El Instituto planteó al Ayuntamiento la necesidad de dotar un aula independiente del resto de instalaciones escolares, pero en la proximidad de las mismas, con un programa mínimo de aula-laboratorio, aseos y almacén.
Después de estudiar con detalle la parcela pareció que el sitio idóneo era junto al gimnasio y pistas polideportivas, con lo que además la necesidad de inversión en urbanización era mínima, al contar la obra con un presupuesto muy ajustado, y condicionado por dificultades geotécnicas que obligaron a prever una cimentación con mejora de suelos.
Las decisiones principales son sencillas pero rotundas.
El programa se resuelve con un prisma simple de planta trapezoidal que refleja la forma de la parcela, disponiendo el aula propiamente dicha en la zona ancha, y los cuartos de servicio en la proa. Se accede desde las pistas con un pequeño zaguán cubierto, y mínimas superficies de circulación.
Los grandes álamos del borde sur son preservados y protegidos con mimo durante el proceso de obra. La piel es horadada con huecos verticales que acompañan el movimiento del patio de juegos, buscando aunar la conexión visual con el paisaje a Sierra Nevada y la adecuada distribución de la luz natural en los planos de trabajo.
La sección es peraltada, para enfatizar el uso de taller, y desciende hacia los espacios servidores a cuya espalda se recogen las aguas. La cubierta termina de dar sentido al gesto de la sección, con un ingenioso sistema que resuelve a la vez espacio, imagen, construcción y mantenimiento.
Así, la chapa nervada rojiza de coloca sobre el forjado inclinado que da espacialidad al aula; se hace eco de la cubierta del gimnasio próximo que utiliza el mismo material; resuelve el problema constructivo del plano inclinado con paneles continuos machihembrados, que incorporan el aislamiento y son fáciles de colocar y baratos; y finalmente supone una solución de muy bajo mantenimiento ya que lleva las aguas directamente a arquetas registrables fuera del edificio, para posibilitar la recogida de las hojas de los álamos.
Otras decisiones de interés: estructura metálica y cerramientos independientes de termoarcilla; zócalos exteriores en fachada de piedra local de Sierra Elvira.
Obra: Aula-taller en Atarfe
Localización: Atarfe, Granada, España
Arquitecta: Eva Chacón (Bonsai Arquitectos)
Arquitecto técnico: Cristina Llopis
Cálculo de estructura: Manuel Gª Navas (arquitecto técnico)
Consultoría de instalaciones: Manuel Gª Navas (arquitecto técnico)
Constructor: Construcciones Molino y Vueltas, S.L.
Fotógrafo: Javier Callejas
Superficie: 113 m2c
Año: 2009
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