Como sabemos, la arquitectura del movimiento moderno brasileño emanaba de tropos extraídos de la sintaxis del purismo de Le Corbusier, principalmente el uso de pilotis y la circulación mediante rampas. Ambos elementos adquirirían una papel destacado en la evolución de la arquitectura de Vilanova Artigas una vez se distanció de Wright; una influencia que todavía estaba presente en su propia casa, de 1942, y en la casa Rio Branco Paranhos, de 1943. Las rampas como tema clave de su arquitectura aparecen por primera vez en el Hospital de São Lucas, construido en Curitiba en 1945, en el que sirven para unir las alas de un pequeño sanatorio. Una rampa de acceso combinada conpilotis determinaría el perfil de la sección de la casa Czapski, construida en 1949.
Como Vilanova Artigas admitiría, la apropiación de esos tropos provenía del modo en que se habían utilizado en la arquitectura de Río de Janeiro durante la segunda mitad de la década de 1930, sobre todo en la brillante obra temprana de Oscar Niemeyer, en la que la severidad de la sintaxis de Le Corbusier se veía en parte atenuada por los paisajes sensuales de Roberto Burle Marx. Lo que la Escuela Paulista añadía a este exuberante lenguaje topográfico era una actitud tectónicamente más rigurosa hacia la articulación de la forma estructural. Dicha actitud se hace evidente en la cubierta inclinada de la casa Czapski, cuya pendiente es paralela, casi hasta constituir una caricatura, a la de la rampa de acceso que cobija; ambos elementos aparecen como un recorte en la superficie del muro cortina del edificio.
Esta combinación de una cubierta a un agua con una rampa ya aparecía en el proyecto para la casa Errazuris de Le Corbusier en 1930, y Niemeyer la elaboró en el club náutico de Pampulha, Belho Horizonte, 1942. En la obra de Vilanova Artigas, este binomio adquiere un carácter de mayor estridencia escultural, confiriendo simultáneamente, tanto a la rampa como a la cubierta, una dimensión monumental.
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