Hace unos meses participamos en la jornada, La periferia de la arquitectura, del dentro ciclo “La realidad del arquitecto”, evento que reunía a una serie de arquitectos que desarrollan su actividad en los límites de la profesión, tal y como la conocemos en su forma “tradicional”. De todos los periféricos allí reunidos, el que se más se acerca al ejercicio tradicional de la arquitectura era el de Marta Parra, de Parra-Müller, que nos expuso su “Arquitectura de maternidades”.
Marta y Angela parten de un precepto muy sencillo pero a la vez lleno de intenciones y responsabilidad,
“Los espacios para realizar las actividades humanas son diseñados en función de la actividad a realizar, del usuario que lo disfruta, de los aspectos estéticos y de las posibilidades espaciales, económicas y normativas que les afectan.”
Tomando este precepto (¿acaso no es el fin último de la arquitectura este?) y analizando con crudeza la realidad actual de estos espacios, ponen el reto de rediseñar y pensar estos “talleres mecánicos de madres estropeadas a punto de dar a luz.”
“La arquitectura como herramienta para proporcionar el entorno más adecuado posible, “disfrazando”, “tuneando” los espacios hospitalarios de modo que puedan evocar su hábitat íntimo y natural de la mujer pariendo.”
Sin más os dejamos con la más que interesante entrevista que tuvimos la oportunidad de realizarles.
¿Cuál ha sido vuestra formación y trayectoria profesional previa a “arquitectura de maternidades”?
Angela: Las dos hemos estudiado Arquitectura, en diferentes países y universidades. Marta se especializó en colegios durante sus comienzos de trayectoria profesional, y yo estuve siempre entre hoteles y hospitales, tres temas que nos siguen aportando mucho para el campo de las maternidades ahora. Además hice un Máster en Arquitectura, Organización y Gestión de Infraestructuras Hospitalarias.
Nuestra labor como activistas para mejorar la atención al parto y nacimiento en España y a nivel europeo, tanto en asociaciones de mujeres como involucradas en comités y grupos de trabajo en el Ministerio de Sanidad, donde seguimos colaborando con representantes de todo tipo de organismos, organizaciones de profesionales sanitarias, etc. también ha enriquecido nuestra formación y trabajo.
¿Qué os llevó a poner en marcha “arquitectura de maternidades”? ¿Por qué?
Marta: Nos hemos formado durante años en el tema de la atención al parto del lado de las usuarias y atendiendo a sus demandas. Hemos participado en la elaboración de guías de práctica clínica (GPC) y material divulgativo, y tratamos de mantener reuniones con todos los agentes participantes en la actualización de la atención al parto y nacimiento. Fue un proceso natural que aunaba nuestra pasión con nuestra profesión. Evaluamos el panorama las maternidades hospitalarias en España y tras un empujón por parte del Ministerio de Sanidad, comenzamos a trabajar en ello.
Angela tuvo la oportunidad de participar en un proyecto de diseño de un hospital materno- infantil en Austria. Por mi parte, a través del activismo, alcancé un gran conocimiento en cuanto a lo que demandan las mujeres embarazadas y madres y los profesionales que abogan por este cambio de paradigma. Poco a poco también Angela se fue introduciendo en este mundo.
¿Os encontrasteis con muchas dificultades? ¿Cuáles fueron las más problemáticas?
Angela: Nuestros proyectos son algo más que arquitectura: funcionan como un motor de cambio, suponen un enfoque diferente en el ámbito asistencial. En muchas ocasiones nos topamos con reticencias ante el cambio de modelo, que dificultan en un primer momento el cambio espacial. Este cambio de mentalidad supone el mayor inconveniente, muy por encima de condicionantes económicos o de índole más pragmática.
¿Estáis contentas con los objetivos alcanzados?
Marta: Como dirían en el cole:
“Vamos poco a poco”,
pero con paso seguro. Todos los proyectos y obras son únicos, hechos con mucha implicación y mimo. En ocasiones también nos encargamos de la difusión y comunicación posterior, lo cual es un valor añadido para el proyecto. Además ya hemos podido constatar el impacto positivo de nuestras intervenciones.
¿Qué expectativas y proyectos de futuro tenéis para “arquitectura de maternidades”?
Marta: Nuestro próximo objetivo es hacer un proyecto o reforma, que englobe desde la ubicación general de las áreas relacionadas con la Maternidad, hasta el más pequeño detalle de cada estancia, siempre pensando en las necesidades de de la mujer y del bebé. Soñamos con que las UCIs neonatales tengan el espacio y calidad ambiental suficiente para que los padres y familiares puedan estar a gusto durante toda su estancia, protegiendo desde el espacio un momento tan vulnerable. Soñamos además con todas las mujeres y sus bebés dando a luz y naciendo en espacios que les proporcionen el ambiente de paz que necesitan. Desde la arquitectura intentamos generar las condiciones ambientales que lo faciliten.
Y además, nuestro trabajo y proyectos son exportables a otros países, donde ya han surgido estas demandas sociales.
¿Son rentables este tipo de iniciativas? ¿Os sentís bien remunerados por la labor que realizáis?
Marta: El valor añadido de un proyecto integral frente a una actuación bienintencionada no profesional es enorme. Humanizar los espacios es algo más que pintar de azul turquesa una habitación y poner una silla de parto. Implica conocer las necesidades fisiológicas y los recursos arquitectónicos para generar un espacio que las mujeres hagan suyo durante el parto, y donde encuentren todo lo que necesitan.
Con lo fácil que resulta de explicar, y lo difícil que es a veces de entender… y de valorar. Desgraciadamente, creo que es un obstáculo bastante común en nuestra profesión.
¿Compagináis o complementáis esta actividad con otras labores o en otros campos?
Angela: Marta trabaja también en el estudio Virai Arquitectos, compaginando ambos proyectos. Por supuesto, seguimos colaborando en nuestro particular
“activismo de los buenos partos”.
Y ambas tenemos tres hijos, así que no nos aburrimos…últimamente intentamos conciliar más, incluso nos llevamos los niños a algún viaje, o a charlas que damos.
¿Cómo veis el futuro en este campo?
Marta: Humanizar los espacios de parto para normalizar el modo de nacer es una parte más de la recuperación del corazón que nos hemos dejado en muchos ámbitos, al aparecer la tecnología en el siglo XX.
Y ahora, la humanización de la Sanidad, de la Educación, de todos los ámbitos de la vida es un camino emprendido, y creemos que ya no hay marcha atrás. La arquitectura saludable es un reto al que la sociedad está empezando a valorar.
¿Consideráis que estudiar Arquitectura ha sido un pasaporte fundamental para haber llegado a vuestro trabajo actual?
Angela: Sin duda, nuestra base sigue siendo el trabajo tradicional de arquitectura, todo lo que aprendimos de una u otra manera en la carrera sobre el lenguaje espacial, los materiales, el modo de desarrollar un proyecto… aunque la formación posterior sigue siendo fundamental, sobre todo en este ámbito tan olvidado.
¿Animarías a otros arquitectos a seguir vuestros pasos? ¿Qué pasos consideráis que deberían dar? ¿Cómo completar sus estudios? ¿Qué otros consejos les darías?
Marta: Completar los estudios, siempre. Seguir aprendiendo todos los días algo, con todos los sentidos. Queremos invitar a todos los estudiantes y arquitectos/as a que escuchen la pasión que cada uno lleva dentro y se atrevan a seguirla.
A cada persona le mueve un campo, una idea, una necesidad, un tema. Agarrémonos a ella con fuerza para sacar adelante aquello que sólo nosotros podemos hacer. Esa pasión es la que hará que superemos los obstáculos, y renovará nuestras ganas de volver a empezar cada día. Hay un proyecto vital dentro de cada uno, y la arquitectura puede ayudar a desarrollarlo.
¿Creéis que los arquitectos en España deberíamos seguir abriendo nuevas vías de trabajo para salir de la casilla más «tradicional» de proyectar dada la actual situación de la construcción en nuestro país?
Marta: Sí, sin duda. Los arquitectos/as tenemos una formación muy polivalente y estamos capacitados para desempeñar muchas más funciones de las que hasta ahora han sido las más habituales.
¿Qué opináis de los que se han ido a trabajar al extranjero?
Angela: Lo peor que podemos hacer ante una situación adversa es quedarnos paralizados. Si tenemos que emigrar para avanzar en nuestra profesión o asegurar un futuro a nuestros hijos, adelante. Un cambio de casa es siempre una renuncia por lo que dejas, pero supone nuevos retos y oportunidades. Yo dejé mi país para venirme a España por amor, y es cierto que a veces echo mucho de menos a mi familia, mi entorno, incluso tan triviales como la comida o la nieve, pero aquí he formado mi familia, he conocido grandes amigos y desarrollo mi vida laboral de la que disfruto mucho.
La arquitectura, tiene abiertos muchos frentes de batalla (LSP, Bolonia, paro, precariedad laboral, COAs, ETSAs, emigración, comunicación, etc), ¿no serán demasiados para la polarización existente dentro de la misma?
Si estamos preparados para algo, es para aguantar la presión. Para integrar distintos elementos o factores en un mismo conjunto. Y hacerlo de manera armoniosa.
¿Cómo veis el futuro de la profesión?
Creemos que hay tantos caminos para desarrollarnos como arquitectas/os, como personas somos y capacidades tenemos. Encasillarnos en dos o tres roles exclusivamente sólo puede servir para que mucha gente se quede en el camino.
Abrir nuestras mentes, vernos reflejados en otros campos y profesionales, abandonar el victimismo, aprender de quienes están ahora consiguiendo lo que queremos, etc. es el camino para que la flexibilidad que hemos aprendido en las escuelas se divorcie para siempre del ego, y nos deje libres para perseguir de nuestras ideas, proyectos y pasiones.
Angela Müller – Marta Parra Casado | Arquitectura de Maternidades
Enero 2016
Entrevista realizada por Ana Barreiro Blanco y Alberto Alonso Oro. Agradecer a Angela y Marta su tiempo y predisposición con este espacio.