Según el diccionario de la Real Academia Española, una silla es un “asiento con respaldo, por lo general con cuatro patas, y en que solo cabe una persona”. Esta definición académica puede resultar muy discutible desde el punto de vista de la experiencia personal, y genera una interesante controversia: ¿es una silla la cinta que envuelve las rodillas y la espalda de este indígena Ayoreo, rediseñada por Alejandro Aravena para Vitra?
Pero dejando a un lado la definición misma, nos centraremos en las patas: como bien indica el D.R.A.E., generalmente el objeto se compone de cuatro patas, aunque resulta igualmente estable con tres pero, ¿podría construirse una silla con sólo dos patas?
La respuesta a esta pregunta se atribuye oficialmente a Mart Stam, arquitecto neerlandés vinculado al grupo ABC, profesor en la Bauhaus de Hans Meyer y socio fundador de los CIAM, entre otras actividades de una biografía profesional muy destacada.
La solución parece ahora sencilla: consiste en una estructura tubular en voladizo – cantilever- de acero continua que se sustenta únicamente en dos patas, que giran al llegar al suelo hasta encontrar los puntos imaginarios de apoyo de las patas inexistentes para garantizar la estabilidad de la pieza. Con esa única estructura se resuelve también el respaldo, aunque Stam proyectó una versión en taburete que reduce la compejidad al mínimo. Una solución idéntica fue utilizada por Mies van der Rohe y Marcel Breuer, entre otras piezas en la Nº313, que da nombre al blog y a la asociación que lo sustenta.
Xosé Suárez, arquitecto
Santiago de Compostela, septiembre 2012
Publicado en Nº 313 [sillas…]