“Me parece que el problema en el que nos encontramos en la actualidad es el de repensar nuestra relación con los edificios históricos. Es preciso pasar de una actitud en el fondo evasiva y cada vez más distante, propia de la protección-conservación, a una actitud de intervención proyectual. Me parece que lo que debe hacerse es reconsiderar si no hay una manera específicamente arquitectónica, y arquitectónica sin adjetivos, de enfrentarse con la arquitectura histórica y de responder ante ésta a partir de incorporarla a un proyecto de futuro con una mínima congruencia”.1
La universidad de artes aplicadas de Viena se compone de una serie de edificios dispuestos de manera individual en un amplio predio urbano. En tiempos pasados, para facilitar la integración funcional entre estas construcciones, se realizaron de manera aleatoria varias intervenciones a nivel del suelo, sin que ninguna de estas obras garantice la unidad visual del conjunto. El concurso realizado en 2011 tenía por objeto reciclar uno de los edificios e intervenir sobre el campus para fortalecer un concepto de unidad.
En respuesta a estas condiciones, el proyecto ganador plantea revertir la imagen de un campus conformado por un conjunto de edificios sueltos para componer la identidad de un bloque urbano. Su desarrollo explora dos visiones que potencian esta idea desde su antagonismo visual. Por un lado propone una meticulosa intervención sobre los edificios existentes, que consiste en demoler toda aquella construcción añadida para enlazar los edificios entre sí.
Este criterio implica la reconstrucción de aquellas partes que fueron destruidas por esas intervenciones y la puesta en valor de cada edificio. La conexión entre estas construcciones se propone desde una base funcional común ubicada bajo el patio, que contiene las salas de conferencias, talleres, almacenes, instalaciones técnicas, líneas de suministro y gestión de residuos.
La otra decisión es intervenir radicalmente sobre el edificio a reciclar. Para ello se plantea dejar la estructura resistente en estado puro, retirando muros y trasladando las escaleras y las cajas de ascensores hacia el exterior del edificio. Esta liberación de las plantas permite múltiples lecturas funcionales y una mayor flexibilidad de usos, que facilita la creación de áreas extendidas para las salas de conferencias y los talleres que exige el programa.
La envolvente que cubre el lateral donde se ubican las circulaciones verticales cumple un rol fundamental para consumar el criterio aplicado. Se dispone como una manta ondulada de vidrio que permite visualizar el campus desde el interior y el flujo de movimiento interno desde el exterior. Para acentuar ese rasgo, una escalera de un tramo denominada “Broadway” traza una diagonal en la cara longitudinal de la elevación para vincular todos los pisos. El “Broadway” no está planteado únicamente como espacio de circulación; es también una plataforma donde los miembros de diferentes grupos de estudio se encuentran para realizar proyectos transversales disciplinarios a la manera de un mercado informal.
La intención de bloque urbano queda plasmada en la conjunción de los tres elementos que componen la intervención: la plaza interior que enlaza el funcionamiento de las construcciones existentes, el jardín que actúa como elemento unificador de los edificios y la fachada ondulada que permite transparentar las actividades desde y hacia el museo. Sobre la terraza del edificio principal, dos globos neumáticos sujetos a la estructura se inflan para informar sobre los diferentes eventos que suceden en el campus.
Tschapeller reconsidera el carácter del campus con su intervención sin evitar las discordancias que surgen con las rigurosas estructuras históricas. Por el contrario, su apuesta relega las cuestiones formales para transparentar la actividad que se desarrollan en su interior, promoviendo una intrincada integración visual de la escuela de artes aplicadas con el resto del campus.
Esta intervención, que puede considerarse audaz en su carácter o contradictoria en su desarrollo, rechaza ser indiferente en la manera de intervenir sobre hechos urbanos existentes, sin prescindir el uso de convenciones singulares.
Marcelo Gardinetti . arquitecto
La Plata. Agosto 2018
Notas:
1 Ignasi de Solà-Morales, Teorías de la intervención arquitectónica. Quaderns d’arquitectura i urbanisme, nº 155, Colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona, 1982.