Retomamos las entrevistas a arquitectos que desarrollan su actividad en los límites o más allá de la profesión, por ello nos desplazamos a charlar con un viejo conocido de esta sección, Daniel Natoli. Anteriormente conversamos con Marina y Daniel sobre su proyecto Mapnético, mapas magnéticos de diseño, pero abordaremos el más reciente de los proyectos que este joven licenciado en arquitectura por la Universidad de Málaga ha lanzado. Se trata de Peripheria Films, empresa que desarrolla una producción cinematográfica centrada en el formato documental y la no-ficción.
Los trabajos de Daniel Natoli, que es realizador y productor audiovisual, giran en torno a la ciudad, los distintos conflictos sociales y medio ambientales que provoca el desarrollo urbanístico, o los retos que debe afrontar la disciplina arquitectónica en los próximos años. Piezas que replantean el concepto de progreso y lo revisan con una mirada comprometida.
Sus obras han sido seleccionadas y premiadas en numerosos festivales de cine nacional e internacional, destacando la Biznaga de Plata Premio del Público en el XX Festival de Cine de Málaga, el premio Retina Arquitectura en el 15º y 17º Festival Internacional de Cine de Ponferrada, o las selecciones en el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), el CINEMED de Montpellier, el Architecture Film Festival de Rotterdam, ALCINE o CORTADA, entre otros.
Sus trabajos se pueden revisar además de su propia web, en plataformas como Filmin o la Fundación Arquia, donde tres de sus piezas fueron seleccionadas en el catálogo de la VI y la VII edición Arquia Próxima. Recientemente cuatro de sus obras audiovisuales han sido finalistas en la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU).
Además de la actividad profesional, Daniel compagina su labor en el ámbito académico, ya que en 2020 se incorporó al equipo docente del Máster Universitario en Imagen y Comunicación de la Arquitectura de la Universidad de Málaga.
Sin más preámbulos os dejamos con la entrevista que hemos tenido la oportunidad de realizarle.
¿Cómo se definiría Daniel?
Qué difícil resulta ponerse etiquetas uno mismo, ¿no? Siempre con esa tensión latente entre lo que tú crees que eres y lo que deseas proyectar hacia los demás. Siempre con la duda de si llevarte la definición a un terreno más profesional o expresar algo un poco más íntimo. Nunca he sabido cómo definirme, la verdad. Ni en mi perfil de Instagram he sido capaz de escribir una frase. Pero creo que toda esta parrafada, en cierto modo, ya habla un poco de mi forma de ser, así que daré por resuelta la pregunta.
Peripheria Films no es el primer proyecto que afrontas, pero ¿cómo, cuándo y por qué surgió Peripheria Films?
Creo que no hubo un detonante concreto, fue más bien un proceso lento, un camino que se fue revelando poco a poco. El contexto precario y de crisis que me encontré al terminar de estudiar en la universidad sin duda alimentó bastante esa catarsis, pero también hubo una necesidad vital por encontrar un territorio desde el que crear y relacionarme con el mundo. Después de la arquitectura, toqué varios palos y realicé diferentes proyectos personales que no acabaron de despegar. Mudar la piel me supuso atravesar un limbo lleno de incertidumbres. Finalmente, me encontré con el cine y empecé a hablar en un lenguaje que no construía espacios, sino que se movía y sonaba a través de él.
Se podría decir que Peripheria surgió estimulado sobre todo por mi primer cortometraje, Qué suerte, un documental de 2016 que surgió de una indagación íntima en Finlandia, y cuyo desarrollo me permitió comprobar que el cine, y sobre todo el género documental, es una profesión hermosa y una herramienta muy potente. Disfruté tanto la experiencia que quise hacer de eso mi trabajo. Es finalmente en 2018, dos años más tarde, cuando me lanzo a montar Peripheria y darle un enfoque profesional a mi relación con el cine y el audiovisual.
¿Te encontraste con muchas dificultades para ponerlo en marcha?¿Cuáles fueron las más problemáticas? ¿Cuál fue (o es o será) el momento más crítico?
Como comentaba anteriormente, poner en marcha Peripheria fue un proceso gradual que fui compaginando paralelamente a otras actividades que realizaba como freelance. Fui encontrando encargos audiovisuales poco a poco, sin prisa —muchos de ellos precisamente en el campo de la arquitectura —, hasta que llegó un momento en el que pude focalizar la mayoría de mi tiempo en Peripheria.
En cuanto a dificultades, tengo la sensación de que para mí siempre ha sido la misma a lo largo de todos estos años: intentar aunar en un proyecto la necesidad creativa con la viabilidad económica. Conseguir ese equilibrio es algo fundamental. En este sentido, siempre tuve claro que Peripheria no podía sostenerse únicamente realizando producciones propias y que necesitaría encontrar encargos.
¿Cuál ha sido tu formación (complementaria) y trayectoria profesional? ¿Consideras que estudiar arquitectura ha sido importante para desarrollar tu trabajo actual?
Después de estudiar arquitectura seguí formándome. A veces fue a través de una formación reglada (máster en rodaje y posproducción audiovisual) pero también hubo muchísima investigación autodidacta.
En cuanto a la segunda pregunta, creo que a nivel creativo, cualquier autor/a tiene que hablar con su propia voz y desde su experiencia particular, y en ese sentido, mi pensamiento está atravesado por todos esos años de formación arquitectónica. Todo ese conocimiento acumulado, lejos de olvidarlo, me parece que es un gran valor diferencial. Como arquitecto, me resulta muy interesante el tratamiento de la psicología espacial en la narrativa audiovisual, las temáticas que giran en torno a los procesos urbanos o esa obsesión estética por la geometría y la composición del plano.
De la mezcla siempre surgen resultados interesantes, tanto a nivel personal, cultural o profesional. En este caso arquitectura y cine son dos territorios que pueden intersecar de formas muy enriquecedoras, como ya han demostrado muchos otros anteriormente. Juan Sebastian Bollaín en este sentido, para mí es un referente.
¿Cómo es el día a día en Peripheria Films?
Dependiendo de la semana los días pueden ser muy diferentes. Hay jornadas de localización o rodaje que se desarrollan lejos de las pantallas y otras en las que el trabajo se concentra exclusivamente en editar o preproducir los proyectos. También hay mucho de gestión (mails, facturas, permisos de grabación, distribución…). Precisamente una de las cosas que más me gusta del audiovisual es esta alternancia entre etapas de rodaje (ext) y etapas de de oficina (int). Al igual que ocurre en la arquitectura, en cada proyecto puedes entrar en un universo totalmente diferente y eso es muy estimulante.
¿Qué tipo de proyectos se manejan en Peripheria Films?
Principalmente desarrollamos producciones audiovisuales (propias y por encargo) centradas en el formato documental o de no-ficción. Por mi formación, muchos de mis clientes y de mis proyectos tienen una temática arquitectónica o urbanística, pero no siempre es así. En estos años, además de trabajar en esa línea también hemos hecho piezas sobre deporte, moda, audiovisuales para museos, para festivales, para centros educativos, para hospitales, etc…
¿Cómo es el proceso de gestación, desarrollo y lanzamiento de los proyectos en Peripheria Films?
El desarrollo de un proyecto cambia mucho si se trata de una producción propia o es una pieza por encargo.
Si es un encargo, tratamos de comprender los objetivos narrativos del cliente e intentamos llegar a un acuerdo previo en torno al carácter y el tono que tendrá la pieza. Si el proyecto es una producción propia y no responde a ningún encargo, entonces las decisiones que tomo se basan en hasta dónde quiero experimentar, qué temática me interesa, cuánto tiempo tendré que dedicarle y qué circuito de distribución sería el más idóneo para el recorrido posterior de la película.
En cuanto al proceso creativo en sí, obviamente sigo las fases de desarrollo de cualquier proyecto audiovisual (preproducción, rodaje y posproducción). En la preproducción empiezo siempre trabajando de forma muy visual. La mayoría de las veces compongo el guion después de localizar y de desear alguna imagen que se forma en mi cabeza. Me obsesiona mucho la fotografía de cada proyecto.
¿Qué referencias manejas a la hora de realizar los diferentes proyectos?
Cada proyecto tiene sus propias lógicas y tiempos, pero en todos intento que exista algún reto en el que pueda aprender y seguir creciendo profesionalmente. Referencias estéticas y cinematográficas hay muchas, pero también trato de leer o investigar sobre los temas que grabamos para así ahondar en una dimensión más conceptual y no únicamente visual.
¿Cómo es el proceso de captación de clientes en Peripheria Films?
En algún momento hemos creado un dossier con nuestros proyectos y lo hemos enviado a clientes potenciales, pero lo cierto es que la mayoría de ellos llegan a Peripheria porque previamente han conocido nuestro trabajo a través de redes o del boca-oído, o bien porque se trata de clientes que ya nos habían encargado alguna pieza y repiten. Todas las producciones propias que hemos realizado a lo largo de estos años también han servido como un escaparate de lo que podemos llegar a hacer y eso nos ha hecho llegar a otros lugares. Ha sido como echar a rodar una bola, con paciencia, poniéndole mucho cariño a cada proyecto.
¿Establecéis sinergias con otros campos?
Desde que arrancó Peripheria siempre mantuve conexión con el mundo del diseño y de la arquitectura del que provengo, pero más que con otros campos, yo diría que establecemos sinergias sobre todo con otros profesionales del audiovisual. En esta profesión es importantísimo trabajar en equipo. La mejor manera de crecer y de aprender es rodearte de buenos profesionales. En este sentido, por ejemplo, desde hace tiempo venimos trabajando en muchos proyectos con la productora sevillana Criocrea.
¿A qué segmento de público/cliente os dirigís?
Yo creo que la arquitectura demanda cada vez más audiovisual, y ahí hay un público muy amplio. Hasta ahora la fotografía era algo que se hacía fundamental en la difusión de la obra arquitectónica pero los datos ya revelan que el vídeo ha llegado para quedarse. En este sentido, para Peripheria la dimensión arquitectónica y urbanística es una línea temática y un nicho fundamental en el que pretendemos seguir profundizando. Pero dicho esto, y aun sabiendo las posibilidades inmensas de desarrollar un trabajo exclusivo en esta dirección, de momento estamos abiertos a rodar documentales y proyectos en cualquier otro ámbito porque no nos interesa realizar un trabajo endogámico. Me interesa la arquitectura o el urbanismo dentro de su contexto social, no convertirnos en una productora que solo graba obras de autor y habla a un público exclusivamente arquitecto.
¿Cómo y para qué utilizas las “nuevas tecnologías”? ¿La “red” ha facilitado vuestra labor? ¿En qué sentido?
Si tu trabajo se basa en crear contenido audiovisual, de alguna forma u otra su último fin es que la gente lo vea, lo oiga y lo experimente. Pero esto no significa que las redes sociales sean siempre la mejor herramienta para hacer llegar el trabajo a tu público, por más rápido y evidente que parezca.
Detrás de cada proyecto hay muchas horas de esfuerzo. Si tan pronto acabamos una producción la subimos a las redes el proyecto se “consumirá” en el peor sentido de la palabra y el contenido pasará al olvido tan pronto como se actualice el feed. La distribución es algo muy importante en todos y cada uno de los proyectos audiovisuales que desarrollamos. Pensar una buena distribución es casi tan esencial como pensar un buen guion. Mostrar nuestro trabajo es esencial, por eso hay que planificar una estrategia y ver cuál es la mejor forma de que el contenido gane relevancia, se posicione en canales o medios menos instantáneos y llegue al mejor público posible.
¿Compagináis o complementáis esta actividad con otras labores o en otros campos?
Como comentaba al inicio, desde que salí de la escuela en 2013 he realizado trabajos y proyectos personales muy diversos y en distintos campos (diseño web, diseño de productos, editorial, fotografía…). Ha sido un terreno de experimentación inmenso y al mismo tiempo lleno de incertidumbre. Durante mucho tiempo he tenido que compaginar toda esta actividad de freelance con la creación de Peripheria mientras la productora iba tomando forma y llegaban los encargos.
A día de hoy, además de producciones audiovisuales, también realizamos la gestión de copias y derechos de exhibición de películas para su proyección en centros culturales, o actividades relacionadas con la docencia cinematográfica. Siempre que se puede, intento que estos otros trabajos puntuales estén relacionados con el audiovisual en alguna de sus facetas.
¿Cómo ves el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión?
Desde 2008, la arquitectura no para de preguntarse cómo puede asumir las necesidades y los problemas de una sociedad cada vez más vulnerable cuyo futuro (y presente) exige nuevos modelos de vida y por tanto nuevos modelos profesionales. Sin embargo, ni las escuelas ni las lógicas del mercado parecen haber cambiado sustancialmente desde entonces.
“¿Cuál es el nuevo rol del arquitecto?”
se titulan muchas charlas y coloquios en las universidades tras la reconversión profesional de la mayoría de su alumnado. La realidad es que sigue siendo el mismo de siempre, pero más precario, atomizado y frágil que nunca. A falta de anclajes sólidos, lo único que queda es el reciclarse en otro campo o trabajar en esas condiciones tan vulnerables.
¿Qué mejoras creéis que son fundamentales y que deberían ser puestas en marcha de forma inmediata?
No creo que exista una respuesta sencilla a esta cuestión. La arquitectura no es algo independiente del resto de la sociedad, por tanto, cualquier medida económica o política puede influir directamente en la forma de entender y ejercer la práctica arquitectónica y urbanística. Este es el problema, que desde las escuelas se nos hizo creer que la arquitectura podía concebirse como un juego casi inocente de formas bajo la luz que se mantenían al margen del pulso de la cotidianeidad y de la tensión social. Creo que tenemos que dejar de pensarnos a nosotros mismos como arquitectos que tienen dificultades concretas y aisladas para empezar a analizar nuestros problemas dentro de un ecosistema más amplio. La pregunta no es qué medida corporativista podemos aplicar para que nuestra profesión se vea beneficiada, sino más bien qué modelo económico queremos como sociedad, por qué modelo universitario apostamos, en qué tipo de ciudades queremos vivir, qué papel juega la cultura, cómo convivimos con la naturaleza… la respuesta a todo este conjunto de cuestiones hará que nuestras condiciones de vida y de trabajo, como ciudadanos-arquitectos, mejoren, o no.
Como “emprendedores” ya experimentados ¿qué opináis de los arquitectos que “abren y/o recuperan” nuevos campos y/o enfoques de la profesión?
Todo lo que sea ampliar o revisar los horizontes de una profesión y expandir sus posibilidades creo que es algo positivo que evidencia la creatividad de nuestra generación. Ahora bien, es muy peligroso convertir lo que debería ser la opción de emprender en una obligación o una solución colectiva a todas las problemáticas del sector sin que nadie haga autocrítica. Pero más allá de esto, me parece muy interesante y más que digno que cada unx pueda adaptar sus conocimientos y redirigirlos hacia nuevos enfoques.
¿Estáis contentos con la trayectoria realizada hasta ahora? ¿Qué proyectos de futuro os esperan tanto personalmente como en Peripheria Films?
Nunca podría haber imaginado todas las alegrías y experiencias tan maravillosas que Peripheria me ha dado en estos años. En ese sentido, no puedo estar más feliz y agradecido.
En cuanto al futuro de Peripheria, la intención a medio-largo plazo es desarrollar producciones cada vez más grandes. Sin prisa, disfrutando y aprendiendo de cada proyecto. Para conseguirlo es fundamental hacer equipo, rodearte de grandes profesionales y afrontar las producciones en tiempos más dilatados, dedicando un gran esfuerzo a planificar bien su financiación y viabilidad económica.
A nivel de formatos, intuyo que seguiremos apostando principalmente por el documental y la no-ficción, intentando proyectarnos hacia una mayor duración (series o largometrajes).
Por último, en cuanto a proyectos, ahora estamos inmersos de lleno en la producción de una serie documental titulada “Se vende”, que aborda el desarrollo y el impacto turístico-inmobiliario a lo largo de toda la Costa del Sol.
Para acabar, ¿qué le aconsejarías a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?
Sinceramente, no soy muy amigo de los consejos. Cada persona parte de unas circunstancias muy concretas y no siempre las recetas son válidas para todos. Si fuera de nuevo estudiante creo que dedicaría mucho menos tiempo a la formalización de los proyectos y más a la reflexión política o socio-económica que hay tras el enunciado o tras las posibles soluciones, eso sin duda.
¿Consejo?
Que cuestionen cualquier discurso, que tengan curiosidad infinita, que se hagan todo tipo de preguntas y que disfruten enormemente de esa etapa de sus vidas, esto último sobre todo.
Daniel Natoli · Peripheria Films | Productora audiovisual
Octubre, 2021
Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Daniel y todo su equipo de colaboradores su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.