He estado buscando documentación para escribir un artículo sobre la arquitectónica y distópica serie noruega Arkitekten, que entre otros asuntos, plantea el problema actual, agravado en el futuro, de la escasez de viviendas en las grandes ciudades y el intento de resolverlo reduciendo la dimensión de las unidades residenciales.
El espectáculo
La verdad es que me sorprendió los numerosos documentales y programas de televisión que encontré sobre este tipo de viviendas mínimas, en algún caso ínfimas, que en su mayoría pertenecían al género de la telerrealidad –este es el término que propone la extraordinaria Fundéu para realities–, que tiene más de tele que de realidad, y con títulos tan poco sugestivos como:
- Quiero mi minicasa (Tiny House Hunting, 2014 – 2017) FYI
- Tiny House, Big Living (2014 – 2018) HGTV
- Minicasas de ensueño (Tiny House Nation, 2014 – 2019) A+E
- Los caza minihogares (Tiny House Hunters, 2014 – 2023) HGTV
- Un mundo de minicasas (Tiny House World, 2015 – 2016) FYI
- Minicasas Luxury (Tiny Luxury, 2015 – 2018) HGTV
- Minicasas en el paraíso (Tiny Paradise, 2017 – 2018) HGTV
- Terrific Tiny Homes (2019) HGTV
- Tiny House Battle (2021 – 2023) 3 Balls
También hay otros programas de telerrealidad con casas pequeñas, pero construidas con materiales peculiares, como contenedores metálicos: Container Homes (2016) producido por HGTV y Containables (2018) de DIY; también otras construidas en lugares insólitos como encima de árboles: Mi casa en un árbol (Treehouse Masters, 2013 – 2018) de Stiletto TV, y Tu cabaña en un árbol (The Treehouse Guys, 2014 – 2017) de Orion, así como una edición infantil, Minicasas para niños (Playhouse Masters, 2016) de High Noon, quizás para ir acostumbrándolos a las pequeñas dimensiones vitales que «disfrutarán» en su futuro.
Pero no solo han producido programas empresas de televisión, sino también particulares han abierto canales de YouTube especializados en este tipo de casas, como los siguientes:
- Tiny Home Tours (Chris Penn, Allison Shea, Laurén Ettinger, y Car Alfonso & Sagge Roddy, 2009 – 2023) EE. UU.
- Living Big in a Tiny House (Bryce Langston y Rasa Pescud, 2013 – 2023) Nueva Zelanda.
- Tiny House Giant Journey (Jenna, 2013 – 2023) EE. UU.
- Tiny House Expedition (Alexis Stephens y Christian Parsons, 2014 – 2023) EE. UU.
- MyBIGtinyhouselife (Adelina, 2019 – 2023) Canadá.
- Woodnest (2020 – 2023) India.
- This Tiny Life (2021 – 2023) Reino Unido.
- Casas pequeñas (2021 – 2023) Panamá.
- Tiny House – Alaska Life (Silas y Leslie, 2022 – 2023) EE. UU.
Y también viviendas en contenedores:
- Life Uncontained (2017 – 2023) EE. UU.
Como se puede comprobar, la eclosión de estos programas de televisión se produjo en 2014 y su emisión ha continuado hasta años recientes, siendo la empresa HGTV la que más número de ellos ha producido.
Obviamente no he visto todos los vídeos de YouTube, ni los episodios de todas las series, ni puedo –ni pienso– hacerlo, pero por lo que he comprobado, la mayoría de los edificios tienen muy poco interés desde el punto de vista arquitectónico, repitiendo formas y tipos de viviendas habituales, pero comprimiéndolas para reducir sus dimensiones. Respecto a sus fachadas, la mayoría de ellas resultan ridículas porque quieren imitar formas clásicas, coloniales o incluso góticas, consiguiendo pequeños, pretenciosos y ridículos pastiches.
El problema real
De acuerdo al International Residential Code (IRC) de 2018, Apéndice Q, una tiny house tiene como máximo 37 m². Desde hace unos años, las grandes ciudades se han llenado de pisos diminutos, la mayoría con menos superficie de la indicada por el IRC, incumpliendo con las ordenanzas municipales, pero que han de alquilar personas cuyos ingresos les impiden pagar los prohibitivos precios de pisos mayores.
Un análisis interesante sobre este problema, en este caso en Polonia, se desarrolla en el documental Vivir en microapartamentos, dirigido por Mike Pitt, este año, para la estupenda cadena arte, y en el que se muestran algunas viviendas de 14 m², lo que parece imposible sobre el papel, pero es real.
En España se consideran minipisos los que tienen una superficie de 30 m² o menos. En el portal inmobiliario idealista, se ha publicado recientemente un artículo titulado «La realidad de los minipisos: menos del 1% de los pisos de alquiler tiene menos de 30 m²», en el que el portavoz de ese portal afirma:
«a pesar de lo llamativos y mediáticos que pueden resultar, el fenómeno de los minipisos es muy residual, un anécdota en el total del parque de viviendas arrendadas en nuestro país. El problema de oferta en el que lleva instalado el mercado del alquiler en los últimos años no ha provocado que las viviendas minúsculas se hayan convertido en una parte significativa del mercado. Por el contrario, la práctica totalidad de los anuncios se refieren a viviendas de tamaños más grandes»,
los datos que maneja este portavoz parecen referirse solo a los del idealista.
Sin embargo, en el documento denominado «Censos de Población y Viviendas 2021. Resultados sobre Hogares y Viviendas», publicado el 30 de julio de 2023, por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se calcula que hay 167.134 de estas viviendas en toda España, habiendo aumentado desde 2011, en 116.000, un 231%. Minipisos que, según este artículo, no existían, o nadie se atrevía a habitarlos, o son el resultado de la transformación de locales comerciales y la compartimentación de pisos grandes, todo ello para obtener el mayor rendimiento económico.
La arquitectura
Una vivienda por ser pequeña, no tiene por qué ser poco interesante y hay muchos ejemplos de lo contrario, quizás el primero en el que pensamos los arquitectos es Le Cabanon (1950) de Le Corbusier, con 15 m², pero también se deben mencionar otras como las Casetas de vacaciones estandarizadas (1933) de J. J. P. Oud, la Cabaña para A. Bennati (1934 – 1937) de Rudolph M. Schindler, las Casas de fin de semana en Garraf (1934 – 1935) de Sert y Torres i Clavé, The Box de Ralph Erskine con 21 m² (1941), la Cabaña Chamberlain (1940) de Breuer y Gropius, la Casa Walker (1953) de Paul Rudolph, el Seth Peterson Cottage (1958) de Frank Lloyd Wright, la casa de verano prefabricada Kubeflex (1970) de Arne Jacobsen, Mauritzberg Manor (1992) de Sverre Fehn, e incluso la Casa en una maleta (1996) un ático de 27 m² diseñado por Flores & Prats en Barcelona.
Todos estos ejemplos y otros muchos más, tan interesantes como los mencionados, demuestran que los buenos arquitectos son capaces de dar soluciones a muchos de los problemas que existen en la actualidad, pero no se debe olvidar que el poder no lo tienen los técnicos, sino quienes gobiernan este mundo, que suelen optar por conseguir rápidos beneficios económicos -muchas veces para ellos mismos– antes que beneficiar a quienes lo necesitan.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, julio 2023