El propósito de este libro es redescubrir la esencia de la arquitectura clásica, pues rehuye la simple sucesión cronológica de los estilos y escoge como alternativa determinadas épocas para explicar su evolución. Las lúcidas descripciones de Cesare Brandi, prestigioso historiador del arte, presentan la evolución de los órdenes clásicos a lo largo de la historia a través de algunos edificios singulares desde la Grecia antigua, la Roma imperial y el Renacimiento.
Sus clarividentes y extremadamente perspicaces observaciones, su peculiar forma de entender el espacio y las relaciones entre interior y exterior, permiten llegar a una comprensión más profunda de la génesis de algunas obras maestras, piezas clave en el devenir de la historia de la arquitectura, explicando las intenciones de sus autores.
Desafortunadamente, en España la obra de Brandi ha sido poco difundida; aparte de su imprescindible Teoría de la Restauración, solo algunos cuadernos de viajes han sido traducidos al castellano. Ante la dificultad de acceder a su entero corpus ensayístico, la lectura transversal que genera esta selección de pasajes de diversos libros realizada por el profesor Guido Cimadomo ofrece ahora al lector una primera aproximación al pensamiento de Brandi. Son textos críticos de altísimo nivel que exponen la génesis de la arquitectura clásica, y muestran también el valor literario que Brandi siempre instila en sus escritos.
Cesare Brandi (1906-1988) ha sido uno de los más reconocidos historiadores del arte y fundador de la Teoría de la Restauración. En 1938 funda el Istituto Centrale del Restauro junto a Giulio Carlo Argan, dando una total relevancia a la rehabilitación, recuperación y conservación de las obras de arte. Su bibliografía es extensa y variada, de amplio abanico temporal y geográfico, siempre con una mirada personal y crítica que lo posiciona como uno de los grandes intelectuales italianos del siglo XX.
Su profundo conocimiento de la historia del arte y de la arquitectura, frente a otras grandes figuras más especializadas en ámbitos concretos, le permiten la amplitud de miras necesaria para expresar simple y claramente su génesis y trascendencia. Las obras de arte, sean estas pictóricas o arquitectónicas, son vistas como algo único e irrepetible y su atento análisis se une a otras fuentes historiográficas existentes para dar una lectura clara de las intenciones de los arquitectos. Autor de monografías, de escritos de estética, teoría del arte y de artículos periodísticos, sus diálogos de los años cuarenta y cincuenta sobre pintura, escultura, poesía y arquitectura —que simbólicamente abren esta selección de textos— nos recuerdan a los grandes tratadistas de la historia de la arquitectura.