Acto III. Teatro pobre / arquitectura pobre
“Mi nombre apareció durante una conversación entre José Celso Martínez Correa y nuestro mutuo gran amigo Glauber Rocha […] Yo también pienso que mis ideas sobre teatro pobre, las cuales identifico con las más modernas ideas sobre arquitectura pobre (no en el sentido económico, por supuesto, sino en el sentido de la simplicidad de medios de comunicación), coinciden con el tipo de producción que él (Glauber) quería para las representaciones de Brecht”.1
Las ideas de Lina Bo encuentran una clara correspondencia con los planteamientos formulados por el dramaturgo polaco Jerzy Grotowski con sus experiencias en el teatro laboratorio y su teoría sobre el Teatro Pobre.
“Eliminando gradualmente lo que se demostraba como superfluo, encontramos que el teatro puede existir sin maquillaje, sin vestuarios especiales, sin escenografía, sin un espacio separado para la representación (escenario), sin iluminación, sin efectos de sonido, etc.”.2
Podemos comprobar que la relación Lina Bo-Grotowski existe en el sentido de que ambos abogan por un teatro pobre, refiriéndose a la búsqueda de un teatro reducido a sus elementos esenciales y entendido básicamente como el trabajo del actor en su conexión directa con el espectador o el público.
Jerzy Grotowski, por lo tanto y al igual que Lina Bo, le otorgará máxima importancia a la relación entre el actor y el espectador:
“Nuestras producciones son investigaciones minuciosas de la relación que se establece entre el actor y el público”.3
“Podemos definir el teatro como lo que sucede entre el espectador y el actor. Todas las demás cosas son suplementarias, quizá necesarias, pero, sin embargo, suplementarias. […] nuestro Laboratorio Teatral se ha convertido en un teatro ascético en el que los actores y el público son todo lo que ha quedado”.4
“Hemos prescindido de la planta tradicional escenario-público; para cada producción hemos creado un nuevo espacio para actores y espectadores. Así se logra una variedad infinita de relaciones entre el público y lo representado; los actores pueden actuar entre los espectadores, poniéndose en contacto directo con el público y dándole un papel pasivo en el drama; o los actores pueden construir estructuras entre los espectadores e incluirlos de esta forma en la arquitectura de la acción, sujetándolos a un sentimiento de presión, congestión y limitación de espacio; o los actores pueden actuar entre los espectadores e ignorarlos, mirando a través de ellos”.5
Y la relación del teatro con la vida, que tanta importancia tiene para Lina Bo, también supone un punto fundamental en los planteamientos teóricos del dramaturgo polaco:
“Hay un solo elemento del que el cine y la televisión no pueden despojar al teatro: la cercanía del organismo “vivo”. Debido a esto cada desafío del actor, cada uno de sus actos mágicos se vuelve algo grande, algo extraordinario, algo cercano al éxtasis. Es necesario por tanto abolir la distancia entre el actor y el auditorio, eliminando el escenario, removiendo todas las fronteras”.6
“(El teatro) No puede existir sin la relación actor-espectador en la que se establece la comunicación perceptual, directa y “viva”.6
Lina intentó llevar a la práctica sus ideas sobre Teatro Pobre al igual que lo hiciera el director de teatro polaco Jerzy Grotowski, pero pobre no en el sentido económico, sino en el sentido de una economía de medios para comunicar, expresar y celebrar la vida de las personas.
Sin embargo, para Lina estos planteamientos no se quedaron únicamente en el ámbito teatral, ella extrapoló dichas ideas y pensamiento al ámbito de la arquitectura, llegando a hablar de Arquitectura Pobre la cual estaba relacionada de forma directa con los planteamientos del Teatro Pobre.
Si con las experiencias de este teatro lo que se producía era una conexión vital entre actores y espectadores, es decir entre las personas, esa conexión debería existir también en la arquitectura, la cual debería servir para facilitar la unión y el encuentro de las personas, la arquitectura debería ser una suerte de “escenografía abierta” del teatro de la vida, en la que, con los mínimos recursos posibles, las personas (actores y espectadores) vivieran y celebraran la vida.
Javier García Librero. Arquitecto
Valencia. Febrero 2016.
Notas:
1 BO BARDI, Lina. Lina Bo Bardi. Ferraz Carvalho, Marcelo (Coord.). São Paulo, Imprensa Oficial, 2008, p.9.
2 GROTOWSKI, Jerzy. Hacia un teatro pobre. Margo Glantz (trad.). Mexico [etc.]: Siglo Veintiuno, 1970. p. 13.
3 GROTOWSKI, Jerzy. Op. cit., p. 9
4 GROTOWSKI, Jerzy. Op. cit., p. 27
5 GROTOWSKI, Jerzy. Op. cit., p. 14
6 GROTOWSKI, Jerzy. Op. cit., p. 36
7 GROTOWSKI, Jerzy. Op. cit., p. 13
*Este artículo pertenece a la serie “El drama de lo cotidiano. Arquitectura y representación en Lina Bo Bardi”. Artículo Finalista en la XIV BEAU (Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo) en la categoría Artículo de Investigación.
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