Arquitectura moderna sin movimiento moderno. El caso del Perú.
Dialogando con el arquitecto Ricardo Cárdenas di forma al concepto de que en el Perú se desarrolló la Arquitectura Moderna sin Movimiento Moderno. Esto suena de primera leída cuanto menos incoherente, ¿cómo es posible desvincular la arquitectura del movimiento que le da sustento?, en las líneas que a continuación comparto intentaré esbozar esta hipótesis.
Si bien tenemos siempre vinculada la Arquitectura Moderna al Movimiento Moderno, considero importante revisar el germen específico de cada uno. El Movimiento Moderno surge en Europa como consecuencia de una sumatoria de procesos -sociales, filosóficos, tecnológicos, económicos y estéticos- que evidenciaron la caducidad del sistema proyectual hasta entonces vigente.
Dice Benévolo :
“/…/ las condiciones técnicas, económicas y sociales de las que depende el trabajo de los arquitectos han evolucionado aún más rápidamente, abriendo un nuevo y más grave contraste entre las transformaciones en curso y los modelos culturales utilizados para controlarlas.”
En este sentido podemos entenderlo como una reacción a la vertiginosa evolución que venían dándose en las distintas manifestaciones humanas, todas estas vinculadas a los importantes cambios de la sociedad europea. Si bien el término va a estar generalmente asociado a la arquitectura, no podemos hablar de un Movimiento Moderno sin referirnos a estos procesos.
El Deutscher Werkbund y la Bauhaus
A diferencia de manifestaciones como el Purismo de Jeanertte y Ozenfant o el Futurismo de Marinetti, el Movimiento Moderno no nace rotulado, sino van a ser los críticos de la arquitectura quienes van a crear el término. A criterio de diversos estudiosos su origen está en la Alemania de inicio de siglo:
“Desde 1900 Alemania se halla en el centro de la cultura arquitectónica europea /…/ la falta relativa de antecedentes ha permitido constituir una minoría abierta y progresista de técnicos en economía, de políticos y de artistas situados en posición no polémica contra los poderes establecidos, sino en condición de ocupar algunos puestos directivos de la sociedad en curso de transformación; /…/ Alemania atrae a los mejores ingenieros de toda Europa: Van de Velde de Bélgica, Olbrich de Austria, e incluso durante cierto tiempo, Wright de América.”
(Benévolo 1994)
La organización Alemana más importante de la post-guerra es el Deutscher Werkbund, fundado en 1907 por un grupo de artistas y críticos, asociados con algunos productores.
“La finalidad del Werkbund –dice su estatuto- es ennoblecer el trabajo artesano, relacionándolo con el arte y con la industria. La asociación quiere seleccionar lo mejor del arte, de la industria, de la artesanía y de las fuerzas manuales activas; quiere reunir los esfuerzos y las tendencias hacia el trabajo de calidad; es el lugar de convergencia para todos aquellos que son capaces y desean producir una obra de calidad”
(Pevsner 1972)
En el Werkbund madura, entre 1907 y 1914, la nueva generación de arquitectos alemanes: Gropius, Mies van der Rohe, Taut. Podemos afirmar que la Bauhaus se gesta en el seno de esta institución.
Una nueva arquitectura
En este contexto, una arquitectura basada en el «tipo», es decir en tipologías estéticas, constructivas y funcionales pre-concebidas y catalogadas, perdía vigencia en un contexto de vertiginoso cambio y evolución social y tecnológica. La fundamental influencia de las Vanguardias artísticas y el reenfoque del proceso de diseño desde lo tecnológico, funcional y constructivo van a fundamentar este nuevo sistema proyectual que conocemos como Arquitectura Moderna. El “rigor constructivo” (Piñon 2006) sustituye al “tipo” y la lectura abstracta de los elementos que constituyen la arquitectura permite una infinidad de soluciones fundadas en sus condicionantes específicas.
El Ambiente, el hombre y la tecnología se convierten en protagonistas de esta nueva arquitectura.
Perú en los inicios del S.XX
Pretender analizar nuestra historia a partir de la europea es obviar nuestra capacidad de existir. A inicios del S.XX el Perú se estaba recuperando de la guerra del Pacífico en la que perdió casi la totalidad de su capacidad productiva y parte importante de sus recursos de explotación. Durante el gobierno de Piérola (1895-1899) se pretende renovar la ciudad de Lima abriendo grandes avenidas donde habían calles coloniales, en este proceso se proyectan también edificios públicos y privados que abrazarán la estética neoclásica en vez de la hasta entonces republicana. En esta búsqueda de una imagen de ciudad que represente a esta relativamente nueva sociedad aparece de la mano de un arquitecto polaco –Ricardo Jaxa Malachowski- un estilo que busca dotar de un lenguaje “peruano” al neoclásico europeo: el Neo-colonial o Neo-peruano (1921).
La arquitectura de las décadas siguientes va a ir en esta búsqueda, apareciendo diferentes combinaciones de elementos ornamentales pre-hispánicos e hispánicos sobre bases académicas, mientras que en la Escuela de Ingenieros se seguía enseñando con el sistema Beaux Arts francés.
En este contexto de promiscuidad estética y desorientación académica, surge un personaje poco revisado pero de vital importancia para la evolución de nuestra arquitectura: “Cartucho” Miro Quesada. Formado en el Perú pero sobre todo auto-didacta resume sus pensamientos en el libro “Espacio en el Tiempo” (1945), en el que fundamenta la necesidad de reorientar la arquitectura local en el pensamiento Moderno. Entiende lo “universal” como el Ambiente y el Hombre, de aquí la posibilidad de ser global y específico a la vez. Los matices locales aparecen como la respuesta a cada situación particular nutridos de historia, pero no a modo de ornamentos, sino como análisis de la experiencia.
Los jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela de Ingenieros (1940-1945) abrazan este libro como el fundamento de la arquitectura que consideran es vigente con su sociedad. La Agrupación Espacio se funda con el objetivo de difundir y consolidar esta arquitectura y consigue en pocos años revolucionar el oficio y enseñanza local.
Entonces tenemos una Arquitectura Moderna sin un Movimiento Moderno. Van a pasar casi cuarenta años desde la experiencia europea para que la sociedad peruana re-signifique esta arquitectura y vea en ella el camino a desarrollar una arquitectura independiente de procesos y estéticas foráneas.
Luego de este profundo análisis que he resumido, pude comprender la evolución de arquitectos como Córdova, Williams, Agurto, Wakeham, entre otros. Al principio les cuestioné su “involución” en estéticas menos “puras” que sus primeros proyectos modernos, llegué a descartar proyectos por considerarlos marginales a la modernidad. Estaba equivocado, había restringido lo universal a ciertas pautas estéticas y había obviado el desarrollo de su arquitectura desde un profundo análisis del Ambiente y el Hombre. Las casas producto de la investigación con ladrillo y tipologías costeñas de Córdova son más legítimas en su Modernidad que el austero Club Internacional de Tiro Nº14 «Arequipa» o la misma Escuela Naval.
Reoriento con esto mi mirada a al arquitectura Peruana y en general a la arquitectura, sustituyendo esa primer mirada de “catálogo” por otra mucho más aguda y abierta.
Aldo G. Facho Dede · Arquitecto Autor del Blog Habitar: Ambiente+Arquitectura+Ciudad
Lima · octubre 2012
Nota: Artículo originalmente publicado el 22/03/2010 y actualizado el 24/10/2012
Bibliografía:
– N. Pevsner “Pioneros del diseño moderno: de William Morris a Walter Gropius”. (1936) Ediciones Infinito, Buenos Aires 1972.
– L. Benévolo “Historia de la Arquitectura Moderna”. 7º Edición. Editora Gustavo Pili S.A. Barcelona, España 1994.
– L. Miro Quesada “Espacio en el Tiempo”. Compañía de Impresiones y Publicidad. Lima – Perú 1945.
– H. Piñon, «Teoría del Proyecto». Edicions UPC – ETSAB. Barcelona, España – 2006.