José María Sánchez García se gradúa de la ETSAM el año 2002, para luego fundar su estudio en Madrid. Su trabajo denota una gran preocupación y respeto por el contexto preexistente, lo que le ha permitido intervenir de manera excepcional emplazamientos delicados como la recuperación del entorno del Templo de Diana en Mérida, que constituyera el foro de la ciudad en la época romana.
A través de esta obra se entiende como Extremadura, su región de origen, ha marcado fuertemente su obra en cuanto a la presencia y manejo de la masa, muy presente en este contexto rico en construcciones históricas. Esto, mezclado con geometrías puras (quizás herencia de su paso por el estudio de Alberto Campo Baeza), es lo que define su arquitectura.