La Historia del Hospital México de Costa Rica
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) nace en la administración del presidente Rafael Ángel Calderón Guardia (1940-1944) como un ente semiautónomo mediante la Ley N.º 17 del 1 de noviembre de 1941, pero el 22 de octubre de 1943 se reforma esa Ley para que sea reconocida como una institución autónoma. Cabe destacar que en Costa Rica en esa época los hospitales eran administrados por Juntas de salud, los servicios médicos en esos nosocomios los brindaban en algunos casos médicos privados y las farmacias privadas entregaban los medicamentos, porque estos costos eran muy elevados para una administración de recursos limitados. Lo anterior potenciado por la crisis mundial producto de la Segunda Guerra Mundial, y la imposibilidad de exportar café1 a los mercados europeos.
En esa época y a pesar de la necesidad evidente de infraestructura, la falta de recursos hacía impensable la construcción de un nuevo hospital, sin embargo la institución siempre buscó una manera para desarrollar esa iniciativa, tal como lo informó el domingo 10 de agosto de 1952 el periódico La República, “Moderno Hospital de 500 camas piensa construir el seguro Social”, haciendo referencia a que la Junta Directiva de la Institución definió que el actual Hospital Central2
“No ofrece ninguna perspectiva para proceder al mejoramiento y ampliación de sus servicios […] En vista de tal situación se decidió iniciar inmediatamente las gestiones […] para formular los planes y estudios necesarios con el fin de realizar la construcción de un moderno hospital, dotado de 500 camas y de todos los servicios médicos necesarios.”
Sin embargo, el mandato constitucional de cobertura total de la población que hizo la reforma aprobada en 1961 por la Ley 2783, obligó a acelerar la hoja de ruta a seguir por el Seguro Social en Costa Rica. El proceso se inicia con la priorización de la construcción de las Clínicas Periféricas Metropolitanas, el edificio para las Oficinas Centrales en la Avenida Segunda (Laureano Echandi), los Almacenes Generales y se crea además una Comisión Técnica para iniciar el estudio para un nuevo hospital central.
Ante la falta de experiencia nacional para un proyecto de esta envergadura, la Comisión Técnica abrió una licitación internacional para consultoras hospitalarias y fue seleccionada una empresa peruana, que dirigía el Arq. Ricardo Malachowski Benavides,3 quien desarrolló para el Seguro Social del Perú los hospitales en Chiclayo, Tarma, Arequipa entre otros y el Hospital de la Fuerza Aérea del Perú, pero, poco tiempo después fue el propio arquitecto quien solicitó a la Junta Directiva de la CCSS disolver el contrato por las dificultades que creaba la comunicación a distancia.
Quiso el destino que posteriormente a este fallido intento el Dr. Fernando Escalante Pradilla, Gerente de la Caja del Seguro, visitara ciudad de México para asistir a la reunión anual de la Asociación Interamericana de Seguridad Social, entidad patrocinada por el Gobierno mexicano. Durante el evento el Dr. Escalante se quejó de la poca capacidad que tenían los Seguros Sociales pequeños como el de Costa Rica para desarrollar grandes infraestructuras y relató lo ocurrido con el planeamiento de su nuevo hospital y la imposibilidad hasta ahora para llevarlo a cabo.
Allí mismo el Lic. Benito Coquet Lagunes director del Instituto Mexicano del Seguro Social le ofreció sin costo toda la colaboración técnica. Además, se encargó al Dr. Ignacio Morones, director Servicios Médicos a coordinar la capacitación del futuro personal, al Dr. Manuel Barquín como colaborador del proyecto y al departamento de Inmuebles y Construcciones, bajo la dirección del Arq. Carlos B. Zetina, a desarrollar el proyecto de un hospital de 600 camas para Costa Rica.
Se comisionó para desarrollarlo al arquitecto de origen nicaragüense Alberto Linner Díaz (1933), graduado del Instituto Tecnológico de Monterrey, quien fue seleccionado gracias a la experiencia obtenida en desarrollar el hospital de Celaya y su tesis sobre el hospital de Morelos, además se asignó como supervisor al reconocido arquitecto mexicano Alejandro Prieto Posada (1924-1997) director de arquitectura y autor en México de obras como: el Teatro de los Insurgentes (1952), Laboratorios CIBA (1954), Teatro Hidalgo (1962), y los hospitales de Querétaro, de Jalapa y de Taxco.
Con relación a esto, ya para el 5 de enero de 1958 en el periódico La Nación sale publicada la siguiente noticia:
“Un monobloque de ocho pisos será el edificio central del nuevo Hospital de la CCSS. Cubrirá un área de 20 manzanas, estará en la Uruca, en las vecindades de la supercarretera que llevará al aeropuerto El Coco,4 un poco retirado de la capital”.
La Construcción del Hospital México de Costa Rica
Para octubre de 1961 los funcionarios mexicanos del Seguro Social presentaron ante las autoridades de la Caja los planos y la maqueta del futuro del Hospital México de Costa Rica (Imagen 1) y los planos de la CCSS se firmaron en diciembre de 1962. Se inicia la construcción el 2 de abril de 1963, el acto de la primera piedra se realizó el día 7 de abril 1963. Para el día 26 de mayo 1963 se inicia la construcción de las calles adyacentes y del estacionamiento. El 7 de noviembre de 1964 se termina la lavandería y la casa de máquinas, para el 23 de diciembre se finaliza la instalación eléctrica y el 2 de julio de 1965 se concluyen los acabados. El 19 de enero de 1965 el Señor presidente de México Lic. Gustavo Díaz Ordaz visita las instalaciones del nuevo hospital. El atraso en culminar las obras experimentado se debió principalmente a la necesidad de recalcular la estructura en el edificio principal, debido a que hubo variaciones entre el acero usado en la construcción y el propuesto en el diseño.
Finalmente, el 31 de enero de 1968 se hace entrega formal del edificio se finaliza la construcción el 5 de julio de 1968 y el 15 de julio del mismo año se da por terminada toda la instalación mecánica del Hospital. En la sesión N. 3907 de enero 1969, la Junta Directiva fija el 19 de marzo para la inauguración del Hospital, y al ser las 4 de la tarde de ese día es inaugurado el del Hospital México de Costa Rica.5 Aunque presta servicios integralmente hasta el 1 de setiembre de 1969, siendo la Sra. Jacinta Jiménez Cascante la primera paciente oficial del nuevo hospital. Para setiembre de 1969, se inaugura el Hospital México ya como centro en plena operación.
Mientras tanto, la institución recibió toda la asesoría necesaria para la organización funcional del nuevo Hospital de parte del gobierno azteca, incluido el entrenamiento del personal médico en universidades mexicanas. Fue debido a la gran colaboración del gobierno mexicano y del Seguro Social de ese país que el Doctor Guido Miranda Gutiérrez sugirió el nombre de del Hospital México de Costa Rica como muestra de agradecimiento.6
Oficialmente en la Sesión 2949 de la Junta Directiva de la CCSS se le da de nombre del Hospital México de Costa Rica, en reconocimiento a la labor del IMSS quienes donaron los planos,7 y gestionaron la capacitación del personal. De hecho, cabe destacar que, para esa época de 973 médicos incorporados al Colegio de Médicos, 426 fueron graduados en México. Así a grandes rasgos fue como se construyó financiado con recursos propios el primer Hospital del Seguro Social con un área de 90.120 m2, el centro de más alta calidad técnica y asistencial de Costa Rica, gracias al inmenso apoyo del Gobierno mexicano.
El edificio, Hospital México de Costa Rica
Para mayo de 1962, el arquitecto Linner viaja a Costa Rica y se integra de inmediato a la Comisión Técnica que contaría además con las visitas periódicas del especialista en administración de hospitales Dr. Manuel Barquín, recordado director del Hospital de la Raza en México. Durante ese tiempo al arquitecto Linner se le ofrece que asuma el diseño y la supervisión de otras obras institucionales en el país como la clínica Clorito Picado (1965), o la clínica Carlos Durán (1967), así como algunas obras privadas entre ellas la Iglesia de N.S. de Fátima (1969), lo que generó la oportunidad para que el arquitecto decidiera radicar definitivamente en el país con toda su familia.
El Hospital México fue desde sus inicios el más grande y moderno centro médico del país, se dice que para la época incluso era el más moderno de la región centroamericana. Arquitectónicamente consta de un edificio central rectangular de “torre” vertical angosta para hospitalización lo que le aporta facilidad de movimiento al personal, y la posibilidad de contar con ventilación cruzada en las salas de encamados. La torre se asienta sobre una “placa”, pues es un edificio fiel al Estilo Internacional de Placa y Torre. Esta “placa” incluye las jefaturas, la consulta externa, el auditorio y la biblioteca entre otros elementos de un nivel.
Con el tiempo y debido los trabajos del reforzamiento antisísmico del hospital México a principios de los años noventa se modificaron las fachadas del edificio principal pasando de un prisma puro a una exoestructura de concreto. Estos trabajos tuvieron una duración de 3 años y medio y fueron la última intervención que el arquitecto Linner realizó al hospital, pues, a partir de 1994 se retiró como funcionario de la Institución.
La consulta externa es un gran edificio distribuido en un solo nivel de altura, con tipología de pabellones y jardines, al menos hasta que empezaron las ampliaciones sin planificación que han cercenado los jardines, rompiendo la dinámica de iluminación natural y ventilación cruzada con que se idearon. En ese terreno había otros edificios de Linner ya demolidos, el único que se mantiene es el del CENDEISSS, el centro de capacitación de personal médico de la CCSS.
Originalmente la torre estaba precedida por una imponente plaza moderna al noreste frente a la autopista, que otrora resaltaba la majestuosidad y la escala del edificio. Esta plaza estuvo adornada con un monumento a Rafael Ángel Calderón Guardia presidente que fundó la CCSS, ese monumento fue realizado por el arquitecto Hernán Jiménez Fonseca (1942) y el escultor Francisco Zúñiga Chavarría (1912-1998), pero fue demolida. Hoy en día en lugar de esa plaza y de ese monumento hay dos edificios de cuestionable valor arquitectónico, el más reciente con ningún respeto hacia el edificio original.
Resta recordarles a los encargados de estas intervenciones las sabias palabras del arquitecto Alberto Linner:
“la forma y la función, o la función y la forma no se anteponen ni se posponen una a la otra, son amigas que se unen para dar resultados arquitectónicos positivos, en el equilibrio está la majestad de la arquitectura. No hay vuelta de hoja, la arquitectura está al servicio del hombre y él que logra servirle en la creación de espacios funcionales y bellos o más funcionalmente bellos está haciendo arquitectura. Está mal hacer un hospital feo porque funciona, pero es peor hacer un hospital feo y que además no funcione. En cambio, para todos los hospitales y las clínicas que trabajen trate de equilibrar ambos conceptos».8
Notas:
1 El café fue el principal producto exportado desde de Costa Rica a partir de finales de 1800.
2 El actual Hospital Calderón Guardia, que a pesar de esa instrucción de 1952 en los últimos años ha recibido muchas ampliaciones y edificaciones nuevas que buscan acondicionarlo.
3 Ricardo Malachowski ilustró el libro Historia de la arquitectura de Héctor Velarde (1949), y es hijo del renombrado arquitecto de origen polaco: Ryszard (Ricardo) de Jaxa Malachowski Kulisicz (1887 – 1972), que estudió ingeniería en L’École Speciale Centrale des Arts et Manufactures, pero continuó sus estudios como arquitecto en L’École Speciale D’Architecture. Para 1908 ingresa a la Escuela de Bellas Artes de París en el primer puesto entre 180 postulantes extranjeros. Entre sus obras en Lima están el Palacio de Gobierno, el Palacio Legislativo, el Edificio Rímac, la fachada del Palacio Arzobispal, el Club Nacional y la plaza Dos de Mayo.
4 Hoy en día sería el Aeropuerto Juan Santamaría, y la supercarretera es la actual autopista General Cañas, parte de la Ruta 1 inaugurada en 1965.
5 Hospital México. Boletín Edición Especial Hospital México. 32 aniversario (San José Costa Rica, 2001).
6 G. Miranda, Desarrollo histórico de la Caja Costarricense de Seguro Social (Gaceta Médica de Costa Rica, 2006); 181.
7 Se estima que el costo de los planos eran de dos millones de pesos mexicanos de esa época.
8 Véase: Luis Alberto Monge, Diálogos con el arquitecto Alberto Linner (2011).
Bibliografía
Jaramillo, J. «La salud y la medicina». En E. Rodríguez, & E. R. Vega (Ed.), Costa Rica del siglo XX. Vol. 2 (San José: Editorial UNED, 2004); 195- 238.
G. Miranda, «Alberto Linner y la Seguridad Social». En L. MONGE, G. PÉREZ & A. y. CASTRO, Monografía del Arq. Alberto Linner Díaz (San José, Costa Rica: Colegio de Arquitectos de Costa Rica, 2016); 27.