![Lina Bo Bardi sentada en la silla Beira de Estrada (1967). Instituto Bardi (httpslaescuela.artescampuslibraryessayssaber-vivir-en-las-ruinas)](https://veredes.es/blog/wp-content/uploads/2024/01/Caminar-sobre-el-alma-Jose-del-Carmen-Palacios-Aguilar-Lina-Bo-Bardi-sentada-en-la-silla-Beira-de-Estrada-1967.-Instituto-Bardi-httpslaescuela.artescampuslibraryessayssaber-vivir-en-las-ruinas-.jpg)
Cuando estamos en silencio, cuando el alma se asoma por el umbral y nos llama con el viento, cuando despiertos miramos el horizonte: no estamos descansando, no estamos sin aire; estamos despiertos mirando – de la vida- todo ese espacio que hemos caminado.
El alma nos toca, nos llama, nos silencia, nos auto construye, pero de manera leve – casi oculta- de nosotros mismos, nos extiende ese manto cristalino, intacto, ese que a penas caminando vamos dejando estelas imperceptibles.
Esos momentos del alma, a veces equívocos, erráticos, otras acertadas sin dudas, siempre presentes en nuestra hechura, en nuestra construcción, en nuestros actos.
El alma quien da vida a nuestros pensamientos (apenas tocándolos), a nuestros “yo lejanos” a veces inalcanzables, huidizos: aquellos que van y vienen, y que siempre llaman a nuestra puerta cuando estamos dejados al horizonte de nuestros sueños.
El alma que siempre trae regalos cuando nos toca, cuando nos llama, cuando desviste nuestros actos para presentarnos nuevamente a ese mundo que vive sin remiendos en nuestro interior.
Caminar sobre el alma es saber más sobre nosotros mismos.
![Caminar sobre el alma José del Carmen Palacios Aguilar Casa de Vidro. “Chaise longue basculante B 306,” from 1929 Caminar sobre el alma José del Carmen Palacios Aguilar Casa de Vidro. “Chaise longue basculante B 306,” from 1929](https://veredes.es/blog/wp-content/uploads/2024/01/Caminar-sobre-el-alma-Jose-del-Carmen-Palacios-Aguilar-Casa-de-Vidro.-Chaise-longue-basculante-B-306-from-1929.jpg)