La certificación de la sostenibilidad en la gestión forestal es un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental. En el contexto mundial actual, en el que la arquitectura y el urbanismo buscan —y deben— alinearse con los principios del desarrollo sostenible, contar con materiales de origen certificado no solo garantiza la protección de los ecosistemas, sino que también refuerza la trazabilidad y la responsabilidad de la industria de la construcción. Esto no solo genera beneficios medioambientales, sino también económicos, lo que la sitúa dentro de las estrategias económicas de la UE, tal y como se recoge en el El Pacto Verde Europeo.
En este sentido, algunas multinacionales europeas han comenzado a trabajar en esta dirección, siendo FINSA una de ellas, con su proyecto en la finca A Panda dá Dá, ubicada en As Pontes de García Rodríguez (Galicia, España). Esta labor ha obtenido la Certificación de Servicios Ecosistémicos para la protección de la biodiversidad, otorgada por el Forest Stewardship Council® (FSC-C118459) y auditada por SCS Global Services. Este reconocimiento subraya el compromiso de FINSA con la conservación de la biodiversidad y la gestión forestal sostenible en la región.
Estos avances en el sector primario son necesarios para su traslado al ámbito arquitectónico, ya que el uso de materiales certificados y de origen responsable es un elemento clave para el diseño y la construcción de proyectos que minimicen su impacto ambiental. Certificaciones como las emitidas por FSC garantizan que la madera utilizada en edificaciones proviene de bosques gestionados de manera sostenible, asegurando la regeneración de los ecosistemas y la conservación de la biodiversidad. Este enfoque es esencial en un momento en el que la arquitectura sostenible ya no es una tendencia o una moda pasajera, sino una necesidad para mitigar el impacto ecológico del sector de la construcción.

Servicios ecosistémicos: beneficios de los ecosistemas naturales para la sociedad
Los servicios ecosistémicos son los beneficios que los ecosistemas naturales proporcionan a la sociedad. La certificación FSC de servicios del ecosistema permite demostrar el impacto positivo derivado de una gestión forestal responsable y sostenible en la protección y conservación de nuestro entorno natural.
Desde su adquisición en 1989, Finsa implementó en A Panda dá Dá un modelo de gestión forestal centrado en la reforestación con pino radiata, especie seleccionada especialmente por su adaptabilidad y relevancia industrial en Galicia. Simultáneamente, se garantiza la conservación de las masas autóctonas de frondosas y la regeneración natural de los bosques de ribera, equilibrando el aprovechamiento forestal con la preservación de los hábitats naturales propios del territorio gallego.
En años recientes, Finsa ha promovido actividades culturales y educativas en la finca, fomentando la participación de la comunidad local y difundiendo el valor del ecosistema rural. Un ejemplo destacado es el concurso de arquitectura lanzado en noviembre de 2024, en colaboración con la Fundación RIA, para la rehabilitación arquitectónica y paisajística de A Panda dá Dá. Este concurso busca transformar la finca en un espacio de oportunidades para la gestión sostenible del territorio, acogiendo actividades formativas, de investigación y visitas de entidades relacionadas con la gestión territorial y la cadena de valor de la madera.
“Iniciativas como el concurso de rehabilitación arquitectónica y paisajística refuerzan la integración de la comunidad y la promoción de prácticas sostenibles en el territorio, consolidando a A Panda dá Dá como un referente en la gestión responsable del medio ambiente y la arquitectura sostenible del futuro”.
El proceso de certificación contó con la colaboración de expertos en ecología y gestión ambiental. Entre ellos, Adolfo Cordero, catedrático de la Universidad de Vigo en Ecología, lideró el inventario de biodiversidad; la consultora ASEFOR, con experiencia en certificaciones de conservación de la biodiversidad en Galicia; y Blanca María Fraga Cimadevila, alumna del Máster en Biodiversidad Terrestre, junto a miembros del área forestal de Finsa.
La necesidad de promover la sostenibilidad
La obtención de la Certificación FSC de Servicios Ecosistémicos en A Panda dá Dá refleja el compromiso de Finsa con la gestión forestal sostenible y la conservación de la biodiversidad. Esta certificación también establece un modelo replicable en otras iniciativas de arquitectura sostenible, asegurando que los materiales utilizados en la construcción provienen de fuentes responsables y contribuyen a la regeneración de los ecosistemas.
Uno de los aspectos clave de este reconocimiento es la trazabilidad sustentable de todas las fases del proceso, desde la gestión forestal hasta la aplicación final en el diseño arquitectónico. Garantizar la sostenibilidad de la madera desde su origen permite que los proyectos arquitectónicos no solo reduzcan su huella de carbono, sino que también fomenten un equilibrio entre la explotación de recursos y la conservación del medio natural. Esta relación entre gestión forestal y arquitectura sostenible subraya la importancia de integrar certificaciones ambientales en el desarrollo de nuevos proyectos, reforzando la vinculación entre construcción, medio ambiente y sociedad. La sostenibilidad es el futuro.

Finca A Panda dá Dá ubicada en As Pontes de García Rodríguez (Galicia, España) © Finsa