Josep Lluís Sert fue el primer arquitecto español de fama internacional.
“Apóstol del racionalismo en España”.
Apóstol del racionalismo en España y Decano de la Facultad de Arquitectura de Harvard durante casi dos décadas, Sert fue también un hombre lleno de contradicciones. Un espíritu contestatario. Verso libre en un mundo dominado por la copia y la reproducción seriada.
Arquitecto de vanguardia.
“Como todos los exiliados, fue un vitalista de espíritu triste”.
Miembro de una conocida familia aristocrática y destacado militante republicano, Sert tuvo el atrevimiento de ser un arquitecto de vanguardia en un país donde gobernaba el conservadurismo estético más absoluto.
Fue católico y libertario. Fue también, como todos los exiliados, un vitalista de espíritu triste, un artesano del sentido común al que le tocó vivir en un mundo extremo.
Del exilio al prestigio mundial.
Viajó, emigró, huyó. Se refugió donde pudo: París, La Habana, Nueva York y finalmente Boston.
Hijo del conde de Sert y sobrino en segundo grado del primer marqués de Comillas, Josep Lluís tuvo que esconderse en Estados Unidos tras la Guerra Civil.
Y allí fue capaz de reconstruir una carrera profesional que le llevó a convertirse en uno de los arquitectos más importantes de su generación.
“Uno de los arquitectos más importantes de su generación”.
Sert abrió puertas, cultivo amistades y representó a España durante décadas en los círculos más selectos de la arquitectura contemporánea. Un hombre, en definitiva, al que sólo le quedo por cumplir un sueño…
“Como muchos arquitectos, en el fondo soy un pintor”.1
¿Cómo surge la idea?
La idea de hacer un documental sobre la figura del arquitecto Josep Lluís Sert surgió por dos motivos. El primero fue la necesidad de reivindicar la figura de un creador que, por razones diversas, ha quedado un tanto al margen de la historia de la arquitectura española.
“Sert es un arquitecto que disfruta de una gran popularidad entre los arquitectos”.
Es evidente que el exilio ha jugado un papel importante en ese sentido, pero no deja de ser extraño que una figura como la suya disfrute de un reconocimiento tan limitado.
Sert es un arquitecto que todavía disfruta hoy de una gran popularidad entre los arquitectos, un profesional con una vida apasionante que, sin embargo, jamás ha recibido el reconocimiento que sí obtuvieron en su día otros exiliados ilustres.
Arquitecto y persona.
Lo que nos interesa aquí, más allá de su arquitectura, es su trayectoria vital. Y por eso precisamente se impone un segundo motivo.
“Sert muestra un desapego inusitado por la arquitectura”.
Mientras barajaba la idea de hacer este documental cayó en mis manos un libro titulado Josep Lluís Sert. Conversaciones y escritos. Lugares de encuentro para las artes.
El libro, editado por Patricia Juncosa, está formado por un conjunto de entrevistas en las que Sert habla sobre su relación con el arte y con los artistas.
Se trata de un libro en el que Sert muestra un desapego inusitado por la arquitectura, un conjunto de textos en los que se escucha la voz de un hombre inquieto, con una cierta conciencia del marco en el que debía encajar su trabajo.
“La historia de un exilio interior y exterior que consiste en tratar de conciliar dos mundos irreconciliables”.
Ahí está el Sert más humano. Y ahí está la historia que queremos contar desde el principio: la historia de una huida que parece no acabar nunca, la historia de un exilio interior y exterior que consiste en tratar de conciliar dos mundos irreconciliables.
Una historia, en definitiva, que arranca en un momento indeterminado de la niñez de Sert.
En el libro de Patricia Juncosa hay varios niveles de lectura. Por un lado está la descripción minuciosa de los problemas que preocuparon al Sert arquitecto. Pero por otro también podemos encontrar la lista de los temas que siempre reclamaron la atención del Sert humanista.
En el libro vemos al adulto inquieto y meticuloso, es verdad, pero también al muchacho que observaba a su tío, el muralista Josep Maria Sert, y sentía una profunda emoción.
1. “Like many architects, I’m a painter at heart.” Declaraciones de Sert en el artículo “A House Epitomizes a Way of Life” (Una casa personifica una forma de vida). Washington Post, 24 de septiembre de 1967.
Por PABLO BUJOSA / IMPRESCINDIBLES.