Entender la arquitectura y la ciudad como soporte de vida, como un escenario que genera y posibilita relaciones y formas de vida diversas, ese es el principio que guía las intervenciones que realizamos en Fent Estudi.
Nuestra manera de aborda la rehabilitación y regeneración, que constituye la práctica totalidad de nuestra experiencia tanto escala urbana como doméstica, responde a una aproximación respetuosa, un análisis basado en la escucha y una intervención que pone en valor lo existente. Durante este proceso las y los habitantes protagonistas y todo el esfuerzo proyectual va destinado a construir una casa única para una forma de vida única.
La propuesta surge del continuo diálogo de estos elementos proyectuales. La casa preeexistente, con sus imposiciones y oportunidades, y, las personas que la habitarán, con sus costumbres, su forma de vida, sus esperanzas y expectativas. Bajo este prisma, cada intervención será diferente, producto de la propia lógica de la casa-lugar y las de sus futuros habitantes.
Un proceso de decisión constante sobre aquello que se queda y sobre aquello que es modificable, prescindible o inevitablemente insalvable. Un proceso también de desnudez progresiva, de descubrimientos y encuentros entre estructuras, recorridos, visuales, luces, corrientes de aire, olores, sonidos, reflejos, objetos,… con todo aquello que dota de identidad y significado al lugar. El reto al cual nos enfrentamos es poner en valor na construcción vernácula, anónima, donde su sinceridad es constructiva y sus autenticidad se deposita en sus esquinas, cerámicas, huellas, sombras y sedimentos, exhibiendo la memoria de una casa recorrida, sentida, respirada, vivida… La intervención no será la protagonista, sino la permitirá la puesta en valor de la espacialidad y materialidad preexistente, adaptándola a las nuevas exigencias de habitabilidad.
Esta lógica de intervención arquitectónica nos lleva a la fotografía de la casa. Optamos por imágenes llenas de objetos de vida, en las cuales la presencia de los habitantes es fundamental. Como dice Xavier Monteys en Casa Collage intentamos evitar
«aquellas imágenes de interiores domésticos que se muestran en las publicaciones de arquitectura que parecen huir, de manera sistemática, la presencia de la gente y sus utensilios; como si estos interiores ya estuvieran completos, sin necesidad o, si cabe, sin posibilidad, de ser amueblados o habitados».
En el centro histórico de Torrent nos encontramos con “Can La Maña”, una casa de 1920 entre medianeras y con una superficie de parcela de 165 m2, una profundidad de 18,5 m y un ancho de fachada de 8,5 m, catalogada como Bien de Relevancia Local por su tipología de casa tradicional valenciana; volumen principal de dos crujías y esquema a «dos manos» [con acceso central y dependencias a izquierda y derecha], patio posterior y andana. El esquema original [vivienda – patio – andana] había sido modificado a lo largo de los años con la adhesión de ciertos volúmenes impropios para albergar los núcleos húmedos [cocina y baño], reduciendo en gran medida la superficie de patio.
El proyecto contempla una actuación de reahibilitación que respeta la tipomorfología del inmueble, su envolvente y la eliminación de los elementos impropios existentes al patio interior. Se proyecta la cocina como elemento independiente compositiva y formalent para distinguirla de la edificación original, resolviendo la relación estructura tipología/funcionalidad desde una visión más contemporánea.
Obra: Ca La Mañá. Casa Estudio en Torrent
Autor: Fent Estudi Coop. V. (Fran Azorín, Isabel González, Eva Raga)
Colaboradores: Miguel Navarro, arquitecto técnico, Blas Ramón, empresa constructora, Muycarp, carpintería de madera, Instalec, instalación eléctrica.
Año: 2018
Emplazamiento: Torrent, Valencia (España)
Fotografías: Milena Villalba
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