El edificio original data de finales del siglo XV y está situado en la plaza fortificada que fue el origen de la población. Posteriormente se realizó el pasaje a través del edificio, que conecta la plaza con la calle superior. El edificio existente tiene un valor patrimonial muy singular, declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL).
Afrontamos el proyecto desde una mirada absolutamente arqueológica y de puesta en valor de todos y cada uno de los elementos que conforman la preexistencia. Proponemos la adición de un sistema estructural mínimo y sencillo que supla las carencias que presenta el edificio existente, con el fin de alargar su vida útil, reprogramado como vivienda unifamiliar. Este sistema da respuesta tanto desde la eficiencia material como desde la eficiencia programática.
Consiste en una caja de hormigón armado aligerada que apoya directamente sobre los muros de carga de piedra de la planta sótano, evitando así realizar una nueva cimentación. Estos nervios de hormigón armado, además de definir los diferentes espacios, ligan las 4 fachadas existentes desde el interior de manera que absorben los desplomes existentes, reduciendo el pandeo de los muros fijándolos desde su punto medio. Con las fachadas sujetas por esta caja conseguimos que los muros existentes vuelvan a trabajar estructuralmente, soportando también el peso de la nueva cubierta.
Para reducir al máximo el hormigón armado de esta caja aligeramos los forjados mediante un sistema de forjados mixtos de madera maciza con pantallas y jácenas de hormigón armado, construidos directamente en obra. La madera estructural de este forjado funciona a la vez como encofrado perdido de las jácenas y acabado visto interior. Con el mismo criterio de reducción de cargas, la cubierta se plantea con estructura de madera, apoyada sobre los muros existentes.
Programa: la matriz estructural de refuerzo del edificio existente articula la disposición del programa a través de los espacios-estructura.
Energía: respetamos tanto las aberturas como la composición original de las fachadas entendiendo que el elemento de oportunidad para captar, iluminar y ventilar es la nueva cubierta. Uno de los 6 cuadrantes de la matriz estructural queda vacío, generando un gran patio vertical de tres alturas. Este patio permite el acceso a los tres niveles de la vivienda, la iluminación de todos los espacios interiores, y la ventilación natural de la planta sótano, que presenta patologías derivadas de la humedad del terreno. Este dispositivo es a la vez un elemento bioclimático; en invierno se mantiene cerrado y aprovecha la iluminación, mientras que en verano permanece abierto cuando conviene aprovechar el aire fresco de la planta sótano.
Patrimonio: las pantallas y jácenas de hormigón armado sujetan las fachadas del edificio patrimonial desde su interior, sin necesidad de intervenir por la cara exterior. La restauración de los muros de piedra originales se realiza con mortero de cal y una mezcla de áridos con tonalidades específicas de la zona, provenientes de dos canteras locales.
Obra: Cal Fuster, rehabilitación de edificio s.XIV
Autores: Arqbag (Jordi Mitjans, Bernat Colomé, Simona Cerri, Alfonso Godoy, Adrià Vilajoana, Marc Díaz)
Cliente: privado
Colaboradores de proyecto: Esther Orús
Consultor estructural: BBG Estructures
Superficie: 394m²
Ubicación: La Noguera, Lleida
Estado: Obra finalizada
Año: proyecto y ejecución: 2017-2020
Fotografía: Marc Díaz
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