We drove 22 miles into the country around Farmington. There were meadows and apple orchards. White fences trailed through the rolling fields. Soon the sign started appearing. THE MOST PHOTOGRAPHED BARN IN AMERICA. We counted five signs before we reached the site. There were 40 cars and a tour bus in the makeshift lot. We walked along a cowpath to the slightly elevated spot set aside for viewing and photographing. All the people had cameras; some had tripods, telephoto lenses, filter kits. A man in a booth sold postcards and slides — pictures of the barn taken from the elevated spot. We stood near a grove of trees and watched the photographers. Murray maintained a prolonged silence, occasionally scrawling some notes in a little book.
“No one sees the barn,” he said finally.
A long silence followed.
Día tras día, semana tras semana, nuevos cruceros, aviones, trenes y autobuses llegan a nuestros puertos, aeropuertos y estaciones cargados de viajeros, de turistas, de gente. Con ellos nace y se desarrolla una nueva ciudad. La de los vecinos muta en una nueva fachada que se percibe ajena a los que la habitan, ajena a la realidad de la vida y las rutinas diarias. ¿Cuál es la ciudad nueva que se construye? ¿Qué ciudad conocen realmente estos humanos trashumantes durante su breve aunque intensa estancia? ¿Es la versión de folleto turístico de nuestras ciudades una distorsión intencionada de la realidad cotidiana? ¿Cuál es el propósito de la repetición automática de la foto tipo? ¿Nos encontramos inmersos en una sociedad que viaja por el placer de conocer o por el ansia de aumentar su presencia en las redes sociales? ¿Se han convertido el like en el medidor actual de la popularidad y el palo de selfie en una extensión de nuestra vanidad?
Día tras día, semana tras semana, micronaciones soterran bajo sus pies a las ciudades con el pretexto de inmortalizar sus iconos, sólo interrumpiendo su marcha en un breve lapso para consumir, prefabricados, preparados y preanunciados, los productos autóctonos; buscando un local en el que se encuentren como en casa. Un local genérico donde la calidez de la madera y lo desenfadado de una estética industrial se mezclen, creando una imagen aséptica y contaminante que se ha contagiado por todas las esquinas del globo.
La FETSAC17 tiene como propósito analizar la ciudad a través del impacto de las masas de trashumantes sobre ella. La transformación de los espacios en cuestión de minutos por la invasión, o la preparación y estandarización de esos lugares, listos para absorber a los grandes grupos de turistas. El turismo de masas está modificando las ciudades en las que habitamos, llegando en ocasiones a convertirlas en grandes centros de ocio y haciéndolas perder su significado primitivo. Las plataformas de economía compartida han convertido lo hogareño en un bien productivo que hace disponer a cada viajero de la oportunidad de sentirse como en su propia casa. Para ello disponen de un sistema de artificio asesorado por departamentos de diseño, asegurando que la misma estética se reproduce en todas las latitudes. Este contexto de globalización creciente se impone a todo lo discordante, estableciendo unas reglas de juego que están peligrosamente cerca de asumirse como las únicas válidas. La repetición en masa es contagiosa y margina a quien pretende desviarse del, subliminalmente, canon establecido.
Ante esta situación, donde la identidad de la ciudad se diluye en cada una de sus escalas, desde la FETSAC abrimos esta llamada no sólo a participar sino también a reflexionar, con el fin de convertir nuestra escuela en un crucero que a través de sus diferentes escalas nos permita conocer otros puntos de vista acerca del turismo, la psicogeografía, la ciudad genérica y sus consecuencias en la transformación a corto o largo plazo de las ciudades. Queremos forzarnos a que cada uno se pregunte qué consecuencias puede llegar a tener la explosión de la burbuja turística y el low cost.
Un año más dejamos, entonces, abierto un periodo de recepción de propuestas de conferencia y/o actividad puntual, del 14 de noviembre al 31 de diciembre de 2016. El festival tendrá lugar en A Coruña, ciudad escala de trasatlánticos, del 3 al 6 de abril de 2017.
Bases completas y más información en: fetsac.tumblr.com o fetsac@gmail.com
«Once you’ve seen the signs about the barn, it becomes impossible to see the barn.»
He fell silent once more. People with cameras left the elevated site, replaced at once by others.
«We’re not here to capture an image, we’re here to maintain one. Every photograph reinforces the aura. Can you feel it, Jack? An accumulation of nameless energies.»
There was an extended silence. The man in the booth sold postcards and slides.
«Being here is a kind of spiritual surrender. We see only what the others see. The thousands who were here in the past, those who will come in the future. We’ve agreed to be part of a collective perception. This literally colors our vision. A religious experience in a way, like all tourism.»
Another silence ensued.
«They are taking pictures of taking pictures,» he said.
He did not speak for a while. We listened to the incessant clicking of shutter release buttons, the rustling crank of levers that advanced the film
«What was the barn like before it was photographed?» he said. «What did it look like, how was it different from other barns, how was it similar to other barns?
― Don DeLillo, White Noise