Dominio, espacio a nuestra vuelta y borde
Dominio es control del espacio a nuestro alrededor, de las cosas del entorno en la distancia marcada por la función a realizar y no sólo. Marcas y distancias dadas por los usos a practicar desde un lugar original. Dominio es también buscar sitio, localizarse, ubicarse y asentarse, tarea nada fácil, y de igual forma distribuir, reorganizar, equilibrar, ya sea de manera espontánea como en la naturaleza o de forma planeada como hace la arquitectura.
El conflicto es la marca que señala donde terminan o empiezan otros espacios colindantes. De la posible armonización de ese conflicto resultará la naturaleza de lo colectivo, un reequilibrio de fuerzas que organiza la colonización de los espacios y los intersticios que permiten los pasos y movimientos. Sólo hay que observar la disposición de los cuerpos en las abarrotadas playas en época estival.
Se usa, se ocupa más que lo propiamente substancial. Las personas, los animales y las cosas parecen extenderse, debido a su naturaleza y a las funciones que le son propias, más allá de su ámbito o espacio físico primero, como si fueran minerales radiactivos o metales magnetizados, igual que nos quemamos con la energía del fuego antes de tocar la llama.
Una guardería y su opuesto
Cada día más, hay que dar las gracias por tener tan cerca de la mano obras de arquitectura de gran altura, que aunque no se dejen ver, por pudor, si se dejan descubrir con un pequeño esfuerzo. Algunas de estas arquitecturas están tan próximas que se confunden en la frontera entre dos países, entre Galicia y Portugal. Uno de esos espacios liminares de encuentro arquitectónico es Moledo do Minho en Caminha, lugar de extraordinaria densidad de pequeñas-enormes arquitecturas y de nombres que han dado tanto a la arquitectura contemporánea portuguesa como a la europea, y en particular también a nosotros los arquitectos españoles un gran ejemplo. Queríamos hablar en estas escasas letras quizás de la más pequeña, humilde y tal vez desconocida de estas arquitecturas, el infantario de Moledo, que junto a otros pequeños equipamientos y casas de los arquitectos Sergio Fernandez- Alexandre Alves Costa (Atelier 15), Alvaro Siza, Souto de Moura y otros hablan de la intensidad y alta cultura arquitectónica de Portugal.
Una guardería en Moledo do Minho que ilustra el crecimiento de un proyecto a través de la correcta interpretación del uso, de la función, de la dimensión que ambos generan, tanto en la concreción del espacio interior de cada una de las piezas como en su articulación general en la planta de situación. Una figura pura, el cuadrado, añadida a sí misma las veces precisas, tres, compone la planta general. Un mismo elemento que se construye bajo la misma técnica, bajo una misma configuración, pero que alcanza significados finales bien distintos, aunque complementarios. El primer volumen, que se repite en espejo para configurar el acceso, se llena, se cierra recogiendo las funciones demandadas y propias a una guardería, alrededor de una estufa y un mueble que organiza el núcleo central. El segundo, transición al patio, se vacía, se hace permeable y se puede cruzar. Es un espacio exterior con la misma configuración arquitectónica que los anteriores. Es abierto pero garantiza la protección frente a la inclemencia exterior primera, la lluvia. También es una guardería y no. Uno es espacio cerrado, para impartir aulas a calentar por una chimenea, el otro abierto, con un núcleo de arena y agua para el juego, es atravesable y transparente.
Aun así, alterando claramente las funciones, las dimensiones que esos usos dispares y opuestos ofrecen son parejas y la arquitectura escapa a la forma para representarse sólo en la dimensión, en la distancias, en las separaciones entre las cosas.
Arquitectura que resulta de un sosegado y sutil juego de opuestos, en la búsqueda de equilibrio al problema de lo encontrado y antitético, llenar y vaciar, Twin Phenomena a la manera de Aldo van Eyck. Subvertir y que la arquitectura como resultado dé lo mismo: botella vacía que comienza a llenarse por abajo y botella llena que ha de vaciarse primero por arriba y que al final, vaciando o llenando, la magia de la auténtica arquitectura permanezca inalterable.
Existe siempre un núcleo fundamental, origen que hace de referencia y desde donde se proyecta cierta energía hacia el exterior, donde al final nace la forma. Ese origen, función o uso, es el que más tarde formula la arquitectura, función que crece y se prolonga dándonos la dimensión con la que trabajaremos. Reglas del juego, marcas que lo organizan y limitan y que se convertirán en las líneas pintadas en el suelo del campo de juego, como las paredes y los muros de cerramiento de la arquitectura pero de altura cero y todo ello mucho antes del procurado equilibrio forma-función.
Luis Gil+Cristina Nieto. arquitectos
santiago de compostela. agosto 2013
* Texto entresacado del elaborado para un aula a los alumnos de proyecto de la Facultad de Arquitectura de Oporto, FAUP , en Mayo de 2003 de título: Dominio, espacio a nuestra vuelta y borde. Una guardería de Sergio Fernández y Alexandre Alves Costa y tres casas de Manuel Gallego.
Pasado y presente. Alexandre Alves Costa, Sergio Fernández (Video)
Conferenciantes: Alexandre Alves Costa, Sergio Fernández
Título: Pasado y presente
Fecha y lugar de celebración: 16 al 20 de abril de 2012. ETSA, Sevilla
Edición: Jesús Delgado /> Ciclo: DdA 2012: Debate de Arquitectura. Una profesión: Arquitecto
http://goo.gl/7jSFsD
Botella llena, botella vacia…