy definen preferencias y proclaman el éxito.
He dicho otras veces que esa mirada diferente debe partir de una mejor capacidad para entender lo que se es, en el sentido de identidad respecto a un lugar y a una cultura. Lo que caracteriza a un contexto y lo hace singular e irrepetible. Podría decirse en cierta manera que estoy adhiriéndome a lo que Kenneth Frampton postuló hace unos años y bautizó con el nombre de Regionalismo Crítico, pero esa propuesta terminó desvaneciéndose como una etiqueta mientras Frampton se sumergió en una especie de red conceptual que lo llevó por otros caminos. Porque Frampton es, pese a su esfuerzo por construir una mirada certera, un crítico que ve la arquitectura desde el Primer Mundo. Sus esfuerzos por ir hacia lo más complejo, hacia una valoración más culta, podríamos decir, son eso, esfuerzos, no concretados en un discurso claro.
Cómo lograr acercarse a ese punto de vista más comprometido con la circunstancia podría ser la tarea del momento porque es ahora, frente a la crisis de la arquitectura del espectáculo y la opulencia cuando parece despertarse la necesidad de mirar en otra dirección.
La crítica ideológica
No se trata de retornar a la crítica ideológica que desde el marxismo o las nuevas izquierdas hizo de las suyas en los sesenta y primeros setenta del siglo pasado, sustituida después por el torrente postmodernista. Tampoco de insistir en los juegos retóricos en torno a la identidad que tanto prosperaron en los seminarios de Arquitectura Latinoamericana (SAL). Se trata más bien de recuperar la capacidad de ir hacia lo que se hace o se quiere hacer identificando lo capacidad que la obra y su autor tiene para abrir espacios de superación en un medio dado. La repercusión de la obra en ese medio, su significación como precedente o como apertura, todas cosas semiolvidadas por la crítica del mundo primero.
En resumen, la crítica, para ser algo más que una crónica, exige ejercerse desde el conocimiento profundo del medio en el que se produce la obra. La valoración más auténtica de una arquitectura nace desde el lugar donde la arquitectura se da.
Y al decirlo se revelan las carencias de nuestro medio. Volveré sobre ese tema recordando aquí, porque lo recién escrito me lleva inmediatamente a su figura, al fallecido prematuramente William Niño Araque. Sobre él me detendré un poco y digo de nuevo, como cuando murió, que lo echamos de menos.
Óscar Tenreiro Degwitz, arquitecto.
Venezuela, Noviembre 2013
En el diseño y en la rehabilitación de cubiertas, la impermeabilización es uno de los puntos más críticos del proyecto. Cuando, además, se trata de una cubierta inclinada con poca pendiente, la dificultad aumenta: el agua evacúa más lentamente, los riesgos de filtración crecen y las exigencias normativas se vuelven más estrictas.
En este contexto, los sistemas constructivos deben combinar eficacia, durabilidad y compatibilidad con las soluciones de cobertura más habituales, como las tejas cerámicas o de hormigón. Desde un enfoque técnico, es clave entender los retos que plantean este tipo de cubiertas, qué exige el Código Técnico de la Edificación (CTE) y qué soluciones constructivas permiten garantizar la estanqueidad y la durabilidad del conjunto.
¿Qué se considera una cubierta inclinada de baja pendiente?
Se considera que una cubierta inclinada presenta baja pendiente cuando el faldón tiene una inclinación inferior al 25 % (o inferior a la pendiente mínima exigida por el fabricante de la teja). En este rango, el comportamiento frente al agua cambia sustancialmente: la evacuación es más lenta, y cualquier fallo en el sistema de cobertura —fisuras, desplazamientos o roturas de tejas— puede dar lugar a filtraciones.
Por este motivo, el CTE – Documento Básico HS establece que, para pendientes inferiores a los valores mínimos recomendados según el tipo de cobertura, debe preverse una capa de impermeabilización adicional bajo la teja. Esta medida deja de ser una opción para convertirse en un requisito técnico esencial.
En cubiertas con pendientes a partir del 15%, la implementación de sistemas de impermeabilización bajo teja, como las placas asfálticas onduladas, se presenta como una solución técnica validada para asegurar la estanqueidad del tejado incluso en condiciones de lluvia intensa, viento o nieve.
Cubierta en obra nueva con sistema bajo teja instalado y tejas apiladas
Retos técnicos de la impermeabilización en cubiertas de baja pendiente
El diseño de una cubierta inclinada con baja pendiente debe contemplar una serie de condicionantes técnicos específicos que afectan tanto al cálculo estructural como al comportamiento higrotérmico:
Mayor riesgo de filtraciones. La evacuación del agua es más lenta, lo que incrementa las posibilidades de que el agua penetre bajo las tejas.
Condensaciones y humedades. Si no se garantiza la ventilación adecuada, la humedad puede afectar al aislamiento y a la estructura.
Compatibilidad de materiales. Las tejas cerámicas, de hormigón o la pizarra requieren sistemas de impermeabilización compatibles y con garantías de adherencia y durabilidad.
Cumplimiento normativo. El CTE (DB-HS1) obliga a incorporar soluciones de impermeabilización continua cuando la pendiente del faldón no alcanza los mínimos exigidos.
Estas circunstancias hacen imprescindible trabajar con sistemas constructivos integrales que combinen impermeabilización, ventilación y aislamiento térmico.
Soluciones técnicas para impermeabilizar cubiertas de baja pendiente
Existen diferentes estrategias para resolver una cubierta de baja pendiente cumpliendo con el CTE y asegurando un comportamiento duradero. Entre las más contrastadas, destacan tres sistemas que integran impermeabilización, aislamiento y ventilación.
Detalle de instalación de sistema de impermeabilización bajo teja con microventilación
1. Impermeabilización bajo teja con microventilación
Este tipo de sistema crea una capa impermeable continua bajo la teja y, al mismo tiempo, aporta microventilación gracias a su geometría ondulada y a su instalación en seco.
Aplicación: en cubiertas inclinadas con teja o pizarra, desde el 15 % de pendiente.
Instalación: se adapta a diferentes tipos de soportes y aislamientos térmicos. Las placas se instalan con un sistema de solape longitudinal y transversal, variando según la pendiente del faldón, para garantizar la estanqueidad. Las placas se fijan mecánicamente por la parte alta de la onda, asegurando su sujeción frente a cargas.
Compatibilidad: puede instalarse con tejas cerámicas curvas, mixtas, planas, tejas de hormigón e incluso pizarra.
Durabilidad: Estos sistemas ofrecen garantías de impermeabilización de hasta 30 años.
La baja masa superficial (≈ 3 kg/m²), la flexibilidad y la fijación en seco de las placas asfálticas onduladas permiten cumplir las exigencias del CTE en pendientes reducidas y proteger tanto el aislamiento térmico como la estructura frente a filtraciones o movimientos de las piezas de cobertura.
2. Cubiertas ligeras y eficientes con panel sándwich
Cuando además de impermeabilizar se busca mejorar el aislamiento térmico y acústico, el panel sándwich ofrece una solución constructiva integral: combina soporte de cubierta, aislamiento y acabado interior en un único elemento.
Disponible en espesores de aislamiento entre 40 y 200 mm, con acabados interiores como friso de madera, yeso o cemento-madera, este sistema permite reducir tiempos de instalación y optimizar la eficiencia energética del edificio.
En cubiertas con poca pendiente, el tablero superior hidrófugo debe protegerse con una capa impermeable y ventilada. La combinación de panel sándwich con un sistema de impermeabilización bajo teja (como ONDULINE BAJO TEJA® DRS) conforma una unidad constructiva de cubierta ligera, aislada, impermeabilizada y ventilada.
Este enfoque es especialmente relevante en proyectos de rehabilitación energética, donde se requiere mejorar el comportamiento térmico sin incrementar el peso sobre la estructura existente.
3. Soluciones integrales de rehabilitación: SIATE de cubierta
Para intervenciones sobre cubiertas inclinadas con forjados de hormigón, cerámicos o de madera, la implementación de un Sistema Integral de Aislamiento Térmico Exterior (SIATE) en cubierta propone una solución constructiva de alto rendimiento, con aislamiento térmico continuo e impermeabilización integrada.
El sistema se compone de tres capas principales:
Barrera de vapor, para controlar la condensación desde el interior (cara caliente).
Panel aislante, que proporciona el aislamiento térmico y acústico, además de un soporte continuo para la instalación de la impermeabilización y la cobertura.
Placas de impermeabilización bajo teja, que actúan como capa impermeable de la cubierta, protegiendo y ventilando bajo la cobertura final de teja o pizarra.
Esta configuración permite eliminar puentes térmicos, mejorar el confort interior y garantizar la estanqueidad incluso en pendientes reducidas, cumpliendo con los requisitos del CTE en materia de eficiencia y salubridad.
Buenas prácticas de diseño y ejecución en cubiertas de baja pendiente
Instalación de tejas sobre el sistema bajo teja por operarios en cubierta inclinada
Una cubierta de baja pendiente no admite improvisaciones. Además de elegir un sistema adecuado, es fundamental cuidar ciertos aspectos de diseño y montaje:
Verificación normativa. Revisa el CTE (DB-HS1 3 y DB-HE 4) para definir los espesores de aislamiento, los solapes mínimos y la ventilación requerida.
Solapes y sellados. Adapta los solapes según la pendiente. En el caso de las placas asfálticas onduladas, se recomienda un solape de unos 22 cm para pendientes entre el 15 % y 20 %, y de 14 cm para pendientes mayores.
Fijación mecánica. A partir del 15 % de pendiente, la fijación mecánica de las placas es obligatoria para garantizar la estabilidad frente a succión de viento.
Ventilación continua. Diseña una cámara de aire ventilada de alero a cumbrera. Prioriza soluciones en seco que mantengan la microventilación constante.
Protección en obra. Evita mojar los paneles o el aislamiento durante el proceso constructivo; planifica fases de trabajo o cubre zonas temporales para proteger el material.
Estas prácticas no solo garantizan la estanqueidad, sino que también contribuyen a mejorar la durabilidad y el rendimiento energético del conjunto.
Errores frecuentes a evitar en la impermeabilización de cubiertas
En cubiertas con baja pendiente, pequeñas desviaciones en el diseño o la ejecución pueden generar patologías importantes. Algunos errores habituales son:
Confiar solo en la teja como barrera impermeable.
No definir correctamente los solapes o los remates en cumbreras y aleros.
Macizar las cumbreras o aleros, impidiendo la ventilación.
Subdimensionar la evacuación de aguas o no prever una pendiente mínima en canalones y limas.
Prevenir estos fallos desde la fase de proyecto evita filtraciones, condensaciones y reparaciones costosas a medio plazo.
Conclusión
Las cubiertas inclinadas con poca pendiente requieren un enfoque técnico riguroso para garantizar su estanqueidad y durabilidad. Incorporar una capa impermeable bajo la teja y asegurar la microventilación son medidas imprescindibles para evitar filtraciones y condensaciones.
La elección de sistemas de impermeabilización bajo teja, combinados con paneles sándwich o soluciones integrales de aislamiento, permite proyectar cubiertas ligeras, eficientes e impermeables, cumpliendo las exigencias del CTE y aportando fiabilidad a largo plazo.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Disfrutar del espacio exterior. Cocinar, comer y compartir la tarde con los amigos bajo las hojas de un denso ficus en una habitación al aire libre. Convertir el jardín existente en una estancia más de la casa para generar un oasis dentro del barrio donde trasladar gran parte de la actividad diaria, mientras gozamos del agradable clima mediterráneo.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
El proyecto consiste en la reforma y ampliación de una vivienda de dos plantas con un pequeño jardín ubicada en los bajos de una finca entre medianeras.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Axonometría
La casa existente disponía de cocina y comedor en planta baja, en contacto con el jardín, y habitaciones en la planta primera, pero no tenía salón. La premisa de partida por parte de los clientes consistía en reformar la casa y ampliarla dotándola de este nuevo espacio en contacto con el exterior.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
La propuesta empieza reformulando la pregunta y, en lugar de ampliar la casa con esta pieza, trasladamos la cocina al exterior para poder liberar espacio en el interior para el salón y el comedor. De esta manera conseguimos que todas estas piezas estén en contacto con el espacio exterior y que desde todas ellas logramos unas visuales largas entre ellas y hacia el jardín.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Sección
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Sección
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Sección
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Secciones
El nuevo volumen se realiza con una estructura de madera y vidrio, como un invernadero, en una ubicación donde, por las sombras del propio edificio y las de los vecinos, nunca hay una gran insolación. Por otra parte, al ser una pieza tan transparente, conseguimos que el resto de la planta baja continúe disfrutando de luz natural.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
La nueva fachada de la ampliación se separa de la vertical de la finca mostrando los dos arcos que originalmente encerraban el espacio interior y que ahora actúan como tránsito entre el salón–comedor y la nueva galería con la cocina y el estudio. Al separar la fachada de la vertical de la finca, la nueva envolvente se libera de las directrices del edificio existente, realizando unas pequeñas inflexiones que permiten más espacio en las zonas de mayor actividad, tanto en el interior como en el propio patio.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
En la planta primera de la vivienda se realizan pequeños cambios en el mobiliario de las habitaciones y se reformula la sala / estudio, con la voluntad de no intervenir en aquellas zonas donde no es estrictamente necesario.
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach
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Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Situación
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Estado inicial
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Estado reformado
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Planta
Green House. Reforma y ampliación de una casa en Barcelona | Anna & Eugeni Bach | Sección constructiva
Obra: Green House.
Autor: Anna & Eugeni Bach / Bach arquitectes
Fecha de finalización de la obra: 2024
Superficie construida: 150 m2
Promotor: Privado
Constructor: Restyle Works SL
Emplazamiento: Sants, Barcelona (España)
Fotografías: Eugeni Bach + annaeugenibach.com
Las Ferias del Campo. Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo presenta una investigación rigurosa y detallada sobre el recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid. Sus paisajes y arquitecturas fueron realizados entre los años 1950 y 1975 con motivo de las Ferias del Campo.
Las Ferias del Campo. Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo | José de Coca Leicher
La exposición del Museo ICO se sintetiza aquí con los contenidos seleccionados por su interés y repercusión, organizados cronológica y temáticamente con planos originales, fotografías y vuelos históricos enriquecidos con la restitución mediante los dibujos de sus arquitecturas, la aportación de diferentes autores escogidos y la visión actual del fotógrafo Luis Asín. El objetivo final es dar a conocer al público el enorme valor patrimonial del recinto y su interés como pieza urbana con un gran potencial de oportunidad en la ciudad presente y futura, en el entorno de la Casa de Campo y el parque Madrid Río.
José de Coca Leicher
es doctor arquitecto, profesor y director del Departamento de Ideación Gráfica Arquitectónica de la ETSAM-UPM. Pertenece a los grupos de investigación: “Dibujo de Arquitectura, Arte y Patrimonio” de la UPM y “Arquitectura, Historia, Ciudad y Paisaje” de la UAH donde participa en diferentes proyectos. Ha sido redactor de planes estratégicos en Madrid: “Plan Especial Feria del Campo”, “Finca de Vista Alegre” y “Renovación de la Escena urbana del río Manzanares”. Es asesor del Ayuntamiento de Madrid en la rehabilitación de pabellones modernos en la Casa de Campo. Ha impartido docencia en la UAH y ha sido Gastprofessor en la Technische Universität Mittelhessen. Reconocido con dos sexenios con investigaciones en el campo del paisaje cultural, la intervención en patrimonio del siglo XX y las metodologías gráficas aplicadas. Es autor del libro Paisajes expositivos. El Recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid (Ediciones Asimétricas, 2018). Actualmente es comisario en el museo ICO de la exposición Las Ferias del Campo. Paisajes y arquitecturas modernas en la Casa de Campo.
Textos de:
José de Coca Leicher, Ángeles Layuno Rosas, Gabriel Ruiz Cabrero, Alberto Grijalba Bengoetxea, Ana Esteban Maluenda, Alberto Ruiz Colmenar, Eduardo Delgado Orusco, María del Mar Barbero y Juan Manuel Fernández Alonso.
Llevo años trabajando entre arquitectos y he conocido ya a muchas generaciones de arquitectos y arquitectas formados en nuestra escuela de la Universidad de Navarra y en otras muchas. Jóvenes o mayores, jubilados o recién graduados, navarros, iberoamericanos, españoles, europeos y asiáticos. Y reconozco que algo tiene esta formación que hace que mi admiración por ella se incremente cada vez más con el paso de los años.
Confieso que yo no podría ser arquitecto. Aunque quizá, por tener una forma de razonamiento comparable, yo también necesito de un lápiz y un papel para pensar. Tal vez sea eso lo que me permite entender bien la sustancia de esta profesión.
Tengo el pleno convencimiento que cada persona ha de estudiar, desarrollar y potenciar las aptitudes que la naturaleza le ha concedido. Quien se conoce bien, elegirá bien. Esa es la garantía de éxito que llevará a una persona a estudiar disfrutando la formación que escoja.
Igualmente, ese acierto en la elección de los estudios, en la formación académica que uno recibe y en la profesión que se elige o se encuentra, nos convierte a muchos en privilegiados e incluso en workaholics. Ese índice se multiplica por cien en el caso de los arquitectos, profesión apasionante como pocas.
El arquitecto construye, pero ¿cómo se construye un arquitecto?
En primer lugar, hay que enseñarle a mirar. A contemplar, a entender las proporciones y las medidas y a que sea capaz de plasmar con un simple lápiz lo que está imaginando en su cabeza. Después, tiene que aprender a entender al ser humano, a la vida y sus necesidades, al cliente. En tercer lugar, debe conocer la historia: lo que se ha realizado y ha sobrevivido exitosamente al tiempo y lo que no lo ha hecho.
¿Qué mejores lecciones para el aprendizaje que las de los éxitos y los fracasos?
En cuarto lugar, tiene que aprender la técnica: saber erigir construcciones resistentes, confortables, que aporten bienestar, saber escoger materiales y cómo utilizarlos. En quinto lugar, debe saber integrar todo ello al lugar en que su edificio va a situarse, en concordancia con su entorno, particularidades climáticas, etcétera. Por último, valiéndose de su bagaje, analizará, sintetizará y comprenderá la realidad e información que deberá transformar en una obra de arquitectura: una vivienda, una plaza o una infraestructura cívica.
¡Qué maravilla entender y procesar todo esto! Y lograrlo gracias a esa formación, que es única y de las más completas que existen. Una disciplina creativa que integra conocimientos científicos y humanísticos.
Hurguemos un poco en el cerebro de un arquitecto. Ahí hallaremos el proceso creativo: las incesantes vueltas a cada idea. La espiral de un proceso que sólo se detiene cuando se le obliga a hacerlo, porque lo agita la convicción de que toda idea es siempre susceptible de ser perfeccionada.
Quisiera dejar dos reflexiones a modo de conclusión.
La primera es de hecho un reconocimiento a todos los profesores de las escuelas de arquitectura de ayer, de hoy y de mañana, en especial a aquellos de nuestra Escuela de Pamplona. A estos últimos les debemos que nuestros arquitectos, en su mayoría formados en esas aulas, hayan creado la maravillosa ciudad que tenemos. ¡Gracias!
La segunda surge de una frase que una vez escuché decir a alguien: la arquitectura no es una carrera que se estudie en solitario. Así es, en efecto. En arquitectura siempre se trabaja en equipo. Cada miembro de ese equipo aporta lo mejor que tiene a todo ese conjunto de conocimientos, aptitudes y actitudes tan diversas que esta requiere, y que a nivel individual tan imposible resulta dominar. Y hay que tener también muy presente que la arquitectura no sólo se estudia. La arquitectura se vive, y se vive en conjunto: la ciudad, el pueblo, la plaza, el edificio, el parque… se viven en colectivo, de ahí la crucial importancia de tomar conciencia desde las aulas del deber de servicio, guiado por un buen sentido de antropocentrismo, que debe ser siempre el fundamento de la actividad del arquitecto.
Por todo ello, merece la pena conocer, entender y respetar la arquitectura. Con sus virtudes y sus defectos.
Instalación-opera Sun & See (Marina), obra de tres mujeres: la artista, músico y compositora Lina Lapelytė, la poeta y dramaturga Vaiva Grainytė y la cineasta y directora teatral Rugilė Barzdžiukaitė. Representando al Pavellón de Lituania, la obra ha ganado el León de Oro de la Biennale de arte de Venecia en su última edición
Contrariamente a lo que pueda sugerir, la frase que vivas tiempos interesantes, forma parte de una maldición.
Cuenta la leyenda que la cultura china tenia reservada esta irónica frase para elegantemente desearte lo peor. La ambigüedad de la frase reside en que no queda estipulado el origen del qué o del quién de esa fuente de interés. La cita me recuerda un comentario de un buen amigo londinense que hace unos cuantos años me describía su momento vital, al mismo tiempo había roto con su pareja, estaba momentáneamente sin trabajo y le habían detectado un cáncer de piel. Ante tal concentración de desgracias, cerraba el relato de su situación con un lacónico its quite an interesting time.
Sin bien parece que nunca se ha llegado a demostrar que la frase formase parte de la cultura china, esta expresión ha calado hondo en la cultura anglosajona hasta tal punto que muchos políticos desde que Joseph Chamberlain la pronunciara en un discurso de 1898 la han usado hasta convertirse en usual. Esa misma cita falsa, ha sido tomada por Ralph Rugof como título de la 58ª Biennale de Venecia de Arte. Con este título Rugof pretende dar cuenta de las complejas contradicciones y las fabulosas convulsiones que vive nuestra sociedad. Especial hincapié en esta edición de la Biennale ha sido las referencias más o menos explicitas a el tema mayor que ocupa hoy la humanidad: la aceleración de cambio climático.
Algo de esa ironía no exenta de maldad viene a zarandear la arquitectura y en particular las arquitectas y los arquitectos que se enfrentan a una multiplicidad de contradicciones disciplinares que van camino de alumbrar una dilatada época de incertidumbre.
Creo que en el debate de fondo de la disciplina de la arquitectura está ocurriendo pues, algo parecido a lo que insinúa la cita en cuestión.
Para algunos estos “tiempos interesantes” se abocan a la disolución del oficio de la arquitectura en un entorno extremadamente complejo. No paramos de oír y de clamar por la falta de respeto que se ha ido perdiendo paulatinamente por la figura del arquitecto y la obra arquitectónica. La sociedad ya no nos valora como antes, hay un desprecio profundo por los valores culturales que puede aportar la profesión y el resultado inmediato esta siendo desde hace años la caída inmisericorde de los honorarios devengados por nuestros servicios, con la complicidad vergonzosa de los colegios de arquitectos que actúan por omisión.
Para otros, en los que me incluyo, la disciplina ha entrado de lleno en un área de oportunidades potenciales que deben ser rastreadas y exploradas sin a prioris, con la mente abierta y ambiciosa. La madeja de articulaciones posibles de la disciplina arquitectónica con los ámbitos de la sociología, el medioambiente, la nueva eco-economía productiva, la salud, la tecnología y otras que seguramente me dejo por el camino no dejan de abrir una ventana excitante para pensar, y/o pensar la arquitectura.
No hace falta decir aquí que subyacente en el discurso disciplinar coexisten un sinfín de temas también muy interesantes como lo son, la integración profesional de género, la revisión del código deontológico y su necesaria reestructuración ética, la imprescindible estabilidad de un grueso considerable de arquitectos jóvenes que subsisten en la precariedad, etc.
Bajo el paraguas de la confrontación inicial expuesta más arriba, para simplificar, los que anuncian el fin de la profesión versus los que leen la situación actual como una oportunidad de salir de nuestras cenizas, subyace bajo mi modo de ver la capacidad de los arquitectos de asumir una cierta pérdida de autonomía disciplinar.
Me explico, la arquitectura se puede tomar como un oficio cerrado que conserva y eterniza ciertos códigos y secretos, tal como hacían los masones, los artesanos de la piedra del gótico o por el contrario, la arquitectura se puede entender como un cuerpo de conocimiento abierto, no solamente a lo propiamente disciplinar de la arquitectura, sino también a otras disciplinas o principios que necesariamente impactarán en la toma de decisiones urbanas o arquitectónicas.
Para entender esta lucha, pongamos algún ejemplo especifico. Digamos que estamos en un proyecto en el que tenemos que decidir la materialidad de una fachada a partir de la ingente paleta de opciones posible. Imaginemos también que estamos proyectando un edificio de oficinas.
Si estamos dispuesto a asumir una cierta perdida de nuestra autonomía disciplinar y estamos comprometidos con realizar edificios con una huella de emisiones de carbono prácticamente 0, la paleta se reduce. Ya sea por consejo de especialistas en economía circular o por sugerencia del ingeniero medioambiental, deberemos rechazar por ejemplo el aluminio como material de fachada ya que este genera una huella ecológica enorme en su proceso de extracción de la bauxita. Si no se quiere renunciar al aluminio deberemos como mínimo exigir un certificado de la fabrica que produce el aluminio que el 100% de su producción proviene de aluminio reciclado.
En la misma línea y en positivo, deberemos orientarnos a un acabado o unas carpinterías en madera provenientes de cultivos cíclicos de bosques propios del fabricante y apoyar la consabida formula de 1M3 de madera es capaz de almacenar 1Tn de CO2. Si la madera no la imaginamos en el proyecto, tendremos algunas opciones más, un acabado en ladrillo prensado, que no cocido, o una fachada en piedra. Hay que remarcar que estos materiales apuntados son de origen biológico, de extracción directa y con muy pocos procesos industriales intermedios. Prácticamente son materiales en crudo.
Este ejemplo tan básico saca a flote la pregunta clave, ¿estamos dispuesto a perder autonomía disciplinar, a perder la exclusividad en la toma de decisiones?
No hace falta decir que personalmente, por pura lógica ética y medioambiental, no tengo ni un reparo en perder rangos de libertad en mi toma de decisiones si a cambio se favorece claramente un edificio de bajas emisiones o incluso emisiones 0.
¿Porque sino los edificios con estructura de madera están imponiéndose como opción principal ante un hormigón que su producción conlleva una ingente huella ecológica?
En definitiva, entendemos que aquí el quid de la cuestión es, ¿Dejó que otras disciplinas se entrometan en mis decisiones arquitectónicas, o no estoy dispuesto a ceder ni un ápice de mi ámbito de decisiones a nadie?
Imaginemos que somos una mayoría de arquitectos y urbanistas que cedemos una porción de esa autonomía, pero ¿ganamos algo?
Bajo mi punto de vista ganamos mucho, en tanto que nos entrometemos igualmente en esas disciplinas que seguramente nos acogerán con los brazos abiertos. En otras palabras, a cambio de ser un poco menos arquitectos, no convertimos un poco más en ecólogos.
Ampliemos el foco entonces. De la misma manera que ocurre con la ecología, podemos entrometernos en la sociología si incorporamos a nuestros equipos a sociólogos que nos ayuden a descifrar la comunidad sobre la que se asienta nuestro proyecto y que sin duda nos acabarán acotando nuestra organización urbana y nuestro diseño, por poner un ejemplo. O nos permitirá adentrarnos en la economía si dejamos que especialistas en modelos de desarrollo socialmente justo nos permitan comprender los medios de producción y las estructuras financieras que hay detrás de un proyecto.
En fin, globalmente, esta reflexión acerca de la supuesta perdida de la autonomía disciplinar de los arquitectos, se convierte en una enorme ganancia ya que nos implica en el diseño político de nuestras ciudades y proyectos, algo extraordinariamente común en los arquitectos de los años 60 y 70, y que de forma absurda hemos ido perdiendo en apenas 3 o 4 décadas. La perdida de nuestra autonomía disciplinar abre una ventana de oportunidad para que las arquitectas y los arquitectos volvamos a incidir con fuerza en nuestra sociedad y de paso retomar el prestigio perdido por tantos y tantos años de mirarnos el ombligo.
La crisis medioambiental nos va a dar la oportunidad de explotar nuestro talento más allá de lógicas estrictamente arquitectónicas y transformar desde los cimientos nuestra ya de por si fascinante profesión.
Pasemos de una vez del ME al WE, que se adivinan tiempos interesantes.
En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia se han vuelto imperativos, la industria de la madera y el diseño de interiores buscan constantemente soluciones que no solo respondan a las necesidades estéticas y funcionales, sino que también respeten el medio ambiente. En este contexto, Finsa, líder en la fabricación de soluciones de madera, presenta Habitat 360, un ecosistema integral diseñado para transformar la manera en que concebimos y habitamos nuestros espacios. Más allá de ser una simple colección de materiales, Habitat 360 es una filosofía que conecta el diseño con la industria, la innovación con la sostenibilidad, y la naturaleza con el hábitat humano.
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
La esencia de Habitat 360: Un ecosistema inteligente y colaborativo
Habitat 360 nace con la ambición de ser un punto de encuentro donde cada proyecto encuentra su solución. Finsa lo describe como un «ecosistema inteligente que conecta el diseño con la industria», ofreciendo un
«mundo cuidado de soluciones, herramientas e inspiración para hacer lo que más nos gusta: disfrutar creando hábitat».
Esta visión holística se materializa en una propuesta de valor que abarca desde la selección de la materia prima hasta la configuración final del espacio, siempre bajo una perspectiva de 360 grados.
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
La necesidad de esta interconexión y eficiencia resuena con principios históricos de la producción. Henry Ford,1 pionero en la optimización de procesos, afirmó que
«venir juntos es un comienzo; mantenerse juntos es un progreso; trabajar juntos es un éxito».
Aunque su enfoque se centró en la producción en masa, la esencia de la colaboración y la eficiencia que promovió a través del taylorismo,2 buscando descomponer procesos complejos en tareas sencillas y repetibles para aumentar la productividad, encuentra un eco moderno en la integración que propone Habitat 360. No se trata de una mera estandarización, sino de una orquestación inteligente que permite la inmediatez en la exploración de nuevas opciones y la materialización de ideas.
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
El corazón de Habitat 360 reside en su capacidad para integrar diversos elementos en un único flujo de trabajo:
Conexión y Transformación: El objetivo principal es conectar y transformar la manera en que se crean y viven los espacios, fomentando una interacción fluida entre diseñadores, fabricantes y usuarios finales. Esto se alinea con el ODS 17 (Alianzas para lograr los Objetivos), promoviendo la colaboración entre múltiples actores.
Diseño e Industria: Se busca cerrar la brecha entre la creatividad del diseño y las capacidades de la producción industrial, asegurando que las ideas innovadoras puedan materializarse de manera eficiente y sostenible. Un claro aporte al ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura).
Soluciones Integrales y la Inmediatez: Finsa ofrece «todo en un mismo lugar», desde tableros técnicos hasta soluciones decorativas, pasando por servicios personalizados.
«Te lo ponemos fácil: diseños en tendencia, tableros de madera técnica más eficientes y servicios a medida que se suman a nuestro amplio portafolio para darte una respuesta completa e integral».1
Esta agilidad en la respuesta es clave en el mercado actual, donde la inmediatez en la exploración de nuevas opciones es un valor añadido.
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
Sostenibilidad como pilar fundamental y su relación con los ODS
La sostenibilidad es un eje transversal en la propuesta de Habitat 360. Finsa, con su arraigada conexión con la madera, entiende la importancia de gestionar los recursos de manera responsable. El concepto From Nature to Habitat, presentado en eventos como Interzum 2025, subraya esta visión.2 Este compromiso se refleja en varios aspectos, directamente vinculados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas:
Gestión Forestal Holística: Finsa promueve un abastecimiento de madera responsable, asegurando que sus productos provengan de bosques gestionados de forma sostenible. Esto no solo garantiza la disponibilidad del recurso a largo plazo, sino que también contribuye a la conservación de la biodiversidad y la salud de los ecosistemas forestales. Un pilar fundamental para el ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres).
Certificación y Economía Circular: La empresa busca activamente certificaciones como cradle to cradle, que garantizan que los materiales puedan ser reciclados o compostados de forma segura al final de su vida útil, minimizando el desperdicio y promoviendo un ciclo de vida cerrado para sus productos. Este esfuerzo contribuye al ODS 12 (Producción y Consumo Responsables).
Materiales y Procesos Eficientes:Habitat 360 integra tableros de madera técnica más eficientes y soluciones biobasadas, como el sistema de prensado SIPS (Steam Injection Press System) y el tablero SuperPan. Estos avances tecnológicos no solo mejoran el rendimiento y la durabilidad de los productos, sino que también reducen su impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la producción hasta el postformado. Estas innovaciones son clave para el ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y el ODS 13 (Acción por el Clima).
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
Innovación y tendencia al servicio del profesional: La visión de los expertos
Habitat 360 no solo se enfoca en la sostenibilidad, sino también en la innovación y las tendencias de diseño. Finsa se esfuerza por «ponerlo fácil» a los profesionales, ofreciendo:
Diseños en Tendencia: Un portafolio que se actualiza constantemente para reflejar las últimas corrientes estéticas y funcionales en el diseño de interiores y la arquitectura. Colecciones como Earthy Soul y Natural Oak son ejemplos de cómo Finsa combina la belleza natural de la madera con un diseño contemporáneo.
Herramientas y Servicios a Medida: Más allá de los productos, Finsa proporciona herramientas y servicios que facilitan el trabajo de los profesionales, desde la especificación de materiales hasta el soporte técnico y logístico. Esto incluye un «servicio pensado para tus necesidades», que busca optimizar los procesos y garantizar el éxito de cada proyecto.
Inspiración Continua: A través de plataformas como «Connections by Finsa», la empresa comparte análisis de tendencias, casos de estudio y entrevistas con expertos, fomentando una comunidad de profesionales inspirados y conectados.6 La colaboración y el intercambio de conocimientos son esenciales para la innovación, como lo destaca la arquitecta y diseñadora Patricia Urquiola:
«El diseño es un proceso de colaboración, una conversación constante con el mundo y con los materiales».
El impacto de Habitat 360 en la creación de espacios
La implementación de Habitat 360 permite a arquitectos, diseñadores y fabricantes abordar sus proyectos con una visión más completa y responsable. Al tener acceso a un ecosistema integral, los profesionales pueden:
Optimizar Recursos: Seleccionar materiales y soluciones que no solo cumplen con los requisitos técnicos y estéticos, sino que también minimizan el impacto ambiental, contribuyendo al ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).
Fomentar la Colaboración: Trabajar en un entorno que promueve la sinergia entre diferentes disciplinas y actores de la cadena de valor.
Crear Espacios de Valor: Diseñar y construir hábitats que sean estéticamente atractivos, funcionalmente eficientes y, sobre todo, sostenibles y saludables para sus ocupantes.
Habitat 360 de Finsa Conectando diseño, industria y sostenibilidad para el Hábitat del Futuro
En resumen, Habitat 360 de Finsa representa un paso adelante en la evolución de la industria de la madera. Es una propuesta que va más allá del producto, ofreciendo un marco completo para la creación de espacios que honran la naturaleza, impulsan la innovación y construyen un futuro más sostenible. Finsa, a través de este ecosistema, invita a profesionales y consumidores a unirse en el disfrute de crear hábitats que perduren y enriquezcan la vida de las personas.
El proyecto reinterpreta la vivienda tradicional preexistente a partir de su tipología y lógica constructiva, manteniendo su esencia espacial en tres naves y estableciendo un diálogo entre el interior de la nave central y el exterior.
La Casa Mundo, situada en un municipio próximo a Santiago de Compostela (Galicia, España), constituye un ejercicio de rehabilitación y reinterpretación de la vivienda tradicional gallega.
Casa Mundo | BEIRA arquitectura | Esquema
La vivienda preexistente presentaba un notable deterioro, sus muros de piedra habían sufrido duramente la intemperie y el paso tiempo. Pese al deseo y la aspiración de conservarla, las limitaciones físicas y económicas de la obra solo permitieron mantener elementos puntuales.
Partiendo de esta premisa, se opta por una estrategia de proyecto que respeta la tipología original y la reinterpreta, preservando la esencia de la arquitectura tradicional de la vivienda, no en su materialidad, sino en su lógica constructiva y espacial.
Casa Mundo | BEIRA arquitectura | Sección
La tipología original en 3 naves se mantiene. La nave central, a doble altura, articula los espacios interiores y se prolonga hacia el exterior, difuminando los límites entre el salón y el jardín, como gran espacio vividero y distribuidor.
Se reconstruyen los vestigios de los antiguos muros mediante una estructura apantallada y un muro de bloque de hormigón, ambos vistos, recuperando el papel del material multifunción: que es estructura, división y cerramiento, como fue entonces la piedra y es ahora el hormigón en diferentes formas.
Casa Mundo | BEIRA arquitectura | Planta
La volumetría resultante expresa las tres naves en el exterior a través de tres cubiertas repetidas, acompañadas por recercados de madera como homenaje a los antiguos recercados de piedra hoy desaparecidos.
Obra: Casa Mundo
Autor: BEIRA arquitectura (Juan Esturao, Ana Irisarri)
Año: 2025
Emplazamiento: Santiago de Compostela (Galicia, España)
Arquitectura técnica: Jesús Esturao
Constructora: YPGAL
Fotografía: Luis Díaz Díaz + beiraarquitectura.com
La construcción por el hombre primitivo de una primera morada para refugiarse ha sido una de las imágenes más atrayentes y controvertidas para los arquitectos de todos los tiempos. Rykwertrepasa en este libro los mitos y las leyendas de las principales civilizaciones de la antigüedad y las teorías sugeridas por críticos, tratadistas y arquitectos como Vitruvio, Alberti, Piranesi, Quatremère de Quincy, Serlio, Laugier, Winkelmann, Hegel, Ruskin, Viollet-le-Duc, Loos, Wright o Le Corbusier. Para todos ellos, la descripción de la cabaña primitiva resulta esencial, pues constituye el punto de referencia de todas sus especulaciones sobre la naturaleza de la construcción.
La casa de Adán en el paraíso. La idea de la cabaña primitiva en la historia de la arquitectura | Un libro de Joseph Rykwert
Publicada por primera vez en 1974 y convertida hoy en un referente indispensable para repensar la arquitectura actual, esta obra nos introduce también en algunas de las discusiones teóricas que han marcado la evolución de la arquitectura (el origen de los órdenes, la disputa entre los Antiguos y los Modernos o la evolución de la cabaña de madera al templo de piedra), mostrando cómo las distintas explicaciones históricas han tenido su origen en convicciones opuestas y enfrentadas.
Partimos de la base de que aplicar BIM (herramientas y metodologías) en las fases de proyecto de ejecución y obra ya está consolidado, no hay que discutirlo. Pero ¿qué pasa antes del proyecto de ejecución? Tengo la impresión, validada por ya algunos años de experiencia en implantación y uso, de que hay un rechazo generalizado por parte de los profesionales de la arquitectura a su uso en las etapas iniciales del proyecto; y los argumentos son bastante diversos. A ver si puedo refutarlos…
«metáfora visual del pensamiento informacional» CC-by-sa Miguel Villegas Ballesta1
El BIM (no) limita la creatividad
El BIM no es para arquitectos…
El BIM no me deja proyectar…
El BIM hace que todo salga igual…
Idénticos argumentos a los que en 1997-98, esgrimían los profesores de Elementos de Composición (proyectos 0) para prohibirnos el uso de CAD. ¿Impensable hoy, verdad?
¿Por qué pensamos que el BIM limita la creatividad entonces? ¿Porque no sentimos el lápiz sobre el papel? ¿Porque no tenemos que hacer el offset a 0,30 en autocad para convertir una línea en un muro? El BIM comprende una fuerte mediación entre el pensamiento y la representación del mismo, pero eso no tiene por qué ser malo (idea que desarrollaremos en próximos episodios).
Todavía no estamos habituados a las herramientas de (modelado) representación en BIM, no estamos habituados a volcar todo el conocimiento implícito de nuestras cabezas y hacerlo explícito… pero se puede. La creatividad está en nuestras cabezas, si nos excusamos en la condición limitante de una herramienta, estamos buscando eso… excusas.
Usar BIM (no) es más caro
Hemos invertido demasiadas horas en el anteproyecto y no hemos conseguido el encargo…
Otra idea recurrente… se cuentan las horas invertidas en un anteproyecto y salen números rojos… ergo el BIM ha tenido la culpa.
Lo que no se cuenta es, por ejemplo que el cliente haya pedido 4 cambios, o que el arquitecto ha querido llevar en paralelo 4 versiones del anteproyecto combinadas de 2 en dos, o que el jefe haya dicho que se limpien los planos de 1990 en lugar de encargar una nube de puntos… ¿os imagináis hacer eso en CAD? Os doy una pista: hubiera sido indiscutiblemente inviable.
Os contaba en el «La poética de lo hiperconocido» que tareas parciales (p.e. dibujar una planta) pueden ser más rápidas en CAD… (y más rápido que el CAD sería si hiciéramos un croquis a mano)… pero lo que no se ve es que, cuando construimos en BIM, estamos generando automáticamente mucho más conocimiento embebido y estamos modelando un sistema interactivo. Cambiamos una planta y, sin solución de continuidad, tenemos listos alzados, secciones, perspectivas, mediciones…
¿Por qué parece más caro entonces?¿cuál es el problema?
Desde mi experiencia: ese ahorro real de esfuerzo no se percibe.
Del BIM sólo tenemos la impresión de que definir una familia de puerta, o un tipo de pared, es trabajoso y sobre todo nos genera inseguridad. Lo que no vemos es que una vez definida esa nueva herramienta, su aplicación nos habrá ahorrado incontables horas de trabajo manual…
No puedo modelar lo que no sé (… evidentemente…)
¿Cómo voy a definir las capas de la pared si todavía estamos en anteproyecto?
¿Y quién te lo ha pedido, almamía? Y aquí entramos en problemas que, en mi opinión, han sido causados por terceros… los productores de software BIM (en general) lanzan sus productos cargaditos de catálogos superdetallados: muros de 8 capas con aislamientos, sistemas de anclajes para fachadas ventiladas, membranas internas y mil zarandajas; puertas con manillas y mirillas, ventanas con la rotura de puente térmico modelada en mm a 1:1… ¿en serio?
¿Por qué nadie piensa que el proyecto empieza con un paramento exterior 30cmy ya está?¿Por qué no una familia de puerta que se llame carpintería interior vivienda 82y listo? Ese catálogo con el que empezara bocetar es el que le falta a muchos arquitectos y se soluciona preparándolo nosotros mismos siguiendo una regla sencilla:
Sólo se modela lo que se conoce
Es así de fácil, y aquí le doy (parcialmente) la razón a los reaccionarios. Preparar un catálogo de elementos genéricos que nos sirvan para cubrir las etapas iniciales de proyecto es trabajoso. Pero, también lo conté en el episodio anterior, la curva de McLeamy está obsoleta; una vez que hemos hecho la inversión inicial en preparar ese catálogo, el rendimiento de ese esfuerzo es constantemente creciente. Preparamos una vez, usamos ad infinitum…
Concluyendo. Tres argumentos contra el uso del BIM oídos, analizados y desmontados.
¿Tenéis alguno más?
Notas:
1 La imagen «metáfora visual del pensamiento informacional» CC-by-sa Miguel Villegas Ballesta, ha sido generada mediante IA con el prompt «https://s.mj.run/kzI9BpKxxT8 https://s.mj.run/phadvkxrDqg https://s.mj.run/HHO5WeFJN_o https://s.mj.run/wu0RYMY6M2w isolated greenscreen ::1 full body shot white isolated background of single person facing the camera standing up arms downwards 75 degrees to the sides and 55 degrees forward with a calmed stance and slight smile plain leather boots like ::1 340 white isolated background ::1 840 glowing yellow translucent asymmetrical isotropic neural network sprouting from person hands like ::1 350 neural network grows from person head like ::1 200 neural network links to a glowing hologram architectural design like this ::1 1600 –no tree, trunk, plant, symmetry –no tree, trunk, plant, symmetry –ar 5:3 –v 5.2»
P.D. Si habéis llegado hasta aquí: ¡Gracias! Si además dejas un comentario al hilo del tema expuesto, más gracias todavía. Y si en el comentario propones un tema o tienes un argumento para abrir más la discusión y que la web no sea solo el lugar de mis barruntos, te estaré eternamente agradecido.
Mercado Municapal Santa Maria da Feira en Aveiro (Portugal)
En ocasiones la arquitectura explica los principios de su entorno y, al mismo tiempo, el paisaje justifica, prestigia y autoriza esa arquitectura. Como si la estrategia de proyecto hubiese estado siempre allí, oculta, pero a la vista de todos, como esas flores que crecen entre los adoquines de la calzada, frágiles pero infatigables en su propósito. Como si la arquitectura no pudiera ser de otra manera y, sin embargo, constatara todas nuestras dudas y nuestras contradicciones.
El mercado municipal de Vila da Feira se configura como una inestimable colección de paisajes.1 Su condición abierta lo emparenta con la lonja como tradicional espacio de intercambio, origen del actual espacio público, más plaza que edificio;2 la disposición de las coberturas habilita un espacio introspectivo, un patio interior habitado en buena parte por el sonido y los reflejos de una fuente octogonal; la lluvia discurrirá por las cubiertas hasta jardineras laterales a través de un sistema de canal central y gárgolas situadas en los extremos.3
La topografía del entorno articula el recorrido en dos niveles y se extiende sobre las cubiertas hasta el lejano castillo medieval de Santa María da Feira: la historia y las plegaduras del territorio son parte solidaria de la arquitectura. La cultura local se presenta desde la sencillez del programa4 o la modestia material de los azulejos blancos y azules, sin renunciar por ello a la técnica del hormigón que habilita los generosos voladizos. Los recursos del país, la raíz del paisaje, se expresan vivamente en el arco iris de la piel de trucha o la verdosa translucidez de las uvas. Los mosaicos incrustados en el suelo, obra de Álvaro Siza o Gouvêa Portuense, representan la vocación universal de la cultura portuguesa.
«La pedagogía de Fernando Távora no tiene nada que ver con modelos, respuestas sistemáticas, know how. No excluye herramientas. Pero éstas tienen que ver con la condición humana, la apertura, la prudencia, la conciencia de una eventual permisividad, la duda, el deseo, la intransigencia».5
La arquitectura se establece como uno de los tamices del espacio y el tiempo, la tradición y la técnica, el clima y el territorio, la cultura y la identidad. La arquitectura sucesivamente inclusiva; la arquitectura del «lugar y la ocasión».6
Fernando Távora o la arquitectura como colección de paisajes.
Notas:
1 Mercado municipal de Vila da Feira, Portugal, Fernando Távora 1953-59. 2 El mercado se resuelve a través de una serie de plataformas y coberturas: no hay muros. 3 La visibilización de los procesos que afectan al agua será una constante en la obra de Távora en los 50. 4 Veterinario, puestos de flores y frutos, hortalizas, animales de plumas y pelo o pescado. 5 Álvaro Siza, Regarding the architecture of Fernando Távora, Fernando Távora, Lisboa, Blau, 1993, pág. 69. Traducción al inglés del texto original de Álvaro Siza, Peter Testa. Traducción al castellano MADC. 6 En referencia a este proyecto, Aldo van Eyck en el congreso de Otterlo sugirió sustituir la noción de Espacio y Tiem
El viaje de la madera realiza una nueva parada, esta vez en el Edifico Redeiras, de la Universidade de Vigo, obra de Abalo Alonso Arquitectos. Este proyecto se plantea como una intervención que respeta la memoria del lugar, manteniendo los elementos más significativos de la arquitectura original, al tiempo que incorpora un lenguaje contemporáneo capaz de convivir con el pasado.
La universidad de Vigo, cuyo campus principal se encuentra a 10km del centro urbano, propone la rehabilitación de tres construcciones en el casco histórico con el fin de acercar su actividad al resto de la sociedad.
Un volumen de madera se apoya en los soportales de piedra existentes. Una caja dentro de otra; madera y piedra. En este caso, la caja de madera es entera de madera; estructura y construcción incluidas. Pero con sistemas industrializados contemporáneos, que optimizan el uso del material y su respuesta temporal. Nos inspiramos en la construcción naval tradicional, pero incorporamos los últimos avances en i+d, como corresponde al destino del edificio que pretendemos desarrollar.
El Centro Cultural se localiza en el centro urbano del municipio, en la Plaza de la Constitución. En esta plaza destaca la presencia aislada de la antigua Iglesia de la Asunción, única edificación que mantiene el pálpito histórico en un contexto heterogéneo y muy renovado debido al importante crecimiento demográfico de la población, muy próxima a la ciudad de Salamanca.
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | croquis
La nueva edificación se asienta en el lugar eligiendo como referencia lo mejor de él: la iglesia, su pórtico de acceso, la hilera columnada, su carácter ligero y abierto constituyó el referente formal de partida. El Centro Cultural se inscribe en un gran portal, una galería abierta que nos sumerge en la historia de edificaciones, como las Stoas, concebidas para el uso popular, construcciones permeables y flexibles funcionalmente. El pórtico, que sale al encuentro de la plaza, durante el día protege de la incidencia solar dando intimidad al espacio interior, y desde el interior nos proporciona la ficción de estar fuera, ambigüedad que se invierte al anochecer, cuando el espacio interior se proyecta hacia el exterior a modo de una escenografía cuyos protagonistas son las personas entregadas a distintas tareas culturales, que nos invitan a participar de las mismas.
El orden ritmado de la logia se sintetiza con un espacio interior libre y fluido capaz de acoger un programa cultural diverso desarrollado sobre una planta de morfología triangular irregular en distintos niveles sobre rasante, al ser desestimada finalmente por parte de la propiedad la realización del salón de actos que ocupaba el nivel de sótano y que estaba contemplado en la propuesta del concurso de anteproyectos; el patio posterior y el vacío del vestíbulo, también de base triangular, que iluminaban el espacio del sótano, se mantuvieron aunque quedando algo huérfanos de su mayor entidad funcional y espacial en la propuesta del concurso.
La disposición de los núcleos de servicios y de comunicación vertical en los extremos de la planta facilitan la distribución del programa, liberando el espacio intermedio; la circulación interior entre los núcleos servidores se complementa con otra exterior a través de corredores que también funcionan como espacios de expansión y lectura al aire libre.
En el nivel de la plaza se encuentra el vestíbulo y control de acceso junto a una sala polifuncional que se unifica con el espacio exterior mediante correderas de grandes dimensiones. En el primer nivel se disponen las aulas para docencia y desarrollo de actividades culturales diversas. La biblioteca ocupa los últimos niveles, comunicados mediante una escalera interior; el espacio de doble altura que los relaciona visualmente se abre al pórtico exterior, donde una terraza sirve de lugar de expansión para la lectura.
Este nuevo equipamiento cultural se asienta en la historia, la tradición heredada, que supone una lección permanente y desea ser un espacio de participación, un lugar de encuentro y hogar cultural de los ciudadanos.
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Situación
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Planta baja
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Planta entreplanta
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Planta primera
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Planta segunda
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Planta de cubierta
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | Alzado y sección
Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada | Gabriel Gallegos Borges | croquis
Obra: Centro Cultural Carbajosa de la Sagrada
Autor: Gabriel Gallegos Borges
Colaboradores:
Arquitecto colaborador: Gabriel Gallegos Alonso
Dirección de ejecución de la obra: José Miguel Sanz Bayón
Técnicos supervisión municipal: Luis Parada, Roberto Llamazares
Instalaciones. Proyecto inicial: José Miguel Cámara Rey, ing. industrial
Instalaciones. Proyecto modificado y D.O.: Juan María Vaquero, ing. técnico industrial
Cálculo estructura: Félix Camazón Carvajal, PEJARBO
Promotor: Ayuntamiento de Carbajosa de la Sagrada
Empresa constructora: U.T.E. Construcciones Cueto S.A. y Garcia de Celis S.L.
Jefe de obra: Luis Nieto
Superficie: 1293,38 m2
Año: 2024
Emplazamiento: Plaza del Ayuntamiento, Carbajosa de la Sagrada (Salamanca, España)
Fotografía: Gabriel Gallegos Alonso
Esta magnífica obra reúne 41 conversaciones que Henri Cartier-Bresson mantuvo a lo largo de su carrera entre 1951 y 2003. Algunas de ellas inéditas, las entrevistas con este excepcional artista y pensador ponen de manifiesto su espíritu refinado y provocador —más inclinado a evocar la pintura o la literatura que la fotografía pura y dura—y nos ofrecen las claves para comprender su enfoque estético y la evolución de su pensamiento sobre la fotografía y su relación con el cine, el dibujo y la pintura.
¿Puedo guardarme algún secreto? Entrevistas con Henri Cartier-Bresson
Ilustrado con una selección de sus fotografías y dibujos, estos textos nos abren una nueva e iluminadora perspectiva a la hora de acercarnos a la vida y la obra de uno de los grandes referentes de la fotografía de la segunda mitad del siglo XX. Henri Cartier-Bresson (1908-2004) es un fotógrafo francés considerado uno de los padres del fotoperiodismo.
Desde la agencia Magnum, que fundó en 1947 junto a Robert Capa, David (Chim) Seymour, William Vandivert y George Rodger, realizó algunos de los grandes reportajes sobre Europa, Oriente y la antigua URSS que le dieron fama mundial como cronista gráfico.
«Es una suposición, digna de figurar en el Diccionario de lugares comunes de Gustave Flaubert, pensar que los fotógrafos se expresan exclusivamente a través de sus imágenes y que, por lo tanto, no tienen nada que decir. John Szarkowski, director del departamento de fotografía del Museo de Arte Moderno de Nueva York, lo sabía bien pues afirmaba, por el contrario, que los fotógrafos eran sin duda quienes hablaban mejor sobre el medio. El caso de Henri Cartier-Bresson es un buen ejemplo. Aunque sus fotografías hayan sido objeto de numerosas exégesis, en todas las lenguas, y por los autores más prestigiosos, nada es comparable a sus propias palabras».
Construir el habitar es componer, medir, observar e imaginar cómo la vida transcurre entre las fraguas del tiempo y del espacio. En ese proceso no solo edificamos lugares, sino que también nos edificamos a nosotros mismos: somos tiempo y espacio, materia y memoria.
Construir es superponer y articular escenarios en los que la idea de habitar siempre remite al ser humano. No se trata únicamente de hacer, sino de saber: un saber que, como la pátina en la superficie de los materiales, permanece en cada huella y se revela en la dureza y en la bondad de la materia.
Construir es, en última instancia, construirse. Es reconocerse en el tiempo, adentrarse en el espacio hasta casi desvanecerse para luego “volver a ser”. En ese retorno, el ser humano se convierte en espacio: en un espacio que habla, que transporta y que revela hábitos, señala límites y deja entrever su historia en las comisuras rugosas de la piedra ya transformada, o en los meandros formados por el agua de la lluvia sobre las baldosas que de alguna manera aguardan su llegada, para diluirse en su propia naturaleza.
Construir es, también, sentir cómo cada instante de vida se fragua en una experiencia única: el habitar. Es edificar sin que el espacio sea del todo consciente de nuestra acción, solo hasta que, al vivirlo, le estamos otorgando un verdadero sentido.
En el panorama contemporáneo de la arquitectura y el pensamiento, pocas figuras logran fusionar la rigurosidad técnica con una profunda exploración humanística. Fernando Freire Forga, arquitecto de formación y pensador por vocación, encarna esta dualidad, enriqueciendo el debate sobre cómo habitamos el mundo. Conocido también por su pseudónimo literario Waracuy, Fernando Freire Forga nos invita a un viaje intelectual que abarca desde la materialidad de la construcción hasta las dimensiones más etéreas de la memoria, la ética y el porvenir humano.
Nacido en Lima, Perú, el 21 de marzo de 1977, Fernando Freire Forga cimentó su formación académica en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), donde cursó estudios de Arquitectura entre 1994 y 2000. Su talento fue reconocido tempranamente al obtener el Primer Premio del Concurso PROCOBRE–PERÚ en 1999, gracias a su tesis innovadora “Edificio Automatizado de Oficinas: Usos del Cobre en la Arquitectura”.
Posteriormente, amplió su visión con estudios de Doctorado en Arquitectura Moderna en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (España).
Esta sólida trayectoria académica y profesional se complementa con su labor como docente investigador en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y la Universidad Privada del Norte (UPN), así como con su ejercicio como arquitecto independiente, consolidándolo como una de las voces más representativas de la arquitectura peruana contemporánea.
Sin embargo, la trayectoria de Fernando Freire Forga trasciende los planos y las estructuras. Bajo el enigmático nombre de Waracuy, se revela como un escritor y pensador cuya obra literaria explora los límites entre lo real y lo mítico, la sabiduría ancestral y el análisis crítico de la modernidad. Sus escritos, caracterizados por un estilo poético y profundo, abordan temas como el alma humana, el impacto de la inteligencia artificial y la urgente necesidad de reconstruir la civilización desde la integridad.
Waracuy no solo busca respuestas, sino que propone un nuevo sentido y una nueva posibilidad para habitar el mundo, conectando con lectores en múltiples idiomas que anhelan una comprensión más profunda de su existencia.
La entrevista que presentamos a continuación es una oportunidad única para adentrarnos en la mente de este arquitecto-pensador. Exploraremos cómo Fernando Freire Forga y Waracuy coexisten y se retroalimentan, cómo su formación arquitectónica influye en su visión literaria y filosófica, y cuáles son los desafíos y las oportunidades que identifica en la intersección de la arquitectura, la tecnología y la espiritualidad. Prepárense para un diálogo revelador con una de las mentes más originales de nuestro tiempo, un verdadero puente entre la tradición y la conciencia contemporánea.
Fernando Freire Forga, doctor arquitecto
¿Cómo se definiría Fernando Freire Forga?
Soy un arquitecto que ha aprendido a mirar más allá de la forma.
La arquitectura me dio método, pero la vida me dio contenido. He dedicado años a estudiar el espacio y su relación con el ser humano, y en ese proceso descubrí que lo verdaderamente importante no está en lo que se construye, sino en lo que se siente. Me definiría como un observador constante del alma humana y de su modo de habitar el mundo.
¿Cómo, cuándo y por qué acaba Fernando Freire Forga desdoblándose como Waracuy?
Waracuy nació en silencio, sin plan previo. Durante años acumulé reflexiones, experiencias, memorias, y un día comprendí que necesitaban una voz propia. No fue un desdoblamiento, sino una expansión: Waracuy es la parte de mí que escribe lo que la arquitectura no puede decir con planos.
Representa una mirada más libre, más poética y más humana hacia el tiempo que vivimos.
¿Te encontraste con muchas dificultades para iniciarte? ¿Cuál fue (o es o será) el momento más crítico como Waracuy?
Las dificultades siempre han estado ahí, pero nunca como obstáculos, sino como parte del camino. Quizás el momento más crítico fue el inicio mismo: aceptar que podía construir sin ladrillos, que podía edificar desde la palabra.
Abrir un nuevo lenguaje exige desapego, y Waracuy implicó eso: despojarme del título, del método, del peso de lo aprendido, y volver a empezar desde la intuición.
¿Has tenido que complementar tu formación y trayectoria profesional para crear Waracuy? ¿Consideras que estudiar arquitectura ha sido importante para desarrollar tu trabajo actual?
He complementado mi formación con estudios en filosofía, antropología, arqueología y espiritualidad, porque necesitaba entender al ser humano más allá de la técnica y la forma. La arquitectura me enseñó a pensar con estructura y claridad; esas otras disciplinas me dieron el contenido y la profundidad.
Mi vínculo con la arquitectura moderna sigue siendo esencial, pero Waracuy nace de un espacio más amplio: de la observación de lo humano y de la necesidad de explorar su dimensión interior. Waracuy representa esa combinación que une pensamiento, emoción y sentido, y que procura fomentar un camino saludable frente a los cambios inminentes que ya nos anuncian los tiempos por venir.
En la práctica, esa visión también se traduce en la arquitectura: en materiales honestos, procesos transparentes y proyectos que priorizan al ser humano sobre la forma.
Local Comercial TUK, Campiña de Moche, Trujillo – Perú. Diseño y construcción 2017 – 2018. Arquitecto Fernando Freire Forga. Actualmente forma parte del recorrido de arquitectura moderna en la costa norte del país.
¿Cómo ha evolucionado Waracuy desde sus inicios? ¿Cómo es el día a día de Fernando Freire Forga como Waracuy?
Waracuy comenzó como una catarsis y se ha convertido en un universo literario.
Al principio fue una manera de ordenar pensamientos; hoy es un espacio de diálogo con miles de lectores. Mi día a día es una mezcla entre la disciplina del arquitecto y la libertad del escritor: estructurar ideas, observar el mundo, traducir la experiencia en palabra. No hay rutina fija, pero sí una constante: la búsqueda de sentido.
¿Cómo coordinas las distintas facetas de arquitecto, escritor y pensador peruano?
Con naturalidad. No son facetas separadas, sino manifestaciones de una misma mirada. La arquitectura me da estructura, la escritura me da voz, y el pensamiento me da rumbo. Todo lo que hago, en el fondo, pertenece al mismo impulso: comprender cómo habitamos —el espacio, el tiempo, la existencia— y cómo podemos hacerlo con más conciencia.
¿Qué tipo de proyectos o actividades desarrollas como Waracuy?
Waracuy funciona como un laboratorio de pensamiento y creación.
Desde allí desarrollo proyectos que combinan reflexión, arte, palabra y observación social, siempre con la intención de generar conciencia sobre el tiempo que nos toca vivir. No se trata solo de escribir libros, sino de abrir espacios de diálogo, de transmitir experiencias, de transformar lo cotidiano en símbolo.
Hay una línea curatorial que atraviesa todo: rescatar la sensibilidad humana en un mundo saturado de información. Por eso, Waracuy se manifiesta en diversas formas —editoriales, visuales, culturales—, todas unidas por una misma raíz: inspirar una manera más consciente, ética y poética de estar en el mundo.
¿Qué referencias manejas a la hora de marcar el rumbo de Waracuy?
Las referencias de Waracuy no provienen de un solo campo, sino de la vida misma. Encuentro inspiración en la filosofía, en la arquitectura moderna, en las tradiciones andinas, en la arqueología y en la espiritualidad de los pueblos que aún conservan una relación sagrada con la tierra. Pero también en la ciencia, en la historia del pensamiento occidental y en todo aquello que refleje la necesidad de equilibrio entre progreso y conciencia.
Más que seguir teorías, me interesa escuchar las señales del tiempo: lo que la humanidad dice —o calla— a través de sus crisis y sus silencios.
Waracuy se guía por esa brújula interior que mezcla observación, memoria y sentido común, buscando siempre un punto medio entre la reflexión intelectual y la sabiduría ancestral.
Actualmente mi lugar de trabajo es virtual, desde casa con mi ordenador o desde cualquier lado con mi teléfono, me encuentro desarrollando proyectos y nuevos emprendimientos.
Fernando Freire Forga · El Universo WARACUY
¿A qué segmento de público te diriges como Waracuy?
Waracuy no apunta a un público masivo, sino a un lector despierto, curioso, que busca ir más allá de la inmediatez. Está dirigido a quienes sienten que algo esencial se está perdiendo en medio del ruido y buscan reencontrar un equilibrio entre razón, emoción y propósito. Podría decirse que es un espacio para quienes aún creen que la palabra puede sanar y que la belleza sigue siendo una forma de resistencia.
El público de Waracuy no se define por edad ni profesión, sino por sensibilidad: son personas que observan, que cuestionan, que sienten. Más que lectores, los veo como compañeros de viaje, caminando en la misma dirección: hacia una forma más consciente de habitar el mundo.
¿Cómo es el proceso de creación como Waracuy?
El proceso creativo de Waracuy parte siempre de una intuición, de una sensación que me acompaña durante días antes de tomar forma en palabras.
A veces nace de una emoción, otras de una observación o una pregunta que no me deja en paz. No escribo desde la prisa; escribo cuando algo dentro de mí necesita ordenarse y hacerse visible.
Luego llega la estructura. Ahí entra el arquitecto: el que organiza, depura y da ritmo a la materia emocional. Trabajo los textos como si fueran espacios: con proporción, luz y silencio. Más que un método, Waracuy es un estado de conciencia: escuchar, dejar que la vida hable primero y luego traducir eso en forma.
¿Estableces sinergias con otros campos?
Sí, siempre. Nada de lo que hago nace en un solo territorio. Waracuy se nutre de los cruces: de la arquitectura con la palabra, del arte con la reflexión, de lo íntimo con lo universal. Creo en las convergencias más que en las especializaciones; en el diálogo silencioso entre disciplinas que se observan y se transforman mutuamente.
Juntos exploramos la obra de Frank Lloyd Wright en la serie El Epítome Americano, donde la forma y el espíritu se entrelazan como materia viva.
Más allá de lo académico, busco sinergias con quienes sienten que el conocimiento no debe dividir, sino unir. Ese punto de equilibrio, entre pensamiento y afecto, es el que da sentido a todo lo que hago.
¿Cómo y para qué utilizas las nuevas tecnologías? ¿La red ha facilitado tu labor?
Las nuevas tecnologías han ampliado mi horizonte de creación. No las veo como una amenaza, sino como una extensión del pensamiento, una herramienta que permite ordenar ideas y conectar mundos. La red, usada con propósito, es un territorio fértil para compartir conocimiento y despertar conciencia.
En mi caso, la tecnología ha sido el puente que transformó años de reflexión en obra. Me ha ofrecido agilidad, pero sobre todo presencia: la posibilidad de llegar a quien, en otro contexto, jamás habría leído una de mis páginas.
El reto está en mantener la humanidad en medio de la velocidad.
Usar la herramienta sin ser usado por ella.
Obras y proyectos de Fernando Freire Forga
¿Compaginas o complementas esta actividad con otras labores o en otros campos?
Sí, y creo que ahí está el equilibrio. Sigo vinculado a la arquitectura como investigador, docente y proyectista. Ese contacto con la realidad material me mantiene en tierra, me recuerda que las ideas también deben sostenerse.
Al mismo tiempo, desarrollo proyectos editoriales y artísticos dentro del universo Waracuy, donde la reflexión adquiere una dimensión más amplia.
Esa línea literaria ha crecido más de lo que imaginé: hoy los libros de Waracuy se han traducido a cinco idiomas y comienzan a encontrar lectores en distintos continentes. No lo vivo como un logro comercial, sino como una confirmación de que los temas que abordo —la búsqueda de sentido, la conexión con lo esencial, la transformación interior— son universales.
Ambas labores se alimentan: la arquitectura me enseña estructura y paciencia; la escritura me devuelve emoción y propósito. Compaginar no es dividir el tiempo, sino integrar lo que uno es. Y en mi caso, todo forma parte del mismo camino.
La arquitectura tiene abiertos muchos frentes de batalla. ¿No serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?
Los frentes no son demasiados: lo que es excesivo es el ego que los sostiene. Vivimos una época donde lo esencial de la humanidad ha sido desplazado por la espectacularidad del yo, y la arquitectura no ha escapado a esa distorsión. Nos hemos preocupado más por el gesto que por el sentido.
En La Última Arquitectura reflexiono precisamente sobre ese vacío. El problema no es técnico ni económico: es existencial. La arquitectura ha perdido parte de su vocación humana porque olvidó que su tarea no es impresionar, sino dar cobijo al alma del tiempo.
¿Cómo ves el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión?
Estamos viviendo un cambio tan profundo como el paso del nomadismo al sedentarismo. Solo que ahora ocurre en una sola generación. La irrupción de la inteligencia artificial, los nuevos materiales y la automatización transformarán todo, pero el verdadero desafío será humano: cómo sostener el sentido en medio de la inmediatez.
La arquitectura del futuro no será la de los grandes gestos, sino la de los pequeños actos bien pensados. Espacios honestos, adaptables, con alma.
Si logramos volver a lo esencial, la profesión no desaparecerá: renacerá con propósito.
Libros y publicaciones de Fernando Freire Forga
¿Qué mejoras crees que son fundamentales y que deberían aplicarse de inmediato?
Primero, replantear la enseñanza. Formamos arquitectos para un mundo que ya no existe. Las escuelas deben enseñar a comprender el contexto, el territorio, el tiempo y la vida que lo habita.
Segundo, recuperar la dignidad del oficio. El arquitecto debe volver a sentirse responsable de la sociedad que construye. Y por último, reconciliar la arquitectura con la existencia: la técnica no salvará al ser humano si este olvida por qué construye.
Como emprendedor, ¿qué opinas de los arquitectos que abren nuevos campos y enfoques de la profesión?
Lo considero no solo legítimo, sino necesario. Cuando un arquitecto se abre a otros campos —la escritura, la docencia, la filosofía o el arte—, no se aleja del oficio: lo amplía. En mi caso, tanto Waracuy como El Epítome Americano nacieron así: de una búsqueda más que de un plan.
Hay dos maneras de emprender: una forzando la idea, otra armándola en el camino. Ambas pueden llegar al mismo destino, pero la experiencia es distinta: una se impulsa desde el control, la otra desde la armonía. Es como surfear una ola o atravesarla en una moto acuática: el punto final puede ser el mismo, pero la esencia del viaje lo cambia todo.
Yo prefiero escuchar la ola. Porque en esa entrega nacen las obras que de verdad permanecen.
¿Estás contento con la trayectoria realizada hasta ahora? ¿Qué proyectos de futuro te esperan?
Más que contento, agradecido. He aprendido que la trayectoria no se mide por la cantidad de obras, sino por la coherencia entre lo que uno piensa, hace y siente. Hoy vivo un momento de plenitud creativa: Waracuy sigue expandiéndose con nuevos libros y proyectos culturales, mientras que El Epítome Americano continúa explorando el legado de Frank Lloyd Wright.
Ambos universos se complementan: uno aborda la materia, el otro el espíritu.
Y en el plano personal, mi mayor proyecto es seguir disfrutando el proceso.
La vida no se trata de alcanzar metas, sino de sostener el equilibrio mientras se avanza.
Para acabar, ¿qué le aconsejarías a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?
Les diría que no se apuren. El mundo ya produce demasiado; lo que necesita ahora es profundidad. La arquitectura no se aprende solo con planos ni software: se aprende mirando, caminando, escuchando, viviendo.
Que no teman a la lentitud: en los procesos largos se forma el criterio.
Y que recuerden siempre: diseñar no es imponer una forma, sino descubrir una verdad. La arquitectura del futuro necesitará menos egos y más conciencia, menos ruido y más silencio.
Ahí comienza la verdadera arquitectura.
Fernando Freire Forga · El universo Waracuy
Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Sergio su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
La feriaInterzum 2025, celebrada en Colonia, Alemania, se consolidó una vez más como el epicentro global para la innovación en la industria del mueble y el diseño de interiores. Bajo el lema Rethinking Resources: Circular and Biobased Solutions (Repensando los Recursos: Soluciones Circulares y Biobasadas), el evento puso de manifiesto la urgencia y el compromiso del sector con la sostenibilidad. En este contexto de transformación, la participación de Finsa, líder en soluciones de madera, fue crucial, presentando su visión y sus avances en la construcción de un futuro más verde y responsable.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
Un compromiso global con la sostenibilidad: Los Highlights de Interzum 2025
Interzum 2025 no fue solo una exposición de productos, sino una plataforma para el intercambio de ideas y la promoción de prácticas sostenibles. El Rethinking Resources Boulevard fue un espacio destacado, diseñado para sumergir a los visitantes en los principios de la economía circular y las soluciones biobasadas.1 Este boulevard demostró cómo los materiales y procesos pueden ser repensados para minimizar el impacto ambiental, desde la producción hasta el final de su ciclo de vida. La feria enfatizó que la sostenibilidad ya no es una opción adicional, sino un componente intrínseco del diseño y la fabricación de vanguardia.2
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
“Una ética sostenible aplicada en todas y cada una de las fases del proceso”.
La relevancia de esta perspectiva se alinea con la visión de maestros de la arquitectura como Frank Lloyd Wright, quien afirmaba que:
«La arquitectura es la madre de todas las artes. Sin una arquitectura propia, no tenemos alma de nuestra propia civilización».
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
En la actualidad, esta «alma» se nutre de la responsabilidad ambiental, como bien lo expresa el arquitecto William McDonough, co-creador del concepto Cradle to Cradle:
«La sostenibilidad no puede ser como una especie de sacrificio moral o dilema político. Tiene que ser un reto de diseño».3
Esta filosofía resuena profundamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, particularmente con el ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura), ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles) y ODS 12 (Producción y Consumo Responsables), que buscan fomentar la industrialización inclusiva y sostenible, construir asentamientos humanos resilientes y garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
Entre los temas centrales abordados en Interzum 2025 se encontraban:
Materiales Innovadores: Presentación de nuevos materiales con menor huella de carbono, incluyendo aquellos derivados de fuentes renovables y recicladas. La madera, como material inherentemente sostenible, ocupó un lugar central, con un énfasis particular en el abastecimiento responsable y las certificaciones como FSC®.4 4Esto contribuye directamente al ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres), al promover la gestión sostenible de los bosques.
Economía Circular: Modelos de negocio y tecnologías que facilitan la reutilización, el reciclaje y la valorización de los productos y sus componentes, cerrando el ciclo de vida de los materiales. Una clara contribución al ODS 12.
Soluciones Biobasadas: El desarrollo y la aplicación de productos derivados de biomasa, ofreciendo alternativas sostenibles a los materiales tradicionales. Esto se alinea con el ODS 7 (Energía Asequible y No Contaminante) y ODS 13 (Acción por el Clima).
Eficiencia Energética y Producción Limpia: Avances en procesos de fabricación que reducen el consumo de energía y la generación de residuos, apoyando el ODS 7 y ODS 12.
La feria también reconoció la excelencia en sostenibilidad a través de los premios Interzum Award 2025, donde los productos galardonados destacaron por integrar la sostenibilidad como un valor fundamental desde su concepción.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
Finsa en Interzum 2025: «From Nature to Habitat» y el Ecosistema Habitat 360º
Finsa, con su profunda conexión con la madera y su compromiso con la innovación, se presentó en Interzum 2025 bajo el lema From Nature to Habitat (De la Naturaleza al Hábitat). Este concepto encapsula la filosofía de la empresa de transformar la materia prima natural en soluciones que mejoran los espacios habitables, siempre con una perspectiva de sostenibilidad integral.5 La relevancia de la madera en este contexto es innegable, como señala el arquitecto Michael Green, un defensor de la construcción en madera a gran escala:
«La madera es el único material de construcción importante que crece de forma natural y es renovable. Es una solución para el cambio climático».6
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
El stand de Finsa fue una manifestación de su propuesta de valor Habitat 360º, un enfoque holístico que prioriza la colaboración, el crecimiento del negocio, la conexión estratégica y, fundamentalmente, la sostenibilidad. A través de un diseño integrador, el espacio de Finsa mostró tecnologías y aplicaciones innovadoras en sus áreas clave:
Finsa Design (decorativos)
Finsa Tech (madera técnica
Finsa Process (servicios y componentes para muebles).
Finsa durante su Interzum 2025 subraya la continuidad de su compromiso con los principios de «Design as Nature» y la economía circular. Este enfoque se traduce en:
Gestión Forestal Holística: Un pilar fundamental en la estrategia de Finsa, asegurando que la madera utilizada provenga de fuentes gestionadas de manera responsable, promoviendo la biodiversidad y la salud de los ecosistemas forestales. Esto se alinea directamente con el ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres).
Certificación Cradle to Cradle: La búsqueda de la certificación «cradle to cradle» para sus productos es un testimonio del compromiso de Finsa con la economía circular, garantizando que los materiales puedan ser reciclados o compostados de forma segura al final de su vida útil. Este esfuerzo contribuye al ODS 12 (Producción y Consumo Responsables).
Soluciones Biobasadas y Tecnológicas: La empresa destaca el desarrollo de soluciones como el sistema de prensado SIPS (Steam Injection Press System) y el tablero SuperPan, que no solo ofrecen un alto rendimiento técnico, sino que también presentan una transparencia medioambiental y capacidades para el postformado, reduciendo el impacto ambiental de los procesos de fabricación. Estas innovaciones son clave para el ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura).
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
La visión de Finsa se centra en la creación de un Habitat 360º, donde cada etapa, desde el origen de la madera hasta la configuración final del espacio, se concibe bajo criterios de sostenibilidad. Esto incluye el desarrollo de colecciones de materiales como Earthy Soul y Natural Oak, que no solo responden a las tendencias estéticas, sino que también cumplen con los más altos estándares de respeto ambiental.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
El Futuro de la Madera y el Diseño Sostenible
Interzum 2025 y la participación de empresas como Finsa demuestran que la industria de la madera está a la vanguardia de la transición hacia un modelo de producción y consumo más sostenible. La integración de la economía circular, los materiales biobasados y la gestión forestal responsable no son solo tendencias, sino pilares fundamentales para el futuro del diseño y la construcción. Finsa, con su enfoque7 From Nature to Habitat y su ecosistema Habitat 360º, se posiciona como un actor clave en esta evolución, ofreciendo soluciones que combinan innovación, funcionalidad y un profundo respeto por el medio ambiente.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
La feria ha dejado claro que el camino hacia la sostenibilidad es un esfuerzo colaborativo que requiere la implicación de todos los actores de la cadena de valor. La madera, con su versatilidad y su carácter renovable, se presenta como el material idóneo para liderar esta transformación, y empresas como Finsa están marcando el ritmo, inspirando a la industria a repensar sus recursos y a construir un hábitat más sostenible para las generaciones futuras. Como dijo el reconocido arquitecto Renzo Piano,
«la arquitectura es el arte de construir, pero también el arte de pensar en el futuro».
Y ese futuro, sin duda, es sostenible.
Interzum 2025 Finsa y la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de la madera
Nuestros clientes estaban de viaje por Portugal cuando se toparon con un pequeño terreno en venta junto al mar, cerca de un pueblo situado a aproximadamente una hora al norte de Lisboa. Lourinhã es conocida como el centro frutícola del país y por su proximidad a Ericeira y Peniche, dos de los mejores destinos de surf del mundo.
La parcela, una estrecha franja de terreno en pendiente en pleno campo, se encuentra a cinco minutos a pie de la playa y ofrece vistas panorámicas sobre el mar, el valle y el pueblo en la distancia.
Casa Plaj | extrastudio | Alzado este
Lourinhã nunca ha sido una zona rica; sus edificaciones son modestas y sencillas, y se asientan de manera natural en el paisaje, en un modo que las construcciones de las últimas décadas parecen haber olvidado.
Libre de las obligaciones cotidianas, una casa de vacaciones permite cierto grado de libertad y experimentación. Debe ser generosa, informal, físicamente presente, imponiendo su propio tiempo y ritmo.
Queríamos crear una forma radicalmente simple para esta vivienda, combinando elementos de las construcciones históricas locales de una manera posible únicamente en el presente.
Casa Plaj | extrastudio | Planta
La relación con la topografía fue fundamental: la casa toca el suelo lo más levemente posible, permitiendo que el terreno existente fluya por debajo. Cuatro muros de carga sostienen un podio en forma de cruz sobre el cual se asienta la vivienda, suspendida sobre la tierra. La plataforma solo contacta con el terreno inclinado en un punto, el acceso, mientras que en los demás lados se abren terrazas que flotan en todas direcciones, prolongando el espacio interior hacia el exterior y otorgando a cada estancia su propio refugio privado.
Un vacío se recorta en la forma maciza de la casa para generar un patio de entrada al aire libre, cerrado por una gran puerta corredera. La vivienda, organizada en una sola planta, dispone de cocina, comedor y sala de estar en un espacio generoso que se abre simétricamente al norte, este y oeste, mientras que los tres dormitorios se orientan al sur.
Casa Plaj | extrastudio | Sección
Con una superficie construida máxima de 120 m², el interior compensa su reducida huella aprovechando al máximo la altura del volumen, lo que crea una inesperada sensación de amplitud y monumentalidad. Un gran lucernario refuerza esta impresión en la sala de estar, mientras que en otras zonas una serie de óculos, diseñados con precisión dentro de la geometría estructural mediante un modelo 3D, permiten que la luz directa del lucernario atraviese la casa hasta llegar a sus rincones más oscuros. Durante cuatro meses al año, un haz de luz ilumina cada estancia antes del atardecer, alcanzando su punto álgido en los solsticios de verano e invierno.
Sencillos recursos arquitectónicos habilitan y fomentan la flexibilidad y la informalidad. Las ventanas se retraen completamente en los muros, transformando la casa en un gran espacio al aire libre, extendiendo el interior hacia el exterior y permitiendo que momentos como el baño se conviertan en experiencias a cielo abierto.
El estrecho diálogo entre clientes y constructor durante la obra permitió que el tiempo, el azar y el conocimiento de los trabajadores dejaran su huella en la vivienda. Los muros enlucidos de gris quedaron desnudos, conformando un interior monocromo. Se añadieron nuevos óculos y hornacinas donde fue posible, una puerta metálica en la escalera se sustituyó por vidrio rojo, se eligieron travertino iraní plateado y mármol verde azulado para armonizar con los muros interiores, y el exterior, pensado inicialmente en gris, acabó adquiriendo color.
En el exterior, una piscina longitudinal se emplaza entre pinos silvestres, paralela al mar. El paisaje apenas se modificó: se conservaron todos los árboles existentes y se plantó una retícula de frutales en las laderas, preservando así el carácter agrícola del entorno.
Nuestros clientes nos invitaron a hospedarnos en la casa una vez concluida. Los únicos sonidos en el aire eran el romper de las olas en la orilla y las voces que llegaban desde el otro lado del valle. Por la noche, escuchábamos el canto de aves desconocidas y el croar de ranas de un arroyo cercano nos acompañaba.
Obra: Casa Plaj
Autor: extrastudio
Ubicación: Lourinhã, Portugal
Superficie: 120 m²
Año: 2020-2025
Equipo: João Caldeira Ferrão, João Costa Ribeiro, Sónia Oliveira, Rita Rodrigues, Andreia Simões, Marta Oliveira, Filipa Almeida, Mariana Brandão
Paisajismo: Oficina dos Jardins – Sónia Caldeira, Inês Bordado
Ingeniería estructural: Pedro Viegas
Instalaciones de fontanería: Motoliveira – Sandra Mota
Electricidad, climatización, física de la edificación, acústica: Blueorizon
Aparejador: Rui Folgado
Contratista general: Vassalo & Sousa Lda
Fotografía: Clemens Poloczek
Fotografías de maqueta: José Pedro Marques + extrastudio.pt
La vida de la materia. Hilozoísmo, arte, arquitectura | Eduardo Prieto
Lejos de ser un soporte pasivo, la materia contiene energía, información, misterio, vida incluso. Tal es el punto de partida de este texto de condición reflexiva y crítica que, desafiando a la tradición que durante siglos ha relegado lo material a un papel secundario respecto a la forma, invita a redescubrir la esencia activa de la materia y su papel como transmisor cultural y emocional en el arte y la arquitectura.
Moviéndose, en la mejor prosapia del ensayo, por tiempos, lugares, disciplinas y autores diversos,La vida de la materia propone una aproximación apasionante al inconsciente material que late en nuestros artefactos y obras de arte, en nuestros modos de habitar.
Eduardo Prieto
Es arquitecto y licenciado en Filosofía, además de DEA en Estética y Teoría de las Artes y Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Politécnica de Madrid. Sus investigaciones, centradas en la relación entre arquitectura, pensamiento, técnica y medioambiente, han dado pie a libros como Historia medioambiental de la arquitectura (2019, 2022, 2023, 2024) —la primera en su género—, Los laberintos del aire (2023) —un estudio sobre arquitectura y medioambiente en el Renacimiento—, La vida de la materia (2018) —una exploración del hilozoísmo en el arte y la arquitectura—, La ley del reloj: arquitectura, máquinas y cultura moderna (2016) —una historia de la metáfora de la máquina desde los orígenes de la modernidad— y La arquitectura de la ciudad global: redes, no-lugares, naturaleza (2011) —una radiografía de la globalización—. Ejerce como Profesor Titular de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo en la ETSAM-UPM, ha sido visiting scholar en la Universidad de Harvard y actualmente es Director de Programas del Centro Nacional de Industrialización y Robotización de la Arquitectura.
Le pedía Rilke al joven poeta Franz Xaver Kappus que leyera
“lo menos que pueda de cosas estético-críticas: o son opiniones partidistas,petrificadas y vaciadas de sentido en su endurecimiento contra la vida, o son hábiles juegos de palabras, en que hoy se saca una opinión ymañana la opuesta. Las obras de arte son de una infinita soledad, y con nada se pueden alcanzar menos que con la crítica. Sólo el amorpuede captarlas y retenerlas, y sólo él puede tener razón frente a ellas”.
Uno Ahren fue en los años 40 el arquitecto jefe de la cooperativa de Arsta, un municipio sueco de la ciudad de Estocolmo. Crítico con las ideas funcionalistas que él mismo defendió años atrás, en Arsta promovió la vida comunitaria frente al mero cálculo eficiente de bloques paralelos soleados de la quimera moderna, y para ello programó centros urbanos con teatro, casa del pueblo y otros espacios comunitarios.
Paralelamente, Erik y Tore Ahlsen contactaron con artistas, profesionales y gente, para entendernos, de lo que ahora Richard Florida podría llamar clase creativa, intentando convencerles para que se instalaran en Arsta y la contagiaran de la vida que ellos esperaban que surgiera en el nuevo municipio en un proceso de gentrificación desinteresada al servicio de los individuos y las instituciones democráticas, según sus creencias.
Desde entonces, el estado sueco alquila y rehabilita las viviendas sociales de este municipio manteniendo en perfecto estado sus fachadas coloreadas y los espacios arbolados de sus calles y plazas.
En Danviksklippan, otro barrio de Estocolmo, Backstróm y Reinius construyeron en 1945 un conjunto de nueve torres de ocho pisos de altura junto al agua en medio de un precioso paraje natural. Más tarde, entre 1946 y 1952, ampliaron el barrio con las primeras casas aterrazadas que se construyeron en Suecia en el que torres con el doble e incluso el triple de altura del resto de los bloques funcionaban como hitos visuales mientras que las distintas tipologías respondían, según los arquitectos, al deseo de que dentro del mismo barrio las familias pudieran agruparse o reconfigurarse en función de su tamaño, al aumentar en número o al disminuir al emanciparse los hijos, todo ello según un programa establecido y previsto.
Sorprende comprobar que todas estas arquitecturas de más de medio siglo permanecen casi inalteradas y a ninguno de sus moradores (quizá asustados por inmisericordes sanciones estatales) se les ha ocurrido en ese tiempo añadir a las fachadas aparatos de climatización (en Suecia no parece preciso, bien es cierto) o cerrar los balcones y terrazas para aumentar el espacio interior, lo cual podría estar más que justificado por el frío.
En España, un reciente reportaje de televisión bastante mediocre y tendencioso, nos confirma la injusticia de regalar (o casi) viviendas sociales en propiedad y de por vida, a personas -la mayoría muy desagradecidas- que disfrutan así una suerte que no merecen. Nuestra constitución habla del derecho al trabajo —que no se cumple- y a la vivienda —que tampoco- si bien en ningún momento dicho derecho obliga a que ésta sea en propiedad. Una subvención de tal calibre (en el reportaje se veían viviendas de la misma superficie que en el mercado libre habían costado hasta tres veces más que las de protección) es a todas luces injusta y desproporcionada y no se justifica de ninguna manera que se continúe con una política tan costosa que mantiene sin vivienda a muchísimos ciudadanos mientras la proporciona a otros. En lugar de ello, ¿por qué no distribuir los escasos recursos de forma más proporcional en forma de numerosísimas ayudas al alquiler ya sea en el mercado libre o a través de vivienda social? ¿Por qué premiar a unos cuántos con todo (que encima ni lo aprecian ni lo agradecen) y castigar con nada a todos los demás?
De lo arquitectónico, mejor ni hablar. Apoyados en el gastado y pueril “para gustos, colores” que quiere despreciar el conocimiento ya sea estético o técnico del tema, los nerviosos usuarios sólo acertaban a referirse a los edificios (casi todos ellos frutos de concursos de ideas promovidos por la EMVS en los que la normativa ha castrado casi cualquier iniciativa reduciendo el debate arquitectónico a mero fachadismo) con motes enervantes salidos de la más profunda ignorancia, sintiéndose incluso víctimas de la experimentación de los arquitectos, que prácticamente los usaban como cobayas.
Obviamente las plantas de estas viviendas no son mejores que las que el funcionalismo y el racionalismo dibujó ochenta años atrás, sino que en muchos casos son, simplemente, idénticas, lo cual no es malo, pero sí lo son (o deberían) los sistemas constructivos y por tanto la eficiencia energética de los edificios una vez puestos en funcionamiento (en esto también pone verdadero interés la EMVS monitorizando alguno de ellos) y durante el proceso constructivo (materiales más económicos y sostenibles, rapidez en la ejecución. Todo esto por supuesto quedó fuera del debate en el reportaje, orientado por ejemplo a enfrentar a los vecinos, ricos y pobres solamente separados por una calle y sus zonas comunes; la VPO no da ni para una mísera piscina mientras que el mercado libre la vende junto a calidades de lujo (mármol en baños, cerámica con cenefa en baños y tarima flotante en el resto), pádel y zona de juego de niños.
Pues sí, comparado con Suecia, damos pena.
En su décima y última carta al joven poeta Kappus, Rilke le advierte acerca de
“…esos irreales oficios semiartísticos que, reflejando una proximidad al arte, niegan en la práctica la existencia de todo arte y lo atacan, como hace todo el periodismo, y casi toda la crítica, y tres cuartas partes de eso que se llama y quiere llamarse literatura”.
bRijUNi architects (Beatriz Villanueva y Francisco Javier Casas Cobo).
Riyadh (Arabia Saudí), Febrero 2010
Debido a una investigación que estoy realizando, reviso antiguas revistas de cine españolas. En un número de Popular Film, publicado un mes después de comenzar la guerra, encontré una columna en la que se menciona una exposición celebrada en Inglaterra y titulada La casa del artista cinematográfico. Reproduzco a continuación el texto del artículo:
«Exposición casas cineastas», Popular Film, a 11, nº 518, 30 7 1936, p 5
En Londres se ha celebrado una original exposición a la que el curioso, el decorador y el artista han dedicado comentarios mil y elogios. sin cuento. En esta exposición celebrada en el Olympia Hall y que podríamos llamar certamen de la casa de las «estrellas», se han reproducido una serie de habitaciones de los domicilios que en Hollywood poseen las más famosas figuras de la pantalla, entre ellas Eddie Cantor, Merle Oberon, Raymond Massey, Margaretta Scott, Ronald Colman, Clark Gable, Shirley Temple, Mae West, Norma Shearer, Claudette Colbert, Grace Moore, Jean Harlow, Constance Bennett, William Powell, Robert Montgomery, John Boles, Clive Brook, Leslie Banks, Jessie Matthews, Diana Napier y otras muchas. Nosotros en la página ofrecemos tres de las habitaciones que más han llamado la atención en esta exposición organizada por el «London Mail».
En esta exposición se han premiado no solamente estas habitaciones, sino algunos de los proyectos y maquetas expuestas por los grandes escenógrafos del cinema.
Su trascendencia, desde el punto de vista de las Artes Decorativas, ha sido enorme y ha conseguido atraer a lo mejor del mundo inglés, a los grandes decoradores y numeroso público, no solamente por el afán de curiosidad, sino llevados por un anhelo de captación de belleza que ha sido ampliamente compensado por la visión de una serie de escenarios, de proyectos y de reproducciones comentadas por la crítica inglesa con ditirámbicos elogios, desusados en la serenidad del comentarista británico, arrebatado está vez por una serie de originalidades atrevidas y bellísimas a la par.
Ofrecemos a nuestros lectores algunos de los decorados que han figurado en la exposición, los unos por su riqueza y los otros por el buen gusto y el atrevimiento que los preside.
Las imágenes de este artículo recogen tres reproducciones de interiores domésticos: el abigarrado comedor de la casa de Raymond Massey, el dormitorio «moderno» de Margaretta Scott y una estancia de la película Things to Come, dirigida por William Cameron Menzies, cuyo estreno mundial había sido el 21 de febrero de ese mismo año y aún no se había estrenado en España, donde se proyectó por primera vez el 5 de noviembre de 1937. Es curioso que tanto Massey, como Scott sean los protagonistas de esa película.
Exposición «Things to Come»
En Popular Film se le añade a esa última fotografía el siguiente pie de foto:
Un cuarto de la ciudad del futuro, tal como la vio H. G. Wells en la producción de London Films «Things to Come» («La vida futura»),
Evidentemente Wells no fue quien creo este espacio, sino el escenógrafo Vincent Korda, junto con le también escenógrafo y director Cameron Menzies. Un olvido frecuente, sobre todo, en una época en que H. G. Wells era muy popular. Lo curioso es que la imagen que se muestra en la fotografía no se corresponde con cualquiera de las que aparecen en la película, aunque el mobiliario si se parezca.
Esta exposición demuestra que ya a mediados de los años treinta existía un culto casi fetichista hacia unos intérpretes que -como dice el texto de la revista- eran «estrellas», provocando que los espectadores cinematográficos desearan incluso estar delante de los lugares íntimos donde vivían esas estrellas, como si quisieran alcanzarlas, mezclándose lo real y cotidiano con la ficción de una exhibición.
El viaje de la madera es una iniciativa del CMD que busca destacar el papel de la madera como material sostenible, confortable y estético en la construcción y rehabilitación de obras arquitectónicas.
La serie arranca con este vídeo, A Casa do Taberneiro, de Arrokabe Arquitectos, emblemática obra situada en la rúa de San Pedro, de Santiago de Compostela. Este proyecto, explicado por uno de sus autores, Iván Andrés, sirve como ejemplo perfecto del potencial de la madera en la rehabilitación de espacios.
«La edificación es una construcción tradicional con una tipología de origen medieval propia de los rueiros de Santiago de Compostela caracterizada por la presencia de sus dos muros piñones dispuestos como fachadas. Con el tiempo, esta disposición de casa piñón entre medianeras fue siendo sustituida con el remonte de nuevas plantas y/o la sustitución de las cubiertas por otras cuyos faldones desaguaban de forma directa hacia la calle. Hoy en día sólo quedan en el barrio dos inmuebles con esta tipología. La edificación es, por tanto, un testimonio del origen del Barrio que nació como asentamiento extramuros ocupado por algunas granjas, hospedajes y tabernas que acogían a ciudadanos y visitantes que llegaban a Santiago por el camino Francés, ruta principal de peregrinaje histórica y actualmente».
En las laderas de un monte cercano a la localidad de Arruitz, en el norte de Navarra, campan a su aire decenas de cerdos. Una imagen como de postal turística, pero en movimiento y sin filtros. Son ejemplares de una raza autóctona, conocida como Euskal Txerri, que estuvo al borde de la extinción entre los años 70-90, y que gracias al empeño y el trabajo de personas como Amaia y José Ignacio se ha logrado recuperar y revalorizar.
Maskarada | MID estudio | Axonometría
La aventura comenzó a finales de los años 90. José Ignacio, Joxi para los amigos, adquiere dos hembras y un macho de Euskal Txerri o Pío Negro con el fin de preservar la raza y emprender un proyecto gastronómico sostenible, que abarca desde la genética y cría hasta la transformación, comercialización y degustación de los productos derivados de este cerdo.
Así es como nace Maskarada, cuyo buque insignia es una tienda-restaurante situada en Lekunberri (Navarra) que ya ha sido reconocida por numerosas guías gastronómicas, y que recientemente ha obtenido el distintivo Estrella Verde de la Guía Michelín por su apuesta por el producto local y de cercanía.
El nombre del negocio proviene de un cuadro que presidió, durante años, el antiguo establecimiento hostelero de la familia, y que hoy ocupa un lugar destacado en la pared principal del restaurante. La obra, del pintor Emilio Sánchez Cayuela “Gutxi”, representa una celebración tradicional denominada Maskarada Suletina, en la que entran en juego una combinación de danza, canto y teatro, con personajes típicos del carnaval de Zuberoa (País Vasco francés).
Los motivos geométricos y los colores que adornan los trajes y vestimentas de esa tradición han sido el punto de partida para crear el universo gráfico de la marca. Un ejercicio de diseño que esquematiza y abstrae esos motivos de origen, y que se adapta a numerosos y variados soportes manteniendo siempre un juego de líneas simétrico y armónico.
La aplicación de marca más reciente, y de mayor envergadura, ha sido la intervención arquitectónica en la sede de Maskarada. Un ejercicio que se circunscribe a las fachadas del inmueble que alberga tanto la elaboración de los productos derivados del cerdo como la actividad de restauración. El edificio existente consistía en una nave ubicada en un polígono industrial, con una imagen genérica que carecía de vinculación con el lenguaje gráfico de la marca.
Con esta actuación se dota al conjunto de una apariencia coherente con el resto de la propuesta. Técnicamente se ha resuelto mediante una fachada de aluminio microperforado, que ofrece un lienzo homogéneo al mismo tiempo que permite el paso de la luz a través de las ventanas existentes tras dicho lienzo. Unos perfiles de aluminio en color trazan líneas inspiradas en las faldas del zaldiko -que es uno de los personajes representados en el cuadro de Sánchez Cayuela-, conformando una fachada al estilo de un traje folklórico, como un elemento textil más.
El acceso al restaurante se significa mediante un cuerpo revestido al interior, en madera, flanqueado por una serie de troncos de roble local, que llevaba años a la espera en una serrería próxima, y cuyo conjunto contrastan con la abstracción geométrica de la fachada.
Maskarada sigue trabajando para mantener al día su imagen de marca, ya sea en el packaging de cada uno de sus productos, en el rótulo del local, en un simple delantal o en los lineales de los supermercados. Un proceso de renovación constante que no se pelea con la pureza de su origen.
La obra completa de Tadao Ando desde 1975 hasta la actualidad
Descubra la estética única de Tadao Ando, el único arquitecto que ha ganado los cuatro premios más prestigiosos de su disciplina: el Pritzker, el Carlsberg, el Praemium Imperiale y el Kyoto.
Philippe Starck lo definió como
“un místico en un mundo que ya no lo es”.
Ando. Complete Works 1975–Today. 2023 Edition
Philip Drew se refiere a sus edificios como obras de land art que
“luchan por salir de la tierra”.
Y sus proyectos han sido descritos como haikus compuestos de hormigón, agua, luz y espacio. Sin embargo, para Tadao Ando la verdadera arquitectura no se expresa en la metafísica ni en la belleza sino a través del espacio que representa la comprensión de lo físico.
“Quiero condensar la intención que hay detrás del diseño en un solo dibujo. Los dibujos son las palabras de un arquitecto.”
Tadao Ando
Ando. Complete Works 1975–Today. 2023 Edition
La perfección de la sencillez
Esta completa edición actualizada en 2023 recorre toda su carrera, e incluye proyectos tan recientes y extraordinarios como el Bourse de Commerce de Paris y el Nakanoshima Children’s Book Forest en Osaka. Cada obra se presenta con fotografías y bocetos y explora su uso magistral del hormigón, la madera, el agua, la luz, el espacio y las formas naturales.
Este homenaje en tamaño XXL presenta residencias privadas, iglesias, museos, complejos de apartamentos y espacios culturales en Japón, Corea, Francia, Italia, España y Estados Unidos. Es la obra definitiva sobre el maestro de la modernidad.
Ando. Complete Works 1975–Today. 2023 Edition
Bocetos y dibujos de Tadao Ando
Con una selección de 750 bocetos, dibujos, maquetas y planos técnicos que revelan el proceso detrás de su obra, Tadao Ando nos invita a descubrir las inspiraciones de sus ideas arquitectónicas. Desde sus comienzos en la década de 1970 hasta sus proyectos más recientes, explore los icónicos bocetos conceptuales de este maestro del modernismo.
Sobre el artista
Tadao Ando, nacido en 1941, es uno de los arquitectos contemporáneos más famosos del mundo. Boxeador primero, decidió dedicarse a la arquitectura dos años después de terminar la secundaria. Es el único arquitecto que ha ganado los cuatro premios más prestigiosos de la disciplina: el Pritzker, el Carlsberg, el Praemium Imperiale y el Kyoto. Actualmente trabaja desde su Osaka natal.
Sobre el autor
Philip Jodidio estudió Historia del Arte y Economía en la Universidad de Harvard y fue editor jefe de la revista Connaissance des Arts durante más de 20 años. Entre sus publicaciones con TASCHEN se encuentran la serie Homes for Our Time y monografías
Hace dos meses escribí una entrada en la que hablaba de mi torpeza como diseñador y, de paso, me metía con Hendrik Petrus Berlage. Lo llamé «mediocre o, al menos, no brillante», aunque valoré su gran solvencia y su enorme capacidad de trabajo.
Holanda Personajes. 1954
No me quedé a gusto habiendo sido tan mezquino con él y prometí dedicarle una entrada un poco más justa.
Bueno, pues todo llega.
Holanda. Arquitectura moderna. 1955
En primer lugar, hay que decir que Berlage es un arquitecto reconocido. En su país lo tienen por un personaje ilustre, y lo demuestran a menudo como se suelen demostrar estas cosas.
Holanda. Grandes momentos holandeses del S.XX, 1999
Perdonadme este exordio que ocupa mucho y aporta muy poco, pero es que soy un frikicoleccionista y me llaman la atención estas cosas. Creo que dos de los signos más claros de haber triunfado en la vida es que le pongan tu nombre a una calle o plaza de tu pueblo y que te saquen en un sello de correos. Y con las imágenes que he puesto se nota que los holandeses siguen apreciando a Berlage al cabo de los años.
Holanda sin límites. Indonesia. 2012
Hendrik Petrus Berlage es un hombre muy honrado por sus compatriotas. Y además fue un hombre honrado.
Berlage fue un arquitecto de muchísima importancia. No fue un gran creador, un hombre de talento excepcional, no, permitidme que insista, pero fue un gran profesional y una persona lúcida, muy lúcida.
Tarjeta telefónica, 1999
Cuando ganó el concurso de la Bolsa de Ámsterdam lo hizo con un diseño neomedievalista, interesante pero anclado en el pasado, y que conservaba algunos de los tópicos de la arquitectura holandesa (o, si preferís, nordeuropea) tradicional.
Podríamos decir, tal vez exagerando solo un poco, que ganó el concurso porque su diseño era el mejor de entre todos los diseños anodinos y esperables que se habían presentado.
Bolsa de Ámsterdam. Primera propuesta. 1896
Sin embargo, después de haber ganado modificó varias veces su propuesta. No fueron modificaciones radicales, pero de alguna forma simplificaron un poco la ornamentación y, si se puede decir, avant la lettre, «modernizaron» el edificio.
Bolsa de Ámsterdam. 1898
Suprimió el volumen que sobresalía de la fachada sur, que en cada modificación se iba aplanando y limpiando más. También fue simplificando la torre de la esquina suroeste, quitándole pináculos y remates.
Todo esto puede parecer hoy muy trivial, pero en ese momento indicaba una determinación muy clara y voluntariosa.
En dicha modernización fue fundamental la influencia de la arquitectura estadounidense. Berlage estaba muy interesado por el neorrománico de Richardson (una remota intención «moderna hacia atrás», yendo hacia el progreso mientras buscaba una nueva edad media remozada), por la protomodernidad de Sullivan (la forma sigue a la función) y, sobre todo por la ya clara nueva mirada de Wright. Aunque sea de manera aún incipiente y tímida, apreciamos en la bolsa de Ámsterdam grandes paños planos de ladrillo y una cierta contención del ornamento, que a menudo se aplasta en el muro sin apenas relieve, lo que refuerza la planitud de los paños y, diríamos, su «limpieza» geométrica.
Bolsa de Ámsterdam. El fuste de la columna y, sobre todo, su capitel, se adaptan a la autoridad y al rigor del plano de la fábrica. Intento de modernidad desde la austeridad e incluso desde una cierta ascética.
Cuando estaba terminando la bolsa tuvo noticia de que Wright estaba construyendo el edificio Larkin, que le entusiasmó.
Lo mismo: Los balaustres quedan cortados bruscamente por el plano irrebasable
En 1911 viajó a los Estados Unidos para conocer la obra de sus admirados americanos. Pero allí constató (como ya se imaginaba) que las de Richardson y las de Sullivan palidecían ante las de Wright.
Volvió a Holanda convertido en un apóstol. Pronunció conferencias y escribió sobre Wright, e hizo proselitismo wrightiano entre los jóvenes arquitectos holandeses.
«No trató nunca de ser un ‘wrightiano’: conocía sus límites, pero poseía la inteligencia y la generosidad suficientes para indicar a sus discípulos los caminos para superarlos».
A mí eso me parece emocionante: El viejo maestro neorrománico que ve que ese dulce epitafio no conduce a nada y que hay que dar un salto, pero se ve incapaz de darlo, tal vez por edad (en 1911, cuando conoció personalmente a Wright y a su obra, tenía cincuenta y cinco años) pero más seguramente por actitud y aptitud,2 y se dedica con entusiasmo a animar a sus discípulos (entre los que está Oud, uno de los arquitectos fundadores de De Stijl) y a cualquier joven que le quiera escuchar a que lo sean.3
Permitidme que le llame a Berlage mediocre por última vez. Si utilizo esta palabra es por comparación con los arquitectos que verdaderamente han revolucionado la arquitectura y han creado obras prodigiosas. Que conste que solo lo digo comparándolo con esos gigantes. Pero si lo comparo con el tono medio de la profesión despunta claramente, y si lo comparo con el tono medio de la soberbia, la vanidad y la petulancia humanas descuella ya a lo grande como un héroe.
Un arquitecto triunfador, muy digno, ya casi provecto, un buen burgués plácido, con una vida resuelta y exitosa, tuvo el valor, la humildad y la enorme generosidad de no querer subirse a los falsos púlpitos y podios que le brindaban, sino de ensalzar al genio americano que jamás habría hecho nada parecido por nadie.
Sin ser ningún vanguardista dio munición simultáneamente a los opuestos De Stijl y a Wendingen, y además, en su vejez, acopiando todas las fuerzas que le quedaban y su mayor lucidez, realizó la que para mí (y para muchos) es su obra maestra.
TO BE CONTINUED
José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · Junio 2017
Notas:
1 Zevi, Bruno; Storia dell’architettura moderna. (Trad. cast. de la 5ª ed. italiana por Roser Berdagué, Historia de la arquitectura moderna, 1980, Editorial Poseidón, Barcelona, pp. XV+681; cita en p. 69).
2 Excusas: Más adelante va a diseñar el Museo Municipal de La Haya, en mi opinión su mejor y más moderna obra.
3 Por cierto; el otro arquitecto fundador de De Stijl, Van’t Hoff, ya era wrightiano a causa de la publicación de Wasmuth, que le había regalado su padre. No sé si también había escuchado o leído a Berlage.
Los dibujos y fotos de la Bolsa de Ámsterdam son del libro de Sergio Polano, Hendrik Petrus Berlage, Opera completa, de Electa, Milán, 1987.
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