Como preexistencias nos encontramos con un piso de los años sesenta en estado ruinoso. Nos interesaba conservar el ambiente, pero una vez que se cambian suelos y se refuerzan estructuras, es muy difícil atrapar esos fantasmas que uno se encuentra al entrar en este tipo de pisos. Esto sólo es posible cuando la reforma es de acabados superficiales.
Así que, decidimos conservar la distribución casi en su estado original, y de aquellos tabiques que no nos hacían falta en la nueva distribución, conservamos sólo su esqueleto. Estas estructuras que atraviesan el espacio sin dividirlo realmente nos ayudaba a crear diferentes ambientes visuales.
Se recuperó la estructura de hormigón del techo, se restauraron las puertas originales, y se reconstruyó la galería de madera con el despiece original. A partir de ahí, los materiales nuevos son casi exclusivamente madera maciza de castaño y enfoscados de cal. En el baño acompaña al suelo de madera de castaño, un revestimiento de gresite hexagonal y en la cocina una encimera de mármol de carrara.
El resultado es un ambiente contemporáneo, en el que todavía podemos apreciar las huellas de su anterior estado. Nos gusta pensar que esto es un estado más de todos los que llegará a tener este inmueble, y nos parece bonito pensar que en cada intervención quede algo de la anterior que nos haga reconocer la antigüedad que realmente tiene.
Obra: Reforma de piso en Vigo
Promotor: Privado
Autores: Ansede Quintáns arquitectos (Cristina Ansede Viz, Alberto Quintáns Arrondo)
Año: 2017
Emplazamiento: Vigo, Pontevedra, España
Fotografía: Héctor Santos-Díez | BISimages
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