Ver o no ver esa es la cuestión, esa ha sido la cuestión durante este tiempo de restricciones y límites. El observar por la ventana pasó de ser una banalidad cotidiana -para algunos- a ser el último resquicio de libertad para otros. No todos la tenemos y no todos hemos podido refugiarnos en sus proporciones.
Hemos visto a través de ellas, nos han visto, hemos sido muchas veces testigos, y otras veces víctimas, hemos mirado desde el cristal, hemos escuchado a través de él, hemos acompañado a alguien tan solo empujando los brazos hacia adelante y los codos sobre el marco, nos hemos sentidos acompañados, hemos sentido muchas veces que alguien nos ha encendido una luz y otros que nos la han apagado.
Las ventanas nos han permitido ver los límites del horizonte, los contornos de las montañas, imaginando a algún pastor descansando al lado del rebaño; nos permitieron otras veces, ver el circulo redondo y anaranjado ahogarse en el mar azul, frío y de estelas brillantes; a observar la luz del poste sobre la calle oscura y solitaria; a ser testigos de la inminente oscuridad y de cuando somos conscientes de cuando comienza a hacerse de noche: a ser parte de ese lugar de enfrente; a ver acostarse al parque entre los bloques de edificios; a dibujarle una oportunidad a alguien con el vaho sobre el cristal húmedo; a vivir un momento desde la ventana, sintiendo a veces que son muchas vidas.
Las ventanas siempre nos han ayudado a soñar despiertos, a otros a inventarse la vida de quien pasaba por delante; el dejarlas abiertas nos ha permitido sentir el aire frio de las noches y a veces el aire cálido del amanecer, también de aquellos que sin una ventana nos han permitido soñar cobijados entre la incertidumbre y la esperanza de estos tiempos.
La ventana nos ha permitido ser vividos también, hemos sido quizás sueños de alguien tal vez, o historias de otras personas, y quizás lo mejor que hemos podido haber hecho es haber vivido para un mejor mundo desde nosotros, para regalar un mejor mundo para los demás.
Sigamos abriendo ventanas, sigamos construyendo, sigamos soñando con ese mejor lugar para todos.