Durante su vida profesional, Lebbeus Woods bosquejó pensamientos. Las imágenes que produjo incorporan atisbos de un futuro improbable. Se desplaza sobre ideas sugerentes que no están sometidas a las reglas de la sociedad. Por el contrario, las cuestiona.
Sus representaciones, habitantes de un territorio inhóspito, personifican su singular ontología. Estructuras flotantes y construcciones móviles que componen un relato cargado de sugerencias que reinterpretan el caos urbano.
Su compromiso filosófico prioriza la gráfica por encima de la construcción para evitar ser víctima de las proposiciones de sus clientes. Para Woods, el espacio de la arquitectura futura es la indagación permanente. Pero por sobre todo, representa una posición declamatoria sobre la barbarie de la sociedad.
En tiempos de Alemania dividida por el muro, visiona una ciudad subterránea debajo de Berlín. Proyecta colocar núcleos de circulación vertical en diferentes puntos de la ciudad para que sus habitantes, orientales y occidentales, desciendan a un espacio público común ajeno a las condicionantes políticas existentes en la superficie.
Su plan para la reconstrucción de Sarajevo prevé construir sobre las ruinas, porque considera que ofrecen un sustrato de información que debe permanecer latente. Plantea nuevos flujos circulatorios sobre el paisaje urbano derruido por las metrallas como una manera de evolucionar la ciudad.
Diseña estructuras móviles para instalar en lugares sísmicos. Explora la caótica realidad urbana con imágenes incisivas. Intuye la reconstrucción de territorios devastados por acciones bélicas multiplicando espacios mediante la superposición de capas en diferentes niveles. Condena la violencia dejando visibles sus secuelas. Responde al caos con un nuevo orden ajustado a su imaginación. Impone su poética de manera sugestiva.
La arquitectura de Lebbeus Woods es una investigación fascinante que edifica escenas fantásticas de un mundo alternativo. El alegato que se aferra en la ligereza estructural y la dinámica circulatoria para desplegar una figuración propia.
Su inventiva no está sugestionada por la fuerza de gravedad, y esa liberación intelectual le permite invadir el vacío con soltura e impregnarlo de fantasía.
Marcelo Gardinetti. Arquitecto
La Plata, Argentina. Noviembre 2017