Es cierto, el oficio de la arquitectura es exigente, necesita mucha dedicación y, además, conseguir clientes no es una tarea para nada sencilla.
Si a esto le sumamos que eres un estudio joven que está empezando y que no puede demostrar una trayectoria y unos casos de éxito concretos, la tarea se complica aún más.
Vender arquitectura es difícil, pero para nada es algo imposible.
Vender arquitectura requiere una estrategia empresarial clara, unos objetivos perfectamente definidos y una visión a largo plazo que te permita avanzar en la dirección correcta.
A partir de ese momento, la labor comercial es clave y dentro de sus funciones la comunicación es uno de sus pilares fundamentales.
Comunicar nos permite alcanzar nuevas audiencias, aumentar la visibilidad de nuestra marca y expresar al mundo nuestro valor como profesionales.
Uno de los objetivos de la comunicación de cualquier estudio de arquitectura será atraer la atención de futuros clientes y, aunque parezca contradictorio, la de otros profesionales del sector.
Y es que una empresa de arquitectura independientemente de su tamaño y facturación tiene la posibilidad de establecer una relación profesional con otras empresas del sector hasta el punto de convertirlas en sus propios clientes.
Existen grandes estudios o empresas que necesitan el apoyo de otros arquitectos y equipos para poder ofrecerles servicios transversales, presentarse a concursos o realizar trabajos puntuales que su actual estructura empresarial y equipo humano no tiene la capacidad de absorber.
Batlle i Roig es un claro ejemplo de esto
Batlle i Roig es una oficina multidisciplinar ubicada en Barcelona donde se combina la práctica del Planeamiento, el Paisajismo y la Arquitectura.
Además, este estudio ha sido reconocido con numerosos premios y distinciones como la medalla del CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectura de España) siendo la primera vez que se otorga a un estudio de arquitectura al completo y no a una figura a título personal.
Dentro de la rama de paisajismo Batlle i Roig se encarga de diseñar los proyectos paisajísticos y los parkings de uno de los estudios de arquitectura más importantes a nivel internacional: OMA (liderado por Rem Koolhaas).
Así lo cuenta Joan Roig, socio fundador de Batlle y Roig:
Viendo el ejemplo de Batlle i Roig, podemos confirmar que trabajar y tener como clientes otras firmas internacionales de arquitectura también es una opción incluso para grandes empresas de servicios de arquitectura y diseño.
¿Cómo se consigue este tipo de clientes?
Apostando por una organización empresarial basada en especializaciones y diseñando una estrategia de comunicación que dé visibilidad a la actividad y personas de la empresa.
Una vez más empresa y comunicación arquitectónica como base para alcanzar los objetivos estratégicos de un equipo.
