Por fin presentamos el pasado jueves el libro colectivo “Deseo de Ciudad: Arquitecturas Revolucionarias” del que soy coordinadora. Mucha gente. Muchos colectivos. Amigos, muchos amigos. Y aunque se hizo un poco largo -era importante que todos los grupos asistentes tomaran la palabra, que así hicieron para contar sus experiencias- fue una tarde llena de buenas vibraciones.
El frío de enero de Madrid que escarcha el parque del Retiro y sus árboles de madrugada, igual que las heladoras noticias de crisis e infamias que congelan ondas y pantallas, esa tarde apenas se sintieron.