Puede construirse arquitectura contemporánea en un entorno rural. Y si es posible bajo que códigos debe hacerse. Este es el punto de arranque de este proyecto.
En junio del año 2005 el Concejo municipal de Arribe-Atallu convocó un concurso para la realización de un frontón y un edificio que resolviese un pequeño programa administrativo, en el que resultamos ganadores.
El estrecho y pronunciado valle del río Araitz configura un entorno rural de prados y arboledas, que se encuentran presididas por las cumbres rocosas de las montañas que lo rodean, denominadas “maioak”, son un referente visual y sentimental para los habitantes de los núcleos del valle. Esta estructura del paisaje, lo dota de un cierto carácter bucólico e incluso romántico, asemejándolo a un valle alpino de alta montaña. Las edificaciones se encuentran relegadas al fondo del valle en el que destacan las construcciones vernáculas de generosas proporciones, con grandes volúmenes y cubiertas a dos aguas diseminadas en el paisaje, que aglutinan los usos de vivienda y la actividad agro-ganadera dentro de un edificio compacto.
El solar, antiguamente ocupado por un puesto de descanso y abastecimiento para carretas de transporte en la antigua línea entre Tolosa y Pamplona, se encuentra a pie de la carretera que discurre paralela al río, que es la arteria principal del valle, por lo que además de presentar un pronunciado desnivel mantenía el soterramiento de un arroyo de montaña que cruzaba la parcela.
El proyecto busca una continuidad con la arquitectura y la configuración del paisaje del entorno, desde un lenguaje arquitectónico actual, tanto en lo que a la configuración formal del programa se refiere, como a la conformación material del mismo, como a su inserción en un paisaje tan determinado. Así el volumen del frontón se hunde aprovechando las dos paredes ciegas, necesarias para el juego de la pelota como muros de contención, e incorporando el desnivel creado como graderío para los espectadores, resultando de este modo, un volumen de menor impacto cuya cubierta dialoga con las cubiertas tradicionales de los caseríos del valle.
El edificio del concejo, se resuelve en un pequeño volumen que respeta la altura de cornisa del frontón, dividiendo el programa administrativo en dos plantas, una inferior apoyada contra la excavación realizada y otra que presenta una re-lectura moderna del pabellón agrícola apoyada a la altura del prado contiguo. Ambos edificios incorporan la madera, un material vernáculo de gran importancia en la zona, desde una configuración actual, planteando continuidades tanto con las estructuras de entramado características de los edificios del valle, resueltas en el frontón mediante estructuras metálicas, como con los cierres de entablado de los pabellones agrícolas, resueltos ahora mediante un entarimado de cedro rojo.
Además ambos edificios reivindican su carácter social organizando un mínimo espacio público, junto al riachuelo cuyo antiguo trazado a cielo abierto recuperamos, mediante elementos casi iconográficos como son el balcón del ayuntamiento, el soportal característico de las edificaciones públicas del norte lluvioso, o la iluminación nocturna que a través de las fachadas traslucidas introduce una discontinuidad en la linealidad del valle.
Obra: Arribe Atallo. Casa Concejil y Frontón
Emplazamiento: Arribe-Atallu, Araitz, Navarrra, País Vasco, España
Autores: VAUMM arquitectura y urbanismo [Iñigo García Odiaga, Javier Ubillos, Jon Muniategiandikoetxea, Marta Alvarez y Tomás Valenciano]
Colaboradores: Mitxel Tomasena, aparejador
Promotor: Concejos unidos Arribe-Atallo
Año: 2005-2007
Superficie: 1.200 m2
Presupuesto: 750.000€
Fotografías: Aitor Ortiz
+ www.vaumm.com
+ premios
– Concurso de ideas 1º premio.
– Finalista en los premios Arquia Próxima 2010: En cambio