Enzo Mari (1932, Novara, Italia), artista, teórico de la percepción y diseñador, se ha hecho célebre por anticipar conceptos que gozan de la máxima vigencia entre los jóvenes diseñadores: sostenibilidad, “do it yourself”, mueble básico y económico… Mari ha estado siempre más interesado en el significado del lenguaje creativo y en el estudio de la relación del diseño con el usuario que con la producción industrial de sus creaciones, aún así ha colaborado con algunas de las más importantes empresas del sector.
En 1974 inicia un proyecto llamado Autoprogettazione, una colección de mobiliario diseñada para ser ejecutada con los materiales más sencillos y fáciles de conseguir. Uno de los elementos de esta colección es la silla Sedia.
Sedia es el paradigma de diseño didáctico, quizás porque Mari diseñó juegos infantiles antes que muebles. La leve inclinación del asiento se consigue desplazando hacia abajo la tabla trasera del bastidor. La inclinación del respaldo se logra de la manera más obvia y a gusto del consumidor. No es apilable, ya que las tablas delantera y trasera del bastidor arriostran las patas, por lo que éstas han de quedar en el mismo plano. Se vende desmontada, con una caja de clavos y un sencillo esquema de instrucciones – ¿a qué recuerda? – y se monta con un simple martillo, lo que contribuye a esclarecer la función de cada uno de sus elementos.
Sedia es una silla bajita y muy cómoda, en contra de lo que pudiera parecer y la comercializa de nuevo Artek, que también ha producido un documental donde Enzo Mari explica las claves de este proyecto.
Xosé Suárez, arquitecto
Santiago de Compostela, noviembre 2010
Publicado en Nº 313 [sillas…]