Tac au tac, tal para cual
Una sala, un grupo de dibujantes; papel y rotuladores. Tabaco, camisas blancas y melenas ensortijadas. A medio camino entre un fumadero de opio y un cuadrilátero pugilístico, este programa emitido en Francia en los años setenta sigue siendo hoy una invitación a dibujar. Desde el ejemplo, desde la acción.
Morris, Uderzo, Peyo, Franquin y tantos otros tomaron parte en estos duelos a vida o muerte. La aristocracia del cómic francoblega. Pero siempre hay un combate más encarnizado que el resto, una batalla memorable, de esas que traspasan generaciones: en 1972, Tac au Tac reunió a Moebius y Hugo Pratt. El resultado fue una lección de dibujo hipnótica y magistral.
En la memoria, Jijé observando tranquilo, sosteniendo un puro entre sus dedos como trasunto de aquella pistola humeante de Wyatt Earp al abandonar el O.K. Corral.