Conocer las estrategias que utilizan otras empresas para ganar concursos de arquitectura nos ayuda a mejorar y aprender como profesionales.
Analizar cómo comunicar una propuesta, cómo presentar la idea de manera persuasiva o cómo vender un proyecto, nos permite ampliar nuestro conocimiento y sumar inteligencia creativa con la que abordar futuros encargos.
Hay propuestas que ganan concursos porque plantean llegar donde nadie había pensado llegar, otras en cambio, consiguen alzarse frente a sus competidores porque deciden desobedecer las propias bases del concurso.
¿Se puede ganar un concurso internacional de arquitectura incumpliendo sus bases? O mejor aún, ¿se puede ganar un concurso internacional de arquitectura no construyendo dónde proponen las bases?
Por paradójico que pueda sonar, la realidad nos demuestra que son muchos los arquitectos y empresas que han conseguido ganar concursos de arquitectura con soluciones y proyectos que ponen en cuestión las bases del mismo y plantean soluciones alternativas a las inicialmente planteadas.
No nos engañemos, también hay muchos casos en los que no se gana por muy excelente que sea la propuesta. Que se lo digan a Fernando Higueras en el concurso para un edificio polivalente en Montecarlo donde su propuesta fue descartada como primer premio por sobrepasar los límites de la parcela.
Basar un modelo de negocio dependiente 100% de los concursos de arquitectura es una decisión muy arriesgada. Como decía el arquitecto Jordi Badia en la red social X, esta opción para obtener trabajo se ha convertido
Pero si a la ya difícil decisión de presentarse a un concurso, le sumamos que tu propuesta no cumple los requisitos establecidos en los pliegos, no nos queda otra opción que definir esta actitud como empresarialmente suicida.
Sin embargo, esta radical y arriesgada estrategia demuestra por parte de los arquitectos una gran convicción profesional por dar la mejor respuesta posible a un problema concreto. Un ejemplo de esta actitud lo encontramos en el concurso ganado por n’UNDO en Kalmar (Suecia).
n’UNDO es una red de profesionales vinculados a la arquitectura, el urbanismo y otras disciplinas como la sociología o la historia, que plantea una visión que desafía el paradigma tradicional de la construcción, proponiendo intervenciones basadas en los principios de «no hacer», «deshacer» y «rehacer».
¿Con qué objetivo?
Intervenir de manera más ética, sostenible y consciente en el territorio y en los entornos construidos.
Volviendo al concurso, el proyecto en Kalmar planteaba la construcción de 1800 viviendas en una zona natural de esta ciudad. Un humedal que en invierno se encuentra completamente helado y que, en verano, se inunda creando un entorno natural privilegiado.
La respuesta ganadora al concurso fue la siguiente:
Con esta estrategia n`UNDO consiguió que la ciudad sueca modificara su Master Plan construyendo las viviendas en otras zonas aún por consolidar y más respetuosas con el entorno natural. Además, demostraron que económicamente este cambio era mucho más rentable que el inicialmente planteado.
Hay ocasiones en las que, como arquitectos, desobedecer es necesario. Lo interesante es que esa “desobediencia” sea vista por el cliente/jurado como realmente necesaria.