Asuntos en serie IV: Del mito a la historia | Antonio S. Río Vázquez
«Pensé mucho en la herencia literaria de este condado. Al estilo habitual de Thomas Hardy, se me ocurrió el nombre compuesto de Broadchurch, que combina los topónimos de West Dorset Broadoak y Whitchurch.»
Chris Chibnall
Los paisajes que observamos en el cine o en las series de televisión poseen un singular encanto fruto de la mezcla entre realidad y ficción. En varias ocasiones, lugares existentes se convierten en escenarios fundamentales para el desarrollo de la trama y pasan a formar parte del imaginario común. Así, son reconocidos, visitados e incluidos dentro del patrimonio colectivo el café de Amelie, la Tierra Media en Nueva Zelanda o el andén 9 ¾ de la estación de King´s Cross, por citar solo algunos de los, cada vez, más abundantes ejemplos.
Una serie donde los emplazamientos reales conforman un componente esencial de la narración es Broadchurch (2013-2017), concebida por Chris Chibnall. La acción se sitúa en la costa de Dorset, un condado situado en el sudoeste de Inglaterra donde se encuentra el pueblo de West Bay y los acantilados de Jurassic Pier, en la zona Patrimonio de la Humanidad llamada Jurassic Coast.
A los monumentos históricos y naturales existentes se añaden ahora las localizaciones de la serie y, el interés creciente como atracción turística, ha motivado su puesta en valor mediante guías, rutas o eventos culturales, hasta el punto de prácticamente eclipsar al otro gran reclamo del entorno como escenario de ficción: la obra del escritor y arquitecto Thomas Hardy, inspirada y ambientada en gran medida por los paisajes de las proximidades.
A la ruta que permite visitar los lugares de la serie se sumaron exposiciones como Broadchurch and its Landscape, una iniciativa de The Shed Gallery que situó en espacios públicos de la localidad fotografías del entorno, reuniendo visión real con relato ficticio en un recorrido que evidencia las posibilidades de uso y disfrute de esta nueva categoría patrimonial.
Una primera versión de este texto se publicó en el blog El tiempo del Lobo en agosto de 2006 y está incluido en el libro Textos compartidos. Apuntes y artículos breves 2004-2019 (2020)
Muy interesante