En esta nueva entrevista de la sección Baliza contactamos con Ángel Camacho (Madrid, 1983) arquitecto y Máster en Análisis, Teoría e Historia de la Arquitectura por la E.T.S.A de Madrid para descubrir ArchiMaps,
“una app que facilita a arquitectos y aficionados a la arquitectura a localizar edificios de interés en distintas ciudades o regiones”.
Este joven arquitecto madrileño inicia su carrera profesional en 2008 como colaborador en un conocido estudio de arquitectura.Tres años más tarde se establece de manera independiente, y retoma la actividad académica e investigadora. Desde entonces ha compaginado esta con el trabajo por cuenta propia y la colaboración con otros estudios.
Pero en 2017 funda ArchiMaps, una aplicación móvil de guías de arquitectura para smartphone y Tablet. A día de hoy ArchiMaps cuenta con más de 2.000 edificios en su base de datos, organizados en varios mapas. La mayoría están centrados en ciudades o regiones (Barcelona, Chicago, Londres, Madrid, Nueva York, Los Ángeles y sur de California), aunque recientemente se ha iniciado una nueva colección de mapas monográficos con el dedicado a Mies van der Rohe. Esporádicamente, ArchiMaps alberga también mapas temporales dedicados a algún evento relacionado con la arquitectura, como los realizados en colaboración con Open House Madrid para las ediciones de 2017 y 2018.
¿Cómo, cuándo y por qué surge ArchiMaps?
ArchiMaps surge principalmente de una necesidad. Como buen arquitecto me encanta viajar, y siempre procuro informarme acerca de las obras de arquitectura de interés que puedo visitar allí donde voy. Esto no siempre es tarea fácil, lleva su tiempo, y más aún si no se trata de un destino “típico”, como Londres, Tokio, o Nueva York.
En el mejor de los casos, puedes hacerte con una guía de arquitectura. Las hay realmente buenas, pero no suelen constituir un material muy práctico. A mí siempre me parecía que, estando de viaje, uno sobre todo necesita saber la ubicación exacta de las obras. De muchas ya sabes lo suficiente, y tu principal interés es llegar hasta ellas para apreciarlas en vivo y en directo. Leer sobre ellas, lo puedes hacer antes o después, pero durante la visita lo importante es la experiencia. Así que lo que yo echaba en falta, se parecía más a un mapa que a una guía.
Prácticamente todas las guías incluyen mapas, por supuesto, pero muchas -especialmente las mejores- están concebidas como obras de consulta, con los mapas al final, casi como un anexo. Y aún cuando no es así, su manejo no es sencillo. Mientras recorres una ciudad, no es cómodo estar pendiente de un grueso volumen, marcando por un lado la página que contiene la información acerca de los edificios y por otro lado, la que muestra el mapa. Todo esto, a la vez que procuras controlar tu propia ubicación en dicho mapa y no perderte.
Los smartphones han cambiado radicalmente todo esto, y ahora cuesta pensar en otro soporte para un proyecto como este. Pero ArchiMaps arrancó como idea hace ya algunos años y este medio no parecía tan evidente entonces. De hecho, el concepto inicial era la elaboración de una serie de mapas en papel, con la información sobre cada edificio reducida a muy pocos datos esenciales (autor, fecha, tipología) y disponible siempre de una manera cómoda en base a un plegado particular del mapa.
¿Te encontraste con muchas dificultades? ¿Cuáles fueron las más problemáticas?
Gasté bastante tiempo y energía hasta asumir que, si buscaba practicidad, el smartphone era imbatible como soporte: geolocalización, extensión infinita del mapa, posibilidad de ajustar zoom y nivel de detalle, e información e imágenes en cantidad virtualmente ilimitada y actualizables al instante. Claro que al dar el salto a la App se abría ante mí un campo, el de la informática, en el que no pasaba de ser un aficionado, y el proyecto tomaba una envergadura mucho mayor. Maquetando y diseñando un plano, o una serie de ellos, no me había alejado demasiado de mi trabajo habitual como arquitecto; poner en marcha una App era otra cosa, y fue necesario enfocarlo de una manera mucho más ambiciosa.
¿Cómo es el proceso de trabajo en ArchiMaps?
La elaboración de un nuevo mapa pasa por varias fases. Lo primero es seleccionar un destino o, en el caso de los nuevos mapas monográficos, un arquitecto. Debemos evaluar su potencial interés por parte del público, aunque no voy a negar que influyan las ganas que nosotros tengamos de estudiarlo más a fondo. También es necesario investigar si podemos disponer de imágenes (con los derechos adecuados para su reproducción) de una gran mayoría de las obras que van a aparecer en dicho mapa.
Una vez seleccionado el tema, lo primero es una aproximación general al panorama arquitectónico de la ciudad o a la obra del arquitecto, para tener una visión global: edificios destacados, autores cuya obra allí es numerosa, estilos presentes. La horquilla temporal es muy importante: las obras más tempranas que aparecen en nuestro ArchiMaps de Chicago son de mediados del siglo XIX, mientras que en el mapa de Ciudad de México que estamos elaborando actualmente, aparecen edificios desde el siglo I.
Después empieza la selección de las obras, partiendo de las que podemos considerar “imprescindibles”, y abriendo poco a poco el encuadre. A la vez, se va estableciendo una clasificación por periodos históricos que es diferente para cada ArchiMaps. Es muy importante que cada mapa forme un todo coherente y equilibrado; procuramos abarcar todas las corrientes, periodos y estilos presentes, tratando de dejar de lado los habituales prejuicios que podamos tener los arquitectos. Intentamos también ser rigurosos, y cualquier dato se contrasta antes de ser incluido.
Finalmente se elaboran las ArchiRoutes, rutas temáticas dentro de cada mapa y centradas en un autor, un periodo histórico o una zona de la ciudad especialmente relevante. Estas normalmente van surgiendo durante la elaboración del mapa, aunque de vez en cuando añadimos nuevas rutas a los ArchiMaps existentes.
¿A qué segmento de público te diriges?
El público objetivo de ArchiMaps son claramente los arquitectos, pero buscamos también llegar al público en general, o al menos a aquel con ciertas inquietudes culturales. En este sentido, queremos contribuir a la difusión de la buena arquitectura: ArchiMaps puede utilizarse para localizar un edificio que interesa conocer, o a la inversa, saber algo más de un edificio con el que nos hemos topado y ha llamado nuestra atención. Aspiramos a que nuestra App ejerza cierta labor divulgativa.
¿Compaginas o complementas esta actividad con otras labores o en otros campos?
No he dejado de ejercer la profesión de arquitecto, y compagino lo mejor que puedo mi dedicación a la App con el trabajo diario en el estudio. ArchiMaps es un proyecto muy personal, y me ofrece la posibilidad de seguir, en cierta manera, en contacto con la investigación académica, algo que no quiero perder.
En épocas de más trabajo es cuando puedo dedicarle menos tiempo, pero nunca lo dejo totalmente de lado; para mí es la mejor excusa para seguir leyendo y aprendiendo sobre arquitectura, algo que a menudo dejamos de hacer cuando dejamos atrás la carrera y aumenta el ritmo de trabajo.
La arquitectura, tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, COAs, ETSAs, emigración, comunicación, etc), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?
Creo que tener muchos frentes abiertos es inherente a nuestra profesión, por suerte o por desgracia; para mí es una de las cosas que la hacen interesante, y demuestra lo completa que es como disciplina. La arquitectura se puede ejercer de muchísimas maneras: desde una perspectiva social, técnica, artística, o legal, por decir algunas. Todas son válidas, y todas influyen en algo tan esencial como son los espacios en los que vivimos. Pero desde luego hay temas asociados a ella que son complicados. La precariedad laboral, en especial la cuestión de los falsos autónomos y de las prácticas no remuneradas en los estudios. Esto es algo que hace un daño terrible, y que mientras se tolere, o se mire para otro lado, seguirá existiendo.
¿Cómo veis el futuro de la arquitectura? ¿Y el de la profesión? ¿Qué mejoras crees que son fundamentales y que deberían ser puestas en marcha de forma inmediata?
Últimamente parece haber más interés del público en general hacia la arquitectura; esta y sus implicaciones se valoran y se debaten, y hay mucha presencia en medios generalistas de noticias relacionadas con la arquitectura. Todo esto es bueno, desde luego. Pero a veces, aunque no siempre, se percibe un interés limitado a la imagen, que debe deslumbrar y es de consumo rápido. Imagino que todo esto también viene ligado a la inmediatez, a las redes sociales, a esa modernidad líquida en la que estamos sumergidos. Hay más presencia de la arquitectura en la sociedad, pero como en tantos otros temas, no se profundiza; se busca el impacto, la presunta “genialidad”: pero la buena arquitectura, como casi todo, no nace solamente de una idea genial, sino de horas de trabajo modelando esa idea; lo de la inspiración y la transpiración. Actualmente mucha gente quiere respuestas fáciles y rápidas, blancas o negras, a cuestiones que siempre son complejas. No sólo en arquitectura; lo vemos también en política.
Por otro lado, me preocupa la percepción que a veces se tiene de los arquitectos desde la sociedad. Y que conste que somos nosotros, como colectivo, los principales culpables. A veces hemos transmitido (ayudados por algunas publicaciones) la idea de un profesional elitista, con ínfulas, muy preocupado por su creación y muy poco por lo que el cliente necesita, o dicho de otra forma, por resolver los problemas que se le plantean. Si a esto añadimos que lo que más trasciende suele ser la obra pública (es decir, pagada por todos), la polémica está servida. La nueva filarmónica de Hamburgo es un edificio tremendamente interesante; pero su coste final se multiplicó ¡por diez! En cualquier otra disciplina, esto sería un fracaso, profesionalmente hablando. Hace falta debate, y también autocrítica.
Como “emprendedor” ¿qué opinas de los arquitectos que “abren y/o recuperan” nuevos campos y/o enfoques de la profesión?
¿Qué voy a decir? Me parece perfecto. Creo que reinventarse suele ser positivo, siempre que uno sea realista. A veces podemos pecar de “adanismo”, creyendo que somos los primeros que intentamos un nuevo camino, o que vamos a ser mucho más listos que otros que lo intentaron y no lo consiguieron.
Pero en general lo veo bien, e incluso necesario. Hay que ser flexible y tener muy presente el mundo en el que vivimos; hoy en día más que nunca. Se están produciendo muchos cambios, y por mucho que se pretenda retrasarlos, son inevitables.
Las comunicaciones, el transporte, muchas cosas están sufriendo su pequeña revolución, derivada a su vez de la revolución tecnológica. Lo que está ocurriendo con los taxis, lo que le pasó a Kodak hace unos años… Lo ejemplos son incontables.
Para acabar, ¿qué les aconsejaríais a los actuales estudiantes y futuros profesionales de arquitectura?
Que sopesen las diversas posibilidades que una profesión como esta les ofrece. La asignatura de proyectos es la más importante, pero no lo es todo; estudiando arquitectura uno puede ser hasta bombero. Que aprendan a valorar la buena arquitectura por lo que tiene detrás, por lo que consigue; un buen proyecto lo suele ser por los mismos motivos hoy, en los años treinta, y en el siglo XVII. Que durante la carrera se empapen de la historia de la arquitectura; a día de hoy aún podemos aprender mucho de, por ejemplo, Borromini. Y que no pierdan nunca el interés por la arquitectura, por viajar, y por aprender.
Y, por supuesto,
¡qué se descarguen ArchiMaps!
Ángel Camacho · ArchiMaps
Octubre 2018
Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Ángel su tiempo y predisposición con este pequeño espacio.