Por casualidad he estado leyendo 3 paellas con Bigas Luna, un libro escrito por Lucas Soler, publicado hace diez años por la ya desaparecida Mostra de Valencia a raíz de un homenaje que le hicieron al director.
La relación de este cineasta con la Arquitectura se inició hace mucho tiempo, incluso antes de ser cineasta, cuando se dedicaba a trabajar como interiorista, compaginándolo con otras facetas como artista plástico. Incluso en una de sus películas, en Huevos de oro, aparece un personaje que es arquitecto, recuérdese que la película -hoy tan o más actual que entonces- trata sobre la ascensión y caída de un joven empresario sin escrúpulos, que ayuda a construir el Benidorm de hoy en día y los arquitectos tuvieron mucho que ver con el resultado actual de esa ciudad.
Volviendo al libro -por cierto muy divertido gracias a una estupenda entrevista con Bigas- no sabía que le había hecho una fotografía a Valeria Marini, según él su culo era «posiblemente el mejor de Europa en aquel momento», desnuda de espaldas, inspirada en el fotomontaje El violín de Ingres de Man Ray, que a su vez se inspiraba en el cuadro de Ingres, pues bien, esa fotografía de Bigas fue portada del número 780 de la revista Domus, publicada en marzo de 1996, para un monográfico sobre la organicidad en la arquitectura y ha sido seleccionada entre las mejores de ese año en la reciente recopilación de esa revista editada por Taschen.
En el libro además habla del Taller Bigas Luna y sus trabajos con un estudio de arquitectura, seguramente se refiere al interesante documental que hicieron sus alumnos sobre la obra de Miralles, que ya se comentó en este blog, porque viene incluido en la edición que publicó la Fundación de la Caja de Arquitectos sobre la obra de ese arquitecto.
Lo más relevante de 3 paellas con Bigas Luna en relación con la Arquitectura es la respuesta de Bigas cuando le preguntan por el sentido peyorativo que tenía entonces el «diseño catalán» y responde:
«no creo que deba tenerlo. Me parece positivo que exista un diseño catalán. En realidad las críticas a los diseñadores son muy similares a las que reciben los arquitectos a quienes se les considera arrogantes y faltos de humanidad. Su problema, en el fondo, es que trabajan con materia muerta, deshumanizada, aunque luego tengan soluciones para todo y sean muy competentes».
«Arrogantes y faltos de humanidad», siempre he creído que a muchos arquitectos nos viene muy bien saber lo que opinan los demás sobre nosotros y, de vez en cuando, viene muy bien una cura de humildad para evitar esa arrogancia que cita Bigas. Respecto a la «materia muerta» el cineasta tiene razón, pero no olvidemos que una edificación sirve -o debería servir- para mejorar la vida de los seres humanos, materia viva por excelencia, y no sólo como un objeto para aparecer en las fotografías de las revistas o en los programas de televisión de viviendas para millonarios.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, mayo 2012