jueves, noviembre 21, 2024
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Un arte que se pueda fumar | José Ramón Hernández Correa

Claes Olderburg es un escultor sueco que podemos adscribir al Pop Art y que hace cosas que no me entusiasman. Si fuera por su obra escultórica no lo traería a este blog. (Lo siento).

Claes Olderburg

Pero acabo de descubrir un manifiesto suyo de 1961 (soy así de lento; mi incultura es bastísima) titulado I am for an art (Estoy por un arte, Soy partidario de un arte, Me gusta un arte, etc) que me ha llamado mucho la atención y que creo que complementa de alguna forma, y desde otro punto de vista, parte de lo que escribí el otro día sobre lo que entiendo por el supuesto arte de la arquitectura.

Comparto gran parte de este manifiesto. Muchas de sus frases no las entiendo, y otras me parecen meramente literarias (en el peor sentido de la palabra). Pero en definitiva habla de un arte real, de un arte útil, de un arte comercial, funcional, ante el que uno no babea ni se desmaya como el melifluo escritor francés del síndrome. Un arte que hace algo más que plantar su culo en un museo. Un arte que sirve para algo, que se puede fumar y que ayuda a las ancianas a cruzar la calle. No lo suscribo línea por línea. Ni siquiera lo entiendo línea por línea. Pero en su conjunto, y de una manera un tanto ambigua y vaga, veo que ese arte es también el que yo quiero. Un arte ante el que no hay que poner la voz en falsete, ni decir «sublime» ni «en tanto en cuanto», ni majaderías de esas.

Ya digo que, en vez de intentar interpretarlo línea por línea, lo que importa es el sabor de boca que le queda a uno, la impresión global.

Por si no lo conocíais, os lo trascribo. Como sé que muchos domináis el inglés os lo pongo al final en su versión original. Antes me permito traducirlo al español. (Mi inglés es malo, y algunas expresiones «raras» las he traducido literalmente. Muchas las he traducido sin entenderlas. Por favor, corregidme con vuestros comentarios).

ESTOY POR UN ARTE

Estoy por un arte que sea político-erótico-místico, que haga algo más que plantar su culo en un museo.
Estoy por un arte que crezca sin saber en absoluto que es un arte, un arte que tenga la oportunidad de partir de cero.
Estoy por un arte que se enrede él solo con las chorradas de cada día y con eso se ensalce.
Estoy por un arte que imite lo humano, que sea cómico si es necesario, o violento, o lo que sea si es necesario.
Estoy por un arte que tome su forma de las líneas de la vida misma, que se retuerza y se extienda y acumule y escupa y gotee, y sea pesado y burdo y abrupto y dulce y estúpido como la vida misma.
Estoy por un artista que desaparezca, y que reaparezca con una gorra blanca pintando señales o vestíbulos.
Estoy por un arte que salga por la chimenea como una cabellera negra, y que se esparza por el cielo.
Estoy por un arte que se vierta del monedero de un viejo cuando esté machacado por un parachoques.
Estoy por un arte fuera de la boca de un perrito, cayendo cinco historias del tejado.
Estoy por un arte que un niño lama, después de quitarle la envoltura.
Estoy por un arte que traquetee como las rodillas de todo el mundo cuando el autobús atraviese una excavación.
Estoy por un arte que se fume, como un cigarrillo, y que huela, como un par de zapatos.
Estoy por un arte que ondee como una bandera o que ayude a sonarse la nariz, como un pañuelo.
Estoy por un arte que se ponga y se quite, como los pantalones, con agujeros, como los calcetines, que se coma, como un trozo de pastel, o que se abandone con gran desprecio, como un trozo de mierda.
Estoy por un arte cubierto de vendas. Estoy por un arte que cojee y ruede y corra y salte. Estoy por un arte que venga en una lata o que se lave en la orilla.
Estoy por un arte que se enrolle y gruña como un luchador. Estoy por un arte que mude el pelo.
Estoy por un arte en el que te puedas sentar. Estoy por un arte con el que puedas hurgarte la nariz o frotarte los dedos de los pies.
Estoy por un arte del bolsillo, de los profundos canales del oído, del filo de un cuchillo, de las comisuras de la boca, de las legañas o que se lleve en la muñeca.
Estoy por el arte debajo de las faldas y por el arte de aplastar cucarachas.
Estoy por el arte de la conversación entre la acera y el bastón metálico de un ciego.
Estoy por el arte que crezca en una olla, que baje de los cielos por la noche, como un relámpago, que se esconda en las nubes y los gruñidos. Estoy por el arte que se encienda y apague con un interruptor.
Estoy por el arte que se despliegue como un mapa, que puedas estrujar, como a los brazos de tu amor, o besar, como a un perrito. Que se expanda y se contraiga como un acordeón, sobre el que puedas derramar tu comida, como un viejo mantel.
Estoy por un arte con el que puedas martillar, suturar, coser, pegar, archivar.
Estoy por un arte que te diga la hora del día y dónde está tal o cual calle.
Estoy por un arte que ayude a las ancianas a cruzar la calle.
Estoy por el arte de la lavadora. Estoy por el arte de un cheque del gobierno. Estoy por el arte del impermeable de las últimas guerras.
Estoy por el arte que asciende entre el vaho de las alcantarillas en invierno. Estoy por el arte que se quiebra cuando pisas un charco helado. Estoy por el arte de los gusanos dentro de la manzana. Estoy por el arte del sudor que se forma entre las piernas cruzadas.
Estoy por el arte del pelo en el cuello y de las tazas de té con tarta, por el arte entre los estaños de los tenedores de restaurante, por el olor del agua hirviendo para lavar los platos.
Estoy por el arte de navegar el domingo, y por el arte de la bomba roja y blanca de gasolina.
Estoy por el arte de las brillantes columnas azules de las fábricas y los signos parpadeantes de las galletas.
Estoy por el arte del yeso barato y del esmalte. Estoy por el arte del mármol desgastado y de la pizarra quebrada. Estoy por el arte de los cantos rodados y la arena movediza. Estoy por el arte de la escoria y el negro carbón. Estoy por el arte de los pájaros muertos.
Estoy por el arte de los arañazos en el asfalto, los pintarrajos en las paredes. Estoy por el arte de doblar y golpear metales y romper cristales, y tirar de las cosas hasta hacerlas caer.
Estoy por el arte de las rodillas golpeadas y despellejadas y de estar loco. Estoy por el arte de los olores infantiles. Estoy por el arte del murmullo de mamá.
Estoy por el arte del murmullo del bar, de usar palillos de dientes, de beber cervezas, de echar sal a los huevos, de insultar. Estoy por el arte de caerse de un taburete de bar.
Estoy por el arte de la ropa interior y el arte de los taxis. Estoy por el arte de los helados de cucurucho caídos en el hormigón. Estoy por el majestuoso arte de las cacas de perro alzándose como catedrales.
Estoy por las artes parpadeantes, alumbrando la noche. Estoy por el arte que cae, salpica, se menea, salta, entra y sale.
Estoy por el arte de los gruesos neumáticos del camión y de los ojos negros.
Estoy por el arte-Kool, el arte-7Up, el arte-Pepsi, el arte Sunshine, el arte de 39 centavos, el arte de 15 centavos, el arte Vatronol, el arte de la bomba-Dro, el arte Vam, el arte Menthol, el arte L& el arte M, el arte Ex-lax, el arte Venida, el arte Heaven Hill, el arte Pamryl, el arte San-o-med, el arte Rx, el arte 9,99, el arte Ahora, el arte Nuevo, el arte Cómo, el arte de Liquidación por Incendio, el arte de Última Oportunidad, el arte Sólo, el arte Diamante, el arte de Mañana, el arte Franks, el arte Ducks, el arte Meat-o-rama.
Estoy por el arte del pan mojado por la lluvia. Estoy por el baile de las ratas entre los pisos.
Estoy por el arte de las moscas que caminan por una pera pulida en la luz eléctrica.
Estoy por el arte de las cebollas esponjosas y de los vástagos de un verde intenso. Estoy por el arte de los chasquidos entre las nueces cuando las cucarachas van y vienen. Estoy por el triste arte marrón de las manzanas podridas.
Estoy por el arte de los maullidos y los ruidos de los gatos y por el arte de sus mudos ojos eléctricos.
Estoy por el arte de los frigoríficos y de sus musculares aperturas y cierres.
Estoy por el arte de la corrosión y del moho. Estoy por el arte de los corazones, corazones funerales o corazones de novios, llenos de turrón. Estoy por el arte de los desgastados ganchos de carnicero y de los barriles cantados de carne roja, blanca, azul y amarilla.
Estoy por el arte de las cosas perdidas o tiradas al volver a casa de la escuela. Estoy por el arte de los árboles de mentira y de las vacas voladoras y el ruido de rectángulos y cuadrados. Estoy por el arte de los lápices de colores y del débil gris del lápiz-plomo, y la capa granulosa y pegajosa de la pintura al óleo, y el arte de los limpiaparabrisas, y el arte del dedo en una ventana fría, en el acero polvoriento o en las pompas de los bordes de la bañera.
Estoy por el arte de los osos de peluche, de las pistolas y de los conejos decapitados, de los paraguas reventados, de las camas violadas, sillas con sus huesos marrones rotos, árboles ardiendo, mechas de petardos, huesos de pollo, huesos de paloma y cajas con hombres durmiendo en ellas.
Estoy por el arte de las flores fúnebres ligeramente podridas, los conejos cubiertos de sangre y los pollos amarillos llenos de arrugas, los bombos bajos y los tambores, y los fonógrafos de plástico.
Estoy por el arte de las cajas abandonadas, liadas como faraones. Estoy por un arte de depósitos de agua y nubes veloces y sombras agitadas.
Estoy por el Arte Inspeccionado por el Gobierno de EE.UU., el arte Grado A, el arte a Precio Tasado, el arte Amarillo Maduro, el arte Extra Imaginativo, el arte Listo Para Comer, el arte Mejor Menos, el arte Listo Para Cocinar, el arte Completamente Limpio, el arte Gastar Menos, el arte Comer Mejor, el arte Sobreactuado, el arte cerdo, el arte pollo, el arte tomate, el arte banana, el arte manzana, el arte pavo, el arte pastel, el arte galleta.

Addenda:
Estoy por un arte que cae por el desfiladero, que se cuelga de cada oreja, que se acuesta en los labios y bajo los ojos, que se afeita las piernas, que se cepilla los dientes, que se fija a los muslos, que resbala en el suelo.

Un cuadrado que se convierte en una mancha amorfa.

La versión original es esta:

I AM FOR AN ART

I am for an art that is political-erotical-mystical, that does something other than sit on its ass in a museum.
I am for an art that grows up not knowing it is art at all, an art given the chance of having a starting point of zero.
I am for an art that embroils itself with the everyday crap& still comes out on top.
I am for an art that imitates the human, that is comic, if necessary, or violent, or whatever is necessary.
I am for all art that takes its form from the lines of life itself, that twists and extends and accumulates and spits and drips, and is heavy and coarse and blunt and sweet and stupid as life itself.
I am for an artist who vanishes, turning up in a white cap painting signs or hallways.
I am for art that comes out of a chimney like black hair and scatters in the sky.
I am for art that spills out of an old mans purse when he is bounced off a passing fender.
I am for the art out of a doggys mouth, falling fi ve stories from the roof.
I am for the art that a kid licks, after peeling away the wrapper.
I am for an art that joggles like everyone’s knees, when the bus traverses an excavation.
I am for art that is smoked, like a cigarette, smells, like a pair of shoes.
I am for art that fl aps like a fl ag, or helps blow noses, like a handkerchief.
I am for art that is put on and taken off , like pants, which develops holes, like socks, which is eaten, like a piece of pie, or abandoned with great contempt, like a piece of shit.
I am for art covered with bandages, I am for art that limps and rolls and runs and jumps. I am for art that comes in a can or washes up on the shore.
I am for art that coils and grunts like a wrestler. I am for art that sheds hair.
I am for art you can sit on. I am for art you can pick your nose with or stub your toes on.
I am for art from a pocket, from deep channels of the ear, from the edge of a knife, from the corners of the mouth, stuck in the eye or worn on the wrist.
I am for art under the skirts, and the art of pinching cockroaches.
I am for the art of conversation between the sidewalk and a blind man’s metal stick.
I am for the art that grows in a pot, that comes down out of the skies at night, like lightning, that hides in the clouds and growls. I am for art that is fl ipped on and off with a switch.
I am for art that unfolds like a map, that you can squeeze, like your sweetys arm, or kiss, like a pet dog. Which expands and squeaks, like an accordion, which you can spill your dinner on, like an old tablecloth.
I am for an art that you can hammer with, stitch with, sew with, paste with, fi le with.
I am for an art that tells you the time of day, or where such and such a street is.
I am for an art that helps old ladies across the street.
I am for the art of the washing machine. I am for the art of a government check. I am for the art of last wars raincoat.
I am for the art that comes up in fogs from sewer-holes in winter. I am for the art that splits when you step on a frozen puddle. I am for the worms art inside the apple. I am for the art of sweat that develops between crossed legs.
I am for the art of neck-hair and caked tea-cups, for the art between the tines of restaurant forks, for the odour of boiling dishwater.
I am for the art of sailing on Sunday, and the art of red and white gasoline pumps.
I am for the art of bright blue factory columns and blinking biscuit signs.
I am for the art of cheap plaster and enamel. I am for the art of worn marble and smashed slate. I am for the art of rolling cobblestones and sliding sand. I am for the art of slag and black coal. I am for the art of
dead birds.
I am for the art of scratchings in the asphalt, daubing at the walls. I am for the art of bending and kicking metal and breaking glass, and pulling at things to make them fall down.
I am for the art of punching and skinned knees and sat-on bananas. I am for the art of kids smells. I am for the art of mama-babble.
I am for the art of bar-babble, tooth-picking, beerdrinking, egg-salting, in-sulting. I am for the art of falling off a barstool.
I am for the art of underwear and the art of taxicabs. I am for the art of ice-cream cones dropped on concrete. I am for the majestic art of dog-turds, rising like cathedrals.
I am for the blinking arts, lighting up the night. I am for art falling, splashing, wiggling, jumping, going on and off .
I am for the art of fat truck-tyres and black eyes.
I am for Kool-art, 7-UP art, Pepsi-art, Sunshine art, 39 cents art, 15 cents art, Vatronol art, Dro-bomb art, Vam art, Menthol art, L & M art, Ex-lax art, Venida art, Heaven Hill art, Pamryl art, San-o-med art, Rx art, 9.99 art, Now art, New art, How art, Fire sale art, Last Chance art, Only art, Diamond art, Tomorrow art, Franks art, Ducks art, Meat-o-rama art.
I am for the art of bread wet by rain. I am for the rat’s dance between floors.
I am for the art of flies walking on a slick pear in the electric light. I am for the art of soggy onions and firm green shoots. I am for the art of clicking among the nuts when the roaches come and go. I am for the brown sad art of rotting apples.
I am for the art of meowls and clatter of cats and for the art of their dumb electric eyes.
I am for the white art of refrigerators and their muscular openings and closings.
I am for the art of rust and mould. I am for the art of hearts, funeral hearts or sweetheart hearts, full of nougat. I am for the art of worn meathooks and singing barrels of red, white, blue and yellow meat.
I am for the art of things lost or thrown away, coming home from school. I am for the art of cock-and-ball trees and fl ying cows and the noise of rectangles and squares. I am for the art of crayons and weak grey pencil-lead, and grainy wash and sticky oil paint, and the art of windshield wipers and the art of the finger on a cold window, on dusty steel or in the bubbles on the sides of a bathtub.
I am for the art of teddy-bears and guns and decapitated rabbits, exploded umbrellas, raped beds, chairs with their brown bones broken, burning trees, fi recracker ends, chicken bones, pigeon bones and boxes
with men sleeping in them.
I am for the art of slightly rotten funeral flowers, hung bloody rabbits and wrinkly yellow chickens, bass drums & tambourines, and plastic phonographs.
I am for the art of abandoned boxes, tied like pharaohs. I am for an art of watertanks and speeding clouds and fl apping shades.
I am for US Government Inspected Art, Grade A art, Regular Price art, Yellow Ripe art, Extra Fancy art, Ready-to-eat art, Best-for-less art, Ready-to-cook art, Fully cleaned art, Spend Less art, Eat Better art, Ham art, pork art, chicken art, tomato art, banana art, apple art, turkey art, cake art, cookie art.

add:
I am for an art that is combed down, that is hung from each ear, that is laid on the lips and under the eyes, that is shaved from the legs, that is brushed on the teeth, that is fixed on the thighs, that is slipped on the
foot.

square which becomes blobby

José Ramón Hernández Correa · Doctor Arquitecto
Toledo · junio 2014

José Ramón Hernández Correa
José Ramón Hernández Correahttp://arquitectamoslocos.blogspot.com.es/
Nací en 1960. Arquitecto por la ETSAM, 1985. Doctor Arquitecto por la Universidad Politécnica de Madrid, 1992. Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Ahora estoy algo cansado, pero sigo atento y curioso. Arquitecto, bloguero, saxofonero, escritor... pero todo mal.
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