En un número de la revista Photoplay del año 1928 he encontrado estos dibujos del proyecto de una casa para Douglas Fairbanks, un proyecto que no fue creado por un arquitecto, sino por un profesional singular: William Cameron Menzies, como se sabe, el primer «production designer» de la historia del cine gracias a su trabajo en Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, Victor Fleming, 1936).
No he encontrado datos sobre si llegó a construirse, porque cuando se habla sobre la casa de Fairbanks siempre se menciona su mansión Pickfair, del arquitecto Wallace Neff, en la que vivió con su mujer Mary Pickford hasta que se divorciaron y en la que ella siguió viviendo hasta su fallecimiento.
El texto publicado en Photoplay es el siguiente:
«Aquí está una casa de montaña y alpinismo garantizada para mantener a los ocupantes delgados, proporcionándoles más ejercicio que subir caminando a un piso en Nueva York. Estaba diseñada por William Cameron Menzies como una casa de playa para Douglas Fairbanks y Mary Pickford. La casa se aferrará -esperamos- en el lado de un acantilado en Solona Beach, Calif. Es una estructura en voladizo, lo que significa que Doug reza para que soporte su propio peso. Entras por la chimenea o en barco durante la marea alta».
Como se puede observar el anónimo comentario pretende ser jocoso, lo que suele suceder ante la arquitectura que no es convencional. Lo más interesante de esta casa es la idea y la perspectiva dibujada por Menzies, lo demás no tiene demasiado valor arquitectónico en gran parte porque, a pesar de su audacia estructural, pretende repetir un estilo hispano que triunfaba en Hollywood en aquellos años. Si acaso, quedará como otro intento de trasladar los sueños cinematográficos a la realidad.
Jorge Gorostiza, arquitecto. Autor del blog Arquitectura+Cine+Ciudad
Santa Cruz de Tenerife, noviembre 2013